
00:00
00:00
00:01
Transcript
1/0
En esta mañana vamos a orar. Padre, alabamos tu nombre. Delante de ti nos postramos en el día de hoy agradecidos una vez más por el despliegue de tus bondades, por la fidelidad con que tú nos has tratado de acuerdo a tu gran misericordia. Por el perdón de nuestros pecados, porque día a día pecamos delante de ti. Y por tu misericordia no hemos sido consumidos. Señor, gracias te damos por traernos una vez más a este lugar y oramos para que este día sea para la exaltación del nombre de Cristo. Para que el Evangelio sea proclamado entre los perdidos. y tu iglesia sea edificada, pero sobre todas las cosas tu santo nombre sea exaltado. Pedimos tu bendición. Concédenos la gracia del espíritu para traer la palabra a nuestras mentes y que ellas obren en nuestro corazón para santificación, para una vida de piedad y pureza en la fidelidad a ti. En Cristo oramos. Amén. Hemos empezado a considerar los atributos de Dios, y el domingo anterior iniciamos a tratar el tema de la omnisciencia de Dios. Y quiero recordarles, y lo decíamos al principio, esto solamente es un abrebocas, una introducción al tema de los atributos de Dios. porque realmente hay mucho para conocer, mucho para aprender, y aún todo lo que se ha dicho y se ha escrito es limitado cuando pensamos en el Dios infinito. Ahora, es cierto también que por la naturaleza de la dinámica aquí y la escuela dominical, el tiempo, no podemos detenernos en todas las cosas como quisiéramos, así que uno de los propósitos es animar para que ustedes puedan leer, profundizar. Hay algunos libros que puedo recomendar. Tenemos la Teología Sistemática de Bergkopf, la Teología Sistemática de Raymond, Hay un libro que se llama Conocer a Dios, de J. I. Packer. La existencia y los atributos de Dios. En español tenemos un resumen, en inglés tenemos la obra completa. Son dos tomos y los dos hacen casi mil páginas, así que hay mucho que se puede decir allí. Y tenemos también, creo que el más conocido para todos nosotros, los atributos de Dios, de AW Ping. Así que yo les animo para que ustedes puedan seguir profundizando, deteniéndose en estas cosas, para que al hacer uso de estos medios, de estos recursos que el Señor nos ha dado, podamos cumplir ese propósito de conocer más al Señor. de detenernos, de ir a las citas bíblicas que se da allí en estos textos. Así que quiero animarles a eso para que podamos seguir profundizando en estas cosas. Muy bien, pues hoy continuaremos hablando acerca de la omnisciencia de Dios y brevemente quiero resumir la semana anterior estuvimos considerando la naturaleza de la omnisciencia de Dios. Dijimos que la omnisciencia de Dios no es como la nuestra porque es infinita. El conocimiento de Dios, dijimos que la palabra omnisciencia significa todo conocimiento, está compuesto de dos palabras, omni, que es todo, y ciencia, que es conocimiento. Así que cuando hablamos de la omnisciencia de Dios, nos estamos refiriendo al conocimiento absoluto que pertenece al Señor. Su conocimiento es pleno, es infinito, su conocimiento es de sí mismo. Dios no necesita ser enseñado, no necesita hacer investigaciones, no necesita que alguien le dé informe acerca de algo porque Dios lo conoce todo. Y Dios lo conoce todo verdaderamente. Cuando hablamos de nuestro conocimiento hay cosas que no conocemos verdaderamente. Creemos conocerlas y con el tiempo nos damos cuenta que las cosas no eran como habíamos creído. Si usted hace un breve repaso de la historia, la ciencia, los cálculos que se han hecho, los pronósticos que se han hecho, podrá ver cómo la humanidad siempre hemos ido de equivocación en equivocación. ¿Creíamos que era plano? No, era plana la Tierra. ¿Creíamos que todo giraba en torno a la Tierra? No, es así. ¿Que somos los más grandes y los más importantes? No, es así. Y hay muchas otras cosas en las que nuestro conocimiento es limitado, en el que nuestro conocimiento está errado. Pero cuando hablamos del conocimiento de Dios, el conocimiento de Dios es perfecto. Pero en esta mañana vamos a considerar el despliegue visible del conocimiento de Dios a la luz de las Escrituras. ¿Cómo la Escritura da testimonio del conocimiento que Dios tiene de todas las cosas? Porque todo lo que nosotros podamos decir acerca de Dios, de sus atributos, solamente podrá tener solidez si está visto a la luz de la Escritura. No podemos simplemente suponer que Dios es algo sino que debemos ir al testimonio de la Palabra porque es allí donde Él se ha revelado. Es allí donde Él se ha dado a conocer. Así que es el testimonio de la Escritura, el testimonio fiel y verdadero que nosotros debemos creer. Esta es una verdad que debe estar en el fundamento de todas las cosas. ¿Qué crees tú de Cristo? Debe ser lo que la Biblia dice acerca de él. ¿Qué creemos de la vida, de la muerte, de la eternidad? ¿Qué creemos de Dios? ¿Qué creemos de la naturaleza? ¿Qué creemos de nosotros mismos? No puede tener otro fundamento sino la palabra revelada de Dios. Es ella la que nos da el fundamento, así que Consideremos el testimonio bíblico acerca del conocimiento de Dios, cómo Dios ha manifestado su conocimiento y cuál es el testimonio que la Biblia nos da. En primer lugar, y esto lo dijimos el domingo anterior, pero quiero mencionarlo rápidamente otra vez, En primer lugar, solo Dios tiene un conocimiento pleno y verdadero de sí mismo, de sí mismo. Hay tres pasajes que voy a mencionar. Mateo 11, 27. Romanos 8, 27. Y primera a los Corintios 2, 10 y 11. Dicen estos pasajes, Mateo 11, 27, todas las cosas me han sido entregadas por mi padre. y nadie conoce al hijo sino el padre, ni nadie conoce al padre sino el hijo y aquel a quien el hijo lo quiera revelar. Romanos 8, 27 dice, el que escudriña los corazones sabe cuál es la mente del espíritu porque él intercede por los santos con gemidos indecibles. Y 1 Corintios 2, 10 y 11 dice, pero a nosotros Dios nos las reveló por el Espíritu, porque el Espíritu todo lo escudriña, aún lo profundo de Dios. Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el Espíritu del hombre que está en él? Así tampoco las cosas de Dios nadie las sabe sino el Espíritu de Dios. Estos tres pasajes nos dicen a nosotros Que el Hijo y el Padre se conocen completa y exactamente. Y que el Espíritu Santo también conoce al Padre y al Hijo. Es decir, conoce todo de Dios. Hay un conocimiento intertrinitario perfecto. Dios se conoce a sí mismo. Así que esto nos lleva a nosotros a una consideración que es práctica para nuestra vida. Y es que sólo podemos conocer a Dios por su propia revelación. Nadie puede conocer a Dios aparte de su propia revelación. Nadie puede pretender conocer a Dios por la investigación Por la observación vemos unas cuantas pinceladas. Dice Romano 1 que la creación hace visible el poder y la sabiduría de Dios. Pero todo lo que es necesario para conocer a Dios, para tener relación con Él, para vivir junto a Él, solamente es posible por la revelación de sí mismo en las santas escrituras. Porque sólo Dios se conoce a sí mismo y sólo aquellos a quienes el Hijo lo da a conocer, lo podrán llegar a conocer. Así que si alguien aquí piensa que puede conocer a Dios aparte de la escritura, está equivocado, está engañado. Si alguien aquí cree que ha llegado a tener una relación con Dios porque Es muy sensible espiritualmente porque él piensa y observa y entonces eso lo lleva a sacar conclusiones. Tal conocimiento de Dios, en el mejor de los casos, solamente le permitirá saber que hay un Dios creador que es sabio y poderoso porque es evidente en todo lo que hace. Pero no podrá conocerle más. solamente quien le conoce a través de Cristo. Por la obra del Espíritu aplicando la palabra y la verdad al corazón, podrá decir en verdad que conoce a Dios. Así que hemos visto que la Escritura da testimonio de que Dios se conoce a sí mismo. Pero en segundo lugar, vemos que la Escritura da testimonio de algo más. Y es que Dios conoce toda criatura. Dios conoce toda criatura. Dios conoce todo lo que hay. Y aquí vamos a detenernos en algunos pasajes. Vamos en primer lugar a el Salmo 139. Salmo 139 Versículo 1 dice, ¡Oh Señor! Tú me has escudriñado y conocido. Tú conoces mi sentarme y mi levantarme. Desde lejos comprendes mis pensamientos. Tú escudriñas mi senda y mi descanso, y conoces bien todos mis caminos. Aún antes de que haya palabra en mi boca, he aquí, oh Señor, Tú ya la sabes toda. Por detrás, por delante, me has cercado y tu mano pusiste sobre mí. Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí, es muy elevado, no lo puedo alcanzar. Este salmo nos permite a nosotros ver Y ahora leeremos otros pasajes, pero este Salmo manifiesta, declara el conocimiento pleno que Dios tiene de nosotros. David está allí exaltando al Señor, está elevando su alma en humillación delante del Señor al considerar el conocimiento que Dios tiene acerca de él. Y David se ve frente a la abrumadora realidad que Dios lo conoce todo. Porque ciertamente que de tenernos a pensar hasta donde llega el conocimiento de Dios es abrumador es sobrecogedor Dios sabe todas las cosas conoce todas las cosas pero no solo en un sentido general como aquel que se para en la esquina de una plaza y puede ver toda la plaza desde lejos no David está declarando que Dios conoce todas las cosas pequeñas, personales, cercanas, íntimas. Esas por las que a veces nos esforzamos tanto en cubrir. Esas que tratamos de que otros no vean de nosotros. Esas que quisiéramos borrar de nuestra vida o que quisiéramos que en ciertas circunstancias la gente no vea de nosotros, Dios las ve plenamente. Y dice David, este conocimiento es demasiado maravilloso, asombroso, sobrecogedor y aún miedoso. Estoy delante de un Dios que lo conoce todo. Es asombroso esto. Pero Él nos da a nosotros algunas razones por las cuales Dios lo conoce todo en este mismo pasaje. Versículo 7 dice, ¿a dónde me iré de tu espíritu o a dónde huiré de tu presencia? Si subo a los cielos, he aquí allí estás tú. Si en el Seol preparo mi lecho, allí estás tú. Si tomo las alas del Alba y si habito en lo más remoto del mar, aún allí me guiará tu mano y me asirá tu diestra. Si digo, ciertamente las tinieblas me envolverán y la luz en torno mío será noche, ni aún las tinieblas son oscuras para ti y la noche brilla como el día. Así que la primera razón que David nos da aquí acerca del conocimiento de Dios es que Dios está en todo lugar. La primera razón por la que Dios conoce todas las cosas es porque Dios está en todo lugar a la luz de este pasaje. No hay un lugar donde Dios no esté. No hay un lugar del que el hombre pueda correr para huir y esconderse de Dios. No hay un lugar donde nosotros podamos decir, aquí estoy seguro porque aquí no llega la mirada de Dios. Pero hermanos, esto también es una fuente de consuelo para el creyente. Porque Dios está en todo lugar y está con sus hijos en todo lugar. y está por nosotros y para nosotros en todo lugar. Y no hay lugar ni circunstancia, no hay momento de nuestra vida en la que nosotros podamos decir, en esto estoy solo, hasta aquí no llega Dios. No, gracias al Señor que eso no es así. Él está por su pueblo y para su pueblo en todo lugar. Pero hay algo más que dice David acerca del conocimiento de Dios y por qué Dios le conoce de esa manera. Versículo 13. Porque tú formaste mis entrañas, me hiciste en el seno de mi madre, te alabaré porque asombrosa y maravillosamente he sido hecho. Maravillosas son tus obras y mi alma lo sabe muy bien. No estaba oculto de ti mi cuerpo, cuando en secreto fui formado y entretejido en las profundidades de la tierra. ¿Por qué David está seguro que Dios le conoce? Primero, porque Dios está en todo lugar. Segundo, porque fue Dios quien lo hizo. ¿Por qué conoce Dios todas las cosas? Porque Él hizo todas las cosas. ¿Por qué conoce Dios tu cuerpo, tu mente, tus pensamientos, tus ideas, tus deseos? Porque Dios te hizo. Somos el diseño de Dios. Así que Dios sabe cómo somos, de qué estamos hechos. Por eso el Salmo 103 dice que Él es como un padre que se compadece de los hijos. ¿Por qué? Porque Dios sabe que somos polvo. Dios conoce todas las cosas. Dios nos conoce porque está en todo lugar. Dios conoce todas las cosas porque Él nos hizo. Él sabe perfectamente cómo funcionamos. Pero hay algo más. de este conocimiento, de este conocimiento del que habla David. Recuerde que en el versículo 4, él dice, aún antes de que haya palabra en mi boca, he aquí, oh Señor, tú ya la sabes toda. Toda. Pues el versículo 16 nos ayuda a ver una tercera razón que da vida aquí de por qué Dios conoce todo. Dice, tus ojos vieron mi embrión. Y en tu libro se escribieron todos los días que me fueron dados cuando no existía ni uno solo de ellos. Una doctrina que hemos estudiado aquí no hace mucho tiempo en el estudio de la confesión de fe, el decreto de Dios. Dios decretó todas las cosas. Y dice David, en tu libro se escribieron todos los días que me fueron dados. No se fueron escribiendo en la medida que los días iban transcurriendo. No. Él dice que fueron escritos los días que se le habían dado antes. Antes. Que uno solo de ellos llegara a existir. Cuando no existía ni uno solo, Dios había escrito. Y se usa este lenguaje sencillo para nosotros. En un libro, Dios escribió nuestros días. Dios lo decretó todo. ¿Por qué Dios conoce el pasado, el presente y el futuro? Porque Dios lo decretó todo. Así que el conocimiento de Dios es pleno. Es pleno porque está en todo lugar. Es pleno porque Él nos hizo. Es completo porque Él ha decretado todas las cosas. He ahí la grandeza de nuestro Dios y su conocimiento. He ahí la causa por la que David dice Estoy abrumado ante el conocimiento de Dios. ¡Qué grande es el conocimiento del Señor! A donde me vaya, allí está el Señor. No hay nada que Dios desconozca de mí porque Él me hizo, Él me formó. No hay nada oculto ante los ojos del Señor. Ni siquiera ha venido el pensamiento a mi mente. No ha salido por mi boca la palabra y Dios ya la sabe porque Dios las decretó todas. Qué maravilloso es este conocimiento dice David. Hermanos, consideremos estas cosas. Pensemos en estas cosas para alabar a nuestro Dios, para postrarnos ante Él por su grandeza y majestad que sobrepasa todas nuestras capacidades. Todo lo que nosotros llegamos a pensar acerca de Dios se queda corto frente a su grandeza. Hermanos, demos gloria a nuestro Dios porque Él está con nosotros en todo lugar, porque Él nos conoce, porque todo lo que ocurre en nuestra vida ha sido planeado por Él. ha sido delineado finamente por Él. No hay nada que ocurra por un error, no hay nada que sea un accidente delante del Señor. Delante y detrás, dice el salmista, tú me has acercado, tu mano pusiste sobre mí. El Señor está con nosotros y ese debe ser el aliento de nuestro corazón, pero también debe ser la causa de nuestro temor delante del rostro del Señor. He aquí una razón para procurar una vida de piedad, pureza y obediencia a nuestro Dios. Porque Él lo conoce todo, lo ve todo. No es posible ser hipócrita delante de Dios. Dios lo ve todo. Y amigos, hijos nuestros, Esta es una verdad que debe también llegar a su corazón y traspasar como una espada, porque Dios lo conoce todo. Dios te conoce. Dios te formó. Dios sabe lo que hay en tu corazón. Dios sabe lo que hay en tu corazón. Dios conoce las pasiones de tu corazón, los deseos de tu corazón, las ideas que hay en tu mente. Dios las conoce todas. Y aunque te escondas de los hombres y pongas una máscara que muestre una apariencia de bondad y de piedad delante de los hombres, Dios conoce la realidad de tu corazón. Por eso Él te llama a arrepentirte. Por eso Él te llama a venir a Él, a confesar tu pecado. ¿Sabe por qué? No porque Él no lo conozca. Dios no está esperando tu confesión para decir, oh wow, yo no sabía eso de ti. Yo te veía tan bueno y tan piadoso, me sorprende que tú me confieses eso. No, eso nos pasa a nosotros. Dios lo conoce todo, así que cuando Dios llama al hombre a venir en arrepentimiento es un despliegue de su misericordia, porque conociendo nuestro corazón pecaminoso todavía nos da oportunidad de venir a él y ser perdonados cuando confesamos nuestro pecado. No pierdas tu tiempo ni tu oportunidad de conocer el perdón que hay en Cristo. Hay otro pasaje, Proverbios capítulo 15. Está muy relacionado con lo que acabamos de mencionar, Proverbios 15. Once dice, el Seol y el Abadón están delante del Señor. Cuanto más los corazones de los hombres, las tumbas, los sepulcros, Tapados por tierra, por piedras, también están delante de la vista del Señor. Entonces, ¿cuánto más los corazones de los hombres? Las Escrituras afirman repetidamente que Dios conoce y comprende los corazones de los hombres. Voy a dar unas citas. Si usted está tomando notas, no las podemos leer ahora, pero Primer libro de Samuel 16, 7. Ese texto cuando Samuel va para ungir al rey y él ve al hermano mayor de David y el señor le dice, ese no es, tú ves lo de afuera, no te dejes llevar de lo alto, guapo y cara de valiente, yo veo el corazón. Primer Libro de Reyes, 829. Primer Libro de Crónicas, 289. Salmo, 7-9. Proverbios, 17-3. Este pasaje dice, el crisol es para la plata y el horno para el oro, pero el Señor prueba los corazones. Dios es el que prueba, es el que examina, Dios es el que conoce los corazones. Los hombres perciben lo externo, Dios conoce lo que es en el corazón. lo que hay en el corazón. Sólo Dios comprende, conoce y percibe los pensamientos más íntimos, los secretos más preciados de los hombres. Están delante de Dios, expuestos, conocidos por Él. No se pueden esconder. Decíamos ahora, no pienses que podrás esconder tu corazón de Dios, tu mente de Dios. Lo puedes esconder de los hombres, pero no de Dios. Por eso debemos huir de la hipocresía. Debemos abandonar la hipocresía. debemos dejar de lado ese continuo deseo de aparentar delante de los hombres porque eso es solo un engaño a los hombres los podemos engañar ¿Pero de qué sirve engañar a los hombres si a Dios no se le puede engañar? Podemos engañarle con apariencia de piedad, de religiosidad, con apariencia de fe, con apariencia de ser creyentes, con apariencia de ser generosos, con apariencia de ser bondadosos. Pero a Dios no se le puede engañar. Él conoce los corazones de todos nosotros. Él sabe lo que hay en la mente y en el corazón de cada uno de nosotros ahora mismo en este lugar. Ahora estamos aquí cubiertos, cubiertos de ropa. Todos estamos, excepto yo, todos están en silencio. Nadie está diciendo nada. Pero la mente de cada uno de ustedes está pensando. Hay pensamientos que están. Hay ideas que están viniendo. Algunos de ustedes estarán muy atentos. Otros estarán diciendo, ¿a qué horas termina? Otro estará diciendo, yo no creo eso. Otro estará afirmándolo. Tal vez hay alguien que está diciendo, eso no me importa, eso no tiene nada que ver conmigo. Y ninguno de nosotros puede ver nada de eso. Pero delante del Señor todo eso está expuesto. Dios conoce el corazón. Por eso Dios aborrece la hipocresía y nos manda a abandonar todo intento hipócrita. Debemos hacernos en nuestra tarea, como nuestra tarea principal, buscar la aprobación de Dios y no la de los hombres. Ciertamente que una vida de piedad obtendrá la aprobación de algunos hombres, y digo algunos porque hay gente que aborrece la piedad. Pero los piadosos amarán que alguien viva una vida de piedad. ¿Pero cuál debe ser nuestra principal tarea o nuestra búsqueda primaria? La gloria del nombre de nuestro Dios y la aprobación de nuestro Dios. ¿Es eso lo que tú estás buscando? ¿Estás hoy aquí porque buscas la aprobación de Dios? ¿Estás hoy aquí porque realmente has venido para adorar al Señor? Dios conoce tu corazón. Que el Señor nos ayude a vivir delante de Él en una vida de piedad. Hay un tercer pasaje, Mateo capítulo 10. Hermanos, ciertamente que nosotros estamos estudiando estas doctrinas, pero ¿por qué traer estas cosas y estas aplicaciones? Porque es que la doctrina tiene que venir aplicada a nuestro corazón. Si sólo nos corremos el riesgo de estudiar estas cosas fríamente, fríamente desde la academia, La omnisciencia de Dios significa esto y la raíz de la palabra y aquí nos quedamos, ¿no? ¿Cómo esto tiene que ver con nosotros? ¿Cómo esto tiene que ver con nosotros como iglesia? ¿Cómo tiene que ver como familia? ¿Cómo tiene que ver como individuos? ¿Cómo el conocimiento de que Dios lo sabe todo tiene que afectar mi vida mañana? en el trabajo, cuando afronte la situación, cuando esté frente a esa persona que es hostil, cuando esté recibiendo las bendiciones de Dios y gozando de todas las cosas que Dios me da. Allí debe venir la doctrina y dirigir nuestros pensamientos. Por eso, las aplicaciones. Por eso las aplicaciones, porque el único fin no es que usted se lleve una información en su cabeza y se vaya a su casa y eso no sirva para nada. No. Si usted es un no creyente, usted debe saber que está delante de un Dios que todo lo conoce. Pero cómo eso tiene que ver con usted también. Así que por eso las aplicaciones. Y es necesario que recordemos una y otra vez estas cosas. Mateo 10, versículos 29 y 30, dice el Señor... ¿No se venden dos pajarillos por un cuarto? Y sin embargo, ni uno de ellos caerá a tierra sin permitirlo vuestro Padre. Y hasta los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. Una pregunta. Esta mañana que se estaba preparando, ¿cuántos cabellos amanecieron en su cabeza? No, no los contamos, ¿verdad? Pero el Señor dice, El Señor Jesucristo está animando a sus discípulos. El versículo 28 dice, y no temáis a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. Más bien temed a aquel que puede hacer perecer tanto el alma como el cuerpo en el infierno. Y allí se está refiriendo a Dios, el Padre. Y ahora le dice esto a sus discípulos, ¿no se venden dos pajarillos por un cuarto? Esos pajarillos, muy económicos, muy baratos. Sin embargo, ni uno de ellos cae, ninguno de ellos muere sin que Dios lo permita. Así, hasta los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. Así que no temáis, vosotros valéis más que muchos pajarillos. La doctrina y la aplicación están juntas. El Señor está hablando aquí, cuánto ánimo debemos tener para ser fieles a nuestro Dios. Con cuánto ánimo debían ellos afrontar todas las cosas que vendrían. Los versículos anteriores estaba hablando, versículo 22, seréis odiados de todos por causa de mi nombre, pero el que persevera hasta el fin ese será salvo. Los van a perseguir, el hermano entregará al hermano, el padre al hijo, los hijos se levantarán contra los padres. Es decir, había un ambiente que se estaba presentando aquí, unas condiciones difíciles y hostiles para los discípulos, pero el Señor los anima a que piensen en el conocimiento pleno que Dios tiene Y que ese conocimiento que ha llevado al decreto de Dios, ese conocimiento que viene por lo que Dios ha ordenado, ese conocimiento que Dios tiene por el cual Él gobierna, dirige y sostiene todas las cosas, debe ser la causa de nuestra confianza. Si Dios no permite que un pajarillo de esos caiga a tierra si no es por su voluntad, vosotros valéis mucho más. Si Dios tiene contados los cabellos de vuestra cabeza, a ese nivel los conoce Dios. ¿Acaso Dios no estará cuidando de ustedes cuando venga la persecución, la dificultad, cuando sean afrentados, entregados, traicionados por causa del Evangelio? Así que hermanos, aquí vemos estas dos cosas que están juntas. El conocimiento pleno de Dios y la manifestación del poder y del amor de Dios teniendo cuidado de los suyos. Hermanos, Si Dios tiene contadas, contados los cabellos de cada uno de nosotros. Si los pajarillos no caen a tierra sin que Dios lo permita. Ese pajarillo que está allá, En ese bosque, en esa selva que nadie de nosotros ve, ninguno de nosotros se levantó preocupado por cuántos pajarillos murieron anoche. Dios los conoce todos y cada uno vive hasta que Él ha dicho que viva. Y cada uno muere el día que Dios ha dicho que debe morir. ¿Acaso no tendrá cuidado de nosotros? He aquí un gran, un gran aliento para nuestro corazón saber que nuestro Dios, que lo conoce todo, Él tiene cuidado de sus hijos. Eres tú un hijo de Dios, entonces estás bajo el cuidado de tu Padre. Estás bajo el cuidado de Dios. ¿Tenemos razones para temer si somos fieles a la palabra y predicar el evangelio? Sí. Hay persecuciones, hay hostilidad, hay rechazos, hay traiciones. ¿Pero qué dice el Señor? Que Él lo conoce todo y Él está teniendo cuidado de los suyos. Así que nuestro bienestar no está en lo que nosotros podemos hacer. Tenemos responsabilidades, eso es verdad. Y Dios usa los medios secundarios, eso es cierto. Pero hermanos, al final, nuestro bien, nuestro sustento, nuestra vida, nuestro bienestar, nuestra protección, nuestra seguridad, está en manos de nuestro Dios. ¿Y cómo podemos confiar en esa verdad? Una de las razones es porque Dios lo conoce todo. Dios sabe lo que está pasando en ti. Dios sabe lo que estás sufriendo. Dios conoce la aflicción en el trabajo. Dios conoce la necesidad que tienes. Dios sabe la persecución. Dios sabe que te han abandonado por ser creyente. Dios sabe que la familia ahora no quiere estar contigo. Dios sabe que hasta tus hijos tal vez se han olvidado de ti porque eres un padre o una madre fiel y piadoso a la verdad. Dios conoce esas cosas aunque otros hombres no lo sepan. Dios sabe esos sufrimientos y él está teniendo cuidado de los suyos. Es ahí el amor y la bondad de nuestro Padre Celestial. ¿Por qué podemos confiar en que Él estará al tanto de todas las cosas? Porque Él las conoce todas. Porque Él las decretó. Porque Él se encargará de que todo llegue a donde Él había planeado. Es aquí el conocimiento de nuestro asombroso y maravilloso Dios. Oremos. Padre, alabamos tu nombre por tu conocimiento asombroso. Infinito es tu poder, infinito tu conocimiento, grande tu sabiduría. Por eso nos amparamos bajo la sombra de tus alas. Señor, ayúdanos a confiar en ti. Perdona nuestra incredulidad cuantas veces hemos dudado de tu amor o de tu bondad hacia nosotros. Y oramos también para que esta verdad del conocimiento pleno que tú tienes de todas las cosas llegue a las conciencias de los hombres que aún no te conocen. Que sea como una daga que traspasa la conciencia de nuestros hijos y amigos que están hoy aquí y que escuchan estas cosas. Que no sigan endurecidos e ignorando esta verdad, sino que se sometan a ti en arrepentimiento. Bendícenos en el resto de este día. Concédenos un buen tiempo para compartir. Y al regresar para adorar tu nombre, danos la gracia de elevar nuestras almas en adoración a ti. En Cristo oramos. Amén.
La Omnisciencia de Dios II| Andrés Gutiérrez
Series Los atributos de Dios
Sermon ID | 121324205850662 |
Duration | 46:02 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Language | Spanish |
Documents
Add a Comment
Comments
No Comments
© Copyright
2025 SermonAudio.