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El título del sermón es La advertencia contra el pecado. Escritura Primera Reyes, capítulo 9, serie El Reino Eterno. Si tienen sus palabras abiertas y gustan ponerse de pies una vez más, en reverencia a la palabra de Dios, si lo pueden hacer, por favor, háganlo. Esta es la palabra de Dios. Y sucedió que cuando Salomón había acabado de edificar la casa del Señor, la casa del Rey, y todo lo que Salomón deseaba hacer, el Señor se apareció a Salomón por segunda vez, tal como se le había aparecido en Cabaón. Y el Señor le dijo, he oído tu oración y tu súplica que has hecho delante de mí. He consagrado esta casa que has edificado, poniendo allí mi nombre para siempre, y en ella estarán mis ojos y mi corazón perpetuamente. Y en cuanto a ti, si andas delante de mí como anduvo tu padre David, en integridad de corazón y en rectitud, haciendo conforme a todo lo que te he mandado, y guardas mis estatutos y mis ordenanzas, yo afirmaré el trono de tu reino sobre Israel para siempre, tal como prometía tu padre David, diciendo, no te faltará hombre sobre el trono de Israel. Si en verdad ustedes o sus hijos se apartan de mí y no aguardan mis mandamientos y mis estatutos que he puesto delante de ustedes, si se van y sirven a otros dioses y los adoran, entonces cortaré a Israel sobre la superficie de la tierra que les he dado y la casa que he consagrado, el templo que ha consagrado a mi nombre, le echaré de mi presencia. Israel se convertirá en refrán y escarnío entre todos los pueblos. Y esta casa que se convertirá en un montón de ruinas, todo el que pase quedará atónito y silbará y dirá, ¿por qué ha hecho así el Señor a esta tierra y a esta casa? Y le responderán, porque abandonaron al Señor su Dios, que sacó a sus padres de la tierra de Egipto y tomaron para sí otros dioses, los adoraron y los sirvieron. Por eso el Señor ha traído toda esta adversidad sobre ellos. Y sucedió que después de los 20 años en los cuales Salomón había edificado las dos casas, la casa del Señor y la casa del rey, Irán, rey de tiro, había proporcionado a Salomón maderas de cedro y de cipres y oro conforme a todo su deseo, que el rey Salomón dio a Irán 20 ciudades en la tierra de Galilea. Salió Irán de tiro para ver las ciudades que Salomón le había dado y no le gustaron. Y dijo, ¿qué son estas ciudades que me has dado, hermano mío? Por eso fueron llamadas tierra de Kabul hasta hoy. Irán había enviado al rey 40.1 toneladas de oro. Y estos son los datos de la leva que el rey Salomón impuso para edificar la casa del señor, su propia casa, el muro de Jerusalén, y las ciudades de Hazor, Megiddo y Geser. Porque Faraón, rey de Egipto, había subido y ha capturado Geser, le había prendido fuego, había matado a los cananeos que habitaban en la ciudad y le había dado en dote a su hija, la mujer de Salamón. Entonces, Salamón reconstruyó Geser y también Betorón de abajo. Balad y Tadmor, en el desierto, en la tierra de Judad, y todas las ciudades del amaneceje que Salomón tenía, y las ciudades de sus carros, y las ciudades para sus hombres de caballo, y todo lo que Salomón quiso edificar en Jerusalén, en el Líbano, y en toda la tierra de su dominio. A todo el pueblo que había quedado de los amoreos, titas, fereceos, ebeseos, ejebuceos, que no eran de los israelitas, es decir, a sus descendientes que habían quedado en la tierra después de ellos, a quienes los israelitas no habían podido destruir completamente, Salomón les impuso leva de trabajo forzado hasta el día de hoy. Pero de los israelitas, Salomón no hizo esclavos, porque ellos eran los hombres de guerra, sus servidores, sus príncipes, sus capitanes, los comandantes de sus carros y sus hombres de a caballo. Estos eran los oficiales que estaban al frente de la obra de Salomón, 550, los cuales supervisaban el pueblo que hacía la obra. Tan pronto como la hija de Faraón subió de la ciudad de David a la casa que Salomón había construido, entonces él edificó el Milo. Tres veces al año, Salomón ofrecía los costos y ofrendas de paz sobre el altar. que la había edificado al señor, quemando incenso al mismo tiempo sobre el altar que estaba delante del señor después que terminó la caza. El rey Salamón también construyó una flota en Isión Geber, que está cerca de Lot, en la ribera del mar rojo, en la tierra de Edom. Irán envió a sus siervos con la flota, marineros que conocían el mar, junto con los siervos de Salamón, y fueron a Ofir, Y de ahí tomaron 14.3 toneladas de oro que llevaron al rey Salamón. Bendito sea la palabra del Señor. Padre, te damos gracias por lo que hemos acabado de leer. Pedimos que abra nuestros ojos. Hay tanta importancia en este capítulo, Padre. Abre nuestras mentes, nuestros corazones para recibir la verdad de la obediencia, para recibir la verdad de la advertencia contra el pecado. Para recibir la verdad, Padre, en nuestro esfuerzo en el trabajo, que todo Padre te traiga gloria. Pedimos esto en el nombre de Jesús. Amén y Amén. Pueden tomar sus asientos, amados. Nuestro capítulo comienza con el último de dos momentos clave en la vida de Salomón. Dios, dice la palabra de Dios, se le aparece por segunda vez. Dios se le manifestó a Salomón por primera vez, si usted recuerda, en Gabón, al principio del reinado de Salomón como rey. Él era joven, era el menor de su casa, tenía terror y temor de ser el próximo rey. El Señor se le aparece y él dice, El Señor le dice a Salomón, ¿qué es lo que tú quieres que yo te dé? Y él, muy astutamente y por el Espíritu Santo, le dice al Señor, yo quiero sabiduría porque estoy joven, no sé cómo salir, no sé cómo entrar, cómo manejar este pueblo. Necesito sabiduría para conducir tu pueblo, para que te ama y te sirva. Y el Señor le dice, buena cosa has pedido. De allí Dios le dio la sabiduría que él pidió y le añadió lo que no pidió, riqueza y honor y fama, si usted recuerda. Esta segunda manifestación ocurrió años después, más de 20 años después, de que Salomón terminara sus grandes proyectos y estuviera en la cuspide de su éxito. Él estaba lo más alto posible. Él ya no es joven, él ya tiene sabiduría, él tiene fama, la gente del mundo viene para oír su sabiduría. La grandeza de Salomón es proclamada por todo el mundo. Es un diferente Salomón, no el primer rey que encontramos, débil y chico en sus propios ojos, ese es un hombre poderoso, un rey de reyes, vamos a decir, las naciones temblan delante de él, hay paz, hay una fuerza militar increíble, hay comercio, hay oro por donde quiera, fluye como agua en el reino de Salamón, es un rey pero súper poderoso. El Señor le aparece también en esta época de su vida. Cada manifestación divina del Señor llevaba su propio mensaje único, La primera fue un regalo de oportunidad y poder, colocando a Salomón en un camino a la grandeza. Pida lo que tú quieras. Quiero sabiduría. Aquí está la sabiduría, es la riqueza, el honor. Te voy a hacer un gran rey. La segunda vino con una promesa condicional de la presencia constante de Dios. El Señor le dice, si tú obedeces, yo habitaré en este templo para siempre. Pondré mi ojo sobre este templo. Pondré mi corazón sobre este templo. Me recuerdo la oración que has hecho. Tú pidiste, Señor, si pecamos y volteamos a este templo y oramos, escúchanos del cielo donde tú reinas y por favor, perdona nuestros pecados. tenemos hambre por nuestro pecado y damos vuelta y oramos a este lugar y pedimos escucha desde el cielo si vamos cautivos a un lugar donde no conocimos por el pecado y de ahí nos recordamos y oramos a este lugar escucha del cielo donde tú estás y por favor regresa a nosotros Señor bendice a tu pueblo pon tu presencia en este templo y la respuesta del señor es absolutamente la pondré pero hay una condición ¿cuál es esa condición? bueno El Señor le da una advertencia sobre los peligros de apartarse de Dios en la cima del éxito. El Señor le dice, estaré contigo mientras tú me ames, tú me sirves como el líder de mi pueblo. Y si tú me amas y tú me sirves, si se lo enseñas a tus hijos después de ti, amarte y servirme. Y ese hijo le enseña al otro hijo. Y el otro hijo le enseña al otro hijo. Si tu línea es dedicada a la gloria de Dios, este lugar será completamente bendecido. Mi presencia estará con ustedes para siempre. Esa era la condición, la obediencia del rey, de mi ángel del rey. ¿Qué podemos aprender de todo esto? Empezando, bueno, dos grandes verdades. Número uno, bienaventurado es el hombre cuya vida es guiada por Dios desde el principio y que recibe corrección y guía cuando es necesario. ¡Qué bendecido! Era Salomón, ¿verdad que sí? Al principio el Señor le aparece. ¿Qué es lo que tú quieres? Te daré. ¿Quieres sabiduría? Por mi espíritu te daré sabiduría. Lo que tú necesites para tener éxito, yo te lo daré. Glorieza a Dios. Y aquí, durante, cuando eres un hombre poderoso, Un hombre lleno de sabiduría, el Señor le aparece y le dice mira te quiero decir te amo, pondré mi presencia en este lugar, pero tienes que tener cuidado de no darme la espalda, no introducir a Israel la idolatría. Cuidado Salomón, cuidado. El punto número dos es que pecar después de recibir una gran gracia muestra con cuál fácilmente un corazón desprotegido puede olvidar las muchas bendiciones de Dios. El Señor abierta a Salomón que va a fracasar gravemente si no pone sus ojos en el Señor. ¿Y qué hace Salomón? Se olvida del Señor. Y ya cuando dice la palabra de Dios, tragedia de tragedias. Cuando él era viejo dio la espalda a Dios, introdujo la idolatría y trajo ruina a Israel. Que todos somos terribles, ¿verdad que sí? Vivir toda una vida amando al Señor y ya de viejo olvidarse. destruir todo lo que una vida construyó. Es algo terrible. Entonces, ¿qué aprendemos de eso? Un corazón desprotegido puede traer gran ruina a todas nuestras vidas. Amados por la naturaleza, tendemos a ser ingratos por lo que debemos recordar continuamente la bondad de Dios para evitar el pecado grave. Usted tiene una tendencia, yo tengo una tendencia, tenemos una tendencia dentro de nosotros. ¿Somos qué? Ingratos. Rápidamente. se nos olvida la grandeza de Dios. Cuando olvidamos la grandeza de Dios caemos en el terrible que, pecados amados, tenemos que estar de rodillas delante del Señor, constantemente diciéndole al Señor, Señor, yo puedo ver mi corazón ingrato, puedo ver la tendencia que tengo en el orgullo, puedo ver la tendencia que tengo de jactarme y tomar crédito por lo que tú has hecho. Oh, Señor, me conozco muy bien y odio lo remanente de pecado que queda a mí. Señor, enséñame humildad. Señor, guíame por Tu Espíritu. Señor, enséñame caminar en obediencia, porque si Tú no estás conmigo, sé que en mi ingratitud me olvidaré del Señor, daré las espaldas y traeré graves consecuencias a mi vida, a mi familia y a mi iglesia. Oh, Señor, por favor, guíame. Tiene que haber una humildad de reconocer nuestra tendencia a pecar contra quien? Dios. y usted la tiene. Desafortunadamente, cada uno de nosotros tenemos esa tendencia de ser ingratos, de olvidar la grandeza del Señor. Bueno, pongamos nuestras atenciones a los versículos 1 a 9, donde miramos la urgente necesidad de la fidelidad, la urgente necesidad de la fidelidad. Y vamos a empezar con el versículo 1 y 2, donde Dios se manifiesta a Salomón. Y aprendemos tres grandes verdades del versículo 1 y 2. Número La manifestación divina de la presencia de Dios es un acto lleno de gracia. La manifestación divina de la presencia de Dios es un acto lleno de gracia. Porque cuando Dios se revela a su pueblo, no es algo que el pueblo merezca, pero es un regalo de su bondad y su misericordia extendiéndose para guiar a ese pueblo. En otras palabras, Dios no tiene que hablar con nosotros, no tiene que manifestarse. No tiene que enseñarnos, no tiene que guiarnos, no tiene que liderar con nosotros, pero el Señor elija hacerlo. El Señor ama a su pueblo, se manifiesta a su pueblo y le enseña a los pueblos que es bueno y el malo. Esa es una gran gracia, hermanos. Una gran gracia que no podemos olvidar de ella. Una gracia que debe llevarnos a la gratitud acerca a Dios para nuestros restos de la vida. Que el Señor me habla a mí. ¿Cómo es que el Señor se manifiesta a usted? Usted me puede decir, pero pastor, yo nunca he tenido el privilegio de Salamón, del que el Señor se me presente dos veces en mi vida. Es más, pastor, nunca he tenido el privilegio de ver a Dios una vez en mi vida de esta manera, pero yo Me gustaría que ustedes piensen más profundo que esto. Usted tiene un gran privilegio, un privilegio que no tuvo Salomón, una mejor manifestación del Señor, porque Salomón tenía parte de la palabra del Señor, esa parte que había sido escrita, pero él no tenía el Nuevo Testamento y el futuro, los futuros libros del Antiguo Testamento. Usted tiene la revelación del Señor completa, desde Génesis al Apocalipsis, como está el canón de escritura que hemos hablado ayer. Usted tiene toda la palabra de Dios. Eso es algo que Salomón no tenía. Él tenía parte de la Palabra de Dios y dos instantes donde Dios se le apareció. Pero usted tiene del principio al fin toda la boca de Dios, todo el aliento de Dios, toda la Palabra de Dios. Al que mucho se le da, mucho se le espera. Amén. Y quiero que considere, y hablaremos más de eso en unos momentos, pero considere que Dios siempre se manifiesta y ese es un acto lleno de gracia. ¿Qué leemos en Éxodos 33, 19? Y el Señor respondió a Moisés, yo haré pasar toda mi bondad delante de ti, proclamaré el nombre del Señor delante de ti, tendré misericordia del que tendré misericordia y tendré compasión de quien tendré compasión. ¿De donde viene este pasaje? Se recuerda a Moisés, le dice al Señor, Señor quiero ver tu gloria, manifiesta tu presencia divina, el Señor le dice no puedo porque morirás, pero es lo que haré, te esconderé en la piedra, pasaré y el resto, el remanente de mi gloria que pase, ahí podrás verlo y eso será suficiente, es más que suficiente para un hombre que me ama y me sigue. El Señor dejó que Moisés viera el remanente de su gloria y fue Moisés transformado delante del Señor, el Señor se manifiesta a su pueblo. Y es un acto lleno de qué? De gracia. Cada vez que tú abres, usted abre su palabra y piensa leer, el Señor se manifiesta. La gloria de Dios que hace su rostro resplander. Qué hermoso es la palabra de Dios. Usted la tiene en sus manos. El Señor se revela a usted cada día. En Génesis miramos a Jesucristo. En Génesis miramos el sacrificio de un animal inocente que derrama su sangre en sustitución por el pecado de un hombre. Ese es que el Evangelio de Jesucristo. Ahí lo miramos a Jesús plenamente en Génesis, en los primeros capítulos. En toda la Palabra de Dios miramos a Cristo, el plan de Dios, la salvación del hombre, los elegidos, la doctrina de las gracias. Usted tiene gran manifestación del Señor. Usted tiene que mirar esto como un acto lleno de gracia. Por generaciones la Palabra de Dios estaba perdida, escrita en un lenguaje que la gente no tenía acceso. Y por la iglesia en autoridad en ese tiempo quedaba la Palabra de Dios sin acceso al pueblo. Por mil años casi, los tiempos oscuros, sin la Palabra de Dios. Usted tiene la manifestación completa de Dios. Es un pueblo privilegiado. No se puede evitar sentirse abrumado al considerar la increíble gracia otorgada a Salomón. El Señor se le apareció una segunda vez. Nadie en su tiempo podría haber dicho tan cosa, que tuvo dos experiencias donde el Señor se le apareció a ellos. Otra vez digo, a quien mucho se le da, mucho se le requiere. Segundo punto que miramos en el Señor apareciéndose a Salomón. Dios manifiesta su presencia divina durante los momentos críticos de nuestras vidas. ¿Los momentos qué? Críticos en nuestras vidas. Señor guiaba a Salomón todos los días de su vida, igual que los guía a nosotros, a usted y a mí. Pero hay momentos críticos en nuestras vidas donde el Señor se manifiesta de una manera especial porque nuestra obediencia depende en escuchar las palabras de Dios en esos momentos. En el caso de Salomón, Dios se manifestó en este momento crítico. Sucedió esta presencia del Señor en la altura del éxito de Salomón. Justo cuando pensaba Salomón que lo tenía todo, surgían nuevas tentaciones, tentaciones que no había enfrentado antes. Cuando era joven, él sabía que él era impotente, que no tenía la fuerza, que no tenía la sabiduría. El Señor, ayúdame, sin tu ayuda no puedo conducir a tu pueblo. Pero ahora Salomón es Rey de Reyes. no como Cristo, sino el rey de reyes en la tierra en ese tiempo. El rey más poderoso en toda la área. Todo el mundo tembla del ángel de su presencia, lleno de sabiduría como ningún otro hombre. Oro fluyendo como agua al reino. Algo increíble. Es un completamente diferente rey. Y la tentación de él, ahora va a ser la tentación que hubo en Nabucodonosor, cuando él dijo, mira qué grande esta Babilonia que yo construí con mis propias manos. Y en ese momento el Señor le tocó el raso de la mente, se lo quitó y quedó como bestia comiendo zacate por siete años. Es en este momento crítico, cuando Salomón está a la altura, donde él puede tomar la responsabilidad y los logros del Dios, y si mira lo que yo he hecho, que el Señor le parece, mira si tú sigues humildemente caminando conmigo, todo va a estar bien. Pero si tú te llenas de orgullo y da la espalda y empiezas a seguir a otros dioses, Todo lo que has construido quedará en ruina. Toda tu vida quedará un montón de cenizas en el piso. Cuidado, Salomón. ¡Qué grande es Dios! Aparecerse en ese momento crítico en la vida, darle la advertencia a este hermano para que no caiga. En este momento crucial, Dios nuevamente apareció a Salomón, instándolo a permanecer fiero y advertiéndole sobre las severas consecuencias de la desobediencia. Esto demuestra cuánto le importa a Dios, incluso cuánto nosotros le importamos a Dios y qué terrible es el orgullo, los pensamientos orgullosos que vienen a nuestras mentes. En el tiempo de tribulación Dios se aparece, Dios se manifiesta en su palabra. que tenemos a nosotros en nuestras manos, en Salomón, en su presencia, le dice, cuidado, mira, te advierto, te enseño, no vayas en este rumbo, porque si vas a este rumbo, lo que va a ver a ti va a ser cenizas por toda tu vida. Leemos algo así en Salmos 46, 1, donde dice, Dios es nuestro refugio y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. ¿Oyeron? Dios es nuestro, ¿qué? Refugio. A él corremos. A él nos escondemos. Él es nuestra fortaleza. Él es la fuerza. No dependemos de nuestra astucia, sino la fortaleza de Dios. Nuestro auxilio pronto en las tribulaciones. Sabemos sin él no podemos tener éxito. Oh, que el pueblo de Dios recuerde este versículo. Oh, qué lindo hubiera sido si Salomón se hubiera recordado de esta verdad. Dios, Dios es nuestro refugio, nuestra fortaleza. Dios es mi pronto auxilio en las tribulaciones. Amados, en este punto debemos considerar el increíble peligro del orgullo. Nunca vemos el orgullo en nosotros mismos. Podemos reconocerlo, ahí el mano está lleno del orgullo, pero no podemos mirar la viga que está en nuestro propio ojo, el gran árbol que está en nuestro propio ojo. Nunca reconocemos el orgullo en nosotros. Hicimos cosas, mira que grande soy, soy un gigante espiritual. Oh, de todos los hermanos en la iglesia yo sé más, soy el más que cree en Dios, soy el más que oro, soy el más que... Cuidado amados, cuidado amados. Nunca reconocemos el orgullo en nosotros mismos. Otras personas lo ven nosotros, pero nosotros no lo vemos en nosotros mismos. Cuando experimentamos el éxito espiritual, tendemos a creer que somos espiritualmente indestructibles. Y ahí ganó Satanás. Ahí paramos de confiar en el Dios que es nuestro auxilio. Ahí paramos de pedirle a Dios humildad y le dirán, nos ponemos la capa de super cristianos y creemos que vamos a volar. Lo que vamos a hacer es estrellarnos en el piso. No hay ningún super cristiano. Cuando tenemos esa idea de super cristianos, cuando estamos en el más peligro posible, recuerde a Pedro, Pedro le respondió a Jesús, aunque todos aparten por causa de ti, yo nunca me apartaré. Súper Pedro. Soy Pedro, mi nombre significa que la roca constante, yo soy constante, yo nunca jamás te abandonaría. Si estos supuestos discípulos como yo Te dejan, yo nunca lo haré, yo soy mejor que ellos. Súper cristiano, lleno de éxito. Jesús le dijo, en verdad te digo que esta misma noche antes que el gallo cante me negarás tres besos. Pedro le dijo, podemos, Pedro le argumentó, mejor dicho ¿verdad? Aunque tenga que morir junto a ti, jamás Te negaré. Estás equivocado, Jesús. Imagínese, el orgullo ofendor, ofensivo al Señor Jesucristo cuando Él abierta a Pedro. Ustedes todos van a caer. Yo nunca más. Yo estaré antes que el gallo cante tres veces me negarás. Equivocado estás, Jesús. Sé mejor que tú en esta área. Yo conozco mi corazón mejor que tú conoces mi corazón. y quiero que sepas que jamás ocurrirá. Es la capa del supercristiano, ¿verdad? Indestructible, tan maduro, tanto lleno de conocimiento. Todos los discípulos dijeron también lo mismo. Dios, disculpen lo que voy a decir, pero la estupidez es contagiosa, ¿verdad que sí? Aquí miramos, si Pedro dice que él nunca que digo, pues yo no voy a decir que yo sí, Tengo que decir que soy tan fuerte como Pedro. Yo tampoco, Señor. Yo tampoco, Señor. Yo tampoco, Señor. Y el cáncer crece. Nadie iba a caer. Cristo había hecho un error, no a una persona, sino a todo el grupo. Cristo estaba equivocado porque nosotros todos somos super cristianos. Cuidado, amados. Cuando estamos en la punta del éxito, cuando todo va bien, Cuando el Señor ha bendecido grandemente, ahí es cuando tenemos el gran peligro de creer que lo hemos hecho nosotros, que somos súper cristianos. Y ahí es donde vamos a caer. Así que, en este momento crítico de la vida de Salomón, el Señor manifiesta su presencia con una palabra de amor y advertencia. Él es realmente un Dios de gracia. Él no tenía que presentarse a Salomón. Él no tenía que hablar a Salomón. Él no tenía que darle la palabra a Salomón, pero le dice a Salomón, cuidado, veo un peligro para ti. Tercer punto, la manifestación de Dios. Su presencia divina trae serie santa responsabilidad. Amén. Cuando el Señor hable con usted y habla con usted mediante su palabra y le enseña lo bueno, hay una gran responsabilidad en su vida de caminar en obediencia. Y si no camina en obediencia, va a haber graves consecuencias. Cuando Dios revela su voluntad, viene con un llamado a la acción. Su guerra requiere que respondamos con fe y obediencia, entendiendo el peso de lo que Él nos ha mostrado. Usted lee la palabra del Señor y dice, no con tristeza, el Espíritu Santo. Eso es una gran responsabilidad en su vida. Cuando dice ama a tu hermano, esa es una gran responsabilidad, porque ya usted sabe, el Señor le ha revelado la importancia de amar a su hermano. Amar a Dios con todo su corazón es una gran responsabilidad en su vida. Cada vez que usted viene a la manifestación divina de Dios, a la palabra de Dios, y Dios habla con usted, cuando usted lee, hay gran bendición para usted, pero hay una grave responsabilidad delante de usted de caminar a una manera que ama a Dios. Amén. Amén. Dice Santiago lo siguiente, a aquel pues que sabe hacerlo bueno y no lo hace, le es pecado. No es bueno venir a la iglesia a oír la verdad, leer la verdad en la Biblia y después vivir contra de ella. Eso es grave pecado en los ojos del Señor. Así que el Señor se le apareció a Salomón por segunda vez. Y nuestros versículos nos dejan con el deseo de la presencia manifestada divina de la presencia de Dios en nuestras propias vidas. Decimos, ¿qué privilegio sería para nosotros escuchar de Dios como lo hizo Salomón? Ay, quisiera que Dios se me apareciera de esta manera. Y sin embargo, amados, como el día anterior lo digo otra vez, Dios se revela a nosotros de una manera aún más poderosa. Lo hace a través de su palabra, a través de esa misma palabra entramos en la compañía de gracia con aquellos como Salomón que han recibido grandes revelaciones, aún mejor revelación que Salomón. Aquí encontramos una misericordia increíble. Tenemos algo incluso mejor que lo que tuvo Salomón. Mientras Salomón tuvo encuentros limitados con Dios, nosotros tenemos la palabra completa de Dios disponible para nosotros. A través de la Biblia, Dios habla activamente a cada uno de nosotros, hoy ofreciendo su sabiduría, guía y su amor. No cambie el lugar. Ay, quisiera cambiar el lugar con Salomón. No lo hagan. Salomón tenía la Palabra de Dios limitada, experiencias con Dios limitada. Usted tiene todo, todo el manantial de Dios delante de usted. Tiene toda la Palabra de Dios. ¿Amén? ¿Qué privilegio tiene usted? ¿Qué privilegio? Y es un gran privilegio porque Y déjeme explicarle esto. Creo que esta generación, la generación que vive usted y yo hoy, es la más privilegiada de toda la historia humana. ¿Por qué? Sí, Moisés miró el mar abrir. Sí, Moisés miró el mar a descender, pero no tenía toda la Palabra de Dios como la tiene usted. Y la Palabra de Dios se perdió por mil años casi, y fue resucitada por el poder del Espíritu Santo en los idiomas del mundo, y corre por todo el mundo hoy, ¿verdad que sí? Pero 100 años atrás los hermanos que tenían la Palabra de Dios completa como lo tiene usted, no tenían los privilegios de todos los libros que tenemos hoy. No tenían el privilegio al internet, no tenían el privilegio a la Palabra de Dios en su teléfono, en su tableta, no tenían el privilegio de descargar sermones de pastores por todo el mundo y todos los tiempos y escucharlos, leer Lo que usted tiene disponible a su mano es algo increíble, algo que nunca se ha visto en la historia humana. Usted tiene acceso a todo el conocimiento cristiano en un segundo en su teléfono, al que mucho se le da, mucho se le requiere. Amén. ¿Cuántos de ustedes tienen Biblias en sus teléfonos? Yo tengo Biblias, tengo comentarios, tengo diccionarios, lexicones, yo tengo todo en mi teléfono para crear un sermón ahí, lo puedo hacer en dos segundos, bueno, no dos segundos, Pero ahí tengo acceso a todo lo que necesito en dos segundos, mejor dicho. Nunca jamás un pastor ha tenido ese privilegio que lo tengo yo. Puedo descargar sermones y escuchar el pastor Charles Spurgeon predicar. No él, no su voz, pero alguien leyendo su sermón. Puedo escuchar su palabra como que si estuviera yo ahí escuchándola él predicar. Puedo leer los grandes mentes de nuestro tiempo, Lutero y Calvino, tenemos todos, tenemos gran bendición. Dios ha revelado, manifestado su presencia en nuestros pastores, en sus escrituras, y nos da la palabra a Dios. Yo tengo más de, no sé, 15, 20 biblias en frente y no sé cuántas tecnológicas tenga yo. Al que mucho se le da, que mucho se le requiere. la pueden escuchar leída en español, la pueden escuchar leída en inglés, en francés, en japonés, cualquier idioma que usted tenga acceso que pueda usted escuchar. Nunca jamás en la historia humana el mundo ha tenido tanto acceso a la palabra de Dios y nunca jamás en la historia humana el mundo sabe menos de Dios que sabemos nosotros hoy. Es una grave responsabilidad y un gran pecado lo que esta generación ha hecho con todo ese acceso. Solo quiero que consideren esto. En los versículos 3 al 9, Dios promete bendición por la obediencia y un juicio seguro por la apostosía. A Salomón se le presenta las siguientes tres verdades. Número uno, la verdadera religión no se trata de apariencias externas. Es lo que Dios le dice a Salomón. La fe de una nación no está determinada por grandes templos o hermosas arquitecturas. Salomón había construido el templo, qué lindo era, era una maravilla del mundo haciano. Todo el mundo decía, pero qué edificio tan enorme, qué edificio tan lindo, qué edificio tan resplandente, qué edificio lleno de tantos tesoros y joyas y oro. Era una maravilla del mundo antiguo. Pero que dice Dios, si tú no me obedeces, quitaré mi presencia y este templo quedará ¿en qué? En ruina y cenizas. Porque el templo no es lo que determina el amor de Dios, sino que el pueblo de Dios ama a Dios. Amén. Si bien es fácil para las personas centrarse en las señales externas, la verdadera adoración se trata de honrar sinceramente al Dios omnipresente la verdadera gloria del templo provenía no de la arquitectura sino de la presencia de Dios quien dijo en el versículo 3 he oído tu oración he oído tu súplica que has presentado ante de mí he santificado esta casa que has construido poniendo en ella mi nombre para siempre mis ojos y mi corazón estarán allí para siempre si si sigues amándome qué palabra más importante es la palabra si verdad ¿Qué palabra más importante? Si nos olvidamos de los os vigilantes de Dios y su presencia amorosa, su corazón, nuestra adoración pierde su poder y significado. Incluso, podemos asistir los servicios sin que Dios esté ahí con nosotros. ¿Qué hace este edificio santo? El pueblo de Dios que ama a Dios. Si el pueblo de Dios se olvida de Dios, este es solo un qué edificio, para nada vale. Y es lo que Jeremías el profeta le cuenta al pueblo de Dios cuando dice Ustedes robarán, hultarán, matarán, cometarán adulterio Entonces vienen al templo y dicen somos salvados porque tenemos el templo del Señor No, jamás dice él Yo Dios lo he visto y no me ha gustado Yo Dios lo he visto Dios dice he visto lo que ustedes viven como quieran pero vienen al templo dicen amén y gloria a Dios y aleluya y bendito sea el Señor y van a continuar sus vidas pecaminosas como que si todo está bien y creen que nada más porque vienen todo está bien no dice Dios yo lo he visto y no me ha gustado Entonces aprendemos esta lección, ¿verdad que sí? Aprendemos la lección que la religión verdadera no depende de la arquitectura o del templo o de lo externo, depende del corazón que ama el Señor. Es ahí donde el Señor es adorado, en espíritu y en verdad, como dice Jesús. Mateo 15 del 8 al 9 nos dice lo mismo. Este pueblo con los labios me honra, pero su corazón está muy lejos de mí, pues en vano me rinden culto enseñando como doctrinas preceptos de hombres. Mire este discípulo otra vez. En vano me están adorando, porque me adoran sólo con los labios, pero sus corazones están lejos de mí. ¿Qué vale discípulo de Dios? ¿Qué vale cantar a Dios si el corazón está lejos de Dios? Es en vano adorar a Dios. No vale para nada, dice el Señor. Mejor quédense en la casa. no gasten el tiempo suyo ni el mío. La verdadera religión depende de la obediencia a Dios. La fe de una nación solo perdura cuando sigue los mandamientos de Dios. Mira el versículo 4 y 5. La obediencia debe ser clara y basarse en la comprensión de las instrucciones de Dios. Debe provenir de un corazón sincero, reflejando nuestro compromiso genuino de servir a Dios. Cuando somos fieles a Dios, Él promete bendecirnos y establecer nuestro lugar entre su pueblo. Es lo que dice, si tú me obedeces, serás rey, tus hijos serán rey, el reino continuará, el templo continuará, la tierra continuará, Israel continuará, será una gran bendición. Si eres fiel. Y si usted es fiel, el Señor lo bendice a usted, bendice a su familia, bendice a su iglesia. Amén. Y yo quiero ser bendecido como parte de la iglesia por su obediencia. Es lo que Dios le está diciendo a él. Dice si eres fiel como David y usted dirá pero pastor yo estaba aquí cuando Aprendimos de David, de primera de Samuel y segunda de Samuel. Y miramos a un hombre que no todo el tiempo fue fiel. Es más, podemos apuntar a dos graves pecados que él hizo. Sí, pero él nunca le dio la espalda a Dios. Incluso en su pecado, él se arrepintió. Incluso en su pecado, él podía mirar que lo que había hecho era mal. Él dice, el Señor me debe de matar. Y en cierto lugar le dice el Señor, yo fui el que pequé, no, no el pueblo tuyo. Pa, quita la mano de tu pueblo, mátame a mí y a mi familia, yo lo merezco. David nunca le dio la espalda a Dios e introdujo la idolatría al pueblo de Israel. Cada pecado es idolatría, ¿verdad? Porque sí, porque nos ponemos a nosotros frente de Dios. Pero él nunca introdujo ídolos y la adoración a ídolos, él nunca hizo eso, algo que Salomón va a hacer. Algo terrible. Así que, amados hermanos, podemos ver la verdad de que la verdadera religión depende de la obediencia de Dios. Como único podemos alabar a Dios con conciencias limpias, en obedecerle. No para la salvación, pero obedecerle porque hemos sido salvados. Punto número tres. La infidelidad a Dios conlleva graves consecuencias. La decadencia de la fe de una nación a menudo conduce a su caída. Lo hemos visto en esta nación. La segunda vista de Dios enfatizó la importancia de su mensaje. Salomón recibió privilegios, recibiría bendiciones mientras permaneciera fiel, pero también se le dijo a él una severa advertencia. Y miramos esa en el versículo 6. Déjenme que se lo lea de nuevo porque creo que es importante. Dios dice, pero si en verdad ustedes o sus hijos se apartan de mí y no guardan mis mandamientos y mis estatutos que he puesto delante de ustedes y se van y sirven a otros dioses y los adoran, Entonces cortaré a Israel de sobre la superficie de la tierra que le es dado y la casa que he consagrado a mi nombre la echaré de mi presencia y a Israel se convertirá en un refrán y escarnio entre todas las pueblos y esta casa se convertirá en un montón de ruinas. Todo el que pase quedará atónito y silbará y dirá ¿Por qué ha hecho así el Señor a esta tierra y a esta casa? Y le responderán porque abandonaron al Señor su Dios. que sacó a sus padres de la tierra de Egipto y tomaron para sí a otros dioses. Lo adoraron y lo sirvieron. Por eso el Señor ha traído toda esta adversidad sobre ellos. La infidelidad traería consigo la pérdida de tres cosas, le advierte Dios. ¿Lo oyeron? ¿Cuáles son esas tres cosas? Perderían su tierra, su templo y su trono. Tierra, templo y trono. Están en el Sículo 69. Si ustedes siguen así, destruiré a Israel, a la tierra, los sacaré de mi tierra. Si ustedes siguen así, destruiré este templo. Si ustedes siguen así, perderás el trono. Esas tres cosas ocurrieron. ¿Por qué? Porque Salomón y sus hijos no amaron a Dios. Perdieron la tierra, perdieron el templo, ¿y perdieron qué? El trono. El trono no vino a ser otra vez trono de la vida hasta que vino Cristo. Por más de cuatrocientos y pico años no había un rey en Israel porque no obedecieron al Señor. La tierra fue destruida por los babilonios. El trono fue destruido por los babilonios y después por los romanos. Y el trono fue perdido hasta que vino Cristo y vendrá de nuevo. Amados, hay consecuencias. cuando desobedecemos, perdemos todo. Es más, no solamente perdemos todo, pero el mundo lo nota. ¿Vieron los incrédulos? ¿Y por qué Dios hizo esto con su pueblo de Israel? Cuando estaban silbando y diciendo ¡Wow! Pero que terrible, que desprecio, que destrucción llegó a este lugar. Este que era el reino lleno de oro, el reino lleno de poder, el lleno con paz. Y ahora míralo, ay que terrible está este lugar. ¿Qué ocurrió aquí? Dios. ¿Y por qué fue que Dios hizo eso? Porque ellos, dicen los incrédulos, abandonaron a su Dios. Puede haber un reproche más grande que cuando el mundo te diga a ti, pero ¿qué has hecho? Eras cristiano ¿no? ¿Por qué te comportaste así? ¿Por qué abandonaste a tu propio Dios? Por lo menos yo no lo sirvo, pero tú dices que lo servías. ¿Por qué? ¿Por qué diste la espalda a tu Dios? Es un reproche grande. Cuando el mundo nos reprocha, cuando el mundo dice, esperaba más de ti como cristiano, como amador de Dios. Es algo terrible, ¿no? A David se le dio porque tú le diste ocasión a los enemigos de Dios a blasfemar su nombre. Habrá Recibió también ese cargo de un incrédulo rey que le dice, ¿por qué te he hecho yo para que me trates de esta manera, para ponerme en la situación donde Dios me podía matar? Yo esperaba más de ti. ¿Por qué me pusiste en esta situación mintiéndome, diciéndome que era tu hermano cuando era tu mujer? ¿Qué te hice que merecía de ti un cristiano, un amante de Dios, que me trataras de una manera tan pecaminosa y terrible? Qué horrible cuando el mundo nos reprocha. como dice que no esperaba, esperaba más de nosotros porque decimos que somos del Señor. Eso es lo que dice la Palabra de Dios. Llegará el punto donde todo el mundo pasará y dirá, wow, ¿qué ocurre aquí? El Señor. ¿Y por qué? Porque abandonaron a Dios. Cuando el idólatra reconoce que Israel tenía al verdadero Dios, lo intercambiaron por la idolatría. Es algo terrible. La infidelidad trae consigo la pérdida de tierra, templo y trono, de todo lo que Dios dio. Dios te lo da, y si tú das la espalda a Dios, Él te lo quita todo. Amén. Y te quedas con nada. Dios siempre, aprendemos otra versión aquí, Dios siempre revela a su pueblo con precisión las consecuencias de la infidelidad, como lo hizo con Salomón. Y esta es una gran bondad de Dios. Usted lo sabe, ¿cuántos han leído la palabra de Dios? Ojalá que todos me puedan decir amén, una parte y otra hemos leído la palabra de Dios, ¿Y qué dice Dios? Si ustedes dicen no hagan esto para que no sufran esto, no hagan lo otro para que no sufran lo otro. Dios es luz, en él no hay tinieblas, entonces nosotros no tenemos tinieblas. El que dice que ama a Dios y no camina como él caminó, como caminó el hijo, es un mentiroso, la verdad de Dios no está en él. La Palabra de Dios te dice sobre y otra cosa, mira, esta es la manera de caminar, esta es la manera que tienes que advertir, no camines en esta manera, no contristece al Espíritu Santo de Dios, camina y ama a Dios, sirve a Dios. Porque si tú vas de este lado va a haber consecuencias y que grande es Dios. Él delinea para nosotros las bendiciones de la obediencia, la severidad de las consecuencias del juicio de nuestra desobediencia. Usted sabe, usted no es ignorante, usted no piensa, yo no sabía, yo no sabía que la adulterio era malo, no sabía lo que iba a conllevar. El Señor le dice, no, no, no, yo te lo delineé a ti en la Palabra de Dios. Te lo delineé cuando el pastor está hablando de David, las consecuencias que vinieron a David. ¿Tú creías que iban a haber menos consecuencias en tu propia vida? No eres torpe, tú sabes mejor. ¿Entiendes? Entonces, sabemos lo bueno, ¿verdad que sí? Y sabemos lo que es lo malo y debemos entonces, en amor de Dios y también con gran temor, escoger la obediencia hacia el Señor. En humildad pedir a Dios que nos lleve en el camino a la obediencia. Esa es la bondad de Dios. Él expone todo, lo pone todo claro, las bendiciones, las bendiciones, para que podamos ver la necesidad urgente de permanecer fieles. Y Dios lo hace aún con usted y conmigo hoy. Puedo apuntar a tantos libros, pero debo apuntar solo a un libro y solo enseñarle dos pasajes. El libro de Hebreos. Dice así la palabra de Dios. Por tanto, debemos prestar mucha mayor atención a lo que hemos oído, no sea que nos desviemos. Porque si la palabra hablada por medio de ángeles resultó ser inmutable y toda transgresión y desobediencia recibió una justa retribución, ¿cómo escaparemos nosotros si descuidamos una salvación tan grande? La cual, después que fue anunciada primeramente por medio del Señor, nos fue confirmada por los que los que la oyeron, los apóstoles, los que siguieron. Pero, ¿lo oyeron? No descuiden. Si el Señor ha castigado el pasado, castigarán el futuro. Eso es lo que dice aquí. Habrá justa retribución, dice la Palabra del Señor. Bueno, ustedes han sido, la mayoría de ustedes son padres o abuelos. Si usted sabe que si uno le dice a un hijo, dale esto y lo hace, Queremos bendecirle, queremos ayudarle, queremos estar. Pero también hay el hijo que no obedece y nosotros tenemos que poner manos severas sobre ese hijo si vamos a vivir bíblicamente. ¿Verdad? Tenemos que enseñarle una lección. Es lo que Padre te dice, lo bueno te infundirá bendición y lo malo te infundirá consecuencias. Escoge lo bueno, por favor. A nadie le gusta estar la mala con Dios. Y podemos brincar al próximo capítulo. Y dice así el versículo 2 y 3, el capítulo 3. Tengan cuidados hermanos, no sea que en alguno de ustedes hay un corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo. Antes exhórtense los unos a los otros cada día mientras todavía se dice hoy. No sea que alguno de ustedes sea endurecido por el engaño del pecado. Tengan cuidado. No se aparten del Señor. El capítulo 6 dice algo igual. El capítulo 9 dice algo igual. El capítulo 10 dice algo. Y ese es solo uno de los libros en el Nuevo Testamento. Hay tantos que nos advierten de lo bueno y de lo malo. Bueno, hemos visto la bendición de la obediencia y los resultados severos de la desobediencia. Ahora podemos ver en los versículos 10 al 28 el quehacer del diario de la vida cristiana. En estos versículos vemos las actividades de Salomón como el rey designado, llevando a cabo fielmente la obra de ser rey, como Dios lo apuntó. Aquí hay una lección valiosa para cada uno de nosotros. Como cristianos estamos llamados a servir dentro de los roles que Dios nos ha dado a cada uno de nosotros. Debemos trabajar con la mentalidad de que todo lo que hacemos es para la gloria de Dios. Eso es lo que dice la palabra de Dios en 1 Corintios 10 31. Entonces, ya sea que coman, que beban o que hagan cualquier otra cosa, háganlo todo para la gloria de quien? De Dios. El cristiano debe trabajar en el rol que dio a Dios. Sólo trabajo como rey porque Dios lo había apuntado que rey. Yo trabajo como un educador porque Dios me ha puesto en el trabajo de la educación. El electricista trabaja como electricista, hace su mejor trabajo hacia el Señor. El mecánico hace su mejor trabajo hacia el Señor. El emperador, la persona que tiene su propia empresa hace lo mejor que puede por su negocio. Trabajamos para la gloria de Dios en todo lo que hacemos. Eso no es secular, eso es santo, porque trabajo ha sido designado por Dios. Salomón hace su trabajo. ¿Cuál trabajo hace Salomón? Bueno, la política, en el versículo 14. Salomón se centró en la expansión de la tierra. A Hiram no le gustó las ciudades que le dio, pero le gustaba el dinero que estaba viniendo en todos sus comercios y que se queda en relación. Trató políticamente con Coirán, le daba cosas, él le daba cosas, y ahí se seguía el reino cristiano. También la defensa, en los versículos 15 al 24. Él erigió todos los mures, el milo, las ciudades, para proteger a Israel. Ese es el trabajo de un rey, proteger a su nación. Hizo esclavos de los remanentes, los remanentes de las naciones que no pudieron echar hacia afuera. Y la palabra de Dios no habla de eso como una cosa mala, esa gente no tenía que estar ahí. Se coló y se quedó. Entonces, él hizo esclavos de ellos, pero no de los israelitas, porque ellos le pertenecían a quién? A Dios. Pero los esclavos erigieron los edificios y los muros para proteger a quién? A Israel. Ese es el trabajo de un rey. La religión también es el trabajo de un rey, de un líder, o sea, de un presidente, no importa quién. La religión. Salomón sacrificaba los tres veces al año que tenía que sacrificar. El texto sugiere que Salomón cumplió con todas sus obligaciones bajo la ley mosaica, ahorrando lo que representaba el templo central. Y parece que al principio él tomó en serio la advertencia de Dios y siguió alabando a Dios. Y no fue cuando se puso viejo que dio la espalda al Señor, se le olvidó de la advertencia. Pero él amaba a Dios. ¿Cómo me gustaría ver un presidente que ama a Dios? Pero que no use el nombre de Dios, sino que realmente ame a Dios, que haga sus decisiones por la Biblia, que esté orando, que busque el consejo de la iglesia verdadera del Señor. ¿Cómo me gustaría ver algo así? ¿Qué bendición sería esta nación? ¿Le guste o no? ¿Qué gran bendición sería esta nación? Salomón adoraba al Señor. En el reciclo 26 al 28, nos enseña la mente del comercio que un rey tiene que tener. Salomón se aventuró en los comercios y la búsqueda de riquezas para la nación. Envió barcos y se benefició de los recursos que trajeron, incluyendo el oro por toneladas, como hemos visto que vino, que fluyó a la tierra. Esto es lo que hace un rey. Cómo me gustaría que en nuestra nación había un presidente que se dedique a la política correcta, a la defensa de la tierra, a la religión verdadera y al comercio que ayuda a su pueblo. Sería una nación grandemente bendecida, ¿verdad? Quisiéramos que ese presidente se quedara por el resto de su vida. Si va a alabar a Dios correctamente, si va a traer un gran comercio a la tierra, va a defender a esta tierra. Si va a la política correcta, sería un gran presidente, ¿verdad? Salomón fue un gran rey. Él hizo su trabajo al Señor como debe hacerlo. Pero hay una advertencia aún aquí. Cada una de estas actividades, política, defensa, religión y comercio, representa los deberes normales del rey. Estas actividades pueden parecerse algo seculares, pero son las tareas cotidianas y propias del liderazgo, similares a como todos realizamos nuestro propio trabajo diario, ya seamos contadores, electricistas, maestros, manejadores de tross, lo que sea que el Señor ponga en nuestra vida, tenemos que hacerlo para la gloria de él. No hay nada inherentemente malo en las acciones de trabajar. Dios ordenó el trabajo. Esas son actividades, responsabilidades prácticas que tenemos que seguir, igual como Salomón hizo lo mejor para ser un buen rey, nosotros lo mejor que hacemos para trabajar hacia el Señor. Y sin embargo, incluso con todas esas actividades, hay un mensaje subyacente aquí en los versículos 6 al 9, que no debe pasarse por alto. El éxito en cualquier carrera, ya sea en el liderazgo, los negocios, el ministerio, lo que sea, significa poco si la obediencia a Dios y la devoción a Él no son nuestro llamado más alto. Podemos lograr grandes cosas como lo hizo Salomón, pero sin lealtad a Dios todos los logros son en última instancia vacías. Salomón lo dice, en el libro de Ecclesiastes. No hay rey que construyó como yo. Puse mi corazón a construir y mire, dice, pero construí un reino increíble. Pero vanidad de vanidad, dice el predicador, vanidad de vanidad, esto es vanidad. Se me olvidó Dios, dice él. Y qué importó, no encontré ninguna alegría en la construcción. Me di mi mente a aprender y aprendí más sabiduría. Nadie era como yo, pero se me olvidó Dios. Vanidad de vanidades, dice el predicador, todo es que, vanidad. No encontré alegría en esas cosas. Me entregué al placer. Le di a mi alma, ¿quieres lo que tú quieres hacer? ¿Con quién tú quieres hacerme casar mil veces? Tenía mil esposas, imagínese, mil esposas. Al placer, a todos, dice él, lo que yo quería. Unas 700 esposas y 300 concubinas, pero mil en total. Si había una esposa para cada día, serían tres años antes de llegar otra vez a la esposa inicial. Algo increíble considerar, día por día, es imposible lo que él tenía. Y se me entrega todo el placer al tomar, y a la alegría, y a la novedad, y vanidad de vanidad, ese es peregrinador todo, es que vanidad, no hay alegría en eso. Me entrega a la agricultura, y a la ciencia, Hice todo lo que debía como un rey en esa área. Qué lindo era el con las flores y los jardines y los parques. Qué cosa más hermosa. Hice mi buen trabajo como un rey. Pero qué vanidad de vanidad, decía el predicador. Todo es que vanidad. No lo hice para la gloria de Dios. ¿Pueden verlo, amados? Usted puede trabajar toda su vida haciendo el mejor trabajo posible, pero si no lo hace para la gloria de Dios, ¿qué importa? O como dice Mateo 8.36 al 37. ¿O qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero y perder su alma? ¿O qué dará un hombre que ya está en el infierno a cambio de su alma? ¿Qué daría el hombre más rico, todas las riquezas que tuvo? ¿Se recuerda el hombre, el joven rico que se fue triste y temeroso porque Cristo le dijo, vende todo lo que tú tienes, dáselo a los pobres, ven y sígueme a mí, te daré riquezas como nunca las habrás, riquezas espirituales, es la palabra de Dios. que él se fue triste y abrumado porque las riquezas lo tenían a él, no quería dar sus preciosas riquezas, ¿qué daría ese hombre ahora? Teniendo esas mismas riquezas, ¿qué daría ese hombre para una nueva oportunidad? Todo lo que tenía para tener ese momento de nuevo donde él puede escoger a Cristo sobre sus riquezas. Pueden verlo, amados. ¿Qué importa ganar el mundo si perdemos nuestras almas? Así que si trabajan como cristianos, hagan su mejor, pero háganlo todo para la gloria de quién? De Dios, no para suya. Construyan, haga algo hermoso de sus vidas, pero no tomen el crédito. Mira qué gran Babilonia yo he creado con mis propias manos. Amen al Señor, pero tengan cuidado de su propio orgullo. No se pongan la capa de súper cristiano. Temblorosamente, humildemente piden al Señor que lo guíen cada día. Amen al Señor, escuchen la palabra de Dios. Tienen un gran privilegio, la gran revelación divina de Dios. Más que Salomón, lean la palabra, entiéndanla. Deja que guíe su vida y que le demuestre el amor de Cristo. Amén. Oremos. Padre, te damos gracias por estas verdades. Y pedimos que siempre nos guíes. Damos gracias por este capítulo. Ojalá que sea de gran bendición a tu pueblo. Enseñanos a construir, pero por la gloria de Dios. A estar atento a la subvertencia de la palabra de Dios. A escuchar a la divina manifestación que tenemos en la palabra de Dios. Enseñanos, Padre, nuestro propio orgullo. enseñanos a caminar humildemente. Recuérdanos diariamente que tenemos la tendencia de caminar sin gratitud, olvidarnos fácilmente de la grandeza de Dios y tomar crédito por las cosas que no podemos tomar crédito. Ayúdanos, Dios, a caminar de una manera que te honra y trae gloria a ti, que nos bendice a nosotros, que trae la bendición a nuestras familias y a nuestra iglesia. No sea que nuestras acciones traigan el juicio padre severo a nosotros, a nuestras familias, a nuestras iglesias. Pedimos esto en el nombre de Jesús y para tu gloria. Amén.
La advertencia contra el pecado
Series El Reino Eterno
Este sermón se centra en la importancia de la obediencia para el pueblo de Dios. La revelación que Dios hace de sí mismo debería impulsarnos a buscarlo de todo corazón.
Sermon ID | 113242235266137 |
Duration | 57:46 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Bible Text | 1 Kings 9 |
Language | Spanish |
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