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필사본
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Pecador, ¿por qué murió Jesús? Eso es lo que quiero considerar en este mensaje. Es el mensaje más importante que tú puedes oír y comprender. Yo estoy orando que el Señor que bendiga este mensaje y que bendiga a las almas que escuchan con entendimiento y aún con fe y salvación. Ayer vi en las noticias un pastor que daba un pues En una entrevista, algo había ocurrido en su iglesia que llamaba la atención del mundo, entonces fueron allí a hacer una entrevista con el pastor. Y él quiso tener oportunidad para dar testimonio de la gracia salvadora de Dios. Y lo que él dijo era, yo sé que voy al cielo. porque en tal fecha yo acepté a Cristo, a Jesús como mi salvador y Señor. Eso es lo que él dijo. Él tuvo una oportunidad de dar testimonio y que dijo, yo sé que voy al cielo porque yo hice algo. No dio testimonio de Cristo. ¿Qué es la predicación que salva almas? Él quería dar testimonio para alcanzar a alguien. ¿Pero qué es la predicación que salva almas? Cristo y Él crucificado, no lo que yo hice, sino lo que Él hizo. Y cada persona que llega a la gloria dirá, yo estoy aquí porque Él me salvó. Él me amó desde antes de la fundación del mundo. Él me escogió para ser santo y sin mancha. Él me predestinó ser adoptado hijo. Él, Espíritu Santo, obró en mi vida trayéndome a Cristo, dándome arrepentimiento y fe. Soy salvo porque Él Eso es el mensaje, lo que Él hizo para salvar a pecadores. Y eso es el mensaje que les quiero compartir hoy. Lo que hizo Jesucristo. Entonces, vamos a abrir en Mateo 27. Y leer, primeramente, simplemente leer la historia de la muerte de Jesús. Mateo 27. 26 a 50 vamos a leer Mateo 27 y 26. Entonces les soltó a Barrabás y habiendo azotado a Jesús le entregó para ser crucificado. Entonces los soldados del gobernador llevaron a Jesús al pretorio y reunieron alrededor de él a toda la compañía y desnudándole le echaron encima un manto de escarlata y pusieron sobre su cabeza una corona tejida de espinas y una caña en su mano derecha. e hincando la rodilla delante de él, le escarnecían diciendo, Salve, rey de los judíos. Lo burlaban. Y escupiéndole, tomaban la caña y le golpeaban en la cabeza. Después de haberle escarnecido, le quitaron el manto, le pusieron sus vestidos y le llevaron para crucificarle. Cuando salían, hallaron a un hombre de sirene que se llamaba Simón. A este obligaron a que llevase la cruz. Y cuando llegaron a un lugar llamado Golgotha, que significa lugar de la calavera, le dieron a beber vinagre mezclado con hiel. Pero después de haberlo probado, no quiso beberlo. Cuando le hubieron crucificado, repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes, para que se cumpliese lo dicho por el profeta. Partieron entre sí mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes. y sentados le guardaban allí. Y pusieron sobre su cabeza su causa escrita, Este es Jesús, el rey de los judíos. Entonces crucificaron con él a dos ladrones, uno a la derecha y otro a la izquierda. Y los que pasaban le injuriaban, meñando la cabeza. y diciendo, tú que derribas el templo y en tres días lo reedificas, sálvate a ti mismo si eres hijo de Dios, desciende de la cruz. De esta manera también los principales sacerdotes, escarneciéndole con los escribas y los fariseos y los ancianos, decían, a otros salvó, a sí mismo no se puede salvar. Si es el rey de Israel, descienda ahora de la cruz y creeremos en él. ¿Confió en Dios? Líbrele ahora, si le quiere, porque ha dicho, soy hijo de Dios. Lo mismo le injuriaban también los ladrones que estaban crucificados con él. Y desde la hora sexta hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena. Cerca de la hora novena, Jesús clamó a gran voz diciendo, ¡Elí, Elí, lama Sabachtaní! Esto es, Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? Algunos de los que estaban allí decían al oírlo, a Elías, llama éste. Y al instante corriendo, uno de ellos tomó una esponja y la empapó de vinagre, y poniéndola en una caña, le dio a beber. Pero los otros decían, Deja, veamos si viene Elías a librarle. Mas Jesús, habiendo otra vez clamado a gran voz, entregó el espíritu. Oremos, Señor, pido tu bendición ahora en la lectura de tu palabra y en cada alma que escucha. Oh, Señor, da entendimiento, comprensión y una obra de tu espíritu que les trae a Cristo en arrepentimiento y fe. Bendícenos ahora en el nombre de Jesús. Amén. Aquí leemos la historia de las horas de Jesús en la cruz. Si tomamos en cuenta que Él estuvo en la cruz varias horas, en realidad no tenemos muchos detalles acerca de su sufrimiento. Cosas importantes sí encontramos, pero no tenemos muchos detalles. Pocos detalles acerca de su sufrimiento. He predicado en otras ocasiones que el gran sufrimiento de Jesús fue algo invisible, porque Él sufría en su corazón, en su interior, en su espíritu, la ira de Dios que no se ve con los ojos. Pero vemos que físicamente sufría y finalmente, dice, entregó el espíritu, murió. Ahí miramos. ¿Cómo abusaron? ¿Cómo maltrataban? ¿Cómo abusaron al Señor Jesucristo? Y en fin, Él sí murió en las manos de malhechores, pecadores. Los apóstoles dijeron algo interesante en Hechos 3, 15. acerca de eso, Hechos 3, 15, creo que está hablando Pedro y Juan y probablemente es Pedro que está hablando en este momento, pero él dice, Hechos 3, 15, hablando a los incrédulos, bueno, él dice en versículo 14, más vosotros negaste al santo, el santo, Jesucristo, el único perfectamente santo. y al justo, perfectamente justo. Negasteis al santo y al justo y pedisteis que se os diese un homicida, eso fue Barabás el que fue mencionado en versículo 26. Libraron a Barabás y entregaron la muerte a Jesús y entonces dice en versículo 15 y matasteis. Mataron a Jesús. ¿Pero a quién mataron? Mataron al autor de la vida. a quien Dios ha resucitado de los muertos, de lo cual nosotros somos testigos. La muerte no tuvo poder sobre Jesús, sí murió, dio su vida, pero fue resucitado, venció a la muerte. Pero la cosa que observo aquí es que mataron al autor de la vida. ¿Quién ¿Quién da vida? ¿Quién crea a toda alma? ¿Quién nos da vida cada día? ¿Quién nos sostiene cada día? ¿Quién es el autor de la vida física? ¿Y quién es el autor de la vida espiritual? Jesucristo. Y ellos mataron al autor de la vida. Parece que debe ser una contradicción. ¿Cómo sería posible? El que da vida muere. Es algo misterioso. El que da vida, el que cree la vida, muere. Lo mataron. Les pregunto, especialmente a ustedes que no han sido salvos todavía, ¿por qué murió? Sí murió porque lo odiaron. Sí murió porque lo abominaron. Sí murió porque ellos lo rechazaron y ya no aguantaban su mensaje. Pero hay más que eso. ¿Por qué en realidad murió el Señor Jesucristo? ¿Cómo es que el autor de la vida puede morir? Tiene que haber, tiene que ser que hay razón, hay propósito en esa muerte. Pensamos en la muerte de Jesús por un momento. Podemos decir, en primer lugar, que en cierto sentido su muerte fue muerte natural. Juan 1, 18, ¿qué dice la palabra ahí? ¿A qué refiero cuando digo que fue muerte natural. Juan 1 14 dice, y aquel verbo es Jesucristo, miramos el versículo 1, en el principio era el verbo, el verbo era con Dios y el verbo era Dios, el verbo es el hijo de Dios, Dios eterno, Jesucristo, y dice 14 que aquel verbo fue hecho carne, fue hecho carne. Eso es algo maravilloso, que Dios eterno puede entrar en carne humana. Y en Jesucristo miramos dos naturalezas unidas, la naturaleza divina del verbo Dios eterno y la naturaleza humana, carne humana, dos naturalezas unidas en una sola persona. Entonces, cuando fue Jesús a la cruz y cuando murió, murió una muerte natural en el sentido que un cuerpo humano físico murió como muere todo ser humano. Fue real porque algunos dicen que fue una ilusión, otros dicen que desmayó y no murió, pero Él fue hecho carne y la escritura testifica que Él murió como muere todo hombre. En su muerte, dice que entregó el espíritu, es decir que su espíritu se separó de su cuerpo físico como ocurre cuando muere toda persona. ¿Han visto? Tal vez una persona morir y ven ese momento cuando todavía respira, tal vez todavía abre los ojos, tal vez todavía susurra palabras, pero en unos momentos se acaba todo y el espíritu sale del cuerpo y ya no abre los ojos. Ya no respira, ya no habla. Es un cuerpo hueco, sin espíritu. Eso ocurrió en la muerte de Jesucristo. Fue una muerte natural. Fue una muerte para la persona indeseable. ¿Quién quiere morir? Separación del cuerpo y alma. natural la muerte. Dicen Filipenses 2, los versículos 6 a 8, Filipenses 2, 6, el cual Hablando de Cristo Jesús, el cual siendo en forma de Dios, es decir, él era exactamente igual, todo lo que Dios era, era Jesús, segunda persona igual al primer y tercera persona, Dios trino, el cual siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa que aferrarse, se humilló. sino que se despojó a sí mismo. Él estuvo dispuesto. Dios, la segunda persona, el Hijo, se despojó a sí mismo, veló su gloria. tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres y estando en condición de hombre. Entonces, fue hecho carne, fue hecho hombre y se humilló a sí mismo haciéndose obediente hasta la muerte y muerte de cruz. Jesús, Dios eterno, hecho hombre con carne humana, se humilló y él se despojó a sí mismo y él obedeció hasta la muerte y muerte de la cruz. Él se entregó a sí mismo a la muerte. Ellos no tenían poder para matar al autor de la vida sin que él quisiera que fuera así, sin que él se entregara a ellos y que Él se entregara a la muerte, pero obedeció hasta la muerte y muerte de la cruz. Jesús sufrió una muerte natural. Su cuerpo físico literalmente, como en el caso de todo hombre, su cuerpo físico murió y se separó su alma de su cuerpo. Muerte natural. Pero fue, en segundo lugar, fue una muerte totalmente anormal. No sé si anatural es una palabra, pero me entienden. Él decía que era muerte natural, pero en un sentido no es natural en ningún sentido. Fue totalmente anormal porque la muerte no tuvo ningún derecho sobre él. Como leímos, Allí Pedro le nombró que, en Hechos 3, el Santo y el Justo. En el Señor Jesucristo no hubo pecado ninguno. La Biblia dice en Hebreos 4.15 Hebreos 4, 15, porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. Jesús vivió una vida sin pecado. Cuando fue engendrado, No fue engendrado con la misma naturaleza pecaminosa que nosotros tenemos, no. Fue concebido por el Espíritu Santo por un milagro y Él nació sin pecado y Él vivió sin pecado. Y la palabra aquí dice que fue tentado en todo igual como nosotros. pero sin pecado. Y eso es una gran diferencia porque aún cuando nosotros somos tentados y vencemos esa tentación y no pecamos. Saben que cuando está la tentación pensamos y razonamos a veces y decimos pues ¿debo o no debo? ¿Me gustaría o no me gustaría? ¿Me daría placer o no me daría placer? Y entonces tenemos esos momentos, tal vez instantes, breves, pero cuando estamos pensando, ¿peco o no peco? Porque por la inclinación, la naturaleza caída que está en nuestro corazón, que es atraído al pecado. Pero Jesús no tuvo eso. Entonces, cuando Satanás le dio tentación en Jesús, nunca hubo, nunca existió ese debate. Porque él no encontraba ningún placer en el pecado. No era pecador. fue tentado y sin pecado, ni le interesaba, no le llamaba la atención. ¿Y qué dice Romanos 3, 23? Yo creo que tal vez ustedes saben, han oído que la muerte es la paga del pecado. Si él no tuvo pecado, la muerte no tuvo ningún derecho sobre él. era el justo, el santo, sin pecado. Su tentación fue diferente de toda tentación, aunque fue intentado en todo semejante a nosotros, no le interesaba y nunca pecó. Entonces, cuando leemos el testimonio en Lucas 23, el testimonio del ladrón que fue crucificado a su lado en Lucas 23, 39 al 41. pues vimos que los dos le menospreciaban y le burlaban en Mateo. Pero aquí Lucas nos cuenta algo más que Mateo no nos contó. Lucas nos cuenta en Lucas 23, 39 al 41, y uno de los malhechores que estaban colgados le injuriaba. Empezaron dos, pero uno pensó, pensó mejor y paró. no siguió injuriando. Entonces, uno sí seguía y uno le injuriaba diciendo, si tú eres el Cristo, sálvate a ti mismo y a nosotros. No respetaba. Y en cuarenta, respondiendo el otro, le reprendió diciendo, ¿Ni aún temes tú a Dios, estando en la misma condenación? Jesús es condenado a la muerte, nosotros condenados a la muerte, nosotros tres vamos a morir. Y no temes a Dios. Pronto estaremos delante de Dios. Estaremos delante de Dios en nuestro pecado. Y 41, Él dice, nosotros a la verdad justamente padecemos. Ese ladrón confiesa, soy culpable, soy pecador y justamente padezco, padecemos porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos. Mas este, señalando a Jesús, ningún mal hizo. No hay testimonio de Jesús con más verdad que este testimonio. Él entendía que el Jesucristo moría injustamente. La muerte no tenía ningún poder sobre él. Fue una muerte anormal en todo el sentido. Nunca mal hizo. Él entendió eso. Fue una muerte natural, sí. Fue una muerte no natural, anormal también, porque no merecía morir. Pero en tercer lugar, fue una muerte sobrenatural. Esta muerte fue diferente de toda otra muerte. Volvemos allí a Mateo 27 donde empezamos. Miramos las palabras de Mateo cuando describe el momento en que murió Jesús. 27.50 de Mateo. Mas Jesús, habiendo otra vez clamado a gran voz, entregó el Espíritu. Jesús entregó el Espíritu. En la muerte natural nosotros no tenemos ningún poder de retener el espíritu. Dios llama y el alba va. En este caso fue diferente. Fue una muerte sobrenatural que Jesús tenía todo control. Y cuando llegó el momento Él voluntariamente entregó su espíritu, dice. Él había dicho durante su ministerio, nadie me quita la vida. Yo la doy. En este momento no le podían quitar la vida. Él la dio. Él entregó su espíritu. nos muestra que ellos no tenían ningún poder sobre el autor de la vida. Fue un hecho en que él tenía todo el control, pero un hecho necesario para la meta que él tenía. Y eso es la pregunta, ¿por qué entonces? ¿Qué fue la meta? ¿Por qué murió? ¿Por qué sufrió una muerte natural? ¿Por qué sufrió una muerte anormal? ¿Por qué sufrió una muerte sobrenatural? ¿Por qué? Los apóstoles lo han explicado muy claramente. Muchas, muchas veces. Vamos a leer primero Pedro, perdón, en la primera epístola de Pedro 2, 22 a 24. Hechos 2, 22 dice, otra vez hablando de Jesucristo, dice, el cual no hizo pecado, eso es lo que hemos visto ya repetidas veces, el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca, quien cuando le maldecían no respondía con maldición, cuando padecía no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente. Él se entregó a sufrir todas las burlas, todos los golpes, todo el dolor que ellos le daban. Él se encondaba en las manos de Dios para llevar a cabo los propósitos de Dios. ¿Qué ocurrió? ¿Por qué moría? ¿Por qué fue a la cruz? ¿Y qué vivía, experimentaba en sí en ese momento? En ese momento, dice versículo 24, Jesús llevó Él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, la cruz. Él llevó nuestros pecados. Para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia. Por cuya herida fuiste sanados. Está hablando de la sanidad de su alma. Por su herida, por su muerte, fuimos salvos. ¿Y cómo? Porque Él llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre la cruz. En el Antiguo Testamento, cuando hacían sacrificios, en ciertos sacrificios el sacerdote ponía sus manos sobre el animal y confesaba el pecado sobre el animal con sus manos puestas en el animal. Eso se hacía para para mostrar la idea de transferir los pecados del culpable al animal que toma su lugar. Y entonces, pasando los pecados del culpable al animal, el animal lleva los pecados al holocausto y muere. El animal sufre el castigo que el culpable debía sufrir. Todo eso fue, no salvaba a nadie. Eso fue una ilustración, un tipo, nada más que mostraba la realidad que iba a ocurrir en el futuro, en este día, el día cuando Jesucristo fue a la cruz. Todo eso testificaba de esta realidad, que Cristo llevó nuestros pecados, es decir, que Jesús fue el sacrificio vicario, el que tomó nuestro lugar, el que llevó nuestros pecados en su cuerpo. Y así Él sufrió nuestro castigo. Él es el sacrificio que salva. Por eso Jesús murió, por eso Jesús fue a la cruz, porque en la cruz llevó nuestros pecados. Y solamente por Él, solamente porque Él llevó mis pecados, puedo yo ser aceptado por Dios y perdonado, porque si Él no llevó mis pecados, entonces yo todavía los tengo, y todavía soy culpable, y todavía voy a sufrir el castigo eterno. Pero hay esperanza para los que están en Cristo. Los que vienen a Él en arrepentimiento y fe, confíen en Él, que ellos pueden mirar a ese día en la cruz y decir, Jesús llevó mis pecados en Su cuerpo. Soy salvo porque Él llevó mis pecados en Su cuerpo. y sufrió mi castigo sufrió mi castigo en primero de Pedro capítulo 1 18 a 19 Pedro habla a los hermanos dice sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles como oro o plata. Fuisteis rescatados, no con cosas corruptibles. Fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir que recibieron de sus padres. Fuisteis rescatados. La idea es redimidos. La idea es comprados. El rescate fue pagado, dice Nueve, no con oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación. Otra vez, el sacrificio que nunca pecó, sin mancha, sin contaminación, derramó su sangre Y ese fue el precio de rescatarnos. La salvación de almas es la compra más costosa que puede haber. Derramó su sangre. Y eso fue el precio. El castigo. El sacrificio. Que salva. Porque murió, murió para rescatarnos con su sangre. Murió para llevar nuestros pecados en su cuerpo. Y Juan 15 nos muestra su motivo. Juan 15, 13. ¿Por qué murió Juan 15, 13? Jesús dice a sus discípulos, Nadie tiene mayor amor que éste. Que uno ponga su vida por sus amigos. Eso es lo que hizo el Señor Jesucristo en la cruz. Él puso, Él dio su vida por sus amigos. Y no hay mayor amor, dice Jesús. ¿Qué le motivó? ¿Por qué fue a la cruz? Por amor de pecadores. Eso fue su motivo. ¿Por qué murió? Murió porque ama a pecadores. ¿Por qué murió? Murió para llevar sus pecados. ¿Por qué murió? Murió para redimirlos, rescatarlos con el pago de su sangre. Y otro pasaje que me encanta leer, Hebreos 12, versículo 2, cuando habla de Jesús y de su muerte, dice, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe. Sí, Él es autor de la vida y Él es autor y consumador de la fe. el cual Jesús, por el gozo puesto delante de él, sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios. ¿Por qué sufrió? Por el gozo puesto delante de él. El gozo de salvar a pecadores, ascender al cielo y sentarse en el trono y vivir como rey eterno sobre almas redimidas con su sangre por su muerte. Y eso le llenaba de gozo. Sí, me duele. Sí, me cuesta. Pero el gozo es mayor. Por el gozo de salvar a pecadores, se entregó. Por el gozo de mirarlos por la eternidad, gozar de la gloria, eso le dio gozo. Gozo por bendecirnos así con su muerte. Le dio gozo. Por eso murió Jesús. Jesús es salvador de pecadores y Él invita y Él llama Y Jesús dice, Él que a mí viene, no le echo fuera. ¿Sientes la carga de tu pecado? ¿Sientes la culpa de tu pecado? ¿Sientes la amenaza del castigo eterno? Cristo murió por pecadores. Él invita. Invita, llama, te llama a venir con un corazón arrepentido, confiando en Él, en Su sacrificio, en Su obra perfecta, en Él como Salvador. Él dice, no le echo fuera. Él salva a los que vienen a Él. Sí, tú tienes que recibir a Jesús. Tienes que aceptar a Jesús. Tienes que arrepentirse y creer en Él. Pero jamás dirás, soy salvo porque yo me arrepentí, porque yo puse mi fe un día darás cuenta, en la gloria darás cuenta que Cristo es el autor y consumador de la fe y Él es el que nos da fe, Él es quien nos da vida, Él es quien nos trae, Él es quien nos da arrepentimiento, Él es quien nos da fe y diremos yo soy salvo porque Él murió en la cruz por mí y porque Él obró su gracia en mi corazón, le alabo, le doy gracias. Y hoy te llama, ven, ven en el repetimiento y fe.
¿Por qué murió Jesús?
predicado el 28 de julio de 2024
Iglesia Bautista Todo Por Gracia
1139 SW 48th St
Oklahoma City, Oklahoma 73109
Nos reunimos en un salón prestado de la Sunnyside Baptist Church.
설교 아이디( ID) | 710252013521075 |
기간 | 42:10 |
날짜 | |
카테고리 | 일요일 예배 |
성경 본문 | 사도행전 3:15; 마태복음 27:26-50 |
언어 | 스페인어 |