Pues para empezar, pues quisiera yo mencionar acerca de la idea de que esta profecía Muchos enseñan que llega a cumplirse en el milenio. Yo mencioné que ellos creen que ya en el milenio, que ya no será necesario evangelizar, no será necesario salir a decir a otros acerca de Cristo, porque dice que todos lo van a poder ver. Él estará reinando en Jerusalén terrenal. Y ellos, así ellos explican este pasaje. Que ya no será necesario porque su gloria va a llenar la tierra. Y. Y aunque ellos explican hoy en día. Que muchos estarán viajando para ver al rey en persona en Jerusalén, etcétera, etcétera. Y yo mencioné que eso no es la interpretación correcta. La interpretación correcta, la forma en que todos llegan a conocerle es por medio del Espíritu Santo. Y esa es la razón que si es de mucha bendición, pues el poder tener maestros en la iglesia, muchos hermanos que comparten palabra buena, qué gran bendición es. Pero en sí no es 100 por ciento necesario, porque el que nos guía a toda la verdad es el Espíritu Santo. Y eso es lo que. Lo que estábamos viendo. Y quisiera yo mencionar algunos argumentos que personas ocupan para enseñar eso. Vamos a ver Hechos capítulo 8, por favor. Este tema no va a sonar tanto a sermón, sino a una defensa de lo que acabo de enseñar y así sea. Es importante que podemos defender la fe y me gustaría enseñarles cómo defender esta verdad. Entonces dice en Hechos Hebreos, dije Hechos? Hebreos 8. Capítulo 8. Hebreos 8. Y es muy interesante. Yo puedo decirles que incluso a mí así fui enseñado pues dentro de este tipo de enseñanza. Y muchas veces escuché este argumento. Este argumento es erróneo, pero me gustaría mostrárselos. Dicen Hebreos 8 verso 8, porque reprendiéndolos, dice. Y aquí vienen días, dice el Señor, en que estableceré con la casa de Israel y la casa de Judá un nuevo pacto. Entonces su argumento es Es hermano, es que la verdad estás mal porque tú decías. Que Jeremías 31, esta promesa de que nadie tiene que enseñar a su hermano, tiene que ver con la iglesia, tiene que ver con el Espíritu Santo en la iglesia y Dios enseñándonos por dentro. Y así somos no solamente regenerados, pero así somos santificados. Y la verdad, ellos me dirían, hermano, la verdad, estás mal. Porque si tú ves bien el pasaje, el pasaje dice que no se cumple en la iglesia. Se cumple, como dice aquí, ¿dónde? En la casa de Israel y la casa de Judá. Eso sería su argumento. Entonces, primeramente, Lo que tenemos que ver es el verso 13. El verso 13, que también, que apoya lo que yo dije antes, que el antiguo pacto y el nuevo pacto no es lo mismo. Hay muchos que quieren decir que es un solo pacto, que es exactamente lo mismo. No lo es, porque en el verso 13 dice, al decir nuevo pacto, ha dado por viejo. ¿Qué dice? al primero. Entonces, si hay diferencias, si hay cambios, no es lo mismo. El primero es por viejo y lo que se da por viejo se envejece y está próximo a desaparecer, hablando de la destrucción del templo, etc. Entonces, su argumento es, al leer esto, que dice en el verso 10 8 10 por lo cual perdón el día que los tomé de la mano para sacarlos de la tierra de egipto porque ellos no permanecieron en mi pacto que dice la otra invalidaron yo me desentendí de ellos dice el señor Dice el Señor, yo era esposo, si ya no lo es, yo era esposo a ellos. Entonces dice en el verso 10, por lo cual este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice el Señor, pondré mis leyes en la mente de ellos, sobre su corazón las escribiré, seré ellos por Dios y ellos me serán por pueblo y ninguno enseñará a su prójimo ni ninguno a su hermano diciendo conoce al señor porque todos me conocerán desde el menor hasta el mayor de ellos. Y mira lo que dice. ¿Por qué? ¿Cómo se cumple? Porque seré propicio a sus injusticias y nunca más me acordaré de sus pecados y de sus iniquidades. No se aplica a la nación de Israel porque ellos no tienen el perdón de pecados. No se aplica en el milenio porque ellos mismos enseñan que en el milenio casi todos son inconversos, hay creyentes, hay inconversos, y al final del milenio Satanás va a llegar, los va a engañar a todos, y van a atacar a Cristo. Entonces ellos mismos dicen que no están convertidos. que solamente exteriormente, pero la promesa del nuevo pacto es interior y si se aplica a la iglesia. Y lo que me dirán es que hermanos, que estás mal, es que aquí no dice iglesia, aquí dice la casa Israel, aquí dice la casa de Judá y tú sigues necio de que es la iglesia. Entonces lo que hay que hacer, hermanos, es ver capítulo 10 Hebreos capítulo 10. y Hebreos capítulo 10 cita el mismo pasaje donde en el verso 16 donde dice este es el pacto que haré con ellos después de aquellos días dice el Señor pondré mis leyes en sus corazones y en sus mentes las escribiré y añade y nunca más me acordaré de sus pecados y transgresiones. Ahora, yo les dije que cómo fue que el Señor Jesucristo interpretó Jeremías treinta y uno. Ya lo vimos en Juan seis. ¿Cómo lo interpreta el Señor Jesús? Que al darnos de su Espíritu Santo, al perdonados, al perdonarnos de nuestros pecados, Somos enseñados por Dios. Y como Dios mismo es el que nos enseña, él como nos enseña, escribe su ley en nuestras mentes, en nuestros corazones. Él nos perdona y seguimos a Cristo como sus ovejas. Y el Espíritu Santo nos guía a toda la verdad. Así Jesucristo dijo que se cumple. Ahora veamos cómo dice el escritor a los hebreos. Cómo interpreta. Este profecía, mire el verso 15. Yo salté el verso 15 a propósito. Y dice así y nos atestigua quién es el nos. pues es la iglesia mira lo que dice en los versículos anteriores el verso 10 en esa voluntad somos santificados de quien está hablando la iglesia mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo y dice en el verso también trece de ahí en adelante esperando hasta que sus enemigos se han puesto por estrado sus pies con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados y nos atestigua o sea a la iglesia nos atestigua lo mismo el Espíritu Santo porque después de haber dicho y cita la profecía para decir que esta profecía que se dio a la casa de Israel y la casa de Judá se cumple en nosotros. Por eso dice nos atestigua el Espíritu Santo. El cumplimiento es en la iglesia. Por favor, vamos a regresar y vamos a ver muchos versículos, incluso en el Antiguo Testamento, que siguen confirmando el cumplimiento de este pacto. Isaías 2.3, por favor. Por cierto, Isaías 2.3 es uno de los cantos que tenemos en nuestro himnario también. Eso dentro de poco lo vamos a aprender y será de mucha bendición. Isaías 2,3 dice la palabra del Señor. y vendrán pues verso dos y acontecerán lo postrero de los tiempos que será confirmado el monte de la casa de Jehová como cabeza de los montes y será exaltado sobre los callados y correrán a él todas las naciones. Ahora yo admito que yo sí creo que está hablando espiritualmente. Cristo resucitó de entre los muertos y después que hizo ascendió a Dios Padre. ¿Y dónde está Cristo sentado ahora? Monte Sion. Ahora mira lo que dice aquí en el verso 3. Y vendrán muchos pueblos y dirán, venid, subamos al monte de Jehová, a la casa de Dios de Jacob, y nos enseñará sus caminos. ¿Quién enseña a quién? pues el el cristo el mesías es el que enseña a las naciones entonces ellos lo toman literalmente ellos están diciendo que los gentiles van a comprar boletos o van a ir pues ahí de una forma viajando y que todos van a ir a israel y cristo va a estar ahí en el trono enseñando a las personas lo que yo estoy diciendo es que aquí está hablando de Cristo resucitado a la diestra de Dios y él enseñando a los creyentes, nos enseñará sus caminos y caminaremos por sus sendas, porque decía que dice. ¿Saldrá la ley? Y de Jerusalén, la palabra de Jehová. El canto es precioso. A ver cuando lo ponen los hermanitos. Es muy bonito esta alabanza para cantarlo. También podemos ver rápidamente, es uno de los salmos que cantamos. Salmo 25. Verso ocho, bueno y recto es el Señor. ¿Verdad? Bueno y recto es Jehová. ¿Alguien si lo puede leer, por favor? Bueno y recto es Jehová. Así es. Otra vez está hablando de la conversión de los pecadores. ¿Y qué hace el Señor en la conversión? Él nos enseña. Somos enseñados por Dios. Salmo 71 dice, oh Dios, tú me has enseñado desde mi juventud y hasta ahora has anunciado tus maravillas. Muchos versículos hermosos. Entonces ahí estaban los fariseos atacando a Cristo. Ahí en Mateo 11. ¿Quién se acuerda de este pasaje tan precioso? Y ellos rechazaron a Cristo. Y Cristo. Levantando su rostro hacia el cielo. Él dice Padre. Te alabo Padre. Señor de los del cielo y de la tierra, porque ocultaste estas cosas a los sabios y a los inteligentes y lo revelaste aquí. a los niños. Otra vez. ¿Quiénes son estos sabios? Él estaba hablando de los fariseos que pensaban que sabían todo. Él hablaba de los fariseos que según ellos no necesitaban que alguien les explica nada. Ellos eran sabetodos. Y Él dice, gracias Señor. Estos que dicen ser sabios son realmente los necios. Y dices, te alabo, Padre, porque lo revelaste a niños. ¿Quiénes son los niños? Son los creyentes que realmente, como dice ahí en 1 Corintios, no fuimos muchos sabios. Éramos, por decirlo así, andando en nuestra ignorancia. Jesucristo dijo a Pedro otra vez lo que mencioné en el otro sermón en Mateo 16. Bienaventurado eres, Simón, hijo de Juanás, porque esto no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos. La revelación, la iluminación, enseñados por Dios. Qué hermoso. Es esto. También podemos pensar en el gran don del Espíritu Santo que tenemos. Esto también yo creo que pueden terminar el versículo de memoria, pero el Consolador el Espíritu Santo a quien el Padre enviará en mi nombre. Él les enseñará, dice todas las cosas y les recordará todo lo que les he dicho. Primera de Corintios 2 nos habla de los dos diferentes tipos de hombres, el hombre natural, El hombre natural no comprende las cosas de Dios. Pero el hombre espiritual, él es diferente. Porque dice en 1 Corintios 2, 10, Pero Dios no las reveló por medio del espíritu, porque el espíritu todo lo escudriña, aún las profundas cosas de Dios. También, Podemos, vamos a ver, Primera de Tesolonicenses 4.9, por favor. Primera de Tesolonicenses 4.9. Algún hermano que lo lea, por favor. ¿Quién nos enseña a amar? Dios nos enseña. ¿Qué dice Romano 5, el canto que cantamos tanto? ¿Qué ha sido derramado en nuestros corazones? Dice, pues, ese amor ha sido derramado en nuestros corazones por su Es tan importante todas estas enseñanzas. También vamos a ver, por favor, 1 de Juan, capítulo 2. Primero de Juan capítulo 2 en el verso 20 dice, Pero ustedes tienen la unción del santo y conocen todas las cosas. Ahora, es muy importante porque hay muchos dentro del pentecostalismo que estos impostores que hacen Hacen, pues, reuniones muy grandes, especialmente en Veracruz y en ciudades muy grandes. Me acuerdo que era, creo que hace ocho años, camiones grandes estaban saliendo de Orizaba. Y decían, llegan a Veracruz porque va a llegar, pues, Benny Hinn. Y el otro fue el de Guatemala. Cash Luna. y vengan, y que estaba escrito en su promoción ahí, vengan para recibir la unción. O sea, ellos enseñan que esos hombres están dotados con la unción, y si tú llegas a sus reuniones, que puedes recibir la unción que ese hombre tiene. Esa es una de las blasfemias más grandes que hay. Mira lo que dice el verso 20. Pero ustedes tienen. La palabra tenéis es tienen. Es una posesión presente. Ustedes tienen la unción del santo. ¿Qué es la unción del santo? Es el espíritu santo. Eso es. Yo no tengo que ir a recibir el espíritu santo de otra persona. Ya lo tengo por gracia, por medida de la fe. Ahí dice, en el 21, no se lo he dicho como si ignorasen la verdad, sino porque la conocen y porque ninguna mentira procede de la verdad. Mira el verso 27, pero la unción que ustedes recibieron, la palabra recibisteis es recibieron. ¿Cuándo recibimos la unción? Al creer en Cristo. al nacer de nuevo. Es ese don que el Padre da cuando Él abre nuestros ojos y nuestros oídos. Cuando entramos en el nuevo pacto nos da el Espíritu Santo y Él es nuestro Maestro Divino. ¿Y qué hace? Nos guía a toda la verdad, nos enseña. Y en el verso 27 dice, la unción que ustedes recibieron de Él permanece en ustedes. No es algo que se puede perder. Si somos creyentes verdaderos, la unción permanece. No se va. Y no tienen necesidad de que nadie les enseñe. Ahora, ¿es una bendición de que haya maestros? Claro. Es una bendición. Pero dice aquí, dice aquí, no tienen necesidad ¿Se imagina qué triste sería que, no, pues no pueda aprender nada, no pueda entender nada, a menos que alguien me explique? No. Desde su casa. Gracias a Dios, ¿verdad? En casa, cerrando los ojos. Padre, gracias por tu palabra. Es miel. Es oro. más fino que el oro, dice la palabra. Señor, por favor. Abre mis ojos, que era una de las meditaciones en este pal. Tu palabra es lámpara a mis pies. Señor, guíame, enséñame. Y podemos abrir nuestra Biblia, leerlo y qué maravilla de gracia todavía entenderlo y comprenderlo, porque porque el Espíritu lo tenemos. Él nos guía a toda la verdad. No necesito a fuerza que esté un maestro a mi lado. Así como la unción misma les enseña todas las cosas y es verdadera y no es mentira, según ella, les ha enseñado permanezcan en él. Es un mandamiento que debemos permanecer en Cristo, permanecer en la palabra. permanecer confiando y dependiendo del Espíritu Santo. Qué hermoso, Don. Hermanos, esto es lo que la palabra nos enseña, de que somos enseñados por Dios. Esto es para ser, para estar en el nuevo pacto. Sí, tenemos que tener el Espíritu Santo. Si no tenemos el Espíritu Santo, no estamos en el nuevo pacto. Necesitamos el Espíritu Santo y gracias a Dios, Él nos guía a toda la verdad. Él nos enseña, llega un falso maestro y claro que nos puede confundir, podemos seguir así confundidos, pero no vamos a seguir tras así un pastor falso. Los que se van con los mormones, los que se van con los testigos, es porque realmente nunca han tenido el Espíritu Santo. El Espíritu Santo nos guía al pastor verdadero, quien es el Señor Jesús. Bendito sea su nombre. Gracias, Señor, por este tiempo. Gracias por enseñarnos que este nuevo pacto se cumple en tu iglesia y solamente en tu iglesia. Gracias, Señor. Gracias porque Cristo murió Resucitó y ascendió para que podamos tener el Paracletos, el Consolador, el Espíritu en nosotros. Él mora en nosotros. Él nos guía a la verdad, al Evangelio verdadero. Gracias, nuestro Padre, gracias por haber tenido compasión de nosotros, por habernos enseñado y haber revelado tu Hijo a nosotros. Señor, también enséñanos el camino que debemos seguir, como dice Salmo 25, que podemos temerte, odiar el pecado, odiar el camino, de rebelión e iniquidad y ayúdanos a amar a tu justicia. Como dice el salmista en Salmos 119. Oh, Dios, amo tu ley, señor, que eso sea el latido de nuestro corazón, porque así fue con Cristo nuestro salvador. Él es el primogénito entre muchos hermanos. Y ese salmo primeramente habla de él. Él es el que amó tu ley. Él es que cumplió en todo. Pero Señor, ayúdenos a ser hechos conformes a su imagen. Cada día más santo, más justo como el Señor, con más temor, no del mundo, no del hombre, sino más temor de ti, más reverencia, más compromiso, más santidad. Señor, Sigue enseñándonos. Sigue grabando tu ley en nuestras mentes y corazones para que seamos la iglesia santa y más como tu hijo amado. En el nombre que es precioso, glorioso, sobre todo nombre, oramos en el nombre bendito del Señor Jesús. Amén.