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Sean todos bienvenidos en esta tarde, en este tiempo. Aquellos que nos visitan también sean bienvenidos y el Señor traiga palabras para cada uno de nosotros, porque él conoce nuestra necesidad y en medio de su pueblo se mueve para hacer bien a las almas. Estas almas están aquí precisamente para buscar el bien de Dios y para expresar nuestra adoración y alabanza a este nuestro Dios. No es un Dios cualquiera, es el único, el único Dios vivo y verdadero. Bueno, tenemos como anuncio, como decíamos esta mañana, tenemos el jueves nuestro tiempo de oración como iglesia, siete de la tarde, como compartimos esta mañana nuestro pastor José Antonio que Dios mediante será intervenido en esta semana próxima por lo cual compartíamos esta mañana que durante algunas semanas vamos a dejar lo que es la escuela dominical y ya la reanudaremos pero entre tanto dada la situación y el trabajo que hay que afrontar, pues lo haremos así. Pero nos veremos por la mañana, en la adoración y por la tarde, como cada domingo, cada primer día de la semana. Quisiéramos también pedirle al Señor que fortalezca a Yolanda que mañana ha de ser intervenida, que haremos por ella. Y el Señor dé sabiduría a los médicos, como siempre pedimos, porque son esos instrumentos que Dios tiene para hacernos bien. Por un lado, confiamos en el poder de Dios, en su buen hacer y en su voluntad perfecta, pero también reconocemos los instrumentos que Dios tiene para tratar con nuestros cuerpos. El Señor de Sabiduría. En cuanto a anuncios, no hay nada más. Vamos a tomar nuestros ignarios y vamos a dirigirnos a nuestro Dios. Usaremos el himno 41. El himno 41 en el cual recordamos este nuestro Dios Trino y la obra que Él hace. Vamos a alabar al Señor con estas palabras. Escucharemos la melodía. Vamos a ponernos en pie. Padre de hoy pues en ti vive y se mueve todo ser nuestra gratitud recibe por tu amor y tu poder. A ti verbo encarnado y divino redentor, hoy tu pueblo rescatado canta unido con fervor. Santo Espíritu, alabamos hoy tus dones, tu favor. Con los santos exaltamos tu poder. A la luz que nos unimos, que te cantan con amor, y tu nombre bendecimos. Oramos a nuestro Dios. Podemos sentarnos. Amante, Padre y Señor nuestro, gracias te damos por podernos dirigir a ti con libertad en este tiempo en el cual tú nos has permitido vivir. Te damos gracias por la obra poderosa de tu espíritu, que a través de tu palabra, que sigue siendo proclamada, tú llamas a los que están muertos en sus delitos y pecados, aquellos que están en prisiones de oscuridad, y los traes a la vida. Es por tu poder y según tu gracia que esto sucede. Y te alabamos. porque has querido tener misericordia de nosotros. Esa misericordia que también esperamos y suplicamos para nuestros hijos a fin de que te conozcan. Te damos gracias porque en este día tu palabra está siendo predicada de un extremo a otro de la tierra. Y hay gozo en los cielos por la salvación de pecadores. Y hay gozo en medio de tu pueblo Por esto también, por su presencia entre nosotros, que a través de tu palabra traes consuelo, traes gozo, traes esa capacitación que necesitamos para vivir la vida a la cual tú nos has llamado. Ayúdanos a mortificar nuestros pecados. Ayúdanos a negarnos a nosotros mismos. Ayúdanos, oh Señor, a tomar la cruz y a seguirte bien de cerca, por causa de nuestra debilidad, para ser fortalecidos y agradarte en todo. Bendice este tiempo, recibe nuestra alabanza, recibe nuestras oraciones, recibe, oh Señor, este corazón que traemos para que tú trates con él. Señor, a cada uno, según tú que conoces todas las cosas, a cada uno, según tu propósito. Esperamos que tu fortalezca llegue a aquellos que están débiles en sus cuerpos y no pueden estar entre nosotros. Y volvemos a pedir, Señor, de tu misericordia para con estas personas, este pueblo afectado en medio de estos tiempos difíciles. Oh, Señor, de tanto trabajo, de tanta muerte, Señor, ten misericordia, fortalece sus cuerpos para esta tarea. Aquellos, oh Señor, que tienen la responsabilidad de coordinar y llevar a cabo estas tareas, ayúdale, capacítale y bendícele que en medio de esto tu pueblo allí también te adore y sea luz para traer, oh Señor, del conocimiento que tanto necesitamos los seres humanos que estamos en esta profunda necesidad de misericordia, Señor. Esperamos que Tú nos asistas también en esta semana, que Tu bondad y misericordia sea sobre nuestros hermanos, nuestro pastor José Antonio y también Yoli en esta intervención que tienen. Señor, y fortalece también a los que están enfermos, a cada uno, bendíceles grandemente y esperamos la sabiduría que hace falta para llevar a cabo todas estas cosas. Gracias por los hombres y mujeres capacitados por ti para llevar a cabo esta tarea. Bendícenos en esta tarde que, a través de tu palabra, hables a nuestros corazones y tengamos los recursos necesarios para afrontar esta nueva semana que comienza. Que tu temor esté en nuestros corazones para obedecerte y tú nos guardes de pecar contra ti. Lo suplicamos y lo esperamos porque lo suplicamos por Cristo, tu amado Hijo, a quien amamos y a quien estamos también esperando. En su nombre. Amén. Amén. Vamos a abrir las escrituras, vamos a dar lectura de este capítulo 22 de Proverbios, del 1 al 16, que dice así, De más estima es el buen nombre que las muchas riquezas, y la buena fama más que la plata y el oro. El rico y el pobre se encuentran a ambos los hizo Jehová. El avisado ve el mal y se esconde, mas los simples pasan y reciben el daño. Riquezas, honra y vida son la remuneración de la humildad y del temor de Jehová. Espinos y lazos hay en el camino del perverso. El que guarda su alma se alejará de ellos. Intruya al niño en su camino y aun cuando fuere viejo no se apartará de él. El rico se enseñorea de los pobres, y el que toma prestado es siervo del que presta. El que sembrare iniquidad, iniquidad cegará, y la vara de su insolencia se quebrará. El ojo misericordioso será bendito, porque dio de su pan al indingente, echa fuera al escarnecedor, y saldrá la contienda, y cesará el pleito y la afrenta. El que ama la limpieza de corazón por la gracia de sus labios tendrá la amistad del Rey. Los ojos de Jehová velan por la ciencia, mas Él trastornará las cosas de los prevaricadores. Dice el perezoso, el león está fuera, será muerto en la calle. Fosa profunda es la boca de la mujer extraña. Aquel contra el cual Jehová estuviera airado, caerá en ella. La necedad está ligada en el corazón del muchacho, mas la vara de la corrección le alejará de él. que oprime al pobre para aumentar sus ganancias o que da al rico ciertamente se empobrecerá. Hasta aquí la lectura. Qué bueno es tener la instrucción de nuestro Dios que desde pronto debemos conocer para hacer bien a los nuestros Intruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo nos apartará de él. Qué bueno es mostrar la senda, la senda recta, la senda de la verdad, la senda que conduce a la vida. Qué beneficioso es para hacerle bien al corazón de los nuestros. Sí, hay que emplear, ¿cómo no? la disciplina, la corrección, porque la necedad está ligada en el corazón del muchacho, pero dice que la vara de la corrección la dejará de él. ¡Qué sabio es nuestro Dios! ¡Qué necedad tan generalizada que propone otro tipo de cosas bien diferentes a lo que Dios enseña en su palabra. ¿Quién sabrá más? ¿Quién tendrá conocimiento como Dios? ¿A qué lado estaremos? El Señor nos ayuda a estar cerca, al lado de, bajo la influencia de, su palabra. Y así hacer, con nuestros hijos y así hacer con nuestros corazones que también necesitan dirección y luz para no tropezar y honrar y hallar el bien de nuestro Dios. Vamos a cantar el himno 140 y luego ya daremos paso a la exposición de la palabra. Himno 140. Oh, tierno y buen pastor, que guías con amor la juventud. Oh, soberano Rey, oye a tu humilde Rey que acude a ofrecer su gratitud. El Señor quiera escuchar el clamor de su pueblo. Vamos a escuchar la melodía. Vamos a poner en el pie. Oh, tierno y buen pastor, que guías con amor la juventud. Oh, soberano rey, oye a tu humilde igreja, que acude a ofrecer su gratitud. Santo eres Tú, Señor, Poder transformador y no exulten. cumpliendo tu misión de amor y redención sufriste humillación por nuestro bien. Oh sumo mediador que a todo cruel dolor alivio da, que en duda y aflicción al débil corazón brinda consolación y dulce paz. Sé nuestro buen pastor, constante inspiración de nuestra acción. Hijo del santo Dios, que yendo de tiempo, seré tu grata voz, la mi rey. que el alma le podamos alabar tú. Y en coro triunfal la Iglesia universal se nabara e exaltar Tu Majestad. Vamos a hacer una lectura en Juan capítulo 10. Vamos a leer los versículos del 10 al 18. aunque estamos tratando del salmo 23 estamos hablando del haciendo un estudio del salmo 23 verán que esta lectura tiene mucho que ver dice de todos de todos modos el salmo 23 versículo 1 el señor es mi pastor nada me faltará y aquí en juan capítulo 10 dice de la siguiente manera de cierto de cierto os digo El que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que sube por otra parte, ese es ladrón y salteador. Mas el que entra por la puerta, el pastor de las ovejas es. A éste abre el portero y las ovejas oyen su voz, y a sus ovejas llama por nombre y las saca. Y cuando ha sacado fuera todas las propias, va delante de ellas, y las ovejas le siguen porque conocen su voz. Mas al extraño no seguirán, sino huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños. Esta alegoría les dijo Jesús, pero ellos no entendieron qué era lo que les decía. Volvió pues Jesús a decirles, de cierto de cierto os digo, yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que antes de mí vinieron, ladrones son y salteadores, pero no los oyeron las ovejas. Yo soy la puerta. El que por mí entrare será salvo y entrará y saldrá y hallará pastos. El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir. Yo he venido para que tengan vida y para que la tengan en abundancia. Yo soy el buen pastor. El buen pastor su vida da por las ovejas. Mas el asalariado, y que no es el pastor de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye. Y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa. Así que el asalariado huye porque es asalariado y no le importan las ovejas. Yo soy el buen pastor. eso que hemos pedido en la canción en el himno perdón que sea nuestro buen pastor y Jesús dice yo soy el buen pastor y conozco mis ovejas y las mías me conocen así como el padre me conoce y yo conozco al padre y pongo mi vida por las ovejas También tengo otras ovejas que no son de este redil. Aquellas también debo traer y oirán mi voz y habrá un rebaño y un pastor. Por eso me ama el padre, porque yo pongo mi vida para volverla a tomar. Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi padre. Vamos a presentarnos nuevamente en oración delante de nuestro Dios. Señor y Dios nuestro, tú que eres nuestro padre, tú que eres nuestro pastor que nos guía por esas sendas buenas según tus propósitos. Unimos, Señor, nuestras voces junto con ese coro universal que forma la iglesia, que canta la iglesia que tú has formado. Aquí, Señor, como iglesia local, para exaltar tu nombre, para darte honor y gloria, así venimos señor delante de ti en esta tarde también en este día que tú has separado para que te adoremos y señor buscamos tu presencia entre nosotros buscamos que tú hables a nuestros corazones que tú te muestres de la manera que lo haces en las escrituras y podamos haber a este buen pastor que podamos señor entender estas palabras de de esta lectura del Salmo veintitrés que podamos entender lo que tú nos has revelado por medio de ellas y esto sea de edificación para nosotros. Te lo pedimos en el nombre de nuestro Señor Jesús. Amén. En los dos sermones anteriores hemos hecho una introducción al Salmo veintitrés y hemos centrado nuestra mirada en Cristo como nuestro pastor. sus méritos para ser pastor, en cómo él actúa para guiarnos en ese pastoreado fiel. En la ocasión anterior miramos acerca de las implicaciones de Cristo como pastor, su fidelidad, cómo pone su espíritu sobre sobre hombres para pastorear a su iglesia y cómo en todo eso él muestra su gloria en medio de su rebaño. Todo sobre la base de la pertenencia a Cristo, porque Cristo dice mis ovejas. Sería bueno recordar aquí la división del Salmo. El Salmo se divide en tres partes. La primera, que es la que estamos ahora mismo, es una relación filial y pastoral entre Dios y la oveja, que es lo que nos dice el versículo 1. La segunda es la explicación de la naturaleza de esta relación, versículos 2 al 5. y el último versículo el 6 expresa la convicción del salmista basada en esta relación una convicción segura en esta ocasión vamos a continuar con este primer apartado en esa visión del llamado de cristo a lo suyo la relación que cristo ha establecido con su rebaño la relación del pastor con sus ovejas y es de aclarar que, aunque como comenté al principio, estos sermones ya fueron preparados y predicados hace un tiempo, he sido llevado a la consideración de añadir una perspectiva, una perspectiva que quizás en su momento no fue suficiente para afrontar de forma adecuada el contenido y el significado de este hermoso y valioso Salmo 23. He podido escuchar algunos sermones del Pastor Piñero, que han sido de mucha bendición para mí y espero que sean también por medio de estos elementos, por medio de esta utilización en esta predicación también para ustedes. Esas predicaciones me han llevado a la consideración de incluir en este punto del estudio cuestiones que nos dispongan mejor para escuchar y para recibir la edificación que estas enseñanzas nos pueden aportar de la lectura que hemos hecho. El sermón de esta tarde y el siguiente serán sermones añadidos a esta serie, buscando aportar esa visión general y más amplia que las escrituras nos dan en cuanto a las enseñanzas del Salmo 23. En los dos sermones anteriores leí algunos textos de Juan, entre ellos Juan 10, 27. Mis ovejas oyen mi voz y yo las conozco y me siguen. Las palabras de Jesús en este texto nos pueden aportar mayor luz, nos pueden aportar una claridad en cuanto a la visión desde una perspectiva más amplia del Salmo. Un texto, unas palabras de Jesús en el Nuevo Testamento que junto con su contexto del capítulo nos hace mirar hacia el Salmo 23 y comprender mejor su significado. Conocer al pastor y conocer la relación del pastor con las ovejas de una manera tal que podamos tener una perspectiva más amplia de lo que nos puede parecer que nos aporta a primera vista o a primera impresión este versículo 27. enriqueciendo, enriqueciendo enormemente el contenido del Salmo 23. Insisto, pensando en el Salmo, que no debemos de mirarlo bajo esa perspectiva emocional, como cité en los mensajes anteriores, una perspectiva basada en las emociones que solo nos aporta una tranquilidad interior, pero no nos da esa confianza real en aquel que es nuestro pastor, Jesucristo. Para nuestra alma será de una gran riqueza poder llegar a conocer y entender en profundidad la enseñanza del Salmo. Y eso será posible no solo mirando las hermosas y las sugerentes frases que contiene el Salmo, y quizás incluso recurriendo a ellas en momentos concretos de nuestra vida, como por ejemplo, para que sean de fortaleza para afrontar el momento de la muerte. Esa riqueza se obtendrá entendiendo esas frases del Salmo en el contexto específico del Salmo y también en el contexto general de las Escrituras. Eso es lo que hemos hecho hasta ahora. Hemos expuesto el Salmo a la luz de otros textos de la Biblia, otros Salmos, hemos mirado hacia Isaías, hemos mirado a Pedro, hemos mirado a Juan, Y es lo que vamos a continuar haciendo en esta ocasión, pero mirando hacia Juan 10, 27, un texto que guarda una relación muy directa con el Salmo 23 y nos aporta, como decía, esa claridad en cuanto a este Salmo y en cuanto al pastor del que nos habla. Juan 10, 27 es un instrumento muy importante, es clarecedor y yo diría incluso que necesario para comprender la enseñanza del Salmo 23. Pero ante estas variadas cuestiones que nos aporta la Biblia, las escrituras en general, deberíamos preguntarnos, ¿por qué es necesario estudiar el Salmo 23? No solo porque es palabra de Dios y porque toda la escritura nos es útil y el creyente recibe a través de su estudio un gran beneficio espiritual. Este salmo es una fuente de vida que enriquece, que edifica, que fortalece y que santifica el alma. Decía el pastor Piñero en sus predicaciones, repito, este salmo es una fuente de vida que enriquece, que edifica, que fortalece y que santifica el alma. Sus beneficios para el creyente no deben de ser descuidados, por centrarnos quizás en ese aspecto puramente emocional y quedarnos con eso, utilizando el Salmo fuera del ámbito correcto. Y ese ámbito es el de los verdaderos hijos de Dios, porque este es un Salmo para el creyente. Mirar Juan 10, 27 nos hará entender que los efectos del Salmo provienen de una experiencia personal con el pastor, y de su pastoreo en la vida del creyente, no de una convicción promovida por la repetición del salmo, con un autoconvencimiento de sus palabras, por hermosas que sean sus frases, pero quizás más cerca de una cantinela que sea el fruto de una experiencia real con el pastor de nuestras almas y poder decir de esa manera, de lo profundo del alma, el Señor es mi pastor, nada me faltará. El Salmo 23 no es un calmante, un calmante que de como esas medicinas que podemos tomar y que de tranquilidad en situaciones personales. mencionando lo que decía antes como afrontar la muerte inminente cuando el que lo recita en ese momento no es un verdadero hijo de Dios y esto lo hemos visto hasta en el cine, en las películas quizás sobre todo en películas de cultura anglosajona en que en determinados momentos de peligro ahí están todos recitando el Salmo 23 Pero de esa manera, no afrontar la muerte, aún en esos casos, cuando se hace así, no afrontar la muerte con esa seguridad, con esa esperanza de la que se nos habló esta mañana. El Salmo 23 enseña al incrédulo verdades muy preocupantes para él, porque le hace reconocer, le lleva a hacer reconocer su condición fuera del rebaño de Cristo. le muestra su perdición y le muestra su destino, le muestra el infierno al que se dirige si no llega a formar parte de esos de los que Cristo dice mis ovejas oyen mi voz y yo las conozco y me siguen. Esta es la enseñanza si me permiten ir a Mateo 25 versículos 31 al 34 que dice cuando el hijo del hombre venga en su gloria y todos los santos ángeles con él entonces se sentará en su trono de gloria y serán reunidas delante de él todas las naciones y apartará los unos de los otros como el pastor aparta las ovejas de los cabritos y pondrá las ovejas a su derecha y los cabritos a su izquierda Entonces el rey dirá a los de su derecha, venid benditos de mi padre, heredad del reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. Versículo cuarenta y uno. Entonces dirá también a los de la izquierda, apartaos de mí, malditos al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Miren esta realidad anunciada aquí, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos. Esta es una enseñanza que tanto creyentes como incrédulos han de tener presente. Es una enseñanza crucial en la doctrina bíblica, define nuestra teología. Y el infierno es una verdad que encontramos impregnando el contenido del Salmo 23. Así dice el salmista, en la casa de Jehová moraré por largos días. Y esto afecta a los que no son de las ovejas de Cristo, que no se pueden dejar engañar por una falsa confianza en las palabras del Salmo. Vamos entonces a centrarnos en Juan capítulo 10. He dicho que el 27, pero este será la segunda parte de este sermón para la próxima ocasión. Ahí en Juan 10 podremos ver al pastor del Salmo 23 Este estudio acerca de la relación del pastor con sus ovejas se va a dividir en estas dos partes y en esta ocasión nos quedaremos en una visión general del capítulo 10 de su contexto y en la próxima ocasión nos detendremos en el mensaje más específico del versículo 27. En el contexto del capítulo veremos distintos aspectos, expresiones que destacan ahí y que nos presentan a Cristo como pastor en su relación con las ovejas. El contexto del capítulo 10, ahí Jesús se presenta a sí mismo como el buen pastor y lo hace por medio de una alegoría o una metáfora para reflejar la relación que él mantiene con sus seguidores. Esta palabra alegoría que vemos en el versículo 7 donde dice esta alegoría les dijo Jesús Esto es como un proverbio o una ilustración. Así que en esta ilustración, Cristo muestra a las ovejas que forman parte de un rebaño, ovejas que él mismo ha traído a ese rebaño. Y está hablando a un grupo quizás numeroso de personas, discípulos judíos, y entre ellos algunos fariseos que habían investigado la curación de un hombre ciego. que se encuentra en el capítulo 9 y en el trasfondo de ese capítulo 9 está el hecho de que Israel ha sido guiado por falsos pastores. Los versículos 1 y 7 del capítulo 10 hacen alusión a esa conversación especialmente con los fariseos donde les dicen el versículo 1 de cierto de cierto os digo o al versículo 7 volvió pues Jesús a decirles de cierto de cierto os digo. Este capítulo 10 enlaza con el anterior Y entonces Jesús utiliza la metáfora del pastor y de las ovejas para mostrar cómo él llama y cuida a quienes creen en él y los guía hacia la seguridad espiritual. Vemos aquí el cumplimiento de lo que dijo Ezequiel en el capítulo 34, versículo 23, que Dios enviaría un pastor simbolizado en la persona de David y este pastor sería Cristo, el buen pastor. Dijo Ezequiel, levantaré sobre ellos a un pastor y él las apacentará. A mi siervo David, él las apacentará y él les será por pastor. Esto es un mensaje anunciador de la venida de Cristo. El mensaje del capítulo 10 es un mensaje espiritual bajo símbolos importantes, una puerta, un redil, ovejas, rebaño, un pastor. Es un mensaje acerca de la relación de Cristo con su pueblo. Por eso ahí, en las declaraciones que hace Jesús, hay varios aspectos a destacar. Todos esos aspectos nos llevan hacia el Salmo 23 y nos permiten tener esa visión amplia, como decía antes, de la enseñanza del Salmo. Así que vamos a mirar estas declaraciones. Son cinco las declaraciones que hace Jesús aquí. En primer lugar, en el versículo nueve, del siete al nueve, vemos que habla de él mismo como una puerta. Dice yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que antes de mí vinieron ladrones son y salteadores, pero no los oyeron las ovejas. Yo soy la puerta. El que por mí entrar es ser a salvo y entrará y saldrá y hallará pastos. Se presenta como la puerta. Él es la única puerta. El único que puede dar acceso a una renovación espiritual. Y esto aquí tiene un doble enfoque. Él se refiere a estos falsos maestros, ladrones y salteadores que no llevan a una verdadera relación con Dios. esa relación en que se tratan los pecados del hombre, en que se trata la condición espiritual del hombre, falsos líderes, doctrinas erradas, enseñanzas vacías, ideologías, ídolos que llevan a la idolatría y a la incredulidad, posesiones, materialismo o reconocimiento. Hermanos, hay tantas puertas abiertas de par en par, tantas puertas, puertas que llevan a la ignorancia en la verdad del evangelio y tantos que ven con cuánta facilidad se puede entrar por esas puertas y las escogen antes que pasar por la única puerta. Yo, dice Cristo, yo soy la puerta. Todos esos aparentes accesos ofrecen libertad, ofrecen felicidad, pero llevan a la confusión y a la muerte espiritual. Y por otro lado, se refiere también a las ovejas, mostrándoles el auténtico y único camino para la redención. El que por mí entrare será salvo. Entrando por esa puerta se alcanza la vida y la vida eterna. Esa es la vida que ofrece Cristo. Y Jesús es enfático. Yo, yo. Él es el único que da acceso a ese rebaño. y a esa vida una sola puerta. Como dice Hendrickson, la puerta lleva tanto al exterior como al interior, da al pastor acceso a sus ovejas que están dentro y da a las ovejas acceso al redil y al pasto que se encuentra afuera. La puerta de las ovejas y para las ovejas. La imagen de Jesús como la puerta nos recuerda que en él tenemos acceso a la salvación, la seguridad y la abundancia de vida que no se puede encontrar en el mundo, que no hay en ninguna otra parte. Él es la entrada y al mismo tiempo la protección constante de su rebaño, la puerta. Nosotros estamos dispuestos a entrar por esa puerta confiar en él como nuestro único acceso al padre y dispuestos a vivir en la abundancia que él promete formando parte de ese rebaño estamos dispuestos a participar de esas riquezas que se nos detallan en el salmo 23 la otra declaración de cristo la segunda versículo 11 Aquí vemos el buen pastor. Él dice, yo soy el buen pastor. El buen pastor su vida da por las ovejas. También Jesús se presenta como el buen pastor. Y este es el término central de este pasaje. Algo de lo que ya hemos hablado en los sermones anteriores, así que no vamos a profundizar tanto, es el buen pastor, porque dio su vida por sus ovejas. Y esta expresión no es solo alegórica, No es una alegoría de lo que hace un pastor por sus ovejas, es una declaración literal por cuanto se refiere a Cristo y a su sacrificio en la cruz. Un pastor que realmente dio su vida, recuerden el sacrificio de Cristo, un acto de amor y compromiso total y de tal magnitud que no se puede igualar, él da su vida. no sólo para salvarnos, sino para ofrecernos una relación íntima con Dios. Recuerden los textos de Isaías, que como cordero fue llevado al matadero, huidido por nuestras rebeliones. Al dar su vida por la oveja, la oveja llega a ser curada, y siendo curada obtiene vida en abundancia, la vida eterna. Y eso es lo que vemos en el Salmo 23, Un pastor que cuida y guía en el camino hacia la vida eterna a aquellos por los que dio su vida y que ahora son su rebaño. Les da seguridad, les da protección, les da un refugio seguro en Cristo. Jesús no sólo promete vida, sino vida en abundancia. Una vida plena en una relación con Dios. una relación de paz, una relación en amor, una relación en sus propósitos para cada uno. La abundancia no se refiere a bienes materiales, sino al tipo de vida que él puede dar, una vida espiritual en comunión con él. Me llamó la atención esta palabra buen, en la expresión buen pastor, ¿Por qué es buen? La palabra buen en esta frase tiene un significado intenso, penetrante, y va mucho más allá de una simple cualidad de bondad general. Lo podemos leer y quizás pasar por alto, pero aquí Jesús utiliza esta palabra de manera intencional para describir quién es Él. Y cada aspecto de esta palabra revela algo esencial de su carácter y de su cometido, de su misión, de su propósito. La palabra griega que se utiliza aquí es kalós. Y esa palabra implica algo mucho más amplio que ser agradable, como cuando nos referimos a alguien, qué buena persona. No, no es eso solamente. Esta palabra abarca la idea de bondad moral, de belleza y perfección. pero no solo en la apariencia física, incluso moral, sino además en la práctica, en el uso de esa perfección. Jesús se declara no solo como un pastor bueno que hace cosas buenas, sino como el pastor perfecto, el pastor impecable en su amor, en el llamado, en el cuidado y en la guía de las ovejas. Destaca la naturaleza sin igual de Jesús. Él es el único pastor que merece ser llamado bueno en el sentido absoluto. Porque en él no hay error, ni defecto, ni mala intención. Y su proceder para sus ovejas es perfecto, también en el sentido absoluto. Y una muestra fundamental de esta bondad es que da su vida por sus ovejas. Además, al ser un buen pastor, Jesús es digno de confianza y sus ovejas pueden seguirlo sin temor, porque saben, ya que confían en Él, que Él busca lo mejor para ellas. Inspira confianza, inspira seguridad, pero una confianza y una seguridad real. Y esta confianza es clave, es esencial para una relación auténtica entre el pastor y las ovejas. Y por último, en esta expresión también, es un reflejo del amor de Dios. Al decir yo soy el buen pastor, Jesús está revelando el carácter de Dios mismo, el amor y la bondad de Dios en su esencia. La bondad de Jesús como pastor refleja el amor del Padre. quien envió a su hijo para cuidar y redimir a su pueblo. Y esta bondad es un eco del Salmo 23. Ahí el Señor es descrito como un pastor que guía, que restaura y que bendice abundantemente a sus ovejas, que los conduce por verdes pastos. Jesús, como el buen pastor, se convierte en la encarnación de esa bondad y amor divinos que se manifiesta en la vida de aquellos que le siguen. Jesús está proclamando ser el único pastor perfecto en amor, en bondad, en cuidado y sacrificio por sus ovejas. Ese es nuestro pastor. Ese es el buen pastor. La tercera declaración, versículo 14. Esto tiene que ver directamente con la relación con las ovejas. Yo soy el buen pastor, vuelvo a decir, y conozco mis ovejas y las mías me conocen. La relación entre Jesús y sus ovejas es uno de los aspectos más profundos y conmovedores, no sólo del capítulo 10 de Juan o del Salmo 23, también de todas las escrituras, Aquí y en todo el contexto del capítulo, Jesús describe cómo se relaciona con quienes le siguen, creando una imagen íntima y personal entre el pastor y sus ovejas. En el mundo antiguo, el pastor era responsable de cuidar, de proteger y de guiar a su rebaño. Un pastor no era sólo un guardián de las ovejas, un vigilante, sino alguien que las conocía a fondo. Las ovejas aprendían a reconocer la voz de su pastor y confiaban en él. Pues de la misma manera, Jesús usa esta imagen para ilustrar la relación intensa y cercana que él desea tener con sus seguidores, con aquellos que le siguen. Ese trabajo de pastor no era un trabajo de rutina, sino era un trabajo de compromiso. que muchas veces ponía en riesgo la vida del pastor. Como aquellas palabras de David, ¿recuerdan? Cuando venía un león o un oso y tomaba algún cordero de la manada, salía yo tras él y lo hería, y lo libraba de su boca, y si se levantaba contra mí, yo le echaba mano de la quejada y lo hería y lo mataba. Fue ese león, fue ese oso, tu siervo lo mataba. Un trabajo de riesgo, poniendo en riesgo la propia vida. David habla de ese compromiso con las ovejas, arriesgando su propia vida por ellas. ¿Cómo se percibe esa relación tan cercana ahí? ¿Cómo se percibe? Jesús toma esta imagen familiar, propia de aquel tiempo también, y la usa para explicar su relación con nosotros. Él es el buen pastor que da su vida por sus ovejas. El conocimiento que tiene Cristo de sus ovejas es un conocimiento íntimo y personal. Dice, conozco mis ovejas. Jesús no sólo conoce a sus ovejas de una manera superficial, como quien las distingue, sabe algo de esta, algo de aquella, más o menos las maneja. No, las conoce profundamente. Conoce sus nombres. conoce sus necesidades, conoce sus debilidades y sus fortalezas. Su conocimiento es un conocimiento íntimo, cercano y completo, como el que un padre puede tener de su hijo. Y establece una relación con los suyos similar a la que él mismo tiene con su padre. Por eso dice en el versículo 5, así como el padre me conoce y yo conozco al padre, Esto nos invita a reflexionar sobre nuestra relación con Cristo. Él nos conoce a la perfección a cada uno de nosotros. Conoce nuestra mente. Conoce nuestro corazón. Nuestros anhelos, nuestros deseos. Conoce nuestro más profundo interior. Conoce nuestras debilidades. sabe, conoce nuestros pecados. Pero, ante ese conocimiento, ¿estamos dispuestos a que Él trate con nosotros según lo que Él sabe y ve en nosotros? ¿Nosotros estamos buscando conocerlo mejor a Él? ¿Usamos los medios que Él nos da Para fortalecer esa relación y ese conocimiento, la oración, la lectura de la palabra y la obediencia son formas de responder a este conocimiento íntimo para conocer mejor a Cristo y para fortalecer esa relación. Otra expresión importante de esto y que es necesario para comprender la relación de Cristo con sus ovejas es su voz. que vemos sobre todo en el versículo 27 que he citado. Mis ovejas oyen mi voz y yo las conozco y me siguen. Sólo quería mencionarlo porque este será el centro sobre el que girará el siguiente sermón. La penúltima declaración de Cristo. Versículo 16. Él habla de un solo rebaño. Dice versículo 16 También tengo otras ovejas que no son de este redil. Aquellas también debo traer y oirán mi voz y habrá un rebaño y un pastor. Esta es una idea que prevalece, un rebaño, un pastor. La idea aquí de un solo rebaño es esencial para entender el alcance de la obra de Cristo y su deseo de unidad entre él y sus ovejas, aquellos que le siguen. Este concepto no sólo habla de inclusión, de incluir en este rebaño, no es solamente eso. Habla de la unidad, de la paz, de la relación mutua que él ofrece a todos los que le siguen. Y aquí Cristo declara algo revolucionario para aquellos que le están escuchando. Algo inesperado, seguramente. Su rebaño no se limita a Israel. sino que también incluye a otros que no son de este redil. Y eso seguramente para ellos era algo fuera de lo que podrían esperar. Este solo rebaño es una imagen poderosa de unidad e inclusión. Esta palabra que se usa tanto ahora de incluir en ese rebaño todos aquellos que por la fe en Cristo puedan formar parte de ese rebaño. Y Jesús abre las puertas del redil para reunir a todos los que le sigan bajo su guía amorosa. Hemos de destacar que aunque en este rebaño caben muy diversas personas, no está definido por criterios propios o por características según sean las personas y su forma de ser o su forma de pensar. y así añadir cuestiones diferenciadoras del rebaño bajo los principios que definen a cada uno. El rebaño es uno solo. El rebaño es uno solo. El rebaño del pastor. Puede haber una cierta diversidad cultural, un cierto carácter personal que influye en aspectos que nos relacionan con nuestro pastor, pero siempre sometidos a los principios fundamentales de la revelación de Cristo para la iglesia por medio de la palabra de Dios. Lo que Dios ha querido revelar, sometidos a una sana doctrina donde la vida personal y la vida de la iglesia están sujetos a la palabra de Dios, Eso fue lo que le insistió Pablo a Ticto. Tú habla lo que está de acuerdo con la sana doctrina o lo que le dijo a Timoteo. Vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias. Cristo dice un rebaño, un rebaño, es decir, una sola iglesia que él ha formado sobre su propio sacrificio. aquellos que forman parte del reino de cristo por la fe en él que asumen sus verdades su enseñanza revelada en las escrituras mostrada por medio del evangelio de salvación estos forman un rebaño la iglesia de cristo personas o iglesias e iglesias que reconocen estas verdades necesarias para la obra de Cristo sobre cada uno y para la obra de Cristo sobre la iglesia y las aplican en sus propias vidas y las aplican en la vida de la iglesia. La palabra de Dios como único instrumento necesario por medio del espíritu para la fe y el conocimiento que lleva una relación espiritual. la palabra de Dios como única fuente de autoridad para la iglesia, el sacrificio de Cristo, el llamamiento eficaz, la justificación por la fe y no por las obras, la perseverancia, el cielo y el infierno, doctrinas fundamentales para una correcta relación con Cristo, que son las que definen a la iglesia verdadera, una iglesia universal, con énfasis en la iglesia local, ese es el rebaño, Ese es el rebaño donde Cristo establece pastores para pastorear según el corazón de Cristo, el buen pastor. Esa es la iglesia que Dios ha establecido donde Cristo es el único pastor y donde no hay voces por encima de la suya, ni personas, ni libros por encima de Cristo y de su palabra. Y eso no es cuestión de presunción como iglesia, de pensar que somos mejores. No, sino de confianza en la obra de Cristo, que ha querido formar un rebaño propio, sujeto a sus principios, bajo lo que él mismo ejerce el pastoreo. ¿Ven la importancia de esta expresión? Habrá un rebaño y un pastor. el principio fundamental de una iglesia fiel, sujeta a la verdad de la sana doctrina, la palabra de Cristo en la Biblia. Por último, la última declaración de Cristo, su autoridad. Y vemos también el amor del Padre, versículos 17 y 18. Por eso me ama el Padre. dice Cristo. Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida para volverla a tomar. Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi padre. Otro aspecto crucial en esta enseñanza es la autoridad de Cristo. Él no es un pastor cualquiera, No es un pastor que es puesto sobre el rebaño, como decía antes, para vigilar las ovejas. No, él es el rey soberano, el que tiene autoridad sobre todas las cosas. Y está basada en su relación filial con el padre. Y Cristo la declara aquí. Un pastor. que es pastor porque se entrega de forma voluntaria a ese sacrificio, dar su vida. Yo pongo mi vida. Yo pongo mi vida. Y esto es un acto totalmente voluntario para dar la vida por los suyos. Él tiene potestad sobre esto. y la ejerce en un acto de amor sublime. Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Un acto de amor sublime se entrega a la muerte de forma voluntaria, se entrega a la muerte. Yo de mí mismo la pongo y da su vida. Pero si eso se quedara ahí, podría considerarse una derrota y no lo es. Cristo tiene autoridad para volver a tomar su vida. Yo pongo mi vida para volverla a tomar. Y esto está en armonía con la voluntad del padre. Termina diciendo, este mandamiento recibí de mi padre. Como dice Hendrickson, el padre resucita al hijo. el hijo volvería a tomar su vida. Esta es una obra perfecta en unidad, perfecta en unidad con el Padre. Y vemos a Cristo con esa autoridad y poder. El tema de la autoridad de Jesús y el amor del Padre es esencial para comprender el poder de Cristo y la relación íntima entre el padre y el hijo. Y para entender cómo esta relación nos afecta directamente a nosotros, que somos pueblo suyo, que somos ovejas de su prado. La autoridad de Cristo se muestra también en el sacrificio. Dijo un autor, no miremos a Jesús como una víctima, Él no es una víctima sino un salvador soberano. Su sacrificio en la cruz no es una derrota, es una victoria alcanzada por su propia autoridad y elección en un acto voluntario. Jesús se entrega por amor, pero lo hace también con plena conciencia de su poder. Su muerte y resurrección son parte de un plan que él mismo con el Padre ha diseñado y preparado y que tiene el poder de cumplir. Vamos a ir concluyendo. ¿Qué enseñanza tan profunda nos trae esto? ¿Qué conciencia podemos adquirir de aquel que es nuestro pastor? Cuando meditamos en cosas como esa, que toca nuestras conciencias y que así reconocer la obra de Cristo, una obra de amor, de poder, de autoridad. Una obra no sólo para atraer ovejas a su rebaño, sino para guiarlas, pastoreándolas para que nada les falte. Entre el padre y el hijo hay una relación especial de amor, autoridad y obediencia, de unidad en el propósito de esta obra de redención. Nuestra relación con Cristo, esa relación como pastor que nosotros como ovejas tenemos, esa relación ha de ser un reflejo de esa relación entre el padre y el hijo. donde se evidencia el amor y la obediencia bajo la autoridad que Cristo tiene sobre el rebaño. Por esa autoridad que Cristo tiene, también tiene el poder de darnos vida a nosotros, conduciéndonos a la vida eterna. En este proceso de nuestra vida que es la santificación, conduciéndonos a la vida eterna, y Él tiene poder para llevarnos, guiarnos por ahí. Su resurrección y victoria sobre la muerte son una garantía de la vida eterna que Él promete a los que creen y que confían en Él como Señor y Salvador. Así, confiando en la autoridad de Jesús, andando en temor y obediencia, sus ovejas pueden tener paz y seguridad Los creyentes, confiando en la autoridad de Jesús, andando en temor y obediencia, podemos tener paz y seguridad, sometiéndonos a su guía y pastoreo. Como ovejas suyas, podemos descansar, sabiendo que Jesús tiene autoridad sobre toda situación en nuestras vidas. Él tiene el control sobre todas las cosas. Su poder sobre la muerte nos da la certeza y la confianza de que Él puede protegernos, guiarnos y darnos la vida eterna. ¿Y cómo conforta eso el alma? La autoridad de Jesús y el amor del Padre revelan una relación de perfecta unidad y amor en el cumplimiento del propósito divino. para nosotros y para la iglesia. Jesús nos muestra que su sacrificio es un acto de autoridad y amor, respaldado por la relación de profunda confianza y obediencia que comparte con el Padre, una obra de gracia a nuestro favor, algo que no nos merecíamos. Nuestros pecados no merecían la muerte de Cristo, sino la nuestra. Eso es lo que merecían nuestros pecados, nuestra propia muerte y condenación. Sin embargo, se entregó a sí mismo por nosotros. Nosotros estamos dispuestos a confiar en esa autoridad, en ese poder que él tiene sobre su rebaño y a responder a su amor con obediencia. Esa será la otra perspectiva de esta relación entre el pastor y sus ovejas. ¿Cómo nos relacionamos nosotros con nuestro buen pastor? Y eso será lo que nos defina como ovejas del rebaño de Cristo. ¿Cómo será nuestra respuesta al pastoreo sobre el rebaño que él ha formado? y en el que nos al que nos ha querido añadir como ovejas a cada uno de nosotros. En toda esta enseñanza, hermanos, se encuentra el Salmo 23. Cómo Cristo nos llama a su rebaño. Cómo nos atrae hacia él por su palabra. Cómo nos hace formar parte de algo tan precioso y valioso para él como su propio rebaño. por el que él dio su vida. Nos ama, nos protege, nos guía, nos da todo lo necesario. Ese es el buen pastor. Nos despedimos en oración. Señor y Padre, Dios y Pastor nuestro, ¿cómo nos conmueven estas cosas? ¿Cómo conmueve nuestro interior saber de ese amor y compromiso tan grande para formar un rebaño? Atrayendo a Él, a todas estas almas, que es tu Iglesia, que somos cada uno de nosotros, a los que tú has querido rescatarnos de nuestra vana manera de vivir, sacándonos y liberándonos, Señor, de nuestros pecados, de la esclavitud a la que estábamos sujetos, para traernos al reino de tu amado Hijo. Cómo conmueve nuestra alma, nuestro interior, saber y entender estas cosas, que siendo dignos de la condenación, que no habiendo en nosotros nada para que pudiésemos recibir tan grande bien. Cristo muriese en la cruz en nuestro favor, entregando su vida de forma voluntaria para nosotros. Señor y Dios nuestro, pon estas enseñanzas en nuestra mente y en nuestro corazón, que podamos meditar en estas cosas. Prósperalas, Señor. Prósperalas en nuestra alma. para que podamos ser edificados por estas cosas y adquirir, señor, ese compromiso de obediencia y fidelidad delante de ti, de fidelidad y obediencia a aquel que tiene autoridad sobre la iglesia. Sé tú nuestro buen pastor, guíanos, condúcenos, libéranos también, señor, de nuestros pecados, de nuestra manera de vivir, y que podamos someternos señor a tu palabra y así poder ser testimonio también en este mundo para que la verdad del evangelio llegue a aquellos que no te conocen y entiendan estas cosas entiendan señor la realidad del infierno que es ahí señor donde se conduce si no buscan a ese pastor que dio su vida para salvación. Señor y Dios nuestro, despídenos con tu paz, con tu bendición. Acompáñanos a lo largo de esta semana que comienza a cada uno de nosotros en nuestras tareas, actividades y responsabilidades y que en todas ellas podamos ser fieles Como oveja, Señor, que escuchan tu voz y te siguen en obediencia y testimonio. Acuérdate, Señor, de aquellos que están en debilidad y en enfermedad. Ponemos nuevamente delante de ti a nuestro pastor en esta operación para esta semana. Sé tú con él. sé tú con el señor fortalécelo y que esto sea de bien y de edificación para su alma sé tú también señor con Yolanda en esta operación mañana guárdala y protégela también señor pon tu mano sobre los médicos que han de tratar sobre ellos para que esto al final sea para tu honra y para tu gloria despídenos señor ponemos estas cosas delante de ti esperando y confiando en tu misericordia para con nosotros y lo hacemos en el nombre de nuestro señor jesús amén
La relación del Pastor con sus ovejas
Sermon ID | 192517266891 |
Duration | 1:17:35 |
Date | |
Category | Sunday - PM |
Bible Text | Psalm 23 |
Language | Spanish |
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