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Vamos a considerar la influencia infernal de la lengua, particularmente en la internet. Santiago 3, versículos 5 y 6 nos amonesta diciéndonos que la lengua es un miembro pequeño y sin embargo se jacta de grandes cosas. Mirad qué gran bosque se incendia con tan pequeño fuego, y la lengua es un fuego, un mundo de iniquidad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, la cual contamina todo el cuerpo. Es encendida por el infierno. e inflama el curso de nuestra vida. El pasaje bíblico nos advierte del peligro de una lengua descontrolada. Santiago dice, la lengua es un fuego. La lengua aquí se refiere a la capacidad para hablar. Este don tiene Posibilidades buenas como también malas. Puede edificar como puede destruir. El comentarista Ehrman tiene razón cuando dice que el uso adecuado de la lengua, el control adecuado de la misma, son pruebas de la madurez cristiana ya sea en el caso del maestro como en el caso del discípulo. Si alguno no ofende en palabra, dice, este es el varón perfecto, capaz también de refrenar todo el cuerpo. Las ilustraciones que aparecen en este pasaje sobre el freno de los caballos y el timón que conduce la nave en el mar, no solamente muestran cómo el que controla la lengua también puede controlar todo su ser, sino también que si la lengua es la que controla pondrá en peligro toda la vida. La lengua, como el freno de los caballos y el timón de un barco, es un miembro pequeño. pero la lengua se jacta de grandes cosas. La palabra jactar aquí sugiere algo malo y nos prepara para la descripción siguiente del poder peligroso de la lengua. Así como una sola chispa, Incendia el enorme bosque, así una palabra maliciosa puede traer ruina a una vida o a una comunidad. La lengua es traidora, es incansable, no merece confianza. Como una serpiente lleva consigo... Eso es lo que dice el texto, ¿no, Piñero? Dice venenomortal. El habla dura, amarga, impura, sugiere que es necesario nacer de nuevo o indica que alguien no está lleno del Espíritu Santo. Su fe, en tal caso, está muerta, su religión no es verdadera. El uso de la lengua es una prueba de vida. A no ser que la dirija el poder de Cristo, el don de la lengua puede resultar en un peligro mortal para el alma. Consideremos en primer lugar el poder corruptivo y destructivo de la lengua. El poder corruptivo y destructivo de la lengua. Santiago 3, versículo 5. Mirad que gran bosque se incendia con tan pequeño fuego. Puede hacer mucho daño a la iglesia, a los cristianos y al evangelio. Lamentablemente eso es lo que se ve en las redes sociales. El libro que hemos de estudiar en esta serie de sermones se titula El infierno de la Internet, escrito por Michael J. Baisley. Básicamente el libro es una exhortación y amonestación a los cristianos sobre la lengua y el uso incorrecto del Internet, los cuales están haciendo mucho daño a muchas personas, tanto creyentes como incrédulos. Es mi propósito usar este libro por su contenido bíblico para desarrollar nuestro tema, la influencia infernal de la lengua, particularmente en la Internet. Tanto el pastor Baisley como vuestro servidor tenemos una preocupación por la manera pésima y peligrosa en la que se utilizan los medios de comunicación electrónica como la Internet. Tal uso deshonra el Evangelio, hace daño a la reputación de la Iglesia de Cristo. La Palabra de Dios nos recuerda que no debemos llevar a cabo batallas verbales completamente inútiles que confunden a los incrédulos como las rencillas personales, los chismes, las difamaciones, las calumnias y las insinuaciones que cristianos comunican unos a otros en la Internet. ¡Eso es vergonzoso! ¿Qué ejemplo hay allá afuera a los incrédulos que ven estas cosas? Baisley escribió, lamentablemente mucho de lo que se publica hoy en la internet en nombre de Cristo tiene poco que ver con Cristo. Debido a esto hay muchos casos en los que el Evangelio se confunde o se ofusca de una manera significativa. Situaciones como estas requieren la claridad que proceden de las santas escrituras. ¿Qué nos enseña la Biblia sobre estas cosas? ¿Cuál debería ser nuestra actitud, reacción y práctica como cristianos y de la Iglesia de Cristo? ante el comportamiento incorrecto de algunos y su mal uso del Internet. Santiago capítulo 3, versículo 6 declara, la lengua es un fuego. ¿Tú lo crees? La Biblia lo dice. Es la Biblia quien lo dice, la lengua es un fuego. Y una de las cosas que ustedes le enseñan a los niños desde temprana edad es a tener cuidado con la estufa, con los fósforos, porque ustedes saben cuán peligroso es un solo fósforo. ¡Un solo! La destrucción y el mar que puede crear en un lugar, en alguna murada o en alguna casa. Y la lengua es un fuego, un mundo de iniquidad, es encendida, oiga bien, por el infierno, e inflama el curso de nuestra vida. Baisley dice, Santiago nos recuerda mediante estas palabras de exhortación la naturaleza infernal de la lengua y por extensión cualquier medio de comunicación que puede influir de los meros mortales. La palabra infierno se deriva del latín infernos, que significa simplemente infierno. Es nuestra convicción que muchas cosas de las que ocurren en la red social mundial es de hecho infernal o satánico. La internet misma no es el problema, es sólo un vehículo que puede ser usado para bien o para mal. En este caso muchos lo están utilizando para hacer un gran daño, no sólo por la pornografía que promueve, las estafas del mercado técnica y otras cosas, sino también por la forma en que se promueve la mentira, el falso testimonio y la difamación en la Internet. En estas conferencias abordaremos principalmente la forma en la que la Internet se ha convertido un megafono peligroso para una de las formas de maldad más grandes y subestimadas de la humanidad. Se trata del potencial destructivo que existe en nuestra comunicación con los demás, particularmente dentro del Internet. Santiago intenta despertar a su audiencia de su subestimación del poder destructivo y potencial de un objeto pequeño, sí, la lengua. Y hermanos y hermanas, hay que entender que esto tiene que ver no solamente con la Internet, sino con nuestras relaciones en nuestro hogar, con nuestros niños, con nuestros esposos, etc. Seas tú un cristiano o no, la epístola de Santiago contiene una advertencia solemne y oportuna sobre el uso de la lengua necesario para todos. Hermanos míos, dice Santiago, No os hagáis maestros muchos de vosotros, esto es una advertencia, sabiendo que recibiremos un juicio severo. Dios nos hace responsable por lo que decimos, por la forma en que usamos la lengua y para qué la usamos. Y Dios no es indiferente. Nuestra sociedad es indiferente por esta misma razón. La gente habla y dice lo que bien quiere, como quiere, cuando quiere, y eso es hablar aquí, hablar allá, y no basta. ¿Cuántos pecados se cometen con las cosas que se dicen y cómo se dicen y por qué se dicen? Y pareciera que Dios no le da importancia a esas cosas. Pero no es así según Santiago. Dice a los maestros, cuidado cómo tú usas tu lengua. ¿Por qué? Por el juicio. Hay que dar cuenta a Dios. Santiago 3, versículos 5 y 6 declara, así también la lengua es un miembro pequeño y sin embargo se jacta de grandes cosas. Mirad que gran bosque se incendia con tan pequeño fuego y la lengua es un fuego. El lenguaje de Santiago es impresionante. Básicamente, él nos dice un incendio forestal es destruido, pero tiene su límite. Sin embargo, el fuego infernal de la lengua bajo la influencia, guía y poder del diablo es ilimitado e inestimable. Santiago afirma que la lengua es un fuego. Aquí el apóstol compara la lengua a un fuego por su capacidad destructiva. Cuando está fuera de control, destruye sin misericordia todo el combustible que hay por su camino. Así una lengua descontrolada, destruye relaciones en el hogar con los hijos, con los esposos, con los primos, los familiares, los amigos, los compañeros. Es un mundo de maldad que hace mucho daño. Observen la expresión, es un mundo de maldad. Es un mundo de maldad porque se identifica y expresa un mundo completo de maldad. Por la corrupción del corazón es un vehículo influido por el diablo. Es un medio que expresa, promueve, introduce en el oído humano toda clase de maldad. La lengua Dice mentiras, falsedades, calumnia el nombre de alguien, enciende el odio, la indisposición en un ser humano hacia otro ser humano, crea discordia, incita la lujuria y da pie a numerosos pecados. Pocos son los pecados que la gente comete en los cuales la lengua no está involucrada. Y ustedes, madres, ustedes que han de ser madres, y así Dios lo permite, una de sus responsabilidades, o mejor dicho, uno de sus deberes, es enseñar a sus hijos a controlar la lengua. Y nuestros hijos aprenden muy rápido por lo que ven en nosotros. Es un mundo de maldad. Aquí la palabra mundo o cosmos en griego no se refiere a la tierra, ni al universo, ni a las personas, más bien se refiere a un sistema de maldad, rebelión, anarquía o pecado. Herbert dice, del contexto es mejor aceptar que Santiago piensa en la lengua como un vasto sistema de iniquidad. La lengua es definitivamente un mundo de iniquidad porque encarna en sí misma la esencia de toda maldad. Comunica toda clase de maldad. Ya que la lengua puede jugar una parte en todos los pecados en el mundo, ésta incorpora en sí misma toda la historia del mal en este mundo. La lengua tiene un lugar único entre los miembros del cuerpo. En comparación, ningún otro miembro de nuestro cuerpo tiene el poder y el alcance para hacer tanto daño como la lengua. Es el microcosmos de la maldad. ¿Dónde? En nuestros miembros. Dejen que estas expresiones, ilustraciones y lo que está diciendo Santiago penetre en los oídos de vuestro entendimiento para entender que estamos hablando de algo muy importante y sumamente peligroso. Eso es lo que es una lengua descontrolada. Alguien dijo, es un sistema vil, miserable y malvado de humanidad carnal Ninguna otra parte del cuerpo tiene tal potencial de largo alcance para provocar desastres y destrucción como la lengua. Este sistema de maldad se dispersa y contamina el resto del cuerpo. Es como el humo que penetra y contamina permanentemente todo lo que está expuesto a él y cualquier cosa que el propio fuego no destruya, su humo lo invadirá y lo arruinará. una lengua impura, inmunda, mancha toda la persona. Jesús dice, lo que sale del hombre, eso es lo que contamina al hombre, porque de adentro del hombre, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, fornicación, robos. homicidios, avaricias, maldades, engaños, sensualidad, envidia, calumnia, orgullo e insensatez. Todas estas maldades de adentro salen y contaminan al hombre. La lengua tiene una capacidad de envenenar el alma. La serpiente introduce su veneno cuando muerte a su víctima, así la lengua mediante su mentira, su chisme, su calumnia, su insinuación envenena la mente, la conciencia, los sentimientos y la voluntad. Y esto que produce, produce odio. produce un malestar, produce una indisposición por aquello que se oyó y por aquel veneno que se inyectó en la mente y en el corazón hacia otros. El poder sutil y engañador de la lengua es tal que es capaz de separar aún a los más íntimos y mejores amigos. a los esposos, a los hermanos, a los padres de sus hijos o viceversa, a las ovejas de los pastores. El hombre perverso, dice Salomón, provoca contiendas y el chismoso separa a los mejores amigos. Proverbios 16, 28. Eso no lo decía yo, eso lo decía la Biblia. pues hemos visto el poder corruptivo y destructivo de la lengua. Segundo lugar, consideremos la influencia infernal y sutil de la lengua. La influencia infernal y sutil de la lengua, Santiago 3, versículo 6, la lengua es encendida por el infierno e inflama el curso de nuestra vida. La expresión encendida por el infierno revela el origen del fuego destructivo de la lengua. Es encendida por el infierno. Esto significa que hay una conexión o relación estrecha entre una lengua descontrolada y el mundo espiritual de maldad. No podemos verlo Pero el hecho de que no podamos verlo no significa que eso esté sucediendo y que exista, claro que existe. El participio presente y activo en el griego implica que una lengua corrupta y descontrolada es habitual o constantemente encendida por el infierno. En otras palabras, que el diablo no pierde oportunidad para encender la lengua. Es decir, la lengua misma, por no decir el mismo hombre, se deja influir y usar por el poder satánico de la maldad. ¿No es eso lo que vemos en esa experiencia muy triste de Pedro? En un momento está diciendo cosas muy buenas, recibe cierta revelación del cielo, Lo entiende, lo profesa y no pasa mucho tiempo que ahora su lengua con la cual se dio una revelación acerca de Cristo, de su persona tan importante, esa misma lengua, porque el hombre se despidió, fue usada por el mismo diablo. ¿Acaso no le dijo Jesús a Pedro? ¿Qué le dijo? Lo reprendió. ¡Apártate de mí, Satanás! ¿Ustedes ven? El Señor vio la conexión. ¿Ustedes la ven? Porque para el Señor estaba muy claro. Detrás de esa lengua de Pedro estaba la influencia diabólica del mismo diablo. Ahora bien, aquí Santiago no utiliza la palabra infierno para referirse a un lugar específico de castigo donde se castigan a los pecadores y los pecados de la lengua, sino a la influencia y el poder de ese mundo espiritual y satánico de ángeles caídos de demonios o del mismo diablo que terminarán en el infierno. Estas huéspedes satánicas de maldad están constantemente motivando la maldad humana. Como otro dijo, con demasiada facilidad la lengua descontrolada se convierte en una herramienta de Satanás para propagar el fuego destructivo del infierno. La lengua puede ser un instrumento de Satanás llevando a cabo su propósito de corromper, contaminar, envenenar y destruir. Debido a la corrupción remanente del creyente, si él no anda en el poder del espíritu, midiendo y evaluando todo según la enseñanza de la palabra de Dios, ese creyente es susceptible a caer bajo la influencia del diablo que usará su lengua como lo hizo con la serpiente en el Edén para hacer daño. Los ejemplos bíblicos contemporáneos, la misma experiencia personal, muestra al creyente que él todavía tiene un gran poder para desbastar, dividir y destruir. Por esta razón necesita constantemente vigilar y controlar su lengua. Los efectos destructivos de una lengua descontrolada no solo contamina a su dueño, sino también todo sobre lo que tiene influencia en esta vida. Como alguien escribió, en gran parte se nos conoce por el modo de hablar. Lo que decimos ofrece a los demás una buena idea de lo que somos en realidad. Este principio se aplica a las cosas buenas así como las pecaminosas pero aquí el énfasis de Santiago es únicamente los aspectos negativos de nuestro hablar como el chisme, la calumnia, las acusaciones falsas, las mentiras, el lenguaje grosero, los cuentos vulgares y otros pecados de la lengua que pueden destruir la vida de personas, familias, escuelas, iglesias y comunidades. Si usted estudia el libro de Santiago desde el principio, Santiago está en este asunto, el que no refrena su lengua, su religión es qué? Humana. ¿Y de dónde vienen los problemas entre ustedes cristianos, las guerras, esto, aquello y lo otro? Es lo mismo, la lengua. Y ese pasaje de Santiago 4, versículo 12, cuando se habla, hablas mal del hermano, como ya vamos a ver cómo se usa esa palabra, está hablando de calumnias, está hablando de las cosas malas, de estas cosas que hacen daño. Lo que dice Santiago sobre la influencia satánica sobre la lengua humana es lo mismo que el Señor enseñó cuando confrontó a los judíos detractores que le acusaban falsamente. Juan capítulo 8, versículos 44 y 45. Sois de vuestro padre el diablo y queréis hacer los deseos de vuestro padre. Él fue homicida desde el principio y no se ha mantenido en la verdad porque no hay verdad en él. Cuando habla, habla mentira. Habla de su propia naturaleza porque es mentiroso y padre de mentira. Y eso es lo que ustedes son, mentirosos. Con vuestras palabras me estáis asesinando, dañando mi reputación. Ese es el punto. Las palabras de Cristo a estos judíos muestran la relación que hay entre el diablo y la humanidad perdida. Ellos estaban acusando falsamente al Señor. Al hacerlo participaban en las actividades que uno esperaría de los propios hijos del diablo. Los judíos usaban su lengua para mentir, detractar al Señor. Esto no sólo muestra la paternidad diabólica de ellos, sino también la influencia satánica a la cual estas personas se encontraban. Siguiendo el patrón y el ejemplo de su padre, el diablo, estos judíos hablaban mentiras, acusaban falsamente. Tanto judíos como Santiago y aún Pablo en Efesios capítulo 2, versículos 2 y 3 nos recuerdan, como otro dijo, que el mundo en que vivimos está energizado por dos fuentes cooperativas del mal, el mal de los hombres y el mal de Satanás. Esta relación e influencia diabólica se manifiesta en la en las palabras y en los hechos de los hombres. Y si hay un lugar hoy donde esa influencia satánica se ve, esas son las cosas que la gente dice o presenta en la Internet. De la abundancia del corazón habla la lengua, de la abundancia del corazón se escribe en el Internet. Aunque la Internet es una herramienta potencial para bien, por otra parte se ha convertido para muchos, como otro dijo, en una herramienta útil en las manos del diablo, por lo cual atrae a las masas a seguirlo para difundir rumores, chismes, insinuaciones, falsas acusaciones, declaraciones virulentas, corrompidas, ásperas, malignas, burlas groseras, Parece que la lista es interminable. Es obvio la naturaleza tóxica disponible en las redes sociales. Algunos no le dan importancia a estas cosas, piensan que Dios es indiferente a sus comunicaciones en la Internet, como otro día la mayoría de las personas ven sus interacciones en Internet como algo de poca importancia. que requiere poca responsabilidad. Es vista por muchos como una contribución sin sentido. Sin embargo, la Internet no disminuye la importancia de nuestra comunicación ni anula las advertencias de las Escrituras contra los pecados de la lengua o los dedos que escriben en la Internet. Lamentablemente, a menudo vemos a cristianos siguiendo el patrón diabólico del mundo en la Internet. No se dan cuenta, no quieren reconocer que sus comunicaciones electrónicas no escapan el examen exacto y minucioso del ojo omnisciente de Dios que les va a llamar a dar cuenta por estas comunicaciones. Jesús dijo, yo os digo que toda palabra que hablen o comuniquen los hombres darán cuenta de ella en el día del juicio. porque por tus palabras serás justificado o por tus palabras serás condenado. Dios no es un mero espectador, él nos advierte. No te des prisa en hablar, ni se apresure tu corazón a proferir palabra delante de Dios, porque Dios está en el cielo y tú en la tierra, por lo tanto sean pocas tus palabras. El hombre justo medita. La mujer justa medita antes de hablar. Comienza a pensar en las implicaciones de lo que dice y cómo esto podría afectar a diferentes personas. Efesios 5, versículo 15, 16, Por tanto, tened cuidado como andáis, no como insensatos, sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Como otro dijo, la advertencia solemne de Pablo es bastante clara, a medida que este mundo continúe sumido en la oscuridad del mal, los creyentes deben ser cada vez más sabios en cuanto a cómo andan. especialmente con respecto al Internet que ofrece visibilidad sin límites a nuestras palabras y acciones. Jóvenes, cuidado con lo que ustedes dicen a otros jóvenes cuando están chatting. El creyente puede irradiar o bien la luz de la sabiduría de Dios o ser debilitado por el montón de mundanalidad. Esto no es una consideración pequeña. Pues en la próxima serie de conferencias estudiaremos a fondo el potencial destructivo de la lengua, en el caso de la Internet, los dedos. El medio de comunicación en sí no es el problema, más bien el corazón humano, el origen de nuestra corrupción. De la abundancia del corazón habla la lengua. Lo que tú dices o escribes revela toda la condición del corazón, revela quién realmente eres. Como pastor yo presto mucha atención o intento prestar atención a cuando la gente habla, porque la gente al hablar me está revelando su corazón y muchas veces su condición espiritual y su entendimiento. Y eso es importante para mí, porque soy un doctor del alma, un doctor que quiere sanar, un doctor que quiere que sus hijos crezcan en el conocimiento y entendimiento de la verdad porque no hay mayor gozo que cuando nuestros hijos andan en la verdad. En lo que respecta a ustedes, hermanas, tienen una gran responsabilidad con sus hijos, Es importante la comunicación entre ustedes y ellos, porque en esa comunicación sana, de confianza, tranquila, donde hay ese afecto maternal o de parte del hijo, al él o ella hablar, si usted está analizando las cosas desde un punto de vista bíblico, en una forma espiritual, con el entendimiento que dan las Escrituras sobre la verdad de Dios, usted podrá entender la condición espiritual en que se encuentra su hijo o su hija y cómo va a poder ayudar al hijo o a la hija o si no sabe entonces a buscar ayuda de fuentes fidedignas y probadas para que Al poder decir, mira lo que vi, mira esto, mira aquello, mira lo otro, esto me dice aquello y lo otro, que tú piensas cómo puedo yo tratar esto y cómo yo puedo tomar a mi hijo o a mi hija y llevarlo a otro nivel, y ayudarle aquí, y ayudarle acá, y ayudarle en esto y lo otro. Comunicación entre los padres. Esto es muy importante. Baisley tiene razón cuando dice, en general, el principio es bastante simple, ya sea por la lengua o por la palabra escrita, nuestra comunicación con los demás es una ventana a nuestro corazón y alma para bien o para mal. Entonces, cuán necesario es tomar en serio las palabras de Salomón y también de David. En las muchas palabras, la transgresión es inevitable, mas el que refrena sus labios es prudente. Es prudente. Proverbios 19, David dijo, Yo dije, guardaré mis caminos para no pecar, ¿con qué? Con mi lengua. Guardaré mi boca como daza. Salmo 39, versículo 1. Si alguno se cree religioso, pero no refrena su lengua, sino que engaña su propio corazón, la religión del tal es vana. Pues hemos considerado el poder corruptivo y destructivo de la lengua, la influencia infernal y sutil de la lengua. Ahora, buscando ver cómo esto puede ser de beneficio para esas relaciones cotidianas con nuestros familiares, con nuestros hijos, etc. Las mujeres generalmente son susceptibles a muchas interrupciones, ¿verdad hermana? Las mujeres generalmente son susceptibles a muchísimas interrupciones en sus esfuerzos por cumplir con su tarea. Si hay un sexo que sufre bajo muchas interrupciones durante el día es el sexo femenino. La madre o la esposa planifica su día, es una persona concienzuda, Es una persona que tiene sus objetivos, quiere lograr ciertas cosas para el bien de su hogar, de sus hijos, de su esposo, etcétera. Bueno, pues más o menos en su cama o lo que sea, donde sea, formula su plan, ordena su programa para el día y ya está lista para lanzarse. Y de momento viene el esposo y dice, óyeme. Oye, es un problema porque yo tenía ya ciertas cosas planificadas. Pero ¿qué sucede? El esposo se va, quedan los hijos. Ahora viene el niño por aquí y el niño por allá. Y cuando usted viene a ver, eso es un lío. Y usted va, que el día se está yendo, se está pasando el día. Y todavía usted no ha logrado esto, aquello. Todavía no se han lavado los platos, todavía la ropa sucia que había que atender, aquello, esto y lo otro todavía no se ha hecho. Pero, ¿qué sucede? Interrupción por aquí, interrupción por allá, interrupción por aquí. Llega un momento, a veces, que eso agita el corazón. Viene la nerviosidad, la irritación. Y de momento el niño viene y la mami... Esa es la realidad. Las damas saben algo de eso. ¿Y qué sucede? Esa reacción, si no se corrige, y se evitan lo más que se pueden evitar, es lo que comienza a poner cuñas, obstáculos, cosas entre el padre, entre la madre y su hijo, la madre y su hija, viceversa. La acumulación de todo esto se para. La lengua descontrolada se para. y después no entendemos por qué no tenemos esa relación tan cercana e íntima donde nuestros hijos o nuestras hijas se abren. Llega el punto donde los hijos o las hijas prefieren hablar con otras personas que con su propia madre. ¿Dónde empezó eso? En lo que acabo de decir. Que es cosa natural. En un momento dado nuestra corrupción se va a ver en nuestros hogares. Pero sí hay que corregirlo. Y no solamente corregirlo, si es necesario, llamar a los chicos y decir, mira, perdóname, no te hablé bien, esto, aquello y lo otro. A veces no es que se está pecando, es simplemente que la madre está apresurada porque tiene que hacer diferentes cosas y de momento tiene que hablar rápido y tiene que hablar fuerte y los niños parece que a ellos les parece... ¡Mi mamá está enojada! No, no, ella no está enojada. Es que en ese momento Cuando usted está apresurado, usted no puede perder tiempo. ¡Mira qué es esto! ¡Ya te lo dije, ya! Pues los niños pueden temer o hacerse en sus mentes una idea equivocada. No. Y la madre tiene que sentar y explicar, mira, esto pasó por aquello y lo otro. Y así, hermanos, mantener esa relación buena con los hijos. Si hay alguien en el hogar que es provocado, Es la madre, es la esposa. Pedro entiende esto y es por eso que le dedica el capítulo 3, mucho del capítulo 3, para ayudar a nuestras hermanas. Provocación del esposo, provocación de los hijos, provocación de esto, de aquello y de lo otro. Y si la hermana no fortalece su hombre interior, es decir, su propio corazón, es vulnerable a no reaccionar correctamente y ¿qué pasa? Dejar que la lengua hable y diga cosas que no debe de decir. De manera que lo que Santiago dice aquí tiene que ver mucho con lo que pasa en nuestro hogar diariamente. Hoy en día la sociedad es tal que usted tiene que aprender a controlar su lengua según las escrituras. porque usted tiene que establecer una buena relación de lealtad, de confianza, de afecto con sus hijos desde temprana edad. Pero eso no va a suceder si no ponemos freno a nuestra lengua. Una de las cosas que a veces separan a los hijos de sus padres aún, no solamente de sus madres sino de sus padres, es las reacciones fuertes de un padre en un momento dado. Y cuando eso se convierte en un patrón, eso distancia, crea una separación entre padres e hijos y después no se explican por qué no pueden hablar con ellos. La lengua es algo muy destructivo, queridos hermanos. Por esta razón debemos aprender lo que dice la Biblia de cómo podemos controlar la lengua. Porque ese es el propósito, que aprendamos a entender la seriedad del peligro que llevamos aquí. Entonces, tengamos las armas espirituales para saber tratar con esto, y mucho de eso tiene que ver con la enseñanza de la palabra de Dios. Mientras más enseñanza tenemos, el espíritu va a utilizar tal cosa para que nosotros aprendamos a refrenar y a controlar nuestra lengua. La mujer sabia, dice la Biblia, edifica su casa, la necia con su lengua y sus manos y su conducta lo destruye. Entonces, que Dios dé sabiduría para que podamos nosotros construir nuestro hogar y para construir nuestro hogar y edificarlo de tal manera que conozcamos el gozo, la bendición del Señor y sí, la felicidad y la tranquilidad también, que no sea un hogar tóxico. Un ambiente donde hay mala voluntad. Usted llega a un lugar y de momento usted se encuentra que está en un hogar y usted sabe que algo no está bien. Porque hay un ambiente que se respira, es que no hay buena voluntad de una persona hacia la otra. No se está pensando de bien de una persona hacia la otra y de momento las reacciones. Eso es un ambiente tóxico. Nosotros no queremos que nuestros hogares sean esa clase de hogares. Entonces necesitamos pedir a nuestro Dios que Él nos dé sabiduría, que Él nos ayude a nosotros a recibir la monestación de Santiago, que tenemos que tener cuidado con nuestra lengua. Si lo hacemos así, va a haber una buena relación entre ustedes, hermanas. Pero si ustedes no cuidan su lengua, la relación entre ustedes no va a ser buena. O sea que eso no solamente tiene que ver con el hogar, tiene que ver con nosotros aquí en nuestra iglesia. Quiere al Señor iluminarnos en esto y a seguir aprendiendo sobre estas cosas para que podamos nosotros cuidar nuestra lengua. Qué bueno que podemos ir al Señor y si hemos pecado pedir perdón y también hacer lo que tenemos que hacer para rectificar las cosas que hay que rectificar para que se vea el poder de Cristo en nuestros corazones que podamos tener buenas relaciones con nuestros hijos, nuestros hermanos en el Señor. Vamos a tener un momento de oración. Padre, agradecidos estamos por la enseñanza de tu palabra en esta noche. Agradecidos estamos de poder exponernos a aquello que parece inofensivo, aquello que parece que no tiene implicaciones o repercusiones de largo alcance. Pero Señor ayúdanos, perdónanos cuando hemos usado nuestra lengua como un látigo, perdónanos cuando nosotros hemos reaccionado incorrectamente y nuestra lengua ha proferido palabras que un cristiano nunca debiera haber dicho. Oh Padre en Ti hay perdón, te suplicamos que estas cosas nos ayuden a construir buenas relaciones con nuestros hijos, nuestros esposos, nuestros hermanos, y donde quiera que vayamos, que nuestra disposición y nuestra lengua esté lista para hablar con esa gracia que edifica, no que destruye. Te pedimos esto en Cristo. Amén.
La influencia infernal de la lengua
Series La lengua
Sermon ID | 125232015577158 |
Duration | 48:28 |
Date | |
Category | Conference |
Bible Text | James 3:5-6 |
Language | Spanish |
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