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필사본
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Señor, de nuevo te agradecemos porque nos has traído hasta aquí, nos has ayudado a recorrer todas estas características bíblicas de la masculinidad. Te rogamos, Señor, tu ayuda en lo que es más difícil, no sólo entender estas cosas, sino realmente llevarlas a cabo y conformarnos a la imagen de Cristo, Señor, ser más como Él, que estas características realmente puedan ser vistas entre nosotros, entre los varones que estamos aquí y que hemos estado escuchando estos estudios o la mayoría de ellos. Te pedimos que des también a las mujeres que estén que están presentes, que han estado en esta serie de paciencia con los hombres que están en sus vidas, si son sus padres o sus hermanos o sus esposos, sus hijos, ayude a la señora a entender que sólo tú puedes hacer estos cambios, sólo puedes obrar tú estos cambios, esta madurez en nosotros. Ayúdalas a encaminar a sus hijos hacia esto con tu ayuda, pero siempre en dependencia de ti, Señor. Ayúdanos esta noche de nuevo, te pedimos que apliques tu palabra a nuestros corazones, que hables tú y no hombres, te rogamos. En el nombre de Cristo Jesús, amén. Bueno, hoy vamos a tocar dos últimos puntos para los hombres. Y el siguiente que nos toca es la responsabilidad que tenemos de proveer por las necesidades principalmente económicas, principalmente materiales de los nuestros. Ahora, esta característica es tal vez la más conocida. O sea, esta es la que más, si les hubiéramos preguntado antes, yo creo que tal vez más de ustedes hubieran mencionado esta característica de la masculinidad. La hemos tocado así de lejos, la hemos mencionado una que otra vez. Pero no la hemos visto bien a detalle, como es la que a lo mejor más de ustedes tienen presente o consciente, por eso la dejé al final, traté de ver otras características que tal vez no teníamos tan presentes. Y esta característica es también yo creo que de las más atacadas y las más rechazadas hoy día. En primer mundo esto es así algo que ya es algo ridículo básicamente. Hablar de esto a los ojos del mundo es algo ridículo. Nosotros como aquí en México se tiende a copiar lo que se hace en primer mundo, para allá vamos y la influencia feminista es cada vez más grande y el rechazo de esto tanto de hombres y mujeres es cada vez mayor. El feminismo afirma que la responsabilidad de proveer Económicamente, para la familia, es algo que aplica estrictamente 50-50. 50% y 50%, ¿no? Porque rechazan todo lo demás que ya hemos visto, rechazan el hecho de que Dios, lo que leímos, Dios los creó varón y hembra, rechazan el hecho de que Dios define cuáles son los roles, y por lo tanto creen que este es un asunto intercambiable. Hoy día cada vez más parejas piensan que es un asunto o 50 a 50 o intercambiable 100%. Que la mujer puede salir y tomar el rol del hombre y ser la proveedora económica del hogar mientras el hombre se queda con los hijos, si así prefieren, o sea, que es un asunto de gustos, que es un asunto de ahí cómo se arreglen, o si no, 50 a 50. y eso ya se ve incluso desde los noviazgos ya el principio de que el hombre debe de ser el que paga más y el que saca e invita a la mujer que está procurando y la saca y trabaja para proveer y para ofrecerle algo ya eso ya es anticuado nos dicen que cada quien lo suyo o que se negocie y esto por supuesto es una mentira Es una mentira, es un lavamiento de cerebro, es algo que va en contra de la palabra de Dios. Dios define estas cosas y Él es el único que puede decir cómo debe de ser. Es el único que tiene la autoridad para hacerlo. Y lo que Dios dice es que el hombre es el principal proveedor económico del hogar. Así es. Nos guste o no nos guste. A un matrimonio, sí, claro que le pueden sobrevenir crisis económicas, ¿no? O sea, claro que pueden llegar situaciones extraordinarias, pero para Dios, a lo largo de un matrimonio, o sea, a lo largo del tiempo, el principal responsable de proveer la economía del hogar es el esposo. La mujer puede apoyar. ¿Puede apoyar económicamente el hogar? Después vamos a ver los detalles de cómo es eso. ¿Qué significa eso? ¿Cómo se manifiesta? ¿De qué se trata? Hay muchas formas. Puede tener negocitos, puede trabajar de medio tiempo. Tal vez, si la pareja es joven y aún no hay hijos y todo, puede trabajar por un tiempo completo, pero eso debe de llegar a un fin. Eso debe de tener un claro fin, a partir del cual eso ya no va a ser así. Hay etapas en la vida de una pareja. Pero básicamente lo que enseña la Biblia es que, a menos que sea indispensable, la mujer no debe estar trabajando de tiempo completo. ni ser el proveedor económico de la familia. La masculinidad bíblica, lo que Dios requiere, es que los hombres tomemos esa responsabilidad, que nos preparemos, que nos enfrentemos a eso de manera varonil. De eso se trata la masculinidad bíblica. Leemos en Salmos, vamos a leer todos en el Salmo 104. Vamos a ver varios textos en proverbios, más que nada, Y como Proverbios es el libro que sigue, pues ya están ahí. No pierdan su lugar para que rápido vean los textos. En el Salmo 104, versículo 23, leemos que sale el hombre a su labor y a su labranza hasta el anochecer. Todo hombre es tentado a la flojera en este asunto. en este asunto de proveer, en este asunto de trabajar, en este asunto de traer recursos económicos a la casa. A todos, si les preguntara uno por uno, a todos nos gustaría ganar muchísimo. y trabajar súper poco, dos horas, que saliéramos dos horas y ya quedara y ganar muy bien. A todos nos gustaría tener un sueldazo, ganar muy bien a cambio de muy poco esfuerzo. Si tú platicas con jóvenes que están en la etapa en teoría de prepararse, que están estudiando su ambición y lo que están buscando, tienen el radar bien prendido y están buscando colocarse en estas chambas que sean nomás pasar a firmar, ¿no? Este, a darle una revisada ahí en 15 minutos, 20 minutos y decir, sí, está bien, firmo que está bien esto y que me paguen la firma, este, cinco mil o diez mil o... Porque sí existen ese tipo de trabajos, ¿no? Pero lo que no entienden es que las personas y excluyendo corrupción y todo tipo de cosas que serán, pero en sentido correcto, cuando estas cosas se llevan de una manera ética, las personas que tienen ese tipo de puestos, ese tipo de autoridad para simplemente llegar y revisar algo y certificarlo y ganar mucha lana, es gente que tiene una trayectoria asombrosa, que son sumamente preparados, que han trabajado Veinte, treinta, cuarenta años, pero los jóvenes, escucha, ¿cómo van a hablar? Sí, sí, sí, yo saliendo de la universidad, pues ya quiero tener una chamba así, ¿no? Lo cual es ridículo. Entonces todos querríamos algo así, pero la Biblia describe al hombre Leímos, sale el hombre, no dice sale la persona, no dice sale el proveedor económico del hogar, dice sale el hombre masculino como alguien dispuesto a trabajar mucho hasta el anochecer. Si tenemos un trabajo, por la gracia de Dios, con buen horario, Flexible, que nos permite dedicar más tiempo a la palabra, más tiempo a los hijos, más tiempo a la esposa. ¡Qué bueno! ¡Qué bueno! Si se obtuvo eso de manera legítima y es algo que Dios nos ha puesto, ¡excelente! ¡Fabuloso! Es una bendición de Dios. Pero nunca debe de haber carencias en el hogar porque nosotros no queremos trabajar. o porque trabajamos el mínimo, o sea, simplemente lo mínimo, lo que sea obligatorio. Muchos hombres creen que su responsabilidad es trabajar así, lo mínimo, traer lo mínimo, indispensable, proveer lo básico. Y una vez que se cumplió eso, a jugar como niños, ¿no? Como si tuvieran 15 años, 13 años, a divertirse, a despabilarse, ¿no? Este, hacer lo que se les antoje. Pero vean, vamos a Proverbios 10, vamos a ver qué dice Dios acerca de esto. Bueno, 10.5 dice, el que recoge en verano es un hijo sensato, pero el que duerme en el tiempo de la ciega es un hijo que avergüenza. O sea, ¿qué significa esto? Más allá de verano y no verano, ¿qué significa? Significa que el que trabaja cuando debe, el que no se pone a jugar cuando debería estar trabajando, Es un hijo sensato, es alguien sensato, es alguien sabio, es alguien obediente, es alguien que agrada a Dios. La masculinidad bíblica es ser trabajador, muy trabajador. Ahora, no debe de confundirse esto con el workaholiquismo. ¿Qué es el borcajoliquismo? Eso es algo diferente. Ser borcajólico es hacer de tu trabajo un ídolo. Son estos cuates que entran a las 8 y salen a las 10, ¿no? Llegan, si acaso saludan a su esposa, están ahí media hora con ella, se duermen y al día siguiente lo mismo, ¿no? Oye, pero tu horario en el trabajo es de 9 a 6. No, sí, pero hay mucho trabajo. Tengo que estar ahí desde las 7, 8 de la mañana y no puedo salir hasta las 6. Oye, pero te pagan las horas secas. No, pero de todos modos hay que ser comprometidos, hay que traer la chuleta. No, no, no. No, no, no. O sea, trabajar duro, ser trabajador no te da una excusa para descuidar todo lo demás porque siempre estás trabajando, porque el trabajo no cesa, porque todo el tiempo hay que trabajar. Incluso si te quieren obligar a eso, bíblicamente debes de evitar eso. La palabra dice, no os hagáis esclavos de los hombres. El borcajólico, una de dos, o está haciendo de su trabajo un ídolo, o sea, está haciendo de su trabajo un ídolo, un dios con minúscula, un ídolo de su corazón, su razón de vivir, o se está haciendo esclavo de los hombres. Está dejándose esclavizar por los hombres, y el creyente tampoco debe de hacer eso. Bíblicamente no debemos de hacer eso. Dios prohíbe ambas cosas. Dios sí nos llama a trabajar, a ser trabajadores, a hacer lo que se requiera para proveer en lo económico. Y después, llegar al hogar, ¿para qué? Así, ¿no? ¿No? Así como... Poner el sillón y prender la tele... O sea, mi horario laboral es cuando yo trabajo y fuera de eso no levanto un dedo, ¿no? ¡No! Hay que ser trabajadores, salir a trabajar, esforzarnos y llegar a casa después de la jornada laboral, no simplemente a jugar, no simplemente a poner los videojuegos, a ver la tele, a dedicar tiempo a los deberes espirituales, a nuestra esposa, a nuestros hijos y a lo que requiere atención en el hogar. Y aquí ya llegó el versículo favoritísimo, Bueno, por lo menos en la lista de los favoritos. 24-27, proverbios. Este versículo tiene dos posibles interpretaciones. Yo me inclino más a la que tiene que ver con nuestro estudio el día de hoy. Dice lo siguiente, ordena tus labores afuera. O sea, eres hombre, varón, tienes que trabajar afuera, ¿no? O sea, tienes que salir de la casa, ordena tus labores afuera, ocúpate en ellas en el campo y después, Edifica tu casa. Ahora, esto no simplemente, obviamente, si el cuate ya está trabajando y laborando y está saliendo a trabajar, pues ya tiene donde vivir. Este versículo no habla simplemente de trabaja duro y después hazte una mansión. No, ese no es el significado del versículo. Sabemos que bíblicamente esta palabra de edificar tiene que ver con más que sólo edificar cosas físicas. Tiene que ver con la edificación espiritual, con el ministerio espiritual. Tenemos que salir a trabajar, tenemos que atender las labores afuera de casa, y luego llegar a atender las labores adentro de la casa, a edificar la casa, espiritualmente y en todos los sentidos. Ahora, la Biblia tiene mucho que decir acerca de este tema. Esta es una de las características de la masculinidad. Ser trabajadores, ser trabajadores afuera de la casa, ser trabajadores dentro de la casa. Muchos están siempre haciendo planes para hacerse ricos rápido. Muchos están, tú siempre hablas con ellos y sus planes futuros son algún esquema en el cual se van a ser ricos rápidamente, sin mucho esfuerzo, sin mucho sacrificio. Pero vamos a leer en Proverbios 21, versículo 5. Vemos en 21.5 que los proyectos del diligente resultarán en abundancia, pero todo apresurado va a parar en la escasez. O sea, si eres diligente, si estás dispuesto a trabajar sin buscar atajos, tus proyectos van a traer abundancia, tendrán éxito, traerán abundancia. Pero si estás siempre buscando un atajo, Siempre pensando que si encuentras un trabajo más fácil y mejor pagado. Siempre pensando que si te cambias de trabajo, o de profesión, o de ciudad, o de país, que así vas a lograr el éxito que siempre has buscado, que siempre has estado persiguiendo. Simplemente lo que dice el versículo es Dios no te va a bendecir. Dios no te va a ayudar. Lo mismo con los que en vez de trabajar solo se la pasan hablando. Siempre hablando del gran plan que viene por delante, de su próximo gran plan, su próxima mina de oro, su próximo éxito. Dios bendice el trabajo, no la palabrería. Leemos en Proverbios 14, vamos ahí, 14, 23. En toda labor hay fruto. Dios bendice el trabajo, más las vanas palabras, las vanas palabras de los labios empobrece. Es mucho mejor prepararte, estudiar, ponerte a trabajar. Es mucho mejor buscar una profesión legítima y dominarla que andar todo el tiempo buscando el atajo que te va a hacer rico. Andar todo el tiempo soñando y hablando de tus planes fantásticos donde básicamente si le atinas a la fórmula correcta te va a caer del cielo todo lo que siempre esperabas. Es mejor ponerte a trabajar. Es mejor ponerte a estudiar. Pocos hombres escogen el camino divino de prepararse, de dominar su profesión. ¿Por qué? Porque es difícil. Requiere masculinidad. Esa sí es una muestra de masculinidad. Requiere ser varonil, requiere sacrificio, requiere sudor, sudor, estar sudando, trabajando duro, diario, diario, diario. Pero es lo que Dios bendice. Leemos en 22. Proverbios 22, 29. Aquí les voy a leer un par de traducciones diferentes. Dice, ¿has visto un hombre diligente? Esa es la actualizada. La 60 dice, ¿has visto un hombre solícito? La King James dice, y esta es la que más me gusta, ¿has visto un hombre hábil? O sea, capaz, ¿no? Alguien ya capaz en su profesión. Alguien que ya domina las cosas en su trabajo. ¿Has visto un hombre capaz que domina su trabajo? En la presencia de los reyes estará. No estará en presencia de los de baja condición. Ahora, muchos hacen caso omiso a todo esto. O sea, Dios bendice ser trabajador, estudiar, aprender, prepararte, meter las horas y los años necesarios para dominar tu profesión. Eso es lo que Dios domina. Pero muchos No les interesa nada de esto. Son flojos, duermen cuando deberían trabajar, hacen lo mínimo, siempre están buscando atajos mágicos. Y Dios mismo es el que advierte sobre todo esto. Encontramos en Proverbios 18. Encontramos en Proverbios 18. El que es negligente en su trabajo es hermano del destructor. ¡Wow! Esto está rudo. 18.9. El que es negligente en su trabajo es hermano del destructor. Y la advertencia más fuerte, yo creo que la más fuerte que tenemos en la palabra está en 1 Timoteo 5.8. No pierdan su lugar improbables porque falta un texto más que vamos a ver ahí. La advertencia más fuerte La que más nos debería de preocupar, como varones, que queremos obedecer a Dios, temer a Dios, agradar a Dios. Dios dice en 1 Timoteo 5,8. Si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe. O sea, el hombre que dice, yo soy creyente, yo soy creyente, yo te amo a Dios, Soy su hijo, voy peregrinando al cielo, pero fíjate que soy flojo y que mi esposa es la que provee para el hogar, porque pues yo, quién sabe, encuentro trabajo y pues ya intenté un rato y pues ya, ni modo, pues no hay nada, ni modo, a ella sí le dan trabajo y pues así son las cosas. El que es flojo y no obedece a Dios y justifica las cosas y anda en esa condición, Dios dice que no es creyente. Dios dice que ha negado la fe, y es peor que un incrédulo. O sea, el que dice, soy creyente, pero no proveo para los míos, ni me ocupo de eso, ni soy trabajador, es peor que un incrédulo, ¿no? No podemos tomar esta responsabilidad varonil a la ligera, porque Dios no lo toma a la ligera. Ahora, y si alguno de ustedes está en un momento de crisis y su esposa, ambos están trabajando, lo dijimos del principio, ¿no? Hay temporadas en la vida, hay dificultades, pero bíblicamente tenemos que enfrentar este asunto. Tenemos que hacernos cargo, tenemos que trabajar. Si este asunto nos parece poca cosa, algo poco importante, si sí, si no, no importa. Dios no lo toma a la ligera. Dios habla muy fuertemente acerca de esto. Así que con esto llegamos a la última característica que vamos a ver. Tal vez ahora que vamos a entrar al lado de las mujeres, si remarquemos algunas cosas, retomemos, elaboremos algunas cosas ya con la foto completa, ya con la interacción de ambos lados completa. Pero lo último que tengo en la lista para las características de masculinidad bíblica es que debemos defender a los débiles. Ser varonil bíblicamente hablando requiere que tengamos un corazón para defender a los débiles. Es una marca de masculinidad defender al pobre, al indefenso y al débil. Ahora, en el mundo parece que una marca de masculinidad es aplastar al indefenso, ¿no? Aprovecharnos de él, aplastarlo, ignorarlo, ordeñar, hacer todo. ¿Cómo es débil? Pues ni modo, pues hay unos que tienen que ser ricos y unos poderosos y otros débiles, otros ricos y otros... Y pues hay que... ni modo. Dios no lo ve así. Dios no espera eso de nosotros. Dios es el supremo defensor del débil. Dios mismo, en su palabra, Él se titula así, o Él dice, Yo soy el defensor del débil, del humillado, del necesitado, del desamparado. Si nosotros, y esto lo vimos desde el primer estudio, cómo nosotros hemos de ser imitadores de Dios, porque estamos hechos en la imagen de Dios, la masculinidad viene de Dios, hemos de ser imitadores de Cristo, que es nuestro supremo ejemplo en este asunto. Y Cristo era defensor del débil, del indefenso, del necesitado. Lo encontramos en la Biblia y es un mandamiento hacer esto. Ustedes vayan a Proverbios 31 y yo voy a leerles de Isaías capítulo 1. Isaías uno diecisiete, proverbios treinta y uno nueve Isaías uno diecisiete dice, aprender a hacer el bien, juzgar justamente o buscar el juicio, restituir al agraviado, Esta es una muestra de masculinidad. Proverbios 31.9. Abre tu boca, juzga con justicia. Esta es una referencia a cómo en las cortes humanas o los hombres tendemos a juzgar a favor del poderoso y en contra del débil, ¿no? A favor del rico y en contra del necesitado. No, Dios quiere que juzguemos con justicia y así defendamos al pobre y al necesitado. Estos últimos dos textos Yo no sé si decir que son los más retadores, pero sí me parecen muy retadores en esta lista y en esta serie que estamos llevando. Todos tendemos a ver por lo nuestro. Estamos dispuestos a ver por los nuestros, a defender a los nuestros, a defender a los que nos conviene, pero defender al débil, que no tiene nada que ver conmigo. Ir al socorro del huérfano, que nada tiene que ver conmigo. socorrer al necesitado. Yo creo que eso es algo muy retador y es algo que Dios espera de nosotros. Muchas veces somos tardos en hacer eso. Pensamos, pues eso no tiene nada que ver conmigo, ¿no? No es mi responsabilidad, no es mi culpa, no es mi problema y no me voy a involucrar, ¿no? Sin duda es un tema que requiere meditación, aplicación personal, y también es algo que requiere sabiduría, porque muchas veces hay pecado de por medio, ¿no? Hemos visto, ya lo hemos mencionado, como a veces ayudar no es lo mejor. O sea, ayudar al adicto, ayudar al que se la pasa drogándose y ahí está en la esquina y pidiendo lana, no para comer, sino para ir a volverse a drogar, es un error. Apoyar eso es un error. ¿Cómo diferenciamos eso? Pues es difícil. A veces es difícil saber qué es lo que quiere el necesitado. ¿Quiere ir a alimentar más su pecado? ¿O está en esa situación porque lo tuvo todo y por su puro pecado fue y arruinó todo? ¿Porque es un adicto a sustancias? ¿O un adicto a deudas? ¿O un adicto a ir a apostar? No sabemos. Y es difícil. Se requiere sabiduría. Muchas veces se requiere acercarnos al necesitado, al débil, para entender su situación. Entonces, no siempre el necesitado, el débil, es una simple víctima. Muchas veces está sufriendo las consecuencias de su propio pecado. Pero apliquémonos esto, busquemos la sabiduría de Dios, estemos alerta para socorrer al que realmente es un huérfano, defender al que realmente es débil, no por sus propias faltas. Y Dios nos dé un corazón para para imitarlo a él en todo esto. Hermano Mau, Nos llevarías en oración, por favor.
5 La M. Proveedores Defensores
시리즈 La Masculinidad Biblica
El deber de proveer por los nuestros y defender a los necesitados.
설교 아이디( ID) | 1227192024586725 |
기간 | 24:59 |
날짜 | |
카테고리 | 성경 공부 |
성경 본문 | 잠언 31:9; 시편 104:23 |
언어 | 스페인어 |
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