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Marcos capítulo 13 versos 14 al 23 nos dice la palabra pero cuando veáis la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel puesta donde no debe de estar el que le entienda entonces los que estén en Judea huyan a los montes el que esté en la azotea no descienda a la casa ni entre para tomar algo de su casa. Y el que esté en el campo no vuelva atrás a tomar su capa, mas hay de las que estén encintas y de las que críen en aquellos días. Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno, porque aquellos días serán de tribulación cual nunca ha habido desde el principio de la creación que Dios creó hasta este tiempo, ni la habrá. Y si el Señor no hubiere acortado aquellos días, nadie sería salvo, mas por causa de los escogidos que Él escogió, acortó aquellos días. Entonces, si alguno os dijere, mirad, aquí está el Cristo, o mirad, allí está, no lo creáis, porque se levantarán falsos cristos y falsos profetas, y harán señales y prodigios para engañar, si fuere posible, aún a los escogidos. Mas vosotros mirad, os lo he dicho todo antes. Vamos a orar. Señor y Dios Padre, a nosotros ahora te rogamos para que este pasaje de tu palabra traiga luz y entendimiento a nuestras vidas con relación a los eventos del pasado, del presente y del porvenir. Te rogamos que tú alumbres los ojos de nuestro o Dios en materia de escatología. Porque así, Señor, estaremos apercibidos y preparados para todo aquello que Tú has asegurado que habrá de ser realidades con los cuales este mundo llegará a su final. Bendícenos, Padre, te lo rogamos en el nombre de Jesús. Amén. Antes de entrar en materia con el estudio de este pasaje en lo tocante a la gran tribulación, la última y definitiva, por la importancia que tiene este tema, yo quiero de nuevo retomar este pasaje para que veamos algunos detalles importantes. porque creo que son vitales para que nosotros podamos abordar la segunda parte, que es la más compleja y difícil, de la cual se han entretejido una enorme maraña de doctrinas, a todas luces falsas, que han hecho mucho daño a la Iglesia y que han traído como consecuencia que muchas falsas doctrinas hayan permeado y corrompido a muchas iglesias. Por eso creo que es importante este tema, porque nada de lo que la vida enseña es insulso, es hueco, vacío, sin importancia, y sobre todo en materia de escatología. Creo que, como bien apuntaba nuestro hermano hace un momento, Dios nos ha dado abundante porciones de la Biblia para que estemos perfectamente avisados y así para que podamos prepararnos para ese día que se avecina para este mundo. Por eso, primero ya hemos considerado algunos aspectos de la gran tribulación, gran tribulación a la que fue sometido el pueblo de Israel o a la que fue sometida la nación de Israel Cuando Jerusalén fue devastada, fue arruinada y asolada, en el año 70 después de Cristo, tal y como el Señor le había profetizado a sus discípulos, vimos también los principales eventos que habrían de caracterizar la historia al transcurrir los días y los años de este mundo, donde Satanás, el pecado y la muerte predominan, como bien lo enseña la Palabra de Dios. La Biblia nos revela que así como comenzó la era cristiana con una gran tribulación para el pueblo de Israel, y las razones por las cuales le llegó a ellos esa gran tribulación, están claramente reveladas en la Biblia, como por ejemplo, esta gran simulación llegó hasta ellos por perseguir y matar a los profetas, a los hombres de Dios que le eran enviados para anunciar el Evangelio, llamarles al arrepentimiento, a que se apartaran de sus malos caminos. Ellos, las respuestas que daban por lo regular a esos siervos que Dios les enviaba era darle una sentencia de muerte. Con eso le pagaban. Con cuchilla para sus gargantas, para que no siguiesen hablando, predicando, amonestando, redargullendo, corrigiendo, instruyendo, reprendiendo. para que silenciaran su voz, para eso lo mataban. Dios trajo sobre ellos esa gran tribulación para castigar sus pecados. También esa gran tribulación vino sobre esta generación que fue como un resumen en la cual Dios le pagó a Israel todo lo que en el pasado, las pasadas generaciones habían hecho También les pagó por haber rechazado y matado a Cristo, el más grande y posterior profeta que fue enviado en las normas del Antiguo Testamento. Montones de cristianos fueron muertos durante esa primera generación de creyentes hasta el año setenta. También por esas razones el Señor les trajo esa terrible gran tribulación que el Señor dijo que vendría sobre ellos. Ahora, así como vino para Israel esta gran tribulación que puso punto final a su vida como pueblo de Dios, como pueblo del antiguo pacto, asimismo también Dios en su palabra nos asegura que terminará la historia humana con una gran tribulación, en donde Él derramará las cataratas de Su ira vengativa mediante los juicios con que la humanidad será castigada. No solamente en el infierno, sino también aquí en la tierra, sobre la faz de la tierra, donde el hombre ha pecado contra Dios. Ahora, antes de entrar en materia en este tema de la gran tribulación, la postrer gran tribulación, donde se pondrá punto final a la historia del ser humano, tal y como la conocemos en el día de hoy, Antes de entrar en materia, quiero en esta mañana básicamente concentrarme en dar algunas aclaraciones y algunas lecciones que debemos de aprender de esa primera gran tribulación. En Mateo capítulo veinticuatro verso quince al veintiocho y Lucas capítulo veintiuno verso veinte al veinticuatro Ahí encontramos los pasajes paralelos, o sea, los pasajes que contienen exactamente las mismas enseñanzas que hallamos aquí en Marcos capítulo 13, versos 14 al 33. A eso nos referimos con la expresión textos paralelos. Cuando vemos o hacemos un análisis de esos textos paralelos con Marcos, capítulo 13, vemos algunas variaciones, que creo que es importante que las notemos antes de entrar en materia, para que de esta manera tengamos luz, la misma luz que nos ofrece la Palabra de Dios para poder interpretar y ver a simple vista sin necesidad de un telescopio para ver cosas que están muy distantes de nosotros. Para que a simple vista podamos observar y llegar a nuestras propias conclusiones sin muchas dificultades. Observemos, por ejemplo, que mientras Marcos y Lucas mencionan la abominación desoladora o el sacrilegio desolador, como traducen otras versiones. Aquí encontramos las palabras, el que le entienda. Mateo, en ese mismo pasaje, añade la frase de que habló el profeta Daniel. De esta manera nosotros podemos observar que cuando el Señor está aquí profetizando, Él está tomando las profecías del Antiguo Testamento y trayéndola a sus labios para proyectarla hacia el futuro. Y esto es importante porque esto nos dice a nosotros que las profecías del Antiguo Testamento pueden tener un cumplimiento doble. Entonces, a la conclusión que podemos llegar en este contexto, es que esta gran tribulación, un hecho histórico que sucedió en el año 70, como ya hemos enfatizado, tendrá otro cumplimiento literal, del cual se nos habla ampliamente en los textos paralelos en Apocalipsis y otros pasajes de las Escrituras. ¿De dónde los apóstoles, inspirados por el Espíritu Santo, sacaron estas enseñanzas proféticas de su imaginación e idea? No, de las enseñanzas dada por los profetas en el Antiguo Testamento de las enseñanzas que Cristo tomó del Antiguo Testamento para ministrarle a sus discípulos. Entonces, por eso es importante, hermanos, tomar estos textos paralelos y compararlos. Porque hay detalles que son ofrecidos por Mateo que muchas veces no aparecen en el pasaje de Marcos. Otras veces están en Lucas y no en Mateo o en Marcos. Pero cuando usted toma ambas cosas, ambos pasajes, y los compara, de esa manera usted podrá, de manera simple, llana y sencilla, llegar a sus propias conclusiones teológicas. También observamos aquí en la frase algo oscura de Marcos, estar donde no debe estar. Es otra frase interesante que aparece aquí en este pasaje. Ahora, cuando usted va a Mateo, hay algo que Mateo añade allí a esa frase, que no está en Marcos. Cuando dice, estar donde no debe de estar, ¿a qué se refiere esa expresión? Bueno, según Mateo, se refiere al lugar santo, a ese lugar preponderante donde se manifestaba la presencia de Dios en el pueblo de Israel, allí en el templo. A eso se refiere esa expresión. Es un lugar que designa la presencia de Dios de manera muy especial en el pueblo de Israel. Entonces, cuando Marcos habla de que esa abominación estaría en un lugar o en el lugar donde no debía de estar. Básicamente lo que está refiriéndose es a ese lugar santo donde Dios aseguró que le daría su presencia de manera continua al pueblo de Israel. Sin embargo, por causa del juicio de Dios, la presencia de Dios iba a ser la gran ausente del seno del pueblo de Israel, y en su lugar, ¿qué sería colocado? En lugar de Dios, ¿quién estaría allí en medio de esa gran tribulación? ¿Algo abominable? que sería lo que iba a reemplazar la presencia de Dios en medio del pueblo de Israel. Marcos dice, por ejemplo, y Orad, que no ocurre en el invierno la huida, el escape. Pero Mateo en esta misma frase dice, Orad, que vuestra huida no sea en invierno, ni en día de reposo." Es interesante ambas frases, porque como sabemos, en los días del Antiguo Testamento, en el día de reposo, entre las cosas que no se podía hacer era salir corriendo de la ciudad de Israel. no se podía salir de la ciudad de Israel, había que estar en reposo. Por eso el Señor aquí establece esa oración, orar para que vuestra huida no sea en el día de reposo, porque estarían con eso violentando un principio importante del día del Señor. Para muchos judíos sería creyente sería algo bien difícil tener que pisotear el Día del Señor. Posiblemente estarían dispuestos a quedarse allí y perder su vida en lugar de salir cogiendo y violar así los principios de la Palabra de Dios. Notemos también que Marcos dice para engañar, si fuera posible, a los escogidos. Y Mateo En esa misma frase dice, de tal manera que engañarán, si fuera posible, aún a los escogidos. Y eso lo veremos un poquito más adelante. Finalmente, vemos que Mateo, después que Marcos concluye, continúa y da una serie de explicaciones que no están en el libro de Marcos. Los versos 26 al 28, allí vemos que Mateo nos dice, Porque se levantarán falsos cristos y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuera posible, aun a los escogidos. Ya os lo he dicho antes, así que, Si os dijeren, mirad, está en el desierto, no salgáis, o mirad, está en los aposentos, no lo creáis. Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre. Porque dondequiera que estuviese el cuerpo muerto, allí se juntarán las águilas, E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas. Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo, y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra. y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo con gran poder y gran gloria, y enviará a sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos de los cuatro vientos desde un extremo del cielo hasta el otro." Ahí termina Mateo. su narración, donde Él da detalles de esos eventos que tienen que ver con la primera gran tribulación, con la segunda gran tribulación, y con el advenimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Ahora, mis amados hermanos, Está claro en estos pasajes, tanto en Marcos como en los textos paralelos, que el Señor nos establece una gran verdad. Hay una gran verdad claramente marcada y escrita con un cincel de oro en las páginas de las Sagradas Escrituras. ¿Y cuál es esa gran verdad marcada con el cincel de oro del dedo de Dios? El fin llegará. Hermanos, esa es la gran verdad marcada aquí en estos pasajes. Pueden interpretar todo lo que quieran, dar vueltas por aquí, dar vueltas por allá. El fin llegará. Hermanos, esa es la enseñanza fundamental que el Señor aquí nos está subrayando. El fin llegará ahora. ¿Qué fin? ¿Cuál es el fin que llegará? ¿Será el fin de Jerusalén el que llegará? ¿Será el fin del mundo el que llegará? ¿Será el fin de la era cristiana la que llegará? ¿Será el fin de la época judía la que llegará? Recordemos que los discípulos habían preguntado, habían preguntado, dinos, ¿cuándo sucederá esto? ¿Y cuál señal habrá del cumplimiento de todas estas cosas? Esa fue la pregunta que los discípulos le hicieron al Señor? Y obviamente esta es una pregunta inquisitiva. Ellos querían averiguar asuntos de los cuales sus corazones estaban ya previamente enseñados. Ahora, ¿cuándo será eso? Estaban conscientes de que habría un final, pero ¿cuándo será ese final? ¿Qué abalcará ese final? ¿Solamente se limitará a Jerusalén en Palestina, a Israel en Palestina, o a todo el universo? Es una pregunta inquisitiva la que los discípulos hacen, y obviamente se la hicieron a la persona correcta. Porque si alguien podía responderle con propiedad esa respuesta que ellos buscaban, sin lugar a duda que era el Señor Jesucristo. Porque ¿quién sino Él conoce el futuro en todos sus detalles? ¿Quién sino Él conoce el decreto eterno en todos sus detalles? ¿Quién sino Él lo conoce? Por eso los discípulos obtuvieron la respuesta que obtuvieron. Para responder a su pregunta, el Señor Jesucristo les mostró que en lo sucesivo, en el tiempo por venir, habrían de producirse muchas perturbaciones, perturbaciones que serían de índole social las cuales ya hemos visto aquí, perturbaciones que serían de índoles política, las cuales también hemos visto aquí, perturbaciones que serían de orden natural, las cuales también aquí hemos visto, perturbaciones que serían también de orden religioso, las cuales también hemos considerado. Cada una de esas perturbaciones, el Señor las presentó ante los ojos de los discípulos como señales que habrían de marcar el devenir de la historia hasta su segunda venida. Estas fueron sus palabras, Jesús respondiéndoles Comenzó a decir, mirad que nadie os engañe, porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo, yo soy el Cristo, y engañarán a muchos. Mas cuando oigáis de guerras y de rumores de guerras, no os turbéis, porque es necesario que suceda así, pero aún no es el fin. porque se levantará nación contra nación y reino contra reino, y habrá terremotos en muchos lugares, y habrá hambres y alborotos. Principios de dolores son estos. Esos grandes eventos catastróficos que iban a generar dolores, sufrimientos y gran malestar a nivel universal serían eventos agudos e intensos que iban a conmover las entrañas de todo el género humano. Cada vez que leo o cada vez que veo uno de esos videos que hay sobre la segunda guerra mundial. Cuando usted lee eso, yo no sé a mí, pero a mí por lo menos se me conmueven las entrañas. Cada vez que leo o oigo algo de eso, se me conmueven las entrañas. Y eso pasó hace 60 años ya. Pero el eco del dolor que sufrió la humanidad en esos días, aún sigue repercutiendo en el seno del vientre de la humanidad, conmoviendo sus entreñas. Esos eventos dolorosos, muy dolorosos, como los dolores que experimenta la mujer cuando está en sus labores de parto, dice Cristo aquí, que no marcarán el fin del mundo, sino que ellos son el comienzo de un largo período de proclamación del Evangelio antes del regreso del Señor en gloria. ¿Por cuánto? Esto fue lo que Él estableció, y es necesario que el Evangelio sea predicado, predicado antes a todas las naciones. De modo que vemos aquí que la proclamación del Evangelio será una señal universal que también marca el fin de la presenta época. Por esa causa el Señor exhortó a sus discípulos a estar firmes. aunque la oposición contra ellos se levantara desde el seno de sus propias familias. Porque, según Cristo, durante esos días de labores de parto para el nacimiento de la nueva humanidad, como nos enseñan los versos 2 y 13, El hermano entregará la muerte al hermano, y el padre al hijo, y se levantarán los hijos contra los padres, y los matarán, y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre. Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo. Esa será una marca distintiva. A lo largo de toda esta dispensación. Por esa razón, el creyente debe de estar firme en medio de la oposición, una marca distintiva de esta generación. Ahora, después de narrarle los eventos más destacados de todo este largo período, entre su primera y segunda venida, como hemos visto hasta aquí, el Señor Jesucristo también les asegura que llegará finalmente el fin. Finalmente llegará el fin después de transcurrir ese largo periodo de tiempo que se va a distinguir por cada uno de esos eventos y sucesos que han marcado la historia en el devenir de la raza humana. Ahora, hermanos, otra vez volvemos a la pregunta. ¿Cuál es el final que Cristo asegura que está para llegar? ¿Será exclusivamente el fin de Jerusalén? ¿Será solamente el fin del pueblo judío el que verá su último día? ¿O será el fin del mundo, del presente mundo donde vivimos? Aquí se nos enseña que así como hubo una gran tribulación para Israel, para ponerle fin a su dispensación, para ponerle fin al viejo pacto, al antiguo pacto, para ponerle fin a su cadena de pecados que comenzó con la muerte de Abel, como bien lo acusa Cristo en Mateo 23, Así también nuestra era cristiana, la del Nuevo Pacto, la del Nuevo Testamento, terminará con una segunda gran tribulación para todo el género humano y para todo el universo que usted ve a su alrededor. De la misma manera, amados hermanos, esa es la gran verdad que se establece aquí. en esta profecía. Así como hubo una gran tribulación ayer, en el año 70 después de Cristo habrá una gran tribulación previa a la segunda venida de nuestro Señor Jesucristo. Todo ello nos marcará el final de este mundo. A pesar de toda la tecnología, a pesar de todo el desarrollo social, económico, político, tecnológico, este mundo llegará a su final y llegará a su final con una gran tribulación. Hermanos, eso es lo que queremos marcar en sus mentes y corazones. porque es lo que Cristo en Su Palabra nos ha dicho que ocurrirá. Habrá una gran tribulación y de ella estaremos hablando en el próximo mensaje. Ahora, veamos simple y llanamente algunas aplicaciones que debemos de tomar en cuenta de la primera gran tribulación de esa primera gran tribulación, hermanos, que sin lugar a dudas se cumplió punto por punto, jota por jota y tilde por tilde, como lo había profetizado el Señor Jesucristo. Primera Aplicación ¿Qué propósito tenía Dios en mente al traer sobre Jerusalén e Israel, el cumplimiento de la primera parte de esta profecía de la gran tribulación. Esa es la pregunta que debemos de hacer naturalmente. ¿Por qué? ¿Por qué Dios trajo a Israel esa gran tribulación? ¿Qué propósito tenía Dios? Hay varios propósitos detrás de esa gran tribulación con la cual Dios puso punto final a su trato y relación con Israel. La primera aplicación que podemos dar o la primera respuesta que podemos dar a esta pregunta es bien simple. Esa gran tribulación que Dios trajo sobre Israel y Jerusalén, primero que nada fue de juicio para los judíos. Su raya es Esa gran tribulación la trajo Dios a Israel con el único y exclusivo propósito de sentar en el banquillo de los acusados a esa nación y pasarle juicio. Como bien lo apunta Mateo 23, 32 en adelante, vosotros también llenad la medida de vuestros padres, serpientes, generación de víboras. ¿Cómo escaparéis de la condenación del infierno? Por tanto, eh, aquí yo os envío profetas y sadios y escribas y de ellos a unos matasteis y crucificasteis, y a otros azotasteis en vuestras sinagogas, y perseguisteis de ciudad en ciudad, para que venga sobre vosotros toda la sangre justa que ha sido derramada sobre la tierra. desde la sangre de Abel, el justo, hasta la sangre de Zacarías, hijo de Berequía, a quien matasteis entre el templo y el altar. ¿Para qué la gran tribulación? Ahí está la respuesta. Ahí está la respuesta. Para cobrar. Sí, hermanos, Dios cobra. Para cobrarle a ellos. Según ese pasaje, la sangre inocente que es apartida de víboras. Noten cómo la llama Dios a esas generaciones, víbora. Y le da otro calificativo, serpiente. El término más amplio. La víbora es una serpiente. pero había toda clase de serpientes, había boas, había cobras, bambas, toda clase de víboras. Entonces, ¿para qué fue esa gran tribulación? Para Dios cobrar la sangre justa que ellos desde las generaciones pasadas habían derramado tiñendo de rojo el suelo de Palestina. Por eso, mis amados hermanos, este juicio, esta gran tribulación, esa fue la razón por la cual Cristo les aseguró que Dios traería sobre ellos esa gran, con letra mayúscula, al principio, y con letra mayúscula, la palabra tribulación. No es una tribulación entre tribulaciones, es la gran tribulación para ellos. Ciertos digo que todo esto vendrá sobre esta generación. ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos como la gallina junta sus polluelos debajo de las alas y no quisiste! ¡He aquí vuestra casa os es dejada desierta. Hermanos, ahí está la razón y la causa de esa primera gran tribulación. Dios estaba cobrándole a Israel las perversidades que habían cometido contra los siervos de Dios. Si hermano, Dios cobra y le cobrará a esta raza humana vimos la lista de mártires, la lista innumerable de hombres y mujeres que con su sangre mancharon el polvo. Su sangre le será cobrada a esta generación. A ellos generación tras generación el Señor les envió profetas y maestros piadosos, hombres sabios, para que les advirtieran de su camino hacia el infierno. ¿Y con qué le pagaron? Matándolo. ¿Qué hicieron? Los sacaron de circulación. Le dieron p'abajo, como dicen aquí. Lo veían como antisociales, que no merecían estar vivos. Lo veían como delincuentes, que no merecían estar vivos. Había que darle p'abajo. Así lo trataron, hermanos. Y como ellos le dieron p'abajo a los hijos de Dios, Dios le dio p'abajo a los hijos de los impejos. Armando, ¿cómo usted cataloga a alguien? ¿Cómo usted cataloga a un paciente? Que cuando un médico es llevado allí para curarle, lo agarra y lo mata. ¿Cómo usted cataloga a ese paciente? Tiene que estar loco. Porque le lleva el diagnóstico y la medicina para curarlo, y él agarra y lo devarata. Eso fue lo que hicieron con los profetas, con los maestros. Dios le envió el diagnóstico de su mal por ese medio y agarraron y destruyeron a los profetas y el remedio provisto por Dios para sanar sus pecados. Un crimen. Por esa razón, setenta años después de esas palabras, se cumplieron una por una sobre aquella generación a quien Cristo definió como serpientes y generación de víboras. Esa gran tribulación fue el precio que pagaron por perseguir a los profetas, por perseguir a los sabios, a los escribas fieles, a los creyentes fieles que sacrificialmente iban a predicarles el Evangelio de salvación y de vida eterna. Amorosamente iban allí, ¿a cambio de qué? Porque, ¿qué le dan a usted cuando usted llega a una casa para leer el Evangelio? Muchas veces lo que le dan es un estrellón de puertas en la cara. A mí me lo han hecho. Voy a llevarle el pan de vida y me estrellan la puerta en la cara. A mí me lo han hecho muchas veces. Por esa razón, mis amados hermanos, algo de la copa amarga de dolor, de angustia, de tribulación y de sufrimientos que ellos le infringieron a los siervos de Dios. Dios también se las hizo beber. Por eso esa gran tribulación. Ah, ustedes prueben un poquito de lo que ellos bebieron también. A ver si erga pela. y uno mira el antiguo testamento y está lleno de referencias a cómo Dios reaccionaba y trataba al pueblo de Israel cuando ellos reaccionaban mal ante los profetas le mandaba las espadas de los caldeos que eran unos diabólicos y esos caldeos se ocupaban de cobrar la sangre que ellos derramaron. Esa gran tribulación que llegó sobre Israel tenía como finalidad cobrar la sangre derramada de los siervos de Dios. Sí, hermano, Dios paga al impío, y no es porque se muera inmediatamente, lo pone a pagar aquí, aquí. y ahora la biblia esta llena de referencias a eventos y a cosas como esa a david que le dijeron cuando hizo su locura la espada no se apartara de tu casa y hermano llego a su casa llego a su entierro enlutao llorando el efecto de la espada en la vida de su familia ¿Por qué? ¡Ah, derramó la sangre de un siervo de Dios! Le cobraron la factura de su deuda con la justicia de Dios. La primera gran tribulación también tiene como propósito enseñarnos acerca del cuidado de Cristo para con Sus discípulos. me llena de emoción ver las palabras de Cristo aquí en este contexto. No solamente les dice a ellos lo que va a suceder, también les dice lo que deben de hacer cuando vean los rayos cayendo. Pero cuando veáis la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel, puesta donde no debe estar el que le entienda, entonces lo que estén en Judea, ¿qué deben de hacer? Correr para Jerusalén. ¿Eh? ¿Es lo que dice ahí? No, eso no es lo que dice ahí. Lo que estén en Judea, huyan para los montes. Donde no lo encuentren esa fiera rumana, El que esté en la azotea no descienda a la casa, ni entre para tomar algo en su casa, y el que esté en el campo no vuelva atrás a tomar la capa. Déjame buscar la capa porque tengo frío. Olvídate del frío. Corre. Corre, patica, para que te tengo. Amados hermanos, ¿qué debían hacer los discípulos del Señor En ese contexto, cuando vieran los soldados romanos sitiando la ciudad para dar cumplimiento a la profecía, ¿qué debían hacer ellos? Escapar, huir. De hecho, la historia registra que muy pocos cristianos murieron en esa catástrofe que hubo ahí en Jerusalén, muy pocos. Muy pocos creyentes murieron ahí, ¿por qué? Porque guerra avisada, ¿qué? No mata a soldados, y si lo mata es por... de cuidado. Bien simple. Por eso en los anadas de historia no se registra muerte de creyentes en esa tragedia que hubo ahí. Porque fueron avisados por el Señor Jesucristo. Ellos conocían al pie de la letra cada palabra que el Señor les había dicho para advertirle de lo que se avecinaba para Israel. Para que dijeran aquí murió Pedro, aquí murió Juan, aquí murió Matías, que dijeran que aquí corrió Aquí corrió Pedro, aquí corrió Matías, aquí corrió Juan, sí, corrieron. Amados hermanos, eso es una buena instrucción para nosotros. Con ello el Señor nos enseña que debemos de rehusar, que no debemos de rehusar el uso legítimo de los medios que Dios ha provisto para garantizarnos nuestra supervivencia, nuestra integridad física. Bien claro está ahí. No debemos dar por sentado que Dios nos cuidará, protegerá y guardará. Cuando estamos en una situación peligrosa, si no hacemos uso de los medios de la gracia común provisto por Dios para nuestra seguridad. Lo primero que Dios hace es informar, avisar. ¿Qué tú debes de hacer? ¿Prepararte? Están anunciando un ciclón. ¿Qué usted debe de hacer, hermano? No, el Señor me va a proteger de los vientos. Yo voy a caminar por el malecón. La sola a mí no me asigna, yo soy inmune a la sola, yo tengo protección divina. Es lo que usted debe de hacer. No, hermano, refúgiese. Si a usted le avisan que viene un ciclón, como ese ciclón George, o sea, con el pecho pelado para la calle, porque una hoja de cin le puede cortar la cabeza. Cristo aquí estaba protegiendo a sus discípulos. de la extravagancia, del fanatismo ciego y de la negligencia a la hora de protegerse delante de sus enemigos. ¿Por qué? Porque él lo necesitaba vivo, mis hermanos. Lo necesitaba vivo para seguir predicando y proclamando el Evangelio. Por esa razón, les dio esa nota de precaución ante el inminente peligro que se avecinaba para Jerusalén. Jacob, sabemos que era odiado con rabia por su hermano. Dios a él le había dado seguridad de que nada había de pasar. Sin embargo, a la hora de encontrarse con su hermano, Lo primero que observamos es a este hombre de rodilla delante de Dios, clamando por misericordia. Ahora, una vez hubo orado, preparó un plan calculado meticulosamente. Primero que nada le envía un desfile de los sobrinos del hombre, un desfile de sobrinos. cada uno con un ramo de flores. ¡Mira, tío! ¡Mira, tío! ¡Mira, tío! ¡Mira, tío! ¿Y qué fue? Lo derritió. Lo derritió como una barra de mantequilla ante el calor. Y no solamente le mandó los sobrinos con buenos regalos, le preparó un regalazo para acabar de darle el tiro de gracias. a su odio y rencor y amargura que tenía contra él. Amados hermanos, Dios nos manda que seamos sabios en el uso de los medios providenciales que Él nos ha dado para nuestra seguridad y bienestar, a fin de que nos guardemos en situaciones en la que hemos estado en Haití, sobre todo en tiempos de convulsión social allí, hemos contratado policías para que nos acompañen. Hemos contratado policías para que nos acompañen. Y yo ando con su pistola enganchada ahí, para que la vean. Recuerdo la vez que fuimos, cuando el terremoto, que fuimos de aquí con una caravana de ayuda. Nos fuimos por allí a Piña, por esas montañas, esas lomas. Cuando íbamos a tomar la loma, la parte difícil, solitaria, a nosotros nos pusieron delante una caravana de la ONU y detrás otra caravana de la ONU, yo en el medio ahí. porque había riesgo, alto riesgo, de que fuéramos asaltados por vándalos. Entonces estaba mal que acudieramos a la ONU, a los guardias de la ONU con su fusil y su tanque, para protegernos, y llegar allí con esas donaciones. No, eso no estaba mal, hermano. Eso es usar la cabeza para usted protegerse de los diablos que andan por ahí rondando. no en vano lleva el soldado la espada. ¿Para qué la lleva? Pa' pa' la China. No es pa' pa' la China, hermano. Es para defender al justo del que hace lo malo. Para eso lleva la espada. No es pa' pa' la China. Es pa' podérsela enchina al que hace lo malo. Y está mal que usted use esos medios de la... No, eso no está mal. A usted el Señor lo necesita todavía aquí, sirviéndole, sirviendo. Vemos que aquí el Señor cuidó de sus discípulos dándoles las advertencias y las indicaciones claras de lo que ellos debían de hacer a la hora de peligro, a la hora del peligro. no vayan a Ucacapa, dejen eso, salgan corriendo, huyan a la montaña donde nadie los vea. Tercero, la primera gran tribulación también le ofrece una poderosa advertencia a quienes viven indiamente sin tomar a Dios en cuenta en sus vidas. Una poderosa advertencia. a quienes viven en ese mundo sin Dios y sin esperanza, a la usanza de aquella generación sobre la cual el Señor Jesucristo trajo aquella terrible sentencia llamada la gran tribulación. Esa gran tribulación fue local y fue focalizada solamente se limitó a Jerusalén y sus alrededores. Pero la segunda parte de esta profecía, de la cual veremos más adelante los detalles, no será local, focalizada en Palestina, será universal y comprenderá los cinco continentes y todo el universo que nos rodea a nosotros. hacia arriba y hacia abajo, en el norte y en el sur. Lo abarcará todo, como veremos más adelante. Donde quiera que vivas, donde quiera que te encuentres, donde quiera que te metas, puede tener por seguro que ahí hasta tu propia presencia llegará el brazo largo, muy largo, de la justicia de Dios para traerte y meterte de cabeza en esa gran tribulación, de la cual no escaparás. Como ya vimos en un sermón anterior, ¿cuántos millones de judíos murieron En esa gran tribulación, ahí están las estadísticas, hermanos. Están ahí para informarnos. Para informarnos de qué pasó y de cómo se cumplían las cosas que Dios había anunciado. Tres millones y medio de judíos fueron masacrados por las espadas cortas de los soldados romanos y por el fuego que devoró esa gran ciudad. tres millones y medio de personas fueron masacrados allí para de esa manera cumplir Dios lo que había anunciado que iba a suceder. Esta primera gran tribulación sin lugar a duda es una poderosa advertencia para todos aquellos que viven según el mundo. Romanos capítulo 2 Un texto conocido entre nosotros, un texto que asegura que vendrá esta gran tribulación, pero por tu dureza y por tu corazón no has arrepentido a tesoras para ti mismo, ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios. Habrá una gran tribulación. el cual pagará cada uno conforme a sus obras. Vida eterna a los que, perseverando en bienhacer, buscan gloria y honra e inmortalidad, pero ira y enojo a los que son contenciosos y no obedecen a la verdad, sino que obedecen a la injusticia. Tribulación. Ahí está la palabra otra vez. Tribulum en latín. Es una palabrita bien descritiva. Es una palabra tomada de la cocina, de las cocinas antiguas. Tribulum. En las casas de los campos, el arroz, el café, el maíz, lo sometían al tribulum para quitarle la cáscara. o para majarlo y volverlo a harina en el contexto del café, del maíz y esas cosas. Allí llegaban dos personas con dos manos y esa es la idea, tribulum. Las dos pesadas manos del pilón de la gran tribulación caerán. sobre los impíos y pecadores que habitan el planeta Tierra. Dice aquí el lenguaje del apóstol, tribulación y angustia sobre todo ser humano que hace lo humano, no sobre alguno, sobre todo. El judío primeramente y también el dominicano. La gran tribulación judía, las grandes persecuciones a que ha sido sometida la Iglesia, las enormes y catastróficas guerras que han sacudido los cimientos de la humanidad, las grandes devastaciones que los terremotos han producido en diferentes puntos del planeta Tierra, las hambrunas y las pestes que han matado a millones y a millones de seres humanos, amados hermanos, son como escalones ascendentes, como escalones ascendentes que suben y acercan cada vez más al ser humano a la parte más alta del edificio de la historia de este mundo. Cada señal de esa es un gran escalón que sube hacia arriba y nos acerca cada vez más y más. ¿A dónde? Al final. A la parte más alta de la historia humana que concluirá con una gran tribulación. Así como empezó la dispensación de la gracia con una gran tribulación para los judíos como despedida, así también terminará este mundo con una gran tribulación como despedida antes de ser despachado para el infierno. Así terminarán con una gran despedida. No como la que hacen aquí. Cuando alguien se va para el exterior, se va fulano, vamos a hacerle una despedida. Se va a casar fulano, vamos a hacerle una despedida. Allí hay bizcocho, hay refresco, hay esto, lo otro. Hermano, la gran tribulación será una despedida. Una despedida de este mundo cruel. A su destino eterno en el infierno. Eso será la gran tribulación, la segunda gran tribulación. Será una apoteótica despedida de los impíos de este mundo para llevarlos a las cataratas eternas del infierno, donde por la eternidad pulgarán sus pecados. Todos estos eventos son el lenguaje de la providencia de Dios, con una poderosa advertencia para todos aquellos que sólo piensan en lo terrenal, que no creen ni piensan en el mundo venidero. Todos estos eventos son advertencias del lenguaje de la providencia de Dios para todos aquellos que sólo se preparan para vivir muy bien en esta tierra, pero que nada hacen por prepararse para la vida venidera. Así está Gran tribulación de ayer es una poderosa advertencia para todos aquellos cuyos caminos, cuyos hábitos, costumbres, opiniones, prácticas, gustos, metas y almas son según el mundo, son enemigos de Dios y de Su pueblo, como aquellos judíos que bebieron la copa amarga de la gran tribulación, para decirle hasta nunca a este mundo al cual le sirvieron. ¡Qué consolador! Escríbete capítulo 1, versículo 4. Nos dice que Cristo se dio a Sí mismo por nuestros pecados. ¿Para qué? ¡Ah, para librarnos del presente siglo malo! ¿Es esto una realidad intuida? ¿Se ha librado Cristo y Su sangre preciosa de la realidad, de la inminencia, del juicio venidero, de esa gran tribulación que se nos avecina? Porque es obvio, las señales se han ido cumpliendo una por una. Ya lo hemos visto. Así, mis hermanos, que en estos días no debemos de dormir, ni nuestros laureles, pensando que nos falta mucho. Creo firmemente que falta menos de lo que ya este mundo ha vivido. Para llegar a la gran tribulación, falta menos. debemos advertirte de que sólo bajo la sombrilla de Cristo podrás librarte de ese diluvio de sufrimiento que lloverá sobre la tierra como llovió sobre Jerusalén en el año 70. Solamente bajo esa sombrilla te podrás librarte de ese diluvio de sufrimientos que llovió sobre Jerusalén y que lloverá indefectiblemente sobre este mundo. Estás preparado bajo ese paraguas de amor y de gracia. Él está aquí para liberarte. Te advierto de algo. Aquellos no creían que eso llegaría. Yo no lo creía. Ahora su incredulidad, la mano de su incredulidad, no pudo detener el juicio. Tampoco tú lo podrás detener, aunque no creas en él. Te llegará, y recuérdalo, guerra avisada, no mata soldado, y si lo mata es por necio. Es por necio y por otra cosa. Quiera Dios avisarte, corazón despertar tu conciencia y alumbrar los ojos de tu entendimiento para que veas esto con los ojos de la fe las evidencias están ahí. Pero, ¿qué dicen la gente? No hay peor ciego. ¿Qué es que no quiere ver? Ahí están las estadísticas de las guerras, de los terremotos, de las persecuciones, de las falsas doctrinas y herejías, falsas iglesias. Están las estadísticas. ¿Qué más tú quieres? ¿Qué más? Si te vas al infierno o sobre ti llueve la gran tribulación, tendrás peores remordimientos. Porque qué terrible es cuando a usted le advierten de algo y usted no hace caso y le da pa' allá. Qué terrible es.
La gran tribulación
Series Evangelio Marcos
La gran tribulación
Sermon ID | 11224543417913 |
Duration | 1:09:51 |
Date | |
Category | Sunday - AM |
Bible Text | Mark 13:14-23 |
Language | Spanish |
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