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Hermanos, esta noche quiero concluir lo que comenzamos esta mañana. Esta mañana comenzamos a hablar acerca, hermanos, de los tres beneficios espirituales que la prueba trae a nuestra vida. Ahora, estamos comenzando, hermanos, a mirar el libro de Santiago, la epístola de Santiago. Como dijimos esta mañana, hermano, la Epístola de Santiago fue escrita por Jacobo, el hermano del Señor. Ahora, hay tres Jacobos que podemos mirar en el Nuevo Testamento. Dos de ellos fueron discípulos. Estaba Jacobo, hijo de Alfeo, y Jacobo, hijo de Zebedeo, que era del círculo cercano del Señor, hermano de Juan. Y obviamente, pues nosotros vemos eso. Pero también estaba Jacobo, el hermano de María. el hijo de María, perdón, que era de los hermanos del Señor, y pues Judas, que también era de los hermanos del Señor. Y pues, hermanos, es interesante que en la epístola está escrita por Santiago y la dirige, hermanos, a las tribus de las que están en la dispersión, las tríbulas del diáspora, hermanos, y pues son personas que habían estado regalas por el mundo antiguo. Hermano, cuando las tribus fueron dispersas, hermano, si usted va a Israel el día de hoy, hermano, usted no va a poder saber, nadie sabe ni siquiera de qué tribu es. son israelitas ahora, hermano, o judíos, y pues es difícil, yo no sé hasta dónde ellos pueden identificar o trazar su línea genealógica, pero es muy difícil. Muchas personas no tienen idea de la tribu que era, pero hermanos, en aquel tiempo sí era más fácil trazar la ascendencia y sabían a qué lugar estaba. Él les escribe, pues obviamente está hablando, les dice, verdaderamente estamos en la verdadera fe. En la fe que salva, en la fe que transforma la vida de nosotros los hombres, habrá señales en nuestra vida. Nuestra vida tiene que ser una evidencia de que Cristo ha cambiado, nos ha cambiado. Nuestra vida es una evidencia, hermano, al mundo de que algo ha transformado nuestra vida. Hermano, como creyente yo debo saber si verdaderamente yo he sido transformado o no. Y es interesante, hermanos, no está mal que nosotros analicemos nuestra vida en el Señor. En 2 Corintios, capítulo 13, versículo 5, dice, probaos si estáis en la fe, examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe, probaos a vosotros mismos. Hermanos, es importante que nosotros miremos nuestra vida. ¿Es mi vida un ejemplo a otro de que verdaderamente Cristo mora en mí? No podemos ser personas, usted me escuchó decir una y otra y otra y otra y otra vez y lo repito, pensando que todo el que entra a la iglesia hermanos y está sentado en las bancas, verdaderamente tiene un encuentro con el Señor. Es triste que nosotros vengamos a una iglesia que predica el Evangelio, que enseña sana doctrina, que cuando tengamos que presentarnos al Señor, al frente del Señor dice, nunca te conocí, pero en tu nombre hicimos milagro. En tu nombre, yo llamaba tu nombre, yo oraba, yo iba a la iglesia. Si nunca te conocí, apártate de mí. ¿Por qué, hermano? Porque hemos puesto nuestra fe en cualquier cosa que no es la persona de Cristo. Y esta mañana miramos, hermano, cómo muchas personas ponen su fe en las obras. Pero, hermano, las obras no salvan a nadie. Y muchas veces nuestras obras inclusive cambian, no son consistentes, no son constantes porque cambian conforme a la persona a quien nosotros vamos a servir. Si hay una persona que quiero mucho, quizás, hermano, si estoy dando una ayuda, hermano, pues doy más. Si no, pues no conozco, me preocupo muy poco. Hermano, miramos esto en nuestra vida. A veces, hermano, la moral cambia conforme a lo que el mundo dicta que es moral. Vivimos en un mundo donde las cosas buenas llaman malas y las cosas malas llaman buenas. Vivimos en una nación, hermano, donde la generación es una generación de degeneración, porque lo que hay es degeneración en nuestra generación. hermanos y vemos ahora cómo ahora es la expresión libre la nueva manera de nosotros escoger lo que queremos hacer y mucha gente hermano nos critica y nos señala hermanos dice la escritura que vamos a sufrir por causa de la justicia la gente se va a burlar tú eres una persona estrecha de mente las cosas han cambiado la moral de la escritura no ha cambiado la moral de la escritura no ha cambiado quise en hollywood ha cambiado Pero aquí, en la palabra de Dios, no ha cambiado. Hermano, es triste, pero es la realidad que vivimos. Muchas personas, hermano, dependen en las religiones. Hermano, ¿cuántas religiones se levantan cada día? ¿Cuántas sectas falsas se levantan cada día? ¿Cuántos desarrollos, hermano, por ideas que los hombres tienen, cambian cada día? Hermanos, y eso no es conforme a lo que la palabra de Dios dice. Solamente cuando ponemos nuestra fe en Cristo, nosotros y solamente en él nosotros tenemos perdón de pecados y nuestra vida es transformada por el Espíritu Santo a nosotros es triste hermano hermano las cosas han cambiado no vivimos en los mismos tiempos estaba esta semana el martes tuve la oportunidad de ir a un seminario hermanos de abuso de menores de niños y estábamos mirando hermanos acerca de el abuso específicamente abuso sexual de niños ¿Y cómo las iglesias ahora, hermano, tienen que tomar protección? ¿Y cómo tenemos que cuidar, hermano? Porque la gente, como dice Predators, las personas que están tratando de atacar a los niños, hermano, se llegan a lugares como las iglesias porque hay más vulnerabilidad. Y, hermano, la gente dice, no, porque es que vienen de afuera. Pero, hermano, solamente el 4% de los que les gustan los niños son personas compulsivas. Son gente de adentro. Hermanos, hay más incesto cada día. Hay más padres abusando a sus hijas cada día. Hay hermanos abusando a sus hermanos menores. Y el hermano te dice, eso no pasa. Sí pasa, hermanos. Sí pasa. Pasa tanto como el 96% de las veces es ahí donde se encuentra el problema. Y las iglesias no están exentas. Hay estados que están pasando leyes para que la gente que trabaja con niños tenga que prepararse para poder entender o poder observar lo que está pasando. Y déjeme decirle una cosa, hermano. Si usted se entera de algo y usted no llama al gobierno, usted va preso, tanto como la persona que cometió el delito. Así de serio es, hermano. Nadie está exento. Hermanos, es lo que nosotros vivimos en nuestra sociedad. Este pastor, Pero cómo, hermano, es que la sociedad en que vivimos las cosas buenas le llaman malas y a las malas le llaman buenas. Hermano, tenemos que nosotros vivir conforme aquello que no cambia, la palabra de Dios. Yo nunca me olvido de un predicador que se llamaba Juan Cordero. Juan Cordero, hermano, decía, en este mundo tan cambiante lo mejor es pararse en la incambiante palabra de Dios. Nunca me olvido de esa frase que siempre decía cuando predicaba. El mundo tan cambiante, lo mejor es pararse en la incambiante palabra de Dios, porque hermanos, la palabra de Dios no cambia. Pero sigue siendo tan fresca para nuestra generación como la era para la generación de antes. Y será tan fresca para la generación de mañana como lo es para la generación de hoy. Lamentablemente, los hombres de nuestros días, hermanos, se han proliferado y Él dice, en los posteriores días se levantarán falsos cristos. gente que ha cambiado y ha torcido el evangelio de la Palabra de Dios. Y bueno, nosotros tenemos que pararnos y conocer y entender lo que la Palabra de Dios enseña. Si hay algo, hermano, que yo me trato de hacer cada domingo es enseñarle la Palabra de Dios de una manera que no esté adulterada, conforme a lo que la Palabra de Dios dice. A mí no me importa quien lo diga. Hermano, puede ser un bautista. Los bautistas no creen. A mí no me importa que los bautistas crean o no crean. Que eso lo dijo el doctor fulano de tal, no me importa cuantos títulos tenga. Que eso hermanos no lo hacen y no lo hacen otras personas. Hermano, lo importante es que dice la palabra de Dios. Porque Dios hermano, yo no encuentro en esta palabra, el único bautista que yo encuentro aquí era Juan. Juan es bautista, si usted encuentra otro que fuera bautista y yo no lo he encontrado, dígamelo porque yo no lo he visto. Pero nosotros somos tan dogmáticos por lo que los hombres hemos creado. son sistemas que los hombres hemos creado y hermanos nosotros tenemos que ser dogmáticos en lo que Dios dice en su palabra y eso es lo que es importante lo que Dios dice en la escritura hermanos si Dios lo dice nosotros lo obedecemos pero tiene que estar claro y por eso escudriñamos la escritura dice que la iglesia en vereda escudriñaba a ver si lo que se decía era verdad y yo le reto hermano a que usted escudriñe lo que de este escultito se enseña así que hermanos esta mañana miramos O comenzamos a mirar la primera de estas señales. Dijimos hermano que una señal que debe seguir aquel que ha creído es gozarse en la tribulación o en la prueba. Hermanos, decimos, ¿cómo nosotros vamos a tener gozo en la prueba? Hermano, el gozo es la manifestación del fruto del Espíritu Santo que mora en el corazón del creyente. Hermano, yo no estoy diciendo que te levantes a cantar una canción cuando estás pasando por un momento difícil. Quizás lo que necesitas es postrarte y clamar a Dios cuando estás pasando por un problema difícil. Hermano, eso, la paz y el gozo no deben desaparecer del corazón del creyente. Y esta mañana vimos hermanos que el primer principio es que la prueba debe traer gozo a tu vida. ¿Por qué la prueba debe traer gozo a mi vida? Y vimos hermanos que una de las razones claves es que hermanos, si yo estoy sufriendo por la causa de Cristo, debo gozarme hermanos, porque eso indica que verdaderamente yo le pertenezco a Él. Y eso debe ser un motivo de gozo, hermano. Qué mejor gozo que yo estar seguro de que verdaderamente, porque soy cristiano y la gente me está señalando, está diciendo mentiras de mí, están, hermano, persiguiéndome porque yo estoy siguiendo la causa de Cristo. Eso debe ser, hermano, un motivo de gozo porque estoy seguro de que yo le pertenezco al Señor. Quizás, hermano, por eso Pablo estaba en las cárceles, porque predicaba el Evangelio y porque le pertenecía al Señor. y la gente lo criticaba y lo azotaba hermano y usted puede leer acerca de la vida de Pablo y esta mañana abundamos en otras razones hermano miramos acerca de nuestra identificación con Cristo y miramos muchas cosas hermano yo no voy a predicar el mensaje otra vez que prediqué esta mañana pero yo si le reto hermano que si usted no lo escuchó porque estaba trabajando con niño o algo así hermano que lo busque que lo que lo escuche porque para eso estamos haciéndolo el número dos hermano esta mañana esta tarde yo quiero mirar los otros dos principios bíblicos y el segundo principio lo encontramos en el verso 3 De Santiago, capítulo 1. Comenzó a leer en el versículo 1 y dice, Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo a las doce tribus que están en la dispersión. Salud. Hermanos míos, tened por sumo, no cualquier tipo de gozo, sumo gozo, cuando os halléis en diversas pruebas. Ahora nota lo que dice. sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. La segundo principio, hermanos, es que la prueba obra paciencia en mi vida. Ahora es interesante, y yo tuve que escudriñar para poderlo reconciliar. Cuando usted va al libro de Romanos, nota cómo lo escribe el libro de Romanos. Yo quiero señalar, hermanos, porque para mí fue una bendición. cuando lo pude entender, yo no lo pude entender, tuve que meditar, tuve que orar, tuve que buscar, ahí si tuve que leer a ver que pensaba otras personas, pero yo pude entender hermano, creo que yo puedo, voy a tratar de explicar lo que Dios me enseñó, pero mira Romanos capítulo 5, el texto que leímos esta tarde, en Romanos 5, nota que dice en el versículo número 3, y no solo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia y la paciencia prueba, Y hermano lo que yo decía es, ¿qué produce? En Santiago dice que la prueba produce paciencia y en Romano dice que es la paciencia la que produce prueba. Yo decía, pero señor, obviamente tú no te vas a contradecir. Y lo que es interesante es que en el griego las palabras están escritas así. Las palabras griegas siguen en ese orden. No era que fueran palabras griegas diferentes. Y yo hermano no lo podía reconciliar, no lo podía entender. pero comienza en romanos a explicarnos una manera o una manera de ver las cosas un poquito más claras y nos puede ilustrar lo que está tratando de decir Santiago comienza utilizando la palabra tribulación ahora esta palabra tribulación nos ayuda a entender lo que el texto o el contexto está diciendo nota la palabra que dice Y no sólo esto, sino también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia. Ahora hermanos, la palabra tribulación nos dice a nosotros, o quiere decir que es aquello que se aprende, aquel sufrimiento que viene a nuestra vida para que nosotros, hermanos, seamos fortalecidos. La palabra tribulación es una presión, una aflicción, una carga que viene sobre nosotros, es lo que literalmente la palabra significa. Es algo externo que está poniendo, hermanos, una presión sobre nosotros para que nosotros podamos fortalecer algo que necesita fortalecerse en nuestra vida. En la medida esa presión externa comienza a fortalecernos, nosotros estamos aprendiendo a ser pacientes. Ahora hermanos, la palabra paciencia significa, hermanos, aquello que trae fortaleza y nos ayuda, hermanos, a resistir, a llegar. No es la palabra longanimidad que se utiliza en Galatas cuando habla de la manifestación del Espíritu Santo. Es la palabra crear resistencia en la vida. Podemos resistir. Tenemos, hermanos, en inglés, endurance. ¿Cómo tú dices endurance en español? Resistencia, hermanos, crear, tener, hermanos, la energía para poder llegar. En la medida que nosotros vamos creando ese tipo de resistencia, ese tipo de fortaleza para poder llegar a la meta, comenzamos, hermanos, a tener otro tipo de pruebas que nos fortalecen más. Voy a ilustrarlo para que podamos entender el concepto de lo que sucede, ¿ok? Hermanos, una de las cosas que ustedes me Me dijeron que yo debía hacer, y muchos hermanos se acercaron a mí y me dijeron, Pastor, cuando esté a tiempo completo, no tenga la excusa de que no tiene tiempo de hacer ejercicio. Vamos a ser claros, me dijeron, no tenga la excusa de que no tiene tiempo de hacer ejercicio, hermano. El ejercicio corporal, la que usted dice, para nada aprovecha, pero tenemos que... Pero tenemos, hermano, que hacer ejercicio corporal a veces, porque, hermano, si no, se ponen tan barrigones como estoy yo. Hermano, no créanme, hermano, que yo estoy luchando por bajar esta barriga, pero, hermano, la comida me gusta. Ahora, vamos a ser honestos también. Uno llega a un tiempo en la vida de uno donde es más difícil perder una libra que ganarla. Y ya yo crucé esa línea. Y hermano, a mí me toma ganar una libra, yo la gano en un día. Gano cinco libras en un día. Pero perder dos libras me toma una semana, o dos semanas, o tres semanas. Y no es fácil. Pero yo les voy a decir lo que yo hice, hermanos. Allá abajo está el gimnasio Rush y yo dije yo voy a ir a Rush. Mi esposa va a otro gimnasio y yo no voy al que ella va porque a mí no me gusta manejar. Y manejar, o sea, para ir a un gimnasio, si no lo tengo cerca, hermano, no voy a ir. Y dije, bueno, yo necesito entender cómo yo puedo hacer este, qué tipo de ejercicio necesito hacer yo para poder ser, que sea provechoso para ayudarme a alcanzar lo que yo necesito en mi cuerpo físico. Así que el gimnasio tenía un especial, lo pudimos hacer, y entonces hermanos, me reuní con un señor, un muchacho. Cuando me reuní con el muchacho me dice, déjame ayudarte. Porque hermanos, cuando yo voy al gimnasio, inmediatamente lo que uno quiere hacer es las pesas. Ahí, todos los hombres, hermanos, las pesas para ser musculosos. Y usted va, hermano, y usted ve a esos hombres ahí con esos bollerotes, o sea, y tú no ves. Él me dijo, eso no es lo que tú necesitas. Si tu problema es un problema de salud, tú necesitas crear aquello que te ayude a ser resistente, que te cree a ti una energía y el mejor peso es tu cuerpo. Así que él me empezó a decir, pero esto es fácil, esto lo puedo hacer yo, no tengo que venir a los gimnasios para hacer esto. Pero al menos es el desconocimiento que uno tiene. Pero me dijo, tú tienes que ir a una clase. Y a mí no me gusta ir a las clases. ¿Sabes por qué no me gusta ir a las clases, hermano? Porque tú eres el único hombre. tú eres el único hombre, y te miran hermano como que tú estás raro ahí, tú aquí no perteneces. Mi esposa va al gimnasio, mi esposa perdió todo el peso que perdió y la fortaleza que ha tenido es porque ella va a sus clases, ella no hace pesa, ella va a las clases. Ahora hermano, yo fui a la clase y le dije a la entrenadora, a la mujer que estaba entrenando, a veces los hombres dan una clase, pero casi todos hacen, le dije, el maestro me dijo que tenía que venir aquí, me dijo, ah pues ven, te voy a explicar. Me dice, tienes que mirar porque te va a ser difícil entender la rutina. Hermano, es con pesas. Y yo le voy a ser honesto, hermano. Todas esas mujeres me patearon. Hermano, usted las ve ahí con un monche más peso que el que tengo yo, hermano. Y yo... Y usted me ve que yo me paro muchísimo mientras estoy haciendo la clase. Porque hermanos, no aguanto, no tengo la resistencia para hacer una hora de ejercicio sin parar. Yo no tengo la resistencia, no puedo llegar allá. Pero ¿sabe una cosa hermanos? Esas pesas están poniendo una presión externa para comenzar a fortalecer mis músculos y ayudar a fortalecer mi corazón y a fortalecer mis pulmones para aquello que va a ser provechoso para mí. ¿Me estoy explicando? ¿Está usted ilustrando el punto? Y a la medida que yo continúo haciéndolo, palabra paciencia, me fortalezco, ¿para qué? Para que después pueda tener más peso, porque ya esto no hace nada para mí. Es la vida cristiana. Usted y yo vamos a tener pruebas y dificultades. Hermano, créeme que a veces la dificultad que nosotros tenemos, decimos, ¡guau, qué grande la dificultad que estoy pasando! Pero si miramos al lado, su dificultad es nada comparada con la dificultad que está teniendo otra persona. Y tú dices, ¿y por qué Dios le da esa dificultad tan presión? Porque hermano, ya él pasó por la prueba pequeña. Pero a medida que él está pasando esta dificultad, su vida espiritual se está fortaleciendo. Su relación con Dios está creciendo. Y esta prueba, esta presión externa, lo está haciendo brillar para la gloria de Dios. ¿Y qué sucede hermano? Que nosotros comenzamos a mirar el gozo, la paciencia, y esas personas hermanos, tú las ves que están pasando por una prueba y tienen una paz y tienen un rostro hermano que te dice ¡Wow! ¿Cuánto quisiera yo poder llegar ahí? Hermano, Dios diseña nuestra vida para que nosotros lleguemos ahí. Ahora, yo voy a explicar por qué no llegamos ahí. Pero hermanos, ¿saben una cosa hermanos? nosotros tenemos en nuestra vida diaria que aprender por la experiencia Dios nos da experiencias más pequeñas para que cuando venga una presión más fuerte nosotros podamos resistir la presión más fuerte que viene sobre nosotros porque hemos adquirido la resistencia hermano, es el diseño de Dios de la tribulación que produce gozo en la vida del cristiano nos ayuda, hermanos, a crecer en fortaleza, nos ayuda a crecer, hermanos, en aquello que nos ayuda a resistir la próxima prueba. Y déjeme decir una cosa, si usted ha sido cristiano por algún tiempo, usted sabe que usted ha tenido pruebas. Yo no conozco un cristiano que esté sirviendo al Señor y que viva para Dios que no ha pasado por una prueba. Usted dice, wow, si yo tuviera que pasar por la prueba que estoy pasando ahora, Lo hubiera pasado, cuando estaba recién convertido, yo hubiera oído de Dios. ¿Me está usted siguiendo? Pablo, hermano, no fue preso en Roma cuando se convirtió a Cristo. Dios dijo, yo tengo un propósito para Pablo. Él va a ser el que predica el Evangelio a los grandes y va a dar testimonio de mí ante el César. Pero Pablo llegó antes de César al final de su vida. No llegó antes de César cuando era nuevo en su vida. Es interesante, ve conmigo un momento para que mires lo que dice Pablo, cómo Pablo lo expresa. Segunda de Corintios, el capítulo número 12. Y mira lo que dice Pablo. Ciertamente, no me conviene gloriarme, pero vendré a las visiones y a las revelaciones del Señor. Conozco a un hombre en Cristo que hace, ¿cuántos años? Nota cuando Pablo escribe acerca de esto, catorce años después. Si en el cuerpo no lo sé, si fuera del cuerpo no lo sé, Dios lo sabe. Fue arrebatado hasta entre sí el cielo. Y conozco a tal hombre, si en el cuerpo o fuera del cuerpo no lo sé, Dios lo sabe, que fue arrebatado el paraíso donde oyó palabras inefables que no les he dado al hombre expresar. De tal hombre me gloriaré, pero de mí mismo en nada me gloriaré, sino en mis debilidades. Sin embargo, si quisiera gloriarme no sería insensato, porque diría la verdad, pero lo dejo para que nadie piense más de mí, más de lo que en mí ve, huoye de mí. Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee para que no me enaltezca sobremanera, respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor que lo quite de mí. Y me ha dicho, bástate mi gracia, porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré, más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí El poder de Cristo. ¿Cuándo Pablo escribe esto? 14 años de pruebas. 14 años de tribulación. 14 años, hermano, donde Dios ha estado desarrollando en su vida. Hermano, cuando Pablo salió la primera vez quizás lo tiraron de la sinagoga y le tiraron polvo. No fue apedreado la primera vez. Imagínense que la primera vez que Pablo fue a predicar una sinagoga lo hubieran caído a pedra. Lo hubiesen apedreado y dejado como muerto. hubiese tenido un naufragio posiblemente hubiese dado a la espalda y dicen yo parate señor yo creo que tu llamaste a él que es incorrecto pero Pablo pudo hacerlo y levantarse y volver a entrar a predicar ¿sabe por qué? porque la experiencia le había dicho a él lo que él había aprendido que él podía hacerlo porque todo lo puedo en Cristo que me fortalece y hermano Dios quiere que nosotros crezcamos a este tipo de madurez espiritual así que el segundo principio que yo quiero que tú entiendas es que la prueba no solamente produce gozo La prueba fortalece mi vida, produce paciencia, me da fortaleza. Ahora, es aquí donde llevo el tercer punto, para que esté perfecto y cabal. Ahora es interesante porque la palabra perfecto, hermanos, perfecto quiere decir completar mi carácter moral. Pero la palabra cabal va más allá que completar mi carácter moral. Pablo, cuando escribió a Filipenses, en el año 60, después de que él había estado preso y estaba preso en Roma, él dice, estando persuadido de esto, convencido que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesús. Hermanos, Dios no termina de trabajar con sus hijos. hasta que llega a la presencia de Dios. Dios no va a terminar de trabajar contigo, ni va a terminar de trabajar conmigo. Dios va a continuar trabajando con nosotros. Ahora, lo que es interesante y tenemos que entender es esa palabra KABAL. Porque hermano, la palabra KABAL significa tener todas las áreas en nuestra vida completas. Esto no va a pasar hasta que lleguemos a lo perfecto, pero Él continúa obrando en nosotros. Ustedes hermano, la mayoría de ustedes entienden construcción, así como son una ilustración de construcción. Cuando vamos a construir una casa, nosotros tenemos muchas etapas en la construcción, ¿verdad que sí? Lo primero que se hace es que se prepara el terreno. Y luego de que el terreno está preparado, el terreno ahora está perfecto, pero no está a cabal, la obra no ha sido completada. Ponemos la fundación. Y se hizo la fundación. Y ahora la fundación, hermano, está perfecta, está completa, pero la obra no está a cabal, porque hay que levantar las paredes. Y levantamos las paredes y ahora hermano la estructura está levantada y tiene el techo y está perfecta, se terminó esta obra. Pero no está acabado, no se ha completado el proyecto. ¿Me estoy explicando? ¿Va entendiendo el principio, el concepto de lo que la palabra está diciendo? Dios, hermano, está trabajando en diferentes áreas en nuestra vida. Sea electricidad, sea plomería, sea estructura. Dios está trabajando en diferentes áreas que mi vida necesita para que yo, hermano, llegue algún día a la medida de la plenitud de Cristo. Sabemos, hermano, que Dios no va a terminar, hermano. Yo soy imperfecto porque yo soy pecador. Pero hermano, cada día deben haber más áreas completas en mi vida. El punto es que necesito estar creciendo. ningún cristiano llega a ser... me estoy pegando a esa perfección Dios continúa trabajando cada día hay un área en mi vida que necesita ser perfeccionada y Dios va a trabajar con ella Dios va a trabajar contigo de la manera que está trabajando conmigo si usted me dice a mí cinco años atrás que yo iba a predicar como yo estoy predicando el día de hoy yo le digo hermano yo no jamás bilumbre porque hermano cuando yo fui a la universidad se me enseñaron un montón de principios y conceptos y se usaron un montón de libros de teología sistemática y un montón de libros hermano y yo decía bueno si están los libros tienen que estar bien y muchas veces no cuestionábamos lo que los libros dicen pero hemos llegado a un punto de nuestra vida espiritual donde hermano yo cuestiono todo lo que leo excepto la palabra de Dios. Yo cuestiono todo lo que otra gente me dice, excepto lo que Dios dice en la escritura. Señor Pastor, es que usted tiene menos fe. No, no es que tenga menos fe, es que hermanos, esto es lo que es perfecto. El libro es lo que es perfecto. De la manera, hermano, que yo puedo errar y me he parado aquí y le he dicho, hermano, perdónenme porque he errado. Hermano, otras personas erran. El problema es, hermano, tener la humildad necesaria para reconocerlo y enmendarlo. Hermano, no es fácil. No es fácil. El que crea que es fácil, venga y hágalo. Venga y hágalo. Hermano, eso es lo que Dios quiere hacer con cada uno de nosotros. Que crezcamos cada día a ser más humildes. que crezcamos cada día hermanos a cuestionar lo que otros dicen y escudriñar lo que Dios dice entender lo que Dios dice que hermanos nosotros entonces en la medida que crecemos y nos humillamos hermanos crezcamos en unidad los unos con los otros y en amor los unos con los otros que podamos ver hermanos lo que Dios ve y tener la compasión que nos falta por los demás. Yo estaba hablando, yo recuerdo, Omar me dijo que a él lo tocó mucho en esa ocasión cuando yo dije, fuiste tú que me diste, Omar, dije, si se enferma el hijo de otra persona, pues yo oro, pero si cuando se enferma mi hijo, hermano, yo corro. Fuiste tú que me estabas hablando, ¿verdad, Omar? Hermano, es así. Cuando debería ser que si mi hermano, el hijo de mi hermano se enfermó, yo tenga la misma diligencia como si fuera el mío. Pero hermano, no la tenemos. No la tenemos. Nuestro orgullo, hermanos, está tomando lo mejor de nosotros. Y Dios quiere que nosotros seamos perfectos y cabales, completos. Que aprendamos, hermano, a hacer lo que es correcto. ¿Pero sabe, hermano, qué es lo que impide? Es interesante. Yo quiero que tú dices, pastor, ¿cómo que lo impide? Nota, hermano, lo que dice la Escritura en Santiago. Quiero que lo vuelvas a mirar en Santiago. Mantenga la obra sabiendo que la prueba de extrafé produce paciencia. Mantenga la paciencia, su obra completa para que se perfectos y cabales sin que os falte cosa alguna. hermano cuando utiliza la palabra su obra completa está implicando de que hay momentos que nosotros podemos interrumpir que se complete la obra como pastor que yo puedo interrumpir que se complete la obra escúchame hermanos por lo menos yo voy a enumerarte tres momentos tres razones por las que nosotros a veces impedimos que se complete la obra nos interponemos en lo que Dios está haciendo. Te voy a explicar. A veces, hermano, metemos la mano donde no la tenemos que meter. Ten cuidado si tú tienes el don de misericordia, porque los que tenemos ese don, hermano, tenemos la predisposición a meter la mano en lo que Dios está haciendo. Un ejemplo para que pueda entender, porque me está mirando, yo no entiendo lo que usted está diciendo, hermanos. Yo voy a ilustrar con un ejemplo de la vida real. No va a decir quién es, fue un pastor, que ustedes no conocen, pero es un pastor en Grimby. Yo no lo conocí. Para que entiendan, yo no conocí a este pastor. Creo que una vez fui a su iglesia, hace muchos años, el pastor ya estaba muriendo en la presencia del Señor. Pero él tenía un hijo, hermano, que decidió que no quería servir al Señor y vivía en la casa del pastor. Después decidió que él iba a usar drogas y a vivir para él. Y vivía en la casa del pastor. El pastor le dijo, mi hijo, Dios está trabajando contigo. y tú no quieres vivir para Dios. Si tú no vives para Dios, lamentablemente, en esta casa, tú tampoco puedes vivir. Dios estaba obrando a la vida de este joven. Pero el joven no quería ser. Ahora, hermanos, ¿es fácil para nosotros decirle a nuestro hijo, tú no puedes vivir en mi casa? Si quieres vivir en drogas, el pastor le viene a la casa a pastorar. No, hermanos. Y la mayoría de nosotros decimos, mi hijo, y ponemos la mano. La mayoría de las madres dice, es mi hijo y tú no lo vas a echar. Pero Dios quería hacer una obra. Y después de mucha oración y muchas lágrimas, el padre retiene este hijo. Y el joven se fue. Y ese lo entregó al Señor. Cuando el joven se vio hermano sin nada. Y se vio hermano en una vida completamente como el hijo pródigo, mendigando. Digo, en la casa de mi padre. Tengo. Arregló su vida con Dios. Mi padre dijo, aquí estoy para recibirte y ayudarte. Pero hermano, muchas veces tú y yo vemos a Dios disciplinando a nuestro hijo y nosotros nos metemos en el medio de lo que Dios está haciendo. ¿Estoy explicándome ahora? Porque no nos gusta ver a quien amamos sufriendo. Pero a veces Dios permite este sufrimiento. para atraerlos a él. Lo que yo estoy diciendo es muy difícil, pero hay veces hermano que eso tiene que suceder. Puedo decir una segunda razón por la que a veces impedimos la obra de Dios o tratamos de interrumpir la obra de Dios. Cuando nosotros nos cansamos y nos rendimos en nuestra vida espiritual. Dios comienza a trabajar contigo en un área y comienza a mandarte pruebas y ahí hay pruebas y está tratando de fortalecerse y tú dices, si esto es el cristianismo, ya, yo no quiero saber nada. y doy macha atrás. ¿Cuántas veces nosotros hemos hecho eso? ¿Cuántas veces, hermanos, nosotros no somos, no hacemos lo que es correcto, hermanos? El problema que queremos es que las cosas se arreglen cuando nosotros decimos y como nosotros queremos. Si usted siembra una semilla, me he escuchado decir esto muchas veces. Se siembra una semilla hoy, pero esa semilla no da fruto, ¿cuándo? Mañana. Tarda tiempo en dar fruto. y cuando usted comienza a cosechar ese fruto, no le gusta el fruto y usted está comiendo. Pero usted hace una cosa, hermano, y no le echa la culpa a otro. Quien sembró la semilla fuiste tú. Cuando comenzamos a comer ese fruto, decimos, esto no me gusta. Entonces decimos, voy a comenzar a sembrar el fruto correcto. Y comenzamos a sembrar el fruto correcto, hermanos. Y a hacer lo que es correcto. ¿Pero sabe lo que pasa, hermanos? Que el fruto correcto va a tardar el mismo tiempo en dar fruto bueno que el fruto malo que sembraste años atrás. Pero queremos, por alguna razón, tenemos la idea de que porque hoy hice lo que está bien, mañana voy a comer lo que está bueno. No, mi hermano, hasta que el fruto malo no se agote, no vas a cosechar de lo que es bueno. Por eso él dice, no nos cansemos de hacer bien, porque a su debido tiempo cosecharemos, si no que, si no desmayamos, si no nos rendimos. Pero hermano, queremos ver el fruto bueno el día de hoy. Hermano, no funciona así. Dios quiere fortalecerte y Dios quiere, hermano, trabajar en tu vida. Entonces tú necesitas esperar que Dios haga la obra en tu vida. Hermano, yo creo que una manera de ilustrarlo fue lo que viene a mi mente en este momento, y no lo tengo escrito, solamente viene a mi mente en este momento. ¿Se acuerda usted de la película Fireproof? Prueba de fuego. Él cosechó con su mujer lo que estaba mal, con todo lo que sembró. Cuando comenzó a cosechar lo que era bueno, hermano, casi la pierde. Pero yo estoy haciendo lo que es bueno ahora. Le puso flores y ¿qué hizo ella? La tiró al zafacón. Le puso el desayuno y la mujer ni lo miró, lo tuvo que echar al fregadero. ¿Se recuerda lo que quiero decir, hermano? ¿Y qué fue lo que sucedió? Que cuando terminó había pasado los 40 días de la prueba. Todavía seguía. Dice, ¿por qué día vas? por el 43 o 45 que se yo, pero si somos solamente 40 y quien dijo que yo tenía que parar? La fortaleza nos ayuda a continuar adelante. El Señor quiere que no desmayemos porque Él está obrando y Él está en control, pero Él quiere fortalecernos a nosotros y la medida que nosotros hermano, la prueba se pone más difícil hermano, no quiere decir que yo me voy a detener, quiere decir que voy a ir sobre mis rodillas más y más para que Dios me ayude y me fortalezca para que yo no desmaye, para que yo sea cabal, para que la obra sea completa. Pero hay una tercera manera, una tercera razón, y es cuando, hermano, nuestra visión es corta porque nosotros queremos que Dios lo haga como nosotros queremos que Él lo haga. Te lo voy a ilustrar, hermano, a veces tenemos ideas preconcebidas en nuestra mente de cómo van a pasar las cosas. Alguna vez usted ha orado y dice, Señor, esto es lo que yo estoy orando. Hacemos como hizo Eliécer. Señor, que sea la doncella a quien yo le dijera, dame tu cántaro, y creemos que todas las señales que nosotros oramos van a ser como nosotros lo pedimos. Y ya tenemos una idea preconcebida de cómo tienen que ser las cosas, porque a lo mejor lo vimos con otras personas que tuvo esa experiencia. Pero hermanos, Dios no repite las cosas de la misma manera. Gloria al Señor, hermanos. Ninguno de nosotros que está aquí es igual. Ni siquiera los gemelos que nacen de la misma madre y son completamente idénticos. Es más, hermano, es raro que esto suceda. Ni siquiera los gemelos que nacen del mismo saco amniótico, hermano, son iguales. Dios ha hecho a cada uno diferente. Él te hizo y botó el molde. No hay otro Juan Fernández. Por nombre hay muchísimos. Me paraban en inmigración cada vez que entraba. Pero ¿sabe qué fue lo que hicieron, hermano? Fui al gobierno, cogieron estos cuatro dedos y los pusieron en una máquina. Porque el único Juan Fernández que tiene las huellas digitales de dedos en el mundo es este que está hablando con ustedes. Hay muchos Juan Fernández, pero no hay ninguno que tenga esas huellas digitales. Son únicas, las hizo Dios. diferentes a la de todos los demás. Y hermanos, nosotros tenemos ideas preconcebidas porque creemos que, hermanos, es un cookie cutter. Tenemos ahí, lo vamos a cortar todo igualito. No, hermanos, Dios no hace las cosas iguales con todos nosotros. Porque cada uno de nosotros necesita cosas diferentes en nuestra vida. Cuando nosotros no podemos ver lo que Dios está haciendo, o nuestra idea no va en base a lo que Dios nos está haciendo, como está haciendo las cosas, queremos dar marcha atrás. Les voy a ilustrar con un principio, con una historia bíblica. El segundo libro de reyes, el capítulo 5, nos habla a nosotros de Eliseo y de un hombre que era general del ejército de Siria, se llamaba Naaman. Dice la escritura que Naaman tenía poder, tenía prestigio, era el general del ejército, hermano, tenía la entrada ante la presencia de Siria, era rico, pero tenía un problema, era leproso. Y había en su casa una señorita, una jovencita que había venido Israelita dice, si él va al profeta que está en Israel, él lo puede ayudar con la lepra. Y va donde el rey y dice, dame carta, voy allá. Y él dice, que soy yo para hacerlo, yo no soy el que pueda hacerlo, es Dios. Quédate lo que tú traes, yo no lo necesito. Dios no necesita que tú le pagues y lo compres para su... La gracia de Dios no se puede comprar, ni con posición, ni con conocimiento, ni con dinero. Dios lo hace gratuito. Vete y sumérgete siete veces en el Jordán. y serás limpio. Y se fue molesto, enojado. ¡Avá mi farfá, ríos de Damasco! ¿No son mejores que el dichoso Jordán ese, tan feo y tan sucio? ¿Por qué me manda a surgirme siete veces en Jordán? Que me manden a mí a que hubiese salido y hubiera yo hecho un holocausto y hubiera pagado dinero y yo podía ser limpio, pero que me mande a sacudirme a ese... Manos Dios, te había dicho cómo era. Pero cuando nuestra visión es corta, perdemos la limpieza. perdemos la bendición, porque queremos que sea como nosotros decimos y no como Dios determina. Por gloria del Señor que tenía unos siervos que lo convencieron y se estambuló siete veces por fin en el Jordán. Si el profeta te mandara una gran cosa, ¿no la harías? Oh si, si me dijera que ofreciera bueyes y holocaustos, si me dijera que le trajera los prejuicios de los enemigos, como le dijo Saúl a David, si le dijera que hiciera fuera y batalla, oh yo iba, porque eso es una gran cosa, pero que me meta siete veces en ese jornal tan sucio. Pero él te pidió eso, ¿por qué no lo haces? Dice cuando se zambulló, su blanca, su carne se puso como la carne de un niño. Segundo de Reyes, capítulo 5, léelo. Pero hermano, Dios quiere que la obra sea cabal, que sea completa. Y tú no vas a escoger cómo lo vas a hacer. Eso lo escoge Él. Porque Él lo diseña especialmente para ti. Él lo diseña exactamente para que te quede en el dedo como el anillo. ¿Usted ha escuchado esa referencia? ¿Verdad? Como anillo de dedo. Hermano, si yo le digo a Enrique, ponte este anillo, posiblemente le queda grande o le queda chiquito. No sé. Pero ¿sabes una cosa, hermano? A mí me queda todo a mi dedo. Inclusive ya he cogido la forma del dedo y ni siquiera está redondo. Parece un poquito de huevo. ¿Sabes por qué? Porque es para mi dedo. Y llega a mi dedo, hermano, y si está virado, no me queda bien. Tengo que darle la vuelta que llegue y se ajusta a mi dedo como tiene que ir. ¿Sabes por qué? Porque es de mi dedo. Y ya se ha moldeado a mi dedo. Así Dios prepara la prueba. Para que sea específicamente como tú la necesitas. ¿Para qué? Para que tú seas perfecto y cabal, para toda buena. Hermano, Dios está obrando, ¿por qué entonces nosotros lo vamos a impedir? Tres principios de la prueba. Número uno, debe producir sumo gozo en nuestro corazón. Número dos, debe desarrollar persistencia, resistencia, endurance en inglés, paciencia, la palabra que utiliza ahí, perseverancia. Número tres, hermano, El objetivo es que seamos completos en el Señor. Debe producir algo que produzca, traiga gloria a su nombre, que refleje que Dios está obrando en mí. Yo me pregunto, hermano, cuando pasamos por nuestras pruebas y nuestras tribulaciones, ¿qué ve la gente de nosotros? ¿Qué ven los hermanos? ¿Qué ven los que están más cerca de nosotros, nuestra familia, nuestros hijos, nuestras esposas? ¿Ven a Dios? Pues algo, hermano, que nos aleja de Dios en lugar de acercarnos. Que Dios nos ayude. Señales de la verdadera fe. La semana que viene vamos a mirar, hermanos, sabiduría. Sabiduría no es lo mismo que conocimiento. Tú puedes adquirir conocimiento, pero la sabiduría viene de arriba. El conocimiento, yo puedo ir a la universidad, puedo ir a los libros, puedo ir a muchísimos lugares, al internet. Pero la sabiduría, hermanos, no viene del internet, ni de los libros, ni de la universidad. viene de Dios. La semana que viene vamos a hablar de sabiduría. Padre, te pedimos bendición y te pedimos que nos ayude, Señor, a entenderte, a honrarte, a servirte. Gracias por hablarnos esta tarde y en esta mañana. Ayúdanos, Señor, a ser obedientes en el nombre de Jesús.
Tres Beneficios de las Pruebas 2
Series Santiago-Señales de la Fe
Santiago habla de las señales de un verdadero hijo de
Dios. Una de estas señales se manifiesta claramente
a través de las pruebas. Hay tres beneficios
espirituales de las pruebas en la vida del creyente.
¿Cuáles son estos beneficios espirituales?
- La prueba del creyente produce gozo
- La prueba del creyente produce paciencia
- La prueba del creyente te hace cabal (completo)
En la primera parte de este estudio vemos las
razones por las que hay gozo en medio de una prueba
en la vida de un creyente. La segunda parte se
enfoca en la paciencia y el ser cabal.
Sermon ID | 1016141738376 |
Duration | 43:35 |
Date | |
Category | Sunday - PM |
Language | Spanish |
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