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Deuteronomio capítulo 4 versículo 9 al 10 leo la palabra de nuestro señor por tanto cuídate y guarda tu alma con diligencia para que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto y no se aparten de tu corazón todos los días de tu vida, sino que las hagas saber a tus hijos y a tus nietos. Recuerda el día que estuviste delante del Señor tu Dios en Horeb, cuando el Señor me dijo, reúneme al pueblo para que yo les haga oír mis palabras, a fin de que aprendan a temerme todos los días que vivan sobre la tierra y las enseñen a sus hijos. Amén. El título del mensaje es el papel del hogar en la enseñanza. ¿Cuál es el papel tuyo como padre, como madre, como abuelo, como abuela en la enseñanza en el hogar? ¿Cuál es tu papel? Hermano, nosotros, como veíamos en la escuela dominical esta mañana, necesitamos entender el corazón de nuestros hijos. ¿Por qué causa ellos desobedecen? ¿Por qué causa está inclinado al mal? Y respondimos, son pecadores. Respondimos, su condición espiritual es inclinado al pecado, al mal. no es una hoja en blanco no es un papel en blanco no eso enseña el mundo la biblia enseña que ya ellos vienen a la tierra dañados por el pecado son descendientes de adán y adán pecó contra dios y dañó a toda su descendencia esa descendencia somos nosotros por lo tanto ¿Cuál es tu papel amado hermano? Entendiendo que tienes que trabajar en un terreno con un corazón ya endurecido contra Dios ¿Cuál es tu responsabilidad? ¿Cuál es tu llamado? Mira lo que aquí encontramos en Deuteronomio capítulo 4 donde el Señor le dice al pueblo de Dios versículo 9 cuídate y guárdate y guarda tu alma con diligencia para que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto y nos aparten tu corazón de todos los días de tu vida, sino que las hagas saber a tus hijos y a tus nietos. Cuídate de no olvidarte. Cuídate de dejarte llevar. Cuídate. Hermanos, esto es una llamada de atención. porque sabe lo que es difícil, permanecer en la fe, eso es difícil. Qué fácil es levantarse tarde, hoy es domingo, me levanto, me levanto tarde porque me acosté tarde viendo televisión o en el cine, o dando vueltas con mis amigos por ahí. Entonces, llego a la casa tarde el sábado, el domingo me levanto tarde, estoy cansado, Me tomo mi fresco, un café, algo para despertarme y necesito descansar. No tengo tiempo para adorar a Dios. Necesito darme mi tiempo. Como la vida está centrada en mí mismo, fácilmente que nosotros nos descuidamos, fácilmente que nosotros vivimos una vida desordenada. y fácilmente que dejamos de adorar a Dios facilito cualquier cosa lo tomamos como pretexto pero porque porque no descuidamos y no guardamos la palabra el señor llama a su pueblo y le dice tú tienes que velar sobre tu propio corazón y tienes que velar sobre el corazón de tus hijos Tú como padre, amado hermano, que has visto la naturaleza del corazón de tus hijos, la realidad del corazón, tú tienes que cuidarte. Tú tienes que cuidarte de no imitar a los hombres y mujeres de este mundo, que no les importa la naturaleza y el corazón de sus hijos. No le importa su propia condición espiritual. El papel del hogar en la familia está aquí claramente señalado por Dios. En primer lugar, debo de guardar mi propio corazón. Yo como hombre, mi esposa como mujer, yo soy un cristiano, mi esposa es creyente, debemos de guardar nuestro corazón para obedecer la palabra de Dios. Debemos estar luchando juntos para mantenernos firmes en los caminos del Señor. Versículo 9. No sea que se aparte tu corazón del Señor. Siguiendo el mal ejemplo de los que no se congregan. Siguiendo el mal ejemplo de los que no memorizan, leen la palabra de Dios. Siguiendo el mal ejemplo de los mundanos, del mundo y su maldad. No, no hay permiso para el creyente a ser como los hombres del mundo. No hay permiso. Porque yo te hago la pregunta, ¿tú eres hijo de quién? ¿Hijo del diablo o hijo de Dios? Pues si tú eres un hijo del diablo, yo entiendo que quieras hacer las cosas de tu padre. Pero si tú eres un hijo de Dios, tú no puedes imitar al diablo. Tú tienes que imitar a Dios, amar a Dios, servir a Dios. Tú eliges ser hijo del diablo. Muy bien, ahora te entiendo. Por eso no quieres congregarte. No quieres perseverar la adoración. Entiendo tu camino. No lo comparto. No estoy de acuerdo. Y quiero que te arrepientas. Pero sí entiendo por qué andas en ese camino. Pero amados hermanos, Dios nos llama a nosotros a estar atentos sobre nuestro propio corazón, porque es facilito que nos dejamos llevar con la fiesta, los cumpleaños, el año nuevo, la Navidad, y todas esas cositas bonitas. Y te ves que de que entra noviembre, la gente le entra como un aire de frescura y de alegría. y pasa de noviembre llega a diciembre y continúa el tiempo de frescura y de alegría y queremos seguir en vacaciones como si como si dios fuera algún problema en tu vida no hermano mire yo me comí una catamara igual que usted yo me comí mi frijol igual que usted pero seguí siendo cristiano y di gracias a dios y alabé al señor por esa buena cena y por esa reunión familiar todo en el señor todo en el señor el mundo dice todo sin dios ni me lo mencione hasta las películas que dicen ser cristiana no mencionan a jesucristo por ningún lado hermano dicen ser cristiano cristiano cristiano viene de cristo pero no mencionan a cristo nos sentamos una película supuestamente cristiana y no mencionan para nada el arrepentimiento ni la salvación para nada porque no son cristianos Están en este mundo y pertenecen a este mundo. Muchos así, amados hermanos, se descuidan, descuidan su alma, descuidan su familia. Pero quiero, amado hermano, que observe cómo el versículo 10, perdón, cómo el versículo 9 al final dice que además de cuidar de nosotros mismos, también debemos de cuidar de nuestros hijos. Es una doble responsabilidad. Yo soy el mayor. Yo soy responsable de mí mismo, pero por ser el mayor, soy responsable también de mis pequeños. Y eso dice el versículo. Y no se aparten de tu corazón todos los días de tu vida, sino que las hagas saber a tus hijos y a tus nietos. Si tú eres abuelo, No sé por qué se ha también vendido una idea de que si tú eres abuelo, ya tú no tenés nada que ver con tu familia. No, no, no. Si tú eres abuelo, Dios también te llama a proclamar el hermoso mensaje que tú has recibido en tu corazón. Si tú eres papá, Dios te llama a compartir el hermoso mensaje de la palabra de Dios en tu corazón, que has recibido en tu corazón. el texto habla como Moisés llamó la atención a Israel y les amonesta y les dice cuídense guarden su alma pero también guarden el alma de sus hijos cuídense pero también cuiden a sus pequeños cuídense ustedes mismos pero también cuiden su hogar ¿Cómo? guardando tu alma con diligencia para que no te olvides de las cosas, para que no se olvide tu corazón de la palabra, para que no se olvide tu corazón de Dios. Yo soy responsable como papá de cuidar que mis hijos se pierdan. Yo soy responsable. Tú eres responsable como papá. Cuídate. Pero en el versículo 10 sigue hablando nuestros corazones. Recuerda, recuerda el día que estuviste delante del Señor tu Dios en Horeb. Recuerda como Dios dijo, reúnenme al pueblo para que yo les haga oír mis palabras, a fin de que aprendan a temerme todos los días que vivan sobre la tierra. y las enseñen a sus hijos recuerda tenemos que vivir recordando la palabra del señor para guardar nuestro corazón para obedecer la palabra nuestro corazón a fin de temer a dios de conocer a dios de honrar a dios de servir a dios primeramente yo Y enseñar a mis hijos a servir a Dios, a honrar a Dios, a temer a Dios. Si un papá, si una mamá no viene a la iglesia, es muy posible que sus hijos tampoco quieran venir. Es muy posible. Si la gracia de Dios obra, tal vez el niño venga, aunque el papá no venga. Gloria a Dios. ¿Pero dónde está el responsable de tu alma? ¿Dónde está la responsable de tu alma? Esa responsable es tu padre y tu madre. Ellos deberán de estar aquí enseñándote cómo se adora, enseñándote cómo se sirve a Dios. Hermanos amados, en este mundo tendremos aflicción. Pero créanme, la aflicción no será nunca una piedra de tropiezo para adorar a Dios. Usamos todas esas cosas, me duele una uña, me duele un pie, el niño tiene gripe, y todas esas cosas para descuidar nuestra alma y la de nuestros hijos. Usamos todas esas cosas. En vez de usarla para orar, para llamar a la iglesia, oren por mí, para pedirle al pastor, pastor, venga a visitarme, no usamos nada de eso. No hacemos nada de eso. Las enfermedades se han convertido tristemente en un pretexto aún para nosotros alejarnos más de Dios. Y eso es una mentira, eso es un error. Tu corazón te está engañando. Cuídate de no dejarte llevar. La familia está llamada, amados hermanos, a guardar a sus hijos El papel del hogar, la enseñanza tiene que ver, amados hermanos, con tú participar activamente de lo que Dios nos está mandando a hacer. Miren cómo Dios llama a Moisés para que reúna al pueblo. Versículo 10 de Euteronomio 4.10 Reúneme el pueblo. Ahí estaban niño, joven, adulto, papá, mamá, abuelo, todo el mundo. Reúneme al pueblo para que yo les haga oír mis palabras. Moisés iba a tomar la escritura e iba a leer la palabra, iba a explicar la palabra. para que ellos lo obedecieran. Moisés iba a instruirlos. Hermano, ¿cómo estamos aquí nosotros? ¿Cómo estamos aquí nosotros? ¿Con qué fin? ¿Para qué estamos aquí? Para temer a Dios, para que aprendamos. a tener una relación reverente, para que aprendamos a tener una relación humilde, gozosa, para que conozcamos a nuestro Dios, nosotros y nuestros hijos. Pero no se queda en nosotros, sino que se nos dice y las enseñan a sus hijos. Es decir, que yo debo de estar en la adoración a Dios, yo debo de estar participando del culto de adoración, pero también debo de estar junto a mis hijos en esa adoración. Una práctica piadosa es que los padres muestren a través de su vida, su ejemplo, la piedad, la palabra de Dios, a sus hijos. la familia está llamada a participar del culto público hermanos deuteronomio capítulo 4 versículo 10 recuerda dios nos mandó a reunirnos y en esa reunión reúnen el pueblo para que yo les haga oír mis palabras recuerda Reúneme el pueblo, ese fue el mandato de Dios. Reúneme el pueblo. Bueno, por eso usted ve que los judíos, aún sin templo, en sinagoga se reunían. Porque estaban allí y debían de perseverar la fe. ¿Y cómo lo harían? ¿Cada uno en su casa? No. había una adoración privada pero también había una adoración pública reúnenme al pueblo para que yo les haga oír mis palabras reúnenme al pueblo no es posible cuando dios llame a su pueblo a través de ese líder a través de sus pastores, a través de Moisés, a través de los pastores de la iglesia. Reúnenme al pueblo para que oigan mis palabras. El pastor los llama a la iglesia. Vamos a congregarnos y no vamos a congregar en este horario porque tenemos estos propósitos. No es posible que uno se quede en su casa. Porque ha sido el Señor que ha mandado a ese siervo de Dios a que reúna al pueblo y les haga oír sus palabras. queridos hermanos estas son las palabras del señor dada a moisés y moisés las está recordando recuerden así empieza el versículo 10 recuerden debemos de reunirnos para oír las palabras del señor a fin de que aprendamos a temer a dios todos los días que vivamos sobre la tierra y las enseñemos a nuestros hijos. Ese es el principio de la adoración en el culto del Día del Señor. Ese es el principio que nos regula por qué nos congregamos. Ese es el principio que nos regula por qué usted debe estar aquí en el culto de adoración y no en la playa y no en Mall Premier. Y no es una actividad de actividad de esta que hacen desfiles y cosas así. Ay, que yo soy de Juticalpa, y yo soy de Catacama, y yo soy de Jesucristo. ¿Y qué? Yo soy primeramente cristiano. Y después soy todo otro que usted quiera. Dios me ha llamado a reunirme. Yo no puedo estar en una actividad de las princesas de Juticalpa. Vamos a elegir la princesa de Juticalpa. Muy bien, vamos a elegirla de lunes a sábado. Ahí tenemos todos esos días, seis días. Elijan un día. Porque el domingo no puede ser, si es el día del Señor. No es el día de la princesa de Juticalpa. No es el día de toda la gente que se inventan actividades, el juego de fútbol, vamos a jugar los potros contra qué cosa. ¿Qué importa que sean los potros? Dios manda a que su pueblo lo adore. Todo lo demás se debe de hacer en otro día. hermano porque cuando dios llama que nos reunamos es un mandato a su pueblo no es una sugerencia los impíos son rebeldes y va a decir no no vamos para el culto me voy para el fútbol porque yo llego a adorar al diablo oiga bien no me malinterprete el fútbol el fútbol no es del diablo Dios ha dado esa destreza a los hombres. Dios bendice el fútbol y bendice a los jugadores. Pero, por favor, respeta a Dios. Hónralo en su día. Adóralo en su día, que es el domingo, en el culto público. Pon todo en su lugar. Mi familia, lo más importante. Y se matan por la familia. Todo eso está muy bien, trabaja, esfuérzate por la familia, pero nunca pongas a tu familia por encima de Dios, porque eso es idolatría. Más bien, trae a toda tu familia a la adoración a Dios, para que todos amen a Dios, teman a Dios. Hermano, aquí nunca ha habido, aquí nunca ha visto conflicto. Dios no ha hecho conflicto entre la familia, el fútbol, el mall, nada de eso. Dios ha hecho todas esas cosas buenas. El conflicto está en nuestro corazón que es idólatra, egoísta, desobediente a Dios. Es aquí que está el problema. En mi corazón, en tu corazón. Por eso, amado hermano, dice el texto, cuídate. porque estamos en este mundo y en este mundo parece que la mayoría parece que la mayoría es la que lleva la voz cantante pero no en este mundo el que gobierna es dios él es el soberano y no importa donde tú estés tú eres un hijo de dios no un hijo del mundo fuimos sacados del mundo llamados a servir a dios donde quiera que estemos Hermano, cuando yo voy al mall, yo lo disfruto. Yo miro y camino y hablo, pero no en el Día del Señor. O por lo menos no hasta que el día termine, porque cuando el Día del Señor termina. Pero hay un equilibrio para todo. El fútbol yo lo disfruto. El básquet, el béisbol, todo eso es deporte. Pero hay un límite, hermanos, que si lo traspasamos, si desobedecemos, si en vez de estar adorando a Dios con nuestros hijos, en el culto de adoración estamos en una cama durmiendo de perezosos, la pereza no te va a salvar. Deje tranquilo. Deje tranquilo. Deje eso ahí. La pereza no te va a salvar. La negligencia no va a ser una bendición para tu alma. La vida cristiana no se puede vivir a mi manera. Es como Dios manda. Y en obediencia a Dios. Por eso, amados hermanos, cuídate. La mayoría de cristianos hace lo que le da la gana. Qué vergonzoso que ahora las iglesias se definen por lo que hagan otras iglesias, no porque tal iglesia está tal cosa, tal iglesia está tal cosa. Y las escrituras, ¿qué pasó? ¿Qué dice la Biblia? ¿Qué dice Dios en su palabra? ¿Cómo dice Dios que debe de hacerse? Mano, en las iglesias ahora son conciertos lo que hay, no hay culto de Dios. Conciertos para el pastor, él es la estrella. El obispo, el apóstol, la apóstol y toda esa cosa. Y son súper estrella ahora. Y la palabra de Dios la han tirado a una esquinita, si es que la leen. Porque ahora es todo lo que el pator se sueñe y se inventa en la noche para vendérselo en el culto. Y Dios no ha hablado a través de su palabra. ¿Y qué pasó con su palabra? ¿Por qué está relegada a una esquina, a un sofá, al polvo? Cuídate. Cuídate. Reúneme al pueblo. para que oigan mis palabras la palabra de dios ha sido revelada por los pastos por los apóstoles por los profetas y es esta palabra que está aquí escrita hermano No son los inventos de los hombres, ni los sueños, ni las visiones de los hombres. Esta palabra, a esto se refiere. Toda Escritura es inspirada por Dios, es a esta Biblia, es a la Biblia que se refiere, no a los sueños de la gente. ¡Cuídate! Amado hermano, como padres estamos llamados al culto público y estamos llamados a estar con nuestros hijos ahí. y enseñarles a ellos, instruirlos a ellos, guiarlos hacia Dios. Pero yo mismo en mi corazón debo de estar trabajando con eso. El creyente no está llamado a decidir cuándo congregarse, está llamado a obedecer a Dios y su palabra. Está llamado a obedecer a la instrucción pastoral para que continúen adorando a Dios durante el día del Señor. De ahí surge el tema tan básico, tan necesario del Día del Señor. Para mucha gente, Día del Señor es todos los días. Y yo entiendo ese pensamiento. Yo creo que Dios debe ser adorado todos los días. Sí, eso es cierto. En todo lugar, correcto. Pero Él ha apartado un día, porque Él es el soberano. Y hay un día especial, particular, para usted reposar, para usted descansar, renovar sus fuerzas, dormir, pero también para adorar, para celebrar el gran nombre de Dios. Usted debe hacerlo todos los días, si eso es cierto, pero también hay un día de reposo cristiano, el Sabbat cristiano. y uso la palabra sabat en hebreo como la palabra reposo hay un sabat cristiano hermano que la gente no respeta que la gente no honra y es el cuarto mandamiento seis días tienes para trabajar más el séptimo es el día del señor Amados hermanos, es escritural, pero nosotros hemos tomado la decisión de hacer las cosas a nuestra manera, de caminar a nuestra manera. Usted va a las escrituras en el Nuevo Testamento y va a encontrar que la iglesia se reunía, pero no lo hacía el sábado, lo hacía el domingo, el primer día de la semana. Allí hubo una separación de los judíos con el sabat, en el sentido del sábado, y la iglesia cristiana, porque los judíos celebraban algo muy diferente a los cristianos. Los judíos nunca reconocieron a Jesucristo como Señor y Salvador. Los judíos mataron al Cristo y no reconocieron la resurrección, no reconocieron la venida del Espíritu Santo. Nosotros no somos judíos, somos cristianos. Y por eso está la diferencia, la separación. Y por eso el apóstol Pablo, usted lo va a encontrar reuniéndose con la iglesia el primer día de la semana. Y recuérdese que Pablo conocía muy bien a los judíos porque él era judío. Entonces, hermanos, no era por ignorancia que Pablo lo estaba haciendo. Pero amados hermanos, entendiendo eso, Dios nos llama a congregarnos, a adorarle. y también a guiar a nuestros hijos. Si nosotros reconocemos humildemente la condición espiritual de nuestros hijos, sus luchas y sus debilidades, sus pecados, de que son pecadores, hermanos, tenemos una responsabilidad. Una responsabilidad con sus almas. Tenemos que estar juntos con ellos en la adoración pública. No podemos olvidar lo que hemos aprendido. No podemos olvidar el mandato que se nos ha dado. No podemos olvidar nuestra responsabilidad. ¿Cuál es el papel del hogar en la enseñanza? Está llamada a la familia, en primer lugar, a adorar públicamente a Dios. Reúneme al pueblo, grandes y pequeños, todos, para que oigan mi palabra. Para que la guarden, para que aprendan a temerme, para que enseñen a sus hijos. Pero también, en segundo lugar, el papel del hogar en la enseñanza es promover la piedad, la devoción. El mismo texto lo enseña. ¿Para qué nos reunimos? Para aprender, versículo 10, para aprender a temer a Dios. Tenemos, hermanos, que enseñar a nuestros hijos a temer a Dios. No saben cómo adorar a Dios. Hermanos, si nosotros dejáramos a los niños, aquí tuviéramos un juego ahora mismo de pelota. Y estaríamos aquí nosotros, y ellos tirándonos la pelota por arriba de nosotros. ¿Por qué? Porque no saben adorar a Dios. No tienen ni idea de lo que están haciendo. Su vida está centrada en su propio ego, en ellos mismos. Si usted lo pone de gira entre la televisión, o un cine, o el Mall Premier y la iglesia, adivine qué va a tomar. Porque su corazón es idólatra, egoísta, inclinado al mal. Mano, tenemos que unir las enseñanzas, una responsabilidad y una realidad, la realidad de su pecado y la realidad de mi responsabilidad como padre. Ambas cosas van de la mano. Deuteronomio capítulo 4 versículo 5. así que versículo 6 guardarlos y ponerlos por obra porque ésta será vuestra sabiduría y vuestra inteligencia ante los ojos de los pueblos que al escuchar todos estos estatutos dirán ciertamente esta gran nación es un pueblo sabio e inteligente hermanos miren Dios nos enseña su palabra, sus decretos, su instrucción a fin de que nosotros la guardemos y la cumplamos. Dios nos da su palabra a fin de que nosotros practiquemos la santidad en el temor de Dios. Esa es nuestra sabiduría. Qué alegría ver cuando hay un hijo que ha sido instruido por sus padres, enseñando la palabra de Dios, qué alegría verlo entre otros niños. Ese niño es diferente. ¿Qué tiene de diferente? El trabajo que sus padres han hecho. Le han enseñado a obedecer, a ser diligentes, a amar a Dios. Es muy fácil reconocer a un niño que está siendo instruido en el hogar. Es muy fácil verlo. Cuando yo voy a la canchita a ver los jugadores de fútbol, a ver los muchachos jugando, yo me doy cuenta fácil de los niños que están en la calle todo el día. Cuando abren la boca y hablan, me doy cuenta. Me doy cuenta de los niños y de las niñas que sus padres los instruyen cuando juegan y patean y maltratan a sus compañeros. Uno se da cuenta. La forma de actuar, la forma de hablar te dice el trabajo que se está haciendo o te dice que no hay nadie haciendo nada con ese muchacho. Por eso el Señor nos ha dejado su palabra. Por eso el Señor nos ha dejado su mandamiento. Hermano, nosotros como padres somos los primeros Dios nos dice, mira que yo os he enseñado, yo te he enseñado, yo te he instruido decretos, estatutos, tal como el Señor mi Dios me ordenó, para que los cumpláis en medio de la tierra en que vais a entrar. Yo te he enseñado, hermanos, cada domingo que nos reunimos aquí, Hay enseñanza, yo les he enseñado y les sigo enseñando. Pero si usted decide ser rebelde a la enseñanza, yo no puedo ir a su casa y cambiar la realidad que usted va a tener. La misma desgracia que están viviendo muchos padres aquí en Juticalpa es la que usted va a tener en su casa. ¿Por qué? Porque usted no oye la enseñanza y no la quiere obedecer. la misma realidad de un papá impío que pone a trabajar a sus hijos como abuelle es la que tú mismo vas a practicar porque tú oyes las enseñanzas y tú no haces caso los primeros que tenemos que poner en práctica la enseñanza somos nosotros los padres los hombres y mujeres de esta iglesia pero si los que están aquí no obedecen la palabra de dios y simplemente hacen lo que hace todo el mundo, ¿quién te va a salvar en el juicio final? Cuando Dios juzgue esta nación, cuando Dios traiga juicio sobre Juticalpa, ¿por qué tú haces lo mismo que hacen todos los demás? ¿Tú eres igual de malo? ¿Quién te va a salvar a tu familia? A ti, ¿quién te va a salvar? Porque no es Dios. Dios te está trayendo enseñanza cada domingo, y tú vives igualito que los impíos de la calle. Entonces, no hay ninguna diferencia. Tú amaneces en la calle igualito como amanecen los impíos. Tú bebes igual que ellos beben. Tú andas con mujeres, con hombres impíos igual como ellos, que tú eres al final. Cristianos, por venir a la iglesia aquí dos horas. No, tú eres un impío. Porque tú haces y practicas lo mismo que ellos hacen. Eso es lo que tú eres, un impío. Hermanos, estas palabras son para nosotros. Él nos enseña su palabra para que nosotros la guardemos y la pongamos por obra, para que esa palabra sea lo que nos distinga de los demás. Nos haga diferentes. Venga, fulanito, vamos a jugar. Usted va a estar aquí y juegue. Usted va a ser defensa. Usted va a ser delantero. Un hombre que ha aprendido a obedecer, que cumple con su deber, va a ser lo que su coach le mande. Pero un niño desobediente, rebelde, no va a ser nada. Ni en el juego, ni para el juego sirven, hermano. Ni para jugar sirven. Porque en su casa nadie le instruye, nadie le enseña. Nadie le ayuda a mirar al temor a Dios. Qué triste. Esta generación es una generación que va a perderse totalmente si nosotros como padres no hacemos un cambio primeramente en nosotros. Y segundo, instruimos a nuestros niños. Si ya hay generaciones de bolos, abuelo, papá y nietos, si hay ya generaciones de drogadictas, papá, mamá, abuelo, tía y nietos, si ya hay generaciones de gente ladrona, perversa, abuelo, papá, tío, nietos, imagínese cuánto más será. Si nosotros que estamos aquí oyendo la palabra no hacemos nada con ella y no obedecemos, tus hijos no serán mejores que los demás, morirán igual o peor. Hermanos, esto es serio. Si hoy no escuchamos la palabra del Señor, si hoy no guardamos la palabra de Dios, no solamente nosotros, sino también nuestras próximas generaciones serán destruidas. Por eso el Señor nos dice, el papel de tuyo, el papel tuyo en el hogar es muy importante. Papá, mamá, dejen esa guerra como tienen en este mundo, una guerra de sexos. Hombre contra mujer, mujer contra hombre. Eso no es así en el evangelio. Eso no es así en el evangelio. Dejen esa guerra de hacer lo que cada uno quiere hacer. Eso no es así en el evangelio. En el evangelio nos sometemos los unos a los otros en el temor de Dios. Hermanos, no puede ser que oigamos la palabra y no hagamos caso. Ahogando la palabra con nuestros afanes, ahogando la palabra con nuestros temores, el temor lo que dirán, endureciendo nuestro corazón. Esos son los tres tipos de terreno que habían en el campo cuando se sembró la palabra. Solamente había uno, un terreno bueno, uno solo. ¿Qué hizo ese terreno? oyó la palabra, la entendió, la recibió y la puso por obra. Ese es el buen terreno. Por eso, amados hermanos, nosotros queremos que nuestros hijos sean transformados, pero sin padres es una obra difícil de hacer. Yo, el pastor Dante, va a luchar por sus hijos. Aún lucharé contra los padres necios que no quieren obedecer, por amor a sus almas y salvación de sus hijos. Pero oíganme bien, su responsabilidad es esa. En la iglesia vamos a tener la escuela dominical. Tiene dos domingos que no se da porque no vienen. Y está aquí el maestro. Vamos a tener reunión de jóvenes. Usted es responsable de mandar a su hijo, de mandar al muchacho. Entonces, óigame bien. Estamos aquí para hacer la voluntad de Dios. La pregunta es, ¿tú estás aquí para hacer la voluntad de Dios? Porque va a exigir. Yo prediqué a las 9. Estamos predicando ahora hasta las 12. Predicaremos ahorita a las 6. Tú vas a estar aquí para recibir la palabra. Yo sí estoy comprometido con Dios. ¿Y tú? ¿Cuál es tu compromiso con el Señor? Si usted se quiere ir al mundo, las puertas están abiertas. El que se quiera ir, que se vaya. ¿Usted quiere mundo? Váyase al mundo. Pero aquí no venga a poner la iglesia de relajo, porque Dios no es ningún relajo. Es importante, hermano, entender, o usted está comprometido o no lo está, o usted recoge con el Señor, o usted deparrama con el diablo. Los padres tenemos una responsabilidad. Y la iglesia está dispuesta a apoyarlo en esa responsabilidad. Pero tú vas a asumir tu rol, tu responsabilidad. Porque yo tengo hijos y yo conozco cuáles son mis hijos. Y sobre eso yo voy a trabajar. Y tus hijos se van a perder. Tus nietos se van a perder. Tus chornos se van a perder, estando tú ahí. Se van a perder. Es triste, hermanos, pero esa es la realidad. Es lo que va a suceder. Se van a perder si no hacemos nada. Como decía alguien, lo único que tiene que suceder para que el mal avance es que los que dicen ser hombres y mujeres piadosos no hagan nada. Modifique la frase, ¿verdad? Pero esa es la idea. No haga nada. No venga al culto. Quédese en su casa. Vea mucha televisión. Visite todos esos lugares en pío. ¿Dónde terminarás? ¿Quién eres? ¿Eres realmente cristiano? ¿O eres simplemente una imagen, una careta, una hipocresía? Amados hermanos, el papel del hogar en la enseñanza es importante y la iglesia va a cumplir con su deber, pero si los hombres se pierden, se perderán por su impiedad. Vamos a cumplir con nuestro deber, pero usted debe estar comprometido para que su deber Unido a nosotros, juntos trabajemos con un mismo propósito. El temor a Dios en la vida de nuestros hijos, que sean jóvenes, piadosos, que amen a Dios, que sirvan a Dios, donde quiera que Dios lo mande. Donde quiera que Dios lo mande, pero que sirvan a Dios en cualquier lugar. Dios conceda que su iglesia se ocupe de estas cosas, esté preocupada por estas cosas. Porque eso es ocuparse y preocuparse por el reino de Dios en tu hogar, en el mundo, en Uticalpa, en Olancho, en Honduras. Este es nuestro deber. No, amado hermano, no le sigas el juego al mundo. Todo tiene su tiempo. Todo tiene su lugar. Todo tiene su tiempo. Dios conceda que tú y yo podamos trabajar como un solo hombre. para que la gloria de Dios sea reflejada en la vida de nuestros hijos. Y sí, queremos que sean diferentes. No queremos otra generación que se pierda. Queremos que sean diferentes. Vamos, hermanos, a orar. Padre, damos gracias por tu palabra. Damos gracias por Cristo. Damos gracias por su evangelio. Llénanos de tu poder y gracia para hacer estas cosas. Danos un corazón tierno para seguir aprendiendo tu palabra para ponerla por obra. Transforma nuestras vidas a nuestros hijos, nuestros matrimonios, a nuestros nietos. Transformalos para tu gloria. de misericordia de ellos, para que ellos también prosperen, para que ellos sean, Señor, prosperados en sus estudios, prosperados en sus escuelas, prosperados en sus trabajos, para que en todo lo que hagan, por cuanto andan contigo, tú los prosperes. Señor, llénanos de tu evangelio y tu palabra. En Cristo te lo pedimos. Amén.
El papel del hogar en la enseñanza
El papel del hogar en la enseñanza
Sermon ID | 1625557472659 |
Duration | 47:01 |
Date | |
Category | Sunday School |
Bible Text | Deuteronomy 4:9-10 |
Language | Spanish |
© Copyright
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