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La palabra que Él ha hecho morar es el espíritu de nosotros. Y la pregunta es cuántos de nosotros mora el espíritu, ¿verdad? Y dice que ese espíritu nos anhela celosamente. También dice que Dios da gracia y resiste a los soberbios. ¿Cuántos de nosotros recibiremos la gracia de Dios? Mi hermana ya nos está enseñando la palabra que mediante la humildad, el encantamiento de espíritu, éste son los que van a recibir gracia. Pero dice que la vida orgullosa, dice no, Dios resiste al soberbio. Este, vamos a continuar hermano, antes vamos a agradecer al señor todo lo que hemos recibido en esta semana que está pasando, el tiempo hermano corre para salir el año, estamos ya en la prácticamente pronto para entrar a recta final ya va a entrar diciembre y estaremos despedidos en el año 2015 que este el tiempo no se detiene también la vida no se detiene hermanos a veces solamente vemos que el tiempo se va y bueno pero también mientras el tiempo se va la vida también se está yendo en esta vida en esta tierra claro estamos más cerca de la vida verdadera vamos a agradecer al señor cada una de sus bendiciones, también de las pruebas que pasa en nuestra vida. Gracias a Dios por su presencia. Vamos a continuar con la Carta de Santiago, hermanos. Con la Carta de Santiago. Estamos en el capítulo 3. Hemos visto en los últimos comentarios de Santiago 2 acerca de la Fe y Obra. La fe sin obra está muerta. Así como el cuerpo sin el espíritu, dice la palabra, está muerta. Así es comparada por el pastor Santiago. Ahora, hermano, vamos a entrar en el capítulo 3 de la Carta de Santiago, el Epístolo de Santiago. Y este capítulo trata acerca del uso y abuso de la lengua. Es el tema que va a tomar Santiago ahora, pero también veo otro punto importante aquí, no sólo el uso y abuso de la lengua, sino también la madurez, la madurez espiritual se puede catalogar o los parámetros hermanos, sería el uso de la lengua. Ese capítulo, entonces, no sólo Santiago trata de mostrar acerca del uso bueno y malo de la lengua, sino también la necesidad. Santiago enseña acerca de la necesidad de frenar nuestra lengua, de poner freno en nuestra lengua. del poder, también habla del poder peligroso que tiene la lengua, como el poder de un pequeño fuego que puede quemar un bosque, dice el pastor Santiago. También habla de la sabiduría verdadera y de la sabiduría falsa. Obviamente que la sabiduría verdadera dice Santiago que también se muestra con lo que uno dice y hace. Entonces, Ahí la importancia de vigilar y frenar nuestra lengua, ya que Santiago, en el capítulo 1.19, Santiago ya habló algo de la lengua. El 1.19, no sé si recuerda, dice ahí, dice, por eso mi amado hermano, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar. y tardo para irarse. El versículo 26 también, si alguno se cree religioso entre vosotros y no reprena su lengua, sino que engaña su corazón, la religión del tal es vana. El versículo 26, capítulo 2, versículo 12, también hizo otro comentario acerca de la lengua, 2, 12, capítulo 2, 12, dice, así hablad y así haced, como los que habéis de ser juzgados por la ley de la libertad. Ahora, en vez del peligro de una lengua sin freno, por lo que Santiago comienza, comienza atacando, o sea, desanimando a convertirse en maestro, en un maestro profesional dentro de la iglesia. Por eso el versículo uno empieza amonestando el varón de Dios a los hermanos. Dice, hermano mío, no os hagáis maestro, es lo primero que manifiesta, no os hagáis maestro, el peligro de autoconvertirse o nombrarse maestro, dice, de una iglesia local. Entonces, la amonestación y después pone dos o pone cinco ilustraciones del modo de tal forma de que podamos nosotros gobernar nuestra lengua, nuestra lengua. Ahora, Santiago dice que podemos tener un buen uso de la lengua o un mal uso de la lengua. Pero hermano, Podemos aprender acerca del uso y del uso de nuestra lengua, ya sea en lo bueno o lo malo. Lo que aprendemos ahí, hermano, es acerca de la madurez de una persona. Se puede catalogar la madurez de una persona mediante el uso de este pequeño timón. Hermano, el timón del cuerpo del hombre es la lengua. Es el timón, dice, que va a gobernar tu vida. Ah, hermana, es interesante. Es como el caballo, dice Santiago, que se puede gobernar todo un animal de 500, 400, 500 kilos con un pequeño freno. un pequeño bozal, un pequeño freno. Así, la vida del hombre es gobernada mediante su lengua. Entonces, hermano, sí es correcto decir que la madurez de una persona se puede catalogar mediante el uso de su lengua. Ahora, con razón, proverbio habla mucho acerca de la lengua, porque, hermano, parece algo insignificante, pero es muy importante tomar en cuenta esta amonestación que Santiago ya de antemano se propone hacerlo a la iglesia local de este, donde Él, a los que Él escribe. Vamos a orar, hermano, y vamos a entrar en estas observaciones. Vamos a dar gracias. Padre, bendecimos Tu nombre en esta casa. Padre, gracias por el cuidado que tienes con nosotros. Gracias, Señor. Por las bendiciones que nos has dado cada día, sin merecerlo, somos recipientes, Señor, de tus infinitas bondades. Padre, guárdanos. Ayúdenos a entender, comprender, asimilar tu palabra y analizarla, a comprender su contenido y también tomar su enseñanza para nuestro bien. Padre, que podamos examinarnos a la luz de ella, ya que tu palabra es como un espejo, Señor, que alumbra nuestro rostro. y podemos ver en una forma recíproca, Señor, nuestro ser Padre. Oramos por todos los presentes, que nos ayudes a tomar consejos, Señor, de Tu santa y bendita Palabra. y que tengamos oído para oír el mensaje que tú tienes para nosotros en esta mañana. Bendice a los que no han sido regenerados también, bendícelo con la bendición de lo alto, como dice tu palabra. que haya humildad en recibir Tu Palabra con toda solicitud porque Tu Palabra dice que Tú resistes al soberbio, al arrogante, al Señor al que no se humilla. Señor, Tú das gracia al humilde, al que se quebranta delante de Tu Palabra, como dice el Libro de Isaías, el que tiembla delante de Tu Palabra. Tú estás cerca, Señor, y bendiciéndolo con la verdad de su palabra. Padre, danos un corazón sensible, un corazón humilde, un corazón receptible, Señor, para recibir toda, toda doctrina. Gracias, Señor. Ayúdame a mí, que no, Padre, a veces hace falta palabras sabias, prudentes, adecuadas, acertadas. Señor, y palabra de lo alto, ungido contra el Espíritu Santo, oramos, Señor, para que los corazones sean movidos con tu Santo Espíritu. Padre, gracias, te damos en esta mañana. Bendice cada uno de nuestros hijos también, que tú tengas misericordia de ellos. Y Padre, que estemos atentos a esta perfecta ley, Señor. Gracias, te damos. En el nombre de Cristo, oramos. Amén. Bien, vamos a tomar unos momentos hermano y vamos a ver cómo la palabra amonista acerca del abuso, en este caso, como Santiago ya lo manifiesta, el querer el querer vanagloriarse con nuestra lengua, porque lo que Santiago está diciendo aquí es tener cuidado con el uso de nuestra lengua. Por eso se dice que la lengua está en un lugar donde siempre está mojado y es fácil resbalar. Fíjese, hermanos míos, ahora esta amonestación entonces va dirigido a la comunidad cristiana. Hermanos míos, no os hagáis maestros muchos de vosotros sabiendo que recibiremos mayor condenación. Ahora, la primera advertencia que tenemos aquí, hermano, es que tengamos cuidado. Se dice que entonces la madurez espiritual sí se refleja en el control de nuestra lengua. Esta amonestación, Santiago, el tema es introducido con una advertencia en contra del deseo apresurado o aptancioso de ser o de autonombrarse maestro de la palabra de Dios. ¿Por qué dice Santiago que debemos tener cuidado en querer autonombrarnos maestro de la palabra de Dios? Dice que recibiremos mayor condenación en ello. Por eso debemos tener el sumo cuidado, hermano, de introducirnos, de hacernos un maestro propio, porque la verdad ese es un don, es un don de Dios. Aunque la lengua no es mencionada aquí específicamente, el pensamiento subyacente es que quien se emplea, quien se autonombra este maestro de una congregación para la enseñanza de la Sagrada Escritura está asumiendo una mayor responsabilidad delante de Dios y delante de los hombres. Ahora, la palabra, no os hagáis maestro, muchos de vosotros, se puede parafrasear, no os volvéis, o no os volvéis, no os volvéis indebidamente. Esto, hermano, es la advertencia que San Diego da de auto quererse nombrar un maestro, un orador o uno que quiera, tomar el lugar de enseñar. Esto no debe, no debe, no debemos interpretarlo como una prohibición contra el uso del ministerio o del llamamiento divino de la enseñanza, que es la predicación. En ninguna manera Santiago está en contra no está prohibiendo el uso del llamamiento divino como lo muestra el apóstol Pablo en el libro de Efesios. No está Santiago anulando o tratando de frenar a aquellos que tengan este don. En el capítulo 4 de Efesios, por ejemplo, encontramos unos dones que Dios ha dado dentro de su pueblo, dentro de la iglesia. Efesios capítulo 4 versículo 2, 11 dice ahí la palabra Efesios 4, 11 y el mismo constituyó a unos apóstoles, a otros profetas, a otros evangelistas y a otros pastores y maestro, entonces Dios dice él y él esa palabra él Se está refiriendo que Dios sí da los dones a ciertos varones adentro de la iglesia local, que primeramente fueron los apóstoles, luego los profetas. y luego los evangelistas, luego los pastores y maestro, o sea pastores y maestro cuál es el trabajo a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edición FICACIÓN DEL CUERPO DE CRISTO. Ahora, el don que Dios da, dice que es para edificar su pueblo, el cuerpo de Cristo, la iglesia, es para que la iglesia llegue a la unidad, a la fe, del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de Cristo, para que el pueblo de Dios no sea niño, fluctuante, llevado por lo quiera de todo aviento de doctrina, que por estratagema de hombre para engañar emplean con astucia las artimañas del error. Entonces dice que debemos seguir la verdad en amor, crecer en este amor, en todo aquel que la cabeza esto es Cristo. Entonces hermano, Santiago en ninguna manera está diciendo que se prohíba a algunos a hacerse un predicador, un pastor, un maestro, un evangelista. No, sino lo que lo que está diciendo Santiago es que el que va a ser el que va a ser maestro de la comunidad cristiana dice que no puede autonombrarse. no puede tomar ese privilegio para sí, sin ninguna aprobación divina. Ahora, cómo nosotros vamos a conocer la aprobación de Dios a un hombre hermano para hacerlo maestro es mediante la iglesia local si la iglesia no aprueba que Julano enseña no se le debe permitir ese privilegio si la iglesia Si la iglesia admite que alguien tome el púlpito y enseñe, claro, ahí se manifiesta la voluntad de Dios. Entonces, Santiago está diciendo de aquellos que se autonombran, que quieren tomar el privilegio, sin tener la aprobación divina o en este caso sin ser aprobado. Es lo que Santiago está en contra. Dice que esa persona solamente recibirá mayor condenación por esa semejante actitud. Entonces no debemos hermano en ninguna manera restringir a los que Dios ha capacitado, a los que Dios ha bendecido, a los que Dios ha dado ese don de tener la facultad de usar el púlpito para enseñar. Por eso dice ahí el apóstol Pablo, Él, Él dice y Él mismo constituyó es Dios quien constituye a los suyos, Dios es el que capacita a los que van a ser evangelistas, pastores y maestros para, dice, una bendición en el pueblo de Dios para que el pueblo de Dios crezca y para que yo no sea niño fluctuante. Ahora entonces, pero qué es lo que Santiago entonces está en contra cuando dice hermano mío dice no os hagáis maestro mucho de vosotros. Entonces entendemos aquí entonces claramente que es alguien que tenga la presunción de nombrarse un maestro de la comunidad o de la iglesia local. Ahora, así como dice el libro de Hebreo, dice que nuestro Señor Jesucristo para ser sacerdote ni siquiera Él se nombró a sí mismo, sino Él que le dijo tú eres sacerdote. Entonces, el ministerio, el privilegio del ministerio, hermano, no se puede uno autonombrar, tiene que ser, dice, de una aprobación divina. Ahora, por eso, por eso el requisito indispensable, ahí en el Timoteo, 2 Timoteo 3, 1, donde dice, si alguno anhela obispado, que dice, buena obra desea", dice la palabra, pero es necesario que lo visco. Entonces, ahí, ahí están los requisitos indispensables para cumplir, para empezar, dice, a hacerse maestro. Ahora, si alguien no puede cumplir ni siquiera los primeros requisitos, entonces, ¿cómo puede tomarse esta facultad o esta libertad o ese privilegio de autonombrarse un Hay muchos hoy en día, hermano, que quieren tomar, hermano, el puesto de liderazgo sin que sean aprobados. Esto no debería, dice Santiago. ¿Por qué? Porque tendría mayor condenación. Esto no debería ser permitido. Ahora, por eso el libro de Jeremías, la profecía de Jeremías, vemos también, dice que había profetas que empezaron a profetizar, a hablar, que los caldeos no entrarán y que no tirarán ninguna flecha dentro de la ciudad. Ellos hablaban de grande victoria. Yo les digo, nunca los envié. Dice el profeta, dice el Señor al profeta Jeremia, dice, eso hablan sólo de lo que salga, de lo que ha salido de su corazón. Yo nunca les envié, yo nunca dije tal cosa. Dice el Señor, entonces esos son los que tienen mayor, mayor condenación. Los que se atreven, los que se atreven autofacultarse para ser maestro dentro de la comodidad cristiana. Santiago es lo que está atacando aquí, por eso dice, hermano mío, no os hagáis, no os hagáis. Si vamos a ser maestro, entonces tenemos que ser capacitado y no solo eso, pero recibir ese don que viene de Dios. Por eso Pablo dice, él mismo constituyó, pero no auto nombrarse. Ahora me gustaría que vea Hebreo antes de seguir adelante. Hebreo capítulo, capítulo cinco. Vamos a ver. Dice que el ministerio de Cristo ni siquiera él mismo se autonombró, sino que él quien le otorgó ese privilegio. El ministerio, hermano, es un privilegio. Capítulo cinco, dice versículo uno, porque todos somos sacerdote tomado de entre los hombres, que dice Dice que este todo sumo sacerdote tomado entre los hombres es constituido a favor de los hombres, en lo que Dios se refiere para que se presente, para que presente, ofrezca el sacrificio de los, por los pecados, para que se muestre paciente con los ignorantes y extraviados, puesto que Él también está rodeado de debilidad y por causa de ella debe ofrecer por los pecados, tanto para sí mismo como por también para el pueblo. Y nadie, verso 4, y nadie toma para sí que dice esta honra, sino el que es llamado, ¿por quién? Por Dios, como lo fue, como lo fue Aarón. Así tampoco Cristo se glorificó a sí mismo haciéndose sumo sacerdote, sino el que le dijo tú eres mi hijo, yo te engendré hoy. Como también dice en otro lugar, tú eres sacerdote según el orden de Melquisedec. Entonces, hermano dice que Aarón no no no yo quiero ser sumo sacerdote a mí póngame ahí en ese en ese puesto que yo sí soy capaz de hacerlo no sino que Dios y se nombró Aarón sumo sacerdote de entre todos los doce Vemos, hermano, cuando Dios escogió al sumo sacerdote de Aarón, dice que mandó que trajeran las doce varas, cada uno de los príncipes del pueblo de Israel, y de ellos los levitas representados por Aarón trajo su vara y lo pusieron ahí en el tabernáculo, el propiciatorio y la Biblia dice que al siguiente día cuando fueron y sacaron la vara la única vara que reverdeció la única vara que hasta echó el almendro era la vara de Aarón y en eso se entendía que Dios estaba aprobando a Aarón como el único sumo sacerdote del pueblo de Israel no fue Aarón quien se autonombró y quien se autopuso como representante del pueblo de Dios delante de Dios, no. Ahora también dice que nadie tomó para sí esta honra, ni siquiera el propio Señor Jesucristo se autonombró como sumo sacerdote, sino que él que le dijo tú eres mi hijo y también el que le dijo Tú eres sacerdote para siempre. Entonces hermano, claramente se puede ver que el ministerio es un llamamiento divino, es un llamamiento santo, es un llamamiento celestial. No se puede hermano, este, tolerar cualquiera que diga, hermano yo quiero, yo sí tengo este, no, no, no, no, no. tiene que recibir ese don, ese llamamiento, dice de Dios. Ahora, ese llamamiento, claro, también tiene que ser aprobado. Y esa aprobación, así como Dios aprobó a Aarón, Dios todavía aprueba hoy mediante su pueblo, la iglesia, quien pone esa, como dice, por eso Pablo dijo a Timoteo, no pongas con ligereza las manos. dice a algunos. O sea, no podemos, no podemos nada más agarrar a un maestro. Ah, tú eres bueno, ahora enseña. No se puede, hermano. Tiene que serse con mucha cautela. Este, ¿cómo dice? Ese texto se me fue de la mente, donde dice este, no, no impongas, no impongas No impongas con ligereza las manos sobre alguno, dice el pastor. No podemos, hermano, nosotros, a cualquier pastor que venga, oh, yo soy ministro. Ah, bueno, entonces no, tenemos que, dice, juzgar. La iglesia tiene el deber de juzgar el fruto. de tales, de tales, este, supuestamente ministros o pastores o evangelistas, ¿verdad? A eso es lo que Santiago se está oponiendo, que alguien tenga esa, esa libertad de hacerse, de autonombrarse. No, dice, solamente esta persona va a recibir mayor condenación, más bien es sencilla. Entonces, por eso, Pablo en Gálatas, capítulo 3, versículo, Gálatas, capítulo 6, versículo 3, dice que el que El, el, ¿cómo dice? Galatasaitre dice que el que se cree ser algo, no siendo nada, a sí mismo se engaña. Hay unos que se creen algo y no son nada. Y la Biblia dice que esa persona se está auto engañando. autoengañando. Santiago dice que recibirá mayor condenación. Los que enseñan la palabra, entonces de verdad recibirán un juicio más severo, si no practican obviamente lo que están enseñando. Tal parece que la tendencia de muchos en los últimos tiempos o en esos tiempos que vivimos es este peligro hermano como lo vemos en segundo de timoteo capítulo 4 versículo 3 segundo de timoteo capítulo 4 versículo 3 es el gran peligro que estamos hoy en día enfrentando hermano que el pueblo de dios se está enfrentando Ahí en 2 Timoteo 4.3 dice, porque vendrán tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comenzón de oír. Es decir, hermano, mucha gente va a tener ese comenzón de oír y dice, se amontonarán maestro. Ahora, se amontonarán maestros conforme a sus propias y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas. Ahora la palabra muestra que en los últimos tiempos va a haber este problema en el pueblo de Dios. va a haber muchos maestros que se van a amontonar conforme sus propias concupiscencia. Y qué van a hacer, dice la palabra, que estos, esos maestros falsos apartarán de la verdad el oído y se volverán, dice, a la fábula. La fábula son cosas inciertas. Fábula es algo, creado de la imaginación. Ahora es como el tiempo de Jeremías que inventaban su propia profecía diciendo así, cuando Dios nunca ha dicho nada, es el peligro hermano que corre. Hay muchos predicadores hoy en día que toman la palabra, como también la otra parte dice, que toman la palabra como fuente, fuente de ganancia. Y ese es el gran peligro que corremos hoy en día. Parece que en los últimos tiempos la palabra amonesta que va a haber maestros conforme a su propia concupiscencia. Nosotros no podemos recibir a cualquier enseñanza, hermano, de cualquier hombre que no sea aprobado, porque entonces nos volverá, nos llevará a las fábulas y nos apartará de la verdad. y nos enseñará fábula. Es una gran responsabilidad, entonces, es una gran responsabilidad enseñar la palabra de Dios, ser maestro de una congregación. Ha de estar, el maestro debe estar preparado para, no sólo para obedecer, pero para tener la facultad de impartir la Palabra de Dios con eficacia. Nunca puede, nunca podemos, recuerden que nunca podemos convencer a otro más allá de lo que uno mismo está creyendo o practicando. Por eso, hermano, hay una gran responsabilidad, el hábito de de enseñar es bueno, pero si no hay la vida verdadera, entonces de nada sirve. Es triste hermano, pero hay muchos hoy en día, hay muchos maestros que están conformes, dice Pablo, conformes a su propio concupiscencia. El maestro El maestro ha de tener el llamamiento divino, pero no solo el llamamiento divino, sino también el don. Ahora Dios, cuando llama, Dios capacita. Cuando Dios llamó a Jeremia, Jeremia dice no sé hablar, dijo el Señor, dice no puedo hablar, no sé hablar, soy niño, no tengo esa Todavía dice, no sé cómo, cuando dijo que soy niño, que sí que no tenía la madurez todavía para poder llevar el ministerio. Pero Dios le dijo que Él había, Dios había escogido a Jeremía antes que naciera. antes que fuese formado, ya Dios lo conocía, lo había designado para ser ministro, para ser su profeta. Entonces, aunque la persona no quiera el ministerio, pero cuando Dios llama, entonces Dios también capacita, Dios es el que da esa facultad, esa facultad de ser maestro. Y yo creo que la iglesia, hermanos, sí tiene el deber de juzgar a los que Dios ha dado ese privilegio, ese don más bien, ese don. Así como el mismo Moisés, cuando fue llamado para que sea el mediador entre Dios y el pueblo de Israel, Moisés no quería liderazgo, no quería el ministerio, no quería la el llamamiento, el hijo, no, señor, dice, mire, primero se excusó, no me van a creer, señor, mire, quién soy yo, un pobre, un pobre, este, este, pastor aquí de, de, de ovejas, y si voy a Moisés, y si voy yo a Moisés, dice, pero no me va a creer, dice, ni el pueblo va a creer. Y ella quería respaldo. Dios le dio el respaldo y así. Luego, señor, pero necesito un ayudante. Y ahí se iba. Bueno, dice, ahí tienes tu hermano Aarón, que habla mejor que tú. Porque dice que era tartamudo, es decir, no podía hablar. Se le atoraba la lengua. Así como yo, ¿verdad? Se le atora la lengua y no puede. Señor, estoy tartamudo, no puedo yo cumplir este ministerio. Bueno, dice, ahí tienes uno que te ayude. Aarón. Señor dice, pero, pero, y ahí otro pero, no quería el ministerio. Moisés no quería el llamamiento divino, trataba de resistir y Dios lo iba convenciendo. Entonces, el llamado, Dios va a capacitarlo, va a convencerlo. Pero la iglesia, creo hermano, no solo tiene el deber de orar a que Dios envíe obrero a su mies, pero también tenemos, debemos tener la madurez de juzgar quiénes son los que Dios ha dado a ese don, ese privilegio de ser maestro. Pero nunca dice Santiago auto nombrarse para ser maestro de una comunidad o una congregación local. Ahora, en el capítulo, en el versículo, Santiago capítulo 3, versículo 2, vamos a seguir viendo lo que Santiago sigue aconsejando o enseñando. Dice porque todos, ahora, ahora dice Santiago que no, no debemos autonombrarnos la razón que da porque dice que recibiremos mayor condenación. Esto quiere decir que el maestro entregará cuenta a Dios. Sabemos que el pastor va a dar cuenta a Dios. Por eso dice el libro de Hebreos que debemos someternos a nuestros pastores porque ellos van a dar cuenta por nuestra alma, por nuestras almas. El maestro entonces... Tiene que rendir cuenta tarde que temprano delante de Dios todo lo que él haya enseñado. Esto lo sabemos. Ahora, si disminuye el pastor o el maestro, o racionaliza en un sentido su mensaje, o trata de minimizar la enseñanza de la Escritura, claro, este dará cuenta a Dios un día que lo encomendó. Dios es el que nos ha encomendado de ser, de ser un atalaya y tenemos que cumplir nuestro cometido, nuestra encomienda, como se le dijo al profeta Ezequiel, hijo de hombre, habla, di, dice, di, yo te envío a pueblo de Duraservis. Ahora, este, Por eso hermano, cualquier maestro llamado por Dios debe estar consciente que tiene que rendir cuenta a su creador, en este caso al que nos envía a enseñar, a predicar, a proclamar la palabra de Dios. Ningún libro como la Biblia demanda que sus lectores o más bien que los que enseñan la palabra de Dios. La Biblia demanda seriamente que tiene que vivir lo que él enseña. Por eso Cristo dijo, dice médico, cúrate a ti mismo. Es un refrán dice que usó el Señor, pero lo estamos usando en un sentido espiritual. Cuando digo, sin duda me diréis este refrán, médico, cúrate a ti mismo. Entonces el maestro dice, debe enseñar auto, enseñarte y lo que enseña tiene que creerlo y tiene que vivirlo. Es como la Biblia demanda a que se viva, a que viva el maestro. No solo hay unos que son buenos para enseñar, pero no pueden practicar. A eso es lo que condenó el Señor en el caso de los fariseos, cuando dice, cuando digan esto, esto, esto del Señor, háganlo, porque ellos dicen y no hacen, dice el Señor. Es lo que condenó el Señor en los maestros. farisaicos, que no vivían, dice, lo que enseñaban. Y es el peligro, entonces, que puede llevar el maestro de la mayor condenación cuando no vive lo que está enseñando. Es lo que Santiago dice, porque recibirá mayor condenación. Y a ellos que Cristo condenó, a los líderes religiosos, a los escribas, a los fariseos, que ellos enseñaban la palabra porque enseñaban la palabra. pero dice que no quería mover ni un dedo para hacerla. Era el verdadero problema de los maestros en el tiempo de nuestro Señor Jesucristo. Es cosa seria enseñar y no practicar lo que estamos enseñando. Entonces dice que solamente estamos, solamente recibiremos mayor condenación, dice la palabra. Así que Como en la Biblia, para ser maestro necesitamos nosotros primeramente estar dispuesto, dice, a obedecer primeramente para poder, hermano, enseñar. Ahora tiene que rumiarse primero la enseñanza y luego darla. Tenemos que estar convencidos de lo que enseñamos. Tenemos que estar conscientes de lo que estamos. enseñando. Hay requisito que cumplir según Timoteo y además tiene que rendir cuenta el siervo de Dios, según Hebreo 13, 17, el que se le da más, dijo el Señor, dice que se le pedirá más. Lucas 12, 48, vamos a ver, el que se le da más, dice, se le pedirá más. Obviamente que si el que se le dio más lo cumple, se le dará, dice, aún más. en el juicio. Lucas 12, 48. Lucas 12, 48. Vamos a buscar esta verdad. Lucas 12, 48 dice, Mas el que sin conocerla hizo cosas dignas de azote, será azotado poco. Porque a todo aquel que se le haya dado mucho, mucho se le demandará. Y al que mucho se le haya confiado, que dice, más se le pedirá. Y los maestros En este caso, los pastores maestros evangelistas se les ha dado un cierto don, un cierto conocimiento. Entonces dice que a ellos Dios les demandará más. ¿Y qué pasa entonces si no vamos a obedecer la palabra? Obviamente que seremos azotados más, dice. Más como aquel que ignoraba la palabra. Pero el que tiene, por eso se dice siempre que el que tiene más conocimiento es más responsable, es más responsable. Tiene mayor responsabilidad delante de Dios y delante de los hombres, delante de Dios. que lo encomendó y delante de los hombres a quien enseñe. Ah, hermano, entonces no es fácil, no es fácil querer, no es fácil, hermano, tomar el lugar de maestro y enseñar. Hay una, debemos estar conscientes de una gran responsabilidad delante de Dios. y obviamente delante de los hombres, porque realmente los hombres no te perdonan ningún error. Y es verdad esto, se dice que, por eso Proverio dice que cuando cae el justo delante del impío es como manantial. turbio, dice, es como manantial turbio. Otra verdad que se dice, en este caso, nosotros los que somos maestros de la congregación, tú puedes hacer nueve cosas buenas, pero con uno que cometas, con uno que la, como dice la Chava, como dicen los jóvenes, con uno que la riegas. Es una expresión vulgar, pero se entiende que la echa a perder. Ahora sí, como dice el propio sabio Salabón, dice que con una sola mosca se echa a perder el perfume del perfumista. Con una sola mosca. Así la vida del ministro. Tú puedes hacer nueve cosas buenas, pero con uno que falles, con eso tienes Con eso tienes... para que digan, no, mira, no que él es, no que dice que, mira lo que, con uno que nunca ve los nueve buenos que tienes, solamente uno malo y con eso tienes para criticarte, juzgarte, condenarte. Por eso se exige, hermano, se exige que la vida del maestro sea verdaderamente transparente y verdadera. Ahora, el problema es que lo que muchas veces la gente no entiende es que nosotros los ministros no somos ángeles. Somos humanos. Ahora, por eso, antes de juzgar a un ministro, siempre debes saber si un ministro falla en una cosa, en cuanto tú no has fallado. Entonces, el problema, como nosotros estamos en el blanco, pues la mancha se ve más grande. Ese es el problema. Ahora, pero si no es excusa hermano, Dios si demandará también dice al que le da más, Dios le demandará, le demandará más. Santiago pasa ahora en el versículo 2 Santiago dice, Santiago pasa ahora al ministerio específico de enseñar. Primero, el versículo 1 está advirtiendo que nadie tenga ese atrevimiento de autonombrarse maestro porque solamente se va a acarrear mayor condenación, dice la palabra. Ahora, el versículo 2, dice Santiago, ahora pasa específicamente de enseñar el área general de la conversación. Por eso dice todos, porque todos ofendemos, porque todos ofendemos muchas veces. Pero si alguno no ofende, dice, pero si alguno no ofende en palabra, este es varón perfecto, capaz también de refrenar todo el cuerpo. Santiago está diciendo que la madurez de una persona se puede ver en su habla o en su conversación o en el uso de su lengua. Ahí puede ver ahora, como dice nuestro Señor Jesucristo también, que dice que el fruto se conoce por, el árbol se conoce por su fruto. Ahora, Todo. Ahora, desafortunadamente, el pastor Santiago dice, inspirado por el Espíritu Santo, dice que todos ofendemos muchas veces. Ahora, hasta los ministros cometen este, este grave error. Todos ofendemos muchas veces, pero si alguien puede controlar su lengua, de modo que no cometa pecado con ella, dice San Diego, éste está libre, dice, está libre de pecado. No sólo dice que es varón perfecto. Si alguno no ofende en palabras, es el varón perfecto. Perfecto, ahora recuerde que la palabra perfección en la Biblia no se refiere sin pecado, se está refiriendo maduro, que sabe controlar todo su miembro. Este varón perfecto es capaz también de refrenar todo el cuerpo, todo el cuerpo. Pero si alguien no puede controlar su lengua, imagínese entonces cómo va a controlar lo demás. La disciplina de la lengua, hermano, dice es un síntoma de madurez espiritual. Si alguno puede controlar su lengua, no debería encontrar dificultad en controlar o practicar también el dominio en su propia vida o en toda la área de su vida. ¿Qué tal? Dice, si podemos gobernar esta lengüita que tenemos, dice que todo lo demás, hermano, lo dominaremos. Pero si no dominas tu lengua, ningún otro miembro vas a dominar. Ahora, ¿por qué será, hermano, que la lengua es un miembro, como dice la misma palabra, difícil de gobernar? Porque dice que un barco puede gobernarlo con un pequeño timón, el caballo con un freno. Ahora, Así el hombre, dice, debe gobernarse mediante el uso de la lengua. Naturalmente el Señor Jesucristo es el único que ha hecho o ha dominado o gobernado sus palabras a la perfección. Cristo nunca dice la palabra, nunca pecó. con sus labios. Por eso él dijo ¿Quién de ustedes? ¿Quién de vosotros me revergüe de pecado? ¿Quién me puede echar en cara que yo he hecho mal? Dijo el Señor. Y que yo he dicho algo malo o algo no correcto. Nadie pudo replicarle. La Biblia dice que ahí estaban los grandes líderes en su tiempo, doctores de la ley, y no podían contradecirle. Nunca enseñó falsa doctrina, nunca enseñó fábula, nunca ofendió con su palabra en el sentido de usarlo mal, sino que él siempre atacó la hipocresía, él siempre dijo verdad. Fue nuestro Señor Jesucristo el único que pudo usar su lengua a la perfección. Pero nosotros, dice, ofendemos muchas veces. Hay un sentido en el que cada uno de nosotros puede llegar a ser perfecto. Esto es maduro, completo, totalmente disciplinado. Ah, hermano, yo creo que ahí es donde vamos a empezar la disciplina con nuestra lengua. La verdadera madurez espiritual se puede ver en el control de tu de tu lengua. Fíjese, y podemos juzgar a la persona a base de lo que dice, hermano, de lo que dice. Porque realmente, como dijo nuestro Señor Jesucristo, ahí en Mateo 12, 34, vamos a ver lo que dice el Señor, Mateo 12, 34. Mateo capítulo 12, versículo 34, dice generación. Voy a leer el 33 y haced el árbol y haced el árbol bueno y su fruto bueno. O haced el árbol malo y su fruto malo, porque por el fruto se conoce el árbol. Generación de víbora, ¿cómo podéis hablar lo bueno siendo malos? Porque de la abundancia del corazón, ¿qué? Habla qué? Habla la boca. Entonces lo que hay en tu corazón dice es lo que vas a exteriorizar. Lo que una persona tiene aquí es lo que va a escupir, es lo que va a exteriorizar, es lo que va a manifestar con su lengua. Verdaderamente, entonces, la lengua es solamente el escape. ¿Por qué es el escape? Es decir, cuando el motor está trabajando, tú puedes ver humo negro atrás. Así la lengua, esta lengua hermano, solamente manifiesta lo que hay dentro. De la abundancia del corazón habla la boca. Obviamente que si tú estás cantando un himno, es lo que hay aquí. Pero si tú estás chismeando con tu lengua, es lo que tienes acá. Si solamente estás criticando con la lengua, es lo que hay en tu corazón. Prácticamente es lo que eres. Si estás inventando fábula, es lo que hay en tu corazón, engaño. Ah, hermano, dice que de la abundancia del corazón habla la boca. El hombre bueno del buen tesoro del corazón saca cosas buenas. Y el hombre malo que dice del mal tesoro, saca qué? Cosas malas. Entonces mire, nada más platique con la persona y escuche lo que te va a platicar, tú puedes entender qué tipo de persona es. Así de fácil. Platique con la persona y lo que esa persona te está platicando es lo que hay dentro, es el tesoro dice, es lo que hay en su corazón guardado. Si solamente chisme y chisme y relajo y cosas pura estruandería, es lo que es esa persona. Pero si esa persona te habla de cosas serias, de cosas, hay sabiduría. Por eso más adelante dice que la sabiduría, hermano, se manifiesta así, así, así, dice Santiago. La verdadera madurez de un hombre se puede ver, se puede catalogar y se puede juzgar mediante el uso de su lengua. Proverbios 3.13. Proverbios 13.3, perdón. Proverbios 13.3, dice ahí la palabra. Proverbios capítulo 13, versículo 3. El que guarda su boca, guarda su alma, más el que mucho abre sus labios. ¿Qué dice? Tendrá calamidad. Entonces dice que si siempre estás abriendo la boquita, Dice, vas a tener calamidad. ¿Por qué? Porque vas a tener problemas. Los habladores son los que se van a meter en problemas, hermanos. Por eso hay que tener disciplina con la lengua. Por eso se dice que la lengua está donde siempre está mojado y es fácil resbalarte. Ahora, ¿qué dice Proverbio 17, 27? Proverbio 17, 27. El que abre sus, el que ahorra sus palabras tiene sabiduría, de espíritu prudente es el entendido, aun el necio cuando calla es contado por sabio. Y el que cierra sus labios ¿Qué dice? Es entendido. Hermano, es mejor no hablar cuando tú sabes que no vas a hacer una bendición con Jolana. Mejor ni hables. Mejor cállate. Mejor cierra tu boca y no sabes nada. Es, hermano, dice que aún el necio cuando calla es contado por sabio. Pero si eres de las personas que fíjese que supiste esto, pues fíjese que entonces vas a tener calamidad, vas a tener calamidad. Seguro. Si la Biblia dice no falla hermano, eso es seguro. Si eres de las personas que te gusta chismear, juzgar, mal hablar de otro, hermano, vamos a tener problemas en la vida. Vamos a tener problemas porque es Un veneno, dice lo que sale de nuestra boca. ¿Qué dice Proverbios 21, 23? Proverbios 21, 23. El que sigue la 21, 23 dice, el que guarda su boca y su lengua, su alma guarda. ¿De qué? De angustia. Su alma guarda de angustia. Entonces, Por eso Santiago dice que debemos tener disciplina con nuestra lengua y que la madurez de una persona sí se puede juzgar mediante lo que dice, hace, lo que comenta esa persona. Así. Por eso con razón los detectives te hacen mil preguntas. Es para que suelten la lengua y saquen el veneno. Es la verdad. Ellos nada más te Empiezan a preguntar ¿Cómo te llamas? ¿Dónde vives? ¿Qué haces? ¿Quiénes son tus padres? Y empiezan hasta que encuentran lo que quieren. Así te sacan. Te están preguntando. A veces te hacen preguntas capciosas y caes. Es bueno. Y si tienes, estás ocultando algo, vas a sacarlo. Y ya, una vez que hayas escupido, ya con eso tienes. Ahora, así, y si eres inocente, obviamente que tú vas a decir lo que es, y no vas a caer. Entonces, hermano, por eso también dicen que cuando alguien te está interrogando, cuando el ministerio te está interrogando, mejor dices, no sé nada, no sé nada, y es todo, ¿verdad? Para que no caigas en problemas. Cristo dijo entonces, Coloseses 4,6 dice Pablo que debemos tener la palabra sazonada con sal. Debemos tener la palabra sazonada con sal, dice. Pero vamos a regresar a Mateo de los dichos de la enseñanza de nuestro Señor, Mateo 12,34. generación de vibra, cómo podéis hablar lo bueno siendo malo? Entonces hermano, qué podemos esperar de una persona que es malo? Dice, cómo puede una persona hablar lo bueno si es malo? Cómo? Puede. Dice que no puede, porque de la abundancia del corazón habla, la boca. El hombre del buen tesoro El hombre bueno del buen tesoro del corazón saca buenas cosas, y el hombre malo del mal tesoro saca malas cosas. Mas yo digo, dice el Señor, vea la verdad, mas yo digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio. Porque por tus palabras serás juzgado, y por tus palabras serás condenado. Ahora, ¿qué está diciendo Emmanuel ahí? Que inclusive en el día del juicio, Dios dice que el hombre, su todo lo que dijo, será a su favor o será a su contra. en el día del juicio. Eso quiere decir que el Señor está grabando todo lo que tú dices, lo que tú comentas, lo que tú enseñas, lo está grabando. Un día, mire, eso es lo que dijiste, eso es lo que fueron tus palabras exactamente. Entonces Cristo dice que por nuestras palabras estaremos juzgados o por nuestras palabras seremos condenados. Es interesante. Entonces que nosotros pongamos diligencia en disciplinar esta lengua, hermano, y ponerle freno, como el de los caballos, y gobernarla. como un pequeño timón. Ahora, Santiago va a entrar ahora a las figuras, al simil o a las figuras de la lengua, que son cinco. Él trata primero con los frenos de los caballos y luego pasa con el timón del barco, luego pasa al tercero con comparando la lengua como un juego y la cuarta como un mundo salvaje, feroz, y por último como la fuente de agua. Son cinco ejemplos que toma o cinco, cómo se puede decir, figuras que toma para ejemplificar la lengua, el uso y el abuso de ella. Entonces, hermano, con la ayuda de Dios vamos a seguir adelante a aprender esas similes o esas figuras que Santiago pone en en su ejemplo de enseñar con el uso o abuso de la lengua. Y claro, dice que si la lengua como agua corriente, como agua manantial, no puede salir agua dulce y agua amarga. No se puede, es algo ilógico, algo no natural dice. Entonces, de eso entendemos que un corazón regenerado no puede estar saliendo maldad. Si es agua dulce, es agua dulce. Si es salada, es salada. No hay dos a la vez. Hermano, es interesante lo que enseña el Pastor Santiago. Que Dios nos ayude, hermano, y que Dios nos dé sabiduría, prudencia, si vamos a usar nuestra lengua, que sea para la gloria de Dios, que sea para glorificar a Dios y no tanto para juzgar, condenar, como Santiago más adelante dice que no nos hagamos, como dice, no juzguemos porque no somos los que la salvamos sino uno es el dictador de la ley. Ahí más adelante lo sigue. tomando Santiago. Vamos a orar, hermano, y vamos a dar por concluido esta enseñanza. Padre, te agradecemos en esta mañana por el día, la vida, el tiempo, Señor, también la exhortación. Sabemos, Padre, que la lengua es como nuestro parámetros, señor, para conocer nuestro estado, lo que hay, lo que decimos, lo que hacemos, lo que comentamos, señor, es lo que hay dentro de nosotros. Si hay sabiduría, va a salir cosas buenas, si hay solamente maldad en nuestro corazón, va a salir cosas perversas. Padre, ayúdenos a ser sobrios, diligentes, obedientes, Señor, en cuanto al consejo de Tu Santa Palabra. Padre, que ninguno de nosotros, Señor, quiera actarse, promoverse como maestros, sino, Señor, sino que Tú seas quien capacites, quien adiestres, quien otorgues el don de los que van a ser, Señor, los que van a enseñar Tu Palabra. Padre, que la Iglesia también tengamos esa facultad de juzgar. y conocer los dones que has dado dentro de tu pueblo. Padre, que tu nombre sea glorificado. Bendice, Señor, a cada uno. Los que no han sido regenerados, que se den cuenta, Señor, de su necesidad, de cómo la lengua, Señor, solamente lo usan para cantar canciones mundanas, para maldecir, para profanar tu nombre. Señor, para juzgar a los demás, para condenar a los demás, Señor, y no lo usan para glorificarte. Padre, tu palabra dice que el hombre será juzgado por sus dichos, por su lengua, por sus palabras. Gracias Señor, llévenos comida en cada hogar, guárdanos en esta noche, en este día, y bendícenos en la tarde, en la noche, Señor, para poder adorarte y bendecirte. Señor, bendice tu pueblo en otros lugares, donde quiera que se encuentren, Señor, que seas con ellos, Padre, que enseñes a los tuyos conforme a tu divina voluntad. Gracias Señor, Hermanos, nos despedimos en esta casa. Dios los bendiga.
La Madurez Espiritual Se Mide Por El Uso De La Lengua Parte 1
Series Estudio Expositivo De Santiago
Sermon ID | 1129151532236 |
Duration | 1:02:33 |
Date | |
Category | Teaching |
Language | Spanish |
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