00:00
00:00
00:01
Transcript
1/0
Primero de Juan. Por favor, para ver este texto y luego vamos a Mateo 5. En Primero de Juan, en su capítulo 2, la lectura. Hijitos míos, esas cosas las escribo para que no peguéis. 2.1. Si alguno hubiera pecado, abogado tenemos para con el Padre a Jesucristo el justo. y Él es la propiciación por nuestros pecados, y no solamente por los nuestros sino también por los de todo el mundo. Y para los que no entienden los argumentos teológicos, aquí es todo el mundo de los creyentes. Y entre paréntesis, si nunca lo has entendido, Cristo no murió por las personas que ya estaban perdidas en el infierno. Entonces, todo el mundo aquí no es el universalismo, no se va a salvar todo el mundo y termina siendo la propiciación tan solo por los de todo el mundo de los creyentes. Y en esto sabemos que nosotros lo hemos conocido si guardamos sus mandamientos. El que dice yo le he conocido no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso y no hay verdad en nada. Mas el que guarda su palabra, el amor de Dios está verdaderamente, esto es un gran tema aquí. Este amor de Dios está verdaderamente, yo voy a decir, está siendo verdaderamente perfeccionado. Es un gran proceso de transformación en esta persona. Y por eso sabemos que estamos en él. Es el motivo para guardar estos mandamientos, es el amor. En la medida en que crezcamos y seamos madurados y capacitados para amar, vamos a guardar cada vez más estos mandamientos. En el versículo 6, el que dice que está en él, es la unión espiritual entre Cristo y los suyos, unidos espiritualmente con él, o que está con él, así lo voy a decir, debe andar como el andúo. Esta fórmula de andar con Dios, si en verdad estamos en Él, esto significa en la práctica andar como Él anduvo. Y vimos este tema en parte, una introducción, este concepto de Dios con nosotros hace ocho días. Y vamos a tener dos sermones de Año Nuevo ahora. Y el tema es, nosotros con Dios nos vamos a vincular con los propósitos del Año Nuevo y con esta fórmula que acabamos de ver aquí, andar como él anduvo. Yo lo tengo aquí en el pizarrón, andar con Dios. Ahora vamos al sermón del monte. en su capítulo 5, por favor, y vamos a dar lectura aquí a la primera parte de este capítulo. este asunto de las bienaventuranzas. Tenemos el plan en el año nuevo de hacer una miniserie sobre las bienaventuranzas. Pero aquí vemos tan solo por el momento el asunto que nos toca el día de hoy. Allá lo tienen. Es Mateo 5. Vieron la gente subir al monte sentándose llegaron a sus discípulos, abrieron su boca, les enseñaba diciendo, y viene toda esta lista de las grandes cultivas bienaventuranzas, bienaventurados los pobres en espíritu porque de ellos es el reino de los cielos, bienaventurados los que lloran porque ellos recibirán consolación, bienaventurados los mansos porque ellos recibirán la tierra por heredad, bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia porque ellos serán saciados, artos en la versión antigua, saciados por completo, bienaventurados los misericordiosos porque ellos alcanzarán misericordia. Bienaventurados los de corazón limpio, limpio corazón, se abierta el orden, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Y termina con, bienaventurados los que padecen persecución por, bien lo que dice, por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos, reino de Dios y reino de los cielos son fórmulas sinónimas aquí. Los dispensacionalistas se engañan a sí mismos al tratar de hacer una distinción. Son usadas estas frases reino de los cielos, reino de Dios, de forma intercambiable. Son frases sinónimas para efectos prácticos. Bienaventurados sois cuando Y viene aquí, hay una, en cuanto a las bienaventuranzas, hay una ampliación, espero que lleguemos a esto antes de irnos de algunos detalles. Cuando os superaran y os persiguieran y dijeran de vosotros sólo mal por mi causa, me entiendo, gozaos, dice, y alegraos porque vuestra recompensa, galardón, mercedes, grande en los cielos. porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de nosotros. Y esto lo vincula con una de nuestras tareas como luz y sal. Ahora, ¿listos? Este es el primero de dos ceremonias en relación con el Año Nuevo. Ahora, este tema está vinculado muchas veces con el asunto de los votos, ¿no? Lo que se llaman los propósitos de un Año Nuevo. Esto lo comenté en una forma muy abreviada entre semana en el estudio en YouTube. Este miércoles. Este asunto de cómo el mundo comienza con toda una lista de cosas que consideran como muy importantes, ¿no? Esto lo vinculamos siempre con el tema bíblico de los votos, de hacer votos. Esto es un gran misterio para algunas personas, pero no quiere decir más que lo siguiente. Hacer votos es simplemente proponerse, ¿no? en nuestro corazón, se propone ante Dios hacer o no algo. Esta fórmula está vinculada en una larga lista de textos en el Antiguo Testamento con la idea de hacer promesas ante Dios, compromisos ante el Señor. Se vincula este concepto con lo que vemos en el mundo, los propósitos de año nuevo, que son increíblemente en cada año los mismos, en los mayores casos, los mismos propósitos que no se cumplieron el año pasado. Y en el contexto bíblico puede haber un sinnúmero de propósitos en la vida de un creyente en relación con su mayordomía, su compromiso en el matrimonio, con los hijos, una tremenda lista de metas en relación con el trabajo, la salud, la dieta. en relación con obediencia, servicio, entrega al Señor, en relación con su crecimiento, su madurez. Comentaba yo el miércoles Creo que en el Universal, yo no me acuerdo en cuál periódico saqué esta lista de, son cinco propósitos de año nuevo en las famosas encuestas, que ese es otro tema de debate, si son reales o no, estas encuestas y hasta cuál punto son manipuladas, pero creo que en gran medida podemos dar por hecho que esta lista es válida. El 72% de las personas decían que su propósito de año nuevo, ahorrar dinero. El 65% hacer ejercicio. El 65%, ¿no? Se vendan aparatitos, bicicletas, todo tipo de equipo para hacer ejercicio en el año nuevo. Se vendan en los gimnasios, ¿no? Se vendan los paquetes para el año de que voy a... Esto ya en un par de semanas acaba, ¿no? No voy a decir más. Luego, generar más ingresos es el 57%. Propósitos de Año Nuevo, generar más ingresos. El 43% comer mejor. Esto es un gran misterio. Yo estaba así. Lo pusieron tener una mejor alimentación. ¿Cómo lo pone? Tener una mejor alimentación. Yo no sé si estaban hablando de ya no comerse croquetas. No tengo idea. Y luego el número cinco en la lista, estresarse menos. O sea, llevar una vida con menos. La lista aquí va desde fobias, miedo, terror en un momento dado, ansiedad, preocupación, inquietud. Todas las cosas que se manifiestan como síntomas de una persona estresada. Estresarse menos. La meta de año nuevo. ¿No? Increíble la lista. Ahora, en este tema nos vamos a meter. ¿Listos? Ahora, la introducción es, en forma muy abreviada, espero, lo que va de por medio en todo este asunto de los propósitos de Año Nuevo. Y lo que va de por medio es un tema que hemos tocado desde este público muchas veces, en muchas ocasiones, es simplemente la felicidad. No es otra cosa. Lo que pudiéramos hacer resumiendo cualquier lista de propósitos de año nuevo es todos quisiéramos ser más felices. ¿No? Más felices. Esto es el gran deseo, el gran anhelo, el gran sueño en el corazón de cada ser humano sin excepción debido a la realidad del mundo caído en que vivimos y el pecado que es el gran obstáculo a la felicidad de todos. No es algo más allá de este tema. Increíblemente, lo que sabemos de estas bienaventuranzas es que de eso se trata la lista de las bienaventuranzas, simple y sencillamente porque la palabra que se traduce bienaventurados, en interminables debates todos coincidan, los eruditos, que se puede traducir como dichoso, bendito y coloquialmente, en términos modernos, felices. Aunque hay muchos argumentos afortunados, suertudos, es una lista tremenda de palabras en algunas versiones actualizadas, todos resumen la idea de felices. Y el tema es profundo, porque se refiere a la verdadera felicidad, es a saber la felicidad que tan solo Dios nos puede dar. Se refiere a la verdadera felicidad, es a saber la felicidad que tan solo la salvación nos puede dar. La verdadera felicidad es el saber en el sentido de todo lo que abarca el conocimiento verdadero de Dios, una relación íntima con Él, esto de Dios con nosotros, que termina siendo lo que vimos a grandes rasgos hace ocho días, de tu mejor amigo, tu amigo más íntimo, Y el que te ama incondicionalmente resulta ser nuestro Señor Jesús. Y hay una felicidad espiritual, hay una felicidad eterna, permanente, real, en lo que esto abarca. Y el tema gigantesco, porque lo sigo diciendo, esto es el objeto principal, el objeto que todos los seres humanos buscan. ¿Hay alguien que no quisiera ser feliz? Estamos buscando la persona. Todos quisiéramos ser felices y consciente o inconscientemente, eso es lo que todo el mundo anda buscando en esta lista de ahorrar dinero, mejorar la salud de mi cuerpo, generar más ingresos, etc. Están buscando inconsciente o conscientemente la misma felicidad. Porque la falta de felicidad es el gran dilema, es el gran problema que vemos desde la caída de Adán y Eva. Perdieron su felicidad, Adán y Eva, ¿no? Y perdieron esta bendición al revelarse en contra de Dios. Y desde aquel momento sentido, todos los seres humanos andan buscando en una forma constante esta misma cosa. No la pueden alcanzar, no la pueden encontrar. Y ya sabemos porque la buscan sin Dios, fuera de Dios, aparte de su Creador. Buscan esa felicidad. Viven, por lo tanto, infelices, viven descontentos, viven insatisfechos, viven sin todo lo que la palabra bienaventurado abarca. Sin conocer verdaderamente, ni siquiera su propia razón de ser, no la conocen. Y el tema es tan amplio que Hay algunos libros sobre este tema de la búsqueda de la felicidad y es increíble el número de textos, es increíble el número de versículos que se amontonan a lo largo de ambos estamentos que se refieren en forma directa o indirecta a este problema y la Biblia abarca directamente el dilema. Diciéndonos que tan solo este libro, tan solo la palabra de Dios puede enseñarnos la verdad, la realidad, lo que algunos llaman y increíblemente no me gusta la palabra pero la voy a usar, el secreto. de la felicidad. No me gusta la palabra secreto en este contexto, pero tristemente y lamentablemente eso es un gran secreto para la mayoría de los seres humanos. Tan solo la Biblia te puede revelar el secreto. Tan solo la Biblia te puede dar el porqué de la miseria, el porqué del descontento, el porqué de todo lo que abarca la palabra de infelicidad. Todo lo que vemos, lo vuelvo a decir, está centrado en el pecado. Punto. No hay más aquí. El pecado es lo que obstaculiza la felicidad del mundo inconverso entero. No es otra cosa. Y la solución que la Biblia ofrece increíblemente no es lo que los inconversos, lo que los incrédulos piensan. El hecho de que la mayoría de las personas andan así. aburridas, tristes, insatisfechas, incompletas, con un gran vacío en su corazón, y ni saben el por qué. El hecho de que andan así, sin entender lo que les obstaculiza, sin entender lo que impide su búsqueda de la felicidad, sin entender por qué se repite año tras año, tras año, este mismo fenómeno de los propósitos que, encapsulándose, lo vuelvo a decir, son de ser más felices. Y el por qué no lo pueden lograr, ya lo sabemos. Ah porque piensan que pecando. serán felices. ¡Qué pecando! Eso es lo que el diablo dijo a Adán y Eva en el Ederén, en su gran argumento que es tremendo sobre la supuesta autonomía humana, de que el hombre se encuentra libre para hacer, saber, hacer y querer cosas contrarias a la voluntad de su creador, así serán felices decía el diablo. Y el mundo en converso sigue creyendo esta mentira hasta el día de hoy. Y lo que nos dicen es, es increíble, Que el camino directo a la felicidad, ¿no? El camino corto para ser felices es pecando de mil maneras. Y al mismo tiempo nos dicen, no, estos antecuados y puritanos a veces usan la palabra sin saber ni qué significa la palabra. Estos religiosos cerrados en su mundo de la Biblia son los más infelices sobre la faz de la tierra. nos dan a entender que si tú obedeces la ley de Dios, la voluntad de Dios, si tú andas en el camino de Dios, entonces estás garantizando tu miseria. Por eso eres infeliz, ¿no? Y su argumento constantemente es que hay que librarnos de la palabra de Dios, de los mandamientos de Dios, de la voluntad de Dios, de la soberanía de Dios, del control de Dios. Nos dicen que el camino del pecado y la rebeldía es el camino más seguro y más directo para tener una vida llena de felicidad y alegría y gozo y así, así, así. Y constantemente pintan el camino de Dios como de puro dolor, pura tristeza, puro sufrimiento, pura desgracia, pura infelicidad, así, así, así. Y esto es la propaganda, esto es el mensaje, y eso es lo que estamos escuchando todos los días, que tienes que librarte de todo lo que Dios haya puesto por encima de tu ser, de su ley, de su voluntad, de sus mandamientos, de su evangelio, de su autoridad, etcétera, etcétera. Comenzando con tu género, comenzando con tu identidad, comenzando con la gran persona que tú pretendes ser, tienes que librarte de Dios. Y así, así, así. Ahora, para terminar aquí la introducción, todas las personas, prácticamente en el mundo entero, jóvenes, sin discutir lo que sería el límite de la juventud, todas las personas, yo prefiero la palabra maduras, todas las personas ingenuas, todas las personas tontas, todas las personas necias, están de acuerdo con el mensaje. Estas personas están más que dispuestas a creer las mentiras. Más que dispuestas a afirmar que el camino directo a la felicidad es el camino de la rebeldía en contra de Dios. Y andan tratando de comprobar eso en su propia experiencia. Y son tan fácilmente seducidas, arrastradas, engañadas, convencidas a por su inmadurez. por su falta de experiencia en la vida, porque no han cosechado, salvo una mínima, muy pequeña parte de los amargos frutos de lo que están haciendo, están así, sin discutir desde cualidad para abajo. Luego hay otro grupo de personas, rápido, no podemos atendernos aquí, personas más experimentadas en la vida, que han sufrido desgracias, que han sufrido tragedias, que han sufrido enfermedades y pérdidas, hasta puede ser el divorcio o hijos o hijas, hijos pródigos han sufrido algunas consecuencias de su propio pecado en esta vida, en este mundo. Y estas personas son las personas que creen, esto no podemos detenernos a discutirlo, creen que la felicidad ya no es posible. Ya no, por la desgracia que me sucedió, ya no. Por el divorcio, ya no. Por el adulterio, ya no. Porque me bloquearon en el trabajo porque no puedo subir mis ingresos. Y no puedo ahorrar dinero. Y no puedo quitar todo lo que me tiene agobiado y estresado. la felicidad ya no es alcanzable para estas personas. En síntesis, porque piensan que para ser felices tendrían que deshacer algunas de estas desgracias, tendrían que deshacerse de los amargos frutos que han cosechado del pecado propio o del pecado ajeno, como sea. Y por lo tanto, el mundo en que vivimos con personas más intelectuales, nos dicen más sofisticadas. Estas personas en su mayor parte se han vuelto totalmente escénicas, totalmente escépticas, totalmente en contra de este tema. Dicen, son los que se burlan cada año de los propósitos de año nuevo, diciendo, no, esto es caer en el mito, la fantasía, la ilusión. de que tú puedes realmente salir de tu desgracia. Y dicen, no, lo que pasa aquí es que yo no soy feliz y ustedes tampoco. No, ustedes tampoco, nadie lo es, según estos cínicos escépticos. Pretenden ser grandes pensadores intelectuales, etc., etc. Y el mundo de la psicología y la psiquiatría plagado de personas. No voy a decir más. El comentario aquí es espantoso. Pero dejamos esto, ¿no? Porque la Biblia dice sí. ¿Esta felicidad existe? ¡Claro que sí! La Biblia dice sí. ¿Tú puedes ser verdaderamente feliz? ¡Claro que sí! La Biblia dice que hay una fuente inagotable de bienaventuranza que nunca se acabará. Y la Biblia así comienza diciendo, pero esto no depende de tus circunstancias, esto no depende de circunstancias favorables en contra de circunstancias desfavorables que me obstaculen. No, no, no. Que esto no depende ni de lo que sucede en tu vida. Tampoco. Tampoco. La Biblia dice que la felicidad depende primero de Dios y segundo de tu relación con Dios. Punto. No hay más aquí. Esta felicidad depende del creador. En donde todas las cosas que los seres humanos consideran como cosas que contribuyen al sentido de, no quiero usar la palabra bienestar, quiero usar la palabra felicidad. Todas las cosas que contribuyen a esto tienen su fuente, adivinas, tienen su fuente, tienen su origen, tienen su causa, la ontología, el comienzo, el propósito de todo esto se encuentra en el Dios bienaventurado. Y de si tú y yo participamos o no de esta bienaventuranza depende directamente de si tenemos o no una relación con él. y el anuncio de la Palabra de Dios no es esentecismo, no es esentecismo, es la realidad. Todos los enconversos son felices hoy, lo serán mañana, lo serán pasado mañana, lo serán llegando al fin de este año, lo serán el próximo año, y año tras año tras año vivirán infelices hasta pasar al mundo donde la palabra felicidad no existe. Irán a la perdición, al infierno. Esa es la advertencia de este Dios. Y rápido, termino la introducción bosquejando lo que acabamos de leer aquí en las Bienaventuranzas. La Biblia dice, los pobres en espíritu son felices. Se refiere a los que se han dado cuenta de su propia incapacidad. Los que se han dado cuenta de su propia necesidad. Son pobres, no pueden merecer, no pueden ganar menos el favor de Dios. Tampoco, tampoco la felicidad sin Dios. Son pobres en espíritu. Y como entienden esta realidad, se acercan a Dios mendigando. como mendigos que tienen que depender el 100% de él para todo. Y luego dice los bien habituados en el versículo 4, ¿aquí son los que lloran? Sí, son los que lloran, dice. Por su propia pecaminosidad, hay un llanto por dentro, por sus propios pecados, por su propia culpa, se sientan tristes, se sientan afligidas, se sientan Yo voy a usar la palabra hasta deprimidas, ¿no? En un momento dado y lloran por dentro porque entienden la realidad de su propio pecado y las consecuencias de estos pecados. Y luego dice, bienaventurados los, en el versículo 5 y 4 y 3, las primeras tres pobres en espíritu, los que lloran. Y luego los mansos, se refiere a la persona que se volvió Mansa. ¿Qué es esto? Sumisa, dobligada, quebrantada, moldeable ante Dios, ante su palabra. Es una persona cuya falta de recursos no son autosuficientes, no son capaces de lograr su propia voluntad en nada. Y estas personas se han vuelto, como vamos a ver, mansas en una lista de puntos, porque se han entregado a Dios. reconociendo su incapacidad. Y luego los que tienen hambre y sed de justicia, en el versículo 6, rápido, lo estoy resumiendo antes de meternos en los detalles, no dice que tienen hambre y sed de aumentar sus ingresos, no dice que tienen hambre y sed de vivir mejor en cuestiones socioeconómicas, no dice que tienen hambre y sed de dinero, de poder, de placer, de riqueza, no dice hambre y sed de justicia. Dice que estos son los verdaderos felices, ¿no? Yo lo hago así, así con cada punto. Los mercedicordiosos, ah, porque conocen la mercedicordia de Dios en sus propias vidas, ya no pueden odiar, ya no pueden guardar rencor, amargura, resentimiento en su corazón, ah, porque su corazón ha sido suavizado. Tienen un corazón mercedicordioso, ya no endurecido. Y así en la lista. Termina con los limpios de corazón. Son las personas cuyo corazón está siendo transformado, purificado, para no amar más el pecado. Para no ser dominado más por el ego, por el yo, por la soberbia. Es un corazón que está siendo radicalmente transformado. Y luego los pacificadores, en el versículo 9, son las personas que disfrutan de la paz con Dios y buscan esta misma paz. a favor de otros, buscan la paz con los hombres. Y termina increíblemente con, bienaventurados los que padecen persecución. ¿Qué es esto? Por su identificación con Cristo, por su identificación con Dios, porque a deberes buscan justicia, son perseguidos. Y el texto dice, estos son los verdaderamente felices, poniendo todo el asunto de cabeza, como vamos a ver, invirtiendo todo lo que este mundo cree y enseña, encalcando no sus mentiras y engaños a los seres humanos, lo que acabamos de ver aquí, lo pone todo de cabeza. Ahora termino esta introducción en la siguiente forma, escuchen bien. La forma en que las bienaventuranzas terminan es increíblemente importante. Porque dice que los verdaderos, yo voy a decir creyentes, los verdaderamente felices, la lista es espantosa. Dice, ah, son felices porque, y el porque explica cómo todo esto termina. Ya lo mencioné, para los inconversos termina más que mal. Pero para estos creyentes, y si fuéramos a discutirlo, esto es de principio a final soy omega, ¿Cómo terminará la vida de cada uno de estos que son los únicos felices? Ah, dice que son felices porque ya pertenecen al reino de Dios. Tienen que escuchar el reino de Dios que ahora llega al corazón y en el futuro llegará, no a la tierra, en la segunda venida de Cristo. Pero ya pertenecen, ya entraron al reino de Dios. Son los únicos que serán consolados ahora y para siempre recibirán consolación. Son los que en la tierra, el mundo entero Les pertenece, ¿no? Es increíble, no puedo sacar de mi mente esta referencia entre paréntesis. Todos sus debates acerca de la tierra de Palestina y el pacto que Dios hizo con Abraham. Y Pablo lo menciona y dice, Dios le prometió a Abraham la tierra. por heredad. No simplemente un pedacito de tierra que se llama la tierra de Palestina. Y estos recibirán juntamente como hijos de Abraham la tierra por heredad. Estos serán adivinados saciados. Estos serán verdaderamente satisfechos, alcanzarán misericordia. Y la lista. Estos alcanzarán misericordia y verán a Dios. Y serán llamados hijos. Serán llamados hijas de Dios. Y termina con, estos serán recompensados increíblemente, grandemente, incalculablemente recompensados en el cielo. Grande es vuestra recompensa. Hablando de los perseguidos en el versículo 12. Pero la contraparte, ya lo mencioné, delineándolo, la contraparte dice, no, los que no son bienaventurados no pertenecen al reino. no van a recibir nunca consolación, no van a heredar la tierra, no serán trasladados al infierno según Apocalipsis 18 y perderán todo, todo. Es increíble la lista de cosas que van a perder cuando van a la perdición. Jamás serán saciados, siempre tendrán hambre y sed. morirán sin misericordia. La contraparte, morirán en sus pecados y Dios no perdonará ni un solo de sus pecados. Morirán sin misericordia en el modismo aquí. No verán a Dios. No verán a Dios. No son ni serán llamados hijos o hijas de él. No. Serán castigados eternamente. Así las bienaventuranzas. Ahora, vuelvan, no pierdan de vista, Mateo, vuelvan al texto con el cual empezamos, vamos a primera de Juan, otra vez, la primera pístola de Juan. Y como que ya veo que el tiempo se nos va a acabar, vamos a adelantarnos aquí. Vamos a brincar en la secuencia de argumentos. Ahora, Lo que nos interesa en 1 Juan, en su capítulo 2, es este pequeño modismo que vimos en la pura lectura, en su capítulo 2, en el versículo 6, el que dice que está en él, que pertenece a Dios, que pertenece a Cristo, debe andar como el anduvo. Ahora, ¿qué es esto? Como vimos hace ocho días, Dios con nosotros, y ahora en un sentido, en el sermón de hoy, de hoy en ocho vamos a discutir esto de nosotros con Dios, pero estamos pidiendo prestado el modismo aquí de andar. Andar. Esta figura la Biblia la usa constantemente, continuamente. Es una lista increíble, la larga lista de textos que usan este modismo, que se refiere al estilo de vida, se refiere a la forma de vivir, se refiere, es un tema muy amplio, ¿no? A lo que es, desde un principio, nuestra razón de ser. Es el tema del principio del génesis, Antes del deluvio con Enoch caminando, andando. El Génesis dice que Enoch caminó, es el modismo, anduvo con Dios por lo menos 300 años, dice. En comunión, en compañerismo, en amistad con Dios. Todo lo que hemos visto, Dios con nosotros en la época navideña, ahora la pregunta es si estamos nosotros con Él. y anduvo en amistad, anduvo en obediencia o andaba, ¿no? Y luego fue trasladado al cielo sin morir, dice el Génesis. Y de ahí viene el modismo de andar con Dios. Y la lista de textos que explican qué significa andar con Dios o andar como Cristo anduvo cuando estaba aquí en la tierra. La lista es rápida, la voy a resumir, escuchen bien. Para cada creyente es andar en novedad de vida, en Romanos 6. En Romanos 8, para cada creyente esto significa andar en el espíritu, como veremos en otra ocasión. Para el creyente esto significa andar Por fe, en 2 Corintios 5, no por vista, andar por fe. En Efesios 2, 10, andar en buenas obras. En Colosios 4, 5, andar en sabiduría. ¿Qué es esto? La sabiduría que tan solo Dios nos puede dar aquí en su palabra, en 2 Juan, es andar en la verdad. En segundo de Juan 6, es andar en los mandamientos. Luego en Efesios 2, todo esto se ha resumido en obediencia en los mandamientos. Se resume, andar en amor. En Efesios 2, 5. Este modismo, andar en honestidad en Romanos 13. Andar de manera digna del Señor. Así en Colosenses y Filipenses. Digno de los santos, digno de su llamamiento. Y luego la contraparte de no andar en la carne. De no andar por vista, de no andar como los inconversos, buscando la felicidad en donde no se encuentra. De no andar en la vanidad de la mente. La contraparte es tremenda en la lista. De no andar en la vanidad de los pensamientos de estas personas que no entienden, que no saben absolutamente nada. Luego, de no andar fuera de regla, fuera de línea, desordenadamente, irregulares, insubordinados. ¿No? Fuera de orden. Y luego aquí mismo en primera de Juan de no andar en las tinieblas. En donde las tinieblas son un símbolo de todo lo que estamos resumiendo aquí. De no andar. Vean, aquí estamos en primera de Juan. Estoy brincando, tratando de regresarme. Pero vean aquí en primera de Juan en su primer capítulo. Vean lo que dice. ¿Ya lo tienen? Vamos a dar lectura. en el versículo 5, este es el mandamiento que oímos de él y anunciamos que Dios es luz y en él no hay ninguna sinieblas. Y advierte a los que dicen que andan en comunión con él, si andan en sinieblas, se están engañando, mentimos y no están practicando la verdad. Mas si andamos en luz, como él está en luz, entonces bien, tenemos comunión entre nosotros y la sangre de Jesucristo, su Hijo nos limpia de todo pecado. Y este asunto de andar en luz, no Dios, es un gran tema. la ilustración de Dios como luz. Es una referencia a su santidad, es una referencia a su omnipresencia, es una referencia a su pureza, es una referencia de cómo Dios está apartado de todo pecado, es una referencia a esta luz de la gloria divina que es la luz del cielo al final del apocalipsis. El argumento es que si estamos con Dios, tenemos que andar con Él en luz. Y eso significa no andar en pecado, no andar en la decepción, no andar en el engaño, en la hipocresía, no andar en las tinieblas. Es lo que vemos con todos los inconversos y las densas tinieblas Este, rodean a cada persona en conversa porque son personas que están huyendo de la luz. Están tratando de alejarse lo más lejos posible. Su estilo de vida, sus hábitos de vida, su amor al pecado, los ídolos en su corazón, ¿no? Resultan en qué? En que aborrezcan la luz. Aborrezan la luz. Y Cristo es esa luz, ¿no? Es la luz que vemos en la gloria, en la persona y obra de Jesucristo cuando somos convertidos, renunciamos las obras de las tinieblas. Hemos sido convertidos de las tinieblas a la luz. Los textos, ¿no? Son tantos que hablan de este asunto. Entonces, lo voy a resumir diciéndolo en esta forma y vamos a volver a las bienaventuranzas. Andar en luz significa andar en la verdad. Vuelven a Mateo 5, por favor. Andar en luz significa andar en la palabra. La mejor forma para mí es andar en la realidad. andar en la realidad, ver las cosas realmente, entender las cosas verdaderamente, andar en la realidad, en la verdad de la palabra del evangelio, viendo y viviendo en el contexto de esta luz. Así. Entonces, en el tiempo que nos resta, déjame ver ahora por primera vez este reloj. Vamos a discutir esto el día de hoy, en el tiempo que nos resta, bosquejando más algunos aspectos de este asunto de las bienaventuranzas. Y ya en la introducción ya lo vimos. Esto es la verdadera felicidad. La bienaventuranza alcanza la salvación eterna incluyendo todas las bendiciones que Dios nos puede dar. Y lo sigo diciendo, la salvación en sí es su mayor bendición. Pero antes de avanzar aquí tenemos que decir otra cosa que muchos nunca lo han entendido, por lo tanto hay que decirlo, ¿no? Escuchen bien. Estas bienaventuranzas Describen en un sentido el proceso de conversión. La persona que se vuelve pobre en el espíritu es por convicción de pecado. Se da cuenta de su incapacidad. La persona que llora es porque se está arrepintiendo de sus pecados. La persona que se vuelve mansa es porque se ha chocado con el hecho de que hay un Dios soberano que exige su submisión y tiene que doblarse, tiene que quebrantar su desobediencia. Su rebeldía se tiene que romper definitivamente para que la persona se vuelva mansa, ¿no? Y luego la persona se da cuenta de que no tiene la justicia que Dios exige. Y se vuelve hambre, con hambre y con sed de justicia. Es sed y hambre de una verdadera relación con Dios, de una justificación por la gracia de Dios. Y luego todo lo demás, misericordiosos, limpio de corazón, es de pacificadores, son frutos que fluyen de su conversión. Entonces hay un gran argumento aquí en las Bienaventuranzas que describen lo que sucede cuando somos convertidos. Primero. Segundo, escuchan, Cristo mismo es la personificación de estas Bienaventuranzas. Esto es un tema tremendo. ¿Qué esto mismo personifica? ¿Qué esto es la esencia de pobreza espiritual? ¿Qué esto es la esencia de mansedumbre ante Dios? ¿Qué esto es el que lloró frente a la tumba de Lázaro y sobre la ciudad de Jerusalén, no? ¿Y qué esto es el que quitará de nuestros ojos toda lágrima? ¿Qué esto es? La encarnación de hambre y sed de justicia. Para lograr esta justicia, vida perfecta de amor para con Dios y el prójimo se encarnó. ¿Qué esto es? El corazón limpio. Cuando se le acercaba al enemigo, ¿cuántas veces? Nunca encontró ni una sola vez nada. en su corazón, que le pudiera servir como medio de tentación. Cristo es el pacificador. Esto es lo que se canta tanto, los textos que citábamos en Emanuel, Dios con nosotros, el anuncio de los ángeles, todo el mundo quiere saber, dos mil años y no ha traído paz al mundo, es lo que dicen. Ah, porque esta paz tan solo llega por medio del Evangelio. Los hombres son reconciliados con Dios. Él es el único verdadero pacificador. Y Cristo es la esencia misma de todo lo que sucede con los perseguidos. Incluso, como vamos a ver antes de concluir, toda la persecución que nos llega a nosotros, en verdad, está dirigida, está en contra y dirigida en contra, no de nosotros. Estamos por medio del asunto. Está en contra de Él. Las bienaventuranzas. describan a nuestro Señor Jesús. No son, como todas las religiones falsas enseñan, cualidades y características que tenemos que desarrollar para ganar o merecer nuestra salvación. Eso es espantoso. Hasta en las Naciones Unidas, hasta el día de hoy están con... No, las Naciones Unidas se formó después de la Segunda Guerra Mundial con el fin expreso de lograr la paz. Y cada persona desde arriba hasta abajo en una increíble Corrupta, burocracia, burocracia en las naciones. Cada una de esas personas es un pacificador. Y cuando mandan sus tropas dicen, lleven un casco de un, no me acuerdo los colores, de azul y blanco. Y el casco mismo simboliza que son grandes pacificadores. Y desde ese ejemplo, hasta todos los políticos, no voy a dar mi lista. Es increíble la lista de políticos. Se han autoproclamado pacificadores en el trasfondo del asunto creyendo que con eso van a ganar, van a merecer, van a comprar su propia salvación. No, esto no es así. No, las bienaventuranzas no son del medio para comprar o ganar o merecer tu salvación. Son declaraciones en relación con la verdadera identidad de cada creyente. Son cualidades que fluyen del hecho de que hemos sido convertidos. Estamos siendo cambiados por Dios. Estos son evidencias y consecuencias de la gracia de Dios obrando para cambiar nuestro ADN espiritualmente hablando, para cambiar el código genético de nuestro corazón. Son evidencias de que Dios ha hecho la cirugía que no se hace con manos, la cirugía no hecha con manos. La regeneración y el cambio del corazón. Ahora vamos rápido a un bosquejo. En este bosquejo vamos a detenernos con algunos detalles. Aquí comenzando, escuchen bien, con la pobreza espiritual. Esa es la primera cosa en la lista. Estamos en Mateo, el sermón del monte, el primer capítulo, que es el capítulo 5 de Mateo, en el versículo 3. Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de Dios. A ellos les pertenece el reino de Dios. Ahora, ¿qué es esto de pobres en espíritu? Ya sabemos Ya sabemos lo que esto significa. Esto es la pobreza espiritual. La palabra pobres se usa en dos formas en la Biblia. Primero para referirse a los pobres en sentido socioeconómico, los que carecen de recursos, los que por sus circunstancias socioeconómicas o por pudiera ser física, pudiera ser por su raza, pudiera ser por el país en que viven, pudiera ser por el estado de salud en que se encuentran, pudiera ser por una lista de cosas materiales, socioeconómicas, físicas, incluso estas personas están obligadas, ven como lo estoy diciendo, obligadas a vivir en la pobreza, a pedir limosna, pudiera ser por su discapacidad física. Nuestra ciudad está llena de estas personas que pidan caridad, que pidan almohada, que piden ayuda. Y es increíble cómo en el mundo político, en todo el mundo, les gusta muchísimo a los políticos citar este texto, Bienaventurados los Pobres, y decir que se trata de eso. Y como ellos están ayudando a los pobres, ¿no? Están haciendo algo buenísimo. Pero de eso no se trata esta palabra aquí. La palabra pobre se usa espiritualmente aquí para referirse a las personas, escuchan, pobres ante Dios, necesitadas ante Dios. Las personas que dependan completamente de la gracia, completamente del favor enmerecido, completamente de la misericordia, completamente de la piedad de Dios porque se encuentran incapaces. de lograr su propia salvación. Se encuentran más que débiles, se encuentran sin poder, se encuentran sin méritos. No pueden ganar, no pueden merecer el perdón ni la salvación. No lo pueden hacer. Ah, porque son incompetentes, son discapacitados por sus propios pecados. Y la Biblia habla constantemente de esta distinción. Hay tremendas advertencias en contra, por otro lado, de las personas que se sienten social o económicamente ricas. Esas personas con una autosuficiencia mundana, carnal, en donde piensan que por su nivel de vida merecen el favor de Dios o porque por su poder adquisitivo pueden comprar por lo menos una indulgencia del Papa en Roma. Que pueden, por lo menos, negociar como si fuera un cambalaje. Esto de su salvación, no. Nada de esto es cierto. Esto es absurdo. Y por otro lado, una muchedumbre de gente pobre que piensa que por su pobreza económica se van a salvar. ¡Tampoco! Tampoco. La salvación es dada tan solo a los que se reconocen como espiritualmente discapacitadas, ¿no? Como espiritualmente pobres. Dios resiste a los soberbios y da gracia tan solo, ¿qué dice? Tan solo a los pobres. Que Dios mira, incluso la palabra bíblica se combina como modismo sinónimo. La palabra es una palabra sinónima para decir humildes. En Santiago 4, Dios exalta a los humildes, dice. En Isaías 57, Dios mira y mora, dice, con los humildes. Dios levanta a los humildes. En el Salmo 147, Dios mira con favor a los humildes. En Isaías 66, Dios da su gracia. ¿Cuántas veces este texto en Santiago y en Pedro? La cita del libro Proverbios del Antiguo Testamento a los humildes, a los pobres. Ahora escuchen lo que estamos diciendo aquí. Esta pobreza espiritual significa algo tan sencillo y tan profundo. Tengo que acercarme a Dios así. Reconociendo que no soy nada, que no tengo nada, que no puedo ganar, que no puedo negociar, que me acerco a Dios con manos vacías. Nada más. Y esto es la gran distinción religiosa, comenzando con todas las sectas dentro de las filas del cristianismo. Esto es la gran distinción en todo el debate religioso que hay en este mundo, dentro y fuera del cristianismo. Porque la religión falsa Llámese como sea, la apostólica, la cristiana, la que sea, la religión falsa o alguna otra religión, tan solo sirve para engañar a los ingenuos con la idea de que ellos pueden ganar el favor de Dios por sus propios méritos. Y por lo tanto, la religión falsa aumenta la soberbia, el orgullo, la arrogancia de que sí se puede. Y la gente termina confiando en su propia justicia, comparativa, negativa, su propia justicia, su propia moralidad, su propia bondad, la gente en cada religión falsa. Pretende presentarse a Dios así. Si la salvación fuera así, jamás se habría encarnado a Cristo. Menos habría vivido una vida perfecta. Cuanto menos se habría entregado en la cruz del Calvario. Si pudiéramos salvarnos por nuestras obras. Pero la religión falsa dice que sí. Y así tan solo aumenta la soberbia, el orgullo, el autoengaño y al final, la desesperación. Todas esas personas nos aseguró. Este farsante que falleció la semana pasada, que se llamaba cabeza de la iglesia cristiana, engañador, mentiroso, farsante, se vio obligado a la mera hora a pedirle misericordia. En su último testamento comenzó, comenzó a expresarse en estos términos, ¿no? Pidiéndole a Dios misericordia. A la mera hora. lleno de culpa, escuchen lo que estoy diciendo, lleno, lleno de autocondenación, les aseguro que sí, lleno de desesperación. Sí, la religión falsa conduce a esa desesperación. Cuando ya es demasiado tarde, sí, la verdadera religión acaba de entrada con la soberbia. Colocándonos frente a una norma, amor perfecto para con Dios y para con el prójimo. Colocándonos frente a una norma que ningún ser humano puede alcanzar. El amor perfecto cada día, cada hora, cada momento, cada segundo, cada instante. La religión verdadera te vuelve pobre en espíritu. Y si esto, la convicción de pecado, de tu pobreza, de tu necesidad, de tu pecaminosidad, no es una realidad en tu vida, entonces jamás entrarás al reino de Dios. Pero la verdadera religión no deja el asunto así. La verdadera religión acaba de entrada con la desesperación al principio. Acaba con la condenación, acaba con la culpa al principio de tu conversión. La verdadera religión nos obliga a mirar al Salvador, aquel que cumplió la perfección con la ley de Dios, amor perfecto para con Dios y luego se ofreció voluntariamente como el mediador, intercesor, el sacrificio propiciatorio técnicamente en lugar de cada persona que cree en él. Y por lo tanto hay un sentido en que esta primera bienaventuranza termina con todo el argumento. Son los pobres en espíritu los únicos que entran al reino de Dios, nadie más. Nadie más. Y esta pobreza, esta humildad, resulta ser efecto de haberse evaluado correctamente ante la santidad de ese Dios. Resulta ser el efecto de haber visto tu propia pecaminosidad. Es el conocimiento verdadero de nosotros mismos. Nuestra necesidad, lo que abre la puerta y nos conduce al conocimiento del verdadero Dios. Y esto acaba con la soberbia, acaba con la autoimagen falsa que habíamos fabricado, que queríamos proteger, que tratábamos de sembrar y vender a los demás. Acaba con todo esto. Esta pobreza espiritual nos conduce a confiar en Cristo para que nuestros pecados sean perdonados, para que seamos declarados libres de culpa, justificados, para que con las manos vacías recibamos la vida eterna. Así comienza, en un sentido, así termina el asunto. Pero rápido, vamos al segundo punto aquí. Andar con Dios. En el año nuevo, el propósito es de nunca dejar, bien, nunca dejar de reconocer esta pobreza espiritual en nosotros mismos, nunca dejar de depender el 100% de la gracia de Dios en Cristo Jesús. Y rápido, en la segunda bienaventuranza, en el versículo 3, los pobres son los que lloran. Y ya sabemos, son lágrimas que salen, no tienen que ser físicamente, pero lágrimas que salen como resultado de su dolor, de su tristeza. ¿Qué es esto? El asunto no es simplemente teológico, no es simplemente doctrinal, no es simplemente comprender que no me puedo salvar por mis obras, no, no. El asunto es Hemos pecado en contra de nuestro Creador. Nuestros pecados fueron cargados a la culpa de nuestro Señor Jesús. El asunto es más que personal aquí. El arrepentimiento es un cambio de opinión acerca de uno mismo. Acerca de lo que soy. Acerca de lo que pienso. Acerca de lo que deseo. Bajo convicción de pecado la persona se da cuenta de que ha ofendido a Dios de manera directa. De que ha pecado en cuanto al altísimo. De que se ha dedicado a tratar de vivir libre. como si fuera su propio Dios libre de su creador, de que ha ofendido a su salvador. Hay que entender lo que estamos diciendo. En una lista de textos encontramos ejemplos de personas que lloraban bajo convicción. Aquella mujer que lavaba los pies de Cristo con sus cabellos totalmente destrozada en lágrimas y llanto. Ah, por su culpabilidad. Sí, y si tu supuesta conversión o tu supuesto arrepentimiento nunca llegó a ese nivel de sentir este dolor en tu corazón o de haber pecado en contra de tu mejor amigo, en contra de tu creador, en contra de la persona que descendió del cielo buscándote y entregándose en tu lugar. Si nunca has llorado, si nunca has sentido la realidad de esto, Entonces estas son problemas con esta bienaventuranza. Incluso los creyentes se sienten avergonzados y al pensar en sus pecados los que cometieron antes de ser convertidos pueden volver a llorar. Porque estas son cualidades que se manifiestan en la vida de una persona convertida. Rápido los mansos que recibirán la tierra por heredad. Son mansos ante Dios, mansos, humildes, obligados ante su palabra, ante su voluntad. Dicen, sea hecha tu voluntad. Al encontrar en su palabra, se someten con mansedumbre a su palabra. Son mansos ante su guía, ante su guianza, ante su dirección. Tienen miedo de desviarse, de no hacer la voluntad de Dios en sus vidas, en todas las decisiones importantes en la vida, mansos ante su soberanía, mansos ante su providencia. Y así, ¿no? Sumisos ante Dios. Con Pablo dicen, ¿qué quieres que haga con mi vida? Y se someten a la palabra, a la voluntad, la dirección de Dios que encontramos aquí. Están dispuestas a ser gobernadas, son mansas, dispuestas a ser guiadas por Dios. Eso es lo que desean más que cualquier otra cosa. Así lo dijo Cristo, aprended de mí, que soy manso, que soy humilde de corazón. Lo vimos al principio, las bienaventuranzas, Cristo las personificó, Cristo las vivió. y al aprender de él nos volvemos mansos. Y luego esta hambre y sed de justicia que viene en el siguiente texto que es el versículo seis. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia porque ellos serán saciados. Esto es otro gran tema. Lo vimos al principio. Este es el mundo con su hambre y sed de felicidad. Lo vimos al principio, lo que todo el mundo anda buscando sin encontrarlo. Tienen hambre y sed de dinero, hambre y sed de placer, hambre y sed de poder, hambre y sed de todos los hilos de su corazón, pero no tienen hambre y sed de justicia. No, pero los verdaderos creyentes sí. Ahora, hay un tema aquí que el tiempo se nos está yendo, pero esta hambre y sed en una forma sencilla la voy a resumir aquí. Es hambre y sed de una relación correcta con Dios primero. De ser perdonados, de ser aceptados por Dios, hambre y sed. Y luego, hambre y sed de una vida Justa, de una vida santa. Hambre y sed, de una vida llena de amor para con Dios. De una vida llena de amor para con el prójimo. Hambre y sed de justicia, de justificación y santificación, dicen los teólogos, ¿no? De ser perdonados y cambiados por Dios. Y el tema aquí es profundo. ¿Hasta cuál punto deseamos esta justicia, esta santidad, esta semejanza a la persona que Dios quiere que seamos? ¿Hasta cual punto es esta hambre y sed una realidad en nosotros? El mundo tiene hambre y sed de todo menos Dios, hambre y sed de todo menos la justicia, hambre y sed del pecado. Lo sigo diciendo. Pero en su ministerio público Cristo habló muchísimo de este punto. Diciendo que los que vienen a él se quedarán satisfechos. Lo decía en muchísimas ilustraciones. Con aquella mujer samaritana hay una fuente de agua viva. Los que beben de esa agua jamás, y esta fórmula se repite varias veces, volverán a tener hambre y sed. Las dos cosas, aunque la ilustración de sed y agua con la mujer samaritana, nunca volverán a tener hambre y sed. Los que tienen hambre y sed de una relación correcta con Dios quedarán saciados, quedarán satisfechos. Nosotros entendemos, y esto hay algo profundo aquí, hambre y sed son deseos físicos. Los médicos dicen que son, con la excepción de dolores de parto a la hora de dar a luz, hambre y sed son las sensaciones de dolor ocasionadas por la necesidad física Nos vemos con algunas escenas de la Segunda Guerra Mundial de estos campamentos de concentración horribles, aunque no están en alta definición, aunque han sido digitalizados muchos de estos videos, no están en color, aunque han sido cambiados en algunas versiones. Y vemos cuando entraron a los campamentos de concentración en Europa, la mayor parte de esos campamentos no estaban propiamente dentro del territorio físico de Alemania, En Polonia y otros lugares como Auschwitz. Y vemos a personas ahí con hambre y sed. Y con una mirada de dolor en su rostro. Todo el cuerpo destrozado por una profunda necesidad física. Y estos son los términos aquí, hambre y sed. Y dice serán saciados, satisfechos por completo, de tal modo, escuchen lo que voy a decir, saciados y felices, lo que la bienaventuranza significa, y no volverán a sentirse desesperados nunca, no volverán a sentirse necesitados jamás, no volverán a sentirse sin esperanza, no volverán a sentirse vacíos y sin recursos. sin socorro, sin remedio. No, no. ¿Qué es lo que estamos retratando aquí? No pierdan de vista nuestro tema el día de hoy. Estamos hablando de qué significa en el Año Nuevo, en los propósitos, andar con Dios, andar como el anduvo. andar el modismo, y lo que estamos ilustrando aquí es, esto significa andar en el contexto de estas bienaventuranzas. Andar así, con el deseo de hacer morir todos nuestros pecados, con el deseo de que seamos transformados en algún sentido, ¿no?, a la semejanza de Cristo. Andar así, eso es lo que significa. No es simplemente un decir, No, es cada día al levantarte decir otra vez yo soy el pobre en espíritu, yo todavía siento dolor en algún sentido por mis pecados. Yo soy una persona mansa ante la palabra, la voluntad y la dirección de Dios. Los mandamientos de Dios son, tienen autoridad sobre mí. Yo soy una persona que busca una relación correcta con Dios, ya la tenemos en Cristo, y una relación correcta con los demás, esta justicia. Y luego vean lo que sucede, esta persona ¿Se vuelve una persona misericordiosa en el versículo 7? Bienaventurados los misericordiosos. Este es otro tema gigantesco en la Biblia que comienza en la forma más fea posible este asunto de la misericordia. ¿No? Porque esto da por sentado lo siguiente, al vivir en este mundo, al involucrarnos con otras personas en cualquier sentido, comenzando en el núcleo familiar, al involucrarnos en la vida de los demás, al tener relaciones desde la familia hasta amigos, colaboradores, en el trabajo, en la vecindad, en todos los contextos, Estas personas pecarán contra nosotros. Pecarán en contra tuya. Con sus pensamientos, comenzando así. Entonces, este asunto de los espejos, ¿no? En donde tú tienes el espejo de lo que es tu autoimagen. Los demás no tienen la misma imagen. Y qué bueno que no sepas, que no sepamos lo que adivinas piensan de nosotros. Lo que cuenta es tan solo lo que Dios sabe, pero pecarán con sus pensamientos. Pecarán en contra tuya, con sus actitudes pecarán en contra. O sea, ¿van a pecar con sus palabras? Claro que sí, con sus palabras van a pecar en contra de nosotros. Y con su conducta nos pueden hacer las listas interminables de cosas, ¿no? hasta culminándose en el homicidio. Si no es físicamente fusilarte, te van a fusilar. Y todo el asunto de misericordia, pone todo el asunto de cabeza aquí porque tú y yo somos las personas que nos damos cuenta de cómo los demás pecan en contra de nosotros. Como Dios es el objeto de todo pecado. Están pecando primero en contra de Él, antes que en contra de nosotros. Pero los creyentes, ¿qué es esto? Ah, los encombarzos, la regla en el mundo encombarzo es, te devuelvo el pago. Como tú pecaste en contra mí, peco en contra de ti. Tu pecado justifica mi pecado. Tu pecado despierta mis pecados. Lo sabemos, lo hemos escuchado mil veces. Y si Dios nos tratara así, sin misericordia. La misericordia es un aspecto de la gracia de Dios que contempla al miserable. Aquel que no tiene merecimientos, aquel que merece a que alguien le devuelva el pago. La bienaventuranza que ya vimos en este punto, lo vimos al principio, todos los que no llegan a conocer la mercedicordia de Dios, morirán sin mercedicordia. Ah, pero los que conocen la mercedicordia de Dios, ¿qué dice? Se vuelven mercedicordiosos. ¿Qué dice? Se vuelven mercedicordiosos, dice. Ah, porque conocen la mercedicordia de Dios. han sido perdonados gratuitamente por él en base a la obra de Cristo que pagó la deuda y sufrió el castigo en el lugar de cada creyente. Esto se vuelve real. Y dicen, bueno, entonces, como Dios me perdonó, yo no puedo ser, ya no puedo ser una de esas personas duras. Ya su corazón está siendo suavizado. No pueden endurecerse. No pueden negarse a perdonar. Escuchen lo que estoy diciendo. a nadie. Eso es increíble, ¿no? Es un testimonio ostentoso. Yo, una americana, lo vemos cada año. No, agarraron al asesino. Y normalmente son menores de edad, a veces son adolescentes, a veces son pareja, marido, mujer. Agarraron al asesino. Y es increíble cuántas veces sucede esto allá, ¿no? Por la influencia del cristianismo en el sistema judicial incluso. Y hay un tribunal normalmente, muy pocos de esos casos de asesinatos creo que no suceden sin un tribunal de 12 o 15 hasta 20 personas. Y invariablemente llaman a testificar al sobreviviente, a los sobrevivientes. Y lo hemos escuchado tantas veces. Se paran frente al jurado, y frente al juez, y frente a las cámaras, y frente a los micrófonos, y frente a la prensa. y las primeras palabras que salen de su boca, te perdono, te perdono. Y muchos de estos casos llegan al extremo en donde suplican con lágrimas que el jurado y el juez tengan misericordia del culpable. Y el mundo en converso se queda así como que noqueado, como que, ¿qué es esto? ¿Qué significa esto? No, los que conocen esta misericordia ya no tienen un corazón duro, lleno de rencor, lleno de coraje, lleno de resentimiento, lleno de rabia. No, ya no. ¿Ven cómo lo estoy diciendo? Ya no. No, ahora sienten compasión. Y es más que sentir compasión. Perdonan a sus deudores, a sus ofensores. Esto es tan sencillo como el Padre Nuestro lo dice. ¿Qué es esto? El nuevo corazón. Y de inmediato en el versículo 8, el corazón limpio. ¿Qué es esto? El corazón limpio. Libre de motivos egoístas. Limpio. Libre de la contaminación de los ídolos, el poder, el placer, el dinero. Libre del control de estos ídolos. El corazón que quiere a Dios, que ama a Dios, que quiere glorificar a su Señor. Sí, el corazón libre de hipocresía, libre de motivos falsos. Ah, porque están mirando a Dios. Este es uno de los más espantosos. Estos verán a Dios, dice. Porque ya comenzaron a ver a Dios, a mirar a Dios en la persona y obra de Cristo. Ya ven a Dios en el Evangelio de Cristo. Ya miren a Dios a través de su Señor y Salvador. Y comienzan a mirar a Dios. Y esto transforma, limpia, libra su corazón del dominio del pecado. Ven a Dios en su providencia. Miren a Dios en las santas escrituras. Ven a Dios en el milagro de su propia salvación. ¿Se quedan tan sorprendidos porque se consideran en su mansedumbre y pobreza espiritual como los menos indicados? Yo me acuerdo de mi vida, ustedes que no saben nada de mi vida, he vivido tres vidas. Una de esas vidas fue como músico del rock pesado desde primaria hasta el primer año universitario. Y no voy a perder su tiempo comentándolo, pero cuando fui al lugar en donde Dios me sacó de todo esto. Fue el segundo año de COVID, si no me equivoco, 2021. Yo estaba así tan sorprendido al ir al High School, a la universidad, a los lugares en donde Dios comenzó a tratar conmigo, sacándome de todo aquello. Y yo estaba con que veo tan claramente la mano de Dios, orando. Pero comenzamos a ver a ese Dios en el Evangelio y luego en las pruebas, luego en las aflicciones, vemos a ese Dios obrando y cambiando nuestro corazón. Y comenzamos a mirar la gloria del Señor, según Pablo, en el día de nuestra muerte, a la hora de nuestra muerte, el primer rostro que veremos es de nuestro Señor. Pero vean rápido, tenemos que apurarnos aquí. Luego en el versículo 9, estas personas son convertidas en pacificadores. Y no podemos detenernos con esta bienaventuranza. Fue mi intención hacerlo, no lo vamos a hacer. Pero pacificadores son los que tienen la paz con Dios por medio de nuestro Señor Jesús. Justificados por la fe tenemos paz para con Dios, Romanos 5, 1. Por medio de nuestro Señor Jesús. Y como consecuencia de esta paz, la paz con Dios, que se convierta en la paz de Dios en nuestros corazones. Y eso es la esencia de la felicidad que todo el mundo está buscando. Ya no somos aborrecedores. Ya no nos aborrecemos los unos a los otros. Como Tito dice que todos los cinco pasos viven en envidia y aborrecimiento los unos para con los otros. Ya no. Porque hemos sido cambiados, reconciliados por la muerte de su hijo. Dice Romano 5. Y él es nuestra paz. que esto mismo en Colosensis, en Efesios, es esta paz. Y hay que decir esto antes de llegar a los perseguidos para concluir. Hay que decir esto. Vivimos en un mundo que no conoce la paz. Lo comenté al principio. Ah, porque están en enemistad contra Dios. Están en un estado de guerra contra su Creador. Están peleando todos los días en contra de Dios. al no arrepentirse, al no doblegarse, al no entregarse a Cristo. Están en un estado, su misma naturaleza es enemistad contra Dios, según Romanos 8. Son enemigos de Dios. ¿Lo volverían a matar? A nuestro Señor Jesús. Si pudieran hacerlo, según el Apocalipsis, tratarán de hacerlo a la hora de su segunda venida. Pero los clientes conocen esta paz. Y lo que quiero comentar aquí es lo siguiente. Esto es un tema gigantesco en nuestro mundo. La historia de nuestro mundo es conflicto, guerra, revolución, levantamiento. La historia de nuestro mundo, la mayor parte de las películas de Hollywood, buenos y malos, y todo el asunto, un gran conflicto, violencia. Por todos lados, entre más violenta la película, más personas la quieren ver. Y la violencia está en el corazón. Es una reacción instintiva. Es como si fuéramos en el reino animal, los peores animales salvajes, crueles, posibles. Hay violencia emocional, violencia en nuestros pensamientos, violencia en nuestro deseo de vengarnos, de victimizarnos. Y la lista aquí es increíble. Sin decir más. El camino de Cristo no es el camino de violencia, no es el camino de odio, no es el camino de venganza, sino de misericordia y paz. Así de sencillo. Y esto nos vuelve vulnerables, claro que sí. No voy a decir más. Termino con la última cosa. Bienaventurados los que padecen persecución. Ahora, con esto tuvimos que apurarnos, pero con esto podemos concluir por el momento. Vamos a darle seguimiento a esto de hoy en noche. Es el primer sermón de año nuevo. Andar en estas bienaventuranzas, Resultarán inevitablemente, todos los que quieran vivir piamente en Cristo Jesús, sufrirán persecución de la boca del apóstol Pablo bajo inspiración del Espíritu Santo. La garantía de esto. Y esta persecución que tomo hoy en día en formas más suaves, es verbal, es emocional, quizás, es económica, política, raramente en muchos lugares se convierte en persecución física y sin embargo es real. Las personas pobres en espíritu que lloran y se arrepienten de sus pecados, que son mansas ante la voluntad, la Palabra, el Evangelio de Dios, que buscan justicia, que son mercedecoriosas porque tienen un corazón motivado totalmente diferente, serán perseguidas. Esa es la garantía. Y dice Cristo más sobre esta, la última, en esta lista de los bienaventurados, dice más, lo vimos al principio, sobre este punto que cualquier otro. Y el por qué es lo que quiero señalar antes de irnos. Porque la persecución es inevitable y nos pone a prueba. Dice la lista, bienaventurados los que son exitosos, no. Bienaventurados los que logran sus sueños de felicidad mundana, no. Bienaventurados los que, lo vimos al principio, los que prosperan económicamente, no, tres, cuatro o cinco propósitos del año nuevo se centran en eso, lo vimos, no. Bienaventurados los que viven una vida tranquila, y cómoda y tan quieta. No, no. Termina diciendo verdaderamente felices, verdaderamente bienaventurados. Las personas perseguidas por causa de la justicia, dice, son perseguidas. Que estos son verdaderamente felices. Esa es la incongruencia, ¿no? La paradoja que vimos al principio. Sí. Así lo dice Dios. Y con esto vamos a concluir. Escuchen bien los puntos. La persecución nos pone a prueba. En una lista de cosas. Primero, pone a prueba la naturaleza de nuestra fe. Si nuestra fe es real o no. Si es verdadera o no. Segundo pone a prueba los motivos del corazón. ¿Por qué estamos haciendo lo que hacemos? ¿Por qué estamos buscando, mishericordia? ¿Por qué estamos buscando justicia? ¿Por qué estamos buscando a Dios, no? Y experimentando una transformación de nuestro propio corazón. ¿Cuáles son los motivos? La persecución, escuchen bien, demuestra hasta cuál punto andamos con Dios. ¿Hasta cual punto buscamos primeramente el reino de Dios? ¿Hasta cual punto somos en algún sentido semejantes a Cristo? La persecución pone a prueba hasta cual punto vivimos a la luz del mundo venidero. De esto del reino de Dios y consolación y la tierra y saciados, hijos, hijas. ¿Hasta cual punto vivimos a la luz de estas realidades? de si son o no realidades para nosotros? ¿Hasta cual punto estas dispuesto a ser rechazado por esto? ¿Hasta cual punto estas dispuesto a ser criticado, a ser falsamente juzgado, falsamente condenado por no dejarte llevar por la corriente de este mundo, la babelonia de este mundo? ¿Hasta cual punto andas con Dios? Los textos que hablan de la persecución que produce apostesía son tan numerables en el Nuevo Testamento. ¿Qué es esto? Las personas que por meterse en estos problemas se echan para atrás. La palabra técnica se escandaliza, ¿no? Escandalizo en la parábola del sembrador. Tropiezan y se apartan. ¡Enseguida se alejan! Cuando sobreviene la persecución, dice la parábola, mostrando la falsedad de su fe. la falsedad de su fe. Esta persecución que revela los motivos del corazón. Es tan fácil decir, creo en Cristo. Es tan fácil hablar así sin oposición. Pero los motivos del corazón, el por qué hacemos lo que hacemos, cuando no hay dificultades, cuando no hay pruebas, cuando no hay oposición, es lo más fácil decir, creo. Pero cuando hay problemas, cuando cuesta, cuando vamos a sufrir, cuando hay un precio que pagar, se manifiestan los motivos. Se manifiesta la falsedad del Evangelio de prosperidad. Se demuestra hasta cuál punto servimos a Dios a cambio, a fin de obtener algo. De eso hablaba Satanás con Job. Este cuarto lo tienes comprado. Es un cambalache. Si le quitas algo, te aseguro que ya no te va a seguir. Te va a blasfemar. Y esto es así con todos los problemas de la vida. Cuando hay problemas en el matrimonio, ¿por qué estamos casados? Es la pregunta. ¿Por qué nos casamos desde un principio? Ah, por amor. o por otras cosas. Para ser amados nos casamos o para amar nos casamos. Y con todo eso sacamos problemas con los hijos, se vuelven rebeldes, necios, problemáticos, como vamos a ver dentro de poco en la serie de padres e hijos. ¿Por qué? ¿Por qué tenemos a estos pequeños entonces? ¿Cuáles son nuestros motivos como padres? Es espantoso esto. De igual manera como problemas en cualquier sentido. Problemas en la iglesia. Dicen, problemas en la iglesia. Pero porque desde un principio, porque asistimos a una iglesia. Porque somos miembros de una iglesia entonces. ¿Por qué? En la mayoría de los casos, cuando hay problemas, se demuestra el por qué. El por qué de nuestra profesión de fe. Sin oposición, sin dificultades, ¿no? No se ve en la realidad de las cosas, muchas veces no. Hay que terminar. Y termino con esto, ¿no? Estoy viendo aquí mis apuntes. El enemigo se nos acerca en este asunto de la persecución, la oposición, los problemas, las luchas que tienen propósitos múltiples en la vida de cada creyente. Esto en la forma más sencilla, esto hay que volver a decirlo. Los textos dicen que si un creyente sufre, y la lista aquí no es por su necedad, no es por su estupidez, no es por sus propios errores o pecados, o por ser una persona conflictiva o soberbia, no. Es por la justicia que la persona padece. persecución, hay que entenderlo. Hay una tremenda lista de textos en donde lo que sucede es esto, sufrimos por la causa de Cristo, en realidad, en lugar de Él. Él no está, los textos lo dicen, es el gran privilegio de sufrir por Él, porque lo que nosotros nos quieren hacer es lo que no le harían algo mil veces peor si Él estuviera. Pero participamos en algún sentido de sus sufrimientos. Por eso, ¿hasta cuál punto semejantes? ¿Hasta cuál punto parecidos? ¿Hasta cuál punto el enemigo nos ve como, no, esas personas son tan peligrosas? ¿De veras le siguen a este y manifiestan algo de amor para con él? ¡Tenemos que hacerles algo! al agarrar al verdugo perseguidor Saulo, le preguntó, le preguntó, ¿por qué me persigues a mí? Así. ¿Hasta cuál punto diferentes entonces, Luz y Saulo? Personas que han tomado la cruz, ¿se manifiestan esto? O hasta cual punto semejantes al mundo, semejantes a los encombarsos, tratamos de darle, no, esto no es gran cosa aquí de que soy creyente. No, en realidad no hay una gran diferencia. Y me acuerdo de haber hablado con mis músicos. Me miraban, te has vuelto loco. Y yo con la Biblia, contéstame esto, ayúdame. Y decir, no, este Tomás ya se volvió loco. Y me veía más que diferente. Vieron un cambio inexplicable. Ya no estaba dispuesto yo a entregar mi vida a ese ídolo. Y al oponernos al mundo, a sus ídolos, al ser diferentes, nos vamos a meter en problemas. Yo terminé perdiendo a mis mejores amigos de toda la vida, en varios casos. Habíamos sido juntos en esa carrera desde la primaria, en la carne, en la sangre, en humana, en términos carnales, mis mejores. Lamento hasta el día de hoy la pérdida de sus almas. Pero termino con esto, vean. Se nos fue el tiempo, pero ya, ya Tomás. Este asunto, aquí lo tengo para concluir. El diablo, en este asunto, se acercó a Adán y Eva y les decía tres veces en la Biblia, esto es un tema de debate teológico, tan solo tres veces se escucha la voz del diablo en la Biblia, tan solo tres veces, será así. En el huerto de Edén se le acercó a Adán y Eva, el enemigo. Y su argumento, Dios no ha sido ni es bondadoso para con ustedes. No. Y esto es lo que sigue diciendo a todos los inconversos. todos sus problemas son en alguna medida. Lo vimos al principio, la búsqueda interminable de felicidad. Todo el mundo quisiera ser feliz, pero sin Dios. Ah, porque el diablo les ha convencido de esto. No, Dios no ha sido bondadoso. Todos ustedes son víctimas de este monstruo que se llama Dios. Y luego se le acercó a Job, al pobrecito, y su argumento, Argumentaba no con Job, sino con Dios mismo, diciéndole, creo que tú has sido demasiado bondadoso para con este farsante poquita que se llama Job. Que tú, Dios, has sido demasiado bondadoso para con él. Demasiado misericordioso, amoroso, increíble. Creo que esto lo sigue haciendo hasta el día de hoy este enemigo y llega a convencer a personas que profesan ser creyentes, ¿no? No voy a decir más. Por último, este enemigo se atrevió a acercarse a la personificación de estas bienaventuranzas No sé si en el debate que se armó porque la Biblia tan solo nos da bosquejos. Yo no sé si se le acercó y le dijo a Cristo pobre, llorando, tan manso, tan limpio de corazón. Yo no sé si al acercarse a nuestro Señor Jesús se le decía algo parecido a lo que estoy comentando aquí o no. Lo que sabemos así, si es cierta, es que se le acercó a nuestro Señor Jesús y se le dijo, yo seré más bondadoso que Dios. Yo seré más tierno. Todo lo que has venido a buscar. Él mostró los reinos de este mundo. Y todo lo que había en ellos. Y le dijo, yo soy más bondadoso que Dios. Te lo daré todo. Y no tendrás que ir a la cruz. Para recibirlo te lo daré. Yo soy más bondadoso que Dios. Le decía a grandes rasgos lo que vimos al principio. Yo te haré feliz, tú que dices ser el Mesías. Yo te daré lo que has venido a buscar. Pero se equivocó. Por completo. Porque Nuestro Señor Jesús no vino a buscar ninguna de estas cosas como parecidas a esa gloria de la Babilonia, de este mundo, lo que le ofrecía Satanás. No, Nuestro Señor Jesús vino a buscar y a encontrar lo que se había perdido. Se hizo uno con nosotros, lo vimos hace dos domingos, en forma dramática, uno con nosotros. Dios con nosotros. Y la pregunta para nosotros es si nosotros estamos con Él. La pregunta no se puede contestar así, ni de manera superficial, no. La pregunta es si Él nos ha convertido en personas pobres, mansas, con hambre y sed de justicia, personas mercedicordiosas, con un corazón siendo limpiado y transformado, pacificadores. Sin discutir este tema, deseamos que los demás tengan esta paz con él, que le conozcan a él, y todo el asunto está resumido en que el indicador de todo esto pudiera ser la persecución. la persecución. Porque si estamos con Él, no cabemos en este mundo. Padre, damos muchas gracias por
Nosotros con Dios 1
Series Dios con Nosotros
Vivir las Bienaventuranzas es el camino para caminar con Dios.
Sermon ID | 11323412263527 |
Duration | 1:33:28 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Bible Text | 1 John 2:1-6; Matthew 5:2-11 |
Language | Spanish |
Documents
Add a Comment
Comments
No Comments
© Copyright
2025 SermonAudio.