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Hermanos, en esta mañana quiero que vamos más que todo a reflexionar en qué ha pasado en nuestras vidas, qué ha pasado en nuestros hogares, qué ha pasado en mi ministerio en cuanto a las cosas de Dios. Y en esta mañana quiero que reflexionemos que meditemos o pensemos en aquellos hermanos o en aquellas hermanas que por cualquier motivo se han quedado en el camino, no han seguido adelante. Aún nuestros familiares se han quedado en el camino. hemos ido, conocemos hermanos en esta iglesia, conocemos hermanos en otras iglesias, en nuestros países, que vamos y de repente volvemos a ir y no nos encontramos, y preguntamos, ¿qué se hizo el hermano? Pues, ya no está sirviendo, ya no se está congregando, y eso duele, eso duele saber a aquellos hermanos que han estado en la iglesia, que le han prometido comprometerse fielmente a servirle a Dios se han comprometido a servirle a la iglesia hoy ya no están se han quedado en el camino nos duele porque son hermanos que ya no están pero también este mensaje no sólo es para los que ya no están sino para nosotros que estamos aquí Y si estamos aquí es por la gracia de Dios. Si estamos aquí es por la gracia de Dios. Y ojalá Dios nos permita, mientras Él venga, continuar siempre adelante en sus caminos. Siempre adelante. Busquemos puestos de pie, hermanos. Vamos a leer un pasaje. en el libro de Marcos Marcos en el capítulo 10 Marcos 10 de 17 al 24 ¿Lo tienen hermanos? La palabra de Dios nos dice Y saliendo él para ir su camino vino uno corriendo e hincando la rodilla delante de él le preguntó Maestro bueno, ¿qué haré para poseer la vida eterna? Y Jesús le dijo, ¿por qué me dices bueno? Ninguno hay bueno sino sólo uno, Dios. ¿Los mandamientos sabes? No adulteres, no mates, no hurtes, no digas falso testimonio, no defraudes, honra a tu padre y a tu madre. Él entonces respondiendo le dijo, Maestro, Todo esto he guardado desde mi homosedad. Entonces Jesús mirándole, ámole y díjole, una cosa te falta, ve, vende todo lo que tienes y da a los pobres y tendrás tesoros en el cielo y ven y sígueme tomando tu cruz. Mas el entristecido por esta palabra se fue triste porque tenía muchas posesiones. Entonces Jesús, mirando alrededor, dice a sus discípulos, ¿cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas? Oremos, Padre, gracias. Gracias por este momento en que nos permites predicar de tu palabra. Gracias, oh Señor, porque venimos confiando en que tú nos hablarás conforme a nuestras necesidades. confiando en padre que tú tendrás la palabra adecuada para nuestras vidas porque necesitamos seguir en tus caminos padre necesitamos seguir te necesitamos amar necesitamos servirte señor gracias por tu gran amor gracias por tu gran misericordia para con nosotros y en este año que estamos terminando señor no tenemos más que darte las gracias porque tú permaneciste fiel para con nosotros señor a unos otros siendo infieles y eso es sólo por amor a cada uno de nosotros Suplicamos que el próximo año, Señor, que vamos a comenzar dentro de poco, también nosotros podamos serte fiel, Señor, y que tú sigas derramando desde bendiciones en nuestras vidas, en nuestros hogares y en tu iglesia. En Cristo Jesús oramos y las gracias te damos. Amén. El mensaje de esta mañana le he titulado No nos quedemos en el camino. No nos quedemos en el camino. Porque hay hermanos que se han quedado en el camino y no siguen las cosas de Dios. Damos gracias a Dios porque nosotros podemos estar aquí, pero quisiéramos que aquellas personas que no están ahora aquí estuvieran aquí con nosotros, alabando y cantándole a nuestro Dios, pero tristemente no están. No estoy hablando, hermano, de aquellos que han partido para la presencia del Señor. Aquellos que el Señor ya se los ha llevado y están descansando. Ellos están cantando allá mejor que nosotros. Estoy hablando de aquellos que por cualquier motivo se han apartado, se han ido de la iglesia. No han perseverado. ¿Por qué es que se han apartado? Tal vez es, hermano, porque a veces no vemos el costo de servir a Dios. Hermanos, cuando Dios nos llama, cuando Dios nos salva, no todo va a ser color de rosa. No todo lo que nosotros querramos va a ser como nosotros deseamos. Nadie nos dijo. Sería mentiroso si les dijera que cuando vienen a Cristo Jesús todos sus problemas van a acabar. No. No. No tenemos garantía, hermanos, de que todo nos va a ir bien en la vida. No tenemos esa garantía. La única garantía que podemos tener es que somos salvos por la gracia de Dios y es lo más mejor que puede haber en cada uno de nosotros. Esa salvación tan grande es la única garantía que tenemos, que somos salvos, que Dios, a través de su Hijo, nuestro Señor Jesucristo, nos ha librado, nos ha salvado y podemos decir que somos hijos de Dios. Es la única garantía que usted y yo tenemos en este momento. De que le vamos a servir a Dios, le vamos a servir. Van a venir problemas, van a venir problemas. Pero por eso no vamos a dejar de ser hijos de Dios. Y eso es lo que pasó con aquellas personas que no han seguido en los caminos de Dios. No miraron, no vieron que servir a nuestro Señor también tiene sacrificios. también hay mucha responsabilidad y cualquier cosa nos ha apartado o los ha apartado de las cosas de Dios. Vamos a ver hermanos el ejemplo de varias personas que querían seguir a Jesús pero al saber el costo de la vida cristiana se desanimaron, se quedaron en el camino. Espero que esta no sea la situación de nosotros que si estamos aquí es porque queremos de todo corazón servirle a nuestro dios que si estamos aquí es porque le amamos a él porque nos amó primero y que este año 2018 hermanos que está terminando podemos decirle señor para el próximo año 2019 yo quiero servirte yo no quiero quedarme en el camino yo quiero seguir sirviéndote pase lo que pase venga lo que venga mi vida yo quiero seguir amándote yo quiero estar ahí oh hermano como que hermoso sería para nuestro Dios escuchar de parte de nosotros esas palabras estar en la casa de Dios es lo más hermoso que podía existir y si nos vamos ahí en marco ahí mismo donde leímos en marco 17 marco 10 17 22 marcos 10 del 17 al 22 nos dice la palabra de Dios y saliendo él para ir a su camino, vino corriendo e hincando la rodilla delante de él y le preguntó, maestro bueno, ¿qué haré para poseer la vida eterna? Ya leímos todo eso, entonces en el 23 dice, entonces mirando alrededor, dice la edad de los discípulos, ¿cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen las riquezas? En otra versión dice, ¿cuán difícilmente los que confían en las riquezas? Si ponemos nuestra confianza en las riquezas, va a ser difícil que entremos en el reino de Dios. entonces este joven hermano se le acerca a Jesús y le dice maestro yo quiero seguirte yo quiero ir a donde quiera que vayas y que es la que dice nuestro señor Jesucristo está bien pero primero dice debe de dar todo lo que tienes a los pobres hermanos no era que Jesús nuestro señor Jesucristo tenía problemas con el dinero o que él no quería que este joven tuviera dinero, o simplemente que el evangelio no se lleva bien con el dinero, no. Al contrario, necesitamos el dinero para poder seguir predicando en otros lugares la palabra de Dios. Eso no es lo que está diciendo nuestro Señor Jesucristo. Él está tratando, en otras palabras, él no quería, cuando le dice, quiero seguir, le dice, vende todo lo que tienes y dale a los pobres. Él le está diciendo tus riquezas. pueden estar atadas a ti. Tus pensamientos pueden estar atados a ti. Tus negocios pueden estar siguiendo atados a ti. No te va a dar la libertad de poderme servirme. Si quieres seguirme, debes hacer lo que hizo Pedro, lo que hizo Juan, lo que hizo Mac, todos tus discípulos. Dice que dejando todo, le siguieron. Dejaron empleos, dejaron familias, dejaron barcas llenas de peces para seguir a nuestro Señor. Le dice, tú tienes propiedades que cuidar, Tú tienes empleados, dinero en el banco, todo eso te puede estorbar para servirme. Acá hay hermanos que, gracias a Dios, Dios les ha bendecido económicamente, y gracias a Dios porque le están sirviendo, no ha sido un impedimento para seguirle sirviendo a nuestro Dios. Pero si hay personas que por amor al dinero, no siguen a nuestro Señor Jesucristo. Entonces, cuando Él le dice regala todo a los pobres, y después me sigues. Dice la palabra de Dios que este joven, ¿qué? Es una palabra, hermano, dice, y este joven se fue, triste. Ha de haber dicho, bueno, por lo menos, dice el joven, yo pensé que me iba a pedir otra cosa, pero me está pidiendo que deje todo, lo venda todo y lo reparte. No, dice. Eso no es para mí. Yo que he luchado tanto por esto, Ahora voy a venderlo, a regalarlo a los pobres y quedarme sin nada. No dijo. Esto no es para mí. Y se quedó en el camino. No quiso seguir en el camino, el señor jurista. Y el joven se fue triste, diciendo, yo no pensé que me iba a pedir esto. Se acerca a otro que tal vez le había escuchado la conversación entre ellos ahí. Estaba atento, así como a veces hay personas que nosotros estamos atentos a lo que están diciendo. Estaba otro ahí, escuchando. lo que está hablando este joven con nuestro señor Jesucristo le dice mira yo no tengo dinero yo no tengo propiedades yo no tengo posesiones así que yo puedo seguirte ahí en Mateo 18 18 del 19 al 20 en Mateo 8 19 al 20 nos dice la palabra de Dios Y llegándose un escriba le dijo, maestro te seguiré a donde quiera que fueres. Y Jesús le dijo, las zorras tienen cavernas y las aves del cielo nido, mas el hijo del hombre no tiene donde recueste su cabeza. Este que estaba escuchando la conversación entre Jesús y el joven rico fue y le dijo, mira, yo no tengo posiciones, yo no tengo riqueza, yo no tengo propiedades, yo no tengo familia, yo voy a seguirte a donde quiera que tú vayas. Y en el versículo 20 el Señor le da una respuesta. Le dice, mire, quiero que tenga algo en cuenta. Y le dice, en el versículo 20, le dice que las zorras tienen cavernas y las aves sus nidos, mas el hijo del hombre no tiene donde recueste su cabeza. En otras palabras, le está diciendo, ¿sabes qué? Van a haber veces que nos vamos a comer van a haber veces que vamos a dormir como los profetas fuera van a haber veces que vamos a dormir dice en hoteles un hermano nos va a invitar pero van a haber veces que le dice que vamos a dormir como dicen que ahora los estrellas están por estrellas vamos a dormir en un hotel estrellado pero porque iban a dormir afuera por las estrellas van a haber veces que no vamos a tener con que acobijarnos Van a haber veces que por almohada lo que vamos a tener va a ser unas piedras. Eso es lo que yo te puedo ofrecer". Y que fue lo que le contestó a esa muchacha. Dijo, siendo así, yo tampoco esperaba esto. Por lo menos yo pensé que nos iba a llevar al hotel donde trabaja la hermana Rosa, una vez por semana, una vez por mes, pero no. Estaba conforme a su comodidad. era aquel que estaba buscando servir a nuestro Señor Jesucristo, pero quería la comodidad. Hay muchos de nosotros a veces que es lo que decimos, quiero seguirte Señor, quiero servirte, pero no dejamos nuestras comodidades. También este otro joven se quedó en el camino, él no quiso seguir a nuestro señor segurista y le dice bueno siendo así no puedo seguirte por lo menos yo pensé que iban a ver quienes nos iban a servir o íbamos a dormir en una casa de un hermano íbamos a comer pero si la cosa es así no no voy a seguirte se quedó se quedó con el deseo también se puso triste nuestra posición hermano es de tengamos o no tengamos tenemos que seguir a nuestro maestro tenemos que servir a nuestros maestros, tenemos que amar a aquel que nos ha amado y que no nos quedemos en el camino. Hubo un tercero que también no pudo evitar la conversación y lo vamos a ver en Lucas 9, 59. En Lucas 9, todo esto ya lo hemos, se ha visto anteriormente en Lucas 9, el 59 al 62 dice y otro dijo y dijo a otro sígueme y él dijo señor déjame que primero vaya y entierre a mi padre y Jesús le dijo deja que los muertos entierren a sus muertos y tú ve y anuncia el reino de Dios entonces vamos a dejarlo ahí ese otro tercero dijo mira yo no tengo propiedades yo no tengo riquezas yo puedo dormir en cualquier lado yo puedo dormir Estuvo en el ejército, yo he servido y estoy acostumbrado a dormir parado, estoy acostumbrado a dormir fuera. A mí no me importa si hay donde dormir bien, si no hay donde dormir, también. Pero hermanos, el tercero dijo, yo soy el candidato ideal. Yo soy el candidato ideal. Porque yo no tengo todo eso que estos anteriores tenían. Le dice el señor, ok, sígueme. Oh, le dice, pero tengo algo que decirte que no te lo he dicho todavía. Le dice, deja primero que entierre a mis muertos. Deja primero que entierre a mi padre y después te seguiré. Hermanos, tal vez, a veces muchos piensan, muchos a veces pensaban que este muchacho tenía tal vez a su padre muerto en una funeraria y que nuestro señor Jesucristo estaba diciendo mira déjalo que lo entierren tú sígueme si quieres servirme sígueme deja que sus muertos entierren a sus muertos él no estaba pidiendo eso porque el padre no estaba muerto seguramente el padre de este joven era un padre ya de edad y él quería estar con su padre hasta los últimos días déjame dice que cuando ya mi padre ya muera pues déjame enterrarlo Y él le dice, deja que los muertos entierren a sus muertos. Lo que le estaba diciendo a este muchacho era que Dios le permitiera estar con sus padres mucho tiempo más, hasta que ellos se fueran para qué, tal vez a muchos, hasta para recibir la herencia que tenían en esos tiempos sus padres. Pero es tan poco, otro, más, que se quedó en el camino. Bueno, le dice nuestro Señor Jesucristo, En ese caso, como te lo dije, deja que los muertos sintieran a sus muertos. Y el joven se fue triste porque él quería seguir estando con su padre hasta que él ya no existiría. Entonces nuestro Señor Jesucristo le dice, en el 62, Jesús le dijo, ninguno que pone su mano al lado, que mira atrás, es apto para el reino de Dios. No es digno de ser mi discípulo. no es digno de ser presidente. Yo creo, hermano, que después de que estas tres personas, después de que nuestro Señor Jesucristo se entrevistó, habló con estas tres personas, Él dijo, fue cuando dijo, qué difícil, son cuando los ricos, los que buscan comodidades o los que quieren estar con su familia, me siguen. Probable que en esta mañana habemos muchos en esa situación, yo no sé. Usted sabe, usted se conoce a usted mismo. No sé cuál es su situación en esta mañana, sólo Dios la sabe. Pero Dios, nuestro Señor Jesús, vio a esos jóvenes. Uno que tenía mucho dinero, uno que quería comunidades, y el otro que tenía papitis agudas. otro que tenía papitis aguda, voy a enterrar a papá. Y está bien, jóvenes entierran a sus padres, pero primero es nuestro Dios. Después de que él ha visto, hermano, nuestro Señor Jesucristo era Dios en la tierra, y él sabía perfectamente lo que había en el corazón de nuestras personas. Y él sabe perfectamente qué hay en el corazón de nuestras personas. Y él únicamente no se queda ahí, sino que él sigue. Entonces, él lo lleva a Lucas, vamos a ir a Lucas catorce veinticinco y veintiséis y mucha gente se iban con él y volviéndose le dijo si alguno viene a mí y no aborrece a su padre y madre y mujer e hijos y hermanos y hermanas y aún también su vida no puede ser mi discípulo. Él está hablando a toda la gente que lo estaban en nuestra iglesia sirviendo a nuestro Dios tal vez muchos a veces antes pensábamos nosotros este tal loco es fanático cuando se metía tanto en las cosas de Dios le decíamos que era un fanático tan metido en la casa que está dejando todo está dejando su familia está dejando pero hermanos cuando dice aborrecer no es que está diciendo que aborrezcamos como conocemos eso de aborrecer a tal persona no está diciendo dejarlo todo porque hermano dice que la palabra de Dios el que no aborrece padre y madre puede ser mi discípulo. El orden perfecto para una vida saludable, espiritual y aún así para nuestra vida secular, el orden perfecto es, ustedes lo saben, primero Dios, luego la familia y después las otras cosas. Si invertimos los términos, estamos mal. Si ponemos a trabajo primero, la familia y Dios, estamos mal. Si ponemos la familia, si ponemos Dios y las otras cosas, estamos mal. Si queremos que nos vaya bien en nuestra vida espiritual y en nuestra vida secular, nuestros hogares, el orden divino es Dios, familia, trabajo o iglesia. Ese debe ser el orden que cada uno de nosotros debemos de seguir. Pero nosotros, por acomodarnos, hacemos todo al revés. Hacemos todo al revés y entonces, primero el trabajo, después la familia y después Dios. Dios no nos va a bendecir así y estamos pidiéndole a Dios que nos bendiga. Pero no estamos haciendo lo que realmente Él nos manda. Ahora hermanos, si miramos ahí en Lucas, ahí mismo en el 14, 16-24, nos dice, vamos a leer la palabra de la gran cena donde dice, un hombre hizo una grande cena y convidó a muchos, y a la hora de la cena envió a su siervo a decir a los convidados, venid que ya está todo aparejado, y comenzaron todos a uno a excusarse. El primero le dijo, he comprado una hacienda, necesito salir y verla, te ruego que me des por excusado, y otro le dijo, he comprado yuntas de weyes y voy a probarlos y ruego que me des por excusado y el otro dijo acabo de casarme y por tanto no puedo ir hermanos vamos para ahi ahora quiero que sentamos una cosa en cuanto a esto ninguno de los que excuso esta mal ninguno de los que dijo no puedo ir esta mal esta bien en lo que dijeron uno se excuso porque dijo que había comprado una hacienda. El otro había comprado unos bueyes. Y el último, el tercero, ¿qué dijo? Me casé. Ninguno de ellos está mal. Hay cosas que pensamos que hacemos mal, pero si dejamos a Dios fuera de lo que estamos haciendo, sí está mal. Pero si ponemos a Dios primero de lo que estamos haciendo, si está mal. Uno dijo no voy al banquete señor porque no dijo voy al banquete porque esta noche me voy de parranda, no, no dijo eso. El otro no dijo no pues esta noche no puedo ir a tu banquete porque tengo que ir con otros amigos a tal vez a asaltar un banco. El otro dijo no pues no puedo ir porque me toca ir a jugar un partidito de fútbol. No, no dijeron eso. Fueron excusas buenas las que dijeron para no poder ir al banquete. y qué sucedió entonces nuestro señor se dice la biblia que se molestó y le dijo en el 24 dice y vuelvo al cielo y saber estas cosas señor entonces enojado el padre de familia dijo a su siervo ve presto por las plazas y por la calle de la ciudad y mete acá los pobres los mancos cojos y ciegos son tres cosas legítimas hermano El primero preocupado por sus propiedades, sus terrenos, sus bienes, sus raíces. Es el tipo que está preocupado por todas las cosas terrenales. El segundo preocupado por su empresa, sus negocios. Él dijo, compré el último, tal vez el último modelo de bueyes en aquel tiempo y todo eso, y tengo que ir a ver si realmente están aptos para rápido llevarlo al arado. Y el tercero dice, ¿sabes qué? Me acabo de casar. Esta noche es mi noche de bodas, así que no puedo ir. El tercero estaba preocupado en hacer una familia. Son cosas buenas, pero no dejemos a Dios por fuera de esto. Ninguno de esos tres hermanos estaba en pecado. Nadie de ninguno de ellos tenía problemas con la ley, o problemas con un hermano, o problemas con una persona. no se habían portado mal. Ellos estaban correctos. Tenían su preocupación por hacer más dinero. El otro tenía su preocupación por el trabajo y el tercero tenía preocupación para hacer de su familia nueva. Son cosas sanas y que nadie las puede mirar mal. Pero Cristo estaba diciendo que primero que había que atender la invitación de Dios. Porque esta ilustración, hermanos, de las bodas del Cordero Era Dios haciendo la invitación en sus caminos para seguirlos y tener un encuentro personal con él. Era Dios llamándoles para que les sirvieran, pero no quisieron, se excusaron, se quedaron en el camino. Tristemente se quedaron en el camino. ¿Qué pasó, hermanos? ¿Qué va a pasar en nuestras vidas? Si Dios nos llama a servirle. Ya somos sus hijos, ya somos salvos, pero Dios nos llama en distintas áreas en nuestras vidas. ¿Qué vamos a hacer? ¿Nos vamos a quedar estancados? ¿O vamos a seguirle? ¿A servirle en el año 2019 o hasta que Él venga? Es una decisión que usted tiene que tomar. Imaginen ustedes que usted invita a alguien a una boda. o una fiesta y no vayan. Cualquiera se molesta. Si yo invito a mi casa a varios y no van, yo dije, ya no vinieron, está bien, pero por dentro yo creo que voy a estar un poco molesto. Usted también tal vez está un poco molesto. Esto me hace pensar, tiempo atrás mi hermana Carla, muchos la conocen, tuvo un cumpleaños y había invitado a un montón de niños de mi hija y empezó a llover y no fueron. y le decía a cara a los demás, ven, ven, llámese niño, niño, ven, niño, ven, a los que no habían invitado. Y los niños iban. Así es la invitación que le está haciendo Dios. Hizo un llamado, pero no le quisieron seguir. Entonces nosotros tenemos que ir a hacer la invitación a aquellos que están afuera para que vengan a la cena del Señor. Hermanos, Con todo este momento, yo tengo una pregunta para cada uno de nosotros que somos miembros de esta iglesia. Y una pregunta para aquellas personas que no son miembros o aquellas personas que todavía no han conocido a Dios. Yo tengo una pregunta. ¿Cuáles son las prioridades en nuestra vida? ¿A quién hacemos esperar constantemente al Señor Jesús o a la familia o al trabajo. ¿A quién hacemos esperar? No me contesten, pero a veces tomamos decisiones malas y hacemos esperar más a Dios que las otras cosas. Hacemos esperar más a Dios que las otras cosas. Mano, este mensaje no es para aquellos que están viviendo en pecado, que están llenos de pornografía, adultero, fornicación, borrachera, no. Este mensaje es para aquellas personas que están haciendo lo correcto, que están haciendo lo bueno, pero que se están perdiendo la invitación de Dios, se están perdiendo la invitación de la gran cena, que el Señor. Ellos están haciendo todo lo correcto, pero sin Dios en sus vidas. no van a hacer nada. Estas mensajes son para las personas que son represables y rectas. Hay personas que dicen, yo no tomo, yo no bebo, yo no fumo. Pero eso no es suficiente para entrar en el reino de Dios. ¿Qué hacemos nosotros, hermanos, para poner en primer lugar a Dios nuestras vidas? ¿Qué hacemos? ¿Dejamos el teléfono a un lado para tener nuestro O, hoy es mi día de descanso, ¿me voy a quedar en casa? No. Hoy es mi día de descanso, pero es mejor ir a la casa de Dios. O, voy a dejar de ver televisión por leer las Sagradas Escrituras porque no lo he hecho en este día. ¿Qué prioridad, hermanos? Si la prioridad que le dimos en este año 2018 a nuestro Dios fue Él en nuestras vidas primero. Amén, gloria a Dios. Si lo hemos tenido mitad y mitad, pues hermanos, es tiempo de que nos pongamos a ponerlo a él en primer lugar en nuestras vidas. ¿Quién es tu prioridad, hermano? ¿Quién está enfrente de tu vida? ¿Los negocios o Dios? ¿La familia o Dios? Todos aquí tenemos un trabajo. Yo tengo un trabajo. Todos tenemos un trabajo. Yo tengo una casa también que mantener, responsabilidades que cumplir, pero Dios debe ser primero en tu vida y en mi vida. Nuestro trabajo. Si usted me preguntara cómo puedo poner a Dios primero lugar en mi vida, tal vez yo no te podía decir porque para mí, si funciona algo diferente para ti, puede funcionar algo diferente en tu vida. Dios en su tiempo te va a dar la sabiduría para que tú le sirvas, para que tú lo pongas en primer lugar. Lo que te trabaja a ti tal vez no me puede trabajar a mí. Lo que me trabaja a mí tal vez no te puede trabajar a ti. Pídale únicamente sabiduría a Dios para que podamos servirle. Debemos de poner en primer lugar a Dios en nuestra vida. Hermanos, ¿qué hay de aquí en tres, cuatro, cinco años en nuestras vidas? ¿Sigue siendo Dios primero en nuestras vidas o no? Ya hay dos jóvenes por ahí que ya anunciaron algo no sé qué, pero tienen, ellos tienen, ya están haciendo sus planes, ellos ya tienen, ya están haciendo sus planes, pero lo único que yo les puedo decir es que su prioridad para que todo marche bien, debe ser Dios. Debe ser Dios. Porque si miramos aquí, el primero tenía prioridades, el segundo tenía negocios, el tercero tenía una familia nueva, y esos proyectos llevan tiempo. No es que de hoy a mañana voy a tener un negocio, de hoy a mañana voy a tener empresas, de hoy a mañana voy a tener hijos, no. Eso lleva su tiempo. Y en ese tiempo que va a transcurrir, debe ser Dios en nuestras vidas. Tal vez muchos de nosotros pudiéramos decirle a Dios, pero si yo nunca dejé de orar, yo nunca dejé de leer la Biblia, nunca dejé de creer en ti, nunca dejé de asistir a la iglesia. Pero Dios te dirá, ¿dónde estaba yo cuando empezaste a la escuela? ¿En qué lugar me tenías? ¿Dónde estaba yo cuando empezaste a trabajar? ¿En qué lugar me tenías? ¿Dónde estaba yo cuando decidiste casarte y tener una familia? ¿Dónde estaba? ¿Estaba en primer lugar o estaba en segundo lugar? Siempre, hermanos, siempre Dios debe estar en primer lugar en nuestra vida. Dios. Mi segunda pregunta, hermano, es ¿Nos conoce o nos... Señor íntimamente? ¿Nos conoce el Señor íntimamente? No hablo de que Él no sepa quiénes somos, pues Él es Dios. Él sabe lo que hay en nuestro corazón y cómo terminamos nuestros días. Él sabe todo. Hablo de que cuántas cosas, qué tantas cosas nosotros hacemos, le contamos a Él. ¿Le contamos todo lo que hacemos? ¿O le contamos sólo lo que nos conviene? No vamos donde le decimos, mire señor, pues este día pequé, perdóname, no. Él sabe lo que hemos hecho, pero somos nosotros que debemos conocer más a nuestro Dios. Él nos conoce, pero nosotros lo debemos más conocer íntimamente a Él, debemos tener una relación más íntimamente con nuestro Dios y debemos de buscarle. Hermanos, si ponemos todas las cosas, primero todo, todas las cosas seculares después de nuestro Dios, todo nos va a ir bien. Vamos a tener problemas, como les dije. Pero si ponemos las cosas seculares en primer lugar, esperemos nuestras consecuencias. Vamos a ver Mateo 25, del 1 al 13. Mateo 25, del 1 al 13. La mayor parte aquí lo sabemos. Quiero que lo tengan ahí, no lo vamos a leer. ¿Pero recuerdan la ilustración de las 10 vírgenes, hermanos? La Biblia habla de 10 muchachas solteras, de 10 vírgenes, ¿listas para qué? Para casarse. Aquí en esta iglesia yo creo que hay más de 10 que están listas para casarse. Y ojalá tengamos matrimonios y que todo sea en el Señor. Amén. Dice que habían 10, pero que dice que todas estaban descansando esperando a su novia y algunas se durmieron. Cinco de ellas, dice, se quedaron sin aceite, y cinco tenían. La vida habla de las insensatas. Se quedaron sin aceite. Y cuando vino el novio, lo estuvieron esperando toda la noche, llegó el novio, se despertaron, fueron, y las que no tenían se les apagó la lámpara. Y fueron de las que tenían el aceite. Danos aceite, para que nosotros también podamos estar con el novio. ¿Y ellas qué les dijeron? No, porque si les damos, también nosotros nos quedamos sin aceite entonces le digo vayan a comprar el aceite a otro lugar y se fueron las cinco insensatas se fueron a comprar el aceite pero al regresar dice que había sucedido hermano el novio había cerrado la puerta y ya estuvieron golpeando ahí toda la noche abre abre abre y la puerta no fue abierta se habían quedado en el camino. ¿Por qué? Porque no habían estado atentas a cuidar el aceite, no habían llenado su lámpara de aceite. Amor, esta ilustración dice que el novio es el Señor. ¿Ven? Las vírgenes representan a la iglesia. Hay insensatos y hay sensatos. Las que se les cagó el aceite son aquellas que no prestan atención a las cosas de Dios. Que estamos aquí En cuerpo, pero en mente estamos en otro lugar. Así sucede con nosotros a veces. Yo estoy viendo un montón de hermanos aquí y amigos. Están aquí. Está su mente aquí. Está su corazón. Está recibiendo o está poniendo atención a otras cosas. A las insensatas dicen que se les acabó el aceite. El aceite representa al Espíritu Santo de Dios. En otras palabras, ellas habían dejado apagar el espíritu en sus vidas. ¿Por qué? ¿Por qué habían dejado apagar el espíritu en sus vidas? Porque fueron poniendo cosas, tras cosas, cosas, tras cosas. La lámpara se le fue acabando el aceite. Ellas no miraban porque iban poniendo cosas, tras cosas. Es como que yo pongo una lámpara aquí, con aceite, y le ponga algo, de ahí le pongo otra cosa. El espíritu se va apagando poco a poco. cuando nos ponemos atención a las cosas de Dios, cuando no ponemos atención a lo que Dios nos quiere decir a través de su palabra. No dejemos apagar, hermanos, el Espíritu Santo en nuestras vidas, sino que sirvámosle, estemos atentos a lo que el Señor quiere para nosotros. Y el aceite se les consumió, quedaron sin aceite. ahora hermanos el punto principal de esta parábola no era tanto esto sino que el novio le dice no las conozco no las conozco hermano y eso debe ser duro que en aquel día nuestro señor Jesucristo nos vaya a decir no te conozco entonces vamos a decir pero que si yo estuve en la iglesia tanto tiempo Fueron tanto tiempo, no te conozco. Pero si yo era la novia, no te conozco. Hermano, imagínese ustedes a un novio con un smoking blanco como yo, aquí parado una vez cuando me casé con mi esposa, y que venga la esposa, la novia por allá, y llegue aquí. Y yo le digo, ¿sabes qué? Yo no te conozco. En plena boda, yo no te conozco. Pero si hemos sido novios por tantos años. Sí, pero no te conozco. Delante de todo acá un montón de gente. Pero si llevamos 10 años de conocernos. Sí, pero tu corazón no es el mismo. Has cambiado. Ya no eres la misma. Tu espíritu no es el mismo que yo conocí. Tu alma ya no es la misma que yo conocí. Has cambiado. Ojalá esas palabras no vayan a ser para nosotros en aquel día. Que no cambiemos esa manera de servir con amor a nuestro Dios. El Señor le estaba diciendo, yo no las conozco. Ya que cuidaron su relación y dejaron que el aceite se apagara, dejaron que la lámpara estuviera sin aceite y se fueron. Y lo peor de eso, que fueron a buscar aceite a otro lugar. Después de que dejan apagar el espíritu, la lámpara, el espíritu de Dios, por no tener aceite, se van a buscar el aceite a otro lugar. Lo primero que tenía que hacer, lo que todos cada uno de nosotros tenemos que hacer es que cuando nos sintamos que el Espíritu Santo se nos está apagando. ¿Y por qué se nos puede estar apagando, hermanos? Por todo lo malo que hagamos ante la presencia de Dios. ¿Pero dónde tenemos que ir nosotros como hijos de Dios? a pedir más aceite, a que Dios nos siga llenando del Espíritu Santo, es a Él. Es Él que nos va a llenar, no podemos ir a otro lugar, porque si vamos a ir a otro lugar, vamos a fracasar. Es al Dios que da el aceite, que da el Espíritu Santo, que tenemos que ir a pedírselo. Hermanos, y por último dice, miremos lo que dice Lucas, ahí mismo, 17, 26, Lucas 17, 26 al 30. Dice la palabra de Dios Lucas 17, 26 al 30. Y como fue en los días de Noé, así también serán los días del Hijo del Hombre. Comían, bebían, los hombres tomaban mujeres y las mujeres maridos hasta el día que entró Noé en el arca y vino el diluvio y destruyó a todos. Asimismo, También, como fue en los días de Lot, comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, edificaban. Mas el día que Lot salió de Sodoma, llovió del cielo fuego y esufrió y destruyó a todos. Como esto será el día en que el Hijo del Hombre se manifestará. Hay una lista aquí, hermanos, de pecados, de cosas que no son pecados. Dicen que en los días de Nodía se comían, bebían. Cuando dicen bebían, hermanos, hasta cierto punto no es emborracharse, porque cuando dicen beber, todo el mundo piensa que es emborracharse, pero dicen que comían. bebían. ¿No era pecado comer ni beber? ¿No era pecado casarse y hacer cosas cotidianas? ¿Pero por qué fueron destruidos? ¿Por Dios? Por no tener a Dios en su corazón. Ese fue el motivo. No por lo que estaban haciendo, sino por no tener a Dios en su corazón. No quiero parecer así algo que diga, pero hermano, en estos días creo que estamos viviendo los días de Nautilus. Y creo que la Tierra, creo que el ser humano, creo que nosotros, aquellos que no conocen a Dios, hoy cada día estamos necesitando más y más de Dios y pidiendo que Dios intervenga para que no haya tanta maldad en la Tierra. Ustedes dirán, pues siempre han habido terremotos, siempre han sido guerras, la primera y la segunda guerra. Ahora tanto están aglobizados, todo está aglobizado con el Internet, todo eso, las redes sociales. Hay crisis financieras que afectan. Miren lo que pasó hace poco. No creo que hermano Ugendo le haya hecho mucho daño. Lo que pasó con Wall Street, sube, baja, hermano. Hay tantas cosas que están pasando. Pero nosotros, como hijos de Dios, debemos estar siempre dándole gracias a Dios por todo. Pero tengo nuevamente la pregunta para cada uno de nosotros. ¿Qué lugar ocupa Dios? en nuestras vidas. Ustedes van a decir, hermano Raúl, ya no. ¿Qué lugar ocupa Dios en nuestras vidas? ¿Estamos pensando cada día en agradar a Dios o lo hacemos como algo natural? Si nosotros hiciéramos las cosas como agradar a Dios, así como lo hacemos en el trabajo, sería diferente. Porque en el trabajo vamos con ese gran deseo Hacemos tantas cosas, y para las cosas de Dios a veces no se nos mira ese deseo de servir a Dios. Yo me acuerdo cuando nuestro pastor decía, y algo que me molestaba, a veces estaba parado allá o sentado, y el pastor decía, pero decía, ustedes lo saben que él decía, que el domingo no vine a la iglesia porque tal vez tenía una enfermedad leve. O porque tal vez se me hizo tarde porque el niño se puso a llorar y no quería venir, entonces el niño impidió que viniera a la iglesia. Pero al trabajo, al día siguiente, agonizándonos vamos al trabajo y estamos allá. Y eso me molestaba a mí. Yo se lo voy a decir sinceramente. Yo me molestaba y yo decía, pero si nosotros tenemos billes que pagar, nosotros tenemos que tener todas las cosas. Él está diciendo eso pero él no sabe nuestra situación. Y yo sé que tal vez muchos de ustedes pensaron eso. Cuando el pastor decía eso. No venimos a la iglesia por tal enfermedad leve. pero al día siguiente estamos en el trabajo. Esos amenes no se escuchan, pero sigamos adelante. Hermano, debemos estar pensando en cada día agradar a nuestro Dios, para cuando Él me pregunte dónde estaba yo cuando tú hiciste esto, o nosotros también podemos preguntar. nosotros mismos. ¿Dios estaba en mí cuando decidí hacer esto? ¿Dónde estaba Dios cuando empecé a tener una relación? ¿Dónde estaba Dios cuando planeé mi vida? ¿Dónde estaba Dios cuando me casé? Sólo déjame decirte una cosa, que si Dios estaba en primer lugar en tu vida, que si Dios era prioridad en tu vida cuando hicimos cada una de estas cosas, pase lo que pase, vamos a salir victoriosos. Amén. Pero si nuestro Señor Jesucristo no se queda únicamente ahí después que los aquellos jóvenes se quedaron en el camino, no quisieron seguirle, estábamos del banquete, tampoco cada quien tenía excusas correctas, tampoco. Entonces el Señor le dice en Lucas 14 ahí, en Lucas mismo, en Lucas 14, 27, dice, y cualquiera que no trae su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo. Tal vez usted me dirá esta noche, hermano Drago, pero usted ya habló que debemos de dejar nuestra familia y después Dios, no es que va a dejar su familia, sino que Dios debe ser prioridad en nuestras vidas primero. Vamos a estar con nuestra familia. Y ahora, aparte de eso, ¿usted quiere? Usted nos está diciendo que carguemos una cruz. La palabra de Dios lo dice. Y cualquiera que no trae su cruz y viene en pos de mí, dice, no puede ser mi discípulo. Dios no solo debe estar en primer lugar en nuestra vida, sino que todo cristiano debe ser un cargador de cruces. Dice que el que no cargue su cruz cada día y me sigue, no puede ser mi discípulo. Tal vez usted dirá, o muchos de nosotros dirán, ya somos cargadores de cruces. Hay muchos que dicen, ya me casé con mi cruz. Hay otros también que, perdón, hay otros que dicen, ah, este fin de semana viene mi cruz, viene la abuela de mis nietos, no voy a decir de quién. Y así, señoramente. O a veces decimos, tengo cinco hijos, y el tercero o el cuarto es una cruz. No lo aguanto. Esa no es la cruz de que nuestro Señor no está hablando. La cruz que Cristo quiere que carguemos es que le sirvamos. Si eso fuera así, con esa cruz que nosotros a veces pensamos, Él hubiera dicho, o Cristo hubiera dicho, aguante su cruz cada día, pero no. Él dijo, tome su cruz cada día. Hermano, la cruz es opcional. La tomas o la dejas. Nadie está obligado a llevar una cruz. La tomas o la dejas. No esas fuerzas. ¿Saben lo que significa llevar la cruz? Es hacer la voluntad de Dios. Esa es la cruz que nosotros debemos de llevar cada día. Hacer la voluntad de Dios. Esa es la voluntad de Dios. Yo sé, hermano, que se ha aplicado muchas veces. Y se nos ha dicho, pues hermano, sigue tus sueños, sigue tus planes. Pero tus planes y mis sueños son aprobados por Dios. Todos tenemos... No hay una persona aquí que no tenga para el futuro un plan o un sueño que sea feo. No hay nadie aquí que pueda decir, pues no, pues de aquí a tres, cuatro años, pues no voy a tener nada. O voy a estar cortado de aquí, o me voy a cortar de acá. Todos los sueños que tenemos son sueños bonitos. ¿Pero qué? Aunque por muy hermosos, O tal vez a veces pensamos, no, pues de aquí a tres, cuatro años, yo creo que voy a estar divorciado, voy a estar solo, yo creo que voy a estar así. Son sueños que eso no nos agradan. Tenemos sueños hermosos. Y cada sueño queremos que se cumplan. ¿Pero qué si no son los sueños y son los planes de Dios? ¿Vas a seguir así? ¿Vamos a seguir así siempre? teniendo a Dios como prioridad de nuestras vidas, aunque nuestros sueños y nuestros planes no nos hayan salido como habíamos pensado. ¿Qué vas a hacer? Muchos tienen planes aquí para el próximo año, qué bien. Y sé que son planes y sueños buenos. Pero hermanos, amigos, Dios primero. Para que esos planes y esos sueños sean una realidad y sea lo mejor que Dios, si Él quiere que esos planes sean para cada uno de nosotros. Hermanos, cuando la voluntad de Dios no es igual a tus sueños, cuando tienes que renunciar a lo que no te gusta para servir y seguir a Dios, no nos gusta. No queremos seguir. Oh, es que yo pensé que Dios me apoyaría en este sueño. Oh, es que yo pensé que Dios me ayudaría en estos planes. ¿Y si no qué? Si a Dios no le place cumplir lo que tú deseas, tus sueños y tus planes. Hay muchos misioneros que están fuera. Ustedes hemos escuchado, sabemos de misioneros que están fuera, o sea, en otros lugares. Y tal vez no les ha ido como a veces han pensado, tal vez porque se les ha quitado el apoyo económico u otras cosas. Dios sabe por el motivo. Hay misioneros en otros lugares que tal vez han perdido familia, han perdido hijos. Y cuando nos hemos comunicado con ellos, hemos hablado, y él dice, pues yo estoy haciendo la voluntad de Dios. Nosotros que si nosotros si nos hubiera muerto un hijo como misionero como algo lo primero que hacemos es reclamarle a dios pero dios si yo te estoy sirviendo si yo estoy haciendo lo mejor que puedo para tu obra se me murió un hijo se me murió un hijo hermanos sé que es difícil pero debemos siempre aceptar la voluntad de dios Decimos siempre que la voluntad de Dios es agradable y perfecta, pero a veces esa voluntad de Dios agradable y perfecta no nos gusta. No nos gusta. Como les dije, hay misioneros que han perdido su vida, no tienen ni que comer y todo eso, pero están siempre sirviéndole a Dios. Eso de llevar nuestra cruz, seguir a Jesús a pesar de las circunstancias y a pesar de la consecuencia. Cuando aprendemos eso, hermano, ponemos al Señor en primer lugar. Cuando hacemos la voluntad de Dios, ponemos al Señor en primer lugar. Yo mismo, hermano, yo mismo reconozco que cuando las cosas no están marchando bien, soy el primero en que fraqueo. Y no me gusta cuando las cosas están mal, pero si Dios así lo quiere, Con todo lo que yo he planeado, Dios dice no, me voy a apartar o me voy a quedar en el camino. Hermano, pase lo que pase en nuestras vidas, no nos quedemos en el camino. No seamos como esos jóvenes ricos, no seamos como aquellos que fueron, pero cuando nuestro Señor Jesucristo les dijo lo que tenían que hacer, se fueron tristes y se quedaron en el camino. Aún, hermano, cuando hemos visto los resultados de nuestras oraciones, de nuestras peticiones que hemos le pedido a nuestro Dios, que estamos preguntando, ¿cuándo se arreglará todo esto? ¿Hasta cuándo, Dios mío, voy a aguantar todo esto? Hermano, en esta mañana estoy hablando a los que están viendo sus vidas destruirse y no saben por qué. Miramos hogares, miramos matrimonios, no sabemos por qué. ¿Sabes por qué? porque Dios nos prohíbe nuestras vidas. Por eso es que miramos tantas cosas en nuestros hogares. En esta mañana hermanos, les hablo de lo que están pasando por crisis espirituales y no hallan el origen de todo esto. ¿Por qué? ¿Por qué hay crisis espiritual en mi vida? Porque no estoy buscando la presencia de Dios en mi vida. Porque no estoy orando, no estoy buscando su dirección. En esta mañana le hablamos tal vez a aquellas personas que estamos en el negocio y no nos ha ido bien, por malas decisiones. Busquemos prioritariamente a Dios. buscar primeramente el reino de Dios y todos los demás, o será añadido. Les hablo a aquellas personas que han pensado en una carrera secular y todavía no se han decidido qué van a hacer, pídenle a Dios sabiduría para que puedan tomar la decisión correcta. También les hablo a aquellas personas que dicen, decimos, yo recuerdo cuando vine a Cristo Jesús, tenía aquel avivamiento, yo recuerdo cuando tenía aquel deseo de servir a mi Dios. Yo recuerdo cuando venía todos los días a la iglesia y cantaba aquellos signos y buscaba a Dios en oración, pero que ahora sus vidas están apagadas. A eso les quiero hablar en esta mañana. También, como les dije, les hablo de aquellas vidas que sus matrimonios, sus hogares, sus familias, hay problemas. La única solución es Dios. La única solución para todo esto es Cristo. Hay un momento, hermanos, en que Dios dice, tú, dice, preocúpate por lo que a mí. Procúpate, dice, por lo que a mí me preocupa, y yo me preocuparé por lo que a ti te preocupa. Nosotros debemos de preocuparnos en servir en las cosas de Dios, estar en las cosas de Dios, predicar el Evangelio de Dios. Dios se va a encargar de todo lo demás de nuestra vida. Pero debemos de preocuparnos por lo que Él quiere que nos preocupemos. Por su obra. Yo me encargaré de todo, de todo lo que te pueda preocupar a ti en la vida. Yo, dice, yo personalmente atenderé tu vida. Yo personalmente atenderé tu familia. Yo personalmente atenderé tu familia, tu hogar, tu negocio. Preocúpate primero por mí. Yo atenderé tus hijos, atenderé todas tus metas, atenderé todo lo que tú me pidas, pero preocúpate por tenerme en primer lugar. Es lo único que nos está pidiendo Dios en esta mañana, hermanos. Ponerlo a Él en primer lugar en el 2018. Ponerlo a Él en el 2019. Este año Sé que muchos hemos tenido problemas. Hemos salido adelante. Hemos visto la fidelidad de Dios en nuestras vidas. Y la seguiremos viendo si seguimos sirviéndole. Si seguimos haciendo lo que Él nos manda en Su Palabra, vamos a seguir una vida victoriosa. Carga tu cruz cada día y sígueme. Carga tu cruz cada día y sígueme. Y allá en Marcos 16, 20, la Palabra de Dios nos dice, como esto termino, habiendo dejado todo, habiendo dejado sus redes, habiendo dejado su barca, habiendo dejado su familia, habiéndolo dejado todo, te siguieron. ¿Cómo estás tú en esta mañana? ¿Cómo estoy yo en esta mañana? ¿Cómo estamos este 2018 para finalizarlo, este último domingo de este año? ¿Nos vamos a quedar en el camino o vamos a seguirle? Mi consejo para cada uno de nosotros, hermano, no nos quedemos en el camino. Si Él nos dice, ven, vayamos. Porque si ponemos nuestra vida en Él, si ponemos nuestro hogar en Él, todo nos va a ir bien. Dios primero en nuestras vidas. Padre, gracias. Gracias te doy en esta mañana por este corto mensaje, Señor, por esta meditación. Gracias porque sé, Señor, que en lo personal has hablado a mi vida. Gracias, porque sabemos que así mismo puedes hablar en la vida de cada hermano aquí, Señor, en la vida de cada persona que no te conoce. Gracias, porque solo poniéndote a ti en primer lugar, podemos salir adelante, Señor. Gracias, porque nos diste la vida eterna. Señor, no tenemos palabras con qué darte las gracias. Creo que nos quedaríamos cortos a darte las gracias, porque tú has sido tan fiel a nuestros matrimonios. nuestros hogares y nuestra vida, Señor. Y en esta mañana venimos ante tu presencia, Señor, para pedirte que y comprometernos a seguir adelante, a no quedarnos en el camino, sino en estos próximos años que vienen, seguirte haciendo tu voluntad. Hermanos, en esta mañana Dios nos ha hablado. ¿Cuál va a ser tu prioridad en tu vida en este nuevo año? ¿Vas a quedarte como estás? ¿Vas a seguir a Dios? ¿Vas a servir a Dios? No nos conformemos como estamos. Podemos hacer algo más para nuestro Señor. Únicamente tenemos que seguirle. No nos podemos quedar en el camino como aquellos que se quedaron sin hacer nada. ¿Cómo está tu hogar? ¿Cómo está tu familia? ¿Cómo están tus hijos? ¿Cómo está la relación de tu hogar con nuestro Dios? ¿Tenemos a Dios como prioridad de nuestras vidas? ¿Lo tenemos a Él? Si lo tenemos, qué bien. Pero si no, hermanos, el altar está abierto. ¿Cuántos hermanos en esta mañana quisieran pasar aquí enfrente y darle las gracias a Dios por este año? Y decirle, Dios, en estos nueve años, Tú serás mi prioridad en mi vida. Bueno, no pensemos que no necesitamos a Dios. Lo necesitamos cada día en nuestras vidas. Necesitamos que Él esté en primer lugar en nuestras vidas. No lo pensemos por qué. ¿Quieres que todo vaya bien? ¿Quieres que tus hijos crezcan en los caminos de Dios? ¿Quieres que tu hogar sea un hogar que le sirve a Dios? Pídele a Dios en esta mañana que te ayude. Pídele a Dios. Oh Padre, ayúdame. Ayúdame. No endurezcamos nuestros corazones. y a ti estimado amigo que nos escuchan esta mañana Dios te está llamando también Dios te dice no te quedes en el camino porque si te quedas no entrarás al reino de los cielos no estarás invitado a la boda de cordero irás derechito al infierno en esta mañana Dios te dice yo entregué mi vida por ti yo lo di todo por ti por favor no te quedes ven sígueme son las palabras de nuestro Señor Jesucristo Si hay alguna persona en esta mañana que todavía no ha entregado su vida al Señor y quiera decirle, Padre perdóname, soy un pecador, límpiame, sálvame, quiero ser una nueva criatura, quiero ser tu hijo. En esta mañana Dios te está dando la oportunidad. Dios te está llamando. Él quiere que tú seas salvo. Y Él quiere que tú y tu familia seas salvos. Solo tienes que acercarte a Él. Solo tienes que buscarle. Solo tienes que decir, Dios mío, perdona mis pecados y quiero ser tu hijo. Para mañana puede ser demasiado tarde, estimado amigo. Puede ser muy tarde. El día de mañana no lo conocemos. No podemos estar. ¿Habremos partido para dónde? ¿A la eterna salvación, a la vida eterna con Cristo Jesús? ¿O iremos para el infierno eternamente? No hay nadie que esta mañana quiera levantar su mano y decir, yo acepto a Cristo Jesús como mi Salvador. Si hay alguna persona que quiera levantar su mano y decir, entrego mi vida a Dios. Amén. Amén. Gracias. ¿Hay alguien? ¿Hay alguien más? Cristo te está llamando. Hermano, Cristo te ama. Cristo nos ama. Y nos está llamando también a servirle. ¿Qué estás esperando? ¿Qué estás esperando para entregarle tu vida al Señor? ¿Qué estamos esperando para servirle más? Gracias, Padre, porque nos has hablado. Gracias porque tu amor es grande con nosotros. Mira, Padre, este buen grupo de tus hijos aquí enfrente, Señor, pidiéndote para que tú nos ayudes, Señor, suplicándote estamos que tú dirijas nuestras vidas y que siempre en este nuevo año que vamos a comenzar dentro de dos días, señor, la prioridad en nuestra vida, seas tú, de ahí nuestra familia, de ahí lo demás, señor, pero queremos servirte para que podamos estar triunfantes en todo lo que hagamos, señor, y que nuestros planes y nuestros sueños sean aprobados por ti, si no, señor, que nos ayude a aceptar tu voluntad en nuestras vidas. Gracias por tu gran amor y gracias por que nos has hablado y te damos las benditas gracias en el nombre de Cristo Jesús, tu hijo amado, Amén.
No Nos Quedemos En El Camino
Sermon ID | 1619155691343 |
Duration | 1:05:42 |
Date | |
Category | Sunday - AM |
Language | Spanish |
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