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Vamos a leer todos juntos Mateo 11, 28, 29 y 30. Mateo 11 del 28, todos juntos. Venid a mí, todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi jugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallareis descanso para vuestras almas, porque mi yugo es fácil y ligera mi carga. Amén. El hecho es que el Señor nos envía para servirle, y muchas veces cuando le servimos nos cansamos en la obra. Aquí encontramos en Coluso, en capítulo once, comienza allí, con una situación bien triste de un gran siervo del Señor, Juana Bautista. Allí en Mateo 11, versículo 2, le encontramos en la prisión por servirle al Señor, por hablar de la justicia, Y entonces, cuando está en la prisión, parece que va a morir. Y de hecho, él tiene por qué temer, porque vamos a leer más tarde en Mateo, que Juan Bautista muere en la cárcel cuando está decapitado por haber servido al Señor. Pero él está preguntándose, ¿vale la pena estar aquí en la cárcel para el Señor? ¿Vale la pena poner tanto esfuerzo para servirle a este Jesús, mi primo? Es de verdad mi primo, el Mesías, Dios en la carne. Y así con razón tiene dudas cuando parece que está abandonado. Muchos de nosotros, muchas veces nos sentimos solos, casi abandonados. Y nos preguntamos si Dios existe. Nos preguntamos que si Él existe, ¿por qué nos deja así? parece sin su ayuda. Todos somos propensos a debilidades y dudas. 1 Corintios 10, 12 dice él que cree que esté firme, Cuidado porque puede caer. Y así cada uno tiene una salida. Primero de Corintios 10, 13, el próximo versículo, dice que Dios provee una salida para cada uno para que podamos aguantar. Pero comienza esta salida con un reconocimiento de nuestra debilidad y propensidad para desanimarnos. Juana Bautista con razón dudaba. Estaba en la cárcel y iba a morir sólo por hacer la justicia y encontramos capítulo 14, versículo 10, que sí, muere para el Señor. ¿Vale la pena? Bueno, hay muchas cosas que causan nuestras dudas y desánimos. Tanto razones de problemas que vienen de afuera, como debilidades de nosotros mismos de adentro. El hecho es que hay rebeliones adentro de nuestro corazón que no quieren servir al Señor. Y hay dudas que nos desaniman de adentro. Pero a veces hay muchas cosas como de Juan Herodes queriendo descapitarle de afuera que va a querer desanimarnos. Muchas veces el problema de nuestro cansancio es que corremos demasiado. no sólo haciendo lo que Dios quiere que hagamos, pero haciendo muchas cosas. Aquí en los Estados Unidos, en California posiblemente el problema es tan malo, sino peor en toda cualquier parte del mundo. Cuando fui a Ohio sólo hace unas dos semanas, no pude No pude creer la tranquilidad que hay allí. Es que hay muchas partes de los Estados Unidos donde hay muy poco tránsito de carros, donde está mi papá, se llama, no me acuerdo el primer nombre, pero algo del bosque, porque está en medio de un bosque, puros árboles todo alrededor, una tranquilidad formidable. y yo voy a ver mi hermana, vive en un barrio, tiene mucho terreno, pero muchos casos alrededor, pero los ciervos no se asustan aquí, el venado está allí, como toda una familia de venado en la yarda de mi hermana, en todo el barrio, así que se molesta bastante de tantos animales del campo que se sienten tranquilos en su barrio allí. Y el hecho es que Se me olvidó de cuán tranquilo es parte del mundo cuando aquí en California se acostumbra a veinte mil carros enfrente de tu casa cada cinco minutos, parece, ¿verdad? Y tanto tráfico solo para llegar al trabajo. Pero es que corremos demasiado y eso trae cansancio físico y cansancio emocional. Y eso trae conflictos cuando estamos tan cansados físicamente y emocionalmente. Trae conflictos con la familia, conflictos en el trabajo, y hasta corremos tanto que no hay tiempo para pararnos, llorar, y así trae desánimo espiritual cuando estamos cansados y atribulados. Hay problemas de afuera que nos pueden desanimar también. Hay mucha injusticia. Allí tiene Juan en la prisión. Muchas veces los cristianos sufren cuando no han hecho nada sino obedecer y servir al Señor. Recuerda Elías en el Antiguo Testamento, sirviendo al Señor y allí Dios le manda para un arroyo de que ahí creo que se llama Peronarroyo secándose y allí está seguro atribulado y nervioso, se va a resecar el río y aquí yo voy a morir. Encontramos a Daniel allí sirviendo al Señor en oración tres veces al día y qué le pasa, le echa en un pozo de leones. Y así a veces nos sentimos en pozos de leones sólo por haber servido al Señor. Luego encontramos a Cristo allá más tarde en la cruz de Calvario. ¿Qué había hecho Cristo? Sólo el bien. Sólo servir los hombres y querer morir por ellos, pero allí está sufriendo en la cruz. Y dice, Padre mío, ¿por qué me has desamparado? Haz de Cristo sin sentir solo. Y allí en el huerto de Gethsemaní, padre, estoy dispuesto a hacer su voluntad, pero no me importaría si fuera tu voluntad quitar de mí esa copa de sufrimiento y hacer la cruz un poco más suave, pero no era la voluntad de Dios. Y el Señor tragó toda la copa y fue bautizado con el bautismo de muerte allí en la cruz. Pero para nosotros no solo hay problemas de injusticia, pero muchas veces hay profetas falsos, maestros falsos que hacen creyentes. Muchas veces nos cansamos de debatir o mirar en los periódicos, y no es un debate directo con ateos, que está influyendo a la gente a olvidarse de Dios, con teólogos liberales, modernistas, que no están enseñando la palabra y quieren convencernos que la Biblia no es de todo la verdad. Con científicos, que se llaman científicos, que quieren olvidarse de la creación y enseñar sólo la evolución, que el hombre es un producto de evolución en vez de criatura de Dios allí en el huerto de Edén. Con racionalistas que quieren dar explicaciones por todo lo que pasa en la vida y razones por las cosas y ha avanzado más allá de racionalistas a lo que llamamos postmodernistas. Yo no hablo mucho de teología moderna y filosofía y su pastor Stephen a lo mejor va a enseñar un curso de eso más allá. Pero hoy en día no vivimos realmente en una sociedad moderna basado en racionalismo y romanticismo donde se puede dilatir las cosas Hoy vivimos en una sociedad post-moderno. Realmente es como la sociedad de Roma en los días de Cristo y de Atenas en los días de Pablo. Cuando cada uno tenía su Dios y tú tienes razón, yo tengo razón. Antes nosotros íbamos a puertos a tocar puertos cuando yo era más joven y tenía buenas razones para convencer a la gente que la Biblia es la verdad. que la gente hoy en día les toca la puerta para hablarles de la Biblia y dice, bueno, si es verdad para usted, está bien, está bien, si es verdad para usted. Para mí, otro libro religioso es verdad. Así que cada uno tiene su verdad. No hay correcto, no hay incorrecto, y no puede debatir como pudimos debatir antes, porque ya vivimos en una sociedad postmoderna, no racionalista, sino aceptando a todos verdad, de esta manera. Y así encontramos moralistas que dicen que hay que vivir así y vamos a ver que nos ponen cargas demasiado pesadas para llevar y entonces encontramos emocionalistas, emocionales que están allí, que nos cansan con sus emociones, y hay que hacer esto, hay que correr allá, hay que estar en esta fiesta, en este baile. ¡Ay! Estoy cansado de tanto emocionalismo hasta la religión, tanto como afuera. El hecho es que muchas veces ese cansancio viene de ignorancia, ignorancia de las promesas de Dios. de lo que Dios promete para llevarnos las cargas y creemos que las cargas están todos sobre nosotros. Y no creemos que servir a Dios como Él promete es una bendición. He venido para que tengan vida y que la tengan en abundancia. Si no creemos en sus promesas, no conocemos en sus promesas, que servir al Señor es una cosa alegre y gustosa, gozoso, entonces nosotros nos desanimamos y pensamos, ay, yo no sé si Dios me va a ayudar, no sé si la oración está eficaz o qué, si no conocemos o meditamos las promesas de Dios. Y a veces viene nuestro cansancio y desesperación por estar enamorados o la sociedad enamorado de materialismo y vicios. Y nosotros, bueno, Salmo 37,1 nos describe muy bien. Salmo 37 dice, no tengan envidia de los ricos, de los que se aumentan y salen muy grandes en este mundo. A veces ellos viven para el materialismo y nos hacen un poco envidiosos, ¿sí? Ellos parece que están saludables y felices y nosotros... Entonces empezamos a dudar y cansarnos de querer, decimos en inglés, llegar al par de los Joneses, ¿verdad? Keep up with the Joneses, decimos, que es un dicho antiguo que significa mantenerse con los mismos juguetes del vecino, mismo tipo de carro, mismo tipo de casa, mismo tipo de muebles, y alcanzar eso, y por eso caemos en deudas, y ya tenemos que trabajar más duro para pagar las deudas, para mantenernos al par de los Joneses, decimos. De cualquier manera encontramos que esta enamoración con materialismo y hasta con vicios, de querer hacer otra cosa que nos atrapa en vicios, puede cansarnos. Primero en Jesucristo 4, versículo 14, muestra tres raciones de las cargas y las pruebas de la vida. Dicen que tenemos que soportar a algunos que son débiles. Muchas veces nos sentimos débiles para poder cambiar y aguantar las cargas de la vida. Otros dicen que son ociosos. rebeldes, los que están endurecidos, y a veces nos reaccionamos a eso que yo voy a aguantar, yo voy a seguir adelante, no voy a servir al Señor, ya tengo mucho que hacer con lo que hago y somos ociosos para servir a Dios, porque somos rebeldes y determinados, endurecidos para nuestro materialismo que no voy a rendirme al Señor yo voy a aguantarlo y otros son desanimados es la tercera reacción algunos débiles y otros más allá de débiles desanimados completamente y así que tenemos que ver cómo son mis reacciones tenemos que cuidar de nuestras reacciones y ver ¿Cómo tratar con otros cuando ellos se enfrentan con cansancio y debilidades? ¿Cómo podemos ayudar a otros? ¿Qué promesa podemos darles a ellos para que puedan encontrar descanso y reposo para sus almas? Bueno, no hayamos descanso en el hogar. Muchas veces llegamos a la casa solo para pelear más después de un día de pelea allá en el trabajo. No encontramos descanso muchas veces en la iglesia. En muchas iglesias, por lo menos, lástima que van a las iglesias solo para debatir y pelear en muchos casos y no es un descanso para sus almas. Muchos creen que van a encontrar descanso con los amigos pero encuentran que los amigos están nerviosos y tienen sus propios problemas y no hayan descanso ni con amigos aquí en el mundo o hasta algunos amigos cristianos que no quieren interesarse en ayudar a sus amigos. Así que encontramos que psicólogos y maestros a ellos mismos, tratan de decirle a usted cómo hallar un descanso para su alma y remedio para los que se cansen, pero su remedio sólo le cansa y le fatiga más. Es mejor no escuchar los remedios. Bueno, solo ir a la clase, estudiar más y hallarás el remedio. Estoy tan cansado de estudiar y dicen en clase que no hay término de hacer libros y se cansan los libros y los estudios después los jóvenes. No usen eso como excusa. Está hablado ya de los que han pasado por high school y por universidad. Quieren seguir creyendo que en libros es el remedio. No, es que uno se cansa con tanto buscar en libros la respuesta para su alma y él sólo le fatiga más. Pero aún la iglesia que debe ser refugio llega a ser pesadumbre muchas veces y el trabajo allí hasta nos puede cansar más. Yo trato en esta iglesia de tomar eso en consideración. Yo he visto en muchas iglesias donde hay cuatro personas que quieren trabajar Y parece que nadie más quiere trabajar, así que el pastor quiere un programa, y otro programa, y otro programa, y siempre pone todo a la misma persona, a las mismas personas, y ellos al final se fatigan, se cansan, y salen de la iglesia, y uno se pregunta qué pasó. Aquí, por esa razón, los niños, cada mes, diferentes maestros de niños, ya el domingo que viene, el hermano Cimental y el hermano Chapiama empiezan a enseñar a los niños, mientras que este mes son dos hermanos diferentes, para que nadie tenga toda la carga. Así que diferentes personas hacen diferentes cosas en la iglesia. Algunos limpian, otros Pueden enseñarle clase, otros pueden ayudar con la comida, otros pueden decorar con las flores, otros pueden... Dios sabe las cosas que cada uno puede hacer. Pero no debemos así cargar, pero muchas veces en las iglesias mismas uno viene para correr. Aquí tenemos muchas actividades, pero usted participa en lo que quiera, más o menos. Casi cada noche, porque veo eso en hechos, que cada día estaba en las casas o en el templo alabando al Señor. Y creo que la iglesia debe estar activo. Usted a lo mejor tiene una o dos noches a la semana para su familia. Los varones no tienen mañana, pero las damas tienen mañana. Las damas no tienen martes, pero los varones están aquí el martes. Y entonces el miércoles todos invitados jueves y viernes. Estudios en casa si quieren, pero no hay nada en la iglesia, pero les animamos a estar. El sábado casi siempre es un día lleno de actividades, porque veo que no hay otro día para servir al Señor y juntar la iglesia, tener institutos bíblicos o para ganar almas, sino el sábado, y por eso entonces el domingo es el Día del Señor. Así que usted puede estar aquí cada día o en una casa estudiando la Biblia, Pero no quiero cansarle demasiado porque me doy cuenta que la religión, la iglesia, puede ser una cosa que le cansa el alma en vez de ayudarle a usted. Encontramos entonces que a veces ni nos damos cuenta y fatiga. Si se cree fuerte y no va a buscar un remedio, han de cansarnos y caernos de rodillas. Los niños son así. Si tú tienes niños chiquitillos, corren, corren, corren y debes echarles una siesta, niño. No, no tengo sueño, no tengo sueño. Corre, corre. y ya de pronto cae al suelo dormido. Ah, y así somos nosotros como adultos a veces. No queremos tomar un día a la semana para tomar un día. Dios no merece eso, ¿verdad? Yo doy a Dios una hora a la semana o dos horas a la semana para Dios. Él no va a tener más, ¿ok? Él tiene su hora. Que esté agradecido a Dios. Yo le doy sus dos horas ya. Y así que no damos ni lo que Dios dice el día del Señor. Le damos la hora del Señor. Pero yo tengo otras cosas que hacer, ¿verdad? Que es más importante. Así parece, pero aquí encontramos que no tenemos tiempo porque tenemos que correr, correr. No estoy cansado, tengo que correr. Está bien, yo voy. Y un día en el hospital, un día ya con rodillas caídas, es lo que dice el séquiel 717. Toda mano se debilitará y toda rodilla será débil como el agua. Eso habla del juicio de Israel. cuando ellos resisten al Señor y corren y corren y no quieren echar sus cuidados al Señor y Él dice, un día ustedes van a tener un castigo y van a ser debilitados en juicio. Pero se puede aplicar en nosotros también, que nosotros muchas veces, por lo cual, dice aquí, toda mano se debilitará y toda rodilla será débil como agua. Hemos visto aquí todo lo que no da remedios, pero hay un remedio. Pero hay que buscarlo en Cristo. No en educación, no en más esfuerzos, ni en la iglesia, en Cristo que nos fortalece. Filipenses 4, todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Por eso, en Isaías 35.3 hay un versículo que se repite en el Nuevo Testamento. Dice en Isaías 35.3, fortalecer las manos cansadas, afirmar las rodillas endebiles. En Hebreos 12.12 lo repite cuando dice, por lo cual levantar las manos caídas y las rodillas paralizadas. Hay un remedio para tu cansancio, pero el remedio no está en el mundo, está solo en Cristo. Mateo 11, 28, 29 y 30 nos muestra este remedio en detalle. Tenemos que confesar primero nuestra necesidad, según estos versículos. Luego que hay que conocer las promesas de la ayuda del Señor, Luego hay que conocer al que promete. Y cuarto, hay que aplicar estas promesas a nuestras vidas de la manera que Dios dice. Miremos esto, parte por parte. Primero hay que confesar nuestra necesidad. Si se cree fuerte, no va a buscar un remedio. Vamos a leer esto de cómo el Señor nos describe en versículo 28, otra vez. Mateo 11, 28. Venid a mí, todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Dos palabras, trabajados y cargados. Trabajado viene de una palabra en griego de pegado, cuando uno me pega. La idea es que después de un día de largo trabajo, uno tiene tanto dolor de cabeza que siente que uno ¿Verdad? Que ya tienen migrañas, tienen todo dolor de cabeza, el cuerpo se siente doblegido con todos los músculos y sienten como si alguien le haya pegado en todas partes. Eso es trabajado con fatiga cuando se siente pegado al fin del día. No hay descanso para los perezosos, eso es lo interesante aquí. La promesa que viene después, yo os haré descansar, es para los trabajados, no para los perezosos. Dios no promete descanso para el perezoso. Él promete descanso para el trabajado porque los perezosos se hacen aún más perezosos y más débiles. Voy a quedarme en la cama hoy, pero si te quedas mucho en la cama, A veces hasta los músculos duelen, ¿verdad? Allí de la cama, ya se ponen más débiles, en sentido de débil, ¿verdad? Pero comiendo a la cama porque he comido mucho, tengo sueño, ay después de dormir tanto tengo que comer, ¿verdad? Y así que va de una cosa a otra. Pero flango en sentido de débil, el perisoso se hace más perisoso, mientras que los trabajadores recobren energía y fuerza. Nunca he entendido esto exactamente, porque yo no lo hago, pero hay personas que trabajan en lo físico todos los días y dicen, ya que he trabajado todos los días, tengo que irme al gimnasio, porque necesito hacer ejercicio. Yo digo, ¿cómo? Levantar pesas y hacer, caminar y todo eso, gimnasio, después de trabajar físicamente todo el día. Pero lo que pasa es que el ejercicio le fortalece uno para más trabajo. Y así que por más que trabajamos, más despiertos, más fuertes somos con energía y fuerza. Trabajemos duramente, pero especialmente trabajemos. en la línea del Señor. Pero no trabajemos en nuestra propia fuerza, o tendremos demasiada fatiga. Hay otro para ayudar. Aquí dice, yo os haré descansar. Puede venir y decir, vimos al Señor, yo voy a trabajar para Dios. Me pasó el mismo, la Biblia dice trabajar. Pero si lo hago, haciendo lo que yo quiero, de la manera que yo quiero, Sin confiar en el Señor, sin tomar tiempo para orar, echar mis cuidados al Señor, me siento más cansado, más fatigado, que si no hubiera hecho eso. ¿Cuántas personas trabajan duramente en las iglesias, en la religión, y se cansan mucho porque no lo hacen en el espíritu, sino en la carne? Y entonces te quejan, ya mira lo que pasa cuando uno trabaja para Dios, se cansa demasiado. Ya puede ser, si no lo has hecho en el poder del Señor, porque separados de mí, Juan 15, nada podés hacer, ¿verdad? Y si tenemos que hacerlo, dice, yo os haré descansar, trabajados, los que están hasta fatigados, no tienen más fuerza, pero para el Señor, no sólo por correr y correr y trabajar en cosas mundanas, sino en el Señor, en el Espíritu, y para el Señor, ganando almas, sirviendo al Señor en la iglesia o fuera, pero guiado por el Señor y en el poder del Señor. Segundo, los que tienen ayuda tienen que confesar no sólo que son trabajados y con fatiga, pero que se sienten cargados. Muchos no quieren confesar eso. Mira, yo puedo hasta con más, ¿verdad? Yo puedo trabajar más, yo puedo... Y entonces, no confiesen que ya están muy cargados. La palabra cargado aquí... de un barco cuando se carga el barco de mercancía y así llega un límite, cuando ya no puede más. Estuvimos escuchando esta semana o la otra semana en la radio, tiene historias misioneras a mediodía, que es la hora preferida de mi esposa, escuchar la radio cristiana. Y la otra semana habló de María Schleser, misionera que estaba Hemos conocido a Maria Schleser Brava, que fue nombrado por Maria Schleser de África, y dice que ella quería que... Los hombres no fueron perezosos que aprendieron a intercambiar su mercancía. Así que en una pequeña canoa montaron como diez hombres o varios hombres y montones de mercancía. Nada más salieron unos pies y ya se fue abajo toda la canoa. Y ellos dijeron, mira, esto es el dios del río que está condenándonos por seguir tus consejos. Y él dice, no, eso es mucha mercancía que ustedes han metido aquí. ¿Qué hacen con un barco? Tráeme un barco más grande o dos barcos, ¿verdad? Y le dije, traje un barco más grande, montaron las cosas y ya llegaron a intercambiar su mercancía. A ver de nosotros, yo puedo más, yo puedo más, yo puedo más. Y ya se va para abajo con tanta mercancía, con tanto trabajo que hacemos en este mundo. Y así es que nos Ponemos encima un yugo de esclavitud. Y así Romano 6, 16 al 19, dice que vamos todos a tener un yugo. Pero miren esto, de ciervo, Romano 6, Romano 6, de versículos 16 al 19, Nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él para aquel, ah no, 16, ok, Romano 6, 16. No sabéis que si sometéis a alguien como esclavos para obedecerles, sois esclavos de aquel a quien obedecéis. Sea de pecado para muerte, o sea de obediencia para justicia, usted va a servir al pecado y ser esclavo del pecado, os deba servir la obediencia y ser esclavos de la obediencia. Pero gracias a Dios que aunque erais esclavos de pecado, Dios les pudo librar de ese yugo de esclavitud al pecado. Era tiempo pasado, pero ya habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados, que Cristo es el Salvador, que echaron los cuidados de Cristo, y libertados del pecado por llegar a desecharse del yugo de desobediencia y por el yugo de Cristo de obediencia, libertados del pecado venid de hacer siervos de la justicia, hablo como humano. Porque por vuestra humana debilidad, que así como para iniquidad presentasteis vuestros miembros para servir la inmundicia y a la iniquidad, así ahora para santificación, que a no ser esclavos, tomar yugo de iniquidad, sino presentaros a santidad, para ser siervos de santidad, Tomar el yugo de Cristo que es de santidad, santificación, presentar a vuestros miembros para servir a la justicia, porque cuando erais esclavos de pecado erais libres de ser de la justicia, pero que frutos teníais en aquellos días. Aquí encontramos entonces que Dios ofrece librarnos de ese cansancio, de esa fatiga, de ese yugo de esclavitud al pecado y a fuerzas propias. Dios nos libra, pero libra sólo a los que quieren ser libres y los que quieren servirle a Él. El ser de esclavos de obediencia y de santificación de Cristo no libra a los que no quieren ser libres. Si usted quiere seguir con tu pecado, con tu fatiga, hacer toda tu propia fuerza, ayúdese a ti mismo. El Señor no te va a ayudar, no te va a librar si no quieres ser libre o si no quieres servirle a Él. El hecho es que si no vas a dejar el yugo de orgullo, pasiones, Hago propio, hacer tu propia voluntad. Si no quieres hacer eso, no puedes tomar el yugo de Cristo, de su servicio, su santificación, su liberación. Mateo 10 lo dice, nadie puede servir dos señores. ¿O amarán al uno? y después será al otro o al contrario. Pero tenemos que escoger. ¿Voy a tener el yugo de esfuerzos propios, de hacer mi voluntad, o voy a decir, Señor, líbrame de este yugo? El Señor dice, te libro, si aceptas mi yugo, de servirme a mí, de echar tus cuidados sobre mí. Y así encontramos que Él no permite dos yugos, dos señores. Eso es demasiado pesado. Pero si usted dice, no, puede desecharme de esfuerzos propios y confiar en los esfuerzos del Señor, desecharme desde mi propia voluntad y desde la voluntad del Señor, el Señor promete librarnos de pecados, librarnos del yugo de vicios, Llegarnos al yugo de culpabilidad por todo lo malo que hemos hecho, porque es un gran yugo eso de sentirse muy culpable por lo que estaba en tu pasado. Librarse de vergüenza, pero es por aceptar al Señor. Te hombres de librar de materialismo, y me atrevo a decir que el materialismo es una carga peor que la pobreza. Es difícil ser pobre, ¿verdad? Bastante carga eso de ser pobre. Pero mira la gente que son materialistas. Solo viven para dinero y quieren guardar su dinero. Usted que se fatiga para obtener dinero, ellos se fatigan para mantener su dinero y ganar más. Y así que siempre preocupados, siempre fatigados, por el materialismo. Así que es una carga, es un yugo bien fuerte. El Señor nos ofrece a librar de fatiga, de desánimo, con problemas en la familia. Nos libre de esos problemas. Nos libre de problemas en la vida. Génesis 3, 10 y 9. Recuerden que fue una maldición de pecado. Cuando el Señor dice, vais a trabajar con el sudor del rostro, con espinas y cargos, la mujer dando a luz con muchos dolores, mira, las cargas y problemas y dificultades así, es resultado de pecado. Incluso, en Iglesia 6.1.14 habla de esto, en Iglesia 6.1.14, mire todas las obras que se hacen debajo del sol, y no es vanidad y aflicción de espíritu. ¡Vive por este placer! ¡Vive por materialismo! ¡Vive por otro placer! ¡Vive por los vicios! Procura encontrar descanso, reposo y recreo para tu alma. Y va a encontrar, como dice en Ecclesiastes, que es el resultado del pecado de Genesis 3. Y allí entonces, en Crisis 614, es la ficción de espíritu tratar de hacer eso. ¿Cómo puedo yo entonces tener liberación? Primero, confesar que estoy trabajado, pero deseo trabajo para el Señor, y confesar que estoy cargado. Que ya me siento como un barco hundiéndome, que no puedo más. Segundo, después de confesar mi necesidad, hay que conocer las promesas que está para los que confiesan. ¿Qué es la promesa del Señor? Dos cosas aquí. Vamos a leer, por favor, en este versículo al final. Dice, Yo los haré descansar. Y entonces, versículo 29, vamos a leer versículo 29 y 30 otra vez. Llevar mis yugos sobre vosotros y aprender de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es fácil y ligera mi carga. Amén. Dos promesas aquí. Primero, dice allí, os haré descansar. Según el promesa versículo 30, les voy a dar un yugo que es fácil y ligera para la gloria del Señor. Mira la primera promesa que Dios da para los que trabajan para Él en el poder del Señor. Primero, el descanso. Esta palabra, descanso, es una palabra que es descanso de labor. No es descanso de un perezoso otra vez. Es descanso de labor y del afán al fin del día. Es una palabra que sólo se aplica a trabajadores. Trabajadores, en este caso, para Dios. Muchas veces se describe esta palabra como mecer. Es el descanso de un bebé mecido en una mecedora. Y así nos sentimos en los brazos del Señor. Uno de los textos más bonitos de la palabra de Dios en Juan es cuando habla de Juan que en la cena del Señor repose su cabeza sobre el hombro y el pecho del Señor Jesucristo. Como un jovencito de 17 años en aquellos días posiblemente, allí miró a Cristo como un padre, y como si le hacía falta un padre espiritual. Y así como un bebé en los brazos de Cristo, como un niño con la cabeza sobre el pecho de su padre o su madre. Allí es lo que podemos encontrar. Esto habla de refrigerio, de quietud, de calma, de tranquilidad. Diferentes traducciones de esto de descanso. Refrigerio, quietud, calma, tranquilidad. Realmente esto viene de la idea de rejuvenecido. Me gusta la palabra de un mozo, un joven, de remozado. Es una palabra que yo no uso, pero no sé si ustedes lo han usado alguna vez, pero es un diccionario rejuvenecido. ¡He hecho un mozo otra vez! ¡He hecho un siguiente joven otra vez! ¿Eso es posible? Ahí está, y es cuarenta. Treinta y treinta y uno. ¡Ah, de los jóvenes se fatigan! pero pueden montarse en alas como de águilas, correr sin cansarse, así caminar sin fatigarse. Así puedes volver a tener la fuerza espiritual de un joven. Con suelo de amigos es otra idea de descanso aquí. Cuando hablen en Nuevo Testamento de esta palabra, busquen todas las veces que usan la palabra descanso en Nuevo Testamento, y van a encontrar dos o tres veces que Pablo dice Ustedes mis amigos me han dado descanso, pero en nuestra versión en español lo traduce consuelo. Me han consolado, me han dado descanso, consuelo, consolación, los amigos de Corinto y otros que están en Episodio según Timoteo. Y así nosotros muchas veces podemos, en buenos amigos cristianos, pero más en Cristo, el mejor amigo, encontrar consuelo, ese descanso para el alma. Esa palabra descanso se usa en Apocalipsis capítulo 6. Es una palabra allí que habla de mártire debajo del altar, dice, descansando hasta recibir sus trofeos, sus premios por servir al Señor. Son vencedores en el Señor por haber muerto, sido fieles hasta el final. Son vencedores. Yo sé que hay personas que hacen sillas de ruedas y cojos que van en maratones. en vez de tres o seis horas, tardan dos días casi en correr el maratón, o tres días, o una semana, pero al final ganan un trofeo por sus esfuerzos y por terminar la carrera. El hecho es que muchas veces el Señor da esos trofeos a los que hay en su descanso, su refrigerio, su trofeo en el Señor, su victoria en el Señor, son más que vencedores y así hay el descanso en ese trofeo. Vendo habla en Gálatas 5.1 de los justificados sin obras. Cuando nosotros podemos así ser justificados y hallar descanso y no confiar en nada de nosotros sólo en Cristo, sabemos que vamos al cielo, estamos en reposo, en descanso con el Señor. Esto también es una promesa de Apocalipsis 14, 13. Mire cuando se usa descanso allí en Apocalipsis 14, el artículo 13. Uso esto mucho cuando hago funerales de cristianos que han servido al Señor. Euclides 14, versículo 13. Oí una voz que desde el cielo me decía, escribe, Bienventurados, te dices espiritualmente, bienventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor. Y de aquí todos los que encuentran esto, léalo conmigo. Sí, dice el Espíritu. con ellos sigan. Amén. Ese es el descanso eternal y final de los que han trabajado por el Señor. ¿Va a tener usted ese descanso? Oh, yo soy cristiano. No, no, no, no, no, no. Esto no es una promesa para los cristianos perezosos o cualquier cristiano, ¿verdad? Esto es una promesa para los que han trabajado para el Señor como cristianos. Es una promesa final. Y así que, primera promesa, descanso. Segunda promesa, el versículo 30, porque mi yugo es fácil. y ligera mi carga. Así ligera es la idea de suave, no agudo, ni duro. Es la idea de placentero, manejable, benigno. Esa es la palabra que se usa de Dios en Romanos 2, 4, cuando dice, mi benignidad les lleva al arrepentimiento. Dios es benigno, es ligero, ¿verdad? Es la idea. Se ríe del Señor porque lo hacemos en su fuerza. Y el Señor nos dice en nosotros, en Efesios 4, 32, ustedes la palabra ligero, traduciéndolo benigno en Efesios 4, 32, cuando dice ser benignos unos a otros, perdonandos como el Señor les perdona a ustedes. Así como Dios es benigno, ligera su carga, así nosotros, cuando estamos descansando en Él, podemos ser benignos y ligeros con otros también. Su carga, sí, puede parecer pesada, pero es ligera porque Él lleva la mayor parte de la carga. Y en todo, recuerdo la historia que les relaté varias veces aquí, que relató mi pastor cuando era joven, de un padre que dice al hijo, sube esta piedra, usa toda tu fuerza, y el niño trate y trate y no puede, dijo, he usado toda mi fuerza. El papá dice, no, porque no me has pedido a mí ayuda, y yo soy parte de tu fuerza. Trabajando juntos, el padre lo levanta y el niño cree que está levantando el otro lado, pero el padre es el que está haciéndolo. Tú y yo ganamos almas, servimos al Señor, predicamos sermones y creemos. ¡Oh, mira qué carga he levantado! Tú no has levantado nada. Sí, era una bendición, sí. Si fuese usado el Dios el que hizo la obra, tú solamente te pusiste en sus manos para hacer lo que Dios quería de tocar la piedra, pero Dios es... ¡Ligera su carga! y es una carga pesada, pero es suave porque Dios lo levanta para nosotros. Así tengo descanso y tengo trabajo, pero es trabajo placentero, ligero, suave. Y entonces, número tres, después de confesar mi necesidad y conocer las promesas, ¿qué importa una promesa si una persona que hace la promesa no puede cumplir con la promesa? Hay que conocer al que cumple con la promesa. Por eso, antes de dar la promesa de versículo 30, el Señor se presenta a Sí mismo en versículo 29 para ver qué tipo de Señor está demandando esto de nosotros. Vamos a oír el versículo 29 juntos. Llevar mi yugo sobre vosotros. y aprender de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallaré descanso para vuestras almas." Dos palabras de Cristo aquí preciosas, que es manso y humilde. Manso es la idea de pequeño. de baja categoría. Es uno que no cuenta para mucho en los ojos de otros. Es manso, y así es servir. Cristo se describe a sí mismo así. cuando tomó una toalla para lavar los pies de los discípulos como su siervo. Cuando Filipenses 2, versículo 5, dice que Cristo se humilló a sí mismo y se hizo hasta siervo, obedeciendo al Señor y sirviéndonos hacia la cruz para obedecer a su Padre. Para identificarse con nosotros se hizo manso. Para ser nuestro ejemplo se hizo manso. Un manso no va a pedir mucho de otro. ni va a pedirlo con mucha celeridad. Creemos en Dios, va a pedirme mucho. Hay que conocer quién es nuestro Dios. Si pide mucho es porque Él va a llevar mucho para nosotros. Pero el hecho es que Él es manso. Él nos entiende la debilidad. Y no sólo manso, pero humilde. Allí la idea de ejemplo. Un hombre humilde es atractivo. Atrae a la gente a sí mismo. No asusta a la gente. Si hay uno orgulloso y parece severo como su servidor, se asustan los niños, ¿verdad? A veces, incluso los adultos se asustan a veces. Pero cuando uno de verdad es humilde como Cristo, Es atractivo. Dice, todos atraerían a mí mismo cuando estoy levantado en la cruz. Y allí nosotros, por más humildes, siguiendo el ejemplo de Cristo, vamos a estar atraídos de Cristo por su humildad, no asustados, y la gente más de nosotros, siguiendo su ejemplo. Pero muestro lo que Dios espera de los que quieren seguirle. Mira, yo sé que usted no tiene mucha fuerza. Yo sé que usted es humilde. Confía en su humildad. Yo me hago humilde como ejemplo para ustedes, que no voy a cargarle más de lo que pueden aguantar o resistir. Primero de Corintios 10, 13 dice, no voy a darle demasiado, más de lo que puede, sin con mi ayuda. Pero entonces, ¿cómo puedo, para terminar, aplicar estas promesas en mi alma? Aquí tiene tres cosas que el Señor requiere para nosotros. Primero dice en versículo 28, venir a mí, venir a mí. Versículo 22, llevar mi yugo, llevar mi yugo. Y versículo 29 también, aprender de mí, aprender de mí. Venir a mí. Llevarme yugo, venir a mí. Así encontramos aquí que primero hay que venir a Cristo. Juan 6, 47 dice, los que vienen a mí no los he hecho fuera, yo recibo a todos. pero tienes que ir a Cristo. ¿A poco dices 22, 17? Dice que el Espíritu y la Esposa dicen, ven, están invitándole a venir a Cristo para descanso, para su alma. Vamos al Pastor, ayúdame Pastor. Pato no me ayudó. Pato no es Cristo. No puede. Solo puedo apuntarle a Cristo. Ah, yo fui al psicólogo, al maestro, a mi jefe, y ninguno me ayudó. Claro. Venid a mí, dice Cristo. Venid a mí, dice el Señor, a todo aquel que descansado y que cargado y tribulado tenga sed de escuchar la invitación. Y así va el himno que dice, venid a mí, dice el Señor, a todo aquel que trabajado y cansado tengan sed. Y así el Espíritu dice, y la esposa debe decir a la gente, ¡Ven! ¡Ven a Cristo! Segundo Jehová es mi yugo. Interesante que esos verbos en este versículo es un tiempo ahurista. Significa que se hace por completo de una vez y no se retrae después. No hay de seguir llegando a Cristo y de una vez y hecho cuidado allí. De una vez, tomarlo por completo. Así que esto es la idea de confesar, llevar mi yugo, es confesar tu relación con Cristo. Un yugo tiene dos huellas. Uno trabaje con el otro, no se irrite con el otro, hay que trabajar juntos. Él dice, mira, yo me desefico con Cristo, voy a trabajar con Cristo. Él va a llevar la mayor parte del yugo, pero vamos a trabajar juntos. No me avergüenzo de Cristo, tengo una relación con Él, voy a trabajar con Él. en el campo, porque dice en Juan 4 que los campos son blancos para la ciega, y en Mateo 9 el Señor está diciendo, rogar al Señor de las Mies, para que envíe obreros a su campo, a su Mies. Y así que tenemos Y el Señor dice, llevad mi yugo como un trabajador, y yo os haré descansar. Y entonces, tercero, aprender de mí. Ser un alumno de Jesucristo, como una madre es un alumno de su hijo, y quiere saber lo que le gusta, no lo que no le gusta, ¿verdad? mi esposa en casi cada comida o desayuno, yo le dije esta mañana en el desayuno, ¿por qué no pusiste estas pastas especiales de cranberry en esto? Y dice, es que Jason ha estado bien lejos de aquí, no le he podido estudiar para recordar si le gusta cranberry, si no quiero disgustarle las cosas. Y menos he estudiado Heather, porque ella estaba en la casa, pero pueden predicar la otra iglesia esta mañana. Menos la conozco, no la he aprendido de ella para ver lo que le gusta, así que no voy a poner los cámaras aquí esta mañana para no disgustarlos. El hecho es que una madre quiere saber los gustos del hijo, ¿verdad? Quiere saber lo que le ayuda y lo que no le ayuda. Así nosotros tenemos que aprender cómo es Jesús. Lo que le agrada, lo que le gusta y lo que no. Ya se cargó Cristo de nuestros pecados. ¡Aprended de Él! Isaías 53, 6 dice que Dios cargó en él el pecado de todos nosotros. Puedes llevar la carga de tu pecado y decir, tengo que salvarme a mí mismo. Aprende de Cristo que Él ya se cargó de tu pecado. Aprende de Cristo que Él dice en 1 Pedro 5, 7. Echa tus cuidados al Señor pues Él cuida de vosotros. Él dice que ya se cargó de nuestros pecados y se ofrece a cuidarse y cargarse de nuestros cuidados. Ya se cargó de nuestros pecados y se ofrece a cargarse de nuestros cuidados si queremos echarlo a Él. No es para asustar. No es un duro maestro que nos va a hacer trabajar demasiado. El diablo quiere asustarnos. La carne se asusta. Si voy a Cristo, a lo mejor me llama a ser misionero en África y no me va a gustar. Bueno, si le llama aquí va a ser una carga ligera. porque Él va a tomar el yugo con usted y llevar la mayor parte. Pero el hecho es que somos como el campesino que cuantas veces te he relatado que tiene saco de papas y uno le ofrece subir encima de su carro y dice, echa tus papas detrás y dice, no, me llevas a mí, no quiero que te cargues de mis papas también. Y así nosotros estamos allí, Cristo me salva pero no quiero echarle mi carga también y ya está llevando la carga. ¡Qué chiste! Y yo solo tengo que echarle la carga, pero yo estoy ahí, tengo que preocuparme de mis problemas, no. El hecho es que si viene, si no viene a Cristo, es porque no quiere. Es porque usted quiere cargarse de sus propias cosas y remediar sus propias cosas, es por orgullo o por el deseo de placer de no servir al Señor y cargarse de su chugo. Juan Dice, no queréis venir a mí para que tengáis vida. No queréis. Dios no es para sustar. Hay que aprender de Él, que es manso y humilde de corazón. Su carga es ligera. Pero hasta cuando Dios hace la vida dura, como lo hizo con los judíos, muchas veces nosotros no queremos llevar su carga. Isaías 28, dice en versículos 11 y 12, en la extraña lengua hablará este pueblo, a los cuales él dijo, dice, ustedes van a ir al calciverio a escuchar otras lenguas, a los cuales Dios dijo, éste es de reposo, da reposo al cansado, y éste es de refrigerio. Mas no quisieron oír. Demasiados creemos que nuestro refrigerio está en el mundo. Están placeres del mundo, el dinero y materialismo, y esto es solo esclavitud. Y no queremos oír y creer que entregarnos a Cristo, dedicarnos a servir a Cristo en el poder del Espíritu, es el descanso mayor del alma. Venid a mí, dice el Señor. Muchos no quieren, pero espero que usted quiera venir a Él y hallar el descanso que viene a trabajadores. No a perezosos, pero a trabajadores. que se cajen del yugo de Cristo después de librarse o dejar Cristo librarte del yugo de esclavitud. Oremos.
Descanso para los Cargados
Series Discipulado
Una de las grandes promesas para los siervos de Dios. Muchas actividades nos fatigan y nos hacen sentirnos cargados. El mundo no ofrece un remedio eficaz, pero hay descanso para el alma. Cristo lo promete.
Sermon ID | 103110213491 |
Duration | 54:37 |
Date | |
Category | Sunday - AM |
Bible Text | Matthew 11:28-30 |
Language | Spanish |
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