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Vamos a ver San Marcos capítulo 1 versículo 15. Versículo 14 de capítulo 1 de San Marcos. Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el Evangelio del Reino de Dios, diciendo, el tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios se ha acercado. Arrepentíos y creed en el Evangelio. A propósito, yo he predicado hasta ahora un poco fuerte, atacando exponiendo cosas. Pero vamos a resumir un ratito. Nosotros como pastores y predicadores tenemos una responsabilidad inmensa. De verdad, asusta. Hemos sido llamados por Dios para predicar el evangelio de su hijo. Pero miren cuánto tiempo, cuánto tiempo hemos estudiado o investigado el Evangelio. Simplemente recibimos algo y entregamos algo. Hemos escuchado el Evangelio de otras personas, así es. Hemos leído acerca del Evangelio en algunos folletos y de ahí decimos aquí es el Evangelio. A veces tratamos el Evangelio de Cristo como si fuera la clase principal para los niños. Y después de recibir el Evangelio, vamos a estudiar cosas más importantes, más profundas. Pero creo que hemos visto un poco hoy día que el Evangelio es muy profundo. Y que quizás no hay mucho poder en el Evangelio en el día de hoy porque no estamos predicando el Evangelio. Cuando comparamos el evangelio de hoy, de los evangelistas de hoy, de las predicas de hoy, cuando comparamos este evangelio con el evangelio de los primeros bautistas, los puritanos, Carlos Spurgeon, otros, encontramos dos cosas completamente diferentes. Hay una necesidad de volver a las Escrituras. Los de la Reforma tenían una frase que usaron siempre, una frase latina que decía, semper reformanda, que significa siempre reformándonos. Hay una necesidad, la Biblia dice en Romanos capítulo 12, versículos 1 y 2, que nosotros tenemos necesidad de renovar la mente. Es el trabajo, la tarea principal del obrero, pastor, evangelista, estudiar las escrituras para que podamos predicar bien. Pero no es cierto, hermanos, la mayoría de nosotros Está tan ocupado haciendo otras cosas que solamente estudiamos para predicar. O simplemente pensamos, ya entiendo el evangelio, entonces voy a predicar otras cosas. O voy a predicar el evangelio, no necesito estudiar porque es bien simple y bien claro. Pero podemos ver que no es así. Y por medio de pensar así, podemos reducir el evangelio a algo que de verdad no es el evangelio. Ahora, tenemos un texto aquí muy importante. Es una invitación a los pecadores de la misma boca de Jesucristo. Y mira lo que dice él. El tiempo se ha cumplido y el reino de Dios se ha acercado. Arrepentíos y creed en el Evangelio. Era también la invitación de Spurgeon la invitación de los bautistas tempranos y los demás evangélicos de ayer. Pero ahora tenemos otra invitación. El evangelio no, el tiempo se ha cumplido, el reino de Dios se ha acercado. ¿Quieres orar esta oración conmigo, invitando a Cristo que entre en tu corazón? Y tú dices, pero pastor, Romanos capítulo 10 dice así. No, hermanos, Romanos 10 no dice así. Y vamos a ver que no dice así. Hay que torcer la escritura para interpretar Romanos 10 así. Romanos 10 no está hablando de la repetición de una oración escrita detrás de un folleto. Hermanos, salvación es una obra sobrenatural. No necesitamos un rito. Necesitamos hacer lo que Cristo hizo y lo que el apóstol Pedro hizo en el día de Pentecostés, lo que el apóstol Pablo hizo allí con los griegos. Tenemos que después de predicar el Evangelio, tenemos que pararnos y decir, Dios manda que todos los hombres se arrepientan y que crean en el Evangelio. Pero si solamente haces esto, ¿cómo vas a saber si las personas de verdad están haciendo esto? Hay un doctor Dalimore en Canadá que es muy famoso. Ha escrito biografías con respecto a Carlos Spurgeon, los puritanos y otros. Y un amigo mío llamó a Dalimore una vez y dijo, Spurgeon no dio invitaciones como nosotros. Tampoco los puritanos. Tampoco los bautistas tempranos. Entonces, si no dieron invitaciones como nosotros, ¿Cómo supieron cuando una persona de verdad se convirtió? Talamore se rió y dijo, bueno, la persona siguió asistiendo a la iglesia creciendo en santidad. Ahora nosotros, todos nuestros conversos sabemos que son salvos porque hicieron su decisión. Pero si buscamos y investigamos y miramos su vida, podemos decir, bueno, están ahí en la iglesia fiel y creciendo en el conocimiento de Dios y la santidad. Nosotros afirmamos a las personas, ustedes son salvos porque esta noche han orado una oración. No. Ustedes, esta noche, si de verdad se han arrepentido y han creído el evangelio, sí, son salvos. Pero la evidencia que de verdad han creído y se han arrepentido es que su vida va a cambiar y va a seguir cambiando porque el Dios que comenzó la buena obra en ustedes va a cumplirla. Pero si esta noche hiciste tu decisión o oraste una oración y tú sales de este lugar y tu vida no cambia, no recibiste nada acá esta noche. El Evangelio no solamente tiene promesas, sino también debemos advertir a las personas. Sí, de verdad, si te arrepientes y crees, eres salvo. Pero la evidencia de que de verdad te has arrepentido es que vas a seguir arrepintiéndote. La verdad que... La evidencia de que de verdad has creído en Cristo para la salvación es que vas a seguir creyendo en Cristo. La verdad que esta noche, la evidencia que de verdad Cristo te justificó esta noche es que va a empezar a santificarte. La evidencia de la justificación es la santificación. Ahora, me gustaría solamente darles algunos ejemplos. Hace años yo estaba predicando al sur de Alaska. Y subí al púlpito y el momento que empecé a predicar, las puertas atrás se abrieron y un hombre grandote entró. Muy, muy triste. Se sentó en la primera banca y empecé a predicar el evangelio. Así. Después de predicar el evangelio, bajé del púlpito, me acerqué a él. Señor, me parece que algo muy, muy difícil está pasando en tu vida. Porque tienes una cara tan triste. Y él sacó un rayo X y me dijo, voy a morir en tres semanas. ¿Qué? Acabo de salir del médico, voy a morir en tres semanas. Yo he vivido toda mi vida en el bosque aquí en Canadá, trabajando en un rancho. Nunca he asistido a una iglesia. Nunca he leído una Biblia. Yo creo que hay un Dios. Una vez escuché algo acerca de un hombre que se llama Jesús o algo. Pero voy a morir y tengo miedo. Nunca he tenido miedo en mi vida, pero ahora tengo miedo. Yo voy a morir. Yo le pregunté, pero señor, escuchaste el evangelio. Escuchaste el mensaje, no? Si, escuché el mensaje. Entendiste? Sí, claro. Muy sencillo. Yo entendí. ¿Tú sabes que eres pecador? Sí. ¿Tú quieres ser salvo? Sí. ¿Sabes que solo tienes que creer? No, orar. Señor, sálvame con fe. Sí. ¿Es todo? Me preguntó. ¿Es todo? Porque no tengo nada. Un niño puede entender, pastor, lo que dijiste. Es todo lo que hay que hacer. Yo entiendo. Se notó algo. No había ningún cambio en su corazón. Ningún cambio. Solamente aprendió... El evangelio es sencillo, hermanos. Él dijo, ya, entiendo, pero... La mayoría de los evangelistas, ¿qué habrían hecho? ¿Entonces quieres orar ahora y pedir a Cristo que entre en tu corazón? ¿Y después? ¿Oraste sinceramente? Creo. Entonces eres salvo. Esa no es la manera de evangelizar. Se notaba que no había nada. El Espíritu Santo no había hecho nada. Solamente entendió algo que un niño puede entender. ¿Arrepentimiento? No. ¿El gozo de apoyarse en Cristo? No. Nada. Entonces yo le dije, Señor, yo tengo que salir mañana en un avión. Voy a cancelar el vuelo. Tú tienes tres semanas y vas a morir. Yo voy a quedarme aquí contigo tres semanas hasta que conozcas a Cristo o hasta que mueras. Entonces empezamos. ¿De dónde viene la fe? Por medio de oír, ¿no? Y es una obra del Espíritu Santo, la fe. Es un resultado de la obra de Dios en una persona. Arrepentimiento también. Entonces, ¿qué vamos a hacer? Nosotros empezamos en el Antiguo Testamento, pasamos por la Escritura, todas las promesas de Dios. Salvación por medio de fe, salvación por medio de fe, salvación por medio de fe. Después de una hora, una hora y media, Señor, ¿qué piensas? Bueno, entiendo, Pablo, entiendo, pero solamente tengo que orar esta oración y todo va a estar bien. No hay nada que ha sucedido, nada. Está bien, entonces seguimos. Una hora más, orando, leyendo la escritura juntos, yo exponiendo el significado de los textos, orando con él. Y después de mucho tiempo, yo le dije, mira, vamos a leer Juan 3, 16 de nuevo. Y él dijo, está bien, pero hemos leído ese texto mil veces, ¿no? Sí, yo sé. Vamos a leer el texto de nuevo. Él dijo, está bien, pastor. Entonces, nunca voy a olvidar. Él tenía la Biblia así en sus piernas y sus manos eran más grandes que las mías. Y él leo así. Porque de tal manera amó Dios a Soy salvo. Tengo vida eterna. Todos mis pecados ya no hay. Voy a ir al cielo. Soy salvo. Hermana, ¿cómo sabes? ¿Nunca has leído este texto, pastor? ¿Qué pasó? Yo te digo lo que pasó. El Señor lo salvó. Pero tú no tienes suficiente tiempo para esperar, ¿no? Tú tienes que cosechar aunque no hay ningún fruto. Ah, solamente ya, pasó, adelante, vamos. Cinco minutos, vamos. Ahora, no, ahora es oración. Yo puedo repetir, yo puedo orar la oración y tú puedes repetir, vamos. ¿Ves? Este tipo de evangelismo me enoja tanto como los testigos de Jehová. Porque nosotros estamos mandando a las personas al infierno con nuestra manera de evangelizar. ¿Qué pasa? No entiendes que la salvación es una obra sobrenatural de Dios. No es una decisión humana y nada más. Es una obra, la obra regeneradora del Espíritu Santo. Mira, la conversión de una persona en las Escrituras se compara con la creación del mundo. Más poder de Dios se manifiesta en la conversión de una persona que en la creación del mundo. También la salvación de una persona, la conversión de una persona, se compara a la misma resurrección de Cristo de los muertos en Efesios capítulo 2. Pero hemos... Algunos de ustedes han aprendido a testificar de una manera, pero no fue la manera de que ustedes recibieron a Cristo. ¿Recuerdan en sus vidas? ¿Recuerdan? Algunos de ustedes cuando recibieron a Cristo, cuando ustedes fueron convertidos, fue algo sobrenatural o una decisión humana. ¿Era solamente una decisión que tomaste? Ya voy a cambiar. Algo sobrenatural sucedió, ¿no es cierto? Algo inexplicable. Cuando te levantaste, eres un hombre completamente diferente, ¿no es cierto? ¿Ven? ¿Ven ustedes? Hemos reducido el Evangelio a un rito igualito a los católicos. ¿Quieres ser salvo? ¿Sí? Entonces bautízate como niño. Debes participar en la misa. Los evangélicos, ¿quieres ir al cielo? ¿Cuántos quieren ir al cielo? Levanten la mano. Mira cómo hacemos evangelismo. En la iglesia, en las campañas, hay que tener música. ¿No es cierto? Hay que tener no solamente música, sino el tipo correcto de música. Hay que quizás bajar la luz también. Y una música que tiene jale, ¿no? Y de allí también lo que podemos hacer es ponemos poner algunos creyentes allí sentados y cuando damos la invitación los creyentes pueden pararse y pasar adelante para que los incrédulos sigan. ¿Qué es eso? Es como una secta. Es patético. Es una broma. Pedro no puede predicar en el día de Pentecostés porque no hay nadie que puede tocar el piano. Y no hay creyentes ubicados en la multitud para pasar adelante, para engañar a los incrédulos. Es lo que estamos haciendo, engañándolos. Y por esta razón nuestros convertidos no se quedan convertidos. No crecen en santidad, nada. Es una broma. Hemos convertido el evangelio. Aquí es el evangelio que la Biblia dice tiene más poder que la misma obra de creación del universo. Pero nosotros tenemos que usar un montón de métodos psicológicos para manipular a las personas para que oren. Ustedes pueden ver casi un poquito cuán ridículo que es. Mira lo que hemos hecho. El tiempo se ha cumplido. El reino de Dios se ha acercado. Ahora, bajen la cabeza. ¿Quién quiere recibir a Cristo? Nadie está mirando. Nadie está mirando. No queremos incomodar a las personas. Nadie está mirando. Te levanta la mano. Yo veo la mano. Yo veo tu mano. Ya está bien. Pasa adelante. Solamente va a demorar cinco minutos. Nadie está mirando. ¿Dónde aprendimos estas cosas? Quizás ya todos quieren matarme en este momento. Bueno, hay una cola bien larga de personas que quieren matarme, entonces van a tener que esperar. Pero mira, solamente piensa un ratito lo que estamos haciendo. Dame la mano y da a Cristo tu corazón. ¿Qué? No. Arrepiéntete y cree en el evangelio. Y no solo esto, voy a sentarme contigo como un escriba que conoce bien la palabra de Dios y voy a ayudarte a entender lo que es el pecado. Voy a ayudarte a discernir con las escrituras lo que es el arrepentimiento. No voy a manipularte. Voy a mostrarte en la escritura lo que es creer en Cristo. ¿Veis? Ahora, Cristo dice algo aquí muy importante. El tiempo se ha cumplido y el reino de Dios se ha acercado. Arrepentíos y creed en el Evangelio. Arrepentíos y creed son dos mandatos En el griego se encuentran en el tiempo presente que significa una acción que continúa. Lo que Cristo está diciendo básicamente es el tiempo se ha cumplido, el reino de Dios se ha acercado. Ahora pasa lo demás de tu vida arrepintiéndote y creyendo en el evangelio. Mira, hermanos, presentamos a veces el evangelio como si fuera una vacuna, es la palabra, una inyección, ¿no? ¿Hiciste tu decisión? ¿Pasado un tiempo en tu vida hiciste tu decisión? ¿Creíste? Y las personas, cuando testificamos a las personas, ellos dicen, ah, no te preocupes por mí, ya hice mi decisión. Eso no es la manera en que la Biblia habla. La Biblia dice otra cosa. La evidencia de que una vez en tu vida te arrepentiste es que sigues arrepintiéndote. La evidencia de que una vez en tu vida creíste para la salvación es que todavía estás creyendo. La evidencia de que Cristo un día te justificó es que ahora Él está santificándote. ¿Te das cuenta? Cuando Pablo llegó a la iglesia en Corinto, muchos de ellos no estaban viviendo como creyentes. ¿Sabe por qué? Muchos no eran creyentes. Por eso, Pablo, y vamos a estudiar este texto después, dijo, cuando él llegó a la iglesia, él encontró un montón de personas que no estaban caminando como cristianos. Él no dijo, mira, necesitamos hablar de la salvación de ustedes. Cuéntenme, ¿hubo un tiempo cuando ustedes se arrepintieron y creyeron en Cristo? No es lo que dijo. Él dijo, examinaos. Ustedes no están portándose como cristianos. Ustedes deben examinar sus vidas ahora, en este momento. Si no tienen fruto de un creyente, es posiblemente porque no son creyentes. Nosotros tenemos personas de verdad en el día de hoy que no están creyendo en Cristo. Están confiando no en Cristo o mirando a Cristo. Están confiando en una decisión que ellos hicieron. Y que el pastor validó. Tenemos que tener cuidado, bastante cuidado. Cuando estudiamos el libro de hechos, los apóstoles después de predicar el evangelio, ¿qué dijeron? ¿Una vez ellos dijeron, ustedes deben orar para pedir a Cristo que entrara en su corazón? ¿Una vez dijo eso uno de los apóstoles? No. Nunca. Pero nosotros no podemos evangelizar sin hacerlo. ¿Te das cuenta? En ningún lugar en el Nuevo Testamento encontramos una persona diciendo a los incrédulos deben ahora invitar a Cristo en su corazón por medio de oración en ningún lugar. Pero nosotros no podemos evangelizar sin este método. ¿Alguien ve un problema? Tampoco podemos decir lo mismo con respecto a la iglesia católica. En ningún lugar en el Nuevo Testamento o Antiguo Testamento encontramos los apóstoles bautizaron a los niños después de predicar el evangelio pero la iglesia católica bautizar a los niños es esencial y cuando hablamos con los católicos y los sacerdotes decimos mira lo que estás haciendo no se encuentra en el nuevo testamento y ellos pueden decir a nosotros y lo que ustedes están haciendo no se encuentra en el nuevo testamento Pero tú dices, pero Pablo, es aquí, estoy en la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, yo... Hermano, ¿a quién está hablando Cristo en este texto? ¿Es un texto de evangelismo? Está hablando a una iglesia. Y no dice que está tocando a la puerta del corazón de alguien. Dice que está tocando a la puerta de la iglesia. La iglesia, hermanos, no. ¿Ves? Tú dices en la ciencia de la hermenútica, hay que interpretar el texto en su contexto. Sí. Vamos a Romanos 10. Porque es el otro texto. Ahora, ¿cómo se llama el Camino Romano? ¿Es lo que se llama este texto? Romanos Die Sepulveda. Sí, pero ¿cómo se llama? Tiene un nombre, el Camino en Español, Roman Road en inglés. La Ruta Romana. ¿La Ruta Romana? No, no, este... Camino romano te lleva a Roma. No, no, no. Hay folletos que usan esta oración acá, ¿no es cierto? Y muchas veces se llaman el camino de los romanos. El camino de los romanos lleva a Roma y quizás al infierno, pero rara vez al cielo. No es porque este texto no es bíblico, es porque nosotros hemos torcido este texto. Vamos a ver. Pablo dice en versículo... Vamos a empezar en 8. ¿Mas qué dice cerca de ti? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos. Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor y creyeras en tu corazón, que Dios le levantó de los muertos será salvos porque con el corazón se cree para justicia pero con la boca se confiesa para salvación pues la escritura dice todo aquel que en él creyere no será avergonzado es uno de los textos más lindos en toda la biblia ¿sabe lo que enseña? enseña que la salvación es solo por medio de la fe No es un gran misterio. No requiere una obra conforme a la ley. La salvación es por medio de la fe. Es lo que enseña. También enseña que la evidencia de la fe es que confesamos con nuestra boca. Lo que decimos que creemos. No negamos la fe en que decimos que creemos. ¿Ok? Ahora, Pablo dice que somos justificados sin la ley, ¿no? No por medio de las obras de la ley, sino por medio de fe. Santiago parece que dice otra cosa. Porque dice no solamente por fe, sino también obras. Entonces, ¿qué están enseñando? Están enseñando la misma cosa. Pablo está diciendo que la salvación es solo por medio de la fe. Pero el que cree en el Señor. Ha sido regenerado por el Espíritu Santo. ha llegado a ser una nueva criatura. De verdad. Eso no es poesía. Cuando una persona renace, llega a ser una nueva criatura. Y una nueva criatura va a vivir de una forma diferente. Y las obras no nos salvan. Somos salvos por medio de la fe. Pero si de verdad creemos en Cristo, hemos sido regenerados. Si hemos sido regenerados, somos nuevas criaturas y nuevas criaturas van a vivir conforme a la ley de Dios. Si una persona vive de una manera que contradice la ley de Dios, es evidencia que nunca ha sido regenerada. Si nunca ha sido regenerada, significa que no cree. Si no cree, no es cristiano. ¿Siguen? ¿Está bien? Ahora, Pablo está hablando a una iglesia sufriendo de persecución. ¿Te das cuenta? Roma. ¿Recuerdan lo que dice en otras partes? Como corderos al matadero. ¿Ok? Ahora, imagínate, si creemos en Cristo, y confesamos con la boca, somos salvos. ¿Qué pasa si una persona está muriendo y cinco segundos antes de morir cree en Cristo? ¿Es salvo si cree en Cristo? ¿Sí o no? Sí. ¿Pero qué pasa si no tiene tiempo de decir algo? que no puede confesar con su boca todavía es salvo. Sí. Porque somos salvos por medio de la fe, no por medio de la fe y también confesar. Entonces, ¿qué quiere decir Pablo acá? Él está diciendo el que cree en Cristo será salvo. Pero a la vez, el que cree en Cristo no va a negar a Cristo, sino va a confesar a Cristo a pesar de las circunstancias. Ahora, vamos a decir que todos nosotros somos carpinteros en Roma y todos nosotros somos miembros de la misma iglesia, ¿ok? Una iglesia que se esconde en las catacumbas y todo. Una iglesia perseguida, pero todos nosotros somos carpinteros y estamos trabajando ahí en Roma en uno de los edificios, el Palacio de la Justicia. Ahí trabajando. Y almuerzo, ya estamos ahí descansando, todo tranquilo. Quizás hablando un poco acerca de la escritura, porque es almuerzo pues. Estamos cansados, pero todos tranquilos. Pero de repente escuchamos... Y todos nosotros empezamos a temblar. a temblar porque sabemos lo que va a pasar. Miramos así con miedo y ya vienen los soldados romanos llevando un altar y con espadas. Y ellos llegan a donde estamos nosotros y ellos bajan el altar. Y hay un fuego allí en el altar y una taza de incienso. Y los soldados dicen, ¿Ustedes? ¡Vengan! denuncia a César como Señor. Quizás el primero, temblando, llega y agarra el incienso, lo mete en el fuego y dice, César es el Señor. Y vive. Y sale. Pero otro se para. Se presenta ante los soldados. Allí está el incienso, el fuego. Y él dice. Jesús es el Señor y muere. Y el otro viene. Jesús es el Señor y muere y cuando termina hay cuerpos por todo el campo porque de verdad hemos creído en nuestro corazón y la evidencia es que confesamos Jesús es el Señor y Dios le ha resucitado de entre los muertos y nosotros hemos torcido este texto para que signifique Solamente tienes que repetir esta oración y vas a ser salvo. ¿Ves? ¿Ves? Tú dices, pastor, ¿cómo es que una persona entonces llega a ser salvo? Por medio de fe, arrepentimiento y fe. Y como evangelista, sentado allí con él, explicando esas cosas. ¿Qué es el arrepentimiento? ¿Qué es la fe? Mostrándole en la escritura, ¿cuáles son las evidencias de fe? ¿Cuáles son las evidencias de arrepentimiento? ¿Cómo se puede saber bíblicamente que uno de verdad ha creído? En vez de simplemente, hiciste tu decisión. Gloria a Dios, eres salvo. Vamos a presentarte ante la iglesia. Es otra cosa. Una persona pasa adelante llorando y dice, yo creo en Cristo. Y el pastor dice, Gloria a Dios. Hermanos, hay nuevo hermano aquí. Has aconsejado la persona cinco minutos, quizás. Y ahora vas a presentar la persona ante la iglesia. Esta persona es salva. ¿Cómo sabes, pastor? ¿Quién te dijo? ¿Qué derecho tienes? ¿Dónde aprendiste esto? Es mejor decir, hermanos, esta noche este hombre ha venido, Dios está obrando en su vida y él ha confesado a Cristo. Pero nosotros vamos a aconsejarlo, aconsejarle. Vamos a pasar tiempo con él en las escrituras para que él sepa bíblicamente que de verdad esta noche se convirtió. ¿Ves la diferencia? No algo superficial. Algo real. Hay libros escritos entre los antiguos que solamente tratan el tema de cómo puede una persona saber que es salva bíblicamente. Pero en el día de hoy ni hablamos de esas cosas. ¿Por qué? Ya tenemos la respuesta. La persona repitió la oración y fue sincera. Pero eso no se encuentra en la escritura. Yo sé, mira, voy a compartir un testimonio. Yo vino al Perú en 88 de un seminario que enseñaba el evangelismo fácil, creencia. Repite la oración, eres salvo, levanta la mano, pasa adelante, dadadadada. Entonces yo vine acá y yo estaba pregando y no sabía casi nada. Yo me había graduado de uno de los seminarios, el seminario más grande del mundo, pero yo no sabía nada. Yo podía leer el Nuevo Testamento en griego, pero yo no sabía nada. Pero empecé a leer la Biblia acá. horas y horas y horas cada día. Casi no trabajé como misionero un tiempo porque yo llegué a tener una convicción tan fuerte que yo no sabía nada. Que algo estaba mal. Yo estaba predicando en Parque Kennedy, predicando a los terrucos, predicando en todos los sitios. Un montón de personas tomando su decisión. Ninguno llegó a la iglesia. ¿Qué pasa? Entonces empecé a estudiar y estudiar y estudiar. Pero de ahí empecé también a ver los bautistas de antes que creyeron con respecto a evangelismo. Y los hombres que nosotros decimos son los predicadores más grandes, los Carlos Spurgeon y Martin Lloyd Jones y los George Whitfield y todos esos hombres que creían en usted. Cómo predicaron ustedes ellos? No. Una noche yo estaba leyendo un libro, y de verdad, cerré el libro, salí de mi silla, caí sobre el suelo, y oré así, Señor, si esta noche no me mates, no me matas, por causa del evangelio que yo he predicado, yo te prometo, nunca voy a predicar así. Nunca, nunca más voy a predicar así. Ahora, cuando una persona, después de predicarles el evangelio, yo me siento con ellos. Yo comienzo, oye, ¿sabes que eres pecador? Sí, pastor. ¿Pero qué significa? ¿Qué ha pasado en tu corazón? Y yo no les doy las respuestas a mis preguntas. A veces preguntamos personas para que tengan que darnos la respuesta correcta. ¿No? Guiándolos con las preguntas. No. Dime. Bueno, pasa nada. Todos son pecadores. Sí, pero te das cuenta lo que significa. Y obrando con una persona. hasta que se note convicción. No tienen que llorar necesariamente, no tienen que gritar, no tienen que hacer un escándalo, pero se nota la realidad de Dios obrando en su vida, creando arrepentimiento y fe y nuevos deseos. La persona está llegando a ser una nueva criatura por medio de la obra del Espíritu Santo en vez de marcharlos por algunas etapas y pronunciando sobre ellos la salvación. Y cuando una persona cree Cuando dice pastor de verdad esta noche el señor, yo confío en él. Yo creo que el señor me ha salvado. Yo digo gloria a Dios. Pero a la vez vamos a pasar por las escrituras que enseñan las escrituras con respeto a la seguridad bíblica. Cómo puede un creyente bíblicamente saber que tiene vida eterna? Y de ahí también, advirtiendo, si tú te arrepentiste esta noche, si creíste en Cristo esta noche, gloria a Dios, eres salvo. Pero si tú sales de aquí y tu vida no empieza a cambiar, si no creces en tu deseo de conocer a Dios, estar con su pueblo, servirle, entonces debes tener mucho cuidado. Es muy posible que nada, nada, ¿Te pasó esta noche? ¿Te va? ¿Cómo sería, hermanos? Ustedes, como pastores, ustedes saben cuántas veces ustedes han testificado a una persona y la persona, aunque vive totalmente como mundano, dice, no te preocupes por mí, pastor, ya he recibido a Cristo. Y no puedes hablarle porque está tan cerrada por la mentira que ha creído. ¿Cuánto más fácil Sería tu trabajo si el evangelista. Hubiera dicho. A este hombre en su campaña, hombre, esta noche confesaste a Cristo como tu salvador, pero si sales de aquí y vives como un mundano, es evidencia que no fuiste convertido esta noche. Entonces tu trabajo pastor sería más fácil cuando tú llegues a este hombre diciendo mira, quiero hablar contigo acerca de Cristo. El hombre va a recordar. Yo tomé mi decisión, pero este evangelista me advirtió si nada sucede en mi vida y nunca cambio. Y nunca cambia esa evidencia que. No fui convertido. OK, ahora. En entre los bautistas. de antes y casi todos los evangélicos de antes. Ellos usaron la escritura para dar seguridad a los creyentes verdaderos y voy a enseñarles cómo hacerlo. Voy a enseñarles cómo hacerlo. No creo que tenemos tiempo hoy día, mañana, pero lo que quiero decirles es lo siguiente. Una persona viene a nosotros en el día de hoy y dice, Pastor, no sé si soy salvo, tengo dudas. ¿Cómo vas a aconsejarlo? ¿Qué vas a decir? Mayormente lo que escucho es lo siguiente. Bueno, ¿hubo un tiempo en tu vida cuando recibiste a Cristo? ¿Cuando oraste y pediste a Cristo que entrara en tu corazón? Y si la persona dice sí, El pastor pregunta, bueno, fuiste sincero cuando oraste así? Bueno, creo. Entonces eres salvo. Es el diablo que te está molestando. Hermanos, eso no se encuentra en la escritura. Lo que se encuentra en la escritura son dos cosas. Primeramente, el hombre de Dios con la Biblia va a investigar el testimonio de la persona, el testimonio de su conversión. Cuéntame, ¿cómo fue tu conversión? Y vamos a ver si lo que experimentaste, ¿no?, contradice la Escritura o se conforma a la Escritura. Y, después de escuchar tu testimonio, y después de comparar tu testimonio con la Escritura, también vamos a comparar tu vida ahora con lo que la Escritura dice. ¿Recuerdan Primera de Juan? ¿Cuál fue el propósito por el cual fue escrito? ¿Alguien sabe? Se encuentra en Primera de Juan capítulo 5. Estas cosas... ¿Para qué? ¿Ves? Es el propósito del libro de Primera de Juan. Fue escrito. ¿Por qué? La persona que confiesa con la boca, que es creyente, puede leer primero de Juan y comparar su vida con lo que se encuentra ahí. Y si su vida se conforma a las pruebas que se encuentran en primera de Juan, puede tener una gran confianza bíblica que es creyente. Pero si su vida es una contradicción a lo que se encuentra en primera de Juan, no puede tener seguridad que ha recibido a Cristo. ¿Me entienden, hermanos? Mañana vamos a pasar por todas las pruebas del cristianismo verdadero. ¿Cómo podemos saber que somos salvos? Solamente un ratito. Piensen. Piensen. ¿Cómo sabes que eres salvo? Bueno, yo fui sincero. ¿Suficientemente sincero? ¿Qué cantidad de sinceridad tienes que tener para ser salvo? Bueno, yo sé que el Señor me salvó ese día. Bueno, hay una manera que al hombre parece correcto, pero lleva a la muerte. Mi corazón me dice que soy salvo. El corazón es engañoso. Pero la Biblia dice Y los bautistas de antes y los evangélicos de antes practicaron otro método. Vamos a comparar nuestras vidas en el día de hoy a la escritura para ganar una seguridad bíblica de que Dios realmente nos ha salvado. Y es lo que vamos a hacer mañana. Vamos ahora. Padre Santo, te doy gracias por este día y ayúdanos, Señor. Ayúdanos a seguir y Señor, ayúdanos a unir todo lo que hemos aprendido, a sacar buenas conclusiones. Ayúdanos a predicar el evangelio, Señor. Un evangelio bíblico. Ayúdanos a hacer evangelismo bíblicamente. Ayúdanos a enseñar sobre la seguridad del creyente, pero de una forma bíblica. Señor, ayúdanos. El Señor Jesús, en su nombre. Amén.
El Evangelio verdadero (4 of 19) - The True Gospel and True Conversion
Series Peru 2007 Spanish Messages
These are messages that Paul Preached in 2007 in Peru in Spanish. Besides this series, there is one other Spanish message by Paul found here:
http://www.sermonaudio.com/sermoninfo.asp?SID=102106185835
This sermon was posted by Grace Community Church in San Antonio, TX:
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Sermon ID | 1028072326412 |
Duration | 50:00 |
Date | |
Category | Special Meeting |
Bible Text | Mark 1:14-15 |
Language | Spanish |
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