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Si tienen bosquejos que les he preparado, verán que estamos en Colosenses 3, 12 al 13. Y estamos estudiando esta epístola. Yo creo que esto es el número 52 o 53 en nuestra serie. Entonces hemos estado aquí para bastante tiempo. Y vamos a enfocarnos esta mañana en la idea de Misericordia. Pueden ver el título en la parte de arriba del bosquejo Misericordia. Si has tenido una hija, es probable que la has oído decir, no tengo nada que ponerme. No tengo nada que ponerme. Y las chicas que dicen que no tienen nada que ponerse siempre tienen un armario lleno de ropa, ¿verdad? Están mirando millones de cosas de ropa. No tengo nada que ponerme. Y las chicas se visten con toda su ropa. Están intentando encontrar el outfit perfecto, pero no lo pueden encontrar y concluyen entonces que no tienen nada que ponerse. Yo soy un hombre. Y si no le molestara a mi esposa, yo me vestiría con la misma ropa todos los días. Shorts, una camisa blanca, flip flops, sandals, las chanclas, nada más. Sencillo, fácil, cómodo, igual todos los días. No hay problema. Pero hay muchas personas que se preocupan de la ropa. se preocupan muchísimo y hay periódicos que... todo el periódico es acerca de cómo se vistió este movie star y cómo se vistió esta chica, etc. y cómo tú también puedes vestirte este otoño, cuáles son las nuevas modas y todo esto. Pero para el cristiano, nosotros no tenemos este problema. ¿Y cómo? ¿Por qué digo esto? Porque en cuanto a la ropa, el cristiano ya sabe cómo se vestirá. El cristiano sabe cómo se vestirá. El mundo dice, no tengo nada que ponerme, no sé cómo me voy a vestir. Pero el cristiano sabe cómo se vestirá porque Dios nos ha dado un armario lleno de ropa. Dios nos ha dado ropa. ¿Qué quiero decir? Pues, Dios nos ha dado la justicia de Jesús. Nos ha vestido con su justicia, ¿verdad? También nos ha dado ropa con que vestirnos como sus hijos. Y Pablo nos va a decir cómo podemos y cómo debemos vestirnos como escogidos de Dios, santos y amados. Entonces, el cristiano, hablando de su forma de vivir, no puede decir, no tengo nada que ponerme porque Dios nos ha dado ropa espiritualmente. Y aunque a veces hay dudas y dificultades escogiendo la ropa correcta para una cita o un evento, no hay ninguna duda acerca de cómo el cristiano debe vestirse espiritualmente. Leamos entonces Colosenses 3, 12 al 13, y noten que Pablo dice, Vestíos, vístanse. Dice Pablo, Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, como debemos vestirnos, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia, soportándoos unos a otros y perdonándoos unos a otros, si alguno tuviera queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. Esto es nuestra ropa, la ropa del cristiano. Y vamos a enfocarnos esta mañana en la idea de la misericordia. Pero antes de empezar hablando de la misericordia, quiero que nosotros veamos un paralelo. Y es un paralelo entre versículo 12 y versículo 8. Podemos ver claramente en nuestras traducciones que en versículo 12 Pablo dice, destíos. Vestíos. Pero quiero que ustedes sepan que esto es un paralelo con versículo 8 donde en nuestra traducción Pablo dice, pero ahora, dejar. Pero la palabra que tenemos como dejar significa desvistarse. Desvistarse de ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas. y distancia de entrañable misericordia, benignidad, humildad, mansedumbre y paciencia. Entonces, esto es lo que hemos estado diciendo para varios sermones, que estamos matando al pecado. y viviendo para justicia. Estamos muriendo al viejo hombre y viviendo en el nuevo hombre, entonces hay un paralelo entre versículos 8 y 12, desvístanse o dejad, y vístanse o vestíos, pues dice Pablo. y después de decir desvístanse hay cinco cosas después de vístanse también cinco cosas que les he puesto en aquella tabla que pueden ver en el bosquejo y es importante que notemos que hay una gran diferencia entre estos dos listados de cinco cosas el primer listado de versículo ocho es muy egoísta muy egoísta e incluye cosas con las cuales intentamos destruir a otras personas. Noten, la ira y el enojo y la malicia son formas de destruir y atacar a otros. Quizás puedo tener ira contra yo mismo, pero no, la ira es contra otras personas, ¿verdad? Y la malicia y el enojo es atacando y destruyendo a otros. Es egoísta soltar toda tu ira sin pensar en los sentimientos de otros. Blasfemia. Palabras que hieren. Palabras deshonestas. Dan placer al que habla, pero hacen mucho daño a la persona que oye las palabras o la persona de la cual estamos hablando. Entonces, blasfemia no significa solamente blasfemia contra Dios, pero la palabra misma dice Palabras que hieren. Entonces, palabras que hieren y palabras deshonestas, todo esto ataca al otro y destruye al otro y por eso Pablo nos ha dicho, desvístanse de estas cosas. El viejo hombre es la primera lista y es egoísta y ataca al otro. Pero la segunda lista, este versículo, el versículo 12, es muy diferente. ¿Y cuáles son los dos grandes mandamientos? Este es el primero y grande mandamiento, que nosotros amemos a Dios con todo el corazón, etc. Y el segundo, ¿cuál es el segundo gran mandamiento? amarás a tu prójimo como a ti mismo, ¿verdad? Entonces versículo 12 y la manera en que el cristiano debe vestirse será un cumplimiento o una obediencia a este mandamiento. La segunda lista se enfoca en el otro pero positivamente. Es amor para el prójimo, entrañable misericordia, benignidad, humildad, mansedumbre, paciencia. Entonces, la primera lista ama a sí mismo y ataca al otro. La segunda lista ama al otro y de una forma ataca a sí mismo, es decir, matando al pecado en nuestras vidas o negándose a sí mismo. La vida cristiana, la vida del nuevo hombre, la vida de los hijos de Dios es una vida que sirve a otros y no a sí mismo, que ama a otros más que a nosotros mismos o igual a nosotros mismos. Debemos hacer a otros lo que nosotros querríamos que ellos hagan para nosotros, ¿verdad? Tratamos a otros como quiero que ellos nos traten a nosotros. Entonces, todo esto nos prepara para entender la misericordia y por qué Pablo nos dice que debemos vestirnos con entrañable misericordia. Y para entender cómo debemos ser misericordiosos, quiero estudiar misericordia en varias formas. Misericordia en Dios. Misericordia en Jesucristo. Misericordia en incrédulos o no creyentes, los no regenerados. y misericordia en cristianos. Empecemos entonces con misericordia en Dios. Estoy empezando nuestro estudio de misericordia con un estudio de la misma en Dios porque debemos modelar nuestras vidas en la manera en que vemos que es la misericordia en Dios. Debemos ser santos como Dios es santo. Debemos ser misericordiosos como Dios es misericordioso. Sin embargo, Dios es Dios y nosotros somos criaturas. Entonces hay diferencias entre nuestra misericordia y la misericordia de Dios. Y estas diferencias no son necesariamente malas, son la diferencia entre el creador y la criatura. Ustedes verán la diferencia mientras tanto. Entonces, ¿cómo es o qué es misericordia en Dios? Y les he dado una definición. Misericordia en Dios significa ayudando a los que no le pueden recompensar. Misericordia en Dios significa ayudando a los que no le pueden recompensar. Esto es la misericordia de Dios. Y la misericordia de Dios por eso es maravillosa. ¿Por qué? Déjenme explicar. Dios no es como nosotros. En los hombres, la misericordia es compasión en el corazón al ver la miseria del otro. Y la palabra misericordia expresa esta idea. Miseria en el corazón. Cordia es de la raíz latina para el corazón. Miseria en el corazón. Un sufrimiento o simpatía que nosotros tenemos para con otros. Es decir, que nosotros vemos el sufrimiento de otro, Y nosotros tenemos miseria en nuestros corazones participando en su sufrimiento o simpatizando. Y la razón por la cual participamos en su sufrimiento es porque hay una conexión entre nosotros y aquella persona y su sufrimiento. Hay una fraternidad entre nosotros y ellos. Por ejemplo, si pulverizas a una piedra, lo destruyes, la destruyes, no te sientes nada. No te sientes nada porque no hay una conexión entre ti y la piedra. Nadie dice, pobre piedra, la pulveraste, mataste a aquella piedra. No. Dirás, es una piedra. No me importa. No hay una conexión entre yo y esta piedra. Entonces no tengo misericordia para con la piedra. Pero si ves un ser humano sufriendo, esto te hace sufrir también. Te hace querer ayudar. Pero ¿saben qué? De una forma, Dios no es así. Dios no es así. Porque ¿qué conexión hay entre nosotros y Dios Si Él es creador eterno, nosotros somos criaturas temporales. no hay una conexión entre nuestras naturalezas. Dios no es humano. Nosotros no somos divinos. Entonces, si Dios no puede experimentar nuestro sufrimiento o participar en nuestra experiencia, ¿es imposible que Dios tenga misericordia entonces? Y la respuesta es no, porque al contrario, Nosotros a veces somos misericordiosos si vemos algo que nos hace sufrir. Pero Dios es misericordia. Dios no es misericordioso. A veces, dependiendo de la causa, Dios es misericordia en sí mismo. Entonces, su misericordia no tiene límites. Su misericordia no tiene ninguna cosa que lo define o lo prohíbe de tener misericordia. Yo he dicho, si hay una piedra, yo no tengo misericordia de ella. Los seres humanos pueden ser así con otros seres humanos. Los pueden tratar como piedras. Piensen en los judíos en el holocausto. O tantos otros españoles en México. Hay tantos ejemplos en nuestra historia donde los seres humanos han maltratado a otros seres humanos sin misericordia. Aunque hay una conexión directa en sus naturalezas. Soy tu hermano en la carne, pero me vas a matar sin misericordia, etc. Dios no es como nosotros, entonces su misericordia es infinita. No tiene fondo, no puedes llegar al fondo o al fin de la misericordia de Dios. Porque es misericordia y tiene misericordia de sí mismo a los que no le pueden recompensar. En nosotros, nosotros tenemos misericordia de los que frecuentemente que habrá un beneficio para nosotros. Dios no es así. Entonces esto aclara la diferencia entre nuestra misericordia y misericordia en Dios. Y entre más que no hay causa para la misericordia de Dios en nosotros, más capaz es Dios de demostrar y manifestar su misericordia para con nosotros. Dios ayuda a los que no le pueden ayudar. Dios ayuda a los olvidados, los pobres, los débiles, los pecadores. Dice Dios en Éxodo 34, 6 al 7, Proclamó Jehová, Jehová fuerte, misericordioso y piadoso. Tardo para la ira y grande en misericordia y verdad que guarda misericordia a millares que perdonan la iniquidad, la rebelión y el pecado. Misericordia es su nombre porque es su ser. Dios es misericordia. Dios no es misericordioso. a veces y de vez en cuando, Dios es misericordia. Tito 3.5 Nos salvó Dios no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia. Nosotros no merecimos salvación. No hicimos algo que hace que Dios nos recompense o algo así. No. De su misericordia nos salvó. Salvó a personas que no merecían su salvación. 1 Pedro 2.10 Vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios, que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia. Dios, salvándonos, nos tuvo misericordia. No porque había algo digno a nosotros de su misericordia. No porque nosotros entonces podemos recompensar a Dios y Él quería que nosotros le recompensemos. No, Él no necesita nada de nosotros. Él actúa de su plenitud, de su infinita plenitud. Y tuvo misericordia de nosotros. Y nuestra respuesta siempre debe ser la del Salmista. Alabada Jehová porque Él es bueno, porque para siempre es su misericordia. Y sabemos que para siempre es su misericordia porque es infinita y no depende de la causa. Él es la causa. De nuevo, quiero repetirlo. En nosotros, nuestra misericordia depende de la causa. Causa y efecto. Si hago esto, estoy causando el dolor. Al terminar la causa, ya no hay dolor. También, si no hay una causa para mi misericordia, entonces no habrá misericordia en mí. Y esto depende de muchas cosas. Somos seres humanos afligidos por cosas que no entendemos. Tantas influencias cambiándonos en todos los momentos. Dios no es así. No hay causa para la misericordia de Dios menos su perfección y la infinidad de su misericordia. Entonces Dios es el que ayuda a los que no le pueden recompensar. Cuán grande es nuestro Dios, hermanos. Sigamos al segundo punto. Misericordia en Cristo Jesús. Hemos hablado de misericordia en Dios, ahora misericordia en Cristo Jesús. Y hemos visto que la misericordia de Dios es infinita, sin límites, sin fin. No depende de una conexión entre nuestra naturaleza y la naturaleza de Dios. Sin embargo, ¿qué de Jesús? Jesús es divino y humano. Es una persona, una persona una persona con dos naturalezas. Entonces nuestro mediador Jesucristo en su divinidad o deidad tiene misericordia infinitamente. Es Dios. Pero también es un gran ánimo para el pueblo de Dios que Jesús también tiene misericordia según su naturaleza humana. Jesús, al ser encarnado, y para siempre en su encarnación y resurrección, Jesús experimenta lo que nosotros experimenta, aunque sin pecado y sin las restricciones de la caída. En el ministerio de Jesús, vemos en los evangelios, muchos clamaron a Jesús pidiendo misericordia y Él tuvo misericordia de ellos. Leamos Marcos 1, 40-42. Vino a él un leproso, rogándole, en cada la rodilla le dijo, Si quieres, puedes limpiarme. Y Jesús, teniendo misericordia de él, extendió la mano y le tocó, y le dijo, Quiero, sé limpio. Y así que él hubo hablado al instante, la lepra se fue de aquel, y quedó limpio. Jesús tuvo misericordia del leproso. Marcos 10, 47 al 48. Y oyendo que era Jesús Nazareno, comenzó a dar voces y a decir, Jesús, hijo de David, ten misericordia de mí. Y muchos le reprendían para que callase, pero él clamaba mucho más, hijo de David, ten misericordia de mí. Y cómo respondió Jesús, es una piedra, no me importa. No, Jesús tuvo misericordia de él. Entonces hermanos, nuestro salvador, nuestro mediador es el mediador perfecto porque no solo representa dos partidos, sino que él es dos partidos en sí mismo. Y por lo tanto, podemos orar a Jesucristo en una manera más o menos distinta de la manera en que oramos al Padre o al Espíritu. ¿Pedimos misericordia del Padre? ¡Claro que sí! Porque Dios es Él que ayuda a los que no le pueden recompensar. Dios es no solamente capaz de misericordia, Dios es misericordia. ¿Pedimos misericordia del Espíritu Santo? ¡Claro que sí! Ayuda a los que no le pueden recompensar. Sin embargo, podemos pedir misericordia de Jesús sabiendo que Él ha sido tentado en todo como nosotros, pero sin pecado. y la Biblia nos dice esto. Noten Hebreos 4, 15 al 16, porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades? sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. ¿Cuál es la conclusión? Entonces, ¿qué debemos hacer? Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro. Hermanos y hermanas, quiero que ustedes sean animados a orar fervientemente a nuestro Dios. Quiero que sean animados por la perfección de Deidad, que tiene misericordia infinitamente, y por la perfección de humanidad en Jesús, que oye nuestras peticiones compadeciéndose y simpatizando en su naturaleza humana. Entonces, debemos ser animados por la perfección de la naturaleza divina y la perfección de la naturaleza humana. Porque no es malo tener misericordia como una criatura. El gran problema es que nosotros no tenemos misericordia no tenemos misericordia de los que debemos tener misericordia. Pero Jesús, sin pecado, con perfección, Él tiene perfecta misericordia, perfecta simpatía, perfecta sufrimiento con nosotros, o misericordia. Quiero que ustedes oren fervientemente. Jesús ha experimentado lo que ustedes están experimentando, pero sin pecado. Y Dios es misericordia en sí mismo. Entonces, si esto no nos da confianza para acercarnos al trono de gracia, ¿qué lo hará? No hay razón para no ir a Dios, quien es misericordia, por medio de nuestro mediador, quien entiende nuestros sufrimientos. Esto también, hermanos, esto revela la mentira de la Iglesia Romana Católica, que enseña la necesidad de orando a María porque ella tiene simpatía como una mujer y como una madre. Y Jesús, un hombre, pues él no puede entender ciertas cosas. Entonces, de vez, María nos oirá. María será piadosa para con nosotros. No. Jesucristo es perfecto. Es perfecto. Un ser humano perfecto y glorificado. Y nadie irá a Jesucristo en oración, pidiendo misericordia, buscando un mediador que entiende y ha experimentado nuestros sufrimientos. Nadie irá a Jesús y encontrar un hombre difícil y duro y sin simpatía. No. Entonces, no hay necesidad, claro que es malo hacerlo, orar a María en la primera vez o primer lugar, pero en el segundo lugar, el argumento simplemente no tiene fundamento. Porque no hay una falta en la naturaleza de Jesucristo. No hay una imperfección en Jesús que requiere que tengamos otro mediador o mediadora en María. No hay necesidad. No tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades. Dice la palabra de Dios. Y si hay una imperfección, es en nuestro entendimiento de la perfección de Jesucristo. Sigamos a número tres. Misericordia en incrédulos. Este punto será breve porque ya hemos más o menos explicado cómo es. Hemos hablado de misericordia en Dios y en Jesucristo. Pero quiero que nosotros veamos que en la gracia común de Dios, los incrédulos sí son misericordiosos. Hemos dicho que en guerras y atrocidades hay cosas terribles que hacen los seres humanos, pero también hay mucha misericordia entre ellos. En las criaturas, hemos visto, la misericordia significa compasión en el corazón al ver la miseria de otro. Entonces los incrédulos tienen compasión en sus corazones al ver la miseria de otros. Son capaces de misericordia y creo que podríamos hablar mucho acerca de la misericordia que nosotros hemos experimentado de muchas personas en este mundo. Sin embargo, su misericordia tiene grandes problemas. en particular en contraste con la misericordia de Dios, porque su misericordia frecuentemente es egoísta. Ayudan a los que les gustan. Ayudan a los que son como ellos. Ayudan a los que les recompensarán en el futuro. Ayudan a los que entonces serán endeudados a ellos. Ayudan para aumentar su reputación. Ayudan para que sean vistos. Entonces si están ayudando a los que necesitan ayuda, pero frecuentemente con motivos malos o egoístas. La misericordia de los incrédulos es como la justicia de los fariseos. Mateo 6 1-4 Guardaos de hacer vuestra justicia delante de los hombres, para ser vistos de ellos. De otra manera no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos. Cuando puedes des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los hombres. De cierto os digo que ya tienen su recompensa. Mas cuando tu des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha. Para que sea tu limosna en secreto y tu padre que vea lo secreto te recompensara en publico. Nunca he visto a nadie tocando la trompeta antes de dar limosna aquí, aunque me gustaría verlo. ¿Por qué hicieron estas cosas los fariseos? Para ser vistos, para que otros vean su justicia, su obediencia. Y muchas personas tienen misericordia para que sean vistos. escriban una cheque gigante y lo dan a otra persona en el televisor. Estoy dando mil dólares, millones de dólares a esta charity. Y podemos decir, es bueno que están dando, que están ayudando. Pero es egoísta. Hay problemas en esta misericordia. Y seamos honestos. Los seres humanos son más propensos a rescatar a los perritos que a sus vecinos. Estamos más dispuestos y más propensos a rescatar a los perritos que a los vecinos. En el televisor, los comerciales con los perritos pobritos que tienen hambre y no tienen casa, nos hacen llorar. Mi amor, tenemos que recoger un perro, por favor. Pero los huérfanos están en el orfanato. Y tenemos más, la sociedad, me parece, tiene más misericordia de los animales en el shelter que los huérfanos en el orfanato. Y estamos matando a millones de nuestros infantes en el aborto. Mientras es ilegal tocar el nido de ciertos pájaros. Y si es una felonía, ¿felonía es la palabra? Felonía. Por ejemplo, el bald eagle, el águila de nuestro país, si matas a uno de ellos o si tocas el nido o los huevos, es una felonía. pero tú puedes matar a tu bebé si quieres. Entonces, qué contraste. Te meten en la cárcel por tocar el nido de un pájaro, pero pagarán para tu aborto. Entonces, nuestra misericordia tiene tantos problemas. Y lo podemos ver claramente en Lucas 10, 30 al 37. Respondiendo Jesús, un hombre descendía de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de ladrones, los cuales le despojaron, e hiriéndole se fueron, dejándole medio muerto. Aconteció que descendió un sacerdote por aquel camino, y viéndole pasó de largo. Asimismo, un levita llegando cerca de aquel lugar, y viéndole pasó de largo. Pero un samaritano que iba de camino vino cerca de él, y viéndole, fue movido a misericordia. Y acercándose, vendó sus heridas, echándoles aceite y vino, y poniéndole en su cabalgadura, lo llevó al mesón, y cuidó de él. Otro día, al partir, sacó dos denarios y los dio al mesonero, y le dijo, Cuídamele, y todo lo que gastes de más, yo te lo pagaré cuando regrese. ¿Quién, pues, de estos tres te parece que fue el prójimo del que cayó en manos de los ladrones? Él dijo, el que usó de misericordia con él. Entonces Jesús le dijo, ve y haz tú lo mismo. Un levita y un sacerdote que no tenían misericordia, un samaritano que tiene menos conexión con el judío herido, tuvo misericordia. Esto es uno de los contrastes. Un hombre que descendió de Jerusalén. Un judío sale de Jerusalén y sus hermanos, un levita y un sacerdote, no tienen misericordia de él. Un samaritano, un extranjero en la sociedad judía, un no bueno, una persona no grata en la sociedad de los judíos, ayuda al judío herido. Entonces, nuestra misericordia debe ser de una perspectiva ciega. El mundo tiene misericordia de los que son como ellos. Tiene misericordia de los que pueden recompensar o donde habrá un beneficio para ellos. El samaritano, ¿qué beneficio recibe abiertamente de este evento? Nada. En su corazón, sí, puede ser que tiene gozo, claro, pero gasta dinero, pierde dinero, no gana nada en los ojos del mundo. Pero Él tuvo misericordia de su prójimo. Entonces Mateo 6 y Lucas 10, estos versículos nos explican la misericordia de los incrédulos. Sí, tienen misericordia. Y no hay una razón para negar esto. Pero hay tantos problemas en su misericordia. Esto nos conduce al cuarto y último punto, misericordia en cristianos. El cristiano debe ser misericordioso. Pero el cristiano no debe ser misericordioso egoístamente. El cristiano debe ser misericordioso como Jesucristo es misericordioso. Él es el patrón, el modelo para nosotros, el paradigma. Debemos tener misericordia de los que no nos pueden recompensar, como Dios. Y, siendo humanos, debemos compadecerse y simpatizar con los que sufren. Entonces, la misericordia en criaturas, como hemos dicho, es una compasión en el corazón al ver la miseria de otro. Y hermanos, para hacer esto, es necesario que abramos nuestros corazones al otro. No me importa si pulverizas a la piedra, porque mi corazón está cerrado a la piedra. Y los alemanes que asesinaron a los judíos, o los españoles a los aztecas, o los aztecas a sus víctimas de sacrificio, o todos los seres humanos que matan a otros con crueldad, ellos, sus corazones están cerrados o dispuestos a ira y enojo y odio. El cristiano no puede ni debe ser así. Debemos abrir nuestros corazones al otro para tener una disposición de misericordia. Y por eso dice Pablo en Colosenses 3.12 que debemos vestirnos con entrañable misericordia. Entrañable misericordia. Parece una palabra muy rara. Entrañable. No quiero hablar de mis entrañas. Gracias. Adiós. Pero entrañable es una palabra que significa algo que llega al fondo, algo que llega a la parte más profunda de quienes somos. Si piensas en el cuerpo humano, ¿cuál es el punto más profundo? Si entras por cualquier parte, el más profundo llegará aquí. Es una metáfora, una manera de expresar la parte más profunda de quiénes somos. No estamos hablando del órgano, de las entrañas. La parte más profunda del ser humano. Debemos abrirnos completamente hasta el fondo para entonces recibir y ayudar, recibir a otros y compadecerse de ellos. Debemos vestirnos con una disposición que es tan otro-céntrico, tan parecido a Cristo, y tan abierto, que no podemos ser indiferente al sufrimiento de otros. Debemos ser súper sensibles, es decir, Mi esposa con su piel es muy sensible. Si tocas el piel un poco, duele mucho. Debemos tener algo similar en nuestros corazones, que el sufrimiento de otros nos afecta grandemente. No que nos abruma o nos aflige, pero debemos tener una disposición tan lista. de sufrir con otros y entonces ayudar a otros. Pero si veo el sufrimiento de otro y no me importa, si soy indiferente, no tengo sensibilidad, es un gran problema. Vemos tanta insensibilidad en nuestro mundo. Por lo tanto, donde vemos sufrimiento y necesidades, sean físicamente, espiritualmente, etc., debemos estar dispuestos de antemano a compadecerse con aquellos que sufren y ayudarles sin deseo de recompensa. Esto es misericordia cristiana. Entonces tenemos que cultivar una disposición de misericordia. Porque ya estamos dispuestos para tener misericordia de otros. Y esto es siendo como Dios. Porque mi misericordia depende menos entonces del otro. Y depende más en yo intentando ser como mi Dios. Santiago 2, 13. Porque juicio sin misericordia se hará con aquel que no hiciere misericordia, y la misericordia triunfa sobre el juicio. No podemos ser no misericordiosos. Es un doble negativo, pero es necesario ser misericordioso. Si nosotros estamos utilizando juicio sin misericordia, vamos a recibir el mismo. Pero la misericordia triunfa sobre el juicio. Esta persona no me puede recompensar. Es su culpa que está en su condición. Voy a tener misericordia de la persona. Santiago 3, 17 al 18. La sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía. El fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz. Hermanos y hermanas, ¿debemos ser misericordiosos con esposos y esposas? hijos e hijas, vecinos, prójimos, tíos, tías, con todos, con todos. No debemos aprovecharnos de las fallas de otros, ni debemos cerrar nuestros corazones y ser indiferentes al sufrimiento de otros. Entonces en el hogar, esposos y esposas, ¿tienen ustedes una disposición de antemano de misericordia el uno para con el otro? ¿Sabe el otro que eres misericordioso y tienes esta disposición? de misericordia? ¿Sabe el otro que tu deseo no es atacar sino amar al otro? ¿Sabe el otro que sus fallas no serán aumentadas y usadas para manipulación? ¿Sabe el otro que en ti hay misericordia porque has recibido misericordia de Dios? Esto empieza a enfrentarnos con nuestro egoísmo, ¿verdad? Porque nos aprovechamos de las fallas de otros, manipulamos con las fallas de otros. La misericordia no hace esto. Es necesario que el cristiano se vista como un escogido y amado santo de Dios, vestido con entrañable misericordia. Una misericordia que abre cada parte de todo su ser y se dedica a la ayuda del otro. Entonces hermanos, les animo que llenen sus vidas con misericordia. Y como dijo Santiago, el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz. Entonces siembren misericordia para entonces recibir misericordia. Sean misericordiosos con los hijos, con los amigos, los prójimos, compañeros de trabajo. Todo el mundo está luchando para ganar preeminencia. La gente busca poder y éxito a costa del sufrimiento de otros. El mundo es egoísta. Y tenemos que desvestirnos de este egoísmo. Y al contrario, mientras matamos al pecado del egoísmo debemos cultivar la gracia de misericordia. Debemos vestirnos con entrañable misericordia. Ahora bien, es difícil hablar acerca de misericordia sin hablar acerca del perdón. Porque la misericordia frecuentemente se expresa en perdón. Pero Pabla hablará del perdón en versículo 13. Entonces, he intentado no evitar, pero dejarlo para otro sermón. Pero déjenme decir algunas cosas muy breves. Teniendo misericordia no significa que negamos el pecado. El que tiene misericordia ni esconde ni niega el pecado del otro. Entonces nadie puede decir, si me amas me aceptarás, tendrás misericordia de mí. Esto es manipulación y abuso. La misericordia no niega el pecado del otro. La misericordia no significa imaginando que no existe el pecado del otro. La misericordia significa que estamos dispuestos a perdonar al otro cuando el otro nos pide perdón. La misericordia no niega pecados, perdona pecados. Porque en una relación, cuando el otro falla o peca contra ti, el mundo se aprovecha de esta oportunidad para entonces tener poder sobre el otro. tú cometiste el error, yo no, entonces yo soy on top y tú estás abajo de mí. El mundo lo usa para una lucha de poder. El cristiano, cuando el otro peca contra sí, tiene una disposición que está dispuesto a perdonar al otro con misericordia. En lugar de aprovecharse y abrir su corazón de enojo y ir contra el otro por su pecado, es misericordioso y dispuesto a perdonar. Entonces la misericordia no niega el pecado del otro, pero está dispuesto a perdonar el pecado del otro. Y el otro debe saber que eres misericordioso. Y debe entonces ser animado a arrepentirse y pedir perdón. Si el otro sabe que eres misericordioso, será animado más y más a pedir perdón de ti. Y por eso nosotros acerquémonos pues confiadamente al trono de la gracia. Dios no nos dirá, ¿Tú otra vez? ¿Tú otra vez? No. Dios es misericordioso. El cristiano no debe denegar una petición para perdón. Esto sería indiferencia. Esto no sería misericordia como Dios y como Jesucristo. Entonces el cristiano vestido con entrañable misericordia no se aprovecha de los pecados de otros para abusar y manipular y ganar y luchar. compadece del otro, tiene misericordia del otro y está dispuesto a perdonar al otro porque Dios nos ha perdonado a nosotros. Por lo tanto, hermanos, la aplicación es sencilla. Dístanse de entrañable misericordia. y en sus matrimonios, familias, amistades y más. Todo esto será enriquecido profundamente. Si estás sembrando misericordia en estas relaciones, verán el fruto. La gracia y misericordia de Dios transforma nuestras relaciones. Enseñen sus hijos acerca de la misericordia de Dios. Muchos de ustedes tienen hijos que están casados. Enseñen estos nuevos, recién casados, estos hijitos en el matrimonio, estos niños en el matrimonio. Enseñen a ellos acerca de la misericordia, hablando de su propia historia. Mi hijo o mi hija, yo puedo decir esto con experiencia. Yo me aproveché de la falla de otro, o yo cometí este error y el otro me atocó, etc., etc. La misericordia puede ayudarnos en todas estas circunstancias. La misericordia puede deshacer todo el desastre de un matrimonio. Enseñen la misericordia en sus familias. Si conoces a una pareja que tiene problemas y luchas, díganles acerca de la misericordia de Dios y cómo esto cambia nuestras perspectivas y la manera en que los cristianos actúan. En conclusión entonces, den gracias a Dios por su misericordia. Para siempre es su misericordia. Den gracias a Jesucristo que Él compadece de nosotros. Para siempre es Su misericordia. Y vístanse entonces como los hijos de Dios, el pueblo de Cristo, de entrañable misericordia, amando a tu prójimo como a ti mismo. Amén. Oremos.
Entrañable misericordia
Series Colosenses
Sermon ID | 10916133000 |
Duration | 49:43 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Language | Spanish |
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