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Salmo 50. Otra de las cosas que quería comentar y lo que vamos a ver en este Salmo es que lo que ya estaba diciendo Eduardo es que muchas bendiciones vienen a nuestra vida y a veces lo rutinario, lo común o lo que siempre viene nos hacen ser no agradecidos y y no debe ser así. A veces las cosas normalmente suceden como suceden y eso hace que no se vea nada sorprendente y no somos agradecidos por las cosas pequeñas que a nuestros ojos no parecen sorprendentes, pero son bendiciones. Y solamente cuando pasa lo contrario es que decimos porque tenía que pasar así. Y ahí nos damos cuenta que lo otro sí es bendición. Entonces, debemos ser agradecidos. Tenemos a Caleb, por ejemplo, ya en medio de nosotros, ¿no? Tenemos a Jennifer, que está aquí con nosotros. Y hay cada ejemplo así de, a veces estamos orando por el cónyuge, por la esposa, la esposa por el esposo, y esta semana el esposo ha respondido de una manera de apoyo, de ayuda o a la esposa y no agradecemos a Dios por esos pequeños o grandes cambios que ya Dios está obrando porque tal vez otra vez eso no ha colmado nuestra expectativa o cosas así, ¿no? Entonces debemos pensar y este salmo también nos va a hablar acerca de ese tema de la gratitud. Entonces voy a orar una vez más para que este alimento que Dios nos tiene para hoy día, nos ayuda a correr esta milla que tenemos para adelante. Y eso es lo que es la predicación, la exposición, el día a día de tener comunión con Dios. No sé si ustedes se han dado cuenta, tenemos muchos medios para escuchar la predicación, la radio, hay tantos ministerios. Pero el alimento para hoy día es esto, y este es el alimento que nos va a permitir también seguir lo que viene para adelante. Entonces, quisiera que Dios bendiga esta porción de su palabra y también me pueda ayudar a compartir con ustedes lo que ha puesto en esta semana, en este Salmo. Voy a hablar una vez más. Padre, gracias por tu palabra primeramente. Realmente, Es de mucho ánimo. Tú nos estás hablando a través de ella. Tú, Señor, te estás comunicando con nosotros. Nos estás diciendo el rumbo que quieres que tomemos, los ajustes que quieres que hagamos. Señor, gracias por tus promesas y la promesa de esta mañana. De manera especial te ruego, Señor, para que De la manera también que ha sobrado en mi corazón, lo hagas en el corazón de mis hermanos, que se aferren a esa promesa, que pongan toda su confianza en esta promesa, Señor. Ayúdanos, Señor, a pensar en estos textos, no solo esta mañana, que realmente nos ancleemos en esto y estemos esperando en Ti, Señor. Te pido que bendigas, me ayudes a compartir, pongas en el corazón de mis hermanos también, no solo sus ojos en la palabra, sino su corazón intentando pensar en lo que tú has dicho. Te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén. Salmo 50. Este es un salmo de Asaf y hemos visto algunos de ellos. Solamente mi intención ha sido retomar lo que he estado haciendo, que es el libro de los Salmos, pero curiosamente este Salmo también está hablando de dinero. Entonces, nada planificado por si acaso, pero interesante para mí saber que otra vez vamos a hablar un poco del dinero. pero solamente me llamó la atención porque en los anteriores dos servicios hemos hablado de ofrendas y diezmos, entonces esto no es parte de eso, pero es interesante que este Salmo también habla de dinero. Salmo 50 vamos a dar lectura, voy a leer de la Biblia Reina Valera 60. El Dios de dioses, Jehová, ha hablado y ha convocado a la tierra desde el nacimiento del sol hasta donde se pone. De Sion, perfección de hermosura, Dios ha resplandecido. Vendrá nuestro Dios y no callará. Fuego consumirá delante de él y tempestad poderosa lo rodeará. Convocará a los cielos de arriba y a la tierra para juzgar a su pueblo. Juntadme, mis santos, los que hicieron conmigo pacto con sacrificio, y los cielos declararán su justicia, porque Dios es el juez. Oye, pueblo mío, y hablaré. Escucha, Israel, y testificaré contra ti. Yo soy Dios, el Dios tuyo. No te reprenderé por tus sacrificios ni por tus holocaustos que están continuamente delante de mí. No tomaré de tu casa becerros ni machos cabríos de tus apriscos, porque mía es toda bestia del bosque y los millares de los animales en los collados. Conozco a todas las aves de los montes, y todo lo que se mueve en los campos me pertenece. Si yo tuviese hambre, no te lo diría a ti, porque mío es el mundo y su plenitud. ¿He de comer yo carne de toros o beber sangre de machos cabríos? Sacrifica a Dios alabanza y paga tus votos al Altísimo. E invócame en el día de la angustia, te libraré y tú me honrarás. Pero al malo dijo Dios, ¿qué tienes tú que hablar de mis leyes y que tomar mi pacto en tu boca? Pues tú aborreces la corrección y echas a tus espaldas mis palabras. Si veías al ladrón, tú corrías con él, y con los adúlteros era tu parte. Tu boca metías en mal, y tu lengua componía engaño. Tomabas asiento y hablabas contra tu hermano. Contra el hijo de tu madre ponías infamia. Estas cosas hiciste, y yo he callado. Pensabas que de cierto sería como tú. Pero te reprenderé, y las pondré delante de tus ojos. Entendete ahora esto, los que olvidáis de Dios. No seaos que despedace y no haya quien os libre. El que sacrifica alabanza me honra y el que ordena su camino le mostraré la salvación de Dios. En este salmo antes de empezar quisiera mostrar algunas cosas que ya vamos a ver para que pongamos nuestra atención cuando las vayamos viendo. Este salmo nos muestra que una manera equivocada de ver a Dios nos lleva a una manera equivocada de ofrecerle servicios y sacrificios a Dios. Una manera, un concepto equivocado de quién es Dios nos lleva a una vida de ofrecerles sacrificios y servicios de una manera incorrecta. Por otra parte, este Salmo tiene algo importante que decirnos acerca de cómo nuestra manera de ver a Dios se relaciona con nuestro dinero y las dádivas que damos por su causa. Pero al mismo tiempo, El uso de esa economía, el uso de los dones que Dios nos ha dado, revelan dónde está nuestro corazón. Dónde está nuestro corazón. Lo primero que ustedes tienen en su bosquejo es ahí el juez y su audiencia. El juez y su audiencia. Volvemos a leer del verso 1 al verso 6. Dice, el dios de dioses, Jehová, ha hablado y ha convocado a la tierra desde el nacimiento del sol hasta donde se pone De Sion, perfección y hermosura, Dios has resplandecido. Vendrá nuestro Dios y no callará. Fuego consumirá delante de él y tempestad poderosa lo rodeará. Convocará a los cielos arriba y a la tierra para juzgar a su pueblo. Juntadme mis santos, los que hicieron conmigo pacto con sacrificio, y los cielos declararán su justicia, porque Dios es el juez. Estos primeros versos nos hablan acerca de una convocatoria, acerca de un tribunal que va a tener lugar. Hay un juicio cuyo juez es Dios mismo, como dice el verso 6. Dios de dioses, o como la Biblia de las Américas lo traduce, el poderoso Dios. A esta convocatoria se ha llamado a toda la tierra, desde el nacimiento del sol hasta el ocaso, de oriente a occidente, dicen otras versiones. Toda la tierra ha sido convocada a este juicio. Y al mismo tiempo, en el verso 4, se nos dice que Dios convoca también a la tierra y a los cielos para presenciar este juicio. A diferencia de jueces terrenales, el juez que va a juzgar Este juicio es un juez justo. Y eso es lo que dice el verso 6, que los cielos declaran la justicia de Dios. Este juez no sólo conoce las acciones de los que va a juzgar, sino aún más, conoce las intenciones con que se han llevado a cabo esas acciones. Y esa palabra manténgala en la mente porque es el hilo que nos va a conducir durante todo este salvo. Este juez conoce las intenciones con las que se han llevado a cabo estas cosas. El término que nosotros vemos en el versículo 1 que la reina Valera lo traduce como el Dios de Dioses, Jehová. El Dios de Dioses, Jehová. Es bien interesante. La Biblia de las Américas lo ha traducido como el Todopoderoso. Y es bien interesante el Dios de Dioses o el Todopoderoso por algunas razones que vamos a ver acá. Vamos por un momento al libro de Josué. Josué capítulo 22, versículo 21. Recordarán la historia, Dios les ha dado la victoria, pero las tribus se tenían que dividir. A un lado tenían que ir ciertas tribus del río Jordán y al otro lado del río Jordán tenían que quedar cierto número de tribus. Y las tribus que pasaron el río Jordán al otro lado, ¿qué hicieron? Hicieron un altar. Y este altar, esas tribus lo hicieron para recordar la gran victoria que Dios les había dado para que cuando sus hijos le pregunten A sus padres, ellos les recuerden que Dios les había dado la victoria. Pero los del otro lado del río dijeron, ustedes han hecho esto con maldad. Ustedes han hecho este altar para sacrificar holocaustos y sacrificios a Jehová y así causar una nueva división. pero estas tribus le dijeron no hemos hecho eso con esa intención simplemente hemos hecho por esta razón y ahí en Josué capítulo 22 del verso 21 leemos entonces los hijos de Rubén y los hijos de Gad y la media tribu de Manaset respondieron y dijeron a los cabezas de Israel Jehová Dios, ahí está la frase, Jehová Dios de los dioses, la misma que en la Reina Valera, Jehová Dios de los dioses, y lo repite dos veces, Jehová Dios de los dioses, Jehová Dios de los dioses, Él sabe y hace saber a Israel, si fue por rebelión o por prevaricación contra Jehová, no nos salves hoy. Si hicimos esto edificando altar para volvernos de empos de Jehová o para sacrificar holocausto u ofrenda o para ofrecer sobre él ofrendas de paz, el mismo Jehová no los demande. Jehová, Dios de dioses. ¿Y cuál era, otra vez, el hilo que yo decía ahí, que debíamos mantener en la mente? ¿Cuál fue la motivación por la que ustedes hicieron esto? Y estas dos tribus y media le dicen, Él sabe la motivación. Y para ese argumento de motivación, usan la expresión Jehová, Dios de dioses. Motivación, Él sabe. Ese fue el contexto, el mismo que nosotros tenemos aquí en el Salmo 50, que vamos a ver más adelante. Este juez que va a juzgar la tierra conoce no solo las acciones, sino también las motivaciones. Esa palabra va a ser muy importante a lo largo de este Salmo. Las motivaciones con las que se hicieron estas cosas. El verso 2 del Salmo 50 dice, De Sion, perfección de hermosura, Dios ha resplandecido. De Sion, perfección de hermosura, Dios ha resplandecido. Y aquí hay dos cosas que me gustaría que vean acerca de este juez. Lo primero, esta frase que dice, Sion. Sion es una palabra clave ahí que nos va a ayudar a entender qué significa este verso 2 donde dice, De Sion, perfección y hermosura, Dios has resplandecido. Cuando nosotros hacemos una visión rápida de la palabra Sion desde el Antiguo Testamento, encontramos que Sion es una alusión directa a la ciudad de David. Jerusalén. Y Jerusalén era la ciudad de la presencia de Dios. Es la ciudad de la gran esperanza para el pueblo. Sion es el lugar donde Dios estaba presente cerca de su pueblo. Eso es Sion. Era el lugar del cual el pueblo tenía expectación por ayuda de Dios. Sion fue el lugar de liberación y salvación, como también nos habla nuestro texto más adelante. Noten, estamos en el Salmo 50, en el capítulo, en el versículo 15 dice, e invócame en el día de la angustia y te libraré. Y en el versículo 23 dice, el que sacrifica alabanza, me honra, y el que ordene su camino, le mostraré salvación. Sion une esas dos cosas. Sion es un lugar de expectación de ayuda. Sion es un lugar de liberación y de salvación. Y ahora en el Salmo 50 se nos dice de Sion. saldrá perfección de hermosura. Por un lado, entonces, este término nos habla acerca de la presencia de Dios, de la liberación de Dios, de la expectación que su pueblo tiene que tener por la ayuda de Dios. Y algunos textos que nos pueden argumentar esta idea están en el Salmo 20. Pueden tomar nota porque voy a leer un poquito rápido esto. Salmo 20, verso 2, dice, te envié ayuda desde el santuario y desde Sion te sostenga. Salmo 3, verso 4. Con mi voz clamé a Jehová y Él me respondió desde su monte santo. Es otra vez Sion. Sion. Entonces, Sion es un lugar de liberación y de salvación. Sion es un lugar que está hablando de presencia. Está hablando donde Dios tiene cercanía con su pueblo. Por otro lado, dice, de Sion, perfección de hermosura. Y esta otra parte de perfección de hermosura nos habla acerca de la santidad de Dios. Es interesante, la santidad de Dios. En el Salmo veintinueve verso dos dice, data Jehová la gloria de vida a su nombre y adorad a Jehová en la hermosura de su santidad. Y el autor Asaf está hablando de un juicio no perdamos el rumbo hay un juicio de toda la tierra y este juez quiere que pensemos en dos cosas de este juez su presencia va a descender y esa presencia viene con toda santidad y este término se hace para poder entender de manera más clara en Isaías capítulo 6 la visión que tiene Isaías estos dos términos se unen recuerdan Isaías vio la presencia misma de Dios un Dios tres veces Santo. Un Dios tres veces santo. Y ahora, este es el ejemplo del cual este texto nos está hablando. Presencia y santidad. El Dios santo se va a hacer presente. Y en esa oportunidad, cuando Isaías tuvo esa visión, dice que los umbrales, los cimientos de los umbrales, perdón, del lugar se estremecieron. Y lo que quiere Asaf que nosotros tengamos en cuenta es esto. convoca a toda la tierra. El juez va a descender y el juez viene con toda su presencia y con toda su santidad. Y la idea es que el juicio va a empezar y hay una presencia que estremece el lugar. Ahora en el versículo 3 dice, vendrá nuestro Dios y no callará. Fuego consumirá delante de él y tempestad poderosa los rodeará. Este verso dice algo importante. Por un tiempo este juez ha estado callado. Por un tiempo este juez no ha dicho palabra, pero ahora va a venir y no va a callar. Y no solo eso, sino que dice que fuego lo va a preceder. Fuego va a salir de su presencia y después dice, y tempestad poderosa los rodeará. Y obviamente estas palabras están relacionadas netamente en la Biblia con juicio. ¿Recuerdan a Nadab y a Biú cuando ofrecieron fuego extraño? Fuego salió de la presencia del delante de Dios y los consumió. La rebelión de Coréa contra Moisés y los sacerdotes que dijeron que iban a estar de parte de Dios, fuego salió delante de Dios y los consumió. Dice el Salmo 97 verso 3, fuego irá delante de él y abrazará a sus enemigos alrededor. Sus relámpagos alumbraron el mundo y la tierra vio y se estremeció. Los montes se derritieron como cera delante de Jehová, delante del Señor de toda la tierra. Los cielos anunciaron su justicia y todos los pueblos vieron su gloria y su derredor hay gran tempestad. El Salmo 18 verso 12 dice, por el resplandor de su presencia, sus nubes pasaron, granizó carbones ardientes, trono en los cielos de Jehová. El Altísimo dio su voz, granizo y carbones de fuego. Ahora noten otra vez lo que está haciendo Azaf acá al describir este juez. Su presencia viene, su santidad es notoria, pero su poder es grande. y este juez viene para juzgar y fuego viene delante de él y tempestad lo está rodeando. Creo que tal vez esta es la razón porque la Biblia de las Américas cuando dice Dios de Dioses ha traducido el poderoso Dios. Él es el que va a juzgar. Él es el que está viniendo. Y lo que nosotros debemos pensar es tratar de entrar a la mente del autor. Quiere que tengamos una visión de quién es el juez. donde dice que los montes se van a derretir como cera. Piensen en un momento como por eso. La potencia de este Dios, su poder. Ese es el Dios que está descendiendo para juzgar. Y ahora ese Dios dice en esta convocatoria, apartenme a mis santos, apartenme a mis santos. Y esta palabra santos, nosotros hemos venido repitiendo, significa aquellos que son apartados para mí. O como la NBI lo traduce, apártame a mis consagrados. ¿Qué es una persona consagrada? Es una persona que está entregada por completo a algo, en este caso a Dios. Los que son leales a su Dios. Y dice, aquellos que han hecho pacto conmigo. ¿Y han hecho pacto con qué? Con sacrificio. han hecho pacto conmigo", dice en el versículo 4, dice, convocará a los cielos arriba a la tierra para juzgar al pueblo y dice, juntad mis santos, los quisieron conmigo, pacto. con sacrificio. Hicieron un pacto con sacrificio. Y obviamente esto está hablando específicamente al pueblo de Israel, pero por extensión a nosotros, que estamos dentro, si somos creyentes de ese pacto, que hemos hecho un pacto con Dios y lo hemos hecho un pacto por medio de un sacrificio. Y ahora Dios dice, apártame a ellos. Pero para nosotros entender qué fue el pacto que hizo el Antiguo Testamento con Dios y qué fue este pacto con sacrificio, éxodo capítulo veinticuatro verso tres éxodo veinticuatro tres dice y Moisés vino y contó al pueblo todas las palabras de Jehová y todas las leyes y todo el pueblo respondió a una voz y dijo haremos todas las palabras que Jehová ha dicho y Moisés escribió todas las palabras de Jehová y levantándose de mañana edificó un altar al pie del monte y doce columnas según las 12 tribus de Israel. Y envió jóvenes a los hijos de Israel, los cuales ofrecieron holocaustos y becerros como sacrificios de paz a Jehová. Y Moisés tomó la mitad de la sangre y lo puso en tazones y esparció la otra mitad de la sangre sobre el altar. Y ahora miren el verso 7. Y tomó el libro del pacto y lo leyó a oídos del pueblo, el cual dijo, haremos todas las cosas que Jehová ha dicho y obedeceremos. Entonces Moisés tomó la sangre y roció sobre el pueblo y dijo, he aquí la sangre del pacto que Jehová ha hecho con vosotros sobre todas estas cosas. Este fue el pacto que hizo el pueblo con el Todopoderoso. Y ahora Dios les está diciendo, ustedes han hecho un pacto conmigo y lo han hecho un pacto con sacrificio. Ahora vengan primeramente ustedes. El juicio va a empezar por ustedes, los que han hecho pacto y pacto con sacrificio. Y por eso tenemos en el punto número dos, el juicio para su pueblo, el juicio para sus justos. Y quiero decir que el bosquejo de este juicio o algunas notas las tomé como de un sermón del pastor Piper. Es interesante ver que la convocatoria, y lo vamos a ver más adelante, dice que el verso 4, convocó a los cielos de arriba, a la tierra, para juzgar a quién? A su pueblo. Y aunque después nos va a hablar del juicio del impío, pero en sí toda esta convocatoria es para juzgar a quién? A su pueblo. El énfasis de este salmo está en su pueblo. Y aunque después vamos a ver un poco más del juicio del impío. Pero aquí el juicio empieza por la casa, El juicio va a empezar primero por los que realmente le pertenecen a Dios, porque no todos los que eran Israel eran el pueblo de Israel. Entonces empieza el juicio para su pueblo. Y lo que podemos ver, vamos a dar lectura, dice desde el verso 7, Oye pueblo mío y hablaré, escucha a Israel y testificaré contra ti, Yo soy Dios, el Dios tuyo. No te reprenderé por tus sacrificios ni por tus holocaustos que están continuamente delante de mí. No tomaré de tu casa becerros ni machos cabríos de tus apriscos, porque mía es toda bestia del bosque y los millares de animales en los collados. Conozco todas las aves de los montes y todo lo que se mueve en los campos me pertenece. Si yo tuviera hambre, no te lo diría a ti, porque mío es el mundo y su plenitud. He de comer yo carne de toros, o beber sangre de machos cabríos? Sacrifica a Dios alabanza y paga tus votos al altísimo. Invócame en el día de la angustia y te libraré. Y lo que se puede ver de manera rápida en estos textos acerca del juicio para su pueblo es que los corazones de este pueblo no estaban en la adoración que le estaban presentando a Dios. Su devoción de este pueblo se había vuelto en una rutina fiel. Rutina fiel. Y por eso dije otra vez esta palabra motivación, intención, es importante mantener en este salmo. Este pueblo, su devoción a Dios se había vuelto en una rutina fiel. Cada día, cada semana, estaban haciendo lo que Dios les estaba pidiendo. pero sus corazones no estaban en lo que estaban haciendo. Se volvieron como la iglesia en Apocalipsis, ¿recuerdan esta iglesia de Éfeso? Lo que Dios les dijo a esta iglesia de Éfeso, yo conozco tus obras, tu arduo trabajo, tu paciencia, y que no puedes soportar a los malos, has probado a los que dicen ser apóstoles y no lo son, y los has hallado mentirosos, has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado, dice, arduamente, por amor de mi nombre, y no has desmayado. Pero tengo contra ti que has dejado tu primer amor. Aquí se nos dice que este pueblo estaba ofreciendo sacrificios y lo estaba haciendo de manera continua. Es decir, Dios no está reclamando negligencia de este pueblo. Este pueblo era diligente en lo que estaba haciendo, pero lo que Dios está observando es que sus sacrificios estaban vacíos porque su corazón no estaba ahí. Su motivación con la que estaban haciendo no era correcta. y es similar a esta iglesia, que estaban trabajando arduamente, no por amor a Buda, a Baal, sino por amor, dice, de su nombre, pero su corazón no estaba en lo que estaban haciendo. Estaban adorando a Dios por costumbre, pero no de corazón, exteriormente, cumpliendo todo lo que el Señor les había mandado, sacrificios diarios, y lo hacían continuamente. pero no tenían comunión con este Dios, no tenían amor verdadero por este Dios. Lo que el Señor estaba buscando era una gratitud sincera de ellos, un deseo de honrarle con todo, una adoración que verdaderamente salga de sus corazones. Y yo creo que nosotros también podemos fácilmente caer en eso. Y Dios tiene la primera acusación contra su pueblo. Y obviamente debemos también pensar en nosotros cuando hablamos de su pueblo. Y la primera acusación en el verso 8 dice, no te reprenderé por tus sacrificios ni por tus holocaustos que están continuamente delante de mí. Lo que está diciendo este verso es que directamente no estaban haciendo algo malo, pero indirectamente no se estaban dando cuenta de lo que estaban haciendo. Había una falta indirecta y la acusación es que están dando sacrificios a Jehová con una mentalidad incorrecta. Ustedes tienen una mentalidad incorrecta en lo que están haciendo. ¿Y cuál era esa mentalidad incorrecta de este pueblo? La mentalidad era que de alguna manera Dios necesitaba de estos sacrificios. Que Él depende de su gente para su comida o para su satisfacción o fortaleza. Esta es la acusación. Sus sacrificios estaban insultando a Dios como si Dios necesitara de lo que ellos estaban haciendo. Básicamente lo que están diciendo estos textos es que el centro de su práctica religiosa va a estar vacía mientras siga esa mentalidad en sus cabezas. Mientras ustedes sigan pensando lo que están pensando, sus sacrificios que están ofreciéndome estarán vacíos. Y una de las primeras cosas que Dios les quiere aclarar a su pueblo es lo siguiente. Dios les dice a su pueblo, yo nunca tengo hambre. Yo nunca tengo hambre. Y nosotros vemos eso en los versos que siguen. Le dice en el verso 9 a verso 10, porque mí es toda bestia del bosque y los millares y los animales en los collados. Conozco a todas las aves y todo lo que se mueve en los campos me pertenece. Si yo tuviera hambre, si yo tuviera hambre, eso quiere decir yo no tengo hambre. Si yo tuviera hambre, no te lo diría a ti, porque mío es el mundo y la plenitud. ¿He de comer yo de carne de toros o de beber de sangre de machos cabrillos? Lo primero que Dios les quiere aclarar a su pueblo es, yo no tengo hambre. Yo no tengo hambre. Y aquí aparece la justificación para esa declaración. Dios, obviamente ahora para aplicarnos a nosotros es, Dios es totalmente suficiente en sí mismo. hermanos esto tenemos que pensar dios no necesita nada de lo que nosotros le podemos dar dios es suficiente eso es lo que le está diciendo a su pueblo yo no necesito nada de lo que ustedes me pueden dar porque yo soy suficiente en mí mismo yo no tengo necesidad y esto revela realmente quién es nuestro dios si yo tuviera hambre no te lo diría porque el mundo es mío y todo lo que contiene es mío por otra parte a este pueblo se deslizó en la noción religiosa de que sus dones de alguna manera estaban satisfaciendo necesidades de Dios y que él estaría perdido sin esos dones. Y su respuesta es que nunca tiene hambre, nunca come. Siempre está totalmente satisfecho. De hecho, en Juan capítulo 4, verso 34 dice, mi comida es que, dice Jesús, hacer la voluntad del que me envió. Esa es mi comida. Yo no tengo hambre. Y en el libro de Hechos, Este texto tan conocido, versículo 25 del capítulo 17 dice, Dios no es servido por manos humanas como si necesitaría algo, porque el mismo da a todos los hombres vida y aliento a todos. Entonces, el primer punto que Dios les quiere hacer entender a este pueblo es, Dios no tiene hambre. Pero lo que después les dice es, Dios es dueño de todo. Dios lo posee y es dueño de todo. Otra razón por la que no necesita nuestros sacrificios es que si alguna vez, dice el texto, tuviera hambre, no tendría que depender de nosotros para sus comidas. ¿Por qué? Porque él dice, todo es mío. Y ese es un buen argumento de parte de Dios para pensar, si todo es mío, no tengo necesidad de que ustedes me den nada. El mundo y todo lo que hay en él es mío, dice el verso 12. Toda bestia que se mueve, todo ganado, todo es mío. Aún las aves de los cielos son míos. Dios quiere dejar sin excepciones toda la creación. Aves, bestias, todo lo que tú puedes ver, todo es mío, dice Dios. Algo que decía el autor del cual estaba estudiando me hizo pensar. Él decía, tú entiendes que Dios no puede robar. Y uno piensa, ¿tú entiendes por qué Dios no puede robar? Claro, porque es Dios, uno diría, no, no puede robar, sino estaría pecando, ¿no? Pero el autor dice, ¿qué es robar? Robar es tomar algo que no te pertenece. Y Dios no puede robar, ¿por qué? Porque todo le pertenece a Él. Dios no puede tomar algo y decir, y acusarle nosotros de ladrón porque todo lo que hay es de Él. Todo es suyo. Y obviamente este pueblo había empezado a olvidar esta verdad. La gente olvidó que lo que le estaban dando en sus sacrificios y en sus holocaustos era de Dios. Era porque Dios lo había puesto en sus manos y ahora estaban dando un poco de todo lo que Dios les había dado. Estaban insultando a Dios con la mentalidad de que sus sacrificios estaban cubriendo las necesidades de Dios. Estaban empezando a ver sus posesiones, sus, de ellos, como algo propio y olvidaron a quién le pertenecían. Y Dios va a empezar a corregir esto a su pueblo. Está hablando del juicio a su pueblo. En el versículo 14 y 15 dice, sacrifica a Dios alabanza y paga tus votos al altísimo. Invócame en el día de la angustia, te libraré y tú me honrarás. Y aquí hay algunas tres cosas que Dios va a hacer para corregir una mentalidad así. Y esto, como he dicho, otra vez tiene relación en cuanto a nuestras finanzas o nuestra economía, ¿verdad? Muchas veces cuando creemos que estoy dando mucho, estoy dando poco, o que no le daré no más a Dios esto porque tal vez me va a mirar con una mirada de, ¿no? A veces imaginamos a Dios en cómo movemos nuestro dinero y Dios está diciendo, Yo no necesito eso. Y otra vez este texto, no sé si se dan cuenta, toma la línea de los anteriores sermones, que el punto está en dónde? En el corazón. En el corazón de la persona. Dios está buscando un corazón y quiere corregir eso acerca de cómo vemos el dinero. Y hay tres cosas que Dios va a hacer para corregir esto en los versos 14 y 15 que hemos leído. La pregunta para nosotros es qué deberíamos hacer si hemos caído en una mentalidad malvada que trata nuestras posesiones como si fueran nuestras y no de Dios, que trata a Dios como si de alguna manera fuera pobre o deficiente. Y muchas veces, aunque no lo decimos así, actuamos con el dinero que tenemos o con las cosas materiales que Dios nos ha dado de esta manera. Y aquí el salmista nos dice, nos provee de soluciones para ese tipo de mentalidad. Y lo primero es, ofrece sacrificios de acción de gracias, dice el verso 14. Ofrece sacrificios de acción de gracias. Primero, realmente cada sacrificio que le ofrezcas a Dios debe ser a Cada sacrificio que le ofrezcas de acción de gracias debe ser realmente eso. ¿Saben por qué? Porque, como decía el pastor, nosotros podemos dar a base de qué? De qué Él nos ha dado. La base de qué nosotros podemos dar es por qué Él nos ha dado. Porque si Él no nos da nada, nosotros no podemos dar nada. Todo lo que nosotros podemos dar es lo que Él nos ha dado. Entonces, cada sacrificio debe ser un sacrificio de acción de gracias porque el verdadero dador no es la persona que está dando, sino el Dios que nos ha dado. El Dios que nos ha dado. Si tengo algo que dar, aún tal vez pensar en la voluntad para dar, aún esa misma voluntad ha sido puesta por Dios en nuestros corazones. Dice en Primera de Crónicas 29-14 hablando, porque ¿quién soy yo y quién es mi pueblo para que pudiésemos ofrecer voluntariamente cosas semejantes? Pues todo es tuyo y de lo recibido de tu mano te damos. de lo recibido de tu mano te damos. Y hablando acerca de la voluntad o el deseo de querer dar en Filipenses 2.13 dice, porque Dios es el que en vosotros produce el querer como el hacer para su buena voluntad. Nuestro dar realmente es un dar de Dios a nosotros. Por tanto, cada vez que damos algo de dinero, o cada vez que damos un don material a la causa de Dios, debe ser un sacrificio de alabanza. Te estoy dando porque tú me has dado. Porque tú me has dado. Pero nosotros muchas veces no miramos así. Más bien miramos con cierto agrado que Dios debe tener cuando estoy poniéndome ofrenda o cuando estoy haciendo algún bien para algún hermano. Y olvidamos que todo lo que estoy haciendo es porque Él ya me ha dado a mí. Porque eso era de Él. Entonces lo primero que nos dice es ofrezcan sacrificios de alabanza. Pero este tema de las finanzas y de la economía, de las cosas materiales, era un tema crucial en el corazón de este pueblo. Pero otra vez volviendo a nuestro contexto de este juicio, este pueblo se había empezado a deslizar de esta mentalidad y había habido una razón. Había una razón, y por eso ese tema de motivaciones, ese tema de examinar las razones por las que estaban haciendo, era importante mantener la mente. En Hebreos capítulo 13, verso 1, dice, el verso que estamos hablando es, ofrezcan sacrificio de alabanza a Dios. Hebreos 13, 11, miren lo que dice. Hebreos 13, 11 en adelante. Porque los cuerpos de aquellos animales cuya sangre es llevada al santuario por el sumo sacerdote como ofrenda por el pecado, son quemados fuera. Y esa palabra ahí viene siendo importante con lo que quiero decir. Son quemados fuera del campamento. Por lo cual también Jesús, para santificar al pueblo mediante su propia sangre, padeció fuera. de la puerta. Así pues, salgamos, dos veces fuera, ahora dice, salgamos a él fuera del campamento, llevando su oprobio, porque no tenemos una ciudad permanente, sino que buscamos la que está por venir. Y ahora dice el verso quince, por tanto, ofrezcamos continuamente el sacrificio de alabanza a Dios, es decir, el fruto de labios que confiesan su nombre. Ahí dicen en nuestro texto en el verso cincuenta, verso catorce, dice, ofrezcan sacrificio de alabanza, sacrifica alabanza, y ahora el libro de Hebreos nos explica qué es sacrificar alabanza. Dice, por tanto ofrezcamos continuamente mediante él, es decir, Cristo, el sacrificio de alabanza a Dios. Y esto es muy importante. Sacrificio de alabanza a Dios. Y el escritor de hebreos dice, ¿qué es sacrificio de alabanza? Es el fruto de labios que confiesan su nombre. La versión NTB hace una, no sé si paráfrasis o traducción, pero dice, un sacrificio mediante el cual proclamamos lealtad a su nombre. ¿Por qué es importante esto? Romanos 12, 1. Por tanto, hermanos, tomando en cuenta la misericordia de Dios, les ruego que cada uno de ustedes, en la adoración espiritual, ofrezca su cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios. No se amolden a este mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Esto es según la versión NBI. Así que, hermanos, tomando en cuenta la misericordia de Dios, les ruego que cada uno de ustedes, en adoración espiritual, ofrezcan su cuerpo en sacrificio vivo. El texto dice, ofrezcan sacrificio de alabanza. Hebreos dice que nuestros sacrificios son labios por el cual proclamamos lealtad a Dios. Y romanos dice, ofrezcan un sacrificio vivo continuo, y eso es su adoración espiritual. El juez ha descendido y ha dicho, convóquenme a mis santos, a mis consagrados. ¿Cuál era el otro problema de este pueblo? Este pueblo había hecho un pacto con Dios y un pacto con sacrificio. Pero este pueblo estaba empezando a dejar su pacto y estaba empezando a apegarse cada vez más a las cosas de este mundo. Y ahora Dios, y obviamente el ejemplo de eso era la manera en cómo daban sus dádivas. ¿Cómo manejaban sus sacrificios? ¿Cómo pensaban que le estaban haciendo una ayuda a Dios? Y ahora Dios, tanto en hebreos como en romanos, tiene una misma idea. Por las misericordias que yo he mostrado a ustedes, salgan de ahí. No se acomoden a este sistema. Ofréscanme como ofrecen un sacrificio continuo, que lo hacen sus propias vidas. No se amulden. Eso va a ser su adoración espiritual. Y yo creo, hermanos, que la primera exhortación acá de azafes ofrezcan sacrificio de alabanza y este sacrificio de alabanza según hebreos es un sacrificio que proclama lealtad a su dios a su nombre hermanos muchos de ustedes muchos de nosotros podemos llamarnos santos o consagrados a dios Y Dios está viniendo y nos está diciendo, yo he hecho un pacto con ustedes, y un pacto con la sangre de mi Hijo, pero ustedes cada vez más se están apartando de ese pacto. Ustedes han prometido cumplir las palabras que yo les he dado, pero cada vez más se están desobedeciendo. Ustedes se están rompiendo el pacto. Ustedes se están acomodando más y más a este sistema. Ustedes no están cumpliendo el pacto. Y es algo que nos debe hacer pensar acerca de la comodidad que muchas veces tenemos nosotros en cuanto a Dios. Sin ser legalista, creo yo que como hombres o varones en casa, me decía el hermano José en el café, o otro hermano decía, un hombre, un esposo que en la mañana al levantarse el sol le ha ganado, es un día perdido. Un hombre debe levantarse muy temprano. debe tener comunión con su Dios. Un hombre debe priorizar la comunión de los santos en la iglesia. Un hombre debe guiar a su familia de esa manera. Y el hermano José me enfatizaba y me decía, a mí como militar me molesta ver a gente durmiendo hasta las nueve de la mañana. Y eso puede sonar legalista, pero a veces yo creo que la iglesia se ha vuelto tan cómoda, tan cómoda, que empezamos a hacer las cosas como una rutina fiel nomás. Ya no estamos ni pensando en lo que estamos haciendo. Y ahora acá dice la primera exhortación, ofrezcan a Dios sacrificio de alabanza. Y eso quiere decir recuerden el pacto que han hecho conmigo. ustedes están cada vez más desobedeciendo ese pacto y lo segundo que nos dice este texto para corregir esta mentalidad incorrecta es paga tus votos al altísimo paga tus votos al altísimo si nosotros queremos entender qué es un voto el salmo 66 verso 13 y 14 nos dice que es un voto aunque nosotros creo yo tenemos una noción poco vaga de lo que es un voto pero el salmo 66 verso 13 14 nos dice que es un voto dice entraré en tu casa con holocaustos te pagaré mis votos que pronunciaron mis labios y habló mi boca cuando estaba angustiado qué es un voto un voto es una promesa que le has hecho a dios cuando estabas en un tiempo de tribulación Un voto es una promesa que le has hecho a Dios cuando estabas en un tiempo de angustia. Y lo que te está pidiendo para corregir esa mentalidad es guarda tu palabra. Cumple lo que has dicho. Mantente en lo que le has prometido al Señor. Y yo no sé tú, pero yo estaba pidiéndole esta semana mientras estudiaba esto al Señor. ¿Cuántas veces hemos pasado momentos de tribulación en la vida? Y normalmente, aunque no lo hablamos verbalmente en esos momentos, le decimos a Dios, si me sacas de esta situación, yo te voy a dar esto. Yo voy a hacer esto por ti. Pero, como palabras que se las han llevado el viento. Pero Dios está diciendo ahora a su pueblo, cumple lo que has prometido. Y si no tienes nada en tu cabeza ahorita en cuanto a las promesas o los votos que le has hecho a Dios, yo te animo a que le digas al Señor, hay algo que yo no te he cumplido, Señor. Ayúdame a recordar. Cumple tus votos al Altísimo. Guarda tus palabras, lo que le has dicho a Él. Lo primero, ofrece sacrificio de alabanza. Lo segundo, cumple tus votos. El número tres, invócame en el día de la angustia y yo te voy a librar. Invócame en el día de la angustia y yo te voy a librar. En otras palabras, Dios está diciendo, el que está en problemas eres tú, no yo. Yo soy el Salvador, tú eres el que he salvado. Invócame en el día de la angustia y yo te voy a librar. Dios no tiene hambre ni es pobre como ellos estaban pensando cuando estaban dando sus sacrificios. Al contrario, Dios es infinitamente rico y bondadoso. Así que la manera de no insultarlo es invocarlo y más bien pedirle a él. Porque para eso es Dios. Para eso es Dios. Invócame en el día de la angustia y yo te voy a responder. Y al fin y al cabo, ¿cuál es la meta de esta primera parte del juicio que es para su pueblo? Finalmente nos preguntamos, ¿con qué objetivo final este juez está en esta sala? ¿Qué está tratando de lograr Dios en la vida de su pueblo? Y el versículo 15, la última parte, nos dice, Te libraré y tú me honrarás. Te libraré y tú me honrarás. Él quiere responder al clamor y la ayuda ¿Para qué? Para que le glorifiquen después de haberlos ayudado. Su objetivo es nuestro bien, pero nuestro bien no termina ahí, sino que después de tener ese bien, respondamos en alabanza a Él. Obtenemos salvación, Él consigue exaltación. Obtenemos liberación, Él obtiene adoración. Y eso es el propósito de Dios, el bien de su pueblo y la gloria suya. Y yo quiero que tomes en cuenta este salmo, hermano, porque por las cosas que tú estás pasando o yo estoy pasando, Dios está diciendo que está más interesado en las cosas que tú mismo en tus propias cosas. Y está diciendo, clámame. porque yo me voy a deleitar, te voy a ayudar y tú después me vas a honrar, te libraré y me glorificarás. Después viene la otra parte que es en sus notas el juicio para el impío. La Biblia de las Américas traduce el impío desde el verso 16 en adelante, pero la Biblia Reina Valera lo traduce como malvado. Y era interesante ver algunos comentarios que estaban pensando que estas personas eran creyentes. Pero, como la Biblia de las Américas empieza diciendo, pero a limpio dice Dios, dando a entender que esta persona no era parte del primer grupo a los que ha juzgado que era el pueblo de Dios. Pero al impío le dice Dios, desde el verso 16 en adelante, pero al malvado dijo Dios, ¿qué tienes tú que hablar de mis leyes y que tomar mi pacto en tu boca? Pues tú aborreces la corrección y echas a tu espalda mis palabras. Si veías al ladrón, corrías con él, y con los adúlteros era tu parte. Tu boca mentías metías en el mal y tu lengua componía engaño. Tomabas asiento y hablabas contra tu hermano, contra el hijo de tu madre, ponías estas cosas. Estas cosas hiciste y yo he callado y pensabas de cierto que sería como tú, pero te reprenderé y las pondré delante de ti. Y ahora Dios le va a hablar al malvado o al impío. Ahora, antes, de manera general, cuando uno lee estos textos y pensamos en el impío, es muy fácil creer que estamos hablando de los impíos comunes y corrientes que vemos en la calle. Es decir, personas que no tienen ningún temor de Dios, que hacen lo que les da la gana. Pero es interesante ver las características de estos impíos que este texto está hablando acá. Estos impíos estaban hablando de los estatutos y las leyes de Dios. Es decir, la terminología bíblica formaba parte de su lenguaje. Estos impíos estaban tomando el pacto de Dios en su boca. Es decir, ellos creían que formaban parte del pueblo de Dios. No eran como los impíos que vemos común y corrientes. Estos impíos eran personas religiosas. Es por eso Dios le dice, echas mis palabras a tus espaldas. El limpio eso hace cada día, pero las personas religiosas como a las que Cristo reprendió a los fariseos de su tiempo eran personas que aparentemente tenían un temor de Dios, pero realmente no les importaba la palabra de Dios. En Isaías 29, verso 13, dice pues el Señor, ¿por qué este pueblo se acerca a mí con su boca y con sus labios me honra? Pero su corazón está lejos de mí, y su temor de mí no está más que un mandamiento de hombres que les ha sido enseñado. Y Dios sin un reclamo, ¿qué derecho tienes de tomar mi pacto y mis leyes en tu boca? porque aborreces mi disciplina y echas a tus espaldas mis palabras. Es decir, mis palabras a ti realmente no te importan. Eres una persona soberbia, eres una persona egoísta, solo piensas en ti. Eso es lo que Dios le está diciendo. Realmente no te importa lo que yo digo. Y das una apariencia de piedad, pero realmente eres un impío. Y en Romanos 2, 21, nosotros ya hemos visto esta parte de los que dicen que enseñaban a otros los caminos del Señor, no hagas esto, no hagas esto, pero ellos mismos terminaban haciendo eso. Y ahí dice que ellos ayudaban a que el santuario sea una cueva de ladrones. ¿Cómo lo hacían? El santuario era un lugar donde los ladrones se iban a esconder después de haber cometido sus malas acciones. En Jeremías capítulo 7 verso 8 dice, He aquí vosotros confiáis en las palabras de mentira que no aprovechan, hurtando, matando, adulterando, jurando en falso, e incesando a Baal y andando tras dioses extraños que no conocisteis. ¿Vendréis, pues, delante de mí, en esta casa sobre la cual es invocado mi nombre, y diréis, libranos, librados somos, para conseguir, para seguir haciendo las cosas abominables? Es decir, ¿habían personas que hacían maldades en el pueblo, y iban, y se metían en el templo, Y ellos decían, aquí estamos a salvo. Y obviamente, cuando uno piensa en un impío así, dice, nadie está haciendo eso en este tiempo, o cosas así. Pero lo que está diciendo es, que tú estás, le está diciendo a Asafa, a este pueblo, Dios a este pueblo, perdón, es que Ustedes corrían en esa corriente. Ustedes estaban de acuerdo con estos malvados. Y en los tiempos de Cristo, nosotros tenemos en el capítulo 21, verso 13, mi casa será llamada casa de oración, pero vosotros la habéis hecho cueva de ladrones. El negocio, la economía, el dinero era más importante que la oración. Personas que no cuidaban su boca, usaban su lengua para el mal, aún de sus seres más cercanos. Estas personas eran impías. No conocían a Dios verdadero. Podían engañar a la gente de la iglesia o de donde se reunían, pero no a Dios. ¿Por qué? Porque él conoce no solo las acciones, sino como viene diciendo el texto, sus motivaciones, sus propios corazones. Y yo quería que podamos pensar en algo. Miren el reclamo de Dios. ¿Qué derecho tienes tú de usar mis leyes? ¿Qué derecho tienes tú de hablar mi pacto? Y esta es una pregunta para nosotros. A veces en las iglesias hay personas no creyentes que domingo tras domingo vienen y eso da cierto contentamiento incluso a nuestros corazones. Porque la iglesia está llena, porque la iglesia tiene gente y estas personas que no conocen al Señor Muchas veces cantan, oran, dan ofrendas, incluso a veces participan del sacramento de la cena del Señor, que es solamente para creyentes, y pasan desapercibidos. Y a veces esas personas pueden ser nuestros propios familiares o nuestros propios hijos. Y uno dice, mal que bien está en la iglesia y esté escuchando la palabra de Dios. Esa es tu perspectiva. Pero, ¿cuál es la perspectiva de Dios? ¿Qué derecho tienes de usar esas cosas? Porque tú no me temes. Mis palabras no tienen cabida en tus oídos. Tú no tienes derecho a hablar de mi pacto o de mis leyes. Y debemos pensar, ¿los no creyentes deben orar? ¿Deben cantarle a Dios? Eso es una cosa buena para que nosotros reflexionemos muchas veces. Porque Dios dice, ¿con qué derecho haces eso? Cuando la iglesia empieza a dar ciertos servicios a los nuevos sin saber si son creyentes, no nos debemos olvidar de estas palabras de Dios, de este reclamo de Dios a los impíos. ¿Con qué derecho estás haciendo todas esas cosas? Y estos impíos habían llegado a tener una confusión. ¿Cuál era la confusión? El silencio que Dios había guardado por un tiempo les había hecho pensar que tal vez Dios era como ellos. Y eso nos pasa a menudo a nosotros también, ¿verdad? Cuando alguien ve algo malo que tú haces y no dice nada, entonces tú presupones que tal vez él debe hacer lo mismo que tú. Por eso no te reclama. Ellos han empezado a pensar así. Hicieron algo y Dios no decía nada. Entonces empezaron a creer que Dios era como ellos. Dios estaba callado, pero Dios no es mudo y Dios ahora va a hablar y los va a juzgar y les dice, voy a traer delante de tus ojos todas tus obras. ¿Qué quiere decir eso? Dios ha estado tomando nota. Dios ha estado acumulando todas tus maldades y ahora te las va a presentar y te va a juzgar. Las personas impías, no creyentes, deben entender que la cosecha no siempre es el mismo tiempo de la siembra. Cuando uno no cosecha lo que siembra, piensa que no va a cosechar. Y algo que me llamó la atención en esto es esto. El verso en adelante, después de darle Dios todas estas, apuntando todas estas maldades de los impíos, Dice en el verso 22, Entendet ahora esto los que olvidáis de Dios, no sea que os despedace y no haya quien los libre. Pero noten una cosa, este versículo 22, esta exhortación, no la hace Dios. Ya está, haciéndola en tercera persona, es Asaf quien está hablando. Dios les apunta su maldad y lo deja ahí. Y ahora Asaf al ver esa acusación dice, entiendan su maldad. Y vean que ustedes están olvidando a Dios. Cuidado que venga y los despedace y no haya quien los libre. Azaf les está diciendo a los impíos no se auto engañen. Ustedes creen que se están burlando de Dios. Ustedes van a salir mal parados de esto. Y el Salmo termina en el verso 23. recordándonos una vez más lo que yo creo que es el corazón de este texto. El verso 23 dice, el que sacrifica alabanza me honra y el que ordene su camino le mostraré la salvación de Dios. Y en el versículo 14 que dijo, el que sacrifica alabanza y paga sus votos, invóqueme en el día de angustia y yo lo voy a librar. La misma idea. La misma idea con otras palabras. Es decir, haz estas cosas. Y esto está hablando otra vez al pueblo, otra vez recordándonos el salmista al primer juicio del pueblo. El que sacrifica alabanza me honra. El que recuerda que es un consagrado y que ha hecho un pacto conmigo y se vuelve a mí, ese me honra. El que ordena su camino. Y esa palabra es muy importante. Ordenar tu camino. Y si Dios está pidiendo orden, es porque hay desorden. Dios dice, arregla las cosas en tu camino y después yo te voy a mostrar mi salvación. Y yo creo, hermanos, que esta es una promesa para nosotros en este tiempo. Y pensando en este texto en mi propia vida, me puse a pensar en este texto. Dios dice, ofréceme sacrificios de alabanza, recuerda los votos que me has hecho, ordena tu camino. ¿Qué era Sion? Lugar de liberación y lugar de salvación. Yo estoy viniendo y que ese término Sion te recuerde. Estoy listo para liberarte de esa situación. Estoy listo para mostrarte la salida de esa situación. Ordena. Paga tus votos. Haz esas cosas que están mal en tu vida. Arregla y vuelve a lo mismo. Por eso creo que este es el texto de este salmo. Y quiero terminar con algunas aplicaciones que también fueron de este sermón del Pastor Piper que me ayudó a entender algunas cosas. Antes, como he dicho de estas aplicaciones, Dios quiere que trabajemos en nuestra vida, que hagamos los cambios que necesitamos hacer. Algunos tienen que hacer cambios en sus matrimonios. Algunos tienen que realmente arreglar en el texto que está hablando aquí sus finanzas, ¿sí? Porque han dejado al Dios verdadero, se han cavado, dice Jeremías, cisternas que no retienen agua, ¿sí? No le dan al César lo que es del César, ni a Dios lo que es de Dios. Dejan muchas veces la iglesia y las cosas importantes para ir a buscar el pan, el cual Dios ha dicho que te iba a dar. Entonces Dios dice, ordena tus prioridades, ordena tus caminos, cumple tus votos que has hecho conmigo. Y en cuanto a las aplicaciones que me gustaría que podamos pensar como pueblo de Dios, primeramente debemos mantener a Dios grande delante de nuestros ojos. Cuídate de la mentalidad de menospreciar o insultar a Dios. No permitas que un Dios débil o miserable o apretado o cansado o aburrido entre en tu mente. Él posee todo y le encanta glorificar su poder y su gracia al liberar a las personas que los llaman. Mantén a Dios grande delante de tus ojos. Otra aplicación es cree en sus promesas, cree en la promesa del versículo 15 y del versículo 23, que es lo que dice ahí, llámale en el día de la angustia y te liberaré. El día de los problemas, tal vez financieros, como he dicho en los matrimonios, recuerda Recuerda, dice este autor, recuerda que les está hablando en este juicio a personas que habían estado insultándolo con sus ofrendas y sacrificios, y a estas personas Dios les está dando esperanza de liberarlos y de salvarlos, y a ti va a ser lo mismo. Llama al Señor siempre. Tal vez has estado pidiendo por algo en lo que no hay respuesta, no hay respuesta, pero este salmo nos dice y llámame, llámame y esto es una aplicación decir sigue orando, no te desanimes por lo que está pasando, sigue orando, espera pacientemente en el Señor, Él va a venir justo cuando sea mejor para ti, llámalo para que te ayude a ganar dinero si necesitas, para tener un trabajo, para encontrar coraje que necesitas o para lo que sea que necesites, llámalo y eso nos habla de permanecer orando Y esta aplicación que el autor puso acá, yo solo lo quiero leer, pero el autor dice, entre paréntesis, no es necesario hacerla, pero él la puso, como he dicho, y quería leerla, por eso dice, haz un voto a Dios. Haz un voto a Dios. Pero aclaro, él dice, no es necesario. Porque en Deuteronomio 23 dice que Dios no se deleita en los que le hacen votos si no lo cumplen. Y esa precisamente fue la demanda de hoy día, ¿no? Cumple tus votos. Pero el autor dice, haz un voto a Dios. Por ejemplo, supongamos que el mecánico del automóvil o pasó un accidente en automóvil, dice el autor, y necesitas un arreglo en el automóvil y te dicen 750 dólares. Te estremeces y le preguntas, ¿no hay otra manera de resolverlo? Y te dice, no, está muy dañado. Entonces vas con tu esposa y en oración le dices a Dios, ¿no podría el Espíritu Santo llevarte a oración y decirle, Padre, hazlo más barato de lo que me están cobrando? Y si ya lo haces más barato, la diferencia la daré a tu iglesia. Era su experiencia del autor. Si tú haces eso, eso, Glorifica. Si tú haces eso, yo te daré la diferencia. Tú me salvas de la situación, yo te doy la respuesta. Haz un voto a Dios. Es decir, yo pensaba, y aquí dice, no es necesario, pero dice, no, la Biblia no nos está mandando hacerlo, pero algunas veces es verdad que lo hacemos. Y decimos, si me das un trabajo, mis primicias serán para ti. Pero no tardes en cumplirlo si lo haces. Por último, gloríficale con todo tu corazón. Cuando Dios te libere a ti de la situación que estás pasando, no olvides ser agradecido y volver a Él y agradecerle. Obviamente esto es para los creyentes porque para el impío, como dice el texto, Solo hay malas noticias, pero obviamente también para el impío no debemos olvidar que viene ese día del juicio, ¿verdad? Y nosotros como iglesia debemos estar pensando en cuidar la integridad de la iglesia de Cristo, de cuidar de las actividades que hacen los cristos y más bien exhortarles de que el día del juicio viene o cualquier rato de su muerte viene. Pero como ustedes notarán, algo que me llamó la atención acá es que la exhortación de los impíos la deja a manos de Azaf. Dios ni siquiera se las hace y ni les da promesa. Pero al cambio de su pueblo, lo exhorta, lo reprende, lo anima y le da promesa. Y eso es para nosotros. Eso es una notoria muestra de que Dios no trata con el impío como trata con nosotros. Y Dios nos está diciendo, agárrense de esa promesa del verso 15 y 23. Hagan los cambios, ordenen su camino, paguen sus votos y yo estoy listo para mostrar salvación y liberación. Hermanos, creo que todos estamos pasando por situaciones económicas, salud difícil o interpersonales, y estamos mirando por dónde va a venir el socorro. Y Dios nos está pidiendo eso, pero algo que me anima, Spurgeon decía, Dios nunca alienta una ilusión que no va a cumplir, nunca. Dios no juega con las emociones de sus hijos. Y si Dios nos está hablando de esto, es porque las nubes ya se están dejando ver. Es decir, como le dijo el siervo Elías, la lluvia ya viene. Lo creo firmemente, pero el énfasis de Dios es, haz esto, y yo desde Sion, mi presencia cercana a ti, estoy listo también. Y que realmente se aferren a estas promesas del Señor, confíen en Él, se mantengan en Él, y que realmente sean agradecidos cuando Él les responda, porque lo va a hacer. Vamos a orar. Padre, gracias por tu palabra. Gracias por este salmo, Señor. Te pedimos que nos ayudes a recordar los votos, como hemos estado diciendo, recordar nuestro camino, las cosas que tenemos que ordenar, Señor. El desorden no es No es algo que te agrada. Y gracias por tu esperanza, tus promesas de liberación y salvación, señor. Te queremos pedir primeramente por salvación para nuestra iglesia, personas que asisten y sabemos que no te conocen. Ten misericordia, ayúdales a entender, señor, que no se confundan, que por hacer muchas actividades dentro de la iglesia, crean que te pertenecen, señor. Al contrario, que nosotros estemos atentos para hablar de tu evangelio. Gracias por el ánimo y el trato personal que tienes con nosotros, por tu amor, por tu reprensión, pero también por la esperanza y el ánimo que nos da, Señor, sabiendo de que estás listo, Señor, para mostrar liberación. Tú eres, Señor, el Dios que cuida de nosotros y ayuda a mis hermanos a mantenerse firmes en la oración, a seguir declamando esperando en ti señor y tú vas a llegar en el momento oportuno te bendecimos te agradecemos en el nombre de jesús amén
Dios Juez del justo y del impío
Series Salmos Escogidos
Verdad principal: Dios es quien juzga justamente todos, tanto Su propio pueblo como los impíos.
Escrituras tomadas de:
La Biblia de las Américas® (LBLA®), Copyright © 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation. Usadas con permiso. www.LBLA.com
Y
REINA-VALERA 1960 (SPANISH), Santa Biblia, Reina-Valera Revisión de 1960 (RVR60), © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960.
Sermon ID | 122322204154832 |
Duration | 1:10:34 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Bible Text | Psalm 50 |
Language | Spanish |
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