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ប្រតិចារិក
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Buenos días, saludos a nuestros amigos y invitados, a todos los que han creído en el nombre del Señor Jesucristo. Gracias y paz. Estamos estudiando el Evangelio de Juan, el capítulo 15, donde el Señor Jesús inicia y dice, Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el Labrador. Entonces, cuando nosotros estudiamos esta porción, podemos considerar que el Señor Jesús dice, yo soy la vid, y no solamente la vid, pero dice, la vid verdadera. Y la pregunta es, ¿por qué? ¿Por qué la vid verdadera? Porque en el Antiguo Testamento, Vemos por ejemplo en Isaías 5 que Dios llamó a Israel la nación, la vid. Pero en lugar de producir fruto como Dios ha pedido, Ahí en Isaías 5 dice que Dios hizo todos los preparativos, todo lo necesario para que pueden producir buen fruto. Dios puso su torre, Dios puso su lugar, lagar. Dios hizo todas las preparaciones esperando buen fruto, pero la nación vendido en su pecado, metido y sumido en su maldad. nunca llegó a ser la vida verdadera, sino que produjo, la nación produjo mal fruto. Pero el Señor Jesús, Él es la vid verdadera. Él es el que produce buen fruto en todo momento de su vida, en sus pensamientos, en sus acciones, en su andar, su caminar, en todos los lugares donde anduvo. Siempre hizo la voluntad de su Padre en obediencia y en amor. Pero la nación vemos constantemente en el Antiguo Semento su rebeldía. Y por eso el Señor Jesucristo dice, Yo soy la vid verdadera. Igual como dice en el libro de Hebreos que Él es el tabernáculo verdadero. Jesucristo es la vid verdadera. Si había un tabernáculo, Cristo es el antitipo, Cristo es el verdadero tabernáculo, Cristo es el templo verdadero. Por eso dijo en lo que estudiamos en el capítulo 2, que el dijo destruir este templo porque el templo verdadero estaba en el Señor Jesús. Entonces el dice yo soy la vid verdadera, mi padre es el labrador. Todo pampano que en mi no lleva fruto lo quitará y todo aquel que lleva fruto lo limpiará para que lleve más fruto. Aquí estamos viendo dos tipos de personas diferentes. Los pámpanos describen a personas. La primera que podemos estudiar es todo pámpano que en mí no lleva fruto lo quitará. Este es uno de los versículos más difíciles de interpretar en la Biblia. ¿Por qué? Por el verbo que ocupa airo. La palabra airo ciertamente se puede Se puede traducir como quita, pero también se puede traducir como levantar. En este mismo evangelio, en el capítulo 1, versículo 29, Cristo es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Y ahí podemos ver este verbo. Y cuando habla acerca de quitar, que Dios siendo el labrador, Dios siendo el que cuida, el que cuida ahí, podemos considerar que posiblemente la traducción que se ocupa en la Reina Valera es la correcta, que Dios lo quita. ¿Y a quién describe? ¿A quién está quitando? Pues primeramente podemos ver aquí, todo pámpano que a mí no lleva fruto lo quitará. Algunos piensan que habla de un profesante, de uno que dice ser creyente pero realmente no lo es. Y algunos lo ven descrito ahí en Primera de Juan, cuando describe a una persona. que dice que salieron de nosotros, pero no eran de nosotros. Una persona que por un tiempo Se reúne por un tiempo, anda en medio del pueblo de Dios. Pero después que pasa el tiempo, ellos abandonan la fe. Ellos apostatan de la fe. Ellos, como dicen en Hebreos capítulo 3, abandonan y se apartan del Dios vivo. Y dice que todos aquellos que no permanecen, que Dios los quita. Otros dicen que esa interpretación está difícil por la frase que dice, todo pámpano que en mí no lleva fruto. Entonces, otros consideran que esta frase en mí describe a un creyente verdadero, pero que este creyente sencillamente no quiere vivir para el Señor. Y al contrario, están viviendo en rebeldía. Y hay otras porciones en las Santas Escrituras. Por ejemplo en 1 Corintios 11 vemos la enseñanza de personas que tomaban de la cena del Señor indignamente y que algunos se enfermaban y otros hasta se morían. Y al abusar de la gracia de Dios por vivir una vida donde no están viviendo para el Señor. La manera que interpretan este versículo es, es que si no quieren vivir para el Señor, que mejor se los lleva a su presencia. Y así otros consideran la interpretación de este versículo. Pero lo que podemos ver aquí es su contraste, su contraste en la segunda parte del versículo 2 donde dice y todo aquel que lleva fruto lo limpiará para que lleve más fruto entonces por en la primera parte lo está quitando por completo la palabra limpiar es la palabra que en inglés dice cortar en la primera persona que no lleva es cortado por completo y es desechado para que los nutrientes de la vid pueden alimentar a los pámpanos que si dan fruto pero aquí estamos viendo a uno que si está dando fruto y el señor Jesús también lo limpia, lo corta pero nada más lo despunta ¿Para qué? Para que puede crecer más y puede tener más vitalidad y por supuesto que puede dar más fruto. Ese es el propósito por lo cual estamos. Entonces el segundo es uno que da fruto, es un creyente que está produciendo, demuestra el fruto del Espíritu Santo. Pero el Señor lo limpia, lo corta, lo despunta, ¿para qué? Para que pueda crecer más, para que pueda dar más fruto, para que pueda estar sano. Debemos reconocer que esta imagen de limpiar, de cortar, de despuntar, por supuesto que duele al momento. Y debemos recordar que a veces son las pruebas, son las tribulaciones, son las dificultades y aflicciones lo que el Señor ocupa, incluso la persecución es lo que el Señor ocupa para que podemos dar más fruto todavía. no debemos olvidar que es necesario, es parte para que podamos llevar más fruto y debemos dar gracias a Dios y tenerlo por sumo gozo como dice ahí en Santiago tener sumo gozo cuando pasamos por estas pruebas en el versículo 4 están los mandamientos importantes Todo está en el imperativo. Dice, permaneced en mí y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo si no permanece en la vid, así tampoco vosotros si no permanecéis en mí. Esto habla de la íntima y dulce comunión de estar cerca de Cristo. permanecer de mí y yo en vosotros. ¿Cómo podemos permanecer? No es lo que algunos piensan de hacer cosas tan difíciles. Es lo que cantamos a los niños. Lee tu Biblia y haz oración. Es lo que el Señor pide. para que el Señor en su presencia puede utilizarnos como instrumento en su mano. Tenemos que estar siempre cerca de él. Cuando leemos su palabra, de esa forma nosotros escuchamos la voz de Cristo, su palabra, su voz viva. y así podemos estar en comunión escuchándolo pero por medio de la oración también Dios nos escucha Dios nos está llamando a una relación estrecha y cercana íntima con Él esa es la vida en abundancia de Cristo hablaba cerca de Dios cerca más cerca dice el himno Y dice aquí, porque separado de Cristo. Dice en su palabra, porque separados de mí. Si no permanece en la vida, así tampoco vosotros. Si no permaneces en mí. No podemos llevar fruto por nosotros mismos. El fruto es producido por el Espíritu. Por eso se llama, el fruto del Espíritu. Primeramente, podemos notar que el término, el fruto, está en singular. No dice los frutos del Espíritu. Es el fruto. Porque cuando el Espíritu Santo mora y habita en uno, cuando hay dulce e íntima comunión con Cristo, Él no produce nada más uno o dos. Todo va junto. Es lo que Él produce. Si hay una persona y dice, es creyente, pero nada más se manifiesta así uno de los que están mencionados ahí en el fruto amor, gozo, paz, benignidad, bondad cuando menciona el fruto su paciencia, su templanza todos estos aspectos del fruto del espíritu se manifiestan en el creyente cuando es un creyente verdadero. Y se ve y se muestra. Muchos piensan que el fruto que menciona aquí nada más es cuántas personas han podido testificar que recibieron a Cristo. La verdad es que cuando personas dicen lleves fruto a ver cuantos salvos, cuantos convertidos tienes. Es que es el Señor que convierte el alma. Es el Señor que cambia corazones. Nosotros no somos Dios. No podemos cambiar mentes, cambiar. podemos ser utilizado para el Señor para hablar la palabra y el Evangelio que transforma vidas pero es Dios quien cambia el fruto que demuestra aquí que menciona es el fruto del Espíritu y aquí podemos ver aquí de nuevo que no podemos producirlo porque es del Espíritu Él es quien lo produce Y por eso nosotros, versículo 5. Yo soy la vida, vosotros los pámpanos. El que permanece en mí y yo en él, éste lleva mucho fruto porque separados de mí, nada podéis hacer. Nada podemos hacer si no es por medio del poder de Dios. Cristo es la vida. Él es quien nutre a los pámpanos. es su vida su vida que está alimentando los pámpanos nosotros solos no podemos hacerlo bueno cuando hacemos malo es toda nuestra culpa pero si podemos hacer algo bueno es gracias a Dios es por su gracia si tenemos sabiduría es gracias a Dios si podemos servir con amor es porque Dios ha puesto su amor dentro de nosotros separados de Cristo nada podemos hacer hay mucha actividad cristiana entre comillas hay mucha actividad religiosa en el mundo pero no están conectados no están permaneciendo en la vida y son obras muertas obras vivas son las que se hacen a través del poder de Dios con el amor de Cristo este es el fruto que Dios busca y dice en el versículo 6 el que en mí no permanece será echado fuera como pámpano y se secará y los recogen plural y los echan en el fuego y arden Muy interesante esta expresión. En el versículo 2, es el labrador, el padre de nuestro Señor Jesús, el que quita. Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará. ¿Quién lo quita? Lo quita el Padre. es una obra divina el que hace Dios en su juicio en su omnisciencia pero cuando vemos en el versículo 6 el que en mí no permanece será echado fuera como pámpano se secará y los recoge en plural los recogen los hombres y los echan en el fuego los hombres y arden esta es obra de los hombres en otras palabras los que no permanecen en Cristo son descartados por los hombres si realmente queremos dar buen testimonio delante de los hombres tenemos que hacerlo viviendo a través de la riqueza de la savia de la vid es por medio de la vid que tenemos la fortaleza para poder hablar en su nombre cuando alguien está hablando en el poder de Dios así los hombres escuchan y son convencidos porque es obra del espíritu pero cuando hablamos por nuestra propia cuenta los hombres Dice, lo descartan. Aquí dice, lo juntan, lo recogen y lo echan al fuego y arden. Interesante la diferencia entre estos dos. Dice en el versículo 7, esta es la responsabilidad nuestra. De nuevo la pregunta es ¿Cómo puedo permanecer en Cristo y Él en mí? Aquí está la instrucción en el versículo 7. Si permaneces en mí y mis palabras permanecen en vosotros. Si permanecen en mí y mis palabras permanecen en nosotros, en vosotros. Permanecer en Cristo, la mejor forma es a través de la oración. con Cristo. Y sus palabras permaneciendo en mí es lo que manda la palabra de Dios. Meditad en ella, la ley santa, meditad en ella día y noche. No fue Daniel, el profeta Daniel, que tres veces al día oraba a su Señor. No es Josué que fue mandado, recibió el mandato de meditar en su ley día y noche. Cuando nosotros meditamos y escudriñamos las escrituras, esa es como sus palabras permanecen en nosotros. Pero también debemos permanecer en ella. No es nada más leer la Biblia, muchos que quieren avanzar y muchos que quieren ser sabios van a seminarios y se enfocan en el estudio y qué bueno, gracias a Dios por ellos pero no debemos dejar esa parte indispensable de permanecer en él de permanecer en la oración, porque los que permanecen en la oración cuentan con el poder de Dios. Los que no permanecen en la oración permanecen en la tentación por su debilidad. porque nada mas cuentan con sus propias fuerzas y como nada mas cuenta con sus propias fuerzas no puede obrar el fruto porque el fruto es del espiritu andar en el espiritu dice Pablo para que no satisfagais los deseos de la carne cuando nosotros estamos batallando con nuestra propia fuerza la carne siempre va a ganar Tenemos que permanecer en Él, en Cristo. Y Su Palabra tiene que permanecer en nosotros. Y dice aquí, cuando nosotros vivimos de tal forma, pedid todo lo que queréis y os será hecho. Esto no es palabras mágicas que nada más de un genio frotamos. La lámpara del genio. Y ya pedimos nuestros deseos y será contado. No. Aquí está diciendo que cuando alguien realmente está permaneciendo en Cristo, cuando en verdad está meditando en su palabra día y noche, Dios va a transformar nuestra voluntad. para que sea como la suya y cuando nosotros pedimos conforme a su voluntad como dice 1 Juan 5.14 cuando nosotros pedimos conforme a su voluntad Dios lo hará cuando nosotros pedimos conforme al corazón de Dios David era un hombre conforme al corazón de Dios Y cuando nosotros tenemos ese corazón, lo que nosotros pedimos es lo que Dios quiere, su voluntad. Y cuando nosotros pedimos conforme a su voluntad, Dios lo hará. Tenemos que pedir y orar de tal forma y podemos contar con el poder de Dios para llevarlo a cabo. Dice esto en el versículo, en esto es glorificado mi padre en que llevéis mucho fruto y seáis así mis discípulos. ¿Qué es la voluntad de Dios? Que llevamos así mucho fruto. ¿Cuántos creyentes? Dice ¿Cómo va hermano? ¿Cómo va hermana? Pues ahí voy poco a poco. Eso no es la voluntad de Dios. La voluntad de Dios es que nosotros llevemos, que dice su palabra, mucho fruto. Tenemos que, con todo nuestro empeño, con toda nuestra fuerza y poder, ser disciplinados y dar al Señor lo mejor de nuestras vidas, lo primicia, lo mejor de nuestro tiempo, lo mejor de nuestro dinero. Lo mejor de nuestro estudio y mente. Muchas personas nada más están dando al Señor las sobras, las sobras. No debemos dar las primicias, dice la Palabra. Y dice aquí lo que el Padre es glorificado. Por eso fuimos creados, dice Apocalipsis 4, fuimos creados para su gloria. Pero en esto es glorificado mi Padre en que llevéis mucho fruto. Vamos a hacerlo. Dar mucho fruto al Señor. Mucho fruto. ¿Quieres ser un discípulo verdadero? El discípulo verdadero no es nada más un aprendiz, no es un estudiante. Los estudiantes en la escuela nada más se sientan y escuchan. Pero el discípulo, aparte de aprender, él emita a su Señor. Ser discípulos del Señor Jesús no es nada más leer y estudiar. Es vivir lo que hemos visto y así podemos llevar mucho fruto al Padre. Dice en el versículo 9, como el Padre me ha amado, así también yo es amado. Permaneced en mi amor. Permanecer en mi amor. ¿Cómo podemos permanecer en su amor? Dice la palabra aquí en el versículo 10. Si guardareis mis mandamientos, permaneceis en mi amor. Así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Estas cosas os he hablado para que mi gozo esté en vosotros y vuestro gozo sea cumplido. ¿Cómo podemos amar al Señor? Porque en sí llevar fruto es hacer todo por amor al nombre del Señor. ¿Cómo podemos hacerlo? Por guardar sus manamientos de nuevo. El discípulo no es un oyente estático, sentado. Un discípulo es alguien que vive los mandamientos de Dios para el no son gravosos lo hace por amor, lo hace por gusto igual como el apóstol Juan estuvo reclinado en el Seno del Señor ¿para qué? para escuchar los latidos del Señor y así también cuando nosotros meditamos en la Palabra es así como si estuviéramos poniendo nuestra cabeza acercando nuestro oído sobre el Seno del Señor para escuchar sus latidos, su voluntad, sus deseos ¿para qué? para cumplirlos para cumplirlos y los que cumplen la voluntad de Cristo. Los que cumplen la voluntad. Ellos son los que conocen el gozo pleno. Ellos son los que viven la vida en abundancia. Y así dice la Palabra, para que vuestro gozo sea cumplido. Este es el deseo de cada discípulo verdadero, el creyente genuino. Y esta es la Palabra de Dios que Él nos manda en este día. Gracias y paz en el nombre del Señor Jesús. Que Dios les bendiga.
Cristo La Vid Verdadera
ស៊េរី El Evangelio de Juan
Cristo La Vid Verdera nos enseña que es indispensable permanecer en Él para ser santo y servir con su poder.
លេខសម្គាល់សេចក្ដីអធិប្បាយ | 2281702659 |
រយៈពេល | 27:10 |
កាលបរិច្ឆេទ | |
ប្រភេទ | ការថ្វាយបង្គំថ្ងៃអាទិត្យ |
អត្ថបទព្រះគម្ពីរ | យ៉ូហាន 15:1-11 |
ភាសា | អេស្ប៉ាញ |
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