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ប្រតិចារិក
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Damos a cada uno la más cordial bienvenida. En el nombre del Señor, esperamos y buscamos que Él se acerque a nosotros, por cuanto Él es el Dios de toda salvación y ha querido ser misericordioso con nosotros. Ha establecido medios para que podamos buscar su presencia y su bendición, y este es uno de los importantes, la adoración a Él en el Día del Señor. Sean todos bienvenidos. En cuanto a los anuncios, no hay nada nuevo que destacar, solo que después, después del culto, vamos a ver si aprendemos otro himno. Vamos a ensayar un himno nuevo y aquí ahora, el segundo himno, vamos a cantar el que estuvimos ensayando hace un par de semanas. Entonces, y recordar que el jueves nos vemos para orar a Dios a las ocho de la noche. Vamos entonces a abrir nuestro himnario. Vamos a abrir por el número trescientos ochenta. Señor Jesús, la luz del día se fue. La noche cierra ya conmigo se Sin otro amparo tú por compasión al desválido da consolación. Vamos a cantar el número 380. Escuchamos la música. Señor Jesús, la luz del día se fue, la noche cierra ya conmigo sé. Sin otro amparo, tú por compasión, al desválido da consolación. Veloce va la vida con su afán, su gloria sus ensueños pasarán. Mudanza y muerte miro en derredor, Conmigo sé bendito salvador. Siempre tu gracia yo he menester. ¿Quién otro al tentador podrá vencer? ¿Cuál otro amante guía encontraré. En sombra o sol, Señor, conmigo sé. Vea yo al fin de mi postre visión de luz la senda que me lleve hacia y alegre cantaré al triunfar la fe. Jesús conmigo en vida y muerte fue. Amén. Nos recuerda a este himno cómo van pasando los tiempos, cómo van cambiando las cosas, cómo las cosas temporales se van, vienen y se van. Y nos dirigimos nosotros hacia la muerte, que cuando lleguemos al final podamos mirar atrás y decir, al triunfar la fe, Jesús conmigo en vida y muerte fue. Llegar hasta el final y la fe triunfa, mirando cómo el Señor estuvo con nosotros durante todo el trayecto. Vamos a leer en la lectura de la palabra de Dios Génesis 2, cómo al principio esto no era así. Dios no hizo las cosas para que estas pasasen y para que viniese la muerte. Vamos a leer en el capítulo 2 de Génesis. Que dice de la siguiente manera. Fueron pues acabado los cielos y la tierra y todo el ejército de ellos. Y acabó Dios en el séptimo, en el día séptimo, la obra que hizo y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo. y bendijo Dios al día séptimo y lo santificó porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación. Estos son los orígenes de los cielos y de la tierra cuando fueron creados el día que Jehová hizo la tierra y los cielos. Y toda planta del campo antes que fuese que fuese en la tierra y toda hierba del campo antes que naciese, porque Jehová Dios aún no había hecho llover sobre la tierra ni había hombre para que labrase la tierra, sino que subía de la tierra un vapor, el cual regaba toda la faz de la tierra. Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra y sopló en su nariz aliento de vida y fue el hombre un ser viviente. Y Jehová, Dios, plantó un huerto en Edén, al oriente, y puso allí al hombre que había formado. Y Jehová, Dios, hizo nacer de la tierra todo árbol delicioso a la vista y bueno para comer, también el árbol de vida en medio del huerto y el árbol de la ciencia del bien y del mal. Y salía de Edén un río para regar el huerto, y de allí se repartía en cuatro brazos. El nombre de uno era Pisón. Este es el que rodea toda la tierra de Ávila, donde hay oro. Y el oro de aquella tierra es bueno, y allí también Bedilio y Ónice. El nombre del segundo río es Gion. Este es el que rodea toda la tierra de Cus. Y el nombre del tercer río es Idekel. Este es el que va al oriente de Asia. Y el cuarto río es el Éufrates. Tomó, pues, Jehová Dios al hombre. Y lo puso en el huerto de Edén para que lo labrara y lo guardase. Y mandó Jehová, Dios, al hombre, diciendo, de todo árbol del huerto podrás comer, mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás, porque el día que de él comieres, ciertamente morirás. Y dijo Jehová, Dios, no es bueno que el hombre esté solo, le haré ayuda idónea para él. Jehová Dios formó pues de la tierra toda bestia del campo y toda ave de los cielos y las Trajo a Adán para que viese cómo las había de llamar y todo lo que Adán llamó a los animales vivientes. Ese es su nombre. Y puso Adán nombre a toda bestia y llave de los cielos y a todo ganado del campo. Mas para Adán no se halló ayuda idónea para él. Entonces Jehová, Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán. Y mientras este dormía, tomó una de sus costillas y cerró la carne en su lugar. Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer y la trajo al hombre. Dijo entonces Adán, esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne. Esta será llamada varona porque del varón fue tomada, por tanto dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer y serán una sola carne. Y estaban ambos desnudos, Adán y su mujer, y no se avergonzaban. Esta es la provisión completa, suficiente, que el hombre necesitaba para vivir dichoso en este mundo repleto de todos los dones, todo en abundancia. desde las plantas hasta el oro, el río y ese huerto donde estaba el paraíso, donde Dios estaba con el hombre. Nada faltaba. Dios miraba y observaba. Incluso vio que no era bueno que el hombre estuviera solo y creó de nuevo a la mujer. Este es el Dios que se da a conocer en las sagradas escrituras. Este es nuestro Dios, nuestro Padre, que hizo esta creación de esta manera tan rica y bendecida para nuestra dicha y felicidad. Vamos a orar, vamos a adorarle a Él, vamos a darle gracias. Oremos. Señor y Padre nuestro, queremos darte gracias queremos adorarte y reconocerte y aquí nos unimos, unimos nuestras mentes, nuestros corazones y nuestras voces para declarar que tú eres el dios soberano, el dios creador, el dios en verdad bueno, que provees de todas las cosas para que nosotros podamos ser nos da a conocer. Gracias te damos por haber creado el cielo y la tierra. Gracias por haber llenado de todo bien y de toda criatura, por haber hecho los mares, las montañas, las tierras, la atmósfera, los cielos, las estrellas, todos los objetos celestes, gracias por habernos hecho a nosotros y habernos hecho de tal manera que pudiésemos ser conscientes de que tú eres el creador, conscientes de que a través de toda esta creación pudiésemos saber de ti, que nos hicieses conscientes de tener relación contigo, de poder mirarte a ti y conocerte y ver las maravillas de tu carácter, de tus atributos, de tus obras, de tu ser. Gracias te damos, oh Señor, por esta obra tan grandiosa que es la creación, como lo que es fue sacado de lo que no es, Y lo hiciste por tu palabra, según tu voluntad, como previamente habías decretado, allí en este ordenamiento con tu Hijo Jesucristo y con el Espíritu Santo. Oh Dios, a ti queremos honrar por todo eso. Y como llenaste de toda bendición, de todo árbol hermoso, de todo árbol que daba fruto, De todo bien, Padre, queremos darte gracias. Y aún te pareció poco hacer todas esas cosas y plantaste un huerto, un huerto donde confluían todos esos ríos para hacer de él ese paraíso en el cual tú paseabas. Y aún eso te pareció poco y viste que el hombre estaba solo y le hiciste esa ayuda idónea. Tú eres el Dios de toda provisión. Tú eres el Dios en verdad que piensas y buscas todo el bien que nosotros necesitamos. Cómo nosotros nos rebelamos contra ti. Cómo nosotros no estuvimos satisfechos con lo que tú hiciste. Nos quisimos meter por donde tú nos prohibiste centrar. el comer del árbol de la ciencia del bien y del mal. Oh, Señor, queremos confesar que nosotros somos pecadores, que Tú eres el Dios de toda verdad y bondad. Y nosotros siempre nos inclinamos en nuestra soberbia, nos inclinamos por donde tú nos prohíbes. Y nosotros nos vamos por donde nos va a ir mal, donde vamos a encontrar tu rechazo. Oh, Dios y Padre, perdónanos. Otra vez confesamos nuestras miserias, perdona nuestros pecados. ¿Cómo hemos desechado tus bienes? ¿Cómo hemos desechado tus favores? ¿Cómo esas cosas buenas que tú nos has dado nosotros la hemos mirado mal? A nuestras esposas, a nuestras familias, al trabajo, a la iglesia, a los hermanos. Tú nos das bien a través de ellos y nosotros pensamos mal. y hacemos lo que Tú no quieres que hagamos. ¿Cómo somos, oh Señor? No sabemos valorar todos los bienes que Tú nos das. Perdónanos, Señor. Desde el principio somos así. Tú nos das de salud y nosotros lo tenemos en poco. Tú nos das de los medios necesarios y nosotros nos afanamos con ellos o hacemos de nuestros medios un ídolo. Oh, Dios y Padre, queremos darte gracias porque tú has querido salvarnos de nuestros pecados. Tú has querido perdonarnos y limpiarnos de esa maldad porque tú has hecho Tú has ordenado un nuevo cielo y una nueva tierra, donde ese paraíso quede restaurado, donde nuestros cuerpos queden restaurados, donde la creación sea totalmente renovada, oh Señor. Gracias te damos por no habernos dejado bajo la condenación del pecado, sino habernos llamado una nueva esperanza por Jesucristo a la resurrección de los muertos y a esa vida futura para siempre en el paraíso donde otra vez podremos comer del árbol de la vida que estará en la vera de todo ese río que sale del trono de Dios, cuyas hojas sirven para la sanidad de las naciones. Gracias te damos porque nos has llamado a un cielo nuevo y una nueva tierra. En tanto que estamos aquí, oh Señor, sigue limpiándonos, sigue purificándonos. Con tu palabra, haz esa obra transformadora. y que podamos nosotros ver todas esas cosas que tú haces con nosotros día tras día, las cosas grandes y las pequeñas. Ayúdanos a no olvidar ninguno de tus favores y ser hombres agradecidos. Padre, queremos pedirte que tú nos ayudes para que vivamos en nuestras casas adorándote y nos santifiquemos y así tu presencia esté entre nosotros. Que ahora también nosotros nos santifiquemos en la adoración y podamos esperar la manifestación de tu presencia en medio nuestro. Ayúdanos a adorarte. Guíanos a toda verdad. Muéstranos más profunda y claramente las riquezas de Tu gracia y que Tu Palabra haga esa obra transformadora y salvadora de acuerdo a nuestra necesidad. Ayúdanos, oh Señor. Queremos pedirte, en especial por Leticia en esta semana, que ya también va a dar a luz o van a provocarle el parto, ayúdale, oh Señor, y esa criatura que se ha estado engendrando pueda venir a este mundo para bien, para conocerte a ti, para adorarte y para recibir las misericordias de tu gracia, oh Señor. Sé con ella, con esta madre, en este parto que próximamente tendrá en esta semana. En el nombre de Cristo te pedimos todas estas cosas con acción de gracias. Amén. Vamos a cantar ahora ese himno que aprendimos recientemente. 431 es un hermoso himno con un gran contenido y entiendo que es fácil de aprender. Hemos estado ensayando, vamos a escuchar una estrofa y luego empezaremos a cantar el himno. Sin ti vivir no puedo, sin ti servir no puedo, sin ti amar no puedo, sin ti morir no puedo. Escuchemos la melodía. Bueno, vamos a empezar. Sin ti vivir no puedo, bendito Salvador, por mí tu sangre diste gran prueba de tu amor. Tu gracia y tu justicia, tu sangre y tu perdón, son mi única esperanza, mi gloria y salvación. Sin ti servir no puedo, ni firme puedo estar. No tengo fuerzas propias, sin ti no puedo amar. Mi alma en Dios, oh Cristo, En ti confiando solo derecho de alcanzar. Sin ti amar no puedo. Pues mi necesidad entiende solo y llena con sin igual bondad del alma no hay quien sepa. su anhelo interpretar. Tú solo puedes, Cristo, su ansiedad calmar. Sin ti morir no puedo, volando el tiempo va, y un día el río oscuro habré yo de alcanzar. Entonces sé conmigo, bendito Salvador, soy yo, entonces dime y no tendré temor. Total es nuestra necesidad de Dios. Vamos a acercarnos a 1 Tessalonicenses, capítulo 5, versículos 21 y 22. Examinarlo todo, retener lo bueno, es el título. Dice así las palabras de este texto, antes bien examinarlo todo cuidadosamente, retener lo bueno, absteneos de toda forma de mal. Oramos, amante padre, suplicamos tu presencia, tu asistencia en este tiempo, porque realmente sin ti, sin ti, no podemos agradarte. Ayúdenos, asístenos para conocer más de ti, de tu voluntad, de tu amor. Lo suplicamos en Cristo. Amén. Este pasaje es un llamado al discernimiento espiritual. está la palabra examinar, la palabra retener, la palabra abstener. No importa donde vivamos, no importa donde estudies, no importa donde trabajes o donde tú te congregues, todo el tiempo Estás exponiéndote a información, a instrucción, a enseñanza. El discernimiento es esa habilidad de juzgar correctamente. El discernimiento es la habilidad de juzgar correctamente. El discernimiento hace distinciones. tiene que ver con separar una cosa de la otra. Es común ver a los niños cuando se enfrentan a un plato de ese caldo verde muy canario, que se le agrega los guisantes, cuando pequeños quitando esas bolitas que no les gustan. O, por ejemplo, cuando Alguien se enfrenta a una pizza y no le gustan los champiñones y empieza a sacar y a separar. Está discriminando, está separando. Para él los guisantes es lo malo, el resto es lo bueno. Los champiñones es lo malo, pero el resto de la pizza es lo bueno. Ahora, el discernimiento al cual la Biblia nos llama es el que puede distinguir lo bueno de lo malo, lo verdadero de lo errado, lo sano de lo corrompido, lo sabio de lo que no lo es. Ese es el discernimiento espiritual. Si hemos de crecer en discernimiento espiritual debemos examinarlo todo cuidadosamente. Eso quiere decir que no debemos permitir que ninguna información, que ninguna enseñanza entre a nuestra mente sin primero pasar por el filtro de las escrituras, del discernimiento. Y como creyentes estamos llamados a comparar todo, todo con las escrituras, aún la predicación de la palabra. Todo. Cuando el predicador expone las enseñanzas de las escrituras, la congregación es llamada a examinar si esta palabra cuadra o no cuadra con las escrituras. Nuestro pasaje se encuentra en un contexto donde en particular es un llamado a usar de discernimiento cuando se escucha profecía. Miren el verso 20. Allí dice el apóstol, versículo anterior a los nuestros, no menospreciéis la profecía. No voy a entrar en el significado particular de esa profecía que aquí se dice, pero vamos a asumir que se refiere a la enseñanza. Cualquier hermano que traiga una palabra a la iglesia y la traiga como de parte de Dios, pudiera ser el predicador. pudiera ser el maestro de escuela dominical, pudiera ser un hermano que se levanta en la escuela dominical para preguntar o decir o argumentar. Está enseñando de alguna manera, aunque sea de manera informal, se está haciendo. ya o había una tendencia, al parecer, en la iglesia de Tesalónica, una tendencia a menospreciar las enseñanzas, a cuestionar las enseñanzas de los hermanos. Y eso parece que era algo particular de estos tesalonicenses. de estos hermanos. Ustedes recuerdan que el apóstol Pablo tenía la costumbre de, al visitar las iglesias como predicador a los gentiles, como fue escogido por el Señor, él solía ir primeramente a las sinagogas judías, a los judíos, para allí predicarles el Evangelio. El apóstol Pablo llegó a aquel lugar, se reunió con estos, Y allí empezó a decirles y apuntarles que este era el Cristo, el Anunciado, el Salvador, el Mesías. Empieza a exponer a la luz de las Escrituras. Pero el resultado fue una actitud de persecución. para Pablo y Silas, para Jasón, que lo había recogido en su casa, y con aquellos hermanos también sufrieron una persecución. Bueno, enseguida los hermanos dicen que enviaron de noche a Pablo y a Silas a Berea. Hechos 17, 10, Enseguida, los hermanos enviaron de noche a Pablo y a Silas a Berea, los cuales, al llegar, fueron a la sinagoga de los judíos. Ésta era la práctica. Entonces, éstos, perdíse, eran más nobles que los tesalonicenses. El escritor destaca este asunto. Estos eran más nobles que los tesalonicenses, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando diariamente las escrituras para ver si estas cosas eran así, a ver si cuadraban con las escrituras, a ver si tenía asiento en las escrituras. Dice, por eso muchos de ellos creyeron, así como también en buen número de griegos, hombres y mujeres de distinción. O sea, que en Tesalónica no usaron de ese discernimiento, sino que menospreciaron la enseñanza. Diferencia, la que mostraron los de Berea. comprobando, escudriñando diariamente las escrituras para comprobar que esto realmente era así, que Pablo y Silas estaban ajustándose a la verdad. Los vereanos tuvieron una actitud diferente entonces ante la enseñanza bíblica. Y en lugar de menospreciar, ellos examinaron. Y eso es lo que Pablo está exhortando en nuestro pasaje. Como alternativa a menospreciar las enseñanzas, se nos exhorta a examinar las cosas. El punto es que, en lugar de menospreciar, lo más sabio es examinar. El discernimiento es más valioso que el desprecio. Aquí, entonces, estamos expuestos a dos peligros. pudiéramos ser muy ingenuos y recibir cualquier enseñanza sin examinarla, pero también pudiéramos ser cerrados y menospreciar cualquier enseñanza sin examinarla. Por supuesto que ninguna de las dos posturas es sana. Lo mejor es examinar todo cuidadosamente, porque puede tener algo bueno. Y esto no solo se aplica a cómo nosotros recibimos las predicaciones, la exposición de la palabra, sino en toda la vida. Porque nosotros estamos expuestos a una cultura que nos está continuamente bombardeando. Todo el tiempo nos enseña, a través de la radio, a través de la televisión, internet, conversaciones, en la universidad, en el colegio, en el trabajo. Y nuestro versículo es una descripción de tres elementos del buen discernimiento. Nos dice, primero, examinarlo todo cuidadosamente. Segundo, retener lo bueno. En tercer lugar, absteneos de toda forma de maldad. Suena fácil, simple, pero no es ni una cosa ni la otra. No es ni simple ni fácil. Primero, el discernimiento espiritual. No es tan fácil como sacarle los champiñones a la pizza o los guisantes al caldito verde. No lo es. La gente no nace con discernimiento. Si las personas y las ideas llevaran un letrero que pusiera maldad, el discernimiento sería fácil. Pero no es así. Imagínense entrar en la librería y tomar un libro y allí, en la introducción, nos topamos con las siguientes palabras. Allí dice, al comienzo, el 70% del contenido de este libro es veraz, es bíblico. Pero el 30% restante está lleno de errores. Esos errores que pueden causarle terribles daños espirituales a usted y a su familia. Los capítulos más dañinos son el 3, el 4, el 8. Si fuera así, el discernimiento fuera fácil. Pero no es así que funciona. Tampoco nos topamos con un predicador diciendo al comienzo de su mensaje, señores, yo he sido grandemente influenciado por falsas doctrinas y valores humanistas, o sea que el sermón no será muy bíblico, no lo va a ser, sino que va a estar cargado de valores culturales contrarios a la enseñanza de la Biblia. No escuchamos al que dirige decir, bueno, vamos a cantar un himno. Este himno tiene un ritmo un poco acelerado. Contagiosa, pero la letra es bastante mediocre. La letra es bastante mediocre. Tal es así que si usted cambia la palabra Jesús por el de su novia, igualmente lo puede cantar. Si fuera así, el discernimiento sería muy fácil, pero el mundo en el cual vivimos no es así. el contenido real de las ideas que nosotros enfrentamos en nuestra cultura, aunque en muchas ocasiones dañinos y peligrosos, no es tan fácil de ver, no es tan fácil de descubrir. Precisamente porque no traen un letrero que diga malo, perjudicial, cuidado. Necesitamos de mucho discernimiento para poder entonces separar lo bueno de lo malo. En segundo lugar, el discernimiento espiritual es un asunto de vida o muerte. No es como se suele oír. que es un asunto de vida o muerte. Y va y resulta que se trataba de algo... no era realmente de vida o muerte. Pero el discernimiento espiritual es un asunto de vida o muerte. Sí o sí. Y esto no es una exageración. Hay áreas en nuestras vidas donde el discernimiento no es tan importante. Nosotros, en cuanto a la moda, ¿Recuerdan los pantalones acampanados? Se fue. Pero igual nos encanta el pantalón acampanado. Y nos compramos el pantalón acampanado. Quizás nos vestimos con una camisa bien a cuadro y nos compramos un pantalón a raya. Lo podemos hacer. No tiene consecuencia. ¿La mente tiene consecuencias? No tiene consecuencias ninguna. Lo hemos discernido quizás, pero no tiene consecuencias. Pero cuando nosotros nos referimos al discernimiento espiritual, estamos hablando de las cosas que tienen que ver con el alma. Estamos hablando de la verdad que puede salvarnos. Está hablando de conocer al único Dios vivo y verdadero. ¿Estamos hablando de vida eterna o de muerte o condenación eterna? Dios le dice a su pueblo, allí en Deuteronomio 30, 19, He puesto delante o ante ti la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Escoge pues la vida para que viva tú y tu descendencia. Escoge la vida. Lo que ha puesto delante es de gran valor. Es determinante. Usa el discernimiento. Usa el discernimiento y coge lo mejor. En los proverbios se nos llama una y otra vez a escoger el camino sabio o del sabio y tener en poco y menospreciar el camino del necio. Jesús también nos habla de dos caminos. Está el camino ancho, cómodo, fácil, y está el camino estrecho. Si nosotros no tenemos discernimiento, podríamos escoger el camino más cómodo. Porque podemos ir de cualquier forma, hacer lo que queremos, vivir a nuestra manera, cuando realmente es un camino destructivo. O sea que el discernimiento es sumamente importante, porque nuestras almas están en juego. están en juego porque tienen consecuencias eternas. Y el discernimiento no es algo limitado a ciertos grupos de personas, a unas personas que tienen unas capacidades intelectuales. No es exclusivo o solo para los teólogos, ni mucho menos. Todos, todos por la gracia de Dios debemos y podemos crecer en discernimiento. Todos deberíamos Orar como ora el salmista. Salmo 119, 125, el salmista expresa lo siguiente en su oración. Yo soy tu siervo, dame entendimiento, o sea, dame discernimiento para que conozca tus testimonios. Para poder entender, dame discernimiento. Esa es la oración que nosotros debemos hacer. Dios le había dicho precisamente a Salomón, pide lo que quiera, yo te lo daré. Y ahí iba Salomón, en oración, en petición a Dios, en Primera de Reyes 3.9, y le dice, da pues a tu siervo un corazón con entendimiento, con entendimiento para juzgar a tu pueblo y para discernir entre el bien y el mal. O sea, yo quiero entender, Yo quiero discernir entre lo bueno y lo malo, porque la tarea que tengo es una tarea bien grande. Necesitaba discernimiento, necesitaba entender. Como vemos, el discernimiento es sumamente importante. Tiene que ver con la vida o la muerte. Tiene que ver con poder entender la realidad de las cosas, no la apariencia de las cosas, sino la realidad. Pero además de pedir discernimiento, hemos de esforzarnos en ello. El salmista dice en el Salmo 119 también, versículo 104, de tus preceptos recibo entendimiento. Por tanto aborrezco todo camino de mentiras. O sea, es tu verdad la que me da entendimiento. El discernimiento proviene precisamente del estudio de la palabra de Dios. Debemos pedirlo en oración, pero debemos exponernos a esa sabiduría de Dios a través de su palabra. Pedimos en oración, pero tenemos que exponernos a esa palabra. Pablo, en Efesios 5.10, dice, comprobando lo que es agradable al Señor. A veces tenemos que tomar decisiones. ¿Qué hacer? ¿Cómo hacerlo? ¿Cuándo hacerlo, Señor? Requiere de nuestra parte acción. El poder del discernimiento viene como resultado de ejercitar los músculos del discernimiento. Tenemos que hacer algo con la información que tenemos. ¿Qué hacemos con la información que recibimos, con la información que tenemos? ¿Qué hacer? Y para desarrollar, quizás, más ampliamente el tema del discernimiento, nos vamos a ir a Romanos 12, versículos 1 y 2. En él, el apóstol Pablo dice las siguientes palabras. Por consiguiente, o así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios que presentéis vuestros cuerpos como sacrificio vivo y santo, aceptable a Dios, que es vuestro culto racional, y no os conforméis, no os adaptéis al mundo. sino transformaos mediante la renovación de vuestra mente para que podáis comprobar, verificar cuál es la voluntad de Dios, lo que es bueno, aceptable y perfecto, lo que es agradable y perfecto. O sea que el discernimiento es importante porque queremos agradar a Dios, queremos hacer su voluntad, queremos glorificarle, O sea, que el discernimiento espiritual requiere de varias cosas. Y el apóstol Pablo nos deja ver lo siguiente. Cuando nos dice, no os adaptéis a este mundo, no os conforméis, no toméis el molde. Este es un llamado a resistir esa manera de ver las cosas y pensar sobre la vida que no toman cuenta Dios. no toma en cuenta ni a Dios ni a su palabra. El discernimiento espiritual requiere resistencia. No pienses sobre las cosas como el mundo piensa. Tienes que resistir tal cosa. El discernimiento requiere que entendamos cómo el mundo busca moldearnos. Obviamente sabemos que nos empuja a pecar, pero más particularmente el mundo busca influenciar nuestra manera de pensar sobre el futuro, nuestra manera de pensar sobre el matrimonio, el trabajo, la iglesia, el dinero, el hombre, y la mujer y hoy más que nunca. Esto es así. Su influencia en todas estas áreas nos va mostrando cómo cambia, cómo cambian las cosas. Es terrible lo que nosotros estamos percibiendo. No es fácil, no es fácil, requiere de mucho esfuerzo y observación, percibir, darnos cuenta realmente el alcance que tienen esas pequeñas cosas que se van filtrando, que se van colando, a lo cual estamos nosotros expuestos. No tenemos una coraza no tenemos una barrera, nos alcanza. Cuando nosotros hacemos frente, cuando nosotros resistimos, porque ese es el asunto, resistir, pero cuando nosotros lo hacemos, y esta es nuestra respuesta al mundo y sus ideas, De una forma, nosotros vamos a sufrir. ¿Cómo responde el mundo? El mundo rechaza a quienes piensan diferente. Poco menos parece que venimos de otro mundo, de otra galaxia. ¿Cómo es posible que todavía estés pensando así? ¿Cómo crees tú que puedes sostener eso? ¿Tú no has visto el avance de la sociedad? ¿Tú no has oído las ideas que están al descubierto y traen sabiduría? Perdemos la admiración del mundo porque uno no encaja. A uno lo dejan fuera de la conversación. Tu conversación no me gusta, no me agrada. Yo prefiero a un lado. No es divertido ni fácil ser considerado, como a veces se nos considera, gente necia. Bueno, es así. Esa es la respuesta normal. Somos rechazados por nuestra forma de pensar, de percibir, de ver las cosas, de evaluar las cosas. Hay rebeldía en el mundo como la que muestran los artistas, los deportistas, los cantantes, Y ese tipo de rebeldía que en esta sociedad estos muestran resulta ser admirada precisamente por el mundo, aplaudida por el mundo. Pero la rebeldía de los cristianos por no conformarse al mundo es menospreciada y es rechazada. Tal cosa a un lado, Si vamos a usar de discernimiento espiritual debemos estar preparados para ser rechazados. Se cuenta de un matrimonio que tenía una cadena de restaurantes, de comida rápida, era muy famoso, pero un día con su esposa Fue entrevistado por una revista cristiana y allí le pregunta, bueno, ¿qué piensa? ¿Qué es para usted el matrimonio? Y este hombre dijo, para mí el matrimonio es lo que nos deja ver la palabra. Ese es el matrimonio. Para nosotros ese es el matrimonio. Bueno, parece poca cosa, ¿verdad? El hombre asegura, el hombre afirma, esto es para mí esto. Pero eso no quedó ahí. Eso empieza a correr. Y empiezan a surgir las voces discordantes en otros lugares, en otras ciudades, donde se le cerraba el paso para que allí se abriera. un establecimiento de esa cadena de comida rápida. Por esas palabras. Aquí no. Con esas ideas. Aquí no. Si no estamos dispuestos a morir a ese deseo de ser admirados por el mundo, reconocidos por el mundo, aplaudidos por el mundo, nunca estaremos dispuestos a resistir. Si el deseo por la aprobación del mundo es fuerte, tu capacidad, mi capacidad para discernir espiritualmente será muy débil. Pero el discernimiento espiritual requiere también, no solo de resistencia, que hay que mostrar, que hay que dar, en este campo de batalla, sino también demanda renovación. Dice nuestro pasaje, sino transformaos mediante la renovación de vuestra mente o vuestro entendimiento. O sea, la verdad que escuchamos de la palabra de Dios no es para escucharla una sola vez. Mediante, transformaos mediante la renovación de nuestra mente. Hay que renovar la mente. Para poder resistir la forma de pensar del mundo hay que estar firmemente anclado en la forma de pensar de Dios. Nuestra mente tiene que ser renovada precisamente con la palabra constantemente. Es una de las razones principales por las que nosotros necesitamos como iglesia congregarnos. Es para escuchar la verdad de Dios a través de los signos, porque los signos tienen un contenido que revelan la palabra de Dios. Necesitamos exponernos a la palabra leída. Cuando se lee el pasaje, en esa lectura que realizamos, nuestra mente y nuestro corazón deben estar expuestos, centrados en esa palabra que está siendo leída. Cuando está siendo predicada, nuestra mente y nuestro corazón deben estar expuestos. a escuchar, dispuesto a recibir la verdad que Dios nos está dando a través de la predicación. O sea, que necesitamos constantemente ser recordados. Tienes que escuchar. Necesitas recibir. Tienes que poner tu oído, tu corazón, entregar tu ser a esa palabra. Porque el mundo precisamente está constantemente recordándonos su forma de pensar. El mundo no baja o no quita el pie del acelerador. El mundo presiona más a fondo. Es una invasión tremenda. Uno escucha la radio. Y hay cosas que a uno le revuelven. Conclusiones, ideas. ¿Qué escuchan nuestros hijos en el colegio? ¿Qué escuchan? ¿Qué escucharán? Porque esto va avanzando. ¿Qué reciben aquellos que están en la universidad? ¿A qué están expuestos cuando son enseñados? A través de las diferentes materias, el creyente que se encuentra allí percibe, recibe estas ideas que inciden una y otra vez, que tienen que resistir, que tienen que pelear, Tenemos que resistir, tenemos que renovar la mente con la palabra. Por eso también se hace tan necesario que nos expongamos a la palabra de Dios de forma diaria, para que nosotros podamos o estemos pensando a la luz de la verdad de Dios. Pero también el discernimiento espiritual requiere de acción. Porque nuestro pasaje dice, no os adaptéis a este mundo, sino transformaos mediante la renovación de vuestra mente para que comprobéis, para que verifiquéis cuál es la voluntad de Dios. Se requiere la acción de comprobar, de verificar. Para crecer en discernimiento es necesario actuar. Y actuar sobre lo que uno ya conoce, sobre la voluntad de Dios. Actuar sobre lo que uno ya conoce sobre la voluntad de Dios. En otras palabras, el crecimiento en discernimiento requiere Aplicación. No te será posible conocer lo bueno, lo agradable que es la voluntad de Dios si no la obedece. Aplica. Si no la obedece, el discernimiento requiere acción. Aplicar. Tomar eso que conocemos, que sabemos y hacerlo. Comprobar cuál es la voluntad de Dios es otra manera de decir para que puedas probar lo bueno que es la voluntad de Dios. No sé si les ha sucedido que algunos creyentes nos dicen en una exhortación Mira, no sigas por ahí. No hagas eso. No lo hagas. Tú lo escuchas. Te invita a tomar buenos caminos. Pero no es hasta que tomas la decisión de confiar en la palabra de Dios y actuar realmente cuando realmente puedes comprobar lo bueno que es la voluntad de Dios. O sea, es cuando das ese paso de obedecer la palabra de Dios, de actuar conforme a lo que Él te está enseñando y vienes al camino correcto, no es hasta ese momento que no puedes comprobar la voluntad buena de Dios para contigo. porque no logras verlo precisamente hasta que no lo vives, hasta que no lo compruebas personalmente. No puedes recibir lo bueno que Dios tiene para ti. No es la teoría. es la práctica que nos lleva a comprobar lo bueno que es la voluntad de Dios. El discernimiento no va a ser beneficioso si no actuamos basado en la verdad de Dios. Lo que hace la desobediencia es matar precisamente el discernimiento. Si nosotros de continuo sabemos lo que tenemos que hacer Pero nosotros no lo hacemos. Estamos matando el discernimiento. Estamos embotando el discernimiento. Hay personas que constantemente le piden a Dios, ayúdame, ayúdame, muéstrame tu voluntad con respecto a este asunto. Pero no actúa. en aquello que sí sabes, que el Señor te manda. En aquellas cosas que están claras para que tú las lleves a cabo, para que tú las obedezcas. Con eso no estamos solamente desobedeciendo a Dios, sino que también estamos retrocediendo en el discernimiento. Se hace borrosa la realidad se hace como neblina, no nos deja percibir las cosas. En la experiencia nosotros conocemos a personas que en un momento determinado, en un tiempo fueron o estaban escuchando la palabra Poco a poco se fueron apartando de los caminos de Dios y después de un tiempo uno se sienta, uno conversa. Esa fue una experiencia personal triste. Un hombre que proyectaba el Evangelio de una forma, que tenía un corazón Pero, por las razones que fueran, empezó a abandonarse un poco. Al final, no sé, no sé. Sólo el Señor sabe si era creyente o no. No lo sé. Pero sentarse con él y escucharle después de tanto tiempo fue realmente triste. Triste porque de su boca salían cosas. Te dabas cuenta y percibía. No entiende nada. No ve nada. No comprende nada. Está ciego. Ciego. No las puede entender. No puede entender las cosas que son clarísimas. retrocedieron porque no actuaron en aquellas cosas que sabían. A un lado, la verdad, la oscuridad más intensa. Por ejemplo, tú sabes, me dirijo a los chicos, tú sabes, ustedes saben que Dios quiere que tú respetes a tus padres. Debes hacerlo. Pero a lo mejor no lo haces. Pero tienes el conocimiento de que debes hacerlo. Dios quiere que dejes de mentir. Pero en los exámenes mentiste. O tú en la declaración mentiste. Tú sabes que Dios no quiere que continúes en esa relación que estás teniendo con esa joven o con ese joven, pero tú continúas con ella. Sabe, pero no hace. Tú sabes que es la voluntad de Dios que te aparte de aquellas cosas inmorales. pero no las deja, continúa con ellas. Tú sabes que Dios quiere que les sirva, pero no quiere, estás cómodo. Tú sabes que Él quiere que leas, que medites la palabra, pero no tomas tiempo para ello, no lo hace. Cuando se entra en ese camino ignorando y no actuando en esas cosas claras, por ahí es por donde se comienza a perder discernimiento. Si el Espíritu de Dios te está convenciendo ¿Qué tienes que hacer? Recibir la convicción. Actuar. Y cuando lo haces, compruebas lo bueno que es y agradable y perfecta la voluntad de Dios. Entonces el discernimiento espiritual examina cuidadosamente todo. Luego de haber hecho la función del discernimiento y logra separar lo bueno de lo malo, la voluntad de Dios del pecado, entonces actúa. Actúa teniendo o reteniendo lo bueno y actúa absteniéndose de toda forma de maldad. Este es el asunto. Necesitamos tomar tiempo. Necesitamos estar tranquilos y examinar nuestra vida. Necesitamos examinar nuestras aspiraciones, nuestra conducta y aplicar discernimiento. Dar mente. y hacerlo bajo la luz de la verdad de Dios. Separar lo bueno de lo malo. Y luego que hayamos podido identificar esas cosas que estamos haciendo, que no debiéramos hacer, debemos traer estas cosas delante de Dios. Exponerlas, una vez que hemos entendido, una vez que hemos reconocido eso, traerlo como un sacrificio a Dios. Traerlo y decirle al Señor, yo sé que tu voluntad es que yo abandone tales cosas, Yo sé que tu voluntad es que yo deje eso que tú solo conoces. Yo sé que tu voluntad es que haga aquellas cosas y reconozco que no me he estado esforzando y haciendo a la luz de tu voluntad para mi vida. No lo he estado haciendo. Necesitamos suplicar, perdóname, renuévame, estas cosas las traigo a ti, las rindo a ti, dame esa gracia que necesito para crecer en discernimiento y que pueda yo probar pueda yo degustar que tu voluntad es buena, que tu voluntad es agradable, que tu voluntad es perfecta, Señor. Necesitamos esforzarnos. ¿Y de qué manera? Ahora más que nunca necesitamos el discernimiento espiritual. para bien de nuestra vida personal, para bien de nuestra vida familiar, para que podamos proteger a los nuestros y guardarles de todo aquello que sea un camino errado, que no glorifica a Dios, que no se ajusta a la palabra. Es el momento para tener el discernimiento también como iglesia para entender la voluntad de Dios y hacer tal cosa. De esta manera es como únicamente podremos comprobar que su voluntad es buena, que su voluntad es agradable, que su voluntad es perfecta. El Señor nos ayude. Padre Santo te damos gracias porque tú en tu misericordia tratas con nosotros y aun cuando nuestra respuesta no ha sido la correcta tu paciencia y tu misericordia están sobre nosotros Pero queremos pedir tu dirección, tu ayuda, porque nuestra resistencia es poca a estas cosas que a través del pensamiento nos llegan y que son contrarias a ti, a tu verdad. Danos sabiduría para que podamos clamar a ti constantemente. Danos discernimiento. No nos deje en nuestra ignorancia. Líbranos de esa forma que el mundo nos ofrece y que seamos conformados más a Cristo. Protege nuestras vidas, protege nuestra familia, protege y bendice a tu iglesia. en Cristo Jesús. Amén.
Escudriñadlo todo, retened lo bueno
លេខសម្គាល់សេចក្ដីអធិប្បាយ | 62922619404848 |
រយៈពេល | 1:20:37 |
កាលបរិច្ឆេទ | |
ប្រភេទ | ល្ងាចថ្ងៃអាទិត្យ |
អត្ថបទព្រះគម្ពីរ | ថែស្សាឡូនីច ទី ១ 4:3-8 |
ភាសា | អេស្ប៉ាញ |
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