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Trascrizione
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Deja verlas. OK, qué bueno, ¿verdad? Todos tienen la versión antigua, ¿verdad? No voy a tener que levantar la mano la versión antigua, pero si no la tienen, tenemos ahí en la oficina. Y no estoy vendiendo. Quiero hablar en esta mañana. Usted, yo sé que todos nosotros tenemos algo que no nos gusta o que no queremos hacer, digo, nadie me va a obligar a hacer esto. ¿Puede pensar en algo? Eso sí, yo no lo voy a hacer, no me importa. Yo voy a hablar acerca de siete cosas que muchos rehusan hacer. Siete cosas que personas no quieren hacer. Quizás alguna de esas siete nos toca a nosotros. No son costumbres personales, no son cosas así, pero siete cosas que muchos de nosotros rehusamos hacer. Y vamos a usar la Biblia y buscar diferentes citas para esto. Vamos a abrir primeramente en el Antiguo Testamento el quinto libro de la Biblia, el libro de Deuteronomio. Deuteronomio es la repetición de la ley. En Deuteronomio, Moisés hace una recapitulación, wow, hoy es domingo para palabras grandes, de la ley que fue dada previamente en los otros libros que Moisés escribió. Y el capítulo uno de Deuteronomio, Primero vamos a orar al Señor antes de seguir adelante. Vamos todos a cerrar los ojos inclinando las cabezas. Padre amado, gracias te damos por este día que nos ha concedido, por esta oportunidad de estar aquí en tu casa. Pedimos, Señor, que hables a nuestros corazones por las páginas de tu Palabra, Señor. Que tu Palabra nos pueda redagüir, nos pueda transformar, Señor. Si alguna persona aquí todavía no te conoce, si alguna persona no quiere hacer estas cosas que vamos a mencionar, pedimos que tú puedes hablar a su corazón. Y tú seas glorificado en todo. En nombre de Cristo Jesús pedimos esto. Amén. Deuteronomio y el primer capítulo. Y tenemos Moisés haciendo una recapitulación, no lo puedo decir rápido, de la historia de Israel hasta ese punto. Estaban en el desierto, ya estaban cerca de la tierra prometida, de la tierra que Dios le había dado. y Moisés no iba a entrar como sabemos pero él estaba recordando la historia que habían lo que ellos habían experimentado en el capítulo 1 verso 21 al 25 Moisés hablando al pueblo de Israel en medio del desierto ya casi para terminar los 40 años que ellos estuvieron, ya casi llegando el momento cuando iban a cruzar el Jordán para ir a poseer la tierra que Dios le había dado. El verso 21, mira, mira, dice el Moisés, Jehová tu Dios te ha dado delante de ti la tierra, la tierra que le había prometido. La tierra que Dios dijo que fluía de leche y miel, que es una tierra rica y abundante, con muchos tremendos recursos naturales, con muchas bendiciones materiales. Dice, mira, yo va a tu Dios te ha dado delante de ti la tierra. Sube y poseela. Como Yova, el Dios de tus padres, te ha dicho, no temas ni desmayes. Dios le dio esa tierra a ellos, llena de bendiciones. Le prometió que iba a ser así. Estuvieron ellos caminando hacia esa tierra. Y Dios permitió que ellos sufrieran mucho por el desierto, pero tenían en su mente la tierra que Dios tenía delante de ellos. y porque tenían eso en su mente pues sufrieron mucho y aguantaron los sufrimientos y pasaron hambre y muchas otras cosas negativas que le sucedieron pero eso no impidió que continuaran porque tenían delante de ellos la tierra que Dios le había prometido y le dijo no tengas ni desmayes todavía falta, está diciendo Moisés, todavía hay o falta todavía camino para andar, no temas ni desmayes. Y llegasteis, y llegasteis a mí, todos vosotros, y dijisteis, enviamos, varones delante de nosotros, que nos reconozcan la tierra y nos traigan de vuelta razón del camino por donde hemos de subir, de las ciudades a donde hemos de llegar. Y el dicho me pareció bien, dijo Moisés, y tomé doce varones de vosotros, un varón por tribu, y se encaminaron y subieron al monte llegaron hasta la rollada de Skol y reconocieron la tierra y tomaron en sus manos del fruto del país y nos lo trajeron y dieronos cuenta y dijeron es buena la tierra que lleva nuestro Dios nos da la historia es muy conocida como Cuando ya estaban llegando, decidieron ellos enviar espías para reconocer la tierra. Algunos dicen, algunos dicen, eso es falta de fe, posiblemente. Pero también es una buena táctica para estar preparados para saber lo que le esperaba. Y Moisés dice, me pareció bien. y envió doce hombres para examinar la tierra y que trajesen muestras de la tierra. Y sabemos la historia, cómo subieron y trajeron racimos de uvas y otras frutas muy grandes y muy ricas como evidencia de la buena tierra, de la tierra fértil que había allí. Y trajeron el reporte, ese comité de doce Y si Números nos habla acerca del libro de Números, como dijeron, es cierto que la tierra es muy rica, pero, dijeron, hay ciudades con muros muy altos, exageraron, con muros que llegan hasta el cielo, eso no fue cierto. Y también los hijos de Aná que están ahí, una raza de gigantes, y decidieron no ir. Diez dijeron, no nos conviene ir, solamente dos, Josué y Caleb. Dijeron, vamos adelante, si Dios no nos da, Dios estará con nosotros y estuvo con nosotros todo este tiempo y vamos a ir, vamos a ir adelante. dice el verso, tomaron en sus manos del fruto del país y no se lo trajeron y dieron los cuentos y dijeron es buena la tierra que lleva nuestro Dios. Pero no quisiste subir, verso 26, antes fuiste rebeldes al dicho de llevar vuestro Dios y murmuraste en vuestras si se quejaron de Moisés, si se quejaron de Dios, si se rebelaron en contra de Moisés. Algo que muchos no quieren hacer es entrar. Y ellos se rebelaron y no querían dar ese paso para entrar. entrar a la tierra que Dios le había dado, a la tierra que Dios le había prometido que iba a ser de bendición, y escucharon la voz de Dios y las predicaciones de Moisés, dijeron, sí, sí, sí, sí, pero... y no quisieron dar ese paso tan importante para aceptar lo que Dios le había dado. Hay muchos cristianos que se han detenido en entrar a lo que Dios se le ha dado para poseer. A las bendiciones de Dios en Cristo Jesús. Tenemos todas las bendiciones de Dios. que Dios puede derramar. Déjense de la cosa. En muchos púlpitos en esta mañana están hablando de bendiciones. Y están preguntando, ¿has recibido tu bendición? ¿Quieres recibir tu bendición? Y les he dicho en más de una ocasión, las bendiciones en el Antiguo Testamento siempre eran bendiciones materiales. tales como la tierra aquí que Dios prometió. Pero en el Nuevo Testamento las bendiciones superan a las bendiciones del Antiguo Testamento porque las bendiciones que se mencionan en el Nuevo Testamento son bendiciones espirituales. Pero hoy en día los falsos profetas están hablando y diciendo Dios te quiere bendecir y diciendo un montón de mentiras a la gente en cuanto a bendiciones que tú no, tú puedes ser rico y tú puedes obtener y tú puedes hacer todo lo que quieres hacer y todo esto y están haciendo referencia a bendiciones materiales que son mucho menos que las bendiciones espirituales. Y hay muchos de nosotros que no estamos experimentando la vida completa cristiana. No estamos experimentando todo el poder de Dios en nuestras vidas. No estamos experimentando el gozo total que Dios quiere dar. La tranquilidad interior que la Biblia promete. ¿Por qué? Porque no queremos dar ese paso final y entrar y poseer lo que Dios nos ha prometido. Lo que Dios nos ha dado es nuestro, pero no lo poseemos porque no damos ese paso. Y como los israelitas no queremos entrar para poseer lo que Dios le había dado. Buscan un momento primero de Corintios, el capítulo 16, en el Nuevo Testamento. Primera Corintio 16, en el verso 9, Pablo escribiendo a la iglesia en Corintio, Dice, se me ha abierto puerta grande y eficaz y muchos son los adversarios. El Señor está abriendo puertas a muchos de nosotros y cuando queremos servir al Señor y nos da una puerta para servicio, muchas veces miramos los impedimentos, miramos a los que se oponen y no entramos por la puerta. Y en realidad nunca llegamos a hacer lo que debemos de ser y lo que somos capaces de hacer. Nunca llegamos a realizar el gozo del Señor utilizando los dones que nos ha dado y los talentos que ha dado a cada persona que nos ha dado para usarlos para la gloria de Él. Y nunca sabemos ese gozo. Usted se sorprenderá. como cada uno de nosotros podemos ser usados por Dios y nos abre puertas pero miramos alrededor de muchos muchos adversarios no que mi familia no que mi trabajo y otros otras excusas que ponemos para no entrar por esa puerta y estamos perdiendo una gran bendición espiritual de Dios. ¿Cuántos cristianos están? Casi, casi. Un día de estos. Es una respuesta muy común que escuchamos. Hermano, ¿cuándo va a comenzar a venir los miércoles? ¿Cuándo va a comenzar a venir los viernes? ¿Cuándo va a entregarse para servicio? Bueno, un día de estos. ¿Y por qué no es hoy? ¿Por qué no es ahora? Porque no queremos entrar y dar ese paso y entrar. Israel no quiso entrar. Se pusieron a pelear, a murmurar en contra de Moisés y en contra del Señor. Y muchos cristianos podrían ser usados de una manera muy eficaz en el servicio del Señor, pero no quieren dar ese paso. y no quieren entrar. Hay personas que no son cristianas, que asisten a una iglesia bíblica y les gusta, y qué bueno, ay, me siento tan bien cuando voy a la iglesia, y no quieren entrar por la puerta. El Señor Jesucristo dijo en Juan capítulo 10, yo soy la puerta al que por mi entrar serás salvo. Y personas dicen, sí, es verdad lo que dice. Esta iglesia sí enseña la verdad. ¿Han recibido a Cristo Jesús como Salvador? Bueno, todavía no. ¿Y qué espera? ¿Y cómo se hace eso? Entrando por la puerta. Y la puerta es el Señor Jesucristo. Y algunos, un día de estos, y nunca hacen la decisión. Y viene la muerte. Ya es muy tarde. Van al infierno. El Señor es la puerta. ¿Qué? ¿Qué? ¿Qué espera para entrar por la puerta? Israel no entró por la puerta, no quiso entrar. Perdió bendiciones. Nosotros estamos perdiendo la bendición de salvación eterna. Dependió de todos nuestros pecados, pero es necesario entrar por la puerta. La puerta de la iglesia no les va a salvar. Es Jesús quien es la puerta. y en Él tenemos salvación. ¿Por qué no entra por la puerta hoy? Hubo tantas personas quienes simpatizan, pero se detienen cuando tienen la invitación y la oportunidad de entrar por la puerta, no por una puerta, sino por la puerta, porque la puerta es Cristo, y hay una sola puerta al cielo. Y es por fe en el Señor Jesucristo. Y Lael miró y puso muchos pretextos. Muchas veces nosotros ponemos pretextos semejantes. Y vemos gigantes. Oh, gigantes. Eso es muy difícil allá. No debemos ir. Nada es imposible para Dios. Y Dios es poderoso para hacer todas las cosas. Confiemos en Dios y hemos recibido a Cristo Jesús como Salvador, que Él nos da victoria sobre todos los obstáculos. Hagamos una decisión de entrar por la puerta. Quizás hemos estado demorando en hacer esa decisión. El Señor nos llama hoy. Entra por la puerta. Entra por la puerta para recibir salvación. Entra por la puerta de servicio. Entra por la puerta de consagración. Entra por la puerta de entregar nuestras vidas al Señor Jesucristo en servicio fiel a Él. Y nos sorprenderemos las bendiciones espirituales que el Señor tiene para cada uno de nosotros. Otra vez busquemos en nuestras Biblias Segundo Libro de Crónicas Capítulo 24 Segundo de Crónicas, capítulo veinticuatro, y el verso diecinueve. Segundo de Crónicas veinticuatro, diecinueve. Y envió a los profetas para que los redujesen a Jehová, los cuales les protestaron, mas ellos no los escucharon. La historia es de cuando al comienzo del capítulo subió al trono Joás. Tenía solamente siete años de edad. cuando heredó el trono después de la muerte de su padre. Pero tenía con él un fiel siervo del Señor llamada Joaida, que era el sacerdote en ese tiempo. Y el sacerdote lo guió y le aconsejó durante los años de su niñez. más adelante pasaría en algunos años en el verso 4 que dice el verso 4 después de esto aconteció que Joás tuvo voluntad de reparar la casa de Jehová de arreglar el templo había sido destruido rebeldía de una mujer y se habían metido en el templo, se habían llevado los utensilios, se habían dañado todo el templo. Juan tuvo la buena voluntad de querer arreglar la casa de Jehová. Es muy correcto. Debemos de cuidar de la casa de Dios y le debemos de mantener la casa de Dios en la mejor condición posible. No es que tenemos que tener una catedral, pero la casa de Dios es la casa de Dios donde Él viene cada vez que se congrega al pueblo de Dios y se reúne con ellos. Debe ser una casa apropiada para el Dios, el Dios de todo el mundo. Y él tuvo el buen sentimiento de querer arreglar la casa de Dios. Y compartió esa idea con los sacerdotes y los levitas, los que estaban a cargo de la administración de la casa de Dios. y les digo salgan vayan a los pueblos había un impuesto para el sostén de la casa de Dios que no habían no habían cobrado ese impuesto vayan a cobrar los impuestos para tomar este dinero para reparar la casa de Dios y poner la casa de Dios digna de el Dios que que estaban sirviendo. Y les dijo esto a los sacerdotes, pero no hicieron nada. Mostraron una indiferencia. Dice el verso 5, y juntó a los sacerdotes y los levitas, y dijoles, salid por las ciudades de Judá. juntar dinero de todo Israel para que cada año sea reparada la casa de vuestro Dios y vosotros ponéis diligencia. ¡Háganos rápido! Pero los levitas no pusieron diligencia, mostraron indiferencia. Por lo cual el rey Joás ya no tendría siete años, ya estaría más maduro, El rey llamó a Joaida, el principal sacerdote, y le dijo, ¿por qué no has procurado que los levitas traigan de Justlá y de Jerusalén el Tabernáculo del Testimonio, la ofrenda que impuso Moisés, siervo de Jehová y de la congregación? Y de la congregación, porque, noten bien, la impía asalía, una mujer, madre del previo rey, Y sus hijos habían destruido la casa de Dios y además habían gastado en los hijos todas las cosas consagradas en la casa de Jehová. Habían tomado todos los utensilios, los vasos y las cucharas que se usaban en las ceremonias. Esa mujer impía, mala, había llevado todo esto para el templo de un Dios pagano para usarlo allá. Entonces el rey, dice el verso 8, el rey mandó pues al rey que hiciesen un arca, una especie de cabinete de madera para que vinieran y depositaran el dinero, todo el pueblo, para el arreglo del templo. el cual pusieron fuera la puerta de la casa de Jehová e hicieron pregonar entonces el rey el rey tomó control del asunto y proclamó y envió sus mensajeros para hacer saber al pueblo lo que querían hacer que trajesen a Jehová la ofrenda que Moisés, siervo de Dios, había impuesto a Israel en el desierto Y todos los príncipes de todo el pueblo se holgaron y traían y echaban en el arca hasta en Chile. Todo el mundo no sabía de esto y se gozaron de esto. ¡Sí, cómo no! Y venían y traían sus ofrendas hasta que no cabía dinero en el arca que pusieron para ese propósito. Y como venía el tiempo para llevar el arca al magistrado del Rey, por manos de los levitas, cuando veían que había mucho dinero, venía la escriba del rey y el que estaba puesto por el sumo sacerdote y llevaban el arca y vacillabanla y volvíanla a su lugar y lo hacían de día en día y recogían mucho dinero, el cual dinero pagó la reconstrucción y el arreglo del templo, lo usaban para pagar a los trabajadores. quienes estaban trabajando en esto. El verso quince, para adelantar. Mas Joaida, Joaida el sacerdote envejeció y murió. Eso es natural. Llegó su tiempo y murió. Alto de días de ciento, ciento y treinta años era cuando murió y lo sepultaron en la ciudad de David con los reyes, etc. Muerto Joaida, verso 17, vinieron los príncipes de Judá. Ya que el sacerdote murió, los líderes del pueblo vinieron, los líderes políticos. vinieron e hicieron un acatamiento al rey y el rey los oyó y desampararon la casa de Yová de sus padres y sirvieron a los bosques. Quiere decir, despreciaron nuevamente el templo de Dios, despreciaron la adoración de Dios y volvieron a los bosques. Quiere decir, volvieron otra vez a adorar a falsos dioses, a dioses paganos. Desampararon la casa de Jehová, de sus padres, y sirvieron a los bosques y a las imágenes esculpidas, volvieron otra vez a imágenes y altares falsos y a dioses falsos y a muchos dioses. Y la ira, la ira de Dios, vino sobre Judá y Jerusalén por este su pecado. Y llegamos al verso 19. y les envió profetas, mensajeros de Dios, para proclamar así ha dicho Jehová. Envió a los profetas para que los redujesen a Jehová, para que volvieran a Jehová. Dios envió a sus predicadores diciendo que se arrepintieran, que volvieran a Dios. los cuales les protestaron, mas ellos no les escucharon. Y los profetas siguieron exhortando y predicando que volvieran a Dios, que dejaran la idolatría y las imágenes y los falsos dioses, y que volvieran a Dios, mas ellos no les escucharon. hicieron caso. Lo que muchos hoy en día no quieren hacer, el tema es siete cosas que algunos no quieren hacer. Isaías dijo, Isaías en el capítulo cincuenta y tres, dice, todos nosotros nos descariamos como ovejas. En un tiempo nos descariamos todos, cada cual por su propio camino. Pero Dios envía a predicadores para que se den cuenta y dicen, vuelvan otra vez. Dios envió a los profetas y a los mensajeros de Dios para que dijeran, vuelvan. Y ellos no quisieron volver. Y eso es lo que muchos de nosotros estamos sentados aquí escuchando esta predicación y el Señor pone nuestra mente en un tiempo en otro lugar yo era activo en mi iglesia y yo hacía y yo salía y yo repartía tratados y yo testificaba y tantas cosas y ahora vengo a calentar el banca y no es muy caliente la banca como si estuvieran sentados sobre un pedazo de hielo. Y el Señor envía predicadores y predicaciones para que volvamos. Y meneamos las cabezas. Después meneamos las cabezas. Decimos que no, y no queremos volver. Sabemos que estamos mal. que no estamos agradando a Dios. No sentimos el gozo que una vez sentíamos. Hemos perdido el primer amor. Y la palabra, el Espíritu Santo nos habla, vuelva, vuelva, vuelva, vuelva. Y sabemos que es correcto y que debemos hacerlo. Y no lo hacemos. Muchos de nosotros tenemos ese problema. y hacemos invitación y algunos vienen al frente y se reconcilian con el Señor, y otros se quedan sentados ahí. Casi casi, pero casi casi es no. Y el Señor nos dice, envía el predicador para que trajera el mensaje de Dios para volver. Y no volvemos. Y se halla, dijo, todos nosotros. No te sientas ahí pensando que eso quiere decir el hermano que está ahí, el que está delante de Dios, el que está al lado tuyo. Dice, todos nosotros nos descariamos en un tiempo. Todos nosotros nos apartamos de Dios. Como ovejas. Usa la figura de ovejas. Porque la oveja cuando se descaría no van dos ovejas juntas si hay un redil de ovejas y se van descariando van en todas diferentes direcciones y cada uno solo haciendo su cosita y cada cual se apunta por su camino cada cual diciendo yo sé lo que estoy haciendo A él, pastor, es un hombre. Él no tiene que decirme qué hacer. Él no es perfecto. Cada cual por su propio camino, como quiere, seguiendo su propio antojo, cada cual haciendo excusas por su conducta, sabiendo que sus excusas no tienen valor. por su indiferencia, cada cual sabiendo que debe estarse cerca del Señor, sirviendo al Señor con el dolor, como una vez lo hacían antes y no lo hacen, y están ahí, sí, un día de estos. No es suficiente. La verdad es que no queremos. Cada una de las cosas más importantes... ¿Qué puede ser más importante que tener una relación cercana con Dios. No hay nada más importante. Debe ser lo primero en nuestras vidas. Pero no, no queremos. Y aquí, en este pasaje, nos envió profetas, verso 19, para que nos redujera para que tornaran a Dios. Y los profetas le protestaron, le predicaron, los exaltaban, los regalaban. Mas ellos no le escucharon, es decir, no le hicieron caso, no quisieron volver. Muchas veces escuchamos personas, cuando hay algo en su vida que no camina bien. Y yo muchas veces pienso, ¿y por qué tú no oras por ti mismo? Y vas diciendo a la gente que oren por ti, ¿y por qué tú no oras por ti mismo? La verdad es porque estás lejos del Señor, y no tienes contacto con Él, y no quieres volver. Muchos somos culpables de esto. Siete cosas que muchos no quieren hacer. No quieren entrar por la puerta de oportunidad, por la puerta de servicio. No quieren entrar por la puerta que conduce a salvación eterna. Y otros que quizás entraron en otra ocasión y se han apartado. no quieren volver. Dicen, otro día será eso, pero ahora no. No quieren volver. No quieren entrar, no quieren volver. Tercera cosa que muchos, algunos no quieren hacer. Busquen Jeremías en el Antiguo Testamento. Jeremías, y es el capítulo 6. Un día vamos a tener una cantidad de Biblia de este tamaño, entonces solamente tengo que decir, busque las páginas 770, más fácil, ¿verdad? Jeremias y el capítulo 6. Esto lo hemos predicado en numerosas ocasiones y siempre tiene valor, siempre tiene un mensaje para nosotros. Otra vez, la historia de Israel, su rebeldía, su incredulidad, cómo se apartó de Israel en numerosas ocasiones. Todo esto que está sucediendo en las tierras de Palestina, toda esta matanza y toda esta guerra y falta de paz. No sé por qué predicadores no hablan más de esto. Tiene su raíz, todo tiene su raíz en el pecado de Israel. No era así lo que está sucediendo. No era lo que Dios había pensado para Israel. ¿Y por qué es así? Porque se habían apartado, rehusaron entrar y han rehusado regresar. En Jeremías capítulo 6 y el verso 16, Jeremías, hablando otra vez a Judá e Israel, rebeldes, que se habían apartado de Dios otra vez, numerosas ocasiones, rechazando y negando a Dios. Y la Biblia dice en el Nuevo Testamento, esto está escrito para nuestra admonición, para nosotros en estos tiempos, en esta dispensación, para nuestra advertencia, para que nosotros no hagamos lo que Israel hizo y no sufrimos lo que Israel sufrió. No paguemos las consecuencias que Israel pagó y está pagando hasta el día de hoy. Y Dios envió al profeta Jeremías. Lo hacía, así dijo Jehová. Oigan, paraos en los caminos y mirad, preguntad por las sendas antiguas cuál sea el buen camino y andad por él y hallaréis descanso para vuestra alma. Mas dijeron, no lo vamos a hacer, no andaremos. Muchos no quieren andar en los caminos del Señor. Prefieren andar en el mundo con un nombre de cristiano, pero viviendo como un impío. El profeta vio esto, los judíos, tal vez guardando sábado y todo esto, pero en rebeldía total en contra de los principios de Dios. Le dice, ¡paraos! ¿Dónde están caminando tanto? Párense aquí para reconocer su condición. ¡Paraos en los caminos! Mirad, examinad, ¿cómo están? ¿Cómo están? ¿Y dónde están? Y preguntad, Yo tengo cada uno de estos versos subrayados en mi Biblia. Paraos. Mirad. Preguntad. ¡Preguntad por las sendas antiguas! Tenemos que buscar las sendas antiguas. ¡Pastor, estamos en el siglo XXI! ¡Usted está en el siglo XIX! Pero la Biblia La Biblia es para todos los siglos, para todas las gentes. Y habla que debemos de buscar por las sendas antiguas, porque las sendas antiguas son las sendas que Dios mandó que anduviésemos en ellos allá en el principio. Y hay una sola senda, y hay un solo camino, y es por medio del Señor Jesucristo. No hay tal cosa como anticuado. Estamos en la iglesia contemporánea ahora. No, todas las cosas son diferentes. Ciertamente lo son, pero no deben ser. Las predicaciones ya no son predicaciones, ya son exhortaciones y son pláticas. No quieren ofender a ninguna persona y quieren agradar a todos. No quieren hablar del infierno porque personas se van a molestar. Así que dicen, sonríe. Dios te ama y Dios te tiene. Tiene muchas bendiciones para ti. Busca tu bendición. ¡Ay, qué bonito habla! Siempre hago mención al individuo en televisión, domingo por la noche, desde Houston. parece un muchacho de 25 años que tiene 42 años pero se arregla de una manera para verse muy juvenil y siempre tiene una sonrisa y usted puede tener su bendición porque yo tengo la mía y todos los días tengo una bendición y oh Dios te ama 17.000 personas compraron un estadio para la iglesia y enseñando prosperidad prosperidad falsa enseñando bendiciones materiales y no predicando el evangelio le preguntaron ¿cuándo usted predica acerca del infierno? yo no predico acerca del... yo sé que hay infierno pero yo no lo predico ¿por qué no lo predicas? porque a la gente no le gusta disparar. La predicación del infierno y de las sendas antiguas es todo el consejo de Dios, es lo que enseña la Biblia, porque somos llamados a saber acerca de esto, y de hablar acerca de esto, y de predicar el evangelio contemporáneo, que no es evangelio, porque la palabra evangelio significa buenas nuevas, y esas son malas nuevas, malas noticias, que no nos traen salvación. ¡Paraos! ¡Mirad dónde estás y la condición en que estás! ¡Preguntad por las sendas antiguas! Las sendas antiguas son sendas de paz, son sendas de justicia, son lo que Dios ha ordenado. ¡Preguntad por las sendas antiguas! ¡Cuál sea el buen camino! Hay diferentes caminos, pero hay solamente uno que es bueno. Hay solamente un camino que conduce a vida eterna. Y cuando te muestran el buen camino, andar, el otro verso, andar por él. Es el buen camino. Porque si escoges cualquier otro camino, tú vas al infierno y estarás en condenación. Y estás en condenación ahora, dice la Biblia. Andad por él, y solamente entonces hallaréis descanso. No descanso físico, descanso para vuestra alma. Es decir, tendrás tranquilidad y tendrás paz, y no tendrás incertidumbre en cuanto a tu destino final. Cuando estás en el buen camino, no tienes temor de la muerte, porque sabes que ausente del cuerpo presenta al Señor y sabes que si tú mueres, si yo muero y Caigo muere ahora y ustedes mueren aquí ahora mismo en las bancas, si son salvos van inmediatamente a la presencia del Señor. ¿Cuánto creen eso? Eso es lo que enseña la Palabra de Dios. Eso no es una doctrina bautista. No hay que después llamar y orar, orar por los enfermos. No es muy tarde. Cuando uno ha muerto, es muy tarde orar por la persona. Andad por él, hallaréis descanso para vuestra alma. Y se los digo claramente, sean desviados del buen camino. volver. Y ellos dijeron, no lo vamos a hacer. Se lo dijeron claramente, el predicador predica hoy, yo predico y otro predicador predica. La gente no se lo dice en la cara, sí. No se lo dicen, pero al no entregarse al Señor, están Yo no voy a hacer esto. Yo tengo mi religión. ¿Han oído eso? Yo tengo mi religión, pero religión no es el buen camino. El buen camino son las sendas antiguas que Dios estableció en su Palabra. Ninguna religión salva. Puedes seguir en tu religión, seguir derechito al infierno, en tu religión, con toda tu sinceridad. Ellos dijeron, no lo vamos a hacer. Dijeron, no vamos a andar en los caminos de Dios. Hay muchos hoy, quienes no dicen eso con su boca, pero sus acciones dicen esto. Y están diciendo, no, esa iglesia prohíbe mucho. Dicen ellos, no sabiendo lo que están diciendo, en ese que es un montón de legalistas, ni saben lo que es un legalista, que les gusta el término, en ese que es un montón de legalistas, ahí comienzan a decir, a criticarme como yo me visto, a criticarme si vengo con el pelo largo, y soy un hombre, y si tengo el pelo corto y soy mujer, quieren criticar también, hablan de la vestidura de... no, no, no, yo no evito eso, Me lo han preguntado numerosas veces. Personas preguntando, llaman, ¿dónde está la iglesia? Sí. ¿Y el horario de la iglesia? Sí. Una persona dijo, ¿qué cosas prohíben en su iglesia? Me dijeron. Y yo dije, no entiendo la pregunta. ¿Qué quiere decir con eso? Usted sabe que algunas iglesias, pues, prohíben, prohíben que la mujer venga en pantalones, y prohíben que se pinten, y prohíben, y prohíben que uno vaya al cine, y prohíben que uno beba, y... Y yo decía, no prohibimos nada. ¡Esa es la iglesia que yo quiero ir! No prohibimos nada. solamente predicamos todo el consejo de Dios, lo que la Biblia dice, y la Biblia habla a los corazones, y la Biblia entonces habla a los corazones y las personas reaccionan a lo que Dios dice en su palabra, pero nosotros no prohibimos, la Biblia establece, hay ciertas reglas de conducta y vestidura que están en la Biblia y nosotros nos predicamos, pues no prohibimos a nadie. Quisiera ver justo la cara de esa persona. La veo el domingo. Voy a tratar de ir. No trató mucho porque nunca llegó esa persona a la iglesia. Personas no quieren andar en los caminos del Señor. Les gusta en la iglesia contemporánea hoy, en todos los lugares, no predica ninguna, ninguna meta bíblica, no predica, no predican, así ha dicho Jehová. Y no tocan sobre cosas delicadas y personales. Y personales, no quieren ofender a ninguna persona. ¿No? No quieren obedecer la palabra de Dios. ¿Se ofenden? Leí un artículo. ¿Cuál es la diferencia entre un médico y un pastor? Qué interesante pregunta. Y la contestación era, usted va al doctor, y el doctor le dice, quítese la ropa. Usted se quita la ropa. Cuando el doctor le dice, usted se quita la ropa y se deja examinar. Pero el pastor habla de vestidura, o de apariencia física, o de algo que uno está haciendo, está poniendo muy personal al pastor. El médico no se pone personal, pero el pastor se pone muy personal. Y por eso no me gusta esa iglesia, dicen muchas personas. Ellos no quisieron andar en los caminos de Dios como muchos hoy van a otros lugares donde no se predica estas cosas, donde se sientan tranquilos. vistiéndose como les gusta vestir, ya con el pelo rapado, el pelo que llega hasta las rodillas, con hierros en los cachetes, y los hombres con aretas, y un montón de cosas así, y nadie predica en contra de eso. Ahí me siento bien, ahí adoro. Así, las verdades es que no quieren andar en los caminos del Señor. predicamos en contra del baile, que bailen los diablos pero en iglesias hay baile porque la gente no quiere andar en los caminos de Dios y los líderes de esas iglesias no predican en contra de esto porque saben que la gente no quiere caminar andar en los caminos de Dios todo lo que hay comencé ronco y me está viniendo la voz me siento muy bien Ajá, sí. Cosas que algunos no quieren hacer, no quieren entrar, no quieren volver, no quieren andar en los caminos de Dios. Jeremías 44, verso 16. La palabra que nos has hablado en nombre de Jehová, no oímos de ti. Estaban diciendo otra vez al profeta, no quiero oír, háblame de otra cosa. A muchos cristianos le han dicho esto, si tú quieres seguir siendo mi amigo, no me hables de lo que ellos llaman tu religión. No me hable de la Biblia, háblame de otras cosas. Personas no quieren oír la palabra de Dios. ¿Por qué es que personas se ofenden cuando se dice, se habla de lo que Dios dijo? Dios no ofende a ninguna persona. Dios no quiere ofender a ninguna persona. Dios no dice las cosas para ofender. Pero esas cosas personas toman ofensa por estas cosas. No quieren huir. ¿Por qué? Por la depravación del corazón. Engañosos es el corazón, y todos tenemos un corazón depravado. Jeremías dijo, engañoso el corazón. ¿Quién lo entenderá? Solamente Dios, el que escudrina los corazones, entiende el corazón. Nosotros creemos que somos buenos. Nosotros creemos que estamos haciendo bien. Y nadie me tiene que decir ninguna otra cosa. Yo sé lo que es bueno y yo sé lo que es malo. Decimos nosotros. Y no queremos escuchar. Y nos sentimos tan incómodos. cuando el predicador toca sobre ciertos puntos. No queremos oír la Palabra de Dios, la pura verdad. Ellos no quisieron, dice el verso 16, la Palabra que nos ha sabrado en nombre de Jehová. ¡No queremos huir de ti! ¡No queremos huirlo! Y la mayoría de personas no quieren huir de la Palabra de Dios. Gran problema en las escuelas ahora. Padre Cristianos, las escuelas públicas, Padre Cristianos protestan acerca de la enseñanza de evolución en la escuela. No queremos que nuestros hijos aprendan esa mentira del diablo, esa mentira que niega la existencia de Dios y la creación divina de Dios, que Dios hizo todo el mundo en seis días, la creación divina. Es una mentira satánica la evolución. En las escuelas insisten en enseñar esto. Si protestamos a las autoridades en las escuelas, no quieren oír eso. A no ser cómo pueda pagar una escuela privada cristiana. Nuestros hijos y los hijos de ustedes tienen que sujetarse a esas mentiras. Me acuerdo cuando yo estaba estudiando en la escuela Solamente dije me acuerdo. Lo único que hago ahora es recordarme. Me acuerdo. Y el segundo año de high school, la maestra dice, vamos a comenzar a hablar de evolución. Y de evolución son diferentes teorías de evolución. No hay solamente una enseñanza excéntrica. Hay muchas enseñanzas diferentes. Algunas se contradicen la una a la otra. Pero todos niegan la creación divina. Y una maestra, me acuerdo como ahora, Mrs. Warner. Todavía la veo gordita con el pelo blanco. Me dice, voy a enseñarte a comenzar a enseñar acerca de evolución en la clase de biología. Y ella dijo, ustedes no tienen que creer esto si no quieren, pero tienen que saberlo. Y comenzó entonces el resto del año enseñando la evolución. Pero si uno fuera a protestar hoy en día, ellos no quieren saber. La vamos a enseñar. Su niño tiene que... No quieren oír. No quieren oír acerca de la creación divina. Y no tenemos recursos ni fuentes para acudir porque todo el mundo... Hay un himno que se canta, todos deben de saber. es cierto. Todos deben de saber, pero la mayoría no quieren saber. Y es un comentario triste en cuanto a los tiempos en que estamos viviendo y la condición espiritual de este mundo que va de mal en peor. Todo lo que estamos viendo ha vuelto el asunto de casamiento de personas del mismo sexo, no quieren oír lo que dice la palabra de Dios. Los políticos hipócritas, incluyendo todos los candidatos para la presidencia, todos, los principales, la señora Clinton y el otro Obama, y de los dos lados de los republicanos también, no quieren oír lo que dice la Palabra de Dios. No quieren oír. Es un comentario sobre los tiempos en que estamos viviendo, y las cosas van de mal en peor, e irán de mal en peor. Y este país sigue declinando en cuanto a su autoridad, en cuanto a su influencia mundial, y hay menos y menos respeto por este país. porque se ha apartado de la Palabra de Dios, no quiere volver. Y los líderes no quieren oír acerca de la Palabra de Dios. Refleja la depravación natural del corazón. Y todos nosotros tenemos un corazón depravado. Nadie se sienta ahí pensando que mi corazón, no. Todos. tenemos un corazón depravado. Por eso tenemos que entregarnos al Señor. Nos da un corazón nuevo y nos ayuda a resistir las tentaciones de Satanás que quiere cambiar nuestra manera de ser y nuestra manera de pensar y nuestra manera de actuar. La manera que crecemos en la gracia y conocimiento es oyendo la palabra de Dios. Oyendo las enseñanzas de la Palabra de Dios. Pocas personas vienen hoy. ¿Dónde está todo el mundo? Algunos quizás tienen justificación por no venir, por alguna razón u otra. Pero probablemente, y estoy casi seguro, que muchos no vienen hoy porque no quieren huir. La Palabra de Dios. Personas vienen una vez y no vuelven. ¿Por qué no vuelven? Viviendo cegas. Porque no quieren huir. No les gustó lo que escuchó y no quieren oír. Pues si vuelven a oír lo mismo, porque solamente tenemos un mensaje para predicar y es la Palabra de Dios. La mayoría de personas no quieren oír la Palabra de Dios. Busquemos ahora Hechos capítulo 7 en el Nuevo Testamento. Eso es capítulo 7 y el verso 39. Tenemos la predicación de Esteban. uno de los diáconos de la primera iglesia, al cual lo apedrearon al terminar esta predicación, predicando a los judíos. El verso 38, Hechos capítulo 7, Verso 38, éste es aquel que estuvo en la congregación en el desierto con el ángel que le hablaban en Montesina y con nuestros padres y recibió las palabras de vida para darnos al cual nuestros padres, nuestros antecedentes, se está hablando judíos nuestros padres no quisieron obedecer. Antes les desecharon y se apartaron de corazón a Egipto. No quisieron obedecer. Y muchas personas hoy no quieren obedecer. La Biblia habla de obedecer el Evangelio. ¿Qué es obedecer el Evangelio? Obedecer el Evangelio significa creer el Evangelio. El Evangelio, al predicarse, es una invitación, es una exaltación de venir al Señor Jesucristo para vida eterna, para salvación, para perdón de todos sus pecados. una invitación hecha al predicar. Y no quieren obedecer el Evangelio. No quieren obedecer para ser salvos. Como no quieren morir, pues menos quieren obedecer. Esteban predicó aquí y les cayó tan mal. Esa predicación, aunque era toda verdad, levantaron piedras y apedrearon a Esteban mientras él iba predicando y quedó allí muerto, predicando el Evangelio. Esos quienes le apedrearon, ya hace siglos ya, Esteban está en la presencia del Señor. Pero ellos quienes tiraron las piedras, yo sé dónde están. Están en el infierno, en tormento eterno. Y estarán allí en diez mil años, estarán allí todavía. Porque eso es lo que les espera a los que no quieren obedecer el Evangelio. Hoy en día, ¿qué? Muchas veces obedecemos a hombres, pero no queremos obedecer en la invitación de Dios. No queremos obedecer al Evangelio. Hay religiones donde las personas obedecen al líder de la religión. Vienen y les dan el anillo. Pero no quieren obedecer al Evangelio. Él espera un futuro muy triste, muy largo. Muchos no quieren obedecer Sexto punto, muchos no quieren hacer hoy, Mateo capítulo dieciocho. Mateo 18, comenzando con el verso 28. La parábola de los dos deudores. Vamos a leerla entero. El verso 21. Entonces, Pedro, llorándose a él, dijo, Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que pecare contra mí? ¿Hasta siete? Eso me dice, no te digo hasta siete, más aún hasta setenta veces siete. Setenta veces siete, no quiere decir cuatrocientos noventa, noventa, quiere decir innumerables veces. Algunos dicen las mil veces setenta, veces siete, cuatrocientos noventa y ha perdonado cuatrocientos ochenta y nueve a fulano, le falta una vez más. No, no es eso. Por lo cual, el reino de los cielos es semejante, le declaro una parábola ahora, se parece, es semejante a un hombre rey que quiso hacer cuenta con sus siervos. Y comenzando a hacer cuentas, le fue presentado uno que le debía diez mil talentos. Mas a éste, no pudiendo pagar, mandó su Señor venderle, y a su mujer e hijos, y con todo lo que tenía, y que se les pagase. Entonces acá el siervo, postrado, le adoraba, diciendo, Señor, Ten paciencia conmigo, yo te lo pagaré todo. El Señor, movido a misericordia de aquel siervo, le soltó y le perdonó la deuda. Y saliendo aquel siervo, halló a uno de sus conciervos, el que fue perdonado, halló a otro conciervo, que le debía cien denarios. Y trabando de él, le ahogaba diciendo, págame lo que debes. Entonces su conciego, postrándose a sus pies, le rogaba diciendo, ten paciencia conmigo, yo te lo pagaré todo. Mas él no quiso. Se me fue y me echó en la cárcel hasta que pagase la deuda. Y viendo sus conciegos lo que pasaba, se entristecieron mucho y viendo, declararon a su Señor todo lo que había pasado. Llamándole a su Señor, le dice, siervo malvado, toda aquella deuda te perdoné, porque me rogaste, no te condenía también a ti tener misericordia de tu consiervo, como también yo tuve misericordia de ti. Entonces su Señor, enojado, le entregó a los verdugos hasta que pagase a todo lo que le debía. Verso 35 Así también hará con vosotros mi Padre celestial, si no perdonares de vuestros corazones cada uno a su hermano sus ofensas." Cosas que no queremos hacer. Una cosa muy difícil para muchos de nosotros. es perdonar. Nosotros fuimos perdonados por Dios. Todas nuestras ofensas, nuestra indiferencia, todos nuestros pecados que llenaría volúmenes de libros, y todo fue borrado, limpiado por la sangre del Señor Jesucristo. Nos perdonó, nos hizo nuevas criaturas, nos dio nueva vida. Y nosotros no queremos perdonar a nuestros hermanos, a nuestras hermanas, y guardamos rencor, y nunca nos olvidamos. Todos nuestros pecados, nuestros pasados, el Señor los perdonó, y están subendidos, no se acuerdan más, prometió no recordarse más de nuestros pecados. Y nosotros nunca nos olvidamos de nuestros pecados, y no queremos perdonar. en Efesios capítulo 4 verso 32 Vamos a 30, 31, 32. Hablando a cristianos. No contristeis al Espíritu Santo de Dios con el cual estáis sellados para el día de la redención. Toda amargura y enojo e ira y voces y maledicencia se ha quitado a vosotros de toda malicia. Antes sed los unos con nosotros Venidnos, buenos, misericordiosos, perdonándoslos unos a los otros, como también Dios los perdonó en Cristo. Cuando hablo en conferencias de la familia a los casados, yo cito esto, y cito esto en el matrimonio, debe ser así. Pero en la vida cristiana es aplicable para todos los cristianos. Sednos unos con nosotros. Venidnos, no malignos. misericordiosos, no indiferentes, perdonándoos los unos a los otros, como Cristo, como ese Señor perdonó a su siervo, como Cristo os perdonó, como Dios os perdonó en Cristo. Somos personas perdonadas somos salvos, hemos sido perdonados todas nuestras ofensas y nuestros pecados. ¿Cuál es el problema? En perdonar a un hermano que te ofendió, al hermano que dijo algo acerca de ti, aunque fuera verdad, el que te hizo algo, el que quedó mal contigo, ese a quien tú le prestaste 500 dólares y nunca te ha pagado. Al que cogió ahí se fue con algo que era tuyo y se lo llevó sin pedirte permiso y no lo ha devuelto. ¿Cuál es el problema en perdonar? La verdad es que no queremos perdonar. La vida es muy grande. No quiero, no es que no puedo olvidar, no quiero olvidar. Y no queremos perdonar. Vivimos con eso adentro. Y cada vez que mencionan a fulano de tal, cada vez que lo vemos, nos encendemos por dentro. Nuestra sangre está hirviendo. y una intranquilidad. Se dañó el día cuando se menciona el nombre de fulano de tal, o cuando vemos a fulano de tal. No debe ser así. Cristo nos perdonó. Dios perdonó todos nuestros pecados en Cristo Jesús, y así es como debemos perdonarnos. Pero la mayoría no estamos dispuestos. Vivimos años y años y años sin hablar con cierta persona. ¿Cómo evitar estar en el mismo salón donde está esa persona? Porque no queremos perdonar. Quizás hacemos todas las demás cosas bien, pero tenemos algo. Si viene a mí, yo le perdono, porque yo soy la persona ofendida. Y la Biblia enseña, si piensas que tu hermano ha hecho, tiene algo en contra ti, ve a él. y arregla el asunto. Aunque tú seas la persona ofendida, debes ir a esa persona y arreglar el asunto. No queremos perdonar. Muchos cristianos viven toda su vida guardando un rencor y no disfrutando del gozo de su salvación. por el hecho sencillo de que no queremos perdonar. No queremos entrar, no queremos volver. No queremos andar en sus caminos, no nos queremos oír y no queremos obedecer. No queremos perdonar. Y por último, Juan capítulo 20 y el verso 25. Juan capítulo 20 y el verso 25, el día que el Señor Jesucristo, la semana después que el Señor Jesucristo resucitó y apareció a sus discípulos del día, el mismo día, por la tarde. El primer servicio, domingo por la noche, tuvo lugar aquí. Y el Señor apareció en medio de los discípulos, las puertas cerradas, y Tomás no estaba presente, y se lo contaron a Tomás. ¿Vimos al Señor ayer? El verso 25. Dijeron después los otros discípulos, al Señor hemos visto. Y él, Tomás, dijo, si no vieron en sus manos la señal de los clavos, metieron mi dedo en el lugar de los clavos, metieron mi mano en su costal, no creeré. Ya muchas personas, a pesar de las muchas evidencias del amor de Dios, de la misericordia de Dios, no quieren creer. vemos personas cuyas vidas han sido transformadas una vez que tuvieron el encuentro con el Señor Jesucristo y el Señor nos ha hecho nuevas criaturas muy obvias para todo el mundo y hay quienes dicen yo no voy a creer Tomás tuvo las evidencias y dijo Tengo que meter mi dedo. Tengo que tocar. Pues tuve la oportunidad la semana siguiente y le dije a Tomás, ven acá. Pon tu dedo aquí. Mira, toca aquí. Al crédito de Tomás no lo hizo. Se tiró a los pies del Señor y dijo, mi Señor y mi Dios. Y reconoció a Dios. pero personas no quieren creer, y eso es todo. A veces te explicamos el plan de salvación, pero si es así, mira, lee lo que dice así, ¿entiendes lo que dice? Sí, sí. Esto me dice a mí que yo soy un pecador, sí. Esto me dice que voy al infierno cuando muera, ¿entiendes eso? Sí, yo lo entiendo. Y le explicamos, ¿entiendes lo que dice? Sí, yo lo entiendo. ¿Quieres recibir a Cristo? No. No. Los trabajadores cristianos se frustran a veces. ¿Qué más hay que hacer? Hay que seguir orando y dependiendo del Espíritu Santo. Es un corazón endurecido por el pecado. Y personas no quieren creer. Y personas han muerto en un siervo del Señor con la Biblia leyendo la Biblia y la persona consciente en sus últimos momentos, ¿entiendes esto? ¿entiendes esto? Sí, sí, sí. ¿Y quieres entregar tu corazón a Cristo Jesús? Ah, ah. No quieren creer y morirán en su incredulidad. Mientras más resiste una persona la invitación del Evangelio, más se endurece el corazón. Por eso es que dicen entre los predicadores, las personas más difíciles para ganar para Cristo, las personas más difíciles para que se conviertan, son personas de edad ya, porque han vivido toda su vida y su corazón está tan endurecido. No que es imposible para Dios, que no tienen la voluntad de hacer una decisión, una decisión para Cristo. personas viven, no quieren creer. Ya hemos visto, no quieren morir. Como no quieren morir, pues no quieren creer tampoco. Un comentario triste. Son siete cosas que la mayoría de nosotros, una o dos, o quizás todas estas cosas, caen sobre nosotros. el Señor nos está hablando en esta mañana. Y todos aquí tenemos los corazones abiertos. Todos aquí podemos decir, eso me tocó a mí. ¿Qué vamos a hacer con esto? Yo no estoy aquí para que vengan después, me gustó la predicación, no me hace a mí nada. El propósito es que reciban la Palabra de Dios y la Palabra de Dios nos transforme, tenga impacto en nuestros seres. para darnos formación espiritual, que seamos nuevas criaturas y vivamos como nuevas criaturas en medio de este mundo perverso, que tengamos una esperanza segura y ninguna duda en cuanto a la muerte y en cuanto al más allá. Vamos a orar todos. Padre Amado, gracias te damos, que en esta mañana nos has hablado, Señor, y pedimos que tu palabra haya caído en corazones fértiles, que tú puedes hablar a nuestras conciencias y a nuestros corazones. Aquello en que estamos mal, que tú puedes cambiar, y perdones nuestros pecados. que nos dé más fe para creer Tu Palabra, nos dé buena voluntad para desear entrar por la puerta, nos dé firmeza para hacer una decisión para Ti, que podamos cerrar nuestros oídos al mensaje del adversario, quien no quiere un entregamiento y quiere que sigamos tal como estemos. estamos, señor, pero tú quieres usarnos, tú quieres personas salvas, tú quieres personas entregadas completamente, consagradas a ti, para servirte, para anunciar las buenas nuevas de tu evangelio. Haz una obra en esta mañana, en cada uno de nuestros corazones, y a ti daremos toda la gloria. En el nombre de Cristo Jesús, nuestro bendito salvador, pedimos esto. Amén. Todos ojos cerrados. Yo pienso que el mensaje no ha sido teológico, ha sido práctico y fácil para entender. El propósito es para que podamos nosotros recibir la palabra. No queremos entrar, no queremos volver, no queremos andar en sus caminos, no queremos huir, no queremos obedecer. No queremos perdonar los unos a los otros y muchas veces no queremos creer. Creer la verdad acerca de Dios, creer la verdad acerca de Jesús, creer la verdad acerca del cielo, creer la verdad acerca del infierno, creer la verdad acerca de la Biblia, creer la verdad acerca de la vida cristiana. Pienso que hay personas aquí que necesitan venir a reconciliarse con Dios en esta mañana. Voy a invitar a que vengan. Quizás sea una persona que no ha recibido a Cristo Jesús como salvador personal. Quiere tener esa seguridad de vida eterna, seguridad de que todos los pecados han sido perdonados. Y quiera venir a Cristo Jesús como salvador personal. Y quiera venir Y si una persona quiere levantar la mano donde no quiere pasar al frente, y quiere levantar la mano donde está sentado, diciendo, el Señor habló a mi corazón en esta mañana, y quiero consagrarme al Señor, quiero recibir a Cristo como Salvador personal, y quiero alzar la mano y bajarla un momento en esta mañana. ¿Quién quiere ahora venir? ¿Los demás quieren venir al Señor? Confiesa sus pecados al Señor. No hay ningún hombre, no hay ninguna persona. Pasen al frente y hablen con Él. Y trae tu carga. Trae ese pecado. Trae esa inquietud. ¿Alguien más quiere venir ahora? ¿Quién más quiere pasar? Vamos a ser pueblos de Dios, el Espíritu de Dios está tocando nuestros corazones. ¿Quién más? ¿Otra persona? ¿Alguien más? ¿Damas? ¿Caballeros? ¿Jóvenes? No quiero. No quiero entrar. El Señor es la puerta. Yo una vez hice eso. ¿Por qué no vuelves? No quieres. Sabes que debes de volver, pero en realidad no quieres. Vuelve, vuelve, vuelve. Venir a mí. Allá harás descanso para vuestra alma. Yo hago lo mejor posible. Es una excusa por no andar en los caminos del Señor. La verdad es que no quieres andar en los caminos del Señor. No me tienes que predicar. No me prediques. Porque no quieres oír. Y no quieres obedecer. nos acusan de ser legalistas, un pretexto para cambiar el tema. No queremos perdonar, perdonar los unos a los otros, esa mancha que impide el gozo completo de nuestras vidas, de nuestras relaciones hermanables. Somos hermanos y hermanas en Cristo, Somos los domésticos de la fe. Somos la casa de Dios. Y no queremos creer todo lo que la Biblia dice. Eso no quiere decir esto. ¿Y qué es lo que quiere decir? Dios dice exactamente lo que quiere decir. Nosotros no queremos creer. ¿Alguien más quiere pasar al frente ahora? ¿Quiere venir a recibir a Cristo como Salvador personal? O trae su asunto personalmente al Señor por medio de oración. ¿Alguien más quiere venir en esta mañana? ¿Alguna otra persona? Padre, gracias por darnos que te has reunido con nosotros en este día. Nos has hablado directamente a nuestros corazones, a nuestras necesidades espirituales. Pedimos que puedas llenar cada corazón con esa seguridad de que todo lo he puesto en las manos de mi bendito Salvador y voy a vivir ahora para él en obediencia a su palabra. Perdona nuestra rebeldía como perdonaste en tantas ocasiones la rebeldía de tu pueblo allá en el desierto. Y gracias porque eres siempre fiel, siempre eres benigno, misericordioso, siempre estás llamando, esperando que volvamos a ti y que nos entreguemos a ti. Bendice cada persona aquí al frente. llénalo con el gozo de tu presencia. Bendice toda esta congregación, los que no han pasado al frente, que puedan meditar más sobre tu palabra y sigue hablando acá a la corazón. Seas tú glorificado en todo lo que hablamos, en todo lo que decimos, en todo lo que hacemos. Que el mundo pueda conocer que tú estás con nosotros y estás en nosotros. En el nombre de Cristo Jesús pedimos esto. Amén.
7 Cosas Que Algunos No Quieren Hacer
ID del sermone | 1290712551810 |
Durata | 1:32:41 |
Data | |
Categoria | Domenica - AM |
Lingua | spagnolo |
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