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El título del sermón es, Cuidando nuestro primer amor. La escritura primera de Reyes, capítulo 11, la serie El Reino Eterno. Si gustan ponerse de pies una vez más y pueden hacerlo, gloria a Dios. Esta es la palabra de Dios. El rey Salomón, además de la hija de Faraón, amó a muchas mujeres extranjeras, Moavitas, Amonitas, Edomitas, Sidonias, Etitas, de las naciones acerca de las cuales el Señor había dicho a los israelitas, no se unirán a ellas, ni ellas se unirán a ustedes, porque ciertamente desviarán su corazón tras sus dioses. Pero Salomón se apegó a ellas con amor y tuvo 700 mujeres que eran princesas y 300 concubinas, y sus mujeres desviaron su corazón. Porque cuando Salomón ya era viejo, sus mujeres desviaron su corazón tras otros dioses. Y su corazón no estuvo dedicado por completo al Señor, su Dios, como había estado el corazón de David, su padre. Porque Salomón siguió a Astoret, diosa de los Sidonios, a Milcom, ídolo y abominable de los Amonitas. Salomón hizo lo malo a los ojos del Señor y no siguió plenamente al Señor, como lo había seguido su padre, David. Entonces, Salomón edificó un lugar alto, Aquemos, ídolo abominable de Moab, en el norte, en el monte, que está frente a Jerusalén y Amaloc, ídolo abominable de los amonitas. Así hizo también para todas sus mujeres extranjeras, las cuales quemaban incesos y ofrecían sacrificios a sus diosas. Entonces, el Señor se enojó con Salomón porque su corazón se había apaltado del Señor, Dios de Israel, que se le había aparecido dos veces. y le había ordenado en cuanto a esto que no siguiera a otros dioses. Pero él no guardó lo que el Señor le había ordenado. Y el Señor dio a Salomón, porque has hecho esto y no has guardado mi pacto, mis estatutos que te he ordenado, ciertamente arrancaré el reino de ti y lo daré a tu siervo. Sin embargo, no lo haré en tus días por amor a tu padre David, sino que lo arrancaré de la mano de tu hijo. Tampoco arrancaré todo el reino, sino que daré una tribu a tu hijo por amor a mi sierva David y por amor a Jerusalén, la cual he escogido. Entonces, el Señor levantó un adversario a Salomón, Adad, Edomita. Este era del linaje real de Idom. Sucedió que cuando David estaba en Idom, Joab, el jefe del ejército, subió a aterrar a los muertos y mató a todos los varones de Idom. Pues Joab y todo Israel permanecieron allí seis meses hasta que dieron muerte a todos los varones de Edom. Pero Hadad huyó a Egipto, él y algunos Edomitas de los siervos de su padre con él, siendo Hadad aún un muchacho. Salieron de Madian y fueron a Parán, tomaron consigo hombres de Parán y fueron a Egipto a Faraón, rey de Egipto, quien le dio a Hadad una casa, le asignó alimentos y le dio tierra. Adad halló gran favor ante los ojos de Faraón, y éste le dio por mujer a la hermana de su esposa, la hermana de la reina Táfenis. La hermana de Táfenis dio a luz su hijo Genubad, a quien Táfenis destetó en casa de Faraón, y Genubad permaneció en casa de Faraón entre los hijos de Faraón. Pero cuando Adad oyó en Egipto que David había dormido con sus padres y que Joab jefe del ejército había muerto, Adad dijo a Faraón, despídeme para que vaya a mi tierra. Entonces, Faraón le dijo, ¿qué te ha faltado junto a mí, que ahora procuras irte a tu tierra? Y él respondió, nada, sin embargo, debe dejarme ir. Dios también le levantó otro adversario a Salomón, a Rezón, hijo de Eliada, el cual había huido de su señor Adad, es el rey de Soba. y había reunido consigo hombres y se había hecho jefe de una banda de media de odores, perdón, después que David mató a los de Saba y fueron a Damasco y permanecieron allí y reinaron en Damasco. Razón fue adversario de Israel durante todos los días de Salomón, además de la maldad hecha por Hadad y aborreció a Israel y reinó sobre Aram. Entonces, Jeroboam, hijo de Nabat, un nefrateo de Cereda, cuyo madre, una mujer viuda, se llamaba Cerúa, era siervo de Salomón y se rebeló contra el rey. Y esta fue la causa por la cual se rebeló contra el rey. Salomón había edificado el milo y cerrado la brecha de la ciudad de su padre David. Este Jeroboam era guerrero valiente y cuando Salomón vio que el joven era industrioso, lo puso al frente de todo el trabajo forzado de la casa de José. Y en aquel tiempo, cuando Jeroboam salía de Jerusalén, el profeta Ahías, el silonita, lo encontró en el camino. Ahías había puesto un manto nuevo y los dos estaban solos en el campo. Entonces, Ahías tomó el manto nuevo que llevaba sobre sí y lo rasgó en doce pedazos. Y le dijo a Jeroboam, toma para ti diez pedazos, porque así dice el Señor, Dios de Israel. Voy a arrancar el reino de la mano de Salomón y a ti te daré diez tribus. Pero él tendrá un tribu por amor a mi siervo David y por amor a Jerusalén, la ciudad que he escogido entre todas las tribus de Israel. Porque me ha abandonado y han adorado a Astorota, diosa de los Sidonios, a Quemos, dios de los Moabitas, a Mircam, dios de los Amunitas, y no han dado en mis caminos para hacerlo recto delante de mis ojos. y guardar mis estatutos y mis ordenanzas como lo hizo su padre David. Sin embargo, no quitaré todo el reino de su mano, sino que lo haré príncipe todos los días de su vida por amor a mi siervo David, a quien escogí, al cual guardó mis mandamientos y mis estatutos. Pero quitaré el reino de mano de su hijo y te lo daré a ti, es decir, las diez tribus. Y a su hijo le daré una tribu para que mi siervo David tenga siempre una lámpara delante de mí en Jerusalén, la ciudad que yo he escogido para poner allí mi nombre. Y a ti te tomaré y reinarás sobre todo lo que tú deseas y serás rey sobre Israel. Y sucederá que si escuchas todo lo que te ordeno y andas en mi camino y haces lo recto delante de mis ojos, guardando mis estatutos y mis mandamientos como lo hizo David mi siervo, entonces estaré contigo y te edificaré una casa perdurable como la que edifiqué a David. y yo te entregaré a Israel. Y afligeré la descendencia de David por esto, pero no para siempre. Salomón procuró dar muerte a Jeroboam, pero Jeroboam se levantó y huyó a Egipto. Así sacré de Egipto y estuve ahí hasta la muerte de Salomón. Los demás hechos de Salomón, todo lo que hizo y su sabiduría, no está escrito en el libro de los hechos de Salomón. El tiempo que Salomón reinó en Jerusalén, sobre todo Israel, fue de 40 años, y durmió en Salamón con sus padres, y fue sepultado en la ciudad de su padre David, y su hijo Rehoboam reinó en su lugar. Padre, te damos gracias por tu palabra, una porción larga, intensa, quebrantadora de corazón, pero también llena de esperanza. Enséñanos, Padre, las cosas que aquí tienes para nosotros. Abre nuestros corazones y mentes para escuchar Entender y aplicar tu palabra, pedimos en el nombre de Jesús. Amén. Amén. Pueden tomar asiento a sus manos. Primera de Reyes marca un punto horrendo en la vida y el reino de Salomón. Conocido por su sabiduría, sus grandes proyectos, de construcción y su increíble riqueza, la historia de Salomón da un giro trágico en este capítulo. Salomón peca horriblemente contra su Dios. En una vida marcada por fidelidad es quemada, arruinada. El reino de oro, que parecía el reino por venir, es destruido. Amén. La idolatría es introducida por el rey a Israel, un acto que infectaría a Israel para el resto de su existencia y destruiría a Israel en captivario después a lo que digamos aquí realmente es trágico, rompe el corazón. Es fácil leer el capítulo y decir, ay, mira lo que hizo Salomón y seguir con nuestras vidas. Pero este capítulo está aquí para realmente quebrantar el corazón del cristiano, para evitirle Que usted lo lea para que hagan lágrimas corriendo por su mejilla cómo es que este hombre tan grande, tan poderoso, tan bendecido, el hombre al que el Señor se le presentó dos veces en su vida y habló con él, el hombre que amamos con todo el corazón por su sabiduría, el hombre que parece a Cristo, cómo es que este hombre puede hacer lo que hace en este capítulo. Es algo realmente Triste, completamente. Y la Biblia es clara. El problema aquí, dice la Biblia, es que Salomón amó a muchas mujeres extranjeras. Dice la Biblia que acumuló mil esposas y concubinas. Imagínense, mil esposas y concubinas. Y aquí queremos parar nosotros y decir, ah, ese fue el problema, acumuló mujeres Ese es un problema. Y era un pecado, algo que la palabra de Dios advertía que Rino debiera hacer. Y Salomón aquí estaba pecando en tener mil esposas. Sí, pero ese no es el gran problema. Aunque es uno de los problemas, no es el gran problema. El problema no es que se casó con mil mujeres, que sí es un problema espiritual, pero no el principal. El problema aquí es que él se casó con mil mujeres que eran extranjeras, inconversas, amantes de otros dioses. Ese fue el problema. Que Salomón miró la ley que dice no te debes acumular esposas. Salomón miró la ley que dice no debes tener una esposa que sea una incrédula. Y Salomón dijo la parte de la palabra de Dios aquí no se aplica a mí. Ese es el gran problema aquí. Que condujo a lo final. Su amor por estas mujeres extranjeras demuestra una vida impulsada más por el deseo humano que por la fidelidad a Dios. Así que a medida que Salomón envejecía, dice la palabra de Dios, tenía entre 50 y 60 años y ya era considerado un hombre viejo. Pero dice la palabra, cuando él ya estaba viejo, a los 50 y 60 años, cuando debería haber sido más fiel a Dios, sus esposas apartaron su corazón del Señor. Esa es la tragedia que miramos aquí. Mientras más vivimos en la tierra, más fiel debemos ser al Señor, porque más hemos experimentado su fidelidad. Hemos visto qué bueno es, cuántas veces nos has libertado, cuántas veces nos has defendido, cuánta gracia nos has dado. Y mientras más viejos nos pongamos, debemos amar a Dios aún más por esta salvación. Pero aquí miramos lo opuesto en la vida de Salomón. Pero aquí hay una advertencia. Lo que Salomón hizo no sucedió de repente. Fue el resultado de años de pequeñas concesiones pecaminosas que finalmente los llevaron a la idolatría más profunda. En otras palabras, Salomón no se levantó una mañana y dijo vamos a abandonar al Señor y vamos a construir templos a otros dioses y vamos a hacer todo lo horrible, vamos a contaminar y destruir todo lo que Dios. Ese no fue el intento de Salomón. Empezó cuando la palabra dice no te multipliques mujer y empezó a multiplicarse mujer porque la palabra no aplica a mí. y no te cases con mujeres extranjeras. No me voy a casar con mujeres, me voy a casar con todas mujeres extranjeras, porque la Palabra de Dios no me aplica a mí. Hay una excepción para mí en la Palabra de Dios. Hay una excepción que esto no aplica. La aplica a todos los demás, pero no a mí. Después de los años con estas mujeres, mil de ellas, Todas llorándole, rogándole por favor, que me hace falta la adoración de mi Dios, y él hablando del Evangelio, hablando de Cristo, y ellas rechazando a Cristo, rechazando el Evangelio, y entregadas a su ideolatría, y por fin le dice, lo que tú quieras, amores, lo que ustedes quieran, para yo tener paz. Esto fue la tragedia, la trágica caída de Salomón, Es una severa advertencia para todos nosotros. Incluso los más sabios entre nosotros pueden caer si nos apartamos del mandamiento de Dios. En otras palabras, la sabiduría por sí sola no es suficiente. Debe estar cimentada en la palabra de Dios y alimentada continuamente por la dependencia en el Señor. En otras palabras, si confiamos solo en los dones que Dios da y olvidamos al dador, fracasaremos también. Miren a Salomón, un hombre adoptado increíblemente como ningún otro hombre y parece ser con todas bendiciones que Dios le dio, la sabiduría, la riqueza, la fama, que él paró de ver a Dios el dador y puso su fe en que en todas estas dádivas que Dios le dio, yo soy el hombre más sabio, yo me puedo mantener a sí mismo, quitó los ojos de Cristo y se hundió, se hundió. Así que miremos el versículo 1 al 13, la caída sutil y gradual de Salomón. Y miremos la naturaleza de la ofensa que está aquí. En el versículo 2, nuestro pasaje nos recuerda del mandamiento de Dios que se encuentra en Deuteronomio 7, 3 al 4. Usted recuerda, ese era el pacto mosaico que Dios le dio a Moisés y le dijo, estas son mis leyes. Algo de que Salomón entendía, que sabía, algo que el Señor le había advertido a él, algo que él había estudiado porque se lo dio a Moisés y había sido parte de la historia de Israel. ¿Qué dice Deuteronomio 7.3-4? No contraerás matrimonios con ellos. Hablando de los qué, incrédulos. No darás tus hijas a sus hijos, ni tomarás sus hijas para tus hijos, porque ellos apartarán a tus hijos de seguirme para servir a otros diosos. Entonces, la ira del Señor se encenderá contra ti y Él pronto te destruirá. ¿Vio? Y aquí deben decir algo, los mandamientos del Señor no están ahí porque el Señor le quiere quitar nuestro gozo o porque quiere limitar cuánto nos vamos a divertir en esta tierra. Los mandamientos del Señor están ahí porque el Señor nos ama, porque Él sabe lo que conduce a lo mal. Y Él te dice no hagas esto porque lo que vendrá será terrible, lo que vendrá después de eso será el juicio del Señor. Así que Dios es bueno y ama a su pueblo. y le dice lo que es bueno y lo que es malo para que ellos puedan vivir. Y el Señor había dicho a Israel en el tiempo de Moisés, no, no se atrevan a casarse con mujeres extranjeras porque van a conducirte a la idolatría. Es más fácil jalar a una persona hacia abajo que una persona levantar a una persona hacia arriba. No lo hagan, dice Dios. Y Salomón dijo, para mí hay una excepción. Hizo exactamente lo que este versículo impedía que él haga. Amado Salomón, Ignoró este mandato del Señor. Y por lo tanto, fue seducido a la misma idolatría contra la cual abierta. No vayas hasta mujeres extrañas porque te van a seducir a ir a la idolatría. ¿Qué haces al amor? Ama a mujeres extrañas. ¿Y a dónde condujo? A la idolatría que Dios la vertió. ¿Y a dónde condujo la idolatría? Al mismo juicio que Dios le dice. Así que, persona joven que está aquí, escuche la palabra de Dios. No te atrevas casarte con un incrédulo. No lo hagas. Por más guapo o guapa que sea ella o él, no lo hagas. Porque lo que vas a tener es una miseria. Cuando tengas un esposo o una esposa que no ama a Dios, que no quiera seguir a Dios y tú quieras seguir a Dios y tus hijos están entre el medio y la idolatría destruye tu vida y dirás ¿Por qué hice esto? Conduce la muerte. Escucha la voz del Señor. Amados, Salomón ignoró este mandato del Señor. y por lo tanto fue seducido a la idolatría. Nuestro pasaje nos dice que Salomón persiguió la adoración de dioses falsos entonces, impulsado por sus mujeres. Años y décadas escucharlas lamentar lo que querían. Salomón dice, ¿sabes qué? Voy a construir estos lugares para ustedes. Esposa contenta, vida contenta. Debe de Dios contento, cristiano contento. So, Salomón hace lo que hace. Y construye estos templos a estos falsos dioses. Y la palabra nombra a alguno de estos falsos dioses. Y hablemos de estos dioses para que usted pueda ver la práctica, para que usted pueda ver que horrible fue el pecado de Salomón. Lo que hizo, lo que introdujo a Israel. La destrucción de generaciones de israelitas. la destrucción del templo al final del cautivario. Todo, todo, todo podemos seguirlo a este punto de historia. El hombre más sabio fracasó en la peor manera posible. Construyó un templo, dice la Palabra de Dios, y pilares a Astarot, la diosa de los Sidonios. El culto a Astarot en la época de Salomón utilizaba prácticas como la prostitución ritual, la quema de incenso y la ofrenda de sacrificios. a menudo en santarios o postes sagrados para la diosa de la fertilidad. ¿Y cómo se celebra la fertilidad? Con el acto sexual. Mujeres con hombres, hombres con mujeres, prostitutas y prostitutos por donde quiera, hombres con hombres, mujeres con mujeres. ¿Todo lo introdujo quién? Salomón. ¡Salomón! Él trajo esta horrible pecado al grupo, a la nación de Israel. Ofende el corazón. Pero también construyó un templo a Quemós, el dios de los Moabitas. El culto a Quemós implicaba sacrificios rituales, incluidos sacrificios humanos en lugares altos construidos para Quemós. El culto de Quemós se relacionaba con las prácticas malvadas del dios cananeo Baal. Usted sabe que al final Baal se va a convertir en la piedra de tropiezo a Israel para el resto de su historia. ¿Quién trajo a Baal? ¿Quién trajo a Kemos? Salomón. ¿Quién introdujo sacrificios humanos? Salomón. El hombre más sabio que ha vivido en toda la tierra. No sabiduría humana, sino sabiduría espiritual. ¿Por qué? Porque quitó sus ojos de quién? De Dios. Puso su fe en su propio don y mira dónde condujo esto. construyó un templo, Amolach, el dios de las amonitas. El culto Amolach se caracterizaba por la horrible práctica del sacrificio, no solamente humano, sino específicamente de los niños, de los bebeses. Había una estatua grande, enorme, de bronce, con la cara de un toro. y era hueco la estatua de bronce y la llenaban de leña y de cosas combustibles y lo prendía y empezaba el fuego adentro y le echaba más leña hasta que el bronce se ponía rojo con el arder con las llamas. Molag tenía los brazos extendidos para recibir el sacrificio. Él te promete prosperidad pero tú le tienes que dar algo y esa estatua llena de leña quemando, roja con el ardor, ahí ponían los bebeses. El bebé era quemado vivo, gritando, pero no se oía los gritos del bebé porque había tambores y música fuerte para ignorar los gritos de los niños. Salomón introdujo eso a Israel. Algo que el Señor va a decir después si usted conoce su antiguo testamento lo suficiente. Ustedes que sacrifican hablando de Israel a los bebeses. Una cosa que nunca cruzó mi mente pedirles. Algo que jamás pediría de ustedes. Algo que es completamente horrible y detestable a mi corazón. Ustedes lo hicieron. ¿Y quién lo trajo? Fue Salomón. ¿Vio? No solo podemos leer y decir, ah pues si introducción de idolatría, pero que significa eso. Mire lo horrible, mire el espectáculo, porque Dios quiere que usted ponga atención. Dios quiere que su corazón se quebrante y que usted diga, pero como puede ser. Porque aquí hay lecciones para usted y para mi. Amado los pecados de Salomón, entonces fueron una violación directa. no solamente del pacto mosaico, se recuerda a Pedro, sino del mandamiento primero y el mandamiento segundo encontrados en Éxodos 20, del 3 al 5. No tendrás otros dioses delante de mí. Salamón quebrantó esto. No te harás ningún ídolo, Salamón quebró esto, ni semejanza a alguno de los que está arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No los adorarás, quebrantó eso, ni los servirás, quebrantó esto, porque yo el Señor tu Dios soy Dios celoso, que castigo la iniquidad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborecen. Y la descendencia de Salamón sufrió. Por lo que él hizo. Y no solamente eso, escuche. Todo Israel de este momento sufrió. Se terminó la época de oro. Se terminó el rey que parece a quien? A Cristo. Se terminó el reino que parece el reino por venir. División entrará. Descorde va a entrar. Animosidad va a entrar. Todo será quitado. Vendrán bandas y quitarán todo el oro. Vendrá bandas y quitarán toda la plata. Vendrá en los juicios del Señor. Israel va constantemente a pelear contra la adoración a Baal, ser fiel a Baal o ser fiel a Dios. Habrá unas estrellas de reyes que van a venir, unos poquitos que van a tratar que la gente regrese al Señor, pero por lo general la realidad está perdida y al final Israel lo miramos quemado en el libro de Jeremías, destruido el templo, destrozado, Israel cautivo, las mujeres abusadas, los hombres asesinados, las mujeres con bebeses abiertas por la espada y los bebeses tirados en la calle. ¿Quién tiene la culpa? Salomón, el gran rey. Las acciones de Salomón revelan la naturaleza sutil del pecado. Las concesiones pequeñas, gradales y pecaminosas, en última instancia infectan al corazón y conducen a un fracaso moral y espiritual catastrófico. Escuchen lo que acabamos de decir. Las concesiones aquí pequeñas, esto no aplica a mí, esta acción, yo puedo hacer esto, el señor no entiende, yo tengo excusas, esto no aplica a mí. Esas cositas chiquitas, durante el tiempo conduce, conduce, conduce a llegar Dice la Palabra de Dios al fracaso moral y espiritual catastrófico. Como David no se levantó y dijo, sabes que yo voy a tomar a una mujer que no sea mi mujer y después ella va a estar embarazada y voy a matar a su esposo, voy a matar a otros hombres y me va a casar con ella y pretender que es mi hijo. también no se levantó ese día con ese pensamiento, pero fue que compromiso aquí, compromiso acá, compromiso aquí, yo no necesito de Dios, yo no necesito la palabra de Dios, no necesito habitar en el Señor, yo estoy bien, estoy fuerte y concesión aquí, pecadito acá y condujo a un fracaso moral y espiritual, como dijimos aquí, catastrófico, igual con Salomón. El tema clave entonces mencionado es nuestro para nosotros considerar es la palabra corazón no sé si puso atención cuántas veces la palabra corazón es mencionado en el capítulo 11 varias por lo menos cuatro veces en el versículo 2, 3 y 4 pero aún más de esas por correr todo el capítulo escuchen lo que Dios dice en el capítulo en el versículo 2, 3 y 4 porque ciertamente desviarán su corazón ahí está tras sus dioses y el versículo 3 y sus mujeres desviaron su corazón Y el versículo 4, porque cuando Salomón ya era viejo, sus mujeres desviaron su corazón tras otros dios. Y otra vez el versículo 4, y su corazón estuvo dedicado por completo al Señor su Dios. Y después su corazón, su corazón, su corazón. El problema con Salomón fue el corazón que se alejó de Dios. En la Biblia el corazón es el centro de nuestra voluntad. amor y pensamiento. El pecado a menudo comienza en lo profundo del corazón, mucho antes de que se muestre por afuera, antes de la construcción de los templos paganos en Jerusalén, antes de que Salomón construyera algo para Estaroto, para Quemoso o para Moloch. El corazón de Salomón ya se había desviado. Usted tiene que entender algo que dice el libro de Jeremías, el corazón del hombre es qué? Terrible, inconocido, lleno de pecado. ¿Quién lo puede entender? ¿Qué dice el libro de Génesis? Cuando el Señor miró que solo los pensamientos y las intenciones del corazón del hombre solo era lo malo, todo el tiempo le agravó su corazón haber creado el hombre. ¿Qué dice la palabra del corazón humano? El corazón humano es que el centro de toda maldad. Y usted diga, ah pero pastor yo soy redimido. Mi corazón es nuevo, el Señor ha quitado el corazón viejo y ha puesto un nuevo corazón. Sí, pero usted todavía vive en esta carne. Entonces, ¿qué es lo que usted debe hacer? Cada día encarcelante el Señor. Dice el Señor, si tú no guardas mi corazón, yo fracasaré moral y espiritualmente en una manera catastrófica. Yo haré lo peor, yo puedo ir a cualquier límite, yo puedo cometer cualquier pecado, yo puedo hacer cualquier maldad que haya en el mundo, si tú no me guías y si tú no me guardas. Yo no soy mejor que el peor de los pecadores que está allá afuera. Si tú no me ayudas, si tú no me guías, si tú no me guardas, haré lo terrible delante. Necesito de ti hoy. No puedo depender de los dones que tú me has dado, no puedo depender solamente en la relación que tengo, sino necesito de ti. Algo que Salomón en toda su sabiduría se olvidó. El Señor nos advierte del corazón en Marcos 7, 21, cuando Él dice lo siguiente, porque de adentro del corazón de los hombres salen los malos pensamientos, fornicaciones, robos, homicidios, adulterios, avaricios, maldades, engaños, sensualidad, envidia, calumnia, orgullo y insensatez. Todas estas maldades de adentro salen de adentro del corazón y contaminan al qué? Al hombre. Mira el corazón humano. La tragedia se hace aún más claro cuando comparamos el comienzo del reino de Salomón con el final. En el versículo 3, del capítulo 3 de Primera de Reyes, leemos lo siguiente. Salomón amaba al Señor andando en los estatutos de su padre Tabí. ¿A quién amaba Salomón? Al Señor. Cuando comenzó la palabra dice Salomón amaba al Señor. ¿Cómo comienza nuestro capítulo en el recículo 1? El rey Salomón amó a muchas mujeres extranjeras. ¿Pueden ver el cambio? ¿Pueden ver el cambio? ¿El cambio era de quien? El amaba a Dios caminando en obediencia en todo como David su padre, a que él amaba a muchas mujeres ¿Qué? Extranjeras. Su corazón se había desviado de lo que era verdadero hacia lo que era idolatría. Este cambio en sus afectos de Dios a sus esposas es completamente triste. Nos desafía entonces a preguntarnos a nosotros mismos. Y amado, quiero que se hagan esta pregunta. ¿Dónde están mis afectos hoy? Porque si es posible que este hombre que amaba a Dios y caminaba con Dios, que los afectos del corazón durante un largo tiempo en su vida se desprendieron más y más de Dios y se fueron a otras cosas, es posible que el corazón suyo haga lo mismo. Amén. Es posible que nosotros dejemos ese lugar de amor al Señor y empecemos a amar cosas que no debemos amar. Usted se tiene que preguntar, ¿mi amor por Dios se ha enfriado con el tiempo? ¿O he perdido mi primer amor? Perder el primer amor como lo hizo Salomón aquí es un pecado horrible. Significa sustituir el amor a Dios por el amor a otras cosas o otras personas. Y vemos que si es posible, es posible para una iglesia reformada que ame al Señor y ame la teología correcta, que crea todo lo que es bueno y quieran intentar vivir bíblicamente, aún llegará a este lugar. Porque empezamos a depender en lo que somos y no en quien nos hizo lo que somos. ¿Y cómo puedo comprobar eso? Bueno, la vida de Salomón, en el libro del Apocalipsis, donde el Señor habla con la iglesia en Éfosos. ¿Y qué le dice a ellos? Bueno, aplauso. Ustedes aman la teología, aman lo que es correcto. Hácenlo bien. Ustedes examinan las personas que dicen que son del Señor y si lo encuentran que son, no son del Señor, lo impiden entrar. Ustedes aman lo correcto, odian lo malo, que bueno, están bien teológicamente. Pero que dice el Señor, pero tengo esto contra ti, que has dejado tu primer amor. Es posible creer todo lo correcto y el corazón y los afectos no están con Dios. Es terrible considerar. Y es lo que miramos aquí en Salomón Amados. La Biblia nos dice que Salomón no rechazó completamente a Dios. No fue que Salomón se levantó y dijo ¿Sabes qué? Voy a dejar a Dios. ¿Qué me importa? Voy a hacer lo que yo quiera. No, no, no, no. La Biblia nos dice que él cambió. Él cambió. Se nos dice que su corazón estaba no abandonando al Señor. Aunque cualquier abandono del Señor es un abandono completo. pero que él estaba en su corazón dividido. Quería amar a Dios y a sus esposas. Quería que Dios estuviera contento con él y sus esposas, y Kemos, y Astorot, y a Molac, y a otros dioses. Salomón hizo lo malo, dice la palabra de Dios. Salomón hizo lo malo. a los ojos del Señor en el versículo 6. Y no siguió plenamente al Señor, vio si lo estaba siguiendo, pero que no plenamente, dividido como lo había seguido su padre David. Así que Salomón continuó adorando al Señor, pero le agregó también la adoración, todos los caminos conducen al mismo lugar. Amo a Dios y amo a Astarot y todos igual, se mintió a sí mismo. Estaba divido entre dos opiniones. Pero Jesús nos advierte también contra este engaño espiritual. Mire lo que dice Mateo 6, 24. Nadie puede servir a dos señores porque aborrecerá a uno o amará al otro, apreciará a uno o despreciará al otro. Y sabemos cómo termina este versículo. Amarás al Señor o al dinero. Pero eso está hablando no solamente del dinero. No podemos tener dos maestros. No podemos tener un corazón ¿qué? Dividido. Y ese fue el problema de Salomón. Un corazón dividido. Así que el versículo 5 sugiere que Salomón no solamente construyó los templos, introdujo toda esta maldad, sino que él también participó del acto abominable de adorar estas cosas. ¿Cómo? Pues mire lo que dice el versículo 5. Porque Salomón siguió a Astorot. ¿Pueden verlo? No solamente construyó, pero también la qué? La siguió, la adoró, dice la palabra del Señor. Participó. en los rituales abominables. Es increíble para nosotros. Nos preguntamos, ¿cómo puede el hombre más sabio de todo el mundo, con tanto beneficio que Dios se le apreció a él dos veces y la última vez le advertió de esto mismo? No hagas esto. ¿Cómo es que este hombre pudo hacer lo que hizo? ¿Cómo es que podemos entender eso? Y la siguiente pregunta que surge es aún más importante. Es como primeramente yo leía esto muchos años atrás, hasta que el Señor me enseñó mejor. Bueno, si Salomón con tanto beneficio pecó contra Dios, ¿qué esperanza tengo yo? Si él destruye toda su vida, todo su testimonio, toda su familia, todo su reino, ¿qué esperanza tengo yo? Cuando yo primera leí este capítulo, décadas atrás, realmente quedé sombroso, quedé angustiado en corazón. Dije, pues, no hay esperanza para mí. Si con tanta sabiduría este hombre peca, yo no tengo la sabiduría que él tiene. Si con tanto privilegio, ¿qué esperanza tengo yo? Y llegué a una actitud fatal donde dije, pues, aquí, Voy a destruir todo. Voy a construir y voy a destruir todo, como lo hizo este hombre. Voy a destruir a mi esposa, a mis hijos, a mi familia, a mi iglesia, a mi comunidad. Quemaré todo. Hasta que el Señor me enseñó lo que está ocurriendo aquí realmente. Amados, déjenme decirles algo. Tienen razón. Si Salomón fracasó aquí, ¿qué esperanza tiene usted? Ninguna. Usted puede hacer exactamente lo que hizo Salomón y aún escuche peor. Yo sé que no es lo que quiere escuchar, pero es lo que la Palabra del Señor dice. Pero hay algo que tenemos que ponerle atención. Nosotros haremos lo que Salomón hizo si hacemos lo que Salomón hizo contra Dios. Todo lo que el Señor le dio, él puso su confianza en lo que Dios dio y no en el que no dio. Quitó los ojos de quien? de Dios. El hombre más manso, más pobre, más falto de sabiduría, si mantiene sus ojos en Cristo, tendrá más victoria que el rey Salomón. Amén. Es algo importante que usted escuche, porque si hay esperanza para usted y mí. En nosotros no hay esperanza, nosotros haremos todo lo horrible, haremos lo peor que podamos, descenderemos a un nivel que nunca jamás previamos o que esperábamos que íbamos a hacer. Pero si cada día me levanto y digo Señor te necesito. Si cada día digo Señor si tú no me guardas yo pecaré contigo, contra ti. Si cada día no me levanto y admito mi necesidad. Si cada día no tomo este corazón que alguna vez todavía anhela pecar y lo someto a la voluntad de Dios. Si no, si no aprecio y no utilizo los medios de gracia que Dios ha dado, si no confieso mi necesidad Como un pavo real saco mis plumas y empiezo a caminar. Mira que espiritual soy yo. Yo soy el pastor Ismael. Mira cuánto de la Biblia, yo sé mucho de la Biblia. En el momento que lleguemos a ese momento, ¿qué vamos a hacer? Hacer lo mismo que hizo Salomón. No hermanos, yo soy un hombre pobre, quebrantado, bancarrota espiritual. Y necesito el depósito de Dios cada día de mi vida. Algo que Salomón se lo olvidó. Algo que usted nunca puede olvidar. Jesús también nos recuerda de esto en Juan 15, versículos 4 y 5, donde dice, permanezcan en mí y yo en ustedes, como el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo si no permanece en la vida, así tampoco ustedes si no permanecen en mí. Pueden verlo? Ahí está, ese es el problema de Salomón Ojalá que usted nunca deje en este lugar de permanecer ¿En quién? En Cristo Yo soy la vid, ustedes los farmientos El que permanece en mí, yo en él, ese da mucho fruto Porque separados de mí, lean conmigo, nada pueden hacer ¿Cuánto podemos hacer? Absolutamente nada bueno Fracaso, destrucción, cenizas, quebrantamiento Dolor, porque aparte de mí, separados de mí, nada pueden hacer. Oh Señor, que esa sea mi oración cada día, cada momento de mi vida. Es por esto no deberíamos sorprendernos cuando leemos entonces el Señor se enojó con Salomón porque su corazón se había apartado del Señor Dios de Israel que le había aparecido dos veces Versículo 9, el Señor dice, yo me aparecí dos veces, que privilegio Y le hablé específicamente la segunda vez de este mismo problema Yo le aparecí y él no escuchó Y el Señor dice, ahora tiene que venir la ira de quien Dios Yo se lo había prometido Dios simplemente está cumpliendo con lo que se declaró en el pacto mosaico, ¿se recuerdan? Deuteronomio 6, 14, 15. No seguirán otros dioses a ninguno de los dioses de los pueblos de los que rodean, porque el Señor tu Dios que está en medio de ti es Dios celoso. No sea que se encienda la ira del Señor tu Dios contra ti y Él te borre de la superficie de la tierra. La ira de Dios viene de su celo por la adoración y el afecto de su pueblo. Otra vez, la palabra celo se nos oye. Es difícil aplicársela al Señor porque sabemos que el celo humano siempre viene del orgullo humano, nunca viene de Dios. El celo humano es por yo, por mí, lo que esto me afecta a mí. No es por el beneficio de la otra persona, es por usted. Es egoísta. Pero el celo de Dios Viene de un lugar de amor. Y usted dice, ¿pero cómo que él se lo puede venir de amor? Porque Dios sabe que el momento que tú no lo adores a él y te vas a otros ídolos, destruirás a qué? A tu vida. Porque no hay otro Dios más que él. Amén. Otra vez, el celo de Dios te protege porque Dios dice adorarás a sólo el verdadero Dios. Los otros dioses no son qué? Dioses. Son licencia al pecado y la destrucción. Entonces Dios dice, soy celoso por tu adoración. No porque él la necesita, pero porque nosotros lo necesitamos a él. ¿Pueden ver la diferencia? La ira de Dios viene de su celo por la adoración y el afecto de su pueblo en la cultura actual. La idea de que Dios está enojado o celoso no sienta bien porque choca con el pensamiento moderno. La gente quiere vivir la vida a su manera, eligiendo a quien adorar, cuando su propia mezcla, creando su propia mezcla de creencias. Y muchos no ven nada malo con esto, ofensivo para Dios. Lo ven como exploración o crecer espiritualmente. Esta parte del catolicismo, esta parte de la teología del nuevo mundo, la teología de Cristo. Y hago mi propia religión. Pero el Dios de la Biblia es claro. Él exige nuestra devoción total y exclusiva o nada en absoluto. ¿Por qué? Porque no hay otro Dios más que Él. Él es el único bueno para nuestras vidas. Isaías 45.6 Yo soy el Señor y no hay ninguno otro Fuera de mi no hay Dios, yo te fortaleceré, aunque no me has conocido, para que se sepa que desde el nacimiento del sol hasta donde se pone, no hay ninguno fuera de mi. Yo soy el Señor y no hay otro. Que el pueblo del Señor diga menos. ¿Por qué es que Dios odia la idolatría? Porque te lo conduce a lo falso. Escucha, la idolatría no conduce a otro Dios, conduce a que? a lo falso, porque no hay otro Dios más que el Dios del cielo. Amén. Así que aprendemos que la idolatría de Salomón arruinó la época adorada de su reino y dejó un legado de la idolatría que afectaría a generaciones de israelitas. Cuando reza partió de Dios, también lo hizo el pueblo. Cuidado, padre, madre, abuelo, abuela, hijo, hija del Partarte de Dios no solamente te destruye a ti, pero a aquellas personas que están alrededor de ti que te aman, a las que tú tienes autoridad sobre de ellos. Miremos el versículo 14 al 26, donde empezamos a ver el juicio soberano de Dios. Este pasaje muestra cómo Dios dirigió activamente los acontecimientos para traer juicios sobre Salomón. Se enfatiza tres juicios claves. El primero en el versículo 14, entonces el Señor levantó un adversario a Salomón, Adad, el Edomita, versículo 23, Dios también le levantó otro adversario a Salomón, a Rezón, hijo de Iliada, y el versículo 26, entonces Jeromón, hijo de Nabat, un nefrateo, al final se rebeló contra el rey. Pueden ver, dos ataques de afuera y uno por dentro. El Boa Mera Israelita, Efraimita. Dos de afuera y uno por dentro. La paz destruida. la seguridad destruida. ¿Por qué? Porque aunque Salomón era foto del rey por venir y el reino, foto del reino venir, no eran, no actual. Todavía esperamos el verdadero rey, el verdadero reino. El escritor lo deja claro, estos acontecimientos no sucedieron accidentalmente. Hadar, Rezón y Jeroboam no aparecieron por casualidad. Era parte del plan de Dios. Él los colocó en la historia en el momento adecuado para cumplir los propósitos que Él tenía en Su soberanía. Estos individuos fueron instrumentos del juicio soberano de Dios. El juicio de Dios se alinea con sus promesas específicas al pacto davídico. Dios lo había prometido en el versículo 14 de 2 Samuel, capítulo 7. Yo seré padre para Salomón y él será hijo para mí. Cuando él cometa iniquidad, yo lo castigaré con varas de hombres y con azotes de hijos de hombres. Aquí vienen estos hombres, como Dios había prometido. Amén. Dios es soberano incluso sobre el juicio. Amén. incluso sobre el juicio. En el versículo 27 al 43, miramos la historia, que la historia está en las manos de Dios. Esta porción se centra en Jeroboam, hijo de Nabat, y a Jías, el profeta. ¿Quién era Jeroboam? Es una figura interesante en la Biblia, misteriosa, aparece de la nada y no sabemos nada sobre sus antecedentes, ni sobre su vida personal, pero aquí está el próximo rey de Israel. Y si saben aún menos sobre el profeta Ahías, es una figura misteriosa que transmite el mensaje profético de Dios en la historia, con un manto nuevo y empieza a romper pedazos. Aquí toma diez, esa va a ser parte tuya y la otra parte será de quién? El Salamón. Interesante, ¿verdad? Que sí, lo que el Señor hace aquí. Jeroboam es escogido por Dios al liderar. Hemos visto que la seguridad de Israel se va, ¿verdad? La paz que tenía, pero ahora Este gran reino que era tan grande que todo el mundo miraba, ahora va a ser dividido en dos partes. Y de ahora para adelante vamos a venir hasta el cautivario. Vamos a ver a Israel dividido con dos reyes. El rey del norte, que viene de la línea o de la rebelión de Jeroboam, y el rey del sur, que son descendientes de ¿quién? David. El reino menor es el de David, una tribu y media. El reino del norte será el mayor y más fuerte. Diez tribus jamás vendrán juntos otra vez. El reino del norte será llevado al cultivario nunca para regresar y el reino del sur será llevado al cultivario para regresar después. De ahora para adelante vamos a ver división, guerra entre hermano y hermano, tío y tía. Amén. Guerra civil. Lo que el Señor dijo, si tú te vas a atar a otros dioses, destruiré todo. Y aquí lo está destruyendo Dios. Cuando Jeroboam y Agías se encontraron, sucede algo increíble. Agías rasca su manto nuevo en doce pedazos y le da diez a Jeroboam. Este acto dramático simboliza el plan de Dios de dividir el reino de Israel. Jeroboam gobernará sobre diez tribus, mientras que solo una tribu permanecerá bajo las descendientes de David. Por lo tanto, la idolatría de Salomón conducirá a los reinos divididos de Israel. Dios le hace promesa a Jeroboam, si tú me sigues con el corazón como lo hizo David, estableceré el norte como un lugar que ama al Señor también. Pero tristemente Jeroboam no lo hizo. El norte siempre será pagano. El norte siempre será idólatra. El norte nunca alabará de Dios. El sur tendrá unos pocos reyes que amarán al Señor, pero también por lo largo será qué? Idólatra. Pero el norte se va a quebrar al 100% la idolatría. Algo terrible. ¿Y todo por las manos de quién? Salomón. Esta pasada nos recuerda que Dios siempre tiene control de la historia. Utiliza a personas inesperadas como Jeroboam y Angías. Las levanta cuando Él quiere y las sienta cuando Él quiera. Él hace los planes, Él controla todo, los acontecimientos de 1 Reyes 11 enseña una lección importante, la historia se desarrolla según la voluntad de quien? De Dios. Pero nos preguntamos, aquí Dios, aquí Dios cancela las promesas que le hizo a David en 2 Samuel 7, 12? Y la respuesta a eso es claramente que no. Cuando Dios anunció el juicio sobre Salomón, él puso dos restricciones claras en ese juicio. Primero, dice Dios, el reino solo se dividirá durante el reinado del hijo de Salomón, Rehoboam. Y número dos, quedará una tribu que permanecerá bajo el linaje de David, para que estas ¿Por qué estas limitaciones? Porque Dios había hecho promesas inquebrantables a David en Jerusalén. ¿Pueden ver? 1 Reyes, versículo 34. Sin embargo, no quitaré todo el reino de su mano, sino que lo haré príncipe todos los días de su vida por amor a mi siervo David, a quien escogí, el cual guardó mis mandamientos y mis estatutos. ¿Pueden ver? Dios le dice, yo le hice una promesa ¿a quién? A David. Le voy a quitar las 10 tribus. Voy a hacer su reino aflicción. Voy a hacer su reino chico, pero no lo quitaré porque yo hice una promesa ¿a quién? A David. Y yo cumplo mis ¿qué? Promesas. Y la grande promesa de David es ¿qué? Que su hijo un día se sentará sobre todo el reino. El hijo ¿quién? Jesús. Entonces ese señor dice voy a disminuir el sur hasta casi a lo nada pero no a lo nada porque le hizo una promesa a quien? A David. Gloré a Dios que Dios mantiene sus promesas porque de esa promesa viene aquí en Cristo quien nos salvó a nosotros. Así que el versículo 39 insinúa esta esperanza para el futuro reino del Mesías. Cuando leemos en el versículo 39, afligere a la descendencia de David por el pecado, pero no para siempre. Pueden oír, ahí está la esperanza suya y mía. No para que, lo voy a afligir. El reino de David no va a ser igual para el resto de la historia. Irán al cautivario, pero vendrá el Rey de Reyes, de la descendencia de David. ¿Qué dijo el ángel a María? Se llamará ¿quién? Jesús. ¿El Señor le dará qué? El trono de su padre David. Amén. Glorias a Dios. ¿Qué dijeron las personas cuando miraron a Jesús venir? ¡Josana! ¿Al hijo de quién? De David. Gloriese a Dios. Entonces, Dios dice aquí, escúchenlo otra vez, aflijaré a la descendencia de David, pero no para siempre. Llegará el reino de oro a la línea de David. Gloriese a Dios. En otras palabras, habría aflicción, pero no abandono. La promesa de Dios de restaurar el linaje de David a través del reinado mesiánico de Jesucristo permaneció intacta. Miremos el versículo 40 para terminar. Al final de nuestro pasaje vemos la reacción de Salomón a la profecía en su contra. Dios le dijo a él, te voy a quitar y voy a darle el reino tuyo a otro, tu vecino que es mejor que usted. Esa misma palabra la hemos oído anteriormente. ¿A quién le dijo Dios esto? A Saúl. ¿Se recuerda? Cuando vino Samuel y le dice, ¿Por qué no has obedecido la voz de Dios? ¿Por qué tú no has obedecido la voz de Dios? El Señor ha escogido un nuevo rey, un vecino tuyo mejor que tú, y le va a dar tu reino. ¿Se recuerda? ¿Y quién era ese nuevo rey? David. Y al hijo de David se le dice la misma palabra que se le dijeron a quién, a Saúl. Al final de la historia, Salomón parece más al hijo de quién, de Saúl que al hijo de David. Triste, ¿verdad que sí? No lo es, pero parece más hijo de Saúl que David. Miren, miren lo que dice la Palabra de Dios. Inicialmente, Salomón cuando oye estas palabras no se arrepiente. ¿Quién no se arrepintió cuando oyó esas palabras? Saúl. En cambio, busca matar a Jeroboam. ¿Qué hizo Saúl? ¿Buscó matar a quién? A David. ¿Pueden ver? ¿Pueden ver que es igual? Él, así lo hace Salomón. Se convierte en enemigo de la voluntad de Dios. Dios le dice, te lo voy, voy a dar tu reino a otra persona, a Saúl. Saúl dice, absolutamente no. Pelearé contra la voluntad de Dios y yo voy a ganar. Yo eliminaré a quién? A David. Yo gano, Dios pierde. ¿Qué hace Salomón? Absolutamente no. Lo mataré. Yo gano, Dios qué? Pierde. Se parece más a Saúl que a David, ¿verdad que sí? Se le olvidó del dolor de su padre corriendo todos los lugares. El único error que hizo David fue que Dios lo escogió. Él no hizo nada para merecer. Y Jeroboam aquí, el Señor lo escoge. Y de veces Salomón dice, ¿sabes qué? Gloria a Dios, yo cometí el error, es justo. Él dice, no, absolutamente no. Él escoge violencia y oposición como rey Saúl antes que él. El intento de Salomón de matar a Jerboa muestra cuánto se había alejado de la humildad y la confianza en Dios que marcaron el reinado de su padre David. Qué diferente se parece Salomón al final que al principio. Al principio, Salomón amaba a Dios como su padre David. Al final, Salomón ama a mujeres extranjeras y pelea contra Dios. Salomón se hace enemigo de la voluntad de Dios. Él te diría, no, no, no, no, soy enemigo de quién? De Jeroboam, lo tengo que matar a él. Pero quién había apuntado a Jeroboam? Dios. Así que Salomón se hace enemigo de la voluntad de Dios. Yo puedo contra Dios, yo puedo ganar. Imposible. Bueno, nuestro capítulo entonces termina aquí con, se murió Salomón y con él la época de hora. Y con él, la fidelidad de Israel. Y con él, el amor a Dios puro. Es una terrible manera de terminar para nosotros, especialmente con la Navidad del miércoles. Se van a salir aquí todos llorones, no quiero eso. Entonces déjeme contarles el resto de la historia. En Ecclesiastes vemos señales del arrepentimiento al final de la vida de Salomón. Sí, Salomón quemó todo. pero al final se arrepintió. No todo estaba bien, hubo grandes consecuencias, su reinado fue destruido y Dolatrim salía a parte de Israel para el resto de la historia, su hijo no iba a reinar bien, sus hijos iban a seguir su ejemplo, iba a ser algo, consecuencias horribles, horrendas, pero Salomón se arrepiente al final. Eclesiastes refleja el profundo arrepentimiento de Salomón por su búsqueda de poder, riqueza y placer sin poner sus ojos en Dios. Él reconoció que la vida está en última instancia en las manos de Dios. Y estas reflexiones de Salomón muestran a un hombre humillado por sus errores, acepta la inutilidad de resistir la voluntad de Dios y busca sabiduría en la soberanía de Dios. Al final nos enseñan esta historia que los elegidos de Dios pueden pecar horriblemente contra Dios si quitan sus ojos de Dios, pero nunca serán abandonados si son hijos de Dios. Siempre regresarán a casa. Glóriese a Dios. A lo mejor no es igual. A lo mejor con dolor constante por el resto de la vida, pero pueden regresar. ¿Qué esperanza para usted y para mí, verdad? El Señor nunca descarta a sus ovejas. Después de años de desafío, el arrepentimiento de Salomón reveló un corazón que buscaba significado y paz. Este cambio refleja la advertencia en Apocalipsis 2, que afirma que abandonar el primer amor puede llevar a la muerte espiritual. El fracaso de Salomón en confiar plenamente en Dios y el malgasto de su vida en sus últimos años ejemplifican la consecuencia de alejarse de un corazón completamente dedicado a Dios. Entonces usted diría, pero pastor, ha entrado una gran convicción en mi vida, me estoy alejando, no me siento igual como antes, no puedo ver a Dios plenamente como antes, como que mis afecciones, mis afectos no están como antes en el Señor, ¿qué puedo hacer? Regresa al capítulo 2 Apocalipsis, ¿qué se puede hacer? Yo he hablado durante los años con muchos jóvenes y adultos diferentes como pastor. Antes yo amaba al Señor, pero parece que mi fuego, mi ardor no está ahí. Hay compromisos en mi vida que no debo tener. Me excuso de la palabra de Dios. ¿Qué puedo hacer? ¿Cómo puedo regresar? No siento a Dios como antes. ¿Cómo puedo regresar? Primero tiene que reconocer que Dios nunca se movió. El que se fue de la presencia no fue Dios. ¿Fue qué? usted. ¿Pero qué puedo hacer? Bueno, yo siempre le leo Apocalipsis 2, donde dices, tengo esto contra ti, has dejado tu primer qué? Amor. Pero entonces le leo los siguientes versículos, los siguientes versículos, ahí encontramos la receta, el medicamento al problema. Donde Dios dice, recuerda de dónde te caíste, arrepiéntete por haber dejado ese lugar y rehace los actos de piedad que tenías antes. Ese es el medicamento. Si te sientes que has dejado a Dios o que tienes afecto por otras cosas, si esto te ha causado a ti dolor en tu corazón, mirar, y si estoy en ese mismo lugar, no amo a Dios como lo amaba antes. ¿Qué tengo que hacer antes que llegue al fracaso moral y espiritual catastrófico que entró Salomón? ¿Qué puedo hacer? Dice la palabra de Dios, recuerda. Recuerda, ve para atrás en tu mente, en ese lugar cuando tú primero amabas al Señor. ¿Te recuerdas qué lindo era ese tiempo? Donde te convertiste, donde devorabas la Biblia, donde orabas, a veces oías himnos y llorabas. ¿Te recuerdas ese lugar? Es el lugar donde Pedro dice Señor que bueno que estamos aquí, construimos tienda y nunca bajemos de este monte, aquí nos quedaremos para siempre. Que rico es la presencia de Dios. ¿Se recuerda usted un tiempo en su vida donde Dios era así? Claramente diríamos que sí. Señor se recuerda, porque el recordar hace que tu corazón anhele eso otra vez. ¿Cuál es el segundo paso después de recordar que lindo era? Arrepiéntete. Señor, ¿Cómo es que yo dejé ese lugar? ¿Cómo es que empecé a amar otras cosas antes de ti? Mira qué lindo tú eres. Mira qué terrible soy yo. Oh Padre, perdóname. ¿Y cuál es el paso final? Rehace. Empiezas a hacer esas cosas que antes. Ay, pero que no lo siento. Hazlo. Las emociones vendrán después. Amén. Recuerda, arrepiéntete y rehace. Díganlo conmigo. Recuerda, Arrepiéntete, rehace. Yo sé que lo ha dicho muchas veces, es a propósito. Si un día le falto yo de este púlpito y ustedes están en un lugar donde no saben dónde, cómo regresar a Dios y qué es lo que ha hecho, ojalá que estas palabras vengan a su mente. Recuerda, arrepiéntete y rehace. Ahí, ahí es donde está la bendición. Recordar qué lindo era arrepentirme por dejar lo que era lindo, y rehacer las cosas que hacía antes cuando amaba al Señor. Regresa a la Biblia, regresa a la oración, regresa a la comunión, regresa a cantar al Señor. Regresa a decirle no a las cosas que ofende a Dios y miras que tus efectos, tus afectos, tu amor crecerá aún. Esa llama, esa chispa que queda se hará una llama grande que consume todo y llamarás al Señor de nuevo, otra vez. No hay otra cosa. Al regresar a la sencillez de confiando en Dios y obedecerlo, podemos experimentar renovación y vida espiritual nuevamente. Así que para cerrar, escuche a un Salomón quebrantado los últimos días de su vida. Él escribe los últimos dos versículos del libro de Ecclesiastes. El enfoque será en el versículo 13. Escuche lo que él dice. La conclusión, cuando todo se ha oído, es esta. He hablado, he dicho que no hay utilidad en no caminar con el Señor. No hay más palabras que decir. ¿Qué es lo que dice? Teme a Dios y guarda sus mandamientos, porque esto concierne a toda persona. Pueden ver lo que dice al final. ¿Qué es lo que queda para nosotros como cristianos? Temer a Dios, amar su palabra, es lo único que queda para nosotros. Ese es un hombre arrepentido. Me di al aprendizaje, vanidad de vanidades, dice el predicador, todo es qué, vanidad. Me di a la sensualidad, vanidad de vanidades, dice el predicador, todo es qué, vanidad. Me di a la riqueza, vanidad de vanidades, dice el predicador, todo es qué, vanidad. Me di a construir, vanidad de vanidades, dice el predicador, todo es qué, vanidad. a la agricultura, vanidad de vanidades, dice él, todo es que vanidad. Al final él llega y dice, yo como el hombre más rico, más sabio, me di a todo placer, a todo lo que quería y nada, nada condujo a quien? A Dios. So al final de todo, escuchen la sabiduría de un hombre que es quebrantado y regresó a Cristo, dice que teme a Dios, ámalo. Síguelo en su escritura, es todo lo que tienes que hacer en tu vida y nunca fracasarás a Dios como yo lo hice. Padre, te damos gracia por tu palabra bendita y perfecta y pedimos, Padre, que la apliques a nuestros corazones. Si hay arrepentimiento que deba ocurrir, que recordemos, arrepentimos y rehacemos las cosas que debemos hacer. Si los afectos del corazón no están donde te deben estar, Enséñanos esas cosas. Si hay compromisos en nuestras vidas que no deben estar ahí, mala aplicación de la palabra padre, padre enséñanos que haya arrepentimiento. No queremos fracasar moral y espiritualmente en una manera catastrófica como lo hizo Saramón. Damos gracias por el final, por la gracia increíble que le enseñaste. Enséñanos que nunca estamos lejos o fuera de tu gracia como hijos, pero no queremos quemar todo alrededor de nosotros. Sin ti, Padre, arremos exactamente, os destruiremos todos. Enséñenos, Padre, esta realidad, que tenemos que permanecer en Cristo porque sin Él no podemos hacer nada. Enséñenos nuestra necesidad, que nunca creamos que somos más fuertes de lo que somos. Pidimos en el nombre de Jesús. Amén.
Cuidando nuestro primer amor
Series El Reino Eterno
La vida de Salomón sirve tanto de ejemplo como de advertencia. Conocido por su sabiduría, riqueza y devoción a Dios al principio de su reinado, se desvió trágicamente a través de años de pequeñas concesiones pecaminosas. Su corazón dividido se volvió hacia los ídolos, lo que lo llevó al fracaso espiritual y moral. Este sermón explora los peligros sutiles de los afectos fuera de lugar, las consecuencias de ignorar los mandamientos de Dios y la esperanza del arrepentimiento. Al reflexionar sobre la historia de Salomón, se nos desafía a examinar nuestros corazones, a protegernos de los ídolos modernos y a permanecer fieles permaneciendo en Cristo.
Sermon ID | 1222242344252540 |
Duration | 1:05:51 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Bible Text | 1 Kings 11 |
Language | Spanish |
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