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Salmo 15. Y si Dios lo permite, lo que vamos a ver es que Dios requiere santidad. Pues examina tu corazón antes de venir a su presencia. Dios requiere santidad. Es la idea de andar perfecto delante de él. Ser irreprensible. vivir en perfección conforme a su palabra. Entonces, Dios requiere santidad, examina tu corazón antes de venir a su presencia. Ahora, en este pasaje aquí en Salmo 15, hoy solamente voy a tener ese punto. Dios requiere santidad, examina tu corazón antes de venir a su presencia. Porque eso es exactamente lo que hace este Salmo. Es que te prepara. Te prepara para venir ante la presencia de Dios. Y entonces lo que nos dice es que la pureza y la ausencia de idolatría son requisitos para entrar en la presencia de Dios. Dios requiere santidad. Dios requiere justicia para vivir en su presencia. Entonces, debes de examinar tu corazón antes de presentarte delante de Dios. Entonces, vamos a leer aquí el Salmo 15. Empezando con el título dice, Salmo de David. Jehová, ¿quién habitará en tu tabernáculo? ¿Quién morará en tu monte santo? El que anda en integridad y hace justicia, y habla verdad en su corazón. El que no calumnia con su lengua, ni hace mal a su prójimo, ni admite reproche alguno contra su vecino, aquel a cuyos ojos el dil es menospreciado, pero honra a los que temen a Jehová. El que aun jurando en daño suyo, no por eso cambia, quien su dinero no dio a usura, ni contra el inocente, admitió Cohecho. El que hace estas cosas no resbalará jamás. Y entonces lo que nos dice este pasaje es que Dios quiere un pueblo santo. Yahweh tiene un estándar alto. Y debes de cuidar de tu estado espiritual. No vivas para ti mismo, vive para Dios. Porque sólo los que califican para estar en la presencia de Dios es por fe. Nadie puede engañar a Dios. Sólo los que califican por fe tienen acceso a Dios. Nadie puede estar en la presencia de Dios por sí solo, por su propio mérito. Es por el mérito de Dios mismo, por su fe en Dios, su confianza en Dios. Dios es justo, Dios es santo, Dios es soberano. Nada se escapa de la observación de Dios. Dios busca aquellos que le temen. Ahora, este salmo es breve, pero lo que nos instruye a vivir a una vida sin caída. para que podamos entrar en la presencia de Yahweh en su santuario, y realmente lo que hace es prepara para que puedas venir y adorar a Dios. Especialmente en el contexto de los israelitas, antes, en su proceso de ir al tabernáculo, su proceso de caminar hacia el templo, era el propósito de prepararse antes de venir a hacer los sacrificios, antes de venir y adorar a Dios. Y por eso responde aquí y hace preguntas al principio y luego responde la pregunta de ¿Quién es el que tiene acceso a Dios? ¿Quién es el que puede estar en la presencia de Dios? ¿Cuáles son los requisitos para ser bendecido por la presencia de Dios, para tener el favor de Dios? ¿Quién puede disfrutar del favor de Dios? ¿Quién tiene acceso a Dios? ¿Quién puede estar bajo la protección de Dios? ¿Quién puede alabar a Dios en su templo? ¿Quién puede tener una relación personal con Dios? Y realmente la pregunta esencial es ¿para quién vives? ¿Quién es tu Dios? Porque lo que el salmista refleja es alguien que vive para Dios. Quiere ser agradable delante de Dios. Quiere obedecer a Dios porque es su prioridad. Y por eso prepara su corazón. para venir a adorar a Dios. Porque Dios requiere santidad, Dios requiere justicia para vivir en su presencia. Y entonces aquí, en el Salmo 15, vemos que realmente no es una lista exhaustiva, hay muchos más requisitos, pero simplemente representan las expectativas que tiene nuestro Dios Santo para nosotros. Y es que le amemos a Él de todo corazón, es que le sirvamos a Él. Que vivamos en santidad, en pureza, reflejándole, viviendo para Él. Porque ese es el tema. ¿Qué estilo de vida prepara el que quiere vivir en la presencia de Dios? Y entonces, es una vida de santidad, una vida dedicada completamente a Dios, viviendo para Dios, no para sí mismo. Entonces, por eso empieza con las preguntas ahí en Salmo 15, versículo 1, donde dice, Jehová, ¿Quién habitará en tu tabernáculo? ¿Quién morará en tu monte santo? Yo simplemente estoy diciendo, mira, ¿Quién puede estar en tu presencia? Porque cuando vemos el tabernáculo y luego el templo, los que realmente representan la presencia de Dios, la presencia de Dios con su pueblo. Entonces, cuando tú te quieres acercar a Dios, tú te acercas a Él y vienes a Él, vienes al templo, pero de una forma física, por lo menos, pero primero tiene que haber un acercamiento espiritual. ¿Dónde está tu corazón? Por eso, en Juan 4, Jesús le dice a la mujer samaritana, luego ya en el Nuevo Testamento, le dice, los que quieren adorar, deben ser en espíritu, ¿no?, y en verdad. Realmente es el corazón. Te acercas a Dios por medio de tu corazón, y eso... y tu corazón... tu vida refleja lo que hay en tu corazón. Y entonces, por eso, aquí pone un estándar muy alto, que es la santidad, Porque el salmista mismo reconoce la santidad de Dios, que Yahweh es perfecto. Yahweh está separado del pecado. Yahweh es puro. ¡No puede! Es que no puedes escapar el juicio de Dios. No puedes alcanzar el estándar de Dios. Por ti solo necesitas la ayuda de Dios. Y entonces, al reconocer la santidad de Dios, por eso hace la pregunta ¿Quién? ¿Quién habitará en tu tabernáculo? ¿Quién morará en tu monte santo? Simplemente refiriéndose a donde pusieron el tabernáculo y luego el templo, simplemente mencionando la presencia de Dios, porque el salmista reconoce la soberanía de Dios, de que Yahweh lo controla todo. Yahweh nuestro Dios es el dueño de todo, y nada se escapa de las manos de Yahweh. El poder de Dios es total. No puedes escapar la observación de Dios. Ahora, hay varios pasajes similares, como el Salmo 24, del siglo III al VI, donde dice, ¿Quién subirá al monte de Jehová? ¿Y quién estará en su lugar santo? El limpio de manos, y puro de corazón. El que no ha elevado su alma a cosas vanas, ni jurado con engaño. Esto en versículo 5 del Salmo 24 dice, Él recibirá bendición de Jehová, y justicia del Dios de salvación. Tal es la generación de los que le buscan, de los que buscan tu rostro, oh Dios de Jacob. Pues simplemente refiriendo, ¿quién puede estar en la presencia de Dios? Aquel que es de fe. Aquel que confía en Dios. Aquel que anda en justicia. Y la razón por la que anda en justicia es porque tiene fe en Dios. Y entonces, basándose en su fe, tiene acceso a Dios y va a vivir en santidad. Va a vivir una vida que agrada a Dios. No para sí mismo, sino para Dios. Vive para Dios. Porque reconoce la santidad de Dios. Reconoce a este Dios tan maravilloso. Y por eso dice ahí en Salmo 24, versículo 6, tal es la generación de los que le buscan, de los que buscan tu rostro, oh Dios de Jacob. Incluso también en Isaías 33, Isaías 33, versículo 14, Isaías 33, versículo 14, dice, Los pecadores se asombraron en Sion. Espanto sobrecogió a los hipócritas. ¿Quién de nosotros morará con el fuego consumidor? Refiriéndose a Yahú, nuestro Dios. ¿Y de quién de nosotros habitará con las llamas eternas? Y entonces Él nos responde. Versículo 15. Isaías 33, 15. El que camina en justicia. O sea, el que hace lo recto. Dice, y habla lo recto. El que aborrece la ganancia de violencias. El que sacude sus manos para no recibir cohecho. El que tapa sus oídos para no oír propuestas sanguinarias. El que cierra sus ojos para no ver cosa mala. Este habitará en las alturas. Fortaleza de rocas será su lugar de refugio. Se le dará su pan y sus aguas serán seguras. Versículo 17 dice, tus ojos verán al rey en su hermosura. Verán la tierra que está lejos. Simplemente mencionando ahí que el que puede entrar en la presencia de Dios es el que es justo. el que tiene fe. Porque los pecadores no tienen acceso a Dios. No pueden venir ante su presencia. Primero tienen que ser limpiados. Y entonces, incluso volviendo aquí a Salmo 15, si miramos al Salmo 14, el Salmo anterior, versículo 2 dice... Bueno, la última frase del versículo 1 dice, no hay quien haga el bien. Entonces el versículo 2 dice, Jehová miró desde los cielos sobre los hijos de los hombres, para ver si había algún entendido que buscara a Dios. Todos se desviaron. A una se han corrompido. No hay quien haga lo bueno. No hay ni siquiera uno. Entonces, nadie puede venir ante la presencia de Dios solo, porque es pecador. Entonces, ¿cómo puede ser posible venir ante la presencia de este Dios Santo? Incluso en Salmo 5, versículo 4, dice, los insensatos no estarán delante de tus ojos. Aborreces a todos los que hacen iniquidad. destruirás a los que hablan mentira, al hombre sanguinario, el que busca sangre, y engañador abominará a Jehová. Entonces, Dios odia la maldad. Incluso en versículo 4, Salmo 5, versículo 4, dice, porque tú no eres un Dios que se complace en la maldad. El malo no habitará junto a ti. Entonces, si el malo no puede habitar junto a Dios, y luego el Salmo 14 nos dice que todos se desviaron, no hay quien haga el bien, todos estamos separados de Dios por nuestro pecado. Por eso está la pregunta en Salmo 15, versículo 1. ¿Quién puede estar en la presencia de Dios? ¿Quién habitará en su tabernáculo? Esa idea de habitar tiene la idea de morar. Morar con él, en su presencia. En el lugar donde Yahweh mora. Que él morará en su monte santo. Esa idea de habitar, de vivir. Ese lugar santo es un lugar específico, un lugar separado, con un propósito específico. ¿Por qué? Porque Yahweh es santo. Y por eso, en Salmo 1, Nos dice, bienaventurado el que se aparta del mal, ¿no? Bienaventurado el que se acerca a Dios, el que por su fe se acerca a Dios. Salmo 1, versículo 1, dice, bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha asentado. Entonces, ¿qué es lo que ha hecho? Se ha apartado del mal. no se asocia con la maldad, no piensa como ellos, no actúa como ellos, no pertenece al pecado, no vive para el pecado, sino que por su fe se acerca a Dios y confía en Dios. En versículo 2, en Salmo 1 dice, sino que en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche. Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto a su tiempo y su hoja no cae, y todo lo que hace prosperará. Entonces, vemos la bendición de aquel que tiene fe, de aquel que vive de acuerdo a lo que es agradable delante de Dios, y esa es la persona que puede venir ante la presencia de Dios. Y entonces, vemos aquí en el resto del Salmo 15, desde el versículo 2 hasta el versículo 5, viendo los requisitos, viendo este estándar alto, algunas de estas expectativas que Dios tiene para su pueblo. Para que vivamos en santidad, porque Dios requiere santidad. Entonces examina tu corazón antes de venir a su presencia. Porque en versículo 2 dice... empieza a responder y simplemente está mencionando aquellos que obedecen a Dios. Aquellos que le buscan, le van a obedecer, van a vivir de acuerdo a lo que es agradable delante de él. Y entonces, lo primero que nos menciona es que anda en integridad. En Salmo 15 versículo 2 dice, el que anda en integridad. Ahora, el que anda en integridad, Literalmente, la palabra integridad, en el original, tiene la idea de sintacha, irreprensible, que vive de una forma intacta, completo, entero. Y entonces es alguien que hace lo recto, aunque nadie esté mirando. Eso es como un trabajador. Un trabajador que no roba a su jefe, aunque le sea fácil. O un estudiante que no hace trampas en sus tareas ni en sus exámenes, aunque sabe que no le pillarían. O una persona que no deja de hacerlo recto, aunque nadie más lo vea. ¿Por qué? Porque vive para Dios. Vive en rectitud. Vive en integridad, haciendo lo que es recto delante de Dios, siendo irreprensible delante de Dios. No intentando hacer las cosas simplemente para ser visto de los hombres, sino vive para Dios. Lo opuesto sería alguien que es hipócrita. Alguien que hace cosas para ser visto de los hombres nada más. Y entonces, cuando nadie está mirando, hace lo que quiera. Vive de acuerdo a sus placeres. Sería alguien que hace lo malo cuando nadie está mirando. Alguien que es infiel en sus negocios. Alguien que no es confiable. Pero vemos aquí la exhortación. Incluso el requisito de andar en integridad. Incluso en el Nuevo Testamento, en primera de Tesalonicenses 5.22, dice, absteneos de toda especie de mal. Entonces, anda de una forma irreprehensible, para que nadie tenga nada malo que decir de ti. Por eso, absteneos de toda especie de mal. Que ni siquiera parezca que estés haciendo lo malo. ¿Por qué? Porque eres irreprensible. Andas en integridad. No tienes ninguna tacha, ninguna mancha. Sino que andas rectamente delante de Dios. Y entonces, también el versículo 2 nos dice, y hace justicia. Ahora es el término justicia. Tienen la idea de hacer lo recto. Caminar en rectitud. ¡Hacer lo que es legal! Entonces, al hacer lo que es legal, no haces nada que sea ilegal, sino que vives en rectitud. Esa idea de hacer justicia es hacer lo que es recto delante de Dios. Cumplir la palabra de Dios en todo aspecto de tu vida. Vivir de acuerdo a las expectativas de Dios. Vivir de acuerdo al estándar de Dios. De acuerdo a su palabra. Considerando la palabra de Dios en tu vida. Entonces, no te aprovechas del débil. No dañas a tu prójimo. Sino que dices la verdad en todo tiempo. Eres honesto en tus negocios. Haces lo recto, aunque te hagan mal. No te vengas. No buscas aprovecharte de los demás, sino que siempre haces lo recto. Siempre haces lo bueno. Ahora, lo opuesto a ello es alguien que siempre hace lo malo. Alguien que odia a todos, que se aprovecha de otros en sus negocios, que roba en toda oportunidad, que miente para salirse con sus planes, que oprime a todo el que puede, que busca dañar a otros, que rechaza la Palabra de Dios, que constantemente se desvía de la Palabra de Dios. Y la lista sigue. Es cualquiera que vive para hacer lo malo, que planea lo malo. Eso es lo que quiere hacer. Incluso, vemos la importancia de lo que está en tu corazón, porque la última frase del versículo 2 dice, y habla verdad en su corazón. Entonces, esta persona que puede estar en la presencia de Dios, anda en integridad, hace justicia y habla verdad en su corazón. Y esa idea de verdad es aquello que es fiable, aquello que permanece. ¿Por qué permanece? Porque no es mentira, porque no engaña. porque es verdad, porque es fidedigno. Y por eso continúa, lo que dice es verdad. Entonces medita, esa idea de hablar verdad en su corazón es la idea de meditar en lo puro, en lo verdadero. No piensa lo malo, sino que piensa lo que es bueno. Entonces es alguien que medita en la Escritura, alguien que considera la Palabra de Dios atentamente para tomar decisiones. ¿Considera la palabra de Dios para no desviarse del camino de Dios? ¡Ses la persona que habla verdad en su corazón! Incluso en el Nuevo Testamento, en Filipenses 4.8, nos dice, Por lo demás, hermanos, ¿todo lo que es verdadero? todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre, si hay virtud alguna, si hay algo digno de él, avanza en esto, pensar. Esa es la misma idea, en Filipenses 4.8, de pensar la verdad, y de hablar verdad en su corazón. Entonces meditas en lo que es recto, lo que es verdadero, lo que es correcto. Lo opuesto sería meditar en la maldad. Y entonces, acrecientas tu pecado, meditas cómo hacer la maldad, planeas tu maldad, consideras cómo dañar a otros, cómo aprovecharte de los demás, y entonces continúas en hacer maldad, y piensas y planeas tu maldad. Pero el que habita en la presencia de Dios, realmente prepara su corazón antes de venir en su presencia. Porque Dios requiere santidad. Examina tu corazón antes de venir a su presencia. Por eso menciona que aquel que está en la presencia de Dios es el que, en versículo 2, el que anda en integridad, el que hace justicia, el que habla verdad en su corazón. Y entonces aquí vemos cosas negativas, nos ha dicho varias cosas positivas, ahora nos dice negativas, donde dice el que no calumnia con su lengua. Esa idea de calumniar es chismear, o hablar mal de otro, hablar con maldad. Y entonces, no calumnia con su lengua. Esa idea de no calumniar con su lengua es no hablar mal de otro. sino que habla lo que edifica, siempre. Puede ser cuando tu vecino te hace mal, no hablas de ello a otros. ¿Vale? No sismeas sobre tu vecino. Nunca hablas mal de otro. No empiezas sismes sobre otros. No interpretas las acciones de otros para mal, sino que piensas lo bueno. Entonces, no hablas mal de otros, sino que edificas con tu boca. Lo opuesto sería hablar con el propósito de deshonrar a los demás. De deshonrar a tu vecino. Hablar mal de otros. Empezar chismes. Mentir sobre otros. Pero aquí hay una característica del que vive en la presencia de Dios, es que no calumnia con su lengua. Entonces, no habla mal de otro. no usa su boca para el mal. Incluso también en el versículo 3 dice, ni hace mal al prójimo. Entonces, no solamente no habla mal, sino tampoco hace mal. Porque esa idea de hacer es la idea de producir, o de llevar a cabo, ¿el qué? La maldad. Entonces, el que no hace mal a su prójimo, no practica lo malo contra su prójimo. No busca dañar a nadie. Es como cuando el vecino deja basura enfrente de tu casa, pues no se la tiras a la cara. O cuando la basura, a lo mejor, llega a tu patio, pues no te molesta, sino simplemente la tiras a la basura. Cuando tu vecino no te deja dormir por su fiesta, no buscas dañarle, sino que haces lo bueno. Lo opuesto sería vengarte. Sería vengarte con maldad. Hacer lo malo contra tu prójimo. Hacer cosas simplemente por molestar. Quizás tirar basura en su patio. O rayar su coche. O hacerle la vida difícil. O quizás robarle algo a tu vecino. O a tu prójimo. Mentir a tu vecino. Es decir, hacer cualquier maldad a tu vecino. Eso sería lo contrario. Cuando aquí lo que dice El que habita en la presencia de Dios no hace mal a su prójimo. Y tampoco, la última frase del Vesículo 3 dice, ni admite reproche alguno contra su vecino. Esa idea de admitir es levantar o apoyar. Y reproche es abuso o deshonra. Entonces, el justo ni siquiera apoya abuso. contra su prójimo. No permite... No permite que se deshonre a su prójimo. No permite que se abuse al justo. ¿Por qué? Porque hace lo bueno. Hace lo que es recto. Y entonces, es como cuando alguien está murmurando... ¿Qué es lo que hace el justo? Le para. No escucha la queja contra otro. No permite que se hable mal de otros. Ahora, lo opuesto sería permitir que se hable mal de tu prójimo, permitir la mentira, permitir la injusticia. Pero aquí nos dice que el justo no admite reproche contra su vecino. Es que Dios requiere santidad. Examina tu corazón antes de venir a su presencia. Y entonces vemos la importancia de vivir de acuerdo al estándar de Dios, Incluso sigue la lista en versículo 4, donde dice, Aquel a cuyos ojos el vil es menospreciado, pero honra a los que temen a Jehová. Entonces vemos un contraste, ¿no?, donde dice, mira, con odia a la impiedad, pero ama a la justicia, y honra a los que temen a Dios. ¿Por qué? Porque vive para Dios, y como vive para Dios, no vive para sí mismo, y entonces ama a su prójimo. En Levítico 19, versículo 18, dice, no te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino amarás a tu prójimo como a ti mismo, yo Jehová. Ese es el sello de aprobación, ¿no? Eso era Levítico 19, versículo 18. Y entonces esa idea del dil, aquí en versículo 4, Salmo 15, versículo 4, dice, aquel a cuyos ojos el dil es menospreciado, Dil, literalmente, tiene la idea de el que es rechazado, el que es perverso. Entonces, es rechazado por su perversidad. Y entonces, le menosprecia. Menosprecia es la idea de... le desprecia. ¿Por qué? Porque no quiere ninguna asociación con el pecado. Es la misma idea del Salmo 1, versículo 1, donde dice... que, bienaventurado el varón, que no anduvo en consejo de manos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado. Pero es que pasa, menosprecia el pecado. No quiere el pecado, no se acerca al pecado, no se asocia con el pecado. Y entonces aquí volviendo a Salmo 15, versículo 4, dice aquel cuyos ojos del vil es menospreciado, es que desprecia al que continúa y vive en su pecado, y ama su pecado. No se acerca al que vive buscando la vanidad. Y entonces, simplemente es, el justo no se alegra cuando alguien ocupa una casa a la fuerza. El justo no se alegra cuando roban a su prójimo. No se complace cuando alguien engaña y se sale con la suya. Sino que odia cuando alguien peca. Sino que desprecia al que vive en su pecado. no se acerca al que rechaza a Dios. Ahora, lo opuesto de menospreciar el pecado es aceptar la maldad. El no molestarse por el pecado, no molestarse cuando la gente hace maldad, sino complacerse con el que vive en su pecado. Pero aquí vemos la importancia de menospreciar el pecado. Incluso nos dice en versículo 4 que honra a los que temen a Jehová. Honra al que teme. Al que teme a Dios. Y es la idea que ama al que hace lo bueno. Respeta al justo. Bendice al que vive para Dios. Entonces, ¿qué es lo que hace? Habla bien de los justos. Sirve a los que viven para Dios. Lo opuesto sería despreciar a los que viven para Dios, rechazar a los que hacen lo recto, honrar a los que hacen el mal. Pero el justo no debe ser, no debe de hacer eso, sino que debe vivir para Dios y honrar a los que viven para Dios, a los que reverencian a Dios en sus vidas, a los que le honran, a los que estiman Y por eso dice, honra, que es la idea de estimar o de dar respeto o dignidad a aquellos que temen, que temen a Jehová. Incluso dice, otra característica, dice, el que aún jurando en daño suyo. No por eso cambia. Pues es la idea de alguien que es fiel a su palabra. Que cuando promete algo, no cambia. Entonces, no titubea en su palabra. Puedes confiar en lo que dice. No cambia de pensar como el viento, sino que cumple su palabra. Entonces, es como un negociante que no cambia su contrato simplemente porque le salió mal. No le baja el salario a su trabajador porque la siega no produjo como esperaba. No. Él prometió, él cumple. No cambia su promesa. No cancela sus responsabilidades porque sus planes no funcionaron. Sino que hace lo que es justo aunque le cueste. Esa es la persona que aun jurando un daño suyo no por eso cambia. Porque es más importante agradar a Dios que su bolsillo. Es más importante agradar a Dios que el dinero. Que sus negocios. Lo opuesto sería cambiar para tu provecho en todo tiempo. Ser desleal. No cumplir tu palabra. Ser hipócrita. O sea, decir algo y hacer otra cosa. ¿Por qué? Porque cambias de acuerdo a lo que te aprovecha. Pero vemos la importancia de mantenerse puro para Dios, viviendo para Él. Porque el pecador no va a habitar en la presencia de Dios. En Salmo 5, versículo 4, Salmo 5, versículo 4, dice, Porque tú no eres Dios que se complace en la maldad. El malo no habitará junto a ti. Incluso en Salmo 101, Salmo 101, versículo 7, Salmo 101, versículo 7. El 7 al 8 dice, No habitará dentro de mi casa el que hace fraude, el que habla mentiras no se afirmará delante de mis ojos. De mañana destruiré a todos los impíos la tierra para exterminar de la ciudad de Jehová a todos los que hagan iniquidad. ¿Es que Dios rechaza la maldad? El pecador no habitará en la presencia de Dios, el que continúa en su pecado y en su rebeldía. Porque Dios rechaza la maldad en Proverbios 6 Proverbios 6, versículo 16 Proverbios 6, 16 al 19 Dice, seis cosas aborrece Jehová, y aún siete abomina su alma. Entonces vemos como Dios rechaza y abomina, aborrece y odia el pecado, porque lo describe en el versículo 17. Proverbios 6.17 dice, los ojos altivos, la lengua mentirosa, las manos derramadoras de sangre inocente, el corazón que maquina pensamientos inicuos, los pies presurosos para correr al mal, el testigo falso que habla mentiras y el que siembra discordia entre hermanos. Es que Dios requiere santidad. Examina tu corazón antes de venir a su presencia. ¡Prepara tu corazón! Prepara tu corazón para vivir de una forma que es agradable delante de Dios. Porque, volviendo aquí a Salmo 15, la lista continúa en versículo 5, donde dice, quien su dinero no dio a usura. Se termina usura, tiene la idea de intereses. O simplemente es un pago extra sobre la deuda. Y es un uso injusto del dinero. Y entonces, ¿qué es lo que está haciendo? Está usando su dinero para aprovecharse de los demás. Y entonces, aquel que no da su dinero a usura, es que no se aprovecha del necesitado. no hace injusticia con su dinero, no roba al pobre, no usa su dinero para mal. Entonces, un pobre trabajador en deuda, cuando le pide dinero para plantar sus campos, para pagar su deuda, o sea, le está intentando pagar su deuda, pero necesita un poquito más de dinero para plantar, el justo se lo presta sin intereses. ¿Por qué? Porque le ayuda a pagar su deuda. Porque no tiene deseo de aprovecharse de los demás. Porque conoce que todo lo que tiene se lo ha dado Dios. Y entonces es fiel, no se aprovecha. Lo opuesto sería alguien que aumenta los intereses. Alguien que se aprovecha de las necesidades de los demás. Vale, ¿quieres el dinero ahora? Bueno, pues vas a tener que pagar por ello. Vas a tener que pagar más de lo normal. Va a haber intereses y voy a incrementar los intereses. Si no pagas en cierto tiempo. Y entonces, oprime. Por medio de su uso del dinero. Incluso en Éxodo... Éxodo 22, 25, eso era prohibido. Éxodo 22, versículo 25. Dice... Cuando prestares dinero a uno de mi pueblo, al pobre que está contigo, no le portarás con el dinero logrero, ni le impondrás usura. Si tomares en prenda el vestido de tu prójimo a la puesta del sol, se lo devolverás. Porque sólo eso es su cubierta, es su vestido para cubrir su cuerpo, en que dormirá. Y cuando él clamare a mí, yo le oiré porque soy misericordioso. Y simplemente diciendo, mira, cuando Cuando prestes dinero a los pobres, considera su pobreza. Ayúdales. Porque si los ayudas vas a recibir bendición, pero si no los ayudas, el pobre va a clamar a mí, y yo voy a escuchar, y voy a mostrar misericordia al pobre, al que clama, pero a aquel que se aprovecha de los pobres, no le voy a mostrar misericordia. En Deuteronomio 23, versículo 19, Deuteronomio 23, versículo 19. 23.19 dice... No exigirás de tu hermano interés de dinero, ni intereses de comestibles, ni de cosa alguna de que se suele exigir interés. ¿Por qué? Porque vives para Dios. y porque vas a usar tu dinero para Dios, no para aprovecharte de los demás. Y entonces aquí volviendo a Salmo 15, dándonos estas características del que vive en presencia de Dios, estas expectativas que representan aquel que vive exclusivamente para Dios, no para sí mismo, Nos ha dicho que es el que anda, en versículo 2, el que anda en integridad, el que hace justicia, el que habla verdad en su corazón, el que no calumnia con su lengua, ni hace mal a su prójimo, ni admite reproche alguno contra su vecino, aquel a cuyos ojos el bien es menospreciado pero honra a los que temen a Jehová, el que aun jurando en daño suyo no por eso cambia, quien su dinero no dio a usura, Y luego, la última característica que menciona aquí, en el versículo 5, dice... Ni contra el inocente admitió cohecho. Ahora, ese término cohecho, es la idea de soborno, o presente. Entonces, no admite, el término admite tiene la idea de tomar, o de quitar, de recibir. ¿Qué es lo que está haciendo? Aquel que es limpio, aquí lo menciona como inocente, aquel que es libre, dice, ni contra el inocente admitió cohecho. Entonces, es la idea de recibir soborno para permitir la justicia. O incluso, eh... aquel que no recibe soborno, es que hace lo que es justo. No pervierte la justicia. No permite la injusticia. No se deja influenciar a hacer lo malo. Hace lo que es recto, aun cuando le ofrecen dinero. Aun cuando le ofrecen poder. ¿Por qué? Porque vive para Dios. Ahora eso podría ser como un político te pide que mientas en un juicio para protegerle. Y le dices que no. Porque vas a hacer lo que es recto. Defiendes la causa del justo contra el que soborna para ganar. Lo opuesto sería tomar el soborno. Entonces, mentir. No importar si algo es justo o no, sino defender tu bolsillo. Y... Es exactamente lo opuesto a lo que Dios quiere. En Éxodo 23. Éxodo 23, versículo 8. Dice. No recibirás presente. Porque el presente ciega a los que ven. Y pervierte las palabras de los justos. ¿Qué es lo que está diciendo? El soborno. Ese amor al dinero. Ese amor por recibir. Ese soborno ciega. Y pervierte la justicia. Entonces, no lo recibas. Incluso en Deuteronomio 27, versículo 25. Deuteronomio 27, versículo 25, dice... Entonces, simplemente está mencionando esa gran importancia de decir lo que es recto. Y no recibir el soborno, no pervertir la justicia. Y por eso dicen, ni contra el inocente admitió cohecho. ¿Por qué? Porque vive para Dios. Nadie le puede influenciar a hacer lo malo. ¿Por qué? Porque se cuida. Se cuida de cómo viene delante de Dios. Y esta persona que se cuida para venir delante de Dios, realmente refrena su boca y recibe la bendición de Dios. Porque busca a Dios de todo corazón, y por eso no resbala. Porque termina el Salmo, ahí en la última frase del versículo 5, donde dice, el que hace estas cosas no resbalará, Jamás. Ahora no resbala porque tiene la bendición de Dios. Porque Dios le defiende, porque Dios le protege. Porque tiene la bendición de Dios. Incluso en Salmo 23, Salmo 23, versículo 6, dice, ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida. Y en la casa de Jehová moraré por largos días. Viendo esa estabilidad. ¿Por qué? Porque hay temor de Dios. Porque andas en rectitud. Salmo 119, versículo 1 al 3. Aquellos que buscan a Dios de todo corazón realmente tienen estabilidad. Dice Salmo 119, versículo 1, Bienaventurados los perfectos de camino, los que andan en la ley de Jehová. Bienaventurados los que guardan sus testimonios y con todo el corazón le buscan, pues no hacen iniquidad los que andan en sus caminos. Esas son las personas a las cuales se está refiriendo aquí en Salmo 15. Aquellos que buscan a Dios de todo corazón. Y por eso no resbalan. En Salmo 37. Salmo 37, versículo 31. Salmo 37, versículo 31. Dice, la ley de Dios está en su corazón. O sea, vive de acuerdo a la ley de Dios. Por tanto, sus pies no resbalarán, sino que van a tener estabilidad. Eso era Salmo 37, versículo 31. El profesor dice, por tanto, sus pies no resbalarán. ¿Por qué? Porque la ley de su Dios está en su corazón. En Salmo 16, versículo 8, dice, a Jehová he puesto siempre delante de mí, porque está a mi diestra. No seré conmovido. No va a caer. no va a titubear, no va a resbalar jamás. Como nos dice ahí esa última frase del Salmo 115, perdón, Salmo 15, versículo 5, dice el que hace estas cosas no resbalará jamás. Ahora, Dios requiere santidad. Examina tu corazón antes de venir a su presencia. Porque si no andas en santidad, Tu acceso a Dios se daña. Si no te arrepientes de tu pecado, recibirás castigo. Si no buscas a Dios, te irá mal. Y por eso tenemos aquí este pasaje, porque Dios quiere un pueblo santo. Yahweh tiene un estándar alto. Es que debes de cuidar tu estado espiritual. No vivas para ti mismo, vive para Dios. Sólo los que califican por fe tienen acceso a Dios. Nadie puede engañar a Dios. Nadie puede estar en la presencia de Dios por sí solo, por sus propios méritos. Nada se escapa de la observación de Dios. Dios busca a los que le temen. Pero muchas veces pensamos que es imposible vivir para Dios y lo dejamos a un lado. Y no nos arrepentimos de nuestro pecado. No vivimos vidas ejemplares. Muchas veces no buscamos a Dios de todo corazón. No consideramos a Dios en nuestras vidas. No consideramos la soberanía de Dios en nuestras vidas. Y entonces ponemos nuestra confianza en otras cosas. O pensamos que necesitamos otras cosas para nuestra satisfacción. O hacemos lo malo para intentar avanzar. O nos molestamos rápidamente porque nuestros planes se interrumpen. No creemos a Dios y tampoco creemos su palabra. A veces vivimos para nuestros deseos pecaminosos. A veces estamos dispuestos a hacer todo cuanto podamos para conseguir algo que no tenemos y codiciamos. O pensamos que somos mejores que los demás. Buscamos nuestro propio bien primero. O incluso ni siquiera reflejamos a Dios en nuestras vidas. Y no vivimos En santidad. No considerando nuestro corazón delante de Dios. A veces nos afanamos por la vida. Nos molestamos de que Dios no hace lo que queremos. Entonces nos falta contentamiento. Nos falta agradecimiento. Y pensamos que nosotros es que somos perfectos. Nos justificamos a nosotros mismos. Somos autosuficientes. Y nos amargamos a veces contra Dios. Criticamos a otros. Y queremos, a veces queremos ser como los demás. Y es que nos falta amor. Porque no amamos a Dios de todo corazón. No somos fieles a Dios. No confiamos en Dios. No nos arrepentimos de nuestro pecado. No vivimos vidas ejemplares para Dios. No vivimos la santidad que Dios requiere. Lo que Dios quiere de nosotros es santidad. No vivas para ti mismo. Vive para Dios. Vive en el temor de Dios. Vive en la justicia de Dios. Vive de acuerdo a su palabra. Dios requiere santidad. Examina tu corazón antes de venir a su presencia. Vamos a terminar en oración.
Dios Requiere Santidad, Examina Tu Corazón Antes de Venir a Su Presencia
Série Salmos
ID do sermão | 11716164012 |
Duração | 47:45 |
Data | |
Categoria | Culto de Domingo |
Texto da Bíblia | Salmos 15 |
Linguagem | espanhol |
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