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Buenas tardes, hermanos. Vamos a buscar en la Palabra de Dios el libro de Marcos y leer el capítulo 2. Marcos 2, comenzando en el versículo 23. Vuestros de pie, si son amables de seguir con sus vistas, la lectura de este pasaje. Marcos 2, 23. Compartan sus Biblias. Si hay alguna persona que no tiene una Biblia, por favor, hacérselo saber en alguno de los diáconos. Con mucho gusto podemos compartir Biblias. El Evangelio según San Marcos, capítulo 2, y también vamos a leer del capítulo 3. Marcos 2, 23, y luego siguiendo hasta el 3, 6. Marcos 2, 23. Refiriéndose a nuestro Señor Jesucristo dice, acondició que al pasar e ir por los sembrados un día de reposo, sus discípulos andando, Comenzaron a arrancar espigas. Entonces los fariseos le dijeron, Mira, ¿por qué hacen en el día de reposo lo que no es lícito? Pero él les dijo, ¿Nunca leíste lo que hizo David cuando tuvo necesidad y sintió hambre él y los que con él estaban? ¿Cómo entró en la casa de Dios, siendo aviatar sumo sacerdote, y comió los panes de la proposición, de los cuales no es lícito comer sino a los sacerdotes, y aún dio a los que estaban con él? y aún dio a los que con él estaban? También les dijo, El día de reposo fue hecho por causa del hombre, y no el hombre por causa del día de reposo. Por tanto, el hijo del hombre es señor aún del día de reposo. Otra vez entró Jesús en la sinagoga, y había allí un hombre que tenía seca una mano. Y las echaban para ver si en el día de reposo les sanaría, a fin de poder acusarle. Entonces dijo el hombre que tenía la mano seca, Levántate y ponte en medio. Y les dijo, es lícito en los días de reposo hacer bien o hacer mal, salvar la vida o quitarla. Pero ellos callaban. Entonces, mirándolos alrededor con enojo, entristecido por la dureza de sus corazones, dijo al hombre, «Extiende tu mano». Y él la extendió, y la mano le fue restaurada sana. Y salido los fariseos tomaron consejo con los herodianos contra él para destruirle. Seguir la lectura, la escritura, o todos vamos a leer del Salmo 119, Salmo 119, el versículo 105 al 112 a manera de oración, Salmo 119, del versículo 105 al versículo 110, 12 a manera de oración. Todos juntos, en voz alta, orando sinceramente este pasaje. Salmos 119, del 105 al 112. Lámpares a mis pies tu palabra y lombrera mi camino. Juré y ratifiqué que guardaré tus justos juicios. Afligido estoy en gran manera. Vivifícame, oh Jehová, conforme a tu palabra. Te ruego, oh Jehová, que te sean agradables los sacrificios voluntarios de mi boca y me enseñes tus juicios. Mi vida está de continuo en peligro, mas no me he olvidado de tu ley. Me pusieron lazo de los impíos, pero yo no me desvié de tus mandamientos. Por heredad he tomado tus testimonios para siempre, porque son el gozo de mi corazón. Mi corazón incliné a cumplir tus estatutos de continuo hasta el fin. En nombre de Cristo Jesús. Amén. Sentémonos, hermanos. Vamos a volver a Marcos 2, 23. Marcos 2, 23. Y siguiendo con nuestra serie de este libro, ahora nos toca estudiar estos dos incidentes que leímos de Marcos 2, 23 al 3, 6. Y lástima que los impresores del siglo XVI separaron los incidentes por la división de capítulos aquí en Marcos. Estos dos incidentes, los discípulos recogen espigas en día de reposo y el hombre de la mano seca Obviamente tienen mucho que ver. Los dos incidentes sucedieron en día de reposo. Y si ustedes leen en Mateo y Lucas, ahí no están separados. En Mateo están en Mateo 12, 1 al 8. En Mateo 12, 9 a 14. Y en Lucas 6, 1 a 5. En Lucas 6, del versículo 6 al versículo 11. Y los evangelistas registraron estos incidentes juntos para recalcar que desde estos roces que tuvieron los líderes judíos con nuestro Señor Jesucristo por el día de reposo, ellos comenzaron a tramar la muerte del Señor. Leemos en el versículo 6, el capítulo 3, Marcos 3, 6. Salido los fariseos, tomaron consejo con los herodianos contra él para destruirle. Este fue el incendio, ¿verdad? El principio del incendio de estos dos incidentes. Y por eso están seguidos el uno del otro. Y por eso son tan importantes que nosotros estudiemos y comprendamos las lecciones. Ahora, no es que los líderes religiosos, los fariseos, comenzaron aquí a tener problemas. Ya traían las semillas de crítica, de odio, de envidia contra nuestro Señor. Lo vimos esto en el caso del pecador paralítico y también el caso de Mateo. ¿Se acuerdan que estaba enfermo de dineritis aguditis? Desde entonces, ellos ya tenían problemas con nuestro Señor Jesucristo. Y esas semillas de maldad brotaron y al final planearon cómo destruirle, cómo asesinarle, que nos dicen estos versículos 3, 6. Ahora, no estudiaremos estos párrafos, versículos por versículo, palabra por palabra, como generalmente lo hacemos, pero enlistaremos sus lecciones principales, lecciones principales de estos dos incidentes. Y la primera lección es que debemos santificar el día de reposo, pero sin extremos, sin dejar de hacer obras de caridad y misericordia. debemos santificar el día de reposo, pero sin extremos, sin olvidar las obras de caridad y misericordia. Leemos en el capítulo 2 y versículo 24. Entonces los fariseos le dijeron, mira, ¿por qué hacen en el día de reposo lo que no es lícito? Y luego nos dice en el versículo 4 del capítulo 3, 3-4. Y les dijo, es lícito en los días de reposo hacer bien o hacer mal, salvar la vida o quitarla. Pero ellos callaban. ¿Verdad? Los fariseos de ese tiempo no eran como los fariseos de este tiempo de cuaresma, precisamente, ¿Verdad? En los en los tiempos de cuaresma aquí en Sonora. Esto no sucede en todas las partes del mundo. Yo creía que sucedía en otras partes de de México, pero esto es particular para el estado de Sonora. No se imaginen los fariseos de ese tiempo como los fariseos de aquí, con con máscaras grotescas que andan danzando, ¿Verdad? En las calles de Jerusalén, al Los fariseos de tiempos bíblicos eran unos hombres ortodoxos, conservadores, pudiéramos decir fundamentalistas, en cuanto a la ley, irreprensibles. Querían ser los más buenos, los más santos, para así ganarse el cielo. El problema, como vemos en los evangelios, el problema de la mayoría de esos fariseos es que eran muy hipócritas. Y en su celo por querer hacer lo bueno, agregaron, añadieron reglas a la ley de Dios. Agregaron sus tradiciones a la palabra de Dios. Y su súper problema, tenían muchos problemas, pero su súper problema, lo más grave, es que, como dicen romanos, ignorando la justicia de Dios, trataban de establecer la suya propia. En su soberbia, en su orgullo, creían que eran lo suficientemente buenos para que Dios los aceptara. Creían que los demás, por supuesto, estaban mal. Pero ellos eran lo suficientemente buenos, no necesitaban la misericordia de Dios, no necesitaban la justicia que Dios da por la fe en Cristo. Según ellos, ellos estaban bien. Ahora, es claro por los incidentes que leímos aquí en estos pasajes que los fariseos tenían un gran celo por el día de descanso. En nuestros días sería el domingo, por supuesto, el día de descanso. Y por querer obedecer el cuarto mandamiento, si se acuerdan, ¿verdad?, el cuarto mandamiento que debemos santificar el día del Señor. por querer ellos obedecer ese cuarto mandamiento, se fueron a extremos y agregaron otros 39 submandamientos a ese cuarto mandamiento. De tal manera que prohibieron hacer cualquier cosa, ya sea al vestirse, al alimentarse, al sanarse, aún al caminar, que no estuviera bajo sus reglas específicas vanas por sus tradiciones. Voy a dar un ejemplo de esto. Por sus reglas muy extremistas, por ejemplo, no podían verse en un espejo en día de reposo. Las mujeres no podían, y los hombres también, ¿verdad?, no podían verse en un espejo colgado. Y no sé cómo le hacían las pobres judías, ¿verdad?, para ponerse su máscara de make-up el día de reposo. No podían verse al espejo. Si una gallina Ponía un huevo en el sábado, en el día de reposo, no podían comérselo, porque la gallina había trabajado para poner el huevo. No podían prender una vela. No podían prender una vela en el día de reposo. Curiosamente, estaba leyendo, ¿y cómo le hacían ellos entonces para prender velas? contrataban a los vecinos gentiles, a los goyim, que no eran judíos. Ellos sí podían prender velas. Ellos sí podían vender y comprar en ese día. Entonces ellos contrataban a esas personas que ellos sí lo hicieran. Pero ellos como judíos, por supuesto que no podían. Ahora, el pecado de los discípulos aquí no fue que arrancaron unas espigas de un campo ajeno. Eso no era pecado. Según Deuteronomio 23, 25, ellos podían hacer eso. Específicamente nos dicen Deuteronomio 23, 25, cualquier persona, aunque no era dueña del campo, podía pasar y arrancar esas espigas y comérselas. Pero para los fariseos, Arrancar espigas era trabajo. En Día de Reposo no podían hacer eso. Arrancar espigas era como un tipo de cosechar y eso lo prohibían. Entonces estaban agregando, añadiendo reglas a la ley de Dios. Ahora, los fariseos estaban en lo correcto al querer santificar el día de reposo. Por supuesto, lo debemos de hacer. Hoy en día muchos cristianos pisotean el cuarto mandamiento. Y en el último día, el día del juicio, los fariseos los van a condenar. Pero su pecado, el pecado de los fariseos, es que se olvidaron de la misericordia. Se olvidaron de la caridad para con los demás. Se olvidaron, como el Señor les explicó, que el día, el día sábado, el día de reposo, fue hecho para el hombre, para su bienestar, para el descanso de su alma y su cuerpo. Y es de notarse que en la Biblia leemos en Génesis y en Éxodo que el día de reposo no fue hecho para los judíos, fue hecho para el hombre, para todos los hombres y todas las mujeres del mundo, para nuestro beneficio, para que descansemos. Y por supuesto, como vemos en estas historias, se olvidaron que debemos ayudar a las personas necesitadas, a las personas enfermas, a hacer el bien sin importar el día. No importa si es lunes, martes, miércoles, jueves, viernes o sábado o domingo, debemos de hacer el bien. Entonces, la primera lección de este pasaje, debemos de santificar el día de reposo, pero sin extremos, sin olvidar las horas de caridad y misericordia. Segunda lección, debemos de vivir según las enseñanzas de la Biblia, no según las enseñanzas de los hombres. Versículo 25, 2-25. Pero él les dijo, Nunca leísteis los que hizo David cuando tuvo necesidad y sintió hambre, él y los que con él estaban, como entró en la casa de Dios, siendo aviatar, sumó sacerdote, y comió los panes de la proposición, de los cuales no es lícito comer, sino a los sacerdotes, y hundió a los que con él estaban? Nunca leísteis. ¿Dónde leyeron eso? Por supuesto, en las historias del Antiguo Testamento, en el libro de Samuel, el capítulo 21, el versículo 1 al versículo 6. Y el punto es, debemos de vivir según las enseñanzas de la Biblia, no según las enseñanzas de los fariseos, o de los hombres, o de los filósofos de este mundo. Debemos de vivir según las enseñanzas de Dios. Como vimos en esta mañana, Dios es nuestro creador. Dios es nuestro legislador. y agregarle a sus enseñanzas, agregarle a los mandamientos de Dios, es decir, que somos más sabios que Dios, es decir, que somos más santos que Dios, si nosotros hacemos esto. Y el punto positivo aquí es que cuando tengas un problema, un dilema, coteja la Biblia, ¿qué dice Dios sobre este problema? ¿Qué dice Dios? ¿Qué dice la Biblia? La Biblia es un gran don de Dios, un gran regalo de Dios. Aquí tenemos toda clase de preceptos, toda clase de historias, toda clase de promesas que nos enseñan que es lo mejor para nosotros, que es lo mejor para la familia, que es lo mejor para la iglesia. Nos enseña la voluntad de Dios. Como dice el salmista, y lo acabamos de leer en el Salmo 119, la Biblia es una lámpara a nuestros pies y lumbrera a nuestro camino. O como dice el himno, la Biblia es un tesoro aquí, contiene la verdad de la divina voluntad, nos dice lo que somos, de quien venimos y a quien vamos. Esas preguntas existencialistas, ¿verdad? ¿Por qué existo? Aquí está en la Biblia. ¿Qué hago aquí? ¿Qué debo de hacer en el mundo? ¿De qué se trata la vida? Aquí está la Biblia. ¿A dónde vamos? ¿Qué va a pasar? Aquí está en la Biblia. Y esto, hermanos, es una lección súper importante, especialmente para nuestros días. El mundo, la llamada ciencia, atacan, menosprecian las reglas de Dios. Aún, escucha bien esto, está impresionando para que nos honremos a Dios conforme a su palabra. Les voy a dar dos ejemplos aquí. Probablemente ustedes han escuchado de un pastor muy famoso de nombre Rick Warren, autor del libro Una Vida con Propósito. Muy popular este libro, se vendió mucho. La semana pasada, yo con mis propios oídos, Escuché los argumentos que este pastor tan famoso y tan influencial hizo en una conferencia de pastores en la Convención del Sur de Estados Unidos. Él argumentó que las mujeres pueden predicar, pueden ser pastores. En estos días, en días pasados, Hubo una explosión eclesiástica porque un famosísimo pastor reformado aconseja que podemos asistir a bodas de transsexuales. En esto y en todas las cosas de la vida, tenemos que aferrarnos a qué dice la Biblia. No los famosos pastores de este mundo, no los famosos maestros de este mundo o filósofos ¿Qué dice la Biblia sobre el matrimonio? ¿Qué es el matrimonio? ¿Qué es el pastorado? ¿Quién puede ser pastor? ¿Quién puede predicar según Dios? ¿Qué debemos de hacer en la educación de nuestros hijos? ¿Qué dice la Biblia sobre el trabajo? ¿Cuántos días debemos de trabajar? ¿Cuál es la relación empleado-patrón? ¿Cuál es nuestra responsabilidad respecto al medio ambiente, la naturaleza? La Biblia nos enseña de esto. Según la lección del pasar, debemos de vivir según la Biblia, no las enseñanzas de los hombres. Tercera lección. Debemos de respetar el domingo porque Cristo es el Señor del día de reposo. Debemos de respetar el día de reposo, porque Cristo es el Señor del día de reposo. Versículo 28, 2-28. Por tanto, el Hijo del hombre es Señor aún del día de reposo. El Señor muchas veces describe como Hijo de Hombre. Es una descripción, un sobrenombre favorito de Él para Consigo mismo. Él es el Hijo del Hombre, por supuesto. Y no significa que nació de hombre. Realmente no nos habla de su humanidad. pero de su gran poder y autoridad sobre todas las cosas, sobre todas las personas, sobre todo el tiempo y circunstancias. Vean conmigo, Daniel. La profecía de Daniel es donde se menciona y de donde saca nuestro Señor Jesucristo. Esta descripción también se menciona en el libro de Ezequiel. Pero vemos aquí en Daniel claramente de qué se trata de ser un hijo de hombre. Según los judíos, ¿quién era el hijo del hombre? Daniel capítulo 7 y el versículo 13. Ustedes pueden leer los versículos anteriores, las profecías de Daniel. Está después de Daniel en el foso de los leones y comienzan en el capítulo 7 una serie de profecías de bestias y animales. Y nos hablan del futuro, lo que pasó en la historia en Israel y en el mundo. Y nos dice el final de esas visiones en el capítulo 7 y versículo 13. acerca del gran reino del Mesías. Miraba yo en la visión de la noche, y aquí, con las nubes del cielo, venía uno como, ¿qué? un hijo de hombre, que vino hasta el anciano de Díaz, le hicieron acercarse delante de él, y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran. Su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno, que no será destruido. ¿Quién es el hijo del hombre? ¿Quién es este rey de reyes? Por supuesto, es nuestro Señor. Y se le da aquí, de eso se trata, que el Hijo del Hombre tiene toda autoridad, tiene todo poder. Él es Dios. Entonces, Cristo permitió que los discípulos arrancaran y comieran espigas ese día. ¿Por qué? Porque Él es el Señor, el Hijo del Hombre, que tiene toda autoridad para permitir lo que sea en el día de reposo. Él sanó al hombre de la mano seca en el día de reposo, porque Él es Señor de ese día. Los fariseos decían, no pueden venir a sanarse en día de reposo, no pueden ir a terapias en día de reposo. Nuestro Señor Jesucristo dice, yo soy el que tengo autoridad de hacer cualquier cosa en mi día. Yo permito, yo prohíbo. Yo soy el hijo del hombre. Ahora, esta declaración conmocionó tanto a los fariseos que dijeron, tenemos que destruir a este. Tenemos que destruirlo. ¿Por qué? Y aquí comenzó, por supuesto, su consejo que llevó a Cristo a la cruz. Por eso estos incidentes están grabados y registrados aquí y de forma consecutiva, como mencioné al principio. Porque ellos conocían a Daniel 7. Ellos sabían de esa frase, hijo de hombre. Ellos entendieron perfectamente que Cristo estaba haciéndose igual a Dios. Ven conmigo Juan 5, 18. No es mi interpretación. Esta es lección bíblica. Juan capítulo 5 y el versículo 18. Juan 5, 18. Juan 5, 18. Por esto, los judíos aún más procuraban matarle, porque no sólo quebrantaba el día de reposo, sino que también decía que Dios era su propio Padre, haciéndose igual a Dios. Ese fue su gran problema, haciéndose igual a Dios. Y por eso querían destruirle, deshacerse de él a toda costa. Y eso fue el principio de sus consejos para llevarlo al Golgotha. Y esa declaración, entonces, ha de haber conmocionado mucho a los fariseos. Y esta declaración del Señor nos debe de conmocionar a nosotros también. Nos debe despertar, hermanos y hermanas. debemos de respetar el Día del Señor. Por supuesto, no a los extremos extra bíblicos de los fariseos, pero ciertamente debemos de santificar el Día del Señor conforme a la palabra de Dios. Porque Él es Dios. Porque Él es el Señor del Día de Repos. De este día, juzgad vosotros mismos según la Biblia. Podemos comprar y comerciar en domingo. Podemos comprar y comerciar en domingo. Podemos vender tamales, café, dulces en la iglesia en domingo. Juzgad vosotros mismos. Podemos hincarnos en domingo. Podemos ir a restaurantes en domingo. Podemos venir a la iglesia en domingo. Podemos jugar en domingo. Podemos ir a galerías mall en domingo. Podemos comprar en Amazon en domingo o en Temu. Podemos visitar el albergue en domingo. Podemos visitar a un hermano en el hospital en domingo. Juzgad vosotros mismos. Tercera lección. Debemos vivir respetando el domingo porque Cristo es el Señor del día de reposo. Cuarta lección. Debemos tomar en cuenta que a veces nos pasan cosas muy malas para la gloria del Señor. Debemos de tomar en cuenta que a veces nos pasan cosas muy malas para la gloria del Señor. Capítulo 3 y versículo 1. Otra vez entró Jesús en la sinagoga y había allí un hombre que tenía seca una mano. Una mano seca, una mano lisiada. Los comentaristas creen que estaba paralizada de alguna manera. Bueno, no sabemos por qué el hombre tenía una mano lisiada. Tal vez un accidente. Hay un evangelio apócrifo. Si saben qué es apócrifo, falso, hay un evangelio falso llamado el evangelio de los hebreos. Y en ese evangelio se menciona que ese hombre era un albañil. Tal vez, no sabemos. Tal vez tuvo un accidente como albañil. O tal vez nació así. Problema genético. Pero ciertamente era una cosa mala, muy mala, sobre todo en ese tiempo, la tragedia. ¿Por qué? Porque era su mano derecha. ¿Cómo sé eso? Un médico me dijo, ¿cómo se llama el médico? Lucas. Lucas se registra, él como médico se dio cuenta y lo registró en su mano derecha. ¿Sí saben que esta es la diestra? ¿Y saben cómo se llama esta? Siniestra. Algo muy negativo en ese tiempo, y en muchas culturas, es la siniestra. Este hombre, la diestra, no podía moverla, no podía hacer nada con su mano derecha. Sufría mucha pena, mucha vergüenza. Se la debe haber escondido entre su túnica, ¿verdad? Me imagino como niño, en la escuela, debe tener mucha vergüenza, Tal vez uno de sus compañeros pensó y le dijo, ¡Ja! Se te secó la mano porque trataste de pegarle a tu mamá, ¿verdad? A mí cuando era niño me decían eso, nunca le vayas a pegar a tu mamá porque si le pegas a tu mamá se te va a secar la mano. ¿Les dijeron ustedes eso o nada más a mí? ¿Algunos de ustedes le dijeron eso? Y de cualquier forma, vergüenza, pena, este hombre sufrió bastante. Pero lo último, cómo se alegró, ¿verdad? Yo pienso que lo veremos en el cielo. Y si le preguntamos en el cielo, ya santificado él, por supuesto, ya transformado y perfeccionado con dos manos perfectas. Si le preguntamos en el cielo, ¿qué opinas? ¿Fue Dios injusto, cruel, el permitir que tú tuvieras una mano seca? ¿Qué nos respondería él? No, mil veces no. Yo nací pecador. Yo pequé muchas veces. Yo debí de haber nacido con las dos manos secas, pequetando con mis manos. Debí de haber nacido con las dos manos secas. Y Él nos diría, pero lo mejor, lo mejor es que yo conocí al Señor. Y Él me mostró su gran poder, sanándome completamente delante de sus fariseos hipócritas. Y mi mano seca resultó para la gloria de Dios. En el cielo no se llora, pero yo me lo imagino llorando de felicidad. A ese hombre, la mano seca. Bueno, hermano o hermana, usted esta tarde no vio a ninguno que entrara con la mano seca. Pero tal vez tenga otra discapacidad. Tal vez tenga otra enfermedad. Tal vez tenga un problema grave en su familia, una tragedia dolorosa o alguna necesidad. Usted puede aferrarse a esta verdad bíblica. Eso, hermano o hermana, será para la gloria de nuestro Dios y Cualquier tragedia, como hermana, como hermano, usted puede estar seguro que resultará para la gloria de Dios. Ahí pueden apuntar Romanos 8, 28, 29. Ahora, tal vez usted, como yo y como cualquier cristiano normal, tiene problemas a veces para entender cómo es que las cosas malas, tan malas, que pasan en la vida y nos pasan a nosotros como cristianos, van a resultar para la alabanza de Dios. A veces me han llamado o me han escrito y Yo lo que hago generalmente, y por supuesto, muchas veces, como le expliqué a una hermana que murió la madre de una amiga y me dice, ¿qué le digo? ¿Qué le digo? Muchas veces en ese tiempo tenemos que seguir el consejo de Pablo, hay que llorar con los que llora. ¿Verdad? No podemos ir y darles teología sistemática. Muchas veces lo que ellos necesitan es un abrazo bíblico y llorar con ellos. Pero a veces sigue el problema, ¿verdad? Sigue la tragedia y queda un trauma ahí. Y como cristianos tenemos que hacer algo con esos hermanos y esas hermanas y aún con nosotros mismos. ¿Qué podemos hacer? Me han escrito y yo he hablado con este tipo de personas. Lo último que les digo es, ¿sabes qué? Lo que hay que hacer aquí es reflexionar y pensar en la cruz de Cristo. Marcos 3,6 nos lleva directamente al Gólgota. Salidos los fariseos tomaron consejo con los herodianos contra él para destruirle. Los líderes religiosos y políticos conspiraron y al final crucificaron al Señor de Gloria. Y por cierto, entre paréntesis, esto es increíble. Los fariseos eran los contrarios a los herodianos políticamente hablando. Pero se juntaron, fíjense, sí, tanta la enemistad contra Cristo que fueron con los erodianos de Herodes, de los romanos, para conspirar contra el Señor. Increíble. Pero cerrando el paréntesis, esos hombres, por así decirlo, le secaron sus dos manos al Señor al horadarlas con grandes clavos oxida. Entonces es que vemos pinturas, ¿verdad? Y las personas ven los crucifijos y creen que la cruz era muy finita, muy barnizada, colchonadita, muy suave. ¡Era una cruz rústica! Los clavos eran clavos viejos que habían usado antes en crucifixiones. Oxidados. Llenos de los microbios y asquerosidad de cadáveres del Gólgota. Piensa en eso. ¡Qué horrible! Bueno, el punto aquí es. En la crucifixión, por así decirlo, las dos manos del Señor quedaron secas. Y los dos pies quedaron immovibles, secos, inhabilitados, al clavarlos al madero. Pero, A lo último, esa maldad, la cosa más mala del universo, la más dolorosa. ¿Acaso hay otra cosa más dolorosa que la crucifixión del Señor? ¡Claro que no! Físicamente, espiritualmente, moralmente. Y divinamente, porque eso nunca lo vamos a entender, ni a quien en el cielo. Cuánto es lo que Cristo sufrió. Hay algunos que han dicho vamos al infierno y si vamos al infierno, vamos a entender lo que Cristo sufrió. No, no, no, no, no. No vamos a entender lo que el Señor sufrió al sufrir la ira que nosotros merecíamos. Y era la ira de Dios, la ira del diablo. No es nada en comparación con la ira justa, tremenda, infinita de Dios. Y Él sufrió todo eso en el Calvario. Entonces, la cosa más mala del universo, la tragedia de tragedias, la tristeza de tristezas, Lo más doloroso resultó en que Dios lo transformó, lo cambió en nuestra salvación para la alabanza de la gloria de su gracia. Y déjame decirte en esta tarde, garantizado por la palabra de Dios, Dios tiene la sabiduría, el poder, la providencia para usar tus tragedias para que su plan se cumpla en tu vida y la de muchos para su gloria. Me acuerdo hace muchos años, nunca se me va a olvidar. Una hermana me preguntó y me dijo, Han violado a la hija de mi vecina y no sé qué decirle. La han violado. Y quizá le puede decir a un padre, a una madre en esa situación. Como les digo, a la hora de la hora no vamos a ir, le vamos a dar una cátedra de teología sistemática sobre la providencia de Dios y la soberanía de Dios. Porque en esos momentos lo que necesitan es ver nuestras lágrimas y que lloramos con los que lloran. Y que sepan que a lo último la maldad de este mundo, el pecado, lo que ha causado tanto desastre, tanta maldad, tanta destrucción, tanto terrorismo, y que Dios es tan grande, tan poderoso, tan sabio, que esas cosas terribles las puede transformar de tal manera que resulten para la alabanza de la gloria de su gracia. Y decirles y explicarles la gracia del Señor es lo que más necesitamos y que nos baste. que descansemos y nos abracemos y descansemos en esa gracia. Cuarta lección debemos de tomar en cuenta que a veces nos pasan cosas muy malas para la gloria del Señor. En penúltimo lugar, debemos alertarnos que el Señor mira, se enoja y se entristece por los que tienen un corazón endurecido. El Señor mira, se enoja y se entristece por los que tienen un corazón endurecido. Salomón escribió en uno de sus proverbios, los ojos de Jehová están en todo lugar, mirando a los malos y a los buenos. Ustedes reconocen esa melodía, ¿verdad? El Señor mira en todo lugar a los malos y a los buenos. Y eso es muy cierto, por supuesto, porque Dios es omnipresente. Él está en todo lugar y Él sabe todas las cosas. Es omnipresente, omnisciente. Nos mira a todos. Y no nada más por afuera, por supuesto. Él puede ver el corazón. Como aquí, precisamente, nos dice el capítulo 3 y versículo 5. Entonces, refiriéndose a nuestro Señor Jesucristo, entonces mirándolos alrededor con enojo entristecido por la dureza de sus corazones. ¿Cómo supo nuestro Señor que tenían endurecidos los corazones? Porque Él ve el corazón. Él es Dios, es el Señor, por supuesto. Esa tarde, Él sabe lo que hay en tu corazón. Lo que estás pensando en este instante, Él sabe. Él sabe si estás endurecida o enternecida a las cosas de Dios. Él sabe si estás endurecido o enternecido a las cosas de Dios. Él sabe si le andas buscando, quieres aprender más, quieres ser cristiano de verdad. Él lo sabe. Y este incidente, por supuesto, resalta que tan necios somos los hombres, que tan duros somos de corazón. Estos hombres vieron a Cristo con sus propios ojos. Estos hombres habían visto los milagros del Señor. Supieron del paralítico, el pecador paralítico que él sanó. Estos hombres escucharon las predicaciones del Señor. pero seguían endurecidos en su envidia, hipocresía, no querían arrepentirse, no querían creer. Aquí vieron al hombre extender su mano y que quedó completamente restaurada. ¿Qué hicieron? ¿Se hincaron? ¿Se arrepintieron? ¿Lloraron? Señor, perdónanos. No. Esos hombres no se encararon a adorar a Cristo como el Mesías de Dios, como el Hijo del Hombre. No, no, no, no. Se juntaron con sus enemigos políticos para destruirlo. Y así somos todos los hombres de corazón. A lo mejor, por cierto, a lo mejor tú te imaginas, si yo hubiera un milagro, si yo hubiera Cristo, entonces yo iba a creer de verdad. No es cierto. Somos duros, como dice la profecía, tan duros como diamantes, como piedras. Todos los hombres somos duros, necios, rebeldes, pecadores. Y lo que quiero que subrayen aquí es que Cristo se enojó. Cristo se enojó. Entonces, mirándolos alrededor con enojo, Cristo se enojó. Pero sin pecado, por supuesto. Pero se enojó, de verdad se enojó. La palabra aquí... que se traduce enojo, es la misma, exactamente la misma palabra que en el libro de Apocalipsis se traduce ira. ¿Se acuerdan de la expresión la ira del cordero? Es exactamente la misma palabra, el enojo del cordero, la ira del cordero, lo mismo. Hermanos amigos, alerta, cuidado, el señor se enoja, de verdad. Dice un salmo, él está airado contra el pecador todos los días. No pienses que al Señor no le importa cómo pecas contra Él, en tu indiferencia a Él. Hay otro Salmo que dice, se inflama de pronto su ira. Si tú no le adoras, no oras a Él, si no vives conforme a su voluntad, ¿tú crees que no le afecta? ¿Tú crees que no? Dios no va a hacer nada, como dice el profeta, ni va a hacer nada malo, ni nada malo. No. Él se enojó y se entristeció. ¿Por qué? ¿Por qué? Porque estás pecando contra la majestad de Dios. Porque él de verdad amaba a Dios sobre todas las cosas y estaba tan triste, tan enojado, que los hombres pecamos contra Dios. Entonces, debemos alertarnos que el Señor mira, se enoja y se entristece por los que tienen un corazón endurecido. La última lección. La última lección la vamos a ver de Mateo 12. Si buscan en sus Biblias se van a dar cuenta que Mateo 12 es la misma historia y agrega algo en particular. Mateo capítulo 12, un pasaje paralelo, el mismo incidente, Mateo capítulo 12. Voy a comenzar en el versículo 2 para comprobar. Bueno, con versículo 1 tenemos tiempo. Mateo capítulo 12, versículo 1. En aquel tiempo iba Jesús por los emperados en un día de reposo, y sus discípulos tuvieron hambre y comenzaron a arrancar espigas y a comer. Viéndolo, los fariseos le dijeron, y aquí tus discípulos hacen lo que no es lícito hacer en el día de reposo. Pero él les dijo, ¿no habéis leído lo que hizo David cuando él y los que con él estaban tuvieron hambre? ¿Cómo entró en la casa de Dios y comió los panes de la proposición que no les era lícito comer ni a él ni a los que con él estaban, sino solamente a los sacerdotes? ¿O no habéis leído en la ley cómo en el día de reposo los sacerdotes en el templo profanan el día de reposo y son sin culpa? Pues os digo que uno mayor que el templo está aquí. ¿Quién es el mayor del templo? ¡Dios mismo! Y si supieses qué significa misericordia, quiero y no sacrificio otra porción de la palabra de Dios de la profecía y no condenarías a los inocentes. Es lo que quiero que subrayen. Esa última frase no condenaríais a los inocentes porque el hijo del hombre es señor del día de reposo. La lección es debemos alabar a Dios porque en Cristo nos considera inocentes. En Cristo nos considera inocentes. Ahora, el Señor, después vamos a ver en Marcos, y en los otros evangelios también se nota, el Señor selecciona a sus doce discípulos hasta después. Así que todavía no está incluyendo aquí a Judas Iscariote con ellos. Pero con él estaban, ¿qué discípulos? Cuando menos, Juan, Jacobo, Andrés, Felipe, Natanael y Mateo. Y el Señor los llama aquí inocentes. Justos. Les dijo a los fariseos, ustedes están condenados a unas personas inocentes. Pero cómo es posible que Cristo haya dicho que Jacobo, Juan, Pedro, Andrés, Felipe, Nataniel y Mateo eran inocentes justo delante de Dios. No sabía Cristo que Pedro le iba a negar tres veces que era un hombre muy wishy-washy, se dice en inglés. De repente se me fue la palabra en español. Wishy-washy. Muy variable, muy... A veces sí, a veces no. Y ahora Bolub leí. Ahora, señor, yo voy a hacer esto. Yo no te voy a negar. Y va para abajo otra vez, ¿verdad? ¿Y Juan? ¿Y su hermano? ¿Cómo les decía el señor a Juan y a su hermano? ¿Hijos de él? Bueno, ¿por qué? Porque eran muy enojones. Estaban ahí ante Samaria y los de Samaria no los quisieron recibir en esa ciudad. ¿Y qué dijeron esos discípulos? Señor, ¡que caiga un rayo! El Señor les dijo a ustedes, no saben de qué están. Ahora, ¿se acuerdan? Ahora, nuestro Señor a esas personas, nuestro Señor a estos discípulos les dijo, estos hombres son inocentes. Mintió el Señor. No sabía lo que había en el corazón de los discípulos, de que ellos fallaban y caían y que eran así. ¿Por qué dice que son inocentes? Cristo sabía que esos hombres habían puesto su fe en él como el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Habían escuchado a Juan el Bautista. Juan era un discípulo de Juan el Bautista, ¿se acuerdan? Y habían escuchado a Juan el Bautista cuando dijo, cuando Cristo estaba de lejos, este es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Este es el Salvador del mundo. Dios les había otorgado la inocencia. a cuenta de Cristo. Dios los declaró totalmente justos e inocentes, porque sus hombres se habían negado a sí mismos, habían tomado su cruz y estaban siguiendo a Cristo. Y esto, hermanos y amigos, hace lo mismo con nosotros que creemos en Él. Entonces, hay que honrarlo con nuestra voz, con nuestra vida, porque realmente somos inocentes. Justos, ¿cuántos de nosotros fallamos hoy en no santificar el día del Señor como lo debemos de hacer? Yo soy el primero en levantar la mano. ¿Cuántos de nosotros fallamos la semana pasada en palabra, acción, pensamiento, actitud, muecas, en el internet, en el trabajo, en la escuela? ¿Quién puede decir, yo soy inocente? Ninguno. Pero Dios, que es mayor que nosotros y que nuestro corazón, nos dice, ustedes son inocentes en Cristo. Ese es el evangelio. ¡Qué buenas noticias! Que a pecadores como nosotros, simultáneamente, somos inocentes y pecadores. ¿Cómo es posible? Ese es el evangelio, las buenas noticias. Porque Dios nos ve en Cristo. Y por gratitud, entonces, nos arrepentimos, nos esforzamos para vivir para él, para su gloria, con nuestra voz y con nuestra vida. Esta tarde tú, usted puede ser tan inocente como Cristo delante de Dios para siempre, como creyendo que Dios nos declara inocentes, justos por la vida perfecta de Cristo y la muerte de Cristo. Que fue castigado toda esa ira, él fue castigado por nosotros, por nuestros pecados en la cruz. Hoy ya arrepiéntase de su ingratitud, de su indiferencia a Dios y vuélvase a él. Y como dice el profeta, el cual es amplio en perdón. Pero es que no sabe quién soy yo y lo que he hecho, no sé. No sé, pero lo que sí sé es que tengo un poderoso salvador que les puedo predicar. En la palabra de Dios y nos dice, tenemos un poderoso salvador como veíamos en esta mañana y él puede salvarte de cualquier pecado. Para gloria de Dios Padre. Oremos al Señor. Aconteció que al pasar el por los sembrados un día de reposo, sus discípulos, andando, comenzaron a arrancar espigas. Entonces los fariseos le dijeron, Mira, ¿por qué hacen en el día de reposo lo que no es lícito? Pero él les dijo, ¿Nunca leísteis lo que hizo David cuando tuvo necesidad y sintió hambre? Él y los que con él estaban, como entró en la casa de Dios, siendo aviatar sumo sacerdote, y comió los panes de la proposición, de los cuales no es lícito comer, sino los sacerdotes, y hundió a los que con él estaban. También les dijo, el día de reposo fue hecho por causa del hombre, y no el hombre por causa del día de reposo. Por tanto, el hijo del hombre es señor aún del día de reposo. Y otra vez entró Jesús en la sinagoga, y había allí un hombre que tenía seca una mano. Y le acechaban para ver si en el día de reposo le sanaría, a fin de poder acusarle. Entonces dijo al hombre que tenía la mano seca, levántate y ponte en medio. Y les dijo, ¿es lícito en los días de reposo hacer bien o hacer mal, salvar la vida o quitarla? Pero ellos callaban. Entonces, mirándolos alrededor con enojo entristecido por la dureza de sus corazones, dijo al hombre, ¡escinde tu mano! Y él la extendió, y la mano le fue restaurada sana. Y salido a los fariseos, tomaron consejo con los herodianos contra él para destruirle. Padre Santísimo, nuestro gran Dios misericordioso, soberano, te pedimos ahora por los méritos de Cristo que tú inyectes esas lecciones a nuestras vidas, que escuchemos las promesas del Evangelio, que como cristianos nos alegremos, nos gocemos, nos motivemos, que quitemos esas cargas que traemos muchos de nosotros desde nuestra juventud, sabiendo que tú nos ves con la misma inocencia de Cristo. por sus méritos, por lo que él vivió y murió y resucitó por nosotros. Te pedimos, Señor, por sus méritos, que tú salves a tu pueblo, que tú nos bendigas, nos transformes, nos santifiques, nos edifiques como lo has prometido a nosotros y a nuestros hijos. Esta semana que con nuestra voz, con nuestras vidas te honremos, glorifiquemos tu nombre. En Cristo Jesús. Amén. Vamos a despedirnos cantando una estrofa del último...
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Sermon ID | 312414845592 |
Duration | 49:58 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Bible Text | Mark 2:23-3:6 |
Language | Spanish |
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