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Mateo trece verso diez al diecisiete gloria al señor gloria a Dios Dios es bueno Dice así la palabra de nuestro Dios con la bendición del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Y acercándose los discípulos, dijeron a Jesús, ¿por qué les hablas en parábolas? Jesús les respondió, porque a ustedes se les ha concedido conocer los misterios del reino de los cielos, pero a ellos no se les ha concedido. Porque a cualquiera que tiene se le dará más y tendrá en abundancia. Pero cualquiera que no tiene, aún lo que tiene se le quitará. Por eso les hablo en parábolas, porque viendo no ven y oyendo no oyen ni entienden. Y en ello se cumple la profecía de Isaías que dice, al oír ustedes oirán, pero no entenderán. Y viendo verán, pero no percibirán, porque el corazón de este pueblo se ha vuelto insensible, y con dificultad oyen con sus oídos, y han cerrado sus ojos. De otro modo, verían con los ojos, oirían con los oídos, y entenderían con el corazón, y se convertirían, y yo los sanaría. pero dichosos los ojos de ustedes porque ven y sus oídos porque oyen. Porque en verdad les digo que muchos profetas y justos desearon ver lo que ustedes ven y no lo vieron y oír lo que ustedes ven, oyen y no le oyeron. Amén. Gracias, Señor, por tu bendita y tu gloriosa palabra, Señor. Pedimos que hables a nuestros corazones y pedimos especialmente, Señor, por esta serie que comenzamos en el día de hoy de las parábolas de Jesús, que podamos entender, Señor, todo aquello que tú quieres que nuestros corazones entiendan, porque eres tú, eres tú, Señor, quien abre el corazón para que nosotros podamos entender tu palabra, Señor. Obra. en cada uno de nuestros corazones, porque tú sabes de qué nosotros tenemos necesidad, Señor. Te lo pedimos todo en el nombre de tu hijo Jesús. Amén. Así que vamos a comenzar hablando sobre las parábolas de Jesús. Y las palabras de las parábolas de Jesús son pequeñas historias que traían un significado y que él las usaba para enseñar cosas importantes sobre Dios y sobre la vida en el momento en que él estuvo en esta tierra. Lo interesante de las historias de estas parábolas que Jesucristo utilizaba y hoy vamos a dar simplemente una introducción y la semana que viene vamos a comenzar con la primera parábola. Así que hoy es una introducción. No espere una parábola hoy. Quisiera que entendiéramos por qué Jesucristo habló en parábola. Y es lo que quiero explicar en el día de hoy. Increíblemente, verdad? Estas parábolas que Jesucristo utilizó cuando él comenzó a enseñar, ¿verdad? Él utilizaba ejemplos de la vida diaria, de qué era lo que sucedía en aquellos tiempos para mostrar una verdad espiritual. Y eso les enseñaba a la audiencia original porque ellos sabían de qué él estaba hablando en ese momento. Y aunque las historias parecen simples, tienen un mensaje muy profundo. Así que vamos a ver hoy algunas cosas en específico. Quisiera tocar el asunto de por qué Jesús habló en parábolas y el asunto de cuándo comenzó Jesús a hablar en parábolas. Porque hay un momento en específico en el que Él comienza a enseñar en parábolas. ¿Por qué? Es que Él empieza a hacer eso. Y para comenzar quisiera dar una definición de lo que es una parábola. Y esta definición es una definición de libro, ¿verdad? No es una definición mía. Dice así, una parábola es una narración breve y simbólica que utiliza elementos cotidianos para transmitir una enseñanza moral, espiritual o filosófica. es la definición de parábola. Una parábola es una narración breve y simbólica que utiliza elementos cotidianos para transmitir una enseñanza moral, espiritual o filosófica. Y el propósito de la parábola es invitar a que los que escuchen esa palabra, ¿verdad?, reflexionen en lo que se está hablando y descubran ese significado de esa historia que se cuenta en ese momento. Jesús usaba parábolas para enseñar, y cuando Él utilizaba las parábolas, las utilizaba para enseñar verdades acerca del reino de Dios. Y Jesús usaba cosas, como dije ahorita, normales que eran cotidianas en el momento en que Él vino a este mundo, ¿verdad? Cuando las personas que estaban escuchando las parábolas de Jesús, escuchaban la historia que él decía, ellos sabían en ese momento qué era lo que él estaba tratando de decir. Hoy en día nosotros tenemos que ver las parábolas de una manera un poco diferente porque no vivimos en el mismo tiempo, no tenemos las mismas costumbres. No tenemos las mismas tradiciones, la cultura es totalmente diferente. Por ejemplo, si nosotros hablamos de la parábola del sembrador, habla de un agricultor que sale a sembrar su tierra. Pero yo estoy seguro que aquí no hay ningún agricultor. Ninguno de nosotros somos sembradores. Yo nunca he sembrado nada en mi vida, en todos los años de mi vida. Yo sé que hay gente que ha sembrado su matita y su cosa, ¿verdad? Yo nunca he sembrado nada. Cuando me dice el sembrador salió a sembrar, yo tengo que explicar qué es un sembrador, cómo se sembraba en aquellos tiempos. Y hay que investigar, hay que ir para atrás 2,000 años para ver de qué es lo que realmente está hablando Jesús cuando habla de un agricultor o de sembrador. Y así son casi todas las parábolas. Cuando se habla de la parábola de los talentos, hay que empezar explicando qué es un talento. ¿Cuánto valor tenía un talento? ¿Por qué utiliza Jesús un talento en esa parábola? Para nosotros poder entender el significado de toda esa parábola de los talentos, cómo era la vida de los trabajadores en aquel momento. Y hay que investigar muchas cosas. Y eso lo vamos a hacer en las parábolas que vienen adelante. Ahora, si nosotros fuéramos a decir o a contar una parábola, y es para que usted entienda realmente cómo nosotros debemos de ver las parábolas en el tiempo en que nosotros estamos viviendo. Si nosotros fuéramos a contar una parábola en el día de hoy, ¿cómo sonaría una parábola usando los ejemplos cotidianos de la vida diaria de hoy en día? Estamos en el 2024, casi terminándose el año. Yo le pregunté a Chad GPT que me escribiera una parábola con un lenguaje del tiempo de hoy. Y esto fue lo que escribió. Dice, un joven vivía constantemente conectado al internet. Es una parábola. Usaba su celular, su computadora y su consola para mantenerse entretenido, trabajar y hablar con sus amigos. Pero un día, mientras estaba jugando en línea, su conexión de Wi-Fi se cayó. Frustrado, reinició su router una y otra vez, pero nada funcionaba. Llamó al técnico y este descubrió que el problema no era el Wi-Fi, sino que el joven había olvidado pagar su factura. Ahí terminó la parábola. Pero de ahí usted puede sacar su enseñanza, ¿verdad? Tiene que estar pendiente de esto, de lo otro, ¿verdad? Ahí su enseñanza y puede aplicarla. Ahora, si nosotros vamos a analizar esta parábola hoy en día, todo el mundo entiende de qué se está hablando aquí. Todo el mundo sabe lo que es Wi-Fi, jugar en línea, estar conectado a un router. Todo el mundo sabe lo que es eso. Pero si alguien lee esta parábola, en el año 4025. ¿Qué usted cree que va a pasar? Quizás no entiende realmente de qué se está hablando en esa parábola. Nosotros en el 2024 estamos familiarizados con el lenguaje que se usa, con las cosas que se presentan, porque es parte de nuestra vida cotidiana, de nuestro diario vivir. Pero en el año 40 o 4025, posiblemente ya no va a haber Wi-Fi como lo conocemos hoy o si estamos, si hay gente viva para ese tiempo, ¿verdad? Porque no creo que ninguno que estemos aquí lleguemos a esa fecha. Pero lo que podemos decir es que de aquí a 2000 años en adelante, van a tener que virar para atrás y ver de qué se está refiriendo esta parábola que fue escrita hace en el 2024. Y para eso tiene que ver todos los términos que se usan en la parábola, que para nosotros son tan familiares y tan conocidos que yo no tengo que explicar absolutamente. nada de lo que yo acabo de decir en esa parábola. Pero en el futuro hay que analizar para atrás. Y eso es lo que nosotros vamos a hacer con las parábolas de nuestro Señor Jesucristo. Tenemos que ir hacia atrás, ubicarnos en el momento y ver realmente de qué y por qué Jesús menciona esas parábolas. Ahora, vamos a ver Y eso lo vamos a ver cada vez que nosotros analicemos una parábola. Vamos a ver la parábola de esa manera. Tenemos que ir para atrás, ver las costumbres, la cultura, todo lo que se hacía en ese momento. Y de ahí partimos para explicar entonces qué significó esa parábola para la audiencia original y qué significa esa parábola para nosotros dos mil años después. Y yo espero que cada una de estas parábolas que nosotros vamos a a explicar domingo tras domingo sea de bendición a su vida y que usted sea edificado. Para Jesús no siempre No siempre habló en parábola. Él comenzó hablando y daba sus sermones como lo hacemos hoy en día o lo hacía regularmente. Si nosotros vamos y leemos el sermón del monte, el sermón del monte en su mayoría es un sermón, es una predicación, es una enseñanza al aire libre. Pero, ¿por qué razón entonces Jesús en un momento dado de su ministerio comenzó a enseñar en parábolas? ¿Por qué razón? Y la realidad es que Jesús comienza a enseñar en parábolas porque es parte de un juicio de nuestro Dios. Quizás no lo veamos de esa manera, pero realmente es parte del juicio de Dios sobre un pueblo incrédulo que no creía en que él era el hijo de Dios. En los primeros versos, y para nosotros ver realmente cuando Jesús comienza a hablar en parábola, que es el capítulo 13 de Mateo, Quisiera que desmenucemos un poquito y hagamos un contexto del capítulo 12. Y vamos a ver qué sucedió antes del momento específico en que él empezó a enseñar en parábola. Y ahí nosotros vamos a tener una idea por qué razón Jesús comenzó a enseñar en parábola. Los primeros versos del capítulo 12, Mateo verso uno al ocho, Hay una discusión entre los fariseos y Jesús, fariseo religioso de aquel tiempo, ¿verdad? Dice así Mateo 12, 1 al 8, dice Por aquel tiempo, Jesús pasó por entre los sembrados en el día de reposo. Sus discípulos tuvieron hambre y empezaron a arrancar espigas y a comer. Cuando los fariseos lo vieron, dijeron Mira, tus discípulos hacen lo que no es lícito hacer en el día de reposo. Pero él le contestó No han leído lo que hizo David cuando él y sus compañeros tuvieron hambre, cuando entró en la casa de Dios y comieron los panes consagrados, perdón, que no era lícito comer ni a él ni a los que estaban con él, sino solo a los sacerdotes. O no han oído en la ley que en los días de reposo los sacerdotes en el templo profanan el día de reposo y están sin culpa. Pues les digo que algo mayor que el templo está aquí. Pero si ustedes hubieran sabido lo que esto significa, misericordia quiero y no sacrificio, no hubieran condenado a los inocentes. Porque el hijo del hombre es señor del día de reposo. Surge una discusión entre los fariseos y Jesucristo sobre la salvación del día de reposo, porque los fariseos en su enseñanza religiosa habían prohibido hacer absolutamente nada en el día de reposo para cuidarse supuestamente de no pecar. Pero Jesús le dice lo que quiere es misericordia y no sacrificio al final de esos versos. Así que en el capítulo 12, en estos primeros versos, una disputa, una pelea por una discusión por el día de reposo y qué se podía hacer y qué no. Los fariseos en un lado, Jesucristo en el otro lado. Verso 9 al 14 sigue diciendo, estamos en el capítulo 12. Pasando de allí, entró en la sinagoga de ellos y allí había un hombre que tenía una mano seca Y para acusar a Jesús, para poder acusar a Jesús, le preguntaron, ¿es lícito sanar en el día de reposo? Y Él le respondió, ¿qué hombre habrá de ustedes que tenga una sola oveja, si ésta cae en un hoyo en el día de reposo, no le echa mano y la saca? Pues, ¿cuánto más vale un hombre que una oveja? Por tanto, es lícito hacer el bien en el día de reposo. Entonces Jesús dijo al hombre extiende tu mano y él extendió y fue restaurada y sana como la otra. Pero cuando los fariseos salieron, hicieron planes contra él para ver cómo lo podían destruir. Otras versiones dicen para ver cómo podían matarlo, matar a Jesús. Matar a Jesús porque sanó a un hombre en el día de reposo. Esa era toda la discusión de los fariseos, ¿verdad? En los versos del 22 al 37, Jesús sana a un endemoniado, en ese mismo verso, capítulo 12, Jesús sana a un endemoniado, ciego y mudo. Y luego de eso, muchos comenzaron a ver a Jesús como el Mesías. Verso 23 de Mateo 12 dice Todas las multitudes estaban asombradas y decían ¿Acaso no es este el hijo de David? Hijo de David, el Mesías prometido en el Antiguo Testamento. Pero recuerde la respuesta de los fariseos en este caso, los fariseos en un lado, Jesucristo en el otro. Al ver este milagro de Jesucristo de sanar a este hombre, Dijeron en el verso 24, pero este, pero cuando los fariseos lo oyeron, dijeron, este no expulsa demonios, sino por Bersebú, el príncipe de los demonios. Así que cuando cuando Jesús hace lo que hace, que es innegable que está haciendo algo de parte de Dios. Cuando usted ve todas las cosas que él está haciendo para aquel tiempo, usted ve que está cumpliendo con las cosas que decía la escritura que el Mesías iba a hacer. Y por eso algunos llegan a esa conclusión. Ellos lo acusan de que tiene un demonio y que por bersebú él él hace este milagro. Por eso Jesús le dice en el verso 31 Mateo 12 31 Por eso les digo que todo pecado de blasfemia será perdonado a los hombres, pero la blasfemia con el Espíritu Santo no será perdonada. Habían llegado a un nivel de dureza a estos hombres de llamar a este milagro que Dios había hecho, que Jesús había hecho, atribuyéndosele a Beelzebú que ya no había perdón para sus corazones caídos. Y en el verso 34, mire cómo le dice Jesús. La gente cuando habla de Jesús, y yo a veces veo las películas, no me gusta ver mucho las películas de Jesús. y alguien interpretándolo, porque normalmente lo interpreta un actor que no tiene ni idea de quién es Jesús. Nunca ha leído la escritura y no sabe quién es Jesús, pero... Y siempre usted ve a este Jesús con un aspecto de asombro y como si fuera a elevarse en dos segundos, y hablando, ¿verdad?, con mucha emoción. Pero mire cómo dice aquí, en el verso 34, Camala de víboras, ¿Cómo pueden hablar cosas buenas siendo malos? Porque de la abundancia del corazón hablar a la boca. Hoy en día usted le dice eso a alguien y sale ofendido. Pero Jesucristo, si era amoroso, si era bueno, si vino a salvar al mundo. Pero mi hermano, el pecador y el que se empeña en endurecer su corazón delante de él, no hay misericordia. Y le dice así de esa manera, camada de víboras, ¿cómo pueden hablar cosas buenas siendo malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca. Y luego, en los versos 38 al 39, los fariseos piden una señal. O sea, no les bastó con todo lo que Jesucristo había hecho al frente de ellos. Luego de haber hecho todos esos milagros, dice el verso 38 y 39, entonces algunos de los escribas y fariseos dijeron a Jesús, Queremos ver una señal de parte tuya. Pero Él le respondió, una generación perversa y adúltera demanda señal. Y ninguna señal le será dada sino la señal de Jonás el profeta. Y sabemos que esa señal de Jonás el profeta es su muerte y su resurrección en tres días, ¿verdad? Así que todo el capítulo 12, Jesús hace milagros nunca antes visto. Y estos religiosos, al final de todas estas señales y estos milagros que hace Jesús, ellos se atreven a pedir una señal. ¿Qué más señal que todas las que había hecho Jesús hasta ese momento? Incredulidad era lo que había en el corazón de estos hombres religiosos. No creyeron en los milagros de Jesucristo. Lo acusaron de violar el día de reposo. Dijeron que hacían los milagros de parte o en el nombre de Belzebú. Y al final piden que él haga una señal y Jesús le niega la señal. Y nosotros podemos ver la dureza del corazón de estos hombres religiosos en aquel momento. Y en ese contexto, en esa dureza de corazón, luego de todos estos eventos que nosotros acabamos de leer, es donde Jesús comienza a enseñar en parábola. ¿Te ve? Luego de todos estos acontecimientos, capítulo 13, es que comienza Jesús a enseñar en parábola. Marcos 4, 33 y 34 lo dice de esta manera. Este evento que nosotros leímos en Mateo, está en Mateo, Marcos y en Lucas. Juan no lo tiene. De hecho, Juan no tiene parábolas. Las parábolas están solamente en Mateo, Marcos y Lucas, pero este evento de esta confrontación donde Jesús empieza a hablar en parábolas y este momento específico está en Mateo, Marcos y Lucas. Marcos lo dice de esta manera. Marcos 4, 33 y 34 dice con muchas parábolas como esta, Jesús les hablaba la palabra según podían oírla. Y mire cómo dice el 34 y sin parábolas no les hablaba. pero les explicaba todo en privado a sus propios discípulos. Así que desde ese momento en específico, Jesucristo comenzó a enseñar en parábola. Y si no era en parábola, dice que no le enseñaba. Y dice que enseñaba en parábolas y a sus discípulos se le explicaba todo en privado. A los demás no había ninguna explicación. Debido a la incredulidad del pueblo, lo vemos en el capítulo 12, donde vemos todos estos acontecimientos y al final esa incredulidad, dureza de corazón, hace y llega un punto en el que Jesús comienza a enseñar en parábolas y solamente se le explica a sus discípulos. Ahora, ¿cuál es el propósito de Jesucristo hablar en parábolas? Y el propósito de Jesucristo enseñar en parábola está específicamente en los versos que nosotros hemos leído, porque los discípulos les preguntan, ¿verdad? En el verso 10, Mateo 13, 10, dice, Y acercándose los discípulos, dijeron a Jesús, ¿por qué les hablas en parábola? Esos fueron los versos que leímos. Y esta pregunta viene luego de todos los acontecimientos que nosotros dimos, ¿verdad? Este contexto de todos estos acontecimientos. Luego de que sucede todo esto, Jesús piensa, comienza a enseñar en parábola. Los discípulos le preguntan, ¿por qué tú estás enseñando en parábola? Y la explicación de Jesús está en el verso 11. Jesús les respondió, porque a ustedes se les ha concedido conocer los misterios del reino de los cielos, pero a ellos no se les ha concedido. Esta es la contestación de la pregunta que los discípulos le hacen a Jesús. Jesús enseñaba. Llega este momento donde Él empieza a enseñarle en parábola. Los discípulos le preguntan ¿por qué enseña en parábola? Él le dice porque a ustedes se les ha dado a entender los misterios, pero a ellos no. ¿Y qué es un misterio del reino? ¿Qué es un misterio del reino? Nosotros cuando vemos la palabra misterio hoy en día la asociamos con oscuridad o con Algo tenebroso, que da miedo. Pero un misterio en la Biblia es algo que hubiera permanecido sin saberse de no haber sido revelado. Eso es un misterio. No se sabía hasta haber sido revelado. Eso es un misterio. Eso no me lo estoy inventando yo, mi hermano. Eso lo dice la misma escritura. Si nosotros vamos a Efesios 3, 1 al 8, usted puede ver cómo Pablo habla exactamente de eso que estoy diciendo. Dice Pablo en Efesios 3, 1 al 8, estamos explicando que es un misterio ahora, ¿verdad? ¿Por qué? Por esta causa yo, Pablo, prisionero de Cristo, Cristo Jesús, por amor de ustedes los gentiles, si en verdad han oído de la dispensación de la gracia de Dios que me fue dada para ustedes, que por revelación me fue dado a conocer el qué? El misterio. ¿Cuál misterio? De la verdad que se le ha dado a los gentiles en aquel momento. Era un misterio, nadie lo sabía. Se le ha revelado a Pablo y se le dio a Pablo. Se le ha dado a conocer este misterio tal como antes. Les escribí brevemente, dice, en vista de lo cual, leyendo, podrán entender mi comprensión del misterio de Cristo, que en otras generaciones no se dio a conocer a los días de los hombres como ahora ha sido revelado a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu, a saber que los gentiles son coherederos y miembros del mismo cuerpo, participando igualmente de la promesa de Cristo Jesús mediante el Evangelio. es de este evangelio que fui hecho ministro conforme al don de la gracia de Dios que se me ha concedido según la eficacia de su poder. A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos, se me concedió esta gracia, anunciar a los gentiles las inescrutables riquezas de Cristo. Anunciar a los gentiles las inescrutables riquezas de Cristo era un misterio. para todo el mundo hasta que fue revelado en el Nuevo Testamento a los apóstoles y a los profetas. ¡Qué bendición! Así que un misterio no es algo tenebroso. Y cuando Jesús está enseñando en parábola, él está enseñando los misterios del reino, cosas que no han sido reveladas anteriormente y que se las está enseñando a sus discípulos. Pero se les ha dado esa bendición de entender esos misterios a los discípulos, a los religiosos de aquel momento no les fue dada esa bendición. Y yo sé, hermanos, que cuando nosotros decimos esto, a los discípulos fue revelado y a los religiosos no fue revelado. Hay una doctrina que a mucha gente le revuelca, no le gusta, le molesta, y es la doctrina de que Dios es soberano en la salvación. Esa doctrina de que Dios es soberano en la salvación a mucha gente no le agrada. No sé por qué nosotros somos de Dios. Él nos creó. Él puede hacer lo que él quiera con nosotros. Y cuando usted lee la escritura, si usted lee la palabra del Señor, mi hermano, todo lo que Dios ha hecho a través de toda la Biblia es coherente. Todo el tiempo Él escogió a Israel, Él escogió a Moisés, Él escogió a David, Él escogió a Elías, a Eliseo, Él escogió a Daniel, Él escogió a Juan, Él escogió a Pedro, Él escogió a Esteban. Y hasta nuestros días Dios sigue escogiendo personas. Y en base a qué es que Dios escoge? En qué se basa Dios para escoger a los que han de ser salvos? La Biblia da la contestación a esa pregunta. Efesios 1, del 1 al 5, dice Pablo, apóstol de Cristo Jesús por la voluntad de Dios, a los santos que están en Éfeso, y que son fieles en Cristo Jesús. Gracias y paz a ustedes de parte de Dios, nuestro padre y del Señor Jesucristo. Bendito sea el Dios Padre nuestro, nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo Jesús. Porque Dios nos escogió en Cristo antes de la fundación del mundo para que fuéramos santos y sin manchas delante de él en amor. nos predestinó para adopción como hijos para sí mediante Jesucristo conforme a la buena intención de su voluntad. La elección de Dios está basada en la buena intención de su voluntad. Reina Valera en 1960 dice, según, y a mí me gusta más como lo dice aquí, Reina Valera en 1960 dice, según el puro afecto de su voluntad. Según el puro afecto de su voluntad. La nueva versión internacional dice, según el buen propósito de su voluntad. Así que, Es Dios quien soberanamente nos escoge para salvación. Y eso está en toda la escritura. Yo no voy a entrar en todos los versos que nos dicen eso. Hemos hablado muchas veces de eso. Pero cuando nosotros vemos la escritura, voy a leer solamente alguno. Mire como dice Juan 15 y 16. Ustedes no me escogieron a mí. Ustedes no me escogieron a mí, sino que yo los escogí a ustedes. Y los designé para que vayan y den fruto y que su fruto permanezca para que todo lo que pidan al Padre en mi nombre se lo concedan. ¿Quién escogió a quién? Dios fue quien nos escogió. Juan 6, 44 dice, miren cómo dice Juan 6, 44. Nadie puede venir a mí Si no lo trae el padre que me envió. Y yo lo resucitaré en el día final. Si usted vino a Cristo, como yo vine a Cristo, cuando yo vine a Cristo, yo recuerdo el día que yo vine a Cristo, yo recuerdo mi mi batalla en mi mente, en mi corazón. Paso al frente, no paso al frente. ¿Qué hago? Yo recuerdo que yo dije yo voy a pasar al frente. Y yo pensé que yo había hecho algo. Sí, yo lo hice, pero después leo estos textos y me doy cuenta de que no fue que yo estaba buscando a Dios, fue que Él me buscó a mí. Él me buscó a mí. Y la única razón por la que yo pasé es porque Él primero me buscó a mí. Nadie puede venir a mí si no lo trae el Padre. Nadie. Bueno, yo vine. Bueno, pues entonces tú eres la excepción. Nadie puede venir a Dios, a Jesucristo, si no lo trae el Padre. Solamente a través del Padre que es que nosotros podemos venir ante Dios. Lo explica alguien, escuché una vez, dando un ejemplo. De que nuestro corazón, ha leído ese verso que dice que nuestro corazón de piedra será convertido en un corazón de carne. No es hasta ese momento que Dios cambia ese corazón de piedra en un corazón de carne que nosotros somos alumbrados con la verdad del evangelio y que podemos tomar esa decisión de venir delante del Señor. Pero al final, él fue el que cambió el corazón. Si no hay ese cambio de corazón de parte de Dios, ninguno vendría. al Señor en arrepentimiento. Dios cobró soberanamente en mi corazón y me lo cambió. Y yo pude venir a Él luego de que Él me abrió los ojos. Ahora, hay más, mi hermano, porque cuando uno escucha cosas como esta, la gente siempre piensa, ¿pero cómo es posible que Dios salve a algunas personas? Y yo no hice nada, entonces, ¿cómo es el asunto? No, no tiene que ver con tu sobra. Nada con tu sobra. Romanos 9, día 16, dice, y no solo esto, que también Rebeca consiguió mellizos de uno, nuestro padre Isaac. Porque cuando aún los mellizos no habían nacido y no habían hecho nada ni bueno ni malo para el propósito de Dios conforme a su elección, permaneciera no por obra, sino por aquel que llama. Se le dijo a Rebeca, el mayor servirá al menor. Tal como está escrito, a Jacobamé, a Esaú, a Borresí. ¿Qué diremos entonces? ¿Que hay injusticia en Dios? De ningún modo. Porque él dice a Moisés, tendré misericordia del que yo tenga misericordia, tendré compasión del que yo tenga compasión. Así que no depende del que quieren y del que corre, sino de Dios que tiene misericordia. ¿De quién? De Dios. Dios tiene misericordia. Y cada vez que yo leo versos como estos, solamente puedo agradecer a Dios por la misericordia que él ha tenido conmigo. y que me ha abierto los ojos. Yo no soy especial. Yo no soy mejor que ninguno de ustedes. Soy un pecador igual que todos los que estamos aquí, pero Dios en su misericordia nos ha revelado este misterio. Qué bendición. Hemos recibido. De parte del Señor y podemos ver lo que los demás no pueden ver. Eso pasaba en el tiempo de Jesús. Por eso Jesús habló en parábola. Mateo 13, del 13 al 15, él sigue diciendo el cita a Isaías. Él dice Por eso les hablo en parábola, porque viendo no ven y oyendo no oyen ni entienden. Y dice y en ello se cumplen la profecía de Isaías que dice al oír ustedes oirán, pero no entenderán y viendo verán, pero no percibirán, porque el corazón de este pueblo se ha vuelto insensible y con dificultad oye con sus oídos y han cerrado sus ojos de otro modo. Verían con los ojos o irían con los oídos y entenderían con el corazón y se convertirían y yo los sanaría. El corazón de estas personas que estaban en los tiempos de Jesús estaba tan duro que no escuchaban la palabra de Dios, no escuchaban a Jesús. Y el punto aquí de Jesús, que Jesús no va a desperdiciar sus palabras, sus palabras con incrédulos y duros de corazón. La dureza del corazón de estas personas había llegado a un nivel que no podían creer en los milagros de nuestro Señor. Estaban endurecidos, no podían creer. Y Dios les concede su deseo. Ah, tú no. Tú no quieres creer. Viendo lo que se está haciendo, viendo los milagros, tú no quieres creer. Yo te voy a cumplir tu deseo. Ahora yo voy a hablar y tú no vas a entender. y solamente se lo explicaba a sus discípulos. Hermano, para ellos no había esperanza ya. Ya no había esperanza. Las parábolas para ellos eran una muestra del juicio de Dios sobre ellos. De ahí adelante, ellos escuchaban, pero no escuchaban. Ellos escuchaban la enseñanza, pero no escuchaban. No entendían lo que Jesús decía. Así que las parábolas de Jesús, cuando nosotros vemos la explicación de Jesús, de por qué él enseñó en parábolas, vemos que tiene un doble propósito. Iluminar a los que él ha escogido y a la misma vez mantener en oscuridad a los incrédulos. Qué cosa más increíble que hace nuestro Dios. ¿Cómo? Yo no puedo, yo no puedo entender eso, hermano. Yo no lo puedo entender realmente. Las mismas palabras de Jesús iluminan a unos y oscurecen a otros. Unos entienden, otros no comprenden la verdad. Las mismas palabras. Jesús termina con una bienaventuranza, que yo creo que nosotros hoy en día debemos de llevarnos esta bienaventuranza en nuestros corazones. Versos 16 y 17 dice Pero dichosos los ojos de ustedes porque ven y sus oídos porque oyen. Porque en verdad les digo que muchos profetas y justos desearon ver lo que ustedes ven y no lo vieron y hoy lo que ustedes oyen y no lo oyeron. Claro, los discípulos tuvieron una bendición enorme de poder estar con Jesús aquí en esta tierra y andar con ello, con él, ¿verdad? Pero igualmente nosotros tenemos la bendición de disfrutar de la palabra de nuestro Dios y ver un mensaje oculto por los siglos de los siglos, un misterio oculto por los siglos de los siglos que se nos ha sido revelado a nosotros hoy en día. Mire, que nosotros tengamos la palabra de Dios. Esta es la generación, cada día que pasa, es la generación que más Biblias tiene en la historia de la humanidad. Cada día que pasa, de todos tamaños, de todos colores. Estos días Glory me decía, mira esta Biblia. Creo que era de pintar, de colorear, una cosa así para los niños. Mi hermano, hay de todo. Somos la generación donde más hemos sido bendecidos en diferentes idiomas por medio de la palabra de Dios. Y usted no solamente la puede disfrutar leyéndola. La gente que nos ve puede, ¿cómo se llama eso cuando se toca la página y leerla así? Eso. ¿Bright? Okay, no lo quiero repetir de nuevo, pero eso mismo, eso mismo. Hay eso en diferentes idiomas, mi hermano. Y por si fuera poco, hablada, usted puede ir, ponerse unos audífonos y caminar con la palabra de Dios, escuchando la palabra de Dios. Eso no había surgido, mire, eso era imposible hace como 30 años atrás. No había manera. Recuerdo cuando yo tenía como 15 años, mi mamá llegó a mi casa con la Biblia en cassette. Yo creo que yo tenía más como 19 o 20. Pero mi hermano era un mamotreto como así, lleno de cassette. Para usted leer, escuchar la Biblia completa, tenía que ir con ese mamotreto encima todo el tiempo. Esa palabra es puertorriqueña. Pero hoy en día, mi hermano, usted va a Internet y puede buscar en YouTube, puede buscar en Spotify, puede buscar en Apple Music, en cualquier lado, y usted puede escuchar la Biblia en su idioma por audífono. Ni siquiera necesita una suscripción de absolutamente nada. Quizás le ponga un anuncio ahí, ¿verdad? En el medio de la lectura. Pero hemos sido bendecidos y no vemos la bendición. Jesús dice Bienaventurados, bendecidos son ustedes que están viendo lo que ven y nosotros que vivimos en esta época somos bendecidos también. Hemos sido bendecidos y a veces no vemos ni actuamos como si eso fuera una bendición para nuestras vidas. Ahora. ¿Cuál es tu comprensión de la palabra del Señor? Porque Jesús termina hablando del momento importante que se estaba viviendo ahí, ¿verdad? Dios se hizo hombre y vino a este mundo con una misión de salvar al hombre pecador. Y el hombre pecador menospreció a Jesús en ese momento. Y el juicio de Dios vino sobre estos hombres pecadores que no vieron lo que ellos tenían que ver en ese momento. Y mi pregunta para usted hoy es, ¿qué tú estás viendo? ¿Qué tú estás viendo cuando nosotros estamos aquí hablando y predicando domingo tras domingo? Cuando se habla el mensaje de Dios, ¿cuánta importancia le das tú a eso? Es como palabras que la seda lleva el viento. A mí me dolería mucho que usted esté bajo el mismo juicio que estuvieron estos religiosos en aquel momento. Que se hable la palabra del Señor y que usted siga ignorando la palabra del Señor como lo ha sido ignorando hasta ahora. Cuando eso pasó en la vida de estos religiosos, llegó un momento donde Jesús dijo, hasta aquí llegaron. De aquí en adelante, viendo no verán y escuchando no escucharán. Y a veces yo veo gente que están así en la iglesia, que ven y no ven y escuchan pero no escuchan. Y usted ve que no hay cambio, no hay ninguna reacción y me da tristeza en el corazón. Ni siquiera los discípulos tenían idea del momento tan importante que ellos estaban viviendo en ese momento. Él se los tuvo que recordar a ellos. Él les tuvo que decir, bienaventurados son ustedes que están viendo lo que ustedes están viendo. Ellos no se dieron cuenta. Usted está dando cuenta de lo bendecido que ha sido al escuchar la palabra de Dios Domingo, tras domingo, tras domingo, la palabra de Dios hablándote ahí, el evangelio. Lo mismo pasa en nuestros tiempos, mi hermano. Qué fácil se les hace a muchos ignorar el mensaje de salvación, el mensaje del evangelio. Pero ¿sabes qué? Si tú estás aquí, todavía tú puedes escuchar la voz de Dios. Todavía tú puedes escuchar la voz de Dios. Todavía tú estás a tiempo. A mí me gusta mucho el verso que dice, el que a mí viene, yo no lo echo fuera. Y yo vuelvo y repito, mi hermano, si tú viniste, es porque él te trajo. Pero, mi hermano, ven. Haz un esfuerzo y ven. Yo no te puedo dar la explicación lógica de cómo funcionan las cosas, pero tú ven. Después te vas a dar cuenta que no fuiste tú. Fue él que te trajo. Y nosotros estamos llamados a predicar el Evangelio y hacer el llamado a las almas a que vengan en arrepentimiento y fe delante de nuestro Señor Jesucristo. Porque un día no vas a escuchar esa voz. Un día va a ser demasiado tarde. A los religiosos de aquel tiempo se les hizo tarde mientras estaban ahí mismo. Delante de Jesús ahí se les hizo tarde. Yo creo que nosotros que escuchamos la voz de Dios todavía tenemos tiempo de escuchar la voz de Dios y escuchar la palabra del Señor y venirle a Él en arrepentimiento y fe. Así que esta es la introducción a las parábolas. La semana que viene nosotros vamos a comenzar con la parábola del sembrador que tiene que ver con esto mismo. Cómo la palabra entra y es sembrada en nuestros corazones. Una bonita explicación, una verdad, un misterio no antes visto y que se nos ha sido revelado.
Parabolas (Introduccion)
Series Parabolas
Sermon ID | 217251754362776 |
Duration | 48:23 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Bible Text | Matthew 13:10-17 |
Language | Spanish |
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