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El libro de Zacarías, vamos a leer todo el capítulo 14. Y aquí el día de Jehová viene, y en medio de ti serán repartidos tus despojos, porque yo reuniré a todas las naciones para combatir contra Jerusalén. Y la ciudad será tomada, y serán saqueadas las casas, y violadas las mujeres. Y la mitad de la ciudad irá en cautiverio, más el resto del pueblo no será cortado de la ciudad. Después saldrá Jehová y peleará con aquellas naciones como peleó en el día de la batalla. Y se afirmarán sus pies en aquel día sobre el Monte de los Olivos, que está enfrente de Jerusalén al oriente. Y el monte de los olivos se partirá por el medio, hacia el oriente y hacia el occidente, haciendo un valle muy grande. Y la mitad del monte se apartará hacia el norte y la otra mitad hacia el sur. Y huiré al valle de los montes, porque el valle de los montes llegará hasta Asal. huiréis de la manera que huisteis por causa del terremoto en los días de Osías, rey de Judá. Y vendrá Jehová mi Dios, y con él todos los santos. Y acontecerá que en ese día no habrá luz clara ni oscura. Será un día, el cual es conocido de Jehová, que no será ni día ni noche, pero sucederá que al caer la tarde habrá luz. Acontecerá también en aquel día que saldrán de Jerusalén aguas vivas, la mitad de ellas hacia el mar oriental y la otra mitad hacia el mar occidental, en verano y en invierno. Y Jehová será Rey sobre toda la tierra. En aquel día Jehová será uno y uno su nombre. Toda la tierra se volverá como llanura, desde Jehová hasta Rimón al sur de Jerusalén, y ésta será enaltecida y habitada en su lugar desde la puerta de Benjamín hasta el lugar de la puerta primera, hasta la puerta del ángulo, y desde la torre de Ananel hasta los lagares del Rey. Y morarán en ella, y no habrá nunca más maldición, sino que Jerusalén será habitada confiadamente. Y ésta será la plaga con que herirá Jehová a todos los pueblos que pelearon contra Jerusalén. La carne de ellos se corromperá estando ellos sobre sus pies, y se consumirán en las cuencas sus ojos, y la lengua se les deshará en su boca. Y acontecerá en aquel día que habrá entre ellos gran pánico enviado por Jehová. y trabará a cada uno de la mano de su compañero, y levantará su mano contra la mano de su compañero. Y Judá también peleará en Jerusalén. Y serán reunidas las riquezas de todas las naciones de alrededor, oro y plata, y ropas de vestir en gran abundancia. Así también será la plaga de los caballos, de los mulos, de los camellos, de los asnos, y de todas las bestias que estuvieran en aquellos campamentos. Y todos los que sobrevivieran de las naciones que vinieron contra Jerusalén subirán de año en año para adorar al Rey, a Jehová de los ejércitos, y a celebrar la fiesta de los tabernáculos. Y acontecerá que los de las familias de la tierra que no subieran a Jerusalén para adorar al Rey, Jehová de los ejércitos, no vendrá sobre ellos lluvia. Y si la familia de Egipto no subiere y no viniere, sobre ellos no habrá lluvia. Vendrá la plaga con que Jehová herirá a las naciones que no subieron a celebrar la fiesta de los tabernáculos. Esa será la pena del pecado de Egipto y del pecado de todas las naciones que no subieron para celebrar la fiesta de los tabernáculos. En aquel día estará grabado sobre las campanillas de los caballos, santidad a Jehová, Y las ollas de la casa de Jehová serán como los tazones del altar. Y toda olla en Jerusalén y Judá será consagrada a Jehová de los ejércitos. Y todos los que sacrificarán vendrán y tomarán de ellas, y cocerán en ellas. Y no habrán aquel día más mercader en la casa de Jehová de los ejércitos. Vamos ahora. Nuestro Padre Celestial, Te pedimos por mucha ayuda mientras terminamos ese libro de Zacarías, este pasaje, que nos des el poder del Espíritu Santo y la ayuda en el entendimiento y en la aplicación de este pasaje. En el nombre de Cristo. Amén. Hay mucha esperanza para el pueblo de Dios. Esa es la verdad que yo quiero que ustedes aprendan después de todo este estudio del libro de Zacarías. Hay mucha esperanza para el pueblo de Dios. ¿Sufrimos? Sin duda. ¿Experimentamos la disciplina de Dios? Por supuesto. Pero Dios siempre está con su pueblo. Debido a lo que ha hecho por nosotros en Cristo, siempre nos cuida, siempre provee la victoria que necesitamos a través de su poder y debido a su maravillosa gracia. Si todavía no entiendes cada detalle de cada reciclo de este libro, bienvenido al club. Yo tampoco. Pero no tenemos excusa. de todavía no entender el punto mayor de este libro. No tenemos excusa de no regocijarnos en lo que hemos aprendido de Cristo y la salvación a través del estudio de este libro, la victoria final que tenemos en Cristo. No tenemos excusa de no reposar en la esperanza que es nuestra. Hoy vamos a terminar nuestro estudio de este libro con un mensaje del capítulo 14 que no solamente una conclusión a la profecía de los capítulos 12 a 14, sino también una conclusión a todo el libro. Por eso no solamente vamos a estudiar este pasaje, sino a través del mensaje también vamos a recordarnos de lo que hemos aprendido a través de todo este libro, este tema de la esperanza del pueblo de Dios. Ese es el tema de todo este libro. El tema de este capítulo en específico es nuestra esperanza en el Día de Jehová. Es como empieza el capítulo. Y aquí el Día de Jehová viene. Y vamos a ver por qué es de esperanza para nosotros como cristianos. La razón es porque tenemos en este día victoria final. Tenemos confianza completa y esperanza completa por lo que Cristo ha hecho y lo que Cristo va a hacer. Aunque sufrimos y pasamos por muchos problemas y dificultades aquí, nuestra esperanza como el pueblo de Dios permanece firme porque se basa en la confianza completa de la victoria de Cristo y el triunfo final. Es como vamos a enfocarnos hoy en el mensaje. Y otra vez, no solamente de este mensaje, sino esto habla de lo que hemos aprendido en todo este libro. En este pasaje específicamente, tenemos descrito este día de Jehová. Y de la misma manera que hemos visto en esos tres capítulos finales, todavía hay debate en cuanto a cómo interpretar este día, cómo interpretar este capítulo catorce. Si es algo literalmente futuro, o hable de manera más figurativa de la Iglesia de Dios a través de los siglos. La verdad es que es muy difícil estar seguro, completamente seguro. Martín Lutero, el gran reformador, escribió un comentario sobre este libro de exagerías. Este comentario tuvo 12 ediciones. En la primera edición, Lutero detuvo sus escritos al final del capítulo 13 y ni intentó explicar el capítulo 14. En su segunda edición, sí intentó explicar el capítulo 14, pero empezó con esas palabras. Aquí, en este capítulo, me rindo, porque no estoy seguro de lo que está hablando el profeta. Entonces, yo entiendo perfectamente su punto de vista. Es difícil. Por eso yo quiero que nos enfoquemos en el estudio de este capítulo, en la manera en la cual hemos hecho a través de todo este libro. Ver el gran panorama. Ver el punto mayor. Tal vez nos vamos a explicar y entender cada detalle en cada reciclo. Los detalles son importantes. Y mientras aprendemos más de Dios y estudiamos más, vamos a aprender más de los detalles. Pero a veces nos desanimamos por los detalles y perdemos el punto importante, el punto mayor. Entonces no quiero que lo hagamos. Vamos a enfocarnos en lo que es muy importante, lo que era importante para Israel a través de ese mensaje y lo que es importante para nosotros hoy en día a través de este capítulo 14. El día de Jehová es un día de victoria absoluta, de un triunfo total para el pueblo de Dios. Algunos lo ven como un día que va a suceder en el futuro, que va a empezar el tiempo del milenio, esos mil años sobre los cuales leemos en Apocalipsis 20. Otros lo ven como un día al final de la edad de la iglesia cuando Cristo regrese. y otros lo ven como algo que sucede constantemente en la iglesia a través de sus luchas diarias. El problema otra vez es que en este capítulo a veces parece hablar de algo muy literal y a veces claramente parece hablar del cielo. Y vamos a ver a través de esos detalles lo que yo creo y lo que podemos ver a través de este capítulo. Pero otra vez, creo que el punto no es entender seriamente cada detalle. sino estar seguros de la victoria final que tenemos cuando venga el día de Jehová. Lo que sea este día y cuando sea este día. Nuestra confianza está que cuando suceda esta vida, tenemos la victoria final. Cuando Cristo regrese, vamos a estar con Él para siempre. No vamos a sufrir más. Vamos a tener el triunfo total por la victoria que Cristo ha hecho para nosotros. Entonces, en primer lugar, en este capítulo vamos a aprender de este Día de Jehová y nuestra esperanza en el Día de Jehová. En primer lugar, que viene entre muchas pruebas. El Día de Jehová viene entre muchas pruebas. En los reciclos 1 y 2 encontramos una descripción de una batalla en contra de Jerusalén. Y dice específicamente en el versículo 2 que es Dios que reúne a todas las naciones para combatir en contra de Jerusalén. Fíjense, Dios reúne las naciones para combatir en contra de su pueblo. Dice que, para que sean repartidos sus despojos, y la ciudad sea tomada, y las cosas saqueadas, y las mujeres violadas, y la mitad de la ciudad ira en cautiverio. Dios lo hizo en una parte muy rápida. Cuando nosotros como cristianos no entendemos por qué sufrimos aquí, no entendemos quién es Dios. Dios nos da los sufrimientos. para ayudarnos, como vamos a ver. Eso no es el fin de la historia. Dios no dejó a Israel en este problema, si lo rescató. Pero es el primer punto del mensaje. El día de Jehová viene entre muchas pruebas. Y como cristianos, vamos a tener muchas pruebas. Es normal para el pueblo de Dios. Entonces, si estamos hablando de muchas pruebas, aquí es una descripción vívida y clara. La ciudad de Jerusalén ha sido vencida. Algunos dicen que esa es la misma batalla que hemos escrito en el capítulo 12, pero ese capítulo no menciona que Jerusalén sería vencida como aquí. Otros dicen otra vez que no es una batalla literal, sino que lo que tenemos que aprender es la batalla que nosotros sufrimos cada día como cristianos, como en la iglesia. Entonces, otra vez, no es mi intención explicar cada detalle aquí. y no vamos a poder explicar el tiempo y todo de cada punto necesariamente. Pero lo que no deberíamos perder en los primeros dos frisicos de este capítulo es que el Día de Jehová, el tiempo de victoria final, viene entre muchas pruebas. Y otra vez, hay aplicación aquí. La aplicación es doble. Una, que no es posible, no es posible vivir en este mundo como el pueblo de Dios, sin problemas, sin pruebas, sin tribulaciones, sin dificultades. Es imposible. Aún en este capítulo que habla del triunfo final, o de Israel o de la iglesia. Desde el día de Jehová encontramos esta verdad. De hecho, empezamos con esta verdad. Antes de leer de la victoria, leemos de los problemas. Antes de leer del triunfo final, leemos de las pruebas de un tiempo de sufrimiento terrible para el pueblo de Dios. ¿Y quién lo hizo? Dios mismo, otra vez. Esa es la primera aplicación. Como cristianos, tenemos que esperar los problemas. Son naturales, son comunes. Es lo que vamos a sufrir. La segunda aplicación es esta. Que esta profecía no termina con el reciclo dos. No termina con este aparente vencimiento. sino que los siguientes versículos, como vamos a estudiar, enseñan cómo Dios va a luchar por su pueblo, así dándoles a ellos la esperanza. Es lo que vamos a ver en el segundo punto del mensaje, que el día de Jehová no solamente viene entre muchas pruebas, esa es la verdad, empezamos con esta verdad, sino también, en segundo lugar, que el día de Jehová viene con su poder milagroso. Es importante entender estos dos puntos juntos. El día de Jehová, la victoria final, viene con pruebas, con tribulaciones, con problemas. Pero también viene con el poder milagroso de Dios. Que Dios nunca abandona a su pueblo. no importa si está bajo su disciplina o sufriendo las consecuencias de sus propios pecados, o nada más pasando por tribulaciones de la vida. Dios nunca abandona a su pueblo, no puede y no va a hacerlo. Y en los versículos 3 a 11 de este capítulo podemos ver esta verdad de la manera milagrosa en la cual Jehová demuestra su omnipotencia, su poder. La ciudad de Jerusalén, descrita aquí, lo que sea que representa, parece vencida. Pero en el versículo 3 encontramos lo que estaba diciendo, que Dios va a pelear para su pueblo en contra de las naciones en esta batalla. Que Él va a venir en su poder. ¿Qué dice el versículo 3? Después, después de qué? Después de las pruebas, después de las dificultades, saldrá Jehová y peleará con aquellas naciones como peleó en el día de la batalla. Los versículos 4 a 11 describen el milagro aquí. ¿Por qué digo que es un milagro? Porque dice que sus pies, los pies de Jehová, según el versículo 3, se afirmarán o se posarán sobre el Monte de los Olivos, que está enfrente de Jerusalén al oriente, y el Monte de los Olivos se partirá por medio, hacia el oriente, hacia el occidente, hacia un valle muy grande. Y la mitad del monte se partirá hacia el norte y la otra mitad hacia el sur. Parece poder milagroso, ¿no? ¿O no? Si es, es la omnipotencia de Dios aquí. Dios va a descender para rescatar su pueblo. Y aparentemente, cuando desciende sobre este monte de los olivos, va a causar este cambio físico. Así que el monte se parta, que un valle se forme. Por eso estoy hablando de que este día de Jehová viene con su poder milagroso. en una manera obvia que es Dios que ha llegado y Dios está actuando para su pueblo. Y aquí cuando la Biblia usa la palabra Jehová para describir a Dios, normalmente pensamos en Dios el Padre, ¿no? Eso no es incorrecto. Pero aquí en nuestro pasaje, ¿a qué parte de la Trinidad se refiere? Como dice que los pies de Jehová van a estar sobre el monte de los Olivos. Estamos hablando aquí de Cristo, no? Porque Dios el Padre es espíritu y no tiene pies, pero Cristo sí. De hecho, los pies de Cristo ya han estado sobre este monte. Es el Monte de los Olivos, es el lugar de donde Cristo ascendió después de su resurrección. También es el lugar donde Cristo fue traicionado antes de su crucificación. Así que aquí está hablando de algo que Cristo va a hacer sobre la tierra, el regreso de Cristo. a la tierra otra vez, su poder milagroso en batallar para su pueblo. Porque cuando Cristo desciende y el monte se parte, va a producir una vía de escape, una vía de evacuación para el pueblo. Lo que dice en versículo 5, huiréis al valle de los montes, porque el valle de los montes llegará hasta Asal. Huiréis de la manera que huisteis por causa del terremoto en los días de Josías y de Judá. No hay otra referencia a este lugar de asal en toda la Biblia. Parece un lugar cerca, o que va a estar un lugar cerca, de seguridad para el pueblo. Dice que van a salir como en el tiempo del gran terremoto en los días de Husías, asunto histórico sobre lo cual también leemos en el libro de Amoz. Y dice que Cristo no va a venir solo, sino al final del versículo 5 dice, vendrá Jehová mi Dios y con Él todos los santos. La Biblia normalmente habla de nosotros, los hijos de Dios, como los santos. Y por eso parece que los hijos de Dios que han muerto antes de ese tiempo van a regresar con Cristo en este tiempo de poder y su reinado. Los reciclos 6 a 7 describen cómo van a estar los seres celestiales durante este tiempo, el sol, la luna, las estrellas. Dicen en reciclo 6, en ese día no habrá luz clara ni oscura. No tiene mucho sentido nuestra traducción. Estas palabras literalmente significan que las luces del cielo van a coagularse. es la palabra exacta, precisa, coagularse. La idea es que no van a brillar más. Como dice el versículo 7. Será un día, el cual es conocido de Jehová, que no será ni día ni noche. ¿Por qué? Porque el sol y la luna y las estrellas se han coagulado. Pero sucederá que al caer la tarde habrá luz. ¿Qué significa aquí? Dice un día. Cualquier día No está hablando de un día único, un día diferente. Se describe como un día que es conocido de Jehová. Y todo este vocabulario aquí nos hace pensar o debería hacernos pensar en Génesis 1, en la creación, cuando Dios creó la luz y la separó de las tinieblas. Un día antes de que había día o noche. Un día que solamente Dios conoce porque solamente Dios estaba. cuando creó la luz, cuando creó los seres celestiales, cuando estableció la mañana y la noche. Aquí está hablando de un regreso a la creación, de una nueva creación. Una nueva creación sin la necesidad para el sol y luna y estrellas. Un tiempo sin día y noche, sino al caer la tarde habrá luz, como dice el final del versículo 7. Y cuando yo leo esas descripciones, En mi mente inmediatamente pienso en dos pasajes. En primer lugar, en Isaías 60, 19 y 20, que yo voy a leer para ustedes. Una profecía que dice, el sol nunca más te servirá de luz para el día, ni el resplandor de la luna te alumbrará, sino que Jehová te será por luz perpetua, y el Dios tuyo por tu gloria. No se pondrá jamás tu sol, ni menguará tu luna, porque Jehová te será por luz perpetua, y los días de tu luto serán acabados. Es una profecía de Isaías. cuando la gloria de Dios viene a su pueblo y cuando las naciones buscan a Dios. Y parece como está hablando de ese tiempo en Zacarías también. El otro pasaje es lo que leímos en Apocalipsis 21, cuando leemos esas descripciones de la luz, del día y de la noche. Recordamos que en Apocalipsis 21, hablando de la nueva Jerusalén, la esposa del Cordero dice, Sus puertas nunca serán cerradas de día, pues allí no habrá noche, y llevarán la gloria y la honra de las naciones a ella. No entrará en ella ninguna cosa inmunda o que hace abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero. En Apocalipsis 21.5 dice, No habrá allí más noche, y no tiene necesidad de luz de lámpara, ni de la luz del sol, porque Dios el Señor los iluminará, y reinarán por los siglos de los siglos. Entonces, por mí no es coincidencia que aquí en Zacarías 14 estamos estudiando una profecía de la ciudad de Jerusalén y usa descripciones muy similares a las que Juan usa en Apocalipsis, hablando de dónde la iglesia va a morar para siempre, la nueva Jerusalén, sin sol, sin luna, sin día, sin noche, porque Dios está en ella como la luz. Hay muchas similaridades aquí, y yo creo que está hablando de la misma cosa. Para ver más de esta verdad en el reciclo 8, continuamos con la misma semejanza. El reciclo 8 dice, Acontecerá también en aquel día que saldrán de Jerusalén aguas vivas. La mitad de ellas hacia el mar oriental, y la otra mitad hacia el mar occidental, en verano y en invierno. Así que va a salir de Jerusalén aguas vivas, aguas corrientes, es la idea. Y otra vez en Apocalipsis 22, hablando de la nueva Jerusalén, descrita como la esposa del Cordero, dice, Tenemos aquí el mismo tema de un río que se encuentra en ese lugar saliendo aguas vivas de la Nueva Jerusalén. Estamos hablando de la misma cosa aquí en Zacarías y ya en Apocalipsis. Tenemos que pensar. Este capítulo es difícil de interpretar, sin duda. Pero no deberíamos cerrar nuestros ojos a las pistas que tenemos. o por lo menos en lo que Dios quiere que emprendamos aquí por el resto del contexto bíblico. Está hablando aquí en Zacarías 14 de un tiempo futuro de luz perpetua, luz sin sol, sin luna, sin estrellas, luz única, que es un resultado del hecho de que Cristo está reinando, como vamos a ver en los siguientes versículos. Estamos leyendo aquí de un río de agua corriente, agua viva, saliendo del lugar donde reina el Cordero. Tenemos que pensar en el futuro. Tenemos que pensar en Apocalipsis, en nuestro hogar celestial, en el día cuando vamos a experimentar la victoria final y permanecer y vivir y reinar con nuestro Dios para siempre. Esta es nuestra esperanza en el día de Jehová, un día que viene con poder milagroso. En el versículo 9, continuando de hablar de este poder, dice que Jehová será rey sobre toda la tierra, aunque siempre ha sido soberano, obviamente, aunque siempre Dios ha tenido control. En ese día todos van a ver y estar bajo su reino. Y recordando otra vez que es Cristo que está reinando, pensamos en Filipenses 2.10. que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y la tierra, y debajo de la tierra. Y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre. O también lo que profetizó Pablo en 1 Corintios 15. Luego el fin, cuando entregue el reino al Dios y Padre, cuando haya suprimido todo dominio, toda autoridad y potencia, porque todas las cosas las sujetó debajo de sus pies. Esto todavía no es la verdad. No todos se doblan sus rodillas a Cristo. Es una profecía. Pero en este Día de Jehová, profetizado en Sáhara 14, se da la verdad. Cristo va a reinar sobre todos y todos van a estar bajo su reino. En el versículo nueve dice que en aquel día Jehová será uno y uno su nombre. Totalmente el punto no es que Dios está cambiando, sino que todos van a reconocer esta verdad. Refleja el famoso dicho de Deuteronomio 6, 4 a 5. Oye Israel, Jehová nuestro Dios, Jehová uno es, y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, de toda tu alma y con todas tus fuerzas. Otra vez, es la verdad ahora para nosotros, pero no para todos. En el futuro va a ser la verdad para todos. Todos bajo el reino y el control y poder de Cristo como Rey. Los versículos 10 a 11 describen un cambio físico que va a suceder en cuanto a la ciudad de Jerusalén. Dicen que toda la tierra alrededor se volverá como llanura. y después describe los límites físicos que ustedes pueden leer. Entonces es posible que en el futuro Dios va a hacer un milagro físico que va a cambiar la geografía de Jerusalén. Creo que el punto aquí es más teológico. El punto aquí es que Jerusalén será exaltada como el monte de Dios y así será completamente segura, como dice el versículo 11, sino que Jerusalén será habitada confiadamente. Hay muchos detalles aquí, ¿no? Pero en esas descripciones de aquel día de Jehová que viene del poder milagroso en omnipotencia vemos muchas descripciones del cielo de la Nueva Jerusalén donde nosotros, la Iglesia, vamos a vivir para siempre. Entonces, otra vez, no vamos a pensar tanto en los detalles que perdemos el punto más importante aquí. Tú puedes interpretar este pasaje como una imagen de la iglesia, o algo literal en el reino milenario, o como el cielo. Pero por lo menos, tenemos que pensar en la vida eterna. Porque si lo interpretamos como algo figurativo que describe la iglesia, todavía es la verdad que aquí en este mundo, en la iglesia, tenemos que fijar los ojos en el futuro, ¿no? fijaron sus ojos en el cielo, fijaron sus ojos en Cristo. Si lo interpretamos como una descripción del reino milenario, entendemos que este reino milenario será una preparación para el cielo. Todo se enfoca en el cielo, todo se enfoca en este lugar donde la iglesia va a morar para siempre, en la nueva Jerusalén, que tiene a Dios por luz, que tiene un río de aguas vivas, que es completamente segura. El lugar donde vamos a experimentar el triunfo final y la victoria de Dios para siempre. Esa es nuestra esperanza. Seguimos estudiando estos dos puntos. Nuestra esperanza en el día de Jehová, porque este día viene entre muchas pruebas, pero también viene con poder milagroso. En tercer lugar, vamos a estudiar que este día de Jehová viene con su juicio contra sus enemigos. En los versículos 12 a 15, que yo no voy a leer otra vez, pero podemos ver ese asunto específico del juicio de Dios en contra de sus enemigos. Continúa hablando de la batalla y habla de una plaga que va a destruir sus cuerpos, que va a afectar a sus animales, que va a causar que se luchen uno contra el otro para que los de Judá y Jerusalén puedan saquear las riquezas de sus enemigos. Ustedes pueden leer los detalles en esos versículos, pero la idea es muy clara. Dios está juzgando a sus enemigos. Y espero que no nos cansemos de ver las semejanzas entre este capítulo y el libro de Apocalipsis, porque también encontramos una descripción muy similar a lo que hemos visto en todos estos puntos del poder y del juicio de Dios en Apocalipsis 19. Vamos a leer juntos en Apocalipsis 29. Para ver otra descripción de estos dos puntos, del poder milagroso de Dios y de su juicio en contra de sus enemigos, el libro de Apocalipsis 19, 11 a 21. Vamos a leer este pasaje y vamos a ver las semejanzas que hay entre nuestro pasaje en Zacarías y esa descripción en Apocalipsis de que cuando Cristo viene del cielo hasta el mundo. Apocalipsis 29, 11. Entonces vi el cielo abierto, y aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea. Sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza muchos diademas, y tenía un nombre escrito que ninguno conocía sino él mismo. Estaba vestido de una ropa teñida en sangre, y su nombre es el Verbo de Dios." Aquí estamos hablando de Cristo. Y los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, le seguían en caballos blancos. Aquí estamos hablando de los santos, de los cristianos. De su boca sale una espada aguda, para herir con ella las naciones, y él las regirá con vara de hierro, y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira de Dios Todopoderoso. Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre, Rey de Reyes y Señor de Señores. Y vi a un ángel que estaba en pie en el sol, y clamó a gran voz, diciendo a todas las aves que vuelan en medio del cielo, venid y congregaos a la gran cena de Dios, para que comáis carnes de reyes y de capitanes, y carnes de fuertes, carnes de caballos y de sucinetes, y carnes de todos, libres y esclavos, pequeños y grandes." Aquí muy parecido a lo que leímos en Zacarías 14 de la plaga que Dios envía a estos enemigos. Y vi a la bestia, a los reyes de la tierra, a sus ejércitos, reunidos para guerrear contra el que montaba el caballo y contra su ejército. Y la bestia fue apresada, y con ella el falso profeta que había hecho delante de ella las señales con las cuales había engañado a los que recibieron la marca de la bestia, y habían adorado su imagen. Esos dos fueron lanzados vivos dentro de un lago de fuego que arde con azufre. Y los demás fueron muertos con la espada que salía de la boca del que montaba el caballo, y todas las aves se saciaron de las carnes de ellos. Aquí vemos lo que hemos estudiado. El día de Jehová viene con poder milagroso. Cristo mismo desciende para conquistar a sus enemigos. Este tercer punto, que el día de Jehová viene con su juicio contra sus enemigos. Probablemente esa es nuestra esperanza, que en el futuro Dios va a vencer todos sus enemigos. No tenemos que dudar. Pero otra aplicación también. Si leemos lo que Dios va a hacer en contra de sus enemigos, no queremos ser sus enemigos. ¿Verdad? Entonces si leemos este juicio en Zacarías en Apocalipsis, decimos, ah que bueno, Dios va a vencer a sus enemigos, muy bien pero tenemos que examinarnos soy hijo de Dios o enemigo de Dios no hay otra opción, somos de esos dos hijo o enemigo porque el día de Jehová viene sin duda Cristo va a regresar un día no sabemos cuándo y no sabemos cómo pero va a regresar y cuando regrese va a juzgar a sus enemigos. Y no queremos ser encontrados en la lista de sus enemigos. Y finalmente, si regresamos a Zacarías 14, el cuarto punto del mensaje es que el día de Jehová viene con todo dominio y santidad para siempre. El día de Jehová viene con todo dominio y santidad para siempre. En los reciclos 16 a 19 continúa describiendo lo que va a pasar con las otras naciones. Dice que ellos van a subir a Jerusalén cada año para adorar a este rey y celebrar la fiesta de Tabernáculos. Si no lo hacen, van a ser juzgados con falta de lluvia y describe el país de Egipto como ejemplo de lo que va a pasar si son desobedientes. La fiesta de los tabernáculos era algo que los judíos celebraron cada año. Con ellos moraron en tiendas por una semana, ofreciendo sacrificios y recordando su éxodo de Egipto y el poder de Dios que los rescató. También era una celebración de la provisión de Dios en el año pasado y una petición para lluvia y así para una cosecha buena para el presente año. Era una fiesta de gozo, y por eso probablemente es la razón por la cual se menciona aquí, en este capítulo, celebrando aquí que ya está morando con ellos, regocijando en su presencia, porque Cristo ha descendido y ya está reinando aquí con ellos. Lo difícil de entender, si estamos hablando del cielo, como parece, por qué parece que hay incrédulos yendo a Jerusalén, las naciones que van a ser juzgadas y no obedecen. Pues algunos dicen que aquí estamos hablando del reino milenario, lo que va a pasar en esos mil años, de los cuales leemos en Apocalipsis 20. Yo creo que la manera más fácil de entenderlo es ver que Dios está usando imágenes aquí que su pueblo puede entender, o que su pueblo podía entender en su tiempo, no diciendo que otros que no son parte de su pueblo van a estar en la Nueva Jerusalén, sino que los que están fuera de ese lugar todavía están bajo de su control, que ellos van a adorar a Cristo, aún por fuerzas, como leemos en Filipenses 2, cada rodilla. y que aunque ellos no pueden participar en las bendiciones de estar con Dios, ellos no están fuera de su control. En los versículos 20 y 21, al final del capítulo, vemos otro resultado de este reino completo de Dios. Dice que todas las cosas y personas serán santas. Es decir, específicamente apartadas para la obra de Dios. Nosotros recordamos que en el templo algunas cosas eran santas, cubiertos, vasos, platos. Probablemente no santos por alguna razón en sí mismos, sino que la palabra significa apartado. Vasos y platos apartados para una obra específica del templo. Don Biciclo XX dice que aún las campanillas de los caballos van a tener grabados sobre ellas Santidad a Jehová. Es interesante. Esas palabras Santidad a Jehová son las que estaban grabadas en la mitra, en la diadema del sumo sacerdote. Fue la única cosa grabada con esas palabras. Pero en este tiempo, en el día de Jehová, aún las cosas normales, como campañas, y cosas sobre un animal inmundo, como el caballo, según la ley del Antiguo Testamento, van a tener esta descripción sobre ellas. Todo será santidad de Jehová. La misma cosa va a suceder con las ollas, dice el versículo 21. Van a ser consagradas a Jehová. No habrá nada normal. Todo va a tener como su fin demostrar la santidad de Jehová y los ejércitos en el lugar santo de Jerusalén. Dice, no habrá nadie para estorbar esta santidad. Dice que no habrá ni aquel día más mercader en la casa de Jehová. Ninguna persona vendiendo cosas en el templo. Ninguna persona para profanar el lugar santo. Esa descripción de esa santidad debería hacernos pensar en el cielo otra vez, porque solamente allá vamos a ver esta profecía cumplida perfectamente. Solamente en el cielo habrá este tipo de santidad de todas las cosas, de todas las personas, que todo va a proclamar santidad a Jehová. Todo eso es solamente posible en el Cielo donde no hay pecado. No es posible aquí. La única cosa en cuanto a esta interpretación de los reciclos es que no vamos a tener sacrificios en el Cielo. Yo quiero enfatizar esto otra vez. Cuando habla en el versículo 21, cuando menciona a los que sacrifican, no se refiere a sacrificios reales con animales con sangre. Es nada más una imagen del templo, una imagen que esos judíos, en el tiempo en que estaban viviendo, podían entender esta verdad de santidad en todos los lugares. ¿Por qué puedo decir esto? Porque en el libro de Hebreos es completamente claro, sin lugar para duda alguna, que nunca más vamos a ofrecer sacrificios, porque Cristo se sacrificó una vez para siempre. Cristo ofreció a sí mismo en la cruz y después se sentó a la diestra de Dios. No vamos a sacrificar animales a Dios, nunca en el futuro. Y esto lo enfatizo otra vez porque hay personas que hablan del milenio, ese tiempo, y dicen que vamos a regresar a tener un templo y sacrificios. No es la verdad. Es imposible. Completamente imposible. ¿Que después de la muerte de Cristo vamos a sacrificar animales? Es lo que hace la Iglesia Católica en la misa. Resacrificando a Cristo cada vez, cada vez, cada vez. Nunca vamos a hacerlo en la Iglesia. Por eso enfatizo otra vez, sea lo que sea nuestra interpretación de esos capítulos, si es un tiempo literal para Israel en el futuro, o es el reino milenario, nunca más vamos a regresar a tener un templo, o sacerdotes, o sacrificios, porque eran imágenes y nada más, porque prefiguraban a Cristo, y Cristo cumplió todo eso en su muerte. Otra vez el libro de Apocalipsis lo dice de manera completamente clara. En el capítulo 21-22, Juan dice, hablando de la Nueva Jerusalén, no vi en ella templo, porque el Señor Dios Todopoderoso es el templo de ella y el Cordero. En el cielo no vamos a tener sacrificios, solamente vamos a tener al sacrificado. ¿Entendemos? No vamos a tener sacrificios, vamos a tener al sacrificado. que es Cristo, el Cordero. Pero ahora, mientras esperamos esas cosas, aunque no somos completamente santificados ahora, aunque no todo está aportado para Dios hoy en día como será en el futuro, según los versículos, como si hubiéramos la semana pasada, Dios está santificándonos ahora. está haciendo este proceso de hacernos santos progresivamente a través de nuestras vidas cristianas aquí. Por eso Pedro nos manda, en 1 Pedro 1.15, que seamos santos en toda nuestra manera de vivir. Por eso Hebreos 12.14 dice que tenemos que seguir la santidad sin la cual nadie verá al Señor. Entonces, mi punto aquí es que no tenemos el derecho de tomar un pasaje así y de decir, mira, Dios va a hacer todo eso en el futuro. Dios va a hacer todo santo y apartado. Él es Poderoso. Sin duda va a hacerlo. Por eso no tengo que preocuparme mucho aquí por estas cosas. No. No es la respuesta correcta. Tenemos esperanza. Estas cosas van a suceder. Un día Dios va a apartar todo para Él. Pero no tenemos el derecho de solamente esperar. Tenemos una responsabilidad de mirar con confianza estos días, pero tenemos que trabajar ahora también. Tenemos que obedecer lo que Dios manda para que Él pueda santificarnos. Entonces, ¿cómo deberíamos concluir este mensaje? Y también el estudio de este libro. El día de Jehová viene, sin duda. Un día Cristo va a regresar. Un día Cristo va a reinar sobre todo. Un día Cristo va a juzgar a sus enemigos y llevar su pueblo con Él para vivir en santidad y perfección para siempre. Ese es el enfoque de este capítulo. Es una conclusión apropiada a un libro que tiene como su tema la esperanza del pueblo de Dios. porque aunque sufrimos y pasamos por muchos problemas y dificultades aquí, nuestra esperanza como el pueblo de Dios permanece firme, porque se basa en la confianza completa de la victoria de Cristo y el triunfo final. En las palabras de los puntos que estudiamos hoy, el día de Jehová viene entre muchas pruebas. Vamos a sufrir. Pero no deberíamos permitir que nuestro enfoque se quede en este asunto, sino creer en la verdad que este día va a venir con un poder milagroso, un poder milagroso de Dios, que va a juzgar a sus enemigos, y cuando reina para siempre va a ser con todo dominio y santidad para la eternidad. Entonces, eso no es solamente el mensaje de este capítulo. De alguna manera este es el mensaje de todo este libro también. Este libro empezó con un llamado al arrepentimiento, porque es necesario que recordemos que todas estas promesas son solamente para los hijos de Dios. Estas promesas no son para todos, solamente para las personas que Dios ha justificado y salvado por la sangre de Cristo. pero cuando nos hemos arrepentido y tenemos la seguridad de que somos los hijos de Dios, tenemos que pasar por muchos peligros, muchas tribulaciones, muchas tentaciones, antes de disfrutar la victoria final. Exactamente como el pueblo de Israel, ellos físicamente, nosotros espiritualmente. Ningún cristiano debería pensar que esta esperanza sobre la cual hemos estudiado significa que toda la vida es fácil y al final más fácil cuando estemos en la gloria. No es así. La vida no es fácil. Cada persona entiende eso. Ahora sufrimos. Como este capítulo 14 empezó, nosotros sufrimos. Y parece que este día de Jehová, este día de victoria completa y final, va a empezar con tribulaciones extremas. Eso no debería sorprendernos. Pero Cristo siempre triunfa. Cuando Cristo regrese, Él va a realizar una victoria completa y para siempre para Su pueblo. El pueblo de Israel en tiempo de Zacarías necesitaba esta esperanza, porque estaba viviendo en un tiempo de mucha falta de esperanza, hablando humanamente. Pero en este capítulo 14, y en medio de todo el resto del libro, les dio a ellos una visión de esperanza. Esperanza de que Dios iba a cumplir su propósito, que sus enemigos no siempre iban a vencerles, que eran escogidos por Dios y por eso garantizada la victoria y el reino perfecto y santo de Dios a través de ellos para siempre. Es lo mismo para nosotros. Tal vez ahora, o a veces en nuestras vidas, no parece existir mucha esperanza. Así es a veces. si estamos honestos. No parece existir mucha esperanza para nuestras vidas, o para nuestras familias, o para nuestra iglesia, o para el mundo en general. Pero Dios, a través de esta profecía, nos ha dado una profecía, una promesa de esperanza. Él siempre está con su pueblo. Nuestros sufrimientos no son para siempre. Somos escogidos por Él y por eso garantizada la victoria y el reino perfecto y santo de Dios a través de nosotros para siempre. Entonces tengamos esperanza, hermanos. Esperanza en este Día de Jehová, cuando Cristo regrese, cuando tengamos la victoria final, y permanente. Tengamos esperanza ahora debido a lo que Dios nos ha prometido y debido al hecho de que siempre cumple su palabra. Tengamos esperanza y gocémonos en ella para siempre. Vamos ahora. Nuestro Padre Celestial, Tenemos muchas gracias por ese libro que hemos estudiado. Un libro lleno de esperanza. Un libro muy desconocido, pero muy importante para nosotros el día de hoy. Un libro que no solamente de historia y no solamente de profecía, sino también de aplicación muy importante para nosotros en este día. Señor necesitamos tu ayuda de creer en lo que dice. El problema es que muchas veces tenemos el conocimiento de esas verdades, pero no actuamos a la luz de ellas. Que vivimos como si todavía estuviéramos en nuestros pecados y en la oscuridad en el mundo, cuando tú nos has salvado. no nos ha salvado para vivir de manera fácil aquí, pero nos ha salvado con victoria completa y final, victoria garantizada. Ayúdanos por favor de tomar lo que hemos aprendido hoy a través de estos meses y creerlo y aplicarlo y pedirte por mucha ayuda de cambiar la manera en la cual vivimos Porque si realmente somos tus hijos, no tenemos excusa de vivir en desesperanza. No es apropiado para el Hijo de Dios. Solamente significa que no entendemos completamente o no aplicamos lo que hemos aprendido. Ayúdanos de no vivir en este pecado. Ahora cada persona sabe que es pecado vivir en desesperanza. Pero gracias que no tenemos que encontrar esta desesperanza nosotros mismos. eso está en ti, está en tu palabra. Nuestra confianza no está en ninguna parte de nosotros, sino totalmente en ti, totalmente en lo que Cristo ha hecho por nosotros. Ayúdanos a reposar en esta verdad, a descansar en esta verdad, de no continuar en tantas luchas internas porque estamos intentando de hacerlo por nosotros mismos. sino creerte y creer tu palabra y vivir a la luz de ella. Te pedimos por cualquier persona aquí que no te conoce como salvador, que nunca ha recibido la salvación, que está viviendo en desesperación natural porque no tiene solución, porque no tiene esperanza. Te pedimos por salvación para esas personas que encuentren la esperanza en Cristo. que entiendan que es imposible salvarse a sí mismo. La salvación solamente se encuentra en ti. Necesitamos mucha ayuda en este día, en esta semana, en este año, de aplicar esta verdad y de vivir en más esperanza y así en más cosas. Por favor, ayúdenos de hacerlo. En el nombre de Cristo. Amén.
Nuestra esperanza en el día de Jehová
Series Estudio sobre Zacarías
Aunque sufrimos y pasamos por muchos problemas y dificultades aquí, nuestra esperanza como el pueblo de Dios permanece firme, porque se basa en la confianza completa de la victoria de Cristo y su triunfo final.
Sermon ID | 12516231998 |
Duration | 52:43 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Bible Text | Zechariah 14 |
Language | Spanish |
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