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Recordemos las caras de nuestros hermanos, sus necesidades, eso hace parte vital de la unidad de la iglesia, porque somos un mismo cuerpo hermanos. Y nuestro anhelo, nuestra oración, es que a través de esta serie que hemos venido estudiando por varios domingos acerca de la unidad del cuerpo de Cristo, redunde para el crecimiento de nuestra fe en Cristo Jesús. y que esto sea una realidad en nuestra vida, no solamente un pensamiento, no solamente un deseo cuando decimos nosotros en los propósitos para el nuevo año quisiera hacer esto y no lo hago, no, que este sea un deseo genuino que nosotros podamos cumplir para la gloria de Dios. Vamos a orar antes de comenzar con nuestro estudio. Como ustedes saben, estamos ahí en el libro de Filipenses. Hemos tomado el libro de Filipenses para estas enseñanzas, específicamente el capítulo 2, que nos habla acerca de la unidad de la iglesia. Demos gracias al Señor. Padre amado, te damos infinitas gracias por la oportunidad tan maravillosa que nos das de estar juntos en un mismo sentir. Deseoso Señor de estudiar tu palabra y nuestro clamor en este día es que estas enseñanzas acerca de la unidad de la iglesia sean una realidad en nuestras vidas, que nosotros podamos meditar en ellas y ponerlas en práctica. para que demos testimonio vivo, genuino, real con nuestras vidas de la obra que tú has hecho y de la unidad que solamente tú traes por el poder de tu espíritu, Señor, a nuestras vidas. Ayúdanos, Señor, para que la práctica sea nuestro mayor deseo. Que coloquemos tu palabra, Señor, por encima de cualquier pensamiento humano y que te clamemos para que seas tú, Señor, obrando y dándonos la convicción bíblica que necesitamos para que esta verdad sea una realidad en nuestras vidas. Ese es mi deseo, Señor, clamarte, orarte, Señor, por los corazones y las mentes que estamos aquí presentes delante de Ti, que te glorifiquemos, Señor, con nuestras propias vidas. En el nombre de Jesús oramos. Amén. Hermanos, indiscutiblemente una de las mayores bendiciones que puede existir en la vida de un creyente es amar la Iglesia del Señor, porque la Iglesia del Señor existe porque el Señor murió por ella, él dio su vida por ella, él la compró y poder servir a la Iglesia y ser partícipes de la obra del Señor es una gran bendición. y tenemos que empezar por entender ese principio. Ahora, el punto es de qué manera y cómo lo debemos hacer. No hay servicio pequeño, no hay servicio insignificante en la iglesia del Señor o cuando hablamos de servir al Señor, pero sí debemos hacerlo con una actitud correcta, sin egoísmo, sin envidia, sin contienda, sin vanagloria. es algo que debe surgir producto del fruto del Espíritu Santo de Dios. Muchas veces como creyentes tendemos a menospreciar los ministerios que no son visibles, sino que anhelamos el ministerio que es visible. Aquí cuando nos paramos enfrente y podemos cantar o predicar o enseñar Pero todo ministerio es esencial para que funcione de manera bíblica la Iglesia del Señor. Hay ministerios que nadie ve, pero ¿quién los ve? El Señor. Cuando usted está de rodillas en su casa orando y clamando al Señor por sus hermanos, por los perdidos, por las oportunidades de servirle a Él, ¿quién está viendo eso? El Señor. El Señor absolutamente todo lo ve. Por eso no hay ministerio pequeño para la gloria del Señor. Y eso es algo que nosotros tenemos que tener en mente. Parte del servicio demuestra la unidad de la Iglesia. Y quiero hacer un paréntesis muy pequeño acá. Cuando hablamos de la Iglesia, estamos hablando de la Iglesia local, porque tenemos la Iglesia global. Y aunque nosotros somos parte de todo ese mismo cuerpo, finalmente nosotros estamos en una iglesia local en la cual nosotros somos partícipes de la obra del Señor dentro de esta comunidad de fe. Y eso es algo que nosotros debemos valorar, agradecer. La iglesia local ha sido establecida por el Señor para que impacte tanto a los miembros de la iglesia como a las personas que no conocen del Señor, pero que están a nuestro alrededor. Piense en lo siguiente, cuando nosotros tenemos nuestra familia, el núcleo familiar, aquí estoy hablando del núcleo de la familia, nuestro hogar, y hay división en el hogar, ¿qué pasa? ¿Qué pasa cuando una casa está dividida? ¿Qué demuestra esa casa? demuestra falta de unidad. Algo no está funcionando bien allí. Y esto es algo que nosotros debemos tenerlo muy en cuenta. Porque la Iglesia del Señor fácilmente puede ser un reflejo de la manera en la que nosotros vivimos dentro de nuestros hogares, dentro de nuestras familias. Claro, sabemos que podemos tener familia que es no creyente, no hay comunión entre la luz y la oscuridad, pero no necesariamente esta es una razón para tener conflicto. con nuestros familiares no creyentes. Al contrario, es una oportunidad para testificar del Señor a las personas que no conocen de Él. Por eso la vida de fe en comunidad se vive mediante la edificación mutua. Mediante la edificación mutua. Y yo quisiera que hoy pensáramos en ese ministerio de los unos a los otros antes de pensar con la enseñanza en esta introducción meditemos en ese ministerio los unos a los otros para que tengamos en mente evaluar nuestra vida a la luz de la comunión, de la administración y del ministerio los unos a los otros conforme a la palabra del Señor. Entonces, quisiera que pensáramos, estuve mirando una lista corta, al final no me salió tan corta, pero es importante que la tengamos presente. Dentro del ministerio de los unos a los otros, todos son fundamentales. El primero de ellos que yo coloqué acá en mi lista es el amor no fingido. Es muy fácil aparentar lo que no queremos. Muy fácil. Ojo con esto, el amor no fingido. Podemos verlo ahí en Romanos 12, 9, 1 de Juan 3, La edificación mutua. La edificación mutua. Primera de Tesalonicenses, capítulo 5, versículo 11. La humildad. La humildad. Hace parte de ese ministerio los unos a los otros. Ahí en Romanos 12, 16 podemos leerlo. También el servicio y el cuidado. Precisamente estábamos hablando de que no hay un servicio pequeño para el Señor. el cuidado de los unos por los otros, el perdón, el perdón genuino, la paciencia, la admonición, la enseñanza. la hospitalidad, la bondad y podríamos seguir numerando uno a uno y tendremos muchos textos bíblicos para leer con referencia a ese ministerio de los unos a los otros. Ese ministerio de los unos a los otros, hermanos, se ejerce en la Iglesia del Señor. No hay ninguna otra manera de ejercerlo, no existe, porque así lo diseñó Dios mismo. Recordando que este ministerio hace que nosotros testifiquemos de una obra preciosa y perfecta que el Señor ha hecho en nuestros corazones. Lo debemos ejercer como el cuerpo de Cristo que es efectivamente la iglesia del Señor, la cual ha sido edificada mediante diferentes dones. La idea es que podamos colocar esos dones al servicio de quién, del Señor. Pero ¿cómo colocamos los dones al servicio del Señor si no servimos a quién? A su pueblo, a su iglesia. Miremos ahí en Primera de Corintios. Primera de Corintios 12, 12. Dice la palabra del Señor. porque así como el cuerpo es uno y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo. Esa es la unidad. Miremos ahí también Romanos, en el libro de Romanos, Romanos 12, versículos 4 y 5, mira lo que dice el texto, dice porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función, así nosotros siendo muchos somos un cuerpo en Cristo y todos miembros los unos de los otros. Nos está recordando estos textos una manera práctica de servir al Señor sirviendo a nuestros hermanos. Por eso quiero que tengamos esto presente, porque es la manera en la cual nosotros nos podemos evaluar a la luz del texto bíblico, a la luz de la palabra que es nuestra máxima autoridad. Por esto, un siervo fiel, ojo con lo siguiente, un siervo fiel es un ejemplo de unidad. Viene a mi mente la autobiografía de un hombre que ha sido de bendición para el mundo evangélico. durante muchos años, quien narra el ejemplo de un siervo fiel para imitarlo y poder ser un miembro fiel. Un siervo fiel. Porque no podemos desconocer desde ningún punto de vista que nosotros, como seres humanos, vivimos por el ejemplo. El pastor Enrique mencionó algo acerca de lo que era un ejemplo bueno, un ejemplo malo en la enseñanza de la Escuela Dominical en el Libro de Proverbios. Nuestros hijos muchas veces son el reflejo de lo que nosotros hemos sido para ellos, con aciertos y desaciertos. El ejemplo es importante. Por eso nosotros debemos seguir el ejemplo de ejemplos. ¿Qué es quién? Cristo. Nuestra semejanza a Cristo es lo más importante. Pero nosotros tenemos otros ejemplos que no podemos desconocer. Este hermano, en su autobiografía, narra su historia de conversión. Y dice que en un día tan fuerte de invierno, donde la nieve estaba cada vez más espesa, no pudo ir a su iglesia local. Porque tenía que caminar mucha distancia. pero pudo atender a una iglesia, a una pequeña capilla que quedaba mucho más cerca a su casa, en donde el predicador, el pastor de la iglesia, no pudo llegar porque no le permitió el invierno llegar. Y sin haber quién predicara, se levantó un hermano de la congregación, un hermano preparado, laico, se para en el púlpito y predica Isaías 45, versículo 22, que dice, mirad a mí y sed salvos todos los términos de la tierra porque yo soy Dios y no hay más. Este predicador laico, fiel, encontró gran gozo al saber, años después, que aquel muchacho que estaba en la silla de la iglesia en un día de invierno era Charles Spurgeon, uno de los grandes predicadores que ha llevado a Cristo a muchas personas. El Señor usa obreros siervos fieles para su obra. No nos necesita, el Señor no necesita de nosotros, pero Él decidió usar, como lo estudiamos en una de nuestras prédicas anteriores, vasos de barro que fueran útiles para su servicio. No hay nada especial en nosotros, es pura gracia, pura misericordia del Señor. Pero nosotros, debemos ser esos siervos fieles. Hermanos, podríamos mencionar muchos otros ejemplos, posiblemente no muy conocidos o no muy famosos en el mundo evangélico. Podríamos mencionar hasta el mismo pastor de tu iglesia, un hombre fiel que ha tratado de predicar la palabra del Señor, de instruir a otros, Hay una verdad en la Escritura que a todos nos debe animar y es que el servicio fiel es recompensado conforme a la voluntad de Dios. Porque es a Él a quien le estamos sirviendo. Es junto con Cristo con quien reinaremos en la eternidad. Nuestro anhelo, nuestro deseo, nuestra esperanza está puesta allí. en la eternidad, la cual vivimos desde ahora por la gracia del Señor. Posiblemente muchos de los que estamos acá queremos ser siervos fieles y quiera Dios que así sea, pero tal vez no sabemos cómo hacerlo, tal vez no estamos ejercitando ninguno de los dones que el Señor nos ha dado o tal vez no estamos ejercitando el don que el Señor nos ha dado. o tal vez no entendemos este principio desde el punto de vista bíblico, pero por eso estamos acá, expuestos a la palabra del Señor, deseosos de que ésta sea una realidad en nuestras vidas. Algo que debemos hacer como creyentes siempre es seguir el modelo bíblico. Hay un modelo bíblico para ser un siervo fiel, En medio de toda circunstancia, por difícil que ésta parezca, el Señor levanta, capacita y sostiene a siervos fieles. En medio de todo ataque, por injusto que éste sea, porque finalmente Dios es quien pesa los corazones. Por eso, hermanos, la manera en la que nosotros vivimos, testifica de la obra preciosa y perfecta de Cristo en nuestras vidas. No sé si ustedes recuerdan, pero cuando vamos a la escritura, desde el libro de Génesis, podemos ver siervos fieles, Moisés, Noé, José, Daniel, Esteban, Pedro, Pablo, podríamos mencionar muchos más. Son de bendición para nuestras vidas. porque son hombres como ustedes, como yo, los cuales el Señor transformó y el Señor usó. Un testimonio que da fruto redunda para la gloria de Dios. Y pensando en esta verdad, el mensaje del día de hoy se llama ejemplo de un siervo fiel, El apóstol Pablo en esta sección que vamos a leer del día de hoy, que es el capítulo 2 de Filipenses, del versículo 19 al 24, nos habla específicamente de un siervo fiel, nos está hablando de Timoteo. Y vamos a ir al texto bíblico para leerlo. dice el texto, Filipenses 2, acompáñenme en la lectura por favor, del versículo 19 al versículo 24, dice la palabra del Señor. Espero en el Señor Jesús enviaros pronto a Timoteo para que yo también esté de buen ánimo al saber de vuestro estado, pues a ninguno tengo del mismo ánimo y que tan versículo 21, porque todos buscan lo suyo propio, no lo que es de Cristo Jesús. Pero ya conocéis los méritos de Él, que como Hijo a Padre ha servido conmigo en el Evangelio. Así que a éste espero enviaros luego que yo vea cómo van mis asuntos. Y confío en el Señor que yo también iré pronto a vosotros En esta sección de la carta vamos a ver tres características de un siervo fiel que tú y yo debemos imitar. Tres características de un siervo fiel que tú debes imitar. La primera de ellas está en los versículos del 19 al 21 y se llama un pensamiento de siervo. Un pensamiento de siervo. La segunda, una preparación de siervo. La vamos a ver en el versículo 22. Y la tercera es una promesa de siervo. En el versículo 23 y 24. Pensamiento, preparación y promesa. Hermanos, este capítulo 2 hemos podido ver un propósito que Dios nos da en el texto. ¿Cuál es el propósito? La unidad de la Iglesia del Señor que produce gozo, que produce contentamiento en medio de cualquier situación. La Iglesia del Señor no puede estar dividida ni fraccionada. El propósito de la unidad se ve como resultado del servicio de la vida en comunidad de los creyentes. ¿Por qué una iglesia puede estar dividida? Porque los creyentes no están, ¿qué? Unidos. Pero la iglesia del Señor no debe estar así. Pablo resalta este mismo principio en sus colaboradores de ministerio. Para que la Iglesia opere de manera bíblica debe existir un liderazgo ¿qué? bíblico. Debe existir una unidad de pensamiento que emana de la mente de Cristo. Yo sé que ustedes recuerdan ese versículo, ahí en Primera de Corintios 2.16, si quieren acompáñenme ahí, Primera de Corintios 2.16. El texto dice lo siguiente, porque ¿Quién conoció la mente del Señor? ¿Quién la instruirá? Más nosotros tenemos la mente de Cristo por el Espíritu Santo de Dios, el creyente tiene la mente de Cristo. Nuestra mente, nuestros pensamientos influyen de la manera en la cual nosotros vivimos. Lo que tú estás pensando es lo que tú muchas veces estás viviendo. Hermanos, el servicio fiel no se limita a un domingo en la iglesia o a un día entre semana. El servicio fiel es constante y es de gran bendición para nuestras vidas y para la vida de la Iglesia del Señor. Por eso la primera característica, como mencionamos, esencial de un siervo fiel que debes imitar es el pensamiento de siervo. El pensamiento de siervo. Miren lo que dice el versículo 19. Usted lo puede ir leyendo ahí, mantenga su mirada en el texto también. Dice, espero en el Señor Jesús enviaros pronto a Timoteo para que yo también esté de buen ánimo al saber de vuestro estado. ¿Qué podemos ver nosotros acá? Pablo, en su pensamiento y su amor sincero y sacrificial por la Iglesia de Filipenses, estaba deseoso de ir a qué? A verlos. A verlos. ¿A usted ha estado deseoso de ver a sus hermanos? ¿Ha estado usted deseoso de venir a congregarse? ¿Ha estado usted deseoso de compartir con sus hermanos? Recuerda lo que mencionábamos anteriormente, en una de nuestras enseñanzas también. ¿Sabe usted con quién va a compartir la eternidad? Con sus hermanos. Muchas veces nosotros vemos a nuestra familia de sangre como lo más importante. Y ahí yo ya les haría a ustedes una pregunta. Claro, nosotros amamos a nuestra familia de sangre, pero muchos de ellos no van a estar en el reino de los cielos. ¿Se dan cuenta ustedes lo que es la unidad realmente del cuerpo de Cristo? Pero tristemente esa unidad se ha venido diluyendo en nuestras iglesias locales en nuestro tiempo y damos una prioridad diferente. Y esto es importante que lo tengamos presente porque estamos hablando de un modelo bíblico y la palabra del Señor es inerrante, no falla. Pablo quería ir a ver a los filipenses porque los amaba, pero no podía ¿por qué? porque estaba preso. Mira lo que dice ahí en Filipenses 1.8 dice porque Dios me es testigo de cómo os amo a todos vosotros con el entrañable amor de Jesucristo. Este es el verdadero amor, el amor de Jesucristo y Pablo se lo está expresando a sus hermanos y lo está testificando, no solamente es de labios, lo está testificando y nos vamos a dar cuenta o nos hemos venido dando cuenta claramente de ello a través del texto. Pablo dice que por la confianza que él tiene en quién, en nuestro Señor Jesucristo, va a enviar a los filipenses a Timoteo y ahí está Pablo mostrando un testimonio de lo que es ser un siervo fiel. La confianza de Pablo sobre la soberanía de Dios o acerca de la soberanía de Dios nos habla del corazón de Pablo. Él claramente está diciendo espero en el Señor Jesús, no como muchas veces nosotros que cogemos de muletilla las cosas del Señor. No, él realmente lo está diciendo, inspirado por el Espíritu Santo de Dios. Espero en el Señor poder enviarles a Timoteo Pablo ama la Iglesia del Señor y va a estar de buen ánimo por recibir las noticias de la Iglesia, cómo está funcionando la Iglesia, cómo está operando la Iglesia, cómo la Iglesia está glorificando al Señor, cómo la Iglesia del Valle Central está glorificando al Señor. ¿Cómo? Muchas veces ni sabemos cómo. Está la similitud la humildad de Pablo, la similitud con Timoteo, que enviar a Timoteo es como si fuera él mismo. Miren, acá hay una ventana gigantesca en nuestro tiempo. Muchas veces pensamos que nosotros somos los únicos que podemos hacer algo. Y estamos muy equivocados. Y ustedes lo saben, hoy yo estoy aquí, mañana va a estar otro. El Señor levanta siervos fieles, porque la iglesia es de quién, del Señor. Nuestro pensamiento no supera el pensamiento del Señor. Ninguno de nosotros es indispensable, sólo el Señor lo es, gloria a Él. Por eso. Pero él usa, como mencioné anteriormente, esos siervos con un corazón humilde. Pablo está mostrando mucha humildad. ¿Timoteo es un discípulo de quién? De Pablo. ¿Pablo es un discípulo de quién? De Cristo. El discípulo es como su maestro. Esta es una verdad bíblica. No es mayor, pero es como su maestro. Esta unidad es el ejemplo de fidelidad de Timoteo para con Dios. Tenía un pensamiento de qué? De siervo. Muchas veces nosotros tenemos un pensamiento, ¿saben de qué? De líder, no de siervos. ¿Se dan cuenta de la gran diferencia? Nuestros pensamientos rigen nuestro corazón y nuestra práctica. Era notorio el carácter de Timoteo en cuanto al servicio y a la humildad. Y este debe ser, ese pensamiento, es el pensamiento que nosotros debemos imitar. El pensamiento de siervo. Timoteo se interesa genuinamente por la necesidad física y espiritual de las personas. Y una prueba de ello es que se encontraba, ¿con quién? Con Pablo. Y Pablo se encontraba, ¿cómo? Preso. ¿Cómo podía Timoteo compartir y ayudar a Pablo en el ministerio si no era desde dónde? Desde la prisión. Lo que podríamos nosotros darnos cuenta es que, implícitamente, Timoteo está preso, ¿con quién? Con Pablo. para poder ser de beneficio para la obra del Señor. Nosotros si acaso hacemos una visita de 10 minutos a un enfermo y ya hicimos la hora del mes. Hermanos, es para que nos evaluemos a la luz de la palabra. ¿Cuál es tu pensamiento de siervo? Y mira lo que dice Pablo en el versículo 20, dice pues a ninguno tengo del mismo ánimo. ¿Cómo así que a ninguno tienes del mismo ánimo Pablo? Pablo nunca estuvo solo en el ministerio, sabemos de Bernabé, sabemos de Silas, sabemos de Aquila, de Priscila, Demas, Juan Marcos, entre otros. Pablo no trabajaba en el ministerio solo porque el trabajo en el ministerio solo no es bíblico. Ojo con esto, no es bíblico. Pablo está resaltando acá que ninguno tiene el mismo ánimo que Timoteo para ser enviado a Filipo. Pablo no estaba solo, miren lo que dice el capítulo 4 de Filipenses. versículo 21 y 22, dice lo siguiente, dice saludad a todos los santos en Cristo Jesús, los hermanos que están conmigo, os saludan, todos los santos os saludan y especialmente los de la casa de César. Pablo está mostrando que él está con otros hermanos pero que a ninguno de los otros hermanos tenían el mismo ánimo que quién, que Timoteo. El ejemplo que modela Timoteo, un pensamiento de siervo. Ese pensamiento hace que modele nuestra vida de creyentes. ¿Con qué ánimo servimos al Señor? Y saben que es interesante que la única manera de servir al Señor es sirviendo a su pueblo. Muchas veces nosotros fácilmente nos diluimos en esas verdades. Una anécdota que les quiero compartir. En alguna oportunidad una hermana se me acercó y me contaba, muy alegre, cómo ella servía a sus vecinos. Y ese era su ministerio. Se sentía muy bendecida por hacerlo. Y sus vecinos la querían muchísimo. Cuando le pregunté por su servicio en su iglesia local, claramente no lo hacía. En realidad, su prioridad y amor por la Iglesia era deficiente. Si bien es cierto que debemos amar al prójimo, evangelizar a los perdidos, mostrarles de manera práctica el amor de Cristo, esto no reemplaza el servicio ni el amor por la Iglesia local. Esta hermana podía tener una muy buena intención, pero tenía sus prioridades, ¿qué? Erradas. ¿Cuál es tu pensamiento de siervo con la iglesia del Valle Central? Es la pregunta que debemos hacernos ahí sentados en nuestros asientos. ¿Eres un testimonio para tus hermanos? ¿La manera en la que tú vives es un ejemplo de la obra del Señor en tu vida? Pablo destaca mucho la unidad de pensamiento a través de la carta, porque si vamos a Filipenses 2.2, Pablo dice completad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa. Hermanos, podemos tratar de mostrar un pensamiento de siervo, Pero si no hay sinceridad en ello, va a ser un fracaso total. Eso va a salir a la luz, tarde que temprano. Pablo se lo dijo a la iglesia de los Gálatas, no os engañéis, Dios no puede ser burlado, pues todo lo que el hombre sembrare, esto mismo segará. No es lo que tú aparentas vivir, sino es como tú vives realmente. Pablo, en ese versículo 20, dice que no tiene a nadie que tan sinceramente se interese por ustedes, le está diciendo a la iglesia de los filipenses. Es interesante porque Pablo les está mostrando el amor precioso de Cristo a ellos y su testimonio, pero al mismo tiempo está diciendo que no tiene a nadie que se interese Tan sinceramente por ello es como quién? Él está hablando de alguien en particular, como quién? Como Timoteo. Ojo con lo siguiente, él nunca está diciendo así como yo os amo, tengo a alguien también que os ama. No. Pablo. Es un ejemplo de humildad. Pablo está diciendo, no tengo a nadie que tan sinceramente se interese por vosotros, porque la sinceridad no puede maquillarse, la sinceridad va a salir a la luz. Es inminente en el carácter de siervo el ser sincero. Los creyentes allí en Roma estaban tan ocupados en sus propias disputas internas, Y me atrevería a decir, inclusive, en cuanto a egoísmo, dentro de la misma obra del Señor. Y si ustedes recuerdan el texto, ahí en Filipenses, yo sé que yo les he pedido el favor que lean la carta ahí en sus casas, pero miren, acompáñenme a Filipenses 1, el versículo 15 y 16. Una de las maneras en las cuales nosotros podemos, yo diría que meditar más en la Palabra del Señor es leer repetitivamente, que podamos leer una, dos, tres, cuatro, cinco veces la Carta de los Filipenses. Y ahí poco a poco el Señor, a través de su Espíritu, nos va permitiendo ir memorizando y recordando porciones bíblicas. Hay personas muy dotadas que de pronto con una o dos veces ya se aprenden la Carta, pero habemos otras que no. Necesitamos leerlas y releerlas y releerlas y esas verdades obran en nuestro corazón y en nuestra mente. Mira lo que dice el versículo 1, perdón, el capítulo 1, versículo 15 y 16, dice algunos a la verdad predican a Cristo por envidia y contienda, pero otros de buena voluntad. Los unos anuncian a Cristo por contención, no sinceramente, pensando añadir aflicción a mis prisiones. ¿Saben qué nos está diciendo Pablo allí? Pablo está confirmando lo que está escribiéndole a los hermanos acerca del ánimo y de la sinceridad de Timoteo. Pablo está diciendo que alrededor de él hay otras personas, él no está diciendo que no sean creyentes, Él está diciendo que son creyentes, pero ¿qué? Predican a Cristo por contienda. Esta es una de las tragedias más tristes en nuestras iglesias en este tiempo. Las contiendas, las envidias. Buscamos limitar el servicio, estorbar el servicio en la obra. ¿Por qué alguien no me cae bien? ¿Por qué alguien dijo algo? ¡No! El servicio es para el Señor. Y nos preocupamos tanto que desviamos el tiempo de las cosas que son verdaderamente importantes. Hermanos, cada uno, cada persona que ha nacido de nuevo en Cristo Jesús tiene un don dado por Dios. y debe colocarlo al servicio de la Iglesia del Señor. Y nuestra labor es ayudar a nuestros hermanos a ejercer esos dones. Y ahí hay un testimonio de humildad y de unidad. Normalmente creemos tener un pensamiento de siervo, pero por alguna extraña razón nos sirvo en la iglesia local, prefiero ser servido que servir. Mira lo que dice el versículo 21, el versículo 21 dice, porque todos buscan lo suyo propio, no lo que es de Cristo Jesús. Pablo está mostrando un resultado de esa envidia, de esas diferencias en la iglesia. La diferencia es clara, todos buscan lo suyo propio. Y quiero hacer mención nuevamente acá a Timoteo, nuestro ejemplo a seguir en esta sección de la carta. Timoteo no estaba interesado en promover ninguna causa divisiva en la iglesia, su interés estaba anclado en la condición espiritual de sus hermanos y por tanto del pueblo de Dios. esa es la actitud correcta. Buscar lo suyo propio es una manera de colocar el interés personal sobre el interés ¿qué? común de la Iglesia del Señor y esto es pecado. Usted puede parecer una persona sumamente servidora, pero puede estarlo haciendo por usted mismo, para su beneficio. No vamos a… vemos un hermano que está sirviendo, una hermana que está sirviendo mucho y no vamos a colocarle el dedo acusador a la hermana. No, es evaluarnos a nosotros mismos, cómo nosotros y por qué lo estamos haciendo. Por eso estamos estudiando el texto bíblico. El texto nos habla claramente, nos reargulle también, nos instruye, nos edifica. Recuerden que en Segunda de Timoteo, Pablo escribió dos cartas directamente a Timoteo, Primera y Segunda, y en Segunda de Timoteo 1.15 dice, ya sabes esto, que me abandonaron todos los que están en Asia, de los cuales son figelo y ermógenes. Pablo Ninguno de nosotros desconoce la labor ministerial de Pablo porque está plasmada ¿en dónde? en el texto bíblico. Pero puede usted creer que Pablo estaba solo. La segunda carta de Timoteo fue la última carta que escribió el apóstol Pablo antes de que lo mataran. Y nosotros vemos que este hombre que sirvió fielmente al Señor está ¿qué? solo. Pablo Quiero que prestemos mucha atención a esto. Pablo vivió de manera personal el abandono, la crítica, los ataques, las injurias, y las experimentó desde dentro de la Iglesia del Señor. El lugar que él más amaba fue el que le causó mayor dolor. Cuando no hay unidad en la iglesia, encontramos una iglesia fraccionada, debilitada espiritualmente. Y ese era el temor de Pablo con la iglesia de los filipenses. Por eso en el capítulo 4, en el versículo 2 podemos leer, leamos el 4, 2 y 3, dice, ruego a Evodia y a Cíntique que sean de un mismo sentir en el Señor. Asimismo te ruego también a ti, compañero fiel, que ayudes a estas que combatieron juntamente conmigo en el Evangelio, con Clemente también y los demás colaboradores míos cuyos nombres están en el libro de la vida. Estas dos mujeres eran de gran beneficio para la Iglesia, pero estaban teniendo diferencias, estaban teniendo dificultades, conflictos. Pablo dice que ellas combatieron juntamente con él en el Evangelio. El llamado de Pablo al pastor de la iglesia, ahí como lo leemos en el versículo 3, claramente, es que las ayude. ¿A qué? A que se perdonen, a que tengan unidad, a que tengan comunión, a que recuerden por qué son parte del mismo cuerpo. A que tengan ese pensamiento de siervas que las llevó a ser de utilidad para la iglesia del Señor. Por esto cuando nuestra intención, así sea de manera indirecta, busque nuestro propio bienestar en la Iglesia, claramente está revelando el pecado de nuestro corazón, la falta de unidad y claramente la carencia de la característica que estamos aprendiendo aquí en este primer punto que es el pensamiento de siervos. el pensamiento de siervo. Hermanos, Timoteo estaba dispuesto a sacrificar su propia vida si era necesario por Cristo Jesús. Exactamente lo estaba haciendo de la misma manera el apóstol Pablo. Timoteo estaba siguiendo el ejemplo de quién? De su maestro. Pablo estaba siguiendo el ejemplo de quién? de su maestro, de Cristo. Amén. ¿Qué ejemplo estás siguiendo tú? ¿Cuál es el ejemplo que tú sigues? Tú puedes pensar lo que quieras, pero Dios conoce tus pensamientos, conoce mis pensamientos. Este interés de Timoteo tiene su fundamento en la siguiente característica que vamos a aprender de un siervo fiel que debes imitar. La primera de ellas fue pensamiento de siervo. La segunda de ellas es preparación de siervo. Debemos prepararnos, estar preparados. Por eso venimos aquí temprano todos a la escuela dominical el domingo. Estudiamos la palabra juntos. Miren lo que dice el versículo 22. Pero ya conocéis los méritos de él que como hijo a padre ha servido conmigo en el Evangelio. Preparación de siervo. La preparación es fundamental, es un entrenamiento como cuando se prepara un soldado para la guerra, pero nuestra guerra es espiritual y se gana de rodillas. Y la manera en la que nosotros vivimos testifica de cómo nosotros estamos sirviendo como guerreros de Cristo. Timoteo no era un neófito, era un hombre joven pero no era un neófito. Cumplía con las características de ser un varón llamado al ministerio. No es casualidad que precisamente Pablo lista las características en primera de Timoteo capítulo 3 del versículo 1 al 7. Si quieren, acompáñenme ahí. Primera de Timoteo 3, 1. Al siete dice la palabra del Señor, palabra fiel, si alguno en el obispado buena obra desea, se está refiriendo al pastor, al anciano. Pero es necesario que el obispo o el anciano sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar, no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, sino amable, apacible, no avaro, que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en su gestión con toda honestidad. Pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la Iglesia de Dios? No un neófito, no sea que envaneciendo se caiga en la condenación del diablo. También es necesario que tenga buen testimonio de los de afuera para que no caiga en descrédito y en lazo del diablo. Timoteo cumplía estas características y Pablo las está recordando ahí, precisamente, cuando le escribe a Timoteo. La preparación de siervo. Podríamos hablar mucho acerca de Timoteo, en realidad, porque hay bastante contexto, pero yo voy a hacer un resumen muy corto. Timoteo era de dónde? De Listra, una ciudad ubicada en la provincia de Galacia, donde es Turquía en la actualidad. Su madre, que se llamaba Eunice, era judía y su padre era griego. ¿Quién guió a Timoteo? A Cristo, Pablo, durante su primer viaje misionero, ahí lo podemos leer en Hechos 14. su madre y su abuela Loida eran creyentes. Ahí en Segunda de Timoteo, precisamente, capítulo 1, si quieres leamosla, Segunda de Timoteo 1.5, Dice, trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primeramente en tu abuela Loida y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también. Ellas habían instruido a Timoteo en las escrituras. ¿Se dan cuenta de dónde viene la preparación de Timoteo? Desde niño fue instruido. Pero Dios, por su gracia, permitió que conociera la verdad del Evangelio de Jesucristo, ¿a través de quién? ¡De Pablo! Y que trabajara hombro a hombro con Pablo. Pablo estaba preso en Roma y allí estaba la Iglesia de Roma, pero ninguno de los que estaban allí estaba preparado como Timoteo. Ya leímos, acuérdese, 1 Timoteo 3, del versículo 1 al 7, En días pasados tuve la oportunidad de encontrarme, nos encontramos junto con mi esposa, con un hermano de Australia que va para su país en Guatemala y él nos visitó con sus hijitas, que las queremos mucho. Él ha pasado por situaciones difíciles y nos contaba que en ese momento estaba entregado a las cosas del Señor y estaba empezando a estudiar en el seminario y haciendo muchas... digamos que prácticas con el deseo de servir al Señor. Pero me llama la atención que Él me menciona este texto de 1 Timoteo, capítulo 3, porque Él ha sido divorciado dos veces. Y Él me decía, me decía, yo quiero servir al Señor, pero yo veo que tengo limitaciones. Entonces, hermanos, nosotros podemos tener un deseo genuino de servir al Señor, pero debemos hacerlo de acuerdo al modelo, ¿qué? Bíblico, No podemos maquillar estas verdades ni cambiarlas. El deseo es algo genuino, el Espíritu Santo de Dios nos lo puede colocar en el corazón, claro que sí, pero nosotros debemos seguir el modelo bíblico y de acuerdo a esas capacidades que el Señor nos muestra a través de su modelo bíblico es que debemos nosotros ¿qué? Servir al Señor. Paulo está denotando aquí claramente que Timoteo estaba preparado como siervo. Por eso él está diciendo ahí en el versículo 22, como leía anteriormente, dice, pero ya conocéis los méritos de él. La palabra mérito en el idioma original griego hace referencia a haber pasado un examen después de ser probado. Por esto, esta característica de Timoteo es para la gloria de Dios, él fue probado y por esto Pablo tenía plena confianza de la obra del Señor en Timoteo. Y pienso que es importante destacar acá que Pablo muestra su carácter como hombre de Dios delegando a Timoteo como si fuera Pablo mismo. Pablo también está diciendo que él quiere ir a visitar a los filipenses, Pero en este momento él está enviando a alguien que era como si fuera él. Esto es unidad de pensamiento y esto es un mismo sentir. En muchas iglesias de nuestro tiempo no se preparan varones para el ministerio. En algunos casos no hay varones para preparar porque ninguno levanta la mano. Podríamos decir, como dice el texto, todos buscan lo suyo propio. Y en otras ocasiones hay celo religioso a tal punto que los ancianos o pastores no preparan a otros para el ministerio, simplemente porque consideran que ellos son los únicos que tienen la capacidad para hacerlo. Ninguno de los dos casos se está siguiendo el modelo bíblico. Lo que nosotros anhelamos es la reproducción de Pablo, que lo hizo con Timoteo, y asimismo Timoteo y muchos otros que han servido al Señor. Porque el Eterno solamente es el Señor. Nosotros todos vamos a perecer, todos estamos envejeciendo, así como oraba mi hermano Jorge esta mañana. Necesitamos hombres fieles y mujeres piadosas que instruyan a otras mujeres a amar a sus esposos, a honrar al Señor. En los dos casos, como dice el versículo 21, todos buscan lo suyo propio, no lo que es de Cristo. Pablo ama a los hermanos en Roma, Al despedirse en la carta nos damos cuenta, pero está modelando junto con Timoteo una unidad bíblica espiritual. Nosotros debemos tener presente ese modelo a seguir, porque es el modelo bíblico, no el modelo que nosotros queremos adaptar a cualquier circunstancia. No, si usted está haciendo eso, no está honrando al Señor. ¿Cuándo fue la última vez que usted sinceramente deseó ser un imitador de Cristo mediante la unidad espiritual con sus hermanos? ¿Anheló o desea prepararse para servir al Señor, ser un siervo preparado? Recuerde como dijimos anteriormente, ahí es Mateo 10, si mal no estoy, Mateo 10 nos dice acerca de bástale al discípulo ser como su maestro y al siervo como su señor. Esta característica nos debe impulsar hermanos a ser soldados aprobados. Por esto Pablo lo resalta para todos los creyentes en diferentes porciones bíblicas. Pablo no solamente exalta a Timoteo, aquí particularmente lo está exaltando porque quiere enviarlo a la iglesia de los filipenses, pero Pablo menciona claramente que hubo otros siervos fieles y gloria a Dios por ellos. Es bueno examinarnos a la luz de la palabra para que hoy, como iglesia, Veamos si estamos realmente preparándonos como siervos. Recuerde que una de las disensiones que hubo entre los discípulos del Señor, antes de que el Señor entregara su vida por nuestros pecados, fue ¿quién sería qué? El mayor, el mayor. Y el Señor dice que el que quiere ser el mayor se haga ¿qué? El menor, qué pensamiento completamente opuesto a lo que tú quieres o yo puedo querer. También quiero recordar hoy, hermanos, que no hay una edad para el servicio, es la actitud de corazón con la cual lo hacemos. Por esto en esta sección de la carta a los filipenses seguimos aprendiendo aspectos prácticos de nuestra vida como creyentes. Y el texto claramente nos lo está mostrando. Un comentarista dice lo siguiente, lo cual me impactó acerca de la vida de un siervo fiel. Dice lo siguiente. Desde el momento en que el apóstol lo escogió para servir a su lado, Timoteo renunció a toda iniciativa personal que tuviera para su vida. Él empezó una aventura permanente que resultaría en mucho fruto y satisfacción espiritual, aunque también sufrimiento y sacrificio. Esa es verdaderamente la preparación de siervo. Sacrificio, sufrimiento, estar preparados para ello. Pero la recompensa de quién viene? Del Señor. Y lo vamos a ver, porque ese va a ser nuestro último punto. ¿Cuántos de nosotros podríamos decir hoy lo mismo con un corazón sincero? Que servir a Cristo lo merece todo, porque ni colocando mis hermanos, todos los tesoros del mundo juntos, valen más que nuestro Señor Jesucristo. No sé que tenga usted por valioso, no lo sé, el Señor lo sabe, pero nada vale más que Él. Por eso nada en este mundo nos vamos a llevar. ¿Qué privilegio es hacerlo? No espere más, no espere a estar pensionado para servir al Señor. O cuando tenga más ahorros, o cuando pague su casa, o cuando sus hijos estén más grandes. ¡No! Hágalo ahora, porque Cristo lo merece todo. Todo, porque Él pagó el precio por nuestros pecados. La tercera y última característica esencial de un siervo fiel que debes imitar es la promesa de siervo. La promesa de siervo. Hay una promesa especial para el siervo. Yo sé que ustedes la recuerdan, ahí detrás de su mente la han leído. Mira lo que dice el versículo 23, dice Así que a éste espero enviaros luego que yo vea cómo van mis asuntos. ¿Cómo así, Pablo? ¿No que lo ibas a enviar y ahora quieres esperar a ver cómo van tus asuntos? Pablo no tiene duda de enviar a Timoteo, ya les ha explicado anteriormente los méritos de Timoteo, no hay duda en ello. Pero empieza el versículo 23 diciendo eso. Espero enviarlo luego que yo vea cómo van mis asuntos. El argumento es claro. Sin embargo, lo que yo puedo percibir en el texto es que la utilidad de Timoteo para Pablo es tal, tan apremiante en la situación en la que se encontraba precisamente Pablo, que él quiere retenerlo por un poco más de tiempo. Porque era de utilidad para él. Yo no sé si alguno de ustedes ha estado preso o ha pasado por una dificultad de esas. Pero yo estoy seguro que eso no es fácil, estar privado de la libertad. Ahora, en el caso de Pablo, estaba privado de la libertad por predicar a Cristo, el mismo Cristo que tú y yo predicamos. No tenemos claridad cuando Pablo dice, para ver cómo terminan mis asuntos. No sé a qué asunto se refiere Pablo porque el texto no lo está diciendo. Pero lo que sí podemos ver es que tiene que ver con la obra del Señor porque esa era la vida de Pablo. Timoteo tiene claro su llamado, ese servicio sacrificial a Cristo mediante el servicio a la Iglesia. Y Timoteo tiene clara que hay una promesa de siervo. Él no está esperando la vanagloria del hombre, Él no está esperando que lo alaben sus hermanos, Él no está esperando eso, Él está esperando la verdadera promesa. Acompáñenme a Mateo 25, versículo 21. Lo tienen conmigo Mateo 25, versículo 21, mira lo que dice. Y su Señor le dijo, buen siervo y fiel, sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré, entra en el gozo de tu Señor. Hermanos, cuando nosotros entendemos el valor de la Iglesia del Señor, nosotros no tenemos otros planes, más que servirle a él y dar la vida por él. Timoteo estaba dispuesto desde el principio a darlo todo, a entregarlo todo. Timoteo no tenía un plan B, por si no funcionaba su ministerio. No, él sabía a quién le servía, al Dios vivo que dio la vida. por nuestros pecados, que pagó el precio que nosotros merecíamos pagar, porque la paga del pecado es muerte. Y eso es lo que tú y yo merecíamos, la muerte eterna, el castigo eterno, pero por gracia recibimos la dádiva de Dios en Cristo Jesús. El versículo 24 nos dice, y confío en el Señor que yo también iré pronto a vosotros. Nuevamente Pablo testifica de su fe al colocar la confianza ¿en quién? En el Señor. Pablo pensaba que él podría ir a ver a los filipenses pronto y ese era el tono de Pablo en la carta. Sabemos que Pablo había apelado al César por ser ciudadano romano y estaba esperando que su caso fuera presentado ante el César. Sin duda, Dios de manera soberana estaba usando a Pablo en esta situación de encarcelamiento para llevar más personas al Evangelio de Jesucristo. No fue limitado Pablo por estar en esa situación. Y en la casa de César, muchos estaban llegando a la verdad del Evangelio. ¿Quién permitió que Pablo estuviera preso? Dios mismo, soberanamente. Esa es la soberanía de Dios. Pablo, en medio de su encarcelamiento, continuaba con su ministerio, seguía cumpliendo su llamado y aguardaba su promesa de siervo. Pablo la conocía. Muchas veces nosotros podemos ver que una situación adversa nos va a limitar, pero no, la limitación está en nuestra mente, en la carencia del pensamiento de siervo. La iglesia de los filipenses no sólo habían mostrado interés en la necesidad de Pablo, sino que se lo habían demostrado de manera práctica. Este es otro asunto que nos muestra la unidad de la iglesia. La iglesia de los filipenses era una iglesia unida y lo estaba mostrando mientras la dádiva que le proporcionaba a quién, a Pablo. Y Pablo estaba siendo recíproco con ellos a través de la obra del Señor y el deseo de enviar a Timoteo con ellos. Hermanos, ya pronto, aquí para terminar, yo quiero exhortarlos a que nosotros seamos conscientes que hoy no hemos hablado de características divinas que no podamos ejercer, que no podamos practicar, ni tampoco de perfección que solo alcanzaremos en la gloria. Estamos hablando de prácticas reales, genuinas, de fe, de vida en comunidad. Yo sé que todos ustedes, muy posiblemente, tuvieron una época de fin de año muy bendecida. Navidad, Año Nuevo. Pero quiero hacerles una pregunta. ¿Con cuántos de sus hermanos hablaron? ¿Con cuántos de sus hermanos de la fe compartieron? ¿A cuántos de sus hermanos invitaron a su casa y les invitaron una cena? ¿Con cuántos de ellos lo hicieron? Esta es la unidad del cuerpo de Cristo. Ese es el amor por la Iglesia. Nos hemos dejado permear por la filosofía del mundo. Y esto no debe prevalecer en la Iglesia del Señor, no debe prevalecer en la Iglesia del Señor y eso depende de qué, de la manera en la cual nosotros practicamos las obras del Señor. el fruto del Espíritu de Dios en tu vida y en la mía. Tú no puedes tener características ni seguir un modelo de un siervo fiel si no eres un genuino creyente, si no has nacido de nuevo en Cristo Jesús, si no te has arrepentido de tus pecados genuinamente, de tu vana manera de vivir y solo por la gracia, por medio de la fe, has creído en Jesús como tu Señor y Salvador. Ese es el requisito fundamental. Si no eres un genuino creyente, no puedes ejercer ni practicar estas verdades bíblicas. La fidelidad de Timoteo está permeada por estas tres características que Dios le había proporcionado a través del Espíritu Santo de Dios. Timoteo estaba practicando este modelo de siervo fiel, aprendido de su maestro. Hermano y hermana, ¿estás tú ejerciendo tu ministerio? ¿Estás guardando y esperando la promesa de siervo el día en que el Señor te diga, bien, buen, siervo y fiel? Sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré, entra en el gozo de tu Señor. Ese es el premio, esa es la promesa. ¿Y está dada para quiénes? Para nosotros sus hijos, por gracia. Muchas veces nosotros pretendemos servir o hacer algo para el beneficio o para que nos vean. No, hay una promesa mayor hermanos, no es una promesa acá en este mundo. Estas tres características deben estar presentes en nuestra vida como siervos fieles. el pensamiento de siervo, la preparación de siervo y la promesa de siervo para la gloria de Dios y la unidad de la Iglesia local, como lo estamos ejerciendo aquí en la Iglesia del Valle Central, es lo que es verdaderamente importante para nosotros como comunidad de fe en Cristo Jesús. Oremos, hermanos. Padre amado, te damos gracias. Tú eres bueno, justo, infinitamente Señor y por eso nos tienes hoy acá, siendo instruidos a través de tu preciosa palabra Señor y queremos nosotros abrazarla y queremos nosotros vivirla Señor y queremos practicar realmente lo que es ser un siervo fiel. Ayúdanos a que nuestros pensamientos se sujeten a tu palabra, ayúdanos a amar la preparación que viene a través de tu palabra. y ayúdanos a guardar la promesa, Señor, que tú tienes para tus siervos. Gloria a ti te damos. Eres digno de alabanza en todo tiempo, Señor. En el nombre de Jesús oramos.
Ejemplo de un Siervo Fiel
Series Filipenses
En esta sección de la carta vamos a ver tres características esenciales de un siervo fiel que debes imitar.
1. Pensamiento de siervo: (v.19-21)
2. Preparación de siervo (v.22)
3. Promesa de siervo (vv. 23-24)
Sermon ID | 1625671773 |
Duration | 1:10:21 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Language | Spanish |
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