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Transkrypcja
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En nuestros dos estudios anteriores hemos visto este asunto de las obras que serán puestas a prueba por fuego, se refiere a todo lo que hayamos hecho desde el momento de nuestra conversión hasta la hora de nuestra salida de este mundo. Y uno de los textos que se encuentra aquí mismo, al final de este capítulo 9, es el gran texto, lo vimos incluso ayer en el Instituto de Pablo y su argumento sobre el atletismo profesional, los corredores en el maratón de larga distancia, los luchadores, los que practican el box, y cómo se aplicaba todo esto a sí mismo, corriendo, ¿no?, así de esta manera, peleando, ¿no?, como alguien dando golpes al aire. Todo esto viene al final con la esperanza de completar y cumplir su servicio cristiano y no caer en la trampa, lo que vimos ayer, de ser descalificado de esta competencia. Y lo que nos interesa aquí, estamos en 1 Corintios 9, es previo a esta gran ilustración, esta metáfora que hemos visto ya varias veces, en donde cada creyente está metido por medio de esta lucha, ninguno está como espectador, todos estamos luchando, no los unos en contra de los otros, sino en contra de nosotros mismos. el único que nos pueden pedir para que avancemos y crezcamos y se cumplan los propósitos de Dios en nuestra vida, el único que nos pueden pedir resulta ser nosotros. Pero antes de esta gran ilustración vamos a agarrar la lectura y es en relación con su obra apostólica, el hecho de que trabajaba Este, de buena voluntad, este texto también, me sorprende que lo vimos ayer en el Instituto, en el versículo 16, dice, pues que anuncio el Evangelio no tengo de que gloriarme, pues me es impuesta esta obligación, se traduce en necesidad de nuestras versiones antiguas, Pero es una dispensación, ¿no? Que se menciona por segunda vez en el versículo 17. Es una administración como mayordomo. Y dice, hay de mí, si no cumplo con eso, si no anunciar el evangelio. No vamos a discutir el uso de esta palabra, hay. Es una palabra que implica juicio y intervención de parte de Dios. En el caso de Pablo, sería para corregir al apóstol, si fuera desobediente a su llamamiento, a su vocación. Y luego dicen en el 17, si lo hago de buena voluntad, esto es el tema que vimos ayer, premio tendré. Mas, si lo hago simplemente por obligación o cumplir con el libero bajo fuerza, en la versión antigua, de todos modos, ¿no? Esta dispensación, mayordomía, administración, me ha sido encargada. Entonces, ¿cuál es mi recompensa? Que predicando el Evangelio pongo el Evangelio de Cristo Es un gran tema acerca de cómo no recibía un sueldo. Este gran apóstol, de los que iba a evangelizar, no recibía ni un quinto para no usar mal o abusar de mi autoridad en el evangelio. Por lo cual, y ahora viene nuestro tema que vamos a ver después de la introducción. Siendo libre, es un juego de palabras sobre los hombres nacidos libres en contraste con aquellos que nacieron como esclavos, que eran la mayoría de las personas en aquel entonces. Siendo libre para con todos, Me he hecho esclavo. Esa es la palabra griega, siervo en nuestras versiones, ¿no? En español, la mayoría traducen la palabra como siervo. Siendo un hombre nacido libre, se había esclavizado. Y viene otro juego de palabras aquí en relación con la palabra todos. Siendo libre para con todos, me he hecho siervo o esclavo de todos. Y ahora viene esta fórmula que conocemos para ganar y se traduce al mayor número. Es una referencia al mayor número posible de personas. Para ganar al mayor número posible, dice, de personas se había esclavizado. Y entre paréntesis, no, el número de personas que se van a salvar es un número fijo. Y Pablo quiere ser usado para alcanzar al mayor número de estas personas. Y luego comienza un gran argumento que vamos a ver en parte del video. Heme hecho a los judíos como judío para ganar a los judíos. A los que están sujetos a la ley, aunque yo no sea sujeto a la ley, a los judíos se refiere, dice, como sujeto a la ley. para ganar a los que están sujetos a la ley, a los que son sin ley. Estos son los gentiles. No como si fuera sin ley, no estando yo sin ley de Dios, más en la ley de Cristo. Es un gran tema en donde los creyentes hemos sido librados de la obligación de guardar la ley, de obedecer los mandamientos como medio de salvación. Y sin embargo, estamos vinculados con la misma ley por medio de Cristo. Cristo nos dice que si me aman, entonces guardan mis mandamientos. Entonces, no es el antinomianismo, no es un hombre que vive sin ley, sino su relación con la ley es a través de la persona y obra de Cristo. Cristo la guardó en su lugar. Y ahora pretende, intenta guardar esa misma ley, la ley de amor, para obedecer, servir, honrar y glorificar a Cristo. Esa es su relación, está entre paréntesis. Pero todo esto lo dice, lo hago para ganar a los que están sin ley. Me he hecho a los débiles débil, para ganar a los débiles. Y vuelvo a la palabra todos, es el juego de palabras aquí. A todos, me he hecho todo. Bien el juego de palabras. Para que de todos modos, de todas maneras, de todas formas, salve a algunos, logre la salvación de algunos. Y esto lo hago por causa del evangelio, para hacerme, y esto es otra fórmula técnica aquí, se traduce bien en la versión antigua, juntamente participante, coparticipante del mismo evangelio. Y a raíz de esta cosa que vamos a discutir en este texto que acabamos de leer, se lanza a la gran ilustración del atletismo. que ya vimos con más detalles hace poco. Ahora, ¿listos? Ahora buscan, no pierdan de vista este texto y vamos a 2 Corintios 5, hay que apurarnos. Vamos a este texto también que conocemos, que hemos visto varias veces ya en los estudios anteriores, 2 Corintios 5. Y el tema aquí es Lo que hemos estado viendo, vamos hasta el versículo 10. Es necesario, es ministerio, es indispensable que todos nosotros parezcamos, o sea, es una cita a la cual tendremos que llegar, ¿no?, cada ser humano ante el tribunal de Cristo. Para que cada uno reciba según lo que hubiera hecho por medio del cuerpo, o sea, bueno o malo. Este es el gran tema de la Bema, Tribunal de Cristo, en donde las obras de los clientes serán juzgadas para determinar su grado de recompensa. Pero vean en el versículo 11, este texto también lo estábamos comentando ayer en el Instituto Estado, estando pues, y esta palabra es fuertísima, poseídos del temor del Señor, persuadimos a los hombres. Esa es la única reacción correcta como vamos a ver el día de hoy a todo este asunto. Hemos de responder con un grado de miedo y temor ante esta tremenda realidad y lo que hemos de hacer en base a este temor es lo que acabamos de leer en el capítulo 9, hacer todo lo posible para persuadir a los hombres, ¿no? Y termina diciendo que a Dios somos manifiestos y espero que también a vuestras conciencias somos manifiestos, ¿no? De que lo que le motivaba a Pablo hacer todo lo que hacía en su obra apostólica misionera es este punto, ¿no? Y apelaba a las conciencias de los oyentes en aquel entonces para dejarlo bien en claro. Ahora, para introducir nuestro tema el día de hoy, vuelvo a una de estas listas que vimos hace poco. Y también esta lista, la vimos el día de ayer, eso no fue mi intención, pero la vimos en el instituto en relación con otros asuntos. Y es esta lista de textos, voy a agarrar algunos de los ejemplos, ¿no? Que dicen lo mismo. Por ejemplo, Romanos 14 dice, de manera que cada uno de nosotros dará a Dios razón de sí. En Romanos 14 se refiere al mismo asunto del tribunal de Cristo, en donde daremos a Dios razón de lo que hicimos en este mundo con nuestras vidas. Y el tema aquí es tanto para creyentes como los no creyentes, el mismo asunto. En Efesios 6, cada uno recibirá, según lo que haya hecho, recibirá algo como recompensa, ¿no? por el bien que hicimos. Cada uno recibirá ese bien, lo recibiremos del mismo Señor. El Señor en Efesios 6, 8, el texto es Cristo. Y los textos que estoy repasando aquí son los que hemos estado viendo. En 1 Corintios 3, el que planta y el que riega son una sola cosa, son eslabones en una gran cadena de salvación. Y sin embargo, cada uno recibirá su recompensa conforme a su labor. En 1 Corintios 3, en el mismo capítulo, la obra de cada uno será manifestada. Este texto lo hemos visto desde hace varios domingos consecutivos. El día declarará por el fuego, se manifestará la obra de cada uno, cual sea la que fuera. El fuego hará la prueba. Y todo el asunto de las recompensas, que no es exactamente nuestro tema el día de hoy, sino más bien el día de juicio, cuando todo esto va a suceder. Los textos que hablan de esto son muchísimos. Es uno tras otro, tras otro pasaje que habla de esto. En Mateo 16, de la boca de nuestro Señor Jesús, el Hijo del Hombre vendrá a la gloria de su Padre con sus ángeles y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras, 16-27. Lo mismo en Marcos 9, y lo mismo al final de la Biblia, estoy cortando la lista hasta el capítulo 22 del Apocalipsis. Y aquí yo vengo presto, mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según fuere su obra. Y es texto tras texto tras texto que habla de esta manera. Es el mismo tema, vean, otra vez en 2 Corinthians 5, al cual Pablo se refiere cuando dice, es necesario que cada uno hace su acta de presencia ante el tribunal de Cristo para que cada uno reciba según lo que hubiera hecho por medio de este cuerpo, sea bueno. o malo. Estos textos abundan, ¿no? Son repetidas veces, son tan contundentes que nadie puede dudar de esto, pero aquí nuestra introducción lo vamos a discutir más. La triste realidad en cuanto a esto es lo siguiente. Tan solo los creyentes creemos en esto. Tan solo los que nos identificamos como creyentes en Cristo creemos en la realidad de un juicio final. Y tan solo en teoría los creyentes somos los únicos que vivimos a la luz de esta realidad, aunque esto lo vamos a estar escuchando más de hoy en noche. Nosotros que tenemos el don de la fe, que es la capacidad de creer, confiar y entregarnos a Cristo como Señor y Salvador y a su palabra, a través de nuestra fe tenemos una certidumbre, tenemos una convicción acerca de lo que va a suceder al fin de nuestras vidas en este mundo y al fin de la historia de nuestro mundo. Creemos por medio de la fe que es la obra de la gracia de Dios. Creemos lo que la palabra de Dios dice respecto a esta tremenda realidad. Las cosas futuras, las cosas finales, las cosas escatológicas son realidades para cada creyente de tal modo que en alguna medida estas cosas nos afectan. Nos afectan en cuanto a lo que entendemos, en cuanto a lo que sentimos, y como vamos a ver en alguna medida en cuanto a lo que hacemos al respecto. Esta es la gran... Realidad que cada creyente, en alguna medida, no debe perder de vista. La certidumbre en cuanto a todo esto, la realidad de este juicio, es algo que nos sacude, que nos conmueve profundamente, ¿no? Y que nos motiva a actuar. La reacción de Pablo, poseídos, ¿de qué? del temor del Señor, ¿no? Se les sobrevino al gran apóstol Pablo, el temor de Dios al tan solo hacer referencia a estas grandes realidades. Ahora escuchen bien, comencemos la introducción. Vivimos en una época cuando muy pocas personas creen que Dios va a juzgar a los hombres. Esta gran doctrina bíblica del juicio final, ¿no? Ha llegado a ser una cosa no tan solo de burla, de broma. En muchos grupos, en muchos círculos, es una cosa de risa, ¿no? Y estoy hablando de grupos, ideologías, personas, en conversas, por todos lados, ¿no? Se burlan de esto. Y la manera en que reaccionan a esto es tan increíblemente común ver esto, ¿no? Es semejante a la manera en que tantas personas, y este es un tema que no vamos a discutir el día de hoy, reaccionan ante la realidad de la muerte. Lo que no vamos a discutir aquí es que hay un aspecto de la cultura en este país que se burla incluso de la muerte. Nos estamos acercando a estas fechas cuando lo van a convertir en algo parecido a lo que estoy comentando. Mojándose, burlándose, desafiando la realidad de la muerte, van a ser una lista de cosas la mayoría de las personas que viven en esta nación. Pero lo vuelvo a decir, se burlan de algo que es una realidad, saben que la muerte es real y no pueden enfrentarse con esta realidad, entonces hacen cosas para ocultar lo que es esta realidad. Todos los seres humanos saben que tarde o temprano van a morir. Y sin embargo, casi nunca piensan seriamente en este hecho, en el hecho de que yo voy a morir, tú vas a morir, nosotros vamos a morir, nadie quiere pensar. Y aun cuando se vean obligados, aun cuando tienen que enfrentarse con la muerte de algún ser querido, O la muerte de algún amigo. Aun cuando se ven forzados, se ven obligados a asistir a lo que llamamos el velatorio, el funeral. Tienen que acudir, tienen que ir. Nadie va porque quiere ir, pero se ven obligados. Y por un muy breve lapso de tiempo, pueden ser tan solo horas o un par de días, tomen en serio esta realidad. El resto del tiempo se la pasan tratando de olvidarse. de la muerte, de la eternidad, ¿no? Y prefieren vivir en un mundo de fantasía por lo momentáneo, por lo pasajero. Prefieren olvidarse de esta cita, de este compromiso, de esta solemne realidad, de su propia muerte, de lo que les va a pasar en el día de juicio. No, no, no, no, no quieren saber nada de esto. Prefieren las vanidades, los placeres, todo lo, todo. Todo lo que les ayude a no tomar en serio lo que les va a pasar. Este hecho es tan contundente en la Biblia, ¿no?, que en su predicación ante los filósofos griegos en Atenas, después de darles un mini-sermón sobre los atributos de Dios y el juicio de Dios en contra del pecado, el apóstol Pablo, aquel día frente al mundo filosófico, voy a decir, ideológico de supercerebros de aquel entonces, bajo guía, guianza y dirección del Espíritu Santo, les comenzó a hablar de esto. diciendo que habrá un día en el cual Dios ha de juzgar al mundo con justicia. Así les hablaba a estos eruditos, ¿no?, enemigos. Y termina el asunto con lo que estamos comentando. No tenían nada más que decir para refutar la predicación apostólica, entonces se pusieron a burlar, a reírse, a tratar de avergonzar y ridiculizar al mensajero. Y esto es exactamente lo que estamos diciendo, ¿no?, que hasta el día de hoy no ha cambiado nada de esto. Ahora escuchen bien. Aunque esto es la triste realidad, aunque los inconversos rechazan, ¿no?, a este Dios, aunque no tienen la menor intención de someterse a su señorío. Aunque rechazan por todos lados sus leyes, estamos viviendo en una de estas, en los ciclos de apostesía, en donde las cosas se van en forma inversa, no es algo progresista, es algo, es des-evolución para los que creen en la evolución, es irse para atrás, en donde están rechazando cada una de las leyes de Dios, en la mayoría de los países, en la mayoría de las culturas, están en rebeldía abierta, en contra, ¿no? De toda una lista de cosas que no es necesario discutir. Estas mismas personas no pueden rechazar al Dios en cuyas manos se encuentran. Por más que pretendan negar su realidad, oponerse a su santa ley, no van a poder rechazar a este Dios como Juez. Este Dios es el Juez Supremo. Es este, que ha determinado la predicación apostólica. Ha señalado, ha establecido un día cuando el mundo entero será juzgado en base a su santa ley, en base a su justicia. Y todos los hombres serán obligados, ¿no?, a hacer su acta de presencia ante su tribunal. De tal modo que, de la misma manera que no pueden evitar la muerte, tampoco pueden evitar el juicio. desde Dios. Está establecido el mismísimo lenguaje en el libro de Hebreos. Está establecido que los hombres mueran una sola vez. Está establecido. Increíblemente ninguno de estos que se niegan a creer en Dios pueden librarse de su propia mortalidad. Está establecido que los hombres mueran una sola vez y de inmediato se agrega nuestro tema. Entonces el juicio dice, después el juicio. Y aunque sigan rechazando a este Dios como el dador de la ley, no van a poder librarse, no van a poder escapar, no van a poder en ningún sentido negar la realidad de su juicio. ni los fuertes, ni los poderosos, ni los filosóficos, no, no, no, no, ni los peores de los ateos, no van a poder hacer nada para evitar esto. Este Dios no tan solo es capaz de asegurar su muerte, sino es capaz de arrastrarlos. de obligarlos a enfrentar su tribunal. Y este Dios es capaz de pronunciar la sentencia y de efectuar dicha sentencia. No importa cómo lo menosprecian, cómo le rechazan, no, nada de esto va a cambiar la realidad. Y aunque se burlan de su hijo, Menospreciando el sacrificio de su hijo, la sangre del hijo de Dios encarnado. Aunque nada de esto les interesa. Aunque se burlan del evangelio, no les interesa para nada saber de esto. Y aunque digan en sus corazones como el faraón de Egipto, ¿Quién es Jehová? Para que yo oiga su voz. ¿Quién es este Dios? Para que yo le obedezca. Aunque día tras día tras día viven como si Dios no existiera. Aunque hacen un esfuerzo increíblemente fuerte para olvidarse de este Dios. Es ese tremendo esfuerzo que hacen para no tener que enfrentarse con esta realidad nunca. Aunque resisten a su Espíritu Santo y se rebelan continuamente en contra de sus leyes. Sin embargo, habrá un día y en ese día se van a doblar. Nosotros lo veremos. En ese día van a confesar con sus propias bocas el señorío, la soberanía, el dominio absoluto de este Dios. Lo van a hacer todas esas mismas personas, las mismísimas personas de las cuales estamos hablando aquí. Cada uno de ellas será doblegada. Aunque en este momento no hay nada de temor de Dios. Pablo poseído por este temor del Señor. Aunque no haya nada de temor de Dios, la fórmula bíblica está misteriosa delante de sus ojos. No hay temor de Dios. Aunque no quieran creer nada de esto, nada de lo que está escrito en este libro, aunque se burlan del infierno, dicen que el infierno no existe. Dios tendrá la última palabra. De esto no hay duda. Esta realidad del juicio de Dios está íntimamente vinculada con la justicia de Dios, con la santidad de Dios, con la ira de Dios en contra del pecado. Y la ira de Dios y la justicia de Dios y el juicio de Dios son cosas absolutamente necesarias. Sí. Son necesarias. Muchas personas quieren saber por qué habrá un día de juicio. Rápido, tenemos que terminar. Esta es la introducción. No es otra cosa. Y estos que quieren saber por qué la necesidad de todo esto. La herida de Dios es necesaria. El juicio de Dios es necesario. Si Dios no se enojara en cuanto al pecado dejaría de ser Dios. Dejaría de ser justo. Dejaría de ser tres veces santo. ¿Es tan necesario todo esto como la misma existencia de Dios? ¿Es algo necesario? Eso podríamos pasar media hora comprobando categóricamente que la ontología, la cuestión interminable del origen de todo lo que hay en el universo, exige la existencia de Dios. La complejidad del orden, la cantidad de información, cada detalle en el ecosistema, cada célula en el cuerpo humano más complicado que la ciudad de México. Y de las cosas creadas argumentando en forma inversa causa y efecto, llegamos a una causa necesaria. que no es el cosmos, no es la así llamada naturaleza, no es las leyes de la naturaleza, no es una lista absurda de necedades y tonterías que usan para convencer a los ingenuos necios, los hombres que no quieren creer en Dios, les argumentan de que este Dios no existe. Y Dios dice, Les estoy advirtiendo de mi ira. Esta ira de Dios siempre es anunciada, siempre advertida, siempre revelada, dice Pablo en Romanos 1. No hay nada arbitrario en esto, nada caprichoso, incluso nada excesivo. Esta ira es siempre basada en los hechos. Este juicio, en el pleno conocimiento de la realidad y la verdad, se basa en este juicio. No hay ningún error. Este juez no comete nunca ningún error en su juicio. No. Y su juicio no es egoísta. No. No es que haya prejuicios. No, no, no. Nada de eso. No. Ni siquiera es falta de amor. Tampoco. Esta realidad está revelada en la conciencia de cada ser humano. Es la triste realidad. No puedes entender nada de la historia humana sin esto. Es la providencia divina revelando una y otra vez, una y otra vez, generación tras generación, siglo tras siglo, milenio tras milenio, la ira de Dios en cuanto al pecado humano. Es algo revelado en el dolor, en el sufrimiento, en las lágrimas. Es lo que se cosecha siempre, en alguna medida, en lo que entendemos como los amargos frutos del pecado por todos lados, el caos, el desastre, la destrucción, descomposición de este mundo. Dios juzgando en alguna medida el pecado humano con tan solo consecuencias temporales por el momento, oponiéndose no a la mentira, al engaño, a la inmoralidad, al robo, al asesinato, así, así, así. Pero hay que terminar aquí la introducción en una forma abreviada. Y ahora escuchan lo siguiente. Muchos piensan, bueno, me estás diciendo que habrá un día de juicio y me estás argumentando que es en base a lo que acabamos de escuchar, que este Dios, en virtud de ser Dios, tiene que juzgar a sus criaturas. La lógica, el razonamiento, los argumentos que afirman esto son interminables. Sí. Ahora escuchen bien. Otros consideran el día de juicio como algo innecesario porque dicen, bueno, ¿acaso no sabe este Dios todo lo que va a pasar? Y la respuesta es que sí. Claro que sí. Antes de su muerte, el destino de cada quien le es conocido a este Dios. O sea, antes de que muera cada uno en particular, Dios sabe todo. Los salvos van al cielo, los perdidos van al infierno. Y muchos dicen, entonces, ¿por qué? ¿Por qué habrá un día de juicio? Si esto se efectúa a la hora de la muerte de cada quien, si es algo ya conocido. Por este Dios anticipadamente no. Todo lo que va a pasar. Y la respuesta a estas personas, es un tema si nunca lo has escuchado, es muy importante entender eso. El juicio final no se llevará a cabo para determinar el destino de ninguna persona. No. Este juicio no se llevará a cabo para determinar el qué sucederá. No. Con ninguno. No. Esto ya habrá sido determinado antes. Dios no necesita un día de juicio para realizar algún examen de la vida de cada persona para determinar quién será salvo, quién será perdido. No. No. Todo esto lo he conocido antes. Este Dios es omnisciente. Y este Dios ha predestinado el destino final de cada ser humano. ¿Cómo? Sí, es algo predestinado, predeterminado. La Biblia dice antes de la fundación del mundo, predestinado. Entonces, cuando hablamos de este asunto, las cosas no son como parecen ser. No, esto no es como un tribunal humano, en donde se lleva a cabo un proceso de investigación para averiguar los hechos, en donde se lleva a cabo una investigación para llegar a los hechos y luego juzgar en base a los hechos. Eso es lo que se hace en un tribunal humano, en teoría, ¿no? Esto no es así. No este juicio se lleva a cabo como lo acabo de decir por un Dios omnisciente que no tiene necesidad alguna de investigar. No, este Dios no busca evidencias. No, este Dios no tiene que investigar y convencer. No, convencerse a sí mismo. Su conocimiento es perfecto. Absoluto. la historia de cada ser humano, les conocido la historia de cada uno a detalle. Comentábamos ayer que el apocalipsis menciona los libros, ¿no? Vale la pena leerlo, si desconocen el texto, veámoslo, ¿no? Si ignoras lo que el texto dice, vale la pena que lo veamos, ¿no? de paso aquí en Apocalipsis 20. Entre tantas cosas que estamos brincando aquí, dicen que en el versículo 3, el mar dio los muertos que estaban en él, y la muerte, y el infierno, el Hades, dieron los muertos que estaban en él, en ellos, plural, y fue hecho juicio de cada uno según sus obras. Así termina la Biblia. El juicio de cada uno según sus obras, Y el que no fue hallado, escrito en el libro de la vida, en el versículo 15, fue lanzado en el lago de fuego. Y el hilo que brincamos al final del versículo 12, cuando se menciona en estos libros, dice, fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros pura. según sus obras? Una descripción del juicio final. Los libros que se mencionan aquí son por lo menos cinco. Esto también lo vimos ayer. No fue nuestra intención, pero lo vimos. Hay un libro en donde están las obras de todos sus pecados. Están ahí cada pecado escrito en el libro. Hay un libro en que están las obras de los creyentes, después de su conversión, salvación, perdón, justificación, todo lo que hicieron en su servicio para con Dios. Hay que apurarnos aquí, rápido. Hablan dos libros, ¿no? Hay un libro que es el libro de los vivientes. Ese es un gran tema, lo vamos a discutir el día de hoy. Es como un tipo de registro civil. Y los nombres de todos los que van a la perdición serán borrados del libro de los vivientes. Hay un libro en donde acabamos de ver lo que dice, el libro de vida en otros textos es el libro de vida del Cordero. Y los nombres escritos en este libro son de los escogidos, los salvados, los predestinados para vida eterna. Y sus nombres fueron escritos en este libro antes del comienzo del mundo. Se apuntaron los nombres y cuando se dan lectura a los nombres en el libro dice que los cuyos nombres no están en ese libro son lanzados al infierno. Una de las descripciones aquí del lago de fuego es el infierno. Ya van cuatro libros. Y rápido, sin discutir esto, el quinto libro es este. Lo que dijo nuestro Señor Jesús, su palabra será usada para juzgar, esta es la Biblia, esta es su palabra, pero ¿cuál es el punto? Dios no hace nada de eso para saber qué sucederá con nadie. No. No, esto no es lo que mucha gente necia piensa. Lo vuelvo a decir, su conocimiento de todo esto es exacto. En 1 Corintios 4 Pablo dice, los designios de los corazones, intenciones, motivos, propósitos de los corazones serán revelados en ese día. Nuestro Señor Jesús usó esta fórmula tan, asusta tanta esta palabra. Toda palabra ociosa, cada palabra ociosa que haya sido pronunciada, de cada palabra que haya, porque de la abundancia del corazón habla la boca, de cada palabra ociosa, darán, cuentan el día de juicio, el testimonio de Cristo Jesús. ¿Cómo? ¿De sus hechos? Sí. ¿De sus obras? Sí. ¿De sus intenciones, de signos? Sí. ¿Y de sus palabras? ¿Darán cuenta? ¿Darán cuentas? Sí. ¿Qué es esto? Obviamente el día de juicio entonces será un día de manifestación, de publicación, de revelación, de vindicación de parte de este Dios para que todo el mundo vea, para que todo el mundo sepa, para que todos entiendan en base a que serán juzgadas todas las personas. y se cumplirán una cantidad de propósitos que por el tiempo, y tengo que terminar la introducción, no podemos discutir cada punto aquí. Entre la lista de propósitos, ¿no?, hay muchísimos en relación con lo que estamos diciendo, lo que hemos estado alegando aquí. El día de juicio es el día de bendicación y re-bendicación y justificación de Dios. frente al cosmos, frente al universo entero, ante toda la humanidad, ante todos los ángeles buenos y malos, se manifestará la justicia exacta de este Dios. De hecho, todos sus atributos se manifestarán en aquel día. Este Dios que el mundo se queja de que este Dios no es visible. y su dominio no lo vemos. Y ese Dios soberano que está controlando al mundo entero, el que dice, yo doy la vida, yo la quito, Deuteronomio 32, lo que acabamos de decir en la primera parte de la introducción, el mismo dador de la vida resulta ser el único que nos la puede quitar Y Él dice, yo doy la vida, yo hago vivir, yo hago morir. Y luego agrega, y no hay nadie que puede evitarlo. Nuestra versión antigua, no hay nadie que puede librarse de mi mano. Este trono que por el momento es invisible. Este Dios cuyos caminos parecen ser incomprensibles. Este Dios cuya providencia es tan difícil de entender, este Dios que tan solo a través de forma directa nos habla por este libro, dice que habrá un día en donde lo que es mi justicia, la realidad de mi santidad, yo voy a usar la palabra y mi terrible ira se manifestará. Y los ricos, y los pobres, y los reyes, y los esclavos, y los poderosos, y los débiles. Comenzando con todas las mismísimas personas que comentamos al principio del sermón. Aquellos que se jactaban de ser ateos. Que negaban la existencia de este Dios. Las mismísimas personas que andaban rechazando su autoridad y burlándose de él. Verán al Omnipotente. Verán al Todopoderoso. Y se quedarán con sus bocas cerradas, paralizadas por el terror. Serán convencidas cada una de estas personas de su propia conciencia. Confesarán en lo más profundo de su ser que su juicio es justo. Nadie se pondrá a defender. No habrá ni un solo pretexto, menos excusa. Nada. Así, así, así. Ahora, tengo que terminar con esto, y lo voy a hacer así. Cantidad de propósitos se cumplirán en ese día en relación con Dios, el Padre. Y para concluir aquí, no podemos decir más. Se cumplirán increíbles propósitos en cuanto a Cristo. Porque resulta que el juez en aquel día será el mismo Cristo. No es necesario leer los textos que lo afirman. No es necesario leer las descripciones de Cristo cuando vendrá en la gloria con sus santos ángeles para juzgar. No es necesario ni leer los textos. Abundan. Están por todos lados en el Nuevo Testamento. Así termina el libro. Y resulta que este juicio se efectuará por boca de aquel que participó de nuestra naturaleza humana. Los hombres serán juzgados en sus cuerpos, sin discutir eso. Su cuerpo resucitado, habitado nuevamente por sus almas, en ese día verán con sus propios ojos que el juez resulta ser aquel hombre que fue colgado en la cruz? Podríamos pasar media hora delineando los puntos aquí, juzgados por el mismo Cristo que habían rechazado? ¿Juzgados por el mismísimo que les ofrecía en esta vida la salvación y el perdón de sus pecados y la vida eterna y el boleto al cielo? ¿Serán juzgados por aquel hombre del cual habían escuchado predicaciones? ¿No? Aquel que había sido predicado como el único camino, como el único mediador, como el único salvador. Él será el juez. Pero vendrá en forma muy diferente. Aquel que en su primera venida, en su humillación, no veía nada deseable, nada atractivo, nada glorioso. Este carpintero, este bastardo, este hijo ilegítimo, este nazareno. No, no, no, ya no van a hablar así. Y increíblemente, este Cristo vendrá en su cuerpo glorificado. Brillará como la luz del sol, su presencia. y el mismo que es el único que sabe lo que significa la vida de Dios, el único que ha experimentado las consecuencias de la justicia, la santidad divinas, efectuando el juicio contra el pecado, lo que él sufrió en la cruz del Calvario. Resulta que nadie salvo este Cristo sabe lo que esta herida de Dios significa, porque esta herida de Dios fue derramada en su contra cuando asumió la culpa y el castigo de cada creyente. Él mismo derramará esa ira en contra de todos sus enemigos en el día de juicio. Y la gente me dice, puro cuento, puro invento lo que está en ese libro que dice ser la Biblia. No hay ni una mente, ni todas las mentes de todos los más educados, sofisticados, eruditos seres humanos. No, es imposible que esto haya sido inventado. No, no es posible. La gloria de esta persona, la eficacia de su obra, la grandeza de su salvación, la realidad de su misericordia, su gracia, su amor, todo esto se verá. Cada creyente verá con sus propios ojos aquel que es aquel que me amó. Cada creyente es el que se entregó por mí. Veremos aquel en quien habíamos confiado. El mismísimo que derramó su sangre nos va a mostrar las heridas y Él mismo nos declara libres de culpa, perdonados, justificados por lo que Él mismo hizo para salvarnos. Todo esto y más. Y agrego lo que hemos estado viendo en nuestros temas, ¿no? el carácter y los hechos de cada uno. ¿Para determinar qué? El grado de juicio de los inconversos que están atesorando, dice Pablo, es un gerundio, están atesorando cada día, cada mes, cada año más y digan, el grado de castigo que van a sufrir, la recompensa que van a recibir los inconversos, sus enemigos. Todo esto se ha manifestado en ese día. De igual manera como la recompensa de cada creyente. Por todo lo que hicimos en su servicio. Una recompensa. Increíble este tema. Lo hemos estado analizando. Lo sacara a la luz todo. Así es el asunto. Y por lo tanto, cuando el apóstol Pablo comenta lo que vimos al principio en la pura lectura del texto, ¿qué es lo que decía? Lo vuelvo a leer. Es necesario, es ministerio, es indispensable, Es irrefutable, todos nosotros, cada persona presente aquí el día de hoy, todos nosotros, cualesqueramos ante este tribunal, y acabo de decirlo, dice Tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que hubiera hecho por medio de este cuerpo, sea bueno o malo. Eso no es la salvación por obras, no. Pero es un juicio de obras. Ya entendemos, ¿no? Las obras de los creyentes están en este juicio para ver si van a recibir o van a perder tremendas recompensas. Y la recompensa no es la salvación. Eso es de gracia. Y las obras de los encombarsos, hay grados de infierno, grados de juicio en el infierno, grados de castigo en el infierno, grados de sufrimiento en el infierno. Tantos textos lo dicen. Y el grado es determinado por sus obras. Estando pues, dice Pablo, ¿cómo puedes creer esto y no estar poseído como algo que toma posesión de tu mente, de tus emociones, de tu volición? Un tipo de posesión, la traducción a la versión antigua es fuertísima, posesionados de algo. que se llama el temor de este señor. Y dice, ¿qué hago yo al ver toda esa realidad? Dice, me dedico a persuadir a los hombres. Es lo que este predicador está haciendo desde este púlpito otra vez. ¿No? Yo no puedo persuadir. But I'm trying to. Yo no te puedo convencer, pero estoy haciendo con todas mis habilidades un esfuerzo para lograrlo. Y ahora que se tardó todo el sermón con la introducción, volvemos a nuestro texto en el capítulo 9 de primera de Corintios, y en el tiempo que nos resta, vamos a discutir un solo punto. Hemos estado luchando para llegar a este punto desde hace algunos domingos. Porque muchas personas cuando comprenden, ok, lo que yo hago con mi vida cristiana, todos los argumentos que hemos visto en los estudios anteriores, agregados a lo que acabamos de ver sobre ese gran día de juicio, Muchos quieren saber, entonces, ¿qué debo hacer? Lo que vimos terminando hace ocho días, Pablo decía, una sola cosa hago. El argumento filipenses se dedicaba a una sola cosa, olvidándose de todo lo que había ya hecho, mirando hacia la meta de ser semejante a Cristo, de conocer más a Cristo, de ser usado por Cristo. de ser convertido en la persona que Pablo fue destinado a ser, se lanzaba a la meta que vimos, ¿no?, terminando hace ocho días, ese fue el tema. Es decir, cada creyente tiene que esforzarse para lograr la transformación de su persona para que sea más semejante a Cristo. Y esta semejanza es la semejanza en muchos aspectos que no vamos a discutir el día de hoy. Lo tenemos todo reducido a un solo punto. La semejanza de Cristo en su amor. Y eso es lo que vemos en el pasaje que leímos al principio. Y eso es lo que vamos a discutir a medias para concluir el día de hoy. Pero comencemos con Cain, Pablo diciendo, yo estoy obligado a predicar este evangelio, lo vimos al principio. Si lo hago de buena voluntad, premio tendré en el versículo 17, ¿no? De todas maneras dice, yo no puedo hacer otra cosa, salvo Cain. Escuchen, hay un vínculo directo entre los dos pasajes, salvo dedicarme a persuadir a los hombres. No puedo hacer otra cosa. O sea, ser transformado yo, Pablo, y capacitado para servir a este Dios en su Evangelio con la meta de persuadir a los hombres. Ahora, rápido, hay que decir varias cosas. Dios que ha determinado el número exacto de personas que serán salvas, son los escogidos, sus nombres están en ese libro. Usa medios. Este es el tema que ya conocemos. Para alcanzar a estas personas se mete de por medio toda la maquinaria de la salvación. ¿Cómo van a creer en aquel de quien no han escuchado? ¿Cómo van a escuchar a menos que alguien les hable, les predique? ¿Cómo van a predicar? ¿Cómo van a hablar a menos que sean enviados toda la maquinaria de la salvación? La fórmula de Spurgeon en Romanos 8. Dios utiliza medios para alcanzar a estas personas. Estos medios son el evangelismo, la predicación, la oración y lo que vamos a ver aquí. Sí. Esto es así. El Dios que puede trabajar, ya lo sabemos sin medios, que hizo tantas grandes obras mientras que los seres humanos estaban dormidos. ¿Se acuerdan? en su soberanía, en su propósito de salvar, ha decretado que los que serán salvos serán alcanzados por otras personas que ya han sido alcanzadas. Y estas misteriosamente fueron alcanzadas por otras personas. Y la cadena, y los eslabones en la cadena. Él es el único que puede salvar, el único que puede abrir los ojos, el único que puede cambiar el corazón, el único que puede doblegar la voluntad, el único que puede dar el arrepentimiento, el único que puede obrar por su gracia el milagro de la fe salvadora. Sí. En su soberanía esto es así. Y muchos lo malinterpretan. Aquí hay que entenderlo bien, aquí no vamos a detenernos. Todo lo anterior quiere decir ¿qué? Hay muchos motivos para evangelizar con seguridad, con confianza, con paciencia, con tremenda esperanza y convicción de que su palabra no le volverá vacía, de que la fe que viene por el oír y el oír por la palabra, de que esto es su propósito. ¿Y por qué estamos comentando esto? Porque hay muchas personas que en el momento en que llegan a entender la soberanía de Dios en todo esto, su reacción es equivocada. Dicen, no, como todo esto está en las manos de Dios, yo no tengo que hacer nada. No, como los escogidos serán. Un amigo mío me dijo hace más de 40 años, Tomás, estás perdiendo tu tiempo en ir a México como misionero. Un hermano muy querido. que tenía muy fama de promover las doctrinas de la gracia en su época, en su mundo. Un hermano muy querido y muy conocido me decía, si Dios quiere salvar a alguien en México, lo hará sin, sin que tú vayas, sin tu ayuda, sin tu, sin tu, no, no, no, sin ti o sinmigo, hará su obra en Dios, es lo que me decía. ¿O acaso no crees, Tomás, en la soberanía de Dios? Así lo malinterpretaba por completo este hermano. El gran apóstol Pablo, que escribió más sobre la soberanía de Dios que cualquier otro escritor, hablando de escritores en términos humanos, bajo inspiración del espíritu, 14 libros del Nuevo Testamento de la mano de Pablo, seis veces en este texto dice que tenía la meta de ganar. En el versículo 19, la traducción es el mayor número. Todo esto lo estoy haciendo, la última frase, para ganar al mayor número. Y lo repite, es un juego de palabras, todo lo que hace para ganar al mayor número, para ganar, ya sean judíos, ¿no? Ya sean gentiles, para ganar a los que están leyes, sin ley, a los débiles. Me he hecho todo para, para de todos modos terminar en el archivo de los seis usando la palabra salvar a algunos. Pablo no podía ganar, Pablo no podía salvar, Pablo no podía convencer a nadie. En sí mismo. No. Y esto es el error de aquellos que dicen, no, como creo en la soberanía de Dios, no, yo no voy a tratar de ganar a nadie. No, a mí no me corresponde convencer. No, persuadir. No. Están equivocados. Están errados. Persuadidos. No. Por Dios, llegamos a los pies de Cristo, pero Dios usa medios para persuadirnos. Procedidos del temor del Señor, procuramos convencer a todos, es una traducción del texto en 2 Corintios 5, procuramos convencer a todos, dice. Motivado, por más que este temor motivado por el amor de Cristo, como vamos a ver aquí antes de concluir. Ahora, al comenzar a discutir lo que tenemos en este texto, les pregunto, si tienes tú esta misma meta con tu vida, si esto es lo que tú estás tratando de lograr al vivir tu vida cristiana, ¿Esta es la cosa, la una sola cosa que ya mencionamos? ¿Esta es la meta de tu vida? Sí o no. ¿Hacer salvos a algunos? Sí o no. Convencer, sí o no. Persuadir, sí o no. Y todo esto hay que decirlo porque la interpretación equivocada de la soberanía de Dios en la salvación de los hombres ha conducido a millones que sacan su bandera de que somos los reformados. Actuar con indiferencia. frialdad, con una actitud teórica, filosófica, usando la doctrina de la soberanía de Dios en esto para excusar su indiferencia, como un pretexto para su falta de compasión, para defender su frialdad, su inactividad, lo voy a decir de otra forma, para justificar su falta de amor. Este libro dice que hay gozo en el cielo delante de los ángeles de Dios por un solo pecador que se arrepiente. ¿Gozo? Por un solo convertido. Los ángeles de Dios están fijándose, no con indiferencia, no con frialdad, entienden la soberanía de Dios, saben de este misterioso libro en donde están los nombres de todos los… Nada de esto impide lo que acabo de decir. Se interesan tanto en esto, que aparentemente eso es lo que les interesa más, que cualquier cosa en la historia, cualquier detalle, cualquier acontecimiento a nivel mundial, a nivel global, a nivel nacional, nada de esto les interesa, salvo los resultados del evangelismo, porque desean la salvación de los hombres, estos ángeles. De otra forma, sería imposible que tuviesen gozo al ver la conversión de alguien. Entonces el tema es así, descartando los que usan la soberanía de Dios para negar lo que vamos a ver concluyendo ahora. Lo descartamos. Dios quiere usar instrumentos humanos. No está obligado a hacerlo, es de su agrado y el privilegio es nuestro. Hay consecuencias eternas relacionadas con todo esto. Sí. al grado en que este mismo hombre que habla así lloraba. Hace referencia a sus muchas lágrimas en una lista de textos. No he dejado de amonestar con lágrimas a cada uno a lo largo de tres años. ¿Beneficios? ¿Lágrimas? ¿Qué es esto? A Pablo le enfundía no simplemente terror, no simplemente miedo, sino lágrimas. Es increíble este punto. Es un tema en que a la hora del funeral, lágrimas. A la hora del encierro, lágrimas. Al tan solo escuchar la noticia de lo que comentábamos en la alargada introducción, la suertedumbre de la muerte ha llegado y ahora lágrimas. Luego el mismo apóstol Pablo usa la metáfora de dolores de parto. Estos dolores más intensos posibles según los médicos. Y dice que evangelizaba y a la vez sentía dolores de parto. Eso es un gran tema. Como una mujer que va a dar a luz sufre estos los más fuertes dolores posibles. Y esto es la regla. El Dios que sabe que esta persona será convertida. ¿Cuántas veces lo hemos escuchado? Esto es lo que Dios ha predeterminado. Pero antes de convertir esta persona, Dios va a poner en el corazón de uno, dos, tres, o puede ser todo un grupo de creyentes, que cada uno de estos creyentes va a orar por esta persona. hasta el grado de sentir dolores de parto, agonía, profundo deseo en su corazón a favor de la salvación de esta persona. Y obviamente no, esto fluye del corazón del Cristo que se entregó por esta persona en la cruz del Calvario. Hay un vínculo entre Cristo y esta persona. Pero ahora este Cristo no va a salvar a esta persona. hasta que obre algo parecido en un grado mínimo en comparación con su corazón y su amor. Pero en algún grado habrá un amor, un deseo tan fuerte que se compara con dolores de parto. Y la fórmula no, la iglesia es la esposa de Cristo y la madre de sus hijos. Todos los simbolismos en este asunto del matrimonio incluso Y la fórmula desde la época puritana de que normalmente no salva a Dios a ninguna persona hasta que algunos de sus hijos, algunas de sus hijas hayan sufrido dolores de parto a favor de esta persona. Y esto es el punto. ¿Qué sabemos nosotros de esto? ¿Qué estamos haciendo respecto a esto? Y no quiero que me digan, no, yo siento exactamente esto a favor de mis seres queridos. Estarías completamente, ¿no?, fuera de todo esto, si no sintieras esto a favor de tus seres queridos. Es otro tema, ¿no? Volveremos dentro de poco al tema de padres e hijos. Yo no puedo entender esos padres que se despreocupan por completo por sus propios hijos. sus propias hijas, que no haya algo de esto en su corazón, un dolor que nunca se acaba hasta que sus hijos sean convertidos. No lo entiendo. No es la lucha interminable en que se metan todos sus padres e hijos en esta vida. Entonces, yo no estoy preguntando sobre si tú sientes algo parecido a esta favor de los tuyos. No. No. Yo estoy preguntando acerca de otros. Es increíble esto. ¿Cómo puedes creer que habrá un día de juicio? ¿Cómo puedes creer que todo terminará como ya lo hemos visto? ¿Cómo puedes creer que Dios alcanzará a los destinados para la vida eterna usando a nosotros? ¿Y no hacer nada? ¿No sentir nada? Estos creyentes con sus deseos son tan tibios y tan débiles y tan superficiales. Algo está mal con la gran mayoría de los creyentes hoy en día que viven día tras día, semana tras semana, mes tras mes, año tras año, aparentemente con indiferencia acerca de todo esto. No manifiestan nada de lo que estamos viendo aquí. Eso es lo que vemos. No hay nada más importante que tú puedes hacer en tu servicio para con Dios, salvo desear y buscar la salvación de otras personas. No hay algo más importante que tú puedes hacer. Esto es la manifestación más alta del amor y la semejanza a Cristo. Por eso vino al mundo Cristo. Por eso vivió su vida perfecta. Por eso se entregó en la cruz del Calvario. Por eso estas personas serán alcanzadas. Eso no hay duda. Y el mismo Cristo pone en tus manos, pone en mis manos, pone en nuestras manos el privilegio de ser los instrumentos en su gracia, en su misericordia, en su providencia y en su amor. ¿Somos los instrumentos designados para alcanzar a estas personas? Claro que sí. Y para concluir, y esto se queda a mitad del camino, pero no importa. Tan solo nos falta aclarar lo que Pablo dice aquí. A la luz de todo esto, yo me he esclavizado. El Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir. El Hijo del Hombre vino para dar su vida en rescate por muchos. Y los que han sido alcanzados por el Hijo del Hombre nos dice a todos nosotros, hagan ustedes, no pueden entregar sus vidas para salvar a nadie, en ese sentido no, pero pueden poner sus vidas en mis manos para que sean instrumentos para alcanzar a los demás. Y entendiendo esto Pablo dice, a todos estos grupos soy esclavo, a todas estas personas soy siervo. A cada uno de estos grupos se entregaba este hombre. Sí, esto es así. Sacrificaba sus intereses, sacrificaba su tiempo, sacrificaba su vida, sacrificaba el sueldo en el contexto anterior, sacrificaba su cuerpo en la parte que viene después sujetándolo a una disciplina rigurosa para ser más útil y más apto. Y esto quiere decir que, que si tú pretendes ser usado en este asunto, y si me dices que no tienes ese deseo, ni pretensión, ni intención, entonces lo más seguro es que eres una persona autoengañada y fuera del alcance de la gracia de este Dios. Porque lo que nos da a entender Pablo aquí es esto, el evangelismo, el ser instrumentos, Para alcanzar a otras personas, exigirá más que cualquier otra cosa. Y con esto vamos a encaminarnos a concluir y vamos a delinear más. No es necesario, ¿ya? Exige un compromiso. Exige un gran esfuerzo. Exige muchísima persistencia y paciencia. Exige gran preparación, como la parte final del atletismo lo demuestra. La mayoría de los clientes no pueden, no saben ni siquiera cuáles son los puntos básicos del mensaje que se ha de comunicar a los demás. No tienen idea. No se preparan. No hacen ningún esfuerzo. Piensan que esto, si Dios me va a usar, me va a usar. No, no, no. Esto no es así. Lo que estamos viendo aquí dice que no es así. Y cuando miramos por todos lados en nuestras iglesias en donde hay creyentes con algo parecido a esta actitud, es increíble. La mayoría de los que piden el púlpito nunca han ganado ni una sola persona. Y quieren que les demos el púlpito. No. Obviamente no. Claro que no. Es absurdo. ¿Nos quieren enseñar qué? ¿Algo del cual ellos no saben nada y nunca han hecho nada? Sí. Dame el púlpito. No, esto exige, escuchen, una vida sincera, libre de hipocresía, transparente. Esto es el tema cuando dice, persuadimos a los hombres y de inmediato dice, y somos manifiestos. Muchas versiones agregan la palabra, nuestra versión antigua la tiene, a las conciencias, manifestamos. quienes somos. Apelaba a una vida libre de hipocresía, a una vida sincera, a una vida de servicio, a una vida de... y sin repasar las cosas. Olas de oposición y persecución y dolor y agonía. ¿Cuántas veces hemos repasado las listas de los sufrimientos en que se metía este hombre? Lo describe aquí como Me he hecho esclavo, aunque soy hombre nacido libre. Estoy dispuesto a poner, ¿qué es esta esclavitud? Yo voy a poner el 100% del amor. Porque de eso se trata. El 100% del amor, pero su fuente no es el corazón de Pablo, es el corazón de Cristo. Sí, esto es así. Y para alcanzar a otras personas, cualquier cosa legítima, hay muchos puntos aquí que estamos pasando por alto. No estaba negando la verdad, no estaba alterando el mensaje, no estaba modificándolo para tratar de impedir la ofensa de la... No, no, nada de eso. Estaba haciendo viajes largos a otros países. estaba involucrado en una ola de sufrimiento, lo vuelvo a decir, que nunca terminaba. Su cuerpo físicamente, milagrosamente, todavía funcionaba. La lista de riesgos, la lista de peligros. Y esto es la historia del cristianismo. ¿Cuántas veces? Llevo años con estas ilustraciones. En los primeros siglos del cristianismo, algunos creyentes se hicieron literalmente esclavos. Se entregaron a una vida de esclavitud. ¿Para qué? ¿Por qué? Para evangelizar a los esclavos. Este ejemplo, llevo tantos años citándolo. El asilo de los leprosos en donde se metían los creyentes. Hay una ilustración espantosa de esto de África, de los misioneros que fueron a África y vivieron el resto de sus vidas con la lepra para alcanzar a los leprosos, lo hicieron. Y en tiempos de persecución no tenían estas redes y medios y folletos ni biblias realmente por siglos, no. hasta la época de la imprenta. Y se entregaban como mártires, sabiendo que en los últimos momentos, aunque fueran 5, 10, 15 máximo minutos, algunos milagrosamente predicaban por media hora desde las llamas. Y hoy en día, Cristianos molestos porque se alargó el sermón. Y la triste verdad en todo esto lo tengo que decir para concluir. Conocemos muy pocos creyentes dispuestos a hacer lo mínimo en esto. muy pocos. Este hombre estaba dispuesto a hacer hasta lo imposible. Y hoy en día, yo no estoy negando que evangelizar en tu familia, evangelizar en el núcleo de la familia en donde son tus, no estoy negando convertir tu chamba en servicio para Dios. Todo lo que entendemos, esto no es simplemente campañas evangelísticas. Entendemos que yo no estoy hablando de eso, de estas cosas. Estoy hablando de qué? De creyentes dispuestos a convertirse en verdaderos amigos de personas sin conversas. El tema aquí es de servir. Y no recibí nada a cambio. Recibió toda la oposición a cambio. Pablo trabajaba sin sueldo. No esperaba que nadie le pagara el bien. La gran mayoría le pagaban mal, porque mal entendían, mal interpretaban todo lo que estaba tratando de lograr a este hombre. Y Él dice, esto no, a mí no me importa nada, yo estoy dispuesto para con todos, hacer todo, para que de todos modos, de cualquier modo, con cualquier método legítimo y seis veces para ganar a algunos, para ganar a alguien. Y estos creyentes es inconcebible que llegarán a ese día del cual hablábamos al principio. sin haber sido usados para ganar, sin haber sido usados para ganar a una sola persona, llegaremos a ese día. ¿Cómo puede un creyente vivir así? ¿Cómo puede contemplar todo lo que escuchamos en la parte del juicio final y lo que hemos estado viendo y saber hay una sola persona que... Nadie. Llegaré solito. ¿Cómo pueden ser creyentes y vivir así? ¿Cómo? La gran mayoría de los creyentes viven así. Y luego se preguntan, ¿por qué tengo problemas en mi vida? Por favor. ¿Por qué Dios no me está ayudando a poner, a arreglar mi vida? Vienen aquí y yo demuestro con esta clase de gente, normalmente desinterés total. Es la reacción mía. Quieren que la iglesia arregle sus problemas. Hay que buscar de todos modos, la manera, los medios, las oportunidades, las amistades, Y si tú no tienes la intención de hacer algo que no estás haciendo ahora, un gran esfuerzo. Si en verdad no te importa para nada ser usado por Dios o no. Si no te interesa nada de esto. Entonces he fallado en persuadir, he fracasado en hablar de esto. Ojalá que pudiera haber dicho algo mejor, algo más. Y te devuelvo a decir, Habrá un día de juicio. Y tú y yo, ahí estaremos. Termino con el tema de ayer. Me vino este ejemplo en una parte del tema de ayer. El tema puede ser mal entendido. porque no es exactamente como la película. Es Oscar Schindler, la lista de Schindler. Aquel hombre con muchas motivaciones equivocadas que se dedicó a rescatar a judíos de los campamentos de concentración, comenzando con Auschwitz. Birkenbau, esos infiernos sobre la tierra. Y llega al punto crucial en donde sabe que si no puede lograr con sus esfuerzos, ¿no?, salvar a más personas, que va a ser una lista. De ahí viene el título de la película que ganó los Oscars, La Lista de Schindler. en una parte de la película, están ahí argumentando y hablando de los nombres que están poniendo en la lista. Y tiene ahí, llega a rebasar como mil y pico personas. y su contador discutiendo con él, ¿cómo vas a... te va a costar tanto cada uno de estos? Es lo que te vas a tener que desembolsar para engañar a la SS y al Gestapo para que sean convencidos de que estos sí deberían estar aquí trabajando cuando en la mayoría de los casos ni podían trabajar. Punto. La película termina con Oscar Schindler viendo la llegada de las tropas para librar a los presos. Van saliendo, huyendo. Los que los tenían ahí bajo su cuidado, los de la SS, salen huyendo. Y se queda en un momento crucial en la película, mirando el número de personas ahí, Schindler. Y sufre un colapso nervioso. emocionado porque sabe que no hizo todo lo que pudiera haber hecho. Y se acuerdan, mira el anillo en su mano, dice, con esto hace el cálculo instantáneo cuánto dinero y cuántas personas más. Mira, lleva una chamarra carísima, mira su chamarra dice con esto, el cálculo de cuántas personas más. Y luego el coche, el coche lujoso, ¿no? Y ya, ya mirando el carro en que estaba sentado, quebrantado, destrozado en llanto, Oscar Schindler, sabiendo que, que pudiera haber salvado a más personas. Y no lo hizo. Obviamente aquí no estamos hablando de que se van a salvar más. Eso no. Eso es el arminianismo. Eso no es así. No. Y sin embargo, el Dios que pudiera haberte usado, usará a otros. Yo llevo años. Si yo nunca hubiera venido a México, todo lo que ha sucedido aquí habría sucedido igualito. Y otra persona estaría parada aquí. Y yo habría pasado los últimos 40 años de mi vida en vano en la Unión Americana. Otra persona estaría aquí y no yo. Entonces, ¿cómo esto termina? Y si un inconverso como Oscar Schindler entendió estas cuestiones en cuanto a la vida física de esas personas, hasta ponerse en riesgo, deshacerse de su fortuna y colapsarse en llanto por no haber hecho más en aquel entonces para salvar la vida física, Luego la película termina con miles y miles y miles de judíos que visitan su tumba. Está encerrado ahí, a las afueras de Jerusalén. Y los miles y miles que se congregan ahí son los descendientes de aquellos que fueron salvados. Personas que vinieron a darle las gracias por haber salvado a sus abuelos, ¿no? Muchos de ellos. De otra forma, No habrían existido estos nietos y la descendencia. Y hay cosas así en películas, aunque salen de Hollywood. La película es una verdadera historia en gran medida. Hay documentales con muchos detalles que no están en ninguna película. Y el pobrecito pasó los últimos años de su vida luchando con la depresión y el alcoholismo. Oscar Schindler, con ataques de conciencia. porque no hizo más. Y aquí no estamos hablando de eso. Estamos hablando de un día de juicio, cuando le daremos cuentas al hombre que vino desde el cielo y hizo todo para salvarnos a nosotros. Y todo lo que nos pide es que seamos instrumentos en sus manos para alcanzar a otros. Y si esto no te interesa, ¡ay de ti! Así concluyo El apóstol Pablo, este hombre, contemplaba lo que acabo de decir. No, mejor ya no. No, mejor ya basta. No, mejor ya es suficiente. No, dice, en el mismo texto en donde explica cómo se había hecho esclavo. Esto es el amor, nada más. No, en amor. a la disposición de todos para alcanzar al mayor número. El mismo hombre dice, y si no lo hago, dice, ¡ay de mí!
Oidores Expositivos 29
Serie Oidores Expositivos
La manifestación más alta del amor y la semejanza a Cristo, es desear intensamente la salvación de otros, y no solo tu familia...
ID kazania | 91723251107351 |
Czas trwania | 1:27:42 |
Data | |
Kategoria | Niedzielne nabożeństwo |
Tekst biblijny | 1 Koryntian 9:15-23; 2 Koryntian 5:10-11 |
Język | hiszpański |
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