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capítulo habla del pacto que Dios hace con Abraham y específicamente a una señal del pacto que es la circuncisión. Entonces esta tarde quería hablar con ustedes un poco más en detalle acerca de lo que la palabra de Dios tiene que decir acerca de esa señal tan importante. Entonces vamos a orar y entonces juntos mirar la palabra del Señor. Padre, gracias por los testimonios que hemos escuchado esta noche. Siempre es una bendición escuchar cómo estás y cómo has sobrado en las vidas de los hermanos. Pedimos especialmente esta noche otra vez por Mateo, que sigas fortaleciéndole a él y dando sabiduría a los doctores y dando fuerza y gracia y paz a los hermanos. Hernández, en este tiempo tan difícil, gracias por las promesas que tenemos en Tu Palabra. Señor, pedimos que en estos momentos que tenemos juntos necesitamos Tu ayuda para poder mejor entender Tu Palabra y vivir una vida que en verdad te agrada, que en verdad obres en nuestros corazones para revelar muchas veces el pecado que está ahí para que podamos confesarlo y rechazarlo y buscar Tu gracia para vivir vidas que en verdad te agradan. Señor, que en verdad vivimos de acuerdo a la verdad que está en Tu Palabra y Que tengamos cuidado de las muchas ideas falsas que están por el mundo para que podamos en verdad saber de lo que creemos viene no de ningún hombre, sino solamente de tu palabra. En nombre de Cristo pedimos estas cosas. Entonces vimos en Génesis 17 que hablaba en En versículo 1, para darles un poco de repaso, dice en Génesis 17, 1, En Abraham, de edad de noventa y nueve años, cuando le apareció Jehová, le dijo, Yo soy el Dios Todopoderoso. Anda delante de mí y sé perfecto, y pondré mi pacto entre mí y ti, y te multiplicaré en gran manera. Entonces Abraham se postró sobre su rostro, y Dios habló con él, diciendo, Hoy aquí mi pacto es contigo, y serás padre de muchedumbre de gentes. Y no se llamará más tu nombre Abraham, sino que será tu nombre Abraham, porque te he puesto por padre de muchedumbre de gentes, y te multiplicaré en gran manera, y haré naciones de ti, y el rey saldrá de ti. Y estableceré mi pacto entre mí y ti, y tu descendencia después de ti en sus generaciones, por pacto perpetuo para ser tu Dios y tu descendencia después de ti. Y te daré a ti y a tu descendencia después de ti la tierra en que moras, toda la tierra de Canaán en heredad perpetua, y seré el Dios de ellos. Dijo de nuevo Dios Abraham, en cuanto a ti, guardarás mi pacto, tú y tu descendencia después de ti, por sus heranaciones. Este es mi pacto, que guardaréis entre mí y vosotros y tu descendencia después de ti. Será circuncidado todo varón de entre vosotros. Circuncidaréis, pues, la carne de vuestro prepucio, y será por señal del pacto entre mí y vosotros. Y de edad de ocho días será circuncidado todo varón entre vosotros por vuestras generaciones, el nacido en casa y el comprado por dinero al cualquier extranjero que no fuera de tu linaje. Debe ser circuncidado el nacido en tu casa y el comprado por tu dinero, y hastará mi pacto en vuestra carne por pacto perpetuo. Y el varón incircunciso, el que no hubiera circuncidado la carne de su prepucio, aquella persona será cortada de su pueblo. Ha violado mi pacto." Luego vimos al final, no lo vamos a leer, pero en los últimos versículos de 23 en adelante nos habla de que Abraham obedeció al Señor y hizo eso con toda su casa. Sabemos que a través de las escrituras, los judíos miran a la circuncisión como la señal de que ellos son el pueblo especial de Dios, apartado para Dios. Y miran a los que no son parte de Dios como los incircuncidados. Y vimos especialmente cuando hablan de los filisteos, hablan con desprecio porque ellos no tienen esa señal, porque no son escogidos por Dios. Y miran esa cosa como algo muy especial, como era. Pero quiero esta noche mirar a varios diferentes pasajes que hablan de la circuncisión para enseñarnos unas verdades importantes acerca de nuestra relación con Dios. Nosotros hoy en día sabemos que eso era para el pueblo judío, ese acto físico, pero era algo que los judíos miraban como un acto religioso, podemos decir. Algo que les apartaba que les hacía especial para Dios. Y muchos de ellos vemos en el Nuevo Testamento que miraban a eso como algo que aún les ganaba favor con Dios y que les ganaba la salvación. Era una parte de poder ganar la salvación. Y vamos a ver lo que la Biblia enseña acerca de eso. Pero el tema que quiero compartir con ustedes es simplemente eso. Corazones renovados producen religión verdadera. Igual como los judíos, hay muchos cristianos que hacen actos religiosos, como la circuncisión, y creen que por hacer esos actos religiosos ya tienen religión verdadera. Pero la Biblia nos enseña algo mucho más profundo, mucho más importante acerca de estos actos religiosos como la circuncisión. Voy a hacer algo un poco diferente. Lo que voy a hacer es vamos a leer varios pasajes juntos, sin mucho comentario, y entonces vamos a llegar a una conclusión acerca de los pasajes que hemos mirado. Mientras que leemos, quiero que ustedes busquen también conmigo y que piensan qué es la verdad que esos pasajes están tratando de enseñarnos. Vamos a empezar aquí con Hechos capítulo 15. En estos capítulos 15, ya en los... capítulos anteriores, varios que no eran judíos ya están llegando a conocer al Señor. Y muchos de los judíos están llegando a Pablo y a Bernabé y a los otros apóstoles y diciendo, mira, esas personas, si en verdad quieren ser salvos, si en verdad quieren ser parte del pueblo de Dios, tienen que llegar a ser judíos, tienen que circuncidarse, tienen que seguir los actos religiosos del judaísmo y la ley del Antiguo Testamento para ser sanos. Y llegan a tener un concilio con los otros apóstoles para contestar esa pregunta sobre esos actos religiosos como la circuncisión, la manera en que se salvan las personas. Entonces, Hechos 15, versículo 1 dice, Entonces algunos que venían de Judea enseñaban a los hermanos, Si no os circuncidáis conforme al rito de Moisés, no podéis ser salvos. Como Pablo y Bernabé tuviesen una discusión y contienda no pequeña con ellos, se dispuso que subiesen Pablo y Bernabé a Jerusalén, y algunos otros de ellos a los apóstoles y a los ancianos para tratar esta cuestión. Ellos, pues, habiendo sido encaminados por la iglesia, pasaron por Fenicia y Samaria contando la conversión de los gentiles, y causaban gran gozo a todos los hermanos. Llegados a Jerusalén, fueron recibidos por la iglesia los apóstoles y los ancianos, y refirieron todas las cosas que Dios había hecho con ellos. Pero algunos de la secta de los fariseos que habían creído se levantaron diciendo, es necesario circuncidarlos y mandarles que guarden la ley de Moisés. Y qué fue la conclusión? Vamos a saltar al siglo XXII. Entonces pareció bien a los apóstoles y a los ancianos, con toda la iglesia, elegir de entre ellos varones y enviarlos a Antioquía con Pablo y Bernabé, a Judas que tenía por sobrenombre Barzabás, y así las barrones principales entre los hermanos, y escribir por conducta de ellos, los apóstoles y los ancianos y los hermanos a los hermanos de entre los gentiles que están en Antioquía, en Siria, en Cilicia, salud. ¿Por cuánto hemos oído que algunos que han salido de nosotros, a los cuales no dimos orden, os han inquietado con palabras, perturbando vuestras almas, mandando circuncidados y guardar la ley? Nos ha parecido bien, habiendo llegado a un acuerdo, elegir varones y enviarlos a vosotros con nuestros amados Bernabé y Pablo. hombres que han expuesto su vida por el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Así que enviamos a Judas y a Silas, los cuales también de palabra os harán saber lo mismo. Porque ha parecido bien al Espíritu Santo y a nosotros, no imporneos ninguna carga más que estas cosas necesarias. Que os abstengáis de los sacrificados ídolos de sangre, de ahogado y de fornicación, de las cuales cosas, si os guardaréis, bien haréis. Pasarlo bien. Dando vuelta ahora a Romanos capítulo 3, Romanos capítulo 3, versículo 27. Otra vez, quiero que ustedes estén poniendo atención y pensando qué nos enseñan esos versículos acerca de la circuncisión y la salvación, o los actos religiosos y la salvación. 3.27 dice, ¿Dónde pues está la jactancia? Romanos 3.27, queda excluida. ¿Por cuál ley? ¿Por la de las obras? No, sino por la ley de la fe. Concluimos pues que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley. ¿Es Dios solamente Dios de los judíos? ¿No es también Dios de los gentiles? Ciertamente, también de los gentiles. Porque Dios es uno, y Él justificará por la fe a los de la circuncisión y por medio de la fe a los de la incircuncisión. Luego por la fe invalidamos la ley en ninguna manera, sino que confirmamos la ley. Capítulo 4, ¿qué pues diremos que halló Abraham, nuestro padre, según la carne? Porque si Abraham fue justificado por las obras, tiene de qué gloriarse, pero no para con Dios. Porque ¿qué dice la Escritura? Creyó Abraham a Dios y le fue contado por justicia. Vamos a saltar un poco al versículo 9. Es pues esta bienventuranza solamente para los de la circuncisión, O también para los de la incircuncisión. Porque decimos que a Abraham le fue contada la fe por justicia. ¿Cómo pues le fue contada? ¿Estando en la circuncisión o en la incircuncisión? No en la circuncisión, sino la incircuncisión. Y recibió la circuncisión como señal, como sello de la justicia y la fe que tuvo estando aún incircunciso. para que fuese Padre de todos los creyentes no circuncidados, a fin de que también a ellos la fe les sea contado por justicia. Y Padre de la circuncisión para los que no solamente son de la circuncisión, sino que también siguen las pisadas de la fe que tuvo nuestro Padre antes de ser circuncidado. Entonces, Gálatas capítulo 5. Gálatas capítulo 5. Versículo 1. Gálatas 5, versículo 1. Dice, Estad pues firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud. He aquí, yo Pablo, os digo que si os circuncidáis, de nada os aprovechará Cristo. Y otra vez testifico a todo hombre que se circuncida, que está obligado a guardar toda la ley. De Cristo os desligasteis, lo que por la ley os justificáis, de la gracia habéis caído. Pues nosotros por el Espíritu aguardamos por fe la esperanza de la justicia. Porque en Cristo Jesús, ni la circuncisión vale algo, ni la incircuncisión, sino la fe que obra por el amor. Vosotros corríais bien. ¿Quién os ostorbó para no obedecer a la verdad? Esta persuasión no procede de Aquel que vos llama. Un poco de levadura leuda toda la masa. Yo confío respecto de vosotros en el Señor que no pensareis de otra manera, mas Él que os perturba llevará la sentencia a quien quiera que sea. Y yo, hermanos, si aún predico la circuncisión, ¿por qué padezco persecución todavía? En tal caso se ha quitado el tropiezo de la cruz. Ojalá se mutilasen los que os perturban. Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados. Solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros. Entonces, ¿qué están enseñando todos esos tres pasajes? Una verdad muy simple. La verdad es que las obras religiosas, incluyendo la circuncisión, nunca pueden salvarnos. De hecho, si usted está confiando en algún acto religioso para ser salvo, ya has caído de la gracia. En otras palabras, no estás confiando en la gracia de Dios y como dice lo que acabamos de leer allí en versículo 2, de nada os aprovechará Cristo y ya está obligado a guardar toda la alegría. Si confías en ti mismo por alguna parte de tu salvación, tienes que confiar completamente en ti mismo. Porque si confías en ti mismo, en venir aquí a la iglesia, en hacer buenas obras, en dar dinero a los pobres, en no hacer malas cosas, entonces no estás confiando en Cristo. No estás confiando en la gracia de Cristo y de nada te va a aprovechar Cristo si estás confiando en tus buenas obras. Por eso dice de Abraham, él fue salvo no por ser circuncidado, no por hacer algún rito religioso, sino por solo confiar en la promesa de Dios. Por eso nos dice en Hechos 15, los apóstoles decidieron, mira, los gentiles no tienen que ser circuncidados. Ya son salvos si han confiado en Cristo. No tienen que seguir la ley para ser salvos. Filipenses 5.5, ahí lo tengo en la pantalla, porque nosotros somos la circuncisión, los que en espíritu servimos a Dios y nos gloriamos en todo lo que hemos hecho, ¿verdad? En nuestras buenas obras, en venir a la iglesia, en ser buenas personas, nos gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo confianza en la Cabeza. Entonces, la única manera en que podamos ser salvos es 100% lo que Cristo hizo en la cruz. Si estamos confiando en la circuncisión, si estamos confiando en el bautismo, si estamos confiando en un miembro de la iglesia, si estamos confiando en ser buenas personas o seguir el reglo del oro o cualquier otra cosa, ya tenemos que guardar toda la ley y nunca podremos ser salvos. no podemos confiar en Cristo y también en nosotros mismos. Colosenses capítulo 3, empezando en versículo 11, dice, En él también fuiste circuncidados con circuncisión no hecha a mano, al echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal en la circuncisión de Cristo, sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él. mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos. Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la circuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonando todos los pecados, anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola del medio y clavándola en la cruz. Entonces sí fuimos circuncidados, todos. Pero no con una circuncisión física, sino con uno espiritual. Igual como la circuncisión quita una parte del cuerpo, así Dios quitó el pecado dentro de nosotros, la suciedad del pecado. Y tomó todo este pecado y dice allí en versículo 14, y lo puso en la cruz de Cristo. Todo lo que nosotros merecíamos está pagado por Cristo, 100% por Cristo. Entonces, podemos entrar a la presencia de Dios. Podemos saber que somos salvos y aceptos delante de Dios. ¿Por qué? Porque somos fieles a la iglesia. Somos aceptos delante de Dios porque no pecamos. Somos aceptos delante de Dios porque mi nombre está escrito en la membresía de la iglesia o porque soy bautizado o porque llevo una corbata. Soy aceptado delante de Dios porque yo soy fiel y leo la palabra cada día. ¿Por eso el Señor me acepta? No. me acepta solamente por medio de Cristo. Otra vez, somos de la circuncisión, no porque hemos cumplido toda la ley, no porque hemos hecho esos actos religiosos, porque somos aceptados delante de Dios, porque Dios nos acepta en su familia, porque tenemos seguranza de que vamos a ir al cielo, porque sabemos cada día que Dios nos acepta porque estamos en Cristo. Gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo ninguna confianza en la carne. Y hermanos, si somos honestos, aún los que somos cristianos, muchas veces caemos en la mentira del diablo de que Dios nos acepta más por hacer buenas cosas. Bueno, yo siempre estoy aquí en la iglesia. Esos otros hermanos no. Por eso yo sé que yo soy más aceptado delante de Dios. Yo doy mi diezmo. Yo soy fiel. Yo no peco como esos otros hermanos. O por otro lado, la moneda. A veces nos sentimos, bueno, no soy tan fiel en la palabra como debo. Muchas veces he caído en ira, en enojo, en lujuria, en otras cosas. A lo mejor ya Dios no me acepta. A lo mejor me rechaza. Las buenas noticias, hermanos, es que Dios no nos acepta por nuestros actos religiosos. No nos acepta por la circuncisión o por otros actos religiosos. Nos acepta solamente porque Cristo pagó nuestro pecado. Y nuestra aceptación no tiene nada que ver con actos externos que nosotros podríamos hacer. Somos aceptos delante de Dios 100% totalmente por Cristo. Y como estamos en Cristo, Dios nos acepta. No importa cuánto fallamos, no importa cuán infieles somos nosotros, porque Dios permanece fiel. Y nuestra aceptación delante de Dios es solamente por Cristo, no por confianza en nuestra carne. Si confiamos en nuestra carne, vamos a estar dudando siempre. o vamos a estar jactándonos siempre. Pero como leímos en Romanos 3, ¿de qué hay que jactar? Si hemos trabajado, si por nuestros actos religiosos, como los de la circuncisión, nosotros somos de la circuncisión, por eso Dios nos acepta, entonces podríamos jactarnos y podríamos desanimarnos cuando no somos fieles, como muchas veces no somos. Pero si nuestra aceptación es solamente por la gracia de Dios por medio del sacrificio de Cristo, No podemos jactarnos si somos los más fieles que todos los hermanos, ni podemos desanimarnos cuando fallamos como todos vamos a fallar. ¿Por qué? Porque Dios los acepta no por nuestra suposición, no por los actos religiosos externos, sino solamente por la gracia de Dios. nos gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo confianza en la carne. Entonces, la primera cosa que quiero compartir con ustedes esta noche es Dios te acepta por Cristo, no por actos religiosos. Abraham fue aceptado por la circuncisión. No, ya había sido justificado antes de ser circuncidado. Fue aceptado por creer en la promesa de Dios. Hermano, no eres aceptado esta noche porque estás aquí esta noche escuchando un sermón, porque diste un diezmo, porque no pecaste demasiado esa semana. Si eres aceptado delante de Dios es solamente porque has creído la promesa de Dios en Cristo. Y nadie y nada puede quitarnos de la mano de nuestro Dios. Porque depende 100% totalmente en Cristo. No en nuestros actos religiosos. Esta semana voy a estar hablando de los musulmanes el sábado. Y muchos de ellos van, pueden ver aquí, a lo que se llama la Meca. Ellos van allí y dicen que por lo menos una vez en la vida tienen que ir allí para adorar. No dirán adorar, pero eso es lo que básicamente es esa roca, una piedra que está ahí adentro, que supuestamente cayó del cielo. Van allí pensando que ese peregrinaje va a ayudarles a poder ser aceptados delante de Allah. Pero nosotros reconocemos que no hay nada que nosotros podemos hacer para hacernos aceptos delante de Dios. Solo es confiar en lo que Cristo ha hecho por nosotros. Muchos de ustedes son padres y les encanta cuando sus hijos obedecen y hacen buenas cosas. Pero su obediencia, sus regalos de Navidad, es la razón por qué son sus hijos. No, mi hijo lo adopté, no porque él pudo hacer algo por mí. Pero porque Dios me adoptó a mí. Y no importa lo que él hace en su vida. Oro al Señor, que él ama al Señor, que él me obedece, que él llega a ser un cristiano conforme al corazón de Dios. Pero ninguna de esas cosas le hace adoptado. Igual con nosotros, hermanos. Nuestra adopción se basa 100% en lo que Cristo ha hecho. Eso quita toda jactancia, pero también quita toda desesperación. Porque vamos a fallar al Señor. Vamos a caer. Vamos a ser infieles. Pero Dios permanece fiel. Y cuando por la gracia de Dios podemos ser más fieles y podemos tener victoria y podemos crecer en el Señor, nos gloriamos no en nuestra carne, sino en Jesucristo, quien nos dio el poder para hacer eso, reconociendo que nuestra fidelidad no nos hace aceptos, solamente la gracia de Dios. Entonces, corazones renovados producen religión verdadera. Allá se me acabó el tiempo, entonces voy a seguir el mensaje la próxima semana. Pero solamente terminando con esa idea tan importante, reconociendo, recordando Dios te acepta por Cristo, no por actos religiosos. La circuncisión nunca salvó a ningún judío. La miembresía en una iglesia, el bautismo, la fidelidad a la iglesia nunca salvó a ningún cristiano. Todos, por toda la historia, hemos sido salvos solamente por creer la promesa de Dios. Que Cristo solo nos salva. Que siempre recordemos esa verdad, hermano. Que nos guarde de la jactancia cuando Dios nos ayuda a ser fieles. No somos más aceptados por ser fieles, pero también que nos guarde de la desesperación y solamente decir, ya ni vale la pena porque he fallado tantas veces, nunca me va a aceptar. No, gracias a Dios nos acepta porque Cristo pagó el pago por nuestro pecado. Dios te acepta por Cristo, no por actos religiosos. Padre, gracias por tu palabra. Solo pudimos mirar la primera parte de lo que quería mirar esta noche, pero Señor, es una verdad tan importante reconocer que Nuestra salvación, nuestra aceptación delante de ti, nuestra adopción, nuestra justificación, nuestra vida eterna depende solamente en Cristo, no en ningún acto religioso como circuncisión que nosotros pudiéramos haber hecho. Gracias, Señor, porque somos tan débiles, tan pecaminosos. Nunca podríamos cumplir la ley. Gracias porque Cristo lo cumplió por nosotros. Gracias porque tomó la paga de nuestro pecado, todos los decretos que había en contra de nosotros, y lo clavó en la cruz, y que nos dio la salvación eterna, la circuncisión de corazón, para que podamos vivir vidas que te agradan, para que queramos hacerlo solamente por tu gracia. que nos ayudas esta semana a vivir en luz de esta verdad. En nombre de Cristo pedimos esas cosas. Amén. Bueno, vamos a manos de pie a cantar gracias a Dios. Los que quieren, los que están ayudando con el coro, estaremos aquí enfrente después, si pueden venir, pero ya están a despedirse. Gracias, Dios, por tu salvación. Gracias, Dios, por tu sedición. Gracias, Dios, por darme en Jesús la vida eterna perdón y luz.
Circuncisión espiritual
Series Génesis
Iglesia Bíblica Bautista Antioquia
Sermon ID | 12102442576479 |
Duration | 27:37 |
Date | |
Category | Sunday - PM |
Bible Text | Genesis 17 |
Language | Spanish |
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