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Tenemos que tener en cuenta que el evangelio es amor y es gracia y es misericordia y se predica libremente a todo mundo, pero también con el rechazo a esa gracia también viene la advertencia de Dios si un pecador lo rechaza y no. no obedece. Entonces, teniendo eso en en mente, le voy a invitar que busque ahí Lucas diez y vamos a dar lectura hoy en esta tarde de Lucas diez de el el capítulo diez versículo doce hasta el versículo dieciséis y le voy a invitar que se ponga sobre sus del Señor Dios y vamos a leer lo que Dios tiene para nosotros en esta tarde y Jesús dice ah hay que empezar hay que empezar desde desde el ocho para tomar el contexto porque a mí me gusta siempre tener el contexto en mente vamos a empezar ahí en Lucas diez vamos a empezar desde el ocho para agarrar el contexto y dice en cualquier ciudad en donde entréis y os reciban comé lo que se os sirve sanada a los enfermos y si hay en ella y decidle, se ha acercado a vosotros el reino de Dios. Pero en cualquier ciudad donde entréis y no os reciban, salid a sus calles y decid, hasta el polvo de vuestra ciudad que se pega a nuestros pies, nos los sacudimos en protesta contra vosotros, empero sabed esto. que el reino de Dios se ha acercado. Os digo que en aquel día será más tolerable el castigo para Sodoma que para aquella ciudad. ¡Ay de ti, Corazón! ¡Ay de ti, Bethsaida! Porque si los milagros que se hicieron en vosotras hubieran sido hechos en Tiro y Sidón, hace tiempo que se hubieran arrepentido sentados en cilicio y ceniza. Por eso, En el juicio será más tolerable el castigo para Tiro y Sidón que para vosotras. Y tú, Capernaum, ¿acaso serás elevada hasta los cielos? Hasta Lades serás hundida. El que a vosotros escucha, a mí me escucha. El que a vosotros rechaza, a mí me rechaza. El que A mí me rechaza, rechaza al que me envió. Esa es la lectura de la palabra del Señor en esta tarde. Puede tomar su lugar hermanos. Pues algo de la exposición consecutiva de la palabra de Dios, así como lo hemos estado haciendo ya por el libro de Romanos y ahora el evangelio de Lucas, en veces los pasajes coinciden con cosas que estamos experimentando en nuestro mundo actual. Todos ustedes saben que las elecciones fueron este martes y yo les digo personalmente, yo estoy muy contento por los resultados que surgieron. No necesito preocuparme de que mis hijos se los lleven a guerras, que nosotros estamos peleando sin ningún caso, sin ningún nada. Yo personalmente di mi voto al presidente Trump. No lo apoyo a él al 100%, pero sabe que yo siempre voy a apoyar a cualquiera que se apegue a principios y morales cristianas. Creo que Dios tuvo misericordia de nuestra nación, que ya por algún tiempo esta nación nos hemos estado yendo ya a lo descarado delante de Dios. Y creo que Dios nos está mostrando una última vez la misericordia, porque nosotros como nación no nos la merecemos. Y si nosotros no nos arrepentimos como nación y nos volteamos a Jesús creo que puede lo que vamos a mirar aquí puede pasar aquí también está en Estados Unidos lo que miramos y aprendemos de estas ciudades aquí en Jesús mandó a los 70 para ir a predicarles a Acerca del reino de Dios y de que él era el Mesías y que él venía con el poder demostrarse de que él era el verdadero Mesías que Dios les había prometido aquí Jesús no solamente les da ese aspecto sino que también les dice en los 70 esas ciudades si no los reciben a ustedes algún día va a venir el juicio y este juicio no solamente tenemos que verlos como el día de juicio este juicio también ellos estas ciudades lo experimentaron por completo y ahora lo vamos a mirar Jesús está hablando como profeta cuando Jesús da ayes Un aye sabe lo podemos mirar aquí lo podemos Mirar en Mateo 24 que Jesús da ayes también contra los fariseos y da ayes en contra de Jerusalén por su desprecio cuando Jesús levanta la voz y dice ay de ti Jesús está pronunciando una maldición sobre esa persona que se está rechazando esa gracia que le está mostrando esa misericordia Jesús aquí se está levantando como el profeta de los profetas y está dando un está dando una sentencia a las ciudades que no reciben a estos a estos a estos 70 Y Dios puede mostrar mucha gracia, y aquí es donde creo que el mensaje encaja con este tema actual que estamos viviendo. Dios puede mostrar mucha gracia. Dios puede mostrar mucha misericordia. Y Dios puede hasta prolongar el castigo que nosotros como nación individualmente merecemos. Pero la paciencia de Dios no es eterna. La paciencia de Dios no es eterna. Nosotros vivimos en una nación donde decimos, ay, podemos ser como nosotros queramos, podemos hacer toda clase de barbaridad, y al cabo, no hay castigo. Dios no ha hecho nada. Mira lo que está pasando en el mundo, y Dios no nos castiga con lo que realmente merecemos. Entonces, eso quiere decir de que Dios olvida, de que Dios siempre muestra gracia, Dios siempre muestra misericordia, y Dios tiene una paciencia que no se agota. Pues estas ciudades que Jesús aquí da la sentencia sobre ellas, en 40 años estas ciudades quedaron completamente derrotadas y quemadas, que duraron miles de años para saber dónde realmente existieron estas tres ciudades. Y Jesús las compara con otras tres ciudades completamente paganas que también Dios mandó la sentencia de su destrucción por su pecado, por su barrabasada de pecado sexual y Dios los destruyó a ellos. Y Jesús dice, ¿Va a ser más tolerable el castigo de estas tres ciudades paganas? que de Ti Corazón, que de Ti Bethsaida, de Ti Capernaum. Y Jesús, mientras va alcanzando todas las otras ciudades, va con el mismo sentimiento. Si no me reciben a mí, van a recibir algún día el juicio de mí. Si no reciben la gracia de mí, si no reciben el evangelio que yo traigo, si no reciben las buenas nuevas que yo les estoy ofreciendo, algún día de parte de mí van a recibir Esta condenación va a ser una condenación física mientras que Dios destruye todas estas ciudades, pero también en el día de juicio va a ser más tolerable para aquellos que nunca escucharon de Jesús y que nunca escucharon el evangelio para estas tres ciudades de Sodoma, Tiro y de Sidón. Para ellos que nunca supieron nada, Dios va a tener más tolerancia. la condenación de ellos que con sobre la condenación de naciones que han han sido ah bendecidas por el evangelio de cristo como es nuestra nación encaja no es un versículo que yo elegí este fue como como encajó entonces Jesús hay que recordarnos poquito Jesús designa a los setenta los envía de dos en dos porque Jesús ahora sí ya va rumbo a Jerusalén porque ahí va a ir a morir en la cruz del Calvario y los manda como una ola de de de misioneros predicando su mensaje predicando el evangelio del reino anunciando la venida del Mesías y van los manda por anticipo a a todas las ciudades una vez más para evangelizarlos y les dice el reino de Dios se ha acercado. O sea, el reino de Dios viene siendo esa esfera de salvación donde Dios gobierna en los corazones que se arrepienten y se voltean hacia Jesús a través de fe en él. Y el mensaje es Dios se ha acercado, el reino de los cielos se ha acercado y tú puedes tener paz con Dios porque su reino se ha acercado a ti y a través de creer en su hijo es como recibes paz con Dios. y recibe salvación de Dios. Ahora tengan en mente, para esta gente, ellas experimentaron lo doble. Ellos experimentaron en lo físico y también en lo espiritual. Primero viene lo espiritual, paz con Dios, delante de su presencia, delante de su ley, pero también cristianos que realmente creyeron lo que Jesús dice aquí. ¿Sabe qué? ¿Sabe qué pasó? No había cristianos cuando Dios mandó que llegar al juicio a estas tres ciudades. No había. Los cristianos miraron a los romanos y se acordaron de las palabras de Jesús. ¿Y sabe qué dijeron? Vámonos. Jesús nos dijo que esto iba a venir y todos los cristianos, verdaderos cristianos, se expandecieron por el mundo entero. para ir a predicar en otros lugares y no hubo cristianos para cuando llega el juicio físico sobre estas ciudades entonces paz física también se puede aplicar paz espiritual también se puede aplicar se puede aplicar salvación de Dios espiritualmente pero también salvación física para los que realmente creyeron las palabras de Jesús no experimentaron nada porque no había cristianos en vista para cuando llegaron los romanos Y en tres años arrasaron con todo lo que era conocido como Galilea, como Samaria y como Judea. Los romanos arrasaron completamente con todo. hay historiadores romanos que están escribiendo a los 100 años después de que pasó todo esto y ellos escriben, describen que, que, que, que Palestina, porque para este tiempo los romanos le pusieron Palestina porque ya no querían que judíos se acercaran porque ya era completamente la tierra maldita por Dios, ya no era la tierra santa y los romanos le pusieron a esa región Palestina y muchos de los historiadores romanos, ¿sabe cómo hablan acerca de toda esa región? Hablan como files, porque no quedó nada. Habla de ciudades donde habían antes metrópolis exitosos y había gran economía en estas ciudades y después de 100 años era files de puro pasto. Porque la ira de Dios no es eterna, perdón, la paciencia de Dios no es eterna. Viene Dios en juicio. Ahora, ¿les da 40 años? Sí, les da 40 años. 40 años de gracia si le da 40 años empezando aquí con estos 70 ahí lo acabamos de leer que les dice vayan a estas ciudades y díganle el reino de Dios se ha acercado y si no lo reciben si no lo reciben a ustedes no me están recibiendo a mí no están recibiendo a aquel que me envió entonces díganles y háganles este gesto ustedes están peor que las ciudades vaganas. Nos estamos haciendo ese gesto como si estuviéramos saliendo de una ciudad vagana, sacudiéndonos nuestra ropa y sacudiéndonos el polvo de nuestras sandalias. Ahora se más interesante. Jesús sí les dice que lo único que deben de responder después de que los rechazan las ciudades, deben de actuar con un gesto y deben decir algo. Y lo que deben de actuar es quitándose las sandalias, sacudiéndose el polvo, sacudiéndose las faldas que usaban en aquel entonces, sacudiéndose el polvo de ahí y les dice, y deben de decirles, aunque no nos reciban, El reino del de el reino de Dios se ha acercado. Ahora sí es interesante que Jesús no les pide que repitan la advertencia. Jesús les da la advertencia a estos setenta, pero no les dice a Jesús y díganle lo que digo yo acerca de las ciudades. Esta advertencia Jesús se los da a los setenta, pero no se los pide como requisito que lo anden diciendo. Y así es el evangelio. Cuando tú Compartes el evangelio con alguien. La primer vez hablas con ellos, tratas de mostrarles el evangelio y lo haces en una manera de gracia, en una manera de amor, lo haces tratando de mostrarles su pecado y el perdón que tenemos en Cristo y su sacrificio por nosotros y cómo somos declarados justos y pones tu confianza en Él. Cuando tú primeramente predicas el evangelio a alguien, lo haces con mucho amor. Y si rechazan por la primera vez, ¿sabes qué dices? Dices, no, pues oro por ti para que Dios siga obrando en tu vida. Y la segunda vez sigue, la tercera vez, hasta que llega un tiempo en que tú le dices, este evangelio que yo tanto te he estado predicando, tú rechazándolo, te estás condenando por escuchar este evangelio. Si tú no respondes en fe, tú mueres sin Cristo. va a venir esto, esto y lo otro. Y así es el modelo en cómo Jesús nos lo muestra. Y ese modelo en que Jesús se lo mostró a estos 70. Ahora, no les dice, después de que se sacudan, díganles que el reino de Dios ha llegado y hay de ustedes, y hay de esto, hay del otro. No. Jesús lo dice, pero no se los requiere. Ahora no sabemos si ellos lo hicieron o no. Lucas no nos lo dice. Ahora lo que Jesús aquí está dando es una advertencia y tenemos que tomar las advertencias de la misma manera de cómo tomamos las promesas de Dios. Muchos cristianos reciben las promesas de Dios, reciben El amor de Dios, la gracia de Dios, la misericordia de Dios y es lo único que reciben, pero el amor realmente es amor cuando realmente tienes suficiente valor de decirle a una persona que está mal o que está rumbo a la destrucción, eso es verdadero amor no solamente algo calientito que te sientes en el corazón y algo que te hace sentir maripositas el amor no es tanto eso el amor también amas a una persona por eso lo corriges yo amo a mis hijos y porque los amo los corrijo también los en veces les doy más de lo que ellos se merecen y trato de tenerlos bien pero también en ese mismo amor cuando hacen ellos algo mal tengo que mostrarles su pecado Y es una espada que corta de doble filo. Puedes hablar con amor, pero también ese amor, tienes que tener suficiente amor de decirle a la persona de tanto gracia que se te está mostrando y tú la rechazas. Sobre ti va a caer tu propia sangre en el día de juicio. ¿Por qué? Porque entre más luz tienes tú y más recibiste conocimiento del evangelio de Cristo y lo echaste a un lado, fuiste indiferente y no lo aceptaste, sobre ti va a caer condenación por lo que tú rechazaste de Cristo. Esa es la realidad. Mire lo que Jesús dice, empezando en el 12. Os digo que en aquel día. Ahora, aquí Jesús le asegura a los 70 lo que pasará en aquel día. Y la pregunta es, pues, ¿de qué día se está refiriendo Jesús? ¿Se está refiriendo Jesús del día de juicio del gran trono blanco? Muchos comentaristas y muchos predicadores piensan de que es solamente el enfoque aquí del gran trono blanco. Pues sabe qué? En el gran trono blanco, Dios no va a juzgar a ciudades. Sabe que va a juzgar Dios? Dios va a juzgar a personas. individualmente, personalmente. Ahora, ¿podemos aplicarlo al día de juicio ahora nosotros en el nuevo pacto? Claro que lo podemos aplicar, pero aquí en lo que Jesús está hablando, hablándole a ciudades enteras, a ciudades completas, aquí Jesús parece que él está no enfocándose tanto en aquel juicio final, sino un juicio que ellos van a experimentar estas tres ciudades físicamente, emocionalmente, la ira de Dios, el abandono de Dios. O sea, estas personas sintieron el abandono de Dios. Dios los dejó. Vinieron los romanos. y arrasaron con todos. Y los que no, ahorita lo vamos a mirar lo que dice Josefo, los que no fueron vendidos como esclavos a las naciones. puede ser el día de juicio pero también pienso que Jesús está hablando aquí de ciudades enteras de ciudades en las que Jesús ministró y no quisieron creer va a venir ese juicio y ellos lo iban a experimentar y más adelante en el juicio final también les va a ir peor ellos miraron los milagros de Jesús a la vista plana. Nadie se los contó. Ellos miraron a Jesús ministrar, escucharon la voz de Dios audiblemente. Ellos miraron a Jesús a silenciar demonios y el poder que el poder que él tenía para hacer señales y prodigios dentro de ellos. Ellos miraron todas esas cosas como ciudades. Jesús iba y ministraba a toda una ciudad. El juicio del juicio eterno, del trono blanco. Ese tribunal va a ser individual, no va a ser de ciudades, no va a ser de familias. Tú, si mueres fuera de Cristo, tú te vas a parar delante de tu creador y vas a dar cuenta. Y se van a abrir los libros y después de que se te levanten todas tus culpas, vas a ser expulsado a donde es el lloro y el crujir de dientes, el lago de fuego. No va a ser ciudades, no va a ser familias, va a ser individuos. Aquí Jesús está refiriendo de un día en que Dios va a juzgar a ciudades. Mira lo que dice, será más tolerable el castigo para Sodoma que para aquella ciudad. Aquella ciudad donde salgan y no lo reciban. Entonces aquí vamos a tener a seis ciudades. Tres ciudades del Antiguo Testamento Contrastadas con tres ciudades actuales para el tiempo que Jesús aquí está ministrando. Y la primera, sabemos quién es la primera, sabemos cuál es la peor ciudad, aparte después de que Dios destruyó al mundo con Noé. Después la primer ciudad que es mencionada en la escritura de ser completamente, absolutamente perversa, con pasiones de homosexualidad tan aberrantes que Dios resume su enojo contra esa ciudad en Génesis 18 20 y dice el clamor de Sodoma y Gomorra ciertamente es grande y su pecado es sumamente grave. Así se explica a Dios de esta ciudad. Sodoma y Gomorra, aunque aquí Jesús solamente menciona a Sodoma, pero era una ciudad con una gran depravidad. Y la única gracia que Dios les pudo mostrar a estos depravados es de mandar sacar de la ciudad a la familia de Lot. Esa es la única gracia que Dios les pudo mostrar. que no encontró a nadie digno de que se les mostrara misericordia, aunque Abraham pidió por ellos y pidió por ellos. Y Dios dijo no, es tal el pecado de esta homosexualidad. Imagínense, Dios manda ángeles a sacar a Job y a su familia. Y estos depravados miraron a los ángeles y querían entrar a conocer a los ángeles. Ese término que se que la Biblia habla de relaciones sexuales y eran los del pueblo. Y lo que hace Lot es para silenciar su calentura, les trata de enviar a las hijas. Era tanto la depravidad que Dios, la única gracia que le pudo mostrar a Sodoma fue sacar a Lot antes de una increíble destrucción total de fuego y azufre del cielo por su pecado. Las otras dos ciudades que Jesús aquí va a levantar, son tiro y sidón. También son el ejemplo del antiguo pacto de ciudades paganas. Por un tiempo se acercaron a Israel en el tiempo de David y Tiro y Sidón fueron los que donaron y los que ayudaron con en ciertas guerras por el por la costa del Mediterráneo, pero ayudaron para donaron muchos de los materiales para que Salomón pudiera erigir el primer templo. Pero después se entregaron a la ideolotría, al paganismo, a la maldad y a la avaricia. Estas dos ciudades. Y la cosa es de que Dios se levantó contra estas dos ciudades y contra su rey. Y lo puede mirar en Isaías, lo puede mirar también en Ezequiel. Y la manera en que Dios habla acerca del rey de Tiro es como si Dios estuviera hablando de cómo Satanás cayó del cielo. Déjame, se lo leo, Ezequiel 28, si le gustaría ir allá. Ezequiel 28, del 12 al 13 y del 14 al 15, mira lo que dice. Aquí está hablando del Dios, del Rey de Tiro, Dios, de cómo se había gloriado y lo compara como Satanás mismo. Aquí es donde se sale y sale la idea de cómo Satanás cayó del cielo por lo que le dice al Rey de Tiro. Y mira lo que le dice el Rey de Tiro, empezando en el 12. Tú eras el sello de la perfección, lleno de sabiduría y perfecto en hermosura. En el Edén estabas, en el huerto de Dios. Toda piedra preciosa era tu vestidura, el rubí, el topacio, el diamante, el berillo, el berilo, el once. Oínse, y el jaspe, el sapiro, la turquesa, la esmeralda, el oro, la hechura de tus engastes y tus encajes estaba en ti el día que fuiste creado. Fueron preparados, y el catorce, tú que eras un protector. Está hablando del rey de Asiro, pero está hablando como si le estuviera hablando a Satanás hecho hombre. ¿Tan perverso era este rey de Tiro? Imagínense, si el rey es perverso, imagínense el pueblo. Si el rey se le habla como a Satanás mismo, imagínense qué malvado era el pueblo. Sodoma era el símbolo de perversión. Tiro y Sidón vienen siendo el símbolo del Antiguo Testamento de ser gobernado por Satanás mismo. O sea, eres pueblo de Satanás. Eso es lo que Jesús está tratando aquí de comparar. ¿Qué peor es ser comparado o más bien ser el pueblo del diablo? Pues es Terasiro y es Terasidón. Las peores tres ciudades del paganismo son estas tres. Esas tres ciudades. Pero también contrasta Jesús a tres otras ciudades. Opuestas a estas tres paganas ciudades, Jesús levanta otras tres ciudades que actualmente estaban ahí en Galilea. Y ellos se consideraban ser el pueblo de Dios, los escogidos de Dios. Y Jesús dice, cuando llegue el juicio, será peor para ustedes que para aquellos. aquellos que son símbolo de perversión, que son símbolos de ser el pueblo de Satanás. Si ustedes no me reciben, más tolerable va a ser para éstos, para ustedes. No suena bonito, ¿Verdad? Como les digo, si no hubiera caído aquí, yo nunca lo hubiera levantado, pero ¿Sabe qué? Eso es lo que sigue nuestro evangelio, y Jesús les está diciendo, ustedes tres ciudades, Betseida, Capernaum y Corazin, ciudades que experimentaron el ministerio de Jesús a primera mano. Milagros los miraron con sus propios ojos. La palabra de Dios la escucharon con sus propios oídos. Personalmente se les predicó el evangelio a ustedes ciudades y la escucharon directamente de la boca de Jesús y miraron su perfecta vida. y lo que él era y lo que Dios había dicho de él y que él era el Mesías. Estos gentiles paganos, malvados, perversos del antiguo testamento, del antiguo pacto. Recibirán un castigo menor. Que la gente del pacto, o sea, los judíos que vivían en el tiempo de Jesús. Es lo que dice en el 12. Os digo que en aquel día será más tolerable el castigo para Sodoma que para aquella ciudad. O sea, el aviso es más o menos este. Será tolerable. Será más tolerable el juicio para las personas que nunca oyeron hablar de Jesús. Que nunca se les predicó el evangelio. Que para ustedes que acaban de escucharlo y lo rechazaron. hubiera sido mejor nunca haber escuchado nada. Y eso no solamente va para estas ciudades, eso es también para nosotros. Es mejor no saber nada del evangelio e ir al infierno. Es mejor ser completamente ignorante y nunca escuchar el nombre de Jesús e ir al infierno. ¿Por qué? Porque va a ser más tolerable para el que nunca escuchó. Pero para los que crecieron en el evangelio y lo rechazaron y no lo creyeron, Jesús exagera tratando de mostrarnos la gravedad. Ahora, estas son las tres ciudades. Ahora, de Sodoma y de Gomorra, no es la primera vez que el pueblo de Dios es comparado con Sodoma. En Isaías 1, Isaías compara a Jerusalén a ¿sabe quién? A Sodoma y a Gomorra. En Revelación 11.8 Juan está recibiendo la revelación de parte de Jesús y dice Jesús, y sus carabres yacerán en la calle de la gran ciudad que simbólicamente se llama Sodoma y Egipto, donde también su señor fue crucificado. O sea, Jerusalén es comparada con Sodoma y Egipto, de donde Dios tiene que entrar a rescatar a su verdadero pueblo. Así como lo hizo con Sodoma, con Lot, y con Moisés en Egipto. Ahora tengo en claro, Toda esta gente está reservada para el día de juicio, el gran trono blanco, el juicio final. Todas estas personas que murieron sin creer en Jesús serán condenadas personalmente en la presencia de Dios para siempre llegar al castigo eterno que va a venir siendo el castigo y el tormento eterno en aquel lugar. hasta va a haber niveles de castigo. Los que no escucharon van a recibir un castigo menor que los que sí escucharon y rechazaron. Hay niveles de castigo. Así como va a haber niveles de recompensa en el cielo, va a haber niveles de castigo. Los que nunca escucharon van a ser castigados eternamente, pero no tanto y de tanta gravedad como los que sí escucharon y desobedecieron y rechazaron. Y Jesús dice a cualquier ciudad que no lo recibe lo rechacen. y rechacen el mensaje del reino, vamos a ponerlos en estos términos. Vamos a decir que a Sodoma le fue leve cuando Dios en un día la destruyó con fuego del cielo, pero en un día, es como le digo a mi esposa, ¿qué prefieres, morir en un avión, estrellándose en un avión o morir siendo destrozado por un león? ¿Qué es más grave? Ser comido por un león poquito a poquito y sufrir eso. Es mejor morir en un avión porque, ¿sabes qué? Se estrella el avión y ahí quedas. Lo sientes, quizás. ¿Por cuánto lo sientes? Porque nunca me ha tocado. Pero es algo instantáneo y se acabó. A Sodoma le pasó algo instantáneo. Dios en un día los acabó. Tiro Isidón también. De volada los acabó. Y aquí Jesús les está diciendo, ¿saben qué? Va a ser más tolerable. Cuando yo venga en mi juicio, va a ser más tolerable lo que le pasó físicamente a Sodoma, a Tiro y a Sedón, a lo que les va a pasar a ustedes. Ustedes me rechazan a mí. No van a poder escaparse de mi juicio. Ese no lo van a poder rechazar. Ahora, como les digo, el juicio para estas ciudades fue físico y también eterno. Ellos recibieron el doble de la moneda. Ellos se pensaban, la gente del pacto, se creían los fieles religiosos preferidos de Dios. Pero Jesús les deja claro, su destrucción será más catastrófica y después en la eternidad, en el infierno mismo, será más ardiente para ustedes de lo que fue para Sodoma y Gomorra y para Tiro y para Sidón. ¿Por qué? Porque el que recibe más luz es castigado con más fuego. El que recibe más luz del Evangelio y lo rechaza será castigado por tanta luz que recibió y no quiso recibir. No quiso arrepentirse. Eso también va para nosotros. Tenga cuidado en pretender ser cristiano. Dios en el día de juicio no lo va a tomar. no lo va a tomar light. Y pretender ser cristiano toda la vida y rechazar la gran gracia y misericordia que Dios está mostrando hasta el día de hoy y rechazarlo al final, no creas que Dios lo va a tomar. Muy bonito. Dios lo va a tomar como algo muy, muy grave porque tuviste mucha, mucha luz y se te predicó domingo tras domingo tras domingo. toda la palabra de Dios, todo el consejo de Dios. Y mira lo que dice en el trece. Hay de ti Corazín, hay de ti de Bethsaida. Ahora, Corazín no se sabe mucho, porque para siempre fue destruida por Dios a través de los romanos. No quedó absolutamente nada. Lo único que se sabe de ella era de que fue una aldea pequeña, como a tres millas de Capernaum. Es lo único que se sabe de Corazón. No existió para contarla. No existió ni siquiera para encontrarla. Recuerda que Capernaum viene siendo la ciudad principal, donde que viene siendo la sede de Jesús durante su ministerio. Jesús siempre regresa a Capernaum y de ahí sale a otras ciudades y Corazón, Corazín, estuvo expuesto a Jesús, a sus milagros, a su poder contra la enfermedad, sobre la muerte y sobre el dominio de las tinieblas. Y Jesús aquí dice, ay, pero el ay no es ay, no, el ay es maldición sobre ti el hay de un judío no es ay así como decimos nosotros ay ay ay ese no es el hay de un judío el hay de un judío es maldita seas tu corazón si tú no me recibes es una maldición que Jesús está aquí pronunciando Es algo donde Él les está diciendo, no me reciben, algún día nos la vamos a ver, corazón. Ahora la otra es Bethsaida. Sabemos de que fue una pequeña ciudad al noroeste de Capernaum y por lo único que se conoce Bethsaida es de que Pedro, Andrés y Felipe eran de Bethsaida, los tres apóstoles. Pedro, Andrés y Felipe, de ahí eran, esa era su hometown. Es lo único que se conoce de Bethsaida. Duraron miles de años para volverla a encontrar, porque quedó como polvo. Así como quedó Sodoma y así como quedó Tiro y Sidón. Esas ciudades tampoco ya ahora, hoy en día, no se encuentran. Betseida fue completamente destruida para siempre por Dios, a través de los romanos también. Entonces ambas, Betseida y Coracín, estuvieron expuestas al poder de Jesús, al ministerio de Jesús y lo rechazaron. Y Jesús dice en el 13, porque si los milagros que se hicieron en vosotras hubieran sido hechos en Siro y en Sidón, o sea, aquí está Jesús hablando de una posibilidad que nunca se hizo. Si los milagros se hubieran hecho en esas antiguas ciudades de Tiro y de Sidón, Jesús está hablando de una posibilidad. Si hubiera habido una oportunidad y no hubo oportunidad para Tiro de Sidón, pero si Dios hubiera hecho eso, Jesús está diciendo ella si se hubieran arrepentido. Con silicio y ceniza, aquí Dios está hablando de su soberanía. Y de la manera en que él muestra gracia. ¿Y sabe qué? Dios en su soberanía no le mostró ninguna gracia ni ninguna misericordia a Tiro e Isidón. Pero sabiendo Dios que si se los hubiera mostrado, ellos se hubieran creído. Imagínense eso. El potencial de eso. Y aún así Dios dijo no. que ellos cumplan su pecado y mueran en él. La misericordia de Dios no es algo que nosotros debemos tomar levemente. Hay muchas naciones que si lo que ha visto Estados Unidos hubiera experimentado otra nación, no estuvieran como está ahorita Estados Unidos. donde celebramos la homosexualidad. Y no le llamamos homosexualidad. ¿Ahora sabe cómo le llamamos? Ahora le llamamos orgullo. ¿Sabe qué orgullo hay en la perversión de la sexualidad? Que lo único que produce esa perversión son malestares físicos. ¿De dónde viene el SIDA? ¿De dónde viene el monkeypox que estuvo apenas el año pasado en la comunidad homosexual? ¿No vienen los hijos? ¿No viene la vida? ¿Viene la muerte? Y ahora nosotros lo hemos bastardizado tanto que ahora en lugar de decirle perversión le decimos orgullo. Y ahora están las iglesias, la banderita de orgullo, y suben los pastores a detrás del púlpito con su banderita de orgullo. Pues imagínese el día que Dios se canse. Imagínese el día que Dios se canse y diga ya estuvo. Ahora es tiempo. Imagínese eso. Atírio y Asidón fueron destruidas por los Asirios y también por los Babilonios y no se les dio oportunidad. No se les mostró ningún milagro, sabiendo Jesús que si se hubieran mostrado milagros se hubieran arrepentido. Así como se arrepintió Nínive, Nínive, se arrepintió Nínive y por 100 años, excelente, después de 100 años, Dios tuvo que también destruirla porque se revertieron otra vez a su pecado y idolatría. Porque si los milagros que se hicieron en vosotras se hubieran sido hechos en tiro en sidión, hace tiempo se hubieran arrepentido sentados en cilicio en ciniza. Ellos se habrían arrepentido y no hubieran rechazado y se habrían vestido de cilicio. El cilicio venía siendo una túnica de pelo de camello negro grueso. Era una prenda oscura que era símbolo de duelo y la ceniza puesta sobre la cabeza era un símbolo de muerte en representación de arrepentimiento, de dolor por el pecado y de quebrantamiento por el pecado. Pero Corazón y Betseida por su propio orgullo propio de rechazar la gracia de Dios y decir yo puedo yo no necesito a Jesús yo las puedo solas porque nosotros somos el pueblo de Dios porque nosotros somos los elegidos de Dios hay que rechazar a este Mesías hay que rechazar su mensaje Al cabo, nosotros siempre vamos a ser el pueblo de Dios y a nosotros nunca nos va a pasar nada porque Dios nos promete de que nos va a proteger, de que nos va a conservar, de que somos nosotros los hijos de Abraham. Dios nunca haría eso con nosotros. ¿Sabe qué? Equivocados. Dios con gusto lanzó el juicio sobre ellos. Por eso siempre los más religiosos, los más autojustificadores son los más difíciles de salvar. Porque piensan que no necesitan salvación. Aún con todos los milagros del mundo, Jesús hizo todos sus milagros, fueron en esa área. ¿No creyeron? Y Jesús diciendo, y si los milagros que les, tantos milagros que les hice ustedes aquí, los hubiera hecho allá. unos 600 años antes de ustedes, ellos hubieran creído. Así como Nínive le creyó a Jonás sin mirar ningún milagro. Estos miraron los milagros, se hubieran vestido en cilicio y se hubieran arrepentido igual que Nínive. Pero ustedes que piensan que la tienen hecha porque son hijos de Abraham y porque no necesitan ustedes, son el pueblo predilecto de Dios y que Dios nunca se va a levantar con ustedes, sino que siempre los va a apachar, siempre los va a cubrir, siempre los va a proteger. Esa es mentira. Por eso el juicio será más tolerable para el castigo para tiro y sidón que para vosotras. Dice el 15, ¿acaso serás elevado hasta los cielos? O sea, pensando que a Pernaúm, no, pues nosotros somos la ciudad más importante acá, de acá es donde Jesús corrió todo su ministerio, Jesús nos va a elevar a nosotros, así como una nueva Jerusalén, como una nueva ciudad de donde Dios usa. Pero no, mira lo que les dice, hasta el lugar de los muertos serás hundida. siendo el centro misionero de Jesús, siendo la sede de Jesús, habiendo oído, habiendo visto, presenciado muchos de los milagros de Jesús, habiendo escuchado las enseñanzas de Jesús. Y ¿sabe qué? De Capernaúm nunca se escucha nada malo. Perdón. Nunca se escucha nada malo, pero también de Capernaum nunca se escucha nada bueno. Ellos son indiferentes. No son como Nazaret. Ya Nazaret luego Jesús trató de predicarles y luego lo querían matar. Lo querían echar por un barranco. Capernaum nunca se habla mal, nunca se habla bien. Ellos fueron completamente indiferentes al mensaje del reino. Y en lugar de ser elevada. como la ciudad de Jesús, la ciudad del Mesías, su gente, la fama. Eso hubiera sido una nueva Antioquía. Pero Jesús les dice, porque fueron indiferentes y no me creyeron, hasta el lugar de los muertos van a ser ustedes hundidos. Usa la palabra Hades, está el Hades. Ahora, uno pensaría, qué poesía tan alarmante de Jesús. Ay, Jesús, qué tan poético, Jesús. Ay, pues, o sea, miramos la gravedad, pero es una gravedad poética, donde Jesús solamente está exagerando para comunicar el punto. Aquí Jesús está dando una exageración impactante. Pero esto no es poesía. Esa es la realidad. Esta no es poesía. Es profecía apocalíptica. ¿Sabe qué es profecía apocalíptica? Profecía de Pym. Jesús no está, Jesús no está exagerando, Jesús no está siendo poeta, Jesús no está siendo caótico, Jesús aquí está dando una profecía de estas ciudades de Galilea por donde Jesús pasó en camino a Jerusalén durante La vida de muchas de estas personas que estuvieron aquí y escucharon la predicación de los 70, escucharon la predicación de los 12, muchos de ellos sufrieron en carne propia un espantoso y horrendo juicio cuando Dios levantó a los romanos para terminar con todo el antiguo pacto y todos los del antiguo pacto. Josefo, Nos da un relato personal. Ahora, Josefo era un judío que se piensa que él era fariseo, pero él también era un general. ¿Sabe de qué región? De Galilea. Este Josefo trató de combatir a los romanos cuando Vespasiano primeramente llegó en el año sesenta y seis y trató hacer levantar una guerra y combatir a los romanos y y y y en cierta manera tratar de refenar los que no pasaran dentro de Galilea. Este hombre por providencia de Dios se salva de todo eso. Ya llega hasta donde ya están llegando los últimos de sus Y este hombre, no se sabe si hizo chapuzas a sus generales y a sus soldados, pero se empiezan a matar haciendo unas suertes y él termina de que él se va a matar al último y no se mató. Lo conquista Vespasiano y lo hace un traductor. Y este cuando lo conquista y lo encuentra a Vespasiano en una cueva, se dirige a Vespasiano como emperador romano. O sea, le habla como profeta, según dice Josefo. Este Josefo era de Galilea. Este Josefo fue uno de los historiadores medio exagerado, pero también muy preciso en todos esos lugares y en ciertas normas de que nosotros no conocemos de aquel entonces, se toman de ese Josefo. Él nos da un relato personal de las guerras judías. Lo puede encontrar en el tercer libro. Duró cuatro años, comenzando con Vespasiano en el año sesenta y seis y continuó por cuatro años, culminando con la destrucción ardiente de Jerusalén. Y mire cómo Josefo lo describe. Cito. Con esto provocó a los romanos a tratar el país según la ley de la guerra y los romanos por la ira que sintieron por este intento, o sea, por de ellos tratar de combatir a los romanos, los de Galilea, no dejaron ni de noche ni de día quemando los lugares en la llenura y robando el ganado que había en el país, matando a todo lo que pareciera capaz de luchar perpetuamente, y llevando a la gente más débil como esclavos al cautiverio, de modo que Galilea estaba llena de fuego y de sangre, y no estaba extinta de ningún tipo de miseria o de calamidad. Mira lo que dice más adelante. Ciertamente fue Dios, por tanto, quien trajo a los romanos para castigar a los galileos. Y luego expulsó a la gente de la ciudad, cada uno de ellos manifestantemente para ser destruidos por sus sangrientos enemigos. porque cayeron sobre las puertas de las grandes multitudes y llamando fervientemente a los que los custodiaban, y eso también por sus nombres. Sin embargo, fueron degollados en medio de sus súplicas porque el enemigo cerró las puertas del primer muro y sus propios ciudadanos cerraron las puertas del segundo, de modo que fueron encerrados entre dos muros y fueron asesinados en gran número. A la vez, muchos de ellos fueron atravesados por espadas por sus propios hombres y muchos de sus propias espadas. Además, en un inmenso número que fue asesinado por los romanos, ni tuvieron ningún coraje para vengarse. A la consternación se sentían por el enemigo. Se sumó el hecho de que sus propios amigos los traicionaran, que los que les quebró el ánimo y al final murieron mandeciendo, no a los romanos, sino a sus propios ciudadanos, hasta que todos fueron destruidos, siendo el número como doce mil. Eso solamente en una ciudad. Mire otra ciudad. Entonces los hombres de Tito saltaron de la ciudad y se apoderaron de ella. Y enseguida, por cuanto los que estaban ahí se reunieron, hubo una feroz batalla entre ellos. Pero los hombres de poder cayeron sobre los romanos en aquellas calles estrechas. Las mujeres les arrojaron todo lo que tenían en mano y sostuvieron una lucha con ellos durante seis horas. Pero cuando los hombres combatientes se agotaron, el resto de la multitud fue degollada. parte en el aire libre, parte en sus propias casas, tanto jóvenes como viejos. Así que no quedaron varones, aparte de niños, que con las mujeres fueron llevados como esclavos al cautiverio. De modo que el número de los muertos, tanto ahora en la ciudad como en la batalla anterior, fueron de 15,000 y los cautivos fueron 2,000. 330 esa calamidad sobrevino sobre los galileos el día 25 del mes de esos eso fue otra ciudad mire otra ciudad tampoco los samaritanos ya ve que jesús trató de acercarse a los samaritanos Lo rechazaron. Pero mira lo que José Fou habla. Tampoco los samaritanos escaparon de su parte, de las desgracias de ese momento, porque se unieron en la montaña llamada Guérezín. que es para ellos una montaña santa, y lo más adelante dice, pero cuando no pudieron prevalecer con ellos, cayó sobre ellos y los mataron a todos. Siendo el número 11,600, esto sucedió en el día 27 del mes de Sios, y también fueron las calamidades que sobrevinieron los samaritanos en ese momento. La misma ciudad de Josefo. También habla de cómo murieron niños, murieron mujeres, murieron todos los hombres al filo de la espada de los romanos. Y al final de su ciudad, Fespasiano dijo y dio la orden que la ciudad fuera demolida por completo y todas sus fortificaciones quemadas. El mar de Galilea, mire cómo habla José Bo, el mar de Galilea, porque en el mar de Galilea también hubo también una contención con los con los de ahí, de esas ciudades alrededor, y los romanos agarraron lanchas y empezaron a a a a pelear encima del mar. Y mire cómo lo describe él. De hecho, fueron destruidos de diversas maneras en todas partes, hasta que el resto, al ser obligados a huir, se vieron obligados a de dejar la tierra mientras los barcos los rodeaban en el mar. Como por muchos de ellos fueron rechazados cuando estaban llegando a la orilla, fueron asesinados por los duros dagos en lo largo. Los romanos saltearon sus naves y destruyeron mucho más que en la tierra. Entonces podía ver el lago todo ensangrentado y lleno de caráveres porque ninguno de ellos escapó. su olor terrible y un espectáculo muy triste hubo en ese país. en esos días siguientes, en cuanto las costas estaban llenas de náufragos, de cadáveres hinchados, y como los cadáveres se inflamaban por el sol, se podrían corrompían el aire de tal manera que la miseria no solo fue objeto de comercición para los judíos, sino también para aquellos que los odiaban y habían sido los autores de esa miseria. ¿Este fue el resultado de la lucha naval? El número de los muertos incluidos que fueron asesinados en la ciudad antes fue 6,500. Personas que creyeron en Jesús no estaban ahí. Creyeron la palabra de Jesús cuando dijo, cuando ustedes miren a Jerusalén o a Galilea, rodeada por ejércitos, huyan a los montes. Hubo salvación para ellos. Hubo paz para ellos. Dios les dio el anticipo y Dios les prometió. Cuando ustedes miren estas cosas, ustedes huyan, no tengan tiempo de dejar nada atrás. Ustedes mirando esto, ustedes huyan a los montes. Ahí va a haber salvación para ustedes, pero para los que nunca creyeron la palabra de Jesús y. Rechazaron. Vino. Estas palabras se hicieron realidad. Y Josefo, imagínense mirar un mar lleno de sangre, con cadáveres por todos lados y todas las ciudades destruidas, quemadas. Porque Jesús les dijo, hey, si no me reciben a mí, Si no reciben mi reino, si no vienen a hacer paz conmigo y vienen y me reciben y me siguen y me obedecen, no va a haber vida para ustedes. Y en el día final les va a ir peor. Así como les fue a esta ciudad, les va a ir peor físicamente, pero en el día final el castigo va a ser peor que estas ciudades. En el castigo eterno va a ser peor para ustedes que para Tiro, para Sidón, y para Sodoma, que experimentaron destrucción total. Y Jesús les promete destrucción total y una destrucción eterna en el lago de fuego por rechazar. Y Jesús termina con esto, el que a vosotros escucha a mí me escucha, al que a vosotros rechaza a mí me rechaza. El que me rechaza a mí, rechaza a aquel que me envió. Jesús lo toma muy en serio, el rechazo. Quizás ahorita miremos una nación floreciendo con mucha prosperidad y con mucha gracia, con mucha benevolencia enseñada a ella. Quizás eso se nos muestra. Y si seguimos rechazando, Jesús lo toma personal. Este rechazo no va a ser para siempre. Este rechazo va a llevar a ser galardonado por un castigo. Nosotros como ración necesitamos arrepentirnos. porque el que rechaza el mensaje de Cristo no está rechazando el que da el mensaje, está rechazando Jesús mismo. Y Jesús mismo dice, el que me rechaza a mí también rechaza a aquel que me envió. Y el que me envió es mi padre mismo. Me envió a anunciar libertad a los cautivos. Me mandó emancipación para los cautivos. Me mandó a proclamar el año agradable del Señor. Pero no crean que porque ahí termino también el día de venganza de nuestro Dios. La salvación viene con uno siendo salvo y otros siendo condenados. Así salva a Dios. Salva a unos y condena a otros. Y si tú has recibido esa salvación de Dios, no debes de menospreciarla. Hay un pecado peor que la homosexualidad. Hay un pecado peor que el paganismo. Hay un pecado peor que la que la idolatría. Hay un pecado más aborrente que todos estos que nosotros ahora miramos y decimos hay gente malvada, perversa, cochina. Hay un pecado peor y sabes para Jesús cuál es el pecado peor. La incredulidad y la indiferencia. No es tanto los homosexuales. No es tanto los idólatras, no es tanto los paganos, no es tanto los que adoran el dinero, adoran lo material, adoran a Satanás, no es tanto eso. El peor pecado que el hombre puede cometer es el rechazo a la gracia de Dios. Y quizás ahorita no lo recibas. pero algún día no vas a poder escapar de tal calamidad. Amén. Oremos. Padre, te damos gracias por tu palabra. Señor, ayúdanos a no menospreciar, Señor, la gracia que tú nos muestras. Ayúdanos, Señor, a tomar en cuenta y atesorar la misericordia y vivir según esa misericordia que nos es ofrecida y nos es mostrada. Señor, ayúdanos a vivir agradecidos. No merecemos lo que tú nos das. No merecemos, Señor, lo que nosotros tenemos. No merecemos la vida, Señor, que nosotros vivimos. Pero tú, en tu gracia, Señor, nos la prestas. Ayúdanos, Señor, a no ser indiferentes. Ayúdanos a no ser Incrédulos. Ayúdanos, Señor, a mirar tu gracia y a reposar en ella y a seguirte en obediencia. Señor, que no nos pase, porque va a ser peor el castigo que lo que estas personas experimentaron. Nosotros conocemos mucho más que lo que estas personas conocieron. Mucho más aún que Tiro Sidón y Sodoma. Señor, nuestro castigo va a ser peor que todos ellos por la gran luz que tú nos has mostrado personalmente y hasta como nación. Nación que empezamos dando la gloria a Dios y diciendo en Dios confiamos, ahora estamos terminando indiferentes y rechazando el Dios en el cual nuestros antepasados se orgullecieron en decir que confiaban en ti. Señor, trae también arrepentimiento a esta nación. Te pedimos, Señor, que tú cambies nuestros corazones, Señor, y miremos la gravedad, Señor, de rechazar la gran gracia que nos es ofrecida en Cristo Jesús. Señor, y te pedimos, Señor, que nos despidas con bien en esta tarde. En el nombre de Jesús, tu Hijo, lo pedimos. Amén.
(81) Ayes contra Galilea
Série El Evangelio según Lucas
ID do sermão | 111124151166329 |
Duração | 1:00:37 |
Data | |
Categoria | Culto de Domingo |
Texto da Bíblia | Lucas 10:12-16 |
Linguagem | espanhol |
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