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padre gracias te damos porque en esta última canción nosotros recordamos quién es la roca Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente, dijo Pedro. Y tú le dijiste que carne ni sangre no habían revelado tal cosa. Y tú eres Pedro, y sobre esta roca yo edificaré mi iglesia. Nosotros te damos gracia que la responsabilidad de edificar la iglesia está primero sobre tus hombros. y mucho después sobre los nuestros. Perdónanos cuando nosotros hemos puesto esta responsabilidad primariamente sobre nuestros hombros y no hemos hecho el trabajo conforme a tu plan revelado. Nosotros te pedimos que tú nos permitas reflexionar una vez más acerca de lo que implica plantar una iglesia comprada a precio de sangre. elegida desde la eternidad pasada para Tú desplegar Tu gloria a un mundo caído. Allí nos da a recordar que esta es la institución por la cual Tu Hijo fue a la cruz. En Cristo Jesús te lo pedimos. Amén. El tema final de esta conferencia es la plantación de nuevas iglesias, la iglesia local y la plantación de nuevas iglesias. Una vez más el foco de esta conferencia en el fin de semana en cierta manera ha sido la iglesia local. la iglesia local y la formación de nuevos pastores, la iglesia local y la provocación expositiva, la iglesia local y la plantación de nuevas iglesias. Como nosotros hemos estado viendo, la iglesia es la columna y el sostén de la verdad, le revela Pablo a Timoteo. De manera que esto es una institución con una importancia enorme, vital, en lo que es el plan de redención de Dios. De hecho, yo me atrevería a decir que la iglesia ocupa el centro del plan de redención de Dios. Sabemos que Dios es el centro de todo el universo y es el centro en cierta manera o en toda manera de su redención. Pero cuando tiene que ver con nosotros, la iglesia ocupa el centro. de ese plan de redención porque es a través de la iglesia que Dios se propone alcanzar vidas, cambiar vidas, alcanzar familias, transformar naciones, de manera que la esperanza de Barcelona, de España, de América Latina, de África, de Asia, está en Dios, su trabajo él lo va a hacer a través de su iglesia. y nosotros tenemos una responsabilidad enorme porque ellos no pueden llamar a aquel de quien no han oído y cómo van a oír si no hay quien les predique y cómo van a escuchar la predicación si no hay quien les envíe y yo diría ¿y quién le vas a enviar si no es la iglesia? manera que la iglesia local desempeña un rol fundamental en la plantación de nuevas iglesias. La pregunta que surge con frecuencia es, bueno, pero si hay iglesias ya plantadas en ciertas regiones, por lo menos, y esas iglesias son pequeñas, ¿por qué no es mejor si agrandamos esas iglesias? Y esa pregunta necesita ser respondida. ¿No sería mejor como fortalecer lo que ya existe, agrandar lo que ya existe, y pudiéramos hablar de eso? Pero la realidad es que en la práctica, cuando esto ha sido examinado, sin lugar a dudas, la plantación de nuevas iglesias tiene un efecto que no ha sido visto de ninguna otra manera. Y una de las personas que quizá más conoce acerca de esto es Tim Keller, de Redeemer Presbyterian Church en New York, en Manhattan. Tiene una amplia experiencia en lo que es plantación de iglesia. Un hombre con un ojo muy avisado, con mucha sabiduría, y que ha podido escribir acerca de esto, y ha podido escribir no solamente acerca de cómo las iglesias son plantadas, sino cómo las iglesias crecen y cómo lucen a lo largo de su crecimiento. Es impresionante cómo este hombre ha podido analizar a iglesias de 200 miembros, de 400, de 600, de 800, de 1.200, de 2.000 miembros y hablar de cómo funcionan de manera distinta esas iglesias. Nosotros tuvimos la oportunidad de hacer ese estudio con nuestra iglesia en vista de que nosotros hemos pasado por todos esos números y justamente necesitamos entender que una iglesia de 2.000 y pico de miembros hoy en día que es lo que somos, no funciona igual que una iglesia de 50 miembros cuando fuimos a esa iglesia. Entonces, Tim Keller, hablando acerca de plantación de iglesia, escucha lo que él dice. La plantación vigorosa de nuevas congregaciones es la estrategia más importante para, número uno, el crecimiento numérico del cuerpo de Cristo en cualquier ciudad, eso incluye a Barcelona, Y dos, la renovación corporativa continua y la reactivación de las iglesias existentes en una ciudad. Tenemos que hablar un poco de eso ahora. Tim Keller está diciendo que es su experiencia, que iglesias nuevas plantadas, en primer lugar, constituyen la esperanza del crecimiento numérico del cuerpo de Cristo en cualquier ciudad y, por tanto, es la esperanza de esa ciudad. Porque la educación no nos va a cambiar. Nosotros tenemos años educando al ser humano y años sin ver realmente el cambio de la sociedad. nosotros necesitamos entender dónde es que radica el problema del hombre. Es como aquella historia de la niña que llega a su casa y va donde su padre porque quiere jugar con su papá. Su papá está viendo televisión, él no está por jugar y por tanto el padre le da una hoja en blanco, le da un papel y le dice mira toma este lapicero, ponte a dibujar algo ahí, ven dentro de un rato y entonces jugamos. Y a los 10 minutos la niña regresó y le dice papi, papi, yo quiero jugar. Y el papá no está en eso, y entonces mira hacia un lado, mira a un periódico que tiene un mapa del mundo, y él toma un envase, rompe esa hoja en varios pedazos, la pone ahí en ese envase, y le dice, ve, mija, ve, arma ese mundo, ese mapa que él acaba de romper. Y cuando tú arme el mundo, tú regresa, y entonces vamos a jugar. Y el papá entonces se sienta frente a la televisión y dice, tengo dos horas para ver televisión. Y a los 15 minutos la niña viene, papi, papi, papi, ya yo lo armé. Que lo armaste. ¿Cómo así? Míralo, papi. Estaba armado. ¿Y cómo tú lo lograste? Dice, papi, mira, cuando tú le das la vuelta, del otro lado del periódico hay la figura de un hombre y cuando tú armas al hombre el mundo queda armado. Esa es la realidad. Nosotros tenemos demasiado tiempo tratando de armar el mundo con la educación sin armar el hombre. Cuando tú armas al hombre, el mundo de ese hombre queda armado y lo único que puede hacer eso es la predicación de la palabra. Y el instrumento de predicación de la palabra, por excelencia, de acuerdo a lo que Dios ha revelado, es la iglesia de Cristo. Es la columna y el sostén de la verdad. De manera que Keller está hablando que la plantación vigorosa implica que esto tiene que haber una intención, algo intencional de nuevas congregaciones. Es la estrategia más importante, número uno, para el crecimiento del cuerpo de Cristo en cualquier ciudad y, por tanto, la esperanza de esa ciudad. Y número dos, la continuación, o es, escucha esto que es interesante, constituye la renovación corporativa continua y la reactivación de iglesias existente en una ciudad. Iglesias ya establecidas son reactivadas, renovadas cuando iglesias nuevas son plantadas. Vamos a hablar un poco de eso. Entonces, ¿qué es lo que la experiencia ha demostrado? Número uno, que en general las iglesias nuevas plantadas son más efectivas con las nuevas generaciones que vienen surgiendo que con iglesias ya establecidas por un tiempo. es un efecto estudiado y conocido, que son más efectivas con nuevos residentes, gente que se está mudando al lugar. Y una de las razones práctica, estamos hablando de practicalidad ahora, quizás esta sea la conferencia más práctica de todas, es que cuando tú llegas a una iglesia ya establecida, toma mucho tiempo para tú injertarte en esa iglesia e incluso llegar a ocupar alguna posición, aunque sea de liderazgo pequeño, yo puedo usar mi experiencia ahí, Versus una iglesia nueva donde tú puedes ascender un poco más rápido y comenzar a usar tus dones. Yo estuve en Estados Unidos por 15 años. Cuando llegamos, estuvimos en una iglesia muy grande, con mucha gente graduada de seminario, con PHDs y todo eso. Yo quería enseñar en un momento dado, pero yo sabía que si yo permanecía ahí, en esa iglesia de miles de miembros, con tanta gente preparada, me iba a tomar toda la vida yo poder comenzar a enseñar en la escuela dominical porque en la primera escuela dominical a la que yo entré mi profesor tenía un PHD en estudio de hebreos y yo me mudé y me mudé de iglesia a una iglesia más pequeña donde yo pudiera en algún momento comenzar a ejercer mis dones y talentos y así pasó y ahí yo comencé a crecer y Dios me comenzó a crecer pues iglesias jóvenes tienen mayor oportunidad de que personas como yo en ese momento pudiéramos ir ascendiendo y aplicando nuestros dones a la vida de la iglesia. Iglesias jóvenes también o recién plantadas son más efectivos con grupos socioculturales como son los migrantes. Hablando de Europa, grupos de inmigrantes que llegan a una región para injertarse en una iglesia ya establecida, le cuesta mucho más trabajo que en una iglesia que está recién plantada. Eso nos va dando una idea a nosotros de la importancia de nuevas iglesias. Escucha esta otra estadística. Y esto yo lo puedo decir, que ha sido así aún en la vida de nuestra propia iglesia. Esto que voy a acabar de decir ahora. Lo hemos observado. En nuevas iglesias, como Ivi fue en su momento, que ya Ivi tiene 18 años, ya no lo puedo catalogar de tan nueva. En nuevas iglesias, la mayoría de los miembros, 60-80% de los miembros, son personas que vienen de grupos que nunca habían asistido a ninguna iglesia. Así comenzó Ivi. La gran mayoría de la gente que entraba, No estaba en ninguna iglesia. Pero hay algo que nos ha comenzado a preocupar. Y es que en iglesias de más de 10 a 15 años, la gran mayoría de los miembros vienen de otras iglesias por transferencia. Y nosotros no queremos eso. Nosotros no queremos transferir a nadie. Nosotros queremos crecer el reino de los cielos. Entonces, es interesante porque eso que yo acabo de decir, que es una observación hecha por alguien en New York, Tim Keller, resulta que nosotros lo hemos vivido en nuestra propia historia. donde la enorme cantidad de la gente que entró inicialmente en los primeros años no venía de ninguna iglesia y donde últimamente mucha de la gente que está llegando viene de otras iglesias, ya viene por transferencia. Te das cuenta que la plantación de nuevas iglesias tiene un efecto necesario para la evangelización de las naciones. Lo segundo, a lo que Keller aludía, es que nuevas iglesias tienen un efecto renovador en las iglesias ya establecidas de aquella comunidad. Yo puedo atestiguar eso. Y lo voy a atestiguar sin que sea en motivo de orgullo, sino algo que Dios hace con nuestra propia iglesia. Porque resulta que nuestra iglesia llegó, llegó como algo nuevo, Y resulta que iglesias que tenían en la ciudad mucho tiempo, muchos años, comenzaron a renovarse años después en múltiples áreas, incluyendo estructuras físicas y luego cosas más fundamentales que esas. Y uno se pregunta, ¿por qué? ¿Por qué algo que fue observado por alguien, verdad, que ha plantado iglesia en Estados Unidos, resulta que tiene la misma, es la misma experiencia de alguien que llegó a Santo Domingo y plantó una iglesia nueva en un momento dado? Bueno, iglesias recién plantadas, de alguna manera, traen, en primer lugar, nuevas ideas. No es que sean ideas antibíblicas, sino simplemente nuevas. Frecuentemente usan un liderazgo que dentro de los parámetros bíblicos valoran la creatividad, asumen riesgos que iglesias establecidas muchas veces no se atreven a asumir. Y en asumir riesgos, tienden a innovar dentro de parámetros bíblicos. Estamos hablando de iglesias bíblicas ahora. Y de repente, entonces, iglesias ya establecidas comienzan a pensar, pues, ¿sabes qué? Eso no es antibíblico. quizá nosotros debiéramos hacer esto así porque hay un proceso de acostumbramiento en el ser humano que nosotros mismos hemos observado que comienzan a hacer las cosas de una manera y luego está tan acostumbrado a hacerla de esa misma manera que cinco o diez años después es mucho más fácil continuar haciéndola de esa manera si nunca preguntarte si realmente es la manera más efectiva o si siempre tiene que ser hecha de esa manera. Es como un proceso de inercia. Cuando tú le das vuelta a una rueda, ¿verdad?, ella sigue rodando, a menos que haya una fuerza que la detenga, como la fuerza de la fricción, ella va a continuar rodando para siempre, y muchas veces hacemos eso y no nos hemos detenido. ¿Sabes qué? Eso no está funcionando ya. Eso no está siendo efectivo. Pero cuando una nueva iglesia es plantada y cosas comienzan a ser implementadas que sí están siendo efectivas, otros prestan atención. Las nuevas iglesias desafían a iglesia establecida a la autoexaminación. Eso pasó cuando Ivi llegó. No porque fue el propósito del establecimiento, simplemente cuando tuve a Dios obrando a través de una nueva iglesia plantada y tuve que realmente el trabajo y la obra es de Dios, tú comienzas a autoexaminarte en términos de lo que estás haciendo. Y eso tiene un efecto bueno. Lo otro que ha sido observado es que alguna gente viene a la iglesia nueva, pero son gente realmente que preferirían un poco más de madurez, un poco más de estabilidad, y dicen, sabes que esta iglesia parece bien, pero no es para mí, y termina yéndose a una iglesia ya establecida, quizá un poco más tradicional, y por tanto la iglesia nueva termina alimentando iglesias viejas también. O sea que tú puedes ver el efecto de bendición que la plantación de nuevas iglesias de forma práctica ha tenido y ha sido observado en iglesias ya establecidas. Las nuevas iglesias entonces, al ser plantadas, y comenzar a tener contacto porque tienen mucho menos raíces, verdad? Establecidas con iglesias aledañas ya establecidas que esa iglesia nueva puede reconocer como que tienen un tiempo haciendo el trabajo, pero ese reconocimiento de iglesia ya establecida permite que ella comience a establecer conexiones y comienza a desarrollarse más una mentalidad del reino que una mentalidad de la iglesia local pequeña. Yo, yo y después yo otra vez. Y eso es importante. Porque cuando nosotros viajamos y la gente nos pregunta qué es lo que ha pasado en Santo Domingo, que ustedes tienen asociaciones sin tener asociaciones, porque no tenemos ninguna asociación oficial, de pastores que se reúnen, que oran junto, que hacen eventos juntos, que se auto invitan. Una de las cosas que yo podría decir es que finalmente como que hubo algo que nos hizo a todos asumir una mentalidad del reino, y no una mentalidad de un solo rincón, en un solo lugar. Porque la verdad es que cuando entramos al Reino de los Cielos no había el rincón de los previsterianos, el rincón de los bautistas, el rincón de los metodistas. Y aunque sabemos que tenemos diferencias, hay un cuerpo y un corazón de verdades alrededor de las cuales nosotros tenemos que, podemos reunirnos como la coalición por el evangelio. Como en T4G o Juntos por el Evangelio, ahí tú tienes a un Mohler que es un bautista del sur, tienes a un Lincoln Duncan que es un previsteriano, tiene a una MacDever, que es bautista del Sur, y tiene a un CJ Maheny, que comenzó con ellos también, ahí los cuatro, y que venía de un trasfondo carismático, pero que hace su viaje, por así decirlo, a la doctrina reformada. Entonces la iglesia nueva tiene una bendición especial sobre la comunidad donde es plantada, incluyendo el reino de los cielos que ahí se había estado desarrollando. Una vez más, la iglesia es la institución más importante en el plan de redención, porque cuando Cristo dice toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra, por tanto, y de hacer discípulos de todas las naciones y bautizarlos en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Y aquí yo estaré con vosotros hasta el final del tiempo del mundo, dependiendo de su traducción. Esa gran comisión que no tiene la palabra iglesia. Quién va a bautizar a estos discípulos? requiere de una comunidad de iglesia. Es una de nuestras ordenanzas. ¿Quién va a ser esos discípulos? Y si son hechos fuera de la iglesia, ¿dónde se van a insertar estos discípulos para continuar creciendo y seguir haciendo vida del reino de los cielos? En una iglesia local, de manera que tú puedes ver que la iglesia está en el centro de la gran comisión de una u otra manera. ¿Y quién le va a enseñar a obedecer? Habiendo dicho todo eso en términos de la practicalidad que tiene, la practicalidad y el impacto que tienen las iglesias nuevas que son plantadas, y que yo traté de ilustrar aún con nuestra propia iglesia cuando fue plantada, yo quisiera decir varias cosas. Y es que uno de los errores, en mi opinión, de hoy en día en la plantación de iglesias, es que muchos de esos movimientos han comenzado con el hombre y no con Dios. Y yo creo que cuando nosotros comenzamos ahí, nosotros tenemos un problema. Porque la plantación de nuevas iglesias no es una idea que al hombre se le ocurrió, es una idea que a Dios se le ocurrió y que yo necesito, entonces, descubrir cómo, cuándo y dónde. Recorremos varios pasajes que ya hemos mencionado. Mateo 16, 18, yo edificaré mi iglesia. Ese es uno. Mateo 9.37, entonces dijo a sus discípulos, la miez es mucha pero los obreros son pocos, por tanto rogar al señor de la miez que envíe obreros a su miez. La evangelización es grande, las necesidades son muchas, lamentablemente hemos observado, es como que los discípulos hubiesen ido donde el señor y le hubieran dicho, señor nosotros tenemos un problema. ¿Cuál es el problema? Es que la miez es mucha. Yo no sé si tú te has dado cuenta, Señor, pero es mucho el terreno que hay que evangelizar. Y el Señor le dice, sí, yo sé, pero yo tengo la solución. ¿Cuál es la solución? Tú continúa viniendo donde mí, porque la mía es mucha, pero no es de ustedes, es mía. Y yo voy a enviar obreros a mi mía. Por tanto, la plantación de iglesia comienza con el Enviador, Dios. No podemos olvidar el texto de Hechos 13, yo lo mencioné ayer, pero yo quiero volverlo a retomar hoy justamente porque en Hechos 13 se nos deja ver cómo inició el más grande movimiento de plantación de iglesia en el siglo I. Versículos 13, 2 y 3. Mientras ministraban al Señor y ayunaban al Espíritu Santo, dijo, apartarme a Bernabé y a Saulo para la obra a las que los he llamado. Entonces, después de ayunar, orar, y haber impuesto las manos sobre ellos, los enviaron. Es el primer viaje misionero de Pablo, el más grande misionero de todos los tiempos. Comienza con Dios, el Espíritu de Dios, seleccionando a Pablo y a Bernabé, diciendo, yo los envío, y eso ocurrió en el contexto de la oración. De manera que, una vez más, yo puedo ver que en el primer siglo, el movimiento misionero más grande a quien nosotros podemos identificar, comenzó con Dios. Él es el interesado en evangelizar el mundo. El más grande evangelista de todos los tiempos es Dios. La primera evidencia de eso es que Dios se manifestó en la creación en la conciencia del hombre. Si Dios no hubiese querido evangelizar el mundo, no tendría por qué manifestarse. Entonces Dios es el más grande evangelista de todos los tiempos. Cuando tú lees el libro de los hechos, comenzando ahí en el capítulo 13, Dios, el Espíritu de Dios, llamó a los primeros plantadores, Pablo y Bernabé, primer viaje misionero, versículo 2. El Espíritu de Dios envió a los primeros plantadores, versículo 4. El Espíritu de Dios llenó a los plantadores, escucha, entonces Saulo, llamado también Pablo, es el versículo 9, lleno del Espíritu Santo, eso está inmediatamente después del envío, Dios los llama, Dios los envía, Dios los llena. Eso es como tiene que ocurrir. Por tanto, nosotros necesitamos identificar aquellos que Dios está llamando como plantadores, porque ese llamado no se lo doy yo, ese llamado lo hace Dios y nosotros simplemente tenemos que reconocer quiénes están siendo llamados a plantar. Tim Keller dijo en una ocasión, yo estaba presente en esa ocasión cuando él lo dijo, y luego tuve la oportunidad de enviarle preguntas y escuchar su respuesta. Él dijo algo que yo había observado, no en términos del porciento que él dio, pero que yo había observado que era así más o menos como él estaba explicando ese día. Él dice que en su opinión, de aquellas personas que han salido a plantar, y se estaba incluyendo él mismo en esa experiencia, solamente como un 10%, de la gente que está plantando iglesia realmente son plantadores. Y cuando yo le mandé la pregunta para la reunión de la coalición para el evangelio en abril, porque él no iba a poder estar presente, yo le mandé a preguntar si yo lo había oído correctamente. Porque el porciento, aunque yo pensaba que tenía mucho de verdad, yo no pensé nunca que era tan bajo. Y su respuesta fue, sí, eso fue lo que yo dije. La pregunta es, ¿por qué? Yo creo que es, muchas veces, porque nosotros no hemos hecho bien el trabajo en identificar un plantador que ha sido llamado por Dios a ir a recoger la mesa. Porque no es que nosotros hacemos la elección, es Dios que hace la elección. Y vamos a hablar un poco más en un momento. Pero los plantadores de iglesia, para comenzar, para volver a un punto que hicimos ayer, son hombres de carácter. Tú mira el Nuevo Testamento, tú mira el Libro de los Hechos, vamos a ver quiénes fueron los plantadores. Pablo, no tenemos que discutir acerca de Pablo, yo espero y su carácter. Bernabé, oye lo que dice Hechos 11.24, era un hombre bueno y lleno del Espíritu Santo y de fe. Timoteo, Pues a nadie más tengo del mismo sentir mío que éste, sinceramente interesado en vuestro bienestar. Pablo dice un momento dado, yo no tengo a nadie más como Timoteo. Esto era parte de su equipo de plantación. Silas. en Hechos 15-22 y a Silas hay varias personas que fueron enviadas desde la iglesia de Jerusalén a la iglesia de Antioquía y entonces se citan a varios, devolvieron a Pablo y a Bernabé hacia la iglesia de Antioquía con varios hombres y uno de ellos fue Silas, hombres prominentes entre los hermanos. Entre los hermanos había uno de nombre Silas que era un hombre prominente. Sila es con quien Pablo se va a plantar iglesia cuando él decide que no se vaya a llevar a Marcos. Y Marcos, justamente, en un momento dado, en el primer viaje misionero, abandona a Pablo en Pamfilia, y eso fue suficiente para que Pablo dijera, Marcos, en el segundo no. Bueno, pero yo me quiero ir con él, le dice Bernabé. Bueno, está bien, tú te puedes ir con él, pero yo no me voy con Marcos. Y yo no estoy diciendo necesariamente que Marcos no tenía las fibras para realmente pertenecer al ministerio, pero Pablo entendió que él no tenía quizá la madurez para volver a hacer un segundo viaje misionero y abandonarlos otra vez donde los abandonó la primera vez. Quizá necesitaba un Bernabé que trabajara con él y lo madurara, pero yo creo que Pablo estaba claro que Marcos no estaba listo para volver a emprender otro viaje de plantación de iglesia porque en el primero él salió. Y eso produjo un gran altercado entre Pablo y Bernabé. Te das cuenta que los plantadores de iglesias, en el libro de los hechos, eran hombres de carácter. ¿Por qué? Porque plantar una iglesia no es cosa fácil. Plantar una iglesia tiene muchos retos, muchos desafíos, muchos cuestionamientos, muchas preguntas, muchas dudas, de alguien que incluso que es nuevo, a quien no conocemos. Entonces, características de un plantador de iglesia. Y ahorita tú puedes ir pensando un poco en Pablo, a ver si tú piensas que pudiera ser así. Voy a comenzar de manera muy general primero y luego lo particular. El plantador de iglesia tiene que conocerse bien, porque tiene que saber lo que él es capaz de hacer, lo que no es capaz de hacer, lo que hace bien y lo que no hace bien. Cuando yo planté la iglesia, yo sabía que yo no podía cantar. Y hoy lo sé más todavía. Yo sé que hay cosas que yo no las sé hacer o no las sé hacer bien y por tanto como parte del equipo ministerial yo comencé a buscar gente que pudiera hacer esas cosas que yo no sé hacer también. Tú tienes que conocerte a ti mismo para tú saber cuáles son tus fortalezas y tus debilidades y luego poder asociarte con gente que pueda fortalecer tus debilidades. Un plantador de iglesia, si está casado, su esposa debe conocerlo. Porque la esposa va a contribuir a que él se conozca mejor. Literalmente. Sabe que muchas veces el plantador tiene una personalidad muy, en inglés dicen, driven. Pero en esa manera de ser, su esposa lo ha conocido. Y aunque para mucho después sea pastor, para su esposa es simplemente Miguel, ven acá. Como decía Rabbi Zachariah en una ocasión, Rabbi decía, si el Papa estuviera casado, él supiera que él no es infalible. Entonces la esposa te va a conocer bien y quizá te va a conocer mejor de lo que tú te conoces. Debe haber algún amigo que te conozca bien, que te pueda decir las cosas, justamente de tus debilidades, de tus deficiencias. Es bueno conocer del plantador su experiencia ministerial, si él ha tenido experiencia ministerial. Porque yo no puedo ir a hacer una iglesia si yo nunca he tenido experiencia ministerial. Yo nunca he predicado, pero yo quiero ser pastor. Yo nunca he liderado un grupo de oración, pero yo quiero ser pastor. Yo nunca he tenido un grupo pequeño de estudio bíblico, pero yo quiero ser pastor. Y su experiencia pasada aún la no ministerial. Pensando, por ejemplo, en Carlos. Carlos fue ingeniero civil. Lo que él hizo como ingeniero civil, yo no me he sentado a preguntarle, pero yo estoy seguro que hay cosas que él hizo como ingeniero civil que contribuyen a su calidad de líder en el día de hoy. De manera que tu experiencia, aun la no ministerial, es importante a la hora de hacer inventario de esa persona que nosotros vamos a pensar en un plantador. Entonces, ahora pensando de una forma más global, el plantador tiene un diseño divino, dones y talento que Dios le ha dado, llamado. El plantador tiene una dirección divina en la que Dios le ha puesto y el plantador tiene un desarrollo que nosotros debemos considerar. Son como tres D, diseño divino, dirección divina y desarrollo. Vamos a hablar un poquito de ese diseño divino. Nosotros tenemos dones y talentos que Dios nos da de manera natural, talentos cuando nazco simplemente con el simple hecho de nacer físicamente y dones que Dios nos da al momento de nacer de nuevo. Pero Dios me da dones y talento que me capacitan para que yo haga la obra para la cual él me llamó. La razón como yo sé que Dios no me ha llamado, por ejemplo, a liderar adoración es porque yo no tengo ese don. no tengo ese talento de cantar, yo no tengo habilidades musicales, pues ya yo sé que yo no tengo ese llamado. Porque Dios llama a aquel que la ha equipado. Él lo llama y lo equipa al mismo tiempo. Te llama y al mismo tiempo comienza a equiparte para que ejerza el llamado. Y un plantador necesita algunos dones. Yo no necesito ninguna habilidad musical para plantar una iglesia. Pero el plantador necesita un don de liderazgo. Él necesita un don de enseñanza. Y ahí bajo enseñanza, predicación, evangelismo. Él necesita un don de fe. Porque hay que creerle a Dios para plantar una iglesia. De manera que un plantador que no sea un hombre de fe, él va a tener dificultad. Porque tú vas a tener muy poca gente y a veces muy pocos resultados inicialmente. Y tú vas a tener que seguir confiando en que Dios te ha llamado a ser lo que te ha llamado a ser. Entonces, ahí está parte del diseño divino, dones, talentos. Tú sabes que la palabra dice que Dios pone en nosotros el querer como el hacer, ¿cierto? Entonces, en el plantador hay una pasión. Y la pasión, si yo la pudiera definir, es como el motor de una persona, es lo que mueve a una persona. Y ese motor lo pone Dios. Ese hombre tiene algo que lo mueve en la dirección de la plantación y del reino de los cielos. Si tú quieres ver eso en el Apóstol Pablo, mira este solo texto de Romano 1520. De esta manera me esforcé, a mí me gusta la traducción conocida en inglés como ESV, dice, I make it my ambition. Yo lo hago mi ambición, dice Pablo. ¿Qué cosa Pablo es tu ambición? El anunciar el Evangelio donde Cristo no ha sido conocido. o no donde Cristo ya era conocido para edificar sobre el fundamento de otro. Yo no quiero hacer eso. Ese era el motor de Pablo. Yo quiero predicar al evangelio, pero no lo quiero hacer donde ya Cristo es conocido. Yo quiero hacerlo donde Cristo no es conocido. Y qué resultó cuando él hace eso? Él planta nuevas iglesias. La estrategia número uno de la evangelización no son campañas evangelística, que cuando el evangelista sale tres días después, no hay quien recoja los frutos. Son iglesias plantadas en un lugar que continúan formando los discípulos. después que ellos han sido convertidos al reino de los cielos. De manera que yo necesito dones y talentos que sean compatible con lo que un plantador va a hacer. Yo necesito una pasión, un motor que tiene que ver justamente con esto que mueve todas tus fuerzas, impulsos, intelectos, afectos en la dirección de esta nueva iglesia y del crecimiento del reino de los cielos. Eso lo pone Dios, porque Él pone en nosotros el querer y a la sed, para su buena voluntad. Incluso hay un cierto temperamento que es más típico del plantador que no. Yo no quiero entrar en aspectos psicológicos, pero obviamente nosotros tenemos personas coléricas, hay personas melancólicas, personas sanguíneas, personas flemáticas. Y Dios nos creó así, en nuestras formas caídas nos empeoramos, pero Usted conoce cuál es la característica del flemático, ¿verdad? Él pospone las cosas. Un plantador no puede ser un flemático por excelencia, porque la iglesia no se acaba de plantar. Yo estoy diciendo que no puede estar en el ministerio. Él no tiene en su personalidad lo que se requiere para arrancar. y arrancar en el momento que necesita arrancar por eso que él tiene que conocerse yo he tenido pastores entre nosotros en nuestra propia iglesia que literalmente me han dicho yo sé que yo no soy un plantador y él es pastor y yo me quedo callado pero por dentro diciendo yo también lo sé yo no estoy diciendo que sea y es parte de nuestro equipo Yo no estoy diciendo que sea algo como pecaminoso o inferior, simplemente no eres. Y no puedo pretender ser algo que yo simplemente no soy. Tampoco el plantador puede llenarse de orgullo y pensar yo soy plantador porque nosotros somos lo que somos por la gracia de Dios. Y lo que ocurre, ocurre por la gracia de nuestro Dios. Entonces aquí hay una lista de características y voy a mencionar que múltiples autores consultados han hecho de manera similar que son típica de plantadores. Entonces lo que yo quiero que tú hagas, porque no puedes pensar ahora que yo tengo que tenerla todas o que del 1 al 10 yo tengo que tenerlo en grado 10 para poder plantar, lo que si yo te puedo decir delante de Dios, que desde Tim Keller hasta múltiples otros, todos citan las cualidades similares en esta lista. Unos citan 10, otros citan 15, otros citan 20. Y cuando yo comienzo a mencionarla, yo lo que quiero es que piensen en el apóstol Pablo como plantador. Obviamente, no estoy diciendo que todo el mundo tiene que ser un Pablo, porque de cero al 10, quizá Pablo era el 10. Pero quizá yo tengo uno o dos, pero tengo de eso que Pablo tenía. en el grado en que sea. Número uno, el plantador usualmente es un visionero. Ser un visionero es la capacidad de ver el futuro antes de que llegue. Tú puedes ver en el presente lo que esto pudiera llegar a ser, dadas ciertas condiciones. Número dos, el plantador es valiente, tiene que tener coraje. Porque plantar una iglesia ya de por sí reta tu valentía. El plantador es una persona automotivada. No hay que estarlo llamando a las nueve de la mañana para que se despierte. No hay que estarlo llamando el sábado para asegurarse que él tenga el sermón listo para el otro día. Él tiene una automotivación. Dada por Dios, pero él tiene una automotivación. El plantador usualmente, ve pensando en Pablo. El plantador es un hombre de oración. Piensa en Pablo de nuevo. Tú raramente encuentras a Pablo que no esté orando, todo el tiempo. Porque eso depende de Dios. Cuando Ivy iba a comenzar, mi esposa y yo nos reuníamos con una hermana en la fe, que es mi prima hermana, pero es como mi hermana, literalmente, y por seis meses oramos a las seis de la mañana, de seis a siete de la mañana, todos los días, por seis meses antes de comenzar la iglesia. porque esta plantación es algo sobrenatural si es de Dios y necesita ser bañada en oración. El plantador tiene que ser una persona flexible. porque la rigidez en nuestras personalidades no nos permite movernos con el flujo de cosas que no están estables todavía en el momento de plantar. Y esa rigidez de personalidad muchas veces impide que otro pueda formar parte del equipo e impide también que yo pueda irme adaptando a los cambios que la plantación misma toma. El plantador toma riesgos. ¿Tú piensas que Pablo toma riesgos? Si hay un hombre que tomó riesgo fue el apóstol Pablo. Eso es parte de su espíritu de valentía. Hay riesgos que tomar que van desde necesidades económicas hasta formas de relacionarte con personas que quizás tú no hubieses cogido pero que Dios te la está mandando. Sería muy bueno si nosotros pudiéramos escoger todo el que fuera a estar en nuestra iglesia. Si tú tienes una compañía, tú eliges a quien tú quieras tener. Pero cuando tú tienes una iglesia, Dios elige a quien tú vas a tener. Y ahí hay riesgo que tomarse. Yo recuerdo cuando íbamos para Santo Domingo, mi esposa y yo, En oración, sentimos que Dios nos estaba enviando independientes. No nos fuimos con una organización misionera. Y la gente nos decía, ¿pero cómo tú vas a construir una iglesia? ¿Cómo tú vas a plantar una iglesia? ¿Eso cuesta trabajo? ¿Eso cuesta dinero? ¿Eso cuesta...? Yo le decía, sí, mira, todo eso es verdad. Pero... Mi función no es construir la iglesia, mi función es obedecer. Nosotros entendemos que Dios nos está enviando, nos está diciendo dejar lo que era en ese momento tu tierra y tu parentela a la nación que yo te mostraré, que era República Dominicana donde hoy vivo, y el resto es de Dios. Ahí había un riesgo. Pero yo razonaba de esta manera, si yo tengo un hijo de seis años y le digo, ve al supermercado y tráeme cinco libras de azúcar o de arroz, lo que sea, ¿quién tiene que darle el dinero para que él traiga el azúcar? Yo. Pues mi padre me estaba enviando, él proveerá el dinero para que yo pueda hacer el trabajo que él quiere que yo haga. Ahí hay un elemento de fe, ahí hay un elemento de riesgo, ahí hay un elemento de confianza. El plantador Idealmente debe tener la capacidad de recobrarse rápidamente, porque él va a recibir críticas, un día el sermón no le va a salir tan bien, al principio quizá la persona que iba a estar lista para liderar la oración se enfermó y hoy tú no tienes quien la lidere y ese día él tiene una mala experiencia y al otro día entonces él tiene que seguir ministrando. Tú recuerdas al apóstol Pablo como lo ponen en la cárcel, lo latigan y a media noche está completamente recobrado cantando signos y ahora la gente se está convirtiendo por los signos que Pablo está cantando. Es una persona enfocada. Si no te puede enfocar, tú vas a estar siempre siendo distraída. Tienes que tener confianza en la soberanía de Dios. Alguien me preguntaba en el receso hoy que que me daba esa paz que ella entiende que podía como percibir que yo tenía y les hay una sola cosa es la confianza en la soberanía de Dios que todo cuanto ocurre ha pasado por las manos de Dios primero que todas las cosas van a cooperar para bien el plantador tiene que creer eso porque hay muchas cosas que no le van a salir bien y él tiene que confiar que Dios está en medio de esto y que Dios lo controla todo y Dios lo ha permitido y como Dios lo ha permitido algún propósito él tiene en esto que no ha salido bien. El plantador si está casado su esposa tiene que estar en la misma página con él, la esposa tiene que apoyarlo porque no habría nada más negativo que un plantador con una esposa que le está diciendo yo te lo dije que esto no era de Dios Solamente tú te crees eso. Yo no puedo creer que tú me trajiste a esta situación. El plantador usualmente no es una persona tradicional, usualmente. ¿Por qué? Porque la plantación es algo nuevo, no es una tradición. Todos nosotros desarrollamos tradiciones. Ya Ivy tiene tradiciones desarrolladas. Y nosotros no queremos necesariamente una iglesia tradicional, por así decirlo, pero ya tenemos tradiciones, simplemente porque tenemos un tiempo haciéndolas así. El plantador está rompiendo terreno por primera vez. El plantador necesita ser una persona emocionalmente saludable. Créame que después de 18 años en esta iglesia y otros 9 o 10 años en una iglesia anterior en Estados Unidos, eso es algo vital para un plantador, para un ministro de la palabra. Él necesita tener una persona emocionalmente madura porque todas tus emociones van a ser puestas a prueba. Todas. Tu orgullo, tu ira, tu paciencia, tu amor, tu bondad, Todas sus emociones van a ser puestas a prueba. El plantador usualmente se siente energizado por los retos. Hay gente que se siente intimidada por los desafíos. El plantador usualmente se siente energizado. Algo nuevo, algo que vencer, algo que conquistar, algo que hacer. Frecuentemente es inspiracional. Y eso es importante porque si él no puede inspirar a otros, acerca de esta plantación, pues la gente no se va a quedar. La gente va a venir, pero no se va a quedar. ¿Por qué? Porque él no ha podido pasar la visión, inspirar a otros acerca de que esto es algo que Dios está haciendo. Y eso lo hace un poco magnético, entonces. El plantador tiene un corazón deseado. Yo no quiero hacer esta lista interminable, pero son cosas que nos ayudan. El plantador tiene que ser capaz de trabajar en equipo. Porque si yo no soy capaz de trabajar en equipo, no puedo plantar, pues yo no puedo plantar solo. Hay gente que ha tratado de plantar solo y si hay que pasa al final, se quedan solos. El plantador necesita un equipo y ahorita yo le voy a dar estadísticas de lo que se ha visto en términos de la presencia o no del equipo. Eso es algo que yo aprecio mucho desde el principio. El plantador, ciertamente Dios dirige esto sobrenaturalmente, pero piensa estratégicamente. Hay cosas que se hacen primero, cosas que se hacen después, cosas que ahora no vale la pena hacer eso, este no es el tiempo, hay un tiempo para cada cosa. Él tiene buen discernimiento. El plantador, obviamente lo que voy a mencionar ahora debe haberlo puesto de primero, pero está bien, yo no estoy haciendo una orden prioritaria de cómo son las cosas. Él tiene que conocer la Biblia bien. Porque eso es lo que él va a enseñar. El plantador no se rinde fácilmente. Piensa en Pablo. Este no se rendía nunca. El plantador tiene que escuchar bien. Tiene que escuchar la gente. Tiene que escuchar la gente de donde él acaba de llegar para saber cómo piensa, cómo siente, cómo viven, qué esperan. Si el plantador siempre está hablando, hablando, hablando, hablando, hablando, hablando, hablando, le pasa como a Pedro, que siempre estaba hablando, hasta que tuviera algo que decir, dicen algunos. O como le pasó a su hermano Andrés, tú raramente oye a Andrés como que estaba hablando en los evangelios, pero era que Pedro no lo dejaba. Entonces, el plantador tiene que escuchar bien, tiene que ser alguien que esté dispuesto a sentarse con la gente porque es a esa gente que le va a administrar. Entonces, yo decía que el plantador necesita trabajar en equipo y él necesita formar un equipo. El 90% de las iglesias plantadas con éxito, de acuerdo a las estadísticas, han tenido un equipo de plantación. Y el 90% de las iglesias que han fracasado cuando se plantaron no han tenido un equipo de plantación. Ahí está como un 90-90, más o menos. 90% de las iglesias que han sido plantadas, que han tenido éxito, tenían un equipo de plantación. y de aquí han fracasado el 90% no han tenido un equipo de plantación. ¿Qué es lo que el equipo hace? Bueno, el equipo enriquece las ideas, el equipo también valora los riesgos juntos, el equipo mejora la capacidad de administrar con aquellos dones y talento que el plantador no tiene, el equipo provee recursos, a veces económicos, a veces humanos, el equipo amplía el radio de influencia de del plantador. Cuando nosotros llegamos hasta Santo Domingo, conocí, teníamos quince años fuera, no conocíamos tanta gente, pero había gente en el equipo que conocía a mucha gente, que invitó a mucha gente a venir, y ellos enriquecieron la vida de la iglesia, y ellos ampliaron enormemente el radio de influencia rápidamente de la iglesia, justamente porque tenían conexiones que yo no tenía. ¿Qué hace que algunas personas no quieran formar un equipo o les resulte difícil trabajar en equipo? Bueno, falta de instrucción. Es simplemente que, como Moisés, al principio comenzó solo. Y su suegro, para quien él trabajó por muchos años, viene y le dice a Moisés, Moisés, que si tú sigues así, tú te vas a cansar. Además de eso, esto no hay quien lo aguante en el tiempo, quien lo soporte. A mí lo que me da la atención es que Moisés pasa de un solo hombre a 70. No es como que el suegro le dijo, escoge dos hombres que te ayuden porque... No, tú necesitas 70 hombres. Porque se sentaba desde que comenzaba el día hasta que terminaba, hasta que se acostaba el sol, Moisés oyendo estos casos y que te traigan a ti los casos más complejos y los otros. Entonces, a veces falta de instrucción. Moisés hizo eso. El suegro lo instruyó y Moisés lo hizo. A veces el ego. el orgullo que no me deja trabajar en equipo. Porque las cosas hay que hacerlas siempre, como yo digo, cuando yo digo, en la forma en que yo digo, de la manera que yo digo. Y ese orgullo no me permite, entonces, poder trabajar con otros que van a retar muchas veces lo que pienso. A veces, inseguridad que va de la mano con el orgullo. Y todo eso muchas veces causa un temperamento inflexible, rígido. Al final, son mis inseguridades. Si yo pongo este celular ahí y tengo inseguridad de que se va a caer, probablemente yo le ponga una barrera ahí. Pero luego yo pienso que puede ser que lo empujen para este lado y le ponga otra barrera aquí. Y si lo empujan para este lado, le pongo una barrera aquí. Pero se puede caer para aquí, como se está cayendo ahora. Entonces le pongo una barrera aquí y eso me hace rígido. Pero eso no permite en el plantador la incorporación de nueva gente, de nuevas ideas, de nuevos líderes. Y yo tengo que recordar que el propósito de la iglesia, de los líderes de la iglesia, de los pastores de la iglesia, está definido en Efecto 4.2, escucha, a fin de capacitar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo. En cierta manera, dicho de una forma provocativa y jocosa, mi trabajo es quedarme sin trabajo. Porque tú vas capacitando a los santos para la obra del ministerio. De manera que cosas que tú hacías al principio, ya tú no las haces. Eso requiere flexibilidad, eso requiere seguridad en el plantador, en el líder. Eso requiere entendimiento de cuál es la función de esos líderes o de ese plantador desde el inicio. Entonces, yo voy a requerir un equipo ministerial. Wow, cómo se ha ido el tiempo. A la hora de formar un equipo ministerial, ¿qué yo requiero? Voy a acelerarme un poco ahora. Yo necesito un fundamento bíblico claro. OK, ya voy a plantar, voy a formar un equipo, me voy a ir con un equipo a plantar una nueva iglesia, reúno alguna de esas condiciones que hemos mencionado, estoy listo. Entonces, ese equipo ministerial que yo estoy formando, ¿qué requiere? Bueno, número uno, necesita un fundamento bíblico claro. Ese liderazgo necesita un carácter íntegro. Ahí está otra vez el énfasis en el carácter y la integridad. Número tres, yo necesito una visión clara. Cada iglesia necesita una visión clara de por qué se va a plantar y cómo se va a plantar y cuál es la necesidad de esta iglesia. Yo necesito valores no negociables que no vamos a comprometer como parte de esta iglesia. Número cinco, yo necesito dones y talentos que complementen el equipo y ciertos llamados. y yo necesito gente que tenga interés en los perdidos quizá tú no eres el mejor evangelista del mundo quizá tú no eres la persona con la mayor pasión evangelística pero hay gente en tu equipo que si lo tiene y si no lo tiene comienza a orar para que Dios te lo mande recientemente nosotros incorporamos a alguien como parte del equipo cuya pasión por los perdidos es extraordinaria. Él se levanta pensando en los perdidos y se acuesta pensando en los perdidos. Y él, si fuera por él, estuviera evangelizando las 24 horas del día. Ese individuo por el cual estaba morando era esencial para el equipo de la iglesia. Si ese no eres tú, alguien tiene que ser. Y cuando lo reciba, no te sientas celoso de él Siéntete complementado por él. Entonces necesitas, como dijimos, un fundamento teológico y un liderazgo bíblico. Míralo aquí en este texto que ya citamos de II Timoteo 2.2. Y lo que has oído de mí, ese es el fundamento teológico. En la presencia de muchos testigos, eso encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros. Hay tal liderazgo bíblico de integridad, hombres fieles íntegros. Lo que has oído de mí es el fundamento bíblico. Es el Evangelio, lo que tenemos, la revelación de Dios. Y eso tú va a entregar a hombres fieles, idóneos, que puedan entrenar a otros. Entonces ya identificamos qué es lo que requiero, en primer lugar, fundamento teológico y un liderazgo bíblico. Número tres, yo necesito una visión clara. Eso es uno de los problemas principales, yo diría, en la fundación o establecimiento de iglesias. ¿Tú entiendes que debemos establecer una iglesia? Sí. Yo he estado con plantadores, gente que ya ha plantado muchas veces y que me ha preguntado, ¿tú podrías sentarte conmigo para que revisemos qué es lo que está pasando? Porque la iglesia como que no está creciendo. Ok, cuéntame, a ver, ¿por qué plantaste la iglesia? Es que yo tengo un llamado pastorado. Ok. Cuéntame por qué plantaste la iglesia. Es que yo quería ser pastor. Yo sé por qué plantaste la iglesia. Esta iglesia, aquí, No en otro lugar. ¿Por qué ahora? ¿Por qué no el año pasado? ¿Y por qué no esperaste un año más? Yo necesito contestar esas preguntas. Cuando yo venía para Santo Domingo, o iba para Santo Domingo, mis pastores y ancianos conmigo, como parte del equipo, me decían, Miguel, de nosotros ahora mismo no tenemos un pastor. ¿Por qué tú no te quedas aquí como pastor? Yo dije, no, porque Dios no me ha llamado a plantar una iglesia en Estados Unidos. ¿Pero tú no vas a plantar una iglesia? Sí. Bueno, pues quédate en esta iglesia. Sí, pero que Dios no me llamó a plantar una iglesia. Dios me llamó a plantar una iglesia en Santo Domingo con cierta característica para una audiencia meta en particular. Y cuando tú comienzas a hablar de esa manera, la gente dice, bueno, pero tú eres como medio elitista. No, porque Pablo le predicó a los judíos y Pedro le predicó, perdón, a los gentiles, y Pedro le predicó a los judíos. Y sabes qué, los misioneros que se van a los Andes tienen a una audiencia meta. ¿Cuál es? los indios de la montaña de los Andes o de la jungla del Amazonas, y eso no es lo mismo que Tim Keller en Manhattan. Hay una audiencia meta que yo necesito considerar, entonces, ¿por qué quiere plantar esta iglesia? Entonces, esa visión es una declaración clara y concisa del objetivo que se quiere alcanzar. Es una declaración clara y precisa, no de cómo lo vamos a hacer, sino de qué queremos desarrollar. Esa es la diferencia. ¿Qué es lo que queremos desarrollar con esta iglesia? Entonces, aquí hay varias preguntas que yo creo que todo plantador debe responderse y que yo me respondí en un momento dado. ¿Por qué plantar otra iglesia? Respuesta, en mi caso, hay un grupo grande en Santo Domingo de personas que tienen cierta educación que nadie la está alcanzando en ese momento y que están tan perdidas como el más rico y como el más pobre. y yo pensé que Dios no estaba llamando. ¿Por qué esta iglesia? ¿Por qué aquí y no en otro lugar? ¿Por qué ahora y no en el futuro? ¿Por qué este líder y no otro? ¿Por qué tú piensas que eres tú y no otro, el plantador? ¿Cuál es tu grupo meta? ¿Por qué ese grupo y no otro grupo? Voy a repetir. ¿Por qué plantar otra iglesia? Una más. ¿Por qué? Número dos. ¿Por qué esta iglesia? ¿Por qué aquí y no en otro lugar? ¿Por qué ahora y no en el futuro? ¿Por qué tú piensas que tú eres el líder de esa iglesia y no otro? ¿Cuál es el grupo meta? ¿Por qué ese grupo y no otro? Entonces eso me va a ayudar a entender cuál es mi visión. La visión tiene que ser clara, tiene que ser concisa. La visión viene de Dios. ¿Por qué Dios está interesado en alcanzar ese grupo? Como Él pone el querer y el hacer, Él hace que gente que vive en el medio de New York se quiera ir a la jungla del Amazonas. Y tú dices, ¿de dónde salió eso? De Dios que pone el querer y el hacer. La visión siempre va a mirar al futuro. de manera que la visión no está conforme con el estatus quo con lo que existe, sino que la visión siempre quiere alcanzar algo hacia lo que está apuntando. Esa visión es un regalo de Dios y es una visión que tiene que ser realista porque hay visioneros y hay soñadores. La diferencia entre un visionero y un soñador es que el soñador nunca acaba de aterrizar. porque él comenzó ahí arriba, el visionero comienza aquí abajo y se eleva entonces. Él ve la necesidad, él ve lo que hay, lo que es disponible, lo que es posible, y él se eleva a ver entonces hacia el futuro, para luego entonces que alguien lo ayude a aterrizar, porque por definición los visioneros no aterrizan muy bien. Pastor, pero eso no está en la Biblia. ¿Ah no? La palabra visión Aparece en la Biblia, pero antes de que aparezca, vamos a ver algunos ejemplos. Adán, sed fecundo y multiplicados, y llenad la tierra y sojuzgadla, ejerced dominio, y no comerás de ese árbol que está ahí Adán. ¿Eso suena como una visión? Adán no se levanta al otro y dice, Eva, no tenemos idea de lo que tenemos que hacer. No, tú me explicaste, tenemos que sojuzgar la tierra, tenemos que ejercer dominio sobre las aves del aire, del campo, sobre los peces del mar, sobre toda la tierra, y tú sabes que Adán, tenemos que multiplicarnos porque somos dos, eso dijo Dios. Abraham, vete de tu tierra y de tu parentela. ¿A dónde? A la tierra que yo te voy a mostrar. Tú puedes ver que siempre ha habido una visión clara de Dios comunicada a Moisés. Dios no se le aparece y dice, Moisés, yo quiero usarte a partir de ahora. Moisés dice, ajá, no me diga. ¿Y cómo? No sé cómo tú quieras, Moisés. No, Moisés, yo soy quien yo soy. Vamos para Egipto. Vamos de regreso a Egipto. Es que allá hay gente que sabe que yo maté a uno. Vamos para Egipto, Moisés. Es que yo no hablo bien, señor. Moisés, para Egipto que vamos. Y Moisés sale para Egipto. ¿Y qué es lo que tú quieres? Yo quiero que mi pueblo salga al desierto. Tú vayas a Carlos, al desierto, para que mi pueblo me sirva, para que mi pueblo adore. ¿Y cómo yo lo voy a hacer? Tú tienes una vara, Moisés. Con esa vara nos vamos. ¿Tú te imaginas? Tú te apareces en Egipto con dos millones de personas. La vara súper milagrosa te va a sacar al desierto. Sí, pero Dios había puesto a trabajar la vara. ¿Se acuerdan? Dios ya le había dado evidencia a Moisés de cuál era su propósito. Si tú lees con cuidado, tú vas a encontrar en el libro del Éxodo que hay un momento que se llama la vara, la vara de Moisés, y un poquito más adelante se llama la vara de Dios. había dejado de ser de Moisés, había pasado a ser posesión de Dios. Los profetas, Dios lo llama a Jaunaz, le dice a Jaunaz, yo tengo una idea extraordinaria, quiero que seas un profeta. ¿A dónde? ¿A dónde tú quieras? No, tú vas a ir a un lugar con una misión específica. Siempre ha habido una visión clara de parte de Dios a sus siervos. Y el libro de proverbios dice en 29.18, donde no hay visión, el pueblo se desenfrena. donde no hay visión, el pueblo se desenfrena. El pueblo necesita saber para dónde vas. Imagínate que tú vas en un autobús manejando y entonces te para en una parada, ¿verdad? Y la gente que está ahí te dice, el chofer, ¿para dónde vas? No sé, pero móntate. Nadie se va a montar. Porque tú no tienes visión, tú no sabes para dónde vas. La más grande visión que tú puedes encontrar en la Biblia es la gran comisión. Rápidamente, escucha. Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra, y pues, y a ser discípulo de todas las naciones, bautizando el nombre del Padre y del Hijo del Espíritu Santo, enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado, y de aquí yo estoy con vosotros hasta el fin del mundo. Escucha ahora bien esa visión dividida en sección. ¿Cuál fue la fuente de autoridad de dicha visión? Cristo. Dos. ¿A dónde vamos? Todas las naciones. ¿Qué vamos a hacer? discípulos y que vamos a enseñar todo lo que yo os he enseñado y cuando comienzo un poco más adelante le dicen cuando venga poder, lo baja el poder, espera un poco y pues señores hasta las naciones enteras todo el mundo y por donde vamos a comenzar en Jerusalén en Judea, en Samaria, y de ahí siguen hasta los confines de la Tierra. ¿Te das cuenta que esta visión es clara, es específica? ¿Qué es lo que hace la visión? Enfoca al líder. ¿Qué voy a hacer, discípulos? La visión mejora la eficacia y la efectividad de lo que se va a hacer. La efectividad tiene que ver con logros, la eficacia tiene que ver con cuánto, cuánta energía voy a invertir para lograr algo. Entonces, ¿dónde comienzo? En Jerusalén, en Judea, en Samaria, hasta los confines de la Tierra. La visión va a motivar y entusiasmar al pueblo de Dios. ¿Cuáles son las garantías de esta visión? Toda autoridad me ha sido dada, número uno. Y número dos, yo voy a estar con vosotros hasta los confines de la tierra. Y hay dos portal libros. Tú puedes ir, tú puedes ir hasta los confines de la tierra porque yo tengo toda autoridad sobre toda potestad y yo te estoy enviando. ¿Y sabes qué? No solamente te digo que tengo toda autoridad, yo voy a estar contigo donde quiera que tú vayas. Tengo garantías. sostiene el ministerio en curso. Tú comienzas en Jerusalén y no te pares hasta que haya alcanzado toda la tierra. Por eso es que todavía estamos enviando misioneros, porque no hemos terminado. Tú comienzas, pero no termina hasta que nos llene toda la tierra. Prové límites. Espera hasta que llegue el poder. Y provee incluso cómo hacerlo. ¿Cómo vamos a ser discípulos, Señor? Tú le enseñas todo lo que yo te he enseñado. Te das cuenta que la Gran Comisión realmente representa una gran visión. Yo tenía, pero ya el tiempo se me ha ido, de manera que voy a ir resumiendo. Yo tenía la visión de la IBI aquí, que yo quería presentarla rápidamente para ver qué fue lo que pensamos, pero voy a evitar eso. Simplemente por interés del tiempo, porque no quiero dejar fuera otras cosas. Número cuatro, tú necesitas valores no negociables. Valores no negociables son principios bíblicos que te permiten desarrollar la iglesia. Principios bíblicos. de acuerdo a una filosofía ministerial bíblica que sea conforme con la visión que tú tienes para esa iglesia. Son principios bíblicos que te permiten desarrollar una visión ministerial bíblica o una filosofía ministerial bíblica que vaya conforme a la visión. Sirven de marcadores. A los cinco años de tú plantar la iglesia, tú debes decir, ok, con relación a estos valores no negociables, ¿dónde estamos nosotros? Ah, dijimos que queríamos fortalecer los matrimonios, por ejemplo, como parte de nuestra filosofía ministerial para el desarrollo de la iglesia, pero no hemos hecho nada para los matrimonios. Ups. Los marcadores te sirven para evaluar tu propia visión. Y la manera como hacemos el ministerio debe reflejar los valores. Si dijimos que esto es un valor no negociable, a la hora de hacer el ministerio, eso debe reflejar mis valores. Si no, alguien tiene que venir y decir, pastor, mire, este valor que usted dice aquí que es importante para la iglesia, yo no lo veo. Entonces, tú debes responder a eso. Los valores protegen la iglesia. Entonces yo te voy a decir rápidamente, porque no tengo el tiempo para detallarlo, nosotros elegimos 15 valores no negociables que tenían que estar reflejados en la filosofía ministerial de la iglesia y que nos sirvieran a nosotros para saber si estamos en curso o no estamos en curso. Número uno, conocer, amar y glorificar a Dios. Eso debe salir en las enseñanzas, debe salir del púlpito, conocer, amar y glorificar a Dios. Número dos, su palabra como máxima autoridad. Número tres, adoración cristocéntrica y bíblicamente informada. No queremos un emocionalismo. Queremos algo que si va a mover tus emociones, sea porque la información bíblica la ha movido y que sea cristocéntrica. Número cuatro, distinción entre lo ordinario del hombre y lo extraordinario de Dios. Es una línea muy fina. Pero el hombre necesita, yo estoy convencido de esto, el hombre necesita recordatorios visibles de que hay una diferencia entre lo mundanal de esta tierra, y cuando digo mundanal me refiero a todo lo que es de esta tierra, no necesariamente aquello que es altamente pecaminoso, por eso no dije mundano, sino lo mundanal y aquello que es especial, aquello que es sagrado. Nota que yo no vine en pantalones cortos, en chancleta y en camiseta a predicar la palabra. ¿Cierto? Porque eso no representa lo que yo estoy haciendo aquí. El hombre necesita recordatorios visibles de lo que es lo extraordinario de Dios. Liderazgo maduro, llamado, equipado y utilizado conforme adonas. utilizado conforme a donde nosotros, la persona que es el pastor ejecutivo de nosotros hoy en día, en un principio lo pusimos como pastor de jóvenes y él lideró un grupo por un año y entonces un grupo de adolescentes y entonces al final de ese año yo me reuní con él, le pregunté, le decimos Chacho de apodo, Chacho, ¿cómo te fue en este año con tu grupo? Bueno Miguel, si esto hay que seguirlo haciendo, yo lo hago, pero esto no es mi llamado. Y yo le digo, yo estoy de acuerdo contigo. Y entonces, ¿qué vamos a hacer? Nada, cerramos el grupo. ¿Y qué le vamos a decir a los padres? Que tú no tienes el llamado y no tenemos otra gente con el llamado. Y lo cerramos. Cuatro años. No había nadie con ese llamado, con ese interés, con esa pasión. Al quinto año apareció la persona que es el pastor de jóvenes de nosotros en la iglesia. La iglesia debe tener un enfoque misional. Misional y misionero son dos cosas distintas. Misional es un interés en impactar la comunidad alrededor. No voy a detallar cómo nosotros hemos tratado de hacer eso. Discipulado multidimensional. ¿A qué queremos decir con eso? Porque tú me enseñas doctrina, ya yo no estoy disipulado con eso. Eso es un disipulado doctrinal. Yo estoy casado, ¿y cómo? Yo no sé ser un esposo bíblico. Bueno, tú tienes que liderar. Sí, pero alguien que me enseñe, porque yo lo único que sé es doctrina. Tú eres una esposa, pero eso no dice que tú sabes ser una esposa, ayuda idónea, bíblica. Alguien tiene que enseñarte. Si vamos a formar líderes, alguien tiene que disipularme como líder. Entonces nosotros tenemos un grupo que yo escojo cada 12 o 18 meses, más o menos, y hacemos un grupo pequeño de 12, 14 personas, 10, dependiendo del grupo, y lo disipulamos como líder. Esto es lo que implica ser un líder espiritual. Entonces eso es disipulado multidimensional. Vida es cambiada como la única medida del éxito. IVI ha crecido, pero el crecimiento de IVI no es la medida del éxito. Nosotros pasamos de un local pequeño a un local más grande, a un local ultra grande. Es una medida del éxito en sí mismo. Hay iglesias llenas de inconversos más grandes que nosotros, muchas veces. La única medida del éxito es vidas cambiadas, porque eso solamente lo puede hacer Dios. Todo lo demás yo lo puedo hacer sin la ayuda de Dios. Yo puedo predicar sin la ayuda de Dios, yo puedo enseñar sin la ayuda de Dios, yo puedo celebrar comunión sin la ayuda de Dios, yo puedo bautizar sin la ayuda de Dios, pero vidas cambiadas solamente lo hace Dios. El carácter más importante que el talento. Fulano canta muy bien, sí, pero no tiene carácter. Pero que él toque el piano como nadie más, sí, pero que desarrolle el carácter primero. Es más fácil afinar el piano y las cuerdas vocales que el corazón del individuo. Él necesita un corazón afinado. El carácter es más importante que el talento. La excelencia honra a Dios, de manera que todo lo que vayamos a hacer, nosotros queremos hacerlo excelentemente. Eso no implica que yo lo voy a hacer mejor que todas las demás iglesias. No, eso implica la excelencia, que yo voy a hacer lo mejor que yo puedo cada vez que yo voy a hacer algo. ¿Por qué? Porque a mí me han llamado de las tinieblas a su lugar admirable para reflejar las excelencias de aquel que me llamó justamente. Y nuestro Dios es un Dios de excelencia. Tiene que haber un compromiso con una visión común. Hermanos, si tú invitas a alguien a formar parte del equipo pastoral que no compra la visión de la iglesia local, tú acabas de invitar un gran problema. Porque es tener un carro de cuatro ruedas y una goma pichada. Decimos pichada, nosotros decimos desinflada. Entonces, la iglesia va caminando así. Porque hay alguien que no está contigo en la misma página. Entonces, se tiene que conocer la visión y no asumas de que, bueno, cuando él madure, él va a abrazar la visión. No, no va a abrazar la visión. Tiene que abrazarla antes de él asumir el equipo, hacerse parte del equipo. Amar al prójimo, perdón incondicional, fortalecimiento del núcleo familiar. Esos fueron nuestros valores. Y en la medida que la Iglesia ha ido avanzando hemos ido diciendo que cómo estamos aquí, cómo estamos ahí. Eso no lo podemos hacer porque vamos a ocupar tanto la familia que la familia no va a tener tiempo de pasar tiempo juntas. Entonces vamos a tener que quitar eso, quitar esto y ver cómo lo hacemos de otra manera. Entonces, son valores que sirven de marcadores para ver cómo va tu misión. Cuando tú enseñas esos valores de múltiples maneras, en ocasiones tú estás predicando, estás predicando acerca de la integridad y le recuerdas, por eso dijimos que el carácter es más importante que el talento, que es uno de nuestros valores no negociables. Ya lo recordé. En otra ocasión, tú estás organizando algo y dices, recordemos que esto tenemos que hacerlo con excelencia, porque eso es uno de nuestros valores no negociables. Tú lo enseña en el curso de Premio en Brescia, tú lo enseña desde el púlpito, tú lo enseña en conversaciones cotidianas, tú lo enseña cuando hace un curso para el diariasco, tú lo enseña en consejería. Fulana, ¿sabes qué? Recuerda que para nosotros lo más importante es que tú conozca y ama y glorifique a Dios. Tú puedes tener esto, tú puedes tener aquello, pero si eso no se está dando en tu vida o en tu matrimonio, entonces está fuera de lo que la palabra llama y fuera incluso de lo que son nuestros valores no negociables. Ah sí, Pato, ahora me acuerdo. Entonces, tú enseña tus valores no negociables todo el tiempo. Diferentes dones y talentos, ¿por qué? Porque, recuerda que la función es equipar a los santos para que hagan la obra del ministerio, y para equipar a los santos tú vas a tener que equipar gente justamente que tiene diferentes dones y talentos para que puedan contribuir a enriquecer el ministerio. Y tiene que haber, y voy a concluir ahí porque ya me pasé de la hora, personas con interés en los perdidos. ¿Cómo invocarán a aquel en quien no han creído? ¿Cómo creerán en aquel en quien no han oído? ¿Cómo irán sin saber quién les predique? ¿Cómo predicarán si no son enviados? Tal como está escrito, cuán hermosos son los pies de los que anuncian el Evangelio del Bien. Tiene que haber alguien con esa pasión. Entre nosotros está Felipe. Felipe era el pastor de misiones de nosotros, que hoy está representando a Soden aquí entre nosotros. En un momento dado él era el pastor de misiones, el encargado del ministerio de las cárceles, todo aquello que era sin muros, más allá de nuestras cuatro paredes. Cuando Felipe se me acercó la primera vez, Felipe quería estar en las cárceles todo el tiempo. Felipe se levantaba comiendo cárcel, se acostaba comiendo cárcel. Tú necesitas identificar cuáles son los dones y talentos de estas personas, sus llamados, y colocarlo para que sirva en el lugar donde Dios lo ha llamado. No hay nada más drenante que servir fuera de tus dones, talentos y llamados. Eso es pesado. Eso es cansón, eso es drenante. Y no hay nada más energizante que servir donde tu don y tu llamado y tu talento están. Porque eso es algo que Dios te ha dado de tal manera que cuando tú lo pones en ejercicio, tú sientes la complacencia de Dios. Recuerda la historia de Eric Little en aquella famosa película Chariots of Fire o Carros de Fuego. Él era un corredor olímpico y su hermana Jenny quería que él se fuera a las misiones en China. Y entonces, le dicen un momento dado Jenny, Jenny Dios tiene un plan maravilloso para mí en las misiones pero Dios también me ha hecho rápido y cuando yo corro yo siento su placer I feel his pleasure Cuando tú tienes un don y un talento y lo pones en ejercicio y lo haces para la gloria de Dios, tú sientes el placer de Dios, la complacencia de Dios sobre tu vida. Y no hay nada que te energice más que ese sentido de complacencia de Dios sobre ti. Porque está poniendo en ejercicio algo que Él te dio para que con eso tú lo glorifiques. Eso nos da una idea de cosas a considerar y reflexionar y ahorita seguro en el tiempo de preguntas y respuestas hablaremos un poco más acerca de plantaciones de iglesia, nuevas iglesias, cómo sirven, lo que hacen, el equipo plantador, el plantador en sí, cómo orar, qué esperar y todo lo demás. Padre, gracias por la reflexión práctica de cómo plantar nuevas iglesias. Nosotros no lo conocemos todo, Probablemente no conocemos ni la mayoría, pero tú que sí lo conoces todo, ayúdanos a seguir reflexionando juntos para que Barcelona, para que España, para que Europa, para que las naciones puedan disfrutar de nuevas iglesias plantadas por la iniciativa tuya. Porque tú dijiste claramente que nosotros somos hechura suya, creados en Cristo Jesús. Para hacer obras que son de nuestra invención, no. Obras que tú preparaste de antemano para que anduviéramos en ellas. Ayúdanos a andar en las iglesias que tú has preparado de antemano para la gloria de tu nombre en Cristo Jesús.
Sesión III: La Iglesia local y la plantación de nuevas iglesias
Series 9Marks Barcelona 2015
Sermon ID | 11191543474 |
Duration | 1:16:12 |
Date | |
Category | Conference |
Language | Spanish |
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