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Vamos a leer, Juan 20, puestos de pie si son tan amables. Juan 20. Juan 20. Los primeros 10 versículos ustedes sigan con sus listas y vamos a permanecer de pie para una lectura en otro pasaje a manera de oración. Pero escuchen de la palabra de Dios, Juan 20. El primer día de la semana, María Magdalena fue de mañana, siendo aún oscuro, al sepulcro y vio quitar la piedra del sepulcro. Entonces corrió y fue a Simón Pedro y el otro discípulo al que amaba Jesús y les dijo, Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde le han puesto. Y salieron Pedro y el otro discípulo y fueron al sepulcro. Corrían los dos juntos. Pero el otro discípulo corrió más a prisa que Pedro y llegó primero al sepulcro. Y bajándose a mirar, vio los lienzos puestos allí, pero no entró. Luego llegó Simón Pedro tras él, y entró en el sepulcro, y vio los lienzos puestos allí, y el sudario que había estado sobre la cabeza de Jesús, no puesto con los lienzos, sino enrollado en un lugar aparte. Entonces entró también el otro discípulo que había venido primero al sepulcro y vio y creyó porque aún no habían entendido la escritura que era necesario que resucitase de los muertos y volvieron los discípulos a los suyos. Vamos a leer todos juntos del Salmo 119, del versículo 17 al 24. Vamos a apropiarnos de estas peticiones del salmista. Salmo 119, versículo 17 al 24. Después del versículo 24, terminemos como generalmente terminamos nuestras oraciones, diciendo en nombre de Cristo Jesús, amén. Salmo 119, todos juntos, versículo 17. Haz bien a tu siervo que viva y guarde tu palabra. Abre mis ojos y miraré las maravillas de tu ley. Forastero soy yo en la tierra, no encubras de mí tus mandamientos. Quebrantada está mi alma de desear tus juicios en todo tiempo. Reprendiste a los soberbios, los malditos, que se debían de tus mandamientos. Aparta de mí el oprobio y el menosprecio, porque tus testimonios he guardado. Príncipes también se sentaron y hablaron contra mí, mas tu siervo meditaba en tus estatutos, pues tus testimonios son mis delicias y mis consejeros. En nombre de Cristo Jesús. Amén. Amén. Sentémonos, hermanos. ¿Cuál es más importante, la crucifixión o la resurrección de nuestro Señor Jesucristo? Probablemente la mayoría contestará que la crucifixión. La crucifixión es más importante. Pero esa no es la respuesta correcta. ¿Cuál es más importante, la crucifixión o la resurrección de Cristo? La respuesta correcta es sí. Los dos son importantes. La crucifixión es importante. La resurrección es importante. La muerte del Señor es esencial para la cristiandad. La resurrección de nuestro Señor es esencial también. Esta mañana aprenderemos algo de esto, del pasaje que leímos de Juan 20. Si tienen sus Biblias, nuestro texto será el versículo 9. Juan capítulo 20 y el versículo 9. Dice así, porque aún no habían entendido la Escritura que era necesario que Él resucitase de los muertos. Nos enfocaremos en la segunda parte del versículo, pero antes comentemos brevemente en la primera parte, donde dice, porque aún no habían entendido la Escritura. Hablando de los discípulos, no tan solamente Juan y Pedro, pero todos los discípulos dudaron, no le creyeron a las mujeres cuando anunciaron verdad que Cristo había resucitado. Todos los discípulos, entonces nos dice aquí el texto, no habían creído en la resurrección porque no habían entendido la escritura. El famoso comentarista Mateo Henry nota que el versículo no dice que no habían creído porque no habían visto a Cristo con sus propios ojos. No dice eso. Pero dice que no habían creído porque no habían entendido la escritura. Por supuesto, verlo les ayudó a creer. Aquí nos dice el versículo 8 que vio y creyó la tumba estaba vacía. Ver ayuda a creer, pero es por la Escritura que tenemos la fe que salva. Es por la Biblia que tenemos la fe que nos edifica. Y el punto aquí es que el problema de los discípulos es que no habían entendido la Escritura. o hablando positivamente. Si hubieran entendido la escritura, entonces hubieran creído en la resurrección. Lógico, ¿verdad? Si hubieran entendido la escritura, entonces hubieran creído en la resurrección. Y esta enseñanza se aplica a todas las enseñanzas de la Biblia, a toda la enseñanza de Dios. Realmente, a lo último nos dice este versículo, nos enseña este versículo. No las creemos porque no las entendemos. No creemos porque no entendemos la Biblia. Si las entendemos, entonces creyéramos. Esta es la lógica cristiana. Y esto porque la escritura es la base, la fuente, el origen de nuestra fe. La fe es por el oír, el oír por la palabra de Dios. Entonces, y realmente esa es la gran diferencia entre los cristianos y las demás, las demás personas, las demás religiones. La diferencia entre la cristiandad evangélica y todas las demás religiones es que nosotros creemos en la Biblia. Nuestra fe está basada en la Biblia, lo que nos dice. No nuestra experiencia o tradición, pero qué dice Dios. ¿Qué dice la Palabra de Dios? Ahora, entender la Biblia, la Palabra de Dios, no es fácil, no es natural. No es que si aprendes Hebreo y Arameo y Griego y listo, ya vas a poder entender la Biblia. No, no, no, no. Para entender la Biblia, el Señor tiene que abrir tu mente, tiene que darte entendimiento. Vean conmigo el libro de Lucas capítulo 24. A los que notan pueden escribir ahí 1 Corintios 2. Es por el Espíritu que entendemos las cosas de Dios. Aquí quiero leer de este pasaje en Lucas 24 porque es nuestro Señor Jesucristo resucitado. Lucas capítulo 24. Nos dice la escritura. Lucas, voy a empezar a leer en el versículo 44. Lucas, el capítulo 24 y el versículo 44. Es nuestro Señor Jesucristo hablando a unos discípulos, se les aparece y les dice, estas son las palabras que os hablé estando aún con vosotros, que era necesario, no olviden esa palabra, que era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés en los profetas y en los salmos. Entonces les abrió el entendimiento para que comprendiesen las Escrituras. Entonces les abrió el entendimiento para que comprendiesen las Escrituras. Y les dijo, así está escrito y así fue necesario que el Cristo padeciese y resucitase de los muertos al tercer día. y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones comenzando desde Jerusalén. Los discípulos habían estado con nuestro Señor Jesucristo por tres años. Ellos eran judíos. Ellos habían leído el Antiguo Testamento. Sabían de memoria muchos pasajes del Antiguo Testamento de ellos. Pero no habían entendido de la crucifixión, no habían entendido de la crucifixión. Fue hasta que el Señor les abre el entendimiento que ellos pueden comprender el evangelio, que ellos pueden comprender la escritura y es entonces que pueden creer de verdad. Entonces, si usted entiende las escrituras esta mañana, si usted entiende la Biblia, entiende el evangelio, es por obra de Dios. Es un gran milagro Usted debe de estar muy agradecido Porque no todos entienden la Biblia No todos tienen Biblia Es una gran bendición tener una Biblia. Pero hay muchos que tienen Biblias, pero no las entienden. No han captado la verdad de Cristo, la vida eterna, el cielo. Si usted entiende la Escritura, es un milagro de Dios. Entonces, algo súper práctico aquí, a leer la Biblia. Ora, Señor, dame entendimiento. Como acabamos de leer en el Salmo 119. Señor, abre mis ojos para que vea las maravillas de tu ley. En ese Salmo, el Rey David ora también. Enseñame, oh Jehová, el camino de tus estatutos y lo guardaré hasta el fin. Dame entendimiento y guardaré tu ley y la cumpliré de todo corazón. La clave, la llave, el código. ¿Cómo se dice cuando uno abre la computadora? El password, pero en español. ¿Así se dice password? ¿La contraseña? El secreto de todo esto está en Señor, dame entendimiento. Si tenemos el entendimiento, vamos a comprender, vamos a creer y vamos a actuar. No será eso lo que te falta a ti. Y déjame decir, te voy a ser muy sincero aquí, muy directo. A lo mejor sí estás leyendo la Biblia y cumples con tu programa rigurosamente todos los días. Pero te falta entenderla. Te falta todo. Tienes que humildemente venir ante el Señor y decirle, Señor, no la voy a entender, no voy a poder creerla, no voy a poder hacer nada a menos que tú abras mi corazón. Que me dé este entendimiento. Ahora, volviendo a nuestro texto. Piense, ¿a qué escritura se refiere el versículo? Dice, aún no habían entendido la escritura que era necesario que él resucitase de los muertos. ¿A qué escritura? ¿A qué versículo? ¿A qué capítulo? ¿A qué libro de la Biblia se refiere aquí el apóstol? Los discípulos no tenían los evangelios, no tenían Mateo, Marcos, la... obviamente. Estaban viviendo los evangelios, no tenían las epístolas. No tenían el Nuevo Testamento. ¿A qué escritura se refiere que ellos podían entender y leer que Cristo iba a resucitar, que era necesario que Cristo resucitase? Obviamente, alguna escritura del Antiguo Testamento porque era todo lo que tenían, los libros de Génesis hasta Malaquías. Entonces, esto quiere decir que en el Antio Testamento nos podemos encontrar versículos que nos enseñan que Cristo tenía que resucitar. es lo que nos dice el texto. Es muy interesante, estaba leyendo acerca de esto. Los judíos, fíjense, los judíos que no son cristianos, los judíos creen, los eruditos judíos unos creen que en Génesis 22 nos encontramos la resurrección de Cristo. En Génesis 22 está la historia del sacrificio de Isaac. ¿Se acuerdan que Abraham iba a sacrificar a Isaac? ¿Se acuerdan la historia? ¿Se acuerdan? no están tan mal porque en Hebreos 11 nos dice que Isaac en cierto sentido resucitó, volvió a vivir. Estos judíos captaron esta verdad y dijeron el Mesías va a resucitar. Muy interesante esto. Hay otros textos por supuesto y otras historias. A mí me gusta Osea 6.2 O sea, 6.2 nos habla hasta de los días de su resurrección. Pero a los que apuntan pueden escribir y leer esta tarde. El Salmo 2 nos habla de la resurrección de Cristo. El Salmo que leímos al comenzar el culto. Este día es el día que Dios ha hecho. Es marcado en la Biblia como un diálogo que nos habla y profetiza de la resurrección de Cristo. Está en el Salmo 118. El Salmo 110 también menciona algo de la resurrección. Los eruditos pueden leer Isaías 53 también. Implica la resurrección de nuestro Señor Jesucristo. Y hay otros textos, por supuesto. Bueno, esto es sobre la primera frase. No nos vamos a concentrar en las lecciones más que de la segunda frase. Ahora sí, veamos la segunda frase de Juan 29. donde nos dice que era necesario que Él resucitase de los muertos. Aún no habían entendido en la Escritura que era necesario que Él, Cristo por supuesto, resucitase de los muertos. Y la palabra clave del sermón es la palabra necesario. que era necesario que el resucitase de los muertos y es clave porque el señor jesucristo la hizo clave una y otra vez como lo acabamos de leer en lucas 24 una y otra vez nuestro señor jesucristo dijo es necesario que el hijo del hombre sufra sea crucificado y resucite una y otra vez usa exactamente esa palabra necesario Ahora, la palabra original es muy especial. Se refiere a una necesidad, pero necesidad absoluta. Domingo, creo que fue el domingo pasado que les comenté que después de comer y comer mi postre, que es lo más importante de la comida, me da sueño, probablemente por el postre, es mi teoría. Bueno, el caso es que especialmente los domingos yo me tengo que dormir una siesta. A mí me es muy necesario tomarme una siesta después de comer. Y es por eso que mi teléfono se apaga, ¿verdad? Es ahora. Pero yo puedo vivir sin la siesta. A veces no tomo la siesta. Tengo que salir, o hay visitantes, etc. Y no me duermo. No hay problema. No es vital, esencial para mi existencia la siesta. Pero el necesario de nuestro texto no es como esa necesidad de la siesta. La necesidad aquí es como la necesidad que tenemos de oxígeno. El oxígeno es muy necesario para nuestra existencia. Si no tenemos oxígeno nos morimos, por supuesto. El necesario de nuestro texto entonces es una necesidad absoluta. Y aquí nuestro texto nos dice, era absolutamente necesario que Cristo resucitase. Tenía que ser así. Era imposible que no resucitara. ¿Por qué? ¿Por qué? Bueno, de eso se trata el sermón. En primer lugar, era absolutamente necesario que Cristo resultara porque Dios no podía permitir que su Hijo viera corrupción. Vean conmigo el libro de los Hechos, el capítulo 2 y el versículo 22. Después de Juan está Hechos. Vean el capítulo 2 y el versículo 22. Hechos 2, 22. Es Pedro predicando el gran sermón de Pentecostés. Barones y israelitas, oíd estas palabras. Jesús Nazareno, barón aprobado por Dios entre vosotros, con las maravillas, prodigios y señales que Dios hizo entre vosotros por medio de él, como vosotros mismos sabéis, a este, entregado por el determinado consejo y anticipado conocimiento de Dios, prendisteis y matasteis por manos de Nicos crucificándole, al cual Dios levantó, suelto los dolores de la muerte, por cuanto era imposible que fuese retenido por ella. Porque David dice de él, fíjense, comprueba aquí la resurrección del Antiguo Testamento. 25. Porque David dice de él, Veí al Señor siempre delante de mí, porque está a mi diestra, no seré conmovido, por lo cual mi corazón se alegró y se gozó mi lengua, y aún mi carne descansará en esperanza, porque no dejarás mi alma en helades, ni permitirás que tu santo vea corrupción. Me hiciste conocer los caminos de la vida, me llenarás de gozo con tu presencia. Barones hermanos, se os puede decir libremente el patriarca David que murió y fue sepultado, y su sepulcro está con nosotros hasta el día de hoy. Pero siendo profeta y sabiendo que con juramento Dios le había jurado que de su descendencia en cuanto a la carne levantaría al Cristo, para que se sentase en su trono, viéndolo antes, habló de la resurrección de Cristo, que su alma no fue dejada en el Hades, ni su carne vio corrupción. A este Jesús resucitó Dios, del cual todos nosotros somos testigos. Dios no podía permitir que su hijo viera corrupción. Por eso Cristo tenía que resucitar. O como dice ahí el versicular, imposible que la muerte retuviera a Cristo. Absolutamente necesario. Dios lo había determinado, había planeado, había desde la eternidad anticipado esto, que su hijo no viera corrupción, que el cuerpo de Cristo no fuera desintegrado como nuestro cuerpo, que no fuera comido por los gusanos y volviera al pueblo. Por supuesto que no. su cuerpo santo santísimo tenía que ser resucitado para ser exaltado porque él es dios y este es el siguiente punto porque era absolutamente necesario que cristo resucitara porque así dios padre confirmó que cristo es dios vean romanos capítulo 1 después del libro de los hechos está romanos romanos capítulo 1 Vamos a leer el versículo 1. Romanos capítulo 1 y el versículo 1. Pablo, romanos 1.1, Pablo, siervo de Jesucristo, llamado a ser apóstol, apartado por el Evangelio de Dios que él había prometido antes por sus profetas en las santas escrituras acerca de su hijo, nuestro Señor Jesucristo, que era del linaje de David según la carne, que fue declarado hijo de Dios con poder según el Espíritu de santidad por la resurrección de entre los muertos. Por la resurrección, Cristo es declarado Hijo de Dios con poder. Si Cristo no hubiera resucitado, nadie hubiera creído que Él es el Hijo de Dios, Dios mismo, como dice Juan 1, Dios en carne. Es por la resurrección entonces que nosotros sabemos que Él es Dios. A lo mejor hay alguien que esté pensando aquí. Oye, Paco, pero Lázaro resucitó, ¿qué no? Tú dices, Cristo resucitó, por eso es Dios, entonces Lázaro también es Dios. Buena pregunta, no está tan mal la pregunta. Cierto, Lázaro también resucitó, pero volvió a morir. Un hombre volvió a morir, su cuerpo se desintegró, se lo comieron los gusanos, se hizo polvo. También, Lázaro no nació milagrosamente y vivió como nuestro Señor Jesucristo. No hizo eso. Lázaro no hizo los milagros de nuestro Señor Jesucristo. Y Lázaro nunca dijo yo soy Dios. Cristo sí dijo y declaró y enseñó yo soy Antes que Abraham fuese, yo soy, el yo soy de Jehová, él es el Señor. Por supuesto, Lázaro a lo mejor se bautizó, pero Lázaro no escuchó en su bautismo, este es mi hijo amado en quien tengo complacencia. La resurrección de Lázaro no comenzó ninguna religión. No se le dio toda autoridad como se le dio a Cristo. Por supuesto, hay muchas diferencias. Pero en la resurrección de Cristo es especial. Se le declara con poder el Hijo de Dios, Dios mismo. Y ese es el punto aquí, que ese día de resurrección que celebramos cada año en Semana Santa. Debemos de pensar, la resurrección nos testifica de la Deidad de Cristo. Entonces, amigo, debes amarlo con todo tu corazón. con toda tu alma, con toda tu mente, con todas tus fuerzas, porque Cristo es Dios. Debes seguirlo, debes obedecerlo, debes honrarlo, debes adorarlo, porque Él es Dios. Y no olvides, y es súper importante aquí esto, es porque Cristo es Dios, que Él es un poderoso salvador. Su sangre puede limpiarnos de todo pecado. La sangre del Calvario, de Cristo, nos puede limpiar de todo pecado, de toda maldad, de todo crimen, porque su sangre es la sangre de un ingénito hijo de Dios. Si Lázaro hubiera sido crucificado como uno de los ladrones, o los dos ladrones obviamente fueron crucificados junto a Cristo, ellos derramaron su sangre. Supongamos que Lázaro hubiera derramado su sangre y hubiera muerto así, no nos hubiera salvado. ¿Por qué? Porque Lázaro no es el unigénito hijo de Dios, pero Cristo es Dios. Entonces, ¿por qué era absolutamente necesario que Cristo resucitara? Porque no podía haber corrupción, porque Él es Dios. En tercer lugar, porque así Dios nos justifica y Cristo puede interceder por nosotros. Vean, Romanos, ahora el capítulo 4 y vamos a empezar a leer en el versículo 23. Romanos capítulo 4 y el versículo 23. Está hablando de Abraham y dice el apóstol. Romanos 4, 23. No solamente con respecto a él se escribió que le fue contada, sino también con respecto a nosotros a quien ha de ser contada, es decir, nuestra fe. Esto es a los que creemos en el que levantó de los muertos a Jesús, Señor nuestro. el cual fue entregado por nuestras transgresiones y resucitado para nuestra justificación. Justificados pues por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo. Ahora, justificar aquí, justificar no es como excusar, como cuando nuestros padres, no sé si todavía se hacen esto, a lo mejor le mandan whatsapp a la maestra, ¿verdad? Como justificante. Mi hijo faltó a clases porque tuvimos que salir de emergencia a Disneylandia, ¿verdad? Después de Semana Santa no podíamos llegar a tiempo. Mandaban el justificante, ¿verdad? Está justificado. El justificar aquí no es ese excusar. No, no, no. Justificar en la Biblia es declarar justo. Declarar, no hacer justo. Muy importante esto. La justificación no es que Dios nos hace justos. Eso es santificación, cuando Dios poco a poco nos cambia, nos transforma a hacernos justos como Cristo es justo. Pero justificación es que Dios nos declara inocentes, justos, no somos condenados. Creer en cristo muy importante esto Porque hay cristianos que que se frustran Que se caen en depresión se enojan Con ellos mismos pensando yo he Tener al diablo yo ya creo en dios Tengo estoy en la biblia y y y sigo Siendo mal sigo siendo pecador Justificar es que Dios nos declara justos. No nos hace justos, no nos perfecciona hasta que lleguemos al cielo, pero nos declara inocentes, justos. ¿Por qué? ¿Cómo? Porque nos acredita, legalmente nos acredita, espiritualmente nos acredita la justicia de Cristo, la vida perfecta de Cristo, es acredita a nuestra cuenta y nos perdona porque Cristo fue castigado en nuestro lugar. Entonces, el punto aquí es, Nos enseña que Cristo fue resucitado demostrando entonces que su sacrificio funcionó, por así decirlo. Su sacrificio logró su meta. Nos justifica, nos salva. Y así Resucitado entonces puede interceder por nosotros basado en su sacrificio. Hebreos 7 nos explica. Otros sacerdotes llegaron a ser muchos debido a que por la muerte no podían continuar. Mas este Cristo, por cuanto permanece para siempre Resucitado, tiene una vida indestructible, nos dice ahí Hebreos. Tiene un sacerdocio inmutable entonces. No cambia. por lo cual puede también salvar perfectamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos. Es por eso que Dios nos salva, por eso llegamos al cielo, porque Cristo intercede por nosotros, basado en su sacrificio. Dios lo ha aceptado. ¿Cómo sabemos? ¡Cristo resucitado! ¿Cómo nos dice Romanos 8? ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió, más aún el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. Por eso no somos condenados, somos justificados, declarados justos por la resurrección de Cristo. Entonces, hermana, hermano, entiende esto. Y resolverás esos remordimientos que traes cargando desde tu juventud. Entiende esto. Somos pecadores. Pero somos justificados. Somos malos. Pensamos cosas malas. Hacemos cosas malas que no queremos. Pero Dios dice no eres culpable. ¿Por qué? Porque Cristo pagó por el castigo. por todos nuestros pecados. Y delante del tribunal de Dios somos tan justos como Cristo es justo por su vida de resurrección. Esa vida es nuestra vida. ¿Tenía que resucitar entonces? ¿Era absolutamente necesario? En cuarto lugar, porque así Dios cumplió las profecías y confirmó la autoridad de las enseñanzas de Cristo. Tenía que resucitar a Cristo. ¿Por qué? Porque era tan necesario. Porque así se cumplían las profecías y confirma la autoridad de su hijo. Y anotamos, por supuesto, que Cristo él mismo profetizó su resurrección. El Antiguo Testamento profetizó también la resurrección de Cristo. Hace años prediqué sobre ese pasaje. Es increíble para mí. Algo patético o trágico. No sé qué palabra usar. Los sacerdotes, los fariseos, van y le piden permiso al gobernador de sellar la tumba, llevar una guardia, porque dicen ellos, ese engañador dijo que iba a resucitar. ¿Se acuerdan? Ellos se acordaron, pero los discípulos no. Increíble, patético, trágico, triste. Ellos sabían las profecías. Pero Cristo tenía que resucitar entonces para cumplir esas profecías, lo que les había dicho. Así como Jonás estuvo en el vientre del gran pez, el hijo del hombre va a resucitar. La Escritura no puede ser quebrantada, se tenía que cumplir todas las profecías, todas las promesas del Evangelio se cumplen en lo que nos dice la Resurrección, se cumplen las profecías, se cumplen las promesas de Dios. Vean Hechos, una vez más el libro de los Hechos, ahora el capítulo 13, Hechos capítulo 13 y versículo 32. Hechos capítulo 13 y el versículo 32. Los discípulos están diciendo, hablando. Bueno, voy a comenzar a leer el versículo 29. Esos 13 a 29. Habiendo cumplido todas las cosas que de él estaban escritas, quitándolo del madero, lo pusieron en el sepulcro. Mas Dios le levantó de los muertos. Y él se apreció durante muchos días a los que habían subido juntamente con él de Galilea a Jerusalén, los cuales ahora son sus testigos ante el pueblo. Y nosotros también nos anunciamos el Evangelio de aquella promesa hecha a nuestros padres, la cual Dios ha cumplido a los hijos de ellos, a nosotros, resucitando a Jesús. Como está escrito también en el Salmo II, mi hijo eres tú, yo te he engendrado hoy. Ese Salmo nos dice aquí, el autor inspirado, el apóstol inspirado, nos está hablando de la resurrección de Cristo. Mi hijo eres tuyo, yo te he engendrado hoy. Y en cuanto a que le levantó de los muertos para nunca más volver a ver, a volver a corrupción, lo dijo así. Os haré las misericordias fieles de David. ¿Y eso de dónde sale? Isaías 55 profetiza la resurrección de Cristo. Por eso dice también en otro salmo, no permitirás que tu santo vea corrupción. Porque la verdad a vida, habiendo servido a su propia generación, según la voluntad de Dios, durmió y fue reunido con sus padres y vio corrupción. Mas aquel a quien Dios levantó no vio corrupción. Sabed pues esto, varones hermanos, que por medio de él se os anuncia perdón de pecados. Y que de todo aquello de que por la ley de Moisés no podéis ser justificados, en él es justificado todo aquel que cree. una verdad de los temas que estamos viendo y el punto aquí entonces hermanos es que la resurrección comprueba las promesas de Dios se cumplen las profecías de Dios se cumplen la resurrección de Cristo es un un sello de garantía de la autoridad de las enseñanzas de Cristo y la aplicación es Debemos seguir sus enseñanzas con toda confianza, obedecerlas, son divinas, están comprobadas, son verdad, sus promesas se cumplen y por lo tanto son eficaces para cambiarnos, para ayudarnos a vivir agradando a Dios. Entonces, escucha bien. Si tu conciencia, si tu corazón te dice una cosa y Cristo mismo te dice otra, escucha a Cristo, obedece a Cristo. Si el psiquiatra te dice, es que esto debes hacer con tus hijos y Cristo te dice, esto es lo que debes hacer con tus hijos, obedece a Cristo. Obedece a Cristo. Si el diablo te dice, es que tienes que hacer esto, haces... Y Cristo te dice, es que tienes que hacer esto, cree que hay perdón, así... Obedece a Cristo. Él resucitó. En quinto lugar, ¿por qué era absolutamente necesario que Cristo resucitara? Porque así Dios confirmó que Cristo es el juez en el juicio final. El apóstol Pablo testifica a unos griegos en Atenas. Cristo tenía que resucitar porque si Dios confirma que Él es el juez del juicio final. Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar que se arrepientan, por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia por aquel varón a quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos. Pero cuando oyeron lo de la resurrección de los muertos, unos se burlaban y otros decían, ya te oiremos acerca de esto otra vez. Y así Pablo salió en medio de ellos, mas algunos creyeron juntándose con él, entre los cuales estaba Dionisio el Aeropaguita, una mujer llamada Damaris y otros con ellos. ¿Se imaginan la horrible pena, la vergüenza, el dolor de esas personas que dijeron, otro día te oiremos, no es tiempo, no queremos arrepentirnos? Un hombre resucitó, fue crucificado allá afuera de Jerusalén y tú me estás diciendo que me tengo que remitir, que él es el juez al final y que... ¿Se imaginan cuando vean a Cristo? ¿Se imaginan cuando vean a Cristo los soldados, los judíos que lo crucificaron? Cuando reconozcan y vean que al último el gran juez es Cristo. Como dice Zacarías, y lo verán y llorarán. Y verán a aquel que traspasaron y llorarán. Y el punto aquí entonces es, hermanos y amigos, la resurrección confirma que Cristo tiene toda autoridad, todo poder, todo juicio, y lo confirma su resurrección. Como dicen los salmos y lo menciona aquí, él será el juez que dará justicia perfecta a todos. Entonces, amigo, hermano, arrepiéntete antes de que sea demasiado tarde. Arrepiéntete. En ese día del juicio, no vas a poder excusarte con que no sabías. A mí nunca me dijeron en la iglesia bíblica montiorez que no hay quien iba a ver un juicio, que me tenía que arrepentir. Es lo que predicamos aquí, es lo que Cristo les dijo, Cristo resucitado les dijo a los discípulos, prediquen el arrepentimiento y el perdón de pecados, comenzando aquí en Jerusalén. Y es lo que hacemos. Y ese es el Evangelio. Arrepiéntete y cree en Cristo para el perdón de pecados. Y tu conciencia lo sabe muy bien, tanto que lo has escuchado. Entonces yo te digo, cada año la Semana Santa te grita el Evangelio, la verdad de la muerte y resurrección de Cristo. Qué vergüenza, qué dolor, qué pena si al último tú llegas al día del juicio y no te has arrepentido y creído en Cristo. Qué vergüenza de ver a Cristo que tú rechazaste y Él es el juez al final. ¡Qué pena! Pero cristiano, cristiana, qué paz, qué tranquilidad, qué seguridad al saber que nosotros creímos y Él es el juez. Que nosotros obedecimos al juez. y sobre todo que nosotros amamos al juez porque él nos amó primero en penúltimo lugar porque era absolutamente necesario que cristo resucitara porque así dios garantiza nuestra resurrección en juan 14 el dice cristo dice todavía un poco y el mundo no me verá más pero ustedes me van a ver porque yo vivo ustedes también vivirán porque yo vivo vosotros también viviréis y en segunda de corintios 4 14 dice sabiendo que el que resucitó al señor jesús a nosotros también nos resucitará con jesús y nos presentará juntamente con vosotros Hebreos 2 es muy realista cuando nos dice que Cristo vino a salvar a los que le tienen miedo a la muerte, a los que tienen temor a la muerte, nos dicen Hebreos 2. Si eres hombre normal, si eres una mujer normal, le tienes miedo a la muerte. No te gusta estar en una operación que te han dicho que a la mejor no sobrevives y está la anestesista y las enfermeras y están listos listo y tu corazón probablemente va a tener una taquicardia saben que es una taquicardia si eres normal le tienes miedo mucho miedo a la muerte y hebreos dos realistamente nos dicen Cristo vino a salvar a los que por temor a la muerte son esclavos del diablo. Pero como cristianos podemos pasar ese río frío por la resurrección de Cristo de entre los muertos. A lo último cuando estés allí en esa mesa de operaciones o cuando el doctor te diga lo siento mucho tienes unos meses nada más para vivir. Cuando tengas tajicardias por miedo a la muerte, no te fijes en tu vida, en lo que hiciste o no hiciste. No te fijes en tu fe, si es poca o grande, o cómo te arrepentiste si lloraste o no. Pero fíjate y concéntrate y aférrate a la vida de resurrección de Cristo. Porque Él resucitó. Dios nos va a resucitar a nosotros. ¿Por qué? Porque nosotros estamos en Cristo. Porque Dios nos ve en Cristo. Este es el Evangelio, las buenas noticias del Evangelio. Que Dios nos va a resucitar, no por nuestras vidas, sino por la vida de Cristo. Su resurrección es la garantía en nuestra resurrección. Entonces, vamos a recitar con cuerpos perfectos como el de Cristo. Como dice en 1 Juan 3, seremos como Él cuando lo veamos. Tendremos cuerpos perfectos, voces perfectas para servirle en el cielo por toda la eternidad y adorarle a Él con esas voces perfectas. En último lugar, ¿por qué era absolutamente necesario que Cristo recitara? Porque si Dios nos puede dar vida, vida espiritual, y porque así nosotros podemos vivir para él. Es la lección de 1 Pedro 1, 3, se los leo. 1 Pedro 1, 3. Muy emocionado, el apóstol dice, bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva por la resurrección de Jesucristo de los muertos. Tenemos vida espiritual por la resurrección de Jesucristo de los muertos. Esto quiere decir que si tú entiendes el Evangelio, si tú entiendes la Escritura, si tú tienes fe, si tú te arrepientes, si tú amas a Dios, es porque Cristo resucitó. Su vida fue el comienzo de nuestra vida. El mérito de su vida es por la cual Dios nos puede dar vida a nosotros. Y entonces podemos vivir la cristiandad. Podemos cambiarse, transformados, ya no pecar porque Cristo resucitó. Ven conmigo Romanos 6, con esto termino. Romanos capítulo 6, versículo 1. Ya lo estudiamos, no lo voy a explicar, un tanto místico. Dicen los teólogos que aquí nos habla de la unión mística que tenemos con Cristo, pero vamos a leerlo. Y orando que el Espíritu Santo nos ayude a entenderlo, nos dice Romanos 6. ¿Qué pues diremos? ¿Perseveremos en el pecado para que la gracia abunde? En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él? Pero ¿cómo que hemos muerto al pecado? ¿No sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús hemos sido bautizados en Su muerte? Porque somos sepultados juntamente con Él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resultó de los muertos por la gloria del Padre, así también vosotros andemos en vida nueva. Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección, sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él para que el cuerpo del pecado sea destruido a fin de que nos sirvamos más al pecado. Porque el que ha muerto ha sido justificado del pecado. Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con Él. Sabiendo que Cristo, habiendo recitado de los muertos, ya no muere, la muerte no se enseñorea más de Él, porque en cuanto murió, al pecado murió una vez por todas, mas en cuanto vive, para Dios vive. Así también vosotros, consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús Señor. Y así podemos entonces nosotros cumplir con el versículo 12. No reine pues el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en sus concupiscencias, esos deseos carnales que batallan contra el alma. Ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos entre los muertos y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia. ¿Por qué el pecado no se enseñará de vosotros? Pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia. Cristo ya resucitó. Por eso era absolutamente necesario que Cristo resucitara. Oremos hermanos.
Fue necesaria la resurrección?
Series Resurrección de Jesús
Análisis del texto. Se ven varias razones por las cuales la resurrección de Cristo fue absolutamente necesaria.
Sermon ID | 4221714373 |
Duration | 45:32 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Bible Text | John 20:9 |
Language | Spanish |
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