00:00
00:00
00:01
Transcript
1/0
Ahora, el camino del malo. El libro de Proverbios es muy claro en distinguir entre dos clases de personas. Unos que temen a Dios, y porque temen a Dios, viven para Dios, y le reflejan en toda área de su vida, ponen en práctica los mandamientos de Dios, obedecen a Dios, andan rectamente, se apartan del mal, se gozan en la sabiduría, disfrutan de Dios, disfrutan de la palabra de Dios, viven para Dios y entonces impactan de una forma positiva a los de su alrededor, realmente ayudan, fortalecen, edifican incluso con su boca, con sus hechos, ayudan y Y entonces, lo que hacen es para bien. Esa es la persona que teme a Dios, el camino del justo. Pero el otro lado es el camino del impío, aquel que no teme a Dios. Realmente es opuesto, exactamente lo opuesto al justo. Porque no teme a Dios, no respeta a sus autoridades, no respeta a otras personas, no le interesa la palabra de Dios. No es fiel a Dios, sino que se revela contra Dios, se desvía del camino de Dios, pervierte sus caminos, se goza de la maldad, desobedece a Dios, rompe los mandamientos de Dios, es orgulloso, soberbio, confía en sí mismo, es irresponsable, no tiene deseo de Dios, Sigue sus placeres. Ama el mal. Rechaza el consejo. Rechaza la sabiduría. Rechaza el temor de Dios. Es insensato. Ese es el que... el que... Hace lo malo. Impacta negativamente a los de su alrededor. Daña con su boca. Daña con sus manos. Y sus caminos le llevan a la muerte. No tiene paz. Y perece. No permanece, sino que perece. Esa es la persona que rechaza a Dios, la persona impía. Y realmente podemos ver un resumen en Proverbios 30, versículo 11. Esta clase de persona. Proverbios 30, versículo 11. Donde dice... Hay generación que maldice a su padre, y a su madre no bendice. Hay generación limpia en su propia opinión, si bien no se ha limpiado de su inmundicia. Hay generación cuyos ojos son altivos, y cuyos párpados están levantados en alto. Hay generación cuyos dientes son espadas, y sus muelas cuchillos, para devorar a los pobres de la tierra y a los menesterosos de entre los hombres." Y en esos versículos vemos esta clase de persona. Este impío. Estos que hacen lo malo. Realmente reflejan el caminar del malo, porque ¿qué es lo que hacen? En vez de honrar a los padres, Incluso en los 3 mandamientos dice, honra a tu padre y tu madre. ¿Qué es lo que hacen aquí? Versículo 11 dice, maldice a su padre. O sea, habla mal del padre, no le bendice, no le desea, no le importa. Incluso dice, y a su madre no bendice. realmente haciendo ese énfasis de que no respeta a sus padres, no honra a sus padres, y entonces no está reflejando el temor de Dios, no está viviendo de acuerdo a la justicia, a la rectitud, no está poniendo en práctica los mandamientos de Dios, sino que realmente está odiando a sus padres. El versículo 12 dice que esta generación se piensa que es limpia por sí misma, no confía en sus caminos. Piensa que hace lo recto. No quiere escuchar los consejos de otros. No quiere el temor de Dios. No vive para Dios. Y por eso, dice que hay generación limpia en su propia opinión. Si bien no se ha limpiado de su inmundicia. Y de la forma que lo expresa, lo expresa con mucho énfasis. Porque ese término, inmundicia, literalmente tiene la idea de excremento. Entonces, piensa que está limpio. pero realmente está lleno de excremento, está lleno de suciedad. Por eso dice, y no se ha limpiado de su inmundicia. Es como alguien que piensa que huele bien, que todo le va bien, pero en realidad no se ha duchado, no se ha limpiado. Puede hablar mucho, pero se nota que lo que está diciendo no es verdad. Y entonces, por eso dice, Piensan que son limpios en su propia opinión. Que su camino es el camino correcto. Que su mentalidad es la mentalidad correcta. Que su consejo es cierto. Piensan lo que dicen. Hacen lo que quieren. Y piensan que ellos tienen la razón siempre. Da igual quién les dé el consejo. Da igual si va en contra de Dios, si va en contra de la palabra de Dios. Porque no temen a Dios. Entonces ellos son su propio estándar. Incluso, ellos son los que se elevan sobre los demás. Y por eso, en el siglo XIII, dice, hay generación cuyos ojos son altivos. Son orgullosos, ¿no? Soberbios. Son los mejores. Dice, y cuyos párpados están levantados en alto. Es la idea de que no quieren bajar la mirada a nadie más. Porque ellos son los más altos. Todo el mundo los tienes que respetar. Los tienen que respetar. Todo el mundo tiene que seguir su consejo. Todo el mundo tiene que hacer lo que ellos quieren. Pero lo que reflejan es necedad, porque reflejan que no temen a Dios. Y entonces se exaltan a sí mismos. Luego el siglo XIV dice, hay generación cuyos dientes son espadas y sus muelas cuchillos. ¿Qué es lo que hacen? Devoran, dañan con sus bocas. Y entonces sus bocas literalmente son armas que matan a otros. Incluso ahí lo dice la mitad del versículo 14, dice, para devorar a los pobres de la tierra y a los menesterosos de entre los hombres. Ese término menesterosos tiene la idea de pobres o de necesitados. Simplemente está enfatizando que estos malos destruyen a todo el mundo que puede y especialmente a aquellos que no se pueden defender a sí mismos. Lo cual es opuesto a lo que la ley de Dios dice. La ley de Dios dice que tenemos que hacer bien a los demás. Incluso tenemos que cuidar de los pobres. Tenemos que cuidar de aquellos que están en necesidad. ¿Pero qué es lo que hacen los impíos? Exactamente lo opuesto. ¿Qué es lo que hacen los pecadores? Exactamente lo opuesto. ¿Por qué? Porque menosprecian a Yahweh. En Proverbios 14, versículo 2, Proverbios 14, Versículo 2, dice, el que camina en su rectitud teme a Jehová. Hablamos de la importancia del temor de Dios, ¿no? El que hace lo que es justo, el camino del justo, realmente demuestra que teme a Dios. Y por eso camina en rectitud. Más, el contraste, en la última parte del versículo 2, Proverbios 14.2, dice, más el de caminos pervertidos, lo menosprecia. ¿Qué es lo que está mostrando? Que rechaza a Dios. No le interesa a Dios. No quiere obedecer a Dios, sino que pervierte sus caminos. Entonces, esos caminos que se tuercen, esos caminos que se desvían de la palabra de Dios, que se desvían del camino de Dios, que se desvían a hacer lo malo. Dice, más el de caminos pervertidos lo menosprecia. ¿Qué es lo que menosprecia? ¿A quién menosprecia? Menosprecia a Dios. Menosprecia la palabra de Dios, sus mandamientos. Porque la primera frase del versículo 2 dice, el que camina en su rectitud teme a Jehová. Entonces, el que no camina en rectitud no teme a Jehová, sino que le menosprecia. No le honra, no le obedece, ¡no le desea! Quiere vivir para sí mismo. Piensa que es lo mejor. Piensa que es más sabio que Dios. Y por eso rechaza la sabiduría de Dios. Por eso dice más el de caminos pervertidos lo menosprecia. no quiere nada que ver con Dios. Quiere vivir para sí mismo. Y por eso no teme a Dios. No le interesa. Porque si realmente aceptase que hay un Dios, si realmente aceptase que ese Dios es soberano y le tiene que obedecer, realmente le impactaría en toda área de su vida. Y no quiere someterse a Dios. sino que quiere seguir sus propios planes, sus propios deseos. Quiere seguir disfrutando de su propia necedad. Porque rechaza a Dios. Eso es lo que refleja. Necedad. Y vemos que menosprecia a Dios. Y es que rechazan el temor de Yahweh. Y eso es lo que vamos a ver hoy. Es la idea de que en el camino del impío, es que rechazan, al rechazar a Dios, al rechazar el temor de Dios, realmente rechazan la sabiduría. Rechazan el consejo. Porque no quieren obedecer a Dios. Y no quieren obedecer ningún consejo que se acerque o que sea conforme al estándar de Dios, que sea conforme a los mandamientos de Dios. Por eso en Proverbios 1, Versículo 20. Proverbios 1. Versículo 20. Y voy a leer del versículo 20 hasta el final del capítulo, que es hasta el versículo 33. Proverbios 1.20 dice, La sabiduría clama en las calles. Alza su voz en las plazas. Ahora, ¿qué es lo que está reflejando? Que realmente la sabiduría quiere ser encontrada. O sea, Dios quiere que tengas sabiduría. Dios quiere que pongas en práctica sus mandamientos. Dios quiere que le temas. Entonces, acaba de describir algunos que andan en el camino de limpio y por eso en versículo 15 dice hijo mío no andes en camino con ellos aparta tu pie de sus veredas cuál es el camino que debes de seguir el camino del sabio el camino de aquel que teme a dios y por eso la sabiduría te está buscando para que vivas de acuerdo a la sabiduría de dios para que vivas en el temor de dios y por eso aquí personifica la sabiduría, en que la sabiduría realmente está clamando, está pidiendo que le busques, está pidiendo que prestes oído, que realmente escuches para actuar, y que pongas tu fe en Dios, y que vivas de acuerdo al temor de Dios. Y por eso, versículo 20, Proverbios 1.20, dice, la sabiduría clama en las calles, alza su voz en las plazas, clama en los principales lugares de reunión, en las entradas de las puertas de la ciudad, dice sus razones. ¡Hasta cuándo, oh simples, amaréis la simpleza! Y los burladores desearán el burlar, y los insensatos aborterán la ciencia. Entonces, está reflejando este desprecio que tiene el malo hacia la sabiduría. Aunque la sabiduría le está buscando, no la encuentra. O sea, el malo no encuentra la sabiduría porque lo rechaza. No quiere obedecer. No quiere atender su oído al consejo de Dios. ¡No quiere temer a Dios! Incluso es interesante porque menciona ahí usa tres palabras para diferentes clases de necio, incluso para diferentes personas malas, porque ahí menciona a los simples. Versículo 22 dice, hasta cuando, oh simples, amareis la simpleza. Y es interesante porque ese término tiene la idea de alguien que no sabe nada. Alguien que es irresponsable. Alguien que, aunque no sepa nada, ¡les da igual! Porque disfrutan de su necedad. Disfrutan de buscar cosas que no valen para nada, que no sirven para nada. Este es el simple. El que disfruta de las tonterías. Y luego, dice también los burladores. Dice, ¿hasta cuándo, no? Los burladores desearán el burlar. El burlador es alguien que rechaza la reprensión. O sea, no quiere cambiar sus acciones, no quiere cambiar sus pensamientos, rechaza la reprensión. Cuando alguien le corrige, o le castiga verbalmente, le está diciendo ¡No lo hagas! Él dice, ¿Quién eres tú? ¿Qué clase de consejo es ese? Yo no quiero obedecer ese consejo. Vale, he escuchado En el sentido de que ha entrado en mi oído, pero nada más. No estoy dispuesto a cambiar mis pensamientos. No estoy dispuesto a cambiar mis acciones. No voy a cambiar mi vida porque haya escuchado la palabra de Dios. No voy a cambiar mi vida para seguir el temor de Dios o el camino recto. No. Yo quiero vivir como yo quiero vivir. Y luego también menciona ahí los insensatos. Dice, los insensatos aborrecerán la ciencia. O sea, ¿hasta cuándo los insensatos? Y entonces, ese término insensato tiene la idea de alguien que tiene una cabeza dura. ¡Alguien que es terco! Ahora, no es tonto, sino que decide no escuchar. No quiere escuchar la sabiduría, ni el consejo. No tiene sitio para Dios en su vida. Es alguien que siempre piensa que tiene la razón. Y entonces no va a escuchar ninguna clase de consejo. Y entonces vemos estas personas que rechazan a Dios. Y en versículo 23, ahí vemos la sabiduría está clamando y está diciendo, ¡VOLVEOS A MI REPRENSIÓN! Ese castigo verbal, ¿no? Está diciendo, ¡VOLVEOS! He aquí y yo derramaré mi espíritu sobre vosotros, y os haré saber mis palabras, por cuanto llamé. Y no quisisteis oír. ¡Extendí mi mano! Y no hubo quien atendiese, sino que desechasteis todo consejo mío, y mi reprensión no quisisteis. También yo me reiré. en vuestra calamidad". Ahora, ¿por qué menciona esa idea de reírse? Porque los burladores, ¿qué hacen? Se ríen de aquellos que les corrigen. Les corrigen y les dicen, no hagas eso, y simplemente se ríen y se burlan y hacen lo que les da la gana. Por eso dice, vale, versículo 26, también yo me reiré en vuestra calamidad. Y me burlaré cuando os viñere lo que teméis. cuando viñere como una destrucción lo que teméis, y vuestra calamidad llegare como un torbellino, cuando sobre vosotros viñere tribulación y angustia. Realmente les va a venir mal. ¿Por qué? Porque hacen lo que es malo. Versículo 28. Entonces me llamarán y no responderé. ¿Qué es lo que está haciendo la sabiduría? ¿Qué es lo que está haciendo Dios? Está haciendo exactamente lo que los malos le hacían a él, se está riendo de ellos, y ahora no les está escuchando cuando claman, porque solamente claman cuando quieren, cuando le necesitan en un momento específico. Pero dice versículo 28, entonces me llamarán y no responderé, me buscarán de mañana y no me hallarán. ¿Por qué? Por cuanto aborrecieron la sabiduría. Y no escogieron el temor de Jehová, ni quisieron mi consejo, y menospreciaron toda reprensión mía. Comerán el fruto de su camino, y serán hastiados de sus propios consejos, porque el desvío de los ignorantes los matará, y la prosperidad de los necios los echará a perder. Mas el que me oyere, Habitará confiadamente, y vivirá tranquilo, sin temor del mal." Entonces vemos como ese pasaje, vemos al malo que rechaza a Dios, rechaza el temor de Dios. No quiere escuchar, sino que se burla de los consejos, se burla de Dios, se burla de la palabra de Dios. Y entonces, no quieren el consejo de Dios, Menosprecian la reprensión de Dios. ¿Y qué es lo que les va a acontecer? Destrucción. Van a perecer. Van a comer. Ahí mismo dice versículo 31. Comerán del fruto de su camino. Realmente, el fruto que producen sus hechos, eso es lo que van a comer. ¿Y cuál es el fruto? La muerte. Dice, por eso dice, y serán hastiados de sus propios consejos. Pensan que sus consejos son los mejores, pero se van a cansar de ellos. Porque se van a dar cuenta de que no valen para nada. De que sus consejos perecen. Porque versículo 32 dice, porque el desvío de los ignorantes los matará. Y la prosperidad de los necios los echará a perder. Entonces, por una temporada parece que que prosperan, parece que salen adelante, pero realmente por su maldad, realmente, dice, su desvío los matará y su prosperidad los echará a perder. Por eso es tan esencial el versículo 33, donde dice, más el que me oyere, más el que atendiere a la voz de Dios, más el que atendiere a la sabiduría de Dios, al temor de Dios y el que mide de acuerdo al temor de Dios. Dice más, el que me hiere habitará confiadamente. ¿No? Tiene estabilidad, tiene seguridad. Dice, y vivirá tranquilo, sin temor del mal. ¿Por qué? Porque hay seguridad en el camino de Dios. Pero vemos como el malo rechaza el temor de Yahweh. Rechaza el temor de Dios. Y es que desecha toda reprensión. Desecha toda reprensión. Proverbios 10, versículo 17. Proverbios 10, versículo 17, dice... Camino a la vida es guardar la instrucción, pero quien desecha la reprensión, hierra. Ese término, hierra, tiene la idea de... se equivoca o falla. Y entonces, ahí vemos ese contraste. El camino a la vida es guardar la instrucción, si atiendes tu oído a la instrucción. ¿Qué vas a? Te va a guardar a esa esa sabiduría de Dios. Porque vas a temer a Dios y vas a vivir de acuerdo al temor de Dios. ¡Pero el que desecha esa reprensión! Ese término reprensión tiene la idea de un reproche, un castigo verbal, un regaño. Pero el que desecha ese regaño, el que desecha esa reprensión, realmente es para su mal. Yerra, cae en error. En Proverbios 15, versículo 10. Proverbios 15, versículo 10. Vemos aún esa idea de que el malo desecha la reprensión. Es el camino del impío. Es un camino en el cual desecha la reprensión. Proverbios 15, versículo 10. Dice, la reconvención es molesta al que deja el camino. Ese término reconvención tiene la idea en el original de disciplina severa. Entonces, es una corrección severa. ¿Para qué? Para que vuelva, ¿no? Para que vuelva a Dios. Para que busque a Dios. Para que cambie su camino incorrecto. Para que cambie sus caminos pervertidos. ¡Y vuelva a su camino el camino de Dios! Que ponga su dirección en el camino de Dios. De acuerdo a los mandamientos de Dios. Que viva en el temor de Dios. Que tema a Dios. Pero dice la reconvención. Esa disciplina severa es molesta al que deja el camino. Y el que aborrece la corrección morirá. Entonces, está hablando de alguien que realmente, por eso dice, le molesta, o incluso aborrece la corrección, aborrece esa disciplina, aborrece aquellos que dicen, no, estás en el camino incorrecto. Y entonces, a veces, les tienen que golpear con la vara, ¿no? Les tienen que ayudar un poquito. Y entonces, el que no teme a Dios, realmente odia la disciplina, odia la corrección, odia que le digan, mira, tienes que ir por este camino, te has desviado. Y entonces, les intentan trazar los límites, ¿no?, de acuerdo a la palabra de Dios, para que puedan poner en práctica la sabiduría de Dios. Pero si no temen a Dios, ¿cómo van a poner en práctica la sabiduría de Dios? ¡No pueden! Y entonces, aunque lo puedan aparentar un rato, pero vemos la idea de que el malo desecha a Dios. Y por eso no le interesa la sabiduría de Dios. Y por eso le duele cuando le disciplinan, y no disfruta de que le corrijan. Porque el justo se agrada de que le corrijan porque quiere andar en el camino correcto. No se quiere desviar. Entonces, realmente le ayuda que le corrijan. Dice, mira, te has desviado. Entonces, gozosamente vuelve al camino y gozosamente intenta mantenerse en el camino recto. Porque vive en el temor de Dios. Pero el malo no quiere andar en el camino de Dios, y no quiere que le corrijan para que vaya en el camino de Dios, sino que quiere vivir en sus caminos pervertidos. Proverbios 29, versículo 1. Proverbios 29. Versículo 1 dice, el hombre que reprendido endurece la cerviz, de repente será quebrantado, y no habrá para él medicina. Entonces está hablando de un hombre que cuando le reprenden, cuando le corrigen, cuando le regañan, él endurece la cerviz, se pone más terco. Y entonces, realmente es la idea de que aguanta todo lo posible y no se quiere mover. Voy a seguir en mi camino da igual, o sea, no quiero padecer. No quiero andar de acuerdo a la sabiduría. Y aunque le reprendan, aunque le castiguen, aún así es terco, como una mula. Y no se quiere mover. Y quiere seguir haciéndolo malo. Y entonces dice, de repente, esto es Proverbios 29.1, de repente será quebrantado. Realmente, esa idea de quebrantado es la idea de romper, de... de triturar, de quebrarse. Dice, de repente será quebrado y no habrá para él medicina. Y entonces es la idea de que llega al punto de que sigue en su terquedad y como no escucha ninguna clase de consejo, pues simplemente va, se pervierte más y más su camino, se desvía más y más de Dios. Y entonces, ¿cuál es el resultado de su caminar lejos de Dios? Pues que sigue caminando lejos de Dios. Y cuando pasa la eternidad, va a seguir lejos de Dios. Y va a recibir el castigo eterno. Porque ha rechazado a Dios. Y entonces por eso no va a haber medicina para él. Porque sigue siendo terco y duro de servicio. Versículo 9, Proverbios 29, versículo 9 dice Si el hombre sabio contendiere con el necio, que se enoje o se ría, no tendrá reposo. Y aquí mencionando cómo el malo desecha la reprensión, no le interesa. Y por eso, cuando el hombre sabio, el que vive de acuerdo al temor de Dios, cuando el hombre sabio contiende con el necio en el sentido de que le corrige, ¿cómo responde el necio? Pues contiende con él. pelea porque no quiere poner en práctica los mandamientos de Dios. No quiere corregir su camino. Y entonces, por eso, dice que se enoje o se ría. Esas van a ser sus respuestas. Cuando le corrigen, o se va a enojar y va a odiar al malo, le va a molestar tanto que le haya corregido, que se va a enojar, O a lo mejor se ríe, simplemente. Anda ya, no voy a poner en práctica los mandamentos de Dios, aunque me paguen. Tiene esa idea de burlarse. ¿Qué pasa? O se enoja o se ría. No tendrá reposo. ¿Quién no va a tener reposo? El justo no va a tener reposo. ¿No? El hombre sabio contendiere con el necio, que se enoje o se ría, no tendrá reposo. ¿Por qué? Porque constantemente aquí está el malo, que sigue siendo perverso, y entonces no tiene ese... no tiene ese reposo, porque el necio constantemente está haciéndolo malo, y se enoja, y se ríe, y se enoja, y se ríe, y aunque lo corrige constantemente, tiene ese pleito, constantemente le está intentando corregir. Y entonces, nunca va a escuchar, nunca va a poner en práctica la sabiduría de Dios. ¿Por qué? Porque es sabio en su propia opinión. Y entonces, piensa que puede hacerlo todo, pero lo que hace es muestra su necedad. y muestra su insensatez. Incluso toda su instrucción, toda su disciplina, todo su consejo es insensatez. En Proverbios 16, versículo 22. Proverbios 16, versículo 22. Dice, manantial de vida es el entendimiento al que lo posee. Ahí vemos esa vida que da la sabiduría de Dios. porque vives en el temor de Dios, y entonces vives en el favor de Dios. Más, la erudición de los necios es necedad. Ya mismo, aquí Proverbios 16, 22, dice más, la erudición de los necios es necedad. Ese término, erudición, tiene la idea de instrucción. En el original tiene la idea de disciplina, o de educación. Esa educación que te corrigen, ¿no? Para que pongas en práctica lo que es correcto. Y no aprendas lo malo, sino que hagas lo bueno, que hagas lo recto. Esa instrucción. Pero ¿qué pasa? La instrucción de los necios es necedad, es insensatez. No caminan de acuerdo a la sabiduría, sino todo lo que hacen manifiesta necedad. En Proverbios 13, versículo 16 Proverbios 13, versículo 16 Dice Todo hombre prudente procede con sabiduría ¿Quién es el prudente? Aquel que teme a Dios, al que vive de acuerdo a la sabiduría de Dios ¿Y ese prudente cómo procede? Pues con sabiduría, considerando la palabra de Dios, viviendo para Dios, y entonces por eso lo que hace es de acordar la sabiduría de Dios, porque vive en el temor de Dios. Más, la última frase del versículo 16, Proverbios 13 y 16, más el necio manifestará necedad. ¿Por qué? Porque vive constantemente rechazando a Dios, no teme a Dios, no vive de acuerdo a la sabiduría de Dios, entonces todo lo que hace refleja necedad, refleja insensatez, porque ha rechazado la sabiduría de Dios, porque ha rechazado el temor de Dios, porque ha rechazado el consejo de Dios. Y eso es lo que vemos, que el impío, que el malo, rechaza el temor de Dios, rechaza la sabiduría de Dios, rechaza cualquier consejo que tiene que ver con el temor de Dios. ¿Por qué? Porque menosprecian a Dios y rechazan el temor de Dios. Y por eso rechazan la reprensión, reflejando que... reflejando su insensatez, reflejando su necedad, reflejando que no aman a Dios, que no viven para Dios. Vamos a terminar en oración.
El Camino del Impío - Rechaza la Sabiduría
Series Proverbios
Sermon ID | 21016167267 |
Duration | 32:11 |
Date | |
Category | Midweek Service |
Language | Spanish |
Documents
Add a Comment
Comments
No Comments
© Copyright
2025 SermonAudio.