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RECORDAR Bienvenidos a esta edición del martes de Por Cristo y Su Palabra con el pastor y maestro Enrique Zaria, pastor de Iglesia del Valle Central en Ceres, California. Primero en Corintios 5, 1 al 6 vamos a mirar una situación que sucede allí en esa iglesia. Les dije al principio que estas instrucciones son fáciles, hermano. Estas instrucciones no son difíciles de entender. Todos estamos entendiendo. Si alguien peca, ve. Repréndele, estando a solas con él. Tres cosas. Si se arrepiente, has ganado a tu hermano. Si no se arrepiente, ve, otra vez ve. Lleva dos o tres testigos para que toda palabra conste con testigos. Si se arrepiente, ganaste a tu hermano, pero si no, ve y dile a toda la iglesia. Ahora, te juntas con toda la iglesia en unidad para hacer esto. Le dejas saber a la iglesia si está la situación. Ya tienes testigos, ya puedes presentar la situación a toda la iglesia y toda la iglesia pone presión para que esa persona se arrepienta. La intención es una intención de restaurar todo el tiempo. Y si no escucha a la iglesia, entonces tú, tú, tómalo como un gentil o como un publicano. Ok, ahí mismo regresemos a Mateo 18 para mirar la motivación que el Señor le ha dado allí, ahí mismo en el verso 15, al final dice Si te escucha, has ganado a tu hermano. Oh, aquí nos está dando bastante claridad. Si te escucha, has ganado a tu hermano. ¿Cuál es la razón de reprender al que peca? Ganar al hermano. Porque si te escucha, entonces ganaste a tu hermano. Esa es la motivación detrás de todo lo que se hace. Ganarlo. ¿Ganarlo para qué? para que esté en esa comunión, porque por el pecado se rompió algo en la comunión, se hizo una separación y es necesario ganar al hermano. Mire, usted es el ofendido, encima de que es el ofendido, Dios espera que usted sea el que restaure la relación, no el que ofendió. Estamos hablando de humildad, eso es humildad. La mayoría de la gente quiere evitar esto a toda costa. Prefieren hablar mal de la otra persona que ir y hablar con esa persona. Pero aquí se trata de obedecer al Señor. Y si te escucha has ganado a tu hermano. Restaurar es la motivación. Restauración, esa es la motivación, no humillación. No hacer a un lado a esa otra persona, pues ya no le hablo, se portó mal, me ofendió, mejor le doy la vuelta. Ya no me siento a ese lado, mejor me siento al otro lado. Ya sé que sale por esa puerta, pues me voy a parquear en el otro lado y entro por el otro lado. El Señor Jesucristo dice, ve, búscale, repréndele, estando tú y él a solas. Y si te escucha, has ganado a tu hermano. Esa es la perspectiva del Señor Jesucristo. Esa es la parte que tenemos que considerar nosotros. Y restaurar, ganar a ese hermano, restaurarlo significa traerlo a su estado original, enderezar. Es un término en griego que se usa en medicina y se usa para remendar huesos rotos o enderezar extremidades que están torcidas. Pero el propósito es regresarlo a su función normal, a su función natural. Esa persona que pecó deja de funcionar en el cuerpo de Cristo. No puede funcionar naturalmente, necesita que alguien vaya y lo rescate. ¿Cuál es el fundamento para hacer esto? es el amor que el Señor Jesucristo presenta cuando habla Juan 13 que le lavó los pies a sus discípulos sabiendo que dentro de sus discípulos estaban Judas y no sólo eso sino que todos sus discípulos, todos andaban buscando quién era el mayor entre ellos sin considerar que Jesucristo iba a morir por ellos y a todos les lava los pies, parejo Calata 6,1 vamos allí habla de restaurar al que es al que está en algún pecado. Dice, hermanos, aún si alguno es sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, o sea, el que no está en la falta, restaurarlo en un espíritu de mansedumbre, mirándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado. Aquí dice cómo hacerlo. ¿Por qué es tan importante para el Señor Jesucristo que el que ha sido ofendido busque al que pecó? Porque cada persona es importantísima para el Señor. Cada persona vale mucho para el Señor. Cada redimido que Él ha salvado. Dice la palabra en Mateo 18. La semana pasada vimos que no es la voluntad de Dios que se pierda ninguno de estos pequeñitos. Ni uno solo. Está hablando los creyentes. ¿Cómo se puede perder el creyente? La semana pasada lo vimos. no pierde su salvación, pero pierde de ser útil en el cuerpo de Cristo, pierde de usar sus dones, se desconecta, y ya no es útil, es un inútil, es un cristiano que no sirve para nada, y el Señor no quiere eso, entonces pone esa responsabilidad en cada creyente, si tu hermano peca, ve y repréndelo a solas, si te escucha, has ganado a tu hermano. Un ejemplo de esto, lo tenemos en Cánatas 2-11, Pablo está predicando en la región de Galacia, Y resulta que hay unos judaizantes que quieren imponer la ley de Moisés sobre los cristianos, hacer que se circunciden y que cumplan ciertas cosas para que entonces puedan ser aceptados. Todo eso es falso y hay mucha presión allí. Pedro va a ese lugar y come con los gentiles que son cristianos. y la pasa bien con ellos. Pero cuando llegan los judaizantes, los que se creen mucho y que ponen su legalismo y todo eso, cuando llegan a la ciudad, Pedro le da vergüenza estar con los cristianos que son gentiles. Entonces se retira de ellos y ya se junta con los judaizantes. Pablo ve eso, Pablo ve la hipocresía de Pedro y ve el pecado de Pedro y ve el peligro que la actitud que Pedro está tomando, el peligro que tiene sobre toda la iglesia y dice así, pero cuando Pedro vino a Antioquía me opuse a él cara a cara porque era de condenar Usted debe escandalizarse con el pecado de su hermano, no acostumbrarse al pecado de su hermano. Usted debe molestarle el pecado de su hermano y considerar el efecto que eso puede tener en toda la iglesia del Señor. Es un efecto que se va a sentir y debe tener un peso en su corazón ir y confrontar a su hermano. No lo deje allí. Búscalo con la intención de ganarlo. No es la voluntad de Dios el Padre que está en los cielos que ninguno de estos pequeñitos se pierda. Ahora vamos a ver, ya vimos quién inicia, ya vimos cuál es la motivación. El tercero es el proceso y la manera de la disciplina. Versos 16 y 17, allí en Mateo 18. ¿Cuál es el proceso y cuál es la manera? El Señor sigue instruyendo a sus discípulos aquí. Verso 16 dice, pero si no te escucha, lleva contigo a uno o a dos más, para que toda palabra sea confirmada por boca de dos o tres testigos. Oh, está la posibilidad de que ese creyente, cuando lo reprendes, lo confrontas con su pecado, le dices cuál es su pecado, le dices que se arrepienta, que no te escuche, que ignore la reprensión. y que esté duro en su corazón o dura en su corazón. Entonces el Señor dice, si eso sucede, lleva contigo a uno o a dos más. ¿Cuál es el propósito de llevar uno o dos más cuando ya ha habido un confrontamiento a solas? Eso trae mayor presión. Eso trae mayor presión sobre el que está pecando. Más personas ya saben. Entonces usted busca a personas que sean maduras en la fe, personas que sean fieles al Señor, que usted sabe que obedecen al Señor. Y usted le dice, tengo esta situación con este hermano. No se quiere arrepentir. Ya hablé con él, ya intenté, ya oré, ya le hablé varias veces. No está sucediendo nada. ¿Si ven como dije varias veces? Esto no es de correr una llamada. O no, ok, te me traigo otros dos. No, no, no, no. Esto es un proceso. Entonces, va y busca dos o tres personas que le acompañen para ir y hablar con esa persona. y lo hace con la motivación correcta, lo hace movido por amor, lo hace porque esa persona necesita ser restaurada, lo hace porque Dios ha sido ofendido, lo hace porque la iglesia está afectada con ese pecado y procura hacerlo bien, restaurarlo, que venga el arrepentimiento para que lo gane, porque el Señor dice si te escucha lo has ganado. Entonces lleva a esos testigos y la razón de esos testigos dice Mateo, para que toda palabra sea confirmada por boca de dos o tres testigos. Cuando hay una confrontación o una reprensión, la persona reprendida puede estar cegada por su pecado. Si usted está haciéndolo bien, esa persona puede escuchar otras cosas que no es lo que usted quiere decir. Entonces, cuando se llevan dos o tres testigos, es para que quede constancia de que se está haciendo bien. que no se está abusando de esa persona, que no se está haciendo algo injusto con esa persona, que se está haciendo bien. Y Deuteronomio 19, 15 es el texto que habla de esto en el Antiguo Testamento. Dice, no se levantará un solo testigo contra un hombre por cualquier iniquidad o por cualquier pecado que haya cometido. El caso será confirmado por el testimonio de dos o tres testigos. Entonces es importante, en la primera etapa de la reprensión, si esa persona no escucha, usted se mueve, usted no dice, ya intenté, yo ya traté, ya le dije, allá él, allá ella, yo ya no tengo nada que ver allí. El señor dice, no abandones a esa persona, no lo dejes, insiste. Persiste en buscarle, en ir y hablar y reprenderle. Ahora no vas a ir solo. En la segunda etapa vas con testigos, pero te proteges con los testigos también para que no se haga un problema que se salga de allí de las manos. Evitar malas interpretaciones. En un texto, 1 Timoteo 5, 19, 20 dice, no admitas acusación contra un anciano a menos que haya dos o tres testigos. A los que continúan en pecado, repréndelos en presencia de todos para que los demás tengan temor de pecar. Entonces, no aceptar una acusación que no tenga dos o tres testigos por lo menos. Si no hay esa evidencia, detenerse allí. El que insiste en pecar, entonces, es una reprensión pública. Acuérdese, usted busca gente madura, gente que ama al Señor, gente de buen testimonio. No va a traer un inmaduro, que chismoso, a decirle qué pasó allí. Porque va a dañar la reputación de esa persona. Imagínense, si usted trata un pecado de otra persona, lo trata a solas, nadie más sabe. Usted no arruina la reputación de esa persona. Nadie más supo y ahí se arregló. Y yo creo, hermanos, aquí en Iglesia del Valle Central, que la mayoría de los problemas, la mayoría de las situaciones de pecado, se arreglan en el primer paso, aquí. La mayoría, en todo el año, así es. Esa es la vida de la iglesia. Es lo que yo creo. Y es lo principal que debemos hacer. Pero cuando hay casos, así. Ok, hay que moverse. Entonces se intensifica la presión sobre el ofensor para traerlo al arrepentimiento, no se da por vencido. Dice el verso 17, ya se tomó el segundo paso, y si rehúsa escucharlos, entonces hay que tomar un tercer paso, dilo a la iglesia. Si rehúsa escucharlos, lo que enseñó Jesucristo es, lo reprendes a solas, lo reprendes con dos o tres testigos y si aún así no responde, le dices a toda la iglesia. Lo que Jesús está mostrando es, don't give up. No sueltes a esa persona, no la sueltes. Es tu responsabilidad desde el día que tú supiste de ese pecado, es tu responsabilidad hablar con esa persona. Reprender a esa persona y no dejarla en paz. Reprenderla y después te vas con testigos y no dejarla en paz. Y si no escucha, entonces le dices a la iglesia. ¿Quién le dice a la iglesia de acuerdo a este texto? Pues para eso está el pastor, ¿no? Que él le diga, que él haga todo el trabajo sucio. Para eso le pagamos. De acuerdo a este texto, el Señor Jesucristo está hablando de usted cuando usted es ofendido. Esa es su responsabilidad. llevar todo el proceso hasta el final. Esa es su responsabilidad. Ahora, ¿en qué es sabio que los líderes, los ancianos, sean los que lo hagan? Tal vez porque mirando la situación, siendo que ya es pública, se pueda comunicar de una manera un poco más sabia, una manera más clara, siendo que son los que constantemente comunican. En ese sentido, yo creo que sí. pero la responsabilidad es el que está llevando a cabo la disciplina. La disciplina no es para el pastor o del pastor, es para todos, pero no es él el que tiene que hacer eso, es usted, es usted el que hace eso, es usted el que tiene esa responsabilidad. Aquí es donde la iglesia cobra mucha forma. La disciplina le pertenece a usted. Usted tiene esa responsabilidad. Y entre más avanzamos con el texto, usted va a ver que más y más fuerte se pone. Lo que Jesucristo está hablando, más y más sólido se pone. Y hay una razón esencial en todo esto. Tiene que ver con la unidad de la iglesia. Usted, si después de que va a solas, no escucha, va con dos o tres testigos, no escucha, entonces viene y le dice a toda la iglesia, toda la iglesia debe saber, y en este caso, toda la iglesia toma la responsabilidad de esa persona que está pecando. Toda la iglesia. Si esa persona no se arrepiente, porque usted como iglesia, sabiendo que ya se comunicó, no hace nada, usted está participando de su pecado. Así es. Así que toda la iglesia tiene la responsabilidad de llamar, de buscar, de reprender, de llamar a esa persona al arrepentimiento. La intensidad de la presión se hace grandísima cuando es toda la iglesia la que sabe. ¿Y cuál es la intención? de que el ofendido entonces finalmente se salió con la suya, desponerlo públicamente y desquitarse jamás. Porque desde el principio la intención es restaurar. Desde el principio. Esa es la motivación. Siempre es restaurar. No tiene nada que ver con venganza. Tiene que ver con restaurar, se hace en amor. El Señor afirma que los que Él ama, Él disciplina, Él azota. Entonces usted no se da por vencido, sigue insistiendo en traer a ese hermano o a esa hermana a la comunión y aumenta la presión y aumenta la presión y no se da por vencido hasta ver a esa persona que se da restaurada. y toda la iglesia toma esa responsabilidad de que venga el arrepentimiento. No lo hace un comité, no lo hace un grupito seleccionado, sino toda la iglesia. Mire Primera de Corintios 6, del 1 al 3, lo que Pablo dice allí. Vamos allí. Primera de Corintios 6, del 1 al 3. Y Pablo aquí está enseñándole a los corintios que por qué van a buscar abogados por fuera, por qué van a buscar tribunales por fuera. El tribunal más alto que existe en la Iglesia se encuentra en la Iglesia del Señor. Perdón, en el mundo se encuentra en la Iglesia del Señor. Porque la Iglesia del Señor tiene la guía de lo que es justo y verdadero. El mundo no tiene eso, tiene nociones de eso, pero no lo tiene completo. Dice Pablo, ¿se atreve alguno de vosotros cuando tiene algo contra su prójimo a ir a juicio ante los incrédulos y no ante los santos? ¿O no sabéis que los santos han de juzgar al mundo? Y si el mundo es juzgado por vosotros, ¿no sois competentes para juzgar los casos más triviales? ¿No sabéis que debemos de juzgar a los ángeles? ¿Cuántos más asuntos de esta vida? Entonces, eso tiene que suceder en la iglesia, dentro de la iglesia, y aquí se trata. Como el dicho que se usa, ¿dónde se lavan los trapos sucios? En casa. ¿Usted no va a la casa del vecino a lavar su ropa sucia? La lava en casa. Entonces, la iglesia si tiene que lidiar con cosas así, lo hace allí adentro. Los impíos no son para nada, en lo absoluto, jamás, ni una pizca, considerados en este asunto. Cero. Cero. No tienen nada que ver. Su opinión no cuenta, sus palabras no cuentan. Si no son hijos de Dios, si no son parte de esa iglesia, no tienen nada que ver. Ahora dice, si después de que la iglesia pone esa presión en amor de restaurarle, de llamarle, de tratar de ayudar a esa persona, Y si también rehúsa, regresé a Mateo 18, a escuchar a la iglesia, sea para ti, esto es un imperativo, imperativo quiere decir algo que usted obedece, no le da opción, sea para ti como el gentil y el recardador de impuestos. Dos términos que está usando el Señor Jesucristo. Gentiles eran los que no eran judíos. En el templo o en las sinagogas los gentiles no entraban, no tenían entrada. Los judíos se refieren a los gentiles como los pecadores. Entonces está usando un término para ellos donde está mostrando, es un término de desprecio para hacer la distinción entre el pueblo de Dios y los que no eran el pueblo de Dios. Ahora, ¿Jesucristo no está implicando aquí que usted mira con desprecio a esa persona? No. Lo que está implicando es que por ser gente que está en sus pecados, no tienen ninguna comunión con el cuerpo de Cristo. Creo que lo practicamos cada semana al celebrar la Santa Cena, donde hacemos una distinción quién es de Cristo y quién no es de Cristo. El que no es de Cristo, tenga paciencia, se espera y observa, pero no trate de entrar en una comunión que no le pertenece. Eso es solamente de los hijos de Dios. Entonces aquí dice, trátale como gentil y recaudador de impuestos. Se va más lejos todavía, Señor Jesucristo. ¿Cómo es un recaudador de impuestos para los judíos? Recaudador de impuestos era un judío de la nación judía que se vendía a los romanos la nación invasora, trabajaba para los romanos para cobrar los impuestos, lo cual era una traición a su propia nación, pero no solamente hacían eso, sino que cobraban lo que querían, al cabo tenían a los soldados de su lado y robaban a la gente. tenían a los pobres, los hacían más pobres. Entonces eran odiados al extremo, donde no había nada que ver con ellos, cero. Entonces Jesucristo no está diciendo que el que reprende esas olas no se arrepiente, lo reprendes con dos o tres testigos no se arrepientes, lo reprendes delante de toda la iglesia no se arrepiente, Dice, trátalo así, no lo recibas. Sácalo, échalo para afuera. Tienes que. ¿Por qué? Porque él mismo o ella misma está tomando la decisión de separarse de la comunión de ese cuerpo. De estar en fidelidad con Dios, en obediencia a Dios. Ya no tiene entrada allí. Tiene que estar afuera. Todos reconocemos esta ilustración. Si en una canasta usted tiene manzanas y una manzana está podrida, ¿qué pasa si no saca la manzana podrida? Todo lo demás se va a podrir. Entonces, a ese punto el corazón está endurecido, esa persona no puede estar allí. Ahora, es bien importante esta parte, iglesia. Es bien importante porque la iglesia se ha confundido a veces en pensar que eso es tarea de un pastor. No es tarea de un pastor, es tarea de la iglesia. Es tarea de toda la iglesia. Y cuando él dice, sea para ti, no está hablando del pastor, está hablando de usted, sea para ti, como el gentil y recaudador de impuestos. Entonces cuando usted ve a esa persona, ¿usted no le habla con odio? ¿Usted no le habla con maldad si se lo encuentra o en la tienda la persona con esta situación pasa? Usted le habla como si fuera un gentil, alguien que no tiene comunión con la iglesia. Usted no le trata como un hermano. Tratar, miren, cuando a mi casa llega un hermano en la fe, y yo recibo a esa persona, un hermano en la fe, yo oro con esa persona, comparto la palabra con esa persona, siento una afiliación de amor con esa persona, es mi hermano en la fe, es un redimido del Señor. Cuando a mi casa llega un inconverso, es completamente diferente. Es completamente diferente. Jamás trato a un inconverso como trato a un cristiano. ¿Los trato mal? No. Los evangelizo. Cada oportunidad los evangelizo. Digo, no puede ser que alguien que es inconverso llegue a mi casa y se vaya sin el evangelio. Tiene que irse con el evangelio. ¿No oro con esa persona? No puedo. ¿No comparto las bendiciones de adorada a Dios con esa persona? No puedo. No leo la Biblia con esa persona como si fuera que estuviéramos con la intención de adorar a Dios. No puedo. Lo hago con la intención meramente de evangelizar, de sembrar en su corazón la palabra de verdad. ¿Para qué? Para que venga al arrepentimiento. Entonces, cuando la situación llega así, con el que peca, que endurece tanto su corazón, sea para ti, como un gentil, sea para ti, como un publicano, como uno que roba a su propio pueblo, como uno que ha traicionado a su propio pueblo, que se ha levantado como un enemigo de su propio pueblo. Así lo tienes que tratar. ¿Y cómo tratas a un enemigo? Lo bendices, oras por él y lo evangelizas. Pero no lo tratas como un hermano. No puedes. Porque entonces, tú estás diciendo lo que dije en la introducción, que me tomé un buen tiempo. Cristo, tú no eres la cabeza, yo voy a hacer como yo quiera. Es mi opinión y yo voy a imponer mi opinión y voy a imponer mi propia decisión aquí y no voy a decir como tú dices. Eso es muy horrible, tomar esa posición. Eso es provocar al Señor y no se puede hacer eso. pensando que no va a haber consecuencias, el Señor se va a encargar, obviamente. Entonces Jesucristo claramente usa la ilustración, una ilustración que ellos bien fácil, de cuanto lo oyen, ya lo entienden. Inmediatamente saben de qué está hablando el Señor aquí. Primero en Corintios 5, 1 al 6, vamos a mirar una situación que sucede allí en esa iglesia. Les dije al principio que estas instrucciones son fáciles, hermano. Estas instrucciones no son difíciles de entender. Todos estamos entendiendo. Si alguien peca, ve, repréndele, estando a solas con él, tres cosas. Si se arrepiente, has ganado a tu hermano. Si no se arrepiente, ve, otra vez ve, lleva dos o tres testigos, para que toda palabra conste con testigos. Si se arrepiente, ganaste a tu hermano, pero si no, ve y dile a toda la iglesia, Ahora te juntas con toda la iglesia en unidad para hacer esto, le dejas saber a la iglesia está la situación, ya tienes testigos, ya puedes presentar la situación a toda la iglesia y toda la iglesia pone presión para que esa persona se arrepienta. La intención es una intención de restaurar todo el tiempo y si no escucha a la iglesia entonces tú, tú, tómalo como un gentil o como un publicano. Si el señor pone en su corazón apoyar, puede mandar un cheque a nombre de Iglesia del Valle Central. En el memo le pone radio. La dirección es Enrique Zarria, PO Box 578194. 578194 en Modesto, California 95357. Repito, Enrique Zarria, PO Box 578194, Modesto, California 95357. Se hace el cheque, debe ser hecho a nombre de Iglesia del Valle Central. También puede ir a la página de internet iglesiadelvallecentral.com y en el botón de donaciones, hacer su donación con tarjeta débito o crédito. Otra manera es en su teléfono. Instala la aplicación de Iglesia del Valle Central y en el botón de donaciones, puede donar con PayPal, débito o crédito. Hay tres maneras que lo puede hacer, Eobux, página de internet o la aplicación. Muchísimas gracias, un abrazo a todos y Dios me los bendiga.
La Importancia de Permanecer Unidos 2
Series Mateo
Estas son las primeras instrucciones dadas a la iglesia por el Señor Jesus. Es necesario que esto sea llevado en obediencia, con el propósito de disfrutar unidad y santidad en la iglesia.
Sermon ID | 101191912227587 |
Duration | 25:01 |
Date | |
Category | Radio Broadcast |
Bible Text | Matthew 18:15-20 |
Language | Spanish |
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