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responsables, humildes, y fieles seguidores de Jesús, trayendo honra y gloria a su bendito nombre. Mami, tengo tantas memorias, tantas largas conversaciones, y tantas conversaciones profundas y significativas que tuvimos a lo largo de nuestra vida. Lo único que tengo que decir es gracias, por enseñarme a obedecer y amar al Señor. Una vez me dijo, he orado tanto para que le sirvas al Señor. Y esto no lo tenía aquí en mis palabras, pero quiero decirles algo. Mi madre oró por 13 años para que yo diera el paso al ministerio. Y por más que me contuve de no hacerlo, Dios me llevó en amor a servirle. Mami, el corazón de servicio que hoy tengo te lo debo a ti y a papi por su formación en el carácter de humildad siguiendo a nuestro Señor Jesucristo. Mami, te extraño tan profundamente, pero a la vez recuerdo tus palabras Y las personas muy cercas a mi familia saben que ella me decía, papi. Y la escucho diciéndome, tranquilo, tranquilo. Y así seguiré caminando, tranquilo. Mami, tu familia guarda la fiel esperanza de la resurrección en aquel día glorioso. Te amo. mi querida madre. Le voy a pedir a mi hija que pase, ella también tiene unas palabras para su abuelita, mi hija. Bueno, primero les voy a decir una historia que... Bueno, cuando yo era pequeña, entonces yo pensé que... Lita lo va a lograr a 100 años. Yo lo sabía, pero no. No funcionó. Ni idea. Pero como papá dijo, sí, yo también la escucho diciendo tranquila, todo va a estar bien, yo estoy bien. Pues sí, yo la creo, claro. Está allá arriba, donde no la podemos ver hasta que nosotros llegamos a este. Mi maestra me dijo en la escuela, que es como una escalera. que primero va Jesús y después vamos al cielo y pues así estamos yendo orando o adorando y pues así va primero Entonces yo quiero decir esto a Dita porque yo no le podía decir el nombre, yo solo no podía. Yo estaba como, ¿Margarita? Entonces yo le empecé a llamar Dita. Y así quedé para siempre. Entonces, Dita siempre estaba ahí para mí. Nosotras cocinábamos siempre, nos reíamos juntas, nos pintábamos las uñas el mismo color. Pero lo más importante de Edita es que todos pudimos tener los últimos días con ella en su presencia. Y de parte de todos nosotros, amigos, hermanos y tías, adiós. Y nosotros esperamos que Dita tenga una mejor vida espiritual allá arriba donde está Dios en su presencia. Gracias. Papi no pudo estar con nosotros porque su condición de salud no lo permite viajar Pero su corazón está aquí. Y él hubiese querido estar en este momento con cada uno de nosotros y leerle a mami el Salmo 23. Mi internet no está funcionando muy bien. Y tengo la Biblia en mi celular y no quiere entrar. Pero si me prestan una Biblia. A veces estamos tan dependientes de la tecnología, ¿no? Mi padre me pidió leer este salmo para mi madre, y lo voy a hacer en honor a su presencia, de mi papá. El Señor es mi pastor y nada me faltará En lugares de verdes pastos me hace descansar. Junto a aguas de reposo me conduce. Él restaura mi alma. Me guía por senderos de justicia por amor de su nombre. Aunque pase por el valle de sombra y de muerte, no temeré mal alguno porque tú estás conmigo. Tu vara y tu callado me infunden aliento. Tú preparas. mesa delante de mí, en presencia de mis enemigos. Has ungido mi cabeza con aceite. Mi copa está rebosando. Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida. Y en la casa del Señor moraré por largos días. Hermanos, si hay algún hermano o amigo que quisiera dar unas palabras, Quisiéramos tener un tiempo para compartir lo que deseen expresar en este momento. Por favor. El tiempo está disponible. Gracias. Me pongo aquí para monitorear. Nadie, creemos que todos pueden expresarse, sobre todo familiares. Yo sé que lo han hecho en la tarde porque hicimos un punto medio inverso en este sentido, ya que el cuerpo de la hermana Margarita fue enterrado aquí, en Miami, como ella lo había pedido y como lo había conseguido. Entonces, cuando ustedes como familiares o amigos quieren expresarlo, le vamos a dar 60 grandes segundos para que podamos después terminar con el mensaje. Usted puede hablar de ahí, si quiere. OK. Muy buenas noches. Gracias por estar aquí y por querer tanto a mi tía. Su tía, muy bien. ¿Y su nombre? Mi nombre es Delia María Rivera Hernández, Rivera Hernández como mi primo menor que es mi hermano. Yo soy hija de la hermana mayor de Margarita y sencillamente quiero reiterar todo lo que ha dicho Ramón acerca del carácter de mi tía de la fe inmensa que siempre ha tenido en Jesucristo y dijo digo yo ha tenido porque ya vive ahora mismo al lado derecho del Señor y se ha reunido con sus familiares, hermanas, hermanos, que han ido a morar con el Señor antes que ella. ¡Qué mujer noble, qué mujer encantadora y servidora, no solamente en términos religiosos, sino también en términos físicos. Abría su hogar a todo el que la necesitase, absolutamente a todo el mundo. Un sentido del humor divino, cómo yo gozaba con ella de chiquita, cómo me hacía reír enseñándome tantas cosas y a la misma vez dándome sabiduría, porque lo cortés no quita lo valiente. Señor Padre, tenla a tu lado, lo sé. Sé que está ahí porque mujeres como ella son pocas. Y de nuevo, le quiero dar las gracias muy sinceramente, de todo corazón, representando a la familia Hernández Vallejo. Estoy aquí con todos ustedes y con el amor más inmenso que le puedo ofrecer por todas las bondades que han tenido con ella. Gracias. Buenas noches. Se olvidó de la comida. Bueno, todos los buenos recuerdos. Esta es una celebración de vida y, por supuesto, estamos tristes porque no la vamos a ver físicamente. Pero como dijo el rey David hace muchos años, nosotros vamos a ella. Ella no viene a nosotros. Alguien más, amigo, familiar, hay muchos aquí. que no somos familia relativo en la carne biológicamente, pero lo somos de años en el evangelio. Amén. Me alegra de ver a muchos de ustedes después de mucho tiempo, porque sé que el amor y el recuerdo de Margarita los ha traído aquí algunos desde lejos. Y para mí fue una bendición ver al doctor Delgado, y él fue el pediatra de mis hijos. No es geriatra, Porque si no, sería mi geriatra. Y gracias al Señor que está aquí con sus hijos y su nieto. Y gracias a ustedes que han venido también de otras iglesias. Y no es todavía el mensaje, así que quiero darle un minuto más a alguien que quiera decir algo. La familia. Si no, seguimos con Primera Corintios. Y antes de que procedamos con el mensaje en primera a los Corintios, el capítulo 15, para aquellos que no tienen la Biblia, hay Biblias bajo el asiento. Primera a Corintios, el capítulo 15, fue escrito por el apóstol Pablo. Y pastor Ramón también, nuestro hermano Ramón estaba hablando, de lo que él dijo el viernes pasado. El viernes pasado también más o menos prediqué el mismo mensaje. Sin evitar algunas lágrimas, estuvo mi hijo Daniel también predicando en inglés. Y fue una bendición recordar algunas fotos donde Margarita tiene cargado a Johnny, que es el que tocó la música, y Daniel que estaba predicando el viernes pasado. Y también ver que toda la familia, o sea, que nosotros siempre tendremos una presión muy grande por la familia Rivera. Porque cuando llegamos a un país que era extranjero, tuve que aprender el idioma puertorriqueño. Aprendí a comer muchas cosas de ahí que no comía en mi país. Y sobre todo, aprendí a amar la familia extendida que había en Calle. donde todo se conocía, un pueblo pequeño, su pueblo alrededores, sus dolores y sufrimientos de personas que partieron a estar con el señor, muy jóvenes por enfermedades que aún ni se sabía en aquel entonces. Pero Dios me permitió crecer en el nivel pastoral y familiar y conocer a todos estos hermanos. Entonces, mis hijos crecieron ahí. Ellos no recuerdan nada de Perú. Ellos, su país es Puerto Rico, donde crecieron, el canto del coquín, el lechón asado, las mollejitas en escabeche, que la primera vez que lo probé fue por margarita. Así que esto no es un mensaje pastoral de cualquier iglesia o para cumplir cualquier función eclesiológica, litúrgica, sino que está involucrada la vida, todo. todo lo que Margarita y Roberto han significado para nosotros en la familia, por supuesto, Ramón. Y me acuerdo que yo los conocí a ellos en el año 83 y Ramón era más pequeño de lo que es ahora, corría por ahí, pasaba. Y pongo este momento así de alegría porque la vida está compuesta de todas esas cosas. Y nosotros como creyentes sabemos que la vida no termina en la muerte. Entonces, siendo un pastor por más casi cerca de 50 años, a veces nos aparecen versículos. Y el versículo que el señor me dio en cuanto a nuestra hermana Margarita, Margarita como la llamábamos cariñosamente, es 1 Corintios 15, verso 26, que dice, y el último enemigo que será eliminado es la muerte. Porque, en verdad, todavía la muerte física es nuestro enemigo. La muerte física es una frustración porque nos trunca todo aquello que pudiéramos seguir creciendo. Ya no podemos seguir haciendo lo que podíamos hacer antes porque la vida nos va acercando cada vez al término de esta vida física. Y, por supuesto, es un misterio para mucha gente qué ocurre después de la muerte. Pero para eso se escribió la Biblia. Para eso Dios nos dejó su palabra por escrito, para cosas que a lo mejor le parecen a usted imposibles. Y sobre todo, no porque lo digamos, sino cuando ocurre. O sea, una cosa es creer en la resurrección y otra cosa es creer en la resurrección cuando un ser querido tuyo muere. Cuando la muerte como maestra, tiene el arte de traer dudas, inquietudes en nuestra mente y en nuestro corazón. Y te va a tocar. Te va a tocar en el hecho cuando tú tengas que despedirte de un ser querido. No todas las muertes son iguales, pero hay algunas muertes que nos tocan. Y, lógicamente, la clave, la columna vertebral del evangelio del Señor Jesucristo, Es la resurrección. No es su muerte en la cruz. Ese es el comienzo de toda la obra de redención desde antes de la fundación del mundo. Porque Juan el Bautista dijo de aquí, el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. El Cordero de Dios. O sea, que Dios que creó todas las cosas y que vio que Adán y Eva desobedecieron a Dios, ¿cuál fue la sentencia? El día que tú comieres, ciertamente morirás. Y, por supuesto, fueron expulsados del huerto. A través del Ministerio Pastoral he hablado con muchas personas que no pueden superar la muerte de un hijo. se vuelven muy filosóficos. Y, en verdad, yo creo que no hay, no he pasado por esa experiencia. Que nadie quiere pasar, pero han tenido que enterrar a un hijo. Lo usual es que el hijo entierra a los padres. ¿Me va siguiendo? Entonces, no pueden superar aquello y piensan que Dios los ha olvidado o que es el peor de los castigos. Porque un hijo que no tiene padres es huérfano. Pero un padre que sus hijos lo ha tenido que enterrar no se tiene nombre. Y hay varias explicaciones así por el estilo. Pero siempre uno recuerda la escritura y le digo, pero esa fue la primera consecuencia de Adán y Eva cuando pecaen. Piénsenlo. No solo fueron expulsados del huerto, sino que con el paso del tiempo uno de sus hijos se levantó contra uno de sus hermanos. y Adán y Eva tuvieron que enterrar a su hijo Abel. No me digas tu dolor, porque Adán y Eva, esa fue la primera experiencia que tuvieron. Si tan solo hubieran sabido cuando Dios dijo, ciertamente morirás. Y no hay nadie aquí que se va a quedar, nadie, a menos que el Señor venga. Pero todos venimos con una fecha de inspiración. Disfrutamos los años que Dios nos da. Estaba predicando hace unos días y celebrando a todos los que habíamos cumplido 70 años o más. Y nos dimos un aplauso. No porque los que murieron antes de los 70 años sean malos, pero hemos logrado muchas cosas. O sea, no solamente criar a nuestros hijos, sino que nuestros hijos tienen sus hijos y son nuestros nietos. Algunos logran ver sus bisnietos, otros sus tataranietos. Y es una bendición de Dios. Jacob lo dijo delante de la presencia de Faraón. O sea que la vida está compuesta de más vida. Tú eres nuestro refugio de generación en generación. Y la muerte física no acaba con nuestra vida. Quizás a nuestros ojos, terrenalmente. Todavía tenemos un enemigo que es la muerte, pero ya ha sido vencido, ya ha sido conquistado en la herida más seria que la tierra tiene, la tumba vacía. ¿Por qué el cristiano cree en la resurrección? A través de todos los milenios, 2000 milenios que ya tenemos de que Cristo dejó la tumba, él lo profetizó una y otra vez y los discípulos no lo creían. ¿Cómo es que el Cristo, el Mesías muere? ¿Cómo es que va a resucitar el tercer día? Hoy día la ciencia médica ha avanzado tremendamente. Ha logrado que nuestra vida se extienda. Luchamos contra enfermedades que antes eran imposibles de ser combatidas. La gente moría por simplezas. Hoy día podemos alargar todo ese tiempo y ver toda esa bendición de Dios que otros no tuvieron. Pero seguimos muriendo. Porque la paga del pecado es la muerte, muerte física y muerte espiritual. Para el creyente, todavía es un enemigo, porque no queremos dejar. Pablo decía, estoy en estrecho. Yo sé que es necesario estar con ustedes, pero desearía partir y estar con mi señor, que es mucho mejor. Y la razón por qué el creyente está en la tierra es porque tiene una vida y un ministerio que cumplir. No es tu trabajo. No es lograr dinero, porque tarde o temprano eso se queda. Es que trabajamos para Dios y para que nuestros hijos y nuestra generación conozcan a Cristo como Rey y Salvador. Pero siempre viene la pregunta, ¿no? ¿Realmente van a resucitar? Y ese es el gran capítulo de 1 Corintios 15. Y está basado en una síntesis que el apóstol Pablo hace en Corinto. Tú ves el Google Map o puedes ir a Google Earth, ¿no? Yo no pronuncio bien las cosas en inglés, pero tú me entiendes. Vas al planeta Tierra de Google y vas a ver y puedes ir hasta Grecia y vas a ver a Corinto. Y se crean. Y que hicieron con el tiempo moderno. un canal donde se une Cencrea con Corinto, pero en el tiempo de Pablo eran dos puertos. De a Cencrea llegaban todos los barcos que venían de Asia Menor, dígase Siria, Palestina, ¿verdad? Tiro, Isidón. Y entonces cruzaban ese estrecho como unos 20, 30 kilómetros y de Corinto partían para Roma. Tú sabes por los hechos y por la historia que Pablo fue muchas veces a Roma. Había una mujer muy fiel que se llamaba Febe, y ella fue de Sencrea a Corinto para recibir la carta que Pablo escribió para los romanos. Pablo estuvo 18 meses en Corinto. Pero antes de estar en Corinto, él pasó por la ciudad perdida de Atenas. De toda la filosofía griega que todavía la gente vive hoy en el mundo helénico, comamos y bebamos, que mañana moriremos. Es todavía la filosofía del mundo. Diviértete, goza de la vida porque mañana vas a morir. ¿Qué te vas a llevar? Llévate lo que ahora tú disfrutas en placer escondido, oculto, o a lo mejor para ti la gente se entrega a adulterio, fornicación, impurezas. Se entrega a las drogas buscando algo de felicidad porque piensa que una vez que mueres ya no hay nada. Y es interesante que Pablo llega a Atenas. Y lo comienzan a oír y lo toman como un palabrero. Ven, me explícanos, ¿qué es esto que hablas tú de la resurrección? Porque si tú crees que hoy en día es difícil creer en la resurrección de alguien después de haber muerto, no era más fácil en aquel entonces. Que no tenían de ciencia nada casi. ¿No que no sabían que una persona se había muerto? Por eso los discípulos José y Nicodemo lo envolvieron y lo enterraron a Jesús. No se llevaron el cuerpo, no se evaporó, como sectas modernas dicen. No, él murió, fue enterrado como el Cordero de Dios. Y mira cómo Pablo está diciendo, ahora les hago saber, hermanos, que el evangelio que yo le prediqué. ¿Y cómo se convirtió Pablo? No fue un apóstol llamado por Dios cuando él estaba en vida en la tierra. No fue camino a Damasco en su incredulidad, que se le apareció el Señor resucitado. Y él dice, como un abortivo se me apareció a mí. Y todo lo demás no se dieron cuenta. Pero él preguntó, ¿quién eres, Señor? Yo soy Jesús a quien tú persigues. El evangelio es de un Dios vivo. Es de alguien que tiene el control de la vida y de la muerte. Y por eso es el Mesías, porque él tiene las llaves del sepulcro. La muerte puede ser nuestro enemigo, pero no es nuestro estado final. Jamás. Es un paso para que nosotros estemos en la gloria. Y luego que él comienza a hablar este resumen, dice, porque yo les entregué en primer lugar lo mismo que recibí, que Cristo murió por nuestros pecados conforme a las escrituras, que fue sepultado y que resucitó al tercer día, conforme a las escrituras, y que se apareció a Cefas y después a los doce, luego se apareció a más de 500 hermanos a la vez, la mayoría de los cuales viven, pero algunos ya duermen, después se apareció a Jacobo, luego a todos los apóstoles, y al último de todos, como uno nacido fuera de tiempo, se me apareció también a mí, porque yo soy el más insignificante de los apóstoles, que no soy digno de ser llamado apóstol. Pues perseguí a la Iglesia de Dios, pero por la gracia de Dios soy lo que soy, y su gracia para conmigo no resultó vana. Antes bien he trabajado mucho más que todos ellos, aunque no yo, sino la gracia de Dios en mí. Sin embargo, haya sido yo o ellos, así predicamos y así creyeron ustedes. Hemos creído en el llamado del Evangelio, a arrepentirnos de nuestros pecados y seguir en la buena voluntad de Dios en Cristo, porque cuando uno vive para Cristo, tiene la primacía de Cristo en su vida, en su corazón. Y porque Él dijo, yo soy la resurrección en la vida, el que cree en mí, aunque esté muerto vivirá, o porque yo vivo, ustedes también vivirán, yo voy y voy a preparar lugar para vosotros, por eso creemos en la resurrección. Sin resurrección no hay nada. Los corintos Y los atenienses se burlaron de Pablo por, se burlaban de él porque decían que no hay resurrección. ¿Y recuerdas que tenían ellos muchos ídolos? Muchos lugares, por si acaso, en su sincretismo. Y el hispano es así, siempre busca ver qué fetiche le puede ayudar, qué ídolo le puede ayudar, qué superstición le puede ayudar a librarse de la mala muerte o a librarse de la mala suerte. o a librarse porque tienes que hacerte una limpieza porque alguien te ha hecho mal de ojo. No conocen a Dios, no conocen la Escritura. Pero Pablo es muy sabio, guiado por el Espíritu Santo, ve un cuadrito pequeñito porque ellos habían dejado un cuadrito por si acaso al Dios no conocido. Y Pablo dice, ese es el que yo predico, el Dios que los ha creado a ustedes, el Dios que te sostiene hasta este día. El Dios que te ha dado la manera a ti, la posibilidad de trabajar, de crecer, florecer más en este país. Tú puedes pensar que es tu habilidad, que son tus manos, pero es Dios. En él nos movemos, en él somos, le dice a los atenienses. ¿Cómo, pues, se iban a bautizar por los muertos? ¿Cómo podemos tener desesperanza cuando tenemos que sepultar a alguien y enterrarlo o ponerlo en un nicho? ¿Cómo podemos creer en eso? Porque Cristo, conforme a las escrituras, resucitó al tercer día. No al primero, no al segundo, sino al tercero. Estaba profetizado desde antes de la fundación del mundo. Y los apóstoles y los discípulos lo vieron. ¿Por qué la iglesia cree en los apóstoles? Porque los apóstoles son testigos de la resurrección del Señor Jesucristo. Y dice que Cristos son las primicias y que si Cristo no resucitó, nuestra fe es vana. Si Cristo no se ha levantado entre los muertos, ¿para quién vivimos? Nosotros servimos a un Cristo vivo. No es como los grandes maestros, ¿no? Sigue las enseñanzas. Hoy día hay gente que puede decir las enseñanzas de Jesús magníficas, no te salvan. Lo que nos salva es el maestro, es el salvador que le dijo a su iglesia ir y hacer discípulo a todas las naciones. Así que mi pregunta no es si tú eres cristiano, si eres creyente, si crees en Dios, qué religión tendrá, es si tú eres un seguidor de Jesús, eres un discípulo de Jesús. que al oído del evangelio tú dices, no, es Cristo que tiene que estar en el centro de mi corazón. El evangelio es que Dios te llama para que creas en esta verdad que la Biblia manifiesta, la palabra de Dios. Hemos creído la palabra predicada por los apóstoles, por los pastores, por los buenos siervos de Dios. No la gran cantidad de apostasía que tú oyes por ahí, de un evangelio barato, de un evangelio de prosperidad falso. de los falsos maestros que se tratan de ensalzar a ellos mismos y no poner a Cristo como el centro de tu vida. ¿Crees que Jesús murió en la cruz por tus pecados? ¿Crees tú que en la sepultura él dejó tus pecados para que tengas paz para con Dios? Y sobre todo, ¿crees que él fue resucitado para que tú vivas para él, junto con él y junto como todos nosotros que creemos? Los teólogos, y no se preocupe, me voy a extender cinco minutos, y los que me conocen cinco minutos pueden ser diez o quince. Pero creo que es importante que usted pueda pensar en esto que los apóstoles mismos nos enseñaron, que si él no resucitó, nuestra fe es vana. Que sí, la muerte es nuestro enemigo. Lloramos nuestra pena porque no vamos a ver a un ser querido. Pero sabemos que está en la presencia de Dios. ¿Por qué? Porque los teólogos mismos, los creyentes mismos, cuando lees la escritura, tú puedes sistematizar, tú puedes clasificar. Por ejemplo, Dios nos salva y nos llama por medio del evangelio. Pero a los que él llama, él justifica. A los que justifica son hijos de Dios. Son adoptados en la familia de Dios. Nadie es hijo natural de Dios. Son el paso y el proceso de cada cristiano. Por eso el cristiano quiere estar ubicado en una iglesia que le predica la palabra. El cristiano oye del bautismo bíblico y se bautiza. Oye del bautismo y cómo practicar la santa cena o la cena del señor y lo hace. Y cuando está ubicado eclesialmente en su iglesia, no la cambia, no la abandona. porque sabe que su pastor le enseña lo que necesita y que en esa iglesia los hermanos se congregan para adorar y servir a Dios. Y eso es lo que pasa aquí, por ejemplo, en esta noche. La vida del cristiano siempre toca y afecta a otros. Tu vida nunca es una isla, aunque vengas de una isla. Nuestra vida siempre toca a los demás, en una u otra manera. Por supuesto, hay desaveniencias, nadie es perfecto. Pero en Cristo nos amamos en él, nos amamos en Cristo. Los hermanos sabemos que aunque nos dolemos, es una vida que tiene significado. Por eso cuando vienes a la iglesia, no solo conozcas la parte de atrás de la cabeza de tu hermano, nos reunimos en grupo, la oración del pueblo de Dios, porque el Cristo que muere en ti es el Cristo que muere en mí. La vida de comunión es muy importante en la iglesia. Porque si no fuéramos entes individuales, viviendo una vida individualista, pero la iglesia, por eso Pablo le escribe a la iglesia en Corinto, para que todos juntos y unánimes sepan que Cristo vive y que nuestro trabajo no es en vano. Ese es el primer capítulo 15. Este capítulo 15 es tremendo, porque no solamente, es que todas las cosas las ha puesto Dios bajo su poder, bajo las manos, el poder de Cristo, sino que al mismo tiempo algún día oiremos su voz y los muertos en Cristo resucitarán primero. Entonces, nuestra hermana Margarita, en el orden de la salvación, creció en santidad. Y pasaríamos el tiempo viendo, por lo menos yo como pastor, cómo ella fue creciendo. Las cosas que ella hizo con su familia o con otros, que mostraban su devoción para Cristo, que en verdad Cristo vivía en la manera como sostenía su hogar y como llevaba a su hogar, no a sus hijos, y como también a mismo Roberto que ustedes conocen. Y Dios es bueno en cuanto a eso, porque ninguna vida es en vano. La vida en Cristo es una vida que tiene consecuencias, es coherente, y por eso nos dolemos. pero algún día estaremos juntos. Ella está en la gloria, ella no sabe nada de lo que pasa aquí. Pero yo imagino la muerte de ella y uno tiene como experiencia en cuanto a esto porque mis clientes, pacientes, miembros de la iglesia se gradúan, no se mueren. Porque creo en que la santificación, la adopción nos lleva a la santificación y todos pasaremos por la muerte física. si el señor no viene antes. Pero la muerte física es un cambio de dirección. Porque ella está ahora viva sirviendo al señor en los cielos. Porque para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancia. Yo me imagino, y es una especulación que viene de experiencia de otro. Por ejemplo, hay gente aquí que trabaja en hospicio y hace que las últimas vidas de una persona sean un poquito más agradables. menos dolorosa. Pero déjeme decirle como pastor qué es lo que puede ocurrir. Hace muchos años en Cayey, que empecé el ministerio ahí en Cayey, que aprendí mucho, una vez vino a tocarme en la puerta alguien, y era alto, los que conocen el mirador Echevarría y donde está la iglesia bautista saben que la casa pastoral ahí arriba es en alto. Ahora ya no vive ahí el pastor. Pero no era alguien que venía a la iglesia. Tocó y me dijo, mire, me han dado esta dirección porque Juanito sabe dónde está el ditoro de ustedes, que ahí saben dónde estaba el hospital Menonita en el centro. ¿Se acuerdan? El pueblo. Después se mudó. ¿Se acuerdan? No estoy hablando nada que no sea verdad. Aquí usted no es un pastor que esté impresionando. Ustedes conocen. Yo iba a pie a veces. Y este señor llegó ahí y me dijo, mi señora está grave. y no se puede morir, y me ha dicho que quiere que un pastor le hable. Yo soy un pastor nuevo, prácticamente, tenía 7, 8 años, 9 años en el ministerio, comparado con los 50 años que a lo mejor voy a cumplir. Me tengo que bajar un poquito la edad. Pero tú estás en una labor espiritual. Mi lucha contigo y con cualquier persona es que, Estamos viviendo una vida espiritual, que tu vida no acaba con la muerte. Y que hay algo en la muerte que una persona tiene que es su encuentro personal con Dios, así como Dios le dio la vida. Y Dios tiene su pueblo, tiene sus elegidos, y él los llama. Entonces, No le iba a decir, bueno, por causa del seguro, yo no lo conozco a usted, yo no sé si usted viene, será o no. No, esto es que Dios te está diciendo, lleva tu Biblia y háblale a la señora. Porque las palabras de él fueron así, bastante claras. No se puede morir porque quiere que un pastor le hable. Yo no la conocí, no me acuerdo su nombre. Si me dice este es ella, yo tampoco. Pero yo sí sé quien la conocía. Dios, y si Dios te ha llamado a ti porque tú tienes la verdad de la palabra, yo fui. Y yo decía, ¿pero qué le voy a leer? ¿Le voy a dar un sermón teológico? ¿Qué sermón le predicaron al ladrón en la cruz? Claro, mucha gente puede decir, ah, bueno, a la última hora yo me voy a arrepentir y Dios me tiene que perdonar, un monumentito. Esas son concesiones que le toca a Dios, no a ti. Esto fue una concesión que Dios le dio a esta señora. Yo no sé nada de su vida, pero hay alguien que sí sabe cómo fue su vida. Y usted oyó que Roberto quería que le lean el Salmo 23. Dije, ¿qué mejor que el Salmo 23? Cuando tú estés en el valle de sombra de muerte, Llama a Jesús. Es el momento de llamar a Jesús, porque él es la resurrección y la vida. Él creyó, el ladrón en la cruz, que Jesús moría por él, por sus pecados. Una vez que una persona muere, no hay una segunda alternativa, nadie te va a sacar de algún lugar ficticio que no existe, es en vida. Por eso el Señor me mandó. caso real, yo la voy a ver en el cielo. No sé tú, pero la voy a ver en el cielo. Y si hay alguien así que nunca conocí en la vida, que estoy seguro que va a ir en el cielo, imagínate, Margarita, o todos ustedes que han vivido el Evangelio, que conocen que Jesús es su pastor, Así que yo no dudo, es una especulación muy espiritual que puede pasar contigo. El Señor no manda ángeles cuando tú mueres. Si tú eres la oveja del Señor, tú oirás su voz. Para mí me demuestra que la partida de Margarita fue una bendición en cuanto a Dios. Uno no se quiere ir, pero uno escucha la voz del buen pastor. Y dice, esta es la hora, este es el momento. Y por eso su familia la encontró así. No hubo dolor ni pesar. Esa es una muerte fantástica, maravillosa, milagrosa, bíblica, espiritual. ¿Cómo será tu momento cuando te toque? nuestra confianza y esperanza, la tumba está vacía. Tú puedes pasar por tu mente todo lo que tú quieras acerca de la muerte física. Tú puedes elaborar los pensamientos científicos más grandes. Pero el hombre y la mujer tienen alma. Y después que mueren, van a la presencia de Dios. Y yo quiero que tú vayas a la presencia de Dios sabiendo que el Señor nos llama a su presencia. Si oyeres hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones. Vamos a orar. Bendito Dios, gracias por la esperanza de vida eterna que tenemos en ti, por la vida eterna que tú, que nosotros vivimos, disfrutamos ya en este tiempo, que nos has permitido vivir esta vida, pero algún día acabará. pero será solamente un paso para tu gloria, para ver tu rostro, ver tu rostro que será, y encontrarnos con tantos hermanos y hermanas en Cristo que están esperando la redención de nuestros cuerpos, que están esperando que todos nos unamos como la iglesia feliz que debemos ser. Hoy vemos la muerte como nuestro enemigo, pero es un enemigo derrotado. Ha perdido su poder. Ahora la muerte nos lleva a tu presencia. Y oro por aquellos que están acá sin Cristo, sin fe y sin esperanza en el mundo, que tienen la idea localizada y temporal de que todo se acaba con la muerte. Para nosotros, nuestra vida es una carrera que llega a su meta final cuando estamos en el cielo. Gracias, oh Dios, por la gran nube de testigos, Gracias, oh Señor, porque creemos que conforme a las escrituras, tú resucitaste. Bendice a todos los presentes, Consuela Ramón, a Mariana, a Jenny, sobre todo a nuestro buen hermano Roberto. Señor, sabemos que es difícil cuando una esposa, un cónyuge, tiene que partir después de tantos años de estar juntos, de pasar muchas cosas en las buenas y en las malas. Y tú sabes el mucho precio que tenemos por nuestro hermano. Consuélalo. Dale tú la consolación que es solo del Espíritu Santo y a toda la familia. Que pueda llorar su duelo con tristeza emocional, pero con gozo y esperanza de que algún día estarán reunidos. Y para todos nosotros que a lo mejor hemos tenido una pérdida, que pensamos que no hay esperanza, nosotros tenemos la esperanza que nos alienta. Tú vives y, por ende, viviremos nosotros. En el nombre de Cristo, bendice también nuestra comunión, los alimentos que tendremos al final de esta oración. En el nombre de Cristo. Amén. Hay cafecito para que se mantengan despiertos y unos refrigerios. ¿Algo más que quieres decir, amor? El himno final de Más Allá del Sol se tiene que poner de pie, pedirle al músico que toque En la tercera estrofa. Ahí está. A los pueblos todos. Dos, tres. A los pueblos todos del linaje humano Cristo quiere darles plena salvación Yo tengo un hogar, hogar bello, hogar más allá del sol. Más allá del sol, más allá del sol Yo tengo un hogar, hogar, bello hogar Más allá del sol
Celebracion de Vida Margarita Hernandez V
Celebracion de Vida de Margarita Hernandez Vallejo
Sermon ID | 125251546201246 |
Duration | 48:10 |
Date | |
Category | Funeral Service |
Bible Text | 1 Corinthians 15 |
Language | Spanish |
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