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ប្រតិចារិក
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todos quisiéramos cambiar y ser mejores personas. Muchas veces hablamos con personas que están luchando contra sus depresiones, contra sus pecados, contra diferentes vicios y siempre quieren cambiar, quieren ser mejores personas. Muchas veces les presento el evangelio, les presento cómo el Señor les puede ayudar, Y muchas veces su respuesta es, estoy tratando. Estoy tratando de cambiar. Estoy tratando. ¿Cómo contestas a una persona así? ¿Es malo tratar de cambiar? Posiblemente en muchos sentidos es necesario de por lo menos querer cambiar y en un sentido tratar de cambiar. Pero Pablo está diciendo en el segundo de Corintios 3 que cuando los corintios quieren cambiar, muchos vienen que eran en aquellos días los judaizantes, los religiosos de aquel día, los moralistas, los que les predicaba, trata más, trata más, que seas más religioso, que vas más a la iglesia, que trates de orar más o trates de hacer otras cosas, ¿verdad? Y parece todo muy bueno. Pero Pablo dice, ¿sabe? Además de decir la gente trata más, trata mejor, hay mejor mensaje. Es el mensaje del evangelio de Jesucristo. Vamos a mirar aquí que Pablo está defendiendo en Seguro de Corintios, su ministerio, para decir, soy un ministro bíblico, como Dios quiere. La primera parte de Segundo de Corintios 3, que hablamos la semana pasada, versículos 1 al 6, muestra que Pablo está usando el testimonio de la iglesia para defender su ministerio. Está diciendo, mire, si yo no hubiera predicado el mensaje de Dios, ustedes no hubieran tenido el poder de Dios para cambiar. Pero ustedes son cristianos y ustedes son más santos de lo que eran. Hasta tu vida es una carta que todo el mundo puede leer. Todos miren que tú eres diferente y ven que Cristo es el que lo hizo. Y esto es el mensaje que prediqué. El mensaje de Jesucristo es el mensaje que cambió sus vidas. Y esto es una prueba que soy un ministro de Dios porque estoy predicando el mensaje de Jesucristo que de verdad tiene un buen efecto en sus vidas. Pero en versículo 6 hasta el final, Pablo está ahora diciendo, ahora quiero hablarles del mensaje que prediqué que cambió sus vidas. Y esto prueba que soy un ministro de verdad del Señor. Porque estoy predicando el mensaje del nuevo pacto. Cristo dijo en la Santa Cena, un nuevo pacto en mi sangre es lo que yo os doy. Es una nueva manera, en un sentido, de obrar al Señor. Ya no tenían que depender de nada de sus buenas obras y seguir la ley que era el antiguo pacto, el pacto de Moisés, la ley de Moisés. Ya el Señor dice, mira, ya Dios usó el pacto antiguo, la ley, para cumplir su propósito. Y tenía muchos propósitos la ley de Moisés. Él quería mostrar cuán santo es Dios y lo que Él agrada y aprecia, que es no matar, no robar, poner a Dios primero, honrar a los padres. Él dice, esto muestra la santidad y lo que Dios considera moral y muestra lo que agrada a Dios. Pero a la vez, cuando uno mira los 10 mandamientos y el pacto antiguo de Dios, es como un espejo que usted se creía limpio y bonito, y ya en el espejo de los 10 mandamientos, tú dices, yo no he cumplido ninguno de estos perfectamente. Y entonces te ves tu propia suciedad y condenación de pecado. No te crees pecador hasta ver la ley. Ya tú sabes que eres un pecador porque la ley lo apunta y también la ley apunta tu debilidad, que tú no puedes salvarte a ti mismo, que tú no puedes. Quieres cambiar, quieres ser mejor persona, pero dice en Romanos 5, 6, que Cristo vino y murió por los débiles, los que no teníamos fuerza para cambiarnos a nosotros mismos. Por eso Cristo vino, para salvarnos y cambiarnos. Y así es que él dice, la ley muestra lo que debes hacer, muestra tu debilidad, que no puedes hacerlo, trate como quieras de ser mejor, y muestra que estás condenado si no cambias. Así que la ley tiene buenos propósitos, mostrar la justicia de Dios, la moralidad de Dios, la bondad de Dios, pero a la vez muestra la debilidad del hombre, el pecado del hombre, la condenación del hombre, pero entonces nos muestra, como no podemos cambiarnos, nos muestra que nos hace falta un Salvador. Y la ley muestra que no puedes salvarte a ti mismo, tu iglesia no te puede salvar, nadie te puede salvar sino uno, quien es Jesucristo. Y así que la ley me lleva para buscar un salvador, para decir, ¿hay alguien que me puede salvar? Y Dios dice, Cristo vino para cumplir la ley. Y ya no vas a guardar la ley. Una vez te crees en Cristo, guardar la ley solo de cuerpo en acciones, sino para cumplir las leyes. Ya voy a cambiarte de tal manera que te perdono de todo pecado. Y también voy a poner en tu corazón la ley de Dios, el nuevo pacto, que es la ley de amor. Ya no vas a servir de miedo que la ley me va a condenar. No, ya vas a servir a Dios con más ganas, con más fuerzas, porque hay un cambio en tu corazón que es el amor de Dios en tu corazón que te hace querer servir al Señor. Eso entonces es el mensaje de Segundo de Corintios 3. Vienen judaizantes, religiosos, moralistas, diciendo a la gente, usted quiere cambiar? Trata más. Y la gente dice, estoy tratando y estoy fracasando. Quiero salir de mis drogas, de mi alcohol, de mi lujuria de mi egoísmo, de mi materialismo. Yo quiero salir de eso, quiero cambiarme. Trata más, trata más, ser mejor, ser mejor, ser más religioso. Y entonces añaden cosas a la fe de Jesucristo que es sus propios esfuerzos. Y cada vez que tratas más, más veces que fracasas, que no puedes. Y Pablo está diciendo aquí, mira, el pato antiguo tenía un buen mensaje, que seas más santo, que seas más moral, que agradezca a Dios. ¡Buen mensaje! Pero la ley solo pudo mostrarte tu pecado, debilidad y condenación. No podías salvarte porque te mostraba tu debilidad, tu inhabilidad de salvarte a ti mismo. Y por eso los que predican el antiguo pacto La ley para medio de salvación, aunque prediquen una buena cosa, que debemos ser más santos y morales, predican mal si dicen que puedes hacerlo a su propia fuerza y que eso es un medio de salvarte, porque la ley solamente te condena justamente. Así que la ley es buena, pero la ley nos lleva a Cristo, quien es mejor. Así que el antiguo pacto es bueno, pero el nuevo pacto de fe en Jesucristo para entrar en nuestras vidas y cambiarnos espiritualmente es mucho mejor. Vamos a orar y mirar 2 Corintios 3 y los contrastes de la ley antigua y la ley de amor, el pacto antiguo y el pacto nuevo, la comparación entre el mensaje moralista, religiosa, religioso, y el mensaje espiritual del evangelio de Jesucristo. Oremos. Nuestro padre celestial, gracias por este gran capítulo de la Biblia que nos muestra cómo Cristo nos puede cambiar Que no debemos desesperarnos, pero si confiamos en lo que dicen los religiosos, los moralistas, vamos a esperarnos. No habrá gozo, victoria, porque no podemos hacer esto en fuerzas propias de solo tratar más. Tenemos que confiar plenamente en el Señor Jesús para perdonarnos y cambiarnos. Ayúdanos, Señor. Preferir Cristo sobre la religión. No tirar siempre por la ventana moralidad, pero reconocer que, en comparación con La luz de Cristo, el amor de Cristo, la moralidad que Cristo abre en el corazón, la moralidad externa de guardar ciertos reglamentos y leyes no es nada. Se pone como oscuro a la luz de la luz del glorioso Evangelio de Jesucristo. Ayúdanos, Señor, disfrutar de este ministerio espiritual de perdón amor, esperanza de nueva vida y no solo de reglamentos que no podemos hacer, que nos hace desesperar y de condenación que esto nos muestra que merecemos. Ayúdenos, Señor, a predicar a otros del amor de Cristo, del Evangelio de Cristo, sin dejar a lado predicarles la ley que les condena, porque si no se miren condenados y pecadores, nunca buscarán a Cristo. Pero ayúdenos a enfatizarles que la nueva ley del corazón, la ley cumplida, es amor que Dios obra en el corazón, que nos hace servirle con toda la fuerza, con todo el alma, porque Él es bueno y no porque seamos nosotros bastante buenos. Ayúdanos, Señor, creer el mensaje espiritual y predicar el mensaje espiritual de Jesucristo para que otros tengan esperanza, gozo, paz, nueva vida, vida eternal. en Jesucristo. En el nombre de Jesús te lo pedimos. Amén. Segundo de Corintios tres, versículos seis y siete y ocho. Para comenzar, vamos a ver aquí seis diferentes contrastes entre las leyes de religiosos y hasta la ley de Moisés, el antiguo pacto, que es glorioso, Pero el nuevo pacto, la ley de Jesucristo, la ley de amor que él pone en el corazón, y cómo el nuevo pacto hace seis cosas mejor que el antiguo pacto. La primera cosa es que el nuevo pacto, fe en Jesucristo, el evangelio de Jesucristo, trae vida espiritual. Trae vida espiritual y no solo muerte justa. El antiguo pacto nos condena a la muerte. Todos pecaron. Y la par del pecado es muerte. Trae muerte justa. Y eso es buena cosa, que Dios es justo. Pero nuevo pacto trae algo mejor. En vez de muerte justa, trae vida espiritual. Segundo de Corintios 3, versículo 6, el cual, asimismo, nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto. No de la letra, sino del espíritu. Hay diferentes palabras aquí por la misma cosa. Nuevo pacto también se llama el pacto del espíritu. También se llama el pacto espiritual. También se llama el evangelio, lo que vivifica. El antiguo pacto se llama la ley, la ley de Moisés, o el antiguo pacto. O la letra, la letra que mata, dice aquí. No de la letra, sino del Espíritu, porque la letra mata, mas el Espíritu vivifica. El Espíritu Santo cambia nuestros espíritus con el Espíritu de la ley. Puede ver la palabra Espíritu en tres diferentes maneras. Uno, el Espíritu Santo vivifica. Otro, el espíritu de la ley vivifica. Es decir, fe en Jesucristo y no solamente forzarte a hacer buenas cosas, sino lo que significa la ley es apuntarle a Cristo a algo espiritual, a vida espiritual. Eso vivifica el mensaje espiritual, y no solo moral y carnal, pero también mi espíritu está vivificado, ¿verdad?, por tener fe espiritual que tengo por el Espíritu de Cristo. Muchos comentaristas dan diferentes explicaciones de esto, y yo estoy poniendo los tres juntos de esta manera. Versículo 7. Si el ministerio de muerte, esta es otra palabra entonces de la ley de Moisés, del antiguo pacto, es el espíritu de muerte, grabado en letras, en piedras, fue con gloria, está hablando de Moisés en el monte de Sinaí recibiendo el nuevo pacto los diez mandamientos fue una cosa gloriosa recuerda éxodo diecinueve y veinte como apareció allí en el monte de Sinaí nube negra relámpagos truenos, voces, no sé si del ángeles o del Hijo de Dios, pero el hecho es que como trompetas que les hacían sordo y así temblando, toda la tierra temblando, fue una cosa gloriosa la venida de los Diez Mandamientos. con el nuevo pacto, con el antiguo pacto que llegó. Era una cosa para mostrar que Dios es poderoso. Dios es glorioso. Cuando Él dice algo, es importante escucharle. Y lo que Él dice es justo y santo y bueno. Así que escúchale a Dios. Es una buena cosa. El antiguo pacto es una cosa que muestra la gloria y el poder del Señor. Tanto que los hijos de Israel, dice, no pudieron fijar la vista en el rostro de Moisés cuando él se bajó del monte después de recibir en cuarenta y diez y cuarenta y nueve de noches eh los diez mandamientos Moisés en el monte este tiempo y se bajó y su rostro resplandeciente brillante de gloria como Jesús cuando estaba en el monte de transfiguración y no podría verle con la luz de su rostro para mostrar mira este mensaje que estoy dando a Moisés es un mensaje resplandeciente glorioso muy bonito que se refleja en Jesús en la cara de Moisés a causa de la gloria de su rostro no podían verlo la cual había de perecer y eso es muy importante la cual es el diez mandamientos había de perecer la gloria de ese momento había de perecer Esto es porque la vida espiritual es mejor que la muerte justa. Aquí encontramos que Dios usa el mensaje de la justicia de Dios por medio de la ley, pero mucho más bendice el mensaje de vida espiritual por el espíritu. ¿Cómo puede ser el mensaje de la ley una cosa buena y gloriosa? Bueno, piensen el poder de Dios para juzgar pecadores. Piensen Adolfo Hitler. Después de matar millones y millones de judíos y otros, hubiera sido justo para Dios decir, ah, no importa, yo no puedo hacer nada, así que vaya, Hitler. Eso no hubiera sido justo. Pero cuando miramos que Dios puede dejar morir a alguien como Hitler, y sabemos que si no recibe el Señor Jesús, que parece que no, después hay una muerte del infierno, decimos, Dios es justo, porque hay personas que merecen esa justicia y ellos creen que pueden matar personas, condenar personas, y ellos no serán condenados, pero Dios es justo. A lo mejor no miramos en esta tierra la justicia de Dios siempre, lo que pasa cuando cristianos están asesinados y perseguidos como los musulmanes, o en China, o en la India. Decimos, parece que todo es injusto. Pero Dios, por dar los 10 mandamientos, muestra que cuando el hombre peca, él merece la condenación y muestra que va a recibirlo justamente. La justicia de Dios es gloriosa, es buena cosa, pero cuando digamos que son nuestros hijos, y nuestros hijos han sido malos, y merecen estar en la cárcel. Hasta mató alguna persona a mi hijo. Digamos, Dios es justo si le manda a la cárcel y se le da pena de muerte, pero es mi hijo. No hay alguna manera de mostrar misericordia y todavía ser justo. No hay alguna manera. Y entonces, encuentra alguna manera de ser justo, pero a la vez misericordioso, y mi hijo no tiene que morir por lo que ha hecho y eso, yo digo, gracias a Dios por un juez misericordioso en la tierra incluso, y no solo justo, si puede encontrar una manera justa de también, si no perdonar de todo, por lo menos no darle todo el dolor y la pena que merece. Así que las dos cosas son buenas. Si mi hijo se convierte, cambia totalmente y muestra que él ya es un cristiano consagrado a Dios después de haber sido un gran pecador y ladrón y todo lo demás, yo digo gracias a Dios. Que hay un escape para mi hijo, hay una manera para mi hijo de ser perdonado delante de Dios y cambiar y no ir al infierno aunque tenga que sufrir por lo que ha hecho en la tierra. Todavía hay esperanza para él de tener vida eterna. Y yo digo, es bueno la justicia de Dios con que condena Hitler, pero es bueno, más bueno, mejor la misericordia de Dios que perdona al pecador arrepentido que se convierte al Señor. Así encontramos aquí que el Señor está mostrando eso en dos circunstancias, la venida de la ley antigua, la ley de Moisés, y la venida de la nueva ley, que es cuando Cristo murió, resucitó y vino el día de Pentecostés, cuando había ¿Cuántas personas convertidas en el Día de Pentecostés? Yo no me di cuenta de esto hasta esta semana estudiando esto. Y hermano Delbert tenía un amigo que conoció que tenía un comentario a McDonald's que cita allí a otro autor que menciona esto. ¿Cuántos se convirtieron los varones en el Día de Pentecostés? ¿Se acuerda? ¿Cuántos? Tres mil, ¿verdad? ¿Has leído lo que pasó el día de bajar Moisés? Es que, en teoría, digo, en Éxodo 520, muestra la venida de los diez mandamientos, pero no termina la historia. De Éxodo 20 hasta Éxodo 32 muestra muchas de las leyes, pero termina la historia de qué pasó en ese día en Éxodo 32. Cuando Moisés se baja, allí está Aarón y el pueblo haciendo qué cosa. ¿Recuerda? bailando con un becero de oro que están adorando, ¿verdad? Ya rompiendo la ley de Dios que apenas estaban recibiendo de Dios, mostrando que merecían muerte. Y en Éxodo treinta y dos, cuando se bajó Moisés de los líderes, Dios mandó a los sacerdotes a matarlos. ¿Y cuántos murieron en ese día de recibir los 10 mandamientos? Si usted lee en Éxodo 32, va a encontrar un número que es 3,000 personas. 3,000 hombres murieron con la venida de la ley. La primera ley trajo muerte a 3,000. La nueva ley, el nuevo pacto, trajo vida a tres mil hombres para mostrar que es mucho mejor el nuevo pacto que el antiguo porque es la promesa que trae vida espiritual y no solo muerte justa. Y eso da gloria a Dios, demuestra justicia a Corea. Cuando se le abre la tierra un tremoto y toda la familia corre en su rebeldía contra Dios, la tierra los traga con Herodes que primero con matar a Santiago en Hechos, esto es el Herodes después de del Herodes que mató a los niños en Belén, y entonces quería matar, echó a Pedro a la cárcel, quería matar a los cristianos. ¿Y qué pasó Herodes? Yo recuerdo cuando fui, estuve pensando esto mañana, el viaje que la iglesia me dio el otro año para Israel, y cada vez que canto Tierra Bendita en Israel, estuve cantando eso, delante del don de Cristo. había muerto en la cruz. Estuve cantando eso allí, donde habían enterrado a Cristo en la resurrección. Canté eso otra vez en el monte, donde Cristo estaba con los discípulos orando, mirando por el mar de Galilea, y allí puede ver Capernaum y todas las ciudades donde Cristo hizo sus milagros. Estuve cantando eso en el norte, donde Cristo había ido a Caesarea Filipos, Y pienso mucho en eso. Y entonces, cuando fuimos a otra cesarea, que está en el Mediterráneo, al otro lado de Israel, allí entonces tiene donde Pablo estaba condenado y en cadenas, pero también hay un anfiteatro allí, y ve allí donde tiene como una plataforma Y hay como un túnel debajo de la plataforma donde cuando alguien se enferma se lleva por el túnel rápido como para escapar del hospital a su casa. Y allí en esa plataforma es donde Herodes dijo, cuando la gente dice, ¡Es la voz de un Dios! Él lo recibió. ¿Y qué le pasó a Herodes en ese momento después de matar a apóstoles y amenazar a otros y actuar que él es Dios? ¿Qué le pasó? murió con gusanos comiéndolo y le bajaron por ese túnel y allí le llevaron como para su casa a terminar su muerte en agonía. Y decimos, mira, con uno tan malo como Herodes, Dios es justo, se les mata, ¿verdad? De esa manera. Así miramos que Corea, Herodes, El hombre rico de Lucas 16 burlándose del pobre Lázaro en su vida, y Dios le manda para el infierno, y decimos, pero tú recibiste lo que es justo, dice Abraham a él. Y así da gloria a Dios llevar justicia con la antigua ley. Pero cuánto más gloria cuando mires a David. un adultero, un asesino de la mujer con quien había adulterado, y Dios cuando él se arrepienta le perdona y le deja ser rey allí en su reino. Cuánto más amor muestra cuando Saúl está persiguiendo cristianos, matándolos, echándolos los leones, y un día en el camino de Damasco Aparece una luz y allí Saúl está convertido y llega a ser Pablo, San Pablo. Decimos que bueno es Dios. Un asesino como Pablo puede convertirse. Un asesino y adultero como David puede convertirse. Y luego nos mira a nosotros. Y digo, mira a este grupo de pecadores. Y mira como Dios nos ha perdonado a nosotros. Dios ha convertido a nosotros. ¡Qué grande es Dios! ¡Qué bendito es Dios! Que solamente me da la ley que me condena como merezco, porque Él es justo. Y eso es glorioso, la ley de moralidad. No es malo decir a la gente que deben ser morales y predicarles los diez mandamientos, porque muestra que agrada a Dios. Muestra que no agrada a Dios. Muestra que merece una condenación. Pero muestran que necesitan un salvador y la ley les lleva a Cristo, lo más bonito de la ley. Yo tengo que predicar qué es el pecado, qué es moral y bueno para hacer. Pero Pablo dice, yo no soy como los judaizantes, los religiosos. No solo les pregunto la ley, el antiguo pacto, el ministerio de muerte. Yo les predico Jesucristo. ¡El Evangelio! ¡La vida eterna! ¡Aleluya! ¡Gracias al Señor! Y esto muestra que soy un pastor bíblico del nuevo pacto que es tanto mejor que el antiguo pacto. Segundo, no solo trae vida espiritual en vez de muerte justa, pero en versículos 9 y 10 trae justificación, perdón, en vez de condenación. Cristo dice en Juan tres diecisiete, no he venido para condenar al mundo, sino para ofrecer perdón y justificación. Aleluya. Gratis al Señor. Versículo nueve. Porque si el ministerio de condenación, versículo 7, lo llamó ministerio de muerte, aquí ministerio de condenación, el antiguo pacto fue con gloria. Es glorioso que Dios es justo, pero más abundará en gloria el ministerio de justificación. No solamente es versículo 8 el ministerio del espíritu y el espíritu de vida, pero aquí es ministerio de justificación y perdón. Porque aun lo que fue glorioso, pacto de Moisés en Sinaí, no es glorioso en este respecto, en comparación con la gloria más eminente, que quiere decir eso. Bueno, el hecho es que es glorioso pasar la mañana antes de salir el sol y mirar la luna brillando. Tan bonito, ¿verdad? Mirando la gloria de las estrellas. Es una preciosidad mirar el cielo. Pero, ¿qué pasa cuando viene el sol? ¿Las estrellas se apagan? No, siguen brillando. ¿La luna se apaga? No, sigue reflejando el sol y brillando. ¿Pero usted puede ver las estrellas y la luna a mediodía? No, ¿por qué no? Porque el sol, que es tanto más glorioso, hace apagar la luz de las estrellas y la luna. Así es el nuevo pacto, que el antiguo en un sentido sigue adelante para pecadores, pero no me afecta a mí. Porque lo que gobierna en mi vida es la luz de Jesucristo, el amor de Jesucristo, fe en Jesucristo, el Evangelio de Jesucristo, el Ministerio de Vida, el Ministerio del Espíritu, el Ministerio de Justificación. Y eso es tanto más glorioso, tanto más maravilloso, que deja lo antiguo pasar. Yo ni puedo pensar, no necesito pensar cada día en no matar. Pues ya, como Cristo dice en Mateo 5, si uno se irrita con su hermano, es como matarle. Yo no quiero ni irritarme con mi amigo. menos matarle, dice, no adulterar. Y Cristo dice, mira, si piensas en una mujer para malas cosas, es igual como adulterar. Yo no quiero no solo no adulterar, yo no quiero ni pensar cosas sucias y malas. Así que es mucho mejor el nuevo pacto de justificación que me perdona y que cambie mi vida, porque no necesito que me digas no matar, porque yo no quiero ni irritarme. y me siento culpable, y se me irrita menos matar a alguien. Dios usa el mensaje de condenación y amenazas para hacer a la gente ver su pecado y necesidad de un Salvador, pero usa más el mensaje de justificación y amor. Así respetamos nosotros a un juez justo, pero apreciamos más a un juez que, todavía siendo justo, encuentra una manera de ejecutar justicia con misericordia por la redención del criminal. Así encontramos que tenemos personas que reaccionaron ante las amenazas de la ley y les salió bien, les salieron bien, ¿verdad? Josías. El mejor posiblemente, en mi opinión, que estaba allí en el Antiguo Testamento, mi nieto se llama Josías, ¿verdad? Por este Josías, que Dios había dicho, voy a castigar todo Israel, van a ir a cautiverio. Y Josías de niño llega a ser rey, y dice, me están leyendo que estas cosas van a pasar, pero yo estoy arrepentido, y yo no quiero tener que morir, me nació morir. Y Dios dice, mira, va a pasar, pero en otro rey después de usted, Josías. El hecho es que como usted está arrepentido, yo voy a pagar por el pecado y poder encubrir el pecado de los hombres. Y así era una profecía que Jesucristo vendría un día para encubrir y pagar y hasta lavar el pecado. Y los que se arrepienten, Dios puede encontrar una manera de ser justo. en pagar las consecuencias del pecado él mismo en la cruz del Calvario, pero ser misericordioso y ofrecer perdón a los que quieren cambiar, a los que están arrepentidos, hasta personas malísimas. Si hay dos reyes malos en el Antiguo Testamento, si usted conoce la historia de los reyes del Antiguo Testamento, ¿cuáles serían los dos más malos de todos los malos? Uno tendría que ser uno que solo, la única persona peor que él, fue su esposa, Jezebel, ¿verdad? Y fue Jacob. ¿Y qué pasó a Jacob al final de su vida? Bueno, fue rebelde al final, al final de su vida, pero casi al final, por un tiempecito, Dios dijo, tú vas a morir, Jacob. Y Jacob se arrepiente por un tiempecito. Y Dios encuentra una manera para tomar sobre la cruz del Calvario la condenación. Y dice que Acab entonces fue perdonado y no tenía que morir en ese momento por lo menos. Y Dios sabe si él fue convertido de verdad. Pero Dios muestra su misericordia en no darle tantos problemas como merecía. El otro peor que acá, casi uno de los últimos reyes de Israel, se llamaba el hijo de Ezequiel, Manasés. Manasés era el peor de peores. Era el jefe de abortos de Sudía. Literalmente, porque adoraba un dios moleque. Tenía una estatua de metal que tenía los brazos extendidos abajo la estatua y tenía fuego y carbones debajo. Y si uno quería adorar a moleque, puso su bebé en los brazos de moleque y se rodaba al fuego y se quemaba vivo y murió como un bebé. el primer de aborto, ¿verdad? Y así hacía esto con posible millares y millares. El hecho es que fue un rey de los más crueles y malos. ¿Pero qué pasó con Manassas? lo mismo que acá, al final de su vida se arrepintió, buscó perdón del Señor. Nínive, lo mismo, Dios le perdonó a Manasés parece, en Nínive fue Jonás para decir, ustedes todos van a morir. Si ustedes no se arrepienten, y no dice que Jonás hasta les dijo eso, solo dijo, ustedes merecen morir. Pero dijeron, bueno, no nos dice que hay manera de perdón, pero a ver si Dios tiene gracia, estamos arrepentidos. Y hasta si Jonás no quería predicar el nuevo pacto de perdón, él sólo predicó condenación. La gente escuchó la ley, les hizo arrepentidos. ¿Y qué pasa allí en Jonás? Niniveh con su rey, todo el pueblo se arrepiente y Dios les perdona. Y Jonás se irrita porque no quiere verles arrepentidos, él quiere verlos condenados. Pero es bueno que Dios toma a los más malos y encuentre una manera de tomar sobre sí mismo, sobre Dios, el pecado del hombre. Y así podemos ver Océas con una mujer prostituta y él le perdona y va al mundo y le recibe otra vez. Y así, dice, así es el amor de Dios con Israel, y con pecadores que se alejan de él, hasta como mujeres infieles. Así es el hijo pródigo que malgasta toda la herencia de su padre, y vive con los puercos, cuando un judío no quiere ni tocar puerco, y allí está cuidando puercos. Pero viene y dice, no soy digno de ser tu hijo, hazme como, y papá no le deja ni terminar. Y así le dice, mate un becerro gordo. Este mi hijo que estaba perdido está hallado otra vez. Y así el Señor está allí perdonando el hijo, el hermano mayor del hijo pródigo se irritó como los judíos se irritaron que prostitutas, hechiceros, mucha gente mala, los cobradores de impuestos, podrían ser salvos. Y el Señor está diciendo, ¿por qué hacen ustedes mal en irritarse que alguien se convierte? Sólo porque soy bueno. Yo voy a pagar el precio de su pecado en la cruz, hubiera podido decir. Pero el hecho es que de tal manera amó Dios al mundo. Romanos 5, 8, Dios muestra su amor con nosotros. Que nosotros siendo pecadores, Cristo murió por nosotros. Esta es justificación. Nosotros tenemos un mensaje que usted estará condenado por la ley de Moisés. Si no se arrepiente, si Cristo no paga por tu pecado, pero Cristo ya pagó por tu pecado, y si usted está arrepentido y pone su fe en Jesucristo, invoca el nombre del Señor y será salvo, justificado, perdonado. Aleluya. La tercera cosa que hace este mensaje que prueba que Pablo es mensajero de Dios, es un mensaje tan bueno, es que no solo trae vida espiritual en vez de muerte justa, no solo trae justificación en vez de condenación, también trae un mensaje permanente de vida eterna y no solo temporal, temporario. Aquí encontramos versículos 11 al 13. Porque si lo que perece tuvo gloria, mucho más glorioso será lo que permanece. Así que, teniendo la tal esperanza, usamos de mucha franqueza. No como Moisés. ¿Por qué puso un velo Moisés? ¿Porque era tan brillante su cara y no quería asustar a la gente? Parte posible, pero no era la razón mayor por qué puso un velo Moisés cuando se le brillaba la cara. No como Moisés, que ponía un velo sobre su rostro para que los hijos de Israel no fijaran la vista en el fin de aquello que había de ser abolido. muchos adventistas quieren decir, oh, la ley todavía es para hoy, y la ley de sábado es para hoy. Aquí dice, había de ser abolido. El hecho es que si todavía existe para condenar pecadores, ya está abolido para mi cuenta. Porque creyendo en Jesús, no seré condenado por ninguna ley de Moisés, pues, El Evangelio de Jesucristo pone la ley de amor en mi corazón, y eso, como el sol, hace desaparecer, como las estrellas y la luna, la ley de Moisés. Pero el hecho es que Dios dice, mira Moisés, la gente necesita esa ley todavía. va a desaparecer el brillo en tu rostro. Y no quiero que ellos vean cuando desaparezca, porque quiero que ellos sigan creyendo que necesitan obedecer a Dios. Quiero que sepan que necesitan los diez mandamientos para mostrarles la moralidad, mostrarles su pecado, mostrarles su condenación, mostrarles su necesidad del Salvador. Ellos necesitan esta ley por delante Pero un día esa ley será abolida. Así que el brillo que se va de su cara va a ser símbolo de que un día nadie tendrá necesidad de los 10 mandamientos de la ley de Dios. Pero no quiero que la gente ahora mire eso hasta que venga Cristo. Y ya cuando está reemplazado el pacto antiguo con un pacto nuevo, ya no tendrá necesidad, ¿verdad?, de fijarse tanto en la ley de Moisés porque van a tener un nuevo pacto en que meditar. Pero, Dios no quería que los israelites pensaran tanto en las amenazas de la ley o dejaran de pensar. Dios no quería que ellos dejaran de pensar en las amenazas hasta que se arrepentían y creían en el Salvador Mesías que vendría y entonces no tendría necesidad de los 10 mandamientos. Pero hasta entonces, Quería pensar en eso, por eso dice, tapa el rostro, para que ellos no vean que esto va borrándose, porque van a creer, oh, así es la ley. No tengo que seguir la ley. Tan pronto como Moisés lo dice, ya se pasa la ley. Y no, no se pasó tan rápido. Así que, pero el cambio que abre el amor de Dios es eterno. Aquí dice lo que permanece, la vida eterna, no solo un cambio temporal de afuera por temor de castigo. Lo que pasa es que los que se fijan en la ley de Moisés justamente deben temer el castigo de Dios. Pero muchos obedecen al Señor para evitar el castigo y es sólo una obediencia externa. Probablemente acá manacéis los de mínima es posible que ellos sólo tenían un cambio exterior por escuchar la ley, si no escucharon del Salvador, ¿verdad?, que perdonaba. Así que tenían un perdón temporal. Pero Dios dice, mira, cuando uno cree en Jesucristo, no solo un perdón de algunas cosas malas que pasan en esta vida, lo que usted va a tener es un perdón que le dura para siempre, le da vida eterna por la gloria del Señor. Estuve pensando cómo ilustrar esto, casi todo lo que digo trato de ilustrar de alguna manera. La manera que pensé es su hijo, un hijo que cuando es pequeño, Tú tienes que decirle siempre que hagas esto, que no hagas otra cosa. Si eres como nosotros, teníamos una lista de reglas y con las reglas castigos que si uno desobedecía. Y a veces teníamos que recordar los niños, ¿verdad? No pegue a su hermano, ¿ves? Es una regla aquí, ¿verdad? Hay una regla. No robar de nadie dinero, ¿verdad? Hay una regla de no mentir. Y si haces estas cosas, aquí son los castigos que le pasan. Pero el hecho es que cuando son más grandes, ¿tú crees que ahora con Pastor Esteban, o con Lidia, o con Pastor Jason, o el Pastor Nathan, que yo tengo una lista de reglamentos y castigos para ellos? No, no me escucharían en primer lugar, pero en segundo lugar, no necesitan eso. Esteban hace las cosas por amor al Señor, porque es cristiano, es salvo, no por miedo del castigo de papá, ¿verdad? Y eso es lo que está diciendo, lo antiguo es abolido, versículos diez y trece, por la gloria eminente del amor de Dios, y así es que un niño ahora obedece los padres por amor. y por un sentido de amor al Señor, y no tienen que tener castigos y amenazas para obedecer, porque ya son cristianos, lo hacen por amor. Jóvenes, si usted no obedece a sus padres, a lo mejor los padres no le amenazan bastante, pero a lo mejor usted solo obedece porque evita amenazas. Hay muchos que vienen a la iglesia, jóvenes por supuesto, porque tienen amenazas. Papá y mamá me van a amenazar y me van a castigar si no voy a la iglesia con ellos hoy. Y vienen para evitar castigo. Pero hay otros que dicen, mamá y papá, alístense. Quiero ir temprano a la escuela dominical. Quiero estar allí a las nueve para aprender la Biblia. Mamá, papá, vamos. Y los niños quieren venir. Algunos lo hacen porque tienen el amor de Dios en su corazón. Otros vienen, pero jalándolos, porque no han aprendido el amor de Dios todavía. Solo obedecen por castigos. Y así dice, mira, va a pasar en tu vida un tiempo que los padres le van a castigar. Pero que sepas que Dios todavía está allí. Y a lo mejor si no le obedeces, si no eres salvo, si tú no tienes un cambio en tu vida para querer venir y adorarle, Dios todavía te puede castigar. Porque tú estás todavía bajo la ley si no estás confiando en la gracia de Dios. Pero así es, que está diciendo, mira, lo que usted tiene es una motivación temporal, si sólo mira la ley. Pero si miras el amor de Dios, la gracia de Dios, el Evangelio de Jesucristo, el perdón de Dios, entonces el nuevo pacto va a voler la necesidad del antiguo pacto. Porque ya no vengo aquí a la iglesia porque tengo amenaza de Dios o de nadie más. Vengo porque amo a Dios y quiero servirle. Dios ha cambiado mi corazón. Y esto no es un cambio que, bueno, yo voy a hacerlo mientras que mamá y papá me fuerzan. Y así es temporal tu obediencia. No, ya es una obediencia permanente. Es un corazón nuevo con bendiciones permanentes porque tengo vida eternal. Así tengo un cambio permanente en mi vida. Tengo mis fallos, ¿verdad? Debilidades y mi pereza. Pero el hecho es que cada vez me levanto, me confieso y voy adelante. Y hay tres cosas más, pero voy a dejarlo allí. El domingo que viene voy a terminar el estudio de capítulo 3 con tres cosas más que nos inspira para amar a Dios y para predicar la ley de amor. Pero aquí encontramos que tenemos que preguntarnos, Dicen Mateo, Romanos 8, 38, 39. ¿Quieren leer eso conmigo para terminar? Romanos 8, 38, 39. Podemos comenzar con 37. Romanos 8, 37. Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Y les invito a leer Romanos 8, 38, 39 conmigo. Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo porvenir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios que es en Cristo Jesús, Señor nuestro. Amén. Los que se arrepientan y cambian tienen un nuevo amor en su corazón, perdón del Señor que nunca volverá a condenarlos. El hecho es que es un cambio permanente. Un niño que tiene perdón de sus padres por lo que ha hecho nunca debe temer que algún día en el futuro mamá y papá va a echarlo en su cara. Decir, cuando tú eras niño, tú hiciste esto y lo otro, cosa mala. No, el niño debe tener tranquilidad, que ya están perdonados. No van a condenarles más. Y eso es el amor de Dios en nuestras vidas y corazones. Él nunca va a echarlo en nuestra cara, pues si Cristo sufrió por nosotros, ¿quién nos condenará? El hecho es que es un cambio permanente de perdón, de transformación de mi vida, de vida eterna. Es un cambio total que no tengo que temer jamás volver a ser condenados. Si vives bajo la ley, a lo mejor por un tiempo, obedeces para que no te castiguen, pero tú sabes, ay, si vuelvo a hacer esto, me van a castigar. Con Dios, en primer lugar, no quiero volver a ser aquel. En segundo lugar, el Señor me da vida eterna y perdón eternal por lo que ha pasado en mi vida. Es una transformación permanente. trae así, si tú eres un mensajero de Dios, mensaje de vida espiritual, no solo de muerte justa, aunque vas a hablar de muerte justa, vas a enfatizar mensaje de vida espiritual. Vas a hablar de condenación merecida, pero más de justificación que tenemos por gracia y perdón. Vas a hablar de Un mensaje de un cambio temporal, pero más vas a hablar del cambio permanente y el amor de Dios que te cambia totalmente. ¿Tienes vida eterna de verdad? ¿Tienes un cambio permanente en tu vida? que no vas a cambiar mañana cuando mamá y papá no están mirando. Tú vas a estar obedeciendo al Señor en diez años, fuera de la casa, igual como obedeces al Señor ahora, en tu niñez, dentro de la casa. Tú que a lo mejor piensas, ay, tengo que ir a la iglesia para que Dios me castigue. No has cambiado todavía para aceptar a Jesús y su perdón y decir, Jesús, pone tu amor en mi corazón. No quiero ir a la iglesia solo para que no me castigues. Yo quiero ir a la iglesia porque te amo. ¿Qué es la motivación de tu vida y corazón? Con ese amor, Dios nos dice, mira, mi amor por ti es permanente. Quiero que tu amor por mí sea permanente y motivador, más que la ley antigua. De pie, por favor. Nuestro Padre Celestial, gracias por esta comparación con el mensaje espiritual y el mensaje moralista religioso. Señor, ayúdanos a venir a ti tal como somos, de pecadores, sin más confianza que tu amor. Y si hay algunos que vienen a la iglesia o oran y leen sus Biblias o se comportan bien para evitar amenazas y castigos, ayúdenles a arrepentirse y reconocer que probablemente no son salvos si no han tenido en el corazón reemplazado este temor de la ley con amor al Señor. Porque el amor quita el temor. El amor del Señor, la fe en el Señor Jesús nos quita todo temor que teníamos del castigo de Dios. Así que ahora no te obedecemos para evitar tu castigo. Ahora te servimos porque te amamos. Ayuda que si hay algunos aquí que todavía hacen lo que hacen para evitar castigos. Ayuda, Señor, que acepten a Jesucristo y su gracia y perdón y bendición justificación y vida eterna y entonces disfrutar de una nueva actitud, la actitud que te sirve con fe, con esperanza y con amor en vez de temor de tus castigos. En el nombre de Jesús, ayúdanos. Amén. Terminemos con 308 si lo necesita, tal como soy de pecador. A lo mejor tú eres uno que no haces cosas buenas, obedientes, hasta cristianas por gran amor al Señor. Y a lo mejor tú necesitas ser salvo. para que Cristo cambie tu actitud y pone el amor de Dios. Ahora mismo tienes que confesar, Señor, yo voy a la iglesia, obedezco a mis padres, obedezco a mi jefe en el trabajo, porque no quiero problemas. Pero realmente, Señor, yo no hago esas cosas solo para agradarte a Ti. Y creo que la razón es porque necesito ser salvo. Yo necesito dejar de confiar en mis bondades para salvar mi vida, evitar castigo de Dios, dejar de confiar en mis bondades. Y tengo que confiar en la sangre de Cristo, en el amor de Cristo. aceptar a Cristo y su amor en mi vida y corazón, y pedir que me cambie para servirle el amor, y no solo conforme al antiguo pacto. A lo mejor usted es un cristiano, y usted a un cristiano está siendo guiado un poco por temores. Si no hago esto, Dios me va a castigar. Puede ser. Pero el hecho es que eso es lo que controla tu vida. Temor de castigo de Dios. A lo mejor como cristiano tienes que decir, no. Si tengo temor de castigo de Dios. Eso sí. Pero realmente ni lo veo, ni lo pienso. Es como el sol saliendo y no veo la luna y las estrellas. Yo, como cristiano, necesito ser guiado por el amor de Dios y no solo para que no esté castigado. ¿Quieres más este amor de Dios? Venga para orar al Señor tal como eres, confiando en su amor para cambiar tu vida en una vida de amor. Si quieres que alguien ore con usted, Un cristiano puede verte aquí y hasta llevarte para platicar y orar a solas o orar aquí si quiere para aceptar al Señor o para consagrarte al Señor. Pero si solo quieres venir y así llegando, indicar que quieres oración a los hermanos para amar más a Dios. Venga, para que oremos por usted. Para ser salvo, consagrado, hablar con alguien o solo hablar a solos a Dios. Venga, si quieres oración, si hay un diácono o alguien abajo, si hay personas abajo que quieren oración, que se ponga allí en el púlpito, para invitarlos a pasar y orar con ellos abajo también en la capilla. Venga, si quiere oración, vamos a cantar. Tal como soy. Tal como soy.
La Ley y el Espíritu
ស៊េរី 2 Corintios
Los judaizantes o religiosos predican la moralidad con amenazas de la Ley, pero la fuerza humana no puede guardar la Ley y salvarnos. Pablo predica el Nuevo Pacto del Evangelio del Espíritu de Jesús que salva, perdona, transforma y nos hace obedecer por amor al Señor y no solo por temor de castigos.
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រយៈពេល | 58:32 |
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ប្រភេទ | ព្រឹកថ្ងៃអាទិត្យ |
អត្ថបទព្រះគម្ពីរ | កូរិនថូស ទី ២ 3:1-13 |
ភាសា | អេស្ប៉ាញ |
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