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Versículo 13. La Biblia dice, y Cristo está dando lo que se conoce comúnmente como el sermón del monte. El sermón del monte. La Biblia dice, versículo 13, Mateo 7, 13, hermanos. Entrad por la puerta estrecha, porque ancha es la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella. Porque estrecha la puerta y angosta el camino que lleva la vida y pocos son los que la hallan. Guardado de los falsos profetas que vienen a vosotros con vestido de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los abrojos? Así todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da malos frutos. No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. Todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado en el fuego. Así que, por sus frutos los conoceréis. No todo el que me dice Señor, Señor entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán aquel día Señor, Señor no profetizamos en tu nombre, en tu nombre echamos fuera demonios, en tu nombre hicimos muchos milagros. Y entonces les declararé, les declararé, nunca os conocí, apartaos de mí, hacedores de maldad. Hermanos, aquí hayamos un pasaje dado por nuestro Señor Jesucristo para marcar contrastando la diferencia entre los verdaderos salvos de Dios y los que aparenten ser salvos y no lo son. Aquí, hermanos, vemos la distinción marcada por nuestro Señor Jesucristo entre una persona que es de verdad de Dios y la persona que no es. de Dios. Ahora yo quiero que veamos brevemente, hermanos, cómo Cristo hace aquí el contraste. Y es interesante notar, no son pocos contrastes, son muchos. Aquí Cristo habla de la puerta estrecha y habla a la vez de la puerta ancha. Cristo habla del camino angosto y habla del camino espacioso. Cristo habla de dos destinos, la vida eterna y a la vez la perdición eterna. Cristo habla de los pocos, pocos serán los que alcanzarán la vida eterna. Y dice, muchos son los que entrarán por el camino espacioso. En el segundo aspecto de la lectura del mensaje de nuestro Señor, hallamos el buen árbol y el árbol malo. Hallamos frutos buenos y frutos malos. Hallamos, hermanos, los que serán cortados y quemados, y los que estarán de pie y vivos delante de Dios. En el aspecto siguiente de esta porción, Cristo habla de dos clases de personas. Los que profesan, los que son profesantes de Cristo y los que hacen la voluntad de Dios. Este Cristo contrasta aquí también diciendo Que hay unos que son justificados por sus obras, su servicio y por mérito propio. Y hay otros que son justificados por la fe en Cristo Jesús. Aquí menciona que hay unos, hermanos, los salvos son conocidos por Cristo. Y vemos que los no salvos son desconocidos. Cristo. Vemos hermanos que ya este los desconocidos serán apartados y echados al lago este este al lago de fuego este este sacado de la presencia de Dios y ya vemos hermano este con un pasaje paralelo que los salvos serán recibidos en el gozo de su Señor El último aspecto de este mensaje, hermanos, el Señor Jesucristo distingue entre el hombre prudente y el hombre insensato. Entre los oyadores de la palabra de Dios y los rechazantes de la palabra de Dios. Cristo aquí habla de aquellos inconversos que serán aplastados y arruinados mientras los redimidos por Dios serán, estarán, serán seguros y salvos para siempre Es interesante, ¿verdad? Trazar todo el pasaje y ver, hermanos, que no son enseñanzas no relacionadas, pero hay un tema aquí, hermano. Hay un hilo aquí. Cristo ya nos quiere enseñar, mostrar algo por medio de esta porción, por medio del sermón de monte, aquí por el pasaje de Mateo capítulo 7. Y hermano, yo alcanzo a ver que Dios nos quiere hacer entender la distinción que existe. Y no es una distinción, hermano, nada más verbal. Claro, no es una distinción carnal, ¿verdad? Hay salvos por Dios, hay altos, y hay gordos, y hay chaparritos, y hay flacos, y hay discapacitados, y hombres de gran capacidad, de todo nivel socioeconómico, de todas las razas, de todos los pueblos del mundo, hermano. La distinción no es física. La distinción no es carnal. Pero la distinción Cristo la marca aquí con claridad, hermanos, para que ya nosotros conozcamos nuestra verdadera condición espiritual y a la vez, hermano, podamos servir, predicar, ministrar la palabra a los demás que están fuera. Vivimos en días de mucha confusión, hermanos. Ahora en esta ciudad por todos lados hay personas que se dicen cristianos. Pero saben una cosa hermano, nuestro pueblo no se ha mejorado. Nuestra ciudad no se ha levantado. Nuestra ciudad no ha sentido la presencia, el conocimiento de Dios, un cambio, un trastorno como hubo en el primer siglo hermanos. Me hace pensar hermanos que hay muchos De hecho en lo que Cristo dice Hay muchos que son y viven engañados Y serán engañados hasta el último día del juicio Ahora, si Dios usa este mensaje para despertarnos, para hacernos huir de la ira venidera, hacernos huir, hermano, del engaño, de la mentira, de la religiosidad, de la hipocresía, de la apariencia de la piedad sin conocer la eficacia de ella. Hermano, este mensaje habrá alcanzado ya su meta. En primer lugar, en versículos 13 y 14, hermanos, hallamos la distinción entre el pueblo salvo de Dios y el pueblo no salvo por Dios por cómo la persona ande. hermano, usted está diciendo que somos salvos por lo que hagamos? Lo contrario. Lo que estoy manifestando, hermano, que la verdadera salvación, la verdadera fe en Cristo, el verdadero arrepentimiento, la obra de la regeneración del Espíritu Santo, produce un caminar distinto y diferente de lo que antes vivimos. Sí. Ahora, hermanos, fíjense lo que dice aquí. Cristo habla de la puerta estrecha. La puerta estrecha. Y entre todo el mundo evangélico, hermano, en este punto estaríamos de acuerdo, yo creo. Porque sabemos nosotros que esta puerta estrecha, esta puerta única, esta puerta exclusiva es nuestro Señor Jesucristo. Como estudiamos en la clase de la mañana, hermano, el tabernáculo solamente tenía una entrada. Para llegar a Dios, hermano, uno tenía que haber entrado solamente por la entrada manifestada, diseñada, determinada por Dios. No hay dos caminos, no hay dos entradas, no hay tres entradas. Y les pregunté a los pequeños, si uno no quisiera andar hasta el lado oriente y quisiera brincar la cerca del lado occidental, ¿qué hubiera sido? Cristo dice, ¿verdad? ¿Hubiera sido ladrón? ¿Y qué dice ladrón y qué? Este, este, este, ¿qué dice? Hortador, ajá, hortador y ladrón. Es decir, hermano, uno ya ahí en Juan capítulo 10, ahí dice, este, que el que no entra por la puerta, este, ¿qué dice? No, no me oye, no, no, no me convence, no me convence, pues, este. sino que el que sube por otra parte es ladrón y salteador, dice. Es ladrón y salteador. Gracias. Es ladrón y salteador. Entonces, hermano, todo el mundo evangélico aquí en Oaxaca está dispuesto a reconocer que la puerta estrecha es nuestro Cristo. Él es la puerta y el que por él entrar será salvo, dice Juan capítulo 10, versículo número 9. no hay salvación en ningún hombre otro no hay otro nombre bajo los cielos dado a los hombres en que podamos ser salvos dice la palabra de Dios hermanos La puerta es Cristo, pero sabe lo que el mundo, el mundo evangélico nos reconoce hermano, que ya junto con la puerta estrecha, junto con la puerta reducida, la puerta única de nuestro Señor Jesucristo por su muerte, por su sufrimiento, por su resurrección, dice hermano hay, hay puerta, este, hay puerta estrecha y a la vez dice hermano que hay un camino angosto. Muchos hoy en día están dispuestos a reconocer Cristo si a la puerta y si entro por Cristo seré salvo pero hermano dice Cristo hay una entrada y hay un camino en que debemos andar hermano no es el camino fácil no es el camino carnal no es el camino mundano no es el camino hermano de la libertinaje es el camino hermanos este este no muy transitado No dice allí, pocos son los que la hallan. Es un camino hermano no muy común, no muy popular, no muy agradable la carne. El hombre muchas veces ya se burla de este camino angosto marcado por nuestro Señor. Y quiero decirles hermanos, Si uno entra por la puerta estrecha y no camina en el camino angosto, se engaña, no se salva, últimamente se perderá. Es lo que Cristo está enseñando. ¿Qué es el camino estrecho? ¿Qué es el camino estrecho, hermanos? En primer lugar, hermanos, es el camino del arrepentimiento del quebrantamiento y del apartamiento del pecado. El primer aspecto hermano del camino angosto que marca nuestro Señor es un camino en el cual cada quien se juzga conforme la palabra de Dios poniéndose de acuerdo con Dios en cuanto a su maldad, en cuanto a su vicio, en cuanto a su iniquidad, en cuanto a su pecado y uno ya hermano se humilla a este bajo la mano poderosa de Dios reconociendo Señor vila La Biblia dice hermano que el arrepentimiento es acompañado de entristecimiento El gozo de la vida cristiana no se encuentra en el momento de la conversión hermano El gozo es el fruto del Espíritu Santo, ¿se acuerdan? Más el fruto del Espíritu es amor, gozo dicen hermanos nosotros hallamos a cristo a través del corazón humillado el corazón contrito a través de este del arrepentimiento y quebrantamiento delante de él qué camino es hermano es el camino de la autonegación El camino de seguir en pos de Cristo, gracias hermano. El camino de seguir en pos de Cristo, escucha lo que dice la Biblia hermano, dice que tenemos que negarnos a nosotros mismos y seguir a Él. Tenemos que dejar a un lado nuestros deseos, nuestra disposición, nuestra voluntad, nuestros anhelos, nuestros sueños. Este hermano, lo que nosotros queramos en esta vida, tenemos que renunciarlo y necesitamos amegadamente seguir en pos de Cristo. Es el camino de la crucifixión de la carne y sus pasiones. El camino angosto, hermano, es la crucifixión de la carne. Es hacer morir lo carnal en nosotros. No es obedecer las concupiscencias, los deseos canales y complacer nuestro cuerpo, nuestros ojos, nuestra boca, nuestro vientre, nuestras concupiscencias jamás. la biblia habla hermano de una vida en el cual seguir a cristo es la crucifixión de la carne y sus pasiones como lo dice el apóstol el apóstol pablo hermano yo leo en gálatas capítulo 5 Galatías capítulo 5 pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos capítulo 6 14 pero lejos esté de mí gloriarme sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo porque en el mundo me es crucificado a mí y yo al mundo. Vayamos, por favor, Colosenses, hermanos, Colosenses capítulo número 3. Colosenses capítulo tres, versículo número uno. HACER MORIR pues lo terrenal en vosotros fornicación impureza pasiones desordenadas malos deseos y avaricia que es idolatría cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia entonces hermanos ya este camino este en camino angosto hermano es un camino de crucifixión estamos haciendo morir cada día por el Espíritu Santo por la obra de Dios en nosotros La obra interna divina en nosotros hermanos Estamos haciendo morir, reconociéndonos Como dice Pablo en Romanos 6 Considerados muertos al pecado Ese es el camino estrecho, el camino angosto hermanos ¿Qué camino es? Es camino de arrepentimiento quebrantamiento y apartamiento del pecado es camino de la auto humillación es camino de la auto negación es camino de la crucifixión de la carne y sus pasiones número siguiente es camino de obediencia plena del corazón hermanos que dice cristo puede ser más claro si me amáis Guardar mis mandamientos. El que tiene mis mandamientos los guarda. Ese me amará. Este dice el Señor Jesucristo. Hermanos, el amor no es de labios, el amor es de hecho y en verdad. Y estamos viendo aquí hermano que el pueblo de Dios se distingue del pueblo falso por su plena obediencia a la palabra revelada de nuestro Dios. Dios nunca dirige hermano en contra de su palabra. Él siempre hace todo en conformidad de acuerdo con su propia palabra. ¿Puede el cristiano, este hermano, desobedecer a Dios? Claro. No estamos aquí predicando una perfección absoluta en esta vida, hermano. En la vida venidera, seremos semejantes a Cristo. Ya cuando lo veamos, este, tal como Él es. Pero la Biblia dice, hermano, que nuestra vida se caracteriza, es decir, es la costumbre, es la norma, este, del verdadero cristiano desear y hacer Obedecer a Dios. Hermanos, es el camino de santidad. Es el camino de santidad, sin la cual nadie verá al Señor. hermanos la santidad es la conformidad en la imagen la persona de cristo es volverse como dios no volverse dios es volverse como dios es reflejar su gloria la santidad se manifiesta hermano en la pureza de corazón la pureza de vida se manifiesta hermano este en el amor hacia dios el amor hacia cristo el amor hacia la palabra el amor hacia la comunión con dios La santidad es interna y a la vez externa. Vayamos, por favor, segundo los corintios. Segundo los corintios. Capítulos este primeros corintios, perdón, primeros corintios, capítulo seis. Versículo 19, versículo 20, hermanos, dice, ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo. Acuérdese lo que vimos hermano Dios no vive en templos hechos por manos humanas es lo que escuchamos el domingo aquí dice ignoráis que vuestro cuerpo es el templo del Espíritu Santo el cual está en vosotros el cual tenéis de Dios y que no sois vuestros Porque habéis sido comprados por precio, glorificar pues a Dios en vuestro cuerpo, en vuestro espíritu, los cuales son de Dios. Hermano, para ser santos, escuchen bien, para ser santos tenemos que glorificar a Dios en nuestro espíritu. Ahora, un espíritu santo, ¿cómo es? Es un espíritu confiado en Dios. Un espíritu manso, humilde. Un espíritu gozoso, regocijante. Es un espíritu, hermanos, de paciencia, de mansedumbre, de gratitud, de perseverancia. Hermanos, nuestro espíritu debe reflejar el fruto del Espíritu Santo. ¿Y qué es el fruto? El amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza. Contra tales cosas no hay ley, hermanos. Si yo voy a glorificar a Dios en espíritu, hermanos. Hermanos, es importante que tengamos un espíritu glorificante a Cristo. ¿Verdad? Muchas veces perdemos control de nuestro espíritu. Demasiadas veces la frustración, la impaciencia, el enojo, Pero hermano, no se dice solamente glorificar a Dios en nuestro espíritu, dice también en nuestro cuerpo. El cuerpo no es suyo. Yo les enseño a mis hijos, ellos no tienen libertad para hacer con su cuerpo. Muchos agarran su pluma, ¿verdad? ¿Cuál es el número telefónico? Lo hemos hecho todos, yo creo, en un tiempo. Por la flojera, la conveniencia. Pero ¿quién te dio permiso para estar escribiendo en tu piel? ¿Tenemos nosotros libertad con este cuerpo para hacer con él lo que queramos nosotros? Y luego uno ya está perforando su nariz. Su lengua. ¿Cómo se siente eso con la lengua perforada? Otras partes del cuerpo. Pues me han comentado que no hay parte que no haya sido perforada por uno u otro. ¿Qué nos dio esta libertad? Hermanos, no tenemos libertad con nuestro cuerpo. Nosotros no podemos entrar en un acto sexual o presexual. Hermano, no todo acto es el sexo, pero hay muchos actos presexuales que conducen al sexo. No tenemos la libertad para andar así. Ni en los actos presexuales ni en el acto de sexo. Es decir, hermano, este cuerpo no es mío, no es suyo. Hermanos, Dios tiene que ser glorificado con nuestro cuerpo. ¿Cómo vestirlo? ¿Cómo lo vestimos? ¿Cómo lo cubrimos o falta de cubrirlo? ¿Cómo actuamos en Él? Sí. Hermanos, este, hay muchas cosas que se hacen, que se hacen como si no tuviera ningún efecto, no le afectara el hombre en ninguna manera. La forma de hablar, la forma de caminar, La forma de mover el cuerpo. Hermanos, hacer las cosas en una forma provocativa. Así dice, provocativa. Es pecado. ¿Sabes, hermano? Este cuerpo me ha sido prestado durante mi vida. ¿Para qué? Glorificar a Dios. Vivir en santidad. Usarlo en los propósitos de Dios, hermano, sin mancharlo, sin perjudicarlo, sin hacerle daño. Entonces, el camino está bien marcado aquí, ¿verdad? Hay muchos que dicen, hermano, yo entré por Cristo, ya invité a Cristo, ya, hermano, hice mi oración, ya, el Cristo es mi Salvador. ¿Cómo andas en el camino estrecho? Entraste por el camino correcto, pero ¿cómo andas en el camino angosto? ¿Hay testimonio pleno que de verdad entraste por Cristo? Amén. Sabe lo que Mateo 7 dice hermanos El que no entra por la puerta Y no camina en el camino angosto Jamás hallará la vida eterna Les voy a decir una cosa más El que entra por la puerta angosta Por la puerta estrecha Y no camina por el camino angosto Jamás hallará la vida eterna La Biblia dice hermano, entramos por la puerta estrecha y a la vez por el camino angosto. Versículo 14, porque estrecha es la puerta y angosto el camino que lleva la vida y pocos son los que la hallan. Número dos, hermanos, el versículo 15 al 20, el Señor Jesucristo nos hace ver la distinción entre los salvos y los no salvos, los falsos, hermano, por los frutos que lleven. Ajá. Por los frutos, hermanos. No es solamente por Como entra uno y camina uno, ¿cuál es el fruto de la vida? La Biblia no habla aquí nada de cantidad de fruto, hermano. No habla de un almundo, o dos almudas, o de un bulto, o de una camionetita, o una camionetota, o un tórton, o un tractor-trailer. No habla de la cantidad. Pero la Biblia si habla de la calidad del fruto. Y hermanos, aquí se distingue entre el verdadero salvo y el inconverso por el fruto que de en su vida. ¿Cuál es el fruto de su vida? Hermanos, La Biblia dice, guardado de los falsos profetas que vienen a vosotros con vestido de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uva de los espinos o higo de los abrojos? Así todo buen árbol da buenos frutos. El árbol malo da frutos malos. No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. Todo árbol que no da buen fruto es cortado, echado en el fuego. Así que por sus frutos los conoceréis. Entonces, hermano, Cristo inicia la enseñanza diciendo 16 Por sus frutos los conoceréis. Y termina ese párrafo diciendo Así que por sus frutos los conoceréis. Entonces, ¿cuál es el énfasis? ¿Qué es lo que el Señor quiere que aprendamos aquí, hermano? Que el árbol se conoce por su fruto. La semana pasada de regreso de la sierra, mi huateca, dejé a mi hermano en el centro de Jutla, el día de plaza, el jueves, y fuimos a tomar un tamalito, como ya les había comentado. Y hermanos, de salida ya les dije a mis hijos que me acompañaron, Bertito y Ruth, yo quiero comprar una matita ahí en el mercado. Pues entrando vi una mata bien cargada de limones. Y en nuestra casa se come bastante limón, tanto en agua como en la comida normal. Pues pensé, ya, esa árbol ya se ve muy saludable, muy cargado, lo voy a llevar. Ya tuve que regatear un rato con la señora. Fui a buscar por otro lado. Al fin ya compre dos aguacates y regresé y compre el limón y llegué a mi casa. Pero hermano, los dos árboles, las dos clases de árboles se distinguen por su fruto. No hay confusión en ninguna manera. Es decir, decidimos sembrar en un lugar los dos aguacates y la mata de limón y no tuvimos dificultad en discernir la uno del otro. La Biblia dice, hermano, el buen árbol no puede dar malos frutos. Como el mal árbol, el árbol malo no puede dar frutos buenos. ¿Y sabe lo que aquí la enseñanza espiritual para nosotros hermano? El verdadero cristiano se distingue por el fruto espiritual que tenga en su vida. Ahora no estoy diciendo hermanos que en un huerto uno tiene un huerto de naranja y las naranjas dan muy bonito y de entre uno y otro debe haber uno picado, uno maltratado, uno caído, uno machucado, uno seco, pero en cuanto la mayoría en cuanto la el huerto en sí en su totalidad hermano este uno reconoce mire estas árboles son buenos por el y por lo tanto sus frutos son buenos y así es la vida cristiana hermanos No estoy diciendo que el cristiano no peque, que no haga nada en contra de la voluntad de Dios hermano, pero si uno estudia, si uno analiza, si uno ya observa la corriente de su vida, es una vida hermano de amor hacia Cristo, amor hacia la palabra de Dios, servicio al Señor, es decir, el fruto es bueno si es de verdad, si en verdad es de Cristo. Ahora, si el fruto es muy diferente, si el fruto es ya el puro pecar, una vida secreta, una vida de pornografía, una vida de libertinaje, una vida de mundanidad, una vida de placeres, una vida de inconstancias constantes. En cuanto a lo espiritual, entonces, ¿qué es lo que tenemos que decir conforme a lo que está manifestado aquí? El árbol no es bueno. Es árbol malo. Porque el árbol malo no puede dar frutos buenos. ¿Cuál es el fin de todo árbol sin fruto? ¿Cuál es el fin de toda vida sin fruto espiritual, sin evidencia de una plena conversión? La Biblia dice que todo árbol sin frutos o con frutos malos será cortado y echado al lago que arde con fuego y asufre. No es la palabra de hermano Alberto, es la palabra de Dios. Vayamos a Mateo capítulo 3, hermanos. Mateo capítulo 3, versículo número 10. Mateo 3, versículo 10. Ya también el hacha está puesta en la raíz de los árboles. Por tanto, todo árbol que no da buen fruto es cortado, echado en el fuego. Uno dice, pero hermano, si no tiene frutos, si no tiene frutos, hermano, es decir, no se dice ni fruto malo ni fruto bueno. Vayamos a Lucas capítulo 13, hermano. Y el Señor nos enseña, sin fruto el árbol será maldecido. Lucas capítulo número 13. versículo 6 dijo también esta palabra tenía un hombre una higuera plantada en su viña vino a buscar fruto en ella y no lo halló y dijo al viñador aquí hace tres años que vengo a buscar fruto en esta higuera no lo halló cortala para que utiliza también la tierra él entonces respondió le dijo señor déjala todavía este año hasta que yo cabe alrededor de ella y la abone y si tiene fruto bien y si no La cortarás después. El Señor Jesucristo dice en Juan capítulo 15 versículo 6 hermanos. Escuchen bien lo que dice. El que en mí no permanece. El que en mí no lleva frutos será echado fuera como pámpano y se secará y lo recogen y los echan en el fuego y arden. Ustedes que profesen conocer a Dios con sus labios y no tienen frutos buenos en su vida, frutos para la gloria de Dios, frutos para evidencias plenas de una conversión a Cristo, de amar a Cristo con todo su corazón. Ustedes están en peligro. ¿Qué dice la palabra de Dios? Los sin buenos frutos serán cortados y echados en el lago y es el infierno. Finalmente, hermanos, en Mateo capítulo 17, Mateo 7, perdón, hallamos la distinción entre los salvos y los falsos según la esperanza que tengan. Uno, por el camino en que ande. Número dos, por los frutos que lleve. Y aquí dice, hermano, por La esperanza que tenga. Dice nuestro Señor 21, no todo el que me dice Señor, Señor entrará en el reino de los cielos, sino que el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día, Señor, Señor, no profetizamos en tu nombre, en tu nombre echamos fuera el demonio, en tu nombre hicimos muchos milagros y en todos les declararé. Nunca os conocí, apartaos de mí, hacedores de maldad. ¿Sabe lo que estamos viendo aquí hermano? Esta es la escena que presenciaremos nosotros que somos salvos por gracia. Cuando los pentecosteses, los carismáticos con los todo grupos evangélicos hermano que se basen en las experiencias este terrenales este como esperanza para su fe. La Biblia dice hermano ellos un día serán rechazados por Dios. Dice, muchos me darán. Muchos. Muchos me darán aquel día, Señor, Señor. Están allí delante del Señor. Esperando su entrada, esperando el paso, esperando ya reunirse con todos los santos en la gloria. Y Cristo dice, este, este, ¿y por qué? ¿Por qué van a entrar aquí? ¿Quiénes son ustedes? ¿Por qué se acercan aquí? Oh Señor, mire Señor ya, en tu nombre, hemos profetizado en tu nombre, en tu nombre hemos echado fuera demonios, en tu nombre hicimos muchos milagros. Y uno que hace así en Oaxaca, hermano, es estimado como un gran siervo de Dios hoy en día. La gente dijo, ¡ay, qué hombre de gran fe! ¡Oh, qué hombre con el poder de Dios! ¡Oh, qué hombre ya cercano a Dios! Fíjense. ¿Cuántos se pusieron admirados de estos? ¿Predicadores? echando fuera demonios haciendo hacedora de milagros no nos engañemos hermanos no toda obra sobrenatural es obra divina no toda sanidad hermanos es sanidad dada por Dios Dice, Señor, aquí estamos. Oh, Señor, qué tal fieles éramos ahí en la tierra, Señor. Éramos o fuimos. Éramos en la tierra, Señor, corriendo de un pueblo a otro pueblo, por la sierra sufriendo, Señor. Quemándonos bajo el sol, Señor. Ya padeciendo necesidad, a veces hambriento, Señor. Pero íbamos predicando tu palabra. Y Señor, cuando nos encontramos con personas endemoniados, Señor, echamos fuera demonios aún en tu nombre, Señor. Y no hace falta, Señor, ya. Allí hicimos muchos milagros en tu nombre. Es decir, bendecimos a muchos, echamos la mano a muchos, Señor, ya. Hicimos cosas más allá de la comprensión humana. ¿Y qué les dirá el Señor? ¡Oh, obreros fieles! ¡Obreros tan dignos! ¡Obreros ya bendecidos! No. El Señor Jesucristo les dirá, dice, apartaos de mí. Dice, nunca os conocí, apartaos de mí, hacedores de maldad. Este pasaje confunde a muchos. ¿Cómo es posible que un predicador, un evangelista, un echador fuera de demonios y un hacedor milagro que se pierda, hermano? ¿Cómo puede ser? Y ahí es donde se entiende, hermano, la verdadera esperanza de cada uno. Yo leyendo este pasaje digo claro Cristo no tiene otra opción que decirles apartados de mí. ¿Sabe por qué? Porque nadie puede entrar en la presencia de Dios por mérito propio, por obra meritoria, por lo que haga aquí en la tierra. aquí hayamos hermano ellos decían con la boca somos de cristo señor señor pero ellos aún confiaban tenían su esperanza en las obras que ellos hicieron si me están escuchando la biblia dice hermano no es por obra para que nadie se gloríe El católico no tiene respuesta para lo que dice aquí. Entonces, ¿cuál es la esperanza correcta? Presentándose uno delante de Dios. Estoy caminando. Este entrado por la puerta estrecha y caminado por el camino angosto y llegando al fin, al momento culminante para estar en la presencia de Dios, entrar en su gozo, entrar en el reposo eterno y estar en la presencia de Dios y los santos. Señor. No soy digno, Señor, de estar aquí presente. Ya como me conoces, Señor, no tengo ningún mérito. No hay cosas sanas en mi persona, Señor. Yo soy un pecador vil, un pecador, Señor, completamente contaminado por la suciedad del pecado. Pero, Señor, un día, Tu palabra me llegó y me hiciste entender, Señor, que Cristo murió por los pecados. Yo creo que Cristo Jesús murió por mis pecados. Llevó en su cuerpo mis pecados, que Él fue castigado por mis pecados. Y, Señor, yo creo y acepto la realidad que Cristo resucitó entre los muertos el tercer día para mi justificación. Estoy manifestando que Él es el Señor sobre el pecado, la muerte. y sobre el diablo mismo y señor yo solamente tengo mi esperanza en en cristo y en la sangre que derramó para el perdón de mis pecados y señor de antemano estoy para decir y si esto no es suficiente señor yo merezco ser castigado en el lado que hago con fuego sufrir tú serías justo castigarme para siempre señor pero mi esperanza es en la muerte las la resurrección de tu hijo y sabe lo que diría el señor entra en el gozo de tu señor Hermanos, allí es donde se ve la distinción entre el verdadero pueblo salvo por Dios y el pueblo que aparenta ser salvo, pero a la vez es un pueblo inconverso tal como el diablo mismo. Su esperanza, la esperanza del salvo es en Cristo, en sus méritos, en su obra. La esperanza del falso está en sus obras, en su cumplimiento, en su guardar y hacer cosas aquí en la tierra. Espero que usted conozca la esperanza verdadera. Que usted haya entrado por la puerta estrecha. Que usted ya haya abrazado a Cristo. Por la obra de Dios ahora ya está caminando el camino estrecho. No nos mantenemos salvos, no nos salvamos por lo que hagamos, porque andemos en el camino. Pero el hecho de que andamos en el camino en angosto, hermano, es testimonio que de verdad Dios ha hecho la obra. Esta enseñanza termina, hermanos, con la palabra de los dos fundamentos. Hasta yo confieso que en tiempo he enseñado este pasaje, tal vez no con tanta claridad. Pero aquí el Señor termina diciendo, hermano, cualquiera pues que me oye estas palabras y las hace, le compararé a un hombre prudente que edificó su casa sobre la roca. descendió lluvia y vinieron ríos y soplaron vientos y golpearon contra aquella casa, no cayó porque estaba fundada sobre la roca. Pero cualquiera que me oye esas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato que deficó su casa sobre la arena y descendió lluvia, vinieron ríos, soplaron viento, dieron con ímpetu contra aquella casa y cayó y fue grande su ruina. Y casi sin excepción, casi sin excepción en mi vida he escuchado este pasaje testificando que cada quien está edificando su vida, es necesario edificarla sobre la roca y no sobre la arena. Porque si no, al fin de cuentas, cuando venga la prueba, cuando venga la tentación, cuando venga lo difícil de la vida, ya serás arruinado. Pero Marcos, esta no es la mera enseñanza de este pasaje. Cristo está comparando de todo lo que venía diciendo, compara el hombre que le hace caso a su palabra, a un hombre prudente. Y el hombre que ya no escucha, no hace caso, no atiende a la palabra de Dios, la enseñanza de Cristo, Dice, un día el juicio de Dios caerá sobre los dos. Todos seremos juzgados por Dios. Vendrá la lluvia, la tormenta, los vientos del juicio de la ira de Dios. Y sabe lo que sucederá? El insensato, el necio, perecerá a su Él será arruinado no terrenalmente sino eternamente en el lago que arde con fuga sufre. Y el hombre que le ha hecho caso a Dios, que ha atendido las palabras de la enseñanza de Cristo, que ha seguido aunque sea con dificultad, aunque sea con flaqueza a veces, pero que haya seguido el camino, la enseñanza de Cristo, haya caminado en el camino, este, el camino, este, angosto, este, este, con frutos ya testificando de la bondad, la obra de Dios en su vida, haciendo la voluntad, esperando en la obra, la persona de Cristo. Dice, aunque venga el aire de Dios, no le va a tocar. no le va a tocar, no le pasará nada. Gracias a Dios, porque Cristo, la lluvia, el viento, la tormenta del juicio de Dios, ya cayó sobre Cristo en lugar de nosotros. Ahora, hermanos, esta enseñanza es para distinguir entre el pueblo verdadero de Dios y el pueblo que profesa conocer a Dios. Pero como dice Pablo, dice a Timoteo, con sus obras, la nieguen. Basta con el cristianismo mundano. Basta con el cristianismo sin pasión, sin celo. Basta con el cristianismo, hermano, sin santidad. Basta con el cristianismo, hermano, mecánico y no de corazón. No todo el que me dice Señor, Señor entrará en el reino de los cielos, sino el que hace, la voluntad. Cristo no está enseñando, hermano, que entremos en el reino de Dios por lo que hagamos. Él está testificando, si hemos llegado al reino de Dios, hermano, va a haber plena obediencia a la voluntad de Él. Que Dios tome este mensaje. Sabemos que un día Dios va a separar los cabritos y las ovejas. Sí. Los justos y los injustos. Los buenos y los malos. Hermanos, que la predicación haga la división hoy en día. Que la predicación, la manifestación de la palabra de Dios nos haga entender quiénes son de verdad seguidores de Cristo Jesús. Y los que no son, los que no lo son, que se arrepienten. Su peligro es inminente. Su destino será uno de ruina, de tormenta, de fuego, eternamente. Hermanos, Cristo ha venido para que tengamos vida y para que la tengamos en abundancia. Señor, gracias te damos por el privilegio, Señor, de manifestar tu palabra en esta noche. Que la palabra, Señor, mueva y toque corazones. Señor, que tu pueblo y aún los inconversos presentes, Señor, seamos conmovidos, Señor, porque lo que hemos escuchado. Haznos, Señor, que somos tu pueblo, caminar constantemente, Señor, en el camino angosto. llevando fruto, haciendo la voluntad tuya, esperando solamente en ti. Oh, Padre, Señor, esta vida está corta, se acaba rápido. La muerte nos toca en el momento menos esperado. Padre, que cada uno se prepare hoy. Hoy es el día de la salvación. Gracias, Señor. Concédele el arrepentimiento, Señor, a los corazones presentes, para la gloria de tu nombre. Gracias, en nombre de Cristo. Amén. Amén.
¿Qué Es El Camino Estrecho?
Sermon ID | 111815202303 |
Duration | 55:47 |
Date | |
Category | Teaching |
Language | Spanish |
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