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Salmo 94. Ahora, ¿cuán fácil es vengarse cuando alguien te hace algo daño, algún daño, cuando alguien te intenta destruir y luego tienes la oportunidad de destruirles a ellos? Durante el verano yo estaba haciendo un estudio, bueno, un campamento de inglés para niños. Y recuerdo que cuando los sacábamos al patio para su merienda o para su descanso o lo que sea, estos niños tienen... Bueno, en el campamento había todas las edades de... hasta jovencitos. Pero... Yo estaba a cargo de niños de 3, 4 y 5 años y entonces recuerdo que a veces un niño estaba construyendo su castillo de arena con barro y tal y entonces está haciendo su castillo y viene alguien y se lo pisa y le acaba de destruir su mundo, ¿no? Su mundo se acaba de arruinar, se acaba de caer, y entonces el niño mete la pala en el charco y hace ¡ras! ¿no? Y le echa todo el agua, todo el barro al niño que le acaba de pisar en su castillo. O a veces, jugando, están sentados en el suelo, y alguien le pisa la mano. Se levanta y un empujón ahí súper grande, ¿no? Es casi inmediato. Es... ¡Venganza es mía! Es básicamente la idea. No hay dependencia en el maestro, ni nada, para que haya defensa. No, no. Voy directo al grano. Él me ha hecho daño, y yo lo voy a hacer más daño aún. Eso es muchas veces la actitud que... bueno, es la actitud que el mundo tiene, pero es muchas veces la actitud que el creyente tiene cuando en realidad no está en... no es su parte en la vida. Porque la venganza es de Dios. Dios es un Dios vengador. Yahweh, nuestro Dios, es vengador. Debes de confiar en su control sobre tus circunstancias. Porque la razón por la que a veces queremos reaccionar en venganza, o reaccionamos en venganza, es porque pensamos que nosotros somos los que controlamos. Nosotros somos los que tenemos que tener todo controlado, y no hay nadie que nos pueda defender, no hay nadie que nos va a ayudar, y nosotros necesitamos responder. Y todo es por falta de confianza. Por falta de confianza en la soberanía de Dios, en que Él realmente es soberano. Falta de confianza en que Dios realmente es justo. ¡Es un juez justo! Y es sabio, Él sabe responder, sabe actuar. Y también es falta de confianza en Yahweh como nuestro protector. Como aquel que nos protege y nos ayuda. Ahora, aquí el Salmo 94 empieza con la frase, Jehová, Dios. Jehová, Dios de las venganzas. Dios de las venganzas, muéstrate. Porque el tono del salmista es muy urgente. ¡Muéstrate! ¡Ahora te necesito! Pero aún así demuestra un corazón confiado, porque el salmista conoce que la fidelidad de Dios está cerca. Dios está a su lado, y le va a proteger. Incluso es interesante la organización de los salmos porque el... ves que el Salmo 94 está entre el Salmo 93, donde empieza exaltando a Dios, porque Él es el que reina, ¿no? Salmo 93, versículo 1, dice, Jehová reina. ¡Se vistió de magnificencia! Jehová se vistió, se ciñó de poder, afirmó también el mundo, y no se moverá. Firme es tu trono, desde entonces tú eres eternamente." ¿No? Entonces, ahí, en Salmo 93, hablando del poder, de la soberanía, de que Jehová es el que reina. Y, en Salmo 95, dice, versículo 1, venid, Aclamemos alegremente a Jehová. Cantemos con júbilo a la roca de nuestra salvación. Lleguemos ante su presencia con alabanza. Aclamémosle con cánticos, porque Jehová es Dios grande, y Rey grande sobre todos los dioses. Porque en su mano están las profundidades de la tierra, y las alturas de los montes son suyas. Suyo también el mar, pues Él lo hizo. y sus manos formaron la tierra seca. Venid, adoremos y postrémonos, arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor, porque Él es nuestro Dios, nosotros el pueblo de su prado, y ovejas de su mano. Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestro corazón." Y entonces, básicamente la idea es que Dios está en control, pero Él, Él es el que protege, nosotros somos sus ovejas. Ahora, Salmo 93, Dios reina, Salmo 95, básicamente está hablando de que Dios es nuestra roca, nuestra protección, pero ¿qué pasó en el 94? Salmo 94, cuando el impío sale adelante, nos hace daño y se sale con la suya. Y por eso responde el salmista con esta confianza, en realidad, porque dice, ¡Jehová, Dios de las venganzas! ¡Dios de las venganzas, muéstrate! Muchas veces es difícil confiar en la soberanía de Dios. Cuando el impío nos daña, y nos sigue dañando, y queremos justicia, y la justicia tarda. Y queremos que el juez de la tierra responda, y el juez de la tierra se mantiene callado, y no responde cuando queremos. Y entonces, lo que el salmista básicamente está demostrando es confianza de que en realidad Dios va a juzgar justamente a cada uno conforme a su obra, ¡en su tiempo! y confío en el tiempo de Dios. Yo no tengo que tomar venganza, yo no tengo que actuar impiamente contra nadie, yo no tengo que actuar con maldad, sino que debo de reflejar quién es mi Dios en mi vida. Porque si pensamos en la historia de José, cuando sus hermanos, ahí en Génesis, los últimos capítulos de Génesis, cuando José es vendido a Egipto por sus hermanos, Los hermanos le odian, le venden, y entonces en Egipto le pasa de todo. Está en cárcel, mienten sobre él, se aprovechan de él... Y entonces llega al final de Génesis, cuando los hermanos vienen y se encuentran ante José y tienen miedo. Y José podría decir, ahora es el tiempo de la venganza. ¡Ahora puedo vengarme! ¿Pero cuál es la respuesta de José? Él confía en la soberanía de Dios, y sabe que Dios va a pagar a cada uno conforme a su obra. No está en sus manos, no es él el que va a responder en venganza. sino que lo deja todo en las manos de Dios, incluso en Génesis, el último capítulo de Génesis, Génesis 50, Génesis es el primer libro del Antiguo Testamento, Génesis 50, versículo 19, ahí cuando muere el padre Jacob, y los hermanos dicen, oh, oh, ya que ha muerto nuestro padre, José se va a vengar, y le respondió José, Génesis 50, 19, no temáis, ¿Acaso estoy yo en lugar de Dios? Porque José se da cuenta de que solamente Dios es un juez justo. Solamente Dios puede dar la recompensa justamente, porque básicamente eso es lo que significa venganza. Entonces, en Génesis 50, 19, dice, ¿Acaso estoy yo en lugar de Dios? Vosotros pensasteis mal contra mí. Más, Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo. Entonces, volviendo aquí al Salmo 94, lo que vamos a ver es que debemos de recordar que la venganza es de Dios, que Dios sí tiene las circunstancias bajo control, y que a Dios no se le escapa nada. El plan de Dios siempre es mejor. Dios es un juez justo. Y el enaltecimiento del soberbio, del que se jacta, del impío, es temporal. Y que Dios sí escucha tu petición, y que sí va a dar el pago a los soberbios conforme a su obra. Porque Dios es soberano. Dios es sabio. Dios es tu protector. Y Dios sí conoce los pensamientos del hombre. Y nunca, nunca, nunca abandona a su pueblo. Sino que a él le interesa el bien de su pueblo. Y Dios traerá juicio a su tiempo. Y el salmista nos hace recordar que la ayuda de Dios sí es suficiente. Que el justo sí está seguro en las manos de Dios. Que Dios sí consuela a su pueblo en la ficción. Que Yahweh, nuestro Dios, sí es confiable. Que Yahweh es un refugio seguro. Y que Yahweh sí va a destruir al impío en su tiempo. Y por eso dependemos de él, dependemos de su tiempo. Pues Yahweh es el Dios vengador, confía en su control sobre tus circunstancias. Y lo que vamos a ver del versículo 1 al versículo 7 es que Yahweh, nuestro Dios, es juez soberano. En el sentido de que Él reina, Él está en control de todas las cosas. Yahweh es juez soberano aún cuando los soberbios afligen. Yahweh, nuestro Dios, es juez soberano aún cuando los soberbios afligen. Y en versículo 1, Salmo 94, versículo 1, dice, Jehová, Dios de las venganzas, Dios de las venganzas, muéstrate. Ahora, venganza significa recompensa, ¿no? Dar la recompensa merecida. Y por eso está en las manos de Dios, porque solamente Él puede dar la recompensa exacta. Porque nosotros siempre nos pasamos. Nosotros siempre nos equivocamos. Pero Dios es un juez justo. Y entonces dice, muéstrate, que tiene que ver con aparecer radiante, brillar. Porque la realidad es que Yahweh nuestro Dios es el único que tiene la autoridad para dar venganza. Es el único que provee justo juicio. Es el único que nunca se equivoca en su juicio. Y por eso el creyente debe depender de Dios para la venganza. Incluso en Deuteronomio 32, versículo 35, pasaje que leímos antes, Deuteronomio 32, Versículo 35 dice, Mía es la venganza y la retribución. A su tiempo su pie resbalará, porque el día de su aflicción está cercano, y lo que les está preparado se apresura. Ahora, Dios está hablando, diciendo, mira, yo estoy en control, yo les voy a dar la recompensa por su maldad a su tiempo. y por eso el creyente debe de depender de Dios. También en Romanos 12, Romanos 12, eso era Deuteronomio 32-35, y en Romanos 12, versículo 17, Romanos 12, 17 al 21, Aquí en el Nuevo Testamento también reitera esta idea de que solamente Yahweh, nuestro Dios, Romanos 12, el 17, el 21, solamente Yahweh, nuestro Dios, es el que... es el que juzga justamente y da la recompensa. Correcta. Y en Romanos 12, 17 dice, no paguéis a nadie mal por mal. Procurad lo bueno delante de todos los hombres. Si es posible en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres. No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios. Porque escrito está, Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor. Así que, si tu enemigo tuviere hambre, Dale de comer. Si tuvieres sed, dale de beber. Pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza. No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal. Pues ahí lo que nos está diciendo es que si tú eres parte del pueblo de Dios, debes de responder de una forma diferente ante tus circunstancias. Y da igual las circunstancias en las que estés pasando. Aún así, tienes la responsabilidad de actuar correctamente. Actuar haciendo lo bueno. Porque no es tu parte el tener venganza, sino que tú debes de confiar en Dios. Y entonces, volviendo aquí a Salmo 94, versículo 2, dice, engrandécete, oh juez de la tierra, da el pago a los soberbios. Esa idea de engrandecerse es elevar en alto. Y... el juez de la tierra. Él es el que decide justicia, el que distierne. Dice, da el pago a los soberbios. Esa palabra, da, literalmente es devuelve. ¡Devuelve! Devuelve lo que ellos se merecen. Dice, devuelve el pago. Esa idea de pago es recompensa. O sea, lo que ellos se merecen, devuélveles lo que se merecen a los soberbios, a los que se jactan, a los que se enorgullecen y dañan al pueblo de Dios. Incluso nos va a describir un poquito de lo que ellos hacen en los siguientes versículos. Lo que vemos aquí es que Dios, Yahweh nuestro Dios, es el juez de toda la tierra. Y es un juez justo. Porque un juez humano tiene límites. Un juez humano se equivoca. Un juez humano se basa en la información que le dan. ¡Pero! Ya bueno, nuestro Dios lo sabe todo. Él no se equivoca. Él actúa a tiempo. Él actúa con justicia. Y por eso el soberbio no se puede escapar delante del juez de toda la Tierra. Y Dios conoce ¡Todo! Y por ello, da un juicio más... bueno, exacto. Un juicio perfecto. Porque conoce incluso lo escondido. Y entonces, el salmista está enfatizando... ¿Cómo puede ser posible que se esté saliendo con la suya? O sea, por favor, Dios... ¡Juez de toda la Tierra, actúa! ¡Despiértate, Dios de las venganzas! Y entonces en versículo 3 dice... ¿Hasta cuándo? ¿Hasta cuándo los impíos? Es alguien que desprecia a Dios, que rechaza a Dios. No hay ningún temor de Dios delante de él. Dice, ¿Hasta cuándo los impíos? ¿Hasta cuándo? Ahí enfatizando el tiempo, ¿no? ¿Cuánto tiempo va a tomar? ¿Hasta cuándo, oh Jehová, se gozarán los impíos? Esa idea de gozarse es exaltarse en triunfo. Como que ellos han ganado. Como que ellos han salido con la suya y nadie les ha tocado. Y ellos tienen el poder. Y entonces el salmista se da cuenta de la injusticia, de que el impío se goza al salirse con la suya. Los planes del impío salen a cabo y son castigados. Y entonces el salmista está diciendo, ¿Cuándo vas a actuar, oh Dios? ¿Cuándo te vas a vengar? ¿Cuándo vas a traer justicia? Y le está pidiendo a Dios que actúe. Y entonces versículo 4 dice, ¿Hasta cuándo? ¿Hasta cuándo pronunciarán? ¿Hablarán cosas duras? Es interesante, porque esa idea de pronunciar, literalmente, es echar burbujas, ¿no? Como que se están gozando, y están continuamente avanzando, y hablando, y sigue saliendo. ¡No para! No cesa de pronunciar, de hablar sus maldades. Dice, hablarán cosas duras. Cosas que dañan. Y dice, y se vanagloriarán. Es una gloria vacía. Se exaltan, pero en realidad no tienen fundamento. No tienen la fuerza. Entonces, es vano. Pero se glorían. Dicen, todos los que hacen iniquidad. Todos los que viven para el pecado y hacen injusticia. Y vemos que con su boca dañan. Destruyen con sus acciones. y se gloria en su poder aparente, ¿no? O sea, una aparenta ser que tiene mucho poder y se gloria. Pero es vano, es vacío. Y el salmista se da cuenta, realmente está expresando mucha confianza, porque él sabe que Dios aún no ha actuado. Que Dios puede actuar y que lo puede frenar. Y por eso está clamando a Dios y diciéndole, ¿cuándo vas a actuar? Actúa ahora, destruye, quítale el poder. ¿No? Porque la realidad es que la gloria del impío es temporal. La gloria del soberbio no dura para siempre. y por eso le pide a Dios que actúe. Y en versículo 5 dice, A tu pueblo, Jehová, quebrantan, y a tu heredad afligen. Esta idea de quebrantar es, literalmente, aplastar, romper en pedazos. Entonces dice, a tu pueblo. Aquí está, aquellos a quien Dios debe de proteger, y son los que están siendo aplastados. Son los que se están rompiendo en pedazos. Y por eso los llama incluso, tu heredad. Al final del versículo 5, dice, y a tu heredad afligen. Seria de heredad, es una posesión hereditaria. Dice, y afligen. Literalmente es hacerse doblar. Hacerlos doblar por la fuerza. Entonces los están oprimiendo, los están afligiendo, los están quebrantando. Y por eso el salmista está diciendo, Dios actúa. Incluso a los más débiles son a los que más oprimen. Porque ahí lo dice, en versículo 6, dice, a la viuda y al extranjero matan. Y a los huérfanos quitan la vida. Ahora... en el Antiguo Testamento y en la ley hace mucho énfasis en proteger estas personas, la viuda, el extranjero, o sea, la viuda, la que está sola, no tiene ninguna clase de protección, a lo mejor no tiene la ayuda de un marido que trabaja, y luego el extranjero que está solo, no está en su tierra, no conoce a nadie, no tiene familia cerca, y luego los huérfanos, que no tienen a los padres para proteger, para ayudar, para alimentar, entonces, son personas ¡Muy débiles! ¡Con mucha necesidad! Y a ellos son los que les presionan. Los que les oprimen más. Incluso, dicen que los matan. Les quitan la vida. Y entonces, ¿cómo reaccionan ellos? Del siglo VII, dicen... Y dijeron... ¡No, Veraja! Es un término corto de Yahweh, de Jehová. Dice, ni entenderá el Dios de Jacob. Y lo que básicamente están diciendo es que Dios no va a escuchar. Dios no va a responder. Incluso en el Salmo 68, Salmo 68, versículo 5 al 6, nos dice que Yahweh es el padre de los huérfanos y defensor de las viudas. Es Dios en su santa morada. Dios hace habitar en familia a los desamparados. Saca a los cautivos a prosperidad, mas los rebeldes habitan en tierra seca. Entonces, ¿qué pasa? ¿Qué pasó en el Salmo 94? Porque aquí nos dice que Yahweh nuestro Dios es el que protege a los débiles, que protege a su pueblo, que es el defensor de los huérfanos y de las viudas, es el padre de los huérfanos. En Proverbios 23, versículo 11 Proverbios 23, versículo 11 Proverbios 23, versículo 11, dice, Porque él, el defensor de ellos, es el fuerte, el cual juzgará la causa de ellos contra ti. Ahora, ¿de quién está hablando? Está hablando de los débiles, y por eso en el versículo anterior, versículo 10, Proverbios 23, 10, dice, No traspases el lindero antiguo, ni entres en la heredad de los huérfanos. ¿Por qué? Porque el defensor es el fuerte. El defensor de ellos es el fuerte, hablando de Yabo nuestro Dios, el que tiene toda la fuerza, y es el que defiende. Y entonces, vemos al impío, al soberbio, que se está aprovechando, y entonces, volviendo aquí a Salmo 94, 7, dice, Dios no ve nada. ni entenderá el Dios de Jacob. Entonces, básicamente, no hay ninguna clase de sabiduría, Dios realmente no es soberano, y la realidad es que no tienen a Dios en ninguno de sus pensamientos. Y es como otro salmista, en Salmo 10, como en otro Salmo nos describe esta mentalidad de que el impío piensa que se puede salir con la suya, En Salmo 10, versículo 6, el impío dice en su corazón, No seré movido jamás. Nunca me alcanzará el infortunio. O sea, la adversidad. Entonces el necio parece que sale adelante. Eso era Salmo 10, versículo 6. El versículo 11 dice en su corazón, Dios ha olvidado. ha encubierto su rostro, nunca lo verá. El problema con eso es que está muy equivocado. Porque Dios sí ve. Dios sí responde. Porque Yahweh es el juez soberano, aun cuando los soberbios afligen. Yahweh es el juez soberano, aun cuando los soberbios afligen. Entonces, en vez de dudar el control de Dios sobre tu vida, debes de confiar en Él. En vez de rechazar el plan de Dios para tu vida, somete, sométete a su plan perfecto para ti. En vez de pensar que tú sabes mejor que Dios, obedécele. En vez de confiar en tu propia sabiduría, pon en práctica las Escrituras. En vez de enojarte cuando no salen tus planes, déjalo en las manos de Dios, porque eres soberano. Yahweh es juez soberano aún cuando los soberbios afligen. Pero también Yahweh es el juez sabio. Yahweh es el juez sabio ante la insensatez del soberbio. Porque Yahweh es el Dios vengador, confía en su control sobre tus circunstancias. Lo que vamos a ver ahora aquí en Salmo 94, del versículo 8 al versículo 15, es que Yahweh, nuestro Dios, es el juez sabio. Es el juez sabio ante la insensatez del soberbio. Porque aquí hemos visto como que el soberbio piensa que Dios no ve, y que Dios no entiende. Pero, versículo 9, el salmista confía en Dios y dice, Entended, necios del pueblo, y vosotros fatuos, ¿cuándo seréis sabios? O sea, aquí están los soberbios y los impíos, y piensan que Dios, que Yahweh es necio, pero en realidad ellos son los que son necios. Y por eso les llama a entender. Literalmente significa discernir. O sea, date cuenta, considera. Y los llaman necios, que tiene que ver con... Literalmente es tan tonto como el ganado. O sea, no tiene ninguna actividad mental en su cabeza. Es que es necio. Dice, entended necios del pueblo. Ahora, ¿qué es interesante de esa frase? Dice, del pueblo. Entonces, estos soberbios, estos que se jactan, estos impíos, están dentro de la comunidad, de lo que es el pueblo de Dios. Por lo menos lo aparentan. Y entonces dice, entended necios del pueblo, y vosotros fatuos, que literalmente es personas sin conocimiento, Dice, ¿Cuándo seréis sabios? ¿Cuándo andaréis prudentemente, con entendimiento? ¿Cuándo realmente pondréis en práctica la instrucción y el conocimiento? Y entonces en versículo 9 dice, ¿El que hizo el oído no oirá? ¿El que formó el ojo no verá? Ahora, solamente Yahweh tiene el poder para crear. Pero el necio no lo entiende, porque la sabiduría para él es muy difícil. Y el salmista reprocha al Fatuo por no entender quién Dios es. Ahora, Yahweh es el creador. Entonces, él es el que creó el oído, él es el que creó el ojo. Y por eso el salmista le dice, ¿tú crees que el creador del oído y el creador del ojo no puede escuchar y no puede ver? Ahí estás demostrando tu falta de sabiduría. Y entonces, Dios demuestra mucho poder, demuestra mucha sabiduría como Creador. Y Él puede escuchar todo y ver todo. Nada se escapa de la percepción de Dios. El que piensa que puede escapar de Dios, está muy equivocado. Porque si vamos a Salmo 139, Salmo 139, versículo 1, el salmista, aquí nos dice que es un salmo de David, dice, ó Jehová, tú me has examinado y conocido. Y entonces sigue el salmo describiendo cómo que Dios le ha examinado y conocido en todo detalle. En todo detalle. Dice versículo 2, tú has conocido mi sentarme y mi levantarme. Has entendido desde lejos mis pensamientos. Has escudriñado mi andar y mi reposo, y todos mis caminos te son conocidos. Pues aún no está la palabra en mi lengua, y he aquí ojevá, tú la sabes toda. Detrás y delante me rodeaste, y sobre mí pusiste tu mano. Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí. Alto es, no lo puedo comprender. Entonces, Dios conoce todo. Es sabio. Es el juez sabio. Incluso, si te quisieses esconder de Él, dice, versículo 7, Salmo 139, versículo 7, ¿A dónde me iré de tu espíritu? ¿A dónde huiré de tu presencia? Y entonces, el salamista describe como que es imposible. Porque Dios es omnipresente. En el sentido de que Él está en todas partes, entonces, No puedes esconder nada de Dios, porque Él lo sabe y Él está ahí. Y entonces, por eso el salmista, volviendo aquí a Salmo 94, versículo 9, dice, el que hizo el oído no verá. El que formó el ojo no verá. Dios tiene el poder. Él es el que controla. Entonces, incluso en versículo 10 dice, el que castiga a las naciones, ¿no reprenderá? ¿Tú crees que Dios no tiene el poder para reprender, para castigar, si Él es el que castiga a las naciones? Dice, ¿no sabrá el que enseña al hombre la ciencia? Y tiene esta idea de... Bueno, ciencia literalmente es conocimiento. O sea, si Dios es el que enseña al hombre, ¿no tendrá él más sabiduría que el hombre? O sea, ¿no entiende más? Porque Dios conoce todo. ¡Nadie le puede enseñar! Incluso en Isaías 40, Isaías 40, versículo 13, Isaías 40, versículo 13, Dice, ¿Quién enseñó al Espíritu de Jehová, o le aconsejó enseñándole? O sea, ¿de verdad hay alguien que le haya enseñado a Dios? Y obviamente la respuesta es, no. Para nada. Y por eso aquí en Isaías 40, versículo 13, dice, ¿Quién enseñó al Espíritu de Jehová, o le aconsejó enseñándole? ¿A quién pidió consejo para ser avisado? ¿Quién le enseñó el camino del juicio? ¿O le enseñó ciencia? ¿O le mostró la senda de la prudencia? Porque Yahweh es el juez sabio. Y nadie, nadie le enseña a Él, sino que Él es sabiduría en perfección. Y entonces, volviendo aquí a Salmo 94, versículo 11, Dice, Jehová conoce los pensamientos de los hombres, que son vanidad. O sea, nada se le puede esconder a Dios, ni siquiera los pensamientos. O sea, los pensamientos son las intenciones, las ideas, los designios, los planes. Porque son vanidad. Son vacíos. Están vacíos. Es tan transitorio como el aliento. Sales afuera cuando hace frío y haces... ¿No? Y ves un vapor así rápido, y el vapor desaparece tan rápido como apareció. Es transitorio. Está vacío. No tiene fortaleza. Es vano. Y así son los pensamientos del hombre. Los planes. Todo lo que intenta planear, todo lo que tiene para los años de su vida, y lo tiene todo planeado, pero la realidad es... es vanidad. Es vacío. El tiempo pasa. su vida pasa y ya está, porque es transitorio. Y lo que vemos aquí es que Dios realmente conoce lo más íntimo de los hombres. Ni siquiera los pensamientos se le esconden. En Lucas 6, 8, cuando Jesús está sanando al hombre en el Nuevo Testamento, Mateo, Marcos, Lucas, Lucas 6, versículo 8, Cuando Jesús está sanando al hombre que tenía la mano seca, nos dice en versículo 8 que Jesús conocía los pensamientos de ellos. ¿No? Ni siquiera eso se puede esconder. Porque dice, Masel conocía los pensamientos de ellos y dijo al hombre que tenía la mano seca, levántate y ponte en medio. Y levantándose se puso en pie. Porque vemos, nos dice anteriormente que le querían acusar. Y Cristo lo sabía. ¿Por qué? Porque nada se le esconde de Dios. Incluso los pensamientos no se pueden esconder de Dios. Entonces, volviendo aquí a Salmo 94, versículo 12. Nos dice, Bienaventurado aquel... Bienaventurado el hombre a quien tú, ja, corriges, y en tu ley lo instruyes. Pues aquí está... realmente es de bendición cuando Dios corrige. Porque cuando Dios corrige, cuando Dios... esa idea de corregir es enseñar con disciplina. Incluso ahí dice, cuando en tu ley lo instruyes, es enseñar... Está enseñando la ley. ¿Cuál es la ley? La palabra de Dios. Las leyes de Dios. Entonces, realmente está hablando de alguien que es recto, alguien que anda correctamente, alguien que vive una vida agradable delante de Dios, y por eso Dios le instruye conforme a su ley, pero también le corrige. Ahora, ¿por qué le corrige? Porque en la corrección hay crecimiento. En la corrección hay perfección, ¿no? Se va perfeccionando el camino. Incluso... en Proverbios, estamos en Salmos, luego va Proverbios, Proverbios 15, versículo 32 Proverbios 15, 32, dice... El que tiene en poco la disciplina, menosprecia su alma. No te gusta la disciplina, no te gusta la corrección, menosprecias tu alma. Dice más, el que escucha la corrección tiene entendimiento. ¿Por qué? Porque Dios le está corrigiendo, Dios le está dando la sabiduría, le está dando temor de él. Y por eso en el versículo 33 dice, el temor de Jehová es enseñanza de sabiduría, y a la honra precede la humildad. En hebreos, en Hebreos 12, versículo 5 al 11. Hebreos 12, versículo 5. Del versículo 5 al versículo 11 nos dice que Dios corrige a sus hijos. Porque tiene el bien en mente. Él quiere hacer lo bueno para sus hijos. Él quiere que sus hijos aprendan. Y es la idea que nos dice aquí el salmista de que es bienaventurado el que Dios corrige, y el que en su ley le instruye. Porque aquí en Hebreos 12, versículo 5, dice, ¿Y habéis ya olvidado la exhortación que como a hijos se os dirige, diciendo, Hijo mío, no menospreciéis la disciplina del Señor, ni desmayes cuando eres reprendido por él? Porque el Señor, al que ama, disciplina, y azota a todo el que recibe por hijo. Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos. Porque, ¿qué hijo es aquel a quien el Padre no disciplina? Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces, sois bastardos y no hijos. Por otra parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, y los venerábamos, ¿por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus y viviremos? y aquellos ciertamente por pocos días nos disciplinaban, como a ellos les parecía, pero éste, para lo que nos es provechoso, para que participemos de su santidad. Es verdad que ninguna disciplina al presente parece causa de gozo, sino de tristeza, pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados. Entonces vemos la idea de que Dios corrige a sus hijos para su bien. Entonces, volviendo al Salmo 94, cuando aquí dice, en Salmo 94, versículo 12, es esa idea que el justo que realmente Es instruido, aprende de la corrección, aprende de la ley, y realmente recibe la instrucción y la enseñanza. Es bienaventurado. Porque el que recibe la corrección de Dios es bienaventurado al acercarse más a Dios. porque le ayuda a ver los problemas, le ayuda a ver sus circunstancias, y le ayuda a confiar en Dios, en medio de las circunstancias. Y eso es algo que debemos de aprender, y es algo que el salmista está enfatizando, que da igual las circunstancias, aunque el impío, el soberbio, parece que se sale con la suya, no te vengues, sino confía en Dios. Debes de confiar en Dios, porque es un juez soberano, y es un juez sabio. Y debes de confiar en su sabiduría. Porque Él es el que corrige, Él es el que instruye. Entonces en versículo 13 dice, para hacer descansar en los días de aflicción. O sea, Dios tiene un propósito en esa corrección. Dios tiene un propósito porque Él es sabio y Él sabe exactamente cómo actuar. Él sabe exactamente lo que necesitas. Y entonces hay un resultado, nos dice el versículo 13, para hacerle descansar en los días de aflicción. Sería de descansar, es tener paz, es tener quietud. ¿Cuándo? En medio de los días de aflicción, los días de maldad. Cuando vienen esos días de maldad, el justo tiene quietud, tiene descanso, tiene paz. Pero el versículo 13 dice, en tanto que para limpio, se cava el hoyo. En tanto que para limpios se cava el hoyo. Y es la idea, esa palabra hoyo es un agujero para atrapar a algo o para sepultar a algo o a alguien, ¿no? Entonces es la idea de que el limpio cae en el hoyo y no sale en ese día de aflicción porque no tiene esperanza. porque ha rechazado a Dios. Solamente el justo tiene esperanza. Y entonces el versículo 14 dice, porque no abandonará a Jehová a su pueblo, ni desamparará su heredad. Esa idea de abandonar es que no le importa. No le presta atención. No, pero Jaboé no hace eso con su pueblo. Jaboé no abandona su pueblo nunca. Siempre está con su pueblo. En cualquier circunstancia, y por eso en cualquier circunstancia, debes de confiar en su control sobre tus circunstancias. Y entonces dice, ni desamparará. Esa palabra desamparar es dejar atrás. ¿No? Que vas en un camino y dices, sabes qué, ya no puedo más, no quiero esto, y lo echas atrás y lo tiras. ¿No? Como que no vale para nada. ¿No? Yahweh no hace eso con su pueblo, sino que lo protege. Y por eso dicen, porque no abandonará Jehová a su pueblo. Porque Dios siempre es leal a su pueblo. A Dios siempre le interesa lo mejor para su pueblo. Y por eso, dice, ni desamparará su heredad. Incluso en Salmo 27, versículo 10. Salmo 27, versículo 10. Salmo 27, versículo 10. Dice, aunque mi padre y mi madre me dejaran, Con todo, Jehová me recogerá." Eso es Salmo 27.10. Aunque mi padre y mi madre me dejaran, o sea, aquellos que en realidad deberían de ser los que más me aman y los que más se interesan por mí, aunque ellos me dejen, Yahweh nunca me va a abandonar. Siempre va a estar conmigo. Y dice, con todo, Jehová me recogerá. Y esa es la idea, que Dios no abandona a sus hijos. Incluso en Isaías 43, del 1 al 3, Dice así Jehová, creador tuyo, oh Jacob, y formador tuyo, oh Israel. No temas. Estos Isaías 43, versículo 1. Dicen, no temas, porque yo te redimí. Te puse nombre mío, eres tú. Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo. Y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti. Porque yo Jehová, Dios tuyo, el Santo de Israel, soy tu Salvador. Porque Yahweh no abandona su pueblo. sino que Él está contigo en cualquier circunstancia en la que te encuentras. Entonces, volviendo aquí a Salmo 94, versículo 14, dice, ¿Por qué no abandonará Jehová su pueblo, ni desamparará su heredad, sino que el juicio será vuelto a la justicia, y en pos de ella irán todos los rectos de corazón? Entonces, ¿qué es lo que ha ocurrido? hay jueces que están pervirtiendo la justicia. Y entonces, como Yahweh es el juez justo, Él es el que va a traer justicia. Esa idea de juicio es hacer lo recto, lo correcto conforme a la ley de Dios. Dice entonces, el juicio, lo que es recto delante de Dios, será vuelto a la justicia, a la decisión legal. a la decisión legal conforme a la ley de Dios. Y entonces dice, incluso, y en pos de ella, irán todos los rectos de corazón. Los rectos es alguien que anda rectamente conforme a la ley de Dios, que hace lo correcto delante de Dios, el justo. Porque Dios hará que la justicia sea justa. Incluso los rectos, como reflejan a su Dios, reflejan a Yahweh, realmente van a querer la justicia, aman a Dios, aman la justicia, y por eso dice, en pos de ella irán todos los rectos de corazón. Porque el recto refleja la justicia de Dios, en el sentido de que lo va a seguir. Lo va a poner en práctica. ¡Va a poner en práctica la justicia de Dios! Porque Dios es un juez justo, y él es el juez sabio ante la insensatez del soberbio. Entonces, no pienses que eres suficiente en ti mismo. No pienses que eres poderoso y que no tienes necesidad de Dios. En vez de alimentar tu deseo de obtener, desea únicamente a Dios. En vez de Desear lo que el mundo te dice que necesitas, ten contentamiento en Dios. En vez de amar al mundo, ama a Dios sobre todas las cosas. En vez de alejarte de Dios cuando no le ves actuando, acércate a Él. En vez de desear una circunstancia en tu vida, Confía en el plan de Dios para tu vida, porque Dios es soberano. Dios es sabio. En vez de desesperarte de tu dificultad, confía en Dios. Confía de que Él está cerca de ti. Porque Yahweh es el Dios vengador. Debes de confiar en su control sobre tus circunstancias en todo tiempo. porque Yahweh es juez soberano, también es juez sabio, pero por último, Yahweh es el juez protector, aun cuando los soberbios atacan. Pues no solamente Yahweh es juez soberano y juez sabio, sino que es juez protector, aun cuando los soberbios atacan. Porque del versículo 16 al versículo 23 nos dice que primero Yahweh sustenta a los justos y que luego Yahweh protege a los justos de los impíos. Y en el versículo 16 dice, ¿Quién se levantará por mí contra los malignos? Está hablando el salmista, está hablando el justo. Y dice, ¿Quién me va a proteger? ¿Quién estará por mí contra los que hacen iniquidad? Entonces, sabemos, y el salmista también lo sabe, de que Dios es el que protege al íntegro de los malignos. Porque los malvados, por un tiempo corto, se apoderan de los justos. Pero viene su día. Y lo que el salmista está haciendo énfasis es que Dios puede actuar hoy día. O sea, muchas veces pensamos que Dios, claro, Dios va a traer juicio en el futuro, en el futuro escatológico, cuando todos pasemos a la eternidad, y el impío va a ser castigado por toda la eternidad en el lago de fuego. Pero también Dios puede actuar ahora. Porque Dios actúa a tiempo, a Dios le interesa a su pueblo. Y entonces, por eso, el salmista está diciendo, ¿Quién me va a proteger de los malignos? ¿Quién estará por mí, contra los que hacen iniquidad? Y vemos que Dios es el que no deja pasar injusticias sin castigo. Dios es el que responde. Dios es el que traerá juicio y pagará cada uno conforme a su obra. Incluso el salmista dice, en el siglo XVII, que Dios le ha ayudado. anteriormente, y que Dios puede ayudar ahora. Porque dice en el siglo XVII, si no me ayudara Jehová, pronto moraría mi alma en el silencio. Y es la idea, que si Dios no ayudase, sería imposible salir. Incluso, ya nuestro Dios es el único protector, es el único que puede proteger, es el único que puede ayudar. Si vamos a Salmo 124, Salmo 124, dice algo similar, porque dice, a no haber estado Jehová por nosotros, diga ahora Israel, a no haber estado Jehová por nosotros, cuando se levantaron contra nosotros los hombres, vivos los habrían tragado. Vivos nos habían tragado entonces, cuando se encendió su furor contra nosotros. Entonces nos habrían inundado las aguas. Sobre nuestra alma hubiera pasado el torrente. Hubieran entonces pasado sobre nuestra alma las aguas impetuosas. En Vesíbulo 6 dice, bendito sea Jehová, que no nos dio por presa a los dientes de ellos. Nuestra alma escapó, escapó con el ave del lazo de los cazadores. Se rompió el lazo y escapamos nosotros. Nuestro socorro está en el nombre de Jehová, que hizo el cielo y la tierra." Es el Salmo, está haciendo énfasis, es el Salmo 124, haciendo énfasis de que el único que puede proveer socorro seguro es Yahweh, nuestro Dios. Y esa es la confianza que tiene el salmista aquí en Salmo 94, versículo 17, diciendo, si no me ayudara Jehová, pronto moriría mi alma en el silencio. O sea, moriría. Versículo 18, cuando yo decía, mi pie resbala, tu misericordia, oh Jehová, me sustentaba. Esa idea de cuando yo decía, realmente está indicando en cualquier tiempo. Incluso si yo digo... Es como una condición. Si llega el tiempo en que te necesito, o si llega el tiempo en que mi pie resbala, tu misilicordia siempre está ahí para sustentarme. Básicamente lo que está diciendo. Cuando yo decía, mi pie resbala, tú misericordia, esa palabra misericordia es la palabra hebrea Gesed, que tiene que ver con ese amor leal, esa gracia fiel, que siempre está ahí para sustentar. Porque es suficiente. Esa idea de sustentar es proveer soporte, ¿no? Fortaleza. Es sostener en tiempo de angustia. Entonces, en todo tiempo que viene la derrota, realmente esa derrota se acaba. Porque Dios es el que sustenta. Dios es el que ayuda. El que sustenta para no caer. El amor leal de Dios siempre está disponible. Dios no permite que su pueblo sea derrotado. Dios tiene el poder para sustentar en cualquier dificultad. Ninguna aflicción es demasiado grande para Dios, porque Dios siempre actúa a tiempo para salvar. Y no hay que temer cuando tu sustentador es Yahweh, nuestro Dios. Y por eso dice, cuando yo decía, mi pie resbala, tu misericordia o Jehová me sustentaba. El siglo XIX. En la multitud de mis pensamientos dentro de mí, tus consolaciones alegraban mi alma. Esa idea de multitud es abundancia. Entonces hay una abundancia de pensamientos. Y es interesante porque esa palabra pensamientos literalmente tiene que ver con inquietudes. Pensamientos que te quitan la paz. Ahora, ¿cuántas veces te has encontrado en una situación así? Tienes pensamientos que te corren por la mente y es que te quitan la paz. Y te tienes inquietudes. Y hay una abundancia de ellos dentro de ti. Pero aquí nos dice... que Yahweh, nuestro Dios, nos da las consolaciones, y eso es lo que nos alegra. Él es el que nos fortalece. Él es el que nos sustenta. Él es el que consuela a aquellos que le buscan. Aun cuando los pensamientos intentan quitarte la paz, Dios es un consuelo. Y la consolación de Dios sí es suficiente. Porque ningún problema es demasiado grande para Yahweh. porque Yahweh es el Dios de la consolación. Él es tu auxilio en tus pruebas. Entonces vemos su protección, porque versículo 20 dice, ¿se juntará contigo el trono de iniquidades que hace agravio bajo forma de ley? Esa idea de juntar es reunir, ¿no? Y entonces... Dice... Se juntará contigo el trono de iniquidades. ¿Qué hace? Es que forma y agravio tiene que ver con problemas. Problemas y maldad. Bajo forma de ley. O sea, como una especie de obligación o regla. Pero básicamente lo que está diciendo es que los que deben de estar defendiendo la justicia, en realidad la están destruyendo. Los jueces que deben de seguir la ley de Dios, y juzgar justamente, están destruyendo. Están dañando el juicio, porque son impíos. Y el juicio de los impíos es maldad como si fuese obligación. Por eso dice que hace agravio bajo forma de ley. O sea, como si fuese obligación. Ellos hacen impiedad, y hacen injusticia. Y entonces el versículo 21 dice, se juntan contra la vida del justo, y condenan la sangre inocente. Exactamente lo opuesto al juicio verdadero. Exactamente lo opuesto a lo que deben estar defendiendo, es lo que están haciendo. Dice que se juntan contra la vida del justo, del que hace lo recto, y condenan al que es inocente. ¿Por qué? Porque no son jueces justos, sino son impíos. Porque el juez impío destruye y pervierte la justicia. Y eso es lo que vemos aquí. Esta opresión. Y hacen lo contrario a la justicia. Pero... Las circunstancias no determinan tu estado. Porque Dios está en control. Aún puedes tener paz. Porque Dios es soberano. Entonces, en el versículo 22 dice, Más Jehová ha sido por refugio, me ha sido por refugio, y mi Dios por roca de mi confianza. Está enfatizando esa confianza en la soberanía de Dios, de que no hay necesidad de temer, no hay necesidad de afanarse, no hay necesidad ni siquiera de vengarse contra aquellos que le están oprimiendo, porque Yahweh es suficiente, y su refugio sí es seguro. Esa idea de refugio es un sitio alto de protección, una fortaleza segura. Y entonces lo enfatiza aún más cuando dice, mi Dios, por roca de mi confianza. Esa idea de roca, realmente es una roca muy grande, muy alta. Como que hay un precipicio y es intocable. Y ese refugio está en lo alto, Y ningún enemigo puede llegar ahí. Porque Yahweh es siempre un refugio seguro. Aun cuando el enemigo se acerque para dañar, Dios siempre está disponible para proteger. Y la protección de Yahweh es total. El enemigo puede rodear, pero no puede tocar al justo. Porque es imposible dañar al justo cuando está bajo la protección de Dios. Y Yahweh siempre está disponible para su pueblo. Porque es un refugio confiable. Es el Dios que protege a los justos. Y por eso el salmista dice, Mas Jehová ha sido mi refugio. Y mi Dios... Y mi Dios porroca de mi confianza. Y entonces termina aquí con esta confianza en Dios, en versículo 23, donde dice... Y Él hará volver sobre ellos su iniquidad. Es la idea de que Dios, es como empezó el Salmo diciendo que Jehová, Dios de las venganzas, el que da la recompensa, y eso es lo que está enfatizando, dice, Él dará la recompensa sobre ellos. Él dará la recompensa de su iniquidad. Él hará volver sobre ellos su iniquidad. Y los destruirá. En su propia maldad los destruirá Jehová, nuestro Dios. Pues es la idea de que Dios trastorna los planes malvados de los impíos. Ellos caerán en sus propias trampas, que han ideado, y Dios los destruirá por su pecado. Porque Yahweh es el enemigo de los impíos. En Proverbios 10, versículo 27, Proverbios 10, Salmos y luego Proverbios. Proverbios 10, versículo 27. Dice, el temor de Jehová aumentará los días, mas los años de los impíos serán acortados. Está haciendo el contraste entre el justo y el impío. El justo recibe la bendición de Dios, pero los impíos... Son temporales, y van a ser castigados en su tiempo. Y por eso dice, el temor de Jehová aumentará los días, mas los años de los impíos serán acortados. Estos Proverbios 10-28. La esperanza de los justos es alegría, mas la esperanza de los impíos perecerá. El camino de Jehová es fortaleza al perfecto, pero es destrucción a los que hacen maldad. El justo no será removido jamás. Pero los impíos no habitarán la tierra. Pues en vez de compararte con los demás, entrégate completamente a Dios. En vez de tener envidia de la prosperidad de los impíos, confía en el plan de Dios para tu vida. Confía en la soberanía de Dios, que Él está en control de tus circunstancias. En vez de vivir para este mundo, enfocado en lo terrenal, ¡Vive para lo eternal! En vez de dudar la justicia de Dios, confía en su carácter. En vez de desear lo que no te pertenece, da gracias a Dios por lo que tienes. En vez de amargarte por tu situación presente, acércate a Dios. Porque debes de reconocer la soberanía de Dios. Puedes reconocer el carácter de Dios, que es justo, es santo, y su amor para ti. Que sí puedes confiar en Él. Sí puedes confiar en su plan para ti. Porque Dios no se equivoca. Y Él juzga a cada uno conforme a sus obras. Ahora, es fácil comparar las vidas entre los justos y los impíos. Y es difícil tragar la prosperidad del impío muchas veces. Pero aún así no niega la soberanía de Dios. Es difícil ver tu pobre condición en comparación con el que odia a Dios y parece que sale adelante. Pero aún así debes de confiar en Dios. Porque no debemos de vengarnos cuando alguien nos hace daño. sino que debemos de confiar en el control total de Dios sobre nuestras vidas. Y debemos de obedecer su palabra. Debemos de reconocer que el tiempo de Dios es perfecto y reconocer que no tenemos la autoridad para vengarnos. Sino que debemos de actuar con humildad en vez de con ira. Debemos de buscar la paz y vencer el mal con el bien. Porque Yahweh es el Dios vengador. Debes de confiar en su control total sobre tus circunstancias. Lo primero que vemos es que Yahweh es juez soberano, aun cuando los soberbios afligen. Luego Yahweh es el juez sabio, ante la insensatez del soberbio. Por último, Yahweh es el juez protector, aun cuando los soberbios atacan. Y por eso, porque Yahweh es el Dios vengador, debes de confiar en su control sobre tus circunstancias. Vamos a terminar en oración.
Yahweh es el Dios Vengador
Series Salmos
Sermon ID | 11915744310 |
Duration | 1:03:36 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Bible Text | Psalm 94 |
Language | Spanish |
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