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vamos a leer brevemente en la carta a los filipenses capítulo 4 versículos 6 al 7 filipenses 4 6 y 7 vamos a leerlo como introducción para continuar considerando en esta mañana nuestro tema la mujer sabia en el contexto de las enseñanzas bíblicas para el matrimonio que estamos viendo bajo el título 2 haciéndose uno dice la palabra de Dios allí por nada estéis afanosos si no sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego con acción de gracias y la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús Este pasaje lo estábamos aplicando, lo comenzamos a aplicar a la mujer sabia en el contexto de cómo ella debe de descansar en el Señor cuando le expresa a su marido sus desacuerdos o sus diferencias de opinión respecto a un tema o simplemente sus deseos y su forma de pensar. Nosotros decíamos que La sumisión no es simplemente callarse. La sumisión de la esposa cristiana, de la mujer, como Dios lo diseñó, no es simplemente callarse y hacer lo que su marido plantea o dice. sino que decíamos que hacer eso sería falta de comunicación. Y este texto precisamente lo que nos muestra es que Dios quiere que nosotros estemos en una comunicación continua con Él primero, por eso dice, no se afanen, sean conocidas vuestras peticiones, hablen conmigo, háblenme, díganme qué es lo que ustedes quieren, yo lo sé, pero exprésenmelo. Y veíamos que el resultado de expresarle eso al Señor es paz, no garantía de que el Señor va a hacer lo que le pidamos. Es una paz que sobrepasa todo entendimiento y aplicábamos eso a la mujer sabia en el sentido de que así ella debe de darle a conocer a su marido sus deseos, hablar con él, dejarle saber su opinión sobre ciertos asuntos y descansar en el Señor. Ahí está la paz que dice el texto, la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento te mantendrá en paz precisamente. y que eso debe aprenderlo a aplicarlo la mujer sabia sobre todo en el contexto de el segundo punto que veíamos que es los límites de la sumisión comenzamos a ver la mujer sabia y decimos o ya dijimos que la mujer sabia edifica que su casa ese es el área de acción principal o prioritaria en la cual Dios, dentro del rol que estableció para los componentes del matrimonio, ha puesto a la mujer. El área principal o prioritaria, su hogar. Por eso dice que la mujer edifica su casa. Veíamos entonces, o comenzamos a ver, cuatro subpuntos que vamos a estar considerando. Ya vimos el primer punto. ¿Mi papel como esposa me limita? Y estuvimos viendo también el segundo punto, los límites de la sumisión. Ya vimos que según el plan de Dios, el papel que Él dispuso para la mujer no la limita. Que es algo que Satanás ha hecho creer a la mujer. Y la ha engañado al igual que le engañó allá en los inicios, en el huerto del Edén. Dios te quiere limitar, Dios los está limitando, no quiere que ustedes sean igual que Él, por eso no quiere que ustedes coman del árbol. Asimismo limita a la mujer ahora, la engaña diciéndole tu papel como esposa, que Dios, no la sociedad ni el hombre, Dios dispuso para ti, eso te limita. Y la mujer se lo cree, tanto las que no son cristianas como las que sí lo son. Por eso, entre otras cosas decíamos, debemos de ceñir los lomos del entendimiento, hermanos. Ustedes deben ceñir los lomos de su entendimiento, porque la lucha de ustedes es en su mente, en su corazón. No permita que Satanás le engañe haciéndole pensar que usted tiene un mejor plan que Dios. Y eso es lo que ha pasado. El plan de Dios, ¿cuál es? Ese, lo vemos en toda la Biblia. Que la mujer críe a sus hijos. Que edifique su casa, como vimos en Proverbios. No es invento de nosotros. Está en la Biblia. Pero Satanás le hace pensar que usted tiene un mejor plan que Dios. No, no, no. Eso me limita a mí. Estar en la casa, criando muchachos nada más. Yo quiero hacer esto, aquello. Su esperanza debe estar en el Señor en lugar de su esposo. Y eso equilibra las cosas. Usted va a sufrir ocasionalmente en su papel como esposa, sí. en ese papel de sumisión, pero Jesús nos llamó a seguirle a él y él se sometió completamente al padre y nunca estuvo limitado por eso. Jesucristo nunca se sintió ni ni estuvo ni se sintió limitado por sujetarse al padre nunca. Y Jesús no estuvo limitado, ni usted tampoco estará limitada cuando usted se sujeta al plan de Dios, al propósito de Dios para usted dentro de su matrimonio. Eso vimos entre otras cosas. En segundo lugar, comenzamos a ver los límites de la sumisión. Dijimos, así a grosso modo, esos límites son el abuso físico y emocional y el pecado. En ese contexto veíamos que ahí era que entraba este texto, que debemos de tener una actitud sabia, hermanas, ustedes, cuando su marido les pide hacer cosas que van en contra de la palabra de Dios. Dios no desea que usted le exprese solamente a él sus necesidades, sino también a su marido, como ya decíamos, su forma de pensar. Y ahí veíamos que ustedes deben ser sabias en procurar ver qué hay detrás de la petición de su marido. Y ver de qué forma, con sabiduría de Dios y pidiendo consejo, ustedes pueden hacer aquello que su marido le está pidiendo o el fondo de lo que él quiere sin tener que violar la palabra de Dios. Cuando usted muestra una actitud respetuosa hacia su marido, aún en momentos o en situaciones como esa, que él le pida hacer algo que es pecado, o quizá que va contra su conciencia, porque puede ser un marido cristiano, y que le pide a usted que haga algo que usted entiende que no es correcto, o que no es conforme a la palabra de Dios, y quizá le entiende que sí, Mi esposa y yo somos de iglesias diferentes, de... Vamos a decirla así, de denominaciones diferentes. Y ella ve muchas cosas diferentes como yo las veo. Puntos doctrinales. Y no estamos en todo de acuerdo. Si su marido le pide a usted algo que según usted, según sus convicciones, viola su conciencia, esa es la manera en la que usted debe de tratar de manera sabia y siempre respetuosa. Eso va a preparar un ambiente para que ese conflicto se solucione, pero cuando hay ofensas, insultos, pleitos, eso no resuelve, más bien empeora las cosas. Y ahí es que decíamos que usted tiene que aprender a descansar en el Señor, orar al Señor, dejarlo a Él, y su paz entonces le va a inundar a usted, pero siempre diciendo las cosas en las que usted disiente. Y en ese sentido decíamos que cuando usted le diga a su esposo lo que usted entiende contrario a algo que él quiere que usted haga o que se haga, usted no lo debe provocar a ira, dándole lata y citándole versículos bíblicos. Decíamos eso. Una vez que le haya dicho a su marido lo que usted piensa y que le haya dicho, mira, yo creo que en eso tú te estás equivocando, ya no siga tocando el tema. Déjelo en manos de Dios y que Él se ocupe. La esposa tiene que expresar libremente sus opiniones con amor y dejar que el Señor sea quien obre en su marido. Esa esperanza nunca debe estar puesta en la capacidad o disposición del marido a cambiar, sino en Dios que cambia. Y es que muchas mujeres tienen conflictos. Porque ponen su esperanza en que mira, yo le estoy diciendo y tienen la esperanza de que él ponga de su parte, que esté dispuesto a cambiar. No, su esperanza no debe estar en eso, debe estar en el Señor. Se han conocido vuestras peticiones y la paz de Dios fortalecerá vuestros corazones. Y hasta ahí más o menos llegamos el domingo pasado. Deje que su marido sepa cómo usted se siente respecto a tal o cual cosa. Pero asegúrele a él que usted le va a amar pase lo que pase y que le apoyará en oración pase lo que pase. Luego espere que Dios obre, aunque él se equivoque. Pero déjele saber que usted lo va a apoyar. No estoy de acuerdo con eso. Yo creo que eso va a salir mal, pero yo te voy a apoyar. Si tú decides que nos vamos por ahí, yo te voy a apoyar. Voy a orar. Esa es la actitud de la mujer sabia. No comenzar ahí, telelé, telelé, telelé, telelé, telelé, telelé. Y en ese sentido, hermana, Se debe equilibrar, y esto es muy importante, se debe equilibrar la libertad de comunicar sus sentimientos, que estamos diciendo que debe, usted debe tenerla y debe ejercitarla, decirle a su marido, no hacerle falta de comunicación, ya lo dijimos. Usted tiene que decirle a su marido sus sentimientos, pero con una seria advertencia, mi hermana, acerca del veneno que hay en nuestras bocas. No solo en la tuya, en la nuestra, en la de los seres humanos. Recuerden que la escritura dice claramente en la carta a los romanos, capítulo 3, que nuestra boca es un sepulcro abierto. Nuestra boca es un sepulcro abierto. Y alguno pudiera decir, ese pasaje habla de los impíos. No, ese pasaje habla de la humanidad, del ser humano. Y Santiago, más adelante, si usted tiene dudas con eso, más adelante, Santiago, en su carta, hablando a los cristianos, como usted y como yo, nos dice que la lengua Es un mal inflamado por el infierno, lleno de veneno mortal. A los hermanos en la fe, no a los impíos. La lengua es un fuego. Y esa lengua tuya y mía, mi hermano, es la que hace que en muchas cosas tengamos que estar hablando de esto, ¿sí o no? Hoy no es con esa lengua tuya, con la que tú alabas a Dios, que le das golpes de espada, Como dicen proverbios, hay personas cuyas palabras son como golpe de espada. Es con esa lengua que tú cantas aquí. Los signos, estábamos cantando ahorita. Yo le alabaré, yo le alabaré. Y con esa lengua que estás alabando, le das un golpe de espada a tu marido. Y con esa lengua que te vuelves rencillosa. Y te vuelve como una gotera continua con esa lengua. Igualmente el marido, es con esa lengua que menosprecia a su esposa. que la humilla. Entonces, esa libertad, mi hermana tuya, de expresar tus sentimientos a tu esposo y tus diferencias de criterio, debes de hacerlo, pero siempre con ese cuidado, con ese equilibrio y considerando esa seria advertencia del Señor, de que usemos nuestra boca para edificación. Es una advertencia seria. ¿Qué decíamos? el domingo pasado respecto a nuestra palabra, nuestras respuestas en ese contexto, que dice la Biblia, sea vuestra palabra, sí, pero sazonada con sal, pero ¿con qué frecuencia? Siempre. Sea vuestra palabra, siempre sazonada con sal. No a veces, o cuando él no está tan roquiquierda, siempre sazonada con sal. Un buen termómetro de la mujer sabia y respetuosa es como ella usa su boca. Es un buen termómetro. Tú quieres saber si tú eres una mujer sabia, de esta que estamos hablando aquí, o sumisa. El termómetro, ponte el termómetro como tú usas tu boca. Es un excelente termómetro para saber si tú eres una mujer sumisa. No a tu marido, a Dios. Es que recordemos siempre, los roles en el matrimonio los puso Dios. Cualquier problema con esos roles, en última instancia, es un problema con Dios. Tú no estás de acuerdo con Dios. Marido o mujer. Porque ya vimos en clases pasadas el gran y demandante rol que Dios le puso al marido. Entre los cuales está tomar la iniciativa en el conflicto, cuando el asunto está trancado a banda, En otras palabras, tú eres el que tiene que ceder. Dios te puso a ti como líder. Vas a dejar que el matrimonio se destruya por no... Porque la culpa no es tuya. La culpa de tu pecado era del Señor Jesucristo. Y Él vino a morir por ti, por iniciativa de Él. Tú eres el marido. El asunto está trancao. Estamos casi en el divorcio. No, pero yo... Yo no fui que hice, yo no fui que dije, yo no fui que... Todo fue ella. tú eres la cabeza, tú tienes que amarla como a tu propio cuerpo, vas a dejar que tu cuerpo se muera. Entonces los problemas con los roles son en última instancia problemas con Dios y eso hermanos tenemos que tomarlo con mucha seriedad, hermanas, con mucha seriedad. Santiago nos enseña que debemos tardar en enfadarnos, ya lo vimos también en clases anteriores, tardar en enfadarnos, tardarnos en hablar, porque si no vamos a perder la bendición de Dios. Una mujer con la perspectiva de Dios, entre otras cosas, que también usted pudiera señalar, en ese contexto, número uno, va a esperar hasta el momento apropiado para contarle a su marido sus pensamientos negativos. Una mujer sabia va a esperar hasta el momento apropiado para contarle a su marido sus pensamientos negativos, las cosas en las que difiere, algo con lo que está molesta, algo que él hizo con lo que está molesta o que pretende hacer que la molesta a usted. Esperar el momento apropiado. Eso también lo veíamos con el esposo. ¿Qué debe de esperar el momento apropiado? Hasta para tratar un asunto. Hasta para ir a resolver ese conflicto que Dios le llama a tener la iniciativa. el momento apropiado. En segundo lugar, una mujer sabia va a hablar con el Señor mientras espere ese momento apropiado. Va a estar hablando con el Señor, haciendo lo que dice el texto que leímos al inicio. Sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios. Por nada estéis afanosos. La mujer sabia va a estar haciendo eso mientras espera el momento apropiado para expresar sus sentimientos negativos o sus disidencias a su marido. Siempre con respeto. En tercer lugar, ella va a hablar pacíficamente cuando llegue el momento. Sin enfados, sin amargura, sin resentimientos, sin insultos, sin te lo dije, sin tú ve. Tú ve. Por eso fue que yo... Eso hará la mujer sabia. Hablar pacíficamente cuando llegue el momento. Va a esperar el momento apropiado. Mientras tanto va a hablar con el Señor. Tercero, cuando llegue el momento y vaya, va a hablar pacíficamente, respetuosamente, humildemente. Y cuarto, va a confiar en el Señor para el resultado, incluso cuando no sirve cambios. Hizo todo eso y habló con el cabezón, con el sacuesal. No hubo cambios. Ella va a seguir confiando en el Señor. Eso hará una mujer sabia. Recuerde la comunicación. Nunca nos acercamos a un mismo problema de la misma manera. Y en ese sentido también, hermana, tiene que ser sabia. Sabiduría, sabiduría. Por eso la Biblia dice, si alguno tiene falta de sabiduría, pídale a Dios. Hermanos, hermanas, se necesita mucha sabiduría para los dos roles. El esposo con la esposa y la esposa con su esposo. Bien. Hasta ahí el segundo punto, los límites de la sumisión. El maltrato físico o emocional y el pecado. No debemos someternos a nadie, a ninguna autoridad que esté sobre nosotros que nos haga o que nos quiera llevar a desobedecer a Dios. Sin embargo, eso siempre debe hacerse con el debido cuidado y el debido respeto. Vemos los ejemplos en la escritura. Los apóstoles, las autoridades que Dios había puesto sobre ellos, le estaban diciendo, no predican en ese nombre. Ellos no se lo comieron y simplemente le dijeron, miren, es necesario, juzguen ustedes mismos, es necesario que obedezcamos a Dios antes que a los hombres. Pero ellos no le hablaron mal en ningún momento, ni le subieron la boca, ni se comieron al son de sacerdote. Pablo, de hecho, en un momento, Sus emociones se exacerbaron y le dijo al sumo sacerdote que lo mandó a golpear. Dios te golpeará a ti, pared blanqueada. Y desde que le dijeron mira, así tú le dices al sumo sacerdote. Él dijo, ah, perdón, es que yo no sabía que era el sumo sacerdote. O sea, yo no estoy de acuerdo con ninguna de las vagabunderías que él está haciendo, pero por su posición de autoridad, yo se lo digo con respeto. Mira, sumo sacerdote, eso no está bien. La Escritura dice esto, pero siempre con respeto. Dígale a su marido, aún cuando ya haya un punto en el que vamos a decir, porque tenemos que procurar ser prácticos, llega un punto en que ya usted ha hecho lo que debía hacer, ha orado, ha expresado, y vamos a suponer un hombre impío. Y ya hay un momento en que ya usted tiene que decirle, mira, mi amor, te amo. Pero realmente eso que tú me estás diciendo viola mi conciencia. Entiendo que estoy haciendo algo incorrecto, algo mal, por favor. Mira a ver de qué otra manera lo podemos hacer, pero así yo no me siento bien haciendo eso. Voy a sufrir haciendo eso. Recuerden a Daniel en Babilonia. Cuando ellos llegaron y pusieron la comida delante de ellos y le mostraron lo que iban a comer, la porción del rey, Daniel no dijo, no, nosotros somos hebreos de hebreos. A mí hay que matarme aquí para yo comerme eso. Sobre mi cadáver me entran a mí esa carne sacrificada a los sido por mi boca. Daniel no dijo así. Y se parece a nosotros los dominicanos. Hay que matarme a mí para tal cosa. No, Daniel fue donde su superior y le dijo mira esto y esto y esto y dice la Biblia que pidió que no lo obligaran a contaminarse, con humildad, con sujeción. Es así la actitud que la Escritura pide para todos aquellos que están bajo autoridad, inclusive la esposa con su marido. Bien, en tercer lugar, es el hogar la clave de mi éxito como mujer, es el hogar la clave de tu éxito como mujer? ¿Qué ustedes creen? Las hermanas. Quiero que hablen. ¿Tú es el hogar o ves tú el hogar, hermana, como la clave de tu éxito como mujer? Bueno, parece que no, parece que no, que no creen que el hogar es la clave de su éxito como mujer. No. No me venga con eso. Y usted no es una hermana. Bueno, vamos a ver si se me animan en un momentito, pero yo quiero que ustedes me hablen de eso. Ahora, con toda la publicidad negativa que han recibido las amas de casas en los últimos, qué sé yo, yo tengo 44. Vamos a decir 60 años. ¿Por qué se va para atrás? con toda esa publicidad negativa, junto con el glamour que le atribuyen a la mujer trabajadora. No me sorprende que ustedes no quieran hablar. No me sorprende que ustedes no quieran expresar su opinión. Y óigame, no es que sea malo ser una mujer trabajadora, me refiero a ese glamour que vemos en las películas de Hollywood de esa mujer que es una matatana, que tiene su propia empresa de publicidad allá en Nueva York, en el alto Manhattan y que todo el mundo tiene miedo porque es una mujer de temple. Imagínense, cuando usted ve una película así, con ese glamour de esa mujer y ve a un ama de casa, usted se sienta al menos y tú a un ama de casa. Y mencionábamos eso la semana pasada. Igual pasa con el oficio de pastor. Se junta con sus amigos de la escuela. Yo soy gerente de tal lugar y tú que eres un pastor. Yo soy pastor de iglesia. ¿Qué tú eres? Ah, yo soy licenciada, yo soy esto, yo trabajo en tal proyecto y tú? No, yo soy ama de casa. Si es que lo dice, lo dice con... Tiene que ser una mujer que esté bien, bien clara en estas cosas para decirlo así con orgullo. Yo soy ama de casa. Dicen los autores o la autora, quiero recordarles que este capítulo que estamos viendo lo escribió Sally, la esposa. Este es un material trabajado por una pareja y este capítulo lo escribió ella. Dice, me encuentro constantemente con mujeres jóvenes que piensan que tener niños a una edad madura, perdón, que piensan tener niños a una edad madura o que no piensan tener niños. Dicen que no pueden realizarse plenamente en el hogar. Más y más mujeres atribuyen sus luchas en la vida al estar cautivas en la casa con los niños. ¿Qué les parece? Y es posible que aquí haya alguna que haya pensado así o que piense así. En su interior, ¿eh? Allá donde nada más sabe usted. Porque a veces nosotros mismos nos engañamos y decimos, no, yo no pienso así, yo no digo eso, ajá. Pero quizá allá adentro cuando usted ha estado amargada por una u otra cosa, sí lo ha pensado o se lo ha atribuido, consciente o inconscientemente, a eso. Hay muchas sociedades por ahí, he escuchado, porque no he ido a esos países, pero hoy escucho y leo en las noticias que hay sociedades, en muchos lugares, que ya la población es en su mayoría viejos. ¿Usted sabe por qué? Entre otras cosas que puedan haber, tiene que ver también con eso. No, espérate, yo tengo que... Yo no me puedo ir a atrasar en una casa, criando muchachos. Yo primero me voy a realizar y después, si tengo tiempo, si todavía puedo, pues entonces tenemos muchachitos por lo menos. Muchos tienen uno porque lo hacen así, ya cuando la mujer cuando tiene 40 años sale embarazada y apenas puede tener uno. A causa de la importancia, perdón, esas mujeres que piensan así, y si tú hermana quizás has pensado así, tendríamos que hacernos de inmediato la pregunta, ¿se equivocó Dios entonces al colocar a la mujer en el hogar para que y criara a sus hijos. ¿Se equivocó Dios? Sí, dicen por aquí que no, pero eso es lo que implica cuando alguien piensa que sí, que estar en el hogar es atrasarse y no realizarse. Está diciendo que Dios se equivocó. Poniendo a las esposas en el hogar, está diciendo que ese texto de Proverio que dice que la mujer sabia edifica su casa es un disparate. Es la implicación que tiene cuando usted hermano piensa eso. A causa de la importancia y de la diligencia necesaria en las responsabilidades del ama de casa, debemos enfatizar ese valor que tiene el hogar. Lo que pasa es que, como decimos con la publicidad por ahí, ama de casa, te van a mirar así. Pero hermano, y usted sabe lo importante. O sea, la realidad las está golpeando en la cara. todas esas personas que creen que el hogar es algo sin importancia, toda esta delincuencia, todo este asunto, toda esa ideología de género y todos esos muchachitos a temprana edad queriendo cambiarse de género, muchas veces por iniciativas de los propios padres, otras veces por ellos, todo este desorden que hay en la sociedad, Viene de ahí de menospreciar la importancia que tiene edificar una familia sobre bases sólidas. Y esa realidad lo está golpeando en la cara. Pero como quieran, miran así cuando alguien dice que es ama de casa. Y ahí está el problema. Dios no se equivoca. La mujer sabe y edifica su casa. Con la ayuda de nuestra cultura, Satanás ha convencido a las mujeres de que su existencia en el hogar es una barrera para su plenitud. Y una vez que la mujer se fija en sí misma, en lugar de fijarse en Dios, comienza esa batalla solitaria y dificultuosa. Porque muchas veces es ahí adentro que está esa mujer carcomiéndose y pensando que se quedó atrás, todavía atrás. ¿Cómo llegué a esto? ¿Cómo fue que yo llegué a esta situación? Estoy aquí en mi casa, en una casa criando muchachos, con una vieja, aquí echa a perder. Le echa a perder a quien le... ¿Y vive esa mujer infeliz ahí, con eso, allá adentro? Porque muchas veces ni se le expresa a su marido. Imagínense que se lo diga, o sea, ahí la cosa empeora. Mira, yo estoy aquí echa a perder por haberme casado contigo. Yo no debí casarme. Tener muchachos. ¿Para qué ellos me puse en eso? Las luchas frecuentes del hogar la cansan rápidamente y derrotan su espíritu de esperanza, dando lugar al miedo que es el enemigo de la fe. Y cuando una mujer está así sin esperanza, que se desesperanza, ya eso es terrible, pierde todo deseo. de vivir una vida plena, sino aún hasta de agradar a Dios. El miedo, enemigo de la fe, la invade. Y esas luchas frecuentes que son reales en el hogar, cansan a cualquiera y es verdad. La cansan, pero es porque quitan la mirada de donde la deben tener. Es que es Dios que te ha puesto allí y te ha dado promesas para eso. No es verdad que te está echando a perder. De ese cuento, hermana, del patrón de Satanás decíamos, señid los lomos de vuestro entendimiento, lo dice la Biblia. Remánguense el entendimiento para que lo usen en acciones concretas. Primero, se acerca a una mujer cuando está en medio de una prueba y las amas de casa tienen pila de pruebas. Se acerca ahí. En ese punto del conflicto, en la conciencia de la mujer, la presencia de Dios está muy difusa, oiga bien. Yo decía en clases anteriores, sin haber leído esto, que en mi experiencia, cuando hay ciertos conflictos, yo decía que a mí me choca de que, oye, pero ven acá, ¿y dónde es que está Dios? Porque es como si para ciertas cosas, sobre todo que tienen que ver con esa reacción natural de la mujer, que es un ser sentimental. Usted dice, pero ¿dónde? Es como si Dios no existiera para ella. Es como si no fuera cristiana. Pues yo no entiendo. Hermanos, pero entendamos. En ese momento, en esos momentos continuos de prueba, de lucha, en conflicto, la mujer pierde el enfoque. Y nosotros también. Una cosa es que la presencia de Dios esté en nosotros, en nosotros los creyentes, y otra cosa es que dejemos de mirarla, dejemos de verla o la veamos difusa. Al ser engañada en esos momentos, no duda directamente de Dios cuando están esos conflictos ahí, que lo que está delante de sus ojos en ese momento es los muchachos que están ahí, el marido, queja más de casa, piensa en cuando ella estaba estudiando y de una persona que le hizo una propuesta y que mira que tú das para esto y que cuando tú sales de aquí que usted tenga un puesto y le vienen muchísimas cosas a la cabeza juntas y rápido sabe que tienen un procesador súper rápido las mujeres y ahí en esa situación ella no culpa directamente a Dios pero culpa a su marido o la situación de su hogar Entiende que la culpa de esa situación, de eso que está pasando dentro de ella, es por su marido o por haberse casado, como decíamos, o por tener cuatro muchachos. Ellos tuvieron cuatro, los autores, por cierto. En el momento en que la mujer ve a una persona, o sea, su marido, al saco de sal, perdón, o una responsabilidad en el hogar, como es su responsabilidad de criar a sus hijos, tan pronto ya ve eso, una persona o una de sus responsabilidades, como el problema o parte del problema, su compromiso se rompe. En la clase pasada nosotros hablábamos, o en las clases pasadas, en el tema pasado más bien, hablábamos del hombre comprometidos, recuerdan, el hombre de Dios es un hombre comprometido. Y lo que lo hace un marido maravilloso es su compromiso inequívoco hacia su mujer. El compromiso de la mujer se rompe. Pero imagínense, si usted entiende que el marido y los hijos y sus responsabilidades en el hogar son el problema, ¿qué le queda? Ya no le queda nada, su compromiso se rompe. Por eso se piensa con tanta facilidad en el divorcio. Pues si mis problemas son estos, pues ya si yo corto aquí, pues ya se acabaron mis problemas. Entonces empieza a rebelarse y a tener resentimiento subconsciente. Y no se malharmen por esa palabra. En tiempo atrás tuvimos una situación aquí, un hermano que me corrió que no usara esa palabra, que retirara eso. Véalo como simplemente algo de lo que usted está haciendo, que usted no está consciente de la consecuencia de eso en ese momento. O quizá no está percatado de que lo está haciendo. Punto. La mujer comienza a rebelarse y a tener resentimiento subconsciente o inconsciente contra la persona a la que culpa. Su marido. Porque recuerda que piensa que el marido es el problema. Pero finalmente, ¿quién es que está detrás? ¿Quién fue que puso el marido? ¿Quién estableció el matrimonio? ¿Quién estableció el marido y lo puso como cabeza? ¿Quién? ¿Quién? Y la hermana es cristiana. ¿Cómo llega ahí? Una vez que empieza a resentirse o a rebelarse, se afecta la relación con Dios y con la familia. está resentida con Dios ya no quiere tener eso siente que se ha perdido que se echó a perder vamos a ver hermana voy a preguntar igual que ahorita crees tú que tu hogar que el hogar es la clave del éxito o la clave de tu éxito como mujer quién se anima Giovanni Buenos días, hermanos. Tú hablando de ese tema, Jason, yo aquí a cada rato me acerco a Ariel y le susurro cosas, porque yo me identifico mucho con ese tema. Cuando yo conocí a Ariel, yo era una chica de oficina, de saco, de andar en mi carro tempranito en la mañana tomándome mi café tranquila, sin estrés. Bueno, mi vida dio un giro totalmente al yo dar a luz, estar más en la palabra, estar más en la iglesia, y tuve que someterme a la decisión de mi esposo de que yo dejara de trabajar para estar en la casa. Porque Ariel, para la gloria de Dios, es un excelente padre y su preocupación era cómo tú te vas a ir para tu trabajo y yo me voy de aquí a las 8 de la mañana y regreso a las 10 de la noche, qué va a hacer de nuestros hijos y tus hijas también y fue muy difícil para mí, yo de verdad mira el señor Tuvo que trabajar mucho conmigo porque Ariel y yo tuvimos mucho, mucho problema para yo adaptarme a estar en la casa, a cuidar a los niños. Para la gloria de Dios siempre he tenido una ayuda en la casa, pero como quiera. Yo tengo cuatro hijos, dos adolescentes, dos chiquitos, y realmente yo de dos años para acá es que yo realmente he disfrutado el proceso. pero lo mío era quejadera y peleadera y lloraba mucho y realmente hoy en día yo me siento bien agradecida del señor de haberme ayudado a yo poder estar en la casa y en vez de quejarme disfrutar Claro, hay momentos que son como quiera difíciles, siempre van a haber situaciones, pero gracias a eso yo he podido estar en una de las etapas más difíciles de mis dos hijas, que son las más grandes, que es la adolescencia. Si realmente uno como padre no está presente, pendiente, como están las redes sociales, como están los bombardeos todo el tiempo, realmente, por más que tú vayas a la iglesia, si tú no tienes un control, tú no vas a poder sacar algo, porque eso no quiere decir que van a ser los mejores, pero por lo menos tú estás ahí. Porque son muchas veces que yo he abierto la habitación de mis hijas y he dicho, deja eso, saca eso, dame la tabla, esto. Si yo no estoy ahí, ningún sirviente lo va a hacer. Y gracias a Dios, hoy en día me siento muy orgullosa de ser ama de casa y a la vez trabajar con mi esposa. ¿Te sientes exitosa en tu hogar? ¿Te sientes una mujer exitosa estando en tu hogar? Sí, me siento exitosa porque yo no estoy nada más lavando y planchando. Ah, y aprendí que para estar en la casa no hay que estar feo. Yo estoy con mi pelo suelto. Yo me pongo bonita y me pongo mi perfume en la mañana porque estemos en la casa, no hay que estar feo. Cojan ahí. Gracias, Giovanni. Gracias. Así es. Así es. ¿Alguien más? ¿Hermana, crees que tu hogar es la clave de tu éxito? Cuando se anime alguna, puede levantar la mano. El hogar es la clave de éxito de la esposa. Lo levantaste tarde, espérate David. El hogar es la clave del éxito de la esposa. Aunque está bien, no está mal que las mujeres tengan profesiones, Es mejor, aunque la tengan, y ya hemos visto ejemplos de personas de aquí, de mujeres de aquí. Es mejor que se queden en casa con los niños una vez que estos niños lleguen. Eso es lo mejor. La mujer sabidifica su casa. Dios nos da a los niños para criarlos y nutrirlos durante 18 años. La cosa tan tan rara que ya a veces tiene uno que nutrirlo hasta los 30. Y a veces hasta más de ahí. Pero más o menos la norma es esa. Lo que quiere decir es hasta cuando ya se hacen independientes. Pero hay algunos que duran hasta los 40 años ahí echados en el mueble de la casa. Pero Dios nos los da por un tiempo breve. Y ese tiempo es nuestro deber nutrirlos. Es un periodo corto, pero muy, muy importante en nuestra vida y en la suya. De eso estaba hablando Giovanni ahora. Durante los años de su formación es vital que mamá permanezca en la casa por muchas razones. Muchas. Ella ha mencionado algunas. Seguridad, entrenamiento en la fe, tiempo con ellos, educación temprana, amor, atención física. Y es interesante lo que ella decía. Óyeme, porque yo estoy en la casa no es que yo estoy con un moño. O sudato el tiempo, o con olor a cebolla. Ella se pone perfumada y tiene su pelo suelto en su casa. hay muchas alternativas creativas para la mujer para estar en su casa lo que pasa es que nos cerramos una mujer puede trabajar dos días a la semana fuera de la casa si eso puede ser una opción trabajar dos días a la semana trabajar hasta el mediodía Hay mujeres que trabajan en colegios. Ellas mismas son las maestras de sus hijos en el colegio. Y de lado separado están en su casa con sus muchachos. Hay mujeres que llegan, perdón, que trabajan desde su casa por la computadora. Hay mujeres que hacen su asunto en su casa, que tienen un negocio, que hacen cosas, que hacen bizcochos, que hacen lo... Hay muchísimas formas creativas de estar en casa Y trabajar, ¿lo que usted quiere es trabajar? Pues trabaje. La mujer sabiedifica su casa. De hecho, la mujer que se presenta en Proverbios ahí, no está sentada lamentándose que esto es hecho a perder. Léase Proverbios 31, porque no lo vamos a leer aquí ahora. Pero dice que negocia, que hace aquello, que teje, que pone sus manos en la rueda, que su marido y sus hijos la llaman bienaventurada. Es una mujer activa, de trabajo. Por eso el hogar no es verdad, que es una limitante para ti como mujer. De hecho, la inversión más beneficiosa, ¿cuál es? Es precisamente levantar una familia, levantar hijos de bien. Decíamos el domingo pasado, vamos a comparar el hogar y la familia y los hijos de esa glamorosa que presentan, dueña de una empresa en Broadway, Vamos a comparar su hogar con un ama de casa que está haciendo su responsabilidad con sus hijos. Vamos a ver cuál es en ese sentido más exitosa. ¿Qué es lo que es el éxito? Lograr cosas que uno se propone, metas. Y la meta de una familia de bien. ¿Cuál es más exitosa? ¿Esa mujer de glamour o el ama de casa? Vamos a ver, vamos a comparar. Puede ser que también el hogar de la gramurosa salga bien en la bondad y la misericordia de Dios. Pero vamos a comparar. Y ya, vamos a ver quién es más exitosa. Lo que pasa es que de lo que más se hace eco, la sociedad y la cultura, ¿qué es? No es de la que tiene éxito en su hogar. Es de la que tiene éxito fuera. Hace años el movimiento feminista está haciendo la suya por ahí. y exhibe pruebas de la situación de la mujer corriente. Miren, miren, miren qué es lo que el patriarcado quiere que la mujer sea, miren. Dice la autora, yo estoy de acuerdo con el movimiento feminista en cuanto a temas de igualdad de trabajo, igualdad de salario, yo también. Decíamos en la clase pasada, las mujeres no son, la hombre y mujer son lo mismo. excepto en los molleros, y a veces también se alterna, pero bueno. Entonces, yo también estoy de acuerdo con eso. ¿Quién ha dicho que porque una persona, porque tenga bulba y el cabello largo y los ojos bonitos y la piel tersa, sí muestra mejores aptitudes para ser tal puesto en tal trabajo? Que por eso no puede estar ahí, porque es mujer. ¿Quién ha dicho eso? Si ella es la que resuelve, bueno, pues ella es la que tiene que estar ahí. ¿Y cobrando un buen sueldo? Porque el tema es su capacidad. No resuelve, no hace lo que se necesita ahí. Entonces, ¿ya? Estamos de acuerdo con eso, pero, dice ella, no estoy de acuerdo en dos temas principales. que ella presenta, el feminismo presenta la causa o presenta como causa de los problemas de la mujer que se ama de casa, o sea, que se queda en el hogar. Presentan eso como que eso es desigualdad y está siendo atrasada, pisoteada. En esencia, estas mujeres decían que es una equivocación tener papeles definidos dentro o fuera del hogar. Dios ha definido papeles. Ellas dicen que no. Eso es un error tener papeles definidos. Nuestro país ha intentado dar libertad de expresión a la mujer en el trabajo. Los líderes, pero también han dado poca importancia a comunicar lo importante que es ser esposa y ser madre. No se menosprece el hecho de que muchas mujeres trabajen fuera del hogar. Muchas veces lo hacen por necesidad. Por necesidad económica. O más obvio todavía, ¿cuántas mujeres no trabajan pero porque no tienen muchachos? Entonces, ni modo. Esto no es un tema de que no, tú tienes que estar en la casa. ¿Pero haciendo qué? ¿Sentar? O sea, no tienen muchachos. Si usted está casada y no tienen hijos y pueden trabajar los dos, pero gloria a Dios, denle para allá y ahorren muchísimo. Estamos hablando de cuando hay niños. Giovanni decía, yo era tal cosa, Ariel me pidió que me quedara en la casa, pero Ariel provee. Hay muchas mujeres tienen que trabajar por necesidad, no estamos hablando de eso. Sin embargo, demasiadas mujeres creen equivocadamente que sin trabajar fuera del hogar no se pueden realizar. Y ese es el punto. Oígame, trabajar fuera del hogar. Pero hay mucho trabajo dentro del hogar. No solamente ahí de la casa. Ya decíamos, muchas opciones que usted puede hacer dentro del hogar. Pero trabajar fuera no es la única opción. Pero el feminismo y la cultura le han metido ahí que tiene que ser emplearse fuera del hogar. Si usted no se emplea fuera del hogar, usted no se va a realizar. Usted no va a ser una mujer exitosa. Mentira del diablo. Así de simple. Mentira del diablo, así como fue mentira lo que le dijo a Eva en el Edén. Si comen del árbol, van a ser como Dios. Tan sencillo como eso. Muchas mujeres se equivocan al pensar que una vez que el niño entra en el colegio, ya no tengo que estar en la casa a trabajar. afuera. Porque ya los muchachos entraron a la escuela. Los niños de todas las edades necesitan a su mamá en la casa. De todas las edades. Es particularmente importante en la época de la adolescencia, lo decía Giovanni ahorita, Giovanni, que se queden en la casa. Por naturaleza aparecen muchas tentaciones para los adolescentes. Si mamá no está en casa. Oiga, metando en casa aparecen. Dice Giovanni que entra y a veces le dice, mira eso quítalo, dame la tabla. Estando ella ahí, imagínese si no está ahí, por favor. Vamos a aterrizar. Muchas tentaciones, delincuencia, malas compañías, sexo, drogas, pornografía. Todas esas cosas son tentaciones para los adolescentes. Necesitan a su mamá ahí. Y cuando digo ahí es que esté ahí, porque si está en la casa y como quiera no está haciendo nada, pues no estamos en nada. Es el rol activo de su madre dentro del hogar. Muchas otras madres del barrio trabajan, dice la autora. Así que puede que usted sea una de las pocas madres en casa para hablar con los niños cuando llegan del colegio, no solo con los suyos, sino también con los de las vecinas que no están ahí porque están trabajando. Dice Sally, la autora, yo estuve allí en mi casa para responder a sus preguntas de sus hijos y a las de sus amigos. Abrimos nuestro hogar a ministerios como como vida joven y comunión de atletas cristianos. Y los niños eran bien recibidos en nuestra casa de día y de noche. El desafío como padres es influir a sus hijos y a sus amigos con valores morales y religiosos. Esa es la importancia del rol que Dios puso para la mujer en el hogar, que edifique su casa. Esa edificación es invertir en el recurso más importante que es el ser humano, el alma humana, la de sus hijos, esos que van a ser los elementos individuales de la sociedad, los que van a conformar la sociedad. ¿Por qué usted ve aquí menores de edad delinquiendo? ¿Por qué? Porque muchas madres, muchas mujeres han creído que tienen un plan mejor que el de Dios. y que los muchachos no necesitan su mamá en la casa. Punto. Tan simple como eso. Sí, habrá un solo sueldo. Cuando Ariel y Giovanni se juntaron, habían dos sueldos, habían dos entradas. Cuando Giovanni se quedó en la casa, hay una sola. ¿Cuál será el beneficio de de eso. Si teníamos dos sueldos, limitarnos a uno. ¿Cuál va a ser el beneficio de eso? Un lugar seguro para la familia. Ahora, ¿qué tan importante es eso para ti, hermano o hermana cristiana, respecto a la realización o la llamada realización? Eso va a depender de la perspectiva tuya, de si es una perspectiva de fe, o una perspectiva temporal. ¿De qué te va a servir ser exitosa y haber llegado a ser vicepresidenta del banco tal o lo que sea? ¿De qué te va a servir si no criaste hijos con una base fuerte, buenos para la sociedad donde vives y para la gloria de Dios? ¿De qué te va a servir? Entonces, el tema es a qué le damos más importancia. Si tu perspectiva es una perspectiva de fe, tú vas a mirar hacia tu hogar y a lo que el hogar produce hombres y mujeres de bien, y vas a tener eso en mayor estima. Y vas a decir si el plan de Dios es el plan correcto. El plan de Dios es el plan correcto. Yo no lo voy a cambiar. Cuando los hijos dejen el hogar para irse a la universidad, Cuando ya están grandes, cuando comiencen a trabajar, ya tú vas a estar libre, mi hermana. Decíamos, ¿quieres una profesión? Hazla. Mencionaba a hermana Paula, que me la encontré años atrás, ya después de que sus hijos estaban grandes, que estaba estudiando en la Universidad del Caribe. Puedes hacer una profesión si quieres. Un ministerio para otras mujeres. Puedes dedicarte a viajar con tu marido. Yo tengo eso en mente, de hecho. Ponernos a rututear cuando ya podamos, ya los muchachos tengan hechos y derechos. Hermana, te puedo asegurar que te sentirás bien por el tiempo que pasaste con tus hijos y no lamentarás. haber dado prioridad en ese momento a lo que no era prioritario en ese momento, te lo puedo asegurar. Pregúntale a mujeres que sus hijos son, o que en el día de hoy no son lo que deberían ser, si están contentas, si se sienten realizadas, exitosas, por no haberse dedicado a ellos, pregúntale. Hermana, te vas a sentir bien cuando ya, cuando ya ellos estén grandes, que ya tú hiciste tu aporte, hiciste lo que tenías que hacer, te vas a sentir bien y ya, cuando te puedas dedicar a lo que tú quieres, pero ya hiciste tu trabajo en el hogar, fuiste exitosa en el hogar, no te vas a arrepentir, créeme. La mujer sabia buscará la perspectiva de Dios utilizando las escrituras, norma suprema eso no la limita ni en el hogar ni en el trabajo siempre y cuando tenga la perspectiva del señor es el hogar ves tu hogar como la clave de tu éxito como mujer espero que sí que lo veas así Ya como se nos acabó el tiempo, no vamos a tomar más. Pero sí, en la próxima clase, Dios mediante, me gustaría escuchar a más de ustedes decirme cómo ven su hogar. Y si ven su hogar como la clave de su éxito. Tú vas a comenzar, Paula. Sí, muy bien. Bien, hermano, vamos a orar. Bendito sea, Señor, te agradecemos la oportunidad que nos has dado otra vez de escuchar tu palabra. Seguimos suplicando con humildad de tu ayuda. Espíritu Santo, capacítanos para aplicar tu palabra, para vivirla. Cambia nuestras convicciones, cambia nuestras perspectivas, nuestra forma de ver las cosas, nuestra cosmovisión. Cámbiala cada día o continúa cambiándola. y conformándola a la voluntad de Dios. Ayuda a nuestras hermanas. Ayuda a nuestras madres. Ayuda a nuestras amas de casa. Unge sus ojos con colirio para que lo vean, para que lo vean claro, para que vean a Dios sonriéndole mientras desarrollan su papel como esposa y que puedan disfrutarlo y entenderlo y asumirlo con gozo y ánimo, como testificaba nuestra hermana. Concédenos esto, Señor, para tu gloria. Lo pedimos en el nombre de Jesús.
Los límites de la sumisión
Series Dos haciéndose uno
Los límites de la sumisión
Sermon ID | 1282419173792 |
Duration | 56:19 |
Date | |
Category | Sunday School |
Bible Text | Philippians 4:6-7 |
Language | Spanish |
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