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ប្រតិចារិក
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Salmo 82, y voy a leer todo el Salmo. Escuchemos con atención lo que Dios dice en su palabra. Salmo 82, Salmo de Asaf. Dios está en la reunión de los dioses. En medio de los dioses juzga. ¿Hasta cuándo juzgaréis injustamente y aceptaréis las personas y los impíos? Defender al débil y al huérfano. Hacer justicia al afligido y al menesteroso. Librar al afligido y al necesitado. Librarlo de mano de los impíos. No saben ni entienden. Anden en teneblas. Tiemblen todos los cimientos de la tierra. Yo dije, vosotros sois dioses y todos vosotros hijos del Altísimo. Pero como hombres moriréis. Y como cualquiera de los príncipes que eres, levántate, oh Dios, juzga la tierra, porque tú heredarás todas las naciones. Amén. Vamos a orar. Dios, abre nuestros corazones, abre nuestros oídos para oír, para entender. Le damos, Señor, que este mensaje puede ser no solamente para tener más conocimiento, sino para impulsarnos a orar. impulsarnos a orar correctamente. Y te pedimos, Señor, que tú cumplas tu voluntad en nuestro país, que tengas misericordia y que lo transformes, Señor, si sea conforme a tu voluntad. En nombre de Cristo. Amén. Como seres humanos en este mundo, somos muy conscientes de los abusos de los gobiernos. Estamos muy conscientes de las personas en posiciones de liderazgo que juzgan injustamente, que se doblegan ante los poderosos y los ricos y se aprovechan de los pobres y los débiles. Y claro, me refiero a México. Espero que entendamos que no somos el único país en que eso pasa. y que, de hecho, ha sido una característica de un gobierno en Kerlo por miles de años y miles de lugares. Siempre que hay una ciudad o gobierno con líderes que no se rinden ante Dios, ese tipo de abuso existe, siempre. Ese tipo de abuso es algo que vemos muy claramente en ese salmo. en donde Dios se levanta para pronunciar sentencia de juicio sobre aquellos que estaban gobernando de manera injusta, no conforme a la ley de Dios, sino que estaban gobernando como impíos, injustamente. En este contexto, obviamente en el Salmo se refiere a los líderes de Israel. Se refiere aquí a jueces que estaban juzgando injustamente. No estaban cumpliendo con su deber conforme a lo que Dios había mandado. En Israel, esos hombres, puestos por Dios para gobernar sobre su pueblo, ese tiempo que Saff escribió el Salmo, no estaban juzgando rectamente, no estaban juzgando conforme a la ley de Dios y la justicia de Dios. Estaban mostrando su impiedad en su parcialidad a los malvados y su abuso en los huérfanos afligidos, necesitados y débiles. Entonces vemos que no hay nada nuevo bajo el sol. Lo que vemos aquí en nuestro país no es nada nuevo, no es único para México. Ese tipo de injusticia siempre ha existido. Aun Israel que debería haber sabido mejor. Cuanto más en países y ciudades en donde los líderes abiertamente rechazan a Dios y su ley. Ese salmo nos anima porque nos dice que Dios ve lo que está pasando. Dios no está sorprendido. Dios ve, Dios sorprende y Dios va a juzgar. Creo que nosotros necesitamos también este ánimo. Porque podemos ver lo que está pasando en nuestro país y deprimirnos. Eso sería muy fácil. Pensar que todo está muy mal y nadie hace nada. Pero Dios ve. El justo juez de toda la tierra ve lo que está pasando y no lo está ignorando. Dios juzgará en justicia y Dios castigará a los malvados que solamente se aprovechan de los débiles y necesitados. O igual podemos pensar en iglesias hoy en día. Vemos a los líderes en muchas iglesias en nuestro país y también estamos muy desesperados y preguntamos ¿Por qué hay tanto abuso en iglesias cristianas? ¿Qué está pasando? ¿Por qué Dios lo permite? ¿Por qué nadie hace nada? Lo mismo, Dios ve, Dios reprende y Dios va a castigar. Este salmo nos enseña que el Dios de perfecta justicia gobierna sobre todo lo que está pasando en el liderazgo de este mundo. El Dios de perfecta justicia ve lo que está pasando en el liderazgo de este mundo. El salmo introduce, primero, que Dios ve esto, está diciéndonos al principio de este salmo, Dios está en la reunión de los dioses, en medio de los dioses juzga. Antes de avanzar, lo primero que queremos hacer es enfrentar la pregunta, ¿a qué se refiere el versículo 1? De dioses. Vemos lo mismo en versículo 6, ¿verdad? Con las palabras de Dios mismo. Yo dije, dice Dios, vosotros sois dioses y todos vosotros hijos del Altísimo. Primero, y lo vemos aún en la traducción, es Dios menúscula, no tiene nada que ver con hay otro Dios verdadero. No hay ningún parte de la Biblia que enseñe eso. Pero ¿está diciendo entonces que sí existen dioses? ¿No tan poderosos como Dios, pero que sí existen? No. En otras partes de la Biblia sí leemos de la palabra dioses, menúscula, describiendo a los ídolos, a los que los paganos pensaban que eran dioses. Pero eso no es el contexto aquí. Aquí no está hablando de ídolos, porque está hablando de personas con autoridad sobre Israel. Aunque parece raro, a veces la Biblia usa el término Dioses para hablar de aquellos en autoridad sobre el pueblo de Dios. Ejemplo, en Éxodo 21, leemos que en la ley de los judíos, si un hombre que había sido esclavo por seis años y fue liberado en el séptimo, si él quiso quedarse con su amo para siempre, dice debe ser llevado ante los jueces. Esta palabra traducida, jueces, es la misma palabra traducida aquí, dioses. Hombres con poder que vino de Dios. Hombres con autoridad que vino de Dios para gobernar sobre el pueblo. Jueces, es sinónimo entonces. Ellos recibieron la palabra de Dios. Dios obró por medio de ellos. Precisamente por eso Cristo citó ese Salmo, Cristo en Juan 10. Cuando estaba hablando con los fariseos, citó el Salmo 82, probando que si Dios pudiera llamar a los hombres que reciban la palabra de Dios, dioses, ¿por qué se ofendieron tanto cuando Él se llamó Hijo de Dios? El punto siendo, con lo que Cristo dijo en Juan 10 y lo que leemos en Éxodo 21, que a veces la palabra puede ser traducida Dioses refiriéndose a jueces, los líderes de Israel. Para otro ejemplo, en Éxodo 7, versículo 1, leemos que Dios dijo a Moisés, escuchen bien, mira, yo te he constituido Dios para faraón. Y quiso decir Dios con eso, ya voy a compartir mi divinidad contigo. No estaba diciendo, vas a ser mi representante ante el faraón. Te doy poder y autoridad de hablar por mí ante el faraón. En ese sentido, Dios, juez, líder, es la idea. Nuestro texto entonces, lo que entendemos es que Dios está en medio de los jueces, en medio de los líderes, que Dios se ha levantado en ese momento para juzgar a aquellos que estaban juzgando mal a su pueblo. Dios está reuniendo a los jueces, los líderes, ante Él para que reciban su sentencia, su reprensión y su juicio. Eso es esencial para entender como personas hoy en día, porque cuando vemos a los líderes, gobernantes, jueces, presidentes, alcaldes, quien sea. Hemos que entender que los jueces serán juzgados por el juez. Los líderes serán juzgados por el líder soberano sobre todo. En este mundo a veces hay personas que no responden a nadie, ¿verdad? Hacen lo que quieren, no hay nadie arriba de ellos, por eso por lo menos piensan. en sus trabajos, es el jefe, no hay nadie más arriba. En el gobierno no hay nadie más arriba de mí. Pero sí hay uno, ¿verdad? Hay un Dios mayúscula que juzga a los dioses menúscula. Hay un juez perfecto y eterno que juzga a los jueces, a los líderes de este mundo. Ellos piensan o no piensan que pueden ser juzgados, pero Dios lo hace. Se levanta y manda sus sentencias sobre ellos. Que no perdamos el punto mayor aquí. Que no perdamos el punto pensando en Dioses y jueces y todo eso. El punto es que Dios sabe lo que está pasando, ve lo que está pasando en cada ciudad, en cada alcaldía, en cada país, en cada iglesia. Él ve la injusticia y promete llamar a los líderes a rendir cuentas ante Él. Ahora, puesto que eso sucede en un ámbito espiritual, porque Dios no hace reunión de todos los líderes del mundo en un cierto país. Es espiritual, entendemos aquí. Tenemos que creerlo en fe. Porque no vemos con nuestros ojos a Dios descendiendo como juez para juzgar a nuestros gobernantes. Y por eso nos cuesta mucho trabajo creer que lo está haciendo. Por eso ese salmo es tan importante. Porque nos revela lo que está pasando en la realidad espiritual. Dios ve lo que está pasando. Dios no está dormido. Dios no está preocupado porque las cosas van contrario a su voluntad. Dios no puede hacer nada porque nos dio libre albedrío. Entonces, ¿qué puede hacer? Para nada. Dios ve, Dios reprende, Dios va a juzgar. El Dios de perfecta justicia ve lo que está pasando en el liderazgo del mundo. También vemos que el Dios de perfecta justicia reprende lo que está pasando en el liderazgo del mundo. Porque en versículo 1 es introducción, aquí el salmista está hablando. En versículo 2 a versículo 7 son palabras de Dios mismo. Dios empieza a hablar, hablando como juez. Y Dios pregunta en versículo 2, ¿hasta cuándo juzgaréis injustamente y aceptaréis las personas, los impíos? Dios antes lo dice diciendo, ¿qué están haciendo? Y vemos aquí lo que es el problema. Entonces, aquellos a quienes Dios había dado poder y autoridad para gobernar su pueblo y juzgar en su nombre, lo estaban haciendo conforme o de manera injusta. Esos líderes habían aceptado las personas de los impíos, que significa que habían tenido preferencia por ellos. Preferencia por los impíos. Así permitiendo la justicia que debe ser imparcial. Sabemos que Dios no hace excepción de personas, ¿verdad? Pero los seres humanos sí lo hacemos. Y cuando los líderes, los jueces, los gobernantes, aquellos que deberían juzgar rectamente, empiezan a preferir a aquellos que le pueden ayudar a avanzar o enriquecer. Cuando los gobernantes empiezan a preferir los impíos, el sistema de justicia se ha pervertido y ya no funciona. No funciona. Junto con su reprensión, Dios también recuerda a esos líderes lo que deberían estar haciendo en versículos 3 y 4. Defender al débil, al huérfano. Hacer justicia al afligido, al menestruoso. Librar al afligido, al necesitado. Librarlo de mano de los impíos. Entendamos que Dios no tiene preferencia por los pobres tampoco. No hay nada espiritual de ser pobre. Dios trata a todos de manera justa, conforme su voluntad. Pero vemos en la Biblia que Dios siempre ha dicho que los débiles, los necesitados, son objetos de especial cuidado porque no pueden cuidarse a sí mismos, porque no pueden protegerse a sí mismos. y Dios había mandado a los líderes, a sus jueces, a su pueblo, a mostrar justicia especialmente para con esas personas necesitadas. Aquí describe el débil, huérfano, el afligido, el mencedoso, otra vez el afligido y el necesitado. Son sinónimos, por supuesto, hablando de este grupo de personas con más necesidad, menos protegidos naturalmente. Pero los jueces no habían defendido a esas personas. ¿Defendido de qué? Pues, defendido de personas más poderosas. personas con más recursos que naturalmente se aprovechan de aquellos con menos poder y menos recursos. Y el liderazgo, lejos de proteger a esas personas de los malos, ellos son los mismos malos que se aprovechan de los pobres y débiles y necesitados. Los mismos líderes, los mismos jueces, los mismos gobernantes. Por eso dice Dios en versículo 5, esas personas, esos jueces malos, No saben, no entienden, andan en tinieblas, tiemblan todos los cimientos de la tierra. Así son los líderes malvados. Así son aquellos que ignoran la responsabilidad que Dios les ha dado y usan sus posiciones para enriquecerse y pisar sobre otros para avanzar. Cuando esto pasa, hay una ignorancia. Pero fíjense, no una ignorancia que es excusa, una ignorancia a propósito. ¿Saben lo que es una ignorancia a propósito? Cuando no quieren aprender. Porque Dios ha dicho, pero no quieren a Dios. Aquí tenemos la palabra de Dios y no la leen. Sí son ignorantes, pero es su culpa que son ignorantes. Una ignorancia es una excusa. Dice que así no saben, no entienden, andan entenidos. Pues claro que andan entenidos porque ignoran la luz de Dios. Ignoran la luz de la palabra de Dios. Se enfocan en sí mismos, en su ganancia, en su comodidad. No juzgan rectamente, sino hacen lo que quieren hacer conforme a sus propios deseos. ¿Y qué pasa después? ¿Qué pasa cuando, por ejemplo, en el gobierno, en la sociedad, ¿Qué pasa con los líderes si son tan malos? ¿Y ignoran a Dios? ¿Y no quieren? ¿No quieren juzgar correctamente? ¿Qué pasa? Dice aquí, los cimientos de la tierra tiemblan. El fundamento de la sociedad es su cavado. Cuando un gobierno que Dios ha establecido, deja de seguir la palabra de Dios y la ley de Dios, toda la sociedad está en peligro. Y por eso es un gran problema, la verdad, hermanos, en países en donde todos ignoran lo que está pasando en el liderazgo de su país. Dicen, no, pues a mí no me importa. ¿Me da dinero? Entonces, bueno, está bien, adelante tú, presidente, senado, diputado. Cuando por un poco de pan vendimos nuestras almas. con un pueblo no sabe lo que cree un candidato. Ellos lo dicen. No está difícil encontrar lo que dicen. El pueblo de Dios no sabe. El pueblo de Dios ignora tanta maldad y una ignorancia también en el pueblo, pero no es excusable. No sé si es palabra o no, pero no es excusable esa ignorancia cuando podemos saber mejor. Los cimientos de la tierra tiemblan, el fundamento de la sociedad es socavado porque los líderes no siguen a Dios. Cuando los líderes andan en tinieblas, también todos vayan. Cuando una iglesia, los pastores, los ancianos andan en tinieblas, también toda la iglesia. Ya vemos que las cortes ya no juzgan conforme a la ley divina, sino conforme a sus propios deseos. En las escuelas enseñan las cosas del mundo. Enseñan cosas en contra de la palabra de Dios. Ese es el fundamento. Nuestros hijos son parte del fundamento de la sociedad. Está siendo suculado. Solamente los ricos quieren enriquecerse más y los que tienen más poder quieren acumular más. No les importa nada a los demás en el país. La verdad es que un país así no puede funcionar. Sólo tienes que ver la historia del mundo para entender eso. Ejemplo muy famoso, el Imperio Romano. ¿Qué pasó con el Imperio Romano? Los bárbaros vinieron y el Imperio Romano se cayó de dentro mucho antes de ser destruido de fuera. Por el mal liderazgo de sus líderes, de sus emperadores, Cuando empezaron a hacer cosas conforme a su carne, todo lo que hicieron es matar a los cristianos. El problema fue de adentro. Cayó de adentro mucho antes de afuera. Entonces pensamos, no, nadie va a atacarnos de afuera. Pues, quién sabe a veces, ¿no? El problema aquí en el país no van a ser los enemigos de afuera, sino lo que está haciendo desde adentro. Así un país es destruido. Y rápidamente también. Entonces que cada país, cada país, incluyendo el nuestro, haga caso a la historia y más a la palabra de Dios. Yo en este momento quiero que nosotros como cristianos, de manera simbólica tal vez, pero quiero que lo hagamos, que llamemos a nuestros gobernantes a dejar de enfocarse en sí mismos, a dejar de promover su propia agenda y que regresen a Dios. Empezando con la Presidente, Presidenta como prefieran. Empezando con ella, después los senadores y diputados y Suprema Corte, la jefe de nuestra ciudad y todas las alcaldesas. Dios los llama a todos ellos a arrepentirse de su pecado. Los llama a dejar de juzgar injustamente y los llama a regresar a cumplir su propósito. El gobierno, dice en la Palabra de Dios, lleva la espada, en Manos 13, para castigar malhechores. Los magistrados no están para infundir temor al que hace el bien, sino al malo. Es completamente al revés en nuestro país. Tienen miedo de la policía y los gobernantes. Somos aquellos que no hacemos nada. Y aquellos que andan haciendo todas sus cosas no tienen miedo porque saben que no va a pasar nada. Nuestro país está boca abajo. así como Israel en ese tiempo. Es como Iglesia de Cristo. Y solamente basado en la palabra de Dios llamamos públicamente a nuestros líderes a dejar su pecado y ya obedecer a Dios. A dejar de promover sus leyes malvadas en contra de Dios y que simplemente cumplen la función que Dios les ha dado. castigar al malo y proteger al débil. Eso es el propósito del gobierno. Nada más. No dar dinero a todos. Eso no es propósito del gobierno. Si lo hace, pues, OK. Pero, ¿qué es su propósito? Castigar al malhechor y proteger a los débiles, huérfanos, afligidos. Punto. Que no me escuchan, que la presidenta no está escuchando mi mensaje, ¿no? Digo, tal vez es simbólico, pero. Dices, pastor, ¿qué estás haciendo? ¿Estás haciendo algo público aquí en la iglesia? Sí. Porque, hermanos, ¿quién más va a llamar a nuestro gobierno a arrepentimiento si no es la iglesia? ¿Ellos mismos lo van a hacer? ¿Sus amigos? ¿Quién lo va a hacer? Solamente la iglesia tiene el valor y la autoridad de llamar al gobierno a arrepentimiento. Lo llamamos a hacer como Iglesia de Cristo. Y hasta que Dios mande un avivamiento o hasta que Cristo regrese y vemos cambios en el mundo, que nosotros la iglesia cumplamos con este propósito, con esta responsabilidad, cosa que voy a dejar para el final del mensaje. Y hasta que nuestros líderes regresen a hacer lo que Dios los ha llamado a hacer, nuestro país va a continuar sin entendimiento y conocimientos constantemente sacudidos. no va a cambiar hasta que Dios cambie los líderes. Que Dios tenga misericordia en ellos y misericordia en México también. Y vemos que si los líderes no se arrepienten, si no obedecen a Dios, lo que aprendemos finalmente es que el Dios de perfecta justicia va a juzgar lo que está pasando en el liderazgo del mundo. Dios ve, Dios reprende y Dios va a juzgar. Primero Dios dice lo que pasa con esos impíos en esta vida. Yo te dije, vosotros sois dioses y todos vosotros hijos del Altísimo, pero como hombres moriréis y como cualquiera de los príncipes caeréis. El versículo 6 es lo que Cristo citó en Juan 10. Ya viendo que los dioses son los jueces, personas con poder de parte de Dios. Dios los recuerda que aunque se llaman dioses, con poder, con autoridad, autorizados por el Altísimo juzgar en su nombre, aún así solamente son hombres. Y con hombres morirán todos. Ningún líder humano vive para siempre. Esa es bendición. Todos mueren y todos serán reemplazados por otros. Los líderes incrédulos no piensan así, piensan que van a estar en poder para siempre. Hacen todo eso para estar en poder para siempre, ¿verdad? Y hasta piensan que no hay nadie arriba de mí, yo puedo hacer lo que quisiera, pero un día, sin ninguna duda, va a morir y estará juzgado por justicia. Que dejemos de pensar entonces, hermanos, que los jueces malos, que los líderes malvados, están saliendo con la suya. Eso es lo que pensamos, ¿verdad? Eso es lo que pensamos. Y esos hombres, esas mujeres hacen lo que quieren con nuestro país, con la gente, con los débiles. Nadie hace nada. Continúan en poder, se jubilan con riquezas, van a otro país para vivir el resto de sus vidas y ya nadie hace nada. Ya ganaron. Así parece, ¿verdad? ¿Cierto? Entonces, tenemos que ampliar nuestra perspectiva un poco y ver que ellos van a morir como todos. y en su muerte van a presentarse ante el justo y santo juez del universo. No se preocupen, hermanos. No se preocupen. El juez de toda la tierra va a hacer lo que es correcto. Pero un momento, tal vez, deje de pensar en tus líderes. Tú también vas a estar ante Dios un día. no solamente los líderes en el país. Tú no eres líder, no eres juez, no eres gobernante, pero igual tú vas a estar ante Dios. Dios es nuestro creador y por eso la manera en la cual vivimos en este mundo debe estar de acuerdo con lo que Él ha mandado. Nacemos en pecado, vivimos en rebeldía. No hay nadie que es lo bueno, no hay ni siquiera uno. Y por eso Dios tiene que ser nuestro juez, porque es santo y sin pecado. La cosa es que tú quieres que Dios sea el juez de los malvados, ¿verdad? Pero no quieres que sea tu juez. Pero Dios es juez de todos, porque es santo y no hace excepción de personas. La paga del pecado es la muerte, la muerte eterna. No hay salida, no hay escape nosotros mismos, porque no podemos obedecer perfectamente la ley de Dios. Pero Cristo sí. Y por eso Dios mandó a su Hijo al mundo para morir por los incrédulos, por nosotros que merecemos juicio y muerte. Él llevó nuestro pecado en sí mismo cuando fue colgado en la cruz y sufrió la ira de su Padre, la ira que tú y yo merecemos para que podamos ser salvos y recibir la vida eterna. Entonces tú no te enfoques tanto en la maldad de tus padres, en la maldad de tus líderes, en la maldad de cualquier persona que ignores tu propia maldad. Empezando con ustedes, niños y también jóvenes, todos sin Cristo somos malos en pecado. Es muy fácil compararnos con otros. Yo no soy tan malo como mi papá lo era. Mi papá, uh, otra cosa, ¿no? Yo no soy tan malo como ese gobernante corrupto, este partido. Lo que es el partido. No soy tan malo como ellos. Sí lo eres. Escúchame muy bien. Somos iguales con pecado de malo ante los ojos de un Dios perfecto y santo. Tú no mereces la salvación más que cualquier otra persona. Lo bueno es que la salvación no es por lo que mereces. por lo que Dios da en su gracia. Tú no mereces la salvación, pero puedes ser salvo. Tú, tú puedes ser salvo de tus pecados. Tú puedes conocer a Dios como tu salvador hoy porque Él ha hecho todo lo necesario para rescatarte de tu pecado y de tu miseria. El último versículo del Salmo enfatiza que Dios un día va a levantarse y juzgar toda Todo pertenece a Dios. Dice, todas las naciones son su herencia. Dios puede hacer lo que quiera con su creación. Entonces, como iglesia, que unamos nuestras voces con el salmista. Que Dios se levante para juzgar la tierra. Que unamos nuestras voces con él para pedir a Dios que juzgue a los impíos. que se aprovechen de la gente y no sigan la ley de Dios. Que Dios muestre su poder soberano en nuestro país o salvando a nuestros líderes o transformándolos y transformándolos para siempre o destruyéndolos y juzgándolos para que ya no hagan más daño. Hay muchas distracciones. Escuchen lo que estoy diciendo, por favor. que aprendamos cómo orar a Dios. Deberíamos orar que Dios salve a nuestros líderes, que los transforme para siempre o que Dios los juzgue para que dejen de hacer daño en nuestro país. Esas son las dos opciones. ¿Cuántas veces oramos así? Primero, nos cuesta trabajar por su salvación porque no queremos que sean salvos, ¿verdad? Vamos a ser honestos. Seamos honestos, ¿ok? ¿Queremos que ella, o él, o quien sea, sea salvo? ¿O queremos que sufra para siempre en el infierno por lo que ha hecho? Piensen, piénsenlo honestamente. Necesitamos la perspectiva de Dios, quien mandó a su único Hijo para salvar a malos, porque tú no eres mejor que él o ella. ¿Y Dios te salvó a ti? Necesitamos primero deseo para la salvación de los malvados. Si son malvados, igual somos nosotros. Pero otra parte de la oración es igual de bíblica e igual de importante. Si Dios ha decidido no salvar sus pecados, que los destruya para siempre. Que Dios rescate a nuestro país juzgando a esos líderes injustos e impíos. Eso es bíblico. Es necesario que aprendamos a orar así. Lo llamamos salmo imprecatorio, ¿verdad? Igual en 8 días vamos a ver lo mismo. Es bíblico. Es importante. Pero como una aplicación más de este mensaje, ¿qué más podemos hacer? Podemos orar, debemos orar. Pero ¿qué más podemos hacer? De manera práctica, la otra cosa que debemos hacer como iglesia, como cristianos, es nosotros Nosotros defender al huérfano. Nosotros ayudar al afligido. No podemos depender del gobierno para hacerlo. No cree en Dios, no sigue su palabra. Entonces, nosotros tenemos que hacerlo. Deberíamos nosotros responder al mandamiento de versículos 2 y 3. Es una explicación aquí muy clara de cómo debe ser el mundo y cuando el mundo no lo va a estar haciendo, pues nosotros sí. La misión de la iglesia, bueno, parte de la misión de la iglesia es defender al débil y al huérfano. Santiago 1.27 La religión pura y sin mácula entre Dios el Padre es esta, visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tripulaciones y guardarse sin mancha del mundo. A veces hacemos esto de manera física y tangible, pero siempre lo hacemos de manera espiritual. No estoy hablando aquí de la justicia social como se enseña en muchas iglesias hoy en día, que la única misión de la iglesia es dar comida y ropa. No es cierto. Entendemos muy claramente que el Evangelio es primero. Lo que es más importante es en dónde vas a vivir para siempre. Pero tampoco queremos ir al otro extremo, en donde nos encontramos muchas veces, y estar ignorando las necesidades físicas de las personas. Porque las personas son almas y cuerpo. Aquí no estamos viviendo con pura alma. Somos alma y cuerpo. Y hay personas que sí necesitan el evangelio, pero también necesitan ser ayudados en su necesidad. ¿Cómo lo hacemos? Primero, estamos en contra del aborto, ¿verdad? Entonces que apoyemos la adopción. Aquí la palabra de Dios menciona específicamente al huérfano. Y claro, el gobierno debería hacer algo para defender al huérfano, pero no lo hace. O lo hace en parte, pero lo que los niños sin padres necesitan es un hogar y el gobierno no puede proveer eso. Mi preocupación aquí es que es muy, muy fácil para los cristianos hoy en día decir que estamos en contra del aborto. El aborto es malo, es pecado que no lo apoyemos. Entonces, ¿qué debería pasar con todos esos embarazos de madres que no quieren a sus bebés? Decimos que no pueden abortarlos. ¿Estamos preparados nosotros a adoptarlos? No cada persona y no cada pareja puede adoptar, eso es muy claro. Pero todos podemos estar involucrados, en alguna manera u otra, apoyando a aquellos que adoptan, proveyendo ayudas de dinero. No es fácil adoptar. Y claro, más personas pueden adoptar, aunque piensen que no. Nuestro país no lo hace muy fácil, claro. Y por supuesto, si Dios cierra la puerta, Dios sabe mejor. Pero demasiados ni se acercan a la puerta para ver si se puede abrir. ¿Me entienden? He escuchado muchas veces, yo no puedo adoptar. Yo no tengo, no puedo. Ni has intentado. Ni te has acercado a la puerta para ver si está abierta. Si está cerrada, entonces está cerrada. Pero acércate a la puerta para ver lo que Dios quiere que hagas. Somos llamados a cuidar a los huérfanos. ¿Queremos que sean adoptados? Perfecto. ¿O encrédulos? ¿Queremos que esos pobres niños crecen en un lugar que no conocen a Dios? En la iglesia primitiva, la iglesia fue conocida, conocida con personas adoptando a esos niños. Ustedes saben, ¿verdad?, que salieron de la ciudad, fuera de los muros de la ciudad, para encontrar a los bebés, normalmente las bebés, las niñas, que habían sido echados, que no fueron deseados, y fueron los cristianos que salieron por los bebés y los trajeron para adoptarlos y para ser parte de la familia. Ellos no tenían nada. Nosotros tenemos todo. Todo necesitamos. ¿Qué estamos haciendo? Dios va a proveer para todos los niños que Él quiere que tengas. ¿Adopción o no? También jóvenes, escúchame, matrimonios jóvenes, escúchame. A veces miedo. Tener bebés es muy costoso, no quiero casarme y menos tener bebés. Bueno, uno tal vez, dos máximo. ¿Por qué no cinco, seis, siete? Si dos permite, si no permite, pues otra vez, puerta cerrada. Pues ni queremos. Dios va a proveer para todos los hijos que Él quiere que tengas. ¿Es cierto? También la iglesia puede ministrar a las viudas, madres solteras, niños sufriendo enfermedades, necesidad, claro, primero con el Evangelio que hemos visto, pero sacrificando algo de comodidad. Tú sacrificas tu café diario y eso es algo de dinero que puedes usar para otra cosa. Sacrificar tu tiempo. Los cuerpos de abajo. Estoy muy ocupado. Yo también, muy ocupado. Hay mucho que hacer. Somos llamados a defender a los huérfanos, a ayudar a los afligidos. Como iglesia, como ancianos, estamos buscando oportunidades para esta iglesia. No solamente aquí en Contreras, porque tenemos la logística y todo. Estamos buscando oportunidades para que esta iglesia pueda, no solamente con la boca decir que amamos, sino con los hechos. Con la boca somos muy buenos, va a ser que amamos. Y con los hechos, no tanto. Dicen, no, es la logística, es el tráfico, es la ciudad. Sí, pero también el problema es el corazón, el egoísmo, el enfoque en nosotros, en mis deseos, en mis cosas. Y no nos gusta sacrificar. Ya sea dinero, tiempo, comodidad, por otro. Y si como iglesia proveemos oportunidades como ministerios de la iglesia para ustedes, esperamos que participen. En muchas iglesias, y puede estar sucediendo aquí también, normalmente ¿qué pasa? Hay unos pocos que hacen casi todo. Y cuando hay ministerios, oportunidades, siempre están. Siempre están las mismas personas y damos gracias a Dios por ustedes. Y hay personas en la iglesia que asisten y no hacen nada. Ustedes reciben, y reciben, y reciben, y reciben, y no hacen nada. Eso no es correcto. Tal vez, ah, no tengo, vamos a probar oportunidades entonces. Y vamos a orar que Dios usitó la iglesia porque no podemos, un pequeño grupo, hacer todo. Esas personas se agotan y ya no pueden hacer más. Y también los ministerios. Y después los demás se quejan. ¿Por qué no tenemos ministerios? Porque los pocos que estaban haciendo todo se agotaron y nadie más quería ayudar. ¿Verdad? Necesitamos personas que hacen la seo aquí en el local. Ni tenemos eso. Cosas sencillas. Cosas fáciles que hacer. Pero muchos nada más quieren venir aquí, escuchar, recibir y a Dios. Eso no va a ser parte de una iglesia. y no sobreseer lo que Dios ha dicho. Porque cuando entonces estamos ayudando a los huérfanos afligidos, necesitados. Yo soy de necesitado. También puede ser. Pero entonces, si tú ves cuánta necesidad tú tienes, debes ver la necesidad también de otros. Y la mejor manera para salir de tu tristeza y tu debilidad y tus problemas es sirviendo a otros. No encerrado en tu cuarto, no haciendo nada. eso no te va a ayudar. Te levantas y sales y sirves a otros peor que tú, vas a ver lo que Dios hace en tu vida. Bueno, el gobierno tal vez debería, no lo va a hacer, nosotros tenemos la responsabilidad. El Dios de perfecta justicia gobierna sobre todo lo que está pasando en el liderazgo del mundo. Él ve, no hay sorpresas para Él. Él reprende, Él llama a la sentencia, al juicio y también va a juzgar. De verdad, no nos sorprende que los líderes incrédulos actúen así. Porque en la Biblia los líderes judíos y romanos, ¿cómo trataron a Cristo? Le mataron. No esperemos nada mejor para nosotros. No somos mejores que nuestro Señor y Salvador. Que confiemos que este mismo Cristo que crucificaron un día, un día va a regresar en juicio. Dice Juan 5.22, el Padre, escuchen, el Padre a nadie juzga. ¿Sabías eso? El padre a nadie juzga, sino todo el juicio dio al hijo. El cordero inmolado va a regresar como león y juez. Vino la primera vez como cordero para ser sacrificado. La segunda vez va a regresar como león y juez. Que no nos preocupemos entonces por que los malos no van a recibir lo que merecen. Dios ve, Dios reprende y Dios va a juzgar. Mientras que oremos que Dios los salve, que restringa su maldad o que los juzgue para siempre. Mientras hagamos nuestra parte, ya vimos varios ejemplos, hay muchísimos más también, por supuesto, que hagamos nuestra parte de ser la iglesia, no estar en la iglesia, ser la iglesia. ¿Entienden la diferencia? Todos pueden estar en la iglesia, entrar a la iglesia, ser parte de este grupo visible. ¿Pero quiénes son la iglesia? ¿Quiénes están actuando, participando como iglesia? Eso es lo que necesitamos porque hay tanta, tanta necesidad. Y a veces estamos tan enfocados en nuestros propios problemas, que si hay y son grandes, entiendo, que no vemos lo que está pasando a nuestro alrededor. No vemos cómo Dios nos puede usar en otros lugares también. que Dios nos dé confianza de su juicio de este mundo tan malvado y que también nos dé una carga que hasta que muramos o Cristo regrese, que hagamos nuestra parte también. Vamos a orar. Padre, ayúdenos porque nos acercamos a salmos así que son fuertes, no difíciles de entender, Señor, pero a veces nos cuesta trabajo pensar que eso es bíblico, cristiano, espiritual, orar así, pensar así. Pero tú nos has llamado, Señor, como tu iglesia, a hacer luz, a llamar a las autoridades al arrepentimiento, a orar por ellos, por su salvación, y si no, por su destrucción, para que nuestro país no continúe, Señor, en su maldad, porque está hundiéndose en maldad, Señor, lo vemos muy claramente. Te begamos, Señor, por cristianos que todavía no entienden ni saben, que andan en tenieblas en cuanto a esos temas. Abre sus ojos, Señor. Abre sus ojos para que puedan ver lo que realmente está pasando en su país. Para que podamos todos orar juntos, en un mismo sentir, con las mismas peticiones. Dios, salva. Salva, Señor, a la Presidente. Sálvala, Señor. Salva al jefe de la ciudad aquí. Son mujeres que no te conocen, que andan en tinieblas, Señor. Rescátalas. Los senadores, diputados, los arquedeses, hay muchísimos, Señor, que tienen un puesto de poder y autoridad en nuestro país. ¿No sería difícil para Ti, Señor, salvar a todos a la vez? Damos fe, Señor, porque honestamente no creemos que sea posible. Darnos fe, pero también darnos perseverancia en oración. Que tú tengas misericordia, Señor, de esas personas que andan en tinieblas, que están sacudiendo los cimientos de este país. Sálvalos. Pero si no, Señor, quítalos de sus puestos. Quita su autoridad. No permite, Señor, que promuevan más estas leyes tan malvadas en contra de ti. No permite, Señor, que se metan tanto con nuestros hijos. No permitas Señor que continúen proviendo tanta maldad aquí entre nosotros. No lo permitas. Aquí tu pueblo te está rogando Señor que tengas misericordia en nuestro país. No porque lo merecemos Señor, merecemos ser destruidos. Así como Sodoma y Gomorra, merecemos lo mismo porque hemos hecho lo mismo y peor. Más misericordia Señor. Ayúdanos no solamente a pensar así hoy Señor, darnos la preocupación Y la capacidad de orar ese salmo y otros semejantes como iglesia, los miércoles, en nuestras casas, Señor, porque sabemos que Tú respondes. No has prometido responder a nuestras quejas, pero sí has prometido responder a nuestras oraciones. Ayúdanos a aprender a orar. Cuéntales, nos te pedimos, Señor, en nombre de Cristo.
Los líderes del mundo delante de Dios
ស៊េរី Estudio de los Salmos
El Dios de perfecta justicia gobierna sobre todo lo que está pasando en el liderazgo del mundo.
លេខសម្គាល់សេចក្ដីអធិប្បាយ | 21825018485399 |
រយៈពេល | 43:23 |
កាលបរិច្ឆេទ | |
ប្រភេទ | ការថ្វាយបង្គំថ្ងៃអាទិត្យ |
អត្ថបទព្រះគម្ពីរ | ទំនុកដំកើង 82 |
ភាសា | អេស្ប៉ាញ |
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