
00:00
00:00
00:01
Trascrizione
1/0
Capítulo 3. Vamos a continuar con estos mensajes de principio de año que hemos estado trayendo. Hemos estado trayendo algunas enseñanzas de aquello en lo que usted y yo tenemos que estar concentrados para tener una restauración espiritual para continuar creciendo en la fe del Señor Jesucristo, para continuar avanzando en la piedad. Necesitamos, amados hermanos, seguir buscando y aplicando los fundamentos de la palabra de Dios. y crecer en esos fundamentos. Colosenses 3, versículo 9 al 11. Colosenses 3, versículo 9 al 11. Nos dice la palabra. No mintáis los unos a los otros, puesto que habéis desechado al viejo hombre con sus malos hábitos, y os habéis vestido del nuevo hombre, el cual se va renovando hacia un verdadero conocimiento conforme a la imagen de aquel que lo creó. una renovación en la cual no hay distinción entre griego y judío, circunciso e incircunciso, bárbaro, excita, esclavo o libre, sino que Cristo es todo y en todos. Amén. Ahora que vamos a meditar en la palabra, vamos a orar que Dios nos ayude a entender su palabra. Oh Padre bueno y misericordioso, guíanos por tu santo espíritu, para comprender tu palabra y guardarla en nuestros corazones. Rogamos tu presencia en nuestras vidas y en nuestro entendimiento, que la luz de tu evangelio penetre y nos transforme. En el nombre de Jesús, para gloria tuya, te lo pedimos. Amén. Amado hermano, tenemos en este nuevo año que ejercitarnos para la piedad. En el mensaje anterior, el domingo pasado, veíamos que tenemos que renovarnos. Y la palabra renovar significa recuperar fuerzas. Una persona que ha pasado un año entero trabajando, ¿sabe lo que necesita? Descanso. ¿Para qué? Para recuperar fuerzas. Una persona que está todo el tiempo con muchos afanes, ¿sabe qué necesita? Renovación. Renovación. Restauración. Recuperar fuerza o energía. Reanudar o cambiar cosas. Cosas que están muriendo por cosas que están vivas. La renovación exige esto. Y aquí se nos enseña en Colosenses 3, 9 al 11, que hay cosas que están muertas. El hombre o la mujer que ha creído en Cristo, que ha aceptado a Cristo como Señor y Salvador, debe dejar las cosas muertas, las cosas de la carne. Dice ahí en versículo 9, no mintáis. Esas son las obras de la carne. Déjala, deja que mueran. quítate eso no mintáis los unos a los otros puesto que habéis desechado al viejo hombre con sus malos hábitos la mentira la codicia las pasiones has desechado eso vestidos del nuevo hombre dice el versículo 10 vestidos del nuevo hombre el cual se va renovando se va restaurando hermanos el nuevo hombre Hablando del creyente, varón o hembra, se debe ir renovando, renovando, renovando, renovando. Y vimos en el mensaje anterior que tú necesitas renovar en este año tu amor hacia la Palabra de Dios. Tú necesitas restaurar, porque bien, ha pasado 365 días, un año entero. Ha pasado mucho tiempo. Y la gente se cansa, la gente se turba. Algunos de nosotros hemos pasado en estos días por unas fuertes gripes. Usted ha leído poco la palabra, ha orado poco, se ha sentido mareado, ha estado mal. Bueno, ya el Señor la ha ido sacando de esa área. Renueva, retorna a la palabra de Dios. Renueva tu amor por la palabra de Dios. Algunos hemos pasado por situaciones difíciles en este año. Falta de dinero, falta de trabajo. Y hemos estado bien ocupados. Algunos hemos estado cansados, cargados, agobiados. Una de las cosas, hermanos, que ahoga la palabra, como nos enseña la parábola del sembrador, son los afanes. Ahogan la palabra, hermano. A tal punto que tú ni entiendes, ni oyes, ni ves. Pero aquí se nos manda renovar vestidos del nuevo hombre, el cual se va renovando, restaurando, restaurando, cambiando los hábitos pecaminosos y renovando, retomando los buenos, la palabra de Dios. Necesitamos amar la palabra de Dios. Pero en segundo lugar, vimos también en el mensaje anterior que necesitamos renovar nuestras vidas, el propósito de nuestras vidas. para qué tú vives en esta tierra para la gloria de Dios para gozarme en Dios hermanos cuando uno está envuelto en tantos quehaceres responsabilidades a veces tú trabajas solamente mecánicamente Tú trabajas por horario. Son las 8, tengo que levantarme. Son las 9, tengo que bañarme. Son las 10, tengo que tener trabajo. Son las 11, tengo que hacer tal cosa. Y vamos trabajando por horario mecánicamente, mecánicamente, mecánicamente. Y perdemos a veces el propósito. ¿Por qué tú haces tal cosa? ¿Por qué tú vives así? hermanos perdemos el propósito y la biblia nos recuerda como dice el primer corintios 10 31 si comes o bebes o haces cualquier cosa todo hazlo para la gloria la alabanza la fama del gran nombre de dios es decir que tú tienes que retomar otra vez en tu vida la búsqueda continua de la gloria de dios tienes que retomar eso renovar eso Debemos retomar en tercer lugar nuestra obediencia a la palabra, nuestra obediencia y diligencia en obedecer a Dios. Amados hermanos, Dios espera que usted y yo seamos fieles, diligentes. Dios espera, Dios nos llama, como llaman las escrituras nuestros hijos. Hijos, obedecen al Señor a vuestros padres. cuando un hijo se puede dar la tarea de desobedecer no nunca cuando tú y yo como hijos de dios vamos a darnos a la tarea de obedecer en todo tiempo en todo tiempo pero eso hay que renovarlo porque hay momentos difíciles en nuestra vida hermano que usted mire se debilita Hasta los jóvenes, llega un momentico, un momento que se enferman, caen. ¿Usted cree que el COVID, en esos dos años que tuvimos bien apretado del COVID, solamente se enfermaban los ancianos? No, todo el mundo se enfermaba. Yo vi a algunos jóvenes corpulentos morir de COVID. Atletas morir de COVID. en esos tiempos en que aún la vacuna no estaba a disposición. Hermanos, todos estábamos a expensa de lo que pasara. Por eso tenemos, amados hermanos, que volver a la senda antigua. Tenemos que retomar el camino a la senda antigua. Preguntaos, ¿dónde están esas sendas, la senda antigua? Amado hermano, quiero en esta mañana continuar animándote a retomar, a renovarte en el hombro interior. Tienes que renovarte, tienes que apabilarte. Tempranito hay que despertarse. Usted no puede esperar a mitad de año. 2023, ¿qué fecha es hoy? ¿Qué hora es? Ya han pasado seis meses. Y tú te das cuenta de que han pasado seis meses en junio. Ay, ¿verdad que yo soy cristiano? Ay, se me olvidó que yo era cristiano. Bueno, a veces estamos así. Estamos tan cargados, cansados, como Marta. Marta, Marta, afanada y turbada estás, con mucha cosa. una sola es necesaria marca una sola y maría la ha elegido y no se le va a quitar ese derecho ese privilegio amados hermanos empezó el año retomemos renovemos restauremos volvamos otra vez a seguir trabajando con nuestras almas y hemos visto tres áreas a la palabra de dios viviendo una vida para gloria de dios obediencia a dios y su palabra y en cuarto lugar en cuarto lugar tenemos que retomar amado hermano amada hermana el amor a nuestro dios el amor a nuestro señor y salvador jesucristo hermanos no piense hay yo amo al señor El amor que no se cuida, el amor que no se atiende, se debilita y se pierde. Se debilita y se pierde. Muchos son los que empezaron muy enamorados a sus 15, 16, 18 años, y con el tiempo ese amor se ha enfriado. Y si se ha descuidado, más rápido ha muerto. Eso es lo que sucede en nuestras vidas. Amados hermanos, como seres humanos, pecadores, descendientes de Adán, su amor a Dios debe de retomarlo. Su amor a Cristo debe de retomarlo. Y eso es parte de la renovación espiritual. Renovar ese amor al Señor. Vaya conmigo, por favor, a Juan capítulo 21. Quiero ponerle un ejemplo allí de alguien que estaba muy cercano a Jesucristo. muy cercano a Jesús. En Juan 21, versículo 15, encontramos a Jesús hablando con Pedro luego de la resurrección. Pedro se ha ido a pescar con algunos discípulos y Pedro necesitó una renovación espiritual. Pedro necesitó que Jesucristo lo levantara y lo apabilara. ¿Qué tú estás haciendo, Pedro? ¿Qué tú haces aquí, Pedro? ¿Qué descuido es el tuyo, Pedro? Juan capítulo 21, versículo 15 dice, entonces cuando había acabado de desayunar, Jesús dijo a Simón, Pedro, versículo 15, Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos? Pedro le dijo, sí, señor. Tú sabes que te quiero. Jesús le dijo, apacienta a mis corderos. Y volvió a decirle por segunda vez, Simón, hijo de Juan, ¿me amas? Pedro le dijo, sí, señor, tú sabes que te quiero. Jesús le dijo, pastorea a mis ovejas. Le dijo por tercera vez, Simón, hijo de Juan, ¿me quieres? Pedro se entristeció porque la tercera vez le dijo, ¿me quieres? Y le respondió, Señor, tú lo sabes todo. Tú sabes que te quiero. Jesús le dijo, apacienta a mis ovejas. Hermanos, Pedro, Pedro. Había negado a Jesús tres veces. Y Jesús quiso restaurar a Pedro, renovar a Pedro. Pedro amaba a Jesús. Pero algunas caídas, hermanos, nos debilitan. Algunas caídas nos debilitan. El que cree estar firme, mire el ejemplo, mire que no caiga. Pedro pensaba que estaba firme y negó al Señor tres veces. Pensaba que era fuerte y lo negó, cayó. Queridos hermanos, necesitamos preguntarnos, ¿cuál es ese fundamento del amor al Señor? ¿Cuál es ese fundamento para nosotros seguir amando a Dios? ¿En qué consiste ese secreto del amor hacia Jesucristo? Amados hermanos, consiste en la convicción íntima de haber recibido de él el perdón de los pecados. Consiste en la convicción profunda y esa convicción tiene que ser bien profunda. ¿Por qué Pedro se puso triste? Porque le preguntaron tres veces, Pedro, ¿tú me amas? Sí, señor. Pedro, ¿tú me amas? Sí. Pedro, ¿me amas? Si mi mujer me preguntara así tres veces, tú estás dudosa. ¿Qué pasa? ¿Por qué tú estás dudosa? Yo me preocuparía ya, porque me está preguntando tres veces mi esposa. Nande, ¿tú me quieres? Sí, mi amor, yo te quiero. ¿Tú estás seguro, Nande, que tú me quieres? ¿Qué está pasando? ¿Algo pasa? ¿Me preguntaría de una vez? Hermano, Pedro se entristeció. Le preguntaron tres veces. Parece que había duda en el Señor. Pero yo creo que en el Señor no había duda. Yo creo que la duda estaba en Pedro. ¿Y Cristo qué está haciendo? señalando la necesidad de restaurar su amor. En Apocalipsis aparece una iglesia, hermano, que estaba sirviendo, que estaba trabajando en la obra, pero Jesús les reclama, tú has perdido tu primer amor. ¿Y sirviendo? ¿Trabajando? ¿Predicando? y aún así estaban desamorados, podemos usar esa palabra, habían decaído en el amor del Señor necesitamos renovar ese amor hermanos y cómo renovamos ese amor recuerda de dónde Cristo te sacó recuerda que eras un pecador entregado a tu maldad e impiedad y Cristo te llamó aumenta ese reconocimiento, ese entendimiento. Primera de Juan, capítulo 4, quiero leer ese texto. Primera de Juan, capítulo 4, versículo 9 al 10. En esto se manifestó el amor de Dios en nosotros. en que Dios ha enviado a su Hijo Unigénito al mundo para que vivamos por medio de Él. En esto consiste el amor, no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó a nosotros y envió a su Hijo como propiciación de nuestros pecados. Recuerda en qué consiste el amor de Dios. No en que tú le amas, es en que Él te ama. Y tú estando en tu pecado, te amó. Y tú estando lejos de Él, Él envió a su Hijo. Él envió a su Hijo para salvarte. Vuelve a ese amor. Vuelve al amor del Señor. Vuelve a mirar hacia ese amor. Vuelve a recordar su cuidado por ti. ¿Me amas? ¿Me amas? ¿Cómo está tu amor hacia Jesucristo, mi hermano? ¿Cómo está tu relación con el Señor Jesucristo? ¿Le amas? La palabra que usa Jesús para hablarle a Pedro es... La palabra amor es ágape. Estamos ahí en Juan capítulo 21. La palabra que Jesús utilizó pedro me amas fue pedro tu agape hacia mí esa palabra agape es un amor maduro un amor que observa a la persona a la que ama la ama por sus cualidades la ama por su carácter la ama por sus dones la ama por todo lo que es Es un amor maduro. No es el amor de, ay, te conocí hoy y estoy enamorado de ti. Ese amor no es un amor maduro, es un amor a primera vista. A primera vista me gustó Juanita. Ay, qué linda es Juanita. Pero tú tienes que conocer a Juanita. para ver si Juanita con su carácter, que tú no conoces su carácter, cuando a ella se le sube el calor a la cabeza, tú no conoces si esa Juanita te va a caer bien. Tú tienes que saber si esa Juanita es cómo se comparta con sus hermanos, con su padre, con sus amigos, para tú conocer a Juanita. Entonces, ese conocimiento produce un amor ágape. Es decir, de un amor superficial pasa a un amor de conocimiento, de madurez. Esa es la palabra que Cristo usa aquí, ágape. Amor de madurez, de conocimiento. Es un amor más profundo. Pero cuando Pedro le respondía, no respondía con el amor ágape. Sí, yo te quiero. Él respondía con el amor fileo. Yo te quiero, porque nosotros somos amigos. Somos cercanos. Por eso Jesús le pregunta con el amor ágape, ¿tú me amas? ¿Por mí? ¿Por quién soy? Tú has visto quién soy. tú me conoces, me amas. Amados hermanos, Jesús quería un amor más profundo con Pedro. Es un amor elevado lo que Cristo quería. Es un amor que reconoce al ser al que ama. Hermanos, ese es el amor que Cristo quiere que tú tengas en su corazón, un amor maduro. ay cuando yo hablo del señor se me pone mira la piel se me pone de gallina y cuando él te prueba y pasa por situaciones difíciles le sigue amando le sigue sirviendo igual a no pérate pérate yo yo cuando cuando a mí no me va bien el señor me tiene que explicar a mí que porque porque no me va bien y qué pasó con tu amor algunas personas amamos a dios mientras todo está bien Y cuando el Señor trae prueba y nos deja caer un poquito de fuego, entonces ya dejamos de congregarnos, dejamos de orar, dejamos de hacer esto, dejamos de hacer lo otro. Y yo me pregunto, ¿realmente le amamos? ¿Realmente le amamos? Amado hermano, renueve ese amor. Vuelve a esa relación íntima con el Señor. Mira que Él te amó. Amado hermano, madura en ese amor ágape. Crece en ese amor ágape. En ese amor que a pesar de los fracasos sigue amando a Dios. en ese amor que a pesar de dificultades sigue ahí con el Señor, perseverando con el Señor. Nosotros al estudiar, por ejemplo, en la confesión de fe, esa doctrina de la providencia de Dios, ahí uno va aprendiendo cómo todo Dios opera a través de todo para que las cosas se cumplan conforme a su propósito. Hermanos, ¿usted cree que es sencillo para un jovencito de 15 años ser hecho un esclavo, vendido por sus hermanos y perderse por 25 años de su casa? Eso fue lo que le pasó a José, lo que leímos hace un momentito. Hermanos, pudo haber vivido de forma amargada, odiando a sus hermanos y cuando los encontrara, desquitarse, vengarse. Pero, amados hermanos, el amor al Señor nos ayuda. Necesitamos crecer en el amor al Señor porque ese amor al Señor nos ayudará a entender que las cosas que pasan es conforme a su propósito. José le dijo a sus hermanos, Dios me envió a Egipto a través de ustedes. Ustedes me vendieron por la maldad de su corazón, pero la realidad es Dios me estaba enviando a Egipto. Los hermanos tenían que arrepentirse de su maldad, pero él en su corazón, hermanos, no tenía deseo de vengarse, ni le odiaba a sus hermanos. Había un propósito. Pero amado hermano, en medio de los fracasos, en medio de las debilidades de este año que pasó, en medio de las luchas que has tenido, ¿amas al Señor? ¿Lo sigues amando aunque Él no te ha dado lo que deseaste? ¿Aunque Él no te ha dado lo que tanto quieres? ¿Lo sigues amando? Juan 21 15 dice cuando hubieron comido jesús dijo a simón pedro simón hijo de jonás me amas más que a estos amado hermano amas al señor aunque posiblemente le has negado y ha pecado contra él le amas querido hermano necesitas un amor ágape un amor que se concentre en conocer más a su Señor, un amor que crezca en una relación más íntima con el Señor. Para entender que aún las cosas que Dios no te dice, aún las cosas que Él no te da, las cosas que Él trae a tu vida son parte de su amor hacia ti, son parte de su amor. hacia ti. Y tú vas a estar tranquilo, porque tú sabes que Él es amor. Como Él es amor, lo que Él me envía es por amor. Como Él es amor, las aflicciones que yo tengo son parte de su propósito, porque Él es soberano. Él gobierna sobre mi vida. como él es el soberano en mi vida yo acepto y me someto a su voluntad como él es el que gobierna todas las cosas y él es justo lo que me ha venido es justo y yo voy a esperar en él hermanos miren que solamente he hablado de tres aspectos del carácter de dios el amor la soberanía Y miren cómo estos aspectos nos ayudan a nosotros a entender su justicia. Cada aspecto del carácter de Dios, cada aspecto del conocimiento que tenemos de Dios nos ayuda. Yo recuerdo las veces que mi mamá usó la faja conmigo. Yo con 18 años, siendo un hombre, hermano, Aguanté mi fajazo callado. Ah, pero yo sabía que mi mamá me amaba. Yo sabía que era fiel. Tú desobedeciste, tú fuiste un mentiroso. Venga, que le voy a dar un fajazo. Imagínese un hombre con vello en el cuerpo entero. Sí, sí, venga, aquí estoy. Y aflójese, que no lo quiero durar esa nalga. Póngala afloja. Está aflojita. Fuáquete, fuáquete, fuáquete. Y la doña fajando ese trasero mío. Hermano, ¿qué me retuvo a mí desde yo molestarme con mi mamá? Saber que me ama y que es fiel a mi alma. Fue fiel a mí. Aunque tenía 18 años, fue fiel porque yo era un loco, tenía que enderezarme, dejar mi lo que era, mi negligencia, dejar mi necedad. Hermano, y fue fiel. Y mire, como dirían en el campo allí en San Francisco de Marcorí, donde vive mi esposa, donde pise esa doña y yo lo beso. Es decir, respeto. A él me gusta aquí que yo he visto algunos hombres viejos. Lo vi en estos días que fue a comprar una tortilla. Llegó un hombre viejo, hizo así, se quitó la cachucha y le puso la mano así en la cabeza a la mamá para que la mamá le hiciera así. A bendición. Respeto. Respeto a su mamá. hermano un corazón que conoce que entiende el carácter de dios cuando dio cuando dio de un cocotazo o un fajazo él dice gracias señor me lo merecía gracias por tu bondad Cuando Dios lo humilla, él se humilla, no se hace más rebelde. Cuando Dios les llama la atención, él obedece. Porque él sabe que Dios es amor. Él sabe que Dios es soberano y que Dios quiere lo mejor para él. Por eso, qué importante que tú crezcas en el conocimiento de Dios, en el conocimiento de su amor a tu vida. Porque él va a seguir tratando contigo. tú vas a tener que amarle de forma aún muchas veces sacrificial sacrificial ese amor agape que cristo le preguntaba a pedro me amas tú agape a mí tú me amas hermanos le exigía a pedro un sacrificio pastorea mis corderos cuida de mis ovejas, sirve a mis ovejas. Lo estaba llamando a que regresara al servicio del cuidado de la iglesia, que él había descuidado. Él había descuidado proteger a las ovejas. Estaba pescando ahí mientras tenía tabucando a las ovejas que estaban sueltas por ahí. ¿Dónde se vio la frialdad del corazón de Pedro hacia Cristo? En que no estaba haciendo la voluntad de Cristo de forma sacrificial. No estaba haciendo la voluntad de Dios. Hermanos, ¿es difícil servir a Dios? Yo creo que no, por un lado. Cuando usted ama al Señor, no es difícil hacer la voluntad de Dios, porque tú lo amas. Cuando tú estás enamorado del Señor tú estás Buscando dónde está el Señor y que el lunes hay un culto Yo voy a estar ahí porque ahí está mi Señor Hablando a su palabra el martes el miércoles yo Voy a estar ahí yo quiero estar con mi Señor Escuchando su voz aprendiendo de Él porque le amo Yo quiero estar sirviendo el pueblo de Dios Porque yo amo al Señor yo quiero crecer Más en ese amor amado hermano Eso es lo que produce el amor, una vida de sacrificio y de entrega. Pero cuando ese amor está frío, usted no encuentra ni hora, ni tiempo para congregarse ni siquiera. Usted está demasiado ocupado, como mar, tafanado y turbado. Tengo que salvar al mundo. Mi amigo, si en el 2021, 2022, 2020, no se salvó el mundo, es porque usted no es llamado a salvar al mundo. Dios no lo llama a salvar al mundo. Es que yo tengo que estar en mi trabajo porque si yo no voy, no se hace nada. Eso es mentira. Cuando te boten del trabajo o tú te vayas del trabajo, vas a buscar a otro que lo va a hacer mejor. No te engañes a ti mismo. Seis días hay para usted trabajar y para esforzarse y para ganar lo que necesita en su casa. Y hay un día para usted dedicarlo a su alma, al reposo, a renovar sus fuerzas, a reanimar su alma, a alimentarse espiritualmente. Y Dios lo estableció porque te ama. Dios lo estableció porque te ama. Y si tú amaras al Señor, estarías dispuesto a dejarlo todo para estar con él. Ese es el detalle del amor al Señor. Ese es el detalle del amor al Señor. mientras más amamos al señor cualquier cosa dejamos por eso que el señor le dijo a los discípulos no sé si se acuerdan si se acuerdan del joven rico señor que hay que hacer para ser salvo para entrar al reino que hay que hacer tú conoce los mandamientos ese es el señor yo le he guardado todo señor ajá pues mira vamos a ver si es verdad eso vende lo que tú tienes dáselo a los pobres y ven y sígueme ya que tú estás tan entregado amándome ya que tú eres todo para mí es muy sencillo déjalo todo y ven conmigo y se fue triste hermano se fue triste realmente no amaba el señor como él decía y Jesucristo le dijo hermano El que no deje casa, padre, madre, hermano, hermana, esposa, hijos, por mí, no es digno, no entrará al reino. Y Pedro le dijo, Señor, nosotros le hemos dejado todo por ti. ¿Qué será de nosotros? El que deje padre, madre, hermana, hermano, por mí, recibirá 100 veces más. Cien veces madres, cien veces esposos, cien veces hijos, cien veces lo que ha dejado. Y la vida eterna, y la vida eterna. Hermanos, yo recuerdo siempre ese pasaje. Siempre lo recuerdo para mí mismo, para mí mismo. ¿Cómo está tu amor al Señor, Dante? ¿Dejarás al Señor? ¿Dejarás de congregarte porque el carro hoy no sirvió? ¿Dejarás de congregarte porque te duele una uña? es que es tan importante ese trabajo que tú no puedes decirle que tú trabaja hasta tal tiempo porque ese tiempo es para el Señor. Amados hermanos, por eso es importante renovar ese amor al Señor. Si no renovamos el amor al Señor, yo te voy a decir algo, la obra de Dios se va a seguir haciendo con los que aman al Señor. y posiblemente tú termines en el mundo. Si en el 2022 el diablo no logró sacarte por tu descuido, frialdad y negligencia, el 2023 posiblemente sea tu año para tú perderte en el mundo. Esto es serio, hermano. Esto es serio. Aquí lo que está de por medio, ¿sabe lo que es? Tu alma es lo que está de por medio aquí. El que no renueva su amor al Señor termina como la iglesia de Éfeso, a la que se le dijo, yo sé que tú me sirves fielmente, yo sé que tú estás muy ocupado en mis cosas, pero tengo contra ti algo, has dejado tu primer amor, arrepiéntete. Arrepiéntete y vuelve a hacer las primeras obras. Recuérdate cuando tú llegaste a la iglesia la primera vez. Recuérdate cómo tú me serví, me amabas, me buscabas. En la mañana, en la noche, en la madrugada, en todo tiempo orabas. Renueva ese primer amor. Despierta, tú que duermes. Despierta. Amados hermanos, Dios nos llama a despertar y a renovar, a retomar ese amor. Porque de eso depende nuestra vida. Esa iglesia a la que se le habló esas cosas ya no está, desapareció. Porque no renovó su amor, no restauró su amor. Entonces, amados hermanos, estamos trayendo estos mensajes a principio de año para que usted se ponga la pila, para que usted se apavile, para que usted se despierte. para que usted renueve sus fuerzas ay pastor pero el año pasado duramos el año entero predicando ya está bueno vamos a descansar Marta, Marta estás afanada en otras cosas Marta hay una cosa que es necesaria Marta y tú no estás en eso Marta cuando cristo venga que le vamos a decir marta cuando cristo venga en su gloria con sus ángeles y separe las ovejas que te van a decir bien buen siervo fiel en lo poco fuiste fiel es lo que te van a decir marta o te dirán apartado de mí malditos al fuego eterno hermano es serio lo que estamos hablando aquí Aquí yo no he venido a entretenerlos. Yo he venido a hablarle cosas serias, espirituales. Que si usted nos ocupa desde hoy mismo en estas cosas, usted ha empezado el año con el pie izquierdo. Ha empezado mal. Hermanos, algunos empezaron el primero del año. Le digo algo. El primer día de este año fue domingo. ¿Dónde tú estabas ese día? ¿Con la resaca? ¿De haber explotado muchísimo cohete? ¿Estabas cansado, cansada, porque, uh, muchacho, nos contamos a las 4, disfrutando con la familia, comiendo y hablando? Qué bendición. Pero cuando el pueblo de Dios se reunió, porque nos reunimos, la iglesia no estaba cerrada, ¿eh? Cuando la iglesia se reunió, ¿dónde tú estabas? Porque era Día del Señor. Porque Dios nos llama a adorarlo. Hermano, quiero que examines esas pequeñas cosas. El 25 de diciembre, ¿dónde tú estabas? Que también era domingo. Te congregaste, adoraste al Señor. Esas son las pequeñas cositas que te dicen a ti dónde estaba tu corazón aquel día y dónde está hoy, ahorita. Y yo quiero que tú quites el nombre de Pedro y pongas tu nombre. ¿Me amas? ¿Me amas más que a estos? ¿Me amas más que a tus hijos? ¿Me amas más que a tu esposa y a tu esposo? ¿Me amas más que a tus nietos? ¿Me amas? apacienta a mis corderos, apacienta a mis ovejas. Queridos hermanos, que Dios renueve nuestras almas. Examina tu corazón. Evalúate. La Biblia nos manda a que nos autoexaminemos. Autoexamínate. No tenemos por qué engañarnos. Dios sabe ¿Quiénes somos? Dios conoce. ¿Dónde estábamos? Algunos estábamos enfermos, hermano, el 25. No pudimos venir a la iglesia porque estábamos enfermos. Otros estábamos en un hospital, sirviendo, trabajando. Dios conoce. tu responsabilidad. Dios la sabe. Otros estaban como militares cumpliendo con su deber. Otros estaban como policías. Dios sabe tu situación y tu responsabilidad. Pero si tú no estabas en nada de eso, en una responsabilidad, en un llamado de servicio a la comunidad, Tú tienes que examinarte y ser sincero. Señor, yo he pecado porque yo sé que yo hubiera podido ir y no lo hice. Yo sé que me he enfriado en mi amor hacia ti. Reconoce tu pecado y arrepiéntete. Reconoce tu pecado, tu frialdad. Porque aquí no estamos hablando de, básicamente, simplemente venir a la iglesia. Aquí lo que estamos hablando de tu amor al Señor, de tu relación con el Señor. Está tan fría que tú no haces ningún tipo de esfuerzo, ni sacrificio. Entonces, clama al señor, señor, tú conoces mi situación, ayúdame. Señor, perdona mi pecado. Cada uno tiene una situación diferente. Yo no estoy aquí hablando, diciéndole algo a alguien en particular. Le estoy hablando a cada uno, a todos le estoy hablando. Cada uno de nosotros tiene que examinarse. Yo tengo que examinarme. Yo tengo que evaluarme a la luz de esta palabra y clamar al Señor, Señor, ayúdame. Tal vez yo estuve aquí y estuve aquí peleando porque no quería venir. Tal vez estuve aquí obligado y yo soy el pastor, tengo que ir obligado. Hermano, todo eso pasa en el corazón. Por eso es que cada uno tiene que examinarse y buscar al Señor sinceramente, humildemente. Y cuando ha pecado, arrepentirse porque al señor, hermano, el señor es fuego consumidor, él es celoso, él es celoso, él no quiere que nosotros nos desviemos, él nos cela, él es nuestro padre, él nos ama, él nos anhela, Por eso, amado hermano, es tan necesario que tú renueves tu vida espiritual, renueves tu amor a Él, renueves tu pasión por Él. Renuévala, clama al Señor, vuelve a mí, vuelve en mí un corazón limpio, sáname, cúrame, restaura mi alma, fortaléceme en mi comunión íntima contigo, ayúdame, Señor. Queridos hermanos, que Dios renueve nuestras fuerzas y nuestra comunión y amor con Él. Pero si tú, mi querido joven, mi amiga que nos visitas, aún no conoces a Cristo, tú necesitas empezar ahora con una relación personal con Él. Tú necesitas empezar ahora a caminar con Él. Tú necesitas conocerlo. Ora y pídele al Señor, yo quiero conocerte. yo quiero caminar contigo muéstrame tu camino si tú no has aceptado a cristo como tu salvador pídele al señor ayúdame a entender mi pecado ayúdame a conocerte a ti amarte a ti porque dios también te pregunta mi amigo mi amiga me amas me amas dios también lo pregunta Y si tú reconoces que no amas al Señor, tú necesitas arrepentirte y confesar tu pecado y clamar a Él. Señor, perdóname tanto que Tú me das, tanto que Tú me amas y yo no te amo. Que Dios nos conceda, hermanos y amigos que me escuchan. buscar su amor. Es un amor ágape. Él te ama. Él dio su vida. Él dio su hijo. Él te buscó. Él te trajo aquí en este día para recordarte que te ama y para llamarte a que te vuelvas a él. Vuelve al Señor.
Llamados a renovar nuestro entendimiento por el evangelio #2
Serie Fundamentos de nuestra fe
Llamados a renovar nuestro entendimiento por el evangelio
ID del sermone | 12212319127962 |
Durata | 45:49 |
Data | |
Categoria | Domenica - AM |
Testo della Bibbia | Colossesi 3:9-11 |
Lingua | spagnolo |
Aggiungi un commento
Commenti
Non ci sono commenti
© Copyright
2025 SermonAudio.