
00:00
00:00
00:01
Trascrizione
1/0
No tiene ningún valor si nosotros no conocemos a Dios. No importa cuán exitosos podamos ser, no importa cuán eficientes y capaces podamos ser en cualquier tarea que emprendamos, no importa cuánto entendimiento y sabiduría tengamos, no importa qué inteligentes seamos, si no conocemos a Dios, Dios no quiere eso, a Dios no le interesa, Dios no se beneficia absolutamente con esto para nada. Ahora, nosotros podemos beneficiar. Somos muy capaces, muy eficientes, muy valientes, muy sabios, muy ricos. Podemos beneficiar, podemos impresionar, porque somos muy útiles, muy satisfactorios, pero ultimamente eso no tiene ningún valor para la eternidad delante de Dios. ¿Cómo podemos conocer a Dios de verdad? ¿Cómo podemos honrar? ¿Cómo podemos nosotros alcanzar la vida eterna? El Señor Jesucristo dijo que viene en el cuarto capítulo siete de los tres, esta es la vida eterna, que te conozcan a ti, el único Dios verdadero que es Cristo actual que hace el diablo. La vida eterna se encuentra sin conocer a Dios, ¿Pero cómo podemos conocer a Dios? La gente habla de Dios. Cuando hablan de Dios dicen que aman a Dios, que creen en Dios, que conocen a Dios. Pero la pregunta es ¿a qué Dios se refiere? ¿De qué están hablando realmente o de quién están hablando cuando dicen que aman a Dios? No es el Dios de la Biblia. El Dios de la Biblia no es el Dios que a la gente se le ocurre. No es el Dios que la gente se imagina, no es el Dios que la gente siente, que la gente quiere. El Dios de la Biblia es el Dios que se ha revelado. Hay diferentes ideas acerca de los mazones porque es un movimiento semi-religioso, porque no es realmente religioso. Hablan del gran arquitecto, le llaman a Dios el gran arquitecto. que a veces la mente de ellos es un Dios, pero es un Dios indefinido, que se ajusta al deseo personal, que se le imaginen. Los anónimos hablan del poder espiritual superior y ellos le piden a la gente que crea en Dios, cualquiera que sea esa la imaginación que tenga. Dios que usted quiera, dice. La iglesia unitaria, universal, es una iglesia muy rica y muy poderosa y desasociada. 17% de los miembros de esa iglesia son ateos, no creen en Dios, otros sí creen en Dios, pero son prejuiciosos. Una de las más grandes figura de la televisión y de la literatura, de nuestra sociedad, que se llama Oprah Winfrey, que tiene un gran impacto social por causa de su influencia, tiene 22 millones de televidentes en sus programas. Dice, yo no creo que Dios esté obsesionado con lo que tú crees sobre Él. A Dios no le importa cómo tú le llames. Creemos en una fuerza que se llama Dios. Si tu crees en el ritmo de la naturaleza o en el amor, tu crees en Dios. Esa es la idea mundana. Lo refleja lo que encontró Pablo en Grecia, cuando llegó a Grecia, cuando llegó a Atenas, dice que había un panteón que decía al dios no conocido. Había muchos panteones, había diferencias antares para muchos dioses y había uno que decía al dios no conocido. Es decir, cada quien creía en el dios que quería. Pero lo que Dios está diciendo acá en el libro de Jeremías es quien quiere que lo conozcan. Él quiere que los hombres entiendan, estas cosas quiero, dice el Señor, que me conozca a mí, el Dios verdadero. Entonces reveló al pueblo de Israel y desde el 1964, les dice, oye Israel, Jehová, nuestro Dios Jehová uno es. Jeremías dice, Jehová es el Dios verdadero, el Dios vivo, y el Rey Eterno, esa es la manera en que los profetas se referían a Dios. En Isaías 45 Dios se describe así mismo diciendo yo soy Jehová y ninguno hay más, no hay Dios fuera de mí, yo soy Jehová y no hay otro, no hay más Dios que yo, Dios justo y salvador, ninguno de otros fuera de mí, es decir Dios reclama exclusividad, Lo mismo andamiento, el reclamo de exclusividad. En Isaías 46.9 dice que Dios es Dios, no hay otro Dios, nada hay semejante a Dios. No tendrás dioses ajenos delante de mí, no te harás imagen de ninguna semejanza, de cosas que se arriba en los cielos, abajo en las tierras, en las aguas, debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, no las encontrarás, porque yo soy Jehová mi Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad, visito la maldad de los padres y los discípulos hasta la tercera y cuarta generación, la maldad de imaginarse que soy Dios, Dios la visita, que soy la gente del cielo, No voy a valorar la religión de mis padres ni de mis abuelos. Ese es el sufrimiento de esta amenaza divina que dio visita a la maldad de los padres de los hijos hasta la tercera y cuarta generación. Es la razón por la que la sociedad se corrompe. Es la razón por la que familias enteras se dedican a falsas religiones y luego naciones enteras se dedican a falsas religiones. Naciones como aquí. Están malditas por la forma de pensar que tienen. Cuando yo les preguntaba por qué hay tantas cabras en la calle y no se las roban, la respuesta, casi nadie podía responderme, hasta que alguien me respondió en medio de la respuesta, es que ellos piensan que si alguien se roba la cabra, un espíritu va a venir a hacerles daño. Esa es la manera de pensar de ellos. Se mueren de hambre y dejan caminar los animales comestibles allí por el miedo a los espíritus. Esa es la forma. en que esa idea falsa de Dios puede llegar a afectar una sociedad entera, una nación entera. Naciones enteras han sido definidas por causa de su volantenía. Dice el libro de Ortega, si no puede ser hacer que Dios fuera el mismo porque no hay otro salvador, sino Dios. aunque hay algunos que se llaman dioses en el cielo o en la tierra porque hay muchos dioses y muchos señores Para nosotros, el Padre, sólo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para Él, y un Señor que es Cristo, por medio del cual son todas las cosas, y nosotros por medio de Él. Para nosotros, sólo hay un Dios, el Padre, el Creador, y un Señor que es Cristo, y nosotros por medio de Él. Si Dios es celoso, aquí dice, yo soy celoso de su nombre, celoso de su gloria, de su persona, de sus atributos. Él es celoso de su ley, es celoso de su santidad. Él es celoso de su verdad. Y su pueblo, el pueblo verdadero de Dios, es el único, el único en esta tierra. que le interesa la verdad, que le interesa la ley, que le interesa un contributo de Dios, que le interesa conocer a Dios. El resto del mundo no le va a preocupar. El resto del mundo tiene demasiado placer que disfrutar, demasiados planes que ejecutar, demasiadas cosas en las que ocuparse para estarse ocupando de Dios. Y ellos ven al pueblo de Dios como un pueblo sin importancia, que se ocupa de cosas sin importancia. Mientras tanto ellos se crean su propio Dios producto de sus sentimientos, producto de la conveniencia, de la opinión popular, de la imaginación, del capricho. Sean católicos, sean testigos de Jehová, sean mormones, sean musulmanes, humanistas, evolucionistas, budistas, santeros, brujos y aún muchos evangélicos. ¿Podemos conocer realmente a Dios? Queremos conocer a Dios, hermanos, no podemos nosotros generar ideas contrarias a la revelación bíblica. La Biblia se refiere a toda idea falsa, toda idea imaginativa, toda idea humana acerca de Dios. Dios se refiere a eso como idolatría, abominación, mentiras, fallar. Idolatría, abominación, mentiras, fallar. Cualquier idea falsa que tengamos de Dios debemos desecharla. las distorsiones acerca de Dios no son naturales. En realidad, cuando la gente se imagina a Dios y ama a esa imaginación que tiene de Dios y cree en ese Dios imaginario, lo que está manifestando es más que oña a Dios, oña a Dios de la verdadera. No quiere tener nada que ver con el Dios de atrás. Quiere su propia conveniencia. La Biblia dice que los hombres son enemigos de Dios. Puede ser que sean muy religiosos. Puede ser que sean muy devotos. Puede ser que sean muy buena gente, nobles. Pero son enemigos de Dios. Puede ser que sean muy cordiales con Dios. Y que sean muy cordiales contigo. Que digan que bueno que usted es evangélico. Que bueno que usted es de religión. Que usted es una buena persona. A veces me invitan a la iglesia y nunca vienen. y el día que viene viene por compromiso, pero en realidad no es nada. Es un odio cordial, es un odio sutil, es un rechazo, es una negociación contra Dios. No quieren conocer, es una ignorancia culpable, una ignorancia voluntaria de Dios. Dice el sanmigzana que Dios está en los cielos, todo lo que hizo ha hecho. Los héroes de Hades son plata y son oro, obras de man y de hombre. ¿Cómo se puede conocer al Dios de la Tierra? Vamos a considerar cuatro maneras que la Escritura nos ofrece para conocer al Dios de la Tierra. Cuatro formas en las que Dios se revela o quiere revelarse a nosotros con la ayuda de la luz. Primero por la creación y la providencia, segundo por la escritura, tercero por la encarnación y luego por la regeneración. La creación y la providencia es lo más óptimo y lo más evidente. El sábado 19 dice que los cielos cuentan la gloria de Dios y el triunfamiento anuncia la obra de su mano. es decir, hasta con verlos siempre, siempre y en todo momento, para tener la noción de que hay un Creador, de que hay un Ser Superior, el Dios. El apóstol Pátrix va de eso en comandos nuevos cuando dice que las cosas invisibles de Dios, su Eterno Poder y su Divinidad son claramente invisibles por medio de las cosas hechas. Por medio de la creación del mundo, Dios hace visible su poder y su dignidad, de modo que los hombres no tienen excusa, la creación habla, la creación anuncia, dice sin palabras, pero anuncia, la creación es una presentadora. De Jehová es la tierra y su espíritu, el mundo es la tierra y la vida. Estamos en un cuadro, Dios es el creador, El libro de Génesis hermano comienza así, la Biblia comienza así, diciendo en el principio Dios creó los cielos y la tierra y la doctrina de la creación está expresada y extendida por toda la Biblia. En el libro de Apocalipsis capítulo 5 cuando vemos a aquellos veinticuatro ancianos y a los cuatro seres vivientes, luego aparecen con ellos Dicen millones y millones de ángeles y luego aparece con ellos todo, todo creado, los cielos en la tierra, debajo de la tierra y todos ellos cantan, hay una creación entera que canta Dios. Dios es el creador, pero no solamente es el creador, Dios es el sustentador de su creación. Es el Dios de la providencia. Así que Dios se revela a través de la creación, pero también se ha revelado a través de la historia, a través de todo lo que sucede. Dios no es un Dios inerte, indiferente, pasivo, lejano. Él está siempre de vuelta en todas las cosas. La gente dice, ah Dios no le importa esas cosas. Claro que le importa. Dios está aquí. Dios en cada detalle de nuestra vida está. Tú no lo ves, tú no lo sientes, tú no lo percibes, pero Dios está aquí. Todas las cosas están controladas por el Señor y en cuanto a su pueblo dice que todas las cosas ayudan a los que le aman, todas las cosas, absolutamente todo. Dios es el Dios de las circunstancias, el Dios de los eventos, el Dios de la naturaleza, el Dios de la vida, el Dios de la historia, si no solamente es el creador, sino que él es el sustentador, el Dios de la providencia. El Señor Jesucristo dijo mi padre hasta ahora trabaja y yo también trabajo, quiere decir el padre siempre está trabajando, el padre siempre está movilizando todos, todos los mecanismos de su creación para cumplir sus propósitos. Dice el apóstol Pablo en el libro de los textos capítulo 14, Dios no se ha dejado a sí mismo sin testimonio, Él la estaba haciendo bien, dando el recluyo en el cielo y en tiempos justíficos, llenando de sustento y de alegría nuestros corazones. Él no se deja sin testimonio. La siembra, la cosecha, el verano, el invierno, el día, la noche, todo esto está colorado por el Señor, la luna, las estrellas, el mar, la creación, la naturaleza, las tormentas, absolutamente todo en la creación y en nuestras vidas también. Los accidentes, el bienestar, el éxito, los fracasos absolutamente todos les daban la mano del Señor. ¿Por qué les sirvió la creación? A los griegos Pablo les dijo lo siguiente, en este sobítulo 17, de una sangre Dios ha hecho todo, el linaje de los hombres para que habiten sobre la paz de la tierra, y les ha presentado el orden de los tiempos. y los límites de su habitación para que busquen a Dios, si de alguna manera para Pablo fuera en la llave. Aunque ciertamente no está lejos de cada uno de nosotros, porque en él vivimos, nos movemos y somos. Esa es la definición histórica. la original providencia, en el vivimos, nos movemos y somos como algunos de nuestros propios profetas le dijo Pablo a los griegos algunos de nuestros propios profetas también han dicho linaje suyo somos el yo de la creación y la providencia un día todos los seres humanos van a tener que darle cuenta a Dios por lo que el revelaba la creación y la providencia También dice que en uno de los tiempos, las edades, Ita Reyes, Pone Reyes, ya sabemos bien los ámbitos, su ciencia, los entendimientos, él sabe lo que los demócratas quieren, lo que los republicanos quieren, qué es algo que, porque sin el Castro, porque Hitler, porque todos esos gobernantes impíos o gobernantes, Dios, Dios sabe todas esas cosas de la cultura. Son cosas secretas en muchos casos, hermanos, para nosotros, escondidas para nosotros, no las podemos entender, no podemos entender y muchas veces nos preguntamos nosotros ¿Por qué Dios mío? ¿Por qué me pasa esto a mí? ¿Por qué suceden todas estas cosas? No lo podemos entender, pero detrás de todo eso hay un propósito. Él es el Dios de la creación y de la providencia, o sea, un rey a través de la creación y de la providencia. Pero claro, hermanos, la creación no es providencia, no es suficiente, no nos revela la mente de Dios, nos revela su poder, su sabiduría, su liberación, pero no nos revela la mente, no nos revela sus planes. Entonces Dios se ha revelado a través de la Escritura también, nos ha dado el futuro. En las dos últimas semanas hemos estado hablando sobre la Escritura, sobre el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento. Este es un libro hermanos, extraordinario, es inspirado por Dios, es la Palabra de Dios, no es cualquier libro. La coherencia, la gloria, el tema, la majestad, el estilo de ese libro, su literatura, su teología, las historias que nos cuentan, los mandamientos, los principios, las promesas, las amenazas, los pactos que se encuentran en este libro. son maravillosos, y es una coherencia tan sutil, tan maravillosa, esos 66 libros, los 39 de la Cuba del Testamento, los 27 del Nuevo Testamento, se infanan de una manera tan, que nos muestran un panorama que nosotros no podemos contemplar en su totalidad. Pero ahí está el gran panorama del propósito del libro, y cuando nosotros nos unimos, Cuando nosotros nos introducimos en él, hermano, es algo tan fascinante, tan maravilloso. Recuerdo la primera vez hace muchos años, que pasamos por encima de Miami, no nos imaginábamos que íbamos a venir acá y vamos de camino para México. Y pasamos por acá. Era de noche. Comenzamos a ver la ciudad, esta ciudad y las luces, y las luces, y las luces. ¿Cómo se va a terminar esta ciudad? Era una cosa maravillosa para nosotros en aquel momento, ¿no? Ver esa ciudad inmensa que era de luces, verla desde arriba. Nosotros no podemos imaginarnos todo lo que Dios tiene en su Palabra, todas las maravillas, los detalles, todo lo que nos criticamos de este tejido divino de la revelación espiritual. Desde que Dios comienza diciendo que al principio creó Dios los cielos y la tierra, y la tierra estaba desordenada y vacía, y la faz de la misma, el fin se movía sobre la faz de la misma, aquella tierra estaba desordenada, vacía y en miniebras y Dios la llenó de luz, Dios la llenó de orden, Dios la llenó de amenazas. Mostrándonos el máximo y lo revela en la escritura, lo revela en la escritura. Dice Pedro que tenemos la palabra profética más segura a la cual se tiene que estar atentos como una torta que alumbra en un lado oscuro. en la oscuridad de la ignorancia y de la incredulidad y del pecado que tenemos vivos. La escritura nos ilumina, nos ilumina cuando pecamos, nos ilumina para evitar los pecados, para arrepentirnos del pecado, para luchar contra el pecado, nos ilumina ante las tinieblas de la ignorancia, de la idolatría, de la dominación, del menosprecio a Dios, nos ilumina en la integridad, en la naturaleza de ella. La Escritura, Dios se revela en la Escritura. La voz del Juan dice lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado y palpado en nuestras manos totalmente al resto de vida, porque la vida es remanifestada y la hemos visto. Y eso que no acaba en la Escritura, está aquí en la Escritura. Esta escritura cuya agenda es geocéntrica, es decir, todo lo que está escrito en la Bíblia tiene como censo a Dios, como propósito que conozcamos a Dios. Tiene una agenda reventora, todo lo que está en la escritura tiene el propósito de revelar el propósito reventón de Dios. de revelarnos que Dios creó los cielos y la tierra, que Dios sabía que el hombre iba a pecar. Pero Dios había determinado, decretado antes de la fundación del mundo, redimido a esa creación caída en Cristo. Y Él nos revela eso. El plan de Cristo nos revela, nos revela su persona, sus atributos, que revela su mente. Necesitamos la escritura para conocer a Dios. Si la escritura no podemos conocer a Dios, Dios ya ha revelado a través de los hombres. Pero en tercer lugar, Dios no solamente se ha revelado a través de la creación y la procedencia, pero se ha revelado a través de la escritura y de la encarnación de Cristo. Dios no simplemente nos dio un libro, Dios simplemente envió profetas inspirados, y los inspiró y los movió para escribir, para que tengamos 39 libros proféticos del Antiguo Testamento, y para que tengamos las 27 cartas y los evangélicos, y el Hijo de los Ancianos, y Apocalipsis y el Nuevo Testamento. Dios no solamente inspiró a esos hombres, los movió, que dieron sus vidas en muchos casos para poder realizar esta misión, pero Dios es mismo. se manifestó en carne, el mismo en el idioma jesucristo. En Isaías 35, verso 4, hay una promesa, Dios mismo vendrá y os sabrá. En Juan capítulo 1, verso 14, se cumplió eso, que aquel bebé fue hecho carne y habitó entre nosotros. El Verde, Cristo, el Hijo de Dios, Dios mismo, se hizo carne y habitó entre nosotros. Y dicen los apóstoles, y vimos su gloria, gloria como de un ingenio del Padre lleno de gracia y de verdad. Vimos su gloria. El Verde se hizo carne. Nosotros lo vivimos, nosotros lo tocamos, nosotros lo palpamos, nosotros lo escuchamos. Y los apóstolos dejan testimonio de eso, hermanos, de la incantación de nuestro Señor Jesucristo. Los evangelios, hay cuatro evangelios que nos relatan la vida, el nacimiento, la muerte de nuestro Señor Jesucristo. Dice el escritor del libro de Hebreos, Él es, hablando de Cristo, el restaurador de su gloria, del valor de la gloria de Dios y la imagen misma de su existencia. Él es el que sustenta todas las cosas por la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo. Por sí mismo efectúa la purificación de nuestros pecados. siendo el resplandor de la gloria, siendo la imagen misma de la sustancia de Dios, Dios es tu carne, dice Pablo, en Él habita corporalmente la virtud de la Deidad. Cosa tan increíble, tan maravillosa, tan extraordinaria, hermano, que un hombre era Dios, el Dios hombre, Dios en su carne, y caminó entre nosotros, y estuvo en ese tiempo. Se encarnó en él. En él habita corporalmente la virtud de la vida, el Hijo de Dios. Por eso dice la Fuerza de San Pablo, hayan vosotros ese mismo sentir que hubo en Cristo Jesús. Tengan ustedes ese mismo sentir que hubo en Cristo Jesús. ¿Cuál era el sentir de Cristo? El sentir de Cristo era humillarse para poder vivir, para poder servir. Nosotros ya vamos a servir. y tenemos que humillar a uno muchas veces, sufrir para servir a otros, eso es lo que Cristo hizo, entonces cuando dice nada hay quien entienda o prueba la gloria sino como humildad estimando cada uno a los demás como superiores a sí mismo, a él mismo, no mirando cada uno por lo suyo propio, mi derecho, mi dignidad, no, no mirando cada uno, por los sinocortes, sino cada cuerda también por lo del sol. El mismo sentir que hubo en Cristo Jesús. Ahora, Cristo manifestó eso de una manera remarcada, encarnada. Dice que siendo Dios, no estimó el ser humano a Dios como cosa de avergarse, sino que se despojó a sí mismo. Se despojó. de aquella gloria que él tenía, no de su divinidad porque él no puede dejar de ser Dios, no de sus atributos porque él no puede dejar de ser Dios con sus atributos, pero se despojó de su gloria y vivió como un hombre, como forma de ser hecho semejante a un hombre, dice Osama, estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, se hizo obediente hasta la muerte, la muerte de Dios. De esa manera Dios atrevió a nosotros. Uno de los discípulos en una ocasión que al Señor Jesucristo se estaba consolando y animándole porque se acercaba también a su muerte. El Señor dice, no se turbe vuestro corazón, ni tengas miedo, la casa de mi padre es mucha morada, salga. Si vosotros creéis en Dios, creed también en mí, porque Dios es Dios. Voy a preparar un lugar para vosotros, para que donde yo estoy, vosotros también estéis. ¿Y sabéis a dónde voy? Dice el Señor. ¿Y sabéis el camino? Y uno de ellos dice, Señor, nosotros no sabemos dónde está el camino, ni sabemos a dónde vas. ¿Cómo vamos a saber el cambio? Yo soy el cambio. La verdad, la vida. Los discípulos hermanos, tres años y medio no entendían. No entendían. No, pasa lo mismo a nosotros. Años y años y no terminamos de entender. Claro, nuestros discípulos los seguían, los amaban. Están dispuestos a lo que, a muchas cosas por él. No a todas las cosas, pero a muchas cosas. Pero no entendía la plenitud, la gloria, es que no es posible entender, hermano. Lo lamento a Dios. Pero él estaba aquí, Dios en tu cara, diciéndoles, yo soy el camino, la verdad y la vida. Le dice, si me conocieses también por experiencia mi padre, Felipe, otro de los discípulos de este señor, muestra a nuestra Padre y nos basta. Siempre me ha parecido, hermano, que es muy ofensivo, ¿no? No todo es ignorante, es muy ofensivo. Dice, tú no nos bastas. No nos bastas. Nosotros queremos ver algo mejor, algo más grande, algo más extraordinario. Muestra a nuestra Padre y nos basta. El Señor desde tanto tiempo hace que estoy con vosotros y no me has conocido Felipe, el que me ha visto a mí, ha visto al Padre, como pues dices tú, muéstralos al Padre, no crees que yo soy el Padre y el Padre en mí, era Dios mismo en la carne revelándose a Él. Dios se revela en Cristo en su encarnación, revela por la creación, por la evidencia, por las escrituras, y por Cristo Jesús, por su creación. Pero, en realidad, hermanos, la creación, la providencia, las escrituras y la encarnación no son suficientes para que los hombres conozcan a Dios en sí mismos. Porque la gente ve la creación y los científicos naturalistas de hoy día, por ejemplo, ven la creación y les parece que la creación demuestra que no hay Dios. Es un hecho. Porque dicen, bueno, la creación está allí, pero no conoce milagros. Todo tiene que ser probado en el laboratorio por la ciencia. Si no es probado en el laboratorio, Pero la ciencia con el método científico no existe, entonces Dios no existe, la abstracción no existe, el nacimiento original no existe, la inspiración de la escritura no existe, no se puede probar. O sea que la creación a ella no les ayuda. Habiendo conocido a Dios, dice Pablo, no le glorificaron como a Dios y le dieron gracias, sino que se desvanecieron. Y su necio corazón fue entenebrecido, profesando ser sabios, se hicieron necios. O sea, la creación y la providencia de sí misma no es suficiente. La gente le llama a la providencia casualidad, suerte, el destino. La casualidad, la suerte y el destino son conceptos etéreos, ¿no? Filosóficos, pero no tienen, no somos, no somos la fuerza real, el destino no es una fuerza, la casualidad tampoco, ni la providencia, pero ellos no entienden esto, lo rechazan, rechazan la Escritura también. No es como decirle a un hombre que contradice y no le sea suficiente la encarnación, Admiran a Cristo como un gran maestro, pero no creen en Él. Hace falta la regeneración para conocer a Dios. Hace falta que tú seas regenerado, que nazcas de nuevo. Nicodemus era un gran maestro de teología y de religión. El Señor le dijo que es necesario nacer otra vez Nicodemus. Si tú no naces no vas a poder ver, no vas a poder entrar al reino de Dios. No importa cuánta religión conozcas, no importa cuán religioso seas, estás perdido, estás muerto, tienes que nacer de nuevo. Esa es una obra del Espíritu. Es el Espíritu el que lo hace, el Espíritu Santo. Tiene que haber una regeneración y eso no ocurre en el Espíritu Santo. Es la promesa del pacto, del nuevo pacto. Dios lo prometió desde la crueldad y Dios lo ha estado haciendo siempre. Si Dios no te llama, si Dios no ocurre en ti, nunca vas a comprender. Dice el escritor de Hebreos haciendo eco o citando lo que había dicho Jeremías siglos antes, en el capítulo 8 de Hebreos. Este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice el Señor, con tres mil leyes en la mente de ellos y sobre sus corazones escribiré. y seré a ellos por Dios, y ellos me serán a mí por pueblo, y ninguno enseñará a su prójimo, y ninguno a su hermano, diciendo, conoce al Señor porque todos me conocerán, desde el menor hasta el mayor de ellos, todos me conocerán. ¿Pero por qué? ¿Por la creación? ¿Por la providencia? ¿Por la escritura? ¿Por la instalación? Sí. Pero todo eso es puesto en operación, es iluminado por el milagro de la regeneración. El milagro de la regeneración. Dice con tres mil leyes en la mente de ellos y sobre su corazón las escribiré. Es decir, Dios haciendo el milagro, escribiendo el mensaje en nuestra mente y en nuestros corazones, y Él no lo hace, es quemarnos todo lo demás, las hermanas. También te va a condenar, te va a condenar conocer para la Biblia, te va a condenar mirar las maravillas de la creación, te va a condenar que Cristo haya venido a esta tierra. Quieres que naces de nuevo. Ninguno de los hermanos dice que lo conoce el Señor porque todos, desde el menor hasta el mayor de ellos, todos lo conocen. Eso es lo que Dios dice. Eso es lo que el Señor espera. No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en su riqueza. Más alabes en esto, en que se hubiera de alabar, en entenderme, en conocerme, en qué yo soy, en qué hogar, de algo en ser importe, en juicio, en justicia, porque estas cosas pierden, dice el Señor. Que los hombres los muestran. La Biblia dice que la carne no conoce a Dios, ni puede. Se inclina siempre a lo carnal. La intención de la carne no es conocer a Dios o desamar a Dios. Yo que conoce la sabiduría del mundo, los viejos eran muy sabios, muy filosóficos, muy arquitectónicos, muy estéticos, muy matemáticos, muy científicos, muy sabios, muy arduentes. pero no conocieron la sabiduría de Dios, desconocieron la sabiduría de Dios. Vamos a ver, nosotros hablamos de sabiduría y misterios, la sabiduría oculta que Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria, que los príncipes de este mundo nunca conocieron, que si la hubieran conocido no habrían crucificado al Señor de la gloria. ¡Sabiduría! Pero es sabiduría que la virtud es de la regeneración, el milagro es de la regeneración. Cosas que uno no vio, ni oído yo, ni ha sentido el corazón de un hombre, son las que Dios ha preparado para los que les ama, y Dios no las reveló a nosotros por el Espíritu, porque el Espíritu todo lo subringa a uno lo profundo de Dios. Tiene que ser una obra del Espíritu. envíe su luz y su verdad, que nos guíen, que nos encenden, que nos encabinen, que nos muestren quien es Dios. Dice Pablo, ¿quién conoció las cosas del hombre, sino el Espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios. Y nosotros le hemos recibido el Espíritu del mundo, sino el Espíritu que nos viene de Dios para que sepamos lo que Dios nos ha concedido. los verdaderos creyentes han recibido ese milagro de la bendicación del fin de los años, de manera que nosotros contemplamos en la creación a Dios, no Dios imaginario, no Dios de la creación, Dios de Genesis, en la providencia contemplamos a Dios, no cualquier Dios, no el Dios del destino o el Dios de la casualidad, sino el Dios de la vida, el Dios soberano, el Dios que emite decretos, el Dios que tiene escrito, que tiene en sus manos un libro escrito por dentro y por fuera, que nadie, nadie puede ver, ni abrir, ni tocar, pero que Dios se lo ha revelado a sus hijos a través de Cristo, el que anunció para abrir el libro y destacar su sello y mostrarnos la mente de Dios. Podemos verlo en la encarnación, podemos ver a Cristo, nos conmueve su vida, nos conmueve su encarnación, su nacimiento, su inocencia, su amor, su compasión, su sacrificio, su enseñanza. Su muerte nos conmueve, nos emociona su resurrección. No nos emociona suficiente, hermano. No nos conmueve suficiente, pero nos conmueve de verdad. con la regeneración. Si eres regenerado, si has nacido de nuevo, entonces se te abrirá un nuevo panorama, un panorama inmenso, maravilloso, inimaginable, cosas que otro no vio ni oído yo. La creación, la providencia, la escritura se te van a abrir. La persona de Cristo va a convertirse en algo maravilloso para tu vida. Tu vida, mi hija, Pablo decía, para mí el vivir es Cristo. Y al morir el ganancia, será verdad, el amor de Cristo me constrigue, me constrigue, me constrigue, me constrigue, me mueve, me impulsa, me mueve, me fortalece. El amor de Cristo me ha convertido en una persona diferente. Lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe, en el Hijo de Dios, todo lo puedo en Cristo que me fortalece. La vida cristiana es una vida diferente, ¿por qué? Porque si miras la creación, la providencia, la santitud, la persona de Cristo, puede ser de generación, lo ves diferente, tus ojos son diferentes, tu visión es diferente, tus prioridades son diferentes, tus anhelos, tus ambiciones, todo es diferente. A pesar de que tenemos que luchar contra nuestro pecado, contra nuestra bajeza, Porque en el ángel de nuestro corazón nos conocemos a Dios. Usted puede ver a los santos de la Biblia, a los santos de la Biblia del Testamento, a todos los santos de la Biblia. Ellos tenían lucha, batalla, conflicto, sin excluir a nadie, estaban unidos. Decía yo soy el primero de todos los pecadores. ¿Por qué? Porque él sabía, él decía yo soy miserable, miserable en mí. Pero era un hombre que amaba a Dios, que veía a Dios, veía la gracia de Dios. Tranquilo, amaba. Todos los personajes tranquilos, los verdaderos creyentes, conocen a Dios verdadero por la regeneración. Por la creación, la providencia, la estructura, la encarnación y la regeneración. Pero tienes que nacer de nuevo. Tienes que nacer de nuevo. Así que, hermanos queridos, debemos ser inteligentes y conocer a Dios, pero al Dios verdadero. Debemos ser inteligentes en buscar el verdadero conocimiento del verdadero Dios. Pablo hacía esta oración teniendo espíritu de sabiduría y la revelación en el conocimiento de él. alumbrándonos todos de vuestro entendimiento, dice Pablo. Pablo sabe sus términos. Espíritu de salud, vida y revelación en el conocimiento de él. Pero Pablo erraba, erraba esto pidiendo por los creyentes que ya conocían el Cristo. Pero él dice, yo pido que Dios esté Espíritu de salud, vida y revelación en el conocimiento de él, alumbrándonos todos de vuestro entendimiento para que sepáis La esperanza a la que nos ha llamado, la gloria de coherencia en los actos, la supereminente grandeza de su poder que actúe en nosotros lo que creemos, En Colosenses Pablo dice, desde el día que oímos, desde el día que oímos que ustedes se convirtieron, dice Pablo, no cesamos de orar por los fuegos y pedir que se aislen del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual, para que andéis como es digno del Señor, aclarando de todo, llevando surto de todo, y creciendo en el conocimiento de Dios. Esta mañana hablábamos del Nuevo Testamento, decíamos que el Nuevo Testamento, hermanos, está encubierto para los indoctrinos e importantes, pero es un medio por el cual nosotros nos llamamos a crecer en la gracia y el conocimiento de nuestros indoctrinos cristianos. Tenemos la escritura para crecer en el conocimiento de Dios. Nos lo hemos pedido, Pablo lo pedía, aquí lo está diciendo, en procesos, en diferencias, él está pidiendo eso. Porque como dijo Pedro, así hubo, como hubo falsos profetas en el cuerpo en la antigüedad, habrá entre los otros falsos maestros que introducirán incubiertamente energías destructoras. Y aún me da gana el Señor que los rescató trayendo sobre sí mismo destrucción determinada. de tal manera que engañará, si fuese posible, a uno de los recogidos. La batalla era de reales hermanos, quizás no la hemos probado todavía, pero de reales, para los verdaderos creyentes. Daniel habla de eso en el capítulo 11. Cuando él estaba hablando de lo que iba a suceder, Durante la invasión de antiguos petrifáceos, antiguos petrifáceos de otros pueblos paganos, que invadió, masacró a mucha gente en Jerusalén, en Israel, y se metió al templo y le ofreció un cerdo, un altar de Dios, y la miedo que ofreció, en el capítulo 11, También dijo lo siguiente, profanarán el santuario de la fortaleza, quitarán el continuo sacrificio y pondrán la abominación desoladora. Es decir, en lugar de los sacrificios que Dios había ordenado, hicieron una abominación íntima. Dice, y por mis honras seducirán a los violadores del pacto, mas el pueblo que conoce a su Dios se esforzarán y actuarán, y los sabios del pueblo instruirán a mis hijos. Ahora, estos, estos que conocían a su Dios, que se esforzaron y actuaron, hermano, muchos de ellos fueron comunistas, fueron masacrados, Muchos de ellos pararon con su vida en haber conocido a Dios. Y eso es algo del pueblo que incluyeron a muchos, muchos de ellos tuvieron que parar con su vida por conocer a Dios. Pero tenemos que seguir en conocer a Dios. Le damos la mano, Dios está en los parámetros. Ciertos en la creación, en la escritura, por supuesto, en la persona del físico. Por eso es mental pensar mucho en el físico, por lo que es romántico. Y eso es físico y nos ilumina para que eso sea posible. Por supuesto, nunca vamos a comprender totalmente a Dios. Eso no va a suceder. Lo vamos a conocer, pero nunca lo vamos a comprender. o es como un niño que conoce a su papá, lo ama, lo disfruta, pero no lo conoce realmente el papá, el padre no lo conoce, el niño no conoce las complejidades de la vida de su padre y de su madre. Sabe quien es su padre, pero no sabe todo lo que tiene que pasar en la calle, en el trabajo, en el parque, todo lo que tiene que enfrentar en su vida. ¿No saben lo que significa? Igual nosotros contemos a Dios, pero no sabemos, hermanos, nunca, porque queremos totalmente, especialmente, infinita, infinitamente perfecta la ilusión de Dios. Nunca, jamás. Nos perderemos todo en realidad, asombrados. Nosotros hemos estado en lugares hermosos y hay veces en ciertos lugares son tan hermosos y cuando uno va a hacer un recuerdo y uno está en una caliza en algunos lugares y en otros y todo es hermoso, todo es bonito, donde quiera que uno mire es bonito. Y uno camina y todo es hermoso. ¿Cómo será la eternidad? ¿Cómo será? cuando el Señor redima esta creación caída, este mundo caído, y nos haya venido a nosotros y se atreve a nosotros. Y sin embargo nunca lo observamos plenamente. Decía muy tarde, llamado Richard Baxter, un bien se paga sobre la tierra pero jamás la va a poder cubrir. El mar no sería mar si no lo puedes poner en una cuchara. El sol puede ser visto y por ahí puedes ver todo lo demás, pero no lo puedes comprender. Dios es como el sol, lo podemos ver, podemos ver su reflejo, pero no podemos conocer el fenómeno. Y a través del sol podemos ver muchas cosas porque nos ilumina, pero no podemos conocer el fenómeno. Así es Dios. Es asombroso que no lo comprendamos del todo. Es asombroso, ¿verdad? Pero si lo comprendiera, pues no sería Dios. Augustine, Augustine Conner decía lo siguiente, si lo comprendes, no es el Dios infinito a quien estás comprendiendo. Es mejor una confesión piadosa de ignorancia que una arrogante presunción de conocimiento. Comprender lo que Dios revela en sí mismo es bendición, pero comprenderlo totalmente a Él es imposible. O sea, hermano, estamos hablando de Dios, Dios es infinito, Dios es infinitamente perfecto. Ahora, Dios le ha revelado una escritura, la escritura sí la podemos comprender a su motor, La Escritura puede ser extendida pero es clara, es cristalina, es coherente. Dios también lo es, pero es infinito y los otros son infinitos. Por eso es que nuestro conocimiento de Dios tiene que estar limitado a lo que la Escritura dice. La gente, mucha gente hoy, incluyendo a Jesús, pretende conocer a Dios, no sólo por la Escritura sino por las experiencias. por los sueños, por las visiones, por las revelaciones, por los católicos, por ejemplo, que deben conocer a Dios por las imágenes, por los rituales, por los místicos, por visiones, por los naturalistas, por la lógica, la filosofía, pero ni la lógica, ni la filosofía, ni la mística, ni las visiones, ni los rituales, No van a revelar Dios sino es la Escritura, la Escritura de Dios. La Escritura y toda la Escritura. Por supuesto, mañana o el fin de semana, bajo el poder de la Luz y el poder del Cristo Santo que nos genera y nos permite comprender el verdadero sentido de los Himnos. Y una cosa que sucede cuando nosotros comenzamos a comprender realmente a Dios, Cuando comenzamos a activar y comenzamos a contemplar algo de esa infinita malestad es que nos miran, nos miran, nos muestran la ignorancia, Nuestra insignificancia, nuestra inmunidad, nuestra necesidad, eso que pasó en Saías, donde el Dios Andrés en el Templo dijo, soy un hombre muerto porque abrigo mis ojos, abrigo malos eléctricos, soy un hombre de labios inmundos y a mí tomen gente de labios inmundos. Porque eso es lo que produce el conocimiento de Dios, produce humildad, produce engranjamiento. Cuando se acercó Moisés a ver aquella salsa que había y no se consumía, Dios le habló, le dice, quita los zapatos de tus pies porque el lugar donde estás es tierra santa. Pedro cuando vio al Señor calmado y bien, lo que hace aquí en el milagro, se estiró a sus pies y le dijo, aparta de mí, que soy un hombre respetado. Por eso, hermanos, el conocimiento del Dios produce reverencia en nosotros. Esa tendencia de estar tratando a Dios con una excesiva confianza, de estar poniendo nombrejes a Dios, eso no es de un carácter cristiano. Gente que se refiere a Dios de una manera chavacana, de una manera corriente, liviana, brutal, eso no es lo que nosotros tenemos que ser. Y en la Iglesia, Nuestra reverencia hacia Dios, nuestra admiración a Dios se puede despejar de más de una manera y nosotros lo ofrecemos junto a Dios. El verdadero conocimiento de Dios nos muestra en cuanto a amarnos a Dios, en realidad. Cuanto a amarnos a Dios. Nada que no amamos. Bueno, eso es lo que dicen, enemigas, los agaves sabios de esa religión, y el valiente en su valentía, y el rico en sus riquezas, agaves en esto y que se quieren agarrar, en entenderme y en conocerme, que yo soy probado, que hablo de justicia, de justicia en la tierra, de lo que estas cosas quieren. Dios en manos está por encima de todo, de toda riqueza, de todos los placeres, de todo conocimiento, de todas las alegrías, de toda la historia humana, más allá, está detrás de todo, de todas las circunstancias, detrás de todas las estructuras, detrás de todas las criaturas, está detrás de todos los eventos de la vida, las circunstancias, los cambios, los sucesos, la tragedia, las alegrías, la historia, las fuertes, el destino, Dios está detrás de todo eso, controlando absolutamente todo, y ese es el refugio interno de los queridos hermanos. Y sólo Jesús tuvo amor cuando le dio todo a su Hijo. De una vez a mi refieres el Padre, de otra vez el Señor Dios y el Señor Cristo. Pero ¿qué es la guerra? ¿Qué es la guerra? Se hace en nombre de Dios. Yo tuve, yo perdí, no tengo nada, mis hijos se han muerto, mi mujer me ha llevado, no tengo salud. Pero ¿qué es la guerra? Ahora, la realidad humana, el robo de manos, que en un momento lo hizo desear morirse porque el hombre es un hombre, un monosorio, y aunque tenía ese entendimiento y esa sabiduría, realmente conocía todo lo que tenía que conocer de Dios, de tal manera que al final del libro dice, te oídas, te había oído, pero ahora con todo te vengo. Por cierto, cuando él se abrió a mis ojos, se ve en el barro, esa era para mí una hipérbole, ¿no?, porque era una manera de que sí, que lo conocía mejor. No era que realmente lo quiso con sus ojos, no era que realmente hubiera terminado de conocerlo, pero ahora lo conocía mejor. Todas esas circunstancias que tenemos que atravesar, el Maestro Dios nos está ayudando, nos está actuando, nos está guiando para que lo conozcan. Muchas veces es un fallo, circunstancia devastadora, incomprensible. Pero cuando miramos hacia atrás, podemos decir el bien que a misericordia me seguirán todos los días de mi vida. Su bondad, su misericordia, su justicia y su santidad están ahí, siempre estarán ahí para nosotros, para los orados, para Dios. Por eso podemos ser agradecidos de nombre de Adorado, Amar, y amando el baile, amar al propio también. Así podemos conocer a Dios de verdad. Necesitamos conocer a Dios de verdad. No se alabe el sal, ni su sabiduría, ni su valentía, se alabe el valiente, ni el rico, se alabe el rico y el riqueza. Además, alabe ese miento que te sirve de alabar, de entenderme, de conocerme. Que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra, porque estas cosas quiero en ese sentido. Esa es la Vida Eterna que se conoce en Latinoamérica, que es muy importante para la vida humana. Esa es la Vida Eterna que se conoce en Latinoamérica, que es muy importante para la vida humana. Esa es la Vida Eterna que se conoce en Latinoamérica, que es muy importante para la vida humana. Esa es la Vida Eterna que se conoce en Latinoamérica, que es muy importante para la vida humana. Esa es la Vida Eterna que se conoce en Latinoamérica, que es muy importante para la vida humana. Esa es la Vida Eterna que se conoce en Latinoamérica, que es muy importante para la vida humana. Esa es la Vida Eterna que se conoce en Latinoamérica, que es muy importante para la vida humana. Esa es la Vida Eterna que se conoce en Latinoamérica, que es muy importante para la vida humana. por la providencia que cuando miramos hacia atrás y no podemos ver cómo se manejan todas las cosas y haces que en el caso de tu pueblo pobres van a estar. Gracias Señor por las escrituras, gracias por Jesucristo y gracias por Jesucristo Santo que nos ha dominado para que podamos comprender. Señor ten misericordia de aquellos que se encuentran en la incredulidad, en la ignorancia, en el pecado Rescate, ten compasión. Señor, porque pecado, la indecenia y mierdas, culpa, correación, la ignorancia y la incredulidad de la mente. Seguí ese libro, por favor. Es lo que dijimos en el nombre precioso de nuestro Señor Jesucristo. Gracias. ¡Gracias!
Cómo podemos conocer a Dios
Cómo podemos conocer a Dios
ID del sermone | 71323158567244 |
Durata | 1:00:24 |
Data | |
Categoria | Domenica - PM |
Testo della Bibbia | Jeremiah 9:23-24 |
Lingua | spagnolo |
Aggiungi un commento
Commenti
Non ci sono commenti
© Copyright
2025 SermonAudio.