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Genesis 17, vamos a leer todo el capítulo. Era Abram de edad de noventa y nueve años, cuando le apareció Jehová y le dijo, Yo soy el Dios Todopoderoso, anda delante de mí y sé perfecto, y pondré mi pacto entre mí y ti, y te multiplicaré en gran manera. Entonces Abraham se postró sobre su rostro y Dios habló con él diciendo y aquí mi pacto es contigo y serás padre de muchedumbre de gentes y no se llamará más tu nombre Abraham, sino que será tu nombre Abraham, porque te he puesto por padre de muchedumbre de gente y te multiplicaré en gran manera y haré naciones de ti y reyes saldrán de ti. y estableceré mi pacto entre mí y ti y tu descendencia después de ti en sus generaciones por pacto perpetuo, para ser tu Dios y el de tu descendencia después de ti. Y te daré a ti, a tu descendencia después de ti, la tierra en que moras, toda la tierra de Canaán en heredad perpetua, y seré el Dios de ellos. Dijo el nuevo Dios a Abraham, En cuanto a ti, guardarás mi pacto, tú y tu descendencia después de ti por sus generaciones. Este es mi pacto, que guardaréis entre mí y vosotros, y tu descendencia después de ti. Será circuncidado todo varón entre vosotros. Circuncidaréis, pues, la carne de vuestro prepucio, y será por señal del pacto entre mí y vosotros. Y de edad de ocho días será circuncidado todo varón entre vosotros por vuestras generaciones, el nacido en casa y el comprado por dinero a cualquier extranjero que no fuera de tu linaje. Debe ser circuncidado el nacido en tu casa y el comprado por tu dinero. Y será mi pacto en vuestra carne por pacto perpetuo. y el verón incircunciso, el que no hubiera circuncidado la carne a su propósito, aquella persona será cortada de su pueblo. Ha violado mi pacto. Dijo también Dios a Abraham, a Sarai tu mujer no la llamará Sarai, mas Sada será su nombre. Y la bendeciré, y también te daré de ella hijo. Sí, la bendeciré, y vendrá a ser madre de naciones, reyes de pueblos vendrán de ella. Entonces Abraham se postró sobre su rostro y se reyó, río y dijo en su corazón a hombre de 100 años ha de nacer hijo y Sara ya de 90 años ha de concebir. Dijo Abraham a Dios ojalá Ismael viva delante de ti. Respondió Dios ciertamente Sara tu mujer te dará a luz un hijo y llamará su nombre Isaac. y confirmaré mi pacto con él como pacto perpetuo para sus descendientes después de él. En cuanto a Ismael, también te he oído y aquí que le bendeciré y le haré fructificar y multiplicar mucho y en gran manera. 12 príncipes engendrará y haré de él una gran nación. Mas yo estableceré mi pacto con Isaac, el que Sara tirará a luz por ese tiempo el año que viene. y acabó de hablar con él, y subió Dios de estar con Abraham. Entonces tomó Abraham a Ismael, su hijo, y a todos los ciegos nacidos en su casa, y a todos los comprados por su dinero, a todo varón entre los domésticos de la casa de Abraham, y circuncidó la carne y el prepucio de ellos en aquel mismo día, como Dios le había dicho. Era Abraham de edad de noventa y nueve años cuando circuncidó la carne y su prepucio. Ismael, su hijo, era de 13 años cuando fue circuncidado a la carne de su propósito. En el mismo día fueron circuncidados Abraham, Ismael, su hijo, y todos los varones de su casa. El siervo nacido en casa y el comprado del extranjero por dinero fueron circuncidados con él. Hay algo muy emocional y muy gratificante cuando recibimos una cosa nueva. Apenas estamos en un nuevo año y damos gracias a Dios por nuevas oportunidades y la capacidad de dejar el pasado en el pasado y tener un buen inicio al año. En estas semanas la mayoría aquí ha recibido regalos, que también son cosas nuevas, normalmente, que nos gusta recibir. en la salvación. Dios nos ha dado una nueva vida. Somos nuevas criaturas. Ya no actuamos ni vivimos como antes, cuando solamente éramos esclavos a Satanás y a nuestros propios deseos. Y aún en la vida cristiana, en la vida nueva, recibimos nuevas bendiciones de Dios cada día. Como leemos en el Libro de Lamentaciones, las misericordias de Dios son nuevas cada mañana. Grande es su fidelidad. Y la razón por la cual nosotros recibimos nuevas bendiciones y nuevas misericordias de Dios en cada día es porque Él sabe que las necesitamos. Él sabe que necesitamos nueva esperanza y nueva confianza en cada momento, porque somos propensos a decaer, somos propensos a desanimarnos, somos propensos a dejar de creer en las promesas claras de Dios. La verdad es que no deberíamos necesitar nuevas misericordias y nueva gracia cada día. Porque Dios no cambia, sus promesas no cambian, su pacto no cambia. Deberíamos creer en él una vez para siempre, pero no como seres humanos realmente no podemos. Y Dios entiende eso. Dios entiende nuestras debilidades. La Biblia dice que Él conoce nuestra condición. Él sabe que somos povo y nada más. Y por eso nos regalo, nos regala con cosas nuevas, con nuevas bendiciones, con nueva esperanza durante nuestras vidas para que nos acordemos de su fidelidad y sus promesas y su pacto. Eso es lo que pasó con Abraham y Sarai, aquí en este pasaje de Genesis 17. Después de algunos años sin revelación directa de Dios, algunos años sin la palabra de Dios, él apareció a ellos otra vez con nuevos nombres y con una nueva señal para darles una nueva esperanza. cual supuse como título del mensaje, nuevos nombres, nueva señal, nueva esperanza. Dios reveló en este pasaje cuatro nombres nuevos, todos con la intención de fortalecer la fe de Abraham y animarle a seguir en obediencia al pacto. Y también Dios les dio a ellos una nueva señal del pacto. para darles a ellos una nueva o tal vez mejor una renovada fe en Dios y en su pacto. Y nosotros podemos confiar que Dios hace lo mismo para nosotros hoy en día también. Dios es fiel, sus promesas y su pacto nunca fallan. Pero muchas veces lo que necesitamos es una nueva esperanza, una nueva fe, o otra vez mejor, una esperanza renovada, una fe renovada, porque la nuestra decae. Necesitamos seguir fieles en obediencia a los mandamientos de Dios. Dios usó este mensaje y esta historia en la vida de Abraham para darnos otra vez nueva esperanza y nueva confianza en nuestro Dios, en su pacto y en sus promesas. En primer lugar, vamos a estudiar los nuevos nombres. Y aquí tenemos cuatro nuevos nombres en este pasaje. El capítulo 17, si ustedes ven, por favor, empieza en el versículo 1 diciéndonos la edad de Abraham. Dice, era Abraham de edad de 99 años cuando le apareció Jehová. Y lo más probable es que, naturalmente, brincaríamos muy rápido sobre este hecho, sin pensar mucho, porque pensamos, bueno, que Abraham tenía 99 años. Yo sé, era un hombre muy viejo cuando tenía Isaac. Ya, vamos a avanzar. Pero en este caso, para entender por qué el capítulo empieza así, para entender el impacto que deberíamos recibir cuando leemos esto, citamosle otra vez el reciclo anterior, reciclo 16 del capítulo 16. Era Abraham de edad de 86 años cuando Agar dio a luz a Ismael. Siguiente reciclo. Era Abraham de edad de 99 años cuando le apareció Jehová y le dijo. ¿Cuántos años pasaron entre el reciclo 16 y el reciclo 1? Trece. Trece años durante los cuales no tenemos ninguna información. Trece años durante los cuales Ismael está creciendo. este hijo que fue nacido debido al pecado de Abraham, 13 años, durante los cuales parece que Dios no habló con Abraham, que Dios no renovó su pacto ni nada. Y de repente, después de 13 años, Dios aparece a Abraham otra vez y le dice Yo soy el Dios todopoderoso. Ande delante de mí, sé perfecto y pondré mi pacto entre mí y ti y te multiplicaré en gran manera. Dios viene a Abraham después de 13 años sin evento importante y la primera cosa que dice es, yo soy el Dios todopoderoso. Y otra vez sería muy fácil para nosotros perder el significado aquí, porque leemos ese nombre de Dios y no pensamos mucho porque es un nombre que conocemos. Pero recuerden, estamos estudiando el libro de Génesis, que es el libro de inicios, y esa es la primera vez que este nombre de Dios ha sido revelado. Es la primera vez que Dios se conoce por este nombre, el Dios Todopoderoso. Es el primer nuevo nombre que vemos en este pasaje. ¿Por qué es importante? En primer lugar, por lo que sigue, miren, en el versículo 1, ¿cuáles son los mandamientos de Dios a Abraham? anda delante de mí y sé perfecto. Entonces, Abraham necesitaba el Dios Todopoderoso para poder obedecer sus mandamientos. Simplemente pensando en el hecho de que había vivido por trece años sin revelación exacta de Dios, sin cumplimiento de la promesa, viviendo con las consecuencias de sus acciones pecaminosas. Este nuevo nombre de Dios, revelado a Abraham, era exactamente el nombre que él necesitaba en ese momento, después de todos esos años, para seguir fiel y obedeciendo a Dios. Andar con Dios es vivir ante Él de manera obviante y abierta. Es vivir de manera piadosa y justa. Es vivir recordando que Dios ve todo tu vida. Y el resultado es ser perfecto. Pero fíjense, esa palabra. Perfecto. Cuando se aplica al ser humano y no a Dios, no significa vivir completamente sin pecado, porque eso es imposible. Está hablando de algo que se cumple, está hablando de algo que es maduro. En este caso tiene que ver con andar delante de Dios. Dios está diciendo, ande delante de mí en la manera correcta. Ande delante de mí en la manera madura. Ande delante de mí en la manera en la cual tú sabes que deberías andar. Pero aún así, aún entendiendo que Dios no está pidiendo a Abraham la perfección completa, de todos modos, es muy difícil. ¿Cuántas personas aquí han andado por toda su vida ante Dios de manera correcta? ¿Alguien? ¿Cuántas personas han andado ante Dios esta semana de manera completamente correcta? Nadie. Entonces, ¿qué debemos hacer? Oh, desanimarnos. Ay, no puedo. Ya no puedo. nuevo nombre de Dios. Abraham sirvió y nosotros servimos el Dios todopoderoso. Ese es tu Dios. Tu Dios es todopoderoso. Entonces puedes andar delante de Dios como Él manda y como Él requiere. ¿En ti mismo? Claro que no. ¿Con el Dios todopoderoso? Sí. Entonces, tenemos la misma responsabilidad como Abraham, andar delante de Dios en fe, en obediencia, en madurez. Aún si nosotros hemos pasado un rato fuera de Dios, fuera de comunión con Él, como Abraham, Dios no cambia. Sus promesas no cambian. Sus promesas todavía son fieles, porque Él es el Dios todopodedoso. Después de 13 años, Dios apareció como el Dios Todopoderoso. Y no sé de ustedes aquí cuánto tiempo alguien aquí tal vez ha vivido fuera de la comunión de Dios, no andando con Dios, pero nunca es demasiado tarde para regresar y andar delante de Dios como requiere, como Él manda. Es el Dios que puede hacer todo. Es el mismo Dios que servimos hoy en día. Es el mismo Dios de quien Isaías habla cuando dice, Él da esfuerzo al cansado. Multiplica las fuerzas al que no tiene ninguna. Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen, pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas, levantarán alas como las águilas, correrán y no cansarán, caminarán y no se fatigarán. Es el mismo Dios Todopoderoso que nosotros vivimos hoy en día. Aún si tú te has desviado, aun si tú ahora estás sufriendo las consecuencias de tus pecados, como Abraham en este pasaje. Si eres cristiano, tu Dios es todopoderoso, y no hay nada imposible ni difícil para Él. En primer lugar vemos el nuevo nombre de Dios, el Dios todopoderoso. En segundo lugar vemos nuevos nombres para Abraham y Sarai. Dios en los ciclos 2 y 4 confirmó su pacto con Abraham. Pondré mi pacto entre mí y ti, y te multiplicaré en gran manera. En el ciclo 4, y aquí mi pacto es contigo, y serás padre de muchedumbre de gentes. Y es posible, que no sabemos, pero es posible que Abraham oyó esta promesa de Dios otra vez. Y Abraham pensaba, sí, yo sé, es lo que me has dicho por mucho tiempo. Pero tengo 99 años, y si tú no quieres usar Ismael, yo no sé lo que estás haciendo, Dios. ¿Cuántas veces Dios ha dicho, Abraham, tú eres padre de muchísima gente? Abraham dice, pero tú rechazaste a Ismael, entonces, ¿qué? Pero Dios confirmó su promesa y su pacto, aún después de esos 13 años, cuando cambió el nombre de Abraham. Versículo 5. Y no se llamará más tu nombre Abraham, si que será tu nombre Abraham, porque te he puesto por parte de mucha nombre de gentes. Fíjense, el cambio de nombre o el cambiar el nombre de alguien demuestra posesión o un tipo de control sobre su vida. Por ejemplo, yo no tengo el derecho de acercarme a Rubén y decir Rubén, a partir de hoy tu nombre será Pedro. ¿Quién soy yo para cambiar el nombre que sus padres le dieron? Yo no tengo este control sobre su vida. Pero aquí vemos que Dios cambió el nombre de Abraham, demostrando su soberanía y su control sobre Abraham y sobre la situación, sobre la promesa y el pacto. Veremos más adelante que también cambió el nombre de su esposa, todo esto demostrando que Dios todavía tenía el control, que estaba haciendo todo lo que quería hacer. Dios cambió el nombre de Abraham para darle una esperanza más tangible del cumplimiento de su pacto. Pero los dos nombres, Abram y Abram, suenan igual, ¿verdad? Abram, Abram. Pero podemos ver la diferencia en cómo se deletrea, ¿verdad? Abram, sin H, significa padre exaltado. Abram, con la otra A y con H, significa padre de una multitud. fue una manera muy grande para demostrar a Abraham que Dios no había olvidado su pacto, sino que sin duda iba a cumplirlo. Cada vez que alguien llamó a Abraham o quería hablar con Abraham, fue un recuerdo de la promesa de Dios. Cada vez que una persona dijo a Abraham, buenos días Abraham, ¿cómo estás Abraham? Abraham estaba escuchando, buenos días padre de una multitud, ¿cómo estás padre de una multitud? ¿Cuántas veces cada día Abraham escuchó su nombre y pensaba, Dios prometió esto y va a cumplirlo? Una manera muy tangible para Abraham, para confiar aún más en el cumplimiento de Dios en su pacto. Y sabemos que Dios sí cumplió esta promesa por medio de Isaac, cuyo nacimiento fue prometido más adelante en el capítulo. Dios prometió que Abraham sería padre de una multitud, y así fue. pero no solamente en cuanto a su descendencia natural, los judíos, por Isaac. Si opuesto que en el libro de Gálatas, Pablo nos enseña claramente que el cumplimiento de esta promesa se encuentra en Cristo, nosotros, que somos los hijos de Dios y salvos por la sangre de Cristo, somos parte del cumplimiento de esta promesa a Abraham. Vamos a ver los discípulos 7 y 8. y estableceré mi pacto entre mí y ti y tu descendencia después de ti en sus generaciones por pacto perpetuo. Nosotros formamos parte de la descendencia de Abraham. En el siglo VIII, te daré a ti y a tu descendencia después de ti, la tierra en que moras, toda la tierra de Canaán en heredad perpetua, y seré el dios de ellos. Todo esto es cumplido en Cristo y en nosotros que somos los hijos espirituales de Abraham. Y tú dices, ¿cómo sabes eso? Vamos a ver Romanos y el capítulo 4, si todos pueden buscar en sus Biblias en Romanos 4. Porque Pablo, aquí en esta Carta de los Romanos, explica el punto muy bien. De hecho, no tenemos el tiempo para estudiar cada vez, o cada parte, cada versículo que Pablo dice. Pero aquí en el capítulo 4, Pablo dice que la promesa a Abraham era para aquellos que son de la fe. de Abraham, el cual es padre de todos nosotros delante de Dios. Y leemos en el versículo dieciocho a veinticinco hablando de Abraham. Él creó en esperanza contra esperanza para llegar a ser padre de muchas gentes. Conforme a lo que se le había dicho, así será tu descendencia. y no se debilitó en la fe al considerar su cuerpo que estaba ya como muerto, sino de casi 100 años, o la esterilidad de la matriz de Sara. Tampoco dudó por incredulidad de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios, plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido, por lo cual también su fe le fue contada por justicia. Y no solamente con respecto a Él se escribió que le fue contada, sino también con respecto a nosotros a quienes ha de ser contada. Esto es, a los que creemos en el que levantó de los muertos a Jesús, Señor nuestro, el cual fue entregado por nuestras transgresiones y resucitado para nuestra justificación. Nosotros formamos parte del cumplimiento de la promesa de una descendencia para Abraham. Aun si hoy en día todos los judíos sean destruidos, la promesa de Dios sigue fiel, porque nosotros somos hijos de Abraham, espiritualmente, por tener la misma fe y el mismo Dios y la misma salvación. En verdad, Abraham fue padre de una multitud, no solamente por tantos israelitas, Si, como dice en Apocalipsis 7, 9, habla de una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas. Somos santos, somos cristianos, una multitud que nadie puede contar. Esa es la promesa de Dios cumplida en nosotros, Abraham. En los versículos 15 y 16, y regresamos a Génesis 17, Pero dejen su dedo en manos cuatro, porque vamos a regresar. ¿OK? Uno o algo. Regresando a Genesis 17, versículos 15 a 16, vemos que Dios también cambió el nombre de Sarai, a Sara. Dijo también Dios a Abram, a Sarai tu mujer no la llamarás Sarai, mas Sara será su nombre, y la bendeciré, y también te daré de ella hijo. Sí, la bendeciré, y vendrá a ser madre de naciones, reyes de pueblos vendrán de ella. Casi no hay diferencia entre los dos nombres, Sarai y Sara. Los dos significan princesa. Lo que vemos aquí es que Dios cambió un poquito de cómo deletrear el nombre para otra vez dar a Sara la idea de un nuevo inicio, para darle a ella también un recuerdo tangible de que Dios sí iba a cumplir su pacto y sus promesas. Y ese nombre de Sara, princesa, Y las promesas a ella que leemos aquí tiene que ver con lo que Dios dijo a Abraham en el siglo seis, te multiplicaré en gran manera y haré naciones de ti y reyes saldrán de ti. Y en verdad es lo que sucedió, verdad? De la descendencia de Abraham y Sara vino el rey David y todos los reyes de Israel y mucho más importantemente, el gran hijo de David, el rey y señor Jesucristo. Por eso Mateo empieza su libro y su genealogía diciendo, libro de la genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham. ¿Por qué esos dos? Porque Mateo quiere enfatizar en su libro que Cristo es Rey. Fue prometido a Abraham, vas a tener reyes saliendo de ti. Y David, como el rey más grande, humanamente hablando de Israel. Entonces, esta promesa a Abraham, que reyes al gran de él y de Sade, se cumplió en gran manera, físicamente y también espiritualmente, en Cristo. El otro nuevo nombre que vemos en este capítulo es el nombre de Isaac, el hijo prometido por Dios. Dios prometió que Sara sería madre de naciones y reyes, y la verdad es que Abraham no lo podía creer. Desde el versículo 17, se reyó y dijo en su corazón, ¿a hombre de 100 años ha de nacer hijo, y Sara ya de 90 años ha de concebir? Y fue difícil para Abram para creer. Pero fíjense bien, porque aquí no parece que Abram se reió en la misma manera como Sara más adelante, en incredulidad completa. Porque aquí no fue reprendido por Dios. Porque Dios dijo que el nombre de su hijo sería Isaac, que significa risa. A Abram sí le costó trabajo entender cómo puede ser posible. Pues si regresamos a Romanos 4... Reciclos 18 al 22, otra vez leemos que Abraham creó en esperanza contra esperanza para llegar a ser padre de muchas gentes. Conforme a lo que se le había dicho, así será tu descendencia. Y no se debilitó en la fe, al considerar su cuerpo, que estaba ya como muerto, siendo casi 100 años, o la estilidad de la matriz tesada. Tampoco, dice, tampoco dudó por incredulidad de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en la fe, dando gloria a Dios. Entonces, no vemos una falta de fe de Abraham aquí. Es otro tipo de risa. No sé, la risa de, no lo puedo creer. Sí creo, pero no lo puedo creer. Tal vez tú recibes un regalo un día y dices, ah, no lo puedo creer. Bueno, sí puedes creer porque está en tu mano el regalo. Dices, no lo puedo creer porque por tanta sorpresa, Tal vez fue eso para Abraham, y gozo también, gozo, riendo a veces de gozo, eso hacemos, ¿no? A veces nos rimos llorando o gozándonos. Creo que fue eso, porque en Romanos 4 es muy claro que Abraham no dudó, que no fue falta de fe. En Vesículo 19, de Génesis 17, leemos que Dios dijo, Ciertamente sale tu mujer y te dará a luz un hijo, y llamará su nombre Isaac, y confirmaré mi pacto con él como pacto perpetuo para sus descendientes después de él. Es que promesa. Increíble cómo Dios decidió cumplir esta promesa a Abraham. Y otra vez, con ese nombre de Isaac, Risa, cada vez que ellos llamaron a su hijo, iban a recordar esa situación, ese gozo, Dios nos llamó a Isaac, Isaac, para demostrarles que cada vez que llamas a tu hijo vas a recordar tu incredulidad. No, porque Abraham no dudó, dice Romanos 4, pero risa como de gozo, de gozo, cada vez como riéndose. ¡Ese es mi hijo! ¡Cien años! ¡Noventa años! Este hijo nació porque Dios es fiel, porque Dios es todopoderoso. Todos esos nombres, los cuatro, es de gran, gran importancia para Abraham y Sara en esos días. Nombres para dar confianza, nombres para dar esperanza a ellos en esos días difíciles. Pero muy rápidamente, algo interesante también sucedió en esos momentos cuando Dios estaba prometiendo a Isaac. En el versículo 18, Abraham dijo, ojalá Ismael viva delante de ti. Y tú dices, ¿qué tiene que ver? Lo que vemos aquí es que Abraham era un padre natural. Estaba pensando en su hijo. Claro, Ismael fue un hijo nacido y olvidado de pecado. Dios no iba a cumplir su pacto con Ismael, pero era el hijo de Abraham y le amó. Y Abraham dijo, ojalá que Ismael pudiera recibir tantas bendiciones. Nunca debemos olvidar que esos hombres, esas personas en la Biblia, son personas normales, personas normales, con sentimientos normales, con luchas normales, así como nosotros. Abraham aún en un tiempo de mucho gozo de saber que otro hijo iba a nacer de Sara, su esposa, al mismo tiempo también sentía tristeza por su otro hijo. Y veamos cuán misericordioso fue Dios aquí, porque en el versículo 19, 20, perdón, Dios dijo en cuanto Ismael también te he oído. Y aquí que le bendeciré y le haré fructificar y multiplicar mucho en gran manera. Doce príncipes engendrará y haré de él una gran nación. Entonces, aunque Ismael no fue hijo de la promesa, aunque el resultado de la falta de fe de Abraham y la desobediencia de Abraham y Sara, Dios de todos modos demostró mucha misericordia con él y con Abraham. Pero Dios fue muy claro, en el siglo XXI, más Dios establece de él mi pacto con Isaac. Dios es misericordioso aun cuando pecamos, pero siempre cumple su plan y siempre cumple sus promesas. Por aquí, los cuatro nuevos nombres no son las únicas cosas nuevas de este pasaje. Empecé hablando de cosas nuevas y cuán emocional es recibir cosas nuevas. Ellos recibieron cuatro nuevos nombres para fortalecer su fe, para animarles a continuar obedeciendo. Pero vemos en los reciclos 9 a 14 que Dios agrega algo a su pacto. Dios da a Abraham una nueva señal. Dios nunca deja a su pueblo sin la certeza de sus promesas y su pacto. Y vemos aquí esto demostrado claramente por medio de esta nueva señal de la circuncisión. Vamos a leer otra vez los versículos 9 a 14. capítulo diecisiete, versículo nueve. Dijo de nuevo Dios a Abraham, En cuanto a ti guardarás mi pacto, tú y tu descendencia después de ti por sus generaciones. Este es mi pacto que guardaréis entre mí y vosotros y tu descendencia después de ti. Será circuncidado todo varón de entre vosotros. Circuncidareis pues la calle de vuestro prepucio y será por señal del pacto entre mí y vosotros. Ustedes recuerden, cuando Dios hizo el pacto con Abraham en el capítulo 15, fue un pacto incondicional, ¿verdad? Abraham no tenía que hacer nada, Dios iba a hacer todo para cumplir su promesa. Aquí nada ha cambiado, es el mismo pacto. En este versículo vemos lo que Dios manda a Abraham y su descendencia debido al pacto, debido a la promesa. la obediencia, demostrada por medio de este símbolo, por medio de este señal y sello, la circuncisión. Por medio de este acto físico de la circuncisión, Abraham y su descendencia iban a demostrar su creencia en el pacto. y en la necesidad de obedecer a Dios en este pacto. Y también iban a ser recordados constantemente de la fidelidad de Dios al pacto y la certeza de su cumplimiento. Es decir, son dos propósitos de la circuncisión. La demostración de la obediencia del pueblo a Dios y la demostración de la fidelidad de Dios al pueblo por medio de este señal. La circuncisión, este acto físico, era una señal o un sello. Tú dices en Romanos 4.11, Abraham recibió la circuncisión como señal, como sello de la justicia y la fe que tuvo estando aún en circunciso. Entonces, por eso hablamos de eso como sello o señal. El sello es una confirmación. Es la garantía del pacto. Fíjense muy bien, el sello no es el pacto mismo. Una participación en la señal externa no garantiza absolutamente nada en cuanto al pacto. Pero cuando el sello externo se iguala a la condición del corazón, ya es eficaz. Por ejemplo, No todos los circuncidados eran los hijos de Dios, ¿verdad? Pero cuando un judío circuncidado también tenía la fe y la creencia en Dios y en su salvación, el sello ya tenía mucho más significado. La señal ya fue entendida y llegó a ser eficaz como manera de demostrar la obediencia a Dios y la manera para recordar la fidelidad de Dios a su pacto. La circuncisión no fue algo que Dios inventó. Algunas personas se confunden a veces por eso. La circuncisión fue una costumbre normal en esa antigua cultura. Era una costumbre que Dios tomó e instituyó como sello de su pacto. Dios cambió el significado para su pueblo. Porque para las culturas paganas, la circuncisión fue un rito de algo necesario para un joven para ser adulto, para ser hombre. O a veces fue un ritual para el matrimonio. Pero ahora Dios iba a tomar algo ya establecido por las culturas paganas y cambiarlo y usarlo como sello y señal de su pacto para recordarles a ellos que Dios siempre sería fiel a su promesa. Tú dices, ¿por qué? ¿Por qué la circuncisión? ¿Por qué no escogió otra cosa? Vamos a pensar. Hay varias razones por las cuales Dios escogió ese símbolo para ser el sello de su pacto. En primer lugar, fue un símbolo de la procreación. Dios no estableció un sello usando el dedo o el brazo, sino una parte del cuerpo necesaria para tener hijos. Porque, en esencia, esta fue la parte más importante del pacto. Ustedes recuerdan, ¿no? dice Dios a Ram, tu simiente, tu descendencia va a heredar todas esas cosas. ¿Qué nos dice Pablo en Gálatas? No dice simientes como muchos, sino simiente singular, que es Cristo. Entonces la promesa del pacto a Ram es una promesa de Cristo que iba a venir. ¿Y cómo iba a venir Cristo? Por medio de la procreación de muchos siglos. por medio de Israel, por medio de Abraham, Isaac, Jacob y muchos después Cristo iba a venir, el Salvador iba a venir para salvar a su pueblo de sus pecados. Entonces, ese señal de la circuncisión ayudó al pueblo a recordar la importancia de la simiente que iba a venir. Por eso circuncisión, pues no fue señal de cortar tu uña en tu dedo. algo que tiene que ver con la procreación, para que todos pensaban en la simiente futura que iba a venir, para que todos pensarían en Cristo. ¿Qué más? Ese símbolo involucró, obviamente, el dolor y la sangre, ¿verdad? En el acto físico había un corte, una acción de quitar algo que causó el derramamiento de sangre. Algunos están desviándose cansados. Escuchen, ¿ok? Es por eso que la circuncisión es una señal perfecta, porque podemos pensar claramente en la obra de Cristo en la cruz, porque lo que Cristo hizo en la cruz fue el cumplimiento último de ese símbolo de la circuncisión. ¿Cómo? Cristo fue cortado en su muerte. Cristo fue cortado de la vida. Cristo fue cortado temporalmente de su padre. Cuando clamó a gran voz, Dios mío, Dios mío, por qué me has abandonado? Su vida fue quitado y derramó la sangre. Ve la ilustración con la circuncisión, quitar algo que causó sangre. Cristo su vida fue quitado por derramamiento de sangre. Si yo sé que es difícil, tú vienes y dices ¿por qué estás predicando la circuncisión? Pues aquí primero la Biblia y dos, porque tenemos que entender lo que significa. Pensamos en la circuncisión y pensamos en el pacto de Dios que fue cumplido en Cristo. Colosenses 2, 11 a 15 explica eso muy claramente. Yo voy a leerlo. Ustedes pueden leer también o nada más apuntar la cita Colosenses 2, 11 a 15. Escuchen. En Cristo dice fuimos circuncidados con la circuncisión no hecha mano al echar en nosotros el cuerpo pecaminoso carnal en la circuncisión de Cristo, sepultados con él en el bautismo, en el cual fuimos también resucitados con él mediante la fe y el poder de Dios que le levantó los muertos y a nosotros estando muertos en pecados y en la encircuncisión de nuestra carne nos dio vida. juntamente con Él, perdonándonos todos los pecados, anulando el acto de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz, y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz. ¿Qué significa? Si en lugar para duda alguna hay un aspecto espiritual que tenemos que entender cuando estudiamos el acto de la circuncisión. Por supuesto, si tú lees eso y nada más piensas físicamente, no vas a entender nada, nada. Pero como estudiamos mucho aquí, necesitamos leer toda la Biblia. y entender cómo todo cabe juntos. Queremos un capítulo en Génesis 17, un capítulo en Romanos 4, y un capítulo en Colosios 2. Queremos entender juntos para entender la aplicación espiritual de este acto de la circuncisión. Voy a explicarlo, intentar explicarlo de manera sencilla. La persona en su pecado, la persona sin Cristo, es considerada incircuncidada espiritualmente. Están sus pecados, todavía tienen sus pecados. Sus pecados no han sido quitados, lavados, limpiados. Ya leí que la Biblia dice que naturalmente estamos enfermos, dice muertos en pecados. Necesitamos la vida que solamente Cristo nos da. Necesitamos el perdón de nuestros pecados para ser salvos. Pues si estás aquí hoy y no eres algo y estás diciendo, no entiendo nada de eso, no entiendo por qué yo vino a la iglesia hoy y el pastor está platicando de la circuncisión. Muy raro. Si no entiendes, te digo, es porque tú necesitas la circuncisión espiritual, que significa necesitas que tus pecados sean quitados por la sangre y la obra de Cristo. Dios nos dijo en Jeremías 4, 4, circuncídense para el Señor y quiten los prepucios de sus corazones. Parece muy raro, verdad? Lo que significa es que Dios no está tan preocupado con tus acciones externas y tus obras externas, sino quiere tu corazón. De manera muy sencilla es lo que significa. Si tú todavía sigues en tus pecados sin arrepentimiento, si tú sigues sin creer completamente en Cristo para tu salvación, si todavía estás confiando en algo de tus obras para ser salvo, necesitas la circuncisión de corazón, necesitas un corte del pecado para que puedas ser salvo. ¿Entendemos? Si tal vez la ilustración, el motaf, metáfora, es difícil, El punto es, necesitamos tener sin concesión el corazón, necesitamos que nuestros pecados sean quitados por la sangre y la obra de Cristo. Pero fíjense bien, porque ese símbolo no se aplica solamente a los incrédulos aquí que no entienden nada y que son muy rebeldes en contra de Dios. Este símbolo, en este símbolo podemos pensar en la aplicación para aquellos jóvenes y niños aquí que viven en un contexto cristiano. casas, aquí en la iglesia, y no son salvos. O podemos aplicar eso a la persona aquí que dice que es cristiano y tal vez externamente parece ser cristiano y realmente no lo es. Eso se aplica a ti también. ¿Quieres saber cómo? Cuando pensamos en la circuncisión, Entendemos que fácilmente podía convertirse en una mera ritual sin significado verdadero y espiritual. Vemos aún en este pasaje de Génesis 17 que Ismael fue circuncidado. ¿Verdad? Ismael fue circuncidado. Ismael nunca formó parte del pueblo de Dios. Lo importante siempre es el significado espiritual, la simulación de corazón, en vez de solamente tener el cumplimiento externo. Fíjense bien, porque esto no es para decir que la señal no fue importante. Podemos pensar en la ilustración del anillo del matrimonio. El quitar el anillo y ya no usarlo, no demuestra que ya no es casado, pero sí dice algo, ¿verdad? Sí dice algo. Aquí la ilustración es mucho más fuerte porque el sello era irreversible, era permanente, no era algo que se puede cambiar. Y Dios mismo dijo en el versículo 14, el varón incircunciso, el que no hubiera circuncidado la carne a su propicio, aquella persona será portada de su pueblo, ha violado mi pacto. Entonces, no es para decir que la señal, el sello no es importante, pero La aplicación para algunos aquí es que la señal externa no garantiza la verdad del corazón. Ninguna obra externa garantiza que uno tiene la salvación verdadera, ya sea circumcisión, bautismo o cualquier otra cosa. Tú puedes decir que eres cristiano, Tal vez vives en una familia con papás cristianos, tal vez vienes a la iglesia cada domingo, tal vez has sido bautizado, tal vez participas en la Cena del Señor. Pero ninguna de esas cosas salva. Ninguna. Son buenas señales, pero no garantizan nada. exactamente como muchos israelitas a través de los siglos fueron circuncidados sin formar parte del pueblo de Dios. Así también puedes demostrar muchas obras externas y tener algunas señales externas y no ser hijo de Dios. Es parte del problema en la iglesia católica, porque ellos garantizan algo cuando bautizan los bebés. Puede ser otro mensaje, hablando del bautismo como señal, pero por lo menos podemos decir, ya sea en la iglesia católica o en la iglesia cristiana, el bautismo sí es importante, es un sello, es una señal, pero no garantiza absolutamente nada, ni para los niños, ni para los adultos. No es para decir que el sello no es importante, porque sí es importante, pero no garantiza la verdad del corazón. Nos vemos aquí, por medio de la historia con Abraham y Sara, que Dios nunca deja a su pueblo sin la certeza de sus promesas y su pacto. Dios dio a ellos nuevos nombres para asegurar su confianza y su pacto, y les dio una nueva señal para que no podían olvidar su fidelidad. Nosotros podemos recibir mucha esperanza de esta historia, porque si somos cristianos, Dios nos ha dado nuevos nombres también. 1 Juan 3, 1. Miren, cuán gran amor nos ha dado el Padre para que seamos llamados hijos de Dios. Tenemos un nuevo nombre, hijo de Dios, cristiano, redimido. Aunque el nombre no cambia nada, el nombre es una demostración que Dios nos ha cambiado. Es una demostración de su control y la certeza de su pacto para con nosotros. Dios también nos ha dado una señal, recibe entrar en mucho debate o mucho detalle. Como cristianos podemos pensar en varias señales externas, como el bautismo, por ejemplo. Pero el sello más importante que el verdadero cristiano recibe es el Espíritu Santo. Que no es un sello externo, obviamente, no es nada físico, pero es la garantía de que somos los hijos de Dios. Tenemos el sello del Espíritu Santo. Entonces, debido a su pacto, debido al sello de su pacto, Dios va a ser fiel, sin duda. Dios garantiza el cumplimiento de sus promesas, y por eso nosotros podemos tener confianza y esperanza en Él. Al mismo tiempo, nosotros tenemos un gran privilegio por haber recibido la salvación y su sello, y tenemos responsabilidades. Andar con Dios, obedecerle, seguir fieles, mostrar al mundo que somos diferente. Dios nunca deja a su pueblo sin la certeza de sus promesas y su pacto. y por eso podemos vivir en esperanza y obediencia diaria a Su voluntad. Vamos ahora. Nuestro Padre, damos muchas gracias por Tu Palabra, y algunas veces cuando leemos pasajes difíciles de entender, damos gracias que siempre podemos aprender algo, que Tú nos das esperanza y confianza porque siempre cumplas Tus promesas, porque siempre estás con Tus hijos, porque nos has dado un nuevo nombre, una nueva familia, una nueva esperanza en Cristo. Te pedimos para aquellos aquí que no te conocen, que todavía no son salvos, que ellos dejan de confiar en sus obras, que tú quites de ellos su ignorancia, su pereza. Señor, te pedimos que tú cambies sus corazones y tú quites de ellos sus pecados. que Tú les laves y les das sangre de Tu Hijo. Ayúdnos en estas semanas, Señor, para ser fieles, porque Tú eres fiel. A pensar en todas las cosas nuevas que Tú nos has dado para animarnos y fortalecernos. Señor, ayúdnos a no caer en desánimo. Ayúdnos a no caer en pereza. Ayúdnos a esforzarnos en estas primeras semanas de este nuevo año. a seguir fieles a ti y obedecerte, porque tú siempre eres fiel para nosotros y siempre nos cuidas. Te pedimos en nombre de Cristo. Amén.
Nuevos nombres, nueva señal, nueva esperanza
Series Estudio sobre Génesis
Dios nunca deja a Su pueblo sin la certeza de Sus promesas y de Su pacto, [como vemos aquí demostrado en las vidas de Abraham y Sara por medio de los nuevos nombres y la nueva señal de la circuncisión].
Sermon ID | 110161759233 |
Duration | 50:16 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Bible Text | Genesis 17 |
Language | Spanish |
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