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Quisiera preguntar y responder la pregunta, ¿qué fue la Santa Cena para los primeros creyentes que habitaron en este planeta Tierra y que fueron los primeros que participaron de esta ordenanza? ¿Qué significó o qué representaba para sus vidas esa experiencia por la cual ellos participaban de la Santa Cena? Bueno, para la Iglesia Primitiva vemos en las escrituras los diferentes significados que ellos le aplicaban a la Santa Cena como una experiencia de la cual participaran de manera gozosa y de manera espontánea. Para la iglesia primitiva, la Santa Cena era considerada como un festival, un tiempo de gozo, un tiempo de acción de gracias. Así ellos la concebían, así la celebraban, de esa manera participaban de la Santa Cena. Quienes participan de la Santa Cena o quienes participaban de la Santa Cena en esos años de la iglesia incipiente lo hacían de una manera gozosa participaban de ella con un gozo exuberante porque allí había un ambiente en el cual estaban celebrando la obra victoriosa que Cristo llevó a cabo para salvarles y redimirles del pecado cuando ellos se congregaban para celebrar la Santa Cena, no estaban envueltos en un ambiente de misticismo, no estaban envueltos en un ambiente de tristeza, en un ambiente de temor o de miedo. sino que más bien aquella celebración era un ambiente en el cual ellos participaban o del cual ellos participaban con sus bocas llenas de risa y su lengua llena de cánticos. Su júbilo se basaba en el hecho de que sus almas habían sido lavadas de sus pecados. Su júbilo se basaba en el hecho de que sus corazones habían sido regenerados, habían experimentado el nuevo nacimiento, sus corazones habían sido transformados en templo donde moraba la vida eterna, el Espíritu de Dios, la Santa Trinidad habitaba en sus corazones. Su gozo se basaba en el hecho de que sus cuerpos y sus almas eran precisamente ese lugar donde Dios habitaba en esta tierra Y sin lugar a duda que nada debe de llenar de mayor gozo y alegría nuestros corazones porque no creo que haya un privilegio mayor más significante para nuestras vidas que ser templos del Espíritu de Dios o templo del Trino Dios tal y como lo revela la Biblia. Su alegría se fundamentaba en el hecho de que la muerte que ellos habían padecido hasta que conocieron a Jesús como Salvador y Señor había sido derrotada por el Señor Jesucristo en la cruz. De manera que cuando ellos se reunían para partir el pan y tomar el vino estaban celebrando allí la conquista que llevó a cabo Jesús en la cruz del Calvario sobre el más grande enemigo que tenían sus cuerpos y sus almas. Esto es la muerte. Estaban dichosos y felices de que sus nombres también se hallaban inscrito en el libro de la vida del Cordero. De manera pues que tenían más que motivos suficientes para hacer de la Santa Cena una verdadera fiesta, un tiempo de gozo, un tiempo de acción de gracia, un tiempo de festival, un tiempo de verdadera fiesta. para celebrar todo bien espiritual que ellos por gracia de Dios estaban disfrutando. eran hombres y mujeres bienaventurados porque el oprobio del pecado, porque el oprobio de la muerte, porque el oprobio del infierno había huido de delante de sus ojos para siempre, no por un momento, para siempre. Y mis amados hermanos, lo que fue una bendición gozosa para ellos al celebrar la santa cena también debe de ser una ocasión gozosa una fiesta solemne para cada uno de nosotros porque aquello que conmemoraban o celebraban esos viejos creyentes del pasado nosotros lo hemos experimentado por la misma gracia de Dios que aquellos lo experimentaron Mis hermanos, es un signo de fe robusta, es una evidencia de que hemos comprendido, es una evidencia de que creemos, es una evidencia de que vivimos la plenitud de la obra de Cristo, el participar de la mesa del Señor, el disfrutar de esos símbolos que representan la obra del Señor Jesucristo. Cuando nos sentamos en este lugar para celebrar esta ocasión solemne lo hacemos libre de encogimiento lo hacemos libre de miedo porque por la gracia de Dios hemos experimentado todo aquello representado en la Santa Cena Por eso, toda Santa Cena para cada creyente verdadero ha de ser vista como un festival del cual él va a participar, ha de ser vista como un tiempo de gozo del cual va a participar, ha de ser vista y catalogada como un tiempo de acción de gracias en el cual va a participar. la ira de Dios ha sido retirada de sobre nuestras cabezas y mis amados hermanos si ese hecho ha sido ha sido consumado como una realidad para nosotros tenemos más que motivo para celebrar con gozo y con júbilo este tiempo de Santa Cena es maravilloso poder sentarnos en este lugar con nuestras conciencias aprobadas, vistiendo el vestido de fiesta que ha sido lavado en la sangre del Señor Jesucristo y que por su gracia nos ha puesto para que celebremos en grande la obra de su amor en favor de nosotros. Que fue la Santa Cena para nuestros padres en la fe un tiempo de celebración, un tiempo de fiesta. ¿Es eso también una realidad para nosotros? ¿Participamos de ella con esa misma actitud de gozo y de fiesta, de júbilo? Celebrando ese hecho histórico mediante el cual nuestro Salvador conquistó a nuestros enemigos y nos entregó la victoria por su gracia. Segundo lugar, en los tiempos antiguos Mucha gente llegaba a la Santa Cena con la idea de que estaban asistiendo a un acto de juramentación. Asistían a la Santa Cena con la idea de que estaban participando o de que venían a participar de un acto de juramentación. Muchos la veían así, como un acto en el cual se juramentaban delante de Dios para creer y obedecer todo lo que Dios en su palabra les había revelado. En latín el término juramento es sacramentum. De manera que cuando muchos creyentes se acercaban a la mesa del Señor, lo hacían con la idea fija de que venían a la presencia de Dios para renovar su pacto con Dios, para renovar sus votos, cumplidos delante del Señor. Venían aquí con la idea de hacer ese juramento en el cual se comprometían a vivir en fidelidad, a vivir en obediencia, a vivir en humildad delante de Dios para vivir para su gloria, su honra y su honor. Es un tiempo en el cual ellos renovaban sus votos delante del Señor. Ese principio que gobernó el corazón de los antiguos creyentes, mis amados hermanos, también debe de gobernar y de dominar nuestros propios corazones. Es un tiempo especial, es un tiempo solemne por el cual podemos renovar nuestros votos, nuestro compromiso de vivir para la gloria de Dios y de servirle a Él en todo tiempo cada vez que venimos a la Santa Cena debemos de venir con un corazón festivo con un corazón dispuesto para participar de esta fiesta de la redención para participar de esta fiesta de la resurrección de Jesús de entre los muertos para participar de esta fiesta en la cual conmemoramos la ascensión de Jesús al tercer cielo para participar de esta fiesta en la cual auguramos y esperamos felices y contentos el retorno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo Así con esa actitud debemos de acudir a cada Santa Cena. Pero mis amados hermanos, también es prudente venir a este lugar con un corazón anhelante de poder estar en la presencia del Señor para renovar nuestros votos delante de Él, para renovar nuestro pacto de obediencia delante de Él. Nuestras palabras deben de ser como escribió un autor de la siguiente manera. Aquí nos ofrecemos y presentamos a ti, oh Señor, a nosotros mismos, nuestras almas y nuestros cuerpos, para que sean un sacrificio racional, santo y vivo a ti. Te pedimos humildemente que cuantos hayamos participado de esta Santa Comunión podamos ser llenos de tu gracia y tu bendición celestiales Esa actitud mis amados hermanos debe de ser traída a nuestros corazones ofrecemos nuestros cuerpos y nuestras almas y te pedimos oh Señor que podamos en nuestros cuerpos y en nuestras almas ser llenos de tu gracia ser llenos de toda bendición celestial ¿Cómo ellos acudían a la Santa Cena cuando eran convocados para disfrutar de la misma? Venían aquí con una actitud digna para participar de ese acto de renovación de votos delante del Señor. Pero también podemos observar que en la antigüedad nuestros antepasados veían la Santa Cena y participaban de ella como un tiempo de comunión. Era un tiempo de comunión. La copa de bendición que bendecimos, pregunta Pablo, ¿no es la comunión de la sangre de Cristo? El pan que partimos, ¿no es la comunión del cuerpo de Cristo? ¿Cómo debían de percibir ellos la Santa Cena? Como un tiempo de comunión Un tiempo de comunión con la obra de Cristo Con esa obra histórica realizada por el Señor Jesucristo Era un tiempo para tener en común esas cosas Y participar de ellas En compañía del pueblo de Dios si la santa cena es un tiempo para tener comunión con Dios mis amados hermanos debemos de venir también aquí con esa misma actitud de buscar tener con él comunión de tener comunión con nuestros hermanos de participar de ella con el gozo y el deleite de que no estamos aquí sentados solos solos no es una familia grande que por la gracia de Dios sigue creciendo y qué bueno hermanos que no andamos en soledad que no andamos como llaneros solitarios por la vida sino que pertenecemos al cuerpo de Cristo a la familia de Dios Y como consecuencia de eso tenemos muchas cosas en común. Tenemos muchas cosas en común. Y ratificamos esas cosas en común que tenemos de las cuales participamos cuando nos sentamos en este lugar para participar de la Santa Cena. Es un sello que ratifica esas cosas en común de las cuales participamos nosotros. por eso mis amados hermanos debemos de guardar nuestro corazón en nuestras vidas para que no privemos a nuestros hermanos de nuestra participación de la Santa Cena cuando el tiempo señalado para ello ha llegado es un pecado de tu parte privar a tu hermano de ese privilegio de participar junto a ti de la mesa del Señor para enarbolar todo lo que ella significa y representa para el pueblo de Dios la comida y la bebida, su sustento espiritual. También la Santa Cena en la antigüedad era vista como un tiempo de proclamación de la fe. Así la percibían los antiguos creyentes. La percibían como un tiempo para proclamar la fe. Por medio de ella le proclamamos al mundo los hechos de la obra de Jesús. por medio de ella le proclamamos al mundo todo lo que Jesús hizo para salvar a todo pecador que se arrepiente y viene a él en fe evangélica, en fe salvadora con esa actitud también debemos de acudir a este lugar debemos de venir a este lugar ¿por qué? porque cuando celebramos la Santa Cena mis amados hermanos estamos enarbolando bien en alto ese estandarte, esa bandera que identifica al pueblo de Dios Esa insignia que identifica al pueblo de Dios La Mesa del Señor Es una bandera que nos identifica y que proclama los triunfos de la cruz Los triunfos de nuestro Señor y Salvador Jesucristo sobre la muerte Los triunfos que cada día experimentamos nosotros sobre el pecado remanente que aún permanece en nosotros con cada santa cena proclamamos los triunfos de la cruz por eso mis amados hermanos es un compromiso para cada creyente es un deber de cada creyente bautizado y miembro de la iglesia participar de manera permanente y continua de la Santa Cena porque a través de ello hace una proclamación de su fe en Jesús como Salvador y Señor como el alimento espiritual que Él es para nuestras almas En quinto lugar, la Santa Cena era concebida en el pasado como un pacto de Dios con su pueblo esto es mi sangre del nuevo pacto esta copa es el nuevo pacto en mi sangre proclamaba nuestro Redentor Con cada Santa Cena estamos enarbolando, poniendo en alto, recordando ese pacto que Dios ha hecho con nosotros. Vemos en la Biblia que Dios es un Dios de pacto. Dios es un Dios de pacto. Y Él a través de los siglos ha establecido cosas físicas para recordar al pueblo de Dios esos pactos que Él ha hecho con el pueblo. Por ejemplo, el árbol de la vida era un símbolo de ese pacto edénico que Dios había hecho con Adán y Eva para recordarle que la vida eterna estaba en obedecer al Dios que le había creado. El arco iris era la señal del pacto de Dios con Noé mediante el cual se le recordaba que no habría más diluvio sobre la faz de la tierra como aquel que hubo en el pasado. La Pascua para los judíos era una señal de la redención que Dios había operado en favor de ellos sacándoles de la esclavitud en Egipto. La Santa Cena es precisamente una insignia mediante la cual Dios le acuerda a su iglesia que sus pecados fueron clavados en la cruz y que para cada creyente ya no hay condenación esas memorias deben estar frescas en nuestros corazones y mis amados hermanos Estos principios con los cuales la iglesia del pasado celebraba la Santa Cena deben también deprimar en nuestros corazones. ¿Con qué actitud debemos de venir a este lugar cada vez que celebramos Santa Cena? Debemos de llegar aquí con un corazón festivo, pletórico de gozo, pletórico de acción de gracia. Así debemos de venir a este lugar Pero también aquí debemos darnos citas con un corazón con la disposición de renovar el pacto de obediencia a nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Aquí debemos de venir con un corazón dispuesto para experimentar la más exquisita de todas las comuniones que jamás podremos experimentar en este mundo La comunión con nuestro precioso Salvador y Señor Jesucristo aquí debemos de venir mis amados hermanos con nuestra fe en alto para proclamar nuestra confianza y obediencia en la redención que Jesús ha hecho en favor de nosotros aquí debemos de venir hermanos queridos con nuestra mente hinchida de ese recuerdo del pacto que Dios ha hecho con su pueblo yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo prometió el Señor y Él no se devolverá de ese pacto no se devolverá de ese pacto estos principios deben de estar presentes en cada Santa Cena cuando nos juntamos aquí para celebrarla Por ello, en conclusión, mis amados hermanos, cuando nos sentamos en la mesa del Señor, lo más maravilloso de todo lo que hay y acontece en este tiempo especial, es que no estamos sentándonos en una mesa donde el anfitrión está ausente porque tuvo que irse de viaje. Cada vez que vengamos a este lugar, a celular Santa Cena, nuestro anfitrión está presente el Señor Jesucristo. Así como estuvo presente con aquellos discípulos en el Aposento Alto, donde se estableció este evento histórico para todas las generaciones, así como estuvo presente de manera física en aquel lugar, lo está de manera espiritual entre nosotros en esta noche. Él prometió estar presente entre nosotros y nunca se apartará de su silla de anfitrión para nuestras almas. Él viene a cada Santa Cena, Él espera que tú vengas a cada Santa Cena, porque la invitación que la hace, quien la hace no es la iglesia, es el porque la santa cena no es una cena de la iglesia no es una santa cena de la iglesia es una santa cena del señor el es quien convoca el es quien invita el es quien sirve la mesa el prepara el banquete y lo prepara para ti no lo deje esperando No lo deje esperando. El festín fue dispuesto para ti y él espera. Que tú gustes de él, disfrutes de él y goces de él en todo tiempo. Siempre estará presente. Nunca dejará un mandado diciendo no pude estar en la cena de esta noche. Tuve que salir a una emergencia. nunca tal cosa sucederá, siempre lo tendremos aquí entre nosotros. Mis hermanos, por eso debemos de llegar aquí con un corazón festivo con un corazón dispuesto a renovar nuestro voto delante de Él, con un corazón dispuesto para experimentar la comunión del Espíritu, con un corazón dispuesto para proclamar nuestra fe y confianza en Él, con un corazón dispuesto para contemplar el pacto de Dios con su pueblo. Que Dios nos ayude a celebrar con gozo y júbilo conforme la experiencia del pueblo de Dios en el pasado, registrado en la Biblia y en la historia de la iglesia como algo de bendición para nosotros. Que Dios nos des gozo y alegría al participar en esta noche de esta bendita santa cena. Al Señor sea la gloria por los siglos. Vamos a orar. Te damos gracias, oh Dios, por tu palabra hoy proclamada. Rogamos, Señor, que ella cual semilla germine en nuestros corazones y dé fruto al ciento por ciento. Padre, que estos elementos que representan la manera en que debemos de acudir a la Santa Cena sean una realidad en cada miembro de esta iglesia. Y especialmente te pedimos por lo que hoy participarán por primera vez de esta experiencia. Que ellos puedan acudir a cada Santa Cena, oh Padre, con esos cinco principios gobernados en sus corazones, para que así puedan glorificarte a ti y ser bendecido a través de la obediencia puntual a tu palabra. Bendícenos, se los rogamos en el nombre de Jesús. Amén.
Qué significo la santa cena para la iglesia primitiva
Series Santa Cena
Qué significo la santa cena para la iglesia primitiva
Sermon ID | 714251820411812 |
Duration | 26:22 |
Date | |
Category | Sunday - PM |
Language | Spanish |
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