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Escricias 3 capítulo 9 los versículos del 13 al 16 vamos a leer. En esta parte introductoria voy a leer de la versión de las Américas. Nos dice la palabra del Señor en el versículo 13. Esto llegué a ver como sabiduría bajo el sol y me impresionó. Había una pequeña ciudad con pocos hombres en ella. Llegó un gran rey, la acercó y construyó contra ella gran desvaluarte. Pero en ella se hallaba un hombre pobre y sabio. Y él con su sabiduría libró la ciudad. Sin embargo, nadie se acordó de aquel hombre pobre. Y yo me dije, mejor es la sabiduría que la fuerza. Pero la sabiduría del pobre se desprecia y no se presta atención a sus palabras. Amén. Padre, te oramos para que al volver a tu palabra, tu gracia y favor nos siga asistiendo y bendiciendo, trayéndonos toda sabiduría de lo alto y entrenándonos en el arte de poder vivir mejor y para tu gloria debajo del sol. Te lo pedimos, Señor, en el nombre de Jesús. Amén. Todo el capítulo 9, hermano Salomón, Con la gracia del Espíritu Santo nos lleva a entender cómo vivir mejor haciendo un uso correcto de la sabiduría. Y una forma, hermanos, de vivir mejor es entender que el poder y el control debajo del sol no está en nuestras manos como veíamos la semana pasada, ni es de los ligeros la carrera ni la guerra de los fuertes. Y así Salomón nos enseñaba que todo debajo del sol tiene una premisa que se llama vanidad y aflicción de espíritu. Y que nosotros no tenemos control ni del tiempo ni tampoco tenemos control de las cosas que ocurren ni de las circunstancias. Sin embargo, aquellos que creen y confían en el Señor pueden acudir a Él porque Dios sí controla el tiempo que Él mismo ha creado. Salomón concluyó enseñándonos que un hombre sabio sabe que todo tiene su tiempo, haciendo referencia a lo que ya habíamos visto en el capítulo 3 y versículo 1, de que todo tiene su tiempo debajo del sol. Y él concluyó diciendo, sino que tiempo y ocasión acontece a todos. Ahora es interesante, hermano, que en los versículos 13 al 16 hay una de las lecciones más importantes para la vida de toda persona. Y es entender el lugar que ocupa la sabiduría en la vida del hombre. Pero hermanos, es como si fuera una profecía también. a lo que hoy estamos viviendo. Dice Salomón, ahora sí leo en la versión Reina Valera, para los que estaban un poco perdidos, también vi esta sabiduría debajo del sol, la cual me parece grande, dice él, y hace una anécdota Salomón nos cuenta una historia para adentrarnos en el contexto y observen hermanos. Una pequeña ciudad y pocos hombres en ella. Y viene un gran rey y la asedia y levanta contra ella a Baluarte. Y se halla en aquella ciudad un hombre sabio, pobre, sabio, el cual libra a la ciudad con su sabiduría. Esto se parece a la historia de Natán y David. Muchas historias parecidas. Natán y David, Giesi y Eliseo. Y podemos empezar por ahí a buscar cómo grandes se reyesitearon. Y el juez le dijo, mire mi señor, pero si usted ve lo que hay allá afuera, ya perdimos. Él tuvo que orar para que el Señor abriera los ojos de su siervo y su siervo viera. Hermanos, ¿qué vio? Que no es de las fuertes la guerra. Le mostró lo que vimos la semana pasada. No es de los fuertes la guerra. Rapsacé podía decir todo lo que él quisiera allá afuera. No importa. Podía traer todos los caballos, todos los hombres. Hermanos, Los carros de fuego que no se veían pertenecían al Rey del Rey y al Señor de los Señores, a Jehová de los ejércitos. Y amados hermanos, esto nos muestra una vez más la importancia de vivir sabiamente en esta tierra. Usted no ha visto que por ahí a los guapos que se bajan de las guaguas peleando son a los primeros se les pega el tiro. No se le pega al que se quedó sentado ahí esperando a ver qué es lo que va a acontecer. No, no. Esos que se paran como unos leones. Y terminan como sencillos cachorros. Que encima hay que recogerlo del piso. ¿Para llevarlo dónde? Al cementerio. Al cementerio. Por eso es que Salomón, hermanos, en versículos anteriores dijo que es mejor ser la cola del ratón que la cabeza del león. pero vivo. Mejor es perro vivo que león muerto. Hermanos, ¿por qué? Porque en esto hay sabiduría. La guapeza, la braveza, esos leones, lo que evidencian es que todo está en sus fuerzas. Cuando Salomón cuenta esta historia, nos contextualiza y nos lleva a la comprensión de una gran verdad. Hermano, metas esto en la cabeza. Mejor es la sabiduría que la fuerza. Y aplique eso a todo en su vida, hermanos. Hermanos, no discuta con nadie. No hay sabiduría en usted salir simplemente como un león a defender sus derechos, como decimos muchas veces. Bueno, mira, hay que ceder a veces, aún teniendo derecho. Eso es sabiduría. Es mejor la sabiduría que la fuerza. Y pregúntese. Vean las guerras que tenemos abiertas. Hoy hay varias guerras abiertas. Y hermano, ¿usted cree que va a ganar el más fuerte? No, hermano. Va a ganar, ¿sabe quién? El más sabio. Porque aún en las guerras no se ganan con fuerza, sino con estrategia, mediante análisis. No preguntele, hermano Misael, estrategia de guerra. Doctrinas, la doctrina militar tiene su estrategia. Vaya y encuéntrelo estudiando libros de los grandes estrategias de la guerra para que usted entienda cómo Napoleón, mire, como cinco o seis me día Salomón, Napoleón y ese hombrecito de tamaño, pero grande, llegó a dominar casi todo el mundo. Hermano, lo hizo con fuerza, nada más. No, hermano. Inteligencia, estrategia de guerra. Observe a los mejores practicantes de artes marciales. Y, hermano, son cosas de la vida. La mayoría no son esos que tienen esos músculos. De hecho, los practicantes de artes marciales, casi ninguno, usted lo ve que mire, que no se pueden agarrar aquí con el, porque esto no lo deja. No disciplina. control de la mente, control de su cuerpo. Eso habla de la sabiduría. Pero, amados hermanos, en nuestras vidas como creyentes, ¿cómo aplicamos esa verdad? Los padres somos muy dados a sacar el sable, la fuerza, con nuestros hijos. Hermanos, tú estás aplicando la sabiduría, tú estás consciente de que Es mejor la sabiduría que la fuerza. Pero todos queremos resolverlo muchas veces con una pela y ya. Y la pela no resolvió ni una ni la otra. Hermanos, la pela tiene su lugar según las escrituras, pero ¿qué hay primero? Hermanos, la sabiduría, el corazón de tu hijo. Me encanta el libro de Ted Tripp que se llama Pastoreando el corazón de tus hijos. Lo habla perfectamente, pero hermanos, eso es sabiduría aplicada a la crianza en todos los aspectos. Sí, dele cuando haya que darle, pero sea sabio aún para usar la vara, porque el uso de la vara con sabiduría le mostrará a su hijo que usted ama su alma. Y aplique ese principio en muchas áreas de su vida. El versículo nos termina diciendo, aunque la ciencia del pobre sea menospreciada y no sean escuchadas sus palabras, estamos en una plena cultura del envase, como le llama este antiguo escritor galeano. Y él dice, es increíble que en esta cultura del envase, la firma del papel en el matrimonio es más importante que el amor. El funeral es más importante que el muerto, la ropa es más importante que el cuerpo, y el culto, la misia es más importante que Dios. ¿Por qué, hermanos? Porque hemos pasado de adorar en la esencia del corazón, hacer las cosas en la esencia del corazón para hacer lo que la gente quiere ver. Y eso lo vemos aplicado en nuestra sociedad en todo el sentido. Por eso, Y por esa importancia que esta cultura le da al envase, ya no se toma en cuenta la palabra del sabio. Ya la palabra del sabio no es tomada en cuenta. Mantente puro hasta el día de tu matrimonio. Eso está en los evangélicos otra vez con el tema de la castidad. Yo hago lo que quiera. Mi cuerpo no es mío. ¿Qué es eso, hermano? Menospreciar qué? La sabiduría que Dios ha dado en su palabra. la sabiduría que Dios nos ha legado a través de nuestros mayores, la sabiduría que Dios ha puesto en hombres y mujeres sabios que nos aconsejan. Mi religión es el amor, me dijo una persona homosexual que estaba hablando con él una vez acerca de esto y me dijo, el problema es que ustedes no entienden que la religión es el amor. Y yo dije ¿Y dónde está eso escrito? Por lo menos hay algún sitio que esté escrito para ver si tiene alguna referencia y poder analizarlo. Hermano, ser sabio en su propia opinión es despreciar la sabiduría que viene de Dios. No hace el caso al consejo de los sabios. Por eso los creyentes estamos llamados a seguir predicando este evangelio, porque hay un desprecio sutil por los principios bíblicos aún dentro de la iglesia mismo. Hay un desprecio sutil por la sabiduría de la palabra de Dios aún en la iglesia misma, hermanos. Porque esto se ha metido sutilmente a la iglesia. Y ahora ya no es qué dice la palabra, sino qué es lo que nos conviene, qué es lo mejor para la iglesia. Pero lo mejor para la iglesia bajo qué término, bajo qué términos, hermano? Hemos despreciado la sabiduría que hay en las escrituras y hemos llamado a lo malo, bueno. Y a todo lo que es bueno, como ya incomoda mi libertad, ahora eso es malo. Amados hermanos, nosotros debemos seguir predicando la palabra fiel del Señor porque la única sabiduría que salva debajo del sol se encuentra en ella. Si no vaya a Salmo 119 y encontrar aquí en el versículo 105. Luz es a mis pies tu palabra y lumbrera a mi camino. Nada dará sabiduría, iluminación y entendimiento a los hombres que no sea la bendita palabra de Dios. Y por eso debemos, hermanos, continuamente decirle a los hombres que en Dios es que se encuentra toda sabiduría. Y quienes la poseen son los ancianos de la ciudad que ilustra Salomón. ¿Cuál era el hombre sabio en esa ciudad? Usted puede estar seguro que era un hombre que temía y creía al Señor. Porque nadie que ni teme ni cree al Señor es sabio. Porque toda sabiduría, la esencia de la sabiduría, se encuentra en Dios mismo. De ahí que Santiago nos dice, estás falto de sabiduría, ¿dónde nos manda a buscarla? Al Señor, quien la da abundantemente y sin reproche. Amados hermanos, nosotros debemos procurar ser ese hombre dentro de esa ciudad pequeña y no ese general que comanda ese gran ejército. Esa debe ser nuestra oración y ese debe ser nuestro deseo. Aunque seamos menospreciados nuestras palabras, tenido en pocos por aquellos que nos escuchan, amados hermanos, es mejor la sabiduría que la fuerza. Amén.
El lugar que ocupa la sabiduría en la vida del hombre
Series Eclesiastés
El lugar que ocupa la sabiduría en la vida del hombre
Sermon ID | 10324151473555 |
Duration | 15:11 |
Date | |
Category | Devotional |
Bible Text | Ecclesiastes 9:13-16 |
Language | Spanish |
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