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Santiago capítulo 5, si Dios lo permite, vamos a considerar desde el versículo 1 hasta el versículo 6. Santiago capítulo 5 desde el versículo 1 hasta el versículo 6. Usa tu vida y tus recursos para dar gloria a Dios. Usa tu vida y tus recursos para dar gloria a Dios. Aquí, Santiago, se dirige a personas que no están presentes, se dirige a personas que no son creyentes, pero con el propósito de impactar a los que sí están presentes, de ayudarles a entender la importancia de buscar a Dios sobre todas las cosas y no buscar las riquezas. Y por eso se dirige a personas que no están presentes por el beneficio de aquellos que sí lo están. Para que los creyentes que sí están presentes conozcan la certeza del juicio que viene sobre los opresores. para que puedan estar seguros de que Dios está con ellos, de que vivir para este mundo no merece la pena. Aquí podéis notar cómo se dirige a los ricos, pero aquí, como mencioné, se dirige a personas que no son creyentes. Son personas pudientes, son personas ricas, pero que no conocen al Señor. Y entonces por ello dice, vamos ahora ricos, llorad y aullad por las miserias que os vendrán. Vuestras riquezas están podridas, vuestras ropas están comidas de polilla, vuestro oro y plata están enmohecidos y su mo testificará contra vosotros y devorará del todo vuestras carnes como fuego. Habéis acumulado tesoros para los días postreros. Y aquí clama el jornal de los obreros que han cosechado vuestras tierras, el cual por el engaño no les ha sido pagado por vosotros. Y los clamores de los que habían llegado han entrado en los oídos del Señor de los ejércitos. ¿Habéis vivido en deleites sobre la tierra y sido disolutos? ¿Habéis engordado vuestros corazones como en día de matanza? ¿Habéis condenado y dado muerte al justo y Él no os hace resistencia? Eso es Santiago capítulo 5, desde el versículo 1 hasta el versículo 6. Y podéis notar cómo se dirige a estos ricos opresores, estos malhechores, Y en el versículo 1, les exhorta a lamentar por las miserias que les vendrán. En el versículo 2 al versículo 3, da la razón por la cual les está reprochando, porque han usado sus riquezas de manera egoísta, de una manera egoísta, y destaca que todas esas pertenencias, todas esas riquezas, son temporales, no les sirven para el futuro, incluso les condenan en el juicio de Dios. En versículo 4, menciona cómo han estafado y engañado a sus trabajadores. En versículo 5, cómo han vivido de manera egoísta, para su propio placer, para el lujo, un lujo desenfrenado. Y entonces en versículo 6, menciona cómo han condenado y matado a hombres inocentes, para aprovecharse de ello, para aprovecharse de sus ganancias. Y por ello, realmente este texto, aunque se está dirigiendo a los incrédulos, a estos ricos opresores, realmente aplica al creyente también. Porque nos ayuda a entender que acumular tesoros para uno mismo es maldad y trae juicio. Aprovecharse del necesitado trae juicio divino. Malgastar las pertenencias y las riquezas que Dios nos da trae juicio. debemos de vivir para agradar a Dios, debemos estar satisfechos con lo que Dios provee, debemos usar nuestra vida y los recursos que Dios nos da para su gloria. Ahora, en los versículos anteriores, en el capítulo 4, Santiago 4, del 13 al 17, vemos cómo Santiago, inspirado por Dios, condena a aquellos que se entregan en la búsqueda de riquezas y hacen planes sin considerar a Dios. Y por ello reciben esa condenación. Y continúa aquí, en capítulo 5, mencionando a estos ricos que se aprovechan, ¿no? Realmente el contexto es de unos dueños, especialmente en la antigüedad, había pocos, que eran dueños de casi todo, y los muchos poseían muy poco. Y trabajaban para esos pocos, que eran los dueños de los grandes territorios. Y por ello, el contexto es ese. Hay unos dueños de la tierra que son extremadamente ricos y en vez de ayudar a sus trabajadores, en vez de proveer para sus necesidades, en vez de proveer para los necesitados, ¿qué es lo que hacen? Se aprovechan de ellos. Se aprovechan de los trabajadores pobres y los oprimen para ganar más dinero. Incluso esa es la razón por la que... o parte de la razón por la cual son ricos. Es porque se aprovechan. Usan su influencia, usan su poder, usan su dinero para aprovecharse. Y, a veces, pues no pagaban a sus trabajadores. A veces, no les pagaban a tiempo. Y entonces vemos la opresión que eso ocasionaría a un trabajador, especialmente en la antigüedad, que muchos de ellos eran tan pobres que si no les pagaban ese día no comían. O sea, era de día a día. Trabajaban para el jornal del día para poder comer el pan de ese día. Y por ello era un pecado tan grave, ¿no?, delante de Dios, donde hay que cuidar de los necesitados. Y es que este pasaje condena a los ricos opresores por malgastar sus oportunidades. Tienen la oportunidad de ayudar a los necesitados, pero malgastan, no lo hacen. Y aún así, no solamente no ayudan a los necesitados, sino todas sus pertenencias y riquezas que tienen, las malgastan. Están usando su dinero para pecar. Y Jesús mismo dijo a sus discípulos, nos dice Mateo 19, del 23 al 24, dice, de cierto os digo, que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos. Otra vez os digo, es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja que entrar un rico en el reino de Dios. Eso es Mateo 19, del 23 al 24. ¿Por qué? Que es más fácil enfocarse en las riquezas, en las pertenencias. Por eso es más fácil para los pobres ver su necesidad. Tiene necesidad física, entonces se dan cuenta de su necesidad espiritual y buscar a Dios. Y es que bajo esta opresión Los creyentes deben de mantenerse enfocados en lo celestial. Darse cuenta de que todas las riquezas que este mundo pueda ofrecer son temporales. ¡Perecen! Eso es lo que resalta el versículo 2 al 3 cuando dice vuestras riquezas están podridas, vuestras ropas están comidas de polilla, vuestro oro y plata están enmohecidos. Ahí destaca lo temporal de estas riquezas. que desaparecen, son inútiles. Y por ello, este texto nos debe de hacernos enfocarnos en el plan de Dios, en la voluntad de Dios, en el control de Dios. Enfocarnos en las cosas celestiales, no en las terrenales y temporales. Es que el creyente debe confiar en el plan de Dios con paciencia. Y debe de esperar con expectativa la venida de Cristo. Lo cual es lo que vemos en el contexto, porque justamente versículo 7 dice, por tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor. Les acabo de mencionar, mira, sí, os están oprimiendo. Os están posiblemente robando. Estáis trabajando y no os están pagando. O no os están pagando a tiempo. Y por eso el versículo 7 dice, tener paciencia. Tener paciencia hasta la venida del Señor. No, el creyente debe esperar con esa expectativa la venida de Cristo. Y no debe de envidiar al impío que se enriquece. No debe de envidiar a aquellos que están a su alrededor y que están aumentando sus riquezas y aparenta que todo les va bien. Por eso tenemos este texto aquí. Para recordar, Dios es justo. Hay juicio para aquellos que oprimen. Dios requiere justicia de sus hijos. Requiere que los creyentes hagan lo recto. Empatiza que las riquezas no te pueden salvar, no te pueden salvar de la ira de Dios. Las riquezas son temporales. Dios hará justicia en su tiempo. A Dios no se le escapa nada. Él lo ve todo, Él lo sabe todo. Dios ve cuando tratamos bien a las personas. Dios ve cuando los opresores causan su daño. Dios ve cuando actuamos confiando en Él. Dios ve cuando esperamos en Él aún en tiempos de sufrimiento, aún cuando nos oprimen. Y es que Dios conoce si confiamos en Él o no. Dios conoce nuestros corazones. Él ve cuando tenemos malas actitudes o hacemos lo malo. Dios conoce cuando le buscamos de todo corazón. Y por eso tenemos este texto que nos exhorta a la paciencia, nos exhorta a seguir confiando en Él, a esperar en sus promesas, a mantenernos firmes en obediencia, aun cuando hay ricos opresores, aun cuando hay otros que aumentan sus pertenencias y nos oprimen. o nos dañan. Jesús mismo condena la opresión, condena esos ricos malhechores en Lucas 6, versículo 24, dice, más, hay de vosotros ricos, porque ya tenéis vuestro consuelo. Hay de vosotros los que ahora estáis saciados, porque tendréis hambre. Hay de vosotros los que ahora reís, porque lamentaréis y lloraréis. Eso es Lucas 6, versículo 24 al versículo 25. O sea, el juicio viene. Y entonces vemos por ello aquí les realmente, eh, alerta a estos ricos opresores de que viene el juicio, pero también al creyente. Para que se den cuenta, oye, el juicio viene, no vivas para las riquezas, y no envidies a aquellos que viven para las riquezas. Sino que vive para Dios. Por eso tenemos este texto aquí. Y por eso, condena, sabemos cómo Dios condena a los ricos inconversos. para que el creyente no envidie la fortuna de los ricos, para que el creyente sepa que Dios se venga de los maltratos que han sufrido y para que el creyente se mantenga con calma y aguante las injusticias porque Cristo vuelve a pronto. Y porque aquí vemos en versículo 5 donde empieza con ese clamor de lamento. La gente dice, vamos ahora ricos. Es un clamor de lamento por el castigo que les viene. El castigo por su maldad. Esto es Antíago 5, versículo 1. Dice, vamos ahora ricos. Llorad y aullad por las miserias que os vendrán. Estos ricos piensan que son intocables. piensa que tienen la mejor vida posible, no tienen problemas, por lo menos no tienen problemas financieros, y los creyentes están siendo oprimidos porque, bueno, son pobres, son los trabajadores que trabajan para estos ricos opresores, y entonces aquí vemos la La esperanza de que Dios ha visto la injusticia y por ello va a castigar a estos opresores. Los creyentes oprimidos van a conocer la certeza de la desaparición de los opresores. Estos ricos piensan que son intocables pero Dios les va a juzgar y por eso Santiago les llama a lamentar. Por eso dice, vamos ahora, ricos, llorad y aullad. Son palabras que usan los profetas en el Antiguo Testamento. Les está pidiendo arrepentimiento porque viene el juicio. Es como nos dice Isaías 13, 6. ¡Aullad! Porque cerca está el día de Jehová. Vendrá como asolamiento del Todopoderoso. Yosisayás 13, 6. O Yosisayás 15, 3. Se ceñirán de cilicio en sus calles, en sus terrados y en sus plazas aullarán todos deshaciéndose en llanto. Yosisayás 15, 3. O sea, viene el juicio. ¡Lamentad! ¡Aullad! Y lo que está hablando, está hablando de la condenación eterna. ¿Por qué la condenación eterna? Porque estos son incrédulos. Han rechazado a Dios. Por eso son opresores. Por eso viven para las riquezas, no viven para Dios. No son creyentes. Y es que se dirige a estos ricos inconversos para exhortar a los creyentes a no ser como ellos. Los opresores impíos van a recibir su justa condenación. Les van a venir miserias. Nos dice ahí el versículo 1. en ese término miseria se refiere a dificultades, ¿no? Condición emocional interna por tormento. Realmente se está refiriendo a ese castigo futuro, ese castigo escatológico. Van a recibir justicia. Y por eso les condena, les condena por vivir por el dinero. Viviendo acumulando. Sí, han sido injustos, pero van a recibir justicia. Y es que condena a aquellos que hacen un uso indebido de sus riquezas y de sus recursos. O sea, aquí se dirige directamente a estos ricos opresores que no son creyentes, pero también debemos de considerar cómo usamos nosotros nuestro dinero. Y también debemos de preguntarnos cuánto dinero es suficiente. Porque aquí está condenando personas que acumulan y acumulan solamente por acumular. Solamente por tener más. Y es que Dios no quiere que vivas por el dinero. No quiere que vivas por lo material. Incluso la Escritura advierte que las riquezas son un obstáculo al discipulado cristiano. En primera Timoteo 6, del 6 al 10, Primera Timoteo 6, versículo 6, dice, pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento. Porque nada hemos traído a este mundo y sin duda nada podremos sacar. Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto. Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo. Y en muchas codicias necias y dañosas que hunden a los hombres en destrucción y perdición. Porque raíz de todos los males es el amor al dinero. el cual, codiciando a algunos, se extraviaron de la fe y fueron traspasados de muchos dolores". Esto es 1 Timoteo 6, del 6 al 10, y ese texto subraya el peligro de las riquezas, porque puedes llegar a amarlas. Y ahí nos dice, en el siglo X, que la raíz de todos los males es el amor al dinero. No son las riquezas en sí, no son el dinero, sino son ese deseo de acumular más, el amor al dinero, que te hace extraviar. Y por eso, como el texto que leí anteriormente, ahí en Mateo 19, versículo 23, Jesús dice, de cierto os digo que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos. ¿Por qué? Porque se enfoca en las riquezas. Vive en las riquezas. ¡Ama el dinero! Lo interesante es que ahí en 1 Timoteo 6, de 6 a 10, no se dirige solamente a los ricos. ¡Se dirige a todos! Porque puedes tener mucho o puedes tener poco, pero aún así puedes amar el dinero. Y eso se demuestra en cómo usas tu dinero. ¿Cuánto amas el dinero? ¿Cuánto lo acaparas? ¿no? Eso es lo que demuestra el amor hacia el dinero. Incluso un hombre llamado Cesáreus de Arles dijo, las riquezas no pueden perjudicar a una persona buena porque las gasta amablemente. Del mismo modo, no pueden ayudar a una persona malvada mientras las conserve avariciosamente, las malgaste en disipación. O sea, las riquezas no son el problema. Es nuestra actitud hacia ellas. Es si las amamos o no. O sea, es cuál es tu prioridad. Si Dios es tu prioridad, Puedes tener grandes riquezas y esas riquezas no te van a impactar, no te van a desviar de Dios. Incluso tenemos en la escritura muchos ricos que estaban totalmente dedicados a Dios. No solamente mencionar a Abraham y a Job. Muchos más, ¿no? Pero vemos a personas completamente dedicadas a servir a Dios y usan sus recursos para servir a Dios y eso demuestra que no aman las riquezas. pero también puedes tener a pobres que están entregados por completo a acumular, a por aferrarse a las riquezas, porque aman las riquezas. Por eso tenemos que tener cuidado, debemos de recibir esta alerta de usar nuestra vida y nuestros recursos para dar gloria a Dios. Aquí en versículo 2, esto es Santiago 5, versículo 2, presenta una razón por la condición es que han usado sus riquezas de manera egoísta. O sea, la razón por la que les van a venir estas miserias, la razón por la que viene esta condenación, bueno, principalmente porque no conocen al Señor, Pero también porque han usado sus riquezas inadecuadamente. Lo han usado egoístamente. Las han acaparado. Las han aumentado para sí mismos, aunque hay personas con necesidad a su alrededor. Nos dice el versículo 2. Vuestras riquezas están podridas. Vuestras ropas están comidas de polilla. Vuestro oro y plata están enmohecidos. y sumó testificará contra vosotros, y devorará del todo vuestras carnes como fuego. Habéis acumulado tesoros para los días postreros". Aquí menciona esta acumulación. Han acumulado, ahí menciona en el versículo 2, riquezas, ropas, versículo 3, oro y plata, pero lo que destaca es que se están pudriendo, no las están usando para bien, no las están usando para el reino de Dios, y por ello realmente testifican en su contra. Y es que sus abandonantes posesiones se están dañando por acumularlas. Aun cuando los necesitados los podrían usar para su sustento. Ellos tienen ropas que se están pudriendo, que se están... Las están comiendo las polillas cuando hay pobres que no tienen ropa. Las podrían haber compartido. Ellos tienen riquezas que se están pudriendo, y ahí mencionando riquezas, simplemente ese término riquezas se refiere a prosperidad material, o sea, puede abarcar toda clase de prosperidad, pero pensando en personas que son dueños de grandes tierras, posiblemente está hablando de comida, ¿no? O de grandes... grandes cantidades de comida que se están... que se están pudriendo, porque no las usan, cuando hay personas que se están muriendo de hambre. O aún también menciona el oro y la plata que se están enmoheciendo cuando hay personas que podrían usarlas para sustentarse, para vivir. Y es que lo que Santiago hace es enfatizar lo efímero que son las riquezas. Las posesiones de estos malhechores los describe como podridas, comidas y corroídas. Lo que está destacando es que esas grandes riquezas, esas abundantes posesiones, ya han perdido su brillo. ¿Por qué están destinadas a perecer? Porque lo que Santiago está pensando, especialmente en este contexto, como menciona ahí la venida del Señor en versículo 7, también en versículo 8 menciona la venida del Señor, está diciendo, mira, estamos en los últimos días, ¿por qué acumular? Usa los recursos que Dios te da para su gloria. Vive para Él. Todas las posesiones de este mundo, por mucho que puedas acumular, están destinadas a perecer. Entonces, no vivas para las pertenencias. Vive para Dios. Esas riquezas que menciona aquí en versículo 2. Se refiere a toda clase de ganancia material. Todo lo que sea temporal. Porque todo lo de este mundo es temporal. Va a perecer. Va a ser quemado por fuego. Y es que las riquezas en las que confían estos ricos opresores, todo lo que confían, todas esas riquezas van a perecer. Las cosas materiales de este mundo son transitorias, son inseguras. No solamente tienes que ver o ver una foto de tu niñez, quizás. Miras atrás y dices, ah, mira ese juguete que tanto deseaba yo. O quizás esa ropa, etcétera. ¿Dónde está ahora? ha perecido, ¿no? Y si aún la conservas, quizás las han marcado ahí, la tienes, o lo conservas, ¿no?, para recordar, quizás cuando tu hijo o tu hija eran pequeños, ¿no?, conservas esas botitas o esos calcetines, etcétera, o esa ropa, ¡va a perecer! O sea, no dura para siempre. Eso es lo que Santiago está enfatizando. Que todo lo que puedas acumular aún el... personas pudientes acumulando grandes riquezas, grandes territorios, pues cuando mueren ya, o sea, dejan de ser suyos. O sea, no lo van a tener para siempre. Es que las cosas materiales de este mundo no tienen ningún valor para la vida venidera. Los lujos de esta vida son temporales. Las riquezas materiales se pudren, se corroen. ¿No? ¿Ves cómo van cambiando las modas? ¿Por qué? Porque hay que seguir comprando ropa. Hay que seguir... O quizás vehículos. ¿No? El vehículo del año, este año, no es el vehículo del año, el año que viene. O el teléfono móvil, ¿no? De este año, no es el del año que viene. No, hay un cambio. Hay un cambio. Y... Si miras los teléfonos móviles de hace 10 años, casi que te reirías, ¿no? Si alguien lo estaría usando. O de hace 20 años, o de etcétera. Yo creo que entendéis el concepto. De que todas las cosas que muchas personas valoran, perecen. Incluso escuché, bueno, vi una foto de un hombre que cuando salió el iPhone 5, Él quería destacarlo tanto que le hizo una carcasa de oro puro. Porque era un hombre extremadamente rico. ¿Qué hace un iPhone 5 hoy en día? Creo que el último es el 15, ¿no? Por ahí. Vale, entonces... ¿Esa carcasa de oro en el iPhone 5? ¿Pensáis que lo está llevando aún? Seguramente que no. ¿Por qué? Puede ser de oro, puede ser de un valor... increíble pero ha parecido ya no tiene tanto brillo eso es lo que se refiere aquí santiago diciendo mira todas esas pertenencias que puedes comprar puedes acumular pierden su brillo incluso cuando piensas en el juicio futuro es que esas pertenencias ya no o sea no valen para nada es que los tesoros temporales no los están usando. Estos tesoros que tienen, no los están usando con la intención que Dios tenía para ellos. Si las usasen para servir a Dios y para los demás, entonces, como nos dice Lucas 12, 33, entonces estás haciendo tesoros en el cielo. Nos dice Lucas 12, 33, vended lo que poseéis y dad limosna. Haceos bolsas que no se... bolsas que no se envejezcan. Tesoros en los cielos que no se agote. Donde el ladrón no llega, ni la polilla destruye. Eso es Lucas 12, 33. Ese debe ser nuestro enfoque. No enfocarnos en las cosas materiales, sino en todo lo que Dios nos da, compartirlo. Ayudar a otros en sus necesidades. Usar esos tesoros temporales con la intención que Dios tenía para ellos. Y por ello aquí vemos estas riquezas, ¡están podridas! Nos dice Santiago 5, versículo 2. ¡Riquezas podridas! Vuestras ropas están comidas de polilla. Vuestro oro y plata están enmohecidos. Y yo creo que nosotros quizás hemos experimentado esto. Quizás nuestra madre nos hace nuestra comida favorita. ¿No? Y sobra, entonces lo pones en un recipiente, lo pones en el frigorífico, y después de una semana y media dices ¡Oh no! ¡Se me olvidó! Ya no te lo puedes comer. Porque está para desechar, para tirar. O quizás tienes una ropa especial para un evento especial, ¿no? Quizás un vestido para una boda. Bien, perfecto. Y lo compras cuando está en... ¿Sabes que va a haber una boda dentro de un año? Entonces lo compras con antelación, estás súper emocionada y entonces vas y lo sacas y hay un agujero, porque una pulilla se lo comió. Dices, ¿pero cómo puede ser posible? Ni siquiera lo usé. O incluso diferentes objetos que guardamos o que acaparamos y luego dejan de usar, ya no valen. viendo la insensatez de acumular, la insensatez de guardar pensando que, ah, tendremos mucho tiempo en el futuro para usar esto, o quiero proteger mi vida, o quiero tener una... el resto de mi vida disfrutar de riquezas, incluso disfrutar de mi jubilación, ¿no?, con este montón de cosas, de terrenos, de dinero, etcétera. No. Hay que vivir para Dios hoy. Usar lo que Dios nos da hoy. Incluso si habéis notado ahí en versículo 3 menciona, vuestro oro y plata están enmohecidos. Es interesante que lo describa de esa manera, porque, bueno, ese término enmohecido, En el lenguaje original tiene la idea de oxidar o de corroer, ¿vale? La cuestión es que el oro y la plata no se corroen, no es como el hierro. No se oxidan como el hierro, pero lo que está haciendo es mostrando la ironía. Porque el oro y la plata, que la gente acumula y dice, ah, mira, si hay algo estable, es el oro. Invierten el oro, invierten el oro. Pero, lo que está destacando aquí Santiago, es que van a perder su valor. O sea, son inútiles. En el día final, en el día de juicio, ese euro no te vale para nada. Entonces, no te sirve de nada acumularlo. Incluso, ¿qué es lo que hacen? Testifican en contra de vosotros. Nos dice ahí versículo 3. Sumó testificará contra vosotros. y aquí vemos este óxido, esta corrupción de estos materiales y te testifica en su contra. O sea, porque lo ponen delante como testigos en un juicio Muchos intentan desacreditar los testimonios, pero de repente se les presenta aquí toda esta acumulación de pertenencias, esta acumulación de oro que está corroída, que no vale, que se está pudriendo. Es decir, eso testifica en contra de ti, de que has estado viviendo por las riquezas. Es un testigo en contra. Por eso dice, «Summo testificará contra vosotros». ¿No? En el día de juicio, no vas a poder esconder tu... tu deseo de amontonar riquezas. No vas a poder esconder esas prioridades erróneas. Es que la acumulación y la falta del uso de los recursos demuestra un corazón perverso. Y hay que recordar, Dios no asignó el oro para que se oxidara, ni la ropa para que fuera comida por las polillas, sino para asistir a la vida del hombre. ¿No? Y entonces el desuso de estos recursos testifica en contra de estos ricos opresores. Incluso vemos que testifican de tal manera que les corroe aún por dentro, porque dice, devorará del todo vuestras carnes como fuego. Ahí está enfatizando el juicio de Dios. Esto es Santiago 5, versículo 3. No, les devuélve por dentro como un fuego que les consume. Y es que el testimonio de sus riquezas les condenará como si fuera fuego que les quema. ¿Por qué? Por haber rechazado a Dios y haberse entregado las riquezas. Recibirán la condenación eterna. Eh... su destino es el lago de fuego. Y por ello van a... van a... ser quemados por fuego incluso continúa aquí el texto dice habéis acumulado tesoros para los días postreros ahora aquí si notáis la reina valera de la manera que lo presenta es como que están acumulando para el futuro como que están acumulando para su jubilación por ejemplo voy a decir cuando habéis acumulado tesoros para los días postreros. La cuestión es que aquí el para realmente una mejor traducción sería en. Incluso la mayoría de las traducciones lo pone de esa manera, como por ejemplo la Biblia de las Américas dice en los últimos días que habéis acumulado tesoros. Así lo traduce, pero es la idea de no para el futuro, sino en los últimos días. En estos días postreros. en los cuales estamos. Y está destacando la insensatez del estar acumulando y acumulando cuando el juicio es inminente. No sabes cuándo va a venir el Señor. Por eso, el versículo 7 y el versículo 8 mencionan tener paciencia hasta la venida del Señor. Está resaltando que viene ese día de, de juicio. O sea, el contexto habla de, de juicio y por ello es, es más probable que aquí en... aquí en versículo eh... tres esté hablando de... no de su jubilación, sino de los últimos días antes del clímax de la historia. Entonces, podéis pensar eh... una casa en llamas. ¿No? Una mansión en llamas. Y una persona metiendo sus pertenencias dentro de la casa. ¿No? Entonces, yendo a la tienda, comprando más cosas, y depositando sus pertenencias, sus riquezas, incluso sacando dinero del banco y metiéndolo, y escondiéndolo dentro de su casa, ¡que está en llamas! Dirías, pero qué insensato. ¿Por qué harías eso? Es la misma idea. Santiago está diciendo, ¿por qué estáis acumulando cosas si esto perece? ¿Por qué estáis acumulando y aferrándonos y acogiendo más y más y más y más cuando este mundo es temporal? No debéis de vivir por ello porque perece. Y es que acumular riquezas para uno mismo es insensato porque están ignorando el juicio futuro que se aproxima. Han acumulado tesoros como si fueran a vivir en esta tierra para siempre. Pero no consideran que ya están en los últimos tiempos y que lo que necesitan hacer, en vez de enfocarse en sus riquezas, deben de enfocarse en arrepentirse de sus pecados y clamar a Dios para esa alogación. Y es que la acumulación de tesoros demuestra qué clase de persona es. Y es que el impío acumula sin pensar en las necesidades de otros. Pero las riquezas no tienen ventaja para el futuro. Incluso nos dice Proverbios 10.2 Los tesoros de maldad no serán de provecho. Más la justicia libra de muerte. Esos Proverbios 10, versículo 2. Proverbios 11, versículo 4. No aprovecharán las riquezas en el día de la ira, mas la justicia librará de muerte. Esos Proverbios 11, 4. Proverbios 21, 6. Amontonar tesoros con lengua mentirosa es aliento fugaz de aquellos que buscan la muerte. O sea, esos Proverbios 21, versículo 6. O sea, el impío acumula riquezas de todas las maneras posibles. Pero eso no le da ventaja para el futuro. Viene el juicio. Arrepiéndete de tus pecados. El oro y la plata no tienen valor alguno para la eternidad. Acumular riquezas para uno mismo es realmente quitarle la vida al necesitado. O sea, la preocupación por las riquezas hace que la persona se afane. Incluso pueda enfermarse por su afán. Es que la preocupación por las riquezas te quita la vida. Aquí estos ricos opresores han vivido para acumular cosas materiales. Han usado sus riquezas para propósitos egoístas. Su enfoque ha sido en lo material. Y el enfoque de las cosas materiales demuestra dónde está el corazón. Nos dice Mateo 6, del 19 al 21, no os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan, sino hacéos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen. Y donde ladrones no minan ni hurtan. Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón. Jesús Mateo 6, del 19 al 21. Donde Jesús nos enseña a poner nuestros tesoros en las cosas celestiales, no en las de la tierra, porque los tesoros de la tierra perecen. Y donde esté tu tesoro, ahí es donde va a estar tu corazón. Por eso, Tienes que asegurarte que tu corazón esté en el lugar correcto. Que esté en las cosas de Dios. Que Dios sea tu prioridad. Aquí Santiago realmente está presentando la insensatez de acumular cuando viene el día de juicio. No sabemos el futuro. No sabemos el día que Cristo retornará. Sabemos que va a retornar y puede retornar en cualquier momento. Y por eso tenemos que vivir para Él, hoy, no para acumular riquezas. Jesús mismo enseñó la insensatez de acumular riquezas en este mundo sin pensar en lo espiritual. Cuando Él enseña esta parábola, dice, la heredad de un hombre rico, esto es Lucas 12, del 16 al 21, la heredad de un hombre rico había producido mucho. Y Él pensaba dentro de sí diciendo, ¿qué haré? Porque no tengo donde guardar mis frutos. Y dijo, esto haré, derribaré mis graneros y los edificaré mayores. Y allí guardaré todos mis frutos y mis bienes. Esto es Lucas 12, ahora estoy en versículo 19. Y diría mi alma, alma, muchos bienes tienes, guardados para muchos años. Repósate, come, bebe y regocíjate. Pero Dios le dijo, necio, esta noche vienen a pedirte tu alma. ¿Y lo que has provisto? ¿De quién será? Así es el que hace para sí tesoro y no es rico para con Dios. Eso es Lucas 12, del 16 al 21. Y es que la gracia de Dios hacia nosotros y el juicio futuro debe de impulsarnos a no acaparar nuestros recursos, sino a usarlos para Él. Por ello, debemos de considerar ¿dónde está nuestro tesoro? ¿Estamos intentando acumular tesoro en este mundo para vivir cómodamente? ¿Planeamos tener una vida larga en este mundo y por ello necesitamos acumular riquezas para asegurarnos que tenemos comodidad el resto de nuestra vida? ¿O tenemos nuestro enfoque en las cosas celestiales? ¿Hemos puesto nuestro tesoro en el cielo? ¿Realmente estamos satisfechos y agradecidos por la provisión diaria de Dios? ¿Estamos satisfechos con todas las bendiciones que Dios nos da? ¿Usamos nuestros recursos para avanzar el reino de Dios? Es que nuestra perspectiva de la eternidad afecta cómo vivimos hoy. Por eso debemos usar nuestra vida y nuestros recursos para dar gloria a Dios. Aquí continúa el texto reprochando a estos opresores porque han estafado y engañado a sus trabajadores. en versículo 4 dice aquí clama el jornal de los obreros que han cosechado vuestras tierras el cual por el engaño por engaño no les ha sido pagado por vosotros y los clamores de los que habían cegado han entrado en los oídos del señor de los ejércitos aquí vemos una de las razones por las cuales son ricos han engañado, han estafado incluso a sus trabajadores. Se han hecho ricos aprovechándose de aquellos que les sirven. Lo que demuestran es codicia, demuestran abuso de poder, demuestran egoísmo. Y vemos ahí esa jornal, esa paga que clama a Dios. ¿Por qué? Porque estos ricos no les han pagado lo justo. o no se lo han pagado en el tiempo cuando deberían. Y por eso los trabajadores están clamando a Dios, deseando justicia. Aquí realmente, de la manera que lo presenta, estos pobres trabajadores son los creyentes que están siendo oprimidos. ¿Y qué es lo que hacen? Lo dejan en las manos de Dios. Esa opresión lo dejan en las manos de Dios. Claman a Dios y oran para que Dios conteste. Y Dios contesta, Dios escucha. de acuerdo a la ley se debía de pagar a los trabajadores al final de cada día. ¿Por qué? Porque había muchos necesitados. Trabajaban ese día y les pagaban ese día para que pudieran comer ese día. Incluso vemos a... Jesús cuando enseña en Mateo 20 versículo 8 esa parábola de los trabajadores que van a la viña y trabajan en versículo 8 dice cuando llegó la noche el señor de la viña dijo a su mayordomo llama a los obreros y págales el jornal comenzando desde los postreros hasta los primeros eso es Mateo 20 versículo 8 Incluso en la ley nos dice en Levítico 19, 13. No oprimirás a tu prójimo, ni le robarás. No retendrás el salario del jornalero en tu casa hasta la mañana. O sea, debes de pagarle ese día. No esperes esta mañana. Págale ese día. Eso es Levítico 19, versículo 13. en Deuteronomio 24, del 14 al 15, no oprimirás al jornalero pobre y minesteroso, ya sea de tus hermanos o de los extranjeros que habitan en tu tierra, dentro de tus ciudades. En su día les darás su jornal. No se pondrá el sol sin dárselo. Pues es pobre. Y con él sustenta su vida. Para que no clame contra ti a Jehová y sea en ti pecado. Eso es Deuteronomio 24, del 14 al 15. O sea, se debía de pagar al trabajador cada día. Había que pagarle a tiempo. En el tiempo que habían acordado, ¿no? Para que pudiera sobrevivir. Y es que era importante el pago puntual porque muchos trabajaban... Muchos de los trabajadores vivían a nivel de subsistencia. para proveer comida para su familia necesitaban recibir su paga a diario y por ello el no pagarles el salario de manera puntual ponía en peligro la vida del trabajador y de su familia y por ello vemos que la ley dice no debes de hacerlo no debes de pagarle a tiempo Pero vemos aquí los trabajadores, ¿qué es lo que han hecho? Clamar a Dios. Porque son justos, son rectos delante de Dios, claman a Dios. No toman la venganza en sus manos. No, lo dejan en las manos de Dios. Y por eso piden que Dios haga justicia, ¡y Dios les ha escuchado! Porque nos dice, los clamores de los que habían cegado han entrado en los oídos del Señor de los ejércitos. O sea, han pedido justicia de Dios. Dios ha escuchado. El opresor piensa que se va a salir con la suya. Pero para nada. Porque Dios lo ve todo. Dios lo sabe todo y Dios ha escuchado. Lo que Santiago afirma es que Dios conoce la maldad de estos ricos opresores. Dios ve y conoce el sufrimiento de los justos. Dios es santo, poderoso y está determinado a juzgar a aquellos que rompen sus mandamientos. Y por ello, vemos que dice, al final del versículo 4, los clamores de los que habían llegado han entrado en los oídos del Señor de los ejércitos. Está resaltando que Dios es el Todopoderoso, Él es quien va a actuar contra los opresores en su tiempo. Este Dios es el Dios Todopoderoso, es el Dios Guerrero, por eso es el Señor de los Ejércitos. ¡Él ha escuchado! Incluso nos dice Salmo 34, del 15 al 19. Los ojos de Jehová están sobre los justos, y atentos sus oídos al clamor de ellos. La ira de Jehová contra los que hacen mal. para cortar de la tierra la memoria de ellos. Claman los justos y Jehová oye y los libra de todas sus angustias. Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón y salva a los contritos de espíritu. Muchas son las aflicciones del justo, pero de todas ellas le librará Jehová. Eso es Salmo 34, del 15 al 19. O sea, Dios escucha al clamor del justo y atiende y responde y actúa. Continúa aquí el texto en el versículo 5 con otra razón por lo cual van a recibir miserias y condenación y es porque han vivido para su propio placer, han vivido en lujos, han vivido de manera egoísta Han disfrutado de su injusticia todo lo que han podido. Por eso en el siglo V dice, habéis vivido en deleites sobre la tierra y sido disolutos. Ese término disolutos es la idea de vivir para los placeres. Vivir sin rienda. Un placer totalmente desenfrenado. O sea, han vivido para sí mismos. Han vivido en lujos y en placeres personales. Habéis vivido en deleites sobre la tierra y sido disolutos. Habéis engordado vuestros corazones como en día de matanza. Entonces, estos ricos opresores han vivido una vida de excesos. Han vivido como una fiesta constante. Han vivido para sí mismos sin considerar a nadie más. Es interesante porque los profetas mencionan la maldad de Sodoma de esa manera. Porque en Ezequiel 16, 49 dice, He aquí, ésta fue la maldad de Sodoma, tu hermana, soberbia, saciada de pan y abundancia de ociosidad tuvieron ella y sus hijas. Y no fortaleció la mano del afligido y del menesteroso. Eso es Ezequiel 16, 49. O sea, ahí destaca la maldad de Sodoma como viviendo para sí mismo, viviendo una vida de excesos y no considerando las necesidades de otros, ni proveyendo para los pobres. Eso es lo que pasa aquí con estos ricos. No han escuchado la voz del pobre. Y... no... o sea, se han entregado las riquezas, han rechazado a Dios, han vivido para sí mismos, y por ello, pues no tienen salvación, que es lo que tienen, condenación en el lago de fuego. Porque, como nos dice Mateo 6, 24, ninguno puede servir a dos señores. Porque, o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas. Eso es lo que ocurre aquí con estos ricos opresores, ¿no? Están sirviendo a las riquezas, por eso no pueden servir a Dios. Y... por ello les vemos engordándose. ¿No? Ahí dice... Habéis engordado vuestros corazones como en día de matanza. O sea, por todos sus excesos, por sus fiestas constantes, por sus lujos, sus placeres, sus injusticias, lo que han hecho es engordarse, pero... no para disfrutar de la vida, sino para estar preparados para el día de juicio. Porque, aquí dice, se habéis engordado vuestros corazones como en día de matanza, y aquí, realmente esa última frase, sería mejor traducirla en el día de matanza, porque, como mencioné, este contexto está hablando de que estamos en los últimos días, El Señor viene pronto, como menciona ahí el versículo 7 y el versículo 8. Entonces, en estos últimos días, el juicio es inminente. Va a venir cuando menos lo esperas. Por ello, lo traduce la Biblia de las Américas, habéis engordado vuestros corazones en el día de la matanza. Entonces, es como podéis pensar en... pensar en una vaca. ¿No? Que una vaca que está acostumbrada a estar por los campos y tiene que buscar su propia comida, de repente le meten dentro, cobijada, y le dan un montón de comida. Y la vaca dice ¡Wow! ¡Qué vida! ¡Esto es lo que yo tanto deseaba! Y lo que no sabe es que la están engordando para la matanza. ¿No? Es la misma idea. Aquí estos ricos ¡SE ESTÁN ENGORDANDO! ¡Ueeey! ¡Qué bien! Están acaparando. Están acumulando. Pero realmente es... Van a recibir la ira de Dios. Y es que viene el día de la matanza. Viene el día de juicio. Y es que muestra la insensatez e ignorancia de los ricos egoístas que acumulan riquezas y las malgastan aun cuando la amenaza del juicio de Dios está presente. Aunque ya están en los últimos días, estos ricos incrédulos, no están haciendo nada para evitar la condenación. Sino que están viviendo en sus placeres. ¿Te acuerdas? Sus caprichos. Y entonces, son como ganados que se les engorda para la matanza. Y continúa el siglo VI cuando Santiago les acusa de condenar y matar a hombres inocentes. Dice versículo 6, habéis condenado y dado muerte al justo y él no os hace resistencia. Incluso aquí mismo en Santiago, en Santiago 2 versículo 6, dice, no os oprimen los ricos si son ellos los mismos que os arrastran a los tribunales. Eso es Santiago 2 versículo 6. O sea, aquí estos ricos, malhechores, arrastran a los pobres a los tribunales para quitarles lo poco que tienen. Quizás tienen algún terrenito. ¿No? Tienen un terreno pequeño para su familia y tal, pero estos ricos se aprovechan de su influencia, se aprovechan de su dinero, se aprovechan de su poder y entonces los llevan a los tribunales, sobornan a los jueces, etcétera, y entonces pues les quitan el terreno a los pobres. Les quitan la manera de sustentar su vida y por ello menciona... Habéis condenado y dado muerte al justo. O sea, estos opresores han juzgado injustamente para salirse con la suya. Por la influencia de sus posesiones han causado al justo padecer injustamente. Esos ricos, por su riqueza, por sus... por su influencia, han privado a los justos de sus derechos. Les han privado de su existencia. Y... O sea, quizás también indica que han dado testimonio falso para ganancia suya. Y es que el opresor se ha aprovechado de los débiles. Quizás por defraudarles con lo que se merecen. ¿No? Le merecen la paga de su trabajo, pero no les pagan. O no les pagan todo lo acordado. Y por ello les están llevando a la pobreza. Al hambre que les puede matar. Por eso dice, esto es Santiago 5-6, habéis condenado y dado muerte al justo. Y es que se han aprovechado de los débiles. Para ellos, su ganancia es más importante que la justicia. Y entonces, esa última frase dice, y él, o sea, el justo, o sea, de manera general, el creyente, él, no os hace resistencia. ¿Por qué? Porque el justo descansa en el control de Dios. Porque el justo entrega todo en las manos de Dios. Entonces nos dice Proverbios 17, 5. El que escarnece al pobre, afrenta a su hacedor. Y el que se alegra de la calamidad, no quedará sin castigo". Esos Proverbios 17, 5. Aún en el Nuevo Testamento, o sea, vemos como el creyente debe de hacer bien a todos. Incluso nos dice en Romanos 12, 14. Bendecid a los que os persiguen. Bendecid y no maldigáis. Eso es Romanos 12, 14. O en Mateo 5, 39. No resistáis al que es malo. Antes, a cualquiera que te hiera la mejilla, vuélvele también la otra. Eso es en Mateo 5, 39. O sea, el creyente se da cuenta de que Dios lo controla todo y clama a Dios para que le haga justicia y por ello no le hace resistencia, ¿no? Eso es lo que nos dice aquí Santiago 5, 6. Y Él no os hace resistencia porque descansa en el cuidado de Dios. Sabe que Dios le va a defender, le va a proteger. Y entonces vemos la importancia de este texto para nosotros, que nos demos cuenta de que debemos de vivir para Dios, no para este mundo, no para estas riquezas porque perecen. Y la opresión, sí, parece que te ayuda en esta vida, pero el juicio viene. Y todas esas riquezas, todo lo que has acumulado no te sirve. Dios ve todo lo que hacemos, lo bueno y lo malo. Y Él da a cada uno conforme a su obra. y aún el justo, el que hace lo que es recto. Cuando te oprimen, cuando te dañan, cuando te maltratan, sigue confiando en Dios. Puedes confiar en Él. O sea, cuando se aprovechan de ti, espera en Dios. Cuando tentado a desear riquezas, recuerda que te pueden apartar de Dios. Cuando tentado a acumular cosas materiales, recuerda que se pudren, se pierden, son inútiles. Cuando tengas dinero, comparte con el necesitado. Cuando tengas oportunidades de hacer el bien, no lo malgastes. Cuando veas la prosperidad de los que están a tu alrededor, recuerda, pon tu tesoro en las cosas celestiales, no en esta tierra. No les envidies por sus riquezas. Cuando tengas oportunidad de ganar más dinero, cuestiona si sería espiritualmente bueno para ti. En vez de enfocarte en las cosas materiales, enfócate en las cosas espirituales. Cuando las riquezas se acumulan, o sea, cuando Dios te bendice con riquezas, úsalas para la gloria de Dios. Y aun cuando seas jefe de alguien, trátale como Cristo le trataría. Como Cristo le trataría a Él. O sea, refleja el carácter de Dios siempre. Usa tu vida usa tu vida y tus recursos para dar gloria a Dios. Porque los tesoros de maldad traen juicio. Aprovecharse del necesitado trae juicio. Malgastar las riquezas que Dios te da trae juicio. Entonces, no uses lo que Dios te da de manera egoísta. No engañes. No vivas para tu propio placer de una manera egoísta. sino vive para Dios. Y por ello tenemos este texto, para recordar, Dios es justo. Dios castiga al malhechor. Hay juicio para aquellos que oprimen. Dios requiere justicia de sus hijos. Dios quiere que vivamos para Él todos los días. Que Él sea nuestra prioridad. Tenemos que darnos cuenta. Las riquezas son temporales. perecen, no te pueden salvar de la ira venidera. Dios hará justicia en su tiempo y nada escapa a su control. Él lo sabe todo. Él lo sabe todo. Él ve cuando tratamos bien o cuando tratamos mal a las personas. Él ve si oprimimos a otros. Él ve si ponemos nuestro enfoque en las riquezas. Él ve cuando confiamos en Él, cuando esperamos en Él, cuando ponemos toda nuestra confianza en Él. Él conoce nuestros corazones. Debemos de vivir para Él, esperar en sus promesas, mantenernos firmes en obediencia. O sea, usa tu vida y tus recursos para dar gloria a Dios. Vamos a terminar en oración.
Usa tu vida y tus recursos para dar gloria a Dios
Series Santiago
Sermon ID | 123231835262235 |
Duration | 1:02:22 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Bible Text | James 5:1-6 |
Language | Spanish |
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