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Primera de Pedro, capítulo 1. Vamos a leer entonces Primera de Pedro, capítulo 1. Pedro, apóstol de Jesucristo, a los expatriados de la dispersión en el Ponto, Galacia, Cappadocia, Asia y Bitinia, elegidos según el previo conocimiento de Dios Padre, por la obra santificadora del Espíritu, para obedecer a Jesucristo y ser rociados con su sangre, que la gracia y la paz les sean multiplicadas a ustedes. Bendito sea el Dios y el Padre de nuestro Señor Jesucristo quien según su gran misericordia nos ha hecho nacer de nuevo a una esperanza viva mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos para obtener una herencia incorruptible, inmaculada y que no se marchitará reservada en los cielos para ustedes. Mediante la fe ustedes son protegidos por el poder de Dios para la salvación que está preparada para ser revelada en el último tiempo, en lo cual ustedes se regocijan grandemente, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, sean afligidos con diversas pruebas, para que la prueba de la fe de ustedes, más preciosa que el oro que perece, aunque probado por fuego, sea hallada que resulte en alabanza, gloria y honor en la revelación de Jesucristo, a quien sin haber visto ustedes lo aman, y a quien ahora no ven, pero creen en él, y se regocijan grandemente con gozo inefable y lleno de gloria, obteniendo como resultado de su fe la salvación de sus almas. Acerca de esta salvación, los profetas que profetizaron de la gracia que vendría a ustedes, diligentemente inquirieron y averiguaron, procurando saber qué persona o tiempo indicaba el Espíritu de Cristo dentro de ellos, al predecir los sufrimientos de Cristo y las glorias que seguirían. A ellos les fue revelado que no se servían a sí mismos, sino a ustedes en estas cosas que ahora les han sido anunciadas mediante los que les predicaron el Evangelio por el Espíritu Santo enviado del cielo. Cosas a las cuales los ángeles anhelan mirar. Hasta allí nomás. Aunque vamos a estudiar solo hasta el versículo 3 esta mañana. Hasta allí la porción de la Escritura. Oremos. Siempre es un gozo, un privilegio entrar en tu presencia y sobre todo entrar en el ministerio, mi ministerio de tus sagradas escrituras. Siempre estamos cortos de poder comprenderla o entenderla. Siempre habrán preguntas que vendrán a nuestra mente y corazón entenebrecidos por el pecado. Pero de ti es el alumbramiento, de ti es la iluminación. Arroja luz, por tanto, en este texto. Bendice a tu pueblo y a tu iglesia que domingo a domingo se congrega para oír tu palabra. Y al empezar esta nueva serie con este grupo de Epístolas, oramos que hagas tú tu voluntad, porque tu palabra vive y permanece para siempre. Y gracias, Señor, destruye cualquier obra, cualquier prejuicio, cualquier obstáculo que haya en nuestra vida para comprender o entender tu palabra. porque este es tu verdad y tu santo espíritu que está en cada uno de nosotros haga que se asimile, que se metabolice dentro de nosotros y que nuestra vida sea una vida de obediencia, que dé gloria y honra a tu nombre. También nuestra oración es para aquellos que esta palabra está obrando salvación, esta palabra que está obrando salvación para aquellos que oyen, que están atentos, pero que todavía no han hecho una decisión, no han tomado un paso firme para su salvación. que este puede ser el momento en que tu Espíritu Santo los conduzca al arrepentimiento y la fe que son tan necesarios para la vida eterna y el perdón de sus pecados. En el nombre de Jesús. Amén. Siempre es un gozo el hecho de que podamos empezar una nueva epístola, en este caso del apóstol Pedro. Vamos a ir al autor, y el apóstol Pedro sabemos nosotros que mientras seguía el ministerio del Señor Jesús en Galilea, comenzó su ministerio en Galilea Orías del Mar de Galilea, él vio a unos pescadores. Esos pescadores que estaban allí los llamó él al ministerio. Eran personas que supuestamente eran rudas. Cuando el Señor se acerca, él sabía que iba a elegir a doce apóstoles. Ahora, es interesante que ustedes vayan viendo conmigo el contraste entre el Antiguo y el Nuevo Testamento, porque en el Antiguo Testamento el Señor tiene doce tribus. Noten que cada una de estas cosas las estamos eslabonando porque así es la escritura, cómo se encadena, cómo vamos nosotros pudiendo aprender. Por eso no sólo el ministerio es expositivo, sino en el hecho de que usted como familia, como persona, al venir continuamente, sigue la adoración a Dios, sigue el servicio a nuestro Dios. Y el Señor elige doce. Sabemos que uno de ellos era Judas y que se fue a su propio lugar. Pero el Señor llama a estos hombres de Galilea, que para los fariseos de Jerusalén, encontramos nosotros que ellos pensaban que la gente de Galilea no era tan culta, no era tan intelectual. pero no es del todo verdad o correcto, aunque quizá en toda la cultura judaica del siglo I de la era del cristianismo, porque el judío siempre ha sido una persona bastante instruida. Cuando tú comparas con la vida de paganos y de personas gentiles, eran los primeros que aprendían a leer. Hay una bendición cuando tú comienzas a leerle a alguien, Por ejemplo, en la cultura americana, o acá por la Biblia, o quizás en otros lugares, se acostumbra a leerle a los niños antes que se acuesten. ¿Se acuerdan? Hemos adquirido parte de esa costumbre. Pero si yo recuerdo décadas atrás, no me acuerdo que me leyeran algo. No que no me contaran cuentos, que no me leyeran. Entonces hay una bendición cuando tú aprendes, cuando otro te lee, estás viendo que otro te comunica algo, algo te enseña, que está hablando y el niño que muchas veces nosotros menospreciamos, la niña, está relacionando y está asociando, hay algo escrito en ese libro que esta persona me está leyendo. Entonces es una buena costumbre desarrollar cuando el papá o la mamá le leen a los hijos. porque ahí se pasa a historias de la escritura, de la Biblia y la formación del niño comienza a ser desde su niñez, como Pablo le hablaba a Timoteo, que desde la niñez, que desde la niñez. ¿Qué le enseñaban la abuela y la madre de Timoteo? Porque el papá estaba ausente, era griego, no que el papá muchas veces está ausente, es una figura, es el proveedor, pero no es el líder espiritual. Y mi énfasis siempre es que el hombre, tú eres el que vas a liderar, tú eres el que tiene que llevar las riendas, no solamente mantener la casa, sino debe ser ejemplo espiritual. Tus hijos tienen que ver tu ejemplo, cómo tú modelas, cómo tú haces las cosas, y no el gran pachán que la mujer siempre lo tiene que atender y tiene que hacerle todas las cosas. Eso no puede ocurrir en un hogar cristiano, donde nosotros entendemos que todo el hogar y toda la familia tiene que adorar y servir a Dios. Entonces, Pedro, como los demás apóstoles, como Juan que acabamos de ver, entra en el grupo de epístolas que son universales, judeocristianas. Esto es una epístola. ¿Por qué es una epístola? Porque Pedro, cuando escribe, está hablando de un saludo está hablando de un cuerpo de la carta y está hablando de una despedida. Por lo tanto, el estilo literario de la epístola es una carta, una carta enviada. ¿A quién tiene su destinatario? Sus destinatarios. Bueno, todos los creyentes en Cristo hasta los últimos rincones del mundo. Por supuesto, cuando acabamos de leer, él se refiere a un grupo de exilados y expatriados en el Ponto, Galacia, Cappadocia, Asia y Bitinia, elegidos según el previo conocimiento de Dios, el Padre. Ahora, Pedro escribe, según muchos calculan en la tradición, entre el año 60 al año 68, después de Cristo, porque tanto Pedro como Pablo más o menos mueren en la misma época. entonces es Silvano el que escribe porque algunos lo que objetan es que en su prejuicio cultural es que Pedro no tenía todo el conocimiento de ese griego como para escribir de esta manera y es tan equivocado no solamente porque eran personas de cultura que ellos iban a la sinagoga, respetaban el día de reposo Por lo tanto, el exilio babilónico les hizo mucho bien en cuanto a que se formaron las sinagogas y no tenían que ir a adorar a Jerusalén. Entonces dividieron, multiplicaron. ¿Quién les leía la Biblia? ¿Quién les leía los manuscritos? No tenemos toda la facilidad hoy que hasta electrónicamente podemos tener la Biblia. podemos verlo en el celular, en el tablet, en la computadora, porque los científicos cristianos, la gente encargada de esto, se dan cuenta que tenemos que aprovechar cualquier adelanto, si no, no se hubiera quedado la radio, no se hubiera quedado la televisión, no hubiéramos avanzado del video, a los CD, DVD, que ya eso quedó en el pasado, ahora todo es mandarlo por internet, el streaming, es decir, mandarlo directamente, o sea que vamos con los tiempos, y qué bendición, porque así no pueden quemar Biblias. ¿Ves? Antes las quemaban, ¿ahora cómo las van a quemar? ¿Cómo van a rechazar a Cain? La única forma sería que prohiban toda clase por medio del Internet. Pero ahora tú y yo, no importa cuánto sea perseguido la Biblia como en la época de la Reforma, cuánto eran quemados no solamente los escritos, sino la gente que traducía esos escritos. Entonces Pedro escribe. Escribe, ¿por qué escriben? Porque no hay otra manera de comunicar en ese tiempo la verdad de Dios. Ellos son apóstoles de Cristo. Entonces hay una necesidad que el pueblo se mantenga continuamente. Y tú has visto, no hay nada que no necesite mantenimiento. hasta tú mismo cada día necesitas mantenerte, si no, no te bañarías, no te cambiarías, no te pondrías ropa limpia o nueva, porque todos los días nosotros necesitamos ¿qué cosa? Un mantenimiento. el carro de vez en cuando te avisa, ya llegó el mantenimiento necesario, la computadora te avisa a veces en el peor momento de que tienes que darle mantenimiento, hacer un update y hay que mantenerse, entonces como en aquel entonces, porque estás hablando del siglo primero, O sea, el año 100 pone hasta allí después de Cristo. Ya Cristo ha ascendido a los cielos, ha dejado a los apóstoles. Estas cosas que yo les mando se las tienen que enseñar a los discípulos. ¿Cómo? Y tú ves cómo todos los maestros en este tiempo, en el siglo XXI, todos tienen que adaptarse en alguna manera u otra a ver cómo cumplen su trabajo y cómo van a enseñar a los alumnos o a sus hijos. Y no se ha quedado como en el siglo I o antes de eso, es la evolución del sistema por las necesidades que las mismas enfermedades plagan o lo que la presión social nos manda a nosotros. Así que nosotros tenemos que ser sabios en eso y gracias a Dios que en el caso de los apóstoles ellos escribieron y los manuscritos perduraron con nosotros porque tú y yo lo podemos estudiar. Ahora, noten que yo he añadido allí que es destinatario a todos los creyentes en Cristo hasta los últimos rincones del mundo. Pero, ¿cuál es la diferencia con las epístolas de Pablo? Porque la mayoría de las iglesias, por años, debido a que han puesto a la iglesia como otra casta, como otro gentilicio. Muchas veces pensamos que las epístolas judías cristianas no son para nosotros, pero no podemos pensar así cuando el apóstol está hablándole a la iglesia. Otra vez recuerda que todo, todo en la Biblia desde Génesis 1 hasta Apocalipsis 22 es para el cristiano, es para nosotros los creyentes y por ende la iglesia, que es el plan perfecto de Dios, es el plan maestro de Dios. Por lo tanto sí hay ciertas diferencias, aunque el estilo literario es parecido, sea saludo, cuerpo, despedida, hay a quien se destina La diferencia entre Pablo, el apóstol Pablo y el apóstol Pedro son distintas en la manera que Dios usa al apóstol Pablo para darnos doctrina en cuanto a la Iglesia. Probablemente se pueda notar la experiencia del apóstol Pablo en su estudio. Era un hombre más ilustrado, tenía más estudio, pero el Espíritu de Dios lo usó para darnos las Epístolas Paulinas, que son la mayoría de la base de la ética cristiana, lo que debemos creer y lo que debemos practicar. Ahora bien, escúcheme bien porque esto es algo interesante. Hay indicativos y hay imperativos. Indicativos e imperativos es toda la enseñanza de la escritura. La Biblia, la palabra de Dios te indica, te enseña, como los diez mandamientos, lo que debes hacer. Entonces, en el apóstol Pablo, uno ve claramente que los primeros tres capítulos son indicativos y del capítulo 4 al 6 son imperativos, o sea, lo que te manda a hacer. Está bastante claro y dividido, iguales romanos, leer Romanos hasta el capítulo 4, 5, hasta el 5 y son indicativos, te enseña la verdad, la doctrina, la base, pero en el capítulo 6 en adelante de Romanos es la práctica presentada a vuestros miembros, ya no para servir a la iniquidad. Entonces aprendemos de esta inspiración en que hay indicativos en la vida y hay imperativos en la palabra de Dios también para nosotros. En cambio, cuando vas a las epístolas judeocristianas está entremezclado, los indicativos y los imperativos están sucedidos uno con el otro, no vemos esa diferenciación a menos que el Espíritu de Dios nos lo prescriba, nos lo enseñe o alguien como nosotros aquí estamos enseñándole a ustedes para que podamos ver un poquito mejor estas verdades que están entretejidas. Ahora bien, Cuando nosotros vemos el saludo que el apóstol Pedro hace y realiza para con nosotros, vemos que va a los expatriados, y cuando hablamos de los expatriados, o sea, la clave primordial, hay dos cosas primordiales que tú y yo tenemos que aprender. Uno, que Jerusalén deja de ser el centro espiritual de toda Palestina o del mundo conocido en aquel entonces. Cuando él habla de los expatriados, ¿quiénes son estos expatriados de la dispersión en el Ponto, Galacia, Cappadocia, Asia y Vitinia elegidos según el previo conocimiento de Dios Padre? Entonces Jerusalén deja de ser el centro importante. ¿Ven una banderita allí? el centro de lo que era la adoración en Palestina y de lo que era la verdad de Dios. Y noten que en Pentecostés todas estas personas de todos estos lugares estaban allí, eran adoradores o prosélitos que venían de todas esas partes debido a que los judíos habían sido expandidos, esparcidos por el mundo conocido de aquel entonces. Entonces esas regiones obviamente todavía están en nuestro tiempo. pero esta región mayor de Asia, de Ponto y Cappadocia es lo que sería la moderna Turquía que todavía hace límite con Armenia que todavía Armenia se menciona posteriormente en el imperio romano así que todas estas personas cuando tú hablas y era la transportación por barco o a pie no era algo que duraba un par de días eran meses eran meses o semanas, no la facilidad que hoy día tú y yo tenemos en que con cualquier textito ya estamos nosotros comunicándonos miles y miles de millas. Entonces, ¿por qué digo esto? Porque esto era lo último de la Tierra hasta cierto punto. Y el Señor mandó que se predicara el Evangelio hasta lo último de la Tierra. que no se quedara solamente, y creo que eso fue uno de los errores graves bajo el antiguo pacto, en que Israel se quedó solamente con su verdad y el evangelio y había que ir ahí. Era centralizado y todas las demás otras religiones han copiado lo mismo. Pero cuando vino Cristo, él descentraliza todo aquello. Entonces la iglesia está regada en el mundo. regada, esparcida por todo el mundo geográfico que podamos comprender nosotros. Si avanzamos un poquito más, vamos a ver el imperio romano. Estos son los límites del imperio romano y es importante que tú y yo podamos comprender o entender esos límites porque en la península ibérica, no digo España porque mucha gente dice España, pero ahí está Portugal también, entonces en esa península ibérica es donde nosotros hemos heredado el idioma, y de allí salió Colombo con sus tres carabelas. Estamos en el mes de la hispanidad, mañana, felicidades a todos. No sé si el descubrimiento fue bueno o no. Mi punto de vista es que fue muy bueno, porque siempre, aunque se traen cualquier otra inconveniencia, siempre es bueno avanzar. Así que el descubrimiento de América fue un punto interesante, importante en el avance del Evangelio. Entonces, cuando tú miras, cuando detrás de Amicia, Mipitini, Aponto, Capadocia, el apóstol Pablo quería ir allí. Pero no es que no hubiera creyentes ahí, ya había creyentes. Hechos 8 dice que los creyentes fueron esparcidos. Entonces cuando el apóstol Pedro estaba hablando de los expatriados, estaba hablando no de aquellos que meramente salieron de Jerusalén, sino que ahora nosotros estamos buscando una patria. Nuestra patria es celestial, está hablando en el lenguaje figurado, no es solamente para una nación, es para todas las naciones. Así que lo que hallamos aquí es cómo los apóstoles, cómo los discípulos fueron llevando este evangelio dondequiera que iban. Y ustedes, nosotros somos uno de los principales ejemplos, siempre lo repetiré, porque hemos nacido a lo mejor en otro país y ahora estamos juntos aquí miles de millas después de nuestro país, algunos no tan lejos, pero ciertamente no estamos en el país que nacemos. Pero se cumple la profecía, somos expatriados. En este mundo somos extranjeros y peregrinos, como veremos que el apóstol Pedro está diciéndonos. No es nuestra patria, no está encerrado en la bendición que Dios le dio a Abraham para que pudieran ellos entender la promesa, sino que ahora nosotros, como la nación de Dios, estamos esparcidos por todo el mundo. y algo más a considerar en cuanto a esto es el imperio romano es en el hecho de que nosotros encontramos que ves parte de áfrica ves todo lo que era la fértil media luna todo lo que está ahí en verde todo aquello fue conquistado por el imperio romano hasta que caen después del siglo tercero en el año 325-326, por ahí comienza a decaer. Entonces, ese fue el imperio en el cual el Señor Jesucristo inició su ministerio. Y entonces el apóstol Pablo, por ejemplo, siendo ciudadano romano, tenía el privilegio de andar por diferentes lugares. Pedro más bien fue encarcelado. Él fue crucificado porque no era ciudadano romano. Pablo, según la tradición, le cortaron la cabeza porque era una muerte mejor que la de morir crucificado. Ahora bien, ¿dónde está su país? ¿De dónde han venido ustedes? ¿Y dónde estamos ahora? Por eso digo, somos los expatriados, los que por la gracia de Dios hemos conocido el Evangelio. En cierto lugar hemos venido aquí, no solamente desde Sudamérica, de Centroamérica, del Caribe y las islas, sino también de Norteamérica. Y dominamos este idioma, hemos heredado de España. Y digo, el idioma realmente es castellano. de la provincia el idioma de castilla y por eso es que en nuestros países se llama más el idioma castellano no el español, el español es el gentilicio aunque aquí en norteamérica se habla más inglés y la gran bendición es que esta palabra de dios ha sido traducida casi más de 9.000 idiomas en el mundo porque no pienses que hay unos cuantos idiomas y que el tuyo es uno de los más que se habla, sea inglés o español. Hay más de 9000 idiomas en el mundo y dialectos a los cuales la Biblia ha sido traducida. Y entonces en Holanda tienen la mala idea de que ellos son los que descubrieron la papa. todavía se creen que descubrieron la papa pero ellos descubrieron una nosotros tenemos cuatro mil fueron los españoles que llevaron la papa a Europa y entonces ves que del todo no fue un descubrimiento malo porque muchas cosas de América se llevaron también a Europa y retornaron entonces ¿a quién escribe Pedro? a ti y a mí no se escribe a nosotros él a lo mejor no tenía ni idea ¿verdad? En ese momento. Ahora en el cielo probablemente se regocijará en cuanto a esto. Pero ciertamente ahora no hay una parte del mundo en que tú no puedas ir, en que no encuentres una iglesia, no encuentres algún creyente. No hay, debido a la obediencia de los hermanos en el siglo primero, ellos llevaron este evangelio. No hay una iglesia fundada por algún apóstol, al contrario. Lo que encontramos nosotros de los expatriados es que los creyentes que fueron esparcidos, ellos fueron los que llevaron el evangelio. Ellos fueron llevados, llevaban el evangelio a toda criatura. ¿Por qué? Porque veían su irresponsabilidad. Porque si se imaginan que cada apóstol iba a abrir algún tipo de iglesia, estuviéramos todavía en la ignorancia, en la ignominia. Es verdad que Dios, cogió un apóstol para los gentiles que fue Pablo, y él fue llevando parte de esa semilla, pero ¿dónde iba él? A las sinagogas donde ya había prosélitos, donde había gente que había estado oyendo todas las cosas que habían acontecido desde la muerte y ascensión de Cristo. Ahora bien, ¿qué más encontramos nosotros? del apóstol Pedro aquí dice a los expatriados de la dispersión en el Ponto, Galacia, Cappadocia, Asia y Bitinia elegidos según el previo conocimiento de Dios Padre por la obra santificadora del Espíritu para obedecer a Jesucristo y ser rociados con su sangre que la gracia y la paz les sea multiplicadas a ustedes y aquí comenzamos a entrar en el tema del apóstol Pedro y notar su teología Y la manera como Él conocía muy bien al Señor, no solamente a quien está dirigida, sino que nuestra salvación es la obra del trino Dios. Se menciona al Padre, al Espíritu Santo y al Hijo Jesucristo. No es el invento nuestro de una obra trinitaria. Y te recuerdo quien escribe es un judío con verso llamado por el Señor Jesucristo. Ellos sabían que la identidad y la unicidad del Dios Jehová de los ejércitos, de Elohim, del Adonai, del Todopoderoso, del Sharai, del gran Olam que había hablado al pueblo del Antiguo Testamento. pero él mismo está siendo consciente ahora de que si él escribe a los creyentes a los que están empatriados, no porque el centro sea ya ahora más Jerusalén, sino porque la obra de salvación es la obra del trino Dios. Y esto es clave del cristianismo, la diferencia del cristianismo con cualquier otra religión, llámese judía o grande o cualquiera que tú quieras llamar, es la trinidad, la obra de la trinidad. Y aunque aquí Pedro no está hablando del orden que usualmente tú y yo estamos acostumbrados, Padre, Hijo y Espíritu Santo. No sea que el Padre nos da al Hijo, el Hijo obra la redención y el Espíritu lo aplica. Sin embargo, su didáctica es en cuanto a la práctica. Porque ni tú ni yo estuviéramos aquí hablando yo de la Biblia y tú oyendo de la Escritura, si no fuera por la obra regeneradora del Espíritu Santo. O sea, es Dios el Padre quien ha creado todas estas cosas. en su presciencia. Entonces cuando hablamos de esta palabrita, y quizás hay algunas cuantas palabras que ustedes deben resaltar, dice elegido según el previo conocimiento de Dios Padre. Probablemente en su versión diga la presciencia de Dios, o sea pre-ciencia de Dios, su previo conocimiento. ¿Solo Dios? Y esto es algo que ahora yo apelo a la experiencia que ustedes tienen, sólo Dios puede ver si existiera para Dios el pasado, presente y futuro de una vez. Ni tú ni yo lo podemos hacer. Pero Él, desde antes de la fundación del mundo, y ya nos eligió, somos salvos porque Él nos eligió. y por supuesto esto en el tiempo moderno y a veces hay otros que se creen muy orgullosos de presentar estas doctrinas que son calvinistas en la iglesia, nuestra o la Biblia o nosotros, siempre enseñamos lo que es la verdad bíblica y siempre ha sido sin el título calvinista en ese aspecto, porque estás hablando de la soberanía de Dios, el punto es la soberanía de Dios, Dios es soberano. ¿Cuán soberano es? En que Él salva a quien Él quiere, y se lo comenzó a enseñar a Moisés en Éxodo. Yo tendré misericordia del que yo tendré misericordia. ¿Quién es el que dio la boca para que hable? ¿Quién es el que dio el ojo para que vea? ¿Quién es? Dios, Soberano. Tú estás y tienes existencia porque Dios es, porque Él quiso que tú fueras. ¿Quién vive y quién muere? ¿Quién está sano y quién está enfermo? Todo está en las manos de Dios, no está en tus manos. no está en lo que médicos y toda la gente pueda decir, es Dios, es tu Dios a quien tú le llamas Dios, el previo conocimiento de Dios, no hay nada que escape a su control, no hay nada que escape a su presencia, por eso es que es de gracia, porque yo no merecía esta salvación ni tú, pero ciertamente Dios cuando él vio antes de que él creara el universo, ya estábamos en su mente, por así decirlo, usando un antropomorfismo, ya estábamos en su corazón porque también no solamente quiso crearnos sino quiso salvarnos por amor de su nombre. Y esto es algo que ha turbado por siempre a todos. Pero cuando hablamos de Dios, hablamos de un Dios soberano, no de un medio Dios. Hablamos de un Dios que tiene el control de todo y que Él puede hacer conmigo o contigo lo que a Él le plazca porque Él siempre obrará de acuerdo a sus atributos de amor, justicia y misericordia, de otra manera no lo pudiéramos ver. Pero lo que más resalta de todo esto en un mundo calido es la santidad de Dios, a lo cual el apóstol Pedro va a llegar. Por lo tanto, nuestra salvación desde un comienzo está hablando aquí elegido según el previo conocimiento del Dios Padre por la obra santificadora del Espíritu para obedecer a Jesucristo y ser rociados con su sangre. Ahora, cuando tú y yo hablamos de ser salvos por la gracia de Dios, esta presencia de Dios. Encontramos que aquí esta salvación es para obedecer, es el Dios el Padre que nos ha elegido, es el Espíritu Santo que nos ha llamado a la redención. Y dice, es la obra santificadora del Espíritu de ponernos aparte para obedecer a Jesucristo y ser rociados con su sangre, que la gracia y la paz le sean multiplicadas a ustedes. Y aquí está toda la raíz judía del apóstol Pedro, aunque ustedes no lo piensen. Es decir, rociados porque estamos bajo un nuevo pacto, estamos bajo un nuevo pacto, pero ese nuevo pacto no es distinto del primero, el primero sirve de base Pedro le estaba hablando a personas que conocían el Antiguo Testamento y que aquellos que no eran de esa extracción judía habían aprendido, habían leído. Pero sí podemos aprender mucho de toda la extracción cultural que existe en el Antiguo Testamento. Porque es para nosotros, es ver nuestra formación. Entonces vamos a ir a Éxodo capítulo 24. Y en Exo capítulo 24 lo que tú y yo encontramos es que después que el Señor le da las leyes, los 10 mandamientos, Hebreos también nos habla de ese rociamiento, cómo el Señor hace el pacto con Israel. Miren, los ha liberado de la esclavitud en Egipto. ¿Amén? ¿Me van siguiendo? Es importante, si usted piensa que todo lo del Antiguo Testamento es para perder el tiempo, está equivocado, es la base de su salvación. es la base de lo que Cristo vino a hacer y cumplir, y por eso es que decimos que nuestras tradiciones son judeocristianas, solo que hay que saber entenderlo y aplicarlo. Entonces, después que han recibido la ley, que Moisés ha bajado con las dos tablas de la ley, encontramos así en el versículo 1, puede ser del versículo 3, Moisés vino y contó al pueblo todas las palabras del Señor y todas las ordenanzas. Todo el pueblo respondió a una voz y dijo, haremos todas las palabras que el Señor ha dicho. Moisés escribió todas las palabras del Señor, levantándose muy de mañana, Edificó un altar al pie del monte con 12 columnas por las 12 tribus de Israel y envió jóvenes israelitas que ofrecieron holocaustos y sacrificaron novillos como ofrendas de paz al Señor. Moisés tomó la mitad de la sangre y la puso en vasijas y la otra mitad de la sangre la roció sobre el altar. Luego tomó el libro del pacto y lo leyó a oídos del pueblo y ellos dijeron todo lo que el Señor ha dicho haremos y obedeceremos. Ellos dijeron todo lo que el Señor ha dicho lo haremos y obedeceremos, lo cual no hicieron. Bueno, entonces Moisés tomó la sangre La otra mitad sería, y la roció sobre el pueblo y dijo, esta es la sangre del pacto que el Señor ha hecho con ustedes, según todas estas palabras. ¿No le parece este fantástico, interesante lo que el apóstol Pedro ahora nos está diciendo a nosotros? Ustedes ahora pertenecen a un nuevo pacto, basado en el antiguo. Ahora ustedes que han sido rociados con esa sangre, no de cualquier cordero, sino a la sangre de Cristo Jesús que murió en la cruz del Calvario. ha sido rociada sobre nosotros, pero él ha entrado en el mismo santuario, no con sangre ajena, sino con su propia sangre. Por lo tanto, ves el cumplimiento aquí del Antiguo y el Nuevo Testamento en que el sumo sacerdote nuestro, siendo muerto por nuestro pecado en la Cruz del Calvario, el apóstol Pedro, siendo testigo de esa gran verdad, dice para que ustedes puedan obedecer No como el pueblo del Antiguo Testamento que ellos vieron la gloria de Dios en el monte Sinaí. Y si esa generación dijo vamos a obedecer, la obediencia caracteriza al creyente. Pero es la obediencia a la escritura, no a tus prejuicios. Es la obediencia a lo que Dios ha revelado. Y eso es a la verdad en la que tú estás comprometido. Por eso cada vez que el creyente entiende o comprende algo que antes no entendía o comprendía, es obediente. La obediencia es clara en el creyente y vemos nosotros los otros pasajes que no es que vamos a ver, sino que realmente está allí, obediencia. Lo que el apóstol Pedro habla y nos revela a nosotros es que sí, yo he sido rociado con la sangre del nuevo pacto. Yo soy pueblo de Dios. ¿Qué es lo que el apóstol Pedro va a comenzar a ver y a desarrollar? Nuestras transgresiones han sido perdonadas por su justificación. Tenemos redención por su sangre, dice Efesios capítulo 1, versículo 7, el perdón de pecados. Y luego las riquezas de la gracia de Dios se han derramado sobre nosotros. Por eso él escribe Moisés. Dios le dijo a Moisés, escribe, esto haremos, esto obedeceremos. Por lo tanto, ponte en el supuesto de que no haya nadie quien nos enseñe o predique. ¿Qué hará un creyente? Sigue leyendo su Biblia. Siempre se juntará y comparará notas con otras. Es un poco raro que no haya quien te enseñe o predique, sobre todo porque el Señor ha dicho que las puertas del infierno no prevalecerán contra ella. Siempre habrá alguien que te recuerde, sea que esté este servidor o otro, o vengan otros maestros que el Señor levante. En este caso, maestros por el Espíritu Santo, nuestro hermano Juan o nuestro hermano Johnny, a quien respaldamos, la iglesia respalda. Cuando ellos hablan y enseñan, es Dios quien también está hablándonos y enseñándonos. Y no es para menospreciarlo, es para darle oportunidad a nosotros mismos de crecer y aprender las cosas que no hemos aprendido todavía o aprendimos mal. Entonces ahí está escrita la escritura, escrita la palabra de Dios para que podamos obedecer. Por eso el congregarse, el congregarnos a nosotros es para nuestro bien espiritual. La salvación. Ya que hemos dado esta introducción del saludo profundo teológico, realmente no es algo tan simple. Vamos a encontrar nosotros ahora la primera parte que vamos a comenzar a estudiar en las próximas semanas. Hoy solamente llegaremos hasta el versículo 3. De Primera de Pedro, el versículo 3, él prorrumpe en alabanza cuando dice, Una esperanza viva, Esto me encanta en contraste con lo que la gente usualmente conoce como esperanza. Y aunque tenemos un dicho que lo último que muere es la esperanza, no es la esperanza de la Escritura. No es la esperanza que encontramos aquí. Pero primero nota cómo Pedro alaba a Dios. Cómo Pedro alaba y dice bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo. Cómo el apóstol comienza, y esto es algo muy judío, cuando tú lees tanto el Antiguo Testamento, lees los Salmos, es la expresión de los creyentes del Antiguo Pacto cuando se dirigían a Dios. O sea, yo no puedo realmente en mi carne bendecir a Dios. Cuando yo doy la bendición a mis nietos o a mis hijos, tú como padre, extiendes esa bendición. Pero la bendición es que vivas conforme Dios quiera. No es el amor de pena que muchas veces tenemos o que padres o madres pueden tener. Es la bendición que yo quiero de Dios para ti. Es que tú andes como debes andar delante de Dios. no como la sociedad diga, no como aquí a ti te parezca y uno a través de los años sabe muchas veces que hay mucha gente o padres no creyentes usualmente que tienen un amor de pena por sus hijos que no están socialmente caminando y cuando digo socialmente a lo mejor su familia no anda bien, su hijo está perdido en la vida del mundo, etcétera, no es algo a lo cual a lo mejor estamos acostumbrados, aunque hoy día por todas las cosas que se ven cada vez pecados más perversos, etcétera, se ven como una normalidad para no perder a nuestros hijos y se aceptan maneras de vivir simplemente porque no queremos perder a nuestros seres queridos cualquiera que estos sean. Pero ver la alabanza, bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, bendito sea el Dios, cuando hay un gran bien, o sea, cuando tú recibes la bendición de Dios. Escúchame bien, no es para contienda, no es porque eres algo especial. Cuando María va a visitar a su prima, algunos dicen tía, a Elizabeth, y la criatura salta en el vientre de Elizabeth Juan el Bautista. o sea hay una bendición especial de Dios y es más me entrego a decirte cuál ha sido la última vez en que aunque sea con pesar o tristeza tú has visto la bendición de Dios en que tú puedes decir bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo quien según su gran misericordia nos ha hecho nacer de nuevo para una esperanza viva O sea, el hecho de conocer a Dios, la regeneración diferencia nuestro nacimiento natural del espiritual. El creyente que ha sido rociado con la sangre de Jesucristo, que habla mejor que la de Abel para utilizar el lenguaje de hebreos, nos va a decir a nosotros qué ha causado en nosotros esa admiración para Dios. Y nuestra admiración para Dios es, oh papito Dios, qué lindo que eres tú. No. prorrumpe en alabanza, bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo. Bendito sea el Dios de Israel. Bendito sea todo aquel que en realidad ha venido a los pasos y a los caminos de Dios. Una oración para tu familia, para tus hijos, para nuestros seres queridos y sobre todo para aquellos niños que nacen en este tiempo tan difícil. Siempre me acuerdo de esa escritura, que corran delante de ti, oh Dios. no que caminen, que anden, que corran delante de ti. Que ellos puedan ver que la bendición que hay en la vida es Dios, no hay otra. De nada vale que puedan lograr muchos metas y propósitos y dinero y éxitos profesionales aquí en la Tierra si no conocen a Dios y no sirven a Dios. Porque tú también, como yo, sabemos que la vida aquí es temporal. Por lo tanto, ¿qué es lo que nos llama esto? A una esperanza viva. No es una esperanza muerta, no es la esperanza trágica. Bueno, ahora solo queda esperar. Ahora solo queda orar en Dios como que la oración fuera lo último. Y yo he crecido décadas en eso. Y si solo queda orar, bueno, yo creo que lo primero que hay que hacer es orar. Dios no manda siempre orar en todo tiempo. Y a veces nos ponemos a orar cuando no hay necesidad de orar. El creyente que ha madurado sabe que para esas cosas no hay necesidad. Hay algunas cosas por las cuales no es necesario orar. Y alguien me dirá, bueno, pastor, pero entonces ¿en qué quedamos? ¿Oramos o no oramos? Orar sin cesar. Pero hay ciertos imperativos que no necesita oración. Bautizarse. Y no es, no hay que apresurar a nadie porque yo sé cómo se va a tratar esta cosa. No está hablando el Espíritu Santo. Las almas, tú no eres dueño de las almas, es Dios. Es el Espíritu Santo que santifica, edifica. Y aún aunque la persona no quiera creer, cuando llega el momento, Toda su vida ha sido de preguntas, de respuestas maldichas a lo mejor, o de preguntas por dilatar algo, en que el otro día a alguien yo le dije, tú quieres creer, tú quieres creer en Dios, toda esa dilación es porque tú quieres obedecer a Dios, y me dijo sí, y aceptó al Señor, recibió al Señor, hizo una oración como tú quieras ponerlo, Y es ahí el discernimiento en que tú y yo estamos, en que oramos por la obra santificadora del Espíritu y es una esperanza que ha nacido en nosotros y que está activa en nosotros y que trae vida a los escogidos de Dios que esperan pacientemente en la disciplina del Señor la revelación de nuestro Señor Jesucristo. Entonces, esta esperanza viva es personal, esta esperanza viva que nosotros tenemos, que viene de haber renacido de nuevo, es activa en nosotros, nos da vida. Es una esperanza que a pesar de que a lo mejor mucha gente muere izquierda o derecha, es una esperanza que aunque el mundo en su situación política y económica sea una desgracia y todo esto se encamina al caos, aunque caiga Babilonia, aunque caiga Tiro, Isidón y Fenicia, aunque caigan todas las naciones más poderosas del mundo, ¿a nosotros qué? ¡Es el fin del mundo! ¡Mi esperanza está en Dios! sea que yo viva o que muera, mi esperanza está en Dios, yo espero en Él, no espero en los caballos de Egipto, no espero en los hombres. Es una esperanza viva. Y Pedro, que había sido tan voluble, que había negado al Señor, él cuando nace de nuevo, la gran misericordia que Dios tuvo con él, dice, nos ha hecho nacer de nuevo una esperanza viva. Y esto mediante la resurrección de Jesucristo entre los muertos. O sea que todo el fundamento de nuestra vida es la resurrección de nuestro Señor Jesucristo. ¿Cuál es el fundamento de nuestra nueva vida? ¿Cuál es el fundamento de nuestra fe, amado hermano y creyente? Pedro nos lo está diciendo. Ustedes están ahora muy lejos, pero no están lejos de Dios. Es porque hay alguien que dejó la tumba vacía. hay alguien que pudo vencer la muerte y lo ha hecho y la cosa más importante, interesante para ti y para mí es que él fue testigo, él fue testigo de aquello, fue un testigo ocular Entonces, la paternidad de Dios es importante. ¿Por qué la paternidad de Dios? Yo soy Hijo de Dios, así como el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. El Hijo, que no fue engendrado por el Padre, pero ciertamente la obra de Cristo en la cruz me ha hecho renacer para que yo también sea llamado Hijo de Dios. el Padre de Jesús y a causa de Cristo, Él es el Padre de todos los creyentes. Por eso yo me imagino que cuando Jesucristo le enseñó a sus discípulos a orar y Él dijo, Padre nuestro que estás en los cielos, para los judíos era algo nuevo. Pero la relación con Jesucristo cambia. Tú tienes un Padre en los cielos. Tú y yo tenemos que aprender a ir al Padre continuamente, porque gracias a Jesucristo Él ha rociado el santuario primordial con Su sangre y nos ha rociado a nosotros para obedecer, en que voluntariamente decimos, sí, vamos a hacer todas las cosas que están escritas. Así que parte del hecho en cuanto tú crees del Evangelio. ¿En verdad Jesucristo ha muerto por tus pecados? ¿En verdad el que fue a la sepultura fue Jesucristo el Hijo de Dios por tus pecados? ¿El que se levantó al tercer día de entre los muertos es Jesucristo que lo hizo por tus pecados? para ti y para mí que no éramos nada ni nadie y que Dios ha tenido compasión y misericordia antes de la fundación del mundo, porque ese precognizo de Dios, esa presencia de Dios es en amor. No es en ninguna manera de injusticia, no es en ninguna manera porque no habían hecho ni bien ni mal. Al contrario, todos los que nacemos en pecado estamos destinados y debiéramos ir al infierno. Pero tener esperanza es aguardar con disciplina, dijo un teólogo Hoffman. es aguardar con disciplinas. El creyente tiene una manera de andar. Si en el antiguo pacto lo tenía que hacer, no pienses al contrario, para nosotros es mucho más. Aquellos fracasaron porque no tenían el auxilio del Espíritu Santo. Pero siento que ahora nuestro Cristo vive, nuestro Redentor vive, y que ahora nosotros hemos observado esta gran bendición de Dios. Todo está en la base de que Cristo vive. ¿Cuál es la aplicación? Podemos hacer dos aplicaciones, dos imperativos rápidos, indicativos también de lo que hemos visto, de hecho, de tener esperanza. El tener esperanza no es como el mayordomo infiel que después te pones a hacer todo lo que tú quieres y a veces tratamos mal a todas las cosas de Dios. Tener esperanza es andar en obediencia. Por eso el cristiano lo primero que hace es que se bautiza. se congrega, lee la escritura, todo eso lo vamos a ver en Primera de Pedro. Todas las cosas básicas que muchas veces repetimos domingo a domingo. Comparte en comunión, porque la vida cristiana en comunión o sea, el que yo hable con otro hermano, el que alguien me enseñe como esta mañana, todo eso ayuda a mi crecimiento, me ayuda a expandir mi adoración a Dios para que sea más correcta, porque yo soy siempre pecador y siempre querré andar en mis propios caminos, siempre se meterá a mi manera de ser de Proverbios capítulo 3, no confía en el Señor siempre, Él enderezará tus pasos, Él hará correcto tus caminos, porque si somos dejados a nuestra propia responsabilidad, a nuestra propia manera de pensar, nos vamos a extraviar. Vamos a estar perdidos como en el mar y sin una brújula, sin una rosa náutica, o perdidos en un bosque sin un GPS, o perdidos en la blancura de la nieve que no sabes dónde estás, aunque aquí es difícil hablar de nieve. El Señor quiere guiarnos siempre en obediencia, quiere guiarnos y cuál es la mejor manera en que tú estás andando en esos caminos en que tu Señor Jesucristo que vive está contigo todos los días. Una cosa es que tú te levantes y hagas tu vida y tú pienses que no, pero Él vive. Y quizás desde mi perspectiva, yo lo que quiero es que tú entiendas que no importa si estás aquí o estás en tu casa o donde quiera que tú estés, Él está en todas partes. No importa si estás en medio del fragor de la batalla contra el diablo, el enemigo y sus huestes. No importa si estás rodeado de lobos. No importa nada de eso. Cristo está con nosotros porque Él vive. Y porque Él vive, nosotros también viviremos. Te voy a leer aquí en Hechos, porque el apóstol Pedro habla de la resurrección del Señor Jesucristo como la base de nuestra esperanza. Si Cristo no hubiera resucitado, vana sería nuestra fe. Pero siendo que Él vive, por eso oramos a Dios todos los días. Él es nuestro abogado, Él intercede por nosotros a cada instante y a cada momento. Por eso muchas veces a usted o a otro le digo, pregúntele a Dios. Mi hermano Pedro Saavedra es un buen pastor que muchos de ustedes conocen. Y cada vez que alguien viene con una pregunta o que vienen a consultarle o hay algún problema familiar o algún problema de trabajo, lo primero que él les dice es, ¿y qué es lo que Dios te ha dicho? Porque el deber de uno como creyente es primero preguntarle a quién. Porque en la vida, no hablo de soltero, hablo de casado con una vida complicada, vamos para el trabajo, vamos para esto, hay muchos problemas que comienzan a surgir. Y no hay nadie, no hay nadie que no le haya hablado a Dios en algún momento. Y lo que Dios quiere hacer en el sumo sacerdocio del creyente es que tú tienes que hablarle a Dios continuamente. Desarrollar el espíritu de oración no quiere decir que no te pares un tiempo devocional. Es que toda tu mente, todo el tiempo, es Dios. ¿Qué harías tú, Dios? ¿Qué quieres tú que yo haga, Dios? ¿Qué es lo que dice tu palabra? Y tú vas asimilando, vas poniendo en obediencia todas esas cosas. Porque si lo almacenas, o como era antes, la gente iba el domingo y ya después se olvidaba, lunes, martes, miércoles, jueves, no había aplicación, no tenían oikos, ni iglesia celular en ese aspecto, se olvidaban. Vivían la vida cristiana individualmente o a su forma, a su modo. Ustedes no tienen la idea de que mucha gente, muchas personas quieren vivir la vida cristiana a su modo. y la iglesia les enseña, dice, no, el pastor o lo que sea, no, no, no, puede ser que tú estés bien, pero puedes mejorar, vas a mejorar, porque la iglesia es para que todos mejoremos, o muchas veces, a veces, las personas quieren que yo sea como ellos, o quieren que practiquemos o que predique como ellos, no señor, hemos equivocado, es más bien la adaptación de lo que la Escritura y la Palabra de Dios nos dice. Y mira cómo Pedro también comenzó a aprender. Pero Pedro fue un testigo de la resurrección de Cristo. Fue lo que cambió el ministerio de Pedro. O sea, los apóstoles cuando fueron llamados, ellos vieron muchas cosas, pero el que su Cristo sea crucificado, estaba lejos de su mente. El que sea el Cordero de Dios que quite el pecado del mundo, ellos van a entender estas cosas posteriormente. Él se va a pescar a lo que era su vida vieja, porque piensa ahora, ya si el Maestro murió, qué va a ocurrir, qué va a ser, como que no hay vida en adelante, no tenía esperanza. Se anótalo, si era su maestro, su líder, vamos a poner político, siendo Pedro Celote y como otros. Y su líder político había muerto porque él pensaba en un mesías político que iban a derrotar el imperio de Roma. Pero es más, él mismo lo ha negado tres veces. No conozco al hombre. y después Jesús lo mira y llora amargamente y ve la cruz del Calvario a lo lejos, como él es crucificado, como es descendido de la cruz, como José de Arimatea, que no era ninguno de los discípulos, porque para que se cumpliera la escritura, iría al pastor y esparciría las ovejas. Y cómo Nicodemo unge en el cuerpo de Jesús y lo ponen en la tumba. Hemos hablado de aquellos que iban camino de Emaús y venían de un funeral y no podían reconocer que era el mismo Señor que estaba con ellos. Y cómo les explica las Escrituras. Y por qué es necesario continuamente explicar las Escrituras al pueblo de Dios. No ha llegado. Cualquiera que piense que ha llegado a la madurez y que le vamos a dar un diploma está equivocado. Seguimos siendo perfeccionados por Dios. Seguimos siendo madurados en la imagen y la perfección de Cristo. Y por eso es que la iglesia existe. Por eso es que se nos enseña y se nos predica. Y Pedro es testigo de esa resurrección. Él corre primero. Él ve los mantos, los lienzos. La esperanza que había muerto ahora se turba. ¿Qué es lo que está ocurriendo? Tú sabes todo el ímpetu que siempre ha tenido Pedro. Él es el primero en que tiene que correr. ¡Oh, en la tormenta! ¡Sí, señor, manda que yo camine! ¡Si tú eres! ¡Que no eres un fantasma! ¡Que no son las supersticiones de la demás gente! ¡No, no, no! Y él comienza a caminar, pero se comienza a hundir también. Una vez que ve las olas. Pedro es tan parecido a nosotros en ese aspecto. Pero es Dios quien lo utiliza en el Pentecostés. Él usa la llave del reino y comienza a predicar porque su maestro ha resucitado. Él es testigo ocular de estas cosas. Y cuando está aprendiendo, está en Jope, está en la costa. Lo que oye Jafa. Él tiene hambre. Y Dios le muestra una visión. No en que se ha dormido, aunque hay algunos que no pueden dormir con hambre. Pero ahí cae entre ese medio cansancio. Interesante la gente cómo reacciona con hambre. Yo tengo un familiar que cuando tiene hambre se pone de mal humor. Pero Pedro tiene una alucinación. Recuerda cómo su judaísmo está ahí vivo. y baja un gran manto con toda clase de animales inmundos. Y el señor le dice, Pedro, mata y come. Señor, ninguna cosa inmunda ha entrado. No, yo aprendí que estas cosas son así. Yo las aprendí desde chiquito, me enseñaron que estas cosas no, porque eso es de los paganos, de los gentiles. Y parece que todavía no había aprendido porque Pablo tuvo que reconvenirle por la hipocresía que Pedro tenía. Y el lienzo bajó tres veces, se mata y come. Pero en eso vinieron. Ese desperta, ¿no? Este estado en Jope que resucita a Tabita, a Dorcas, ¿recuerdan? Le dice, mira, hay unos hombres que te vienen a buscar. Un centurión, soldado romano. Hay un tal Cornelio que te manda venir para que les expliques el Evangelio. Y yo diría, bueno, Pedro, estas cosas que tú estás haciendo están interesantes porque, les dice, ustedes saben cuán difícil entrar un judío a la casa de un gentil. Y es porque Cornelio también ha tenido otra visión. Cornelio era prosélito, había muchas cosas en su vida. Era gente que apoyaba a las sinagogas, que daba sus limosnas, sus pequeñas ofrendas. Gente que era dadivosa en ese sentido porque siempre la obra de Dios hay que dar para la obra. Poco, mucho, lo que tú puedas, lo que creas. Aquel que no da nada está mal. Hay que dar, aunque sea algo. Pídele a Dios. ¡Háblale a Dios! De lo mucho que Él te da y que uno dice ¡Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo por haber conocido esta salvación! Porque yo he conocido el Evangelio gracias a que otros fueron a mi país a predicar. Pero eran gente que comía. gente que tenía que mantener su familia. Y es interesante, bueno, no es el tema, pero volvamos aquí. Y Cornelio, que era uno aparentemente prosélito, Dios le dice, manda a llamar a Pedro. No está muy lejos, mándalo a llamar. Y él te va a predicar. Nota esto, para que tú compares con muchas visiones, ideas de la gente que tienen. Cuando tú vas a ser salvo, Dios siempre va a enviar a alguien con su palabra. Notaste que cuando él se acercó a los de Maús, no les enseñó la herida, no le dijo quién soy, les enseñó las escrituras. Por lo tanto, cada vez que tú hables la escritura, tú estás sembrando, porque es la manera como Dios obra. A Dios no le costaba nada decirle a Cornelio, ¿sí? Este es el Evangelio, este es lo que tienes que creer y ya, ¿no? Envía unos hombres a Hopi a llamar a Simón, que también se llama Pedro, y él está hospedado en casa de Simón el Curtidor, junto al mar. Por tanto, al instante envía a buscarte y ya se echó bien en venir. Ahora, pues, todos nosotros estamos aquí presentes delante de Dios para oír todo lo que el Señor te ha mandado. Porque ¿qué hizo Cornelio? Ya que van a venir trajo toda su familia, toda la gente. Entonces Pedro tomó la palabra y dijo, ciertamente ahora entiendo que Dios no hace excepción de persona, sino que en toda nación el que le teme y hace lo justo les acepto el mensaje que él envió al pueblo de Israel predicando de paz por medio de Jesucristo, que él es señor de todos. Ustedes saben lo que ocurrió en toda Judea, comenzando desde Galilea, después del bautismo que Juan predicó, cómo Dios ungió a Jesús de Nazaret con el Espíritu Santo y con poder, el cual anduvo haciendo bien y sanando a todos los oprimidos por el diablo porque Dios estaba con él. Nosotros somos testigos de todas las cosas que hizo en la tierra de los judíos y en Jerusalén. Y también le dieron muerte colgándole en una cruz. Pero Dios lo resucitó al tercer día e hizo que se manifestara no a todo el pueblo, sino a los testigos que fueron escogidos de antemano por Dios, es decir, a nosotros que comimos y bebimos con él después que resucitó de los muertos. Y nos mandó a predicar al pueblo y testificar con toda solemnidad que este Jesús es el que Dios ha designado como juez de los vivos y de los muertos. De él dan testimonio todos los profetas, de los que por su nombre todo todo el que cree en él recibe el perdón de pecados. Oh, qué maravilla de la palabra de Dios. Qué poder de que Pedro está hablando y enseñándonos a nosotros que él fue el testigo. Él fue testigo de los padecimientos de Cristo y él fue testigo de la resurrección de Cristo, testigo ocular, lo que comimos y bebimos con él. Pero algo más que está aquí, dice, después mandó que predicáramos al pueblo el perdón de pecados, porque él va a juzgar a los vivos y a los muertos. Entonces cuando Pedro se siente, escribirle sale todo en la vida. Tres versículos, miren, de la profundidad. Mi esperanza y tu esperanza está en que él vive, en lo que hemos cantado en esta mañana en reconciliación a nuestro Padre Celestial y por la obra vivificadora del Espíritu Santo. y por ello nunca dejaremos de dar gracia. Si tú entiendes la Biblia, conoces la Escritura, es para predicarla y enseñarla a esos expatriados. Ha llegado a nosotros todo lo que ha designado como juez de vivos y los muertos de él dan testimonio todos los profetas de que por su nombre todo el que cree en él recibe el perdón de los pecados. ¿Me escuchan ustedes que no conocen al Señor? No hay otra manera de recibir el perdón de pecados. Hay que hacer caso al apóstol Pedro, no sólo a Pablo en otros escritos, sino a Pedro. Todo aquel que confiesa que Jesucristo es el Señor tiene el perdón de sus pecados. Esa es nuestra esperanza. Moremos. No hay otra manera de salvarnos. No hay otra manera de nacer de nuevo que creen en Jesucristo, en aquel que vive y vive para siempre. Derrama tu unción sobre tu pueblo. Haz nacer de nuevo aquellos que deben nacer en este tiempo, Dios. Bendice a tu pueblo y a tu iglesia. Y gracias por tu apóstol, Pedro. Gracias por todos los apóstoles, que es el fundamento de la iglesia. Y ahora comprendemos y entendemos la obra que tú has hecho para llevar el Evangelio hasta el último rincón de esta tierra. Y gracias a que vivimos aquí tenemos oportunidad en español, castellano, inglés o en cualquier otro idioma llevar este Evangelio precioso a aquellos que no te conocen. Tú eres el Dios de toda creación. Bendito, bendito sea tu nombre por siempre.
Una esperanza viva
Series 1 Pedro
-Autor, fecha, estilo, destinatarios.
-Saludo: expatriados, obra de Dios, rociados, obediencia.
-Salvación: esperanza viva, alabanza, renacer, fundamento
Sermon ID | 10122014441958 |
Duration | 1:05:37 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Bible Text | 1 Peter 1:1-12; Exodus 24:1-8 |
Language | Spanish |
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