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Reconocer que Jehová es Dios. Él los hizo y no nosotros mismos. Cuentos hoy son ovejas de sol. Bienvenidos a esta edición del martes de Por Cristo y Su Palabra con el pastor y maestro Enrique Zaria, pastor de Iglesia del Valle Central en Ceres, California. ¿Pero sabe qué? No perdonar es más costoso. No perdonar es muchísimo más costoso. Entonces, segundo punto es perdonar es costoso, pero no perdonar sale más costoso. El precio de no perdonar es altísimo comparado con el precio de perdonar. Sale más caro. Ustedes que manejan cupones y andan buscando ofertas y cuál es el precio más barato, ¿cierto? ¿Tiene sentido? Mejor usa el cupón del perdón para no tener que pagar más al final y se lleva la oferta, si pudiéramos hablarlo así. Entonces, no conviene no perdonar porque eso va a producir mucha amargura en su corazón, va a traer muchos pleitos en su vida, en su matrimonio, si esto tiene que ver con el matrimonio o con otra persona, cuando usted encuentra a esa persona, eso va a salir aparte de los otros problemas que tiene allí y no es solución. nomás hay amargura y resentimiento en el corazón. El Señor dice que el que llama a otra persona, y esto es por causa de no perdonar, raka, es un término que no se puede traducir, es una palabra propia del lenguaje que ellos hablaban allí, lo pudiéramos utilizar como decir idiota, estúpido, tonto, necio, cualquier palabra que tenga que ver con rebajar a la otra persona. El Señor dice, ese es culpable de homicidio, es culpable de la corte y es culpable del infierno, así dice el Señor. Entonces, cuando se dicen estas palabras, el corazón ya está muy amargado. Hay que regresarse rápido de ahí, no quedarse ahí, porque el camino que viene adelante es un camino de muchísimo sufrimiento para esa persona. Tercero, no perdonar va a transformar su vida, que es lo que he estado diciendo. La persona que es ofendida, Cuando es ofendida, esa persona es una víctima, ¿sí o no? Es decir, usted no está causando que la otra persona le ofenda, si ese es el caso suyo, porque ese es el enfoque que el señor da. Usted no lo causó, tal vez era un niño, tal vez era una niña, tal vez pudo ser un abuso sexual, tal vez pudo ser abandono de los padres, tal vez pudo ser un matrimonio donde usted sabe que hubo mucha ofensa, tal vez pudo ser su mejor amigo que le traicionó, tal vez algo pasó en su vida. donde usted fue dañado severamente y usted fue víctima en ese momento. Ahora, si usted no perdona, viene a pasar de víctima a victimario. El victimario lo que hace es, por la falta de perdón, va a empezar a lanzar esa amargura, la va a proyectar en otras personas. Porque va a estar esperando que otro pague. Alguien tiene que pagar. No puede perdonar, entonces hay una deuda. Como no hay una deuda, entonces tiene que ir a procurar un pago. ¿Y cómo se hace eso con venganza? ¿Y cómo hace esa venganza? Afectando a las personas con las que vive, principalmente, y guardando en su corazón rencor contra el que le ofendió. Pero resulta que no hay manera de pagar la deuda. Acuérdese. Cuando usted perdona, usted perdona porque es imposible pagar la deuda, no se puede. El único que puede cobrar esa deuda, el único que fielmente, justamente puede cobrar una deuda de una ofensa es Dios. Por eso Pablo en Romanos dice, en Romanos 12 dice, no paguéis mal por mal, ni maldición por maldición. Bueno, esto está en Mateo, pero en Romanos está el principio aplicado. Dice, no procures vengarte. La venganza le pertenece al Señor. Da espacio para la venganza. Si el asunto es de venganza, Dios lo va a vengar. Él se va a encargar. Entonces, ¿cómo perdono? Te perdono, pero casto el Señor. Véngate. Mira, esto es lo que me dicen. No. La venganza del Señor. Si esa persona es salva, Dios se la cobró en la cruz del Calvario, cuando allí ejecutó a su hijo, derramó toda su ira sobre él ajusticiándolo por esa ofensa. Por eso usted puede perdonar. No es un concepto, no es una ilusión, no es una idea. Es una realidad. El perdón es posible. El perdón es posible porque Cristo en la cruz del Calvario fue el que pagó por esa deuda que nadie podía pagar. Entonces, basado en la cruz del Calvario, usted puede dar el perdón. Comenzando porque usted mismo, si usted es creyente, ha sido perdonado por el Señor. Ahora, si esa persona nunca se arrepiente y muere en sus pecados, la venganza del Señor es eterna. Esa persona va a ser castigada por la eternidad y va a recibir ira y justicia de Dios por la eternidad y sufrimiento sin salida. No perdonar es guardar. Mire, esto es clave. No perdonar es guardar la esperanza de cobrar venganza. El mundo dice, la venganza es dulce. ¿Pero sabe qué pasa con la venganza? Alguien ofende a otro, el que se venga, como no es Dios, incrementa la ofensa sobre el otro. No puede hacer justicia, no puede. Y el otro queda ofendido y viene e incrementa la ofensa contra este y nunca se termina. la batalla. Jamás. No se puede salir de allí. Entonces, el que guarda la esperanza de cobrar venganza por no perdonar en su mente, el odio que se forma le engaña, haciéndole creer que con ese odio está poniendo un peso sobre la otra persona, pero resulta que lo que está haciendo esa persona es que se está tomando un veneno mortal, pensando que al tomarse ese veneno mortal está matando al otro, pero se está acabando a sí mismo y a los que están con él. No perdonar es un desastre. No perdonar es horrible. Le acapara la mente, le acapara las emociones, destruye el matrimonio, las relaciones con los hijos son afectadas, las relaciones con los padres son afectadas. Toma toda la vida de esa persona. El no perdonar es horrible. Cuarto, perdonar es un evento y también es un proceso. Un evento es decir, Cuando hay la ofensa, ¿cuánto tiempo debe suceder entre la ofensa y el perdón? Mire, entre más rápido lo haga, mejor. Entre más rápido lo haga, mejor. ¿Por qué? Porque esa deuda no se puede pagar. Si es una ofensa de palabras, que sucedió hace ocho días, pongámosle. Usted no puede regresar el tiempo, regresarse a ese día, hacer que esa persona se trague las palabras o nunca las diga y regresar y como que nunca pasó. No se puede, ya sucedió, ya está el daño. Entonces usted Tiene que lidiar con el daño que recibió. Tomar la pérdida y entregar el perdón. Cancela la deuda. ¿Basado en qué? En el sacrificio de Cristo en la Cruz del Calvario. Allí usted fue perdonado o perdonada. Miren Mateo 5, versos 23 al 24. Vamos allí. Lo que el Señor dice acerca de cuál debe ser la posición del creyente ante el perdón o la falta del perdón cuando va a adorar a Dios. Dice verso 23 en Mateo 5, Biblia de las Américas. Por tanto, si estás presentando tu ofrenda en el altar y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, o sea, fuiste ofendido, deja tu ofrenda allí delante del altar y ve, reconcíliate primero con tu hermano y entonces ven y presenta tu ofrenda. Reconcílate pronto con tu adversario mientras vas con él por el camino. No sea que tu adversario te entregue al juez y el juez al alguacil y se ha acechado en la cárcel. En verdad te digo que no saldrá de allí hasta que hayas pagado el último centavo. Es responsabilidad del creyente. Arreglar la situación no importa cuál sea la situación. Ignorarla no ayuda para nada. Solamente es una apariencia hipócrita de que algo está bien cuando no tengo que ver nada con esa persona, pero en realidad no es así. El corazón queda amargado cuando usted trata de adorar al Señor. El Señor está diciendo aquí, yo no escucho esa adoración. Cuando usted trata de orar y pedir, el Señor no le va a escuchar. ¿Por qué? Porque el perdón es esencial en la vida del creyente. Es una parte del carácter de un creyente. El Espíritu ha hecho eso en el creyente. Entonces, no estamos hablando de otorgar el perdón Tenga cuidado con esto. Yo no estoy hablando de psicología. Yo no estoy hablando de razonamiento humano. Estamos hablando del poder de Dios garantizado para un creyente que le da la capacidad para dar ese perdón. Si usted no puede perdonar, si usted está viviendo sin perdonar, usted no es salvo. O si es salvo, tiene un problema muy serio en su carácter y tiene una necesidad muy grande de ser ayudado a salir de allí. Pero la característica de un creyente No es el no perdonar. La característica de un creyente es perdonar y hacerlo con facilidad. ¿Con cuál facilidad? Capítulo 18. ¿Cómo son los creyentes? Como niños. Cuando su niño le ofende a usted, ¿cuánto tiempo le toma a usted perdonar a sus hijos? Es rápido, ¿sí o no? Son niños. Están chiquitos. Así los perdona usted. Es el mismo concepto que el Señor nos está dando aquí. No podemos despegar lo que estamos hablando de lo que Él dice. Háganse como niños, trátense como niños en el sentido de que así los valora Dios a ustedes. Entonces así se tratan unos a otros. Es el principio de Dios y esa capacidad la tiene el creyente. ¿Cuántas veces? Muchas veces. ¿Y hasta cuándo? Usted sigue perdonando, y perdonando, y perdonando. Y entra en un proceso de perdón y se caracteriza porque es una persona que vive perdonando. Porque dondequiera que va, va a encontrar ofensas. Y si no hay ofensas contra usted, usted es una persona que está completamente aislada y que no está viviendo su vida como creyente. Porque creyente es llamado a ser luz. Y el que es luz tiene que tener contacto con muchas personas. Tiene que ser una persona activa, que habla, que se conecta con otros, que habla con otros, que trata de alcanzar a otros. Y en ese proceso hay ofensa. Así que nadie puede decir, yo nunca soy ofendido. Y si así es, eso es lo que hacían los monjes, ¿no? Que es una perversidad. Lo que desarrollaron con los monjes es un concepto perverso. que no tiene nada que ver con la palabra, cuando el señor habla es de comunión, estar unos con otros, y en esa comunión es necesario perdonar y vivir en un proceso continuo de perdón. Y no se trata de decir, yo ya perdoné, ya quedó en el pasado, ya se acabó, yo no siento nada, a mí no me afecta para nada esas mentiras. El daño que usted recibió le va a afectar. Le va a impedir funcionar en algunas cosas en su vida. El trauma que recibió, si fue un trauma severo, ¿a usted le impide funcionar en algunas capacidades en su vida? Está bien. Cristo pagó por eso. Cristo pagó por eso. Si usted quedó limitado en algo, usted sigue su vida. Siempre en una condición de perdón. Siempre. Usted no puede arreglar eso. Usted tiene que seguir adelante honrando al Señor. Entonces, perdonar es un evento, pero también es un proceso. El primero fue, perdonar significa cancelar la deuda. Segundo, perdonar es costoso, pero no perdonar sale más caro. Tercero, no perdonar va a transformar su vida negativamente, lo va a consumir. Cuarto, perdonar es un evento y también es un proceso. Usted se mantiene en ese proceso, quiera o no. Hay ocasiones en que usted se va a recordar de la ofensa, quiera o no. Si el perdón no es inútil, usted va a sacar del archivo la ofensa y la va a usar para desquitarse, para defenderse, para acusar, como acusación para ventilar su amargura, la amargura del corazón. Y su corazón, ¿qué pasa con el corazón? Se va a poner más duro y más duro y más duro y cada vez se hace más difícil de perdonar. El progreso de Peregrino, John Bunyan, tiene un capítulo donde Cristiano llega con el intérprete, el intérprete le muestra diferentes cuartos y le interpreta qué está sucediendo en las diferentes escenas. En una de esas escenas hay un hombre que está en una jaula o en una cárcel de hierro y él le pregunta ¿por qué estás allí? Y la respuesta del hombre es que su corazón se endureció tanto, se amargó tanto, se quedó tanto que él no puede salir de allí. No perdonar es una trampa. No perdonar es una cárcel. Hay gente que está aquí afuera y viven peor que alguien que está preso. Tal vez el que está preso ya perdonó y está libre completamente en su corazón, pero el que está afuera está más preso que ese. Entonces eso va a venir y usted tiene que lidiar con eso. Y si necesita reafirmar ese perdón, lo hace. ¿Por qué? Porque es lo que Dios dice, le obedece a Dios. ¿Tiene sentido? No, porque el mundo piensa que hay que cobrar venganza, pero es lo que Dios dice, para Dios tiene sentido y el creyente le obedece a Dios porque su fe está puesta en lo que Dios dice. Quinto, perdonar, presta atención, perdonar no es olvidar. Tal vez usted ha escuchado en el mundo perdonar es olvidar, perdonar no es olvidar. No es. Y tal vez en el cristiano, el cristianismo, a veces se manipulan las escrituras. Dice, ah, pero Jeremías 31, 34, dice Dios, perdonaré la maldad de ellos y no me acordaré más de su pecado. Primero, usted no es Dios. Segundo, lo que está diciendo Dios cuando dice no me acordaré más de su pecado en el libro de Jeremías, cuando Jeremías está lamentando el pecado de Judá por no obedecer a Dios, es que Dios en el futuro los va a perdonar y una vez que los perdona no le va a sacar su pecado en cara. Eso es lo que está diciendo. Eso es lo que está diciendo. Entonces a veces se mezclan los conceptos del mundo Suena parecido a algo que la Biblia se dice, no se toman el tiempo de leer el libro completo, de interpretarlo correctamente y ponen una enseñanza donde confunden a la gente y después no pueden obrar bien. Porque tienen una enseñanza falsa en su corazón. Perdonar no es olvidar. Dios no lo olvidó. Dios no se olvida de los pecados. Dios no los saca enfrente. Eso es lo que quiere decir cuando los tira al fondo de la mar. Él no lo está sacando. Miren, cuando Dios le perdonó a usted, ¿usted cree que Dios le recuerda lo que usted hacía cuando era un mundano que le servía el diablo? Dios no hace eso. ¿Quién cree que se lo está recordando? ¿Quién cree que se lo refriega en su cara? Es el diablo. El diablo es el acusador. Entonces, cuando usted hace eso con otra persona porque no ha perdonado a esa persona, ¿Guess what? ¿Qué lugar está tomando? El lugar del diablo. Pero resulta que el Señor dice que usted es un hijo de Dios o una hija de Dios. ¿Por qué actuar como el diablo? Si usted le pertenece al Señor. Entonces no tiene por qué salir. Y si sale tiene que correr con el Señor rápido y lidiar con eso, entrar en ese proceso de perdonar. Porque perdonar no es olvidar, se va a acordar. Dios escoge y no sacarlo a la luz. No lo sacará jamás. Nuestra mente no funciona así. Nosotros no somos como Dios. Tenemos una capacidad tremenda de recordar, aún para algunos, hay problemas con pesadillas por el trauma de la ofensa que se recibió. Si hay abuso sexual, si hay algún tipo de abuso o de abandono, quedan secuelas y es duro tratar con eso. Pero esas circunstancias no determinan el que pueda perdonar. Lo que determina que pueda perdonar es el amor de Dios manifestado por usted cuando Cristo Jesús murió en la cruz y le perdonó a usted los doscientos mil años de trabajo. Y la otra ofensa que usted está recibiendo equivale a cien denarios, que son cien días de trabajo. ¿Puede perdonar? Claro que sí. Tiene todos los recursos, tiene todo el poder, tiene toda la capacidad, tiene a Dios de su lado para que lo haga. Así que... El perdón es un evento del pasado, fue una decisión. Si usted ya lo hizo, ya lo otorgó, pero continúa el proceso de mantenerse firme en lo que se otorgó. No lo tome de regreso. Cuando hay una nueva ofensa, tú siempre haces así, estás sacando toda la lista de atrás. Cuando hay una ofensa, ya sabía qué le ibas a hacer, sacó toda la lista de atrás. Esa es una persona amargada en su corazón. Una persona bien amargada. No lo tome de nuevo. No lo saque en cara. Si es que de verdad perdonó. Si hace eso, usted no ha perdonado. Necesita perdonar. ¿Y cómo perdona? Asume la pérdida. Tiene un costo alto, pero cuesta más no perdonar. Asume el costo de perdonar porque esa pérdida no se puede reponer. Es imposible. Tiene que confiar en el Señor. Tiene que acordarse del evangelio, tiene que pensar en la cruz, cómo ahí se pagó por la deuda infinita de deudas infinitas contra un Dios infinitamente santo y perfecto al que nunca se le hubiera podido pagar ni siquiera una sola de esas ofensas porque el libro de Santiago dice que el que rompe un punto de la ley se hace culpable de toda la ley y si Dios por un pecado castiga con la muerte imagínese que es romper toda la ley de Dios. Así que hay razón para perdonar. Si el enfoque, si su enfoque es Dios, usted perdona. Si el enfoque es usted, no va a perdonar. Y si siempre es usted, pues a lo mejor no es salvo. Necesita aclamar a Dios, pedirle que le salve. Entonces cuando la ofensa viene a su memoria, usted en lugar de quedarse en ese pensamiento, mejor medita en la Cruz del Calvario. trae a su mente el evangelio glorioso de Dios y esto lo llena a usted de esperanza. Si usted no tiene esperanza, usted no puede perdonar. Una persona sin esperanza no puede perdonar. ¿Y cuál es la esperanza? Las promesas de Dios. ¿Por qué? Porque ya nos perdonó. Entonces, ¿cuáles son las promesas? Vida gloriosa, vida eterna, paz, prosperidad, salud, eterno, en el reinado milenial para comenzar, después en el reinado eternal, todo es bueno, hay esperanza. Por eso puede perdonar. Porque Cristo ya le dio todo eso. Cristo es el que ha vencido la batalla del Señor. Entonces, perdonar es un asunto de fe. Por eso digo, si usted no puede perdonar, quiere decir que usted no tiene fe. Si usted no tiene fe, quiere decir que usted no es salvo. A usted no se le han perdonado sus pecados, por eso no puede perdonar. Si usted dice que es creyente, Tienen que considerar eso y mirar dónde está usted delante de Dios el día de hoy. Ahora, si usted es un creyente y se le hace difícil perdonar. Usted tiene que morir a eso, asumir la pérdida, tener fe en el Señor, meditar en lo que Él ha hecho, que ese sea el centro de su meditación, el centro de su canto, de su oración. Entonces va a poder perdonar. Es un asunto de fe. Mire Colosenses 3, 13. ¿Qué dice el apóstol Pablo? Allí es una escritura que está muy parecida con una en Efesios. Pero Colosenses 3.13 dice cómo es el perdón verdadero, el perdón de corazón. Dice, soportándoos unos a otros y perdonándoos unos a otros. Si alguno tiene queja contra otro, como Cristo os perdonó, así también hacerlo vosotros. ¿Cómo le perdonó a Cristo? ¿Cuánto le perdonó a Cristo? ¿Hasta cuándo le perdonó a Cristo? ¿Cuándo no le perdona a Cristo? Primero Juan 1.9 dice, si confesamos nuestros pecados, Él es fiel e injusto para perdonarnos y limpiarnos de toda maldad. ¿Cuándo? Todo el tiempo nuestro caminar como creyentes. Es a la disposición del Señor. Ya eso se pagó en la cruz del Calvario. Entonces, en base a eso, Usted da el perdón. En la oración del Padre Nuestro, que dice, perdónanos nuestras ofensas, Pero mire lo que dice enseguida. Así como nosotros, voy a parafrasear, ya hemos perdonado a los que nos ofenden. Yo no puedo ir y usar el primer de Juan 1, 9, confesando mis pecados, buscando el perdón de Dios, si yo primero no he hecho esto primero. Perdona nuestras ofensas, así como ya nosotros, ya lo hicimos, Señor, por eso ahora te pedimos perdón a ti. que no perdona, no tiene entrada delante del señor, no tiene una buena relación con el señor, está atorado, está en amargura, está sufriendo, está haciendo sufrir a todos a su alrededor. Entonces, algunas preguntas. ¿Cuál es la ofensa que usted debe perdonar? Hay personas que deciden escoger cuáles ofensas perdonar y cuáles ofensas no perdonar. Tiene sus propias categorías, tiene su propio estándar, Y resulta que al hacer eso creen que son Dios. Y van arriba de Dios. Porque Jesucristo le dijo a Pedro, hasta 70 veces 7, eso es 490 en un día, eso puede incluir todo tipo de ofensa. Allí nada queda por fuera. Entonces la categoría no importa, el perdón es lo que importa. Si usted no perdona, pregúntese esto, ¿vale más esa ofensa que Dios. ¿Vale más esa ofensa que el sacrificio de Cristo por usted? ¿Vale más esa ofensa que lo que Cristo Jesús nos dice en su palabra? Esa es la actitud y la posición que se toma. Tiene que perdonar. Esposas, perdonen a sus esposos porque ellos las han ofendido a ustedes. Esposos, perdonen a sus esposas porque seguramente ellas los han ofendido a ustedes. Con los hijos, cuando los hijos son teenagers, Los que tienen hijos, si sus hijos están chiquitos, ustedes están a gloria, disfrútenlos. Disfrútenlos, son un amor. Pero cuando llegan a ser teenager es otra historia. Usted tiene que perdonar mucho, tiene que tener mucha compasión, mucho amor, mucho cariño, mucha bondad. Acordarse del trato del Señor con usted. ¿Y sabe qué? Fíjese en esto. Cuando usted ofende a sus hijos, los niños pequeños, ¿cuánto tiempo le toma a su niño o a su niña perdonarle a usted? Si el señor pone su corazón a apoyar, puede mandar un cheque a nombre de Iglesia del Valle Central. En el memo le pone Radio. La dirección es Enrique Zarria, PO Box, 578194, 578194, en Modesto, California, 95357. Repito, Enrique Zarria, PO Box, 578194, Modesto, California, 95357. Si hace el cheque, debe ser hecho a nombre de Iglesia del Valle Central. También puede ir a la página de internet iglesiadelvallecentral.com y en el botón de donaciones hace su donación con tarjeta débito o crédito. Otra manera es en su teléfono. Instala la aplicación de Iglesia del Valle Central y en el botón de donaciones puede donar con PayPal, débito o crédito. Hay tres maneras que lo puede hacer, P.O. Box, página de internet o la aplicación. Muchísimas gracias, un abrazo a todos y Dios me los bendiga.
Como Perdonar de Corazon_2
Series Mateo
Jesus al responder la pregunta de Pedro acerca del perdón, deja ver el corazón y la mente De Dios en cuanto a las relaciones interpersonales. Como buscar la reconciliación, como ser libre de la deuda de las ofensas.
también muestra el precio que tiene perdonar, pero como no perdonar tiene un precio muchísimo mas alto y sin fin.
Sermon ID | 11119183547706 |
Duration | 25:01 |
Date | |
Category | Radio Broadcast |
Bible Text | Matthew 18:21-35 |
Language | Spanish |
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