
00:00
00:00
00:01
Transcript
1/0
La lectura de la Palabra de Dios después de pie, antes del sermón, es de Marcos 7. Marcos 7. Nos da mucho gusto tener visitantes entre nosotros. Saludémoslos de manera especial. Vamos a leer de Marcos capítulo 7 y permanecer de pie para una oración. Marcos 7, versículo 31 al 37. Mi Biblia titula este pasaje, Jesús sana a un sordomudo. Escuchemos la Palabra de Dios. Refiriéndose a nuestro Señor Jesucristo, dice así, Volviendo a salir de la región de Tirón, vino por Sidón al mar de Galilea, pasando por la región de Decapolis, Le trajeron un zorro y tartamudo, y le rogaron que le pusiera la mano encima. Y tomándole a parte de la gente, metió los dedos en las orejas de él, y escupiendo, tocó su lengua. Levantando los ojos al cielo, gimió, y le dijo, Efata, es decir, sé abierto. Al momento fueron abiertos sus oídos. Y se desató la ligadura de su lengua, y hablaba bien. Les mandó que no lo dijesen a nadie. Pero cuando más les mandaba, tanto más y más lo divulgaban. En gran manera se maravillaban diciendo, «Bien lo ha hecho todo. Hace a los sordos oír, y a los mudos hablar.» Oremos para que el Señor nos dé oídos para oír esta mañana. Padre celestial, venimos a adorarte a Ti, Dios Padre, Dios Hijo, Dios Espíritu Santo. Venimos, Señor, a adorarte como nuestro Creador. Tú nos hiciste, Tú nos creaste, nos has dado vida para estar aquí. Te adoramos y te lavamos. por nuestra existencia, que podemos pensar, podemos cantar, podemos escuchar Tu Palabra, podemos cantar estos himnos y meditar en Tu Palabra, en este día descansar de nuestras obras y descansar nuestras almas pensando en lo que Tú has hecho por nosotros y lo quieras en Cristo. Te pedimos, Señor, por Sus méritos, porque Él es nuestra justicia, Él es nuestro mediador, nuestro intercesor. Ahora, Señor, que abras nuestros oídos para oír. Haz la obra de salvación. Haz el milagro de transformación. Atráe a Tu pueblo a Ti mismo, Señor. Te pedimos que nos acerques a Ti. Nos acercamos a Ti. Cumple Tu promesa que Te acercarás a nosotros. Por Tu Palabra, por Tu Espíritu que llegue a nuestros corazones, llegue a nuestras almas y nos transforme para alabarte y adorarte más como Tú te lo mereces. Te pedimos esto para nuestros niños, nuestros hijos. Te pedimos por nuestras familias, Señor, en estos días que tengamos esa unión en Cristo, esa comunión en Cristo. Hacemos el mismo por nuestras iglesias hermanas. Inicia la iglesia en Nogales, en Los Mochis. Te pedimos por nuestros hermanos en Cuauhtémoc, en Chihuahua. Señor, bendice tus obras y extienda su reino. Este día, Señor, porque es tu obra, porque es tu reino. Oh Señor, al predicar, que tu nombre sea santificado. Dame palabra, Señor, y unción de lo alto. En Cristo Jesús, nuestro gran Salvador. Amén. Amén. Sentémonos, hermanos. Siguiendo con nuestra serie del Libro de Marcos, esta mañana meditaremos en una frase del versículo 37, Marcos capítulo 7 y el versículo 37, donde refiriéndose al Señor Jesucristo, dice, Bien lo ha hecho todo. Bien lo ha hecho todo. Pero antes de enfocarnos en esta frase, notemos su contexto. Después de sanar a la niña de la mujer griega Isidropenicia, que estudiamos del versículo 24 al versículo 30, el Señor fue a la región de Decapolis. Decapolis, no sé si ustedes se acuerdan de sus clases de geometría, el Deca o no. Deca es diez. Decapolis, una ciudad. Decapolis era una región donde había diez ciudades. Y era una región de gentiles, es decir, no eran judíos los que vivían en esa región. Eran goyim. Y como vimos la semana pasada, con estas historias, Marcos confirma que nuestro Señor Jesucristo no es tan solamente el Salvador de los judíos. Él es el Salvador de todo el mundo. Y leemos aquí en el versículo 31 y 32, que al pasar por Decapolis le llevaron un sordomudo para que lo sonara. Y una pregunta aquí, es cómo los parientes, los amigos del sordomudo, supieron que Cristo podía sanarlos. Si Cristo nada más ministraba y buscaba a las ovejas de Israel, Él no se las llevaba entre los gentiles, entre los goyim, no iba a esa región de Decapolis, ¿cómo sabían esos amigos, esos parientes que llevaron a este sordomudo, para que Cristo los sanara? Bueno, en el capítulo 5 y versículo 20, creo que tenemos la respuesta a esta pregunta. ¿Cómo supieron los de Decapolis de nuestro Señor Jesucristo? El capítulo 5 trata del endemoniado Galerino. Y nos dice, en los últimos versículos, que ese endemoniado, después de ser sanado, le rogó a nuestro Señor Jesucristo que pudiera ser su discípulo y estar siempre con él, versículo 18. Y lo hay en el versículo 19, es algo extraño, pero dice Jesús no se le permitió, que no se le siguiera, que no estuviera con él como los discípulos. Pero nuestro Señor Jesucristo le dio una orden, vete a tu casa, a los tuyos, cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho contigo y cómo ha tenido misericordia de ti. Y el versículo 20 es la respuesta a nuestra pregunta, ¿cómo supieron los de Decapolis? Eso es Goyim, de Cristo. Y se fue. Y comenzó a publicar en Decapolis. Cuán grandes cosas había hecho Jesús con él. Y todos se maravillaban, asombrados. ¿Cómo es posible? Y nos vamos a encontrar con esa palabra en nuestro pasaje también. Ahora, otra pregunta de nuestro pasaje aquí antes de enfocarnos en el versículo 37. ¿Por qué El Señor sonó a este sordomudo, nos dice aquí, metiéndole sus dedos en las orejas, escupiendo y tocando su lengua, y luego gimiendo al cielo. ¿Por qué lo hizo así? El Señor muy bien pudiera haber dado la palabra, o puesto las manos sobre él como ellos querían, pero no lo hizo así. Yo creo no nos da la razón, pero cualquiera que sea la razón, Yo creo que se demuestra aquí que el Señor no sanó a los enfermos como en una maquina, ¿verdad? Haciendo todas las cosas lo mismo, lo mismo, lo mismo, siempre en una maquina, lo mismo, lo mismo, lo mismo, siempre. No, no, no. No era así. Nuestro Señor Jesucristo a algunos lo sanó con la palabra. A algunos ni siquiera fue a sus casas, dio la orden y fueron sanados. A esta persona, Dios lo sanó así, el Señor lo sanó así, porque Él sabía que era lo que esta persona necesitaba. Específicamente así. Y creo que debemos de tomar en cuenta esto. Para nuestro Señor Jesucristo, cada enfermo, cada persona tiene su personalidad. Es diferente. No es una persona cualquiera. No somos números ante el Señor. Me acuerdo en la secundaria, mis maestros, el número 37, el horóscopo, los demás me decían horóscopo, pero los maestros, el 36 o el 37. Pero para el Señor Jesucristo no somos números o así nada más, nombres cualquiera. Específicamente, personalmente nos conoce y sabe cómo tratarnos, qué hacer por nosotros específicamente. Una última pregunta sobre el caso aquí. ¿Por qué el Señor mandó que no le dijesen a nadie sobre el milagro? ¿Por qué el Señor mandó que no le dijesen a nadie? Y no es la primera vez. Ya hemos visto esto y lo hemos leído en otras ocasiones. El Señor había hecho un gran milagro y les dijo, no le digan a nadie. ¿Por qué? Ustedes pueden leer eso en el versículo 36. Les mandó. Y entre más les decía, más lo divulgaban ellos. ¿Por qué el Señor mandaba que no divulgaran sus milagros? Podemos pensar, por Juan 6, que el Señor Jesucristo no quería ser conocido como un sanador, un predicador de sanidades del cuerpo y que alimentaba a las multitudes. Él quería que lo conocieran como un salvador de sus pecados. Eso es lo principal, ¿verdad? Podríamos pensar eso. También otra cosa. Vean Marcos 1, 43. Marcos 1, 43. Entonces, bueno, aquí se trata de un leproso, él sanó a un leproso, quedó limpio, en el instante la lepra se fue de aquel, versículo 42, Marcos 1, y en el versículo 43, entonces le encargó rigurosamente, y les despidió luego, y le dijo, mira, no digas a nadie nada. Los predicadores de milagros de hoy en día ¿verdad? Si hicieran un milagro así ya lo hubieran puesto en su whatsapp, en su instagram, en su... ¿Cómo se llama? ¿El X? Diciéndole... Twitter ¿verdad? Decían antes. Diciéndole a todo el mundo por el gran milagro en Facebook iban a salir ¿verdad? El Señor Jesucristo no le diga nada a nadie. Rigurosamente. Mira, no digas a nadie nada, sino ve, muestraste al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que Moisés mandó para testimonio a ellos. Pero Idoel, aquí está creo que una de las respuestas, ¿por qué? ¿Por qué nuestro Señor Jesucristo no quería que nadie supiera? Pero Idoel comenzó a publicarlo mucho y a divulgar el hecho, de manera que ya Jesús no podía entrar abiertamente en la ciudad, sino que se quedaba afuera en los lugares desiertos, y venían a Él de todas partes. ya no podía entrar a la ciudad, ya no podía predicar la sinagoga, o sea, porque la multitud quería estar ahí y nada más por las sanidades y los milagros. Y en último lugar, creo que Juan también nos da una razón por la cual Nuestro Señor Jesucristo no quería que lo divulgara a la gente, y que era que Él sabía que su hora no había llegado. No era la hora de la entrada triunfal, no era la hora de la cruz, entonces Él prefería que nadie lo divulgara. Como dice Juan, no había llegado todavía su hora, la hora de la cruz. Muy bien, pero volviendo a nuestro pasaje en Marcos 7, Cuando la gente supo del milagro del sordomudo, quedó maravillada. Estaban asombrados, totalmente maravillados. Lo que les había dicho el ex endemoniado harareno era cierto de este gran Salvador que hacía tales milagros. Y entonces ellos dijeron, versículo 37, bien lo ha hecho todo. Haz a los sordos oír, y a los mudos hablar. Muy bien, esta mañana nos enfocaremos en esa frase, Bien lo ha hecho todo. Bien lo ha hecho todo. Y meditaremos en algunas cosas que nuestro Señor Jesucristo ha hecho, hace y hará bien. Algunas cosas que el Señor Jesucristo ha hecho, hace y hará bien. Y tienen que ser unas cosas, no todas, tenemos que limitarnos porque el tiempo nos faltaría de enlistar todas las obras maravillosas que el Señor ha hecho. Hay un versículo, creo que es el último versículo de Juan, debí haberlo checado, checado, confirmado. Creo que es el último versículo del Evangelio de Juan. que dice que si se escribieran todas las cosas que el Señor Jesucristo ha hecho, en todo el mundo no hubieran los libros que se habrían de escribir. Alguien pudiera decir, es una exageración eso, pero yo estoy dispuesto a debatir eso y a argumentar contra que es una exageración. Tal vez es una exageración, pero, pensándolo si enlistáramos todas las cosas que Cristo ha hecho desde la eternidad pasada. Desde la eternidad. ¿Se saben que es eternidad? El infinito, de sin tiempo, de desde siempre, todo lo que ha hecho nuestro Señor Jesucristo, cada una de las cosas de las que pusieran a escribir, los libros no ocupieran en todo el sistema solar, yo diría. Bueno, si quieren argumentar conmigo, me dicen. Vamos a comenzar entonces meditando que en el pasado el Señor bien lo ha hecho todo. En el pasado el Señor bien lo ha hecho todo. En primer lugar, pensemos en la creación. Génesis 1.1. Ya lo aprendimos. De hecho, es el versículo que hay que memorizar para este mes. Génesis 1.1. Y aprendimos ya que en el principio el Señor creó los cielos y la tierra, el mar y todas las cosas que en ellos hay. Y dicen colosenses, Dios ahí en Génesis 1.1, y en Hez específicamente, dicen colosenses, en Cristo fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles, sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades, Todo fue creado por medio de Él y para Él, y Él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en Él subsisten. Otro versículo que pudieran escribir ahí en Hebreos capítulo 1, y en el versículo 1, el autor nos dice, Dios, habían doblado muchas veces y de muchas maneras en un tiempo a los padres por los trofetas, En estos posteriores días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituye heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo. El Creador es Cristo específicamente, Dios Hijo. Él es el Creador del mundo, todos los seres celestiales invisibles, todos los seres terrenales visibles. Y si ustedes recuerdan la lectura de Génesis 1, Cuando Dios hizo la tierra, el mar, los cielos, las plantas o los animales, leemos una y otra vez, y vio Dios que era bueno, y vio Dios que era bueno, una y otra vez, y a lo último dijo, y eso es muy bueno. Ahora, En estos días, hoy, nosotros, vemos la creación, la naturaleza, afectada, nos dicen Romanos 8, la naturaleza misma fue afectada por el pecado de Adanieva. Pero aun así vemos algo de la gran belleza, de la armonía y perfección de Dios, creando la naturaleza. No nos alcanzan los telescopios modernos para ver los millones de galaxias creadas por Cristo. Nuestro sistema solar se mueve a la perfección como un muy sofisticado reloj. La semana pasada recibí un Whatsapp, creo que fue de mi hermana favorita, mi hermana Alberta, que cumplió años por cierto, la semana pasada. Me mandó un Whatsapp y sabe que me interesa a mí esto. Me regalaron un telescopio y la semana pasada Hubo una alineación de siete planetas, algo espectacular, es muy raro. Pero, ¿cómo sabían los astrónomos que iba a suceder? ¿Cómo saben los astrónomos que iba a anunciar años, décadas, antes de que haya un eclipse? ¿Cómo es posible que nos digan ahí en el cometa Terra? ¿Cómo es posible todo eso? Dios creando el universo maravilloso, como ese sofisticado mecanismo en todas las galaxias y sabemos exactamente lo que está pasando a nuestro alrededor. Dios, Cristo, creó nuestros cuerpos. Siempre he pensado, y no sé si ustedes sabían que yo quería ser doctor, yo quería ser médico, y yo siempre he pensado Es imposible que un médico sea ateo. ¿Cómo es posible que sepa de la biología, y los músculos, y el metabolismo, y las células, y los nervios, y las hormonas, y todo en armonía para que podamos crecer desde el embrión de nuestras madres, y crecer, y movernos, y alimentarnos, y ver, sentir, y pensar, y ser? ¿Cómo es posible que un médico que sepa de todo eso, no crea que hay un creador, todopoderoso, inteligente, sabio, que nos hizo así? La lección aquí, hermanos, es que al ver la creación, podamos decir de Cristo, bien lo ha hecho todo. Bien lo ha hecho todo. Y cristiano, hermana cristiana, aplica la verdad de Dios Todopoderoso, el Creador en Cristo. Por supuesto que debemos reverenciarlo como nuestro Creador, pero obedecerlo y amarlo, Él nos hizo, existimos por Él, y como cristiano puedes confiar en Su gran poder, Él es omnipotente para crear de la nada todo esto. Él es Todopoderoso para salvarte, para ayudarte, para transformarte. En segundo lugar, Meditando que el Señor bien lo ha hecho todo, pensemos en nuestra salvación, nuestra creación, y ahora nuestra salvación. Conocemos la historia de Génesis. Adán y Eva pecaron contra Dios, y en ellos todos sus descendientes, genéticamente hablando, espiritualmente, todos sus descendientes, todos los humanos, nacemos en pecado, somos pecadores. Por nuestra genética espiritual nuestra tendencia es hacerlo mal, caer en tentación. ¿Y Dios sabía lo que iba a pasar en Edén, que no? ¡Claro que sí! ¿Sabía que necesitaríamos un Salvador? Así que en la eternidad pasada hizo un pacto con su Hijo. Le prometió un pueblo, una multitud inhumidable, pero Cristo tenía que venir a este mundo a ser sacrificado por nosotros, y así lo hizo. Es por eso que leemos en 1 Pedro estas palabras. Las van a reconocer. que fueron rescatados de su vana manera de vivir con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación, ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los posteriores tiempos por amor a ustedes. Dice que tenía que ser sacrificado sin mancha, sin contaminación. El cordero que moría en lugar de las personas en el Antiguo Testamento tenía que ser sin mancha, sin contaminación, porque representaba la pureza que se necesitaba, por supuesto. Nuestro Señor Jesucristo, el Cordero de Dios, tenía que vivir entonces una vida impecable. No cometer ni un solo pecado. Cristo tenía que vivir a la perfección, obedecer todos los mandamientos de Dios, cumplir con todas las ceremonias de la ley. Y Él de seguro bien lo hizo todo. Él vivió a la perfección. Como bebé, como niño, como joven, como adulto, Él cumplió con toda la ley de Dios a la perfección. Pero además, para salvarnos, él tenía que vencer al diablo. Y venció todas las tentaciones del diablo, desde el principio hasta el final de su vida. Y Cristo tenía que sufrir por nuestros pecados, la miseria, el dolor que nosotros merecíamos, la ira de Dios, la ira de la justa, la justa ira de Dios que merecíamos nosotros. Él la sufrió en la cruz. Entonces su grito consumado es consumado es, confirma, bien lo ha hecho todo para asegurarnos el perdón de Dios, que Dios nos fuera a perdonar, porque Él murió sustituyéndonos a nosotros. Es del Evangelio las buenas noticias. Pero, escuchen bien, para salvarnos se necesitaba más. se necesitaba que Su crucifixión, Su redención, Su sangre, fuera aplicada a nosotros, a nuestro corazón, a nuestra alma. Por eso Cristo envió el Espíritu Santo, para que el Espíritu Santo nos diera un corazón nuevo, para que pudiéramos tener fe, para que pudiéramos arrepentirnos, y para que pudiéramos producir Su fruto. El fruto del Espíritu Santo es amor. paz, todas esas virtudes que nos hacen cristianos. Entonces, al pensar en nuestra salvación, podemos decir de Cristo, bien lo ha hecho todo. Cristiano, cristiano, nunca dudes del perdón de Dios. El diablo, Satanás, el dragón, la serpiente, te va a engañar, te va a asustar y te va a te va a recordar esos pecados de tu niñez, de tu juventud, sobre todo de tu juventud. Te vas a sentir mal, como cristiano, como buen cristiano. Recuerda, Cristo bien lo ha hecho todo. Cózate en Su salvación. No dudes del perdón de Dios. Tú no puedes perder tu salvación. Claro, si dependiera de nosotros, que nosotros tenemos que cumplir con todos los mandamientos de Dios. Ninguno sería recibido en gloria. Ninguno. Pero todo depende de Cristo. Todo depende de Su obediencia. Todo depende de la fidelidad de Cristo. Y de seguro, bien lo ha hecho todo. La creación, nuestra salvación, son cosas del pasado que Cristo bien ha hecho. Todo. Pasemos ahora, vamos a ver dos cosas del presente. su providencia y su intercesión. Hay algunos que se imaginan que el cielo es un lugar pasivo, sin actividad, puro descanso. No es así. El Señor Jesucristo está sentado en Su trono, pero es muy activo. Todo el cielo, todos los ángeles Cristo gobierna, manda a Sus ángeles, Él sustenta, controla todo el universo con la palabra de Su poder, dice en Hebreos 1. Esto es lo que llamamos providencia, la providencia de Dios, o la divina providencia. Cristo disponiendo, dirigiendo, guiando, controlando, supervisando absolutamente todo para que se cumplan sus propósitos, para la meta final de Dios. Ahora entonces aquí tenemos que incluir toda la historia del mundo, y toda la historia de todos los hombres, buenos o malos. Hay un versículo increíble, Salomón escribió, todas las cosas ha hecho Jehová para sí mismo. ¡Claro, amén! Pero luego dice, aun al impío, aun al pecador, para el día malo. Y eso es muy cierto. Dios dirige, sostiene, guía, controla, supervisa aun al pecador para cumplir su propósito. Fue en la providencia de Dios, en la providencia de Cristo, que levantó a José para que Israel no dejara de existir. ¿Se acuerdan de José, hijo de Jacob, en Egipto, en el calabozo, en el pozo? Que feo, ¿verdad? Fue en la providencia de Dios. Lo estaba guiando todo para que Israel no dejara de existir. ¡Judas! ¡Judas, el hermano de José tenía que sobrevivir! ¿Por qué? porque nuestro Señor Jesucristo tenía que nacer de Judá. Entonces la misma historia la conocen después de José. En su prudencia el Señor levantó a Moisés y a Faraón para que sucediera el éxodo de Egipto. En su providencia levantó a Josué, para que entraran a la Tierra Prometida. Y así, en su providencia levantó a jueces, a profetas, a reyes, para que siguieran existiendo hasta su venida. Y es el Señor, por supuesto, que en su providencia llamó a los apóstoles y a personas como Saulo de Tarso, para que se cumplieran sus propósitos, se extinguieran la cristiandad por todo el mundo. y para dejarnos por escrito sus mandamientos y sus promesas. ¡Claro que se cumplió su promesa a la perfección! En su providencia se mudaron unos norteamericanos a la novena y Tamaulipas, en la esquina ahí. Se pudieron haber mudado a miles de ciudades de Hermosillo. Venían de Moctezuma, por cierto. Pero el Señor los puso allí Luego los Perkins me invitaron a la escuela dominical. Yo no era cristiano, yo no sabía que era escuela dominical. Yo me imaginé, en esos días, fíjense, en la época primitiva, yo iba a la escuela los sábados también. Bueno, yo dije, y domingo también a la escuela, pero ¿cómo? Ahí voy a la escuela dominical. Y lo hicieron en un club de niños. Y el hermano del mundo, López, también estuvo ahí, en esta colonia, y escuchó el Evangelio. En la providencia de Dios. ¡Perfecta! ¡Estamos aquí! ¿Saben cómo es que los Estrada están aquí? Pregúntenles. A ver si un día permitimos a más personas que nos cuenten su testimonio de salvación. Cómo es la providencia perfecta de Dios y creen en el Evangelio, supieron de la Biblia. ¡Algo espectacular! Cristo bien ha hecho todo. Ustedes, usted está aquí por la providencia de Dios. Usted me está escuchando por Internet en la providencia de Dios. Y al pensar en esa providencia, podemos decir, Cristo bien lo ha hecho todo. Cristiano, cristiana. Especialmente, por supuesto, cuando pases por conflictos, confía en la buena providencia de Dios para tu vida. Tal vez algunas de esas providencias te parezcan muy malas, te parezcan injustas, te parezcan hasta crueles. Pero al final, al final, después de todo, vamos a decir, bien lo ha hecho todo. La semana pasada, la hermana Annabelle puso en el WhatsApp de la iglesia la petición de una bebé con leucemia en el hospital en Obregón. ¡Qué difícil! En esas ocasiones, al hablar, si pudiera hablar con los padres, pudiera decirles, yo también tengo un hijo con sé. Pudieras hablarle de nuestras oraciones, pudiéramos hablarles de teología, pero a lo último, muchas veces, lo único que podemos hacer es abrazarlos, y tratar de explicar, sí con nuestro testimonio, tal vez, o con otras historias, pero de llamarlos a Cristo, que Él es perfecto y justo, que no podemos, como dice el himno que acabamos de cantar, juzgar Sus propósitos, que, a lo último, esas tristes providencias ocultan su bondad. Y dejarlos con esa esperanza de que Dios tiene un propósito sabio y santo, bondadoso para nuestras vidas. Y yo les diría, el Señor da gracia. Acércate a Dios. El Señor da gracia. De verdad. Es increíble. Pero Él Otra cosa muy importante que Cristo hace en el presente es el de interceder por nosotros, interceder por nosotros. Vamos a Romanos 8.31, o bien, conocen un pasaje, lo hemos memorizado, pasaje favorito de su servidor, Romanos 8.31, El apóstol se emociona aquí y se extiende en la verdad que sabemos que a los que aman a Dios todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados, y se extiende a tal grado que dice entonces en el versículo 31, ¿qué pues iremos a esto? Romanos 8, 31. ¿Qué pues iremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? Él que no escatimó ni a Su propio Hijo, sino que le entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con Él todas las cosas? ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. ¿Quién es el que condenará? Y luego Él dice, y hace aquí el secreto de la cristiandad a lo último, Cristo es el que murió, más aún el que también resucitó. El que además está la dieza de Dios, y esto es lo máximo, el que también intercede por nosotros. El autor de Hebreos lo leímos, no lo tienen que buscar. El autor de Hebreos nos dice, y qué gran promesa, por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos. ¡Increíble que mi Señor hoy en día intercede por mí! ¡Estamos vivos por esto! ¡Él vive para siempre para interceder por nosotros! ¡Qué bueno que no es la santa muerte! ¡Qué bueno que no es un hombre bueno y sabio que intercede por mí! ¡Qué bueno que no es un ángel, que es Cristo mismo! Y siendo Cristo, por supuesto, el Hijo de Dios, Él intercede eficazmente, con compasión, por amor a Su pueblo. Y todo lo que pide al Padre, el Padre se lo concede, por ser Cristo, por ser el Cordero inmolado, por nosotros. Entonces, al pensar en su intercesión, sin duda alguna podemos decir de Cristo, bien, lo ha hecho todo. Es cristiano, cristiana. El Señor sabía que Pedro sería sadandeado por Satanás, ¿se acuerdan? Cristo mismo le dijo, el diablo te ha pedido para sadandearte. Pero Cristo lo anima, le dice, Pero yo he intercedido por ti para que tu fe no falte. Eso quiere decir que Cristo sabe lo que nos va a pasar. Exactamente. Y no nos va a pasar a menos que lo permita. El diablo tuvo que pedir permiso. ¿Se acuerdan de la historia de Job? Para que lo terrible que le pasó a Job, tuvo que pedir permiso al diablo. Y tuvo que pedir permiso para que aquí tratar de atrapar y tumbar a Pedro. Pero y Cristo lo permitió, pero él intercede. Así como intercedió por Job, él intercedió por Pedro, que fue la diferencia con Judas Iscariote, por supuesto. La gran diferencia es que Cristo intercedió por Pedro. Cristo sabe lo que te va a pasar mañana a ti. Cristo sabe las cosas que te tumban. ¡Eso lo sabe, exactamente! ¡No es sorpresa para Él! Cristo sabe cómo el diablo te está atacando hoy. Y, cristiano o cristiana, Él siempre intercede por ti. Por eso vas a poder llegar al cielo. Por eso. Su providencia y su intercesión, el Señor bien lo ha hecho todo. En último lugar, pensemos ahora en dos cosas del futuro. Dos cosas del futuro. Y la primera, por supuesto, es su segunda venida. la segunda venida de nuestro Señor Jesucristo. Y se ha investigado mucho desde el principio, ¿verdad? No solamente en los últimos años. Yo me acuerdo cuando unos estaban diciendo, en 1984 se va a acabar el mundo. Y hasta yo lo creí y decidí, no me voy a casar. Si Cristo va a venir en 1984, para que me caso, ¿verdad? Mejor. Y era aquí el hermano Alfonso, creo que estaba ahí en la granja diana, un predicador olivático, nos convenció a todos, ¿verdad? Que iba a venir. Yo venía en mi río de Cristo. Y luego el año 2000, el año 2000, ya es el año... Y otros años, y había pancartas verdes y letreros grandes aquí en el mocillo, me acuerdo que me entrevistaron. Y es cierto que hoy en Cristo... Les dije, el hecho que estén diciendo la fecha quiere decir que no es cierto, porque nuestro Señor Jesucristo nos dijo que nadie sabía más que nuestro Padre es cristiano. Nos dijo específicamente, no tiene caso investigar y tener esa curiosidad, es antibíblica, es pecado investigar, aunque los secretos de Dios son secretos de Dios, ¿verdad? Bueno, el punto es, la segunda venida de Cristo no nos debería ser ir por ahí, pero es lo que la Biblia dice que pasa. Veamos a Cristo. ¿Cómo está 1 Tesonicensis 4.13 en primer lugar? 1 Tesonicensis 4.13 es un pasaje que se lee en los funerales y con mucha razón, pero tiene grandes promesas aquí para nosotros en cuanto a esto que debemos de saber y leer. De hecho, el apóstol nos dice que nos animemos con esto. 1 Tesonicensis 4.13. Tampoco queremos, hermanos, que ignoreis acerca de los que duermen y decir los que han para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en Él. Por lo cual, decimos esto en palabra del Señor, que nosotros que vivimos y habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. Porque el Señor mismo, con voz de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios, el Señor mismo descenderá del cielo, y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros, los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes. para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. ¡Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras! II. Esto es demostración del justo juicio de Dios. para que seáis tenidos por dignos del reino de Dios, por el cual asimismo padeceis. Porque es justo delante de Dios pagar con tribulación a los que os atribulan. Y a vosotros que sois atribulados, daos reposo con nosotros. Cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo, con los ángeles de su poder, en llama de fuego, dará retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo, los cuales Subrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de Su poder, cuando vengan aquel día para ser glorificados en Sus santos, y ser admirados en todos los que creyeron, por cuanto nuestro testimonio ha sido creído entre vosotros. Eso todavía no sucede, es el futuro. Pero sabemos que Cristo el Señor es fiel y verdadero, no puede mentir. Sabemos que todo se cumplirá y que al final de todo esto diremos, el Señor bien lo ha hecho todo. Entonces, cristiana, cristiano, no olvides la promesa que Cristo vendrá otra vez. Ese día vas a ser transformado totalmente. Totalmente. Tendrás un cuerpo perfecto. De hecho, a la imagen del cuerpo de nuestro Señor Jesucristo nos dice el apóstol. Un cuerpo perfecto, sin tentaciones, sin enfermedades, sin debilidades. Todo perfecto. Y como dice en otra parte, de seguro que el que comenzó la obra en ti, la terminará en ese día. Y dirás, bien lo ha hecho todo. Lo último, la otra cosa del futuro, es el juicio final de Cristo. En Juan 5 leemos que Dios le dio todo el juicio al Hijo. Él es el juez justo. Pablo predicó en Atenas estas palabras. por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia por aquel a quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos". No sé dónde estaban ustedes cuando asesinaron a Colosio. Me acuerdo muy bien exactamente dónde estaba. Y inmediatamente lo que comenzaron a decir, ¿Quién realmente asesinó a Colosio? ¿Quién realmente fue? Bueno, y yo pensé dentro de mí, en el día del juicio final, vamos a saber quién fue, de seguro. Otra cosa, creo que ya les he dicho, Nos robaron las bicicletas en Residencia Aldeanza, todas las bicicletas y mi bicicleta favorita con los cuernos de cimarron. Única en Hermosillo. Todas las bicicletas el mismo día. Ese día voy a saber quién fue. Pero en serio, al leer de las atrocidades, las guerras mundiales, los maltratos sociales, la corrupción, el terrorismo, nos debe de calmar pensar que en el día del juicio, El Señor va a hacer justicia perfecta y nadie se va a escapar, nadie. En ese día como canta el salmista, Cristo juzgará al mundo con justicia y a los pueblos con su verdad. De seguro pasará así. Y en ese día entonces los ángeles, los hombres, todos los seres celestiales, todos dirán, bien lo ha hecho todo. Amigo, amiga, ¿estás listo para ese día? El apóstol Pablo nos alerta, en este día el Señor nos juzgará por todas las cosas que hayamos hecho, sea en el cuerpo, sean buenas o sean malas. Y, cristiano, cristiano, alégrate, alégrate, anímate, que en ese día se va a hacer justicia sobre todo lo malo que te han hecho, o como dice aquí en Trinicenses, lo que te han atribulado, el Señor lo va a juzgar. Pero también alégrate que en ese día serás justificado públicamente. En este día vas a ser reconocido como cristiana, como cristiano. Aquí hoy se burlan, y te dicen aleluya, y... Pero en este día vas a ser justificado públicamente por Dios, declarándote inocente, totalmente inocente, uno de Sus hijos, porque ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús. Y también, a mí me anima mucho, dice en Corintios, que en ese día el Señor va a juzgar las buenas intenciones que tenemos. En ese día el Señor va a juzgar las buenas intenciones que tenemos, y es más, el apóstol nos dice, ustedes van a recibir la alabanza de Dios. Dios nos va a recompensar por las buenas intenciones que tenemos como cristianos. No sé ustedes, pero a mí me anima mucho. A ver, porque muchas veces tengo una buena intención de ir a visitar, de evangelizar a tal persona, de leer tales libros, de esforzarme, disciplinarme por esto, y quisiera hacer más, y ojalá pudiera hacer esto, y como quisiera amar más al Señor, quisiera poder hacer más por el Señor, quisiera ser más disciplinado, y ser mejor esposo, y ser mejor padre, como cristianos, quisiéramos ser mejores, por supuesto, en todo. Tenemos esas intenciones, de corazón amamos al Señor. El Señor lo sabe. Y nos dice el apóstol en ese día, esas intenciones, esas motivaciones que tenemos como cristianos, Dios nos va a juzgar y nos va a recompensar. Entonces, de seguro, al final de todo, vamos a decir, bien lo ha hecho todo. y lo vamos a adorar por toda la eternidad. Oremos. Oremos. Así que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual aclarará también lo oculto de las tinieblas, y manifestará las intenciones de los corazones, y entonces cada uno recibirá su alabanza de Dios. Padre, nuestro gran Dios soberano, pedimos por los méritos de Cristo que apliques estas lecciones, estas promesas a nuestros corazones, y nos animemos, nos motivemos, sabiendo que sí somos débiles, tan débiles, y fallamos tanto, pero en Cristo y por Cristo nos perdonas. Por Cristo y en Cristo sabes de nuestras intenciones. Te pedimos que, en este día, descansemos en estas promesas, en estas palabras. Sobre todo, descansemos en Cristo, que lo hace todo. Lo hace todo en nuestras vidas. Lo ha hecho en el pasado, en el presente, y lo hará en el futuro. Te pedimos, Señor, por Sus méritos, que en este día nos acerques a Él, que veamos de Sus glorias, y que pensemos que tenemos un gran Salvador, que es Cristo el Señor. En Su nombre te lo pedimos. Amén.
Hno, Él hace todo bien para tí
Series Marcos
Consideramos que Cristo ha hecho todo bien en el pasado, el presente, y el futuro,
Sermon ID | 12725194307697 |
Duration | 45:04 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Bible Text | Mark 7:37 |
Language | Spanish |
Documents
Add a Comment
Comments
No Comments
© Copyright
2025 SermonAudio.