00:00
00:00
00:01
Transcript
1/0
En santiago el capítulo 2 hermanos que es el texto de la mañana el día de hoy santiago el capítulo número 2 digamos hermanos estamos estudiando la epístola santiago una epístola muy práctica es una epístola hermano que nos habla a nosotros donde nos encontramos dice pastor pero fue escrita hace más de 2000 años hermano fue escrita para los creyentes donde ellos se encontraban y es interesante que nosotros nos encontramos en las mismas situaciones que se encontraban los creyentes en ese tiempo Hermano, el pecado del hombre es el mismo. La naturaleza del hombre desde Adán es una naturaleza de pecado. Hermanos, se manifiesta o nosotros lo expresamos de diferentes maneras y en nuestra sociedad quizás se presenta de manera diferente. Pero hermanos, no crean que estamos viviendo tiempos nuevos. La Escritura dice como los días de Noé y como los días, hermanos, de Lot. Estamos viviendo, hermanos, los tiempos de Lot, en Sodoma y en Gomorra. Sepastor, ¿esto es nuevo? No, hermanos. Vaya a Génesis, el capítulo 13. Y encontramos a Sodoma y Gomorra. Vaya Génesis el capítulo 19 y cuenta la historia. Si usted mira los capítulos antes, el 7, el 6, el 7, el 8, habla de Noé. Dice, Pastor, esto, esto, entonces ya ha pasado mucho tiempo. No hermano, cuando tuvimos la oportunidad mi esposa y yo de ir el año pasado a Europa y visitamos Pompeya, encontramos hermano, una ciudad en Pompeya que era otra Sodoma y otra Gomorra hermano no hay nada nuevo debajo del sol pero Dios hermano sigue siendo el mismo Dios y Dios hermano su palabra continúa siendo la misma palabra y lo que es precioso es que la escritura dice que su mano no se ha cortado para salvar en medio de la corrupción Dios quiere salvar al hombre perdido hermano cuando llegamos a Santiago y miramos el tema que habla de las señales de la fe de un verdadero creyente Miramos, hermanos, que para resumir el capítulo 1, Él nos dice a nosotros que debemos ser hacedores, es decir, practicantes, vivir conforme a lo que la palabra de Dios nos enseña. llegamos hermanos y miramos y él termina diciendo que la religión pura y sin mácula delante de dios el padre es esta visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones y guardarse sin mancha del mundo nos habla hermanos de que nosotros tenemos mucha religiosidad es decir hacemos los rudimentos externos de lo que nosotros hacemos pero hermanos son rituales Él dice la religión y no estamos hablando de una religión, estamos hablando de la práctica de un verdadero creyente debe de ser tener cuidado. No es, hermano, ocasionalmente, sino estar velando a aquellos que verdaderamente necesitan. Y de eso es que terminamos la semana pasada. Ahora es interesante que cuando comience en el capítulo 2 nos dice, hermanos míos, que vuestra fe en nuestro glorioso Señor Jesucristo sea sin acepción de personas. Porque si en vuestra congregación entra un hombre con anillo de oro y con ropa espléndida Y también entra un pobre con vestido andrajoso, y miráis con agrado al que trae la ropa espléndida y le decís, siéntate tú aquí en buen lugar. Y decís al pobre, estate tú allí o siéntate aquí bajo mi estrado. ¿No hacéis distinciones entre vosotros mismos y venís a ser jueces con malos pensamientos? Hermanos míos, amados, oíd. ¿No ha elegido Dios a los pobres de este mundo para que sean ricos en fe y herederos del reino que ha prometido a los que le aman? ¿Pero vosotros habéis afrentado al pobre? ¿No os oprimen los ricos y no son ellos los mismos que os arrastran a los tribunales? ¿No blasfeman ellos el buen nombre que fue invocado sobre vosotros? Si en verdad cumplís la ley real conforme a la escritura, amarás a tu prójimo como a ti mismo, bien haces, pero si hacéis acepción de personas, cometéis pecado, y quedáis convictos por la ley como transgresores. Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiera en un punto, se hace culpable de todos. Porque el que dijo, no cometerás adulterio, también ha dicho, no matarás. Ahora bien, si no cometes adulterio, pero matas, ya te has hecho transgresor de la ley. Así hablad y así haced, como los que habéis de ser juzgados por la ley de la libertad. Porque juicios y misericordia se hará con aquel que no hiciere misericordia. Y la misericordia triunfa sobre el juicio. hermano el mensaje esta mañana yo lo he titulado aceptando a todos por igual hermano el contexto de parcialidad dice pastor nosotros no lo tenemos en medio de nosotros básicamente las personas llegan y lo recibimos la pregunta es lo haces verdaderamente a quien recibes y como lo recibes pero vamos allá hermanos porque el que hermanos está utilizando la ilustración de aquel que entra para visitar hermanos lamentablemente estamos haciendo distinciones y divisiones y esas se manifiestan en nuestras prácticas en el pueblo de dios vamos a orar hermano y vamos a mirar lo que la palabra de dios tiene para enseñarnos en la mañana de hoy padre yo te pido que bendigas la palabra y que nos ayudes padre a gozarnos en ella que gozo padre celestial estar en tu casa padre yo te ruego en mi corazón padre a mí me escondas ahora tras la cruz que no sean mis pensamientos que sea tu palabra que no sean padre mi voz que sea la voz de tu espíritu la que habla el corazón señor yo no tengo la capacidad de convencer a nadie esa es la obra del espíritu santo de dios señor padre lo único que yo he hecho es estudiar el texto y organizarlo para Padre Celestial presentarlo de manera sistemática. Ahora, Padre, yo te pido que tu Espíritu haga la obra que le corresponde, Señor, y que yo no puedo hacer. Convéncenos, Señor. Y, Padre, yo te pido que la convicción sea tal, Señor, que tengamos que caer rendidos ante ti en confesión de nuestro pecado, haciendo restitución contigo, Padre, y con los hermanos. Padre, gloríficate en medio de tu iglesia. Queremos ver avivamiento en medio de tu pueblo, Señor. Para ello, Padre, necesitamos obedecer, humillándonos ante tu persona. Rogamos, Padre, que tengas libertad para moverte y que me des libertad para expresar. En el nombre de Jesús. Amén. La parcialidad, hermanos, divide el pueblo de Dios. Muchas veces hermanos nosotros y voy a hacer unas aseveraciones que son importantes que hagamos y entendamos Dios hermano nos ha traído a nosotros de diferentes países a Estados Unidos y por una manera hermano que no la podemos explicar Dios nos ha congregado a todos en una congregación que llamamos iglesia bautista tabernáculo Hermanos, aquí vemos personas de diferentes regiones del mundo, de diferentes países. Vemos hermanos centroamericanos, vemos sudamericanos, vemos caribeños, vemos hermanos del continente americano. En este momento no tenemos de Europa, pero hermano han existido en medio de nosotros personas del continente europeo. ¿Y sabe una cosa hermanos? Aunque todos hablamos el mismo idioma, Somos diferentes. Compartimos quizás una gramática, porque no voy a decir que hablamos en un idioma. Si todos habláramos en un idioma, todos diríamos bizcocho y no torta, cake, cake o como usted le quiera llamar. Muchas veces, hermano, nuestra política y práctica, y cuando hablo de política no quiero que usted piense en el término cuando estamos hablando del marco político de un país. Estoy hablando, hermano, esa palabra la utilizo como la ley fundamental que utilizo en mi hogar para hacer las cosas como yo las hago. A veces, hermano, mis idiosincrasias y mi trascendencia étnica y cultural, otras veces mis caprichos y mi manera de trabajar y el entrenamiento que he tenido me hacen actuar de una manera diferente a como actúan otros. Otras veces, hermano, mi posición social o poder económico, mi nivel educativo y todas estas cosas, hermanos, dividen el pueblo de Dios. Ahora, yo no estoy hablando, hermano, hoy de cómo vamos a recibir la persona que llega y entra. por la puerta, yo quiero ir más a casa con ustedes. Y cuando hablo de ir más a casa con ustedes, hermano, la parcialidad la mostramos inclusive en medio de nosotros. Porque cuando hacemos un grupo, hermano, decimos, bueno, nosotros somos mexicanos y comemos tortilla, y otro dice, nosotros entonces no somos mexicanos y no comemos tortilla, somos caribeños y comemos pan. y otros dicen bueno pues hermano yo como con chile y yo no como con chile y hacemos grupos hermano estamos mostrando parcialidad estamos siendo culpables de lo que dios está señalando en este capítulo hermano yo no escogí el tema para el día de hoy es el tema que nos corresponde pero yo voy a hablar donde nos toca porque hermano dios nos ha reunido en esta iglesia y aunque hermanos habemos de méxico y habemos de guatemala y habemos de honduras y habemos de de ayúdame donde más estamos aquí del Salvador, y hablemos de Puerto Rico, y hablemos de República Dominicana, y hablemos hermano de Colombia, y hablemos de Uruguay, y hablemos hermano de Estados Unidos, y yo no sé qué otro país se me está quedando hermano en este momento, pero yo lo que quiero que usted entiende hermano, Dios nos ha unido todos en un cuadro, y Dios nos ha juntado a todos en una iglesia, y si yo practico parcialidad en la manera en que me comporto con mi hermano, hermano estoy siendo culpable de esto, que la Escritura tiene que señalarme el día de hoy. Hermanos, es importante que entendamos que todo lo que nos divide es algo terrenal que va a quedar en este lugar. El vestido, hermanos. Yo nací de nudo, mucho voy a llevar porque voy a tener un vestido el día que me entierren. Pero se va a hacer polvo cuando me pongan bajo la tierra. Es interesante, muchas veces hemos leído la historia, yo supongo que usted la ha leído, que dice, Dios no te va a preguntar el carro que tú tenías, te va a preguntar cuánto llevaste en tu coche a la iglesia. Dios no te va a preguntar la casa, cuán grande era, te va a preguntar a cuántos albergaste y a cuántos recibiste. Dios no te va a preguntar si tus zapatos eran zapatos de 150 dólares o zapatos de 25 dólares. Te va a preguntar a cuántos le compraste zapatos cuando no tenían. Dios no te va a preguntar hermano cuántos abrigos tú tienes o cuántos sacos tú tienes. Te va a preguntar a cuántos le diste abrigos cuando tenían frío. Pero en la medida que nosotros hermanos hacemos nuestras prácticas y tenemos nuestras idiosincrasias, hermano, nos dividimos y Dios no puede bendecir donde hay división. Tal fue la carga del Señor, que en Juan 17, Él dijo, Señor, yo oro que ellos sean uno, así como Tu Padre y Yo somos uno, que ellos también sean uno. Hermano, ¿por qué Jesús oró esa oración? Porque sabía, hermano, que nosotros nos íbamos a dividir. Tan fue así, que tan pronto el Señor murió, estaban divididos los apóstoles. Pablo dijo voy a pescar y con él se fueron unos y los otros se quedaron y solamente habían pasado unas horas desde la muerte y sepultura del Señor Jesucristo y habían pasado tres años y medio caminando con él donde él estuvo con 12 tratando de unificarlo y uno era diablo dice la escritura si eso pasaba con los discípulos del Señor que caminaron con él y tan solo eran 12 e inmediatamente él murió se hicieron dos grupos y dos bandos hermanos que va a hacer con nosotros tenemos que trabajar para enfrentar ese problema ese pecado lo voy a llamar como la escritura lo llama de parcialidad ahora hermanos dice pastor esto no es así si es así tal era así en la iglesia de dios que Pablo cuando escribe el epístolo a los filipenses en el capítulo 3 le dice ruego a Evodia y a Cíntique que sean de un mismo sentir en el Señor. ¿Qué quiere decir esto hermano? Que habían dos mujeres que eran líderes y tenían un pleito entre ellas. Que habían dos mujeres hermanos que no podían caminar juntas. Que habían dos mujeres hermanos que no tenían un pensamiento común, no estaban enfocados en el reino de Dios. Pastor, eso nomás pasó en la epístola de Filipenses. No hermanos, lee con cuidado. Primera de Corintios, el capítulo 1. El primer problema que Pablo ataca en una iglesia que él sembró, que él plantó, fue ¿qué? División dentro del cuerpo. ¿Y qué dice? ¿Acaso está dividido Cristo? Porque unos dicen, yo soy de Pedro, los enérgicos. Yo soy de Pablo, los eruditos, los estudiosos. Y yo soy de Apolos, oh, los elocuentes. Y otros hermanos dicen, y nosotros somos de Cristo, los espirituales. ¿Me estoy explicando? Hermano, eso es parcialidad. Oh no, no, nosotros no lo hacemos cuando llega una persona y entra por la puerta. Yo quiero sugerirte o hacerte una pregunta que tú te puedes contestar. Cuando presentamos las visitas, ¿dónde quién tú te acercas? ¿Te acercas a todos por igual? ¿O te acercas a unos sí, a otros no? Ah, nosotros no le estamos ofreciendo una silla al que ellos se sientan de quien. Hermano, debemos nosotros tratar a todos por igual y nosotros en medio de nosotros tenemos que amarnos todos por igual estamos claros hermano yo quiero en esta mañana que cuando miremos el texto entienda dónde nace el problema porque hay hermano tres manifestaciones del problema tres áreas de este pecado que existe en nosotros lo primero que quiero sugerirte hermano en los versículos 1 al 4 es que es un problema de actitudes número 2 quiero sugerirte los versículos 5 al 11 que es un problema de acciones. Y en los versículos 12 y 13 quiero sugerirte que es un problema de aceptación, lo que yo acepto como bueno. Ahora, lo que yo acepto como bueno es lo que yo estoy haciendo, por eso lo hago. Y lo que yo acepto y hago es porque tengo una actitud para con ello. Así que vamos a mirar qué es lo que la Escritura tiene que decir y vamos a mirar el texto en esta mañana porque nos dice a nosotros en el versículo 1 hermanos míos que vuestra fe en nuestro glorioso Señor Jesucristo sea sin acepción de personas. Es interesante porque hay dos palabras importantes en este verso La primera es la palabra fe, y nosotros cuando pensamos en fe, inmediatamente pensamos en nuestra disposición a recostarnos en lo que Cristo hizo por nosotros en la cruz del Calvario, para salvación, pero eso no es lo que se está refiriendo aquí. Cuando habla de fe, aquí en este verso, está hablando hermano de nuestra adherencia activa a nuestros señores, es decir, que nuestras prácticas del diario vivir están señalando la relación de que nosotros somos discípulos de Cristo. Es decir, hermano, lo que yo hago, no estoy hablando de que yo no soy salvo, está hablándole a quienes. a los hermanos está diciendo lo que tú haces es decir tus prácticas están sembradas cimentadas en la en lo que cristo te ha enseñado en la palabra de dios que nuestras prácticas que nuestras maneras de hacer que nuestras actitudes que nuestros pensamientos estén basados en lo que el señor nos enseña en su palabra eso es lo que está diciendo ahora hermano nos dice a nosotros Usó otra palabra importante, sea sin acepción de personas. La palabra acepción es literalmente sin favoritismos. Déjame decirte una cosa, hermano. Jesús no tiene favoritos. Jesús no tiene favoritos. Muchas veces, hermano, nosotros tenemos favoritos. Inclusive en el hogar, los padres tienen favoritos. Pastor, no es así. Fíjate la vida de Jacob y de... A ver, ¿qué dice la Escritura? Esaú amó a quién? Perdón, Rebeca amó a Jacob y Isaac amó a quién? A Esaú. Y cada uno tenía un favorito. Y es triste, hermano, que a veces los padres tenemos favoritos. Si me está agarrando, me agarro y le digo, claro señor que me está señalando. Jesús no tiene favoritos, Dios no tiene favoritos. Él hizo lo mismo por cada uno de nosotros. Murió en la cruz para que todos tuviésemos salvación. Y Él no murió por unos sí, por otros no. Porque unos no son salvos porque les rechazan en su corazón. Porque escogen rechazarle a Él. dice los suyos vino y los suyos no le que no le recibieron más a todo lo que le recibieron a los que creen en su nombre les dio potestad de ser hechos hijos de dios hermano jesús no tiene favorito y cuando nosotros estamos diciendo que vivimos en la fe del señor y estamos haciendo acepción estamos haciendo grupo hermano hay una antítesis en medio de ellos hay algo que se opone entre sí no va de la mano algo está mal, es un problema de actitud pero cómo se manifiesta el verso 2 y el verso 3 nos dice porque si en vuestra congregación entre un hombre con anillo de oro y con ropa espléndida y también entra un pobre con vestido andrajoso y miráis con agrado al que tiráis la ropa espléndida y le dices siéntate aquí tú en buen lugar y decís al pobre está de tu allí en pie o siéntate bajo mi estrado ¿qué está diciendo? está diciendo hermanos que en la congregación, la palabra cruza para la congregación, la palabra sinagoga, es decir, el lugar de reunión. Si en medio de nuestra congregación, en lo que nosotros llamamos hoy el templo, llega de momento una persona con anillo, es interesante, la palabra anillos no habla de un solo anillo. En el tiempo de los romanos, ponerse muchos anillos, es decir, la mano que estaba llena de anillos de oro, decía que esto era una persona opulente, que era una persona rica, que era una persona poderosa. solamente se necesitaba un anillo y se utilizaba para sellar el anillo era un sello que decía de quién pertenecía pero no hermano ellos si tenían muchos anillos tal era tal era en la costumbre dentro del dentro del imperio romano que habían lugares donde tú ibas a rentar anillos para fiestas y la gente se ponía una mano llena de anillos Y el mano entraba y las manos estaban todas brillantes ahí. Y dice con ropa espléndida. La ropa espléndida se refiere, hermano, a vestidos que tenían adornos que brillaban. Posiblemente tenían joyas, tenían piedras. Es decir, eran brillantes. La palabra eran brillantes. Es decir, entraban, hermano, nosotros en mi esposa y yo le decimos con mucho blin blin. Y muchos de ustedes entienden lo que es el blin blin, ¿verdad? Las señoritas y las damas entienden lo que es el blin blin. Entraron hermanos con un vestido todo lleno, con mucho brillo, y dice, llegaron con una persona con ropa espléndida, que inmediatamente dice, llegó una persona con una capacidad monetaria, una persona que quizás tenía poder, que quizás tenía influencia, que tenía prestigio, entró a nuestra congregación. Y entró un hombre con ropa andrajosa. La palabra quiere decir, entró un hombre que posiblemente era pobre y que solamente tenía un vestido. Y el vestido que tenía, hermano, lo usaba para todo, para trabajar, Lo lavaba. Pero hermano, si tú usas un vestido para trabajar, por más que lo laves, ¿qué va a tener en él? ¿Manchas? ¿Va a estar desgastado? ¿Va a tener, a lo mejor, algún agujero que a lo mejor tuvo que coser? O simple y sencillamente, hermano, ya están tan desgastados y tan desgastados, que hermano, hasta se desgarra de sentarme. Yo he tenido pantalones que, hermano, me siento y cuando me siento ya están tan desgastados, hermano, en los muslos que hacen. Y yo digo, se rajó el pantalón. Otro saco menos. Esa es la palabra andrajosa. No era que estaba apestoso, o que estaba sucio, o que estaba maloliente. Entró una persona, hermano, que era pobre. E inmediatamente tú pones tus ojos y dices, wow, aquel llegó y tiene mucha influencia, tiene mucho dinero. Realmente lo voy a traer, lo voy a traer a donde nosotros y yo vivimos. Y le dice, oh, oh, qué bien que viniste. Imagínese que la iglesia está toda llena y está aquí. Y dice, y Enrique está ahí y dice, Enrique, párate que voy a sentarlo a él aquí. Pero entró otro pobre, inmediatamente digo, vete a aquella esquina, a un lugar donde la gente no te pueda ver. O si no, pues siéntate aquí en el piso. Ese estrado significa sentarse en el piso. Siéntate ahí en el piso, es decir, tú estás por debajo de mí. ¿Qué estamos haciendo? Parcialidad. Estamos haciendo distinción de personas. Ahora, la razón o la pregunta que yo quiero hacer es por qué lo hacemos. Porque posiblemente decimos, ese nos puede ayudar financieramente a la necesidad que yo tengo. Déjame tratarlo bien a ver qué yo puedo agarrarle. que se me puede pegar, sea porque tiene influencia, sea porque tiene plata, voy a ponerlo con peso, plata, prestigio, poder. ¿Sabe lo que dice la escritura? Y hace una pregunta, no hacéis distinciones entre vosotros mismos, que venís a ser jueces con malos pensamientos, ahí es que lo trae a tu casa, ahí es que lo está tocando hermano. El problema hermano, esta pregunta está diseñada para que evaluemos nuestra conducta y las motivaciones de por qué hacemos lo que hacemos. ¿Por qué hago lo que hago? ¿Por qué invito a quien invito? Mano, yo le voy a decir una cosa. El 4 de julio nos fuimos al lago. ¿Y sabe una cosa, hermano? Yo estaba gozándome. Porque había unidad. Había un espíritu, hermano, de compartir. Había un espíritu, hermano, de unidad. No era de dónde nosotros somos. Somos, hermanos, un solo cuerpo. ¿Y sabe una cosa, hermano? Hubo un tiempo de bendición grandioso. Yo no sé, los que no pudieron ir, quizás por alguna razón no pudieron ir, yo entiendo, pero se perdieron un tiempo precioso de comunión de los hermanos. No era, hermano, no, que nosotros vamos, pues no, hermano, mira, había pan, había chisquey, había tortilla. ¿Y sabe qué yo hice? Comí de los tres. No tengo problema con eso. Me estoy explicando, hermanos. Había arroz y había papas. Hermano, no podemos estar tratando de hacer divisiones entre nosotros. Mostrando parcialidades. El problema existía aquí de por qué estamos haciendo lo que hacemos. ¿Es que estamos buscando tomar provecho de alguna situación? ¿O estamos buscando congraciarnos con alguna persona? Es un problema de actitud. Mi actitud está dirigida por el mal pensamiento, la malicia que es mi mente, de lo que yo puedo recibir de esta persona. Gracias, Señor. Dios nos dio el templo y está construido. Pero vamos a imaginarnos que Dios bendice y continúa bendiciendo. Yo espero que continúe bendiciendo y ya no acabemos un solo culto y tenemos que empezar a dar dos cultos en la mañana. Amén. Qué bendición será eso, no? Yo espero que pase, hermano. Se dice pastor, estás diciendo eso? No, yo espero que pase. Yo estoy trabajando y orándole al Señor que esto pase, que empecemos a dar dos cultos en la mañana. Y el pastor entonces comienza, ¿sabe el problema de dos cultos? Que se hacen dos iglesias. A él me gusta venir por la mañana bien temprano, a él le gusta por la tarde y se comienzan a hacer las iglesias. Y los que vienen tarde no conocen a los que vienen en la mañana, y los que vienen en la mañana no conocen a los que vienen en la tarde. Pero Dios, hermano, nos comienza a hacer esto y hay consistencia y decimos, bueno, vamos a hacer un templo donde podamos alojarnos todos ahí en él. El pastor, ¿dónde lo va a construir? Hermano, ya se está listo para ese terreno, está preparado para eso. Pues cuando pensamos en manos, pensamos en grande, no vamos a pensar en pequeño. Dice Pastor, ¿y cuál es el diseño? Ya está acá en mi mente. ¿Quién lo va a construir? El hermano Capella, no yo. Y de momento hermano comenzamos a decir cómo vamos a hacer la construcción como hicimos anteriormente con la construcción de este templo. Hermano entraron dos personas listas a servir en la iglesia y uno hermano dice bueno yo solamente voy a poder orar con ustedes y pues yo no tengo la fuerza ya estoy un poquito muy viejito pero en lo que yo pueda asistir en la parte de oración yo vengo y quizás aunque sea nada más darle agua. Y entró otro hermano y dice bueno yo no puedo venir pero Yo puedo escribir un cheque para pagar por toda la fundación, y puedo pagar por comprar todos los bloques. Y nosotros decimos, bueno, aquel de manos va al agua, que se sienta allí atrás. Y este, como puede escribir el cheque, todo el mundo encima de él. ¿No estamos nosotros con malos pensamientos? Voy a ser honesto, seamos honestos con nosotros mismos. ¿No es lo que tú y yo haríamos? Si somos honestos, sabemos qué es lo que hacemos. Dios dice, eso es pecado. Dios no lo llama, hermano, una excusa. Dice, ¿cómo tú dices que es pecado? Porque lo dice aquí abajo. Dice, somos transgresores de la ley. Pues vamos a llamarlo como Dios lo llama, hermanos. ¡Pecado! Y si nosotros hacemos divisiones, hacemos grupos, estamos haciendo lo mismo en otra escala, en otro nivel. Es un problema, hermano, de actitud. Pero es un problema de acción. Mi tiempo está volando, déjenme moverme, hermano. Hermanos míos, oír. ¿No ha elegido Dios a los pobres de este mundo para que sean ricos en fe y herederos del reino que ha prometido a los que le aman? Pero vosotros habéis afrentado al poble. ¿No os oprimen los ricos y no son ellos los mismos que os arrastran a los tribunales? ¿No blasfeman ellos el buen nombre que fue invocado sobre vosotros? Dios dice, número uno, el problema en tu acción es inconsistente con tu profesión de cristiano. Y número dos te dice, en los versículos 8 al 11, tu problema en tu acción es inconsistente con la ley y el mandamiento que yo te he dado. Es interesante la palabra sí que yo no tuve tiempo de abundar en el versículo 1 es un imperativo y un imperativo es un mandamiento Dios dice, hermanos míos, perdóname, no, yo voy a llegar a eso ya mismito. Donde utiliza la palabra así, es en el versículo doce. Eso es un imperativo. Déjame llegar ahí. No sé por qué me fui al versículo uno. Déjame llegar ahí. Ya, vamos con lo en calma. Hermano, es inconsistente con mi profesión como cristiano. ¿Sabes por qué, hermano? Dice la Escritura en el verso cinco. Dios eligió a los pobres de este mundo para que fuesen ricos en fe. ¿Qué es que Dios no ama a los ricos? No, eso no es lo que está diciendo. ¿Sabes cuál es el problema hermano? Que el rico aprende a ser independiente de Dios y el pobre siempre está dependiendo de Dios. Eso es todo lo que está pasando. Y mientras yo estaba hermanos golpeando puertas ayer. Yo estaba meditando en el mensaje del día de hoy, y dije, ¿dónde nosotros cuando vamos y golpeamos puertas nos reciben con más gozo? De hecho, ayer yo estaba, hermano, golpeando puertas, y cuando mi esposo y yo estábamos golpeando las puertas, muchas personas salieron y dijeron, ¡ah, sí, queremos ir a la escuela y de vacaciones! ¡Qué bueno que los niños van a ir a la escuela y de vacaciones! Y de hecho, salió una persona, y dejamos un folleto, y yo no sabía este joven, tenía 18 años, Y yo vi que él comenzó a caminar hacia nosotros y comenzó a darnos la vuelta, mientras nosotros hablábamos con otra persona y seguía dando la vuelta y fuimos a otra puerta, pero él como que estaba dando la vuelta. Y yo dije, ¿cómo te llamas? Luis. Hola Luis, ¿cómo estás? Muy bien. Luis, ¿y qué? Voy a trabajar ahora. Ah, qué bien Luis, o sea, tú ya tienes 18 años, tú todavía no tienes niños. No. Luis, déjame hacerte una pregunta. Sí, dígame. Si tú murieras, ¿dónde iría tu alma? Me dice, pues no sé. ¿Tú crees que iría al cielo? Y dice, lo dudo. Y yo le digo, Luis, ¿te gustaría saberlo? Y dice, sí que me gustaría. Y yo le digo, Luis, déjame hacerte, déjame mostrarte lo que el Evangelio dice, lo que la Palabra de Dios dice. ¿Tienes tiempo? Y dice, tengo que trabajar ya mismo. Ok, Luis, pues déjame mostrarte rápidamente que decirte que la Escritura dice que tú eres pecador. Yo lo sé. ¿Sabes lo que es pecado? Sí, cuando uno hace lo que no es correcto conforme a la ley de Dios. Y dije, Luis, aquí alguien te ha hablado del evangelio. Y dice, sí, unas personas como usted estaban golpeando puertas y me hablaron del evangelio. Entonces, Luis, ¿entiendes quién es Jesús? Sí, Él murió en la cruz por mí. Hermano, me estaba predicando a mí. Y dije, bueno, ¿qué pasa con Luis? Qué bueno. Y dije, Luis, ¿y por qué entonces no has entregado tu vida a Cristo? Dice, porque tenía que pensarlo. Luis, ¿te gustaría entregar tu vida a Cristo ahora? Dice, sí, me encantaría. ¿Quieres orar? Sí, pero yo no sé cómo. Digo, como estás hablando conmigo, habla con Dios. Y ahí inclinó el rostro y le pidió a Dios que viniera a su corazón y le perdonara los pecados. Usted sabe hermano, él estaba listo para recibir el evangelio. Pero hermano, nosotros a veces miramos y podemos decir, ese no es el enfoque que yo tengo hoy. Hoy mi enfoque es pasar las invitaciones, invitar a la gente a la escuela y de vacaciones. Así que no voy a mirar a Luis. Hermano, ¿qué es el enfoque que tiene Dios? ¿Cuál es el enfoque que tiene Dios? ¿Sabe una cosa hermano? Si yo no tenía tiempo más de pasar ningún solo folleto más, Gloria al Señor, porque fuimos a hacer lo que Dios nos pidió que hiciéramos. Hermano, tenemos que tener un enfoque en lo que la palabra de Dios nos enseña. ¿Y sabe una cosa, hermano? El que es pobre está más listo para recibir que el que es rico. No quiere decir que los ricos no escuchan. Y no quiere decir que no hay ricos, hermano, que Dios los utiliza para que den. Pero hermano, usted puede ir y usted va a encontrar que hay más pobres que ricos. Pero hermano, usted sabe una cosa, nosotros hacemos lo mismo. Hacemos lo mismo. Y la escritura dice claramente que Dios los ha elegido para que sean rico. Me voy a mover hermanos, porque tengo mucho más que puedo decir ahí. Es interesante hermanos, Thomas Manson dice, la fe es la mano del alma que está abierta para recibir toda la abundante provisión de Dios. Me gustó esa aceleración que él hizo. La fe es la mano del alma que se abre. para recibir la abundante provisión de Dios. O sea, una cosa hermano, los ricos no tienen que extenderla, porque tienen siempre comida, y porque tienen siempre carro, y porque tienen para comprar las ropas, y hermanos, se hacen independientes de Dios. Pero los pobres hermanos, no nos queda remedio que levantar la mano. La palabra pobre es la palabra aquel que está pidiendo limosnas. Y si usted va a un limosnero hermano que siempre tiene acierto, la mano abierta, pidiendo para que alguien le dé. Ahora es interesante que nos dice, nota lo que habla, después que habla de la fe del pobre, nos habla de la hostilidad del rico. Dice dos cosas acerca de los ricos. Dice que los ricos nos oprimen. La palabra oprimir es ejercer el poder sobre aquellos que están bajo su control de forma hiriente y opresiva. No es persecución religiosa, sino una explotación económica y social de parte del rico sobre el Señor, sobre ellos. Ahora tenemos que recordar, hermano, que en el tiempo donde esto se escribe, había tres clases sociales. La clase media no existía. Tú eras, hermano, rico ¿Eras pobre o eras esclavo? El esclavo no era libre, no tenía libertad, era una pertenencia, le pertenecía a un objeto más del rico. El pobre era el que le servía, no había clase social media, que es donde nosotros nos encontramos el día de hoy. El pobre hermano definitivamente tenía que... no es que nosotros no tengamos que trabajar, no somos ricos. Pero gracias Señor, de alguna manera tenemos alguna independencia y tenemos más de lo que tenía el pobre. Ahora, nos dice a nosotros que no solamente ellos oprimían, pero nos dice a nosotros que también los tribulaban, los tiraban en los tribunales. Es decir, hermano, tenían una persecución judicial. Pero después dice, no blasfeman ellos el buen nombre que fue invocado sobre vosotros. Y esto habla, hermano, de la persecución religiosa. El buen nombre significa el nombre de aquel que es honorable, el nombre que es excelso, el nombre que es excelente, el nombre de nuestro Dios. Ahora me hacen una pregunta hermano, los ricos que están ahora en Washington, que están haciendo si no blasfemar el nombre de nuestro Dios? No solamente nos oprimen políticamente, No solamente hermanos oprimen judicialmente, blasfeman el nombre de Dios. Yo estaba mirando hermanos y leyendo un artículo de un joven que fue el valedictorian de su clase en California. Escribió tres bosquejos para dar su discurso y en los tres hermanos le tacharon el nombre de Dios y de Jesús. Él era creyente y él sometió un cuarto y como lo sometió el mismo día no tuvieron a lo mejor tiempo para leerlo pero él le dio gracias a Dios y a Jesús por la oportunidad que le dio para llegar al segundo estado. Hermano, lo demandaron porque usó el nombre de Dios. Hermano, eso es lo que pagan los impuestos de la gente en California, para que ahora demanden a un creyente porque solamente utilizó el nombre de Dios en un lugar público. Hermano, qué triste. Pero esos son los ricos, los que están en poder, los que están en control y en autoridad. que Dios tenga misericordia de nosotros. Sabe hermanos, nos dice a nosotros, que no solamente no es consistente con lo que Dios ha escogido hacer, sino que es inconsistente con el mandamiento de Dios. Se dice en el verso 8, si en verdad cumplís la ley real, conforme a la escritura, amarás a tu prójimo como a ti mismo bien haces. Pero si hacéis excepción de personas, cometéis pecado y quedáis convictos por la ley como transgresores. Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofrendiera en uno o dos puntos, se hace culpable de todo. Porque el que dijo no cometerás adulterio, también ha dicho no matarás. Ahora bien, si cometes adulterio, si no cometes adulterio pero matas, ya te has hecho transgresor de la ley. ¿Sabes lo que estás diciendo, hermanos? ¿Cuál es mi relación con la ley? Dios espera que se cumpla la ley real. La ley real significa, hermano, aquella rey que viene directamente del rey, que viene directamente de Dios. Aquella ley que por cuanto viene de Él no puede violarse, no se puede romper, no se puede, hermano, cambiar. y Dios, hermano, utiliza esta ley y cita dos pasajes del Antiguo Testamento. El primero que cita es a Deuteronomio 6, 4 y 5, y el segundo es Levítico en 19, 18. Deuteronomio 6, 4, hermanos, y 5 nos dice, hermanos, hoy Israel es el Señor nuestro Dios, el Señor uno es. y amarás al señor tu dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente y con todas tus fuerzas este es el principal mandamiento es como lo cita en marcos el capítulo 12 y después él dice y el segundo es simigente y es ahí donde el cita a levítico 19 18 amarás a tu prójimo como a ti mismo no hay otro mandamiento mayor que estos hermanos si nosotros no estamos haciendo lo que dios dice de amar a dios por encima de todas las cosas y amarnos a nosotros mismos estamos pecando porque estamos rompiendo la ley de Dios y la ley hermano cuando utiliza me voy a mover rápidamente cuando utiliza hermanos aquí en el versículo 11 que dice no comete adulterio pero mata sabe lo que está diciendo hermanos nos está diciendo a nosotros hermano que la ley no se puede dividir es un total es un todo así que hermano yo no puedo decir yo amo a Dios pero no a mi hermano sabe una cosa hermano si tú dices que amas a Dios y no amas a tu hermano, y tienes problemas con tu hermano, y tienes división con tu hermano, estás violando la ley de Dios. Porque no puedes escoger lo que vas a amar y lo que vas a hacer. ¡Es todo! Y si no lo hago todo, estoy violando la ley de Dios. ¿Estoy siendo claro? ¿Entiendes lo que la Escritura está diciendo? Me estoy moviendo rápido por causa del tiempo. Es interesante hermanos, en Números, el capítulo 15, lo iba a leer, pero me voy a mover, pero en Números el capítulo, voy a leerlo, déjame llevar, deja tu dedo ahí, ve conmigo un momento a Números. Números 15, yo he leído este pasaje anteriormente aquí, pero quiero leerlo, dice, estando los hijos de Israel en el desierto, hallaron un hombre que recogía leña en día de reposo. Y los que lo hallaron recogiendo leña, lo trajeron a Moisés y a Arón y a toda la congregación, y lo pusieron en la cárcel porque no estaba declarado qué se le había de hacer. Y Jehová dijo a Moisés, irrevisiblemente muera aquel hombre, apedrele toda la congregación fuera del campamento. Entonces lo sacó la congregación fuera del campamento y lo apedrearon y murió. como Jehová mandó a Moisés. ¿Por qué apedrearon a un hombre? Porque el día de reposo estaba cogiendo leña. ¿Sabe por qué, hermanos? Porque estaba violando la ley de Dios. Y la ley se cumple en su totalidad. Y Dios había dicho en su ley, guardarás el día sábado para honrar. Y era parte de la ley de Dios. Léjanos, hermanos, los 10 mandamientos, Éxodo capítulo 20. Dios dijo, él va a morir como moriría una persona que mata a otra persona o que comete adulterio. o que simplemente es desobediente y es una persona que está deshonrando a sus padres. Léalo hermano, todo tenía el mismo tipo de sentencia. Y nosotros hermano, escogemos lo que queremos cumplir. Qué osados somos nosotros. La psicología nos dice a nosotros que nosotros nos enfoquemos en lo bueno y no corrijamos lo que está mal. La Biblia me dice corrige lo que está malo para que también se haga parte de lo bueno. Pero el pensamiento defectuoso produce una sociedad defectuosa y una actitud defectuosa y un corazón defectuoso y nosotros somos defectuosos porque somos pecadores. ¿Estamos claros hasta aquí? Voy a cerrar hermano, rapidito. Verso 12. Así hablad y así haced, como los que habéis de ser juzgados por la ley de la libertad. Porque juicios y misericordia se hará con aquel que lo hiciera en misericordia. Y la misericordia triunfa sobre el juicio. En el verso 12, Santiago apela a lo que tú aceptas como creyente. La palabra sí es un imperativo y te dice dos cosas que tú necesitas hacer. Número uno, y te está diciendo con la palabra sí, ambas son tan importantes una de la otra. Dice, así hablar y así hacer. ¿Sabes lo que está diciendo, hermanos? Está diciendo que yo necesito hacer lo que digo. Muchas veces nosotros decimos pero no hacemos. Dios dice, lo que tú dices, mejores que lo hagas. Y lo que tú enseñas, mejor que lo practiques. Y después te dice, porque juicio sin misericordia se hará con aquel que no hiciera misericordia. Es interesante, porque hay dos palabras importantes. Te habla primero, la primera parte del verso te dice, juicio. Esto está hablando, hermano, de una condenación. Y utiliza la palabra misericordia, el que se va a juzgar sin misericordia. Ahora, hay dos palabras griegas en este verbo para la palabra misericordia. La primera palabra donde dice juicio sin misericordia está hablando, hermanos, aquello que no va a ser exonerado. Es una palabra griega que dice, no hay exoneración, no hay misericordia. Es decir, vas a ser acusado y no habrá un tipo de exoneración, no hay manera de ser exonerado, no hay manera de librarte de ello. ¿Para con quién? Con aquel que no hace misericordia. Esa segunda palabra, misericordia, significa aquel que tiene compasión. Es la palabra compasión. Así es que aquel que no tiene compasión no va a poder ser exonerado. Y después te dice que la compasión tiene victoria, está por encima, triunfa, es exaltada sobre el juicio. ¿Cómo estaríamos nosotros si Jesús en esta mañana entrara por esa puerta? Si entrara hermano vestido de una manera que no tiene un saco y no tiene corbata. Entró por la puerta, sudado, de caminar, posiblemente con pies empolvados, si nosotros siquiera reconoceríamos quién es. ¿Cómo actuaríamos nosotros si él nos comienza a pedir a nosotros dinero para comprar comida? ¿Qué nos diría él de nuestras relaciones entre nosotros? ¿Qué nos diría él de nuestro pecado que nosotros guardamos y atesoramos? ¿Qué nos diría de nuestra compasión? por las almas perdidas. ¿Qué nos diría, hermanos, de nuestro recibimiento al medio de nosotros? ¿Qué nos diría de nuestra comodidad y de cómo nosotros nos sentimos? Es sobrio. Y yo me pregunto, hermanos, ¿en qué estamos nosotros poniendo nuestros ojos? Quiero terminar leyéndote una porción de la Escritura y voy a orar. La porción que te voy a leer la encuentro en el primer libro, la primera epístola de Apóstol Juan, el capítulo 4. Dice la palabra del Señor comenzando en el verso 7. Amados, amémonos unos a otros. porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama es nacido de Dios y conoce a Dios. El que no ama no ha conocido a Dios porque Dios es amor. En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo para que vivamos por él. En esto consiste el amor. No en que nosotros hayamos amado a Dios sino en que Él nos amó a nosotros. y envió a su hijo en propiciación por nuestros pecados. Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros. Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros y su amor se ha perfeccionado en nosotros. En esto conocemos que permanecemos en él y él en nosotros, en que nos ha dado de su espíritu. Y nosotros hemos visto y testificamos que el Padre ha enviado al Hijo, el Salvador del mundo. Todo aquel que confiese que Jesucristo es el Hijo de Dios, Dios permanece en él y él en Dios. Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor y el que permanece en amor permanece en Dios y Dios en él. En esto se ha perfeccionado el amor en nosotros para que tengamos confianza en el día del juicio. Pues como Él es, así somos nosotros en este mundo. En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa afuera el temor, porque el temor lleve en sí castigo, de donde el que teme no ha sido perfeccionado en el amor. Nosotros le amamos a Él, porque Él nos amó primero. Si alguno dice, yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Porque el que no ama a su hermano, ¿a quién ha visto? ¿Cómo puede amar a Dios a quien no ha visto? Y nosotros tenemos este mandamiento de él. El que ama a Dios, ame también a su hermano. La invitación es sencilla. Dios te dio su espíritu, dice la escritura, y te está hablando en esta noche, en esta mañana. Y tú sabes que te ha dicho a ti claramente dónde está tu problema y con quién tienes un problema. La invitación es sencilla. Si tú tienes un problema con un hermano y no lo resuelves, ¿cómo me estás diciendo a mí que amas a Dios? ¿Cómo estás diciendo que amas a Dios? La invitación es sencilla. Vamos a inclinar nuestros rostros y a cerrar nuestros ojos y a meditar. Si Dios entrara hoy aquí por la puerta, si Jesús viniera en medio de nosotros, ¿qué me diría a mí de mi actitud? ¿Qué me diría a mí de mi acción? ¿Qué me diría a mí de mi relación con? Y Dios te habló. Dios te habló. ¿Te habló Dios? Sale a tu asiento, habla con Dios y después ve y resuélvelo con el hermano. Pastor, esto es fuerte. Es lo que Dios pide. Es lo que Dios pide.
Aceptando a todos por igual
Series Santiago-Señales de la Fe
Hacer acepcion de personas es un pecado que aceptamos a diario en nuestras Iglesias pero que Dios condena y castiga. Hay tres areas donde nosotros lo manifestamos en nuestra vidas.
- Manifestamos este pecado en nuestras actitudes
- Manifestamos este pecado en nuestras acciones
- Manifestamos este pecado en lo que aceptamos como bueno
Sermon ID | 12151647358 |
Duration | 43:30 |
Date | |
Category | Sunday - AM |
Language | Spanish |
Documents
Add a Comment
Comments
No Comments
© Copyright
2025 SermonAudio.