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Santiago capítulo 5, si Dios lo permite, vamos a considerar desde el versículo 14 hasta la primera parte del versículo 16. Santiago 5 desde el 14 hasta la primera parte del versículo 16. Dudas del poder de la oración. Dudas del poder de la oración. Aquí Santiago está terminando la carta y está enfatizando la oración. Y podéis notar, ahí empezando en versículo 13, dice, ¿Está alguno entre vosotros afligido? ¡Haga oración! ¿Está alguno alegre? ¡Cante alabanzas! ¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llamen los ancianos de la iglesia y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará, y si hubiera cometido pecados, les serán perdonados. Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho. Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses. Y otra vez, oró, y el cielo dio lluvia, y la tierra produjo su fruto. Si notáis, en ese texto que acabo de leer ahí en Santiago 5, desde el 13 al 18, enfatiza la oración, la importancia de la oración, el poder de la oración, la necesidad de la oración. O sea, constantemente menciona la oración como clave. Realmente es la clave del éxito, porque cuando oramos, descansamos en Dios, dependemos de Dios. Y por ello, la pregunta que debemos considerar es, ¿dudamos del poder de la oración? Aquí en Santiago capítulo 5, del versículo 14 hasta la mitad del versículo 16, vemos como Santiago presenta la respuesta adecuada ante la enfermedad. ¿Estás enfermo? ¿Qué debes hacer? Hay que orar. Necesitamos orar. Y lo que expresa este texto es la naturaleza colectiva de la fe. O sea, el creyente no está solo en la batalla espiritual. Tenemos hermanos en Cristo. Tenemos líderes espirituales a los cuales debemos de acudir para que ellos oren por nosotros en nuestra necesidad. Entonces, expresa la naturaleza colectiva de la fe, también la conexión entre la comunidad de creyentes. Hay una conexión, somos hermanos en Cristo. y resalta la necesidad de la intercesión, orando los unos por los otros. Si hemos pecado contra alguien, bueno, debemos de confesar nuestro pecado ante Dios primero, porque todo pecado es contra Dios, pero también si hemos ofendido a alguien, pues pedir perdón de ellos también. O sea, confesar nuestros pecados y debemos de perdonar. Entonces, viendo esta naturaleza colectiva de la fe, estamos en esta batalla espiritual, juntos, debemos de ayudarnos, debemos orar los unos por los otros, debemos de reunirnos para adorar a Dios, para orar los unos por los otros, para ayudarnos espiritualmente, viendo la importancia de la oración entre la comunidad de creyentes. Y aquí, como mencioné, en este texto, aquí Santiago 5, del 14 hasta la mitad del siglo XVI, Santiago presenta la respuesta adecuada ante la enfermedad. Por eso, en el versículo 14, empieza con una pregunta. ¿Está alguno enfermo entre vosotros? Vale, ¿hay alguien que está enfermo? Entonces, ¿qué es lo que debe de ocurrir? ¿Qué es lo que debe de pasar? Ahora, ese término ahí traducido enfermo, es un término en el lenguaje original, es asteneo, y ese término, aquí traducido enfermo, que se usa en este versículo, puede significar débil o enfermo, y puede referirse a enfermedad física o enfermedad espiritual, dependiendo del contexto. Ahora, hay algunos que piensan que en este texto, cuando dice está alguno entre vosotros enfermo, hay algunos que piensan que se refiere a una persona que es débil espiritualmente. Entonces, algunos piensan que es debilidad espiritual en vez de debilidad física. Y lo que... lo que piensan es que este texto está animando a los líderes espirituales a orar por esta persona para restaurar su dedicación al Señor. Una persona que es débil en la fe, que se está desviando, que no está caminando en rectitud. Sí ha puesto su fe y confianza en Jesús como Señor y Salvador, pero no está siendo fiel a Dios, no está completamente dedicado a Dios. Entonces, hay algunos que piensan que cuando dice está alguno enfermo, está hablando de esa debilidad espiritual. Sin embargo, es más probable que se refiera a enfermedad física. Aquí cuando dice, está alguno enfermo entre vosotros. Hablando de enfermedad física. No lo califica, no dice exactamente qué enfermedad, sino cualquier enfermedad. Hay alguno entre vosotros, hay alguno entre la comunidad de creyentes que está enfermo, que está sufriendo de manera física. pues aquí nos menciona qué es lo que debe de ocurrir, qué es lo que debe de pasar. Es una enfermedad física porque, o sea, Santiago, el sufrimiento que ha estado mencionando a través de la carta, se refiere a sufrimiento físico. Y de todas formas, normalmente, este término, aquí traducido enfermo, es el término asteneo en griego, normalmente, cuando se refiere a debilidad espiritual, el contexto donde se usa ese término, o un calificativo, lo dejan muy claro. Por ejemplo, 1 Corintios 8, 7, dice, y su conciencia siendo débil, ¿no? Usando el término de debilidad, usando este término que aquí ha traducido enfermo, pero dice conciencia débil, ¿vale? Entonces, ahí identifica que es algo Ahí está hablando de la debilidad de su conciencia. Eso es 1 Corintios 8,7. O en Romanos 14,1 cuando dice, recibid al débil en la fe. No lo califica, es débil en la fe. En esos textos, esos en primera Corintios 8, 7 y Romanos 14, 1, no está hablando de enfermedad física, de debilidad física, sino en uno es la conciencia, o sea, la conciencia que tiene la persona, y otro es la fe que tiene. De todas formas, en los Evangelios, San Mateo, Marcos, Lucas y Juan, el término asteneo, aquí traducido enfermo, siempre se refiere a enfermedad física. Además, la práctica que luego menciona aquí también, al final del siglo XIV, cuando dice, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor, esa práctica de ungir con aceite en el Nuevo Testamento, se asocia con sanidad física. Lo tenemos ahí en Marcos 6.13, Cuando dice, y echaban fuera a muchos demonios y ungían con aceite a muchos enfermos y los sanaban. ¿Vale? Entonces, cuando usa esa idea de usar el aceite o ungir con este aceite, tiene conexión, o sea, asocia con sanidad física. Toda esa explicación es para que nos demos cuenta que aquí, en este texto, está hablando de enfermedad física. No está hablando de una enfermedad espiritual, sino una enfermedad física. Y bueno, como mencioné antes, no lo califica. O sea, puede ser cualquier enfermedad, pero de la manera que lo presenta es una enfermedad muy grave. Porque la persona que... O sea, la situación que describe aquí que la persona está tan enferma que no puede. levantarse sola. No puede caminar sola. No puede ir a donde estén los ancianos. No. Tiene que mandar a que vengan los ancianos a esa persona. Y ellos oran inclinándose sobre la persona. Entonces, como que la persona está tumbada. Como que no se puede levantar. Está extremadamente enferma. Y está sufriendo gravemente. Y entonces por ello vemos que aquí el enfermo, aquí presenta, o sea, ¿hay alguno enfermo entre vosotros? ¿Qué es lo que debe de hacer? Pues debe de llamar a los líderes espirituales de la iglesia para que oren por él. Por eso dicen en el siglo XIV, esto es Santiago 5, XIV. ¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. Ahora, aquí podéis notar que menciona a los ancianos. Ahora, ese término, ancianos, realmente se refiere a los líderes espirituales de la iglesia, a lo que hoy en día se conoce como los pastores o el pastor de la iglesia, donde no hay necesidad de que de que solamente haya un pastor en la iglesia. Si hay más personas capacitadas, puede haber más pastores en una iglesia. Y aquí por ello vemos el plural, ¿no? A los ancianos. Y... que representa los líderes de la iglesia. Lo cual, sus oraciones expresan la oración de toda la comunidad. Por eso llaman a los ancianos. Ahora, para poder ser anciano, no tiene tanto que ver con la edad. Pensamos muchas veces cuando hablamos de alguien anciana, una persona anciana, pues pensamos en edad. Pero a eso no se refiere cuando habla de los ancianos o de los pastores en el Nuevo Testamento, sino lo que importa es su aptitud espiritual. Se les reconoce por su madurez en la fe. Y por ello es natural que se les llame a ellos para orar por el enfermo. Y es que los ancianos o los pastores de la iglesia eran hombres espiritualmente maduros que guiaban el desarrollo espiritual de las congregaciones. Y vemos que tienen que calificar para ser pastor. Tienen que calificar para ser anciano. Vemos en Timoteo y en Tito diferentes calificaciones que deben de cumplir. Pero, por ejemplo, ahí en 1 Timoteo 3, del 1 al 7, dice, palabra fiel, si alguno anhela obispado, ahí usando otro término que se refiere a la misma función, al mismo cargo, si alguno anhela obispado, buena obra desea. Pero es necesario que el obispo, y ese obispo, como mencionas, es otro término que se refiere a la misma función, se refiere al pastor o al anciano. Hay diferentes términos que usan la escritura para referirse al mismo cargo espiritual, a la misma posición en la iglesia. Y dice, es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar, no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, sino amable, apacible, no avaro, que gobierne bien su casa y que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad, pues el que no sabe gobernar su propia casa, cómo cuidará de la iglesia de Dios, no un neófito. El neófito es la idea de ser nuevo en la fe. no sea que, envaneciéndose, caiga en la condenación del diablo. También es necesario que tenga buen testimonio de los de afuera para que no caiga en descrédito y en lazo del diablo. ¿Vale? Eso es 1 Timoteo 3, del 1 al 7, mencionando las cualidades para poder calificar o estar cualificado para esa función de obispo, de pastor o de anciano, que es la misma función. pues tienen que cualificar. En 1 Timoteo 5.17 dice, los ancianos que gobiernan bien sean tenidos por dignos de doble honor mayormente los que trabajan en predicar y enseñar. Eso es 1 Timoteo 5.17. aún en Hechos 20, 28. Por tanto, mirad por vosotros y por todo el rebaño en el que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre. Esos Hechos 20, versículo 28. Entonces, aquí, volviendo a Santiago 5, cuando menciona ancianos, estaba refiriéndose a ese cargo, ¿no?, al cargo de pastor o de obispo o de anciano. Una persona líder espiritual capacitada, madura en la fe, y, como mencioné, puede haber más de uno en una congregación. No es necesario, pero puede que haya, si hay personas cualificadas para ello. Pero viendo que se les llama a ellos, ¿Por qué? Porque ellos representan a la iglesia, son los líderes espirituales de la iglesia, por ello sus oraciones expresan la oración de toda la comunidad. O sea, nos va a mencionar en los siguientes versículos como toda la congregación debe estar orando. También, como hay un versículo 16, la mitad del versículo dice orad unos por otros. O sea, toda la comunidad de creyentes debe estar orando, intercediéndolos unos por los otros. Pero los líderes espirituales son los que van ahí donde está el enfermo para orar por por él. Y al ser líderes espirituales, pues ellos deben de conocer la voluntad de Dios, o sea, conocer la Escritura y orar con fe para que Dios provea sanidad. Pero asimismo, como mencioné, toda la comunidad de creyentes debe estar orando para que hubiera sanidad. Y Algo que es interesante es que en la Iglesia Primitiva, o sea, cuando Santiago escribió, aún existía el don de sanidad, ¿no? Hoy en día ese don ha cesado, pero en ese día, como nos dice el apóstol Pablo, en 1 Corintios 12, 28, menciona a algunos que tienen ese don, dice, los que sanan, ¿no? Tienen esa habilidad que Dios les dio en ese momento para testificar del Evangelio, para anunciar el evangelio y para que las personas vieran milagros, había diferentes dones, el don de milagros, el don de sanidad, el don de lenguas, que eran con el propósito de establecer la iglesia, era el propósito de testificar o de atestiguar el mensaje que se estaba proclamando en ese momento, pero esos dones cesaron. Y entonces es interesante porque aquí, en el tiempo de Santiago, aún existe, aún existía, ese don de sanidad, pero aquí no lo menciona, sino está mencionando la importancia de la oración, ¿sí? Habría personas con ese don de sanidad, por alguna razón no están presentes, pero la clave es, no es la persona la que sana, es Dios quien sana, por eso hay que orar para que Dios provea sanidad. Entonces, Santiago no niega que en la iglesia había personas con el don de sanidad. Lo que hace Santiago es exhortar a los creyentes, y especialmente a los pastores, a orar activamente para que haya sanidad. Ahora, como mencioné antes, la enfermedad es lo bastante grave para que los líderes espirituales tengan que acudir o desplazarse al lugar donde se encuentra el enfermo. Por eso, el enfermo, ¿qué es lo que hace? Llama a que vengan a él. Él no va a donde están ellos. Ellos tienen que venir a Él. Por eso dice el versículo 14. Santiago 5, 14. ¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia. O sea, tiene que... tiene que llamarles enviándoles a un amigo, un conocido, un familiar, etcétera, para que vayan a llamarles, para que acudan para orar por ellos. Y aquí Vemos... dice, llame a los ancianos de su iglesia y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. Lo cual, de la manera que lo describe, implica que los ancianos debían de orar sobre el enfermo, lo cual lo presenta como que el enfermo está tumbado en una cama, y vienen los ancianos y oran sobre el enfermo, o sea, están de pie, y posiblemente ponen sus manos sobre el enfermo, lo que sí nos presenta es que le ungen con aceite, pero es la misma idea que vemos cuando traían niños a Jesús para que pusiera sus manos sobre ellos. Si recordáis en Mateo 19, 13, dice entonces le fueron presentados unos niños para que pusiesen las manos sobre ellos y orase. Eso es Mateo 19, 13, es esa idea. Llevan a los ancianos para que vengan a orar por ellos, a orar por el enfermo y entonces presenta la gran necesidad en la que se encuentra este enfermo. Pero no solamente deben de orar por el enfermo, sino que los ancianos deben también de ungirle con aceite. Si notáis, esto es santiago 5 14 llame los ancianos de la iglesia y oren por él eso es eso es clave para que haya sanidad tienen que orar porque dios es quien obra la sanidad pero también dice ungiendo con aceite en el nombre del señor al mencionar esa idea de en el nombre del señor también está identificando el el origen de esa sanidad quién es el que provee sanidad es el señor pero deben de ungirle con aceite y O sea, deben de orar y ungirle con aceite. Y el aceite que menciona aquí, pues es... en el lenguaje original tiene la idea de aceite de oliva, ¿no? Pero eso... eso... crea dificultad en la interpretación. O sea, ¿qué significa esa idea de ungirle con aceite en el nombre del Señor? O sea, ¿cuál es el significado del ungimiento con aceite? Ahora, entre comentaristas hay un montón de opciones. No es mi propósito intentar explicar cada una de ellas, y el por qué una es mejor que otra. Simplemente quiero mencionar dos categorías principales, y hay subdivisiones debajo de cada una de ellas, pero algunas, o sea, las dos categorías principales, en cuanto al significado del ungimiento del aceite, uno es propósito práctico, Otro es propósito religioso. El propósito práctico sería medicinal. O sea, como medicina. Especialmente porque en la antigüedad, en la antigüedad se usaba mucho el aceite de oliva como ungüento y medicina. Lo vemos en la parábola del buen samaritano. ¿Qué es lo que hace el buen samaritano? Se acerca al que le habían robado, le habían golpeado, le habían dañado, estaba ahí medio muerto, en Lucas 10.34 dice, acercándose, vendó sus heridas echándoles aceite y vino. Entonces vemos que el aceite se usaba de manera medicinal. Entonces, si ese fuera el caso, si solamente fuera medicinal, Santiago estaría pidiendo que los líderes espirituales vinieran con recursos espirituales la oración y con recursos naturales o medicina natural el aceite y entonces los dos aplicados con la autoridad de Dios para traer sanidad la cuestión es si solamente fuera medicinal eso lo podría hacer cualquiera no lo puede hacer cualquier médico no es necesario que sean los líderes espirituales de la iglesia entonces Pero veamos esa opción. Podría ser, en el propósito práctico, podría ser medicinal. Otro podría ser pastoral. O sea, simplemente una expresión exterior de interés. Una persona que está extremadamente enferma y vienen y aplican el aceite que calma, que quizás es medicinal, pero lo que más hace es mostrar interés. Los líderes de la iglesia están interesados en esa persona enferma y entonces le están estimulando la fe, le están animando. Entonces esos son dos categorías dentro de ese propósito práctico que son comunes. En el propósito religioso hay algunos que lo ven como un sacramento. Lo cual lo hacen para fortalecer el cuerpo y el alma del enfermo. Incluso la iglesia católica es lo que hacen. Este último ungüento antes de la muerte de la persona. Lo hacen para quitar, ellos dicen, para quitar los últimos pecados y fortalecernos para la muerte. Pero, si notáis, aquí Santiago recomienda ungir al enfermo y lo asocia con sanidad. No lo asocia con la muerte del enfermo, sino con sanidad. Entonces, hay esa idea de sacramento, también en ese mismo área de sacramento hay algunos que piensan que es simplemente un vehículo de poder divino. O sea, Dios usa el ungimiento para proveer sanidad. pero lo más probable es que sea simplemente simbólico en el sentido de que al ungirle con aceite le están identificando como una persona separada o consagrada para Dios. O sea, dejando muy claro que el hombre no puede hacer nada, es Dios quien puede hacerlo, lo están ungiendo como consagrando a esa persona como un símbolo para consagrar. Lo cual era bastante común en el tiempo del Antiguo Testamento, aún en el Nuevo Testamento, la idea de ungir con aceite para consagrar, para separar, para algo especial. Como por ejemplo en Éxodo 28, versículo 41. Dice, con ellos vestirás a Arón, tu hermano, y a sus hijos con él, y lo ungirás, y lo consagrarás, y santificarás, para que sean mis sacerdotes. ¿Vale? Eso es Éxodo 28, versículo 41. Donde usa el aceite, le ungen, no de manera medicinal, no para curar algo físico, no como una especie de sacramento, sino era un símbolo que le identificaba como una persona consagrada, una persona separada para algo especial. Entonces, esta idea es de apartar a la persona de una manera especial para la atención especial de Dios. Es como que vienen a orar por este enfermo, le ungen con aceite como que lo están consagrando a Dios, diciendo, mira, Dios, tú eres el único que puedes proveer sanidad. Te consagramos a esta persona que está gravemente enferma, y entonces es un acto simbólico, o sea, lo hacen de manera física, pero es un acto simbólico para separar a la persona, para que Dios obre un milagro en esta persona, proveyendo sanidad. Entonces, lo más probable es que eso es lo que significa este ungimiento de aceite, un acto simbólico que consagra a la persona para identificar su consagración, separando a esa persona de una manera especial para que Dios actúe en esa persona para proveer sanidad. Ahora, si notáis, nos menciona la última, la última parte del Siglo XIV, esto es Santiago 5, XIV, dice, en el nombre del Señor. Más probable es cuando se refiere, cuando menciona el Señor, está identificando a Jesús, ¿no? A Jesucristo, quien sabemos que es Dios encarnado, es en el, en su nombre. O sea, están pidiendo que Jesús actúe con su poder, con su poder divino para proveer sanidad. Y es que, lo que hay que recordar es que el ungimiento con aceite no es lo que obra la sanidad. Es Dios quien obra la sanidad. Por eso, luego los vemos en versículo 15, donde los ancianos tienen que orar con fe para que Dios provea sanidad. La sanidad solo ocurre por el poder de Dios. Ocurre por la voluntad de Dios. Y es que el ungimiento es una acción con significado simbólico. Los santianos oran y ungen al enfermo para simbolizar que la persona está siendo consagrada para atención especial y el cuidado de Dios. Ahora, hay algunos comentaristas, incluso Calvino, Lutero y otros comentaristas creyeron que esta práctica de ungir con aceite y el poder de sanar se limitó a la era apostólica. Pero por otra parte, muchos milagros del Nuevo Testamento se llevaron a cabo sólo con oración. solamente con orar hubo sanidad entonces no era necesidad no era necesario ungir al enfermo por ello no debemos de pensar que este versículo es un mandato para que siempre que oremos por los enfermos tengamos que ungirles con aceite pero aquí vemos esta esta dedicación o esta consagración para que Dios provea sanidad. Aquí en versículo 15, lo que nos muestra el versículo 15 es que la clave que obra la sanidad no es el ungimiento con aceite, sino es el poder de Dios y por eso hay que orar para que Dios provea sanidad. El... La cuestión es que, entre comentaristas, el ungimiento con aceite atrae mucho la atención. Sin embargo, aún más importante en este texto es la oración. Porque Dios es quien prueba de sanidad. Incluso la razón principal por la que van los ancianos, o sea, esta visita de los ancianos, la razón principal es para que oren por el enfermo. Y por ello Santiago ahora continúa hablando sobre la oración, la oración que deben presentar estos pastores, estos ancianos. La oración se debe de ofrecer con fe. Por eso dice versículo 15, la oración de fe salvará al enfermo. Y el Señor lo levantará. Y si hubiera cometido pecados, le serán perdonados. Ahora, como mencioné antes, en versículo 14 se refiere a enfermedad física. Ahora, aquí en versículo 15 se iba a mencionar el perdón de pecados, pero ¿qué significa esa idea de salvará? O sea, la oración de fe salvará al enfermo. Ese término ahí traducido, salvará, es el término sozo en el lenguaje original, en griego, y puede significar... puede significar sanidad física, o puede significar sanidad espiritual. O sea, puede significar la idea de salvar, o sería la idea de sanar físicamente a una persona, pero también puede significar sanar espiritualmente, o proveer salvación, como en muchos casos está hablando de la salvación del alma. Entonces, aquí podría significar salvación espiritual. Especialmente si, como algunos comentaristas creen, que está refiriéndose a una enfermedad espiritual, pues entonces ¿qué es lo que recibe? Pues sanidad espiritual. El enfermo tiene una fe débil, pues entonces lo que necesita es salvación espiritual. Algunos intentan hacer conexión entre los dos, ¿no? Una dimensión física y espiritual. Entonces, provee sanidad física y espiritual. Aunque no traiga sanidad inmediata, puede traer salvación del pecado. Entonces, aunque una persona está enferma y aunque oran por él para que haya sanidad física, a lo mejor no hay sanidad física, pero sí hay sanidad espiritual. Hay salvación eterna. pero lo más probable es que por el contexto aquí en versículo 14 se está refiriendo a sanidad física entonces en versículo 15 está hablando de restauración física como decía antes ese término aquí traducido salvará puede referirse a sanidad física o sanidad espiritual aquí lo más probable es que sea restauración física Entonces, porque aquí el contexto sólo requiere, sólo requiere sanidad física. Entonces, hay que tener mucho cuidado de añadir un elemento espiritual donde no es necesario. O sea, hay que acudir al texto y entenderlo como nos lo describe, o sea, los detalles que nos da. Y entonces, viendo esta idea de, dice, la oración de fe salvará, o sea, físicamente físicamente proveerá sanidad al enfermo y el Señor lo levantará, ¿no? Tendrán que entender que está enfermo, está tumbado, entonces Dios le da sanidad y ¿cuál es el resultado? Lo levanta de la cama, ¿no? Y es que el verbo salvar, este término que usa aquí Sozo, en el griego, en el Nuevo Testamento comúnmente implica sanidad física. Por ejemplo, en Mateo 9, del 20 al 21, si recordáis, esta mujer que estaba enferma de flujo de sangre, Nos dice Mateo 9 del 20 al 21. He aquí una mujer enferma de flujo de sangre desde hacía 12 años, se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto, porque decía dentro de sí, si tocaré solamente su manto seré salva. Eso es Mateo 9, del 20 al 21. Ella tiene fe de que va a recibir sanidad al tocar el borde del manto de Jesús. No está pensando en salvación de su alma, está pensando en sanidad física porque ella tiene esta enfermedad de flujo de sangre de hace 12 años. Entonces, usa ese mismo término, el término sozo, y ahí menciona esa sanidad física. Aún también, si recordáis, la muerte de Jesús, perdón, la muerte de Lázaro. La muerte de Lázaro en Juan 11, del 11 al 12, dice, dicho esto los discípulos, perdón, les dijo, dicho esto, les dijo después, nuestro amigo Lázaro duerme, mas voy para despertarle. Dijeron entonces sus discípulos, señor, si duerme, sanará. Y ahí están hablando de... de... sanidad física. ¿Vale? Eso es en Juan 11, específicamente en versículo 12, pero usa ese mismo término, sozo, en el lenguaje original, que usa aquí, este término, aquí en Santiago 5, versículo 15, cuando dice la oración de fe, salvará, o sea, proveerá sanidad física. Al mismo tiempo, dice, y el Señor, esto es Santiago 5.15, y el Señor lo levantará. Ahora, ese, ese término ahí, o sea, ese término, lo levantará, en el lenguaje original es eguero, y se refiere a uno que es enfermo físicamente. Es común en el Nuevo Testamento usarlo de esa manera, para la sanidad de un enfermo físico, o sea, alguien que tiene enfermedad física. Como por ejemplo, en Mateo 9.6, Jesús sanó un paralítico. Cuando dice en Mateo 9.6, pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados, dice entonces al paralítico, ¡Levántate! ¡Levántate! Toma tu cama y vete a tu casa. Ahí traducido levantate es el mismo término que vemos aquí en Santiago 5, versículo 15, cuando dice lo levantará, Es el mismo término que, y está refiriéndose a levantar a alguien que tiene enfermedad física. No es una enfermedad espiritual, sino es una enfermedad física. También en Marcos capítulo 1 del 30 al 31. Cuando nos dice que la suegra de Simón, o sea de Pedro, estaba acostada con fiebre y enseguida le hablaron de ella, entonces él se acercó, o sea Jesús se acercó, y la tomó por la mano y la levantó. e inmediatamente le dejó la fiebre y ella les servía. Esos son los marcos 1 del 30 al 31. Entonces, usa ese mismo término. Usa el término Egeiro. En el lenguaje original es el término Egeiro, que es la idea de levantar y se usa comúnmente para levantar o proveer sanidad a un enfermo, a alguien que está enfermo físicamente. Y entonces, Volviendo aquí a Santiago 5, versículo 15, dice, y el Señor lo levantará. O sea, cuando menciona la oración de fe salvará al enfermo y el Señor lo levantará, está hablando de proveer sanidad física. Entonces, la situación que presenta, o sea, los líderes espirituales se inclinan orando por el enfermo que está en la cama y Dios interviene, proveyendo sanidad, levantándole de la cama. Y entonces, dice, esto es versículo 15, y si hubiere cometido pecados, les serán perdonados. ¿Vale? Ahora, ¿qué significa el perdón de pecados? Aquí, la segunda parte del versículo 15. O sea, ¿no implica eso ¿No implica eso sanidad espiritual? O sea, hemos estado hablando de sanidad física, pero si de repente se le hubieran... si se le perdonan los pecados, eso aparenta que está hablando de sanidad espiritual. Lo que hay que entender es que en el mundo antiguo, comúnmente se vinculaban el pecado y la enfermedad. De todas formas, Jesús dejó muy claro que no es necesario hacer una relación directa. Simplemente porque estás enfermo no significa que sea por causa del pecado. ¿Vale? Como en... en Juan 9, del 2 al 3, le preguntaron a sus discípulos diciendo, ¿Rabí? ¿Quién pecó? ¿Éste o sus padres para que haya nacido ciego? Sabemos esa perspectiva que tenían los discípulos. O sea, éste está enfermo, ha sufrido, es ciego. ¿Quién ha pecado? ¿No? Automáticamente asociaban la enfermedad con pecado. Pero Jesús dice, no siempre es el caso. Sí puede, sí puede ser, pero no siempre es el caso. Porque Jesús responde, en Juan 9, 3, respondió Jesús, no es que éste pecó, ni sus padres, sino para que las obras de Dios se manifestasen en él. O sea, había un propósito mayor. Era la gloria de Dios. Ocurre lo mismo en la vida de Job. Los amigos que vienen a consolar a Job, cuando lo ha perdido todo, ha perdido todas sus pertenencias, su familia, la única que queda es su esposa y ella no le está ayudando espiritualmente, ha perdido su salud física, o sea, está en grave problemas. Y vienen sus amigos, y los amigos le aconsejan diciendo, arrepiente de tu pecado. Y Job dice, pero si no pecado. O sea, estoy bien en mi relación con Dios. Ellos estaban haciendo esa asociación con... ¿Hay sufrimiento? Pues es por causa de pecado. Pero Jesús dice, no es siempre el caso. Puede que sea el caso, pero no es siempre el caso. Simplemente porque hay enfermedad, puede ser, como menciona ahí Juan 9, 3, no es que peco éste ni sus padres, sino para que las obras de Dios se manifestasen en él. O sea, puede tener un mayor propósito. para que en esas pruebas, en ese sufrimiento, en ese dolor, sea para la gloria de Dios. No es por causa de pecado. Sin embargo, en el Nuevo Testamento sí reconoce que algunas enfermedades sí tienen conexión con el pecado. Hay enfermedades que ocurren por causa de pecado. Como mencioné, no es siempre el caso, pero sí las hay. Tenemos textos como en Juan 5, del 12 al 14, Juan 15, del 12 al 14, Jesús acaba de sanar a uno en el día de reposo y entonces nos dice, los días religiosos le preguntan ¿Quién es el que te dijo toma tu lecho y anda? Y el que había sido sanado no sabía quién fuese, pero Jesús perdón, porque Jesús se había apartado de la gente que estaba en aquel lugar. Después, le halló Jesús en el templo y le dijo, mira, has sido sanado, no peques más, para que no te venga alguna cosa peor. Por eso es Juan 5, del 12 al 14, implicando que sí puede haber sufrimiento por causa de pecado. Por eso hay Jesús en Juan 5, Versículo 14 específicamente dice, mira, ha sido sanado, no peques más. Para que no te venga alguna cosa peor. En 1 Corintios 11, del 28 al 30, dice, está hablando de la práctica de la cena del Señor, y entonces está diciendo, mira, hay algunos que no están bien con Dios y con sus hermanos en Cristo, y están tomando indignamente de la cena del Señor, y por eso, por su pecado, son enfermos, o sea, son personas que están sufriendo, están debilitados. Incluso algunos han muerto por causa de ello. Nos dice 1 Corintios 11, 28 al 30. Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo y coma así del pan y bebe de la copa, porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, come, perdón, juicio, come y bebe para sí. Por lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros y muchos duermen. sosprime a Corintios 11, del 28 al 30, donde sí asocia algunos pecados con enfermedad, con debilidad, incluso con la muerte. Entonces, por ello, lo que hace Santiago, aquí volviendo a Santiago 5, versículo 15, Santiago reconoce que puede haber alguna conexión con pecado, y por ello, anima Por ello, anima al creyente a tratar con posibles causas espirituales. O sea, quiere asegurarse de que considere su corazón y que se arrepienta de sus pecados para asegurarse que no hay esa conexión con pecado. Si esa enfermedad, si es por causa de pecado, pues necesita arrepentirse del pecado. No es siempre el caso. Simplemente porque hay sufrimiento o dolores, enfermedades, etc. No siempre es por causa de pecado. Hay que entender eso. Sino lo que Santiago está diciendo, mira, asegúrate que no sea por causa de pecado. Lo que eso hace es... eso implica que Santiago no asume que la enfermedad sea una causa de pecado. Por eso dice en versículos 15, y si hubiere cometido pecados, les serán perdonados. Santiago no está asumiendo que esa enfermedad es por causa de pecado. Está diciendo, mira, asegúrate. Primero asegúrate, considera tu corazón, considera tu relación con Dios, tu relación con los demás, asegúrate que no es por causa de pecado. Por ello, el texto no puede referirse a una enfermedad o debilidad espiritual. Porque la debilidad espiritual, o sea, el pecado espiritual, la debilidad, la enfermedad espiritual, sí es por causa de pecado, siempre es por causa de pecado. Pero la enfermedad física, no, siempre es por pecado. Puede ser simplemente para que Dios sea exaltado, para que Dios sea glorificado. Dios tiene un propósito mayor. Ahora, lo interesante es que si notáis aquí en el versículo 15, esto es Santiago 5, 15, dice, y la oración de fe salvará, o sea, proveerá esa sanidad física al enfermo. Y el Señor lo levantará, lo levanta de la cama. Si hubiera cometido pecados, les serán perdonados. Entonces, de la manera que lo presenta es que la sanidad aparenta ser una promesa incondicional. Ahora, algunos dicen que esa sanidad, como mencioné antes, algunos dicen que esa sanidad se limita a la era apostólica. Otros piensan que Dios responde, pero a su tiempo. Entonces, eh... básicamente diciendo, mira, Dios va a responder, va a proveer sanidad, quizás no en esta tierra, sino quizás cuando pase la eternidad, puede que sea el caso. Pero el creyente ya tiene esa certeza, ya tiene la certeza de... de que cuando pasa la eternidad va a tener un cuerpo nuevo, va a tener sanidad completa, no va a haber ya más dolores, es un regalo garantizado con su salvación, ya no va a haber más enfermedad, no va a haber más dolor, etc., en la eternidad. Entonces, no habría necesidad, o sea, si ese fuera el caso, no habría necesidad de que los ancianos vengan para orar por él. Entonces, lo más probable es que, al considerar aquí que dice, y la oración, aquí Santiago en versículo 5, perdón, capítulo 5, versículo 15, dice la oración de fe, la oración de fe salvará al enfermo, lo que Santiago está haciendo es enfatizando la importancia de no titubear en la fe. De todas formas, en Santiago capítulo 1, Ya he mencionado, aquellos que dudan, como la onda, semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra, ¿no? Están, dudan en su fe, pero aquí estoy diciendo, no dudes. No, la oración de fe, la oración que no duda, que confía en la soberanía de Dios para llevar a cabo su plan. O sea, cuando oramos, reconocemos que los planes de Dios son los que gobiernan. Dios hace lo que Él quiere hacer cuando Él quiere hacerlo. Y es que al orar hay que reconocer que Dios tiene su plan y su plan siempre es mejor. Al orar pidiendo sanidad es necesario reconocer la voluntad de Dios. Quizás es su voluntad proveer sanidad, quizás no. Su voluntad es más importante que la nuestra. Y de todas formas, en el Nuevo Testamento vemos ejemplos que resaltan que Dios no siempre provee sanidad. No siempre provee sanidad al creyente. Tenemos el ejemplo del apóstol Pablo. El apóstol Pablo pidió sanidad para su cuerpo. Y en 2 Corintios 12, del 7 al 9, Segunda Corintios 12, versículo 7. Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera. Respecto a lo cual, tres veces he rogado al Señor que lo quite de mí. Y me ha dicho, bástate mi gracia. Porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades para que repose sobre mí el poder de Cristo. Eso es 2 Corintios 12, del 7 al 9. O sea, el apóstol Pablo mismo ora para que Dios provea sanidad para su cuerpo y Dios no provee sanidad. Que es lo que Dios hace, le da de su gracia. Lo cual es suficiente. Era de acuerdo al plan de Dios, de acuerdo a la voluntad de Dios. Tenemos también al apóstol Pablo, que menciona en 2 Timoteo 4.20, menciona que tuvo que dejar a Trófimo enfermo. Dice, Erasto se quedó en Corintio y a Trófimo dejé en Mileto enfermo. Eso es 2 Timoteo 4.20. Lo cual implica, o sea, obviamente el apóstol Pablo oró por la sanidad de Trófimo. Pero Dios decidió no sanarle. Y Pablo le tuvo que dejar enfermo en Mileto. Todo para que nos demos cuenta es que Dios no siempre provee, Dios no siempre provee sanidad para el creyente. Nosotros cuando oramos para que haya sanidad, tenemos que descansar en el control de Dios, tenemos que descansar en su voluntad. La fe que ora, es una fe que reconoce que la voluntad de Dios es siempre mejor. Su plan es mejor. Dios sana de la manera que Él y cuando Él quiere. Es necesario recordar que Dios está más interesado en nuestra vida espiritual que en nuestra salud física. O sea, es mucho más importante nuestra salud espiritual, que estemos bien con Él, a que estemos bien físicamente. Él desea que crezcamos espiritualmente, que crezcamos a la imagen de Jesucristo. Y por ello Dios obra todo para bien, para la creencia. Esa es la clave. Como nos dice Romanos 8, Romanos 8, 28 donde deja muy claro que la clave es el ser conformados en imagen de Jesucristo porque nos dice Romanos 8 28 sabemos que los que aman a Dios todas las cosas les ayudan a bien esto es a los que conforman su propósito son llamados porque los que antes conoció también los predestinó para que pues en hechos conformes a la imagen de su hijo para que él sea el primogénito entre muchos hermanos Entonces, todas esas pruebas, todo lo difícil que nos ocurre en esta vida, aún todo lo que nosotros, a nuestros ojos, parece malo, Dios lo usa para bien, para nuestro crecimiento espiritual. Y por ello, las pruebas nos deben de dar gozo. Por ello, nos dice Santiago 1, versículo 2, hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas. ¿Pero cómo te pueden dar las pruebas gozo? Bueno, cuando te das cuenta de que Dios está obrando en ti para crecimiento espiritual, y como menciona aquí Santiago 1, versículo 3, porque la prueba de vuestra fe produce paciencia, entonces estás creciendo espiritualmente, paciencia en... paciencia en el control de Dios, paciencia en tu vida espiritual, estás creciendo espiritualmente y por ello es para tu beneficio. Dios tiene un mejor plan. Entonces, cuando oramos, o sea, tenemos que recordar que la voluntad de Dios siempre es mejor. Y quizás eso implica que no seamos sanados. O que no nos deje de doler la espalda. O que tengamos problemas de toda índole. O sea, Dios sabe lo que es mejor. Hay que orar en el nombre de Jesús, como nos menciona aquí. Dice, la oración de fe, esto es Santiago 5, versículo 15, y la oración de fe salvará al enfermo y el Señor lo levantará y si hubiera cometido pecados, le serán perdonados. Incluso la última frase del siglo XIV, dice, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. O sea, Jesús mismo dice en Juan 14, 14, si algo pidierais en mi nombre, yo lo haré. Eso es Juan 14, 14. Pero hay que entender que al orar en el nombre de Jesús, realmente es orar considerando su voluntad, lo que le da gloria a Él. Sólo las oraciones que piden de acuerdo a su voluntad son concedidas. nos dice 1 de Juan 5, del 14 al 15. Y esta es la confianza que tenemos en Él, que si pedimos alguna cosa conforme a Su voluntad, Él nos oye. Y si sabemos que Él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho. Entonces, sólo las oraciones que son de acuerdo a la voluntad de Dios, son concedidas. Por eso hay que orar de acuerdo a su voluntad. Cuando oramos con fe, estamos descansando en su control, su poder, su voluntad, sabiendo que Él puede hacer lo que Él quiere hacer. Y es que Dios tiene la autoridad y el derecho de sustituir nuestros deseos. Nosotros queremos sanidad inmediata. Pero Dios, de acuerdo a su voluntad, puede decidir que es mucho mejor que sigamos en nuestro sufrimiento, en nuestros problemas físicos, o que el enfermo no se sane, simplemente para dar más gloria a Dios. Y es que la oración que pide con fe, que Dios responderá, traerá sanidad, pero sólo cuando es de acuerdo a la voluntad de Dios. Por eso debemos de orar, conformar la voluntad de Dios. Como en Santiago 4.15, a estos mercaderes que están haciendo toda clase de planes, ¿qué es lo que le dice Santiago? Le dice, no, lo que deberías de decir, esto es Santiago 4.15, en lugar de lo cual deberías de decir, si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello. ¿No? Debemos de orar de esa manera. Si el Señor quiere, Puede hacerlo. Puede proveer sanidad. En este caso, hablando de esta enfermedad física, Dios puede proveer sanidad. Si Él quiere. Y, o sea, Él puede hacerlo, y confiamos en que Él lo puede hacer, y si oramos conforme a su voluntad, Él quiere proveer esa sanidad, Él lo va a hacer. Por eso aquí en el siglo XV, esto es Santiago 5.15, dice la oración de fe salvará al enfermo, o sea, proveerá sanidad al enfermo, y el Señor lo levantará, lo levanta de la cama, y si hubiera cometido pecados, le serán perdonados. Ahora aquí, este perdón de pecados ocurre en un contexto de confesión de pecados, porque notáis ahí el versículo 16, dice, confesaos vuestras ofensas unos a otros y orad unos por otros, para que seáis sanados. Y entonces, aquí, la traducción de la Reina Valera omite un término que significa por tanto. Entonces, realmente es por tanto, o sea, dado el caso de lo que ha estado hablando, es la conclusión de lo que viene diciendo en cuanto a la enfermedad y la importancia de la oración, dice, por tanto, confesaos vuestras ofensas unos a otros. O sea, por si acaso hay estas enfermedades por causa de pecados, hay necesidad, aseguraos de mantener vuestra relación con Dios, vuestra relación los unos con los otros. El versículo 16, aquí Santiago 5, 16, concluye el tema de oración para recibir sanidad. la confesión es necesaria, la confesión de pecados es necesaria porque en ocasiones puede traer enfermedad. Por eso la oración es necesaria para la sanidad dentro de la comunidad de creyentes. Lo que Santiago está haciendo es exhortando a la confesión de pecados. Confesión de pecados que estorban la sanidad física. Específicamente en este contexto está hablando de esos pecados que pueden proveer o que pueden ocasionar pecado. Entonces, hay que confesar los pecados, en especial aquellos que estorban la sanidad física. Y es que el pecado de un creyente que no quiere arrepentirse, esto estorba su relación con Dios. Incluso en Isaías 59.2 menciona que nuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios. Vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír. Entonces Isaías 59.2 que deja muy claro que nuestros pecados crean una división entre nosotros y Dios. Por ello, tenemos que constantemente confesar nuestros pecados a Dios, arremetirnos de nuestros pecados y arreglar nuestra relación con Dios y con los demás. Esa idea de confesar es el reconocer, es el expresar el pecado cometido, reconocer que se ha roto la ley de Dios y que se merece castigo. Ahora, Aquí es interesante porque en versículo 16 dice, confesaos vuestras ofensas unos a otros. Ahora, este es el único versículo en todo el Nuevo Testamento que exhorta a los creyentes a confesar sus pecados los unos a los otros. Y lo que Santiago está haciendo se está enfocando específicamente en pecados que pueden haber causado la enfermedad por la cual se ha estado, se está orando, ¿no?, para que haya sanidad. Versículo 14, son los ancianos los que oran, pero en el versículo 16 exhorta a toda la congregación a orar. Y es que la vida cristiana no se debe de vivir aparte de la comunidad de creyentes. La oración tiene la intención de unir el cuerpo de Cristo para que si un miembro se enferma, el resto puede orar por él. Y es que lo que hace Santiago ahora, en el versículo 16, deja a un lado ese caso particular de enfermedad y deja claro la necesidad de que cada creyente de la iglesia tome en serio su pecado, confiese sus pecados a Dios, y confiese sus pecados a aquellos que ha ofendido y dañado. Lo que no está diciendo, aquí cuando dice confesaos vuestras ofensas unos a otros, no está diciendo que una persona se ponga de pie enfrente de la congregación y confiese pecados hechos en privado. No. La confesión de pecado debe de abarcar a todos los afectados. Al tomar en serio el pecado, si es posible, que tengas, quizás, que confieses tu pecado a personas que te quieren ayudar en tu relación espiritual, ¿no? Que te quieran ayudar en tu crecimiento espiritual, como un consejero bíblico, o como... un grupo de rendición de cuentas donde no están involucrados en ese pecado específicamente, pero confiesas tu pecado a ellos para que ellos puedan orar por ti, te puedan ayudar espiritualmente, te puedan orar por ti en tus tentaciones para que no caigas en pecado. Pero por lo general, o sea, el pecado, o sea, la confesión de pecado debe de abarcar a todos los afectados. Principalmente, todo pecado es contra Dios, entonces debemos confesar nuestro pecado delante de Dios. Como el rey David, cuando pecó en adulterio con Bechabé, mató a Orías, engañó al pueblo de Israel. Ahí en Salmo 51, 4, dice, contra ti solo he pecado. O sea, él se da cuenta de que todo pecado es principalmente contra Dios. Aunque ha pecado contra muchos otros, principalmente es contra Dios. ¿Y qué es lo que hace? Confiesa sus pecados. ¿Cómo se dice 1ª de Juan 1.9? Si confesamos nuestros pecados, Él es feliz justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad. Y es que es necesario confesar los pecados principalmente, primero, principalmente a Dios, pero también a todos aquellos a quienes hemos ofendido y dañado. En Mateo 5, del 23 al 24, nos menciona, o sea, la situación de que, vale, tú has pecado contra alguien, pues entonces tú busca a la persona contra la cual has pecado, busca a tu hermano en Cristo y reconcíliate. No tú, es tu responsabilidad. Eso es Mateo 5, del 23 al 24, dice, por tanto, si traes tu ofrenda al altar y te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja ahí tu ofrenda delante del altar y anda, reconcíliate primero con tu hermano y entonces ven y presta tu, perdón, y presenta tu ofrenda. Sos Mateo 5, del 23 al 24. Identifica a una persona, se da cuenta, vale, he pecado contra esta otra persona, antes de presentar mi ofrenda a Dios, me tengo que reconciliar con la persona a la cual he ofendido. Yo voy a reconciliarme. Pero, en Lucas 17, versículo 3, menciona la otra cara de la moneda. Si alguien ha pecado contra ti, Tú debes de ir y reprenderle para que haya restauración. Lucas 17, 3. Mirad por vosotros mismos. Si tu hermano pecare contra ti, reprendele. Y si se arrepintiere, perdonale. Eso es Lucas 17, 3. ¿Me menciona? Alguien ha pecado contra ti. Tú no eres el que ha pecado. Alguien ha pecado contra ti. ¿Tú qué debes hacer? Ir a esa persona, reprenderla para que haya restauración. Si se arrepiente, entonces Hay restauración, hay perdón, no le perdonas. En Mateo 18, del 15 al 17, nos menciona el proceso, qué ocurre si este hermano que ha pecado contra ti no se arrepiente. Mateo 18, del 15 al 17, dice, por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos. Ahí está enfatizando que el reproche, incluso la confesión de pecados, solamente tiene que ser con las personas involucradas. ¿Solamente esa persona y tú? ¿No? ¿Tú has ofendido a una persona? Pues, habla con esa persona. No tienes que anunciarlo a toda la congregación o hacerlo más grande de lo que es, ¿no? ¿El pecado ha sido en privado? Pues entonces, ve directamente a la persona que has ofendido. No tienes que confesar tus pecados a todas las personas, sino a esa persona. Y entonces menciona, dice eso, si tu hermano peca contra ti, eso es Mateo 18, 15, ve y repréndele estando tú y él solos. Si te oyere, has ganado a tu hermano. No. Ahí cesa. Si ha habido arrepentimiento, si se ha ofrecido perdón, si se ha arreglado la cosa, ya está. Ahí cesa la cuestión. ¿Qué pasa si no? Si no hay arrepentimiento. Dice más, si no te oyere, toma aún contigo, a uno o dos para que en boca de dos o tres testigos con sé toda palabra. Entonces, ahí es cuando tienes que invitar a otras personas para que escuchen sobre este pecado que ha ocurrido y entonces para poder restablecer la relación. Es la importancia de restaurar. Entonces, con los testigos pues eso causa un poquito de presión con el propósito de que esa persona se arrepienta de su pecado por haber pecado contra ti y se arregla las cosas, de una. Si no hay... si no hay... si no se arreglan las cosas, si no hay restauración en ese momento, si no hay confesión de pecados, si no hay arrepentimiento de pecados, entonces es cuando se lleva a la iglesia. Y dice, si no lo sellere, esto es Mateo 18, versículo 17, si no lo sellere a ellos, dilo a la iglesia. Entonces, la Iglesia, se involucra en la Iglesia, se comenta el pecado, pero el propósito no es para... para aplastar, ni para apuntar dedos, no. El propósito es restauración. Si no oyere a la Iglesia, tenle por gentil y publicano. Indicando que si no oye a las personas que le reprochan, van de manera individual, no solamente los involucrados, Luego, algunos testigos, si aún no hay arrepentimiento, entonces hay que llevarlo a la iglesia. Y si no escucha la iglesia, entonces, es porque no es creyente. Entonces, esa es la razón por la que no hay que ir a arrepentirse, porque nunca se ha arrepentido de sus pecados delante de Dios. Eso es Mateo 18, del 15 al 17, todo para que nos demos cuenta que es necesario confesar los pecados a quienes se ha ofendido y dañado. Entonces aquí, cuando menciona confesaos, esto es volviendo aquí a Santiago 5.16, confesaos vuestras ofensas unos a otros, está pidiendo que tomemos en serio nuestro pecado y que confesamos los pecados nuestros pecados, nuestros fallos, abarcando a aquellos que han sido afectados. Si es un pecado público, pues entonces hay que arrepentirse y confesarlo públicamente. Pero si es un pecado privado, entonces hay que hacerlo entre las personas involucradas, ¿vale? Entonces, a eso se refiere cuando dice confesaos vuestras ofensas unos a otros. De todas formas también, si es un pecado colectivo, o sea, toda congregación está involucrada en el pecado, pues hay que hay que confesar esos pecados de manera colectiva. Como vemos a los profetas, como Daniel 9, del 4 al 10, donde confiesa los pecados de todo el pueblo. Pero es que aquí Santiago, de todas formas, ya ha mencionado varios pecados de la comunidad. Y pleitos, porque en Santiago 4.1, ¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? O sea, menciona esos pleitos. Quizás eso es lo que está ocasionando estas enfermedades. Pero es que al mantener la relación con Dios y con el resto de los creyentes, no habrá enfermedades por causa de pecado. Sí puede que haya enfermedad, simplemente porque es dentro del plan de Dios, dentro de la voluntad de Dios, pero no es por causa de pecado. Eso es lo que Santiago está intentando decir, de que mira, asegúrate, o sea, estás sufriendo enfermedad, asegúrate que estás bien con Dios. Asegúrate que estás bien con los demás. Por si acaso, es causa de pecado. Arrepiéntete de tus pecados. Y entonces, por eso dice el versículo 16, confesaos vuestras ofensas unos a otros, o sea, aseguraos que vuestra relación con los demás están bien, y orad unos por otros. Enfatizando una vez más que la oración es la que tiene el poder, no son los líderes espirituales, no es la congregación, no son las personas, sino es el poder de Dios. Aunque es apropiado que los líderes de la iglesia oren por los enfermos. Aún así, toda la comunidad de creyentes debe estar orando por los enfermos, para que Dios obre sanidad. Y entonces, termina el versículo 16, que, si Dios lo permite, lo consideraremos con la siguiente sección, pero dice, la oración eficaz del justo puede mucho. Aquí simplemente termina el versículo 16, enfatizando el poder de la oración. O sea, el justo se refiere al creyente. El creyente ha sido perdonado por la hora de Cristo en la cruz. Y es que la oración del creyente, que tiene una buena relación con Dios y con sus hermanos en Cristo, su oración es eficaz, su oración es poderosa. Y lo que Santiago quiere hacer es dejar muy claro que la oración tiene mucho poder. Y por eso la pregunta con la que empezamos. ¿Dudas? del poder de la oración, porque Dios puede proveer sanidad, Dios puede responder a la oración, Dios puede levantar al enfermo, Dios perdona pecados. O sea, debemos de orar los unos por los otros, para que Dios provea sanidad, para que Dios provea perdón de pecados, para que haya una unión y amor entre la congregación. pero tenemos que reconocer el poder de la oración. ¿Dudas del poder de la oración? Vamos a terminar en oración.
¿Dudas del poder de la oración?
Series Santiago
Sermon ID | 12124171113534 |
Duration | 1:09:51 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Bible Text | James 5:14-16 |
Language | Spanish |
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